Rev. Med. Univ. Navarra. Vol. XX: 129, 1976 Lucha contra la infección hospitalaria y educación sanitaria F. Bartolomé INTRODUCCION Para ningún médico o personal sanitario auxiliar res·ponsalble, ha podido pasar desapercibida la importanci2,, cada día mayor, que está adquirienco la mfecoión hospitalaria en las institclc!oncs s2.nitarias cerradas, tanto por: -la gravedad de ,;us cuadrns clín;cos, como por: -su cada vez mayor frecuencia, y ya nadie, que no c;niera ocultarlo a los demás o a sí mismo, puede ignorar: - las cq,usas que morivan esta situación, así como, -las graves consecaencias: -sanitarias, -económicas y -sociales a que da lugar, y e1l per¡uicio que se irroga al buen nombre de la institución en particulc¡r y a los intereses en gen1~ral: -del individuo, -la familia, -la empresa, y -la comunidad. Mientras el interés del trabajador sanitario, a todos los niveles jerárquicos y categorías laborales, 1por cumpllir las nor- mas más elementa1es de higiene hospitalaria, no vaya a la par de los adelantos técnicos o de las mejoras en la tecnologíc¡ utilizada en la práctica de la higiene hospitalaria, sobran los aparatos y dispositivos con que se intenta llevar aquella a la práctica, incluído naturalmente el flujo laminar y otros medios similares más o menos sofisticados. En la actualidad se dispone de armas preventivas y profilácticas eficaces para luchar contra la infección hospitalaria, armas que podrían 1permitir a los Servicios de Medicina Preventivc¡ conseguir que el hospital llegase a mantener un me· dio ambiente interno descontaminado o higiénico, en grado adecuado, simplemente mediante el desarrollo, de forma continuada y simultánea, de programas generales y particulares de: -limpieza y -desinfección y cuando es ind1spensatle o n<.~ccsario, -esterilización y el --aislamiento de los cnf..::rmos. Sin embargo, la limpieza y la desinfección, seguida de la ester íl izació:1, cuando está justifücada, de la: -atmósfera, -locales, 130 F. BARTOLOMÉ -material de todo tipo, -a1paratos, -mobiliario, -etc. no bastan, si no va unido su empleo regular planificado, de '.a descontaminación meticulosa y frecue'1te de las manos del personal, de todas las categorías y jerarquías que trabajan en erl hospital y muy especia,lmente en las diversas circunstancias de su actividad en que resulta impres'Cindible, y a la realizactón por parte de ese personal, rtSÍ co:-;-io por los enfermos y visitantes, de un conjunto de ((procederes higiénicosn que si aisladamente serían poco eficaces, su empleo y ejecución regular y simultáneo con los métodos de limpieza, desinfección, esterilización y aislamiento, permitiría disminuir las tasas de infecciones del hospital, e indluso erradicar los procesos infeotivos, así como las enfel'medades infecciosas, originadas en el medio ambiente intrahospitalario; y todo ello sin tener que recurrir, con la frecuencia que a1h ora se hace, a la medicina curativa mediante la quimioterapia y los antibióticos, fármacos, como ustedes saben, muy eficaces en la luoha contra la enfermedad en 1particular producida por gérmenes patógenos, cuando aquellos agentes terapéuticos se utilizan con mucha moderación e inteligencia, y extraordinariamente 'Pehgrosos para el enfermo cué!ndo se emplean ((sin ton ni sonn. Es decir, que si se practicaran por el hombre sano o enfermo y en el hospital, ese conjunto de «rprocederes higiénicosn que todos conocemos, por lo que no es preciso enumerarlos, no habría necesidad de adoptar la conducta curativa activa, activísima, que ahora se practica larga mano, utfüzando, entre otré!S pautas terapéuticas pe1igrosas, diversos fármacos eficaces pero muy agresivos. Por cuanto queda eX'puesto, es necesario que nos paremos a considerar la im- Vol. XX portancia fundamental que en el orígen de 1}a infección hospitalaria pueden tener y realmente tienen, nuestros: -hábitos, --<:ostumbres, -conductas y -actitudes personales antihigiénicas, y !las de los enfermos internados en la institución, y sus visitantes, ya que si no se corrigen esos procederes antihigiénicos será inútil, y económicamente muy oneroso, todo cuanto hagamos en el hospital, en orden a seguir, de acuerdo con las normas más actualizadas y útiles, una -política de planificación, construcción y organización y control del hospital, una ~política de limpieza, descontaminación, desinfección y esterilización, utilizando los productos y técnicas más apropiadas y los sistemas tecnológicos más avanzados, una -~política de aislamiento de ciertos enfermos, una -política de controles bactenológicos de la atmósfera, suelo, superficies, ropas, manos, etc., una -política de antibióticos y quimroterápicos, una _,política de indumentaria, una -política de circulación de: -personas, -material sucio y limpio, -ropa sucia y limpia, --etc., una ___,política de circulación y evacuación de excreciones, secreciones, desperdicios, --etc., una -1política de 'reconocimientos de los enfermos :previo a su ingreso en erl hospital, una ___,política de reconocimientos periódicos de sarlud de1l personal que trabaja en el hos:pital, una 1576 INFECCIÓN HOSPITALARIA Y EDUCACIÓN SANITARIA -poliítica de vacunaciones del personal, -etc. e·tc. Por último, debemos añadir que, aunque ya nadie puede pretender ignorar todo esto, lo cierto es que nada o muy poco se hace por parte de todos para evitar Ia grave situación que la infección hospitalaria plantea; situación que se debe atajar, no sólo medi·ante el diagnóstico acertado y precoz y el tratamiento eficaz y a tiempo, tal como creemos se viene haciendo, sino prev iniendo la aparición de la infección hospitalaria, o disminuyendo su grado de incidencz':a, con medios más eficaces de los hasta ahora empleados. 1 Por es·ta razón, y aún cuando S•ienta un cierto escepti<cismo, 1por muchas razones, respecto al éxito de la empresa, a fin de intentar luchar con mq,yor eficacia contra el renacimiento actu·al de la patología infecciosa intrahospitailaria, v i e j a ((/plagq,)), que amenaza, repetimos, de nuevo y gravemente la función asistencial, reihabilitadora y docente de nuestros hospitales y hasta su 1propia sulbsisrtencia, en algunos casos, si no practicamos una elemental 1pero continuada medicina preventiva en el mismo; me atre'VO a proponer se haga todo lo posible para que las aurtoridades sanitarias y todas las entidades sanitario-sociales, públicas y privadas, facihten los medios necesarios para que la medicina preventiva pueda desarrollar ai máximo la educación sanitaria en el hosp;tal, como el medio primero y más lÍtil, de momento, al fin propuesto. EDUCACION SANITARIA: La educaciGn sanitaria se ha definido diciendo que es el procedimiento que entrafi~1 traducir los conocimientos acopiados por la medicina, acercq de la salud, en normas de comportamiento adecuadas, individua1es y colecüvas, valiéndose de la educación. 131 Siendo así, la educación sanitaria en los hospitales ha de 1practicarse a todos los nive1les jerárquicos y laborales, por estimar que en la actual situación y grado de cultura sanitaria del personal que trabaja en los mismos, la educación sanitaria constituye la 1primera, la más importante y la más económica, a la larga, de todas ilas técnicas de actuación que fa Medicina Preventiva pone a nuestro alcance, para 'lograr éxito en el empeño de 11erradicarn, si es posible, o al menos 11controlar)) la infección en nuestras instituciones hospitalarias. Además, el 1proceder de los trabajadores sanitarios, en este aspecto, llegaría a constituir <<escuela)) de educación sanitaria del pueblo en general, que inexorablemente, en algún momento de su vida, ha de 1pasar por a1lguna de las dependencias hos•pitalariq,s, bien sea como enfermo, acompañante o visitante. La cuestión de i]a educación sanitaria en el hospital, tanto para el enfermo ingresado en el] mismo y sus ·visitantes, como para el trabajador sanitario que desarrolla su función ein la institución, es de un interés e importancia vital: -Vitail, iporque toda educación o su actualización y 1perfeccionamiento, siempre da un nuevo sentido a la vida del hombre enfermo o sano. -Vital, :porque educar es sacar al hombre técnico o al profano de su primitivismo necio de homlbre, y ponerle en condiciones de ser persona. -Vital, porque vivir como se vive actualmente en el hospital, es un peligro constante para ria precaria salud del enfermo y 1la no muy robusta del] trabajador sanitario. -Vital, porque educar sanitariamente es sentar las bases de un medio amrbiente físico, 'biológico, menta'] y social hospitalario, hecho con la caheza y para bien de los enfermos y los ,propios tra1bajadores sanitarios, a todos los niveles. 132 Vol. XX F. BARTOLOMÉ -Vital, porque la educación sanitaria en el hospital, a los fines concretos de luchar contra la infección hospitalaria, ha de tener como fin fundamental la de orientar y encauzar en el hospital las costumbres, conductas y actitude~ de oada trabajador sanitario en particular y la de todos los cornpo'1eutc"" del grupo que desarrolla su funciÓ'1 en una <(empresa de salud», a~f como la de los enfermos y sus acompañar.tes o visitantes. MEDIOS Y FORMAS DE DESARROLLAR LA EDUCACION SANITARIA rárquicos y categorías faborales de los (<trabajadores de saludn; debiendo constituir su particiipación una obligación y un mérito, !para alcanzar !puestos de más alta jerarquía profesional y mejores remuneraciones económicas en el presente (sueldo mensual) y en el futuro (jubilación). 4-Rea!izar cursos de formación docente para alcanzar la calificación de profesor o monitor en educación sanitaria. 5--Que en todos los congresos, jornadas, simposios, mesas redondas, etc., y en los cursos o cursillos de formación profesional pre y post graduada que se reailicen, cualquiera que sea fa especialidad y el nivel profesional o laboral, médico o sanitario en que se hagan, se incluya obligatoriamente un temario sobre prevención de las enfermedades que motivan la reunión, haciendo su estudio con la extensión recomendada ¡por el Comité de Exoertos de la O.M.iS. para la confección de libros de medicina, cirugía y especi<:ilidades. 1 A continuación y para no extend~rnos demasiado, vamos a enumerar su.'intamente los procederes prácticos que pueden permitir desarrollar la educación sanitaria en el hos,pita l, en la planificac!ón de la lucha contra la infección de 0rigen intrnhospitalario, no solo en sus brotes epidémicos, sino como foco endémico o endemoepidémico, causa primera, primerísima, en la actualidad, de la morbilidad y mortalidad hospitalaria. 1 1 Los ,procederes prácticos a seguir en el hospital 1podrían ser, entre otros, los siguientes: 1-Proyección comentada de películas de educación sanitaria, a cuyo fin debe crearse una filmoteca bien dotada, con carácter institucional, 'local, provincial, o regional, según la importancia de las instituciones hospitalarias existentes en cada población. 6---Que se cumpla lo indicado por el Corr.ité de Expertos de la O.M.S. en F.,rmación y Técnica de Personal Médico y Auxfüar, en su Informe Técnico 269 (1964), recomendando que los Manuales de Medicina y Cirugía o Es¡pecialidades, dediquen a la prevención de las enfermedades un aspecto similar al dedicado a etiología, pronóstico, tratamiento y rehabilitación, y que se editen 'libros de texto esipeciales sobre Medicina Preventiva. 2-Exposición periódica o permanente en el hospital, a base de pane1es de pintura o escultura, con el fin de hacer una educación sanitaria del 1personal, enfermos y público, comentando reiteradamente los temas a que se refiere la eX'posición. 7-Que estos consejos del Comité de Expertos de la O.M.S. en Formación y Técnica de Personal Médico y Auxiliar, se hagan extenúvos a todo liibro y folleto de Medicina, Fanmacia y Veterinaria, así como a los trabajos publicados en periódicos o revistas, dirigidas ail personal médico, farmacéutico, veterinario y sanitario auxi'liar titulado y no titulado. 3-Realizar cursos o cursillos de educación sanitaria, a todos 1los niveles je- 8-Que con carácter institucional, local, provincia1 o regional, S'egún la im- 1 1 15-76 INFECCIÓN HOSPITALARIA Y EDUCACIÓN SANITARIA portancia del hospital o de la población en ·que está ubicado, y en colaboración con Ia üirección General de Sanidad, se editen, a tres o cuatro niveles culturales, folletos sobre temas generwles o concretos de educación sanitaria. 9-Que se edite una revista mensual de medicina preventiva hospitalaria y educación sanitaria en el hospital, orientada a: 9-1. informar al ,personal del centro de forma permanente so bre los problemas de la infección hospitalaria en las instituciones 'hos1pitalarias y sus consecuencias, sanitarias, económicas y sociales; 1 9-2. orientar y aconsejar respecto a los medios más apropiados a uülizar en la luoha contra la infección hospitalaria; 9-3. educar al personal de la institución en el aspecto sanitario, para que modifiquen o eviten caer en aquellos hábitos, costll!mbres, conductas y actitudes, perjudiciales para su salud y la de los que viven en su entorno laboral o social. 133 Este «Código General de Higiene Hc'3· pitalaria>>, tendría como aspiración fundamental, el conseguir que en el desarrollo de la función hospitalaria h.1ya unos: --'hábitos, -costumbres, --condll!ctas y -actitudes higiénicas, que sean capaces de garantizar el mayor grado de seguridad y bienestar físico, biológico y mental, a los: -enfermos internados, -a sus acompañantes y visitantes y -a los hombres y mujeres que los atienden desde los distintos puestos de trabajo que desempeñan. A este fin, la ccSociedad de Medicina Preventrva Hospitalaria» desarrollaría el Código General de Higiene Hospitalaria» en normas específicas, que abarque todos y cada uno de los aspectos de la higiene y prevención de Ja infección hos1pitalaria, presentándolo en forma de <<protocolos prácticos de educación sanitaria». 10-Por último, y como medio rruy importante para lograr los fines expuestos, sugerimos se constituya una ((Sociedad de Medicina Preventiva Hcspitalarian con las funciones siguientes: 11-0tras funciones de la Sociedad de ccMedicina Preventiva Hos1pitalarian podrían ser, las de : 10-l. Redactar un ce Código Gt!neral de Higiene Hospitalarian, y elevar],) para su aprobación a las autoridad 1~s sanitarias: 11-1. Informar prece•ptivamente y desde el punto de vista higiénico-sanitario, cualquier obra que se trnmite para la construcción de hospitales, o la ampliación •y reforma de los mismos. -internacionales, -nacionales, -regionales, -provinciales, --colegios profesionales, -etc. a fin de que constituya una norm.1 de obligado cumplimiento en todos los hospitales de la nación y del mundo. 11-2. Informar, a 1petición de los directores de los hos•pitales, sobre el estado higiénico-sanitario de sus instituciones; a cuyo fin se constituirían unas ccComisiones AS1esoras Nacionales de Higiene Hospitalarian, encargadas de realizar la inspección correspondiente y redactar un informe, indicando las medidas higiénico-sanitarias a adoptar para resolver los problemas de hig;ene hospitalaria evidenciados. 134 F. BARTOLOMÉ 11-3. Planificar y desarrollar, a título orientativo, las Jiunciones que le incumbe efectuar al Ser vicio de Medicina Preventiva Hospitalaria, en la práctica de sus actividades intra y extra1 1 Vol. XX hos1pit¡;ilarias, así como la organización y pi!antilla que 1ha de tener y los me- dios de que debe disponer tanto en loca'les, como en aiparatos y dispositivos.