EL METODO GIBERTINI, A PRUEBA DE SOTANOIDES La civilización podrá impedirme que yo crea en brujas, pero no me demostrará la inexistencia dc los gafes. E. ALwhsux. z Han estado ustedes alguna vez en V illaquieta ? Se trata de un lugarón, como tantos otros, que ^parece ser un magníf ico 'bostezo de esta Ca.stilla, adormecida en sus recuerdos gloriosos. Pensando in^dudablemente en Villaquieta, o en atro lugar semejante, trazó Valle-Inclán la descripción mara^^illosa : Un pueblo con soportales y baicones de madera, casas de adobe, corrales, cigiieñas y rastrojera. En Vi^Ylaquieta enseñan al forastero ocho monumentos ^ los restos de la muralla; el ábsiile ^de una ermita románica de las postrim^erías; el rollo; unas pintura murales feísimas; la torre, medio mudéjar; las dos ^hijas d^e I). 7ehedeo (dos prt^ciosidades), y el auténtico "manzanillo", que es el depositaria de los escasos forLdos munidipales. - 12 - Si estos atractivos no son sttficientes para <ulimaras •i recorrer los ^oC kiirYtnetros que se,paran a esta població^i de la capital, nada adelantaré con^ clecir que sus tierra^ son cie un rajo sangre, caagulada en .terrones, y sus casas, viej^simas, pregonando la ine^istecia del albañil, como si n^^ :;.^ hubiese becho obra en ellas desdé el siglo de ^ro, tambié^^ 1>ostrimerías, cuando se acababan el siglo... y el oro. vlucho:; pajares osterrtan ^l^treos escudos de e.^larecidos linajcs, pero nirtguna cle las viviendas prineiPales puede alarclear cl^: un mediano "confort". Yo he teniido que ir varias veces en estos tíltimos años a Villaquieta para tratar de cabrar el arrienclo de ut^as tie rrecillas ^uc me dejó mi cíifunto tío Antolín. lTna ^anga. Porque mientras vo pago las impuestos y gabe?as relig^ic; samente, mis colonos satisfacen el canon con u^n laic7tiaiu; desconsolaclor. ^Ii tío llamaba a esos he^^tjalcs "strertes"... ^ Qué embtzstero ftté sieli7pre el pobre! La ^rimera vez due ^pus^e asllí rrLi planta, al baiar <lcl aut^^^ cle línea, me dirigí a un hcnnbre cle a^lguna edad v bien por^^ tado, preguntándole ^hacia dónde caía 1a casa del secretario del Ayuntaqniento, lyara el cual 1levaba una cartita de presentaéión. Por rara casualidacl, él iba tamhién a vi^i ^ tarle, y en los i7o metros que nas separaban cle ':a tal mansión nos hicimos muy amigos. Cuando despa^chó brevem^ente su .'1s111110, entre el secretario y ya se d'esarrollaba el interesante di^logo sig^.tiente: -z Cómio se atreve a alternar con D. Abundio ? -Hornbre, yo soy f oras^tero... se brinKlb a acompa ñarme... ' -^Pues s^el>a usted que es al gafe m^ís gafe de tados lc^; gafes : tin manzanillo. -i 13anastas ! -No se ría usted, caballero, porque ^la des^•racia 1e rancla y será usted su presa. ^ Ha ^^enido usted a cobrar. .. ? ^ties ya verá, par cíe pronto, cómo no le pagan. -i Past^>linas para los canarios ! -Sí; pero para los qtte no son^os del archipi ^lago, verdades atroces. í Ah ! Tenga la bonda.d de decirme todo lo ma^lo que le ocurra, ^porque yo estoy recopilando esos suce^as en un libro que nos ^hará famosas a los dos. (Sc^ diri^^ió el b:rera honzbrc ,z una es^tantería, ^°ort^•ien^>r- . '...abrazó a un pintor novel y le secó ^^ara siempre..." da.rl^er^te revztielta, pero cri sequa:dci e^zcuntró e! grueso cur.der^to ete lazele que buscaba, y^rhr^.^n^^lE^ al a,^ar, ^ne leyó: ; -"Día 26 d^e marzo de ig3?. Se copia la escueta nota entr.egad:a. por ^el c^tófer del auto de línea, c!ue dice así : "Desperfectos ori^iinados por el viaje de D. Abundio en el clía de 1a fecha: R^evetltones, uno. Pinchazos, tres. ^17uert^^s, una gal!lina y s^eis de sus pollitos. Herido grave, el burro de Apolonio. Obs^ervaciones: i^2analo "F,uscavidas", qu^; iba a sa^car la cédula, Ilegó cuando ya habían cerrado. ' Era el tzltitno día..." tEh? tQué le parece? -Sí q^ae son coincidencias... -"Día i2 de abril d^e i)3i. Cuande nadie podía espe^ rarlo, D. A,bundio ha votado ^la candidatura monárquica, lo - 14 - cual ha pradttcido en las derechas gran consternación..." "Día i^ de sep^tic^nbbre de i93o. Al ir a subir a la torre don Abundio con unos forasteros, para enseñarles el panora^ma, se desprendió el minu,tero del reloj, no matando a tma señorita de milagro..." (Y el secretario, entre ^onv: nc^do ^^ burlón, nie sigcrió contc^ndo casos extraordknarios. Un día. entró el ali^dido en una cása cua^ulo estaban est^erarido y en ocast:ón de telcer en vilo el aparaclo^, que se^ino al sualo, ^C^ndose polvo i^i vajilla. En otra ticasión.,^zbyazó a^an ^^r novel qtcc^ ac.zbadn de obtener la m.e^tlalla, de hnjc^ cle latii t• le "secó" j^a^a siempre. Ilna tarde torncentosct'`^egrQ,^aF^t al ^ueblo a yalnpe y en el ca^n^^^^ao ca^^ero^a tres cltiispris, carb.nzaiza^ido z^na de ellás al m.ejor de los 3^ ^arboles ^icl té^rmi^^o. Iha a ser ^hudyino de la, boda de una criadct s^tiya^, ^ero no llegó a celf^brarse porque la novia se fugó con el viajant^ de la ^^ir'rqrrirUa Singer, y el no^rio enferrraó de tercianas...; -Y diga us+ted, t todos los del pueblo creen en la m<^tla sorrtbra de ese sujetoi' -Tados, no; siempre ^y álgufio que da la nota 3iscordante. Me refiero al maestro, que es natural de la ^'i^la y tiene aquí prapied^ades y bastante labor. Este se subleva cuando nos oye ^hablar de 4a convers^ación, y nos llama retrógrados, ignorantes, oscurantistas... -Harán muy buenas migas él y el interfec^to. -i Como que me parece a mí que ed tal Roberto ^:,^mez -que esa es su gracia-es algo sotancride! -^ Qué cluiere us^ted decir ? -Las gafes, señor rnío, se clasifican en cuatro gradas crecientes: gafe, carLtragafe, sotanoide y manzanyllo... iP^.rece anerntira que venga us^ted^ de Madrid y sea ignorante de ciertas cosas ! A^'ora que e^l anaes^tro me parece que se va a encorbtrar con la horma de su zapato, porque va a cultivar el trigo por wn méltodo ntrevo que ha inventado ttn tal Gibertini, del cual le da das explicaciones D. Abundio-to- - 15 - que usted madera, por si acaso-y benemos todos la esperanza ^e que la prueba sea un desasrtre, en cuyo casb ya ve-^ remos quién es el os^curarrtista. -,^ Y si acertase? Me gustaría conocer a D. Rpberto. -Pues si va usted esta. noahe al café dc^l Progreso, allí se le presentaré, si es qu^e se empeña, que, como ^ya le digo, también tiene su miaja de "jettatura"... -Con perdón de usted, yo debo decirle que no creo tampoco en esas casas. -^ A^1 tiempo ! ^ A1 tiempo ! Nunca he tomado un café p^or quc el de aquella noche en el castizo cen^tro ^de reunq^h que me indicara "el Secre". como allí ^le dicen. Lejos ^le qwitarme el sueño, rn^e produjo un morboso sopor, como ^si Se tra,ta.se de iu^i narc6tico y al menos un venenoi^tle. Tuve ocasióri de cono^cer a D. Roberto. Es un tipo esquinado, amigo de llev^r ^la oontraria. Fara rr^ostrarse arcnab1e, fiene que refrenar a su gruñona lái^perclorhi^dria. Casi todo e^l biem,po que s^us eonvecir^os dedican a clevorrcrse unos a otros o a juga.r al ttu;te, lo ^a eanpleadb en leer y en es^cuchar a. D. Abundio (que también sahe mu^chas cosas), puesto que es casi el único vi,llaquietense ^que no le tiene .niedo. --En ^cuatro palabras^me dija-voy a exponenle el fundamento del méto,áb Gibertini. Está detnostrado que el ^trigo vegeta por encima ^de 4°. Si tiene ati^nentos a siti disposición, crece, aunque no s^ea a la vista, s-ino iriteriormente, desarrollando la cabellera radical, lo cual es de gran im•portancia para que cuando e^l tallo diga en la primvavera "venga de a^hí", le conteste 'Ia raíz : ",todo está listo". -•Donde no hay ci^niento no s^e puede constrwir en forma, z verdad ? ^ -Así es. Por eso no daruporta qu^e el invierno sea crudo y se^o, pues sirve de freno al crecimiento exterior; mientras, la raíz tra^baja y toma pos^iciones. A^ora bien: se s^abe - 16 - posítivatnente que la nitrificación oesa al bajar la tern^^ratura a io gnadas ; luego d^e no,da le servirá al vegetal su buen deseo de q^ros^perar entre los 4 y los io gra.dos, si no acudimos en su socorro suministrándole el riiitrógeno nítrico que los abreros nxicroscópicos dcl suelo no pueden elaborar a esas ten^pera^turas ba.jas. El método, q^ues, en esencia consis^te en hacar aplicacio - "...c^rbonizando una de ellas el mejor de los treinta y cineo árboles del término..." 27eS InVCrnctil^es de nitrato desde diciembre a Illarz0, a la du^ sis de 5o kilogramos aproxi.madamente. -t ^Cuántas se de^ben hacer ? -El au^tor señala siete u ocho. Es^to es para Italia. Afortunadam^ente, varios agrónomos ^han ensayado ya en España e4 procedimiento introduciendo varia^ciones. Aquí se suelen hacer cuatro o seis adiciones, variando la candid'ad total ^de i8o a 30o ki^logramos. Camo se !tr^ata de un cultivo perfecci^onado, s^e a,spira a oátener g-tandes cos^echas, de 80 a iao fanegas +por heatárea, y para ello es pre^ciso qwe por rnetro cua^drad+o haya 50o es^pigas ^par térm^i,no medio, o un número qu^e sé ^le ^acerque. Esto se logra con siembras muy +^ - 17 - espesas (de i4o a i9o k:ilog•ra^os por hectárea) y tempranas (octubre a primeros de noviembrel, y naturalmente, no todos los tnigos valen para el c^aso. Han de ser ,precoces, de poca paja y cañ^a fuerte para que no se encamen. Hay uno precioso para el objeto- que ya he sembrado -, que rápidamerbte se extiende por tada España. -^ El farnoso híbrido L-4! -Sí, señor; e^1 mismo. ---Supongo q^ue ^para dlegar a tan esplénd7d'as coserhas h^brá qu^e aumentar ^os demás abonos en proporción al nitrato, puesto que son rrlu^ohos los kilogramos que va a levantar de,l suelo 1a cosecha. -Yo 1^e puesto 50o kilogramos de su.perfosfato, i^5 d,e sulfato amónico y i25 de patasa, como abonatdo fundamenta^1. -El ^serrnbrado me han dicho que es^tá magní^f ico. .. a pesar de D. Abund^io. -^ Conoce ya la historia de este pobre homibre ?! De^bí f igurárm^elo ! -Plues sí, seño.r; conozco algunas de esas... coincide^cias d^e D. Abundio con suceso5 desgraciados ; nero no las achaco, naturalmerrte, ad influjo de su persona. Y a propr^sito, perm^ítame una pregunta^ : z Qué sensación experimenta él cuando sobre^viene una de esas... tragediasP Calcu•lo que no ignorará... -Es^tá al^ cabo áe la ca.lle, desde luego. Aparerrta 4ncliferencia a^bsoluta, ^pero en el fonrdo yo ^creo que se ríe muchísimo... - --- --- -^• ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Fuí a ver e1 ^trigo del maestro, y desde el primer momen to pronostiqué que--cTe no sobrevenir alguna circunstancia fortuita--daría usia gran cosec^ha. Estaba muy bien naaido, cons^ervando por igual todas las líneas-dispu^estas a 19 ceati^nretros-, la misma gran densidad de plantas. Por 1o v^isto es detalle iir^portar^te el de no esca.timar ^emilla; ha8 -18- bianse empleado i3o kilogramos ^por ;hec^tárea. También eI abona.do fundarnenfia^l hwbo de realizarse sin duelo, co^mo antes dijimos. -Esto esrandaliza a muchos-me decía el progresi^^o agricultor-, que por lo visto querrían que la tierra cliese un coseohón sin sacrificio por parte del aano, por arte cle birli^birloque. Además, si hemos de cargar la mano en el nitra^to, no conseguiremos nada si 1a fórmula de fertilización nr> es armónica, porque hay una ley del mínimo, en virtud de la cwa,l sK una. cuba tiene wnas duelas rnás altas que las atras, no se ^puede ec^har agua más ^qtae hasta el nivel de ^la más pequena. -Del mismo nwdo que si tiene usted una caclena con eslabones de diferen^tes gruesos, se romperá por el más delga,db, no valiendb de na,cl^ la forta,leza de los o^tros. -Tam,po^eo es^tá eso ar^a1 traído. -Y al ver el Qnagnííf^ico aspe^cto cled sembrado, t qué dicen sus convecinos ? -Que al freír será el reír. Que hast^i el fin nadie es dichoso. Que los gi^tanos no quieren buenos principios. Que de enero a enero el dinero es del banquero. Que aun no asamas y ya pringamos. Que hay más día^ que longaniza... No sé sá ^tendré ^pa^ciencia para escuc'har tan alentadores comentarios durante seis o siete meses. Decían: "no nacerá siqu^iera, porque el mu^cho abono abrasará el brote". Y na^ció con gran pujanza. Luego afirmaron, al ver echar nitrato en áiciembre :"engordar para inorir ; tatrto se va a ade^lantar la planta, que las helada5 darán fin de ella". Pero salió de invierno lozana, ref o^llante, con su inxenso color verde. Entonces 7^ensar'on: "^Rah! Total, muc^ho forraje, mucha paja y poco grano." La es^píga los dejó por errrbusteros: muehas espi^,ras, muchísimas y muy do^b9es. "Pues se atiz^anará, ^porque el e^cceso cle abono envenenará el jugo de la planta." Sin embargo, el tizón no - 19 - tuvo a bien aparecer. "E 5to es, cavilarot^., clue ^•a a h.^ber un pedrisco gordo." Y alg•tulos no 'les huHiera iml^ortad^ ^ sufrir algo en las fincas linderas, con tal de due la fuerza de 1a nube fuese sobre el I.-^}. No hulx^ ;;r^in1Z0 y sí chubascos clue tutltbaron en pequeli^a parte la miés... i^ttal rlue sucedió en muchas fincas. Pero, diréis, z es qu^e todo saliú a ped'ir de boca? Casi casi. I,os ^pájaros, alntndantísimos 'en la heredad --,tengamos en cuernta que D. Roberto es un entusiasta del arbalado- vaciaron mu^chas espigas, aur^que no tantas como creía el secrc^tario. Por otra parte, la sie^a coincidió con ^l día de más calor de todo el verano, que en aquella co^marca fué el i7 de jul^io, con lo cual dicho se es^tá que el I_-.^, ^-a bien maduro, se clesgranú muchísimo I^a siega del^ií^ anticipar.se más bien, pero es ^que Las ítlti-mF.s fases cle la ma ^ durez se suced^ieron tan ráspidamente, qtt^y el sáhacl'o aun daba txegua y al m^a,rtes^ hwl^o ^que segar .de prisa y corriendo en el ^centro del dya. Ena un verdadero dolor ver ^trabajar a la atadora envuelta en ^la l^luvia de oro de los ^ranos salta^rines, que ^arecía nube cle metralla lrt^zs bien. De todos modos, fué, como strele . decirse, mayor el escándalo clue el daño; y la cosecha., pudiertdo ser nlejor. se quedcí en e^:celen^t^e: S5 fanegas por hecrárea, cifra mttv apareyitc^ para regadío. ^ ^ Con .objeto de rettnir datos por -si a.l^•t:tn clía ^montrah,i a al^,Yún amigo periodis^ta dis^pu^esto a tratar clel caso, Ie e.scribí al clueño hace poco tiempo, y 11 contestación, que no se hizo esperar; deCía: . "iVluy señpr mío y estimacl^, ami^o, :l^^ie cofZt^pllzco .erE acusarle recibo de su ateilta ca.rta ^ in fccha, ; rec^ibicla. anteayer, en la cital solici^ta d^e aii^í al^unos parlnez^ores refercntes: aIl laboreo .y r^swl,tad^o •ecartómic^ cle aquellá tierra, quc • tt3ted vis.itó v^arias vece^s^, dedicáda al: eti4a}^o clel ^^^é^t«ckY: f^i.bertini sobre tri^;o ^hibrido L-:I, con el fi^n:'cle^^hilvan^r,ttn. artl^t^lei •de !drivttl#;aciún. Y^o no sé:.: si, la..t{redtt}i,dad ^ cle tnic - 20 - ^paisanos para cuanto se dice en letras d^e molde alcanzará también al caso presente, ptties, por lo que a mí toca, ya no quiero ni hablar con elios sobre el particular, en v^is^ta del hoco aprecio que ^hacen de ^mis naticias. ^` al respective de don Abundio, no dan stt brazo a torcer; y en vista de que les consta ^positivam^ente que pude cerrar el grano en la panera sin grandes contratiempos, a^hora dicen que está enve nenado y que el pan fabricado con su harina ^producirá terribles cólicos. Yo, por de pron^to, tuve el acierto de deshacerrne de é'. en pleno verano, al precio de tasa, renunciando a1 sobre^precio qu^e p^udiera corre^po^ndenme por la i^uema ca]i^ía.d de la 1^amna, y bien que me aiegro, pues ya sa.be usted el apuro que exis^te en toda Castilla por estar el comercio trigttero errteramente mortecino y srin sa^ber ^cám.o se v^a, a salir del trance. Y sin rwás preámbulos, doy a uated i^^crta cie las labores --que fueran pocas-y de la fecha de hrinci^piar cada unra de ellas : El 2g de agosto de 1933• Pase de grada de discos par^l alzar el rastrojo de la ^cosecha anterior, que por cierto fué ta,m^bién trigo (Arís núrnero i ). El 31 de octubre se d^a^ba wna labor cle vertedera ,iratoria, preparatoria de da siembra. El 7 cle noviembre se espar^cían dos ^abonos m^imerales previarcnente mezclados, cubriéndalos con un pa.se de grada. Ai1 día siguiente tttvo lugar la siembra con una "Enipire" de nuere botas regi^lada en el número 3; a continuación se comprimió Ll suela con un rulo acanadado. El 2o de febrero se pasó, por única vez, la grada de púas. Se regó el t 5 de mayo y el i ^ de julio se procedi^`, a haoer •la siega. Las aldiciones de nitrako ^turv!ieron lugar ^los cfiías a^ de diciembre, ^6 de enerc^, 6^de fehrero. ^6 de febrero, i5 de marzo y 4 de abril. Como da^to eurioso, ptvedo cfiecirle que tuve la curiosida^l - 21 - d^e rrred^ir en diez diferentes sitios-los rnejores y los heores- del ^trigal, un n^etro ctta;drado y se pr<xedhó a segar las cañas contenidas ^en él paxa contar la.^ espigas una a una, obteniendo las siguientes citras : f,o4, ^.f^, 67f, 63^, 647, 6><7, ^84, 6^.4, 545^ 333• P romed+_o, 6^3 espigas por ntetru cuadrado. 1 Una ^buena. cifra ! En cuanto a1 resultado económxco, mejor que ofrecerle toda la cuenta, pref iero hacer las indicacáones s^guientes, referen,tes a una hecrtárea : PeóelAs A) E.rceso ^d^e gastos deóiáo af mc^tado: 20o ki1ogramos de superfosfato, a 16,2I ]os Ioo kitogramos ................................................................ 25 ki'ogramos de sulfato amónico, a 29,y2 los Ioo ki:ogramos ............................................................ 7^ kilogramos de cloruro potásico, a 33,07 ............... 1 jornal más esparciendo estos abonos ..................... 45 kilogramos de semilla, a o,óo .............................. 20o kilogramos de nitrato, a 29,13 .............................. 4 horas de esparcir éste, en veces, a o,óz .................. I hora más de hacer carril, a I,38 ........................... 6 horas más de acarreo, a 3,43 •••••^•••••••....••••^^....,..... 4 horas más de trilla, a zo,89 ................................. 3z,42 7.43 2a,8o 5,00 27>00 58,26 2,50 I.38 20,58 £^3.56 262,93 13) Disminución de gastos debido al método: Ahorro de tres binas, a Ig pesetas .............................. Ahorro de escarda, cuatro jornales de mujer ............... 45,00 3 2,Oo 57.^ C) Auru.ento de inr^resos debido al raétocio: I•537 kilogramos de grano, a o,48 .............................. z.613 kilogramos de paja, a o,02 ... ........................... • 737.7`0 52,26 790,02 RE5UMEN i^t•^,•1^^. --- (C) (B) Más ingresos ..... ................................................. Menos gastos .................................... ( A) Más gastos ....................................................... g47,o2 26293 BENEI^ICIO I)EBII70 AL M^`TODO GIBERT1^11,,, 5{^4,oc^ * * * 7go,o2 5y,co -22- A^cabo clc re^resar de Villaquieta. Los la^braclores rehuyen la conversacióu del tr^igo del maestro. Estrechados a preguntas, ^declaran con insuperable reticencia que, aparentenie^^te, la cosa estuvo bien, pero yue el restultadu no serú ta.n favoral^lc conio clice Robertini, noiilbre que dan ahora al ckmLine. I.es he 1ns^tado a que, a su vez, practiquen el n^,:;todo, pero dicen que crnno está D. Abundio por inedia... 1' aunque esta vez no se hayan vis^to grandes hechos, será l^orque las ^Yafes nc, se gafan wnos a otrcrs. No qwieren adaptar cl sistetna, pues así les va rr^uy ricact^nte, l^ero lo cierto es que están entram^^ados hasta lus ojos y que, cou esta q^ii^e ^-a corriendo, son tres las ren^tas que me adeudan c?e aqttellas finquitas que hiperbólicanlente ]laniaba ."suertes" mi difttnto tío Antolín, de tan ,^rata nicntoria. GAZPACHO EN LA ERA -Riá "Va^lerosa"... ^ Valerooosa ! -^ Vaya con Dias el amigo Lorenzo! Ya pués descansar, galán, que hoy has apretao míi rebién. -^ Buen día de canícula ! -z Cámo querís que no haga calar, si es l^o propio? EI sol se ]lama I_orenzo, sí, sí..., ay, ay, ay, y la luna Catalina a... a... -z Hay buen ^humor, muchachos ? Harto vale. Buenas tardes a todos. Milagro que no está aquí tu padre, MarquitOS. _ -Allí le tié usted detrás d^el tresnal. -z A qtté llamas tú tresnal ? -A lo que tó el m;undo se lo dice : al montón de }avillas. -i Sieiriipre tié gana de ^^ahlar el señor Feliciano! -t Me das un traguejo, Mar^os ? i Abrasao vengo ! -Can el a,lma y la vida... ^ Ha hecho un día de prueba. -Pa estarse cucao, como menda... t Quc^ tal pinta esto? - 24 -- -^falamente... Como d^e costumhre... es decir... pe^^r que otras veces entavía... No sé qué va a ser de nosotros Ios^ labradores. -P^zes tú parece que tienes un buen pez de trrigo. -Pero con rtnuehas ras+pas... No es^tá bien granao; pesa poco. Ha sío un añ,o mú tremendb ^de sequía... Sequía en otoño, pá que la nacencia no fuera en debidas conrliciones : sequía en ivierno, pá que la tierr,a no se haiga recalao P^r forma; sequía en primavera, pá que el grano se cuaje deGpacioso y^e abrase 1a calor cuando está cuasi en leche... -Yo creo que os habéis preaipitao en segar. -Podría ^er, con l,a escama del pedrisco d'e rna,rras. Dos añás seguías mú remalas. Y en ésta, la mayor parte de la gente campesina ha ido viviendo i a cuenta de la cos^echa que estaba ^por coger... ! Se la han com^ío en verde, como suele decirse. Total: ilo ^de siempre! Que dos úni^cos que medran son los dos o tres ^tenderos y ^la media d^ocena de prestar:lis ^ ta s. -Alguna vez les fallarán ^los cáhctx^los. -^ Quiá! Fían y prestan sobre seguro, a tiro hecho. ?^; que tiene una vaca, o una casa, o unos r!incones Y c:on 'o voraces que son pal interés, tó do que estamos a^ora afanando, al rem:ate pá ellos. -i Qué tiranos son! -A un pa.riente de usted (que no quiero nombrar) le d^^ r. dos reales por cada cinco duros. -No es rrluoho. -Ni poco. i Veinticuatro reales de caídos al año! -Yo pensaba que el réd7^to del a por i oo era anual. -Sí, sí... Juani^to. -^Y podrá dormir tranquilo ese bribón? -Si fuá él solo... Otr^ endev^iduo me prestó simiente etr una or.asión, y de ca^da fanegá. ^m,e ha^cía dejar en e1 azto tres celemines pá 1as ^creces. 25 -tNo dicen que hay un Crádito Agrícola? -Eso dicen... -i Oiga, tío Marcos ! z Arreco jemos la parva o lo de ja mos pá luego ? -Mejor es que snts pongáis a lirnpiar tm ratejo mierttras preparan el gazpacho; hay que aprovechar el remusgttillo qwe se ha levantao a la postura del sal... 'fomaremos el tieinpo según viene. -Así creo que avetytaba sus mieses el padre de MarYCas- Aprovechando el rencus^uillo que se ha levantado, para volver la parz^a. taña, que fué dabrador. Pocos sois los que vais duecTatuío sin emplear la aven^tadora... -Bien que me pesa, iporque no esconozco su, ventaia.^. A^^-trran que aun no está bien estudi:á esta tUC'C1t11C :; 2>er^^ lo cierto es que su mérito entra por los ojos y premite ^hac°r una bntrleta al tiem.po, haciéndo^nos indepet^ientes de la mósfera. Crea usted, señor Fetiiciano, que estamos entre dos fuegos : e1 suelo, probe, y el clima, duro. Tó lo cíue sea luchar con ventaja cantra ellos es más que bueno ; es superiorón. -Y siendo así, z cómo no te animas a mercar u^:a ^uáquina? -26- -^ Scr"ior Feliciano! t No era con usted, con quien hal^lal^latia yo antes de apuros? zPuedo permitirme ese desahogo' -El que no se arriesga... Las casas vendedoras dan facilidadc^ para comprar, y no puede decirse q^a^ sean caras }^a que en segt^ida se sanean. He leído que por fanega dc^ grano et coste es dos veces y mecUia más barato rluc a mano por el sistema antigiiísimo de los bieldos. 1^'o pierdas de vista el tiecnpo que se gana, que también tiene precio... ^ y btte,^ no! Las mulas descansan, se antic.ipa la simienza, se alza ^l rastrojo en seguida. -Eso es pintar como querer. -A propósito dé la siembra. La limpiezá a man^^ permite escager 1os granos de más peso-^los m.ejores--, los ^^ue caen más a plomo, para emplearlos con ventaja ccm^o semillas, lx^r ayuello de que: "En Torrijos, eolno son los^ p^tdres. ' son 1os hijos". Supongo que tú... -No poden^os per^.er tiemxpo eu esas men,tidenciás. --^Gost que perder ^el tiexrrpo, ^ eh ?^ Y si te di j era que al^unos labradores guardati l^as mejares espigas para después cortarlas en tres pedazos y re^ervar los granos del centro para setn.illa ? -Usté padrá decírmelo, pero en mí está el no creerlo... Esta época es mú ocupá pá nosotros. No podemos parari^os en esas quisicosas. Habrán de inventar algún medio de aca^bar antes la trillazón. -i Ah ! Pues aun hay sistemas más lentos que tus trillas de padernal. Hay trilla con látigo (dos palos ata^los a una correa), y con caballerías, dándolas picadero en la parva, dispuestas {las espigas hacia dentro. -Pues le saldrá aa ^barba a1 que 1os emplee... -La barba... y el bigote. Un métoda mejor es em^plea:trillos de sierras o de diseos para abreviar y trillos de pec'ernal para suavizar la p^aja, haciérvdola apetecible ^para el ganado. No hay que alvidar que la paja, que en el Extranjero es casi despreciada, aquí es bastante apreciada. -27- -También están las trilladoras... i p<< lcs ríccs ! -Y pá los po^bres si se asoaian. -^i- en qué orclen se ^trilla? -En el que dispong•a la Junta. -i ^T^enudo inf ierno ! i Ha veni,do mú fantástico esta tar•de el señor Feliciano! El calor le ablanda 1a sesera. -Te a;dvierto que se construyen ^oy trilladoras mucho más pequeñas y más baratas, muy propias pa^-a trés o cttatro medianos ^labrador^es. Así que, can al tiem^po, ya veremos lo ^clue ocurre. Estas máquin.a.s no cons^iguen rebajar mucho el coste, pero hacen rápidamente la reco^lección. -Mi chico, cuando estuvo en el s^ervicio, vió en .^ndaíu^cía maquinarias ^de esas que son una especie de Jtt^cn Palonru. -L^^s cosechadoras. Son unos artefaztos grandones c{ue ^^ílc^ ^•a^len para flincas m,uy^extensísimas bajo una linde, c^^n íos inconvenient^es del mucho grano que se desprende, por exigir mieses muy granadas, y de que dejan la paja desparramacla sobre el terreno. En cambio, el coste por fanel;a al parecer es pequeño. -^^^aya ^con el señor Feliciano! i No le creía tan sabedor de estos negocios ! -Hombre... Uno ha vivido mucho... b'a leído papeles... ha escuchado sin echar en saco roto... A;hora m^e vov con la m^íistica a otra parte. -Primero probará usted el gazpacho, aunque no se^ n^ás que por el buen rato que me ha ^hech^o pasar con stt charla, desagenao por unos ^minutos de mis negros . nensamientos, de mis amarguras, de mis tristes cavi^laciones. El negocio va de mal en peor. La agricultura es^tá ma.l, muy ntial; tó lo ^que se diga es poco. Tós los atios, y éste c^^tl más fuerza, form^o la i^dea de retra,errrLe de la labor, de venderlo tó, de no sembrar ya ,rrLás, de cruzarme de br,azos y... c{ue; sea lo que Dios quiera. . -Alto el ^carro. No hay que af^1'igirse tanto. Un poqui- _._. 2g ^ to de paciencia, que poco a poco todo se irá arreglan^ ie. La Agricultura está a la orden del día, y los labradores, Cll: moda. El Gobierno va a acometer la Reforma Agraria. -Algo ^e ^leído en el pap^l; pero fijamente no sé de qu^ se trata. -De dar un paso de gigante en 'la nlarcha d^el negocio agrícola y de extemíer una esquela de defunción en donde, después de1 nombre de la difunta "Doiia Gran Propiedad del. Latifundio Inculto" y de s^t^s títulos y honores, se lea e1 "R. 1. P.", que quiere der^ir Roturación ^^ Pdreelaciún. -Menes^ter es que no se abuse mucho del rétulo, pá qu^ la carne no desaparezca definitivamente ^lel puchero español, y que se cohiba un poco el aumento en el cultivo ciel trigo---en e1 que primero se piensa-, pues una vez que se coja todo lo que consumemos, el sobrante sería pá la lumbre y pá arruinarnos con la crnnpetencia. -Yuede ponerse una tasa ,tr^ínima. -Ese es nu^estro inri. Que se ^dliga a los harineros :"no se puede comprar por bajo de ese precio para que no pierda el labrador", y que, en ^efeeto, tengamos que vender por menos. -Aquí está ol gazpacho. -Una engañif a; ni alimenta, ni ná. -Pero ref res^ca y consuela. ---Yo quisiá que los ^nenistros, antes cíc: dar leves agríco las, pasaran siquiera un par de horas con, nosotros, comer de nuestro gazpa.cho o merendar queso y pan moreno y cara al sol y pecho al aire ponerse a escreb7r los ar,tíaulos... cor^ lápiz, por si hay cuales^q,uier ^casa que ennLendar. Has^t^, aura se disponía pál campo desde 1as oficinas de Madrí, qaie ca.en mú lejos del hocino... (La noche, g,ran iconoclastct, lza enabacl^tirtizado el cuadro típico de tas eras. Et polv^illo asfixiante, el támo, se hcr sedimentarlo. Los venchjos se sosieya^z en s^^,s ^iitlns. Todo al orrrbien.te se e^acal^na, se purifica. ^^To e.r hora de vivir, sia2n de `. ^a ^ . ^ ^.:J -- ^. ^ \ soñar. N1a,rcos, el 'l^onrado, se qt^eda trasp^tiesto junYé^^rr^ ^, . f^"u cabaña. Sueñá co^a urtns trigales tan 'altns, que la yni?.c` ^é sctlva ctrartdo cabal,qa en s,t rnrtila tordilla. I_r^cgo ve ld fábr.^ca de hcir^inas, más pequeñu hoy q^ae nunca, y al en^ortt,r^tr a Felicicino deyttyo de un cuni^;lido rrtaytahl, plzrma erc la orFja, le dice: "Ahora sí que hc^ llegado mi agosto. Tantos c:z• rros de trigo ert ringlera trc^igo a moler, q^^e he perdido ..'a, cuenta de los qrce vie^nen..." Los grillos taladran lct oscuridad. Cati^a tciladr v es ur^a estrella^ Un znochuelo, celoso cumplidor de s^ns deberes ;lc^ agorero, decidido a despertar al labrador, se li^nitci por el pronto á lanzar su am.enaza ^ionoco,rde y cansina.. "i Qrce ^^o^^...! iOrce vo1^...! iQue voy...!"j LO QLIE DEMUESTRA UN CAMPO DE DEMOSTRACION Este campo de d^emostración. .. ^ demu.estra tantas co sas! ' A mí paso por Vetrta de Baños he teniclo ta s<<ti^ :faccic^n de ^echar un párrafo con el calono, hombre de inteligencia despejada y tra^ba.jador infatigable. Con varios miles ^.íe obreros como Mariano Lájo, la Refvrma Agraria serl indu^ dablemente ^acedera. Pbrque el Estado pued'e fácibnesite tamar las tierras d^e clor^cle las haya y entregárselas a cfuien tenga por conveni;ente. Puede-esto ya no es tan sencil^lo-hacer una, abundan^te siembra a. volen d^e nli.llone^ de p^esetas, imparte de los im,provisa^íos ^capitalés de exl^lata^ción en ni^ mero crecido. Pero fodas las leyes y todos los decretos, serán incapa^ces de despertar la vacación cle einpresario a cltiien no la sienta,^ni de ^uplir las esperialísimas conctieiones pc:^•^ sonales que posib^liten (ly,a s^e me es.capó!) esa vocaci^m. ESta es 1a, verdade^ra raíz de1 problema. En cambio, la Man^cacnunidad del Duero-beneficio^^. organismo profunKíamente en^aja-do ya en la vida agrícol<i de^la Cuenca-, bajo cuya^ tutela está cobijado este camp« de d^nos^tratlión, uno d^e^ las varios establecidos, no se pro- - 32 - puso más que divulgar, por medio de él, los nuevos s^istemas de ctiltivo; pero sin proponérs^alo, ha d^errLOS^trad'o hasta dónde pu^ede Ilegar e4 esfuerzo rpersonal constante del que trabaja para sí, unido a^la tierra en cuerpo y alma. Feliz atis^bo de Reforma en plena rrLeseta. Colonización autér^tica y rnagníficamente lograda. Reconquista de Casdi11a por el esfu^erzo de sus hijos... *** -Y aunque así f.u,era. Yo pierdo con usted una hora de rmejor gana que lo digo. Pá rr^í tiene 4nterés sa-lir en los papeles, porque z quién le diQe a usted que no puede llegar c^l periódico a manos d^el propio ministro de Agrictiltura y caerle yo en gracia y ariand'arm^e una ^ct^(iaja de donatitio? -Sí; pudiera sttceder... P^ues, como em,p^ezaba a decirle, quisiera que me con^testase usted a unas cuantas preguntas, para urdir un artículo, y emtre ell^as, qué alternativa d^e culti^^os s^e sigue aqttí. -1 Ya ltegarernos, ^hotn^bre! Hay que dar tiempo al tie^n^t^o. Prirneranlente Se voy a explñcar a usted el origen, que es en ^dond^e est^á ,el lintríngulis de tó y para rlue abran ios oio5 más de cuatro. -Bien ^está. Empecemos por ^el origen. -Este campo de demostraaión, que tanto le satisface, era ha,ce cua^tro años poco 7n^enos qu^e nada. Fran los eriales del tío P^ipi. A.lgún cad^ejo scmbrao de trigo. Lq que se dice nada. . -No estaría entonces construída 1a acequia. --1Qué hacer! Pero las gx^ytes se hacían las ^straídas, ccm^o sue^le d^ecirse. Años ahrás^ ^pude yo haber comprao la mitá de •la finca en 6o diuros. Cagi rega^lá. -Z Y por qu^é dejó escapar Ir^. ocasión't -Por e1 detalle de no bener en aquel mameivlo ni 6o duros ni 6o ida^les, ni quien rne los prestaría. Trascurrid algítn g3 ticurlx>. Cada vez me ansiaba m^is de ^-er cóma las aguas pasaban de largo sin aprove^hación ninguna. D!i en cavi^lar sobrc ^el negocio. Ped.í precio. Este picón, clue ^ad haree^er es una hectaria, ^ne le dejaban ya en é^oo pesetas. Seguí haciendo mis núin^eros. Había que tom^ar una resolur,ión pa dar de conier a mis gen,t+es: nueve ^hijos qu^e eran nueve clavos... En-contré los dineros. De ^fiador^es puse a rrYis dos^ brazos y a mi hoir^bría de bien, y torrLé a réditas las 900, por dos años v con el z5 por ioo de irbterés. . -z Qui^ere usted dar conmigo tu^ "viva al Cré^lito Agricola" ? ^ -No me gustan 1os gritos suzversivos... f^íabía qu^e hacerse coñ l^a otra rrLi^tá, pero ya ^los propietar^i,os cstaban más espabilaos y, sólo después de nnichos regateos. nos convinimos en 3.00o pesetas, a d^ev^ol^^er en tres años. Y eso que no había escritura fclfe prapiedad, ^pero en la fía de que naid^ nie es^torbaría el disfrttte. ^Con que nas dian^as la mano y trato hecbo. . -^, Solicitó ttstecl errtonces el au^ilio de ^la Mancomuni^ dad ? -^ Si falta lo mejor! En aquellos días daba D. Jos ^ ^arcía A^tan,ee un cursillo de nivelación, y yo le se^tía muv gustos^o, la verdad ,sea dticha. Plor a^lgturna palal^ra que cogí al vuelo, con^^prendí que ^buscaba terrenos pa uai ^campo d^elm^ostratorio; pero nada nos ^l^ecía, y yo, comn^o pt7ede tisfed ntaliciar.çe, no saltaba prenda. UrLa noche, a] regres^tr de mis trajínes, an^e dijeron que el Tngeniero había estao a huscanme, y^el ^carazórn me ídió un vuelco. nue no me m^oviera d^e allí, que a 1as orhó Wen^dría atra vez. En esto em^^ezcí a llover con tal^es a^paratos, qti^e ^cayó ^lo que s^e di^^e el uñiversal. Yo ^descanfia^ba de Ila visi^ta, por motiva de la ^^och^e d'e perros ^que se puso. A pesár d^e lo ^cual, llegó a poquita I7. José chan^al^eando, y a los; ^cinco nlinutos estában^os entenclíos. Hasta aquí iba bien 41a casa^; pero una mañana, cuando va tenía en al ^bolso eI talón d^e los artefactos de la nivelación, recia -34-- bo una esquela de los ^propie^tarios forasteros ciiciendo quo de ^lo dicho no ^ha^bía nada. -I12oxrtaría usted en cólera. -No sé Io que pasó por n^í. A1 cruzar las vías, vi el vagón de las macluinarias y se redobló mi eoraje. Llegué al^ pueblo de... 1VIe a4cuerdo qtae estaban^ de eras. Pregttntando, pregtzntandó, topé con una cabaña en donde tc^maban un^ bocao los vendecfiores arrepentíos, y por to salud^3les espeté: "t Son ustedes horirbres ?" "Por tales nos tenemos", 212^ COntestaron. "Pbs menos deaiir y más hacer, que el 7novim^enta ^ denyuestra andaixclo. La pa^labra de un honrbr ^ vale n2ás que toas tas escrituras qu^e ptuedan fabricar tos los escribanas ^del ^rnu^ndo. Y si a ila postre ^m^e ^ieian feo co*i la C<mfecleraci^ín, yo no sralgo clle a^quí sin dejar tendío 12or lo nreno., a uno." Le advierto ^a. us^ted-ypa que s^e ^cha^nce^;, si gus^ta---que esta^ba y^o sin :una n2a^la navajilla en la chanueta ^clesafiando a cuatro hombres como cualtro castíllos. EIIo,, tan siqu^i^ ra tenían a mano los a^peros; yo sólo il^evaba n2i cara, que Ps bastante dura. "Hombre, no hay ^c^tte tomar la^^ casas por la tre^n2enda... ; véngase a razones, buen am,igo..." Tc^tal :*ira de aqt^í, floja de allá, saalinvos tan ^arreglaos co^n.^^ l^tt,^ usté fli^gurarse. I.os hornbres se pusieron muy bi.en; yo de n^i parte ofrecí darles, en v^ez de las tres, ^.ooo pesetas. en tres años, sin rn^áa interés ni nada más, con la con^dicián de firm^^r sin leer la obligación c;ue me presentasen :;1?oc;í_::1 a111arra:^me cuanto quisieran! Qu^ hasta que nr, pagase el íiltin2o céntimo no correría d'e n2i cu^enta ]a fínca; que 4i no cuirrplí^i. me echasen a^residio; que se qttetilas^en, en tal suposición, con ^tó lo que encontrasen en ^cas^a,.hi.jos inclusice; y así poc• el orden. Tota1: qtte yo resl^iré cuando nps di^nos la n^ano de amigos. -^, van cíos apretones. -Sí, seliar; pero ya no hízo falta ninguno n^rís. ^e por^taron cUi,vinamente. -Tatal : que le han sali^lo a usted las clos hect^ re^cs q^or 3á 5.?^o Pesetas, siendo así clue pudierot} cotrtpa•arse antes por ^oo. -Cami^ean los tieii^^os ,mucho. 1' ahí tiene usted: yo tralk-tjando como till burro, s,in sose^ar tu^ mi^mento, hala que ha]a, y eso que n^is hijos no ,son t1n esclavos cle la f<1eIla c ^,mo yo duerría, hemos trasformt^o la posesión en au- }^:,t;i finc;i es un oasis de felicidad, un remanso de pa,iunes, un alto ejempla para tocios... soltttu. Yríniero eran, con}o ]e clije, 1^_^s eriales Kle^] tío Pipi,. 1tte^o los trivclttnos, m.c ^puso la Nlancomutii^dad la f.inca en rieg-o, hacicndo totlas 1as obrris necesarias, lo q>ie ]latnan ellos mej^aras pcrmanentes. -I^}o se ^ylvide ^del cerraniíento, ^^tte es intiy bonit^?. -Y tc^ lo ^jue ^e ido ^sacande ^cíe ^^rtuluct^-^^, clesptté, ,_le con^ernos el coscorro, 1o im^pleé en sanear las cl^uclas ^^ri- merairren:te, y después, a enterrarlo en "la f inca. He hech=^ una cuadra pa ^tres calballerías, su pajera, tu1 pazo, una pila, un corral sin acabar y^pi^errso 1^a^cer una casucha. Cacía añu hli;lvana yo mi proyez^to y mi pre5upues^ta y... casí siemt^re me equivoco. Se va a tronohar de risa cu.ando sepa que el aiio en que 1e tocó el twrno al corrnl, no pude concluirle porque mc se acabó el monís cuando ya tenia tres has-tiales, y huba que dejarle así de momento. -No m^e río, Mari^ano. Todo lo que me cuenta son eosas nnty serias y para meditarlas despacio. -A ustad se ^e hacía ^nrucho coste S.ooc^ pesetas por dos hectarias. f3ueno, ptues ,hoy, tal convo es^tá el campo, no la ^cedo por 8.00o duros. -No los va^le, a primera vista. -Pa mí, d^e tas nnodos, i Si en estos tres años ne trabajao yo m^ás que en taa mi vida! Por haber sa^lío to de mi esfuerzo, s^iento yo cuando miro eI campo da misma ilusión que sentírán la^ ^pintares de cuadros, porque eso he hech=^ ya: coger• wna t^ela blan^ca, u séase el ^erial, y pintar el cuadro de umas cwl^tivos esrnera,os, que na es que yo lo diga, porque a la vis^ta es^tá. -z Y quién le dió ^os pinceles y Ias pinturas' -Pbr sa^bído s^e calla : la Matlcorrlunidad, que si no fuera por ella... --Le'v'eo a usted satisfeaho. Sii los lances 5e jugaran dos veces... ^ -^ A^h ! No 1"o dude. Ya regetía tos los pasas. El ag^ua d,el riego es agwa m^lagrosa. Ya no se ven eríales aquí al contorno, i Menudá prisa se id7eron ,las m"uy envicliosos a trasfarmarlo ^tó en regadho ! Tardíos, pero seguros. 1'o si,em^pre fuí un ^conven^cido... No s^é s2 contarrle el ca^so que me sucwciió... ; pero n^o, no qtriero apartarle de su ojecto. --Guente, cuen^te. -Allá va. La rprimera vez qtte vírííeron los tren^es clc i^iv^elación, yo solicí^té que me apañaran una tif:rra de la --37- ctual era rentero y tn;^e quedó superiorrnente. Pues, z quí^-e usted creer que el <íueñ+o, en lugar d^e e:stiniarlo, se puso hecho tu1 basi^lisco y n-re preguntó de mal talante que cómo mc 1»,bía yo atrevido a dispotierlo, siendo un s^i^mple arrendatario? I^e contes^té ^que par eso precis+amente; por ser un arrenkia^tario, aungt^e no tan ^imple como él c•reí^a, quería sacar algo de pravecho de la tierra, pero clu+e, por si él no era gtrstoso de +la nivela^ión', ya ^tenía yo .hablao a los jefes y pasan^lb 1as rcnáqtvinas a!1 revés, valverían sin inconveniente 1 d^jar la planie+ie en forma de lad'era... i y tos copten-to^ ! -PuenR jugada. =--Mordió el anzuelo, pero al term.inar el contrato no reclam^^ nada ^- si^tió cul^^ti^•anrlo en regaclío..: ^ Menudo ras pa ^está he^ho ! -^Vfe alegro ^d.+e clue me haya ustecl contado esa anécdata. Sal^drá 2^am^bién en ol artí^culo, porqtte es ^nruy expresiva, Diré ^ulgo tam^bién del magnifiao as^pecto de ]os distintos cultivas. Hablaremos 'de las esplén^d!id'a:ç pers^pecty,i-a_s que se ofrecen para antzc^hos ]ugares cas^tellanos emplazaclos en las nuevas zona^s regables. En resumen, procuraré transmitir ^l mis +le^ctores e^s^ta itr^r^esión que yo saco Kl+e ser esta fincluit^. iin oasis ^le fe+licidad', un r^em^anso de Pasiones, un alto ejemplo l^ara todos... -D^iga u:sted, sobre todo, que eytoy m+u agradecío a la Confed^eración o como qt^ieran llarr^^nla. Ellos me pus^eron el campo en ^condiciones, ^como le referí antes. M^e regala ron las semillas v abonos de los clos l^rimeras aros. En lo^ restattites, me ac^elantan unas y atros, a+descontar luego cle^l v^,lor de +l^as cosechas. M^é pr^stan 1as ^rnáquinas que nesecito, a pesa^r de lo cuad ya tengo algunas lnías pro^pias, a má^ c2e las que traie. A^cambio de ^to^do es^to, tengo clue sotneter= mc a cultivar lo que me di^gan y en la forma ciue clisporZ^n. Algttnas veces discutimos (en ^bu^enas farmas, se entiend'e), Pero acabamos poniéndonos de acuerdo y nunca e^iste nin ^ -38- guna trabacuenta. Ellas no quieren que cultive tanta r^em^ola cha, pero comprenden que ahora está ahí mi defensa, y ceden. Otras veces soy yo el que se aguanta. De los productos dispane un servid'or. --Tendrá que v^endérselos a la. Mancomunidad. -Si los nesecvtan y nos^ entendemas, sí. Pero en otro cas^o, a quien arxe ,parece se ios enajena. Y a propósito de cuentas : allí rtne las echan a^l céntimo. Así que si quiere usted pedirlas en las ofidi,n,as, podrá saber cuánta me correspond^ de beneficio irndustrial cnpd^^te c^e los joy^tiales, ^que los ctventan como gasto, según es de c^ljón. Mejor que hablar nosotros será oír lo qu^e can^ten ^los níimeros... *** Los agricu^ltores de la cuen^ca ya van aprendiendo el camino que conduce a su despacho. Su despacho, coma si fuera una ^celda, éiene traza esquemá^tica. Ia tm aposento con trida, con alm,a, que 17'abla un ileng,uaje no por todos entendi,tío. En un clasificad^or se leen distintos ápar^ados : "Cam'po de Venta de Batios", "Catnpo de rizadinos", "Caarlpo de Aranda", "Campo de Vadocondes", "C^ampo de Villaluenga", "Campo de Saldaña'', "Campo de Larco de Avila"... Sobre ^el tahlero hay unas cuartillas, conteniendo cad;l una un puñadito de los trigos antes casi desconóci^dos, y q1.ie hoy ya se cultivan por los agricultores, aunque no lleátien en a5pecto, y sobre ^todo en peso, a los que él culti^^a en sus campos y en la Escuela de P^alen^cia. Porque cada ^uartilla tiene un nun^erti:to en la ^esquina: es el Z^eso de los ioo granos. Cien gran^os de trigo suelen pesar tres gramns, y hay niue5tra que dice : 4,07^. Autnentar ese grauno parece un problema minítsculo v, sin embar^o, es un gran problema. Así hace él "Patria". ^ Quién fuera él ! Z'oz de trueno, corazón de niiio, dates d^ mando. Su espíritu no vive enfer^raizo en las biblíotecas -39- sornbrías nutriéndose d^e lucubraciones, sino que le tonif ica saludablemente el air^e de las realidades. Gran dinamismo. Acom^etedor: Resoluciones sobre la marcha. Tiene el ' don :de 'la organización : es un Ingeniero. No se le norl->'bra. Los que le habéis reconocido, permiti^dn^e la vanidad de creer qu^e está bi.en heclza la semhlanza. Los que no le conocen todavía, ya le conoceráñ... -t Me das esos d'atos ? -Toma no^ta. Afi0 AGRICOLA 1931'193z Superficies Parcelas Arene I 2 36,0o 57,8o 3 q 5 6 7 2l,zo 15,6o zz,oo 25,4o 27,fio C U L T I v' O S Remolacha azucarera... Trigo Manitoba y Veza .......................... Patatas ........... ......... Maíz Marano ............ Remolacha forrajera... Alubias ..................... Alfalfa (segundo año). 205 60 G astos P ro d uclos ^nefieio Po r hect. 45z 85 865 I.145 S15,5o 483,70 194,95 203,60 26g,45 Iql,oo óog 8oa ^7 4o0 390 ó0o 16z L49z 77 893 475 I.554 2.zgl,o5 3.871 768 A^10 AGRICOLA 1932"1933 Parcelas Superfictes - CULTl VOS Gastos Productos Beneficio 373.So z 240 ,00 417 ^uuiauon Areaa I 2 3 4 5 ía) 5(h) 5^c) 6 36,00 ^ Cebada y vcza ........... Remolacha azuca,rera... .57,8o 36,8o Idem ........................ 2z,oo Trigo Manitoba ......... Patatas ..................... 8,46 8,47 Maíz Marano ............ EL'lubias ..................... 8,47 27,60 .Alfalfa ..................... 223.30 617,46 ^ 258,z5 Iog,8g 43,2z Iot,So 90,0o 170,00 I.Ó13,6z 205,6o 173,00 I25,oo 140,00 143,75 650,00' 3.845,z5 por hect. 287 9ó7 455 635 I.739 Au^ u dnuo^a ^ NoTns.-Los gastos de la remolacha son hasta el día q de noviembre, en que nun está sin recoger. Se ca'nsigna el valor de la produccií,n proLwb'e. F.n ninguna de las cifras de'gastos aparece computada la renta. *^k* . Los campos cle den^ostración de l^ts provincias de Palencia, León, Yurgos y A^^ila ates^ti^ian el trascenciental efecto que e1 riego ha ^ie prcaclucír en e] eentro de España, pes^e a los desdenes de alg7.uias inteligencias prec.laras que gi.aardan todas stts preferencias ^para la perif.ertia. Lo inucho que puede esperarse de los regaáíos castellanos, es lo qz2e con estos camPos de demos^tración 1a N[arueomunida<l Hidrográfica del T)uero se proponía demostrar. CHARLA DE CAS1N0 ^SUBRE EL ENCASILLADO DE LA RE^IOLACHA ^ .(A^uel dza F.2rgenio to^^zó. i ál f itt!, la t•e.roltrción de cortárse el pelo, por cu.ya, t.rascerule^^tal detersni^iaeión estaba recibiertdo mtílt+iples felicitaciortcs. I_o.r corrtpañeros de trinca ^yxe tzavícsaz eatcrzrgado 2ti^na discrcta vi^ilattciá^ para acornpañarle al luqar del suc.^^so ^^ fr^trstrar cttalau.ier ferltcrt^iva d^^ izplazamiea-tto. . Como prep^r,ración esperial, dit7io.c jtartt^^s ur^ta vttelta pnr lci a^cera de Recoletos ^^, erl rettri?so, cítrdó ^: Jt.trc la ,tielrtqtr.eríc de José I aalo ^^ la del Círculo del Rccrco, decidi^ttdnse pat• esta t^ltima, qrre, co^no t^dn el ^n^tttrdo srtbc. estrí, n^n. el prirtier j^^iso, a la derccha. Yá sr^bíatnos la esccrlera s^rrnt^tosa. ^tta.^^^do en el hrimer descansillo rrte j:re^rrtttó • 1 -Oye. .., r qué ponen en el Coca ? -Nada: no hav ftiilción. -Es qtte... r -i No se admi^ten vacilaciont s!; Has en^^peiiada tu _na labra ! ---Sí, pero la papeletrt se las trae... (Reartudada lrz ascensió^2, nos paa^arnrr "las dos c^r^zcicxs", --- 42 - ^or otro ^totttbre Gotttia;n ^^ ltrcilio .glottso, qlre Ie pregtuttarott:) . -zDe dónde venias ayer? -De ^Tiana. -^ Anda ! Y decía éste que del Pelo. .. poneso. -Como de costumbre, llegarías tarde a la estacíón... -Sí, agarró el tren pnr los relos, seguramente. -^ti'aya perra que habéis cagido! Si al menos, después de pelarme, las chic^as dejaran de 1lamarme "Leoncio"... -Si eso na ^es ^^or 1a melena, sino porque prodigas el bostezo. -^ Mira qué ocurrentes! (^'a cr^ttwhba^nos e1, ve.ctíhtt,lo, cttattcfo dc/ t•ittcótt de la i^ ^^ q^ai-erda me llar^aaro7r.) -zQuieres tomar Parte en una discusión? -t Cómo no? ^ Si es mi deporte favorito! -No rre,as que se trata de un asttnto baladí. Hal^lábamos del en^asillado de la remolacha, que, ^omo ves, e, ttn tema de altura. -De anchura, más bien... Z'uelvo en segttida, y de paso diré al ahico que, cuando ^te Ilegue el tu^rno, t^e busque en el salón de lectwra. -Tiene usted tm amigo verdaderasnente servicial. -Así son todos de entrometidos. I\TO le dejan a ttno vivir su vi^da. -Ni que fueses la Joan Crawford. -En fin, voy a dar un vistazo a los peritadicos, porque yo, de re^noSaeha, no entiendo ni puatt^. -Vamos a ver, señores ; z qué se debate ? -Pues mire usted, en síntesis : aquí, el amigo Rebolio sostiene que la separación de los golpes después del encasi ^llado tiene que ser, forzosamente, media vara, y le contestan D. F,;nrique y Angelito que la dístancia debe ser un píe, y yo les digo que eso dependerá ^cíe ]a separación de las -43- líneas y de la clase cle tierra, y Nl,artínez dice que no, que la regla es f i ja, que él lo ha experimentaclo así. -Perdóname que te diga que yo no me fío de esas e^periencias, las cua'les no están al alcance del agricultcr, pues los reswltados, poco divergentes, no pueden d'imanar de una estimación "a ojo", ya que las raíces de unas y otras parcelas han de ir a^la fábrica en carros completos, de lo^ cua^les se entrega vale al cultiv;ad^or, despttés de efectuar emPíricamerbte un descuento, que varía eritre anbplios límites. • -Sí; pero donde esté el ojo clínico, ^ue se quiten la^ básculas... -i Bonito argumento! -Tenga ttste^d en cu^ent.1 que la cosecha está oculta y sálo se la contempla por el amo parcial y fugazmente, reconocierydo por base de estimación, a menudo, el aspecto de la parte exterior, lo cuál ya es una estimacic^n de segundo grado, harto más imperfecta de la que pod'ría hacers^e de wt trigal, que se viene viendo día pcr día, lo que permite como si dijésemos coleccionar i^a ^racsrte das impresiones, hasta quedarnos con una qu^e prevalezca sobre las demás. --El criterio general del agricultor, `a qu'é propende? -zHas diclio pyopendep -Sí; pero si te molesta, lo retiro. -Dispensa, hombre... No sabía que fueses académico. --Pues el agricultor propende--como dice muy bien este señor-a espaciar deQrtasiado ^los golpes, porque sahe quc de ese modo las remolachas serán más gruesas ; pero, evi dentemente, al pro^ceder así s^e ^leja swbyugar por un es^pej•ismo, pues eso no ^quiere decir qtte la •prodttcción unitaria sea mayor. -Yo creo, modestamente, que los remolacheros no pueden prescindir del halago que supone escuchar los elo^i^t. sos, cuanto vtilgares, comentarios qtte sus carros, camino dc -44- la Azucarera, van arrancando de los transeíultes cuan^o^ portean raíces herrnosas. -C:onocida la tendencia del cultit•ador..., tqué dicen a ese respecto las áutoridades en la m^ateria ? -Pues verán tts^ttedes... Qu^in!tanilla-^ h^e d'icho rilguien?-, en unas instru^ccion^es p^.ra el cultivo de e ^ta plar^ta, fija una distancia, entre líneas, de 35 centímetros, y entre golpes, ^dentro de Ia linea, de 28-30, lo cual supone una densidád de ioo.ooo n^atas por hectárea. I^escri^be muy bien la operación de cortar ^la línea con^tinua de siembra a golpes de azadón, que desalojan de matas ^5 centímetros, dejando entre golpe y golpe otros pocos centímetros ^octtpados por plantitas, que, al ser entresacadas ínmediaíamente después, son arrancadas a mano, exeepto la más robu^sta, con lo cual la siembra en líneas queda transformada en siemibra a^c^lpes. También recuerdo en este momento haber leído un inforrne sobre la disrriinwción de riqueza de la remolacha en T922, suscrito nada menos que por D^íaz Alonso, 12endívil. Quirntanilla, Fígares y Lozano, en el cual se sentahan estas tres conclusiones: i." El tamaño y peso de las raíces aumenta con la distancia a^que se hacen las siembras. 2.` La producción par ^'ectárea tam.bién aumenta, dentro de ciertos límites, a medida que disminuye e1 número de plantas. 3.' A mayor tan^año de las raíces, menor riqueza en azucar, por lo general. -t A qué será eso ^debído? -1':ues a la constitución anatómica de la raíz, en la cual alternan el tejido fibroso-vascular, duro y r^esistente, ^en el que se acurnula el aztícar, y un tejido calular flojo y acuose. claro y transparente. Cuando aumenta la separación, at^menta el peso de la raiz, e ^ cierto; pero lo que principal^mente aumenta son esas capas claras, concéntricas, que alt^ernan con las oscuras, o de ^los vasos, en un corte perpendicular -4^- al eje. E^ decir, que no conseguiinos ^,rran cosa con el nta^•or ^ ieso. -La qpitli<^u verda^derantei^te in^teresante serí,a la cíe aquellos dos apcístoles de ^la remolacha clue regentaron la Granja de "Laragoza. -^Ah, sí! Se refiere usted a rlyuso y Otero, los dos sinipáticos re^z^olucionarios de 1a agricultura aragonesa. -Del priimero decía el famoso D. Diego l^^equeño que era el Doctor Garrido de la agricultura. --Don Diego era u^n ingeniero muy ingenioso. -Yues, casua'hTVente, en este ^libro clue 11e^•o en el gabán vienen los resudta^dos de sus experiencias. -Por cierto clu,e le ha hecho a ttsted' l^Iiranda un abrigo que quita la ^cabeza. -í T3ah ! Con qtte quite el f río me ^doy por satisfecho.. . Por aquí ^leben landar ,esos datos... Acérquense ustedes a la luz, que etv esta página esrtán. -Léenoslos tú rr^ismo. -Pues oído al parche, porque la coj^tct dice asi : ENSAYOS DE t8gt Distancia entre Ifneas en metros 0,60 0,40 0,3; Distancia N.' teórico Peso medio Producción en t re de plantas de una raiz pm• Ha. p i Antas en grumos en kgs. en metro, ,. hor Hn. o,z5 0,25 0,2o fi6.666 roo.aoo t42.857 64o 441 364 qi.3^}4 44079 48•375 Riqueza en azécar en ^^ it,q2 I2,52 I2,II ENSAYOS DE i8gz 0,50 0.45 0,40 o,3S 0,33 0,27 0,27 o,32 Go.ooo 80.000 ioo.oo0 t2o.oo0 631 488 379 331 37•^5 38.855 37•912 39•803 i3,7o 13,48 13.70 i4,o5 -^ Son muy interesantes estas cif ras ! -^ Y ese otro cu^adro ? -Se refiere a experiencias de D. Guillermo Ouinta- -4G- nilla, en igofi ^en la provincia de vladríd, segíin Ias cuales se obtttvo en cada una : Dlatancie entre plantas en metros i.oo 0,50 o.io o,zs ^ N . • d e pl^4t as por H a. io.gzo 37•000 43•^ i4o.ono Peso medio de un^ ralz en gramos i.^4i 66q ^4 i94 Produción por Ha. en kga. i2.466 24.766 z47^ z7.ióo Riqueza en a:úcar en •^, 13,43 t4,66 16,60 17,23 Como ven ustedes, sienvpre dentro de riertos límites, cuanto rnás próximas están las plantas, mayor es la ri^ueza y la producción. Ahora bien, todos estos ensayos, aI parecer, se hicieron en ^parcelas pequeñas, y a1 e:aend'erse a una hectárea, por ejemplo, cttanto niás cerca estén las plantas, niayor níimero de ellas habrá que descontar por re^-tteras, caballones, etc. -l^Ti sincera opinión es ^ue si las renlolac'has están deniasia^da cerca, serán más propensas a enfermeclaclés... -^', además, se darán las labores r_o sin difictiltacl. -Eviclenite. Por eso casi todos los .autores, incluso nuestro libro de texto en la Escuela, aceptan los 4o centímetros entre líneas y los 25 entre plantas, lo que su',pone '1as io r^lí-ces por mietra cuad^rado. -P^ero o^bs^erven ustedes que hasta ahora nuestro bue^i Zmi^o se ha ^lianitado humildemente a un "esto no lo decin^os nosatros". Sin embargó, yo sé por Vara que en la Granja han hecho ustedes algunas experiencias. -Son modestas, como nuestras, D. i^Tariano. Y no duería, f rancamente, hablar de ellas, porque restiltan..., ^ cí^rno diría yo... ?, 2m poco iconoclastas, aun en contra d^e los propios deseos... Aden^ás de que temo ponerme pesaclo si en^;piezo a^disparar cifras y datos, para llegar a la conclusión de que ol nro^bl^ema no está más que en los comienzos. -Creo un de^ber de concienci.a advertir a ustedes t^ue éste practica el ^zosce te ij^cart.;.... Lo di^o a cuenta de su teinor de ponerse gesado. y' --- 4 7 - -í l^ otnbre, ya está aquí ^\'if redo el ^"elloso ! -t Ha dado u^sted ya su vistazo a la Prensa ? -í Qué ^•a ! El Hcr•alct'o de rl rayúic te está asianilando don Au^:i^bio eon clos pares cle ^afas, letra a letra. El Diari^^ vasco y cl Hoy se los ha debido Ilevar alg-ttien a casa, y d^^ b;n un campo muy parecido a éste, con su típico cerro tejano en forma de artesa,. se culti^•ó la remolacha, acerca de cuyo espaciamiento tanto se habló en el Casino de una simpática capital de pru^•iniia, L'^rtice se está leyetlcío "Ferico cl Cruel" hasta los anuncios. -^ Por qué no çe ason^a u,tec: a 1a l^eluqueria..., l^or si allí estuvieran ? -^ Ustecí quoqtrc, Corral ? ^ No ha sonacío atín mi hora ! Sig-ue ttt canto llano, nt,uc]^a^c-hu, en hlan de nbirtc^r-e ^nl^r.',^^^^ti.a riostra. -C^m tu cenia. La icíca cjttc nus itu^lnil^b a c^^^erim^et^tar sobre este asunto de^l esl^aeiaaniento ftté. la cle acltt^itir ^^n pritt^cihiu clue, hor tener f.ison^^ntía hruhia, ^esta zona rent^^lachera le<^nes«-,castellana, cotiiu clijo aqttc^l tril^tmo en el li - 48 -, Calderón, lntdieran muy bien no serla clc aplicación las deducciones obtenidas en Aragón o en ^Vladrid. Hemos de confesar que mucho influyó en nuestro ánitno la i<ectura dcl folleto Ca^rapos de Uenwstraciáta, publicado por la Confc^^eración del Duero en t933^ en el cual se describen los et^sayos que inició Domínguez en 1a Escuela de Capataces,-de P^lencia. ' -Yo no ^he leído ese folleto... Los agrictrltores no tenerrlos tiempo ^para nad;a. -Pues en él se dice que la máxima producción se ob^tu- • vo pri^tnitivamente con el espaciamiento de 3o centímetros entre líneas y 22 erLtre planxas, ^lo cual representa una densi dacl ^de i5 raíces por m^etro ct^a^drado. Mas camo la citada andhura cle callle no es realm^ente practicable para la'bores corrientes, se ensayó su arr^pliación a 5o centímetros, acercando más las p^lantas, para qu^e la densidad se conservase entre i4 ó• i5 por m^etro, y^de nuevo se consiguió el mejor resulfado con tal cartvbinación. -Y ,a todo esto, zqué dice Pazos? --Concreta^tnente no lo puedo asegttrar, pero ^^a saben ttstedes que, además de muy inteligente, es cauteloso y ^-^rofesa gran respeto a toclo Qa que lleve el .s^ello del clasicistno. --i Don Silverio es de los nu^estros ! -Sin e7rnbargo, a veces hay que salirse del camino real..., aunque no sea miás que ^para apreciar lo bien que se marcha^ ba por él. -Tiene usted razón; a mí me parece plausihle alentar esas ir^quietudes espiritualles. -i Bah, bah ! Yo no me inquieto ya por nada. -Pero, a estas alturas, aun no nos ha detallado ttstr.d stt^s experitrventos. -Tira de agenda, chico, y no te hagas más de rogar, cjue eso está muy f eo. -Pues verán ustedes... Hace cuatro ^años,. recién llegado yo a esta acogeclora capital, o sea en i933, prel^aramos ttn -49- ensayo en la parcela zr, una +de las mejores ^del no ,múy b^^i^en regadío de la Granja, utilizando los famosos cuadt-ados latinos ; en este caso, de un área de extensión, en los cuades se semlbró a razón de 35 kilogramos por •hectárea, disponiendo las cosas del sigttiente moda: Cuadrados Entre lineas en cm. (C) 4-6- q-I; .................. {B) ^-7-io-ró ........ ......... {A) 2-S-fI-I^ .................. (n) 3---I2-L^ ................... 30 5o SO $0 Entre plantas N.• tebrico de en cm. éstas por Ha. 25 15 q 2I 133•333 133•333 222.222 95.238 La nascencia ftté^ difícil, por ser 1a tierra fuerte y venir el tiem,po poco favorable; pero después la remolacha ofreció un gran aspecto, vic.*ndose libre de enfermedades y accidentes. -^ De modo que en los cuadrados B y C se llega al mismo núrmero ,d^e plan^tas partiendo de factores diferentes? -Así es, en efecto; pero pronto se vió que la calle de 3o centímetros no •permitía el paso de la binadora y encarecía demasiado el cultivo, ' -^,Qué resultó de ese galimatías? (y usted perdone). -L a^experiencia no of reció resultadas concluyientes, porque los cuadrados A dieron de promedio 52,25i ^ kilogramos por hectárea ; los B y C; ^o,5Ro y los D, 5^.,4^; i. Tu vimos la curiosidad de con^bar ^las raíces que fueron a la Azu^ carera y, con gran sorpresa, vimos yue los A arrojaban i^ plantas por metro cuadrado; los B y C, t^, y los D, 1^. -Sintetice usted en pocas palabras las conclusiones. -Primera. Que los cuadrados de nic^^o,c densidad teárica. dieron ^la zyt,ayor producción, registrando también la ma^ror densidad práctica. Segunda. Que los cuadrados de ^»á,c densidad teórica tuvieron la yaaeyto^^ densidad práctica y una prod'ucción i^2.ter^nedia tan sólo. -En vista de ello repetisteis el ensayo al año siguiente. 4 -50- •-Ln efecto; y esta vez tuvimos la suerte de que el rest^ltado fttese convincente. Httyendo de los inconvenientes de ;la entrelínea estrecha, todas Ias líneas se espaciaron a 4$ centímetros, varian^do, naturalmente, la distancia entre pl:tntas de1 siguiente modo : Cnndrados Entre lineas en me. (A) I-y-IO-16 .................. (B) 2-8- g-i; .................. (C) 3-6-I2-13 .................. (D) 4- ^-II-I¢ .................. 0,48 Entre piantas N.• tebrico de en ms, i•atas por Ha. o,oq 0,12 o,r^ 0.30 231.481 1 ^;^ .Ó I I Iaz•549 69•444 Las plantas conservaron sien^lpre Uuen aspecto, sin stifrir ningíu^ accidente ni enfermeciad de importancia. -Y a1 1legar la recolección, ^, qué cif ra ohtuvisteis ? -De los cuadrados que llamamos A para entenderno^,. un promedio de 43,gg^4 kilogramvs por hectárea; en los B ya bajó a 37.635, y en los 'C y I^ siguió ba jando, aunque m:í^. lentamente, a 36.745 Y 35•59?• -^ Se contaron también las raíces r -Sí, señor; en el orden A, P, C y D, '.os pran^edios pormetro cuadrado fueron i7, i2, io y 6. ^ -1 LTn experimento hárva.ro! --IVo te niego que nos llenó de satisfacción; pero la a^legría dura poco en ]a casa del pobre, y al ^trio siguiente, más que ^llegar a una conclusión contradictoria, lo due nos ocu•rrió fwé que se vino abajo la experiencia por presentarse un fuerte ataque de "cercospora" y de "h-ttsanos grises", los cu^ales, además de mermar ía pro^dttcción, enmaseararon, como es lógico, el que ,hubiera sido en otro caso el resultad:^ del ensayo. -^ Un año perclid4 ! Debe 1e dar una rabia... ^-i 1^ igitrese usted ! I^jabíamos encasillada de la sigttiente forma : - ^1 - Cuadrados - - ^..- (A) 3-;-r2-r.^ .................. (I^ ) 2-]- n-If) ......... ......... (C) 4-6-[I-I,; .................. (D) I-3=IO-I; .................. Enlrc lincas Eu[re plantas \.^ teúr:co dc ^•n ms. en ms. ^^stas por IIa. -----o,^o 0,09 z2z.zza " O,i2 I(76^ÓO^ " " 0,17 0,28 I ^ 7.6-^7 ^L.^zB -Las cif.ras de producción serían un auténtico barullr^... --^Un ciempiés que quitaba ]a cabeza : ^C.^^o kilogramos por hectárea en los cuadrados A; ?^.ooo, como prolxledio de dos B; todavia alvás car^tidad para los C, llegajiclo a 2^.i87, y ?4.8io .para los D, Y el nílm^ero efectivo de remolachas, f^, 6, 5 Y 4• -z Y si se agrwpasen los ctradros por sus densidad'es efectivas, prescindiendo en est° caso <le ]as teóricas? -Entonces saldrían ^6.6^a kilos para los cuadros dc siete raíces; a7.76? par^a los de seis, y^,;. ^ oo para los ^le cinco. ^ -^ Eso ya tiene. otro color ! -Evidentemente; ,pero las densidades corrientes soix superiores a. estos níimeros. -r Ves ao que estoy haciendo' Pues mojándóme e1 dedo nara pasar la ^oja. -No deja de ser una z^uzrra^taci^i; perc te advierto rlue• aun nxe queda cuerda. -^r P,roseguirás ]a historia hasta ntte^tros dias? -Si estos señores no s^e oponen... -A1 contrario ; 1e oímos con interés. ---Para que no nos vengan diciendo después que en el Casino se pierde el tiempo, qu^ se critica, etc., etc. -En i936 el ensayo tuvo lugar en la parcela 8, síenélo las conxbinaciones ^ens^ayad!ás las clue siguen : • Cuadrados Entre líneas en ms. Entre planias N° teórico dc en ms. éstas por Ha. -- (A) I-H'IO-7j .................. (B) 3-5-I2-14 ...............:.. (C) 2- ^ - ^16 .................. (v) 4-6-rI-13 .................. - 0,56 o,IO 219.780 " " o.13 O,Ió IÓÓ.OIq I22.I00 " o,31 7og22 -- 52 --- En el cultivo no ocurrió nada de particular y los resultados se agruparon, dos a dos, de este modo : A y C, 3; .ia^ kilos y 37•5^^ B y D^ 3S•^ y 3^.400. Las densidades fueron en el orden sa^bido I q., 14, I I y 7. ---La cosa no salió bien del todo... -Sin e7nbargo, yo veo una tendencia definida, pues ía ynayor y naercor producción corresponden a la ma^^or y^^=e^ror densidad práctica, coxno promedio de cada caso. -z Y si hiciésemo^ lo de ante^, es decir, prescindir de los casos y agrupar los cuadros por ^lensidades reales? -^ An! Entonces mejora mucho el resultad'o, pues son 3$.00o kilos para 15 raíces, 3^.^0o para i2 y 35.40o par:t siete. -Yo creo, como usted, ^que aquí Iate una gran verdacl, t^u^e unas veces corre a cielo desculiierto y otras va como cor^iiente subálvea, pero sie^n^pre fluyendo. --Esa frase no la anejora García Sanchiz. -Aquí no se perdona a nadie. -Don Uyer^io, que hace usté el dos. -iCon esto no contábamos! Tiene usted razón: no se perdona a nadie. -i Quién fuese remolaolía! ^ Verdad? -i I^'ara qué ? --^Para no sufrir eI pelado rrLás que una vez en la vida. -j Bah ! Usted bastante tien^ con su diabetes. -•Díganos qué pasó en el año ant^erior, para concluir de una vez con este asunto. -En i937, o sea en el quinto año de experiencia, cambiam^os ,la ^modalid'ad, y en vez de cuadrados latinos ensa^lamos .los es^paciamientos en cua^tro fajas contiguas, cle So metros de largo por I I de ancho, cubri.éndose con elaas todo el ancho de da ,parcela 5, aunque no la longitud, por cambiar desde dich'a distancia (8o m,etros^ la contextura del terreií^ desigualmente. La disposición d^^ los golpNS era co,nío sigue : Faja En^re líneas en ms (A) ................................ (B) ................................ 0,485 " (C) ................................ ( D) ................................ Entre plantas N•. trórico de ` en ms. éstas por Ha. ' 0,09 o,I2 z25•977 168.5g6 " O^17 " O^^ IIH.^J t^.ÓÓI El resu^ltado fué ^desesperante; casi no querría tener que hablar de él, =t A qu,é lo atritibuyó usted' Porque "muerte no vengas", etc. -Pu^es, sí señor ; observé tres aGhaqu.es : que en ^las fajas A y C el terreno era bastantP peor que en las fajas I) y B(extremo com^probado á poster•io.ri); segund'o, que la f^arcela D se debió beneficiar del agua dc1 riego de u^n a^lfalfar inmediato, a^ cual, por es^tar ya reviejado, se le dejaba ec,hada el agua de noche, y tercero, que las fajas A y C tení:ui propensión al enclharca,m^iento, por estar bas^nte somera la capa impermeable. Todo ello hizo que la mayor producción ( 39•416 kilogramas) quedara atribuída a un caso intermedio ( B); que la rcnenor producción (29. 633) se vincu^ lase al otro intermedio (C), y que a A y a D correspondiesPn 35•2O5 Y 36•557^ siendo los ,promedios de ]as raíces contad'as I I^ 9^ 7 Y ó^ en el orden A, B, C, D. -Muy dif ícil la exgerinientación agrícola, z verdad'' --^ No lo sabe usted bien! Y^en este caso particular especialmente, por la mediana calidad del terreno, poco homogéneo a^demás; por la gran duración del encasillado, para confiársele a los obreros más expertos y por la d'ificultad de evaluar las coset^as. -i Qué lástima ! Cinco años ^le estudios, y total para nada. -1 Horrvbre ! Tanto como eso... 1'o sigo creyendo ^!ue en esta región, entre ciertos Iímites prudentes, hay que au(nentar la d^ensidad, a costa de dis^minuir ^el tamaño de las raíces, lo ^cual no perjttdica, ni al agricultor, ni a la _^zucarera. Es posible que en otras zonas sucecta lo mismo, por 10 cu^ul debería este asunto ensayarse metódicamente en to^^os lc^s Centros del Instituto de Investigaciones Agronómica,. -Yo creo que se aferra ttsteci ttn poco a ttlla idea l^reconcebida. -No, señor; hasta aquí les he dado cuenta ^íel result^do año por año; ^ pero si 5un^ásenlos todas las prod;ucciones obtenitlas en conjunto, veriatnos que se abtuvieron 32.2qo kilogramos can siete raíces teóri.cas; 33•4S$ con i?; 34.658 con i ^, Y 3S.91 S^con a^. -Eso es hacer cuibileteos con las cifras. -^ De ningt"tn modo ! Es que se coml>ensan así los errores harciales. Y si se hace da conxparación por los espacia^iaiento.c prácticos, tenemas en kilogramos 24.5H3, ?4.^So, 31•415, 32•33g^ 35•559^ 3^•7«^ 36•933^ 35•994 ^' 47•533• Para 4^ 5^ ^^ 7^ ro^ ii^ i5^ i6 y i7 raí^ces efectivas por metro cuadra.do, bien entendido qu^e sólo nos referin^os a aquellos eshaciami^,entos q,ue se repitieron por lo m^enos tres veces. (De pya.^to, el yemido át,ro,^ de la^ sircna ^^itin a. qrr^cl^ra.r él rifi^^io de la vidá dcl Casi^ri^o. La ^^rr^a-^^oría, de los socios, varo^ies gyaves y sesi^dos, ^to^r^h po,rici.o^^tes ett el ref i^^,rrn, segi'sta estaba dispiaesto. Otros, rn^^ís arrisca^os, rtaa,rcl^aa^•oti a la. cálle o subiero^tz a la b^iblíoteca, par^c ohserz^a^r c^e.ade s^rrs balcon.es el .patioram,a, celcste. ^ 'Alg^utio o%tó por el t ^rnii7io ^^^,ed^io de aproz^echa,y da alarmá ^^ara Uañarse; ^^ci qtie eaa los sóta^^os estcr^a,n instalar^os ,aqic^ellos inefables c1{at^tos dc useo que, e^ntre ot^ros de^^taljes ñó ynenos et^2ocioraa,ntes, cniiser-^árti e^i la repisa del lavabo ^tin ^ab^roclaa^dor dc los boto;.es de lás botas ^^ u^ reloj ^de arenc^.) -Nos han cortado la conversación... -^ Bah ! Casi estaba agotado el tema: -A ^Rebollo le faltó tiem^po para salir hitaiado. -Y eso qtte aseguró no inqttietarse ya por nada. . (Ta^^i sólo los jugadores de ^ajedreÑ her»zataecíat^a ^ctti szr. ^vaesto., ahsortos en la^ tarea; y u. yío revuelto, ci^l^rrien /^^^scaU^a los pcriGc^icos 'de da^fícil co^rseca^^ciótz.) -55^ç a -^^o pref iero eí bombardeo ^: la alarma, horcjtte ^lt^,^•A^,^ ^. ^ia n^e pone los í^eíos de punta, ^ ^ ^`+^^^ -^ ^rarrios, D. Rosencío! ^ I^"o se hag-a usted ilusiones! (ll7c clct^i^^e 2^iz ^7to^^tc^xto /^a^rn ,raltrda,v ^z Gó^^go^as, que srrUía ^a sic oficinci, pro^^raioalal^^zc^ate iristatada c^a la sata de Jrr^atczs. Dos cálnareros cuch.icheabaia sobrr. ^osiUles re^ercr^sio^r-es c^el ^ri.onie^rt'o e1z la ^contc^bilictacl de los sca-l^icios. ) -A mí m^e agrada el ranto ;ie la siren^^, sin duda porclue soy sireno. -Como no sea por lo ^ue trasnochas... (A todo csto, Ez^^/e^zio Izabí;r dcsahai^cc^ido. Lc b^zrsi^rr;^ cir la sálá ^^e lcctzrra^, eai el salótt dc fiestas, c^t^ c^l hí^lln^r, c;r l^z bibliotcca, caa Za sala clc ,^rre^^o, c^a la ,rcz^lc^ ^e z^rsitas, eir- cl eo^»tecíor, c^z la ^cccra ^-^c,rclc„ cll^ la ^cce^•a ^^o^a. Sa^li a l^z c.rllc, c^tst^,i^1o clcl h^otel, ficro d^^e j^ro^ito ^^te ásaltó la d^r^^z a^ si^ cstczr^ía. ^ett la f^elzrqi^rer^í^z, ^1^^^^r;^^ a1o rc^istra^o. ?I7c dclr<<^e ^»r. nr.o»iera^to, si^a. clecidir2rie a scq^ci^^ o a^rctroccder. E^1a^ lcc toyre c^e la Cate^^raZ, l^ sircai^c sec^ziía^ sos^a^^do l;í^^ub^^en^erate... ) SESION MLINICIPAL, CELEBRADA EN TIJERETAS DE ABAJO, A TANTOS DE SEPTIEMBRE... . (Despacho del ^llcalde. ^Vlesita nueva. ;Seis sillás. F_l I;spasa. Cronvo de la, Reincz madre con•Alfonso ^III, ^nti^y ^aiñ•o, en brazos.) EL CONCEJAL SIN PRISA.-^^Cuándo empezamos? Porquc'. habéis ^cita^da para las nueve y media y son las once rnenos diez. Yo no tengo prisa, pero si diera tienlpo m^e iría a afeitar. EL ALCALDE.-Hem^as esperado un ratvllo para ver si acudía alguno más. (Timbrazo. Apatrición del Alg^uacil.)^ Oye, "C^Iapiri", p^egírntale al Secr:e^tarlio si hay ya níimero. "CHAPIR.I" (al momento).-Que falta un Concejal. EL ALCALDE.-Tráete uno, .sea como s^ea. "CxAPIRI".-^ A qu7én llama? EL riLCALDE.-AJ prim^ero que ^tapes. (Salón de sesio^n2s. Para los co^icejales, tarima y sill^^ríd d,e gutaperchá. Parcc el qtitblico, losas y banqraillos. Mesi^. --58- ,^^•^^siclC^tcial dc Institrito ^ro^^i^^cinno. En ^in ri»^úrt, cl iiistt•1^^metito dc t^illai- a^ los ^tai^atos. I^ctrato ci^el 1^'^^^ soltern, j^elo ri^oso y toisúti. iSesió^a fi^íbli^ca!-dicc "Chapiri"-. I' co^l-tra. costlr^tibre, se hati ll^^aaclo los es,:crrtos clel a^itiditori^.,. ^^Hcrti^ e.i(^^^•to.r^ción", pie^^tsc^ el ritad^^. Eta los fí^rtebrc^s ásientos cotticejiles, fioca conciirr^tici^x, seyía^ti es c^e rigor. Para ver al Ayt^tuta^^ai^e^itr, eyti plet2.o diay ^qt^^^e áct4c^ir a sati palco cde la^ Pla^ct a'e ^Tn1-o.r. Se lee el art^z ^de la sesi^^ti atl-te^^ior. ^"ndie la esc^rr.ch^a. Qz.red^z cz^rob<7.cla. .El Co^r^cejal f uJa., a^^ro^^t^<^•lra lcr Iect^rr^x para resol^^er ^a^1 c^ ^ ri^itillo.. 1 U^^ CoNCr.:JAL^.-; C;uánta gente! mirte. Hoy no podrás dor^- (7TRO.-Ni tíi te atreverás a s^crltar tacas. 1✓r. ALCr1LDI:.--SCL10reS Concejales : T.?tias palabras•para explicar el alcance cle esta reunicátl, <<ue rne 1)arece totaltnente innecesaria. En ella va^mos a tra^tar d'el asunto de ],i vendiailia, de tan palpitante a^etuali^lad, que ha obrado e^l tnilagro d^e atraer hacia e5os asientos, ^d^e suyo solrí^tarias, a tuI pítbli^co interesacl'o, p^ara e^l cttal van, a^nt^e todo, tvi saludo y mi aaradecimieñto. EL CONCEJAL SIN PI:ISA.-^Olé los tíos! EL ALr.ALDE.-Existe en es.te pueaalc, con^o en tantos otros, la costutrrbre patriarcal d^e ^entipezar todos los vecinos la verud'imia en un misino d^ía : al c1tue f^ ja la prinuera atutoriclacl local. E^sta plausible práctica tiene todos nlis respetos y yo felicito al vecindario par haberla sabido conservar. UNO DEL PITIiLICO.---^COblsta! tl^ Cltle 5e raja? LL ALCALDF,.-Hasta ahora, mis antecesores pecaron (en ^es^to y en todo) de blandos. Ail ptiimer vecino que se les acercaba pidiendo el comienzo de da faet^a, le rechazaban ofendidos; a^1 segttitulo, le es^cuoha^ba^n; el tes^tinz^anio^ de^l tercero les ha^cía dttdar: ^u)te el cu^ar^to, ^pron^etían, y a1 vis.lttmbrar al ^quinto, el bandc era ya seguro. Pero he aqttí qttc para -5'.^lus principios de otoño del alio corili^ente ha qtlerido la casualidacl que lne halle yo er. ^la A:lcal^día, casi sin saber cómo ni 1>or ^qué, y contra nIí sc han lanzado las insinuaciones, consejos y presiones de siempre, ^ero en vano, A mi entender, la uva no está aún para s^er cogida... i Y no se vend'imiará llasta ^cjue esté en con^pleta sazón! Después de dicho esto, nte parece que no cabe añatlir rnás. UNA VOZ DEL PÚBLICO:-Ya 11aS v isto que no se rajcí. ^L FRIMF.R TENIENTE,-Qt1191éranloS, 5111 elrLbargo, que cl señor Alcalde-Pre7idente nos tiijese si recuerda haller collte^ta^lo en alguna acasión qtte no saltlrán a relucir los cestos hasta que a él ^le diese Ila municiipal gana. EL ALCAI_DE.--ES21 frase es a^bsahtitamente auténtica. ^t yo ^creo que est^á bien hilvanaida. I'odría, sin embargo, hab^r d^icho "la real gana", pues no hay que olvidar que soy Al calcle de Real orden. !S^nsacf.óri. L.argos run^ores.) Er. CONCEJAL SOROn.-^Qué dice? EL R^EG IDOR llESCONOCIDO.-Que es cierto. EL SORDO.-^ Eil qUé? Er, DES(:ONOCIDO.-^-Lo de 1a mtinici^Pal gana. EL soxno.-z Qué gana r EL nESCONOCrno.-Ni gana ni picrdc, 1'a te con^tarelnos luego. EL PRI^IER TENIEUTE.-Pues ésas palabras parecen consagrar una arbitrariedad o ttn a^buso ^de ^poder. E,n su discurso ha sabido cl Alcakl^ escamotear las exPlicaciones que se nos ^deben a nosatros y al ptt^eblo que nos eligió. Er. ^LCALDE.-Vay a dar ctt^nlpli^da satisfacción a1 deseo del señor Rod^ríguez, concejal "sufragáneo". (Timi!?ra„^o.) Oye, "ChaPiri", vete trrriba, a la F^scuela, y tráete ttn eliceraclo y tiza. EL EDIL CHISTOSCI,-•-^ At1Za ^ EL EDII, rucAZ,---Y^^o aprovecllo para... OTRO REGIDOx.-Sí, sí; no detalles. ' --- 60 - (Pa^usa. Comentarios para todos los gt^stos. Un c^st^orsiudo y dlgitnas toses.) "CIiAPIRI".-La pizarra y^l crayón. zAlgo más? EL ALCAT.DE.-Sí ; unas uvas y aqueitos trebejos que tengo en e1 archivo. Na voy a deciros nada nuevo, sino srimpQernente lo que yb venga ha^ciendo particularmente desde hace tres años, que es, poco rnás o menos, lo que nas, explieó aquel Ingeniero de la C^átedra arnbulantc, don juan Marcilla, ar^te cwyo profundo conocimiento de la materia hay que descubrirse. Er, CONCEJAL SORDO.-z Qué d'ice ? EL nESCOVOCIDO.--(?ue hay que descubrirse. . EI, soxno.-lAh, sí^! 1^To n^e había da,do cuenta. (Y se quita la boina muy serio. Risas vnal contenidc^s. ^ EL CONCEJAL SEÑORITO.-Z PerO tan tras^cendental •,^ sig^nificativo es fijar esa hora ^crítica, due a ello hallamos de supeditar y aun posponer ,otras complejas atenciones d'e 11 política ^laca'1 ? EL CoxcEJAL Muno.-De ila apor^tunidad de la vendimia depende no sólo la du: ación del vi,no a obtener, sino szt cali ^ dad y, la que es rr^ás irr^portarzte, el valt^mlen. z He' dic^ho algo ?' EL PRIMER TENIENTE.-ES 10 Ún1C0 qUe 11aS {I1C110 deSd^ que eres Concejad. Er. MUDO.-- i Ad1ós. Melquiades ! EL ALCALDE. i 4r den, orden! Yo tengo en. mi plantío^ de Navalasenda marCadas ^'a^sta Io cepas de 1as más promediadas: ni Qas rr^ás altas, ni las de los bajos, ni las más v^igorosas, rLi ^las ^deca.ídas, nh muy abrígadas, ni muy abundan ^ tes, etc., etc. Lo que se dice un térnnina medio. Cla^ro está que eI experimenta debía l^ia.cerle en todas mis plantíos y en cada una de las dos o tres variedades dé cepa due los integran. Tado se andará... y po^co a poco se va lejos. Cada tres tr cua^tro días, en llegan3o septiembre, tomo unas cuantos racimus para formar un<< rrLUestra media de esas cepas fijas para ^tados l^os años, que son, a su vez, como os d^ecía, una r;,- - 61 - presentaci ^ín prom^ediada del viñeclo, y analizo fácil^^tente, como ]ttego veréis, la acidez y el azú^car de su mosto- -` casi nada !-. Y^para darme bien cuerbta de cámo varn variando, éste subiendo y aquélla en baja, tomo un papel de ctti<ad'rícula y paso a tinta to ^í i? rayas verticales, que me repre^erLtan las fechas de las análisís, y en ellas marco con un punto 0 una cruz el corte de ^^^as Iíneas con das horizontales-ntune ^ radas de cero en adel<inte de abajo arriba^marcadas con el "La vendimia", cuadro de Viniegra. mismu número que arroja la deterininacicín ^de'1 azúcar c^ cl ácid^o ^ bas^ta luego unir todos 1os pttrutos con una Iínea se-^ guida y todas las crntces con ^línea de trázos v"escnchar" ':^ que el ñráfico nos dice. Véase un ejempla. (T7 .^l.lr.aldc tirtarchd hacia la trizarra para efecicta.r p2^ntualrrieM1ite lo qice 9•e^• fiyió; la su^rti^sta cur^^^i^ de acide^ vc^ dc°cR^^endo srraz'e^raFr^te 1^ ^l a^^ícar mztie.strr^ ^ara crecinuien^to basta^+te rcf¢iclc^. ) ^,Es éste tm caso de vendimiar ya?-sah^o casos particttla-^ res, que no son el nuestro-. Et•identemente due no, p^1rc{u.: vamos ganando ^^-a^n hien a las claras v no ha^• motivo íiara impacientarse. Si l..t curva, por el contrario, fttese así (borrex y pinta cle r«ic^^o), acusanclo muy poca ganancia en aztícar y enr,pobreciéndose clemasiado en áaidos, sería cl'e aconsejar ^la inmediata vendimia. EL Enrr. ^t,TcAZ.--Y en el caso concreto ^lue debatimos, tquk dicen las ^curvas? EL CONCEJAL SIN I'RISA.-Qtie eS'pere1110S. EL SEÑORITO.--Aparte de es^crúpulos s^e me OCttrre il2]'1 objeción fundamenhal: z^i^ónde, cuándo y c.ómo 5e doctoró el señor Alcalde en Ciencias quím^i^cas para que sean ficledig-nos los resultados? E.L ALC^LnE,-Es ^ttsted más infeliz que una ^,raseosa. ^i las operaciones f.ttes^en comp^icadas, t iba y o a tener la osadía de recomendárse^las a las señores ^con^cejales y vecinos? Para empezar hay qtue part^r de un mosto, que se obtiéne con fa-^ cilida,d estrujando las uvas con la mano, poniéndolas en un lienzo fuerte para comprimirlas lo mejor po^ible y pa>ándolas ^luego por un ^prensapurés ; se reúnen entances tod'os los jugos y se cuelan a través de ti^n trapo. "Cha^piri", a estrujar. (El alqz.ra^i^l, acostunzbrado ti^a a la ^rúct^ca eazolóyicn,,. ejecuta toclas lcis oper^^c^ortes cu^i la prosopvpeya de 1t?1• I.:^2^OlS'lCY a1^lt^'Ylt2C0. Lr12(G ^'?z et1 ^OSL'S2ÓYG ^^el 7120St0, C?G^24Q,(^:L^ cl cachayyo-probeta, ^or otro ^azon^br^-Tr,n pur cle ^^s^ces evrti el misnao ^tiostn. .Sztiayie^ ye el t^ry^tó^a^etru z^^^ta ve.^ 2rztrod^iri^do el jugo y espera. Dos ^rainutos. El Alcalde leP e7z^ la, cohr^rz^Ta, sxn sacarle del fodo, y draota la terr^^eratzira; c^ito^tces i^itroduce cuidadosz^^ie^ate el ^^tacstín^aetro y e.xhlica: ) Si estuvtiésem;os a ia ^temper.atura de r^°, este chi^sme sen-cilísin^o nos dirá, en virtud^ de ciertos 'fundamentos {q^uc no hacen a.l caso), ^el peso de un litro de mosto y el alcohol prabable desipués ide Ia !fermenitación, sñm más que leer en la es^cala grabada en el t^idrio a nival de la superficie líquiida,. con e,l ojo cdlocado a^ esa altura. Yero el ternvómetro ^a marcado 17°, y hay que har.er una ligera corrección con ayuda de ^estas ta.blas para colocarnos en el caso anterior. I,as mis •- -53- rnas tablas nos darl a ccm^>cer innlediatamente los ^^ramos de azúcar por litro. ^ LI, sEñoRlTO.-Realm+ente, la determinació^l es más haceclera qtle una consulta sobre ley Hripatecaria. EI, ALCALDE.-Ptiies ^a acidez es aíui mejor cle averiguar con ayuda del tube acidimétrica Dujardin, que se llena con cuidarlo ^de mosto ilas^ta donde c^ice "`'in", y se añade después, gota a gota, el licor acidimétrico que venden ya preparaido, agitando destzués de cada a^-regaclión y ohser^^andc^ si azu^lea un papel rojo ^le tornasol in,troducido en el líquid+^. Cuando acontece el canibio de ^calor, se deja. reposar y se lee da división alcanza,da por los líctuLdos ;para saber así, por arte de nlagia, la acidez tár,trica en granlos por ]itro. (Poseído dPl zraa^^^or• entza.;ias^rao, el Alcálde e•iecrrtR. j^7rza^tit^alir^rerc-^ te las o^2r'acio7zes rrzc^ne7^aaradás. A los pacn.e rrzirirttos dice ^?` S,eñores, el papel está azul. EL CIIISTOSO.-Y ,n.asotros, negros. (Lar'ga ri2TtiTrrtztrac-ió^r cat, el ^i2íhlico v c^z l^^s c^scarro.c cc^;acejiles. Nadie!osa leva^ztar el gatllo.^Crrncie lcr desa-rierorta^cióli.) EL Ar,CALDE.-Ruego a los señores C:oncejales q^?e enahufen el altavoz para ^e:^ponet'sus, observaciones. EL sEGLT:^'DO TENTENTE.-I^bamos a salir a heber a ^ua... EL AI.cAi.DE.-í Contubernios, no! "^Chal^iri", da cle beber a los señóres. (El ztijier j+rocrira zrr re.^ir^^^zá^ate bot7jn z^iczrtc•o, quc ;^a.^ra de htraos a otros, co^^2r era ju^go c^e prelrct^zs, ^ina'n errc^^rrar sati clxorro cárzta^ríaa eat la-^ arnplias f azrce,r c!e lns arau^atiíci hes. El Co^n^cejal se^zorito se ^na^nclaa la caatz^i.ca ae i z7vcr du ^52^^^rrá! por zco saber bn^ cr a cl2orro, falt^a^ ^r'^ d^urocrácicr q:i^° ins jiira risas. El Coracepal f zagati scr^le c^e ^1nr.c^^ ^o czl acabar cie^ beber. Se reanzrrla el ser^-sa^ional ciebnte. :^hrlra z^á a sey el!^t. heasl2os...) EL PRIAiER ^ENIENTE.-ES p^ara Trll rrluy desagradabl: ^ decir a nuestro Presi^lente que se inrpone ya vencíi^miar v - G4 - ctue sus juegos ma^labares no nos han. ^convencido. Para mí, pa.ra nosotros, tienen más importanicia los ^caracteres externos de1 f ruto : f acilidad con que e^l grano se desprende del ra^billo, dejando pulpa en dos nervios; carr^bio de color del hollejo, pérdida de dureza, aroma, sabor, etc. EL ALCALDE.-T^do eso está muy bien y pued'e servir de ayuda; pero no tiene la fuerza de un análisis ni la elocuencia c^e un número. EL TENIENTE.-z Y quién ^le dice a S. S. que el resto de las cepas responde a ese lote de ^^térmíno mecUio ? EL ALCALDE.-Ya os he dieho que 1as plantas escogidas son las mismas para todos ^las años. F'ácil es abservar, all cabo de pocos de ellos, si la "madurez ger^eral" se hroduce al mismo tiempo que 'la "madrurez particular" o si ^^ adelanta o retrasa dos o tres dias. Y er^ sabiéndolo... EL TFNrr:NTE.^Supongamos que me doy por venciclo. Fero, señores, sálo estamos hablarndo aquí ^de 1a fecha ^conveniente a los ^plantías del Alcalde. zY los demás? ?Es qi.ie nosotros no somos hijos ^de D^ios y herederos de stt g'loria ' EL ALCaLDE.-1 Ahí ^te esperaba yo ! ^ No soy el anayo: corutribuyente? t No retzno yo casi tantas cepas cama todos vasotros reunidos? Pues asegurando ^Ia sazbn de las mía5 vdlo también ,por la cie lás vuestr^a . Yo os aseguro que rnis vides vegetan igual que cuandb yo na ^era Alcalde. EL EDIr. FUGAZ.-Cuando se asume el mando ^hay que acatar la vo^luntad del puebdo 1a vox populi, que se ^a m,a.nife^tado ampliament° en silbitdos, carytares y abucheos. EI señor Alca,lde, pese a ^us bienes, no es n^i más ni menos que un a^dministra^dor del pueblo. Y si el pueblo, ai^1o y señor, dice que quiere la vendimia... EL ALCALDE.-i Su S^eñoría es un Quijate! Er, FUGAZ.-^ QUijctc^ ya? i Coano no sea porq.ue acabo de ha^cer mi tercer sálida! (Ed ,cluis^e cáe en el vacío.) EL TFNrENTE.-Recogien^do ^el serLtir general, es para mí - 85 - una espe^c^ial satisfacción felicitar a1 señor Alca3de por sus vastos conocimientos enológicos... EL ALCALDE.-^ VaStOS... COri qUé? EL TENIENTE.-Con uve y enalógi^co sin hache... Sé, que en un anónimo le c^ecían e5tas cosas con ortografia harto irónica,. Pero tras de felicitarle, me veo en la ineludible abligación-por muy penosa que sea-de peáir Para él mi voto de censura por la ^terquedaxi y desadierto con que viene tlevando este asunto. EL ALCALDE.--Muy bieru. Pues a votar el voto de censura. Aclaración previa ^ si ^la votación me es favorabde, me quedo, y si no..., ta^bién. EL SECRETARIO.-Me permito advertir a la. Presidé.nci^, que no hay núrnero. Falta un Concejal, que ha esca.pado, sin duda. EL ALCaLDE.-^ "Chapiri", vete a busrar a Pedro Gómez ! (Lá hora de comer. BosteNos. Se ha ma#ado+ta mañana. I.os periódicos en los bolsillos, yá c^n-rugádos. Por las ventanas se ven pasar a los do ^ nún^ueros encargados de velar por el prúr:ci^iio de autoridad y szss bigates. T^uelve ad algua.:^il, sudoroso y agitado, 'diciendo: ) -Que no viene. Que ya tiene los huesos duros para ir a ía Escuéla. Que no quiere saber más. Y que si en vez de ^'acer nombram!ientas y repartas ide consumos se van a dedic^.r las sesiones a ampliar conoci^mientos, no será este el último día que haga novillos. EL CONCEfAL DEBCONOCIDO (al Ten^Zente).-HaS phn- cha,do en hueso. EL ALCALDE (en pla^a de bajonazo).-Se levanta !a sesión. a LIN ENTREMES OLEICOLA (Sevillr^. En la se^tllr^rtísima plaza del Dt^qzae de .1c^ hictor^ia,. se e^ic^^erat^ran los catn^inos dcl "señó Frasco ^^om^e" "corredor de tó lo qitie se ^ter,sia", y Antoñillo Escalo^ia, ir^ccánico ^de la casa "Fó" y"el hiiezo ^nuís hzceza del OÑario "... ) -i Ad'ió, zeñó Frasco... y la co^m^pañ^1 ! (El aludido, harrulatando taysibié^a lcz alrtsióra a sas i^cci^• pierzte chepa, repl^ica,: ) -Oye, níñio... Y^la con^paña, z quién é? -j Quién va a sé ! Don Diego ^^elasque, aquí prezente, al ^cuá zierrbpre que pazo hago er currnplío... i LJn tío mu grancle!... i Un ^pintó andalí^ que ^i.ntaba verclade ! i Cazi ná! -i Y qué verdade, Antoñ.illo ! , -i Qué n-Laja clesnúa ! i Y q^ué Daña Giocond^t ? -No tié nli la met^i de mérito. -ti Usté ziempre ar tanto de tó! H+ome, a propósito... z Ze zabe de arguien que quiá vendé un olivá ga mí ? -^ Pa tí ? z L?n olirá ? Vamo ahí enf rente, en caza dc Sanehe Da^l, pur ,^i ze encuentra en argítn apurillo. -^ No zeri usté guaza, home! Zi zabe cle arguien, me aviza, y zi no, tan amigo. -G8- -IJn olivá.. . un oLivá... t Yor qué no com:pra tma tierra carnla y pone el olivá a tu antojo, niñio? -Yorque ezo debe zé una coza inú larguízima. -Pero mú entret^nía... -Ademá, que como yo no he a^prendío hazta ahora má que a vareá el f ruto .. -Te doy tre noziones perliminares en un verbo. -Podíamo ir a"Máilaga" a tamá un pescaí^to y unos chato. -Haz estado zupErió... (Y dicho ,y hecho. Crtizan la Cárnpana, ^^ por lá rrolo^egacián de Tetuán adelante se encarninasi a la popi^lár freidTtiría, mirándo ál pasar, entre despechados y som,,^tidos, ;z los señores venerables ctue se r^inen en u^i easirlo ^^zclg^irrner^te llamado "La Fiambrera". Al llegar pregunt^an al encar^gádo, seg^ín es de rigor:) =A la pá e Dió. ^^)ué va a zalí ahora? -Fedasitos, y a^uego, zarmonete. -^ Ziempre za^cai ustede lo mismo! -^ Qué queríais ?. . ^ Ballenato ? (Nuest^ros personajes cruzan la cortwna de junco.) -Oye, "Boquerón" ; una de pedasito y d^os chato, --rCamo las ba,las. -Zuponte ^ú que ^eztá m^eza é el olivá que has mercao. --zAzina de ^hico, zeñó F'rasco? • -^ Home... es una paradoja! Puedes multiplicar su cábida po er ntí^mero que m^á ^te agrae. Hazte cuenta de que, está viendo nzn plano. Los ^terreno que ^te van a^of resÉ están ya raturao y mú 1a^braítos, zin maleza ninguna; no tKés más que llegá y ocuparte del marqueo. -^ Qué mar é eze, zeñó Frasco ? --La disposisión de los pieses del oiivá, ec lo qtie en to^ Uro^pa ze llama "marqueo". -^ Hay que vé q.ué "mar queo" ! -No tié guaza, ni ná,, ni ná, er angelito m^ecánico este! -69- ^ Qué proesimiento adotas ? E^r de linias; es desí, aquel en que los árbole están en fila mucho má. separá que los árbole en cá fila, no ^te le acoi^sejo. -Pue dese^c^ao... 1 No fartaba má! -Otra copla m^u díferente es la del marco reá. -Mire usté, amig^... En confiansa... 5í é reá, no va a poer sé, porque me jise antiyé republi^cano pá dá coba a mi futuro zuegro. ---Una cosa é el re^^. y otra los ocho cuarto^s. Háy que dá a Dió lo que é de Díó, y a don Césa lo que zea zuyo. Ze ]lama "reá", niñio, porque 1os alivos están 3guá de ze^parao ^. tós los aires, en la punta cle un ^a.dro, es desí, porque "realmente" ez lo primero que ze te ocurre. -Zi hubiá otra mar:era... -^La miejón de toas! Er tresboliyo, que premite colocá má planta en 'la me•r.a, digo, en er campo. Arguno le disen "en diagonal" o"al bies"; pero no rezurta tan fino. I,os arbusto ze disponen en la esquina de triáng^ilos igualáteros; vamos, ezos que zon 1o mxsmo de cualquier moó due se les mire. -Ahí va un "fabei ". -Vas a vé a Murillo en funsione. i,a linde ele la finca son ezta. -^ Tan retorsías ? -Azí zon ziemgre. ^ Tú nuivca ^as visto un c.ortijo ^. vizta tle aviadó? 1Tú no has visto ná de ná! Lo primerito es 1^asé un,a, escuad^-a. Tienes pa ella hazta setenta sis^tema, qu^e ze zepa. Ahí va uno : con ^la sinta ni^étrica. Z^e parte de una ezquin^ de la pozezión. Ze ^rlava un ja^lón a lo ^tre metro jus^to de dis^tansia, aliniado en la derechura ^de una linde. En er punto ^le arranque ze co1o^-^ ^la anriya, ze paza. la sinta por detrá der ^jalón, se entrega a un fulano er ocho colo rao--ocho metro, vayl- y ze caloca er d^oce sobre er cero en la estaca de partía. Nadie se mueve, esceto Fulano, que buscará la tirantez de la tela; cuarrdo la conziga, zz clavri otro banderín, y cá;tate a P^eriqu^i^to hecho fraile. Ya tene• mo escuadra-niñio, no me jagas chiste-. En un lao ze vati clavando ^^iquetes, distansiaos a la mitá der marco. Azí, tras, tras, tras, tras, tras. En er prim,ero, can una ctterda lguali • ta al marco, se hase sentro y se corta a la otra rama de la ' escuadría. Y desde la intersesión se va repitiendo tó er mar co y s,e estaquea. Pim, pam, pim, pam. Ya no te falta-icazi ná!-^ná que hasé es^^iadra en cá estaquilla. (Pués comprá ttna escuadra de hierro, o id^e agrimenzó, o encargá un artifisia de carp^intería...) Er cazo é trazá una reta con toa ia nomalidá ^cons^titucional posible y abrí 1^oyitos, uno zí y otru n<^, en donde ze junten unas y otras ^perpendiiculares. l í. No. A;qtú zí. Aquí no... Este toca... Eze ze 1'vbra... Ahora tiro de cuadernito y te zuerto do reseta que ^te van a dejá patitiezo, Toñillo :^le ^tocará a cá a^ivo una ^sc,na de tierra iguá a M X M X o,87. M, zicndia er rn^arco. -^ Qué tnarco? -Por ahora ná. Es^tá ^tó m^arcao. Marco : distansia de olivo a alivo. En cuanto la sepa, te d'if,r> er ntímero de ^•orpe ^or hetárea, igual a io.ooo, repartío entre ^lo que valga el azun^to M X M X o,g^. Ezto me lo enseñó a mí un orde= nanza de la Granja Agrícola. Y reseta que l^esco, al hule, como lo debuiante en•!la Maestransa. -F;stoy cavi^lando, zeñ.ó Fras^co de nti arma, ^^ite cuanto Il^,á junti^to ponga ?o árbole, mejón. --( Ozú, qué barbarismo! Niñio, la di^stansia, aunque zea femenino, no é ca^prichoza. E la que '^tié que sé, y ná má. Dt^hende der c^Úima (due aquí, en la ^tierra de María 7.antízima, oscila entre zuperió y^.uperiorízimo), de la va.riedad (er Pi• cíto, er Morcá y er Mora^diyo necesitan m;ás que er Reá ^^ cr Tachuno), der terreno, de la orientasión, dc la artura so bre er má en Bonansa {Cádi), de la ,exposisión... ^ -Zi de^pende de la Exposisión es pa.n comiío, parque ten^o yo allí itn primo en^pleao. -i Malaje ! 1 C,^ttaza viva ! En generí^, y l^tdiendo, es me- jó dístansiá las heanas pá q^ue la arix>lea esté bañá de luz, cle sol, de aire, de oxígcno, de grasia. En Z-Iartos c^isen este acl^-erl^io: "Retírate de mí, que yo daré por ti". --^ Y qué l^ieden chanelá de ezto en la tierra del ronquío' -^ i Osíi, osíi !! i Osíi mir vese! J Que no te lo tenga llió en cttenta ! Niñio, pá que no te columpies, pá ^que te empapes : ;\Tartos es la Meca del olivo, la sede, er nrnnplus, er desiderátum, er acabose. Olivos, alivos^ por ^tós laos. A veses ves zembrao en^tre ^1as hi^leras, jahas o,trigo ; es pá ^les^pis^tar. E!i 1\^Tartos entra tós los años una veintena de miy^one ^le pezeta. Er que quiea estudiá la siensia del aseite, qtie vaya .i 1Iartos. Cá seis alivo bueno valen un miura. Y ar due le pique que le den una manita ^de ^nlarfil v que se reme^ci^ie. En er pueblo, fábrica y fábrica, dende ^la má sensilla, con pren sa de viga, conservás camo ^en un rrvuzeo, hasta 1a iná perfesioná. j Vaya prensas, vaya posuel^os, vaya ^tinos, vay^^ molinos, vaya capazo4s ! -Yo ^creo que ande esté 7ev^illa con zu Carmona, zu U^^trera, zu Ozuma... ^ --^^ Cuidao con lo c;ue ze rrLUrmura! Por propalá zen:.^jante atrosid"a, un rey enérgico, Enrique IV, el "Aplasado", tiró por la peña de Mantos a los hermanos Carvajá. Y ayí están sus huezos, blanqueando ar zó. -^ Y por qué le llamaban el "Aplasado" ? -Pórque tó lo dejaba ^pá er día ziguiente. -Argo de ezo me va a pazá a mí... ^que no traigo ^ui gordo... Ya íhará usté er favó de pagá er convite y mañana va usté ar tayé... -No cor^re prieza... A ve si ;te proporsiono la ^gozecicín }- s.elebramo el arboroque... Y ah©ra que caigo: zcóm^o ancla tan mar de ^plata ^habiendo 1^ereclao, niñio ? P'orclue zupongo... -zLo d^ise usté po er dinero? Ann no ]o ten^o; ltero 1^^ tendré en breve, porque me d4á er corasón que ,va a tocá ^buen pellis^co en esta partisipasión de Navidá que me han dao en la caza... ^ -1 i Asaúra !! ^ Malos mengu^es te coman! ^ Burlarse de un probe ansiano y dejá sen^tao a un corredó! Es^ta esaborisíón va a traé lo suyo, niñio. ^Home, ha zío una broma. inosente! No zabía yo qi^e tuvieze usrté un caráter ^tan vidrioso, zeñó Frasco...