PRIMERA MENCION C.E.M. Nº 108 - ALLEN Construcción Social del Riesgo en la Ciudad de Allen Sexta Edición / Año 2008 Percepción y Memoria de las Inundaciones Concurso Estudiantil El Agua en la REGIÓN del COMAHUE PRIMERA MENCION C.E.M. Nº 108 - allen Construcción Social del Riesgo en la Ciudad de Allen Sexta Edición / Año 2008 Percepción y Memoria de las Inundaciones Concurso Estudiantil El Agua en la REGIÓN del COMAHUE autoridades consejo de gobierno Presidente: Ministro del Interior Cdor. Anibal Florencio Randazzo Gobernador de la Provincia del Neuquén Dr. Jorge Sapag Gobernador de la Provincia de Río Negro Dr. Miguel Saiz Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli comite ejecutivo Presidente (Cargo rotativo anual - año 2008) Representante de la Provincia del Neuquén Ing. Elías Alberto Sapag Representante del Estado Nacional Arq. Alberto Ciampini Representante de la Provincia de Río Negro Ing. Federico Carnevali Representante de la Provincia de Buenos Aires Sr. Jorge Izarra Publicación de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro. 9 de Julio 496 - (8324) Cipolletti - Provincia de Río Negro Diseño Editorial: D.G. Amanda Galli Producción Gráfica: IMPRENTA Fecha de impresión: AGREGAR te/fax: (0299) 4492300 - www.aic.gov.ar Hecho el depósito que marca la ley 11.723 I.S.B.N. 978-987-23023-4-4 © AIC Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, 2008 Todos los derechos reservados. Las opiniones que se expresan en este libro son las de los autores y no necesariamente las de la AIC. Autores: 5° 1º División y 6º 1º División - CEM N° 108 - Allen - Provincia de Río Negro. Ana Belén Bonventre, María Verónica Castro, Claudia Mariela Escales, Marlene Sada Cherer, Soledad Ayelén Cutiño, Estefanis Giselle Arias, Nadia Condoplo Lefort, Luis Daniel Benazzi, Cintia Janet Fornaguera Tutores Docentes: Analía Sepulveda - María Adriana Martinez Imagen satelital de la Ciudad de Allen. Fuente: AIC 0. Inicio.indd 3 28/09/2009 03:55:23 p.m. Introducción ...................................................................... Pág. 05 Planteo del problema ........................................................ Pág. 07 Objetivos . .......................................................................... Pág. 07 Hipótesis............................................................................. Pág. 08 Metodología........................................................................ Pág. 08 Desarrollo La Percepción Social del Riesgo de Inundación ............................... Pág. 10 Recuerdos y acciones para controlar las inundaciones Recuerdos ............................................................................. Pág. 18 Acciones . .............................................................................. Pág. 23 A modo de conclusión ...................................................... Pág. 29 Bibliografía ........................................................................ Pág. 30 Anexo ................................................................................. Pág. 31 Contrucción Social del Riesgo en la Ciudad de Allen Percepción y Memoria de las Inundaciones Introducción El entorno conocido brinda a las personas sensación de seguridad, de amparo. Así como nos conmovemos frente a las imágenes que muestran desastres o catástrofes, la velocidad con que las olvidamos acompaña el ritmo con que los medios masivos las presentan. Sin embargo, más o menos concientemente, todos poseemos percepciones e ideas respecto a los riesgos a que estamos expuestos; estas percepciones nos vinculan bidireccionalmente con el espacio en que vivimos. Imagen Nº1. Vista aérea de la confluencia de los ríos Negro y Limay. Fuente: AIC 5 Para introducirnos en este tema hemos efectuado una exploración bibliográfica que nos muestra que, respecto a la gestión de los riesgos a los que está expuesta una sociedad, predominan los análisis desde las ciencias naturales e ingenieriles. Hay autores que afirman que en el proceso de toma de decisión, ligado al componente de la incertidumbre “la problemática de las inundaciones apareció históricamente compartimentada, visualizada como un evento puntual al que hay que enfrentar con respuestas de tipo coyuntural y, en el caso de que la acción se planteare en términos preventivos, la solución privilegiada fue siempre única: la construcción de obras de ingeniería”1. La experiencia en distintos lugares del país y del mundo muestra que la única voz autorizada en la búsqueda de una solución para las inundaciones ha sido siempre la proveniente de las ciencias básicas e ingenieriles, dejando fuera de la discusión a todos aquellos actores expuestos a estos fenómenos. De acuerdo a distintas investigaciones realizadas, la tendencia predominante en la historia es la simplificación del problema, abordando sólo los componentes naturales sin considerar el impacto que estos fenómenos tienen sobre las personas. Cada grupo social, a partir de la diversidad cultural, socioeconómica, de género y edad y también a partir de sus experiencias y memorias, construye una percepción sobre los riesgos que debería ser tenida en cuenta para cualquier planificación y gestión de los riesgos. ¿A qué nos referimos con el término “riesgo”? Según Rovira y Latorre2 “se puede conceptualizar el riesgo natural como aquellos acontecimientos ambientales que exceden la capacidad normal de ajuste y amortización de los sistemas humanos para absorberlos, o bien como una alteración sustantiva de la vinculación permanente que mantiene el hombre con su entorno biofísico y que, casi necesariamente, se asocia a la idea de daños. En este sentido, el problema de las inundaciones resulta claramente de un desajuste o disfunción, entre la sociedad y su entorno biofísico.” Planteado el concepto de riesgo, y para abordar ahora el de “percepciones” partimos de una premisa: “la realidad objetiva no existe, la realidad es fruto de una construcción de la mente. Los individuos elaboran las imágenes sobre ella a través de conceptos e ideologías y de un conocimiento del medio que se halla limitado por la complejidad del proceso de percibir, sentir, pensar, por el volumen y calidad de la información recibida, por las experiencias personales, por la cultura y por las distintas etapas dentro del ciclo de vida en que esa persona se encuentra: infancia, juventud, madurez, vejez”3. En el campo de las ciencias sociales, los diversos estudios realizados desde distintas disciplinas, entre ellas la geografía de la percepción, han demostrado que “la imagen que tienen los habitantes sobre el riesgo y el abanico de posibilidades para evitarlo o paliarlo suele ser bastante diferente de la que tienen técnicos y políticos.”4 Así, “el comportamiento humano depende de la valorización y uso que cada sociedad hace de su medio ambiente. Ante un mismo suceso distintas sociedades actúan de manera diferente, producen diversas respuestas, hecho que depende del tipo de información y las motivaciones de cada sector. Por ejemplo, la población puede desconocer e incluso negar el riesgo de catástrofes naturales.”5 1. Gonzalez, Silvia. Gestión del riesgo por inundaciones en la ciudad de Buenos Aires. Situación Actual y alternativa. Revista Realidad Económica 117. Disponible en: http://www.iade.org.ar/modules/noticias/articles. php?storyid=676 2. Rovira y Latorre. Percepción del riesgo de inundación en la comuna de San Bernardo. 2º Encuentro Científico sobre Medio Ambiente. TALCA. 1986 3. Simon, 1957 citado por Zarate Martín Los Mapas Mentales como herramienta para la alfabetización cartográfica. 1996:44 4. Susana de Castro: Riesgos y peligros: una visión desde la geografía. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Universidad Nacional de San Juan. Nº 60. Marzo de 2000 5. Alumnos de 5º año del CEM Nº 23 - Cinco Saltos - Provincia de Río Negro. Crecida extraordinaria o rotura de presa. Riesgo que implica y cómo enfrentarlo. Margen rionegrina - Valle inferior del río Neuquén. Concurso estudiantil: El agua en la región del Comahue. AIC. 2005 6 En este sentido la memoria históricamente construida sobre situaciones de desastres influye sobre la percepción y al mismo tiempo, la percepción construye la memoria social de generaciones posteriores. Conocer la percepción que la población tiene sobre el riesgo, en este caso de las inundaciones, es un elemento decisivo a la hora de dar respuestas al evento, prevenir y planificar, es decir, realizar lo que se viene denominando gestión participativa e incluyente de los riesgos. Planteo del Problema La ciudad de Allen, provincia de Río Negro, se encuentra ubicada a orillas del río Negro. Si bien el casco urbano se localiza aproximadamente a 5 km. al norte del río, algunos asentamientos poblacionales como los barrios Costa Este y Costa Oeste, se han desarrollado a la vera del río. También hay población rural dispersa viviendo en zonas rurales (chacras), muy cercanas al río. El límite norte de la ciudad está dado por el frente de barda, altamente dinámico desde el punto de vista geomorfológico y asociado al riesgo de inundación por fenómenos pluvioaluvionales. Este riesgo ha sido prácticamente erradicado hace unos 30 años con la construcción de una defensa aluvional y un canal de desagües (conocido como “el zanjón”) que encauza las aguas de tormenta. Sin embargo, el crecimiento de la ciudad hacia el este y al pie de las bardas puede suponer la reaparición del riesgo de inundación. Como toda población que vive a orillas de los cursos de agua, el riesgo de inundación está presente. Además, la ciudad está ubicada aguas abajo de represas lo que implica también un riesgo adicional. Toda comunidad que se encuentra expuesta a un riesgo hídrico, debe poseer conocimientos sobre los planes de contingencia, de acción y de evacuación y estos planes deben estar elaborados, sobre el conocimiento y la percepción que la gente tenga sobre el riesgo. El propósito del presente trabajo es conocer cómo percibe la población de Allen el vivir a la vera de un río y aguas abajo de represas. Y, como la percepción se construye, entre otras cosas, a partir de la experiencia vivida, nos parece interesante indagar los recuerdos sobre las inundaciones en nuestro pueblo. Recuerdos asociados no sólo a las inundaciones del río Negro sino también a las antiguas inundaciones pluvioaluvionales que afectaron a los habitantes del sector norte de la ciudad. Respecto a éste último aspecto, consideramos muy interesante poder indagar en la memoria oral, ya que no hay registros de estos hechos que fueron de gran importancia para nuestro pueblo hasta la década del 70. Objetivos 1. Contribuir a concientizar sobre la importancia del recurso agua, sus potencialidades y los riesgos asociados. 2.Indagar las percepciones que, sobre el riesgo de inundación, tienen los habitantes de la ciudad de Allen. 3. Indagar en los conocimientos que la población de Allen tiene sobre el fenómeno de las inundaciones. 4. Recuperar y sistematizar la historia oral de las inundaciones por fenómenos pluvioaluvionales en los barrios del norte de la ciudad. 7 5.Identificar si el municipio tiene planes de prevención y acción frente a las inundaciones y cuáles son estos planes. 6.Investigar si la población de Allen tiene conocimiento de estos planes de acción. 7.Presentar la información obtenida a las autoridades que tienen a su cargo la elaboración de los planes de prevención y/o acción ante emergencias hídricas. Hipótesis • El común de la gente niega el riesgo de inundación para protegerse emocionalmente. • La percepción de la gente sobre el riesgo de inundaciones es muy distinto según su lugar de residencia, cercana al río o en la planta urbana. • La percepción del riesgo varía según el género, la edad y el contexto sociocultural de la población. • Quienes han vivido inundaciones tienen una percepción del riesgo muy diferente a quienes no han padecido un suceso de este tipo. • La percepción del riesgo está distorsionada por falta de conocimientos sobre el tema. Metodología Generalmente, los estudios que abordan la percepción sobre el ambiente y los riesgos parten de la investigación de los rasgos físicos y naturales del riesgo que se pretende estudiar. Para el presente trabajo no fue necesario avanzar sobre estos aspectos, ya estudiados y sistematizados. Se contó con la cartografía temática e información adicional respecto a las manifestaciones espaciales, áreas potenciales de riesgo de inundación por crecidas características o rotura de presa, elaboradas por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas. Imagen Nº2. Mapa de inundación que provocaría la rotura de presas. Fuente: AIC 8 Imagen Nº 3. Mapa de inundación que provocarían algunas crecidas extraordinarias. Fuente: AIC En relación a las descargas pluvioaluvionales desde el frente de barda, la disponibilidad de cartografía temática fue escasa. En este caso se elaboraron croquis y mapas a partir de imágenes satelitales y planos urbanos. En relación a la reconstrucción de la memoria social sobre las inundaciones se utilizó el análisis y la revisión bibliográfica de documentos escritos, principalmente de la prensa escrita (diarios históricos). Una de las dificultades de realizar estudios de percepción ambiental y/o de riesgos, es cómo medir la percepción de un sujeto ya que es muy difícil conocer los sentimientos o pensamientos de una persona, así como las imágenes y representaciones inconscientes que guían y estructuran sus percepciones. Conociendo estas limitaciones, y en base a la bibliografía consultada se utilizó la técnica de la encuesta, en este caso semiestructurada. En síntesis, para llevar adelante el proceso de investigación se utilizaron técnicas cualitativas y cuantitativas. Las salidas de campo fueron una técnica imprescindible. Los instrumentos de obtención de datos fueron: • Encuesta semiestructurada (ver formato en el Anexo) • Mapas mentales: Para trabajar con niños consideramos útil e interesante utilizar la técnica de los mapas mentales, teniendo en cuenta que la imagen o la representación mental es fundamental porque le dan a cada individuo una visión particular del espacio y que una representación mental refleja la experiencia en relación al medio y el grado de conocimiento que se tiene del mismo. Esta técnica se utilizó con niños residentes de zonas urbanas y rurales. • Entrevistas abiertas a informantes cualificados • Historias de vida • Análisis documental (principalmente de la prensa escrita) • Observación directa (pasiva, no participante) • Técnicas cartográficas • Técnicas estadísticas para la sistematización de la información obtenida en las encuestas. 9 Desarrollo La Percepción Social del Riesgo de Inundación Se utilizó un instrumento escrito que se aplicó al azar, con el fin de relevar las percepciones y conocimientos de la población respecto al riesgo de inundaciones en nuestra ciudad. La encuesta se aplicó a personas mayores de 12 años, de ambos sexos, residentes en zonas rurales y urbanas de la ciudad. En total se efectuaron 100 encuestas. Los resultados se presentan a continuación a la luz de las hipótesis que nos planteáramos al comenzar el trabajo: El común de la gente niega el riesgo de inundación para protegerse emocionalmente. Sólo un 17% del total de encuestados cree que es muy probable que haya una inundación relacionada con estas crecidas. La mayoría (98%) de las personas considera que nuestra ciudad está expuesta al riesgo de inundación por rotura de presa. Casi la totalidad de las personas encuestadas manifiesta saber del peligro de inundación por rotura de presa aunque no lo perciben como algo de posibilidad real, sino como un riesgo que no implica peligro Esta contradicción puede denotar que el común de la gente, a pesar de ser conciente de los peligros y riesgos que implica vivir aguas abajo de represas, no es capaz de aplicar ese conocimiento a su vida cotidiana, es decir que niegan la posibilidad real de que el peligro exista. Lo comprenden como una posibilidad en términos generales (es algo que puede pasar en el futuro), pero no en términos particulares, (no es algo que me vaya a pasar a mí). Otro dato que refuerza esta idea es que la mayoría de los encuestados manifiesta que permanecerá en su lugar de residencia a pesar de conocer el riesgo. La percepción que tiene la gente sobre el riesgo de inundaciones es muy distinta según su lugar de residencia, cercana al río o a la planta urbana. A partir de la información recabada por las encuestas no estamos en condiciones de afirmar que haya diferencias en la percepción del riesgo según el lugar de residencia. Tabla 1. ¿Existe riesgo de inundación por rotura de presa? Percepción según zona de residencia. Zona de residencia SI NO Urbana 50 1 Ribereña 48 1 Total 98 2 NO SABE 0 Fuente: Datos propios en base a encuesta. Las respuestas que afirman que es muy probable que haya inundaciones por rotura corresponden a la zona urbana donde no hubo inundación. En la zona ribereña nadie responde que haya probabilidades de una nueva inundación, que es dudoso, que no se puede precisar. Las respuestas de la población ribereña podrían ser consideradas como un “ajuste ante el riesgo” 10 En relación a qué áreas correrían peligro en caso de rotura de presas los residentes en zona urbana creen sólo afectaría al área rural ribereña. Y los que residen en la zona rural ribereña creen que, se verían afectadas las zonas rural y urbana. Como puede observarse en la tabla anterior, la casi totalidad de las personas encuestadas reconoce el peligro de inundación por rotura de presas. Es significativo el número de personas que percibe el riesgo como algo propio del área rural ribereña. En su totalidad, estas respuestas corresponden a residentes de la ciudad, de distintas edades, género y condición sociocultural. Tabla 2. ¿Qué zonas se verían afectadas? Percepción según zona de residencia. Zonas Afectadas Zona de residencia Rural ribereña Rural no ribereña Ninguna Urbana 46 0 Ribereña 0 0 0 Total 46 0 54 Fuente: Datos propios en base a encuesta. La percepción del riesgo varía según el género, la edad y el contexto sociocultural. Variable género: Algunos de los autores consultados para el presente trabajo plantean un enfoque de género en el análisis de la mitigación y respuesta a los desastres (es muy popular en los medios de comunicación la imagen de la mujer y el niño sufriendo durante un desastre), por eso se incluyó la variable género en la encuesta. No encontramos variación en la percepción del riesgo o en la conducta frente a una inundación según condición de varón o mujer del entrevistado/a. Muy probablemente esto esté relacionado con que muchos de los estudios sobre percepción de riesgos están realizados en países del tercer mundo afectados por desastres frecuentes, y en los cuales la condición de la mujer es predominantemente rural, generalmente poco alfabetizada, con menor acceso a los recursos y afectada por la división del trabajo por género, lo cual no es una característica predominante de la población de nuestra ciudad. Variable edad: Es difícil observar diferencias claras, aunque se advierte una leve tendencia entre las personas más jóvenes a pensar el peligro en términos individuales y personales, a diferencia de los adultos y adultos mayores que piensan en el riesgo de la familia, bienes y propiedades. Por otra parte, ciertas respuestas dadas por sujetos adolescentes parecieran mostrar, cierto desinterés, no en el tema, sino en la encuesta: las respuestas son acotadas, cuando se trata de respuestas abiertas que deben elaborar prefieren no responder, etc. Ante la pregunta ¿Qué haría si sufriera una inundación?, la mayor parte de las personas jóvenes respondieron huir, salvar sus vidas, sin mayores precisiones. Al igual que muchos adultos, los adolescentes apelan a verbos del tipo “huir”, “disparar” y “correr”, y ninguno menciona preparativos previos o evaluación de las acciones a seguir, tales como buscar documentación y víveres. Para expresar riesgos utilizan palabra tales como “morir ahogado”, “morir debajo del agua”. 11 Esto es más evidente aún entre los niños, que ante la pregunta de cómo se verían afectados en una inundación, expresaron (a través de dibujos) la situación de catástrofe mostrando el peligro de ahogarse, crecida del agua del río, casas inundadas. Imagen Nº 4. ¿Cómo me afectaría una inundación? Juan. 8 años Resulta llamativo que, en muchos casos, también muestran una posible solución a los peligros de la inundación: como barcos, salvavidas, gente en los techos. Podría inferirse que su percepción de este riesgo está muy influida por lo que muestran los medios de comunicación, principalmente la televisión; por otra parte, muchos evidencian una conducta racional en expresiones del tipo “me iría hacia la barda. Imagen Nº 6. ¿Cómo me afectaría una inundación? Sandra. 10 años 12 Cabe señalar que la evacuación hacia las bardas es pensada, por este niño, como una sucesión de vehículos huyendo del agua. La imagen evidencia el desconocimiento respecto a un plan de evacuación ante rotura de presa, evacuación que debe ser realizada caminando. Imagen Nº 7. Andrés. 9 años Contexto sociocultural: Es importante resaltar que las personas que residen en zonas ribereñas citaron, entre las acciones posibles ante una inundación, el respeto de las pautas de evacuación. Probablemente han tenido experiencias al respecto o, al menos, información por vivir en zonas que han sufrido inundaciones. No sucede esto con las personas que viven en el área urbana. Percepción de la probabilidad de ocurrencia de inundaciones Como puede deducirse de los datos representados en el gráfico siguiente, una elevada proporción de la población muestra dudas y no puede precisar con exactitud, si podría ocurrir una inundación que afectará a Allen. Muchas de estas respuestas provienen de habitantes de zonas rurales. Resulta llamativo que pocos habitantes de esta zona puedan precisar fechas de inundaciones que consideren graves: la mayoría señala la del 2001, presente en la memoria por los pocos años transcurridos; otros citan la de 1992 y sólo una persona menciona las inundaciones de 1978/79 en la que “el agua llegó hasta el barrio” (-refiriéndose a Costa Oeste-). En general no precisan periodicidad en la ocurrencia de inundaciones, lo cual seguramente se vincula con la presencia de las represas, con la consiguiente regulación de caudales, que ha disminuido notablemente la recurrencia de estos fenómenos. Pocas respuestas reflejan actitudes fatalistas, una de ellas es “sólo la naturaleza lo sabe”. En este sentido, no pudimos confirmar la hipótesis de que la religión es un factor socio cultural que influye, al menos en las personas encuestadas, en las percepciones sobre los riesgos. 13 Percepción sobre las posibilidades de ocurrencia una inundación Dudoso/No puede precisar Nunca Precisa frecuencia Es muy probable Es poco probable Gráfico Nº 1. Percepción sobre las probabilidades de ocurrencia de una inundación. Fuente: Elaboración propia en base a encuestas. Las respuestas referidas a que una nueva inundación es muy probable provienen, en su totalidad, de habitantes de la zona urbana. En relación a la posibilidad de ocurrencia de una inundación, vale aclarar que todas las respuestas recabadas asocian este fenómeno con la crecida de los ríos; ninguna hace referencia a una inundación por rotura de presas. Estas respuestas aparecen recién cuando se indaga directamente sobre el tema presas, en otro ítem. Conocimientos sobre las causas de las inundaciones. La indagación respecto a la/s causas de las inundaciones se realizó a través de dos preguntas: una para quienes pudieran responder espontáneamente, y otra para quienes no pudieran precisar causas, en cuyo caso se les brindaron opciones. Aproximadamente el 80% de los encuestados mencionó causas en forma espontánea, destacándose: lluvias, deshielo y manejo de represas. En muchos casos se mencionó más de una causa y el cambio climático fue señalado como origen de las inundaciones. Los entrevistados que marcaron opciones, eligieron mayoritariamente lluvias y deshielo, y en todos los casos “manejo de las represas”. Resulta evidente que la población tiene conocimiento de que el desembalse, más o menos rápido de caudales por necesidades operativas de las represas, puede ser factor de riesgo de inundación. Nuevamente, al referirse a “represas”, aparece El Chocón como la obra de ingeniería de referencia. Una de las opciones de respuesta que se brindaron fue, como causa de inundación, la deforestación en altas cuencas. Sólo una persona eligió esta opción. Conocimiento de las funciones de las represas. Como una manera de indagar en el conocimiento que el común de la gente tiene sobre las represas, se incluyó la pregunta “ Sabe Ud. cuál o cuáles son las funciones de una represa?”, pregunta que fue respondida por el 96% de las personas. Sólo cuatro personas dijeron desconocer qué es una represa. 14 Tabla Nº 3. Funciones que cumplen las represas, según población encuestada Producción de energía Acumular agua Detener el agua Riego Regular caudales X X Totales Nº Absolutos 51 X 10 X X X 18 X 11 X X 2 X X 1 X 1 X Total 1 96 Fuente: Elaboración propia en base a encuestas. La mitad de la población encuestada asocia las represas con la sola función de generación de energía hidroeléctrica en tanto que la otra mitad menciona usos compartidos como riego, regulación de caudales, producción energética, etc. En números absolutos son muy pocas las personas que mostraron un conocimiento asociado a los múltiples usos del recurso (por ejemplo, sólo dos mencionan riego, regulación de caudales y producción de energía). Hay que destacar que un 29% de los encuestados utiliza las expresiones “acumular” y “detener” el agua: puede pensarse que el primer término se vincularía con la producción de energía y el segundo podría asociarse a la regulación de caudales. Entonces, el principal uso asociado a las represas es la producción de energía, seguido por la regulación de caudales y control de crecidas. A pesar de este conocimiento, al momento de responder cuáles son la/s ventajas de vivir aguas abajo de represas un 52.83% contestó que no existe ningún beneficio o manifestó no saber. Los beneficios mencionados, fueron: control de crecidas, regulación de caudales y disponibilidad de agua para riego. Riesgo que entraña vivir aguas abajo de presas. El 90% respondió con seguridad que hay riesgos asociados a la presencia de represas en la cuenca, el 7.15% respondió que no suponen ningún peligro, 2.85% señaló no saber al respecto. Respecto a estos riesgos que la gente acepta que existen, casi un 95% se refieren a “inundaciones”; aproximadamente la mitad de las respuestas consignan solamente este término, en tanto el resto articula el concepto de inundación con el de rotura de presas. Es interesante mencionar que para hacer referencia al hecho de una rotura se utiliza una expresión muy frecuente en el lenguaje cotidiano de la gente, tal es la de “revienta El Chocón”. La palabra “revienta” tiene una connotación asociada a catastrófico, dramático y, especialmente, rápido, inmediato y cuando se analizan las respuestas de la población ante el peligro, aparecen conductas como “corro hacia la altura”, “me voy disparando” o “hay que huir”. También cabe señalar que al hablar de represas en la región la gente alude indefectiblemente a El Chocón, obra muy instalada en la memoria y la conciencia colectiva. Y esto resulta particularmente interesante dado que muchos de los encuestados que dieron esta respuesta poseen estudios secundarios e incluso terciarios/universitarios. 15 Conocimiento de Acciones frente al riesgo. El 68.57% de los encuestados respondió no saber si existen grupos/instituciones que accionen en caso de inundación. La cifra llega al 70% si sumamos a quienes no pudieron responder por desconocimiento. Los que manifestaron conocer la existencia de organismos o instituciones, mencionaron bomberos voluntarios, defensa civil y policía. Una persona mencionó, además de los organismos anteriores, a la AIC, y otra mencionó a los agentes sanitarios y servicio social. Entre quienes nombraron al personal de defensa civil o bomberos voluntarios como los referentes en caso de inundaciones, se encuentran todos los habitantes de la zona rural. Quienes respondieron no saber qué organismos intervienen en caso de inundación, tampoco conocían las acciones, destinadas a prevenirlas, llevadas a cabo por el municipio u otras instituciones. Los habitantes de zonas ribereñas, en su gran mayoría, responden que no conocen acciones en este sentido; tres señalan la construcción, por parte del municipio, de una defensa costera, y una persona refiere un simulacro de evacuación realizado “hace muchos años”. Las personas que relatan haber vivido inundaciones en años recientes, no pueden precisar acciones o estrategias que el municipio u otras instituciones instrumentan en caso de producirse este tipo de fenómeno. La población de la zona urbana, por su parte, da respuestas disímiles y no siempre relacionadas con lo que se les pregunta. Por ejemplo, confunden acciones preventivas de inundaciones con medidas propias de una situación de emergencia hídrica ( “suenan sirenas” o “avisan por los medios”). En varios casos hacen referencia a las campañas a través de los medios masivos de comunicación que la AIC lleva adelante para concienciar sobre la importancia de respetar la línea de ribera ( está muy presente en la gente encuestada el mensaje de una conocida campaña exhortando a que la gente “no le robe tierras al río…” ) En cuanto a las conductas que la gente ha adoptado o adoptaría en caso de verse afectada por una inundación, es necesario hacer un análisis pormenorizado: • Quienes han vivido episodios de esta naturaleza son, en general, los habitantes de las zonas ribereñas. Unos manifiestan haberse autoevacuado en casa de familiares (por ejemplo habitantes de la isla 16 durante la inundación de 2001) y otros señalan que sellaron las puertas con bolsas de arena o bien que protegieron las pertenencias subiéndolas arriba de muebles altos. • Las personas residentes en las zonas urbanas que sufrieron inundaciones asociadas a fenómenos pluvio-aluvionales manifiestan haber realizado acciones similares, aunque el paso del tiempo y la ausencia de estos hechos durante casi cuarenta años han impactado en los recuerdos: mencionan las protecciones con bolsas de arena, haberse autoevacuado o haber sido trasladados por el municipio a vagones del ferrocarril o al salón de bomberos voluntarios. • Quienes no han vivido un episodio de inundación, en general los encuestados residentes en el ejido urbano, expresan que de verse sometidos a una situación de este tipo (a la que asocian indefectiblemente con la rotura de presas) abandonarían sus casas y se dirigirían a las bardas, percibidas como “un lugar seguro”, “un lugar donde no se corre peligro”. Recurrentemente se apela a verbos como huir, correr, disparar, lo cual evidencia un posible pánico ante un evento como el colapso de una presa. También se hace mención al tipo de pertenencias que se llevarían: cosas de valor, unos pocos hablan de llevar documentación y títulos, algunos mencionan “víveres”. 16 Los habitantes ribereños son quienes muestran un mayor conocimiento, fruto seguramente de la experiencia vivida, e introducen expresiones tales como “seguir las órdenes” y “hacerlo en orden”. Incluso plantean la necesidad de evacuación hacia la margen sur del río, imposible de realizar en ausencia de un puente o una balsa. • Casi el 80% de los encuestados reconoce no tener previsto ninguna acción/ medida/precaución ante una eventual inundación. Entre quienes sí expresan haberlo hecho, aparecen respuestas tales como “charlas con mi familia” o “conversaciones sobre lo que hay que hacer” sin mayores precisiones al respecto. Pareciera que existe una mayor confianza en las acciones individuales que en las acciones de las autoridades. Por ejemplo, cuando se indagó respecto a cual sería la acción a realizar ante el peligro de una inundación, ningún encuestado respondió que buscaría ayuda ante algún organismo o que esperaría que le informasen qué debía hacer. Esto puede estar relacionado con que las medidas municipales (por ser éste el ámbito de ejecución) han sido esporádicas y abocadas a sucesos, de los que sólo tienen memoria los que los padecieron (habitantes de las zonas ribereñas). La población urbana, en general no ha vivido sucesos de este tipo, y quienes tienen memoria de inundaciones urbanas (aluviones) han modificado su percepción en los casi cuarenta años transcurridos. Esta información es un insumo importante para quienes tienen a su cargo la planificación y ejecución de planes ante emergencias, es necesario conocer las probables reacciones de la gente ante un evento de esta naturaleza. Es sumamente importante que existan planes de emergencia, que estos “sean vivos”6 en el sentido de que se vayan actualizando y modificando a medida que la sociedad y la población involucrada también lo hacen. Para el presente trabajo no se pudo conocer la existencia de planes locales y/o sectoriales de emergencia. Al respecto, desde el área de Defensa Civil del Municipio, en principio, se informó que existe un plan pero que no es objeto de divulgación pública; en otra oportunidad se indicó que no existe tal plan, sino que se encuentra en elaboración. Se pudo obtener un material titulado “Diagramas de comunicación de alerta y alarma a la población”7 que incluye los distintos tipos de alerta (blanca, verde, amarilla, roja) con sus causas y efectos sobre la población y el esquema funcional de aviso en cada caso; en dos páginas se señalan “Indicaciones en caso de emergencias hídricas”. No se sabe si la población conoce estas indicaciones básicas y tampoco se dieron precisiones sobre las acciones que se han llevado a cabo para darlas a conocer. En una entrevista realizada a un miembro de los Bomberos Voluntarios zona norte, se obtuvo información sobre la realización de un simulacro de evacuación ante rotura de presa: se dirigieron por una de las calles destinadas a la evacuación, hacia la zona de bardas (más precisamente al aeroclub) y registraron que el recorrido demandó unos quince minutos. No fue posible, establecer si esta práctica fue parte de un plan sistemático del comité municipal de emergencias. A continuación, se transcribe un extracto de la entrevista mantenida con el Secretario de Gobierno del Municipio. Entrevistador: En caso que haya una emergencia, en estos días, digamos, está establecido un plan de acción o emergencia hídrica? Secretario de Gobierno: Hay un comité que funciona ante este tipo de emergencia, como sucedió con el tema del volcán. Tenés un 103 que es de alguna manera 6. AIC. Ob. Cit. 7. Defensa Civil. Municipalidad de Allen 17 defensa civil que está interconectada con el resto de las defensas civiles de la provincia, con Viedma de la provincia de Río Negro, también con Neuquén, pero viste como es esto, todo el mundo sabe que tiene que ir para allá (señalando con la mano hacia la zona de bardas) E: - y el lugar sí está definido? SG:- no, ni una cosa ni la otra… E: - o sea, ojalá que no pase nada! SG:- sí, ojalá que no pase nada. Recuerdos y acciones para controlar las inundaciones. Recuerdos A efectos de recuperar testimonios, orales y escritos, que permitieran reconstruir la memoria que la población tiene sobre las inundaciones, se recurrió a la técnica de la entrevista. Esta parte del trabajo estuvo focalizada en la memoria y los recuerdos de las inundaciones por fenómenos pluvioaluvionales. Al respecto, Elsa Carabajal (72 años) recuerda: “Las calles del barrio eran ríos de agua con barro…eran zanjones que llegaban hasta el canal. Una vez se rompió el puente de la Maderera por la cantidad de agua que corría”. Irma Sepúlveda (43 años) expresa: “Venía mucha agua, el zanjón se llenaba. Me acuerdo de que una vez fuimos con mi papá al zanjón, yo era muy chica… y pasaba de todo en el agua, muebles, animales muertos. Ah! Y me acuerdo que un hombre se había caído adentro y lo arrastraba el agua pero iba flotando agarrado de una damajuana vacía…(dice entre risas).” “Nunca me voy a olvidar el ruido del agua de la creciente- relata Elsa- porque era muy fuerte, venía como anunciando la inundación…lo primero que se escuchaba era el ruido. A mi casa nunca entró el agua, yo entonces vivía en lo de mi comadre María (y menciona una esquina del Bº Norte, Islas Malvinas y Llao Llao), llegó hasta la puerta y Alberto ponía bolsas de arena para que no entrara.” El Sr. Bonoff también tiene un recuerdo similar al expresar que “Venía agua, y era impresionante el ruido en la noche, era impresionante como pasaba, parecía un terremoto, viste, temblaba todo”. Egle Martínez (49 años), hija de Elsa, recuerda “el agua entró una vez a la casa, que era de adobe. Entonces mi papá hacía agujeritos en las paredes para que saliera el agua, pero fue en otra casa donde vivíamos. Me acuerdo que fue en 1964 porque justo se casaba un vecino (…) y se quedaron aislados, no pudieron cruzar para la que iba a ser su casa, por el agua. Había calles como la Mariano Moreno que eran verdaderos zanjones que iban al canal”. Retomando el relato de Elsa, ésta nos dice que “a nuestra casa el agua no entraba porque Don Bonoff tenía una quinta y atrás de la quinta hacía unos terraplenes altos con bolsas de arena, no me acuerdo bien…una vez fue tan fuerte el agua que rompió el terraplén y entonces se hizo como una ola alta que entró a muchas casas. 18 Precisamente un entrevistado es hijo de Don Bonoff, y él recuerda de esa época que “Si…en el año…49, 50 bajaban crecientes, cada vez que había tormentas. En Allen o en el valle bajaban las crecientes de las sierras, que venían de la costa del Colorado…se juntaba agua allá y se venía para el valle, para Allen que es una zona más baja. Esto se originaba casi siempre, muy difícil en el día, casi siempre a la noche, al anochecer…a las dos, las tres de la mañana. Que yo tenga conocimiento, fueron crecientes muy grandes, muy fuertes. Nosotros estábamos casi a la orilla, en barrio norte casi a la orilla, así que a nosotros nos azotaba primero que a todos…a la chacra de mi padre, tenía una quinta… arrastraba, no dejaba nada, solamente la casa en pie y los álamos, y después quedaba todo como si fuera un pleno desierto, con lodo, con arena con greda… había que hacer nuevamente la quinta (…) sacar la greda…había que hacerlo a caballo, con palas de buey se llamaba.(…) (…)Porque él estaba trabajando en la estación, me acuerdo que él entraba a las ocho de la noche y salía a las cuatro de la mañana, vino como a la una de la mañana y nosotros estábamos durmiendo y vino mi padre y dijo “¡levántense chicos, levántense que llega la creciente!”. Cuando fuimos a bajar de la cama estaba toda llena de agua la casa, había entrado agua a la casa, andaban las zapatillas, toda la ropa, todo nadando. Y esa tarde nosotros como a las cinco, las seis habíamos estado conversando con papá y el me decía “mira, viste ya terminamos de arreglar todo, otra vez, todo de vuelta, estaban los tomates altos, la cebolla, toda la verdura…” y vino él y dice “¡mirá que macana!”, dice, “¡otra vez!”, dice “¡levantó esto, lo otro!”….. Y él estaba en hora de servicio del ferrocarril, y entonces le dicen “mire don Bonof, vaya a ver a los chicos que están solos“, estaba mamá, y fue papá para allá y dice “¡mirá levántense que está todo inundado, vayan a ver los animales!”. Y se sentía en la noche …, esa noche era muy feo porque en el barrio Norte había gente que tenía casas precarias, y en la parte de atrás de la quinta que estaba donde pegaba el agua habían hecho todos barrios de emergencia, entonces me dice mi papá “vamos a ver si sacamos los animales”. Fuimos a ver adonde llegaba la creciente y todo agua era, todo un río, y las casas, la gente que lloraba, niños que lloraban, animales que veíamos pasar con la linterna, nosotros alumbrábamos y veíamos pasar gallinas, animales de toda especie, lavarropas, heladeras, ropa, todas esas cosas, animales pasaban muchísimos arrastrados por el agua. Inclusive mi padre dejó, dice, “voy tapar una compuerta que había“, dice “yo voy a tapar un poco acá para que no se lleve todo, que lleve una parte“, bueno...yo le ayudaba, y deja el saco de agua, papá se saca el saco de agua y lo deja arriba de un matorral y entonces me dice “tráete el saco”, y agarro el saco y había una serpiente, me asusté mucho tenía dos metros y algo, que bajaban de la sierra, se habían metido arriba del saco y yo en la oscuridad fui y lo agarré, agarro el saco, levanté, y cuando levanto vi que algo se movía, era una serpiente como de dos metros y medio, tres, y fue la vez que más me asusté y después, bueno.. esa fue una de las peores crecientes que yo vi, las crecientes hicieron un desastre.” Más adelante cuenta que su padre estaba cansado de las crecientes que le arruinaban la producción, de tener que comenzar de nuevo luego de cada aluvión “ entonces mi papá tomó la idea en ese momento, dice “yo voy a tener que solucionar esto porque la municipalidad no me ayuda, me ignora, ignoran a la gente que trabaja, que arma todo con sacrificio, dice, “yo todas las veces que he armado, con las crecientes que hubieron ya se podrían haber hecho cuatro, cinco chacras, 20 hectáreas cada una, con todo el trabajo que hice yo acá, “la municipalidad nunca me hizo nada entonces ahora pasa esto”; mi papá no se desmoralizaba, él se emperraba más, tenía más fuerza, dijo “yo voy a comprar un caballo más, tengo un caballo, voy a trabajar, voy a hacer un terraplén de punta a punta de la quinta (…).yo voy a hacer esto, toda la quinta, voy a hacer todo lo largo y los costados, voy a hacer un terraplén de dos metros para que no me pase más la creciente, de paso voy a salvar (pasando la quinta estaba el barrio norte) una 19 parte del barrio porque es muy triste ver la gente llorar en la noche, los chicos, las criaturas…” Muy claramente, y orgulloso, recuerda que “Inclusive papá metió gente a la casa, porque se había llevado el agua, esa noche, bueno. Entonces él hizo eso y salvó una parte de la quinta, cuando vino la próxima creciente no pasó el agua, pegaba arribita, la orillita, dos metros de alto, dos metros y medio, y el terraplén tenía dos metros ochenta más o menos y pasaba la calle y venía arrasando el agua, y ahí se formó el cañadón que va por el barrio norte, que iba para abajo. (…) El zanjón ese que había, viste, eso se hizo porque mi padre hizo el terraplén entonces el agua pegaba ahí y agarraba por esa calle que era una calle de tierra no más, y se hizo el cañadón que llegó muy lejos, hasta allá abajo y embocaba en el canal. Pero todo eso lo hizo mi padre con el sacrificio de él, nadie le ayudó, todos lo miraban, todos lo miraban, todos lo miraban, tanto la municipalidad como mucha gente, consejos, que si, que le vamos a ayudar. Nunca aparecieron a hacer nada. Entonces mi padre propuso en aquel entonces, cuando vino la creciente pegó en el terraplén y no llegó a la quinta, él fue a la municipalidad y les propuso hacer la defensa que está allá arriba..” Isabel Amado también tiene muy presente esta inundación en particular (más que otras anteriores porque era muy chica) y recuerda que “cuando nos bajamos de la cama estaba todo lleno de agua…habíamos plantado ajos y me acuerdo que había que sacarlos de abajo del barro, todo estaba cubierto de barro.” El Sr. Gustavo Vega también aceptó compartir sus recuerdos sobre tales eventos. Él tenía un aserradero en el barrio Norte, y recuerda en especial la creciente de noviembre de 1965 cuando, tal como rememora Elsa Carabajal, el puente de la Maderera fue sobrepasado por el agua y luego tuvo que ser reconstruido. Vega recuerda también que “el aluvión de barro tapó todo, era tanta la fuerza del agua que socavaba las bases del puente”. En su relato menciona que muchos elementos del aserradero se perdieron y que cuando los trabajadores intentaban recuperar cosas se enterraban en el barro. Al respecto, los integrantes de Proyectoallen.com 8 han recopilado la siguiente información: “El puente conocido como “de la Maderera”, donde se encuentra la Escuela 64 y el monumento a la Madre, debió ser demolido luego de la crecida de noviembre de 1965. El caudal de agua destruyó el puente y forzó a su reconstrucción. La “Voz allense” publicó que las obras de relleno de calles del sector Norte arruinadas por el aluvión comenzaron en 1966, ya que “la Colonia 17 de octubre sufrió graves daños”, y plantaciones de viñedos y frutales quedaron tapadas con un metro de lodo. En la foto el canal principal aparece desbordado, “la altura del canal y la calle Piñeiro Sorondo quedó a nivel con agua y barro arenoso. Todo el noreste del Barrio Norte quedó bajo agua con una correntada que imposibilitaba cruzar las calles. El barro llegaba a más de un metro, el agua socavaba la base del puente, al que terminó destruyendo” cuenta Gustavo. Las siguientes imágenes, gentiliza también de Proyectoallen, ilustran al respecto: 8. Dirección web: http://www.proyectoallen.com.ar/index3.html 20 Imagen Nº 7. Puente sobre calle Sorondo. Noviembre 1965. Fuente: proyectoallen.com 21 Imagen Nº 8. Una calle en el sector norte de la ciudad, tras la inundación de 1965. Imagen Nº 9. La “Creciente” erosionó las margenes del canal principal de riego. 22 Delta Sepúlveda (55 años) recuerda la protección que les ofrecía la “defensa de Don Bonoff”, aunque agrega un dato que otros entrevistados no consignan: “las chacras que ahora son de Expofrut antes eran de los Lampert. Las crecidas les arruinaban todo el trabajo; una vez hicieron como un azud, un terraplén que cerró el cañadón aluvional…llovió y fue tanta la fuerza del agua que lo rompió, entonces después fue peor porque el agua se desparramó con fuerza”. Todos los entrevistados coinciden en destacar la fuerza del agua y la velocidad que alcanzaba. Bonoff dice “En aquel entonces había, para allá arriba, estaban las caleras. Después ya se hizo el campo de aviación, y después se hizo el gasoducto. Inclusive una vez, la última creciente cuando vino, la anteúltima, creciente, la última, cuando descubrieron e hicieron el gasoducto, que va para allá abajo va hasta Bahía, pasó el agua y dobló los caños, torció los caños de gas, descubrieron los caños de gas, quedó colgado el caño de gas, por el cañadón, por el zanjón ese, doblo el caño de gas, tuvieron que, enseguida que pasó la tormenta, tuvieron que arreglarlo porque estaba el caño medio doblado viste, se habían resentido, tuvieron que arreglarlo de vuelta, amurarlo, ponerle tierra, así que, mira la fuerza que traía el agua, si las casas de material que había, las que estaban más o menos las llevaba, las arrastraba…”. Acciones Como se mencionara anteriormente, el ejido urbano de Allen se extiende por el norte hasta el frente de bardas. Existen allí numerosas cárcavas que drenan aguas de tormentas; particularmente importante, por sus dimensiones, es el cañadón conocido como “zanjón”, que a lo largo de aproximadamente 3000 metros encauza la escorrentía superficial luego de lluvias y tormentas. Como puede observarse en la siguiente imagen satelital, dicho cañadón desemboca, y atraviesa, las chacras ubicadas en el sector norte de la ciudad y llega hasta el barrio Norte. Imagen Nº 10. Imagen satelital del ejido de Allén. Al norte, defensa aluvional. Fuente: GoogleEarth. 2003 23 Durante muchos años, las precipitaciones estivales (rápidas e intensas) generaban enormes aluviones que llegaban a este sector de la ciudad produciendo daños importantes. Los diarios de la época reflejan estos hechos; así por ejemplo, en el Río Negro se relata que durante uno de estos aluviones fueron afectadas más de 50 familias que “se quedaron a la intemperie, sin techo” por lo cual se las evacuó (aproximadamente 120 personas) en el galpón municipal. Imagen Nº 11. Diario Río Negro. Noviembre 1965. En caso de tormentas de gran magnitud, los daños afectaban a pobladores de barrios más alejados, inclusive del Barrio Hospital, tal como se relata en la siguiente nota. Imagen Nº 13. Diario Río Negro. 1964. Ante la magnitud de estos sucesos el Sr. Nielsen, gobernador de la provincia en ese momento (1964), caratuló la situación como “zona de emergencia”, recorrió en avión el área afectada y destinó una partida de dinero para ser distribuida entre los damnificados. Incluso se relocalizó a pobladores que vivían en la Colonia 17 de Octubre y en un predio cercano al “zanjón” (actualmente el CEM 108). 24 Así lo registró el diario Río Negro: Imagen Nº 13. Diario Río Negro. Noviembre 1965. La recurrencia de inundaciones y los daños cada vez mayores por el crecimiento propio de la ciudad, llevaron al Presidente del Concejo a realizar distintas gestiones tendientes a la construcción de una defensa aluvional. Se consiguieron los fondos destinados a la construcción de lo que se denominó “Zanjón Allen”, correspondiendo el proyecto a Agua y Energía S.E, concesionario el Departamento Provincial de Aguas y constructora la empresa José Chediak S.A. Las características de la obra son las siguientes: Imagen Nº 14. Vista aérea de la Defensa Aluvional. Fuente: Google earth. 2003 Los aluviones, en ocasiones, solían alcanzar el canal principal de riego produciendo su desborde, lo cual aumentaba las consecuencias y la población afectada. Actualmente, la defensa aluvional continúa cumpliendo la función con la que fue construida, y en este sentido protege a la ciudad de avenidas en caso de lluvias intensas. Sin embargo, una visita realizada al lugar permitió observar que el cañadón está siendo objeto de múltiples usos: en primer lugar, como depósito de basura de quienes, por negligencia o desidia, encuentran en él un lugar en el que arrojar todo tipo de desechos. 25 Imagen 15. Un camino atraviesa el “zanjón” en la zona del tiro Federal. Obsérvese los árboles y otra vegetación que pueden obstruir el drenaje de las aguas. Imagen 16. Otro sector en el recorrido del canal desagües. Por otra parte, litigios con el dueño de la propiedad recorrida por el cañadón en la zona de bardas, genera un vacío legal en cuanto a la restricción y usos que se le pueden dar. Por ejemplo, se extraen áridos, se ha trazado una calle que lo atraviesa y obstruye el normal drenaje de las aguas, etc. Incluso se pone en duda la normal evacuación en caso de catástrofe hídrica dado que el dueño de las tierras en que se ubica la defensa ha llegado a obstruir los caminos hacia la zona de bardas alegando propiedad privada. 26 Imagen 17. El cañadón de desagües aluvionales desciende desde el norte y gira hacia el este. En jurisdiccioón de Gral. Roca empalmará con el desagüe propio de esa ciudad y de allí continuará hasta el río, a la altura de Paso Córdoba. Puede observarse basura dispersa. Imagen Nº 18. Defensa aluvional. Pueden observarse los materiales sueltos que constituyen las paredes del dique. Al respecto, el Sr. Secretario de gobierno manifiesta: - (…)“en la zona donde se construyó la defensa hay un conflicto, porque esa zona tiene un propietario y de esa zona se saca la tierra para los ladrillos, esa tierra se trasladaba a las colonias, ahora el propietario instaló hornos. Si ustedes hacen un recorrido por ahí también ha crecido la comunidad boliviana, y se esta 27 sacando la tierra de ahí. Pero a su vez esta defensa está dentro de una propiedad privada y no tiene un área de servicio por más que sea una expropiación, digamos, entendés, no es que vos decís… vos tenes la defensa, este es el cañadón y acá tenes la defensa (dice dibujando un plano) Debería haber un área para que el DPA pudiera hacer un mantenimiento y que no se tocara. Donde vos no pudieras escarbar pero acá esta el convencimiento de que cuando vos mas limpias acá, que sacas esa greda que se va quedando con el agua que baja de la zona de arriba, de las bardas, esa tierra es la que es rica para hace ladrillos; entonces se saca y de alguna forma ahí esta el mantenimiento, pero de todas maneras no hay un área de restricción donde vos no puedas tocar nada…”. Imagen Nº 19. El agua retenida por la pared norte del dique, es conducida a través de acueductos que atraviesan, por debajo, la defensa aluvional. 28 A modo de conclusión Las inundaciones se ubican dentro de los desastres naturales que permiten “desde su manifestación hasta el momento de su ocurrencia, el desarrollo de ciertas medidas tendientes a mitigar sus efectos”.9 En este sentido “el desastre es al mismo tiempo producto y proceso: un hecho concreto y el resultado de un continuo sobre el cual es posible actuar desde distintos campos y en distintos momentos, a fin de modificar la situación de la población antes de su ocurrencia”. La población actúa ante las emergencias a partir de representaciones, imágenes mentales y percepciones que ha construído individual y socialmente. Quienes son los responsables de elaborar los planes y actuar en caso de situaciones de emergencias, hídricas en este caso, deben tener conocimiento del imaginario y de las percepciones sociales que la gente elabora sobre la tales eventos. La ciudad debe tener su plan de acción y/o evacuación ante inundaciones, que tiene que ser revisado y actualizado y, principalmente dado a conocer a la población y la comunidad tiene que apropiarse de ese conocimiento. A partir del presente trabajo, y sin pretensiones de extrapolar conclusiones al total de la ciudad, se puede afirmar que: Las personas reconocen el riesgo de inundación por rotura de presas; no sucede lo mismo con las inundaciones por crecidas corrientes. No obstante lo anterior, el evento pareciera ser percibido como algo improbable de suceder y ninguno de los entrevistados evidencia interés en conocer si hay un plan de acción municipal para un evento de esta naturaleza. Las percepciones difieren según distintas variables, aunque influyen principalmente la edad y el lugar de residencia (urbano o rural). No pudimos establecer correlaciones positivas entre el género y aspectos culturales como la religión con las percepciones de los sujetos (aunque se debería revisar tal vez el instrumento utilizado para recabar la información). Una gran proporción de la población entrevistada evidencia desconocimiento respecto a las acciones a seguir en caso de inundación por rotura de presa. Sólo tienen presente que hay que evacuar hacia el norte de la ciudad, hacia la zona de la meseta, pero las formas en que hay que hacerlo y los elementos imprescindibles no son del todo conocidos. Los recuerdos que se tienen sobre las inundaciones urbanas parecen no influir sobre las percepciones actuales (seguramente por el tiempo transcurrido desde la ocurrencia de estos eventos). Existe una gran riqueza en los testimonios obtenidos para reconstruir la memoria oral; muchas entrevistas no pudieron ser realizadas, no obstante sería muy importante recopilar estos testimonios, por cuanto provienen de personas que, en muchos casos, tienen edad avanzada. 9. AIC, Sistemas de Emergencias Hídricas y Mitigación de Riesgos. Agosto de 2001. 29 Bibliografia • AIC. Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas. El control de las crecidas: Sistemás de emergencias hídricas y mitigación de riesgos. Agosto 2001 • AIC. Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas. Los hijos del río: El desafío de vivir en los bordes. Concurso Estudiantil: El agua en la región del Comahue. 2005 • Jeannette Arauz Muñoz, Carlos Montero Cascante y Rebeca Lazo Romero. Proyecto “Riesgos Naturales y Percepción”. Campaña educativa en prevención de riesgos a desastres en cinco escuelas de Nicoya, Guanacaste, Costa Rica. • Gestión del riesgo. Disponible en: http://www.crid. or.cr/crid/CD_comunitario/participacion.htm • Bedoya Benítez, José Eduardo. Percepción del riesgo de inundación en la Cuenca del Río Tuis. Turrialba, Costa Rica, 1983. Disponible en: http:// www.cne.go.cr/CEDO-CRID/CEDO-CRID%20V4/ pdf/spa/doc2973/doc2973.htm • OPS/OMS. Organización Panamericana de la Salud. Género y desastres naturales. Hoja informativa Programa Mujer, Salud y Desarrollo. 2003 • González Silvia. Gestión del riesgo por inundaciones en la ciudad de Buenos Aires. situación actual y alternativas. Revista Realidad Económica Nº 177. disponible en: http://iade.org.ar/modules/ noticias/article,php?storid=676. • Gutierrez, Carlos y Peña, Jaime. la percepción geográfica como factor en el desarrollo local. Valpaíso. chile. 1996. • Desastres y Sociedad. REvista semestral de la Red de estudios sociales en prevención de desastres en América Latina Nº8. Pág. 5. Enero/Diciembre de 1999. 30 Anexo 31 Modelo de Encuesta Aplicada Percepción del riesgo de inundación en la ciudad de Allen Encuestador: ............................................................................................................................................. Encuesta Nº ............................. 1. Zona Rural ¨ En área inundable? SI ¨ NO ¨ Adulto mayor ¨ Zona urbana ¨ 2. Datos del encuestado: 2.1. Sexo: Masculino ¨ Femenino ¨ Adolescente ¨ Adulto joven ¨ Adulto ¨ 2.3. Nivel escolaridad: Sin estudios ¨ Prim. Inc ¨ Prim com ¨ 2.2. Edad: Sec. Inc. ¨ Sec. Completa ¨ Ter/ U ni v. ¨ 3. Desde hace cuántos años viven ustedes aquí? Años: ......................... M eses: ........................ 4.¿Vivieron antes en otro lugar/ciudad/barrio? ¿Cuál? ...................................................................................................................................................... 5. Experiencia con inundaciones 5.1. ¿Han vivido ustedes en la ciudad, cuando han sucedido inundaciones del río Negro? Si ¨ No ¨ No recuerda ¨ Aprox .................... No recuerda ¨ 5.2. ¿De cuántas inundaciones en tiene usted memoria? Nº exacto .................... 5.3. ¿En qué año sucedió la peor inundación?. Año: .................... No recuerda ¨ 5.4. ¿Con qué frecuencia, o cada cuánto, se presentan inundaciones? ................................................................................................................................................... 33 6. Percepción del riesgo 6.1. ¿Cuándo cree usted que se dé una nueva inundación? En .................... meses/años Dudoso ¨ No puede precisar ¨ Nunca ¨ Es muy probable ¨Es poco probable ¨ Otra Respuesta .............................................................................................................................................. 6.2. En su opinión, ¿cuál o cuáles son las causas por las que se producen inundaciones? ...................................................................................................................................................................... No conoce causas ¨ 6.3. Cree Ud. que las inundaciones se deben a: CAUSA SI NO DUDOSO NO SABE Lluvias/nevadas excesivas Deshielo Formas de cultivo Deforestacion o pérdida bosques Manejo de las represas 6.4. ¿Sabe Usted qué es una represa? SI ¨ NO ¨ 6.5. ¿Cuál o cuáles son las funciones de una represa? Respuesta .................................................................................................................................................. No sabe ¨ 6.6. Para Ud., ¿entraña peligro vivir aguas abajo de represas? SI ¨ NO ¨ No sabe ¨ 6.7. ¿Qué peligros? ................................................................................................................................................... 6.8. ¿Cuál o cuáles cree Ud. que son las ventajas/beneficios, de vivir aguas abajo de represas?. No sabe ¨ Respuesta .................................................................................................................................. 34 Ninguno ¨ 6.9. Cree Ud que nuestra ciudad está expuesta al riesgo de inundación por rotura de presas? Si ¨ No ¨ No Sabe ¨ 6.10. ¿Qué áreas/zonas de la ciudad cree que correrían peligro de inundación ante rotura de presa? Ninguna ¨ Área rural ribereña ¨ Área rural no ribereña ¨ Áreas urbana y rural ¨ 7. Acciones o ajustes hacia el riesgo 7.1. Si ha sufrido inundaciones: ¿A quién ha solicitado ayuda cuando ha sufrido inundaciones?. .................................................................................................................................................... 7.2. Tiene conocimiento de si existen grupos u organismos que colaboren en caso de inundación en la ciudad? Si ¨ No ¨ 7.3. ¿Cuáles? .................................................................................................................................... 7.4. ¿Cómo le han ayudado estos grupos/organismos cuando ha sufrido inundaciones? ¿Cuándo lo ha afectado una inundación, qué ha hecho Ud. o su familia?. .................................................................................................................................................... 7.5. ¿Conoce alguna medida u acción tomada por el gobierno/municipalidad para prevenir las inundaciones? Si ¨ No ¨ 7.6. ¿Qué medidas u acciones? .................................................................................................................................................... 7.7. ¿Y la comunidad, ha tomado alguna medida que recuerde? Si ¨ NO ¨ 7.8. ¿Cuál o cuáles? .................................................................................................................................................... 7.9. ¿Ud. o su familia, han tomado alguna acción/medida/precaución ante una eventual inundación? Si ¨ No ¨ ¿Cuáles? ...................................................................................................................................... 7.10. Si se produjera una inundación que afectara sus bienes, propiedad/pertenencias, en estos días: ¿qué haría Ud.? .................................................................................................................................................... 7.11. ¿Piensa seguir viviendo en el mismo lugar? Si ¨ No ¨ No Sabe ¨ Dudoso ¨ Reelaborada en base a encuesta efectuada en trabajo de investigación “Inundación del Río Tuis”. Citado en bibliografía 35 Ganadores - Primera Edición (Año 2003) PRIMERA MENCION cuenca del rio neuquen. area de cinco saltos. diagnostico y acciones correctivas en el manejo integral del RECURSO agua Autores: alumnos de 4° 1ra y 4° 2da del Centro de Educación Media N° 23 de Cinco Saltos - Provincia de Río Negro. Docente: César Storti SEGUNDA MENCION (compartida) EL AGUA COMO POSIBLE RECURSO ECONOMICO EN LA REGION DEL COMAHUE Autores alumnos del 2° Año Polimodal en Ciencias Naturales del Instituto María Auxiliadora de Carmen de Patagones - Provincia de Río Negro Docente:Rubén Jorge Gómez INFLUENCIA DEL RIO NEGRO EN LA ZONA DE GUARDIA MITRE Autores: alumnos de 4° y 5° Año de Centro de Enseñanza Media N° 22 de Guardia Mitre - Provincia de Río Negro Docente: Marcela Capkob Ganadores - Segunda Edición (Año 2004) PRIMERA MENCION EL AGUA Y SU CONSERVACION Alumnos de 4° B C.P.E.M. N° 1 - Centenario - Provincia del Neuquén Docente: Laura Stoll SEGUNDA MENCION (compartida) EL AGUA COMO SUSTENTO DE LA REGION Autores: alumnos del 2° Año Polimodal Ciencias Naturales del Instituto María Auxiliadora de Carmen de Patagones - Provincia de Río Negro Docente: Rubén Jorge Gómez EFECTO DE LOS LIXIVIADOS DEL BASURAL DE SAN CARLOS DE BARILOCHE EN LA CUENCA DEL RIO LlMAY Autores: alumnos 5° Año División B Colegio Don Bosco - San Carlos de Bariloche - Provincia de Río Negro Docente: Francisco Ferrer Ganadores - Segunda Edición (Año 2005) PRIMERA MENCION tañi co pwike neyu (agua mia te quiero con el corazón) Alumnos de 4° 1º C.P.E.M. N° 79 - Lonco Luan - Provincia del Neuquén Docente: María Liliana Alvarez SEGUNDA MENCION (compartida) crecida extraordinaria o rotura de presa riesgo que implica y cómo enfrentarlo. margen rionegrina - valle inferior del río negro Alumnos del c.e.m. nº 23 - Cinco Saltos - Provincia de Río Negro Docente: Karina Zapata, César Storti el impacto de las obras de defensa de costa y desarrollo de actividades recreativas del río negro a la altura de viedma - carmen de patagones Alumnos del Colegio Artemides Zatti - Viedma- Provincia de Río Negro. - Provincia de Río Negro Docente: Gustavo Alonso Cuarta Edición (Año 2006) PRIMERA MENCION LOS HIJOS DEL RIO. EL DESAFIO DE VIVIR EN LOS BORDES Autores: alumnos de 5º Año División C del Centro Provincial de Educación Media Nº 48 - Neuquén - Provincia del Neuquén. Docente: María Cristina Valdez SEGUNDA MENCION (compartida) EL AGUA: AYER, HOY... ¿MAÑANA? Autores: alumnos de 4º Año del Colegio Nueva Generación de San Antonio Oeste - Provincia de Río Negro. Docente: Walter del Arco NAUPA HUEN BUSCA SU FUTURO EN LA CUENCA DEL LIMAY Autores: alumnos de 2º Año 2º División del Centro Educativo Nivel Secundario Nº 11 de General Roca - Provincia de Río Negro. Docente: Gustavo Suarez Quinta Edición (Año 2007) PRIMERA MENCION “DE VIVIR A LA VERA DEL RIO A VIVIR DE ESPALDAS AL LAGO ...” UNA CUESTION DE IDENTIDAD Autores: alumnos de 3º Año División A del Centro Provincial de Educación Media Nº 16 Picún Leufú - Provincia del Neuquén. Docente: José María Perotto SEGUNDA MENCION (compartida) BIENESTAR EN MANOS DE TODOS Autores: alumnos de 5º Año División A de la Escuela Provincial de Educación Técnica Nº 5 de Neuquén - Provincia del Neuquén. Docente: Sandra Cisterna PARAJE EL 15. APROPIACION Y USOS DE LOS RECURSOS. DETERMINACION DEL IMPACTO Y PROPUESTAS PARA UN USO SOSTENIBLE DEL AGUA Autores: alumnos de 4º y 5º Año del Centro de Educación Media Nº 23 de Cinco Saltos - Provincia de Río Negro. Docentes: Karina Zapata, María Isabel Abad, Cesar Storti