Aprende a Controlar tu Ansiedad Las emociones son mecanismos que nos ayudan a reaccionar ante una situación peligrosa. Sin embargo, es necesario desarrollar un dominio sobre las mismas para que así podamos tener una mejor respuesta ante una situación determinada y la reacción sea la más adecuada. ¿Qué es la ansiedad? Para el investigador De la Gándara, la ansiedad es clásicamente un sentimiento subjetivo que implica la presencia de sensaciones de aprensión, tensión, inquietud, temor indefinido, inseguridad o miedo a modo de anticipación indefinida de un peligro ante una amenaza más o menos objetiva. Supone una forma de miedo ante algo o ante “nada”, en contraposición al “miedo” concreto ante un peligro o amenaza real ¿Cómo afecta la ansiedad nuestra vida? La ansiedad es sobre todo una reacción de miedo. El miedo por sí mismo es muy útil y perfectamente natural, el problema sobreviene cuando no hay una razón racional para sentir esa angustia y tenemos una respuesta desadaptativa que prepara al organismo para enfrentarse ante un peligro que no existe, convirtiéndose en algo perjudicial. Como dice un refrán, “el miedo es libre” se puede sufrir ansiedad por muchas causas y de muchas maneras. Muchas personas sufren fobias, es decir miedos intensos ante causas localizadas como insectos, tormentas, ascensores. Este miedo es muy intenso pero muy concreto. El otro extremo es la “ansiedad generalizada”, un miedo difuso, ilocalizable, una “angustia vital” (a que las cosas vayan a peor, a tener un accidente, a que los hijos se enfermen, etc.) difícil de precisar pero muy persistente. Entre ambos extremos existe una gran variedad de situaciones y síntomas, incluso llegar a tener “miedo al miedo”, cuando los ataques de ansiedad son frecuentes. ¿Podemos controlar la ansiedad? Diversos estudios revelan que existe un sinnúmero de técnicas que ayudan a disminuir la ansiedad entre estas las nombraremos brevemente: • Respiración profunda: Es la más sencilla y muy útil, pues ayuda a controlar las reacciones fisiológicas debido a que la retención y expulsión del aire ayudan a relajar el cuerpo, se debe realizar cuantas veces sea necesario hasta sentir alivio. .Relajamiento muscular: Esta técnica requiere de un entrenamiento previo con el apoyo de un terapeuta. • Detención del pensamiento: Esta técnica se basa en el control del pensamiento que es una habilidad que puede desarrollarse al pensar positivo ante situaciones negativas. • Ayuda farmacológica: De ser necesario y bajo la prescripción médica, el apoyo farmacológico ayuda a disminuir los niveles de ansiedad en menor tiempo (Hay que tener en cuenta la tolerabilidad y dependencia). • Ejercicio: Ayuda a la tonificación muscular, evita la rigidez así como la excesiva activación del sistema nervioso, además que es beneficioso para mantener un buen estado físico y emocional.