Documento - ENP Plantel 8 "Miguel E. Schulz"

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Universidad Nacional Autónoma de México.
Escuela Nacional Preparatoria N°8
“Miguel E. Schulz”
Titulo: “Y la décima musa, ¿Quién fue?”
Nombre de los participantes y número de cuenta:
González Rodríguez Desireé 309066996
Segura Lira Laura Xochitl 309320656
Rueda Casales Monserrat 309209663
Grupo: 609
Nombre del asesor: Guadalupe González Vélez
Fecha de entrega: miércoles 13 de octubre de 2010.
Resumen:
Cuando nos toco investigar la época barroca, nos llenó de incertidumbre, al
descubrir que Sor Juana Inés de la Cruz venía implicada en dicha época pronto
nos dispusimos a indagar más sobre la época barroca y decidimos basar nuestra
investigación principalmente en Sor Juana Inés de la Cruz, quien ha sido una de
las literatas más reconocidas de la época barroca, además de Juan Ruiz de
Alarcón.
En esta investigación nos dimos cuenta de que no solo esta mujer tenía gran
importancia en la época barroca, si no, que también en estos días sigue
considerándose la más importante de todas las épocas y también a pesar de
saber que ella era poseedora de gran inteligencia, en la obra de sueños que
leímos avistamos de la complejidad que ella utilizaba para escribir y que no solo
describía y se quejaba de lo que ocurría en su entorno si no que también esa obra
tiene un lado filosófico el cual nos costó muchísimo trabajo comprender del todo.
También aprendimos el significado del término barroco y el porqué fue
denominada esa corriente por tal nombre y que también, el barroco, no solamente
se dio fuertemente en la literatura, también tuvo una fuerte influencia sobre la
arquitectura, música, pintura, escultura… en fin todas artes.
Introducción:
Planteamiento del problema (Objetivo):
*Comprender un poco más acerca de Sor Juana Inés de la Cruz.
*Estudiar la época barroca.
*Conocer como influyó la vida de Sor Juana Inés de la Cruz.
*Entender como influyó la época barroca en México
*Compartir colectivamente el sentimiento que Sor Juana quiso
expresar en sus obras.
Antecedentes:
Sabemos de la época barroca se fundamentó después del Renacimiento,
esta se caracterizó por estar lleno de adornos en la arquitectura, literatura,
etc. Por el énfasis en la retórica clara-oscura, lo antitético y paradójico que
podrían ser algunas obras.
Juana de Asbaje es el verdadero nombre de Sor Juana Inés de la cruz, ella
nació en Naucalpan en la época colonial, época en la cual se lleva la
corriente barroca de la mano con las muestras culturales y la cosmovisión
de la sociedad. La época barroca en la arquitectura se basa en el temor al
vacío.
La décima musa, o sea, Sor Juana Inés de la Cruz fue una poetisa de las
más importantes de la época barroca, la cual, estaba en una etapa total de
cambio. El movimiento barroco se dio por los siglos VXVII XVIII , en ella
surgen una serie de escritos que se caracterizan por utilizar un lenguaje
claro-oscuro lleno de adornos.
Sor Juana es considerada uno de los literatos más importantes de la época
barroca y también es muy importante en la actualidad.
Hipótesis:
1.- ¿Qué fue la época barroca?
2.- ¿Quiénes fueron sus máximos exponentes en México?
3.- ¿Qué trataba de retratar Sor Juana Inés de la Cruz en su obra
“Sueños”?
4.- ¿Qué sentimientos retrata Sor Juana Inés de la Cruz en la mencionada
obra?
5.- ¿Cómo influyo la época barroca en el avance de México?
6.- ¿Cuál fue el contexto social en el que se desenvolvió Sor Juana Inés de
la Cruz como mujer?
7.- ¿Por qué se le atribuyo en nombre de la “Décima Musa” a Sor Juana?
8.- ¿Cuál fue la filosofía de la vida de Sor Juana Inés de la Cruz?
Justificación: Esta investigación es importante porque Sor Juana Inés de
la Cruz fue y sigue siendo una gran literata que embriaga con la sutileza y
firmeza con la cuál su pluma exclama la cosmovisión de la mujer en una
época en la cual los hombres mandaban.
Cabe recordar que en la actualidad el contexto ideológico de Sor Juana aun
sigue vigente, el cual se apropia de una sociedad que supo valorarla.
Es un ejemplo de gallardía y astucia para las mujeres y hombres que viven
en usa sociedad sistematizada, la cual encadena las ideas y no las procrear
seres independientes y por tanto libres.
Metodología aplicada: La maestra nos dio a todo el grupo una serie de temas a
elegir para hacer una investigación, a nosotros nos toco, no elegimos, la época
barroca, pero nos gusto mucho, después de un poco de investigación, el tema.
Desarrollo:
El barroco
Fue un periodo que produjo obras en el campo de la literatura, la escultura, la
pintura, la arquitectura, la danza y la música. Abarca desde el año 1600 hasta el
año 1750 aproximadamente. Se suele situar entre el Renacimiento y el
Neoclásico. Se caracteriza por una evolución de las ideas y aspectos temáticos y
formales del renacimiento.
La palabra “barroco” viene de la palabra portuguesa “Barroco” que significa “joya
falsa” o “perla de forma irregular”. Fue inventada por críticos posteriores, más que
por los practicantes de las artes de aquella época. El término fue usado con un
sentido despectivo, para subrayar el exceso de énfasis y ornamentación.
El Barroco expresó nuevos valores; en literatura es abundante el uso de la
metáfora y la alegoría. Representa un estado de ánimo diferente, más cerca del
romanticismo que del renacimiento, aun cuando es un movimiento que nace al
mismo tiempo que este último en algunos países.
El barroco se caracteriza por seguir las siguientes tendencias: estoicismo,
esteticismo, moralización y sátira.
El dolor psicológico del hombre, en busca de anclajes sólidos, se puede encontrar
en el arte barroco en general. El virtuosismo fue investigado por los artistas de
esta época junto con el realismo. La fantasía y la imaginación fueron evocadas en
el espectador. Todo fue enfocado alrededor del Hombre individual, como una
relación directa entre el artista y su cliente. El arte se hace entonces menos
distante de las personas, solucionando el vacío cultural que solía guardar.
Cada una de las Bellas Artes tiene representantes en este movimiento cultural:
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En música sobresalen Antonio Vivaldi, Johann Sebastian Bach y Georg
Friedrich Händel
En literatura española se encuentran Luis de Góngora y Francisco de
Quevedo y Villegas. En la literatura en español americano destaca
principalmente Sor Juana Inés de la Cruz.
En pintura italiana están Pietro da Cortona, Caravaggio, y los Carracci
En la escultura italiana el exponente más célebre del barroco es Bernini. En
la escultura mexicana, destacó Jerónimo de Balbás.
En la arquitectura Bernini y Borromini.
Imaginemos un mundo dominado por hombres, controlado por ellos, en el cual
la mujer valía menos que una bestia de carga.
En donde la educación fuese un privilegio del sexo masculino y las féminas al
ser víctimas de ese trato sufrieran de ignorancia, represalias y humillaciones.
Bajo el yugo de una sociedad machista e ignorante, se desenvolvió Juana Inés
de Asbaje y Ramírez de Santillana. “Nena rebelde”, primera feminista, erótica y
retórica, celosas, pudorosa, romántica, apasionada.
Todo lo que una mujer no podía ser, pero, en la realidad aun existen esos
fetichismos aplicados de una sociedad a una mujer nacida en campo, en
países de Oriente, e inclusive en la misma Ciudad de México.
Desgraciadamente la idea machista de hace unos cuantos siglos persigue a los
hombres mexicanos del siglo XIX, la idea de doblegarse ante una mujer es
inaceptable, tal vez satanizada; pero ser superados en el rubro de la
educación, es un pecado más de la mujer contemporánea.
Inclusive en la misma universidad hay profesores que aseguran que una mujer
es buena “patrona”, pero el poder corrompe su sano juicio. También en los
inicios de la filosofía se muestra esta segregación, con la idea platónica de la
evolución espiritual del ser humano.
Literatura barroca
Este movimiento trae consigo una renovación de técnicas y estilos, enriqueció el
uso del terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla.
Unos escritores tienen un sentido pesimista, y sus obras tratan sobre la vanidad y
lo transitorio de las glorias humanas, otros dan mucha importancia a las formas
artísticas y también se cultiva la crítica proponiendo modelos de conducta.
El escritor pretende la noción de mimesis o imitatio, que en claro español es
"parecerse, imitar los modos o los gestos", era muchas veces lo que otorgaba al
escritor su buena factura y reputación. Esto garantizaba la erudición y el prestigio
del que escribía una obra. En general, el cronista manifiesta sus fuentes y destaca
a los autores que influyen en él. Suelen establecer la analogía, para insertar lo
propio dentro de un contexto universal.
La lírica, era el género más popular de la época, y entre ella, el soneto tiene un
lugar especial. También se cultivaron otros géneros, por supuesto: la crónica y el
teatro, la disertación y las letras sagradas y otras obras de arte menor.
Los poetas barrocos utilizan lo paradójico, lo antitético, lo contradictorio, lo
exagerado, lo mitológico, el impacto literario, los efectos tremendistas, las
descripciones sorpresivas, la exageración. También hacen juegos y caprichos
literarios como anagramas, emblemas, laberintos y símbolos. El gusto por la
exageración lleva al artificio o, barrocamente diríamos, viceversa.
El darse cuenta de que el mundo es una representación es uno de los triunfos del
barroco dentro y fuera de la literatura.
Los escritores barrocos que recargan el estilo para conseguir mayor belleza o
significación, siguen dos movimientos diferentes:
* Culteranismo: Los escritores culteranos dan importancia preferentemente
a la forma, utilizan con profusión metáforas y cultismos, abusan del
hipérbaton y utilizan sólo el verso.
*Conceptismo: Los conceptistas ponen más énfasis en el fondo, en el
significado de las palabras, estas pueden significar varias cosas a la vez.
Se utilizó en el verso y en la prosa.
Los máximos representantes de estos movimientos culturales son:
*Don Luis de Góngora y Argote.
*Francisco de Quevedo.
Algunos de los escritores novó hispanos de aquella época fueron:
*José López Avilés: Escribió una biografía en verso de Fraile Payo
Enríquez.
*Matías Bocanegra: Alcanzó un grado importante de popularidad por su
Canción a la vista de un desengaño.
*Don Carlos de Sigüenza y Góngora: Autor de obras todas ellas notables
escribió la célebre Relación de los infortunios de Alonso Ramírez, un relato
en género de ficción que estaba prohibido por la Santa Inquisición y la
Primavera Indiana, largo poema que abordó a fondo el tema de la Virgen de
Guadalupe.
Sor Juana Inés de la Cruz
El personaje más importante de la literatura en aquellos años y en toda la época
virreinal fue Sor Juana Inés de la Cruz. Objeto de las más profundas reflexiones,
de los más sesudos estudios, de los más encendidos elogios y de las más
ardientes polémicas, la figura de la Décima Musa, como la llamaron sus
contemporáneos, sigue siendo insuperable por la universalidad de su
pensamiento, la brillantez de su ingenio, la corrección de su prosa y la
magnificencia de su poesía, aunados a un manejo insuperable de lo alegórico y un
conocimiento profundo de innumerables materias hicieron una aportación
inestimable al mundo de la cultura.
Entre sus obras se cuentan sonetos, redondillas, romances y liras, cuyos temas
básicos son la ciencia, la filosofía y el amor; temas tratados igual con simplicidad y
gracia que con excesiva y rebuscada complejidad.
Sor Juana Inés de la Cruz nació en la hacienda de San Miguel Nepantla, Estado
de México, el 12 de noviembre de 1648. Su nombre, antes de tomar el hábito, fue
Juana de Asbaje y Ramírez ya que fue hija natural de la criolla Isabel Ramírez de
Santillana y el vizcaíno Pedro Manuel de Asbaje.
De ella se dice que aprendió a leer a los tres años de edad, que a los siete tenía
intenciones de ingresar a la universidad y a los ocho escribió una loa para la fiesta
de Corpus.
En 1664 Juana ingresó a la corte como dama de compañía de la virreina, Leonor
María Carreto, marquesa de Mancera, a la que dedicó algunos sonetos con el
nombre de Laura. El virrey, admirado de su curiosidad científica y de su sapiencia,
hizo reunir a cuarenta letrados de todas facultades para someterla a un examen
sin igual del cual, por supuesto, salió triunfante, dejando admirados a los sabios
por haber contestado con sabiduría toda pregunta, argumento y réplica que estos
le hicieran.
Harta de la vida cortesana y sin muchas opciones por delante, decidió entrar a un
convento porque, según ella misma dice, “para la total negación que tenía al
matrimonio era lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad de mi
salvación”. Primero entró al convento de San José de las Carmelitas Descalzas en
1667 pero salió de ahí a los tres meses, por la severidad de la regla y el rigor de la
orden. Después ingresó a la, mucho más flexible, orden de las jerónimas, en el
convento de Santa Paula, donde por fin profesó el 24 de febrero de 1669.
En el convento, donde vivió lo que le quedaba de vida, hizo oficios de contadora y
archivista pero, más que nada, se dedicó al estudio y a la escritura. Dentro de su
celda - que era individual y espaciosa- llegó a poseer más de 4,000 volúmenes,
instrumentos musicales, mapas y aparatos de medición y a tener conocimientos
profundos en astronomía, matemáticas, lengua, filosofía, mitología, historia,
teología, música y pintura, por citar solamente algunas de sus disciplinas favoritas.
Famosa, aun dentro del claustro, constantemente era llamada para escribir obras
por encargo: en 1689 se le encargó hacer el Arco Triunfal a la llegada a la capital
de los Marqueses de la Laguna y Condes de Paredes, obra que concluyó con
éxito y que tituló Neptuno Alegórico.
Tres años después ganó dos premios en el certamen universitario del Triunfo
Parténico y constantemente se le encargaban villancicos para las festividades
religiosas, además de la importante cantidad de sonetos, rondillas, décimas, silvas
y liras que constantemente componía.
El primer libro publicado por Sor Juana fue Inundación Castálida, que reunió una
buena parte de su obra poética y fue publicada en Madrid, antes que en la Nueva
España.
Durante mucho tiempo, Sor Juana no tuvo mayores problemas en su vida
conventual hasta que, como lo afirma Octavio Paz, escribió “una carta de más”.
Esa misiva se publicó con el largo título de Carta atenagórica de la madre Juana
Inés de la Cruz, religiosa profesa de velo y coro en el muy religioso convento de
San Jerónimo que imprime y dedica a la misma Sor Philotea de la Cruz, su
estudiosa aficionada en el convento de la Santísima Trinidad de la Puebla de los
Angeles, y era una crítica a un sermón del jesuita portugués Antonio de Vieyra,
muy afamado teólogo de la época.
Esta crítica tuvo nefastas consecuencias aun cuando su publicación corrió a cargo
de la citada sor Filotea, que no era otro que el obispo de Puebla, Fernández de
Santa Cruz, que, finalmente, termina por reconvenirla y aconsejarle que se
dedique a asuntos menos profanos y más santos. Todo el asunto terminó en que
Sor Juana fue obligada a deshacerse de su biblioteca, sus instrumentos musicales
y matemáticos y obligada a dedicarse exclusivamente al convento.
Sor Juana murió el 17 de abril de 1695 contagiada de la epidemia que azotó al
convento de Santa Paula.
Entre su vasta obra poética se destaca el Primero Sueño una silva
descriptivo-filosófica de unos mil versos y que continúa la tradición de los
sueños de ascensión del alma en busca de la suprema verdad, Dios o el
supremo conocimiento.
Entre sus obras se cuentan, para el teatro, tres autos sacramentales: El cetro de
José, El mártir del sacramento y El divino Narciso; dos comedias: Los empeños de
una casa y Amor es más laberinto; en prosa Explicación del arco, Razón de la
fábrica alegórica y aplicación de la fábula, las meditaciones del Rosario y la
Encarnación, además de varios opúsculos y manuscritos hoy extraviados como El
equilibrio moral y un tratado de música, El caracol. Al morir se editó el tomo que
recopiló sus obras, Fama y obras póstumas.
Sor Juana representa la lucha de la mujer y de todo ser humano que quiere hacer
valer su derecho a la educación y a la cultura en la misma medida que les es dada
a los poderosos, y en su caso, a los hombres; pues es sabido que en su época,
las mujeres no podían aspirar a cursar largos estudios como los de una
universidad. Los prejuicios y fuertes tradiciones de clase y sexo fueron las
principales amarras contra las que luchó por ser libre.
La Décima Musa también es autora de obras en prosa (la famosa Respuesta a Sor
Filotea) y teatrales (Los empeños de una casa y Amor es más laberinto.
El rasgo quizá más acusado del barroco literario es, quizá, el contraste. Este
claroscuro, que en las obras se manifiesta como paradoja, contradicción y
utilización de tesis y antítesis, es casi un síntoma inequívoco de la utilización
barroca de la lengua: pensemos, por ejemplo en el soneto de Sor Juana Inés de la
Cruz:
"al que ingrato me deja busco amante,
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante"
en él, tanto el tema como las palabras usadas son demostración absoluta del uno
y su contrario.
Análisis de Romances:
Sor Juana Inés de la Cruz es su obra intitulada “Romances filosóficos y
amorosos”, hace un reclamo a las necesidades fisiológicas y biológicas de una
mujer.
Así como la actitud eróticas del ser humano, al plasmarlo como un ente social
carente de amor y de relaciones “carnales”, celoso, amante, orgullos, antitético y
metafórico.
En su prosa incluye a Fabio, al parecer ella lo amaba pero su afecto no fue
correspondido. Y lo denotaba al mostrar en el primer soneto, juega con lector
invitándole a participar en su obra.
“Finjamos que soy feliz…” Lo que refleja era la infelicidad que trae a cuestas
nuestra noble dama; en los demás sonetos, conlleva a un reproche sátiro de su
bien amado, dejando entintado su sentir despojado de esperanzas e ilusiones, la
soledad con la cual navega por este mundo terrenal afectado de hombres
incapaces de razonar sobre el verdadero valor de una mujer, la cual se entrega en
cuerpo y alma a él.
Cabe resaltar que México en ese entonces estaba siendo gobernado por España,
Así que también tiene varios escritos dirigidos a Don Fray Payo Enríquez de
Ribera, obispo de Guatemala que después fue virrey de Méjico o de la Nueva
España.
Don Fray Payo Enríquez de Ribera, era filósofo y escritor, así que escribio
diversas obras, las cuales Sor Juana Inés de la Cruz, adulaba amablemente;
varios eruditos, literatos y estudiosos de ella, argumentan que ella sólo se
encargaba de ensalzar a los poderosos de aquella época, tomando como
referencia la religión para plasmar con ella sus ideas.
Pero a la vez, como mujer rebelde e independiente, se separó de la iglesia, por la
insistencia de ésta última, de atarle el espíritu erótico, sátiro y rebelde que Juana
de Asbaje poseía, obviamente una monja tan controversial como ella no le
convenía a un sustento tan poderoso y opresor como lo es la iglesia.
Imaginemos si esas adulaciones, por llamar peyorativamente a los poemas que
escribía dirigidos a los altos mandos de la Nueva España, no hubiesen existido,
jamás hubiera pasado a la historia una mujer, ni mucho menos una mujer
“rebelde” como lo era Sor Juana.
Ella supo controlar al grupo hegemónico colonial, se supo meter en su mundo para
poder conseguir favores, y sobre todo, su anhelada libertad para poder consumir
más sapiencia y letras, para poder seguir entintando sentimientos y emociones.
Inclusive se le ha tachado de ser lesbiana y/o bisexual, ya que le dedicaba versos
a la “señora virreina”, al crear un símil de su cara con un campo florido y sus labios
labios como claveles rojizos; en lo personal, esclarece una filantropía.
Y sí así fuera, ¿Por qué tendremos que tacharla? Los fetichismos están a la orden
del día, sin importar quien sea, tendremos que aceptar pues, una pluralidad
sexual.
El erotismo es otro factor tabú, inclusive en nuestra sociedad pretenciosa,
careciente de modestia, al corroborar que aun le falta aceptar una pluralidad de
gustos, género y un respeto.
Retomando a Sor Juana, no nos debe de extrañar que ella idolatrara a los
máximos mandatarios, puesto que ella renunció a ser “mujer” y convertirse en
monja, luchaba contra su sexo y contra la sociedad machista de la cual su
intelecto era atado.
Un ser humano normal, en su afán de conquistar las metas establecidas es capaz
de rebasar cualquier obstáculo, con la única finalidad de lograr su objetivo.
Al momento de entintar filantropía, erotismo, deseo y sátira, denota mucho la
cultura tan basta que nuestra “Décima Musa” posee, una mujer difícil de engañar,
la tendencia en la época barroca era imitar a los literatos contemporáneos y
pasados así como, las antiguas enseñanzas de Occidente, un claro ejemplo es
utilizar personajes de la mitología griega en su poesía, y darle un protagónico e
incluso un antagónico.
“La Décima Musa”, era también filósofa, puesto que su peculiar manera de denotar
los errores es única, sabe perfectamente bien esconderlos en un mar de palabras
planteadas a la perfección.
Al analizar a detalle, con mente filosófica, podemos rescatar lo consciente que es
ella sobre el tema de la dignidad y necesidad humana, ¡era mujer, ella también
sentía, sufría, anhelaba, gozaba, lloraba, etc., ella también poseía toda esta gama
de sentimientos dignos de un ser humano!
Controversial y apasionada mujer, no solo en el ámbito lírico, sino también en su
vida personal, tuvo muchos amantes, pero siempre con esa seguridad de mujer y
mejicana.
Una muestra de ello está en el verso 50:
…”No debiera; porque
cuando se oculta el nombre, es indicio
que no habéis querido ser
hombre de nombre conmigo…”
Después de la mencionada estrofa sigue una serie de argumentos, aclarando que
por entregarle su alma y corazón a Dios, no podría entregárselos a nadie más, sin
embargo, el amor todo lo podía lograr y al proponérselo ella podría amarlo.
Pero jamás podría entregarle un amor puro, jamás podría enamorarse, puesto que
la razón invade a su corazón, exponiendo que el ser humano, es un ente débil,
gozoso del sufrimiento amoroso, deseo de ser querido, aunque tenerme derrotado,
fraguar una guerra y ser amado (verso 55).
Frustrante es no ser amado, pero más lo es no dejar de amar cuando no puedes,
ese sentimiento es la cura y el veneno del alma.
Jamás dejó a Dios a un lado, puesto que es la muestra de espiritualidad, humildad
e incluso de inspiración humana. De él siempre nos apoyamos, es nuestro
sustento, guía y protector. Metafísicamente hablando, representa las ideas, la
subjetividad, el amor omnipotente y la vida después de la muerte, es decir, la
inmortalidad.
Refiere al amor que ella siente, como un amor que siente con la razón y la virtud,
pero que jamás le gustaría dejar de sentirlo; plasmando al humano como un ser
débil emocionalmente, un ente necesitado de amor, y de demostraciones
afectivas, cuyo motor es ese sublime y noble sentimiento; somos presas de las
pulsiones que libera nuestra mente, presas de la ansiedad de una vida emocional
completas.
Juana, la mujer, no la monja, influenciada por el medio en el que vive, sufridora de
mil castigos emocionales, terrenales, espirituales y afectivos, marcó una línea
divisora con los cánones coloniales y sociales, detalla sus emociones sin mesura,
convirtiéndonos en protagónicos de su entorno.
¿Con quién más podría platicar una mujer atada por todo el medio, de su vida
íntima, siendo la última penada por la arrogante sociedad? Podremos clasificar
sus poemas como un diario personal, en el cual en modo de prosa relata sus
sentimientos frustrados, escondiéndolos tras la careta de fortaleza y sumisión que
una monja tendría que portar.
No sólo es literata, también es crítica severa, abordar su legado fue importante, al
pretender entender a la mujer actual y anterior, presa del machismo, sublevada a
un aberrante contexto, limitada en todos los ámbitos posibles, frustrada
sexualmente (necesidad humana).
Sor Juana se describe en sus textos, hace sentir al lector su profunda tristeza, su
eterna pasión y confusión, al mismo tiempo hace un ámbito de extrema cultura y
regocijo emocional.
Podría ser llamado un auto reflejo; por temor, incapacidad, etc., guardamos
sentimientos, pensares dentro de nosotros, hasta que un día, esa gama de
holocaustos sentires estallan, dando muestra de la irracionalidad de la razón
humana.
¿En verdad hemos cambiado? Sólo nos hemos tranformado, más un cambio de
una índole mayor no se ha dado tal cual. Aun seguimos humillando ciertos rubros
intelectuales, aun se sigue sublevando a la mujer, a pesar de ser un país regido
por matriarcados.
Juana Inés de Asbaje, no huyó de la realidad, simplemente supo como afrontarla
y en donde resguardarse, ese resguardo fueron las letras, tanto entintadas como
libres, los libros dueños de sus deseos, y los poemas relatadores de sus
pensamientos.
Así fue la época barroca y Sor Juana, mujer ingeniosa que supo como relatar su
cosmovisión aunada con su alto sentido de la realidad y de la importancia del
amor en el mundo.
Análisis de El Sueño
Hemos visto cómo la poetisa, además de reunir los aspectos más importantes del
tema renacentista del sueño que le da forma global, organiza un conglomerado de
usadísimos temas de la época con el fin nuevo de explicar distintos aspectos de
su aventura intelectual, presentada como fuerza vital, no sólo de la vida de la
escritora sino del ser humano en general. Algunos de esos temas que utiliza Sor
Juana son concentración de los aspectos varios que se les daba durante la época
renacentista y barroca. Así es en el caso del magisterio de la rosa, relacionado
con el arte en el maquillaje de la mujer, cuando al mismo tiempo la poetisa utiliza
la azucena y la rosa, refiriéndolas al colorido de la belleza femenina. Otros de esos
temas se presentan con adiciones personales de parte de Sor Juana, como en el
caso del tópico del águila, el de Alcides y Atlante, el de Aretusa, el del amante y el
ladrón, el de los animales fieros de la selva, presentados durmiendo, los de las
Pirámides, del Faro, y de la nave en mar tempestuoso, que choca contra las sirtes
presentadas como escollos insalvables para la mente humana. En el caso de la
Torre de Babel, se encuentra en la Biblia la fuente primitiva de confusión de las
lenguas. El tema del sueño, y sobre todo, el de Faetón, los presenta en forma muy
novedosa. Ningún otro poema presenta la cantidad de temas nuevos y viejos
referentes a la filosofía y ciencia en general de la época, en esa forma sistemática
y consciente de encerrar todo ello -mitología, preocupación científica y ansia de
saber del hombre- en un poema que va a ser relación de ese afán científico en su
aspecto negativo-positivo de frustración y éxito juntamente. Las reflexiones de tipo
fisiológico y físico, en particular, son nuevas en la poesía española; es, pues, el
Sueño de Sor Juana, según se ha dicho, el único poema mayor escrito en español
entretejido en su misma base por los problemas del conocimiento científico del
hombre.
Tópico religioso e histórico
a) La torre de Babel
Inmediatamente después de la cita de las pirámides egipcias, aparece en el Sueño
la visión de la Torre de Babel con todo lo que representa de confusión, orgullo y
derrota (vv. 4,12-422). Góngora tiene este tópico en una canción, donde parece
hacer resaltar lo que de soberbia representa (p. 572):
[...] que su espada por su Dios confunda
la nueva torre que Babel levanta.
Bartolomé L. de Argensola lo tiene en unos tercetos en los que identifica la corte
con la confusión de la Torre de Babel (p. 302):
Pues voy me a nuestra Corte, o a la torre
que edificó Babel, y de su traje
madama Hipocresía me socorre.
Jacinto Polo de Medina recalca muy claramente los rasgos de confusión y de
soberbia (BAE, t. 42, p. 189):
¿Cómo no veis la insolencia
y Babel de confusión
destos críticos versistas,
sustitutos de Nembroth?
Hay en Trillo la alusión más parecida a la de Sor Juana en cuanto a la
incomprensión entre los hombres, sin llegar él a expresarlo en la forma aguda que
la tiene la poetisa; es de la Neapolisea, Libro Cuarto (p. 489):
De alto rumor todas las cosas llenas
allí la torre de Babel mentia [...]
Ninguno de ellos la tiene en referencia expresa a la confusión de las lenguas como
Sor Juana, atenta siempre a subrayar lo mental que le da al —105→ hombre
preeminencia sobre las otras especies y lo que, al mismo tiempo, lo separa de sus
semejantes cuando hablan distintos idiomas.
Análisis e interpretación de los resultados:
Todo indica que la Décima musa, o más bien, Sor Juana Inés de la Cruz fue una
de las literatas más reconocidas de toda la época barroca y aun, según nuestro
punto de vista, lo sigue siendo hasta nuestros días. Con su gran inteligencia ella
asombro y asombra a la gente embriagándola con sus escritos complejos y llenos
de gran filosofía. Es autora de poesías sagradas y profanas, algunas de las cuales
están inspiradas en el más puro feminismo. En el género dramático reveló ingenio
y discreción. Sus profundos estudios se muestran en las obras ascéticas, en las
controversias teológicas y en las poesías líricas. Sus trabajos se imprimieron en
1670 con el titulo de Poesías de la madre Juana Inés de la Cruz. Es autora de
varias obras de teatro y de las comedias: Los empeños de una casa y Amor es
más laberinto, así como los autores sacramentales El cerco de Joseph, El mártir
del Sacramento, San Hermenegildo. También escribió una obra llamada
Respuesta a sor Philotea de la Cruz, donde defiende sus opiniones y relata
hechos importantes de su vida.
Conclusiones:
1.- Fue una época de la historia comprendida entre 1600 y 1750. La cual se
caracterizó por una ideología clara-oscura y por tratar de liberarse,
mediante los medios artísticos, de la opresión que vivieron por mucho
tiempo la gente de aquella época.
2.- La expresión literaria novó hispana tiene insuperables exponentes en
Carlos de Sigüenza y Góngora, Sor Juana Inés de la Cruz, Bernardo de
Balbuena, Juan Ruiz de Alarcón, Francisco Bramón, Miguel de Guevara y el
fraile Juan de Torquemada.
3.- La búsqueda de un elemento común entre el espíritu y la materia; de
manera más específica, entre el quehacer científico y la verdad.
El Sueño es una representación de la naturaleza científica y filosófica del
hombre en donde se representa de manera dinámica y poética la necesidad
de encontrar, en el devenir cotidiano, la presencia de la verdad. Ésta, por
toda la influencia de la metafísica tradicional, había sido relegada a un
ámbito inasequible para el hombre, a un espacio artificioso donde parecía
inútil repensar la forma de las formas; la imagen del mundo de sombras de
Platón, iluminado por las formas puras de la verdad desde la
intemporalidad; o la sustancia de Aristóteles como el ser en sí mismo que
también queda justificado sólo con la idea del bien como trascendental del
ser, uno, inmóvil e inmutable.
4.- Nos lleva a la problemática de la conformidad, y por consiguiente a la
necesidad de un elemento que justifique la confianza elemental en la vida
humana.
5.- México fue la combinación de las dos Culturas que se fusionaron y
dieron paso a la cultura del Mexicano, siendo una de las primeras corrientes
culturales durante el virreinato; el barroco. Este al igual que en el resto del
mundo estaba en movimiento paralelo con la iglesia, creando formas de
arte relacionadas con textos bíblicos o sucesos considerados por la iglesia
católica como importantes.
El legado que nos ha dejado con las construcciones de Puebla, Tepozotlán,
entre otros, son la clara combinación de dos razas orientadas por una
corriente cultural.
En lo que sí sé a de remarcarse es el importante conjunto de obras dejadas
por Sor Juana Inés de la Cruz, Don Carlos de Sigüenza y Góngora, entre
otros que marcaron la pauta de una nueva forma de escribir. Para dar por
terminado puedo concluir que la iglesia católica y la cultura barroca en
México se llevaron de la mano para culminar con una cultura que
característica hoy en día a nuestro país.
En si en la mayoría de los aspectos que el barroco siguió en México fue la
similitud con el Barroco de Italia y del resto de Europa, siguiendo una línea
en común en donde la Iglesia y el estado eran las que regían el arte.
Por la importancia de esta época en la historia de México, se ha creado un
museo del virreinato que se encuentra en Plaza Hidalgo número 99,
Tepozotlán, Estado de México, en este museo se pueden encontrar
diferentes obras del barroco en México, así como una explicación de este
6.- Uno donde se vivía total represión hacia la mujer y done incluso el
hombre no era libre. Fue una época llena de cambios donde se pasaba
poco a poco de la represión a la libertad.
7.- De su prolífica pluma brotaron cientos de composiciones en prosa y en
verso. Cultivó todos los géneros de poesía heroica, sobresaliendo en los
sonetos y sextillas. Por su claro talento ha sido llamada la "Decima Musa" y
también "La monja de México".
8.- Nuestra genial monja jerónima exhibe un caudal filosófico muy amplio,
plasmado en sus poesías y demás producciones literarias, pero adquirido
por un estudio prolongado y profundo. La base de su filosofía es la
escolástica aristotélica, pero también deja un lugar muy importante al
neoplatonismo, al hermetismo y a la incipiente filosofía moderna. Se han
estudiado muchos los aspectos no escolásticos de la poetisa, y queremos
colaborar a destacar los contenidos escolásticos de su obra, que son los
más numerosos, cual sucedía en aquella época. En ella, a pesar de la
recepción de otras corrientes como el neoplatonismo renacentista, el
hermetismo barroco y la filosofía y la ciencia moderna, la corriente base y el
cimiento era la escolástica. Queremos contribuir a subrayarlo. Con todo,
vemos la importancia que cada una de esas corrientes de pensamiento tuvo
en la obra de Sor Juana.
Referencias bibliográficas:
http://www.mexicodesconocido.com.mx/sor-juana-ines-de-la-cruz-164816951.html
http://www.mexicodesconocido.com.mx/la-literatura-barroca-en-la-nuevaespana.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Barroco
http://www.euskalnet.net/tz/Barroco.htm
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/120316387178237289872
13/index.htm
http://html.rincondelvago.com/barroco-en-mexico.html
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/120316387178237289872
13/p0000007.htm#I_29_
http://www.angelfire.com/nv/filofagia1/sueo.html
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