Reg.: A y S t 218 p 22-31. En la ciudad de Santa Fe, a los veintisiete días del mes de diciembre del año dos mil seis, se reunieron en acuerdo los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, doctores Roberto Héctor Falistocco, Mario Luis Netri, Eduardo Guillermo Spuler y Rodolfo Luis Vigo, con la presidencia del titular doctor Rafael Francisco Gutiérrez a fin de dictar sentencia en los autos caratulados "RASCHETTI, Germán A. contra COMUNA DE SANFORD -Recursos- sobre RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. C.S.J. N/ 148, año 2006). Se resolvió someter a decisión las cuestiones siguientes: PRIMERA: ¿es admisible el recurso interpuesto? SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente? TERCERA: en consecuencia, ¿qué resolución corresponde dictar? Asimismo, se emitieron los votos en el orden que realizaron el estudio de la causa, o sea, doctores Falistocco, Netri, Vigo, Spuler y Gutiérrez. A la primera cuestión, el señor Ministro doctor Falistocco dijo: Mediante resolución registrada en A. y S., T. 212, pág. 174, esta Corte admitió la queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la Comuna de Sanford contra la sentencia del 29 de marzo del 2005, dictada por la Jueza de Primera Instancia de Circuito de la ciudad de Casilda, por entender que el planteo del recurrente lograba persuadir a este Tribunal de la existencia de una hipótesis susceptible de encuadrar en el artículo 1, inciso 3) de la ley 7055 y contaba con suficiente asidero en las constancias de autos. El nuevo examen de admisibilidad que impone el artículo 11 de la ley 7055, efectuado con los principales a la vista, me conduce a ratificar dicho criterio de conformidad con lo dictaminado por el señor Procurador General a fojas 110/111. Voto, pues, por la afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo: En el presente caso se debaten cuestiones análogas a las que fueran materia de decisión por esta Corte in re "Otta" (A. y S., T. 212, pág. 161), por lo que "brevitatis causae" corresponde remitir a las consideraciones allí expuestas a la luz de las cuales debo concluir que los planteos de la recurrente no son idóneos para operar la apertura de esta instancia. Voto, pues, por la negativa. A la misma cuestión, los señores Ministros doctores Vigo y Spuler y el señor Presidente doctor Gutiérrez expresaron idéntico fundamento al vertido por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual sentido. A la segunda cuestión, el señor Ministro doctor Falistocco dijo: 1. Surge de las constancias de la causa que la Jueza de Primera Instancia de Circuito de Casilda hizo lugar a los recursos interpuestos por Germán A. Raschetti contra la resolución dictada en la causa tramitada ante el Juzgado de Faltas de la Comuna de Sanford, por la imputación de haber cometido una falta por exceso de velocidad el 10.08.2002 y, en consecuencia, dispuso la nulidad de todos los actos administrativos que originaron la tramitación de la causa individualizada como N/ 23105244 ante la mencionada Comuna e impuso las costas a la vencida (art. 251, C.P.C. y C.). Para así considerarlo la A quo se declaró competente en consideración a lo dispuesto por el artículo 99 de la ley 10160 y ponderó que el procedimiento de notificación adolecía de nulidad (conforme a la ley nacional 24449 y el decreto reglamentario 1471/01). Al respecto, la Sentenciante sostuvo que la resolución carecía de uno de los elementos esenciales del acto administrativo, es decir, la firma de la autoridad de la que emanaba, por lo que adolecía de nulidad absoluta y, asimismo, que el acta de constatación presentaba la misma nulidad, ante la falta de cumplimiento de los requisitos exigibles en cuanto a su constatación y confección, soslayando lo previsto en el artículo 70 de la ley nacional de tránsito, concordante reglamentación provincial y sus propias ordenanzas, por lo que adolecía de los requisitos formales que resultaban exigibles. 2. Contra esa decisión interpuso la Comuna de Sanford recurso de inconstitucionalidad. Tildó de arbitrario el fallo atacado en tanto la Jueza de Circuito omitió tratar la admisibilidad de los recursos interpuestos, indicando que si bien consintió la competencia, cuestionó la falta de los requisitos suficientes de los mismos en base a lo dispuesto por la ley 24449, a la que entiende aplicable con prioridad a todas por ser la específica, en coincidencia con lo manifestado por el imputado de la infracción. Como cuestión normativa indicó que el artículo 74 de la norma citada prevé que "...Sin perjuicio de las instancias que se dispongan para el procedimiento contravencional de faltas en cada jurisdicción, pueden interponerse los siguientes recursos ante los Tribunales del Poder Judicial competente, contra las sentencias condenatorias...a) de apelación, que se planteará y fundamentará dentro de los cinco días de notificada la sentencia ante la autoridad de juzgamiento...". De ello infirió como recaudos del remedio jurisdiccional, que la sentencia esté notificada, que el recurso se interponga dentro de los cinco días posteriores y fundarse ante la autoridad de juzgamiento (en el caso, el Juzgado de Faltas de la Comuna de Sanford); además, postuló el olvido de las normas procedimentales administrativas, las que requieren siempre el agotamiento de la vía administrativa por parte del administrado previo a las instancias judiciales ordinarias. Por otra parte, aseguró que en los hechos todo partió de la afirmación del presunto infractor de no haber sido notificado de la iniciación del proceso contravencional por la comisión de una infracción de tránsito (exceso de velocidad en ejido urbano), ni de la sentencia que el Juzgado de Faltas dictara en la causa, enterándose de tales hechos recién al ser intimado por un abogado mediante cédula extrajudicial dejada por debajo de la puerta de entrada al domicilio de aquél, tras lo cuál se apersonó en el Juzgado de Faltas de Sanford a recibir información. Mas se agravió de la omisión en que aquél incurrió al no aportar dato alguno tendente a la acreditación de los requisitos de admisibilidad de los recursos jurisdiccionales establecidos en la ley 24449, entre los que enuncia, no indicar la fecha de recepción de la cédula prejudicial del profesional del derecho. Planteó que -en definitiva- esa falta de pruebas en apoyo de los dichos del administrado, al menos, debió haber suscitado alguna "renuencia" en la Jueza en cuanto a la procedencia del recurso. En síntesis, destacó que: el actor no intentó hacer valer sus pretensiones, mediante los recursos administrativos establecidos en la Ordenanza 10/98 de la Comuna de Sanford (arts. 42 y siguientes); no interpuso el recurso ante la autoridad de juzgamiento, sino que lo hizo directamente ante la Jueza, eludiendo una parte del procedimiento que, conforme a la propia ley que invocó, debía seguir y no acreditó la fecha a partir de la cuál corrió el plazo para la interposición del correspondiente recurso, ni acreditó que el modo de enterarse de lo sucedido haya sido tal como lo relata. De ello extrajo el incumplimiento del requisito de oportunidad en cuanto al plazo de interposición del recurso conforme a las previsiones del artículo 74 de la Ley de Tránsito. Al no hacer la sentencia referencia alguna a la normativa que rige la materia, prescindió del texto legal sin dar razón plausible o, en su defecto, brindó pautas de excesiva amplitud, en sustitución de normas positivas directamente aplicables. Falencias éstas que fueron soslayadas por el Tribunal brindando como último argumento que la forma de interposición del recurso ha sido debidamente respetada por el apelante. 3. Ante todo, no puede dejar de citarse que el plexo normativo relacionado al presente caso es complejo, en tanto, involucra disposiciones de la ley nacional 24449 y sus reglamentaciones, de la ley de adhesión provincial 11583 y su reglamentación, de la Ley Orgánica del Poder Judicial y demás disposiciones procesales provinciales, las Leyes Orgánicas de Municipalidades y de Comunas, así como las particularidades que surgen al tratarse de una materia, en principio, vinculada al derecho municipal o comunal en su respectiva jurisdicción; específicamente, en el "sub lite", la Comuna recurrente adhirió a la ley nacional de tránsito (Ord. 7/2000) con posterioridad al dictado de normas procedimentales (Ord. 10/98). Tal complejidad normativa se enlaza con la debatida problemática de la revisión judicial suficiente de las sanciones impuestas por órganos administrativos que deciden faltas en materia municipal. En consideración a las circunstancias de la presente causa, resulta necesario efectuar algunas reflexiones preliminares. 3.1. La revisión judicial suficiente y los órganos que resultan competentes en la materia. Primeramente, a efectos de determinar la naturaleza sobre la cual versa la cuestión en debate, estimo de fundamental trascendencia para fijar el eje sobre el cual girará todo mi razonamiento, precisar que la materia es contencioso administrativa, lo que otorga determinados matices a la actividad a juzgar, incluyendo la revisión judicial suficiente. Ahora bien, la materia en debate, detraída legislativamente del conocimiento de esta Corte y de las Cámaras en lo Contencioso Administrativo fue conferida constitucionalmente a la competencia de los Tribunales de Primera Instancia en lo Penal de Faltas, de Primera Instancia de Circuito y a los Juzgados comunales, respectivamente. Resultan competentes para la resolución de dichas controversias, de conformidad a la interpretación sentada por la Corte provincial en la causa "Vicentín" ( A. y S., T. 160, pág. 17) los Jueces de Circuito quienes tienen competencia material "para conocer y decidir acerca de contravenciones municipales" (arts. 111 y 123, ley 10160). En dicho precedente este Cuerpo interpretó que se trataba de una "jurisdicción revisora" análoga a la que corresponde en esta materia a los Jueces en lo Penal de Faltas (arts. 111, 123 y 99 de la L.O.P.J., conforme al criterio de este Cuerpo in re "Vicentín" -ya mencionado- y su remisión a "Arede", A. y S., T. 150, pág. 352/358). Como lógica consecuencia de esa premisa sentada por este Tribunal se deriva que si las sentencias dictadas por los Jueces en lo Penal de Faltas resuelven la cuestión "en última instancia" similar criterio debe adoptarse en cuanto a los Jueces de Circuito en tanto ejercen una jurisdicción análoga a los primeros. Resumiendo. Tanto los Jueces en lo Penal de Faltas como los Jueces de Circuito ejercen en materia de faltas o contravenciones municipales una competencia "revisora" y en "última instancia". En cambio, a distinta conclusión debe arribarse si la resolución que revisa la contravención municipal o comunal impuesta por la Administración emanara de un Juez Comunal. Efectivamente, las peculiares modalidades contempladas por la Ley Orgánica del Poder Judicial para el ejercicio de la competencia que se le asigna a aquéllos y, principalmente, la circunstancia de que el procedimiento seguido sea verbal y no actuado, y que estos Jueces actúan a verdad sabida y buena fe guardada dejando solamente constancia escrita de sus resoluciones en el libro que llevan al efecto, permiten afirmar que la garantía de control judicial suficiente y la finalidad de asegurar su cumplimiento torna operable la competencia funcional de los Jueces de Primera Instancia de Circuito del artículo 113 de la ley 10160 ("les compete el conocimiento de las impugnaciones y las quejas deducidas contra las resoluciones de los jueces comunales"). A estas impugnaciones le resultan aplicables -bien que respetando las particularidades propias de la materia en cuestión- las disposiciones del Título VIII, del Código Procesal Civil y Comercial. Así el recurso deberá interponerse dentro del plazo de cinco días (art. 352). En cuanto a los efectos que corresponde asignarle, serán abordados en su congruo lugar, al tratar los de los recursos de los artículos 99, 111 y 123 de la ley 10160. La hermenéutica elaborada permite -a su vez- concluir que sólo las resoluciones dictadas por los Jueces de Primera Instancia en lo Penal de Faltas y de Circuito, en la materia, son definitivas en los términos del artículo 1 de la ley 7055. 3.2. El agotamiento de la vía administrativa en forma previa al cuestionamiento de la sanción en sede jurisdiccional. La ley 10160 no exige el previo agotamiento de la vía administrativa como recaudo de admisibilidad de las impugnaciones establecidas por los artículos 99, 111 y 123. Esta es la regla que impera en la materia. En efecto, a la hora de impugnar una sanción con motivo de una contravención municipal nada obsta a que el justiciable acuda directamente ante el juez que resulte competente conforme a los criterios sentados en el parágrafo 3.1. Ello así, por cuanto la exigencia del agotamiento de la vía administrativa sólo puede surgir, tratándose de los Municipios y Comunas, de una disposición expresa de la ley, no obstando a ello la existencia de regímenes recursivos generales previstos en la ley 2756 (Orgánica de Municipalidades) y 2439 (Orgánica de Comunas), ya que los precitados artículos 99, 111 y 123 de la Ley Orgánica del Poder Judicial no sólo son normas "especiales" sino también temporalmente "posteriores" a las mencionadas en primer término (el subrayado me pertenece). Claro que esta decisión no impide que el justiciable decida, eventualmente, canalizar su impugnación a través de los recursos administrativos generales establecidos en las leyes 2756 y 2439, por entender que allí puede encontrar debida tutela a sus derechos e intereses y sin que la elección de esa vía impugnativa administrativa implique pérdida o renuncia al posterior acceso al control jurisdiccional. Desde otra óptica no puede soslayarse el hecho de que, en la temática relativa a las multas y contravenciones municipales, algunas Administraciones locales han creado tribunales municipales o comunales de faltas con todo un régimen recursivo específico de carácter administrativo a seguir a la hora de impugnar las sanciones que impongan dichos órganos (el subrayado me pertenece). En estos últimos casos, el justiciable necesariamente deberá transitar por las vías previstas en la normativa local en forma previa al acceso a alguna de las instancias judiciales mencionadas por la Ley Orgánica del Poder Judicial, puesto que lo contrario implicaría desconocer las atribuciones que a los entes territoriales en la materia les confiere la constitución y la ley. Pero, además, ese enunciado general debe armonizarse con los postulados de la Ley de Tránsito, no resultando por ende aplicable en el especial caso de imputados que se domicilien a más de sesenta kilómetros del asiento del Juez competente que corresponda a la jurisdicción en que se cometió la infracción. En efecto: La ley 24449, a la que adhirió la Provincia por ley 11583, consagra como principio procesal básico para el procedimiento el permitir la remisión de los antecedentes a la jurisdicción del presunto infractor (art. 69, inc. h), así como el derecho de todo imputado a ser juzgado o cumplir la condena ante el juez competente de la jurisdicción de su domicilio (art. 71, interjurisdiccionalidad), siempre que se de esa particular situación respecto de la distancia de su domicilio (a más de sesenta kilómetros del asiento del juez competente que corresponda a la jurisdicción en que se cometió la infracción). Por lo tanto, si el legislador interpretó que la lejanía geográfica entre el lugar de residencia del supuesto infractor con el del juez municipal o comunal justifica un desplazamiento de la competencia para garantizar el control judicial, valorando, evidentemente, que en caso contrario se impediría un regular ejercicio del derecho de defensa, es de toda lógica y razonabilidad entender que en tales circunstancias -a fuerza de incurrir en reiteraciones: imputados que se domicilien a más de sesenta kilómetros del juez de faltas municipal o comunal- tampoco sería exigible el agotamiento de los remedios administrativos especiales locales. En suma, este derecho de opción vendría a funcionar en sentido similar a una cuestión de competencia (territorial), la que podrá ser ejercida mediante declinatoria (arts. 6 y 7 del C.P.C. y C.) o inhibitoria (arts. 6 y 7 del C.P.C. y C.), según se trate de jurisdicción ejercida dentro o fuera de la Provincia, importando en los hechos la prórroga o desplazamiento de la competencia. Finalmente, cabe destacar que al particular también lo ampara en el recorrido de las vías recursivas administrativas -en los supuestos que corresponda- las disposiciones de la ley 12071, en tanto establece que "en las notificaciones de decretos y resoluciones dictados en los expedientes o actuaciones administrativas, o en general, de cualquier decisión dictada por autoridad administrativa que niegue un derecho, imponga obligaciones o no haga lugar a un recurso de revocatoria interpuesto, se hará saber el derecho a interponer recursos y el plazo para hacerlo, conforme a la normativa vigente". De manera entonces que será el acto de comunicación de la infracción el que hará saber el camino recursivo a transitar en el caso concreto, erigiéndose esta disposición legal en un instrumento vital en resguardo de los derechos y garantías del particular frente a la diversidad de procedimientos que en el orden local pueden haberse reglado. 3.3. En lo referente al procedimiento bajo el cual deben encauzarse estas impugnaciones ante los estrados judiciales, en el precedente "Vicentín" (citado) la Corte hizo una referencia tangencial al tema sosteniendo que en lo alusivo a la actuación ante los Jueces Comunales y de Circuito debía tenerse en cuenta lo dispuesto por el artículo 127 de la ley 10160 y también lo establecido en el artículo 693 del Código Procesal Civil y Comercial. El plexo normativo complejo torna necesario avanzar en el análisis de esta cuestión y sentar un criterio jurisprudencial que brinde pautas orientadoras a los operadores jurídicos. Se observa que la condición básica para admitir el ejercicio de facultades jurisdiccionales por la Administración, para el Alto Tribunal (vid. "Fernández Arias c. Poggio", Fallos: 247:646), es que el justiciable tenga derecho a interponer, en plenitud, un recurso ante un tribunal judicial, en donde se puedan debatir los hechos y derechos controvertidos, a lo que llama "control judicial suficiente". Interpretando esa jurisprudencia, aparece como el medio judicial más idóneo para la revisión judicial de las decisiones de los órganos administrativos en ejercicio de funciones jurisdiccionales, la aplicación del procedimiento establecido en el artículo 387, inciso c), apartado 3) del Código Procesal Civil y Comercial (juicio sumarísimo), bien que respetando las particularidades propias de la materia en cuestión, que garantiza de manera efectiva, en el caso, una revisión judicial plena. En vinculación con lo que antecede, cabe destacar que este Cuerpo, respecto de la tramitación de la impugnación del artículo 99 de la ley 10160, había considerado que a consecuencia de la absoluta ausencia de sustanciación, se había materializado una insubsanable violación al derecho de defensa que constitucionalmente asistía al ente municipal, por constituir una irreparable lesión al derecho de defender la legalidad de sus actos que le asiste a la Administración -en ese caso, municipal- (in re "Omegna", A. y S., T. 200, pág. 401). En cuanto al plazo, atento a la naturaleza de la actividad que se está analizando (contencioso administrativa), corresponde otorgar al recurso de los artículos 99, 111 y 123 de la ley 10160 el plazo de treinta (30) días, que es el previsto normalmente para la revisión judicial de dicha materia (art. 9, ley 11330), aún cuando, se haya producido un desplazamiento de esa competencia en favor de los órganos jurisdiccionales ya mencionados, a saber, Jueces de Primera Instancia en lo Penal de Faltas, Jueces de Primera Instancia de Circuito y Jueces Comunales. En consideración a la sustancia de la materia debatida, los efectos que corresponde asignar a las referidas impugnaciones, por regla general será devolutivo, salvo que por disposición expresa del legislador provincial se establezca otro efecto o que mediante la decisión impugnada se afecte la libertad corporal o ciertas libertades o bienes especialmente tutelados por las garantías constitucionales. 4. Formuladas esas reflexiones preliminares, corresponde ahora, abordar el tratamiento de los agravios vertidos por la Comuna de Sanford en el memorial introductorio del remedio extraordinario. Adelanto que el presente recurso no puede prosperar, por las razones que seguidamente se exponen. La impugnante formula su crítica bajo la genérica invocación de falta de motivación de la apreciación de la Jueza A quo en torno a los requisitos de admisibilidad de los recursos interpuestos por el presunto infractor contra la sanción de multa impuesta por el Juez de Faltas de la Comuna de Sanford. En lo atinente a la admisibilidad de la apelación interpuesta por el hipotético infractor la A quo juzgó que debía considerarse temporánea en razón de los defectos verificados en las notificaciones cursadas en sede administrativa y al estado de indefensión invocado por el actor. Ante esa reflexión la impugnante persiste en que el supuesto infractor no probó la fecha a partir de la cual corría el plazo para la interposición del correspondiente recurso, postulando que otros elementos de la causa debieron tomarse en consideración. Mas tal línea argumentativa no se hace cargo siquiera mínimamente del correcto razonamiento seguido por la Juzgadora, omitiendo la recurrente -además- referir a las situaciones individualizadas en el decisorio que realzaban irregularidades cometidas por la Comuna en el procedimiento administrativo de juzgamiento de las infracciones, no logrando desvirtuar la razonabilidad de la línea argumentativa. Consecuentemente, la valoración que hiciera la Sentenciante se inserta dentro de las consignas hermenéuticas lógicas y razonables, lo que descarta la configuración de una cuestión constitucional en los términos del artículo 1 de la ley 7055. El resto de los cuestionamientos formulados en el mismo título del libelo impugnativo, tales como el tratamiento parcializado en cuanto a la falta de requisitos suficientes para que se tornase procedente la acción, no pueden correr mejor suerte. Ello así, dado que la Comuna impugnante no aporta argumentos de peso, idóneos y conducentes para acreditar, en las concretas circunstancias del caso, la falta de suficiencia de los fundamentos esgrimidos en el decisorio en cuanto propició tanto la admisibilidad del recurso judicial y el consiguiente acceso a la jurisdicción, como la procedencia sustancial de la pretensión teniendo particularmente en cuenta específicas irregularidades indicadas en el procedimiento seguido en sede administrativa atribuidas solamente a aquélla. En ese sentido, resulta necesario destacar que en el fallo recurrido se declaró la nulidad de la sanción de multa con fundamento en la omisión de debida notificación al presunto infractor de las sucesivas etapas procedimentales hasta la decisión administrativa sancionatoria. Además, se ponderó especialmente que este último acto carecía de la firma de la autoridad de la que emanaba -Juez de Faltas de la Comuna de Sanford- y que adolecía de nulidad el acta de comprobación de la infracción, dado que, el inspector municipal, a quien correspondía constatar la infracción, detener el vehículo, identificarse indicando la dependencia a la cual pertenece e identificar al conductor, no intervino en la constatación de la presunta infracción, sino que se limitó a rubricar la fotografía extraída a través de mecanismos técnicos días después de obtenida ésta, desoyendo de tal forma lo impuesto por el artículo 70 de la ley nacional 24449 y su concordante reglamentación provincial y comunal. De lo precedentemente reseñado puede inferirse que, el decisorio atacado no merece reproche constitucional, dado que hizo aplicación del marco de garantías procedimentales del artículo 70 de la ley nacional de tránsito -así como los artículos 69 y 71 del mismo cuerpo normativo, en tanto constituyen complemento necesario-. En ellos se determinan específicas limitaciones al actuar administrativo y se establecen deberes a cargo de los funcionarios encargados de las tareas de constatación y de juzgamiento de las distintas infracciones que puedan detectarse. En vinculación con lo indicado, en la sentencia se señalaron claramente las circunstancias por las cuales se estimaron incumplidos en el caso los deberes impuestos a los órganos administrativos afectándose ilegítimamente las garantías del particular explícitamente reconocidas en el mencionado marco normativo. Ningún argumento ha traído la Comuna recurrente en orden a desvirtuar lo valorado en el punto por el Tribunal A quo siendo lo resuelto derivación razonable del derecho en vigor y con motivaciones que resultan de inferencias lógicas deducidas de las constancias de la causa. Los restantes agravios traídos por la Comuna, referidos a la falta de agotamiento de la vía administrativa previo al ejercicio de la vía recursiva jurisdiccional, así como ante quién deben interponerse estos recursos y su plazo, han recibido adecuado tratamiento de esta Corte en las consideraciones preliminares desarrolladas en los parágrafos 3.2. y 3.3., por lo que corresponde su rechazo en atención a los criterios hermenéuticos y argumentaciones allí brindadas. Consecuencia de lo expuesto es que la sentencia impugnada no vulnera el derecho a la jurisdicción, al resultar una derivación razonada del derecho y de los hechos de la causa. Voto, pues, por la negativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo: 1. Comparto los argumentos vertidos por el Ministro preopinante en los parágrafos designados como 3, 3.1, 3.2 y 3.3. En efecto, concuerdo íntegramente con los fundamentos y conclusiones expresados, los que seguidamente se reseñan y refieren: al complejo plexo normativo relacionado con el caso; a la revisión judicial suficiente y órganos que resultan competentes teniendo en cuenta que la materia es contencioso administrativa y las diversas situaciones en lo tocante a la definitividad de las sentencias de conformidad al artículo 1 de la ley 7055, así como la determinación de la vía recursiva, plazo y efectos cuando no gocen de esa cualidad; al agotamiento de la vía administrativa en forma previa al cuestionamiento de la sanción en sede jurisdiccional -en sus diversas hipótesis- incluyendo el derecho de opción y la forma de su ejercicio en el supuesto de interjurisdiccionalidad previsto en la ley 24449; a las pautas orientadoras brindadas a los operadores jurídicos en lo concerniente al procedimiento por el que deben encauzarse las impugnaciones -deducidas contra las resoluciones de órganos administrativos que deciden faltas en materia municipal o comunal- ante los estrados judiciales a los fines de garantizar de una manera efectiva una revisión judicial plena, llamado "control judicial suficiente", así como a la aplicación del procedimiento establecido en el artículo 387, inciso c), apartado 3) del Código Procesal Civil y Comercial (juicio sumarísimo), respetando las particularidades propias de la materia en cuestión, el plazo de interposición y efectos. 2. Concluidas esas reflexiones preliminares, en lo que atañe al tratamiento de los agravios vertidos por la Comuna de Sanford en el memorial introductorio del remedio extraordinario, comparto los argumentos vertidos por el señor Ministro preopinante en tanto éstos guardan sustancial analogía con los que expusiera al votar la inadmisibilidad del remedio intentado -en mi voto- en la causa "Otta" (ya citada) y a la luz de los cuales la sentencia impugnada resulta derivación razonada del derecho vigente con sujeción a los hechos comprobados de la causa. Voto, pues, por la negativa. A la misma cuestión, los señores ministros doctores Vigo y Spuler y el señor Presidente doctor Gutiérrez expresaron idénticos fundamentos a los vertidos por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual sentido. A la tercera cuestión, el señor Ministro doctor Falistocco dijo: Atento al resultado obtenido al tratar las cuestiones anteriores, corresponde declarar improcedente el recurso interpuesto. Con costas a la recurrente (art. 12, ley 7055). Así, voto. A la misma cuestión, los señores Ministros doctores Netri, Vigo y Spuler y el señor Presidente doctor Gutiérrez dijeron que la resolución que correspondía adoptar era la propuesta por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual sentido. En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESOLVIÓ: declarar improcedente el recurso de inconstitucionalidad interpuesto. Con costas a la recurrente (art. 12, ley 7055). Registrarlo y hacerlo saber. Con lo que concluyó el acto, firmando el señor Presidente y los señores Ministros por ante mí, doy fe. Fdo.:GUTIERREZ-FALISTOCCO-NETRI-SPULER-VIGO-Fernández Riestra (Secretaria)