Un juez es subrogante cuando cumple funciones en un tribunal

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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-0675/09)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,..
SUBROGACION DE JUECES
ARTICULO 1°.- Modifícase el artículo 1º el que quedará redactado de
la siguiente manera: “La presente ley establece el procedimiento de
subrogación de jueces, en caso de recusación, excusación, licencia,
vacancia u otro impedimento de los Jueces de Primera Instancia del
Poder Judicial de la Nación, en todos sus fueros e instancias.”
ARTICULO 2°.- Modifìcase el artículo 2º que quedará redactado de la
siguiente forma: “Las Cámaras de Apelaciones de cada jurisdicción
elevarán al comienzo de cada nuevo año ante el Consejo de la
Magistratura un listado integrado por los secretarios letrados de ambas
instancias, o prosecretarios letrados de cámara, adjuntando los
antecedentes de los elegidos.”
ARTICULO 3°.- Sustitúyese el artículo tercero por el siguiente: “El
Consejo de la Magistratura de la Nación, previo concurso público de
antecedentes, elevará la terna al Poder Ejecutivo Nacional a los fines
del procedimiento de designación de jueces establecido en la
Constitución Nacional. El acuerdo del Senado de la Nación podrá
efectuarse en forma previa a producirse la vacante, integrando los
seleccionados una terna de “jueces subrogantes” por jurisdicción, que
se actualizará anualmente, a efectos de cubrir los cargos vacantes.
ARTICULO 4°.- Sustitúyese el artículo 4º por el siguiente texto: “En los
supuestos de vacancia, las designaciones efectuadas en virtud de la
presente ley no podrán superar el plazo de doce meses. Dicho plazo
podrá ser prorrogado por seis meses por decisión fundada del Consejo
de la Magistratura de la Nación.
ARTICULO 5°.- Sustitúyese el artículo 5º por el siguiente texto:
Artículo 5º - El juez designado deberá cumplir con los requisitos
previstos en el artículo 13 inciso b) primera parte de la ley 24.937 y
modificatorias, y percibirá una remuneración equivalente al que
correspondería al titular.
ARTICULO 6°.- Sustitúyese el artículo 6º por el siguiente: Recibido el
acuerdo senatorial el Poder Ejecutivo, remitirá el listado al Consejo de
la Magistratura a finque proceda a cubrir las vacantes, siguiendo para
cada jurisdicción y fuero, estrictamente, el orden alfabético de los
integrantes.
ARTICULO 7º : Para el supuesto de producirse vacancia en un tribunal
de jurisdicción que no pueda cubrirse con ningún integrante del listado,
ni con juez jubilado, podrá convocarse a los de zonas colindantes, y en
tal caso deberá compensarse al designado con un estipendio por
desarraigo.
ARTICULO 8º:“Prorróganse las actuales subrogancias de los Jueces
de Primera o Segunda Instancia, Nacionales o Federales, las que
subsistirán hasta que se instrumente el procedimiento de reemplazo
que se establece en la presente ley.
ARTICULO 9°.-Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Rubén Giustiniani.- Samuel Cabanchik.- Carlos A. Rossi.FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El año pasado al tratarse el proyecto que daría lugar a la ley 26.376,
sobre el régimen de designación de jueces subrogantes, no
acompañamos el voto de la mayoría convencidos en que dicha
propuesta no respetaba los lineamientos de constitucionalidad
requeridos para la designación de jueces subrogantes, conforme lo
establecido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los autos
“Rosza, Carlos Alberto y otro s/recurso de casación.”
Recordemos que dicha causa se generó por una acción judicial contra
la Resolución 76/2004, dictada por el Consejo de la Magistratura, por
la que se estableció la forma de designar a los jueces subrogantes. Allí
nuestro máximo Tribunal declaró la inconstitucionalidad de esa
resolución por autorizar “un método de nombramiento circunscripto a
la intervención exclusiva de organismos que operan en el ámbito del
Poder Judicial …”, es decir por no respetar el equilibrio político entre el
poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial que la
constitución Nacional determina como esencial para la designación de
jueces.
Así recordaba la Corte en dicho fallo, que “la Constitución Nacional
confiere al poder judicial de la nación el ejercicio de las atribuciones
contempladas en los arts. 116 y 117, para lo cual establece que este
departamento de Estado se compone de una Corte Suprema de
Justicia y demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere
(art. 118). La designación de los magistrados integrantes de dicha
rama del Gobierno Nacional, según la pauta constitucional, exige la
participación del Consejo de la Magistratura de la Nación, del Poder
Ejecutivo y del Poder Legislativo mediante la intervención del Senado.
Así, el presidente de la Nación nombra a los jueces de los tribunales
federales inferiores en base a una propuesta vinculante en terna del
Consejo de la magistratura y el Senado debe prestar acuerdo en
sesión pública en la que tendrá en cuenta la idoneidad de los
candidatos (art.99, inc 4º). A través de este mecanismo se adquiere la
calidad de juez. Tal sistema de designación encierra la búsqueda de
un imprescindible equilibrio político pues, tal como lo ha enfatizado
muy calificada doctrina –en términos verdaderamente actuales aunque
referidos al texto constitucional anterior a la reforma de 1994-, el
acuerdo del Senado constituye “un excelente freno sobre el posible
favoritismo presidencial…” pero también entraña el propósito de
obtener las designaciones mejor logradas: “el Senado –enseña
Estrada- presta o no su acuerdo, según reconozca en la persona
propuesta las cualidades y méritos requeridos para el fiel desempeño
de las difíciles cuestiones que está llamado a resolver” (conf. Estrada
José Manuel, Curso de Derecho constitucional, Buenos Aires, 1927,
pág. 302 quién cita la opinión de Hamilton, Alexander, en El
Federalista, nº76). Mas todavía, resulta indudable que la participación
del senado ha sido enfáticamente reclamada por nuestros
constituyentes, ni bien se atiende al informe de la Comisión
examinadora de la constitución Federal que, al fundar la propuesta de
reforma al texto sancionado en 1853, expresó: “todas las
Constituciones, y muy especialmente las federales, han buscado un
correctivo a la facultad peligrosa y corruptora depositada en manos de
un solo hombre, de distribuir empleos honoríficos y lucrativos de un
orden elevado. De aquí la necesidad de sujetar a un acuerdo previo el
nombramiento de los ministros, diplomáticos, los obispos, los altos
empleos de milicia, y jueces superiores, sometiendo al Senado la
facultad de prestar ese acuerdo…”. De ahí que se propusiera, y con
éxito, la reforma del art. 83 inc 23 del texto de 1853, lo cual daría lugar
en 1860 al art. 86, inc. 22, que desde entonces nos rige –hoy 99 inc
19- (Ravignani, Emilio, Asambleas Constituyentes Argentinas, Buenos
Aires 1937, tomo IV, Pág. 780). Preciso es, recordar que, con la
reforma de 1994, el constituyente decidió incorporar al procedimiento
de selección y nombramiento de magistrados inferiores la participación
del Consejo de la magistratura- en su condición de órgano con
competencias especiales dentro de la estructura orgánica del Poder
Judicial de la Nación- con el fin de atenuar la discrecionalidad del
Poder Ejecutivo en la propuesta de magistrados federales, con
exclusión de aquellos que integran la corte Suprema de Justicia de la
Nación.”
De la lectura de la Ley 26.376 observamos que aquellos reparos
constitucionales no se han respetado, pues no se cumple con el
mencionado equilibrio político que debe existir entre los tres poderes
en la designación de los jueces. En la norma vigente prima la decisión
del PEN, sobre la participación del Consejo de la Magistratura y del
Poder Legislativo a la hora a la hora de designar un magistrado
subrogante, lo cual sin dudas avasalla la división de poderes
consagrada por nuestra constitución Nacional.
Por otro lado, el carácter extraordinario del sistema de reemplazos
determina que los jueces subrogantes deben tener un plazo de
término en el ejercicio de su función, plazo que no fue contemplado
en la ley cuestionada, lo que puede dar lugar a subrogaciones eternas,
que significarían otra violación más de los principios constitucionales
ya reseñados..
Por ello, en este proyecto insistimos con el articulado presentado
oportunamente como dictamen de minoría en la sesión del 14 de mayo
pasado, basado en el proyecto presentado por los Senadores Sanz y
Morales, con modificaciones tomadas del proyecto enviado en esa
oportunidad por la Asociación de Abogados de Buenos Aires.
Entendemos que es necesario e imprescindible modificar esta ley
estableciendo el equilibrio entre los poderes en su función de designar
jueces, pues de lo contrario la garantía de independencia del poder
judicial se ve gravemente afectada, lo cual resulta a todas luces
intolerable en una República, por lo cual solicitamos la aprobación de
este proyecto.
Rubén Giustiniani.- Samuel Cabanchik.- Carlos A. Rossi.-
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