Trastorno de ansiedad

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TRASTORNO DE ANSIEDAD,
¡QUE EL PÁNICO NO TE SUPERE! ES HOY EN DÍA UN MAL RECURRENTE (DEMASIADO A DECIR
VERDAD), PASTILLAS PARA LEVANTARSE, PARA DORMIRSE, PARA ALEGRARSE Y PARA
DEPRIMIRSE ¿SON LA SOLUCIÓN? VEAMOS DIVERSOS ENFOQUES NATURALES, REFLEXOLOGÍA,
YOGA, REIKI, AROMATERAPIA.
PSICOLOGÍA Y SU ENFOQUE INTEGRAL Y DESDE LUEGO VAMOS A CONOCER EN PROFUNDIDAD
SUS SÍNTOMAS Y CONSECUENCIAS.
Trastorno de ansiedad generalizada
Es un patrón de preocupación y ansiedad constantes acerca de muchos acontecimientos o
actividades diferentes.
Causas
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una afección común. Los genes pueden jugar un
papel. El estrés también puede contribuir a la aparición del trastorno de ansiedad
generalizada.
Cualquier persona puede sufrir este trastorno, incluso los niños. La mayoría de las personas
que sufren este trastorno dicen que han estado ansiosas desde que tienen memoria. El
trastorno de ansiedad generalizada es un poco más frecuente en las mujeres que en los
hombres.
Síntomas
El síntoma principal es la presencia casi constante de preocupación o tensión, incluso cuando
hay poca o ninguna causa. Las preocupaciones parecen flotar de un problema a otro, como
problemas familiares o de relaciones interpersonales, cuestiones de trabajo, dinero, salud y
otros problemas.
Incluso estando consciente de que sus preocupaciones o miedos son más fuertes de lo
necesario, una persona con trastorno de ansiedad generalizada aún tiene dificultad para
controlarlos.
Otros síntomas abarcan:
• Dificultad para concentrarse
• Fatiga
• Irritabilidad
• Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido, y sueño que a menudo no es
reparador ni satisfactorio
• Inquietud y a menudo resultar sobresaltado con mucha facilidad
Junto con las preocupaciones y las ansiedades, también pueden estar presentes muchos
síntomas físicos, como tensión muscular (temblor, dolor de cabeza) y problemas estomacales,
como náuseas o diarrea.
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico y exámenes psiquiátricos. Dichos exámenes se harán
para descartar otras afecciones y comportamientos que causan síntomas similares.
Tratamiento
El objetivo de la terapia es ayudarlo a desempeñarse bien durante la vida diaria. Una
combinación de terapia cognitiva conductista (TCC) y medicamentos funciona mejor.
Los medicamentos son una importante parte del tratamiento. Una vez que usted empiece a
tomarlos, no los suspenda súbitamente sin hablar con el médico. Los medicamentos que se
pueden utilizar abarcan:
• Los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) generalmente son la
primera opción en medicamentos. Los inhibidores de la recaptación de la serotonina y
norepinefrina (IRSN) son otra opción.
• Se pueden usar otros antidepresivos y algunos anticonvulsivos para casos graves.
• Las benzodiazepinas como alprazolam (Xanax), clonazepam (Klonopin) y lorazepam (Ativan)
se pueden usar por poco tiempo si los antidepresivos no ayudan lo suficiente con los síntomas.
El consumo prolongado puede llevar a la dependencia de estos fármacos.
• También se puede usar un medicamento llamado buspirona.
Las terapias cognitivas conductistas ayudan a entender los comportamientos y cómo
controlarlos. Usted tendrá de 10 a 20 consultas durante muchas semanas. Durante la terapia,
aprenderá cómo:
• Entender y controlar puntos de vista distorsionados de estresantes en la vida, como el
comportamiento de otras personas o eventos en la vida.
• Reconocer y reemplazar los pensamientos que causan pánico, disminuyendo la sensación de
indefensión.
• Manejar el estrés y relajarse cuando se presenten los síntomas.
• Evitar pensar que las preocupaciones menores se transformarán en problemas muy graves.
Evitar la cafeína, las drogas ilícitas e incluso algunos medicamentos para los resfriados también
puede ayudar a reducir los síntomas.
Un estilo de vida saludable que incluya ejercicio, descanso suficiente y buena nutrición pueden
ayudar a reducir el impacto de la ansiedad.
Grupos de apoyo
Un grupo de apoyo le permite a usted hablar con personas que comparten problemas y
experiencias en común. Esto puede ayudar a aliviar el estrés relacionado con una afección
médica.
Estos grupos no constituyen un sustituto del tratamiento efectivo, pero pueden servir como
complemento.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico de una persona depende de la gravedad del trastorno. El trastorno de ansiedad
generalizada puede continuar y ser difícil de tratar; sin embargo, la mayoría de los pacientes
mejora con una combinación de medicamentos o psicoterapia conductista.
Complicaciones
La depresión y la drogadicción pueden ocurrir con un trastorno de ansiedad.
Cuándo contactar a un profesional médico
Llame al médico si constantemente se preocupa y se siente ansioso y esto interfiere con sus
actividades cotidianas.
DESDE LA OPTICA DE ESPECIALISTAS
¿Qué es un ataque de pánico?
Se define un ataque de pánico como un momento de intenso miedo y angustia, que se
presenta acompañado de una serie de síntomas físicos y cognitivos. Generalmente estos
ataques se disparan por causa de un agente activador (llamado “disparador”), el cual se
presenta súbitamente y crea un estado de ansiedad y confusión casi instantáneo.
Aquí tenemos las clases de ataques de pánico:
• ESPONTANEOS: aparecen sin advertencias en cualquier momento del día, incluso durante el
sueño, sin un desencadenante aparente. En muchas maneras, esta es la forma más
atemorizante de los ataques, ya que suceden sin advertencia alguna, y quienes las sufren no
pueden siquiera intentar racionalizarlas o relacionarlas a un temor específico. La naturaleza
aleatoria de estos ataques hace que a menudo sean confundidos con ataques cardiacos.
• ESPECIFICOS: se presentan ante situaciones o lugares específicos. Quien los sufre nunca tiene
un ataque al estar ausentes estas condiciones, y se libera totalmente de los síntomas cuando
está en ambientes cómodos para él o ella – por ejemplo: en su casa, a solas, o con amigos de
confianza. Esto puede tener un efecto debilitante, ya que quienes los sufren pueden
encontrarse haciendo demasiado para evitar estos disparadores, a menudo sufriendo grandes
inconvenientes tanto para ellos como para sus seres queridos.
• PREDISPUESTOS POR SITUACIONES: se observan cuando quienes los sufren notan
experimentarlos más frecuentemente en determinadas situaciones. Por ejemplo, al viajar en
colectivos o trenes. La persona puede no tener un temor o una fobia específica respecto del
transporte público, ni tampoco los ataques ocurren siempre que estas personas aborden un
tren, pero las probabilidades de que sí sufran ataques en esa determinada situación son por
mucho mayores a las normales.
¿Qué síntomas acompañan a un ataque de pánico?
La descripción más usual es la de sentirse paralizado, casi congelado. Tu mente se llena de
pensamientos de paranoia y peligro, te sientes como si estuvieras en la línea de fuego. Al
mismo tiempo, tu cuerpo experimenta otros síntomas, tales como taquicardia, palpitaciones,
traspiras intensamente, sientes calores, te falta de aliento y sientes como si te asfixiaras.
También puedes sufrir náuseas, mareos, dolores en el pecho, hormigueos y entumecimiento.
¡En otras palabras, los síntomas no son muy agradables!
Otra descripción muy común es la de sentirse como en un estado de irrealidad y
despersonalización, es decir, haberse visto desprendidos de sus propios cuerpos. También
aparecen ciertos pensamientos comunes, como lo es el miedo a la muerte o el sentirte como si
te estuvieras volviendo loco.
La respuesta de lucha o huida
¿Y la fuente de esas sensaciones? Pues todos poseemos un mecanismo llamado respuesta de
lucha o huida (“fight or flight response”) que colabora en nuestra protección. Este mecanismo
activa químicos en el cuerpo (como la adrenalina) y acelera nuestro ritmo cardíaco,
aumentando nuestra presión arterial. Todo esto nos permite reaccionar y actuar ante una
situación de peligro, nos ayuda ya sea en prepararnos para enfrentar al sujeto (o evento)
agresor, o bien nos da la reacción y el valor para escapar de esta situación.
Cuando esta sensación de peligro disminuye, los síntomas del mecanismo desaparecen, y el
cuerpo vuelve a su estado normal. Sin embargo, en quienes sufren de pánico o ansiedades, la
capacidad de volver a este estado normal se dificulta, y las actividades del mecanismo
permanecen activas por un buen rato, acentuando los miedos, las angustias y la sensación de
incomodidad, de alerta y de ansiedad.
La respuesta de lucha o huída es algo que nuestros cuerpos activan en pro a nuestra propia
supervivencia. Los síntomas fisiológicos que una persona experimenta al tener un ataque de
pánico son exactamente los mismos síntomas que hubieran sentido nuestros ancestros
neandertales al regresar a sus casas luego de largos viajes de cacería, ¡y encontrar a un oso en
sus cuevas! Es la misma oleada instantánea de energía nerviosa que vemos en una cebra al ver
de pronto a un león, o en un gato atemorizado por un perro.
El mundo en el que vivimos es muy diferente al de nuestros ancestros – después de todo, las
posibilidades de que seas atacado por un animal salvaje son (¡esperemos!) muy pocas. Pero el
mecanismo de defensa de lucha o huída aún existe en nosotros, y para aquellos que sufren de
ataques de pánico la situación NO NECESITA ser peligrosa para que este se active.
Trastornos de ansiedad.
Los ataques de pánico/ansiedad a menudo son síntomas de un gran grupo de condiciones,
conocido como Trastornos de Ansiedad.
Existen cinco trastornos (o desórdenes) de ansiedad predominantes, que pueden (y suelen)
presentarse en forma conjunta o encadenada:
• Trastorno de Pánico: es el temor a sufrir ataques de pánico espontánea y continuamente.
Puede tener una intensidad severa, y sus síntomas a menudo son confundidos con los de un
ataque cardíaco.
• Ansiedad Social: es el temor a sufrir ataques en situaciones sociales, lo que significaría hacer
el ridículo en público o pasar vergüenza, creando un estado de alerta permanente que, en fin,
nos impide actuar naturalmente en reuniones y eventos con otras personas.
• Trastorno de Estrés Agudo o Trastorno de Estrés Post Traumático: es la experimentación de
situaciones de riesgo de muerte, ya sea personal o de otros, o bien de eventos peligrosos o
amenazadores en forma extrema. A menudo son acompañados de ataques de pánico,
pesadillas o remembranzas del evento en forma de sueños diurnos, como flashes.
• Trastorno Obsesivo Compulsivo: son los pensamientos y comportamientos obsesivos e
involuntarios que poseen formas de rituales, que se desarrollan en la vida diaria: la limpieza
compulsiva de un objeto, el aseo personal excesivo, la repetición de ciertas palabras, etc.
• Trastorno de Ansiedad Generalizado: es una excesiva preocupación, en un momento o a lo
largo de meses, sobre eventos que incluso pueden no haber ocurrido. Lo sientes como una
idea que te persigue, marcada por las preguntas de “y qué pasaría si…”.
FUENTE DE INFORMACIÓN WWW.ATAQUESDEPANICO.COM (EXCELENTE PÁGINA)
COMENCEMOS A VER ALGUNAS TERAPIAS NATURALES QUE AYUDARÁN
Aromaterapia:
Esencias como lavanda, camomila, vainilla y rosa, tienen un efecto calmante; pueden ser
utilizadas como incienso o a través de aceites esenciales. La idea es que estos aromas estén en
el ambiente, para ayudar a evitar o disminuir los ataques de pánico.
Flores de Bach:
- Agrimonia: ideal para las personas que ocultan sus ataques de pánico y los sufren en secreto.
- Aspen: para aquellos que se preocupan sin una razón aparente.
- Castaño blanco: calma los pensamientos negativos recurrentes.
- Castaña roja: para los que se preocupan en exceso por el bienestar de los demás.
- Jara: disminuye el terror extremo que viene de sucesos traumáticos.
- Alerce: ayuda a superar el miedo al fracaso.
CÓMO PLANTEAMOS EL ENFOQUE DESDE LA REFLEXOLOGÍA
¿Sería redundante decir que nos encontraremos con un paciente ansioso?, creo que no, en
principio es fundamental que podamos establecer un vínculo con él, explicando perfectamente
los objetivos de la terapia, su alcance y los tiempos. Es del tipo de patologías en las que el
paciente espera una solución inmediata y debemos ser claros en que no va a lograrlo con
ningún tratamiento.
Entonces, ¿por dónde empezar?
a- Bajar los niveles de ansiedad
b- Lograr un buen descanso
c- Abrir sus emociones
Pero ATENCIÓN, los trastornos de ansiedad, pueden bajar las defensas, no sería descabellado
que el tratamiento incluya:
a- Depuración de toxinas trabajando riñones e hígado
b- Regulación del sistema inmunológico
Pero como siempre tratamos de dar una secuencia, ¿qué les parece si repasamos la glándula
pineal?
RIÑON
URETER
VEJIGA
PLEXO SOLAR
GLANDULA SUPRARRENAL
BAZO
OVARIOS/TESTICULOS (PLANTAR)
SENOS FRONTALES
CABEZA/CEREBRO
EPIFISIS/GLANDULA PINEAL
HIPOFISIS/GLANDULA PITUITARIA
SIEN/NERVIO TRIGEMINO
CEREBELO
CUELLO
NARIZ
OJOS
OIDOS
CERVICALES
DORSALES
LUMBARES
SACRO Y COCCIX
OVARIOS/TESTICULOS (AREA EXTERNA)
AMIGDALAS
GLANDULA LINFATICA A
GLANDULA LINFATICA DEL PECHO
ORGANO DEL EQUILIBRIO
GLANDULA LINFATICA INFERIOR
GLANDULA LINFATICA SUPERIOR
CISTERNA LINFATICA
REIKI Y LOS ATAQUES DE PÁNICO
(Escribe Gustavo Cristian Fritz).- Para definir un ataque de pánico hay que verlo en su contexto
biológico, lo que también ayuda a muchas personas a desmitificar los síntomas y comprender
qué les está pasando.
Un ataque de pánico es la preparación de su cuerpo para afrontarse a una situación de
extremo peligro. Según la explicación ofrecida en la web http://www.panic-attacks.co.uk/ ,
hace miles de años un ataque de pánico era una reacción muy útil. Los seres humanos no
tenían dientes afilados y tampoco garras, así que tenía que reaccionar de forma muy rápida
ante una amenaza. Tenía dos opciones: correr o luchar. Un ataque de pánico era una respuesta
biológica para ambas opciones en un momento en que no había tiempo para pensar. El
cerebro percibía un peligro e inmediatamente se ponía en marcha para facilitar la capacidad
de respuesta.
Todos los síntomas de un ataque de pánico tienen su razón de ser si se considera el problema
dentro del contexto de la historia de la humanidad.
El cuerpo cambia sus prioridades desde la supervivencia a largo plazo a la supervivencia a corto
plazo, generando nuevas hormonas como la adrenalina, aumentando la presión sanguínea y
aumentando la velocidad de respiración para poder lograr un esfuerzo muscular mayor.
Las piernas y las manos tiemblan porque los músculos más grandes de las piernas se están
preparando para correr, y los de los brazos para luchar. Las manos y pies sudan, para mejorar
su capacidad de agarrarse a las cosas.
El flujo sanguíneo se va desde el estómago hasta los grupos musculares más importantes
donde será utilizado en caso de emergencia. Por eso personas que experimentan ansiedad con
frecuencia, también sufren a menudo problemas digestivos.
Las pupilas de los ojos pueden dilatar durante un ataque de pánico. Esto permite recopilar más
información sobre la situación. Muchas personas tienen ganas de vomitar o hacer diarrea. Esto
también se puede ver desde una perspectiva de supervivencia – al vomitar o defecar no solo se
pesa menos y se podía correr más, sino que resultaba menos apetitosa ante una amenaza
carnívora
¿Cómo es el tratamiento de estos ataques?
Desde mi experiencia con este tipo de pacientes, encontramos puntos en común, las personas
generalmente experimentan incomprensión por su entorno familiar e incluso por los
profesionales a los que recurren hasta lograr el diagnóstico correcto. Es normal escuchar de
ellos “me tratan de loco”.
Otra característica es la de impotencia ante no saber que hacer y creer no poder evitar que el
suceso se produzca. Aquí esta la clave del tratamiento, ya que ante el primer síntoma la
persona se desespera y entra en un círculo vicioso donde cada vez se aumenta la intensidad y
frecuencia de los ataques. El solo hecho de lograr identificar el disparador de esos primeros
síntomas puede ser un gran avance pero, a veces, también una ardua tarea. El primer paso del
terapeuta debe ser dotar al paciente de herramientas para “estar preparado” para esa
situación.
El simple hecho de lograr esa anticipación da al paciente la confianza para cortar la sucesión de
síntomas y convertir ese círculo vicioso en uno virtuoso que lo ayuda a ganar autoconfianza y
espaciar los ataques como también disminuir su intensidad hasta lograr controlarlos.
La mayoría de los pacientes por este tipo de ataques han llegado a la consulta luego de un
largo peregrinar por recomendación de otros que han superado la desagradable experiencia o
de profesionales que reconocen el aporte de Reiki al tratamiento convencional, ya sea
psicológico o psiquiátrico.
Cabe aclarar que no basta abordar el síntoma sino que hay que ayudar a encontrar cual fue el
detonante que hizo que el organismo adopte este tipo de defensa ante algo que consideró una
agresión. Como diría el Dr.Bach “la enfermedad no es más que un aviso del Alma ante un
conflicto existencial”.
La forma del tratamiento consiste en 4 sesiones consecutivas de Reiki, continuando con
tratamiento de apoyo a distancia y presencial que puede complementarse con Flores de Bach
para acelerar la aparición de las causas.
Además se da al paciente una serie de técnicas para lograr controlar los síntomas y anticiparse
a ellos.
Esto no implica abandonar al tratamiento convencional que esté realizando, sino apoyar y
reforzar al mismo.
Ante todo no se desanime, mucha gente sintió lo que usted siente, no está solo en esto,
busque profesionales o terapeutas que lo comprendan y apoyen, pero ante todo… NO SE
DESESPERE.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de un ataque de pánico?
Entre estos podemos mencionar: Sensación de mareo, sequedad de boca, sudores en las
manos, pies, axilas… sensación de temblor , taquicardia, ahogo, mucho frió o mucho calor,
dolor en el pecho, sensación de falta de oxígeno, le cuesta respirar , sensación de que se está
volviendo loco, dolor de estómago y/o cabeza, ganas de vomitar (algunas personas llegan a
vomitar), diarrea, miedo, angustia, pánico y terror ante lo que le está ocurriendo, tremendo
cansancio después del ataque y a veces llanto.
Los síntomas de ataques de pánico son tan desagradables que muchas personas que sufren un
ataque por primera vez están convencidas de que están sufriendo un ataque del corazón y se
van a morir. Luego tienen miedo de volver a sufrir un ataque, miedo que a su vez incrementa
su ansiedad y les hace más vulnerables ante la posibilidad de más ataques, entrando un círculo
vicioso difícil de romper. Para empezar a romper el ciclo, tenemos que intentar comprender
qué son los ataques de pánico y perder nuestro miedo.
Por: Gustavo Cristian Fritz
Maestro de Reiki
Terapeuta Zen Shiatsu
(Asoc.Médica Argentina)
DESDE HATHA-YOGA, NOS CUENTAN…
El papel del Yoga
El Yoga por medio de sus técnicas y de la regularidad y constancia en la práctica puede ayudar
enormemente y, en algunos casos, curar totalmente estas afecciones de origen psicosomático,
relajando el sistema nervioso y reeducando las respuestas automáticas del organismo al estrés
y ansiedad.
Siempre es recomendable la práctica con la guía de una persona cualificada.
Complementa perfectamente cualquier tipo de tratamiento, y puede servir de gran ayuda para
restablecer la armonía interior.
Técnicas utilizadas para el control del estrés y la ansiedad:
Pranayama o Control de la energía vital por medio de la respiración
Diversas prácticas de respiración guiadas por un experto en el tema, conducen rápidamente a
armonizar el sistema nervioso, relajándolo profundamente.
Mencionaremos la respiración abdominal como una técnica de las mas sencillas pero
poderosas de enorme utilidad para la persona afectada de estrés o ansiedad:
Respiración abdominal
Consiste en una reeducación respiratoria, fomentando la respiración diafragmática. La técnica
adecuada es lograr una respiración abdominal lenta y regular.
Se efectúa en la postura de relajación o savasana (nombre sánscrito).
Unos pocos minutos de esta práctica correctamente efectuada son suficientes para equilibrar
el sistema nervioso, calmando y relajando los estados emocionales disfóricos y reduciendo los
efectos nocivos del estrés sostenido en el organismo.
Relajación Consciente y Profunda
Consiste en un entrenamiento progresivo de la mente en la relajación muscular consciente y
profunda. Se incorpora con la práctica el hábito de permanecer relajado ante situaciones de
conflicto, respondiendo de una manera efectiva, y adaptada a la situación. Se efectúa en la
postura de relajación o savasana y en combinación con la respiración abdominal.
Por otro lado su práctica regular lleva a un nuevo despertar de la consciencia, la mente se
vuelve positiva y clara en su pensar habitual.
Elimina los efectos nocivos sobre el organismo del estrés y la ansiedad sostenidos,
disminuyéndolos considerablemente. Permite reencontrarse con la salud y con la paz y
armonía interior.
Se basa en profundos efectos a nivel psico-fisiológico avalados por las disciplinas científicas y
muy utilizado en diversas psicoterapias.
Meditación
Si bien la meditación apunta a un objetivo diferente del específico a este tópico particular,
resulta sumamente positiva su práctica para las personas que padecen de estados de estrés y
ansiedad, pues calma la mente, restablece la armonía psico- físico-social de la persona.
Fomenta los procesos de rejuvenecimiento de los tejidos del cuerpo y relaja de forma
profunda y duradera el sistema nervioso en su conjunto, liberándolo progresivamente de los
síntomas debidos al estrés y ansiedad sostenidos en el tiempo.
Por último mencionaremos que la práctica de la meditación ayuda a un progresivo
establecimiento de relaciones positivas con el otro, no basadas en la dependencia neurótica,
generando un clima social de armonía en el entorno.
UNA APOSTILLA DESDE LA PSICOLOGÍA, Por la Lic. Magdalena Silberman
Si el tratamiento es integrado y su pronóstico es bueno.
Es fundamental elegir profesionales que estén especializados en esta problemática.
La psicofarmacoterapia puede aliviar el sufrimiento por reducir directamente ó eliminar los
ataques espontáneos, facilitando el enfrentamiento de situaciones generadoras de miedo.
Tratamiento psicoeducativo, el paciente debe tener una explicación clara sobre la naturaleza
de su trastorno con material de lectura que proporcione información en profundidad.
Tratamiento psicoterapeútico, estará basado en dos aspectos principales:
1) Reducción de la desesperanza
2) Motivación para tomar las medidas necesarias, frecuentemente dificiles, para lograr el
dominio del trastorno.
Diferentes son las técnicas, la experiencia revela que "ciertas técnicas" se adaptan a "ciertos
pacientes"...
Otra técnica que puede ayudar es el grupo de apoyo, ya que genera niveles elevados de
cohesión y normas compartidas en la superación de los miedos.
El trabajo con los familiares posibilita la utilización del poder de los vínculos para ayudar al
paciente a superar miedos y evitaciones.
A pesar del dramatismo del trastorno de pánico y de sus consecuencias en la vida cotidiana, el
tratamiento adecuado lleva a la recuperación de la vida normal y el equilibrio emocional.
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