Carrillo, J. y Hualde, A. “Competitividad y escalamiento industrial en México: de la TV análoga a la digital”, en Comercio Exterior, vol. 56, núm. 7, julio, 2006, pp. 565-580 COMPETITIVIDAD Y ESCALAMIENTO INDUSTRIAL EN MEXICO: DE LA TELEVISION ANALOGA A LA DIGITAL1 Jorge Carrillo y Alfredo Hualde2 Introducción El objetivo de este trabajo es mostrar, por un lado, el proceso de escalamiento (upgrading) de la industria de los televisores convencionales en México y su competitividad en el mercado norteamericano. Y, por otro lado, presentar los avances en la producción de televisión digital y sus posibles implicaciones para el caso mexicano. El trabajo está estructurado en tres secciones. En la primera se expone la importancia de la producción de televisores de cinescopio en México. En la segunda, se revisa la evolución de la industria partir del concepto de escalamiento industrial. Y en la tercera se presenta resultados preliminares sobre la producción de televisores digitales en este país. Finalmente, en las conclusiones se presentan dos escenarios posibles del sector bajo la perspectiva histórica. 1. La importancia de la televisión convencional en México 3 1 Este trabajo forma parte del Proyecto CONACYT no. 35947-s. Aprendizaje tecnológico y escalamiento industrial. Se agradece además la beca del Japan Society for Promotion the Sciences para una estancia de investigación de Jorge Carrillo. 2 Dr. Jorge Carrillo, investigador del Depto. de Estudios Sociales ([email protected]) y Dr. Alfredo Hualde, director del Depto. de Estudios Sociales ([email protected]) ambos de El Colegio de la Frontera Norte en Tijuana. 3 Esta sección tiene como antecedente los siguientes trabajos previos: Carrillo y Contreras, 2003; Contreras y Carrillo, 2000 y 2002; Mortimore et al, 2000; Carrillo y Mortimore, 1998). 1 Uno de los mayores ganadores de la apertura comercial mexicana y la desregulación sectorial fueron los productores de aparatos de televisión. La industria de los televisores convencionales, esto es, con tecnología analógica o por pulsaciones eléctricas, trajo flujos importantes de inversión extranjera directa (IED) bajo el programa maquilador. Los aparatos de televisión enviados desde México hacia Estados Unidos crecieron de 1.7 millones en 1987 a más de 25 millones en 1998. De acuerdo con el programa de cómputo MAGIC-CEPAL la participación mexicana en las importaciones de aparatos de televisión (HTS item 8528) creció de 40.6% en 1990 a 63.5% en 1996, quedando México muy arriba de otros participantes, como Malasia, Japón y Tailandia.4 El crecimiento de la industria de la televisión convencional en México -también denominada color TV (CTV)- ha sido un resultado directo de los cambios en esta industria en el vecino del norte; primero con la implementación de transplantes asiáticos en Estados Unidos y luego con la relocalización de las plantas hacia la frontera norte de México. El Cuadro 1 muestra los transplantes japoneses en Estados Unidos, donde resalta el movimiento hacia la frontera mexicana para establecer o expandir sus actividades de maquila, y la selección del sur de California como localización principal para actividades de coordinación e investigación y desarrollo (I+D). Para mediados de los ochentas la mayoría de los productores americanos fueron empujados a abandonar el sector por parte de las transnacionales europeas y, principalmente, asiáticas. La firma francesa Thomson compró las plantas de General Electric y RCA. Thomson posteriormente fue adquirida por una firma China. Philips, de Holanda, adquirió las marcas de Sylvania y Magnavox. Matsuchita de Japón, compró Quasar. Posteriormente, la empresa coreana LG Electronics compró las operaciones de Zenith. Esto produjo una industria de televisores dividida principalmente entre transnacionales europeas con plantas de producción en Estados Unidos (las cuales controlaban cerca del 34% del mercado estadounidense en 1990), y un rápido crecimiento de los transplantes principalmente japoneses, los cuales invirtieron en la creación de un cluster de aparatos 4 Si bien existen seis mercados regionales mayores en el nivel mundial en la industria de la TV (Estados Unidos, Europa, Japón, China, el resto de Asia y el resto del mundo), México no sólo forma parte integral de la producción para Norteamérica, sino que se ha convertido en el centro del ensamble de televisiones de dicha región (Kenney, 2004). 2 de televisión en la ciudad de Tijuana, cuya cercanía al puerto de Long Beach, California, facilita las importaciones procedentes de Asia.5 La estructura básica de los clusters industriales de CTV para el 2003 puede ser apreciada en el Cuadro 2, en donde resalta la participación de dos estados fronterizos con Estados Unidos, Baja California y Chihuahua. Las exportaciones desde México están muy concentradas: menos de 10 firmas (con alrededor de 17 plantas), localizadas en Tijuana, Mexicali y Juárez exportaron el 70% de los televisores a color vendidos en el mercado norteamericano en 1996 (Carrillo y Mortimore, 1998). Para fines del año 2000 se habían establecido en la frontera norte alrededor de 110 plantas electrónicas, muchas de ellas fabricantes de televisores y componentes, provenientes de firmas japonesas, coreanas, taiwanesas, europeas y estadounidenses. El complejo del televisor del norte de México empleaba en el año 2000 a más de 90,000 trabajadores, incluyendo a más de 10,000 técnicos e ingenieros, y producía cerca de 30 millones de aparatos al año, 90% para el mercado norteamericano (Contreras y Carrillo, 2002). De acuerdo con las proyecciones del Banco Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext) en el 2003 el consumo de televisores nuevos en Estados Unidos se habría estabilizado en unos 29 millones al año, en tanto que la región de América del Norte en su conjunto estaría consumiendo un total de 33 millones de aparatos (Cuadro 3). Para entonces, la producción de televisores en México habría superado la demanda de la región norteamericana y estaría abasteciendo a otros mercados como Centroamérica y Sudamérica. De hecho empresas como Sony y Sansumg habían empezado desde hacía varios años la exportación hacia esas regiones. Pero este pronóstico no tomó en cuenta otros factores: (a) la entrada de un agresivo país productor como China que desde los ochenta era un productor importante de TV, (b) el cambio sustantivo en el mercado de Estados Unidos y Canadá del CTV a la TV digital6, (c) la preferencia por televisores de 5 Para una breve e ilustrativa historia de la industria de la televisión en consúltese Kenney (2004). Resalta la concentración de la producción en pocas firmas en el nivel mundial. Un caso ejemplar es Estados Unidos donde a mediados del siglo pasado habían 500 firmas y para 1976 eran sólo 12 empresas las cuales empleaban en el año 2000 a cerca de 20,000 trabajadores (Kenney, 2004:85-86). 6 En entrevista con directivos japoneses en uno de los corporativos electrónicos en Tokio se mencionó que los últimos show’s de exhibición en Las Vegas por parte de importantes firmas comercializadoras de electrónicos, no se presentó ningún aparato de CTV, todos eran plasma y LCD. La cadena COSTCO en la Unión Americana exhibe para su venta, por primera vez, TV digitales hechos en China de tamaño pequeño. 3 gran tamaño, y (d) el ciclo de vida del producto del CTV. Para inicios del 2003, la producción en la frontera de occidente había disminuido 37% en el periodo de crisis, esto es, de cerca de 30 millones a cerca de 19 millones de aparatos, distribuidos de la siguiente manera: 64.7% Tijuana, 18.4% Mexicali, 12.1% Rosarito y 4.8% San Luis Río Colorado. No obstante lo anterior, las expectativas de crecimiento del sector aún son promisorias. Toda vez que la mayoría de las plantas de manufactura intentan sustituir la producción de televisores convencionales por la de televisores digitales. Las firmas Sharp, Sony y Sanyo ensamblan televisores LCD en Rosarito y Tijuana. Hitachi y Matsuchita ensamblan Plasma en esta última ciudad. Samsung y Philips LCD y Plasma en Tijuana y Juárez, y se espera que Sony también ensamble Plasma. Adicionalmente seis firmas producen televisores de proyección (PTV) (Sony. Mitsubichi, Hitachi, Matsuchita. JVC y Samsung). Entrevistas en los corporativos de las empresas electrónicas en Japón demuestran que en la mayoría de estas firmas existe un serio proyecto por desarrollar el ensamble de TV digital en México a través de sus transplantes, y su posible manufactura en un futuro cercano7. Para este proyecto las firmas esperan un apoyo decidido por parte del gobierno federal para el desarrollo de producción del panel digital (digital display también denominado PDP por sus siglas en inglés). Un breve recorrido histórico El crecimiento sostenido de la industria de los televisores convencionales en México ha sido producto de la alta competitividad internacional que han logrado alcanzar las firmas productoras. Diversos estudios señalan que la talla de esta industria en México ha sido alcanzada gracias a diversas ventajas comparativas entre las que destacan la cercanía geográfica con Estados Unidos; la estabilidad política y laboral mexicana; y la flexibilidad, disponibilidad y costo de la mano de obra. Otras importantes ventajas que también han influido son las políticas de apertura comercial, la desregulación del sector y la fuerte promoción de IED. Sin embargo, y como ha sido señalado por diversos autores, la causa principal de la competitividad alcanzada han sido las propias estrategias 7 Entrevistas realizadas en Japón por Jorge Carrillo y Akihiro Koido entre 23 de febrero y el 20 de marzo del 2004. 4 desarrolladas por los transplantes y por sus casas matrices, las cuales han derivado en un proceso de escalamiento de las filiales en México como veremos más adelante (Carrillo y Mortimore, 1998; Lara, 1998; Barajas Escamilla, 2000; Contreras y Carrillo, 2000). Por tanto, podemos decir que tres áreas son las responsables de la competitividad de las empresas televisoras en México, en orden de importancia: (a) Las propias empresas. Principalmente las estrategias corporativas tendientes al aumento de las funciones y capacidades productivas y del rol que cumplen sus filiales en México. Y en segundo lugar el proceso de transferencia de conocimientos y aprendizaje continuo de las organizaciones y los individuos. (b) Las economías de escala derivadas de la aglomeración de plantas OEMs (original equipment manufacture), proveedores directos e indirectos, y diversos servicios. (c) Las ventajas comparativas como la geografía, el mercado de trabajo, el precio de la mano de obra y, de manera particular, la regulación y las facilidades otorgadas por el gobierno federal. Fortalezas y etapas Las fortalezas del sector han evolucionado. Mientras que en 1995 se mencionaba a la tecnología y a los recursos humanos como los principales factores internos de la CTV que permitían elevar la competitividad de sus empresas (Carrillo y Mortimore, 1998), para el 2000 (año en que inicia la crisis) se había sumado otras más: la tecnología de clase mundial en equipos, maquinaria e innovaciones 8 ; el incremento de la automatización9; la expansión –aunque limitada- de las actividades de investigación y desarrollo; la aplicación de ingeniería en el diseño; la implantación las ‘mejores prácticas’ disponibles; la certificación de procesos (calidad, seguridad industrial y ambiental), y el incremento de técnicos y profesionistas altamente especializados. Una fortaleza poco conocida es la autonomía en la toma de decisiones dentro de las plantas en México. De acuerdo a estudios realizados la autonomía en las decisiones ha aumentado en diversos asuntos tales como selección, gestión y aprovechamiento de 8 Aunque hay que reconocer que existe maquinaria y equipo muy moderno y otro más antiguo. La automatización se llevaba a cabo en la recepción de insumos, ensamble de componentes en productos intermedios y finales, y el empaquetamiento del producto final. Un caso extremo es la planta Samsung Display la cual está automatizada en un 95% del valor de la maquinaria. 9 5 recursos humanos; selección de proveedores locales; adaptación de tecnologías organizacionales, y transferencia tecnológica intra-firma. Aunque, de todos modos, aspectos importantes como uso de tecnologías, cambios de productos y reorganizaciones profundas se deciden en las casas matrices. Otra importante fortaleza relacionada con las ventajas externas es el proceso de aglomeración industrial a lo largo de 35 años. Todo inició en 1969 en Ciudad Juárez y diez años después en Tijuana, con la llegada de RCA y Matsuchita, respectivamente, con el fin de ensamblar televisores a color. Pero no fue sino hasta los años ochentas en que se hicieron nuevas inversiones de las mismas firmas y otras empresas competidoras fueron trasladadas hacia México. Para mediados de los noventas había iniciado el desarrollo de plantas productoras de componentes, y crecido un poco el número de proveedores locales de componentes pasivos y servicios (Cuadro 4). En este contexto, Tijuana logró consolidarse como la capital o “meca del televisor”10 pasando a convertirse en la fuente mas dinámica de aparatos de televisión importados en Estados Unidos desde México, como se desprende del Cuadro 3. Para el 1998 el cluster de Tijuana produjo más de 9 millones de televisores convencionales. En tan sólo dos años (1994-1996) las firmas asiáticas habían invertido más de mil millones de dólares en nuevas plantas en esta ciudad (Corea $650 millones de dólares, Japón $400 millones).11 Actualmente el cluster bajacaliforniano, que incluye plantas en todos sus municipios, cuenta con 15 plantas OEMs, (9 en Tijuana, 4 en Mexicali, 1 en Rosarito y 1 en San Luis Río Colorado, Sonora), 120-180 proveedores de primera línea, 4 de segunda línea y múltiples proveedores de servicios y de soporte (tercera línea) (De los Santos y Elías, 2006). Se pueden distinguir tres etapas en el desarrollo de la CTV en el caso de Tijuana. La primera que va de fines de los 70s hasta los 80s en donde los transplantes asiáticos en Tijuana estuvieron caracterizados por el ensamble final de televisores y por el establecimiento de operaciones relacionadas con la producción de componentes de tecnología estandarizada (Lara, 1998). Prácticamente no había proveedores directos en este período, sino empresas de servicios, fundamentalmente mexicanas. La segunda etapa 10 Darlin, D., “Maquiladora-ville”, Forbes, mayo 6, 1996, pp. 111-2. 11 Darlin, Op. Cit, p.112 6 abarca de fines de los 80s hasta mediados de los 90s y se caracteriza por la integración vertical de componentes como el gabinete, la placa, las bocinas y los conectores. Se trata, en general, de partes intensivas en mano de obra. Particular relevancia tiene el subensamble manual y automático de las tarjetas impresas que comienza a realizarse dentro de las plantas, intensificando con ello sustantivamente el capital y la automatización, por el uso de máquinas de inserción automática. En esta etapa la transferencia de tecnología, conocimientos y personal entre la matriz y la filial se convierten en elementos críticos para el aprendizaje de las nuevas tecnologías de inserción y las nuevas actividades (Lara, 1998). Empiezan a desarrollarse proveedores extranjeros y mexicanos, generalmente por iniciativa de las propias transnacionales. Y en la tercera fase, que inicia con el establecimiento de TLCAN, se fortalecen tres procesos, tanto por las nuevas condiciones derivadas de las reglas de origen, como por el enorme dinamismo que experimenta la IME en México: (a) la localización de proveedores asiáticos acordada entre los propios corporativos en los países de origen, 12 (b) la integración vertical a través del establecimiento de nuevas plantas especializadas en componentes (mediante acuerdos entre las divisiones) (Contreras y Kenney, 2000; Barajas Escamilla, 2000; Carrillo y Mortimore, 1998; Lara 1998), y (c) la difusión de proveedores mexicanos (locales o nacionales) con contratos de subcontratación en productos de bajo valor agregado como los empaques de cartón y diversos servicios como batas para los trabajadores y estructuras y piezas metálicas (Zárate, 2003; Carrillo y Zárate, 2002). Adicionalmente, se consolida otro tipo de servicios a las empresas como bufetes de abogados; empresas aduaneras, de seguridad, de comida, etc., y servicios de infraestructura e información tecnológica, entre otros. Acerca de esta tercera etapa, Arturo Lara advirtió a mediados de los noventas una tendencia a la fabricación de un mayor número de componentes y a una mayor complejidad tecnológica en las operaciones locales, incluyendo la producción de convertidores, transformadores, fuentes de poder y cinescopios; en suma, un progresivo 12 De acuerdo con un gerente entrevistado, las “ganancias” derivadas de fortalecer los negocios intra-TNC benefician a los altos directivos de la firma, motivo por el cual no están muy incentivados a desarrollar proveedores externos. Dado lo delicado de esta aseveración queremos dejarla tan sólo como una opinión que debe ser verificada posteriormente. 7 escalamiento hacia procesos intensivos en capital13, los cuales entre otras cosas requieren de una mayor calificación de la fuerza de trabajo (Lara, 1998). Un estudio más reciente (Contreras y Carrillo, 2000) concluye que, de más de 500 proveedores de la CTV, una quinta parte de ellos son empresas establecidas en México. Destacan las proveedoras japonesas, coreanas y taiwanesas en México, con el objeto de suministrar partes y componentes cada vez más complejos, y el desarrollo de redes de abastecedores locales bajo esquemas de estrecha coordinación y con el sistema justo a tiempo. Finalmente, estamos frente a una nueva y cuarta etapa: la digital, como veremos en la segunda sección de este capítulo. El descenso de la producción de televisores convencionales en México y el esperado aumento en el ensamble de televisores digitales (LCD y Plasma), así como de televisores de proyección (Rear Proyection o PTV) nos plantea la existencia de una cuarta etapa caracterizada por la transición entre un producto que desaparece (CTV) y otro en ascenso (PDP), con modificaciones en la estructura de proveedores (número y tipo) y en la potencial localización de nuevas inversiones.14 Acerca del upgrading: Las trasnacionales de televisores en las ciudades fronterizas han sufrido profundas modificaciones. A partir de varios estudios se pueden señalar al menos ocho aspectos en los que se han presentado cambios profundos dentro de las empresas durante los últimos tres quinquenios: (a) aumentó la complejidad productiva; (b) se incrementó la participación de mexicanos en la alta gerencia; (c) creció la autonomía de la filial respecto de la casa matriz; (d) se enfatizaron las actividades de diseño; (e) aumentó la automatización; (f) creció el nivel de la tecnología (“comparable con el mejor a nivel mundial” en algunas firmas), (g) se incrementó la certificación de los procesos de calidad y medio ambiente, y (h) aumentó la relevancia de la gestión financiera y administrativa, y la información tecnológica (Carrillo y Mortimore, 1998; Lara, 1998; Barajas Escamilla, 2000; Carrillo, 2001; Kenney, 2004). En otros términos, aumentaron 13 Lo cual no significa que se pierda una de las características centrales en la producción de televisores: ser intensiva en mano de obra. 14 De hecho el, Secretario de le SEDECO de Baja California, Sergio Tagliapietra, declaró en el diario La Crónica el 26 de mayo del 2004, que Sony, JVC, Hitachi, SMK y Sharp invertirán US$50 millones para expandir sus plantas en este estado. 8 las capacidades tecnológicas y productivas de las empresas que manufacturan televisores, y adicionalmente diversificaron sus productos. La industria de CTV pasó del ensamble tradicional al desarrollo de operaciones de manufactura más sofisticadas, tales como la producción con alta calidad, el desarrollo y el diseño. Del ensamble tradicional, por ejemplo del gabinete del TV (el caso de Hitachi y Sony ), las plantas se movieron a la completa manufactura, caracterizada por una gran interdependencia con las empresas matrices. Las firmas crecieron meteóricamente en términos del volumen de producción y empleo. Mientras que la capacidad productiva en 1985 en la ciudad de Tijuana era 1.3 millones de unidades (CTV y PTV), para 1995 llegaba a los 8 millones, y para el año 2003, alcanzó los 12.28 millones de aparatos. Por su parte el cluster de Juárez producía en 1997 cerca de 9 millones de televisores (Carrillo y Mortimore, 1998). Al final de la crisis el estado de Baja California producía 18,994,000 de aparatos de televisión. Además se produjeron 6.1 millones de monitores para computadoras (De los Santos y Elías, 2006). En relación al volumen de empleo, un cálculo aproximado para la industria de la televisión en la frontera norte, en 1998, fue de 65,000 personas, 52,000 trabajando en ensambladores finales, OEMs, y 13,400 en proveedores de partes (Kenney, 2004:103). Tijuana es un notable ejemplo de este proceso de crecimiento y consolidación de las empresas de aparatos de televisión. Las plantas son relativamente antiguas (12 años en promedio) y aumentaron su tamaño de empleo 7.7 veces en 15 años: Entre 1985 y el 2000 pasaron de 377 personas en promedio por planta a más de 2,900, respectivamente 15 . Mientras que cinco OEMs ocupaban, en mayo de 1995, 10,148 personas, para diciembre del 2000 laboraban en seis firmas cerca del doble del personal. En el Esquema 1 se puede apreciar la estructura ocupacional de las ensambladoras finales. Aunado a este fuerte crecimiento, aumentó la diversidad productiva de las firmas. Por un lado se incrementó el número de modelos producidos (desde 13’’ hasta 36’’, más PTV) y, por otro, se elaboraron productos relacionados con las capacidades tecnológicas de las plantas (como monitores para computadora), con la búsqueda de mayor integración 15 Aunque con una fuerte heterogeneidad entre las plantas. 9 vertical (componentes clave) o con las capacidades técnicas (instrumentos electrónicos como antenas parabólicas, receptores de señales, micro componentes)16 (Cuadro 2). Los cambios mencionados con anterioridad forman parte de un visible proceso de escalamiento industrial, que en términos de Gereffi, Humphrey y Schmitz, representa un tipo de escalamiento en productos y procesos, pero no tanto de upgrading funcional.17 Sin embargo, a este proceso le acompaña otro menos visible de aprendizaje organizacional e individual, derivado de la acumulación de experiencia técnica, administrativa y de dirección del personal local ocupado en estas firmas (Contreras, Kenney y Alonso, 1998; Contreras, 2000; Hualde, 2001). El personal especializado y profesional (técnicos e ingenieros) tuvo que responder al reto de la complejidad productiva y tecnológica de sus plantas, y a la incorporación de estándares internacionales en procesos (las normas ISO 9000 y 14000), lográndose una trayectoria de aprendizaje organizacional e individual (Lara, 1998; Contreras 2000), pero como se verá en el siguiente capítulo de este libro, no abarcó dicho proceso a toda la comunidad de empresas maquiladoras electrónicas. Características del cluster Históricamente la industria eléctrica-electrónica en México, inscrita en el programa de maquiladoras, ha tenido un reducido nivel de insumos nacionales y no ha generado eslabonamientos significativos con la economía nacional. De hecho, la provisión HTS 9802 penalizaba, previo al TLCAN el incremento de componentes mexicanos ensamblados para la exportación a Estados Unidos a través del pago de impuestos en todas las partes e insumos no estadounidenses. Algunas excepciones se observan como los empaques y gabinetes de madera, procesos intensivos en mano de obra, los cuales llegaron a fines de los ochentas a la frontera norte. Sin embargo, las reglas de origen previstas en el TLCAN cambiaron esta situación, ya que se mejoró el nivel de integración vertical gracias a la incorporación de componentes centrales intensivos en capital, como los cinescopios (CRTs o CPTs), los cuales representan la 16 17 Barajas (2000) las denominó como plantas multi-productos. Para una discusión sobre el concepto de escalamiento véase el capítulo primero en este libro. 10 mayor proporción del costo del televisor.18 También llegaron moldes y gabinetes de plástico a la zona. Ya desde 1995, las OEMs del televisor declaraban que en los próximos cinco años se incrementaría el número de proveedores "satélites" en la región fronteriza. (Carrillo y Mortimore, 1998). El avance fue considerable. Entre las partes y componentes que iniciaron su producción se encuentran los espejos para proyección, cinescopios, fuentes de poder, sintonizadores y baterías recargables, entre otros.19 En todos estos casos, se trata de partes y componentes que hasta principios de los años noventa se importaban de Japón y Estados Unidos. Se trata en todos los casos de proveedores extranjeros. Dos tipos de procesos se observan en el caso del cluster de Baja California. Mientras que las japonesas mantienen sus centros de ingeniería en el sur de California (Sony, Matsuchita, Sanyo y JVC) y producen los tubos de rayos catódicos (CRTs) en USA (Sony y LG Electronics), las empresas coreanas han integrado, por una parte, nuevas operaciones con plantas hermanas para producir CRTs (Samsung y Daewoo)20; y por otra parte, han atraído proveedores extranjeros: Samsung (2 empresas), Goldstar (1) Daewoo (1).21 Se distinguen cuatro segmentos en la cadena de valor del televisor: el ensamble final (OEMs), los componentes de mayor valor agregado y sub-ensambles (CPT, yugos, PCB, etc.) (primera línea), los proveedores de materia prima y componentes básicos (segunda línea), y los proveedores de servicios (indirectos y de soporte) (tercera línea). Cada uno de ellos presenta distintas dinámicas e implica diferentes requerimientos técnicos, físicos y de recursos humanos (Kenney, 2004). La pirámide de la cadena puede observarse en el Esquema 2 para el caso de Baja California, el cual resalta por el número de plantas y empleos, así como el tipo de cluster constituido. 18 El promotor industrial, Enrique Mier y Teherán, mencionó que en Samsung la estructura de los costos del valor de la televisión eran 80% cincescopio, 10% gabinetes y el resto inserción manual y automática. Entrevista en Tijuana, 2001-01-22. 19 El contenido mexicano se incrementó de 0.6% a 3.7% durante 1990-95, llegando en algunas empresas al 8%. 20 La producción de vidrio a través de una alianza entre Samsung con Asahi y Corning no prosperó. 21 La inversión en CPTs es significativa: Samsung invirtió más de 500 millones de dólares en el complejo en Tijuana, que produce CRTs, componentes y televisores, convirtiéndose en la fábrica de CPTs mas grande del mundo; LG invirtió 300 millones de dólares y Daewoo invirtió 260 millones para producir CPTs, componentes y televisiones (Kenney, 2004:103-106). 11 De acuerdo con información de la consultora Producen para febrero del 2003 las ensambladoras finales de televisión se especializan en el ensamble y/o producción de: televisores de proyección (6 firmas); televisores convencionales (8 empresas), televisores con pantalla de cristal líquido (2 firmas), y televisores con pantalla de plasma (1 empresa). En cuanto al desarrollo de proveedores, y de acuerdo al primer nivel en la cadena productiva, se tiene la siguiente estructura, en la cual participan tanto OEMs como proveedores especializados: gabinetes de madera para PTV (2 proveedores); tuners para CTV, PTV, LCD y LCD y Plasma (2 firmas proveedoras y 2 OEMs); CRT para TV convencionales (3 OEMs y 1 proveedor especializado); yokes para CTV (2 OEMs y 2 proveedoras); accesorios (speakers, arneses, controles remotos, troquelados, componentes y otros accesorios) para los diferentes tipos de televisores (39 empresas proveedoras y 2 OEMs); cubiertas de plástico para todos los tipos (18 proveedores); ensamble de PCBs (10 proveedores), y empaques para todos los tipos (23 firmas proveedoras). De acuerdo a su distribución espacial, la consultora Producen calculó un volumen de proveedores distribuidos espacialmente de la siguiente manera: Tijuana (80120), Mexicali (25-40), Tecate (5-10), Ensenada (2-5) y Rosarito (2-5). De acuerdo con Kenney (2004) al inicio del nuevo siglo era posible comprar casi todos lo componentes necesarios para ensamblar una televisión en el norte de México. En cuanto al tipo de vínculos encontrados entre las ensambladoras finales de televisores y sus proveedores locales, un estudio a finales del 2000, arrojó importantes resultados (Carrillo, 2001). Primero, se encontraron cuatro tipos de formas de proveerse de partes y componentes en las ensambladoras finales: (a) la producción dentro de las propias empresas OEMs (“in-house production”). (b) Las compras a otras filiales de su propio corporativo (“integración vertical”). (c) La subcontratación con otras filiales transnacionales del televisor (“comercio inter-maquila”).22 Y (d) La subcontratación con proveedores locales, bien sean extranjeros o mexicanos.23 22 Por ejemplo, a fines del 2000 Sanyo vendía yugos deflectores y sintonizadores a Sony y Matsuchita; y Hitachi vendía gabinetes a JVC (Cuadro 5). Samsung televisores le vendía CRTs a LG Electronics y Daewoo; y le compraba a Hitachi (gabinetes), a Samsung Display (CRT) y a Samsung Electromecánica (componentes y devices), también le compraba a Panasonic y Thomson. (Carrillo, 2001). 23 El patrón general de aprovisionamiento local ha sido mantener relaciones con proveedores extranjeros que fabrican componentes pasivos, eléctricos, metálicos y plásticos (segundo nivel); y materias primas básicas y materiales indirectos (tercer nivel) (Zárate, 2003; Carrillo y Zárate, 2003; Barajas Escamilla, 12 Segundo, son heterogéneos los vínculos entre OEMs y proveedores y dependen, en primer lugar, de la pertenencia o no a las redes transnacionales y, en segundo lugar, del nivel que ocupan dentro de la cadena del producto. Tercero, en general se trataba de vínculos estrechos y de largo plazo en la gran mayoría de las OEMs (Cuadro 5); y las decisiones de dónde proveerse son tomadas por la propia planta maquiladora. Cuarto, los obstáculos para el desarrollo de proveedores fueron la falta de capacidad y calidad por parte de éstos, así como el poco interés de parte del corporativo (Cuadro 5). Y quinto, en opinión de los gerentes las empresas han hecho un importante esfuerzo por desarrollar y apoyar proveedores, y por mantener relaciones más estables y duraderas con ellos. Sin embargo, con el cambio de la TV análoga a la digital, la situación de los proveedores probablemente cambiará, debido a la naturaleza misma de los componentes que se requerirán. Finalmente, acerca de los proveedores locales mexicanos, el mismo estudio reportó lo siguiente: (a) no son proveedores exclusivos, ni fabrican componentes clave, sino insumos de bajo valor agregado, como materias primas básicas (plásticos, bolsas, cajas de cartón) y, sobre todo, materiales indirectos (etiquetas, manuales instructivos, tarimas y uniformes), ubicándose en el tercer nivel en la cadena. (b) Las empresas son de tamaño pequeño (57 empleados en promedio), y con antigüedad variada (algunas llegaron desde finales de los 80s y otras son de muy reciente operación). (c) El 86% de sus ventas promedio son domésticas, y se dirigen principalmente a las OEMs, y el restante 14% fueron exportaciones. A manera de conclusión de esta primera sección podemos decir que los resultados de la revisión de estudios anteriores indican que, en efecto, el tejido industrial se ha fortalecido ya que, en primer lugar, existe una importante cluster de plantas encadenadas a la producción de televisores en donde prácticamente todas las firmas competidoras del mercado se encuentran en dos estados del norte de México (Baja California y Chihuahua). En segundo lugar, se presenta un complejo proceso de integración: vertical (ensamble final, subensambles, componentes), horizontal (ventas inter-maquila), periférico (proveedores de insumos y servicios diversos), y de cooperación (entre firmas 2000). Tal es el caso de Sony, Sanyo y Samsung, y en menor medida en JVC y Matsuchita. Por su parte los proveedores mexicanos juegan un rol menos importante en cuanto a número y tipo. 13 y plantas), aunque al parecer –según la consultora Producen la cooperación y el intercambio deja mucho que desear. Asimismo, se han fortalecido los vínculos entre universidades e institutos tecnológicos en México y las empresas televisoras, aunque la articulación aún es débil24, a la par que nuevos actores y experiencias de asociacionismo emergen, como se verá en el capítulo séptimo de este libro. Pero qué puede esperarse en cuanto al desarrollo de proveedores locales?. Parece que poca cosa, ya que ni es un asunto prioritario para las OEMs y existen acuerdos entre corporativos en los países de origen, como lo han señalado los propios gerentes desde 1995 hasta la actualidad (Carrillo y Mortimore, 1998; Contreras, 2000; Carrillo, 2001), ni tienen los proveedores la capacidad para atender los volúmenes de producción requeridos, la calidad de los productos, los precios y la de entrega a tiempo -lo cual generalmente está ligado con el reducido tamaño de las empresas. La historia de este atraso empresarial es compleja: Por una parte, la incorporación de componentes mexicanos bajo el mecanismo estadounidense HTS 9802 era penalizada. Y por otra parte, las políticas gubernamentales mexicanas no fueron atinadas. La política industrial nunca consideró algún porcentaje mínimo de contenido local (debido a que explícitamente las maquiladoras fueron excluidas de las políticas sectoriales); los programas de fomento y apoyo no tuvieron éxito; y las PYMES locales, de facto, fueron inhibidas para mejorar su desempeño por la existencia de una gran burocracia y falta de apoyos financieros. Aunque se observan cambios importantes, no son suficientes y además todo puede cambiar con la tecnología digital. Por su parte el ciclo de vida del producto es distinto para cada tecnología disponible en televisores (De los Santos y Elías, 2006).25 Los aparatos de TV blanco y negro prácticamente han desaparecido del mercado y los televisores convencionales (CTV) entraron en una etapa de rápido envejecimiento. Mientras que los TV con pantalla 24 La articulación en Tijuana entre el sector educativo y productivo se caracteriza por diversos intercambios (nexos personales e institucionales, firma de convenios y cursos y, sobre todo, acuerdos de prácticas profesionales de los estudiantes dentro de las plantas) basados fundamentalmente en relaciones informales (Hualde, 1999; Carrillo, 2001b) y muy individualizados ‘entre una planta y un centro educativo’ (Hualde, 1999). Si bien se trata de un importante grado de integración entre ambos sectores, es frágil la articulación formal puesto que el sector educativo y los comités de vinculación formados se insertan en la dimensión política del sistema educativo mexicano, y éste a su vez en un sistema político vertical (Hualde,1999:82). Por tanto, se encuentran distantes no sólo del actor empresarial, sino particularmente del modo de operar de las filiales TNCs en Tijuana. 25 Y existen aparatos en etapa embriónica, como los de tercera dimensión y custom TV. 14 plana están al final de su madurez, y los de proyección (PTV) a la mitad de la etapa madura. Sólo los aparatos digitales con pantalla LCD y Plasma están en la etapa de crecimiento. No obstante, el desarrollo de pantallas planas (flat panel display) y la disminución en sus costos eventualmente hará obsoleta la producción de CRTs, esto es, de televisiones convencionales. Esta idea empieza a ser cada vez más aceptada. Dado que la producción del panel se produce exclusivamente en Japón y Corea por ahora, que existen importantes clusters de proveedores electrónicos en Asia, y que hay un desarrollo espectacular de CTV en China, existe la fuerte hipótesis de que nunca más sean producidos en Norteamérica. Con lo cual se abre la posibilidad de que muchas de las operaciones existentes en esta región se muden de domicilio nuevamente hacia el Asia (Kenney, 2004; entrevistas con directivos de corporativos en Japón en febrero y marzo del 2004). E incluso la hipótesis alternativa que menciona que el proceso de escalamiento y ‘clusterización’ permite hablar de que existen las condiciones para convertir a las ‘regiones televisoras actuales’ en centros globales de manufactura digital. En la producción de aparatos de TV y monitores, México todavía lleva la delantera, ya que las exportaciones alcanzaron los 5.07 miles de millones de dólares, mientras que en China sólo alcanzaron 0.26.26 En otras palabras, el volumen de negocio en la producción de televisores y sus partes es 4.2 veces más importante en México que en China. Pero esta situación está cambiando rápidamente. El Cuadro 6 muestra la evolución de los productos principales en la participación en el mercado estadounidense. Mientras que los aparatos de TV (incluyendo monitores de video y proyectores de video) producidos en México tenían el 65.6% del mercado estadounidense en 1995, para el 2002 disminuyeron al 47.5%. Por el contrario, en China creció del 2.6% al 8.5%, representando un valor en el 2002 de 4,797 millones de dólares y 860, respectivamente. Por su parte, la producción de partes para televisores (incluyendo partes para radios y aparatos de radar) tuvo el mismo comportamiento en dicho periodo, ya que disminuyó la 26 Los datos provienen de U.S. Internacional Trade Commsission, U.S. Departm,et of Commerce. Tomado de Jhon Christman, Perspectivas para la Industria Maquiladora 2003-2007. Un camino lento hacia el crecimiento” CIV Junta Cuatrimestral Macroeconómica, CIMEX-WEFA, Global Insight, Marzo, 2003 15 participación mexicana en el mercado norteamericano del 34.7% al 24.3%, y aumentó la china del 3.6% al 12.5% (1,021 millones de dólares y 523, respectivamente). Veamos esto con mayor detenimiento en la siguiente sección, así como los escenarios que se abren para nuestra región. 2. La producción de televisores digitales en México Como se acaba de mencionar, hacia el año 2001 las firmas instaladas en el estado de Baja California y otras como Philips establecida en Ciudad Juárez iniciaban una transformación productiva y organizativa dirigida a disminuir la producción de televisores convencionales y aumentar la de TV digitales. Junto a la conversión de la tecnología de recepción y transmisión de señales se trabajaba en el mejoramiento de pantallas. La mayor parte de las firmas ya fabricaban en estas ciudades las TV planas (flat pannel) y exploraban la forma de incorporar otras tecnologías, fundamentalmente plasma y/o cristal líquido. La TV digital, por la forma en que se emite la señal produce una imagen libre prácticamente de cualquier interferencia. De acuerdo con la FCC estadounidense (Federal Communications Comision) la TV digital es una tecnología más eficiente y flexible que el actual sistema análogo. Con el mismo ancho de banda un aparato puede, emitir con tecnología digital un programa de “alta definición” o múltiples programas de “definición estándar” simultáneamente27 En Estados Unidos más de mil estaciones retransmitían con señales digitales de TV en mayo del 2003 y todos los grandes mercados estaban servidos con al menos una estación de TV digital. La meta establecida por el Congreso para completar la transición a la TV digital es el 31 de diciembre del 2006. Sin embargo, la fecha puede extenderse hasta que un 85% de hogares en una zona puedan ver la programación de TV digital. Hasta el momento en que se complete la transición a las estaciones de TV se les requiere que retransmitan tanto en canales digitales como en análogos. 27 La televisión de alta definición (HDTV) provee alta resolución en un formato de pantalla ancha. Actualmente un televisor análogo se fabrica con 480 líneas horizontales. El de alta definición puede tener hasta 1080 líneas lo que permite una imagen de gran detalle. 16 Para los fabricantes de TVs se trataba de competir en un mercado que se había basado en una tecnología mucho más estable, comparada con otros productos de electrónica de consumo como los teléfonos o las cámaras de fotos; de modo que las televisiones se consideraban una commodity cuyas variantes principales se hallaban en el tamaño y el perfeccionamiento de la imagen. La producción de televisores en México durante los últimos quince años se ha basado en una tecnología que casi no ha experimentado grandes cambios y que conlleva una serie de componentes clave (key components): chasis CRT o tubo de rayos catódicos Yugo de deflexión (fly back) Gabinete El aprendizaje consistía básicamente en adaptar los componentes clave a los distintos tamaños del TV: 13, 21 y 36 pulgadas. Con la TV digital se presenta una ruptura importante que antes del 2010 llevará a una televisión interactiva con integración de distintos componentes y aparatos de sonido, video y transmisión de datos. Actualmente se abre un abanico de opciones no definidas para los fabricantes de TV en el 2010. Las distintas firmas están decidiendo cómo se dividirá la producción según una escala de complejidad y novedad que se refleja en el precio que los productos alcancen en el mercado: los aparatos más novedosos se fabrican actualmente en las casas matrices asiáticas o europeas (en el caso de Philips), sin embargo la transferencia hacia otros países asiáticos o hacia China ya se está produciendo porque los precios son elevados. De acuerdo con una entrevista de los autores en mayo del 200428, una firma japonesa establecida en Baja California contaba en ese mes con 7 líneas de producción de las cuales 2 se especializaban en el televisor LCD. Sin embargo, la división de la producción correspondía al esquema clásico de la TV convencional: área de inserción automática, ensamble manual, cinescopio y ensamble final. En otra planta japonesa visitada se habían dado cambios en dos procesos básicos: 28 Entrevista de Jorge Carrillo, Oscar Contreras y Alfredo Hualde con el gerente de producción, mayo, 2004. 17 a) La organización interna: Reorganización de líneas: sustitución de las líneas fragmentadas por celdas. Líneas más compactas. Lo anterior se debe al menor número de componentes y a que, aunque los procesos son similares, las tecnologías de montaje son diferentes. Reducción del tamaño de las placas y utilización de componentes sofisticados como Surface Mountain Technology (SMT) Reducción de costos fijos y reingeniería Nuevas funciones del departamento de diseño donde actualmente hay 80 ingenieros mexicanos divididos en varios grupos: electrónica, software, grupos de soporte. b) Los productos. Aumento de productos de 2 a 15. Algunos de estos productos forman parte de un aparato de TV que es cada vez más multimedia y que tiene varias partes integradas. Uno de estos productos es Home Audio que se viene fabricando desde hace dos años. Anteriormente se traía de Malasia, pero con el TLCAN el arancel subió al 24%. La fabricación de este tipo de producto requiere especialistas en MP3, la tecnología propia de la música digital. La intención es traer más adelante otros productos digitales. El entrevistado señala que muchos de los componentes se siguen importando de China y Malasia porque en México no hay fabricantes que puedan proveer a esta planta29. Ni siquiera los fabricantes de embalajes pueden imprimir las cajas a dos tintas. Es necesario seguir insistiendo en la necesidad de proveedores eficientes de cartón, materiales y plásticos. Precisamente el sector de plásticos es uno de los que tiene posibilidades de crecer en el futuro porque los nuevos aparatos de TV incluyen más partes de plástico y menos partes mecánicas. Segmentos de Mercado y Reorganización Geográfica Las preguntas a solventar en los próximos años son las siguientes: ¿Qué plantas seguirán fabricando TV convencionales para segmentos del mercado con poco poder adquisitivo como, por ejemplo, el mercado latinoamericano y qué plantas se especializarán en aparatos de gran tamaño con tecnología digital y pantallas planas que 29 Entrevista de Alfredo Hualde con el gerente de ingeniería. 14 de marzo del 2004 18 incorporen posibilidades de conexión a videos y audios de alta calidad y sofisticación?. En México consideramos que posiblemente se de una combinación de ambas opciones. Se llevarían a cabo operaciones de un segmento alto de la TV digital para el mercado norteamericano. Este mercado, comparado con el europeo se caracteriza por consumir sobre todo aparatos grandes, lo cual resulta una ventaja para la producción en la frontera mexicana por varias razones: el transporte de larga distancia es más dificultoso y más caro cuando aumenta el tamaño y, sobre todo, el peso del producto. Además algunas partes de vidrio corren el riesgo de romperse por su fragilidad. Según nuestras entrevistas, actualmente se produce un recrudecimiento de la competencia que puede dar lugar a una suerte de reparto geográfico en el cual algunas plantas instaladas en Baja California se orientarían al mercado americano (desde Canadá y Estados Unidos hasta el Cono Sur). De acuerdo con información de CEA Market Research, se calcula que, en el 2004, el mercado total será de 140 millones de unidades de las cuales 25 millones se venderán en USA, 28 millones en China, 12 en Europa y 8 millones en Japón. La producción está concentrada en diez firmas, entre las que sobresalen: Matshusita que alcanza el 32% de la producción total, Sony y JVC con el 22% cada una y Thomson el 15%. Sin embargo en el mercado norteamericano, la firma Sony ocupa el primer lugar en ventas, seguida de Thomson, la empresa china Apex y en cuarto lugar Toshiba. De este mercado, las ventas con tecnología LCD habrán aumentado de 2 millones aproximadamente en el 2002, a 11 o 12 millones de ventas en el año 2005, lo que representa alrededor del 10% del mercado total (CEA Market Research). Según la misma fuente, el TV de Plasma seguiría una evolución más modesta aumentando de alrededor de 100,000 unidades en el año 2002 a 1’ 800,000 en el 2007. Por otro lado, se calcula que la TV análoga que en 1992 alcanzó ventas de 24 millones de unidades en Estados Unidos, disminuirá a menos de diez millones en el 2007. La concentración de ventas en pocas firmas también es propio de las pantallas planas sean de una u otra tecnología. Según The Economist, que cita a DisplaySearch el 19 60% de las ventas de televisores planos se concentraban cuatro firmas japonesas: Matsushita, NEC, Pioneer y una alianza entre Fujitsu y Hitachi.30 Los fabricantes de televisores LCD señalan que su tecnología tiene más aplicaciones que el Plasma porque esta última únicamente puede aplicarse para aparatos de 50, 45 y 48 pulgadas, mientras que la del LCD se puede usar en cualquier tamaño (desde celulares, palms, computadoras, etc.). Además, el Plasma consume más energía y su vida es más corta, aproximadamente la mitad que la del LCD. Sin embargo, los aparatos de LCD tendrán que abaratar costos porque actualmente los TV de Plasma son más baratos31. Además de las preferencias de los consumidores por los nuevos aparatos, el incremento de las ventas se verá favorecido por eventos puntuales como las Olimpiadas del 2004 o los mundiales de fútbol en el 2007 (Cuadro 7). XXX En la tecnología LCD se encuentran Philips, Samsung, LG y Sharp, que es la poseedora original de la patente y el fabricante número uno de esta tecnología , de la cual expidió licencias a las otras firmas. Por su parte, Panasonic, Pioneer, Hitachi y NEC, están apostando por la tecnología de Plasma. Sin embargo, la división entre tecnologías y mercados se caracteriza actualmente por grandes variaciones, búsqueda de alianzas y acuerdos que pueden producir en el corto plazo transformaciones importantes. Por ejemplo, recientemente se anunció la constitución de una alianza estratégica entre Sony y Samsung. Según algunas fuentes, la supremacía de Sharp puede ser momentánea ya que la tecnología de Samsung es más avanzada y varias firmas taiwanesas están tratando de replicar a la firma coreana32 Una muestra de la fuerte competencia entre las distintas firmas quedó reflejada en la guerra comercial entablada por el gobierno de Estados Unidos contra las empresas chinas acusadas de dumping. Según dicha demanda, las empresas de este país vendían sus productos hasta en un 120% más bajos que su precio de producción debido a los subsidios otorgados por el gobierno chino. Sin embargo, la resolución de la demanda se tradujo en 2003 en la prohibición a China de exportar televisores mayores de 20 30 The Economist, Plasma power. Japanese firms raise the stakes in the flat-screen television war, 22/05/2004, Vol 371, Issue 8376 31 Un televisor de LCD de 15 pulgadas tiene un precio de unos 500 dólares y uno de 22 pulgadas cuesta 1200 dólares. Entrevista de Carrillo, Contreras y Hualde, mayo, 2004. 32 The Economist, id. 20 pulgadas. Dicha resolución supuso en la práctica un respiro para las firmas que se disputan el mercado de Estados Unidos. Más aún, recientemente la principal empresa china de televisores, TCL, anunció que dadas las prácticas antidumping invertirá en la frontera norte de México con el fin de producir para el mercado norteamericano. El Empleo en Baja California La transición en las plantas instaladas en la frontera norte de México se ha producido en un ambiente de gran incertidumbre. Coincidieron simultáneamente la recesión en Estados Unidos, las dificultades derivadas de la aplicación del artículo 303 de TLCAN y la fuerte competencia de China. Varias de las plantas electrónicas instaladas en el estado bajacaliforniano cerraron plantas, redujeron líneas y atravesaron por una etapa difícil. Sony, por ejemplo, cerró de tres sus plantas en Tijuana y disminuyó su personal de unos 6,500 empleados a 3,500; Mitsubishi en Mexicali cerró asimismo una planta de baterías, la planta de Sharp en Rosarito disminuyó su empleo total de alrededor de 1,500 empleados a menos de mil. También en Ciudad Juárez Philips cerró alguna de las once plantas con que contaba en esta localidad. Para inicios del 2003, se calculaba una ocupación total en Baja California de un poco más de 22 mil personas lo que significa un promedio de 1,470 ocupados por planta OEM33 y alrededor de 15 mil empleos en proveedores (De los Santos y Elias, 2006). Resulta significativo que en el período de crisis disminuyó más el empleo que la producción. Así entre 2002 y 2003 el empleo en el sector de TV decreció en 23% en tanto que la producción únicamente se redujo en un 8%34. Ello significa que las empresas realizaron ajustes productivos, organizativos y tecnológicos que se tradujeron en un aumento de la productividad del trabajo. Por otro lado, los nuevos procesos digitales importan el panel ensamblado con lo que disminuye la utilización intensiva de mano de obra en esta fase del proceso. Este es uno de los aspectos que permiten pronosticar que en 33 La distribución del empleo fue la siguiente: Tijuana 67.4%, Mexicali 23.9 %, Rosarito 7.1% y San Luis Rio Colorado 1.6 %. En el caso de Tijuana resultaron 15,280 empleados, lo que significa una disminución del 23.5% en el período 2001 y 2002, aunque aumentaron de 6 a 10 las OEMs en esta zona, incluyendo la planta de Rosarito. 34 Siglo 21, Año 6, núm. 142, abril 26 a mayo del 2004, p. 9 21 la fase de recuperación que ya se ha iniciado el crecimiento del empleo en el sector será menor que el alcanzado a principios del 2000. Dadas las características productivas mencionadas, posiblemente las empresas continuarán con el objetivo de ahorrar mano de obra, especialmente la de administrativos. La idea de que durante el crecimiento de los noventa, aumentó en exceso el personal administrativo la comparten tanto las plantas televisoras de Tijuana como las de Ciudad Juárez. En la fase de recuperación además de las plantas ya establecidas es previsible la llegada de alguna planta de Taiwán, e incluso de China –sin tomar en cuenta que la planta de Thomson en Juárez cambió de propietario francés por uno chino. Según algunas fuentes, los chinos también estarían interesados en comprar plantas en Tijuana para experimentar con servicios. Necesidades de Aprendizaje Las plantas establecidas en la frontera norte de México iniciaron el aprendizaje de la transición a la TV digital hacia el año 2000. Algunos ingenieros de las plantas japonesas fueron enviados a Japón y en las propias plantas se proporcionó capacitación especialmente al personal técnico. La diferencia fundamental con respecto a la TV analógica desde el punto de vista técnico es la desaparición del CRT (cinescopio) que era la pieza crítica en la fabricación de los televisores convencionales. Con la TV digital se reduce el número de componentes y el tamaño de fondo, lo cual tiene consecuencias directas en el volumen de la mano de obra requerida. En Tijuana el CITEDI organizó en el año 2004 un diplomado en coordinación con algunas de las firmas que operan en la región para transmitir los principios fundamentales de la TV digital a los ingenieros y a los técnicos. Otros organismos como PRODUCEN han tratado de apoyar tanto a las empresas como a las instituciones en estos procesos de transición pero se han topado con algunas dificultades debido a la resistencia de las plantas a proporcionar información acerca de los procesos en marcha. 22 A pesar de ello, se considera necesario mejorar los conocimientos de la mano de obra empleada en las áreas de automatización, pruebas al producto, ajustes, conocimientos de software y equipo digital. Todos estos conocimientos son importantes, en una perspectiva de futuro ante la posibilidad de que el panel de la TV digital sea fabricado en la región en los próximos años. En opinión de alguno de los entrevistados esta debería ser la apuesta de México en la fabricación de TV: lograr que el panel digital, al igual que en su momento el CRT, se fabrique en México. De este modo, se aseguraría la proveeduría al mercado estadounidense en un nicho intermedio. Conclusiones La producción de TVs en el mundo se encuentra en una fase de transición caracterizada por la progresiva desaparición de los televisores convencionales y el aumento de la producción de televisores digitales. Esta producción, que supone una transformación importante en un producto con tecnología madura, viene acompañada de una serie de cambios en la pantalla que presenta distinta opciones: LCD, Plasma, de proyección y otras. Las firmas más importantes han resuelto dar prioridad a una u otra, pero en el futuro inmediato pueden darse cambios. Ello hace que el panorama competitivo esté muy abierto, aunque al parecer la tecnología con mejores perspectivas de crecimiento sea la de LCD. Desde el punto de vista de la complejidad y los costos productivos, el diseño y la fabricación del panel digital son los procesos de mayor valor agregado que, en general, se llevan a cabo en Japón y Corea. Un segundo aspecto a destacar es la posibilidad de integrar al televisor otros aparatos de audio, video y transmisión de datos. Algunos analistas prevén que las características de los nuevos productos y las características del mercado estadounidense, principalmente la predilección por aparatos de gran tamaño y conflictos comerciales con China, permitirán vislumbrar una regionalización de los mercados de TV. De este modo, las firmas establecidas en Baja California suministrarían productos al mercado americano, al de Estados Unidos y Canadá los más caros y sofisticados, y a Centroamérica y el Cono Sur, los productos convencionales de menor precio. 23 Aunque por el momento estas son sólo previsiones, dada la rapidez con que se suceden los acontecimientos, México debería apostar a la fabricación del panel digital en territorio mexicano y acompañar este proceso con una acelerada calificación de los recursos humanos. Para la frontera mexicana se prevé una cierta recuperación del empleo aunque no en los niveles alcanzados a fines de los noventa. En el tema de los proveedores, es posible que las firmas asiáticas continúen dando prioridad a proveedores también asiáticos, aunque ciertos nichos de menor valor agregado quedarán a cargo de firmas mexicanas, como ha sido el caso no sólo en la televisión análoga sino en otros productos electrónicos. Desde el punto de vista del aprendizaje, por el momento las regiones fronterizas tendrían que contar con personal técnico capacitado en sofware y equipo digital, teniendo en cuenta la posibilidad de que la fabricación del panel digital se lleve a cabo en un futuro próximo en las ciudades de la frontera. Otros nichos de mercado posibles son los que se refieren a usuarios finales de pantallas planas en teléfonos, automóviles, en el sector aeroespacial y en el ejército. 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