El Perro sin Pelo del Perú y su representación en la cerámica de la época prehispánica. Por: Arql. Lizardo Tavera (*) "Sólo quienes tratan de restar importancia al trabajo desempeñado por la mano realzan al ocio. El menosprecio por el trabajo manual ciega a los que disminuyen la importancia de la necesidad." Emilio Choy Es innegable que gran parte de nuestro espíritu humano es curioso, estamos prestos a saber y entender cuanta cosa pasa por delante de nuestros ojos. Es así como surgen las ciencias, la tecnología, las letras, y las artes. Al encontrar o conocer un objeto nuevo nos preguntamos ¿qué es?, ¿para que sirve?, ¿qué edad tiene?, el indagar por la antigüedad es una pregunta instintiva en nosotros. En gran parte, es de ahí de donde surge la arqueología. Gran parte del quehacer arqueológico consiste en determinar la antigüedad de los objetos para poder ordenarlos en el tiempo y así poder entenderlos. La mente humana necesita ordenar la información que entra por los sentidos para poder interpretarla. Entender (y explicar) el medio que nos rodea ha sido (y es) fundamental para nuestro desarrollo, es nuestra principal arma para la supervivencia en la naturaleza, como los dientes para un tiburón, los colmillos para un lobo o el veneno para la serpiente. El Perro sin Pelo del Perú está declarado por el estado peruano como Patrimonio Cultural de la nación a razón de su origen autóctono desde épocas remotas del período prehispánico. ¿Qué significa esto?, que es parte de nuestro legado medular, el que está (o debería estar) más arraigado a nuestra personalidad colectiva pues ha sido (y es) el perro sin pelo nuestro mejor amigo desde hace miles de años y eso está materializado en las vasijas de cerámica que dejaron nuestros antepasados como testimonio de su arte y tecnología. La cerámica prehispánica Fabricar vasijas de cerámica, "huacos" como los llamamos en Perú, es una tecnología avanzada, que requiere conocimientos sobre las materias primas (tipos de arcillas), dominio del fuego (en hornos) y arte en las manos y la mente para darles forma. La cerámica está presente en casi todos los grupos humanos de este planeta. Muchas veces se toma (erróneamente) a la cerámica como un parámetro de civilización, sociedad que la domina es considerada civilizada, la que no la domina es considerada como una tribu, un clan, un grupo menor. Otros parámetros de civilización son la arquitectura monumental, la agricultura, el tejido, la crianza de ganado y la escritura. Cada sociedad de acuerdo a sus necesidades y oportunidades han ido descubriendo y/o adoptando estos conocimientos. En Perú, la agricultura surge hace 8 mil años, el tejido hace 6 mil, la arquitectura monumental hace 5 mil y la cerámica hace 3 mil ochocientos años contando desde el presente. La cerámica es el material más numeroso encontrado en un sitio arqueológico, ya sea en la superficie o al momento de una excavación. Por ello la cerámica ocupa la mayor parte de los estudios arqueológicos. Pero, ¿qué fueron los huacos para sus fabricantes? Desde la aparición de la cerámica en el Perú, fueron 2 los principales usos: a) Como vasijas utilitarias, y b) Como ofrendas. Las vasijas utilitarias son las más numerosas y a la vez las menos vistosas. Son los platos, vasos y ollas de uso cotidiano. Esto no descarta que además del menaje diario existiera otro especial, para las fiestas o momentos importantes, una vajilla fina con formas y decoraciones. Sin embargo en cualquiera de los casos, por ser piezas utilitarias se usaron hasta que se rompieron, deterioraron o gastaron. Las que fueron usadas como ofrendas son las más vistosas, tienen decoraciones, colores y formas. La gran mayoría (¿95%?) de la cerámica decorada (pintada con colores o dibujos) o escultórica (con forma de persona, animal, pez, vegetal u objeto) fue fabricada para ser usada como ofrenda. ¿Y, en que consisten esas ofrendas?. Hay varios motivos para ofrendar y a continuación explicaré algunos de ellos: a) Acompañar a los muertos. Es la principal y más común de las ofrendas. Acompañaban al difunto con lo que pudiera ser importante o útil en el mundo de los muertos. Muchas veces un huaco escultórico era colocado como ofrenda simbólica en reemplazo del original, por ejemplo, huacos con forma de guerreros o llamas en reemplazo de los de carne y hueso. b) Como ofrenda antes de la remodelación de una "huaca" (lugar o edificio sagrado, templo). En la huaca Pucllana en Miraflores (Lima - Perú), antes de una gran remodelación y ampliación de esa pirámide se ofrendaron grandes vasijas de cerámica representando tiburones, las que fueron rotas y sus partes diseminadas por el piso antiguo antes de vaciar el piso nuevo. Terminada la remodelación se ofreció un banquete, ¿el plato principal?, tiburón, por supuesto. ¿Qué relación de cantidad existe entre la cerámica utilitaria y la de ofrendas?, pues que la cerámica fabricada como ofrendas representa apenas un 8% del total. Dependiendo, por supuesto donde se haga el hallazgo. En una tumba suntuosa puede representar hasta el 100% de la cerámica encontrada, y también es posible que al excavar una ciudad entera no se halle ni una sola vasija decorada. Cuando hablamos del 8% del total, hablamos de todas las vasijas de cerámica fabricadas. Puede parecer una cifra un tanto aventurada, ¿alguien a contado toda la cerámica encontrada y separado la decorada de la utilitaria?, pues no, pero esta cantidad no es un albur, es un resultado estadístico que, en todo caso, quiere hacer resaltar la notable diferencia existente entre ambos tipos. Esto es útil de entender, por ejemplo, cuando se visita un museo, en donde la gran mayoría de lo que se expone en vitrinas es decorado o escultórico haciéndonos la falsa idea que sinónimo de huaco es la escultura y decoración en cerámica. La cerámica decorada o escultórica es tan escasa como bella y por eso mismo casi toda la que se ha hallado esta expuesta en algún museo. Las representaciones de PSPP en la cerámica Prehispánica Peruana. La concepción moderna del arte implica, en gran medida, la independencia del artista, quien crea en forma libre lo que su espíritu le manda. En la época prehispánica(1) peruana esto no fue así. La vida cotidiana, política y económica de las personas y de las sociedades estaba regida por el sistema de reciprocidad y por el calendario ceremonial, ambos ligados a tal punto que no pudieron existir el uno sin el otro, como dos caras de una misma hoja. Así, si vemos huacos con representaciones de aves marinas, vegetales (como el maíz, el zapallo, la papa) o animales como la llama, el puma o el venado (taruca), éstos no fueron modelados sólo para recrear la vista, decorar o solazarnos en su contemplación, no, fueron modelados para ser entregados como ofrendas (tal como vimos líneas arriba) y como tales sujetas a las leyes que rigen el calendario ceremonial y a la ocasión para la que fueron propicios. Cito, por ejemplo, el caso antes mencionado de la Huaca Pucllana y los huacos en forma de tiburón. En Pachacamac los arqueólogos han encontrado, asociado a un edificio sepulcral huacos con dibujos de moscas, las cuales están asociadas a la leyenda local que el alma de los muertos sale en forma de este insecto. El Perro sin Pelo del Perú también está representado en los huacos de muchas culturas y sólo eso ya nos dice la importancia de este nuestro fiel amigo para nuestros antepasados. La forma en la que fue representado es variada pero guarda algunos convencionalismos que es importante señalar: a) El aspecto general es naturalista y escultórico, se trató de representarlo de una forma fidedigna en lo posible. b) Para acentuar su desnudez se han recalcado las arrugas que naturalmente tienen el cuerpo como rajas incisas o delineadas con pintura. c) Alrededor de los ojos se han delineado círculos concéntricos, resaltando las arrugas de esa parte de su cuerpo. Algunas piezas presentan dibujos de complejas escenas en donde también ha sido representado el perro sin pelo, tal es el caso de algunos ejemplares de huacos de la cultura Moche. En estos casos el dibujo realza la delgadez del perro y acentúa sus arrugas con el uso de líneas en su rostro y cuerpo, en comparación con otros dibujos que representan a perros con pelo que presentan un cuerpo más robusto y grandes manchas sobre su cuerpo. La Antigüedad del PSPP Damos por hecho que nuestro perro sin pelo es oriundo y tan nuestro como la papa, el maní, el pallar o el algodón. Y aunque esto es así, debemos tomar en cuenta cuáles son las evidencias que respaldan este hecho. Primero que nada, las representaciones en huacos, los cuales datan comprobadamente(2) de épocas remotas. Así, lo tenemos representado en huacos de las culturas Moche, que va del año 0 al 550 d.C., Lambayeque (también llamada Sicán), entre el 500 y 800 d.C., en la cultura Chimú (sucesores de los Moches), entre el 700 al 1450 d.C., todos ellas ubicadas en los valles de la costa norte del Perú. En cerámica de la cultura Chancay (al norte de Lima, entre los años 900 a 1450 d.C.) e Ychsma (en Lima y Lurín entre los años 900 a 1450 d.C.) y, por supuesto en huacos Incas (1450 a 1532 d.C.). También se han reportado el hallazgo de entierros de perros sin pelo como ofrenda en tumbas de importantes curacas (gobernantes) en la Pirámide con Rampa 3 del santuario de Pachacamac (valle de Lurín) y cementerios de perros (con y sin pelo) en el valle de Huaura. Huacos de perro sin pelo se pueden admirar en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, salas Chancay e Inca, en el Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera y el Museo "Josefina Ramos de Cox" del Instituto Riva Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú. El PSPP y el Viejo Señor de Sipán El Viejo Señor de Sipán fue el curaca (gobernante) moche antecesor del mundialmente conocido Señor de Sipán. Él (el Viejo Señor) gobernó a los moches de la región de Lambayeque hacia el siglo I de nuestra era. Fue enterrado acompañado de muchas riquezas entre las que destacas joyas de oro, plata, mullu y cerámios representando al perro sin pelo del Perú. Su tumba fue excavada por el arqueólogo Walter Alva. Walter Alva reporta (3) que entre el numeroso ajuar que acompañó al Viejo Señor al mundo de los muertos se encuentran 13 ejemplares de huacos con la “… representación zoomorfa de un canino de hocico levantado, orejas y ojos remarcados con aparentes arrugas…” completando cinco párrafos más abajo: “Por sus características el perro representado correspondería al nativo sin pelo, animal de temperatura caliente tradicionalmente criado para fines medicinales y de abrigo”. Walter Alva destaca que los huacos de pspp fueron colocados a ambos lados del cuerpo del viejo Señor junto con otras piezas de cerámica representado chamanes (brujos – curanderos) Comentarios Finales Para la arqueología, el pspp es aún un tema pendiente que poco a poco emerge de la mar de objetos recuperados de las excavaciones. En muchos casos se les menciona tangencialmente en los anexos y apéndices dentro de las tablas con la relación de los materiales recuperados o están almacenados en los depósitos de los museos. Sin embargo éste es un tema que interesa a cada vez más investigadores lo que garantiza que en el futuro próximo tendremos información más completa de nuestro querido y querendón amigo, el perro sin pelo del Perú. (*) (1) (2) (3) Licenciado en Arqueología, actualmente se desempeña como Coordinador de Proyectos del Fondo Documentario de la Cultura Peruana de la Universidad Nacional Federico Villarrreal. Contactos: [email protected] / http://www.arqueologia.com.ar/perú. Se considera como época prehispánica al período histórico comprendido entre la aparición del humano en el actual territorio del Perú, alrededor del año 10,000 a.C. hasta la conquista española del Tawantinsuyu (Imperio de los Incas) en 1532 d.C. No es finalidad de este artículo el explicar como la arqueología data objetos y los declara de tal o cual período histórico. Para ello el lector puede consultar una amplia bibliografía sobre ese tema. “Sipán, descubrimiento e investigación” por Walter Alva.