OGM El-campo de las Incertidumbres 5 FICHAS PARA COMPRENDER, ANTICIPAR, DEBATIR Solagral Parc scientifique Agropolis Bâtiment 14 34397 Montpellier cedex 5 France Tél. : +33 (0)4 99 23 zz 80 Fax : +33 (0)4 99 23 24 60 E-mail : [email protected] www.solagral.org UNESCO Programa MOST www.unesco.org/most Programa MAB www.unesco.org/mab Programa CIB www.unesco.org/ethics I, rue Miollis 75015 Paris - France La redacción y la edición de este dossier han sido elaborados por Comité de redacción Solagral Traducción al castellano El dossier se ha beneficiado de las aportaciones de Ilustraciones Maqueta Impresión Publicación onterior Mundialización y desarrollo sostenible. iQué órganos de regulacibn? Foto de la portada Créditos fotografias Carlos R. Sanchez Milani Malcolm Hadley Sabina Colombo Damien Conaré Katell Le Goulven Hélène Ilbert, Stéphane Guéneau, Tristan le Cotty, Anthony Aumand, Sélim Louafì, Sarah Mongruel, Isabelle Biagiotti, Claude Roger, Anne Chetaille Comissió Nacional,Andorrana UNESCO per a la Lilian Auberson-Huang (BATS, Bâle) André Charrier (INRA, Montpellier) Pierre-Henri Gouyon (Université ParisSud, Orsay) Nicolas de Sadeleer (CEDRE, Bruxelles) Céquipe de Solagral Nathalie Abdelwahed E-mail: [email protected] Alain Chevallier , Ulysse Communication Tel.: +33 (0)4 67 91 70 OO E-mail: ulysQfle.fr Imoremta Envalira Franco& Lerin Médiateca de la Comisión europea, Francois Lerin, INRA, Damien Conaré, Greenpeace, Parlemento europeo, CBD Este trabajo ha podido realizarse gracias a la colaboración de la UNESCOProgramas MOST, MAB et CIB. 2-84034-032-1 Las ideas y opiniones expuestas en la presente publicación son las propias de sus autores y no reflejan necesariamente las opiniones de la UNESCO. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la presentación de los datos que en ella tiguran no implican, de parte de la Secretaría de la UNESCO, ninguna toma de posición respecto al estatuto jurídico de los países, ciudades, territorios o zonas, o de sus autoridades, ni respecto al trazado de sus fronteras o Iímites. Las fronteras que figuran en los mapas que publicamos RO implican ningún reconocimiento oficial por parte de la UNESCO o de las Naciones Unidas. Difundido en el año 2000 por la Organización de fas Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura y SOLAGRAL. 1 ¿Por qué los OGM? Los OGM encuentran sus aplicaciones en numerosos dominios. Pero consideraciones técnicas y éticas condicionan su desarrollo futuro. ¿Qué es un OGM? ¿Animales retorcidos? En el caso de los animales, la situación es menos favorable a la transgénesis que en el de las plantas. Normalmente no disponemos de células capaces de regenerar un organismo entero después de la transformación gené tica (células totipotentes); los sistemas de defensa y de regulación son más sofisticados que en el caso de los vegetales y la aceptación por parte de la sociedad de la transgénesis animal dista mucho de ser asimilada, lo que no sucede con las plantas. Las únicas células animales totipotentes son a priori el huevo fecundado y las células embrionarias. Su coste de obtención es elevado y el rendimiento del traspaso de genes pobre. La transgénesis de grandes animales se reserva para aplicaciones farmacéuticas, productos de alto valor añadido. La cría de animales transgénicos cuyo objetivo sea la comercialización no está prevista a corto plazo. Un organismo genéticamente modificado (OGM) es un organismo cuyo patrimonio genético ha sido transformado por la técnica de la transgénesis: la modificación de la expresión de uno de sus genes o la adición de un gen ajeno. Esta definición, que debemos retener, es necesariamente arbitraria y consecuentemente rebatible. En efecto, en el curso de la transmisión de la información genética de padres a hijos, se pueden producir cambios provocados por el azar: las mutaciones. También podríamos hablar entonces de OGM, pero sin la intervención humana en este caso. L’ADN, soporte universal. El traspaso de un gen de un organismo a otro es posible ya que, salvo algunas excepciones, todos los organismos vivos (virus, bacterias, vegetales, animales) poseen el mismo sistema de codificación y expresión de la información genética. La universalidad del soporte de la información genética, el ADN, nos ofrece la posibilidad teórica de que un organismo pueda manifestar una información procedente de cualquier otro ser vivo. El conjunto de técnicas que permiten estas intervenciones sobre el genoma constituyen la ingeniería genética, sector mayor de las biotecnologías. La ingeniería genética lleva años aplicándose en el campo industrial para producir moléculas de uso terapéutico o industrial por microorganismos cultivados en laboratorios, bacterias o levaduras. ¿Cómo funciona la transgénesis? La transgénesis consiste en el traspaso de genes hacia otro organismo o en desplazarlos en el interior de un mismo organismo y hacerlos expresarse en su nuevo entorno. Se aplica a microorganismos desde 1973, a animales desde 1982 y a vegetales desde 1983 > ficha 1.a. Después de la transgénesis vegetal, es necesario un control de la efectividad del traspaso de genes: si la actividad del gen de interés es difícil de detectar o interviene tarde en la vida del organismo, se le asocia un gen marcador que permitirá escoger los individuos capaces de manifestar correctamente el transgén. Los marcadores más utilizados, y los menos caros, son los genes más controvertidos y resistentes a los antibióticos > ficha 2: los individuos transgénicos son aquellos que sobreviven en presencia del antibiótico. Afinar el trabajo. En ciertos casos es posible "orientar" la información genética introducida por transgénesis para que se manifieste solamente en órganos específicos: por ejemplo, el grano y las hojas para las plantas, la glándula mamaria para producir una sustancia en la leche de los mamíferos. El objetivo es asociar al transgén el promotor que va a controlar su expresión en el órgano escogido, en el sitio adecuado y en el momento idóneo de la vida del organismo. La determinación de buenos promotores y su protección por patentes son los elementos clave de la estrategia de las firmas de biotecnologías > ficha 3. Cría de peces transgénicos Las limitaciones para el desarrollo de la transgénesis en los animales son menores en los vertebrados inferiores, en particular en ciertas especies de peces: se dispone de grandes cantidades de huevos y el coste de crianza es bajo. Se han llevado a cabo investigaciones en China, Japón, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda, y algunas están a punto de dar buenos resultados en aplicaciones comerciales: salmones del Pacífico resistentes al frío y, consecuentemente, capaces de vivir y crecer únicamente en el océano, sin tener que emigrar anualmente hacia los cauces de los ríos; truchas arco iris resistentes a la septicemia hemorrágica viral, etcétera. ¿Por qué los OGM? Antes que nada, un utensilio para la investigación. Discusiones enérgicas alrededor del arroz A principios del año 2000, la firma americana Monsanto declaró haber descifrado, aún incompleto, el genoma del arroz. Esta firma ha confiado su base de datos al Ministerio de Agricultura japonés, que se encarga del programa internacional de investigación sobre las secuencias del genoma del arroz. Este consorcio agru pa desde 1998 unos 20 institutos de investigación localizados en diez países. Los resultados obtenidos por Monsanto son aún insuficientes para conducir a una explotación directa: si la mayor parte de las piezas del puzzle genético del arroz se han identificado, falta aún estructurarlas para comprender las funciones que están asociadas a ellas. Será por tanto la investigación pública internacional la encargada de dar a estos resultados lo esencial de su valor industrial. Terceras personas, incluidos los competidores de Monsanto, podrán, también, pedir los resultados a cambio del reconocimiento de su origen. Se podrán entonces utilizar libremente para intentar aislar los genes de interés agronómico y patentarlos. En este caso, Monsanto se reserva la posibilidad de negociar en primer lugar un derecho de licencia no exclusivo para estas patentes: la explotación ulterior de los genes de interés estaría condicionada al pago a Monsanto de un derecho de utilización. La transgénesis vegetal permite estudiar las consecuencias de modificaciones parciales o totales de genes y así analizar su función y regulación para comprender los mecanismos fisiológicos: resistencia a las enfermedades y al estrés, biología del desar rollo, etcétera. Gracias a la transgénesis, utilizada para crear el material biológico necesario para los análisis, los biólogos han abordado la secuencia del genoma de algunas especies: se trata de volver a transcribir la sucesión de las bases que componen el ADN e identificar las secuencias correspondientes a los genes. La etapa siguiente consiste en establecer las correspondencias entre estos genes, las proteínas que codifican y las funciones metabólicas del organismo. Se trabaja principalmente en la secuencia de dos plantas modelos: (Arabidopsis thaliana), una pequeña crucífera que posee numerosos genes comunes a muchas plantas, y el arroz. Otra aproximación al genoma, menos exhaustiva, consiste en establecer cartas genéticas: identificar en los cromosomas secuencias particulares de ADN para posteriormente localizar los genes correspondientes a caracteres agronómicos interesantes. Estas cartas genéticas nos ayudan a identificar, desde el estado embrionario, a los individuos portadores de las características que buscamos. Su realización concierne a las plantas cultivadas (trigo, maíz, colza, girasol, etcétera), a las esencias forestales, a los animales de granja (ganado bovino y porcino, aves, etcétera) o al hombre. Aplicaciones agronómicas. En agricultura la ingeniería genética aparece como un utensilio de selección directamente relacionado con una serie de desarrollos biotecnológicos > ficha 1.b. Su aplicación devino operativa a partir de mediados de los años ochenta con las primeras autorizaciones experimentales en el campo de los tomates transgénicos. En un primer momento limitados a Estados Unidos, a partir de 1997 los cultivos de plantas transgénicas se extendieron por todo el mundo (11 millones de hectáreas), para alcanzar alrededor de 40 millones de hectáreas en 1999. Tal como se ha desarrollado en la actualidad, la transgénesis vegetal confirma un modelo de agricultura productivista, que descansa en intrantes químicos, integrado en un proceso industrial. En efecto, las plantas transgénicas, creadas en laboratorios de investigación pública, son desde ahora desarrolladas por algunas grandes compañías agroquímicas (fabricantes de productos fitosanitarios como los herbicidas, los insecticidas o los fertilizantes) reconvertidas a las "ciencias de la vida" > ficha 3 . Estas firmas, que han invertido mucho, deben generar importantes beneficios. Escogieron, en un primer momento, comercializar los OGM que modifican los caracteres agronómicos de las plantas de g randes cultivos de los países industrializados (maíz, colza, algodón, soja, etc.), y si es posible, aumentar las ventas de sus propios productos fitosanitarios. Caracteres nuevos. Las principales modificaciones introducidas en las plantas por la transgénesis se refieren a algunos caracteres: tolerancia a los insectos (algodón, patatas, maíz): estas plantas, que se comercializan, producen ellas mismas la proteína tóxica para los insectos devastadores. Estas proteínas fueron descubiertas en la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis (Bt); tolerancia a un herbicida (algodón, soja, maíz, colza): estas plantas, que se comercializan, permiten utilizar un herbicida total que destruye todos los vegetales, excepto el cultivo transgénico; tolerancia viral (papaya, calabaza, patata, tabaco, pimiento, etcétera); tolerancia a la sequía: no hay milagros al respecto, se trata sobre todo de mejorar los conocimientos sobre el determinismo genético de la arquitectura de las plantas y de su regulación en situaciones de estrés hídrico. La idea es poner en práctica una estrategia de prevención, limitando la transpiración de la planta, por ejemplo. Las investigaciones más exitosas se han llevado a cabo con el maíz y han sido patrocinadas por el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y del Trigo (CIMMYT). Los árboles y las flores también La transgénesis encuentra igualmente aplicaciones en el campo de la floricultura (optimización de la duración de la vida de la flor una vez cortada o cambio en la coloración floral) y en agrosilvicultura, aún en fase de experimentación. Por ejemplo, el álamo puede ser modificado genéticamente para que contenga una proporción reducida de lignina. En efecto, teniendo en cuenta que el papel está compuesto de celulosa, es indispensable eliminar la lignina para poder preparar la pasta de papel, operación costosa en energía y muy contaminante. Los OGM son utilizados para: la investigación fundamental (conocimiento de los mecanismos fisiológicos, secuencias de los genomas, etcétera); la agricultura (ganadería, grandes cultivos, flores, árboles, peces); la industria farmacéutica (proteínas terapéuticas, vacunas, etcétera); la industria alimentaria (gusto, conservación, etcétera); la industria química (aceites, plásticos, etcé tera); la descontaminación (hidrocarburos, suelos). 1 Plantas medicinales La gran demanda de proteínas humanas purificadas para las aplicaciones medicinales no puede ser cubierta por las sustancias obtenidas de la sangre, de la placenta o de otros tejidos humanos. Su cantidad esta, generalmente, limitada y presenta riesgos de contaminación por virus. Podemos traspasar un gen codificador para una proteína humana a un organismo que pueda acogerlo. Por ejemplo, bacterias que producen la casi totalidad de la insulina utilizada para curar la diabetes. Pero, la efectividad de estas proteínas a veces es limitada. De ahí el interés por utilizar a mamíferos, que tienen una "mecánica celular" muy similar a la del hombre. De todas formas, la cría de estos mamíferos resulta cara y debe respetar condiciones sanitarias muy estrictas. Las plantas constituyen una solución interesante: se trata de introducirles el gen de una proteína humana o de una molécula vacunante. Si estas proteínas se encuentran representadas en cantidad suficiente en el vegetal y son fácilmente separables, el cultivo en el campo de estas plantas transgénicas, seguido de un proceso de extracción y de saneamiento, permite obtener una gran cantidad de proteínas a un coste competitivo. Esta opción evita también el riesgo de contaminación: contrariamente a lo que sucede con los animales, las plantas no son portadoras de virus patógenos para el hombre. Tal como están actualmente desarrollados, los OGM conforman un modelo de agricultura intensiva. Para la industria agroalimentaria. Algunas bacterias genéticamente modificadas han sido utilizadas para producir industrialmente enzimas para uso alimentario (por ejemplo el alfa-amilasa para la fabricación de cervezas o de jarabes). Las modificaciones de plantas que conciernen directamente a las industrias agroalimentarias aspiran a mejorar las propiedades nutricionales, organolépticas o tecnológicas de los productos. Por ejemplo, un gen es introducido para controlar la madurez del fruto (tomates, melones) con la finalidad de mejorar las condiciones de almacenamiento y de transporte y permitir una recolección en un estado de madurez más avanzado, favorable al gusto. Solo el tomate "Flavr Savr" de maduración controlada se ha comercializado, a partir de 1994, sin gran éxito. Otros proyectos se encuentran en fase de estudio como la reducción, hasta la eliminación, de las proteínas alergénicas del arroz; la introducción en la fruta y las legumbres de un gen productor de una proteína natural azucarada (la brazeína) que no aporte la más mínima caloría y también la introducción de genes en plantas oleaginosas (colza, soja) para aumentar las proporciones de ácidos grasos insaturados que limitan los riesgos cardiovasculares. Para la industria farmacéutica y la química fina. Estos OGM son generadores de moléculas de alto valor añadido. Las firmas cuentan igualmente con su utilidad más evidente a fin de que sean aceptadas por el público. Numerosos desarrollos, que no se han comercializado aún, se encuentran en proceso; entre ellos se encuentran los siguientes: la colza y el berro produciendo un polímero plástico biodegradable. Los resultados son aún modestos: el plástico obtenido no supera el 3 % del peso total de las plantas secadas; tabaco produciendo proteínas humanas: colágeno, albúmina y hemoglobina; arroz enriquecido con vitamina A > ficha 1.c ; mamíferos modificados en los que provocamos la producción de moléculas de interés terapéutico en la leche. También, en la vaca, se actúa sobre la calidad de la leche para "maternizarla"; xenotrasplantes. El trasplante al hombre de órganos animales desencadena su rechazo inmediato. Modificar el patrimonio genético de los animales donantes mediante el traspaso de genes humanos apropiados debería permitir suprimir este rechazo. Se están realizando pruebas en cerdos transgénicos para una mejor compatibilidad con el tejido humano. La patata vacuna En la producción de moléculas terapéuticas por las plantas, la siguiente etapa consistirá en administrar directamente las plantas vacunantes por vía oral. Esto afecta a los animales de granja (por ejemplo un maíz transgénico contra el virus de la gastroenteritis porcina) y a las personas, en cuyo caso los trabajos se dirigen especialmente a los plátanos y las patatas. Ventajas: las vacunas obtenidas en estas plantas pueden conservarse a temperatura ambiente. Unas patatas inmunizadoras contra el cólera se han probado con éxito en ratones. De una forma más mediática, "el plátano vacuna", de gusto más agradable que el de las patatas crudas, se retrasa en sus pruebas… ¿Por qué los OGM? 1 Limitaciones de carácter técnico. Los fracasos con el algodón En 1996, en su primer año de cultivo, la variedad de algodón transgénico "Bollgard", resistente a los insectos, ha padecido plagas. En Tejas, por ejemplo, al menos 80.000 hectáreas de estos cultivos han sido devastadas por la lombriz del algodón. ¿Es esta una invasión excepcional de bichos aniquiladores? ¿Han desarrollado estos resistencias? Se han barajado muchas hipótesis. Ante esta situación y teniendo en cuenta la presión económica ejercida, la variedad incriminada ha sido comercializada antes de poder ofrecer garantías de funcionamiento correctas. ¿Una industria ética? Ciertos industriales se han planteado la cuestión de carácter ético que suscita la transgénesis. Es el caso, de la Asociación europea para las biotecnologías (Europabio), que agrupa a unas cincuenta multinacionales implicadas en las bioindustrias. Esta asociación ha adoptado una "carta de valores éticos" que tiene en cuenta consideraciones religiosas, culturales y medioambientales. Como ya hemos visto, la transgénesis animal presenta dificultades que limitan su aplicación. A menudo nos planteamos el tema de la estabilidad del transgén en su nuevo entorno: el gen transferido en la especie que se ha de mejorar debe ser funcional y su regulación tiene que estar garantizada. Sin embargo no conocemos su estabilidad en un proceso de evolución a corto plazo. Además, puede haber enlaces genéticos favorables y desfavorables con los genes próximos al lugar de inserción. La modificación profunda del metabolismo puede acarrear una interacción con el funcionamiento general del or ganismo. Por ello, a pesar de los objetivos anunciados, muy seductores, la transgénesis permanece como una técnica en fase exploratoria donde las primeras aplicaciones han demostrado sus límites. Sabemos, por ejemplo, que una mayor presión ejercida sobre los insectos devastadores aumenta la probabilidad de desarrollar resistencias en la población elegida > ficha 2 . Parece que este fenómeno ha actuado en el caso del algodón Bt resistente a los insectos, pues ha demostrado una menor efectividad en el segundo año de cultivo. Falta, igualmente, probar los beneficios económicos que para el agricultor supondría utilizar una variedad de OGM en compar ación con una especie "clásica" > ficha 3 . Consideraciones éticas. La transgénesis permite el intercambio de material genético sin tener en cuenta las barreras entre especies. No obstante, estas tienen significaciones simbólicas fuertes, tanto culturales como religiosas. Podemos hablar, entonces, de transgresión del orden natural. Un argumento al que se le responde que cambiar un pequeño número de genes de un conjunto genético que contiene miles de ellos no perjudica la integridad de la especie. Además, la naturaleza constantemente se transforma y continua haciéndolo, a causa de los cambios y de las presiones del entorno. Eso es cierto, pero la transgénesis es inducida por el hombre, para su pr ovecho, transformando plantas y animales en "biorreactores" productores de sustancias que le son desconocidas. Puesto que los OGM han sido transformados por procesos técnicos que han utilizado construcciones genéticas patentadas, ellos mismos son susceptibles de ser patentados. Encontramos un precedente en Estados Unidos, donde en el año 1998 fue patentada una rata transgénica, Oncomouse, muy sensible a sustancias cancerígenas. Este sistema de patentes ha engendrado un fenómeno de concentración de las principales firmas agroquímicas y es seriamente discutido. En efecto, el ser vivo patentado es difícilmente concebible > ficha 3. La opinión pública. Todas las encuestas comparativas, sobre la percepción de las biotecnologías en el mundo, realizadas por la Universidad de Tsukuba (Japón), coinciden en que los traspasos de genes de planta a planta son los más aceptados, los de animal a animal lo son menos, mientras que los de animal a planta u hombre a animal son los menos aceptados de todos. Según el Eurobarómetro, lejos de rechazar la innovación tecnológica, los europeos se plantean la cuestión de la utilidad de los OGM. En Estados Unidos, la gente y los agricultores se muestran cada vez más escépticos, de manera que las previsiones de sembrar con maíz transgénico están estimadas a la baja. En todo el mundo, la gran inquietud de los consumidores con respecto a los OGM ha obligado a la industria ag roalimentaria a pr ever líneas "no-OGM" > ficha 4 . Estos últimos años, los OGM han sido objeto de una viva discusión internacional. Los organismos genéticamente modificados representan en efecto una tecnología altamente simbólica de la primacía de las inversiones financieras sobre el principio de precaución y consagran una forma de desarrollo económico donde la cadena agroalimentaria, de la semilla al plato, esta completamente integrada y concentrada en las manos de algunas firmas internacionales. Europa: ¿son útiles los OGM? Una encuesta llevada a cabo por la Unión Europea, el Eurobarómetro, mide la actitud del público en materia de biotecnologías. Resultados: la percepción de las biotecnologías depende en menor grado de los riesgos eventuales que de la utilidad colectiva o de la aceptabilidad moral de cada aplicación. Se pueden extraer tres grandes conclusiones de la evolución 1997-2000: Las actitudes con respecto a la ciencia y la tecnología son muy estables, excepto las que conciernen a las biotecnologías, hacia las cuales la desconfianza aumenta. Este aumento de desconfianza hacia las biotecnologías es más o menos equivalente cualesquiera que sean las aplicaciones que se consideran (alimentarias, médicas, etcétera) y cualquiera que sea el aspecto examinado (utilidad, riesgo, aceptabilidad moral). El aumento de esta inquietud en cuanto a "la utilización de la biotecnología moderna en la producción de alimentos" es particularmente notable en los países del sur de Europa. 1.a ¿Por qué los OGM? Las etapas de la transgénesis vegetal Extraer un gen de interés de un organismo donante, responsable de la característica que creemos es interesante transferir. Integrar el gen de interés y el gen marcador en una construcción genética. Extraer de una bacteria un gen marcador resistente a un antibiótico (o a un herbicida). Asociado a un gen de interés servirá para seleccionar a los individuos que se han vuelto transgénicos (véase ). Introducir la construcción genética en la célula de acogida ou o Traspaso directo por canon a partículas. Las células de la planta que se ha de transformar son "bombardeadas" por partículas revestidas de la construcción genética. Regenerar un organismo entero a partir de la célula modificada. Medio de cultivo + antibiótico (o herbicida): solo las plantas resistentes al antibiótico (o al herbicida) crecen. Ellas son el resultado de células modificadas: son plantas transgénicas. Traspaso por un vec tor biológico. Cultivos de células de la planta que se ha de modificar en presencia de bacterias portadoras de la construcción genética. 1.b ¿Por qué los OGM? Una historia de la transgénesis vegetal Selección agronómica 10000 a.C. Próximo Oriente: domesticación de las primeras plantas cultivadas (harina, guisantes, lentejas, etcétera) y animales (ovejas, cabras). 8000-3000 a.C. Desarrollo planetario de la agricultura neolítica: sistema de cultivo sobre terrenos talados y quemados. 1000 a.C-1000 d.C. Cultivo de arroz irrigado en los valles y deltas de China, India y Asia sudoriental. Agricultura hidráulica en América (olmecas, mayas, aztecas, etcétera). Cultivo de barbecho en Europa y en la cuenca mediterránea. Biotecnologías 1800 Primeras creaciones de variantes del trigo. Selección de corderos en Europa. Nuevas variedades de frutos. 1676 Descubrimiento del papel de los órganos sexuales en los vegetales. 1840 Los seres vivos están constituidos por células. 1859 Darwin: la existencia es una lucha donde ciertas características facilitan la adaptación al medio. 1866 Mendel funda la genética clásica. a partir de 1900 Cruces artificiales y selección por el método genealógico del trigo. 1902 Capacidad de las células vegetales de regenerar una planta entera. 1909 Gen = vector material de la herencia. 1910 Los genes son localizados en los cromosomas. 1920-1930 Primeros híbridos del maíz en Estados Unidos. 1945-1950 Primeros híbridos del maíz en Europa. 1914 Efecto heterosis (superioridad de los híbridos con relación al mejor parentesco). 1944 ADN = soporte material de la herencia. 1950 Cultivo de plantas in vitro. 1953 Estructura en doble hélice del ADN (inicios efectivos de la genética molecular). 1962 Méjico: cultivo de las primeras variedades de trigo de la revolución verde. Años 60 Lazos entre herencia y funcionamiento celular (un gen ➔ una proteína ➔ una función). Puesta en evidencia de los principales mecanismos de regulación de la expresión genética. Instrumentos moleculares que permiten intervenir sobre el ADN. La transgénesis presenta dos grandes 1973 diferencias con respecto a los métodos Transgénesis aplicada tradicionales de selección: a una bacteria modelo. . permite la inserción de genes procedentes de cualquier de las condiciones de especie vegetal, bacteriana 1975 Moratoria propuesta a seguridad. o animal; Asilomar para refle. afecta a un gen xionar sobre las concuidadosamente secuencias de los 1982 seleccionado, avances biotecnológiPrimer animal transo a algunos genes. cos y puesta a punto génico: una rata. 1983 Primera planta transgénica: el tabaco resistente a un antibiótico. 1987 Primeros cultivos de plantas transgénicas: (tomate resistente a los insectos, Estados Unidos). 1.c ¿Por qué los OGM? Foco de desarrollo ¿Los OGM contra el hambre? e aquí a 2020, la población mundial alcanzará los ocho mil millones de habitantes, de los cuales seis mil setecientos corresponderán a los países en vías de desarrollo. Asimismo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), "el aumento en valor absoluto del número de seres humanos que alimentar corre el riesgo, con las técnicas actuales, de alcanzar rápida mente la capacidad límite de las tierras agrí colas". Considerando la posibilidad de aumentar la productividad agrícola en los mismos lugares de consumo, ciertas personas estiman que los cultivos transgénicos serían, entonces, una respuesta adecuada al problema del hambre. La posible contribución de las biotecnologías al aumento durable de los rendimientos agrícolas debe ser D evaluada desde una perspectiva global donde tiene la misma importancia la aceptación de las innovaciones, el acceso al crédito, la reducción de las pérdidas después de la recolección, la política de los precios agrícolas, etcétera. Sin contar con que las firmas biotecnológicas trabajan en cultivos transgénicos destinados a la transformación industrial o a la alimentación animal y no en los destinados a la alimentación humana. Además, la investigación pública, que podría orientar los programas hacia los alimentos básicos, se encuentra, cada vez más, sometida a la voluntad del sector privado, el único capaz de recaudar fondos para invertir en investigaciones extremadamente caras. Si es "éticamente condenable" el hecho de querer privar al mundo en vías de desarrollo de los OGM, el argumento de la resolución del hambre tiende más hacia la explotación de la miseria para imponer una tecnología aún controvertida en los países industrializados. "Arroz dorado", efecto de promoción Unos científicos suizos han elaborado un arroz genéticamente modificado, el "arroz dorado", que contiene en dosis elevadas beta-caroteno, un precursor de la vitamina A. El déficit en vitamina A causa más de un millón de muertes al año y amenaza a 230 millones de niños. La firma AstraZeneca, que reproduce esa técnica, ha anunciado que sus semillas serán distribuidas gratuitamente en los países en desarrollo, aunque se reserva la propiedad industrial para los países industrializados. Pero este arroz, que solo existe, por el momento, en los laboratorios, no estará disponible antes del año 2003. Además, no sabemos bajo qué procedimiento será suministrado gratuitamente. Interview Pierre-Henri Gouyon Director del laboratorio Ecología, sistemática y evolución de la Universidad Paris-Sud (Francia) ¿Existe un compromiso científico sobre la definición de los OGM? Pierre-Henri Gouyon: De una manera general, sí. Pero la duda persiste en la definición del gen. Ciertas personas aún piensan que el gen se define por su soporte, el ADN. Pero todos los genetistas mínimamente serios consideran que el gen es la información y no su soporte físico. Podemos transferir solo la información gracias a la mutagénesis dirigida, es decir, hacer mutar el ADN de un organismo fabricando nuevos genes, sin intercambio de moléculas. Actualmente, desde un punto de vista legislativo, la mutagénesis dirigida no forma parte de las técnicas que fabrican OGM. En cuanto a las consecuencias biológicas, no cambia gran cosa el hecho de que un organismo haya recibido una nueva información con o sin su soporte. En cambio, sí que es importante en el terreno jurídico, ya que la patente sobre los genes tiene un alcance sobre la información y no sobre el soporte > ficha 3. Entonces, no podemos defender la idea de patentar una información y considerar al mismo tiempo que la transgénesis no concierne más que a un intercambio de moléculas. ¿La transgénesis plantea cuestiones éticas completamente nuevas a la comunidad científica? P.-H. G.: En cierta manera sí, ya que se trata de un traspaso de información genética entre especies diferentes. Pero ya sabemos que el traspaso de genes no existe sin riesgos, de igual forma que el intercambio de material biológico ha podido tener efectos considerables. Por ejemplo, cuando se introdujeron aves en Hawai, se provocó la extinción de todas las especies autóctonas; ya que con los pájaros se implantaron nuevos parásitos, desconocidos en aquel momento. De la misma forma, con la transgénesis transferimos hebras de ADN cuyos efectos a largo plazo sobre el medio ambiente son poco conocidos. Entonces, ¿por qué se ha desarrollado una técnica de la cual no conocemos bien sus consecuencias? P.-H. G.: Para recaudar fondos, los científicos que desarrollan OGM han declarado que se trataba de una verdadera "revolución tecnológica". Los inversores, rápidamente, pidieron un mínimo de resultados para continuar creyendo en esta técnica. En consecuencia, nos apresuramos, y continuamos apresurándonos para sacar productos antes de que sean completamente validados. Por otro lado, es una tendencia generalizada que nuestros conocimientos científicos sufran un retraso respecto a nuestro poder tecnológico. Este distanciamiento adquiere entonces proporciones que pueden llegar a ser inquietantes. Por otro lado, me parece que las instancias de reglamentación de los OGM son poco creíbles. Se procede caso por caso, descuidando los análisis más generales. Por ejemplo, el cultivo de plantas transgénicas resistentes a los herbicidas y a los insectos necesitaría una gestión global del medio agrícola: los genes introducidos, los productos fitosanitarios utilizados, etcétera. 2 ¿Cuáles son los riesgos? Numerosas incertidumbres subsisten sobre la naturaleza de los riesgos, potenciales o probados, para la salud y el medio ambiente. ¿Riesgos inéditos? ¿Diseminación o no diseminación? Para que los genes de una planta transgénica se dispersen, tendrían que poder ser difundidos a través del polen, los granos o un modo de multiplicación vegetativa. Además, la misma especie o especies colindantes deben estar presentes en las zonas de cultivo y florecer en la misma época. Los riesgos serán entonces diferentes para una especie que utiliza su propio polen para reproducirse, como el trigo, que para una especie de fecundación cruzada como la remolacha. El polen de la colza se dispersa fácilmente en el medio ambiente. Los OGM comportan riesgos para el medio ambiente (diseminación de transgenes, desarrollo de resistencias a los insecticidas y herbicidas, efectos sobre la biodiversidad) y para la salud (uso de antibióticos, riesgo de alergias). Ciertos riesgos, como la toxicidad en los alimentos o el desarrollo de resistencias en las plagas combatidas, no son específicos de los OGM. En compensación, hay riesgos inéditos, como la diseminación eventual del transgen, es decir, su transmisión incontrolada a otros individuos. Además, existe una diferencia entre los riesgos reales, evaluados objetivamente por los científicos, y los riesgos percibidos de manera más subjetiva por el público. De ahí la noción de riesgo hipotético, en parte responsable de la controversia alrededor de los OGM. Por último, para la adquisición de un carácter ajeno, que no podría aparecer de otra forma, la transgénesis crea una situación nueva, con efectos irreversibles, que justifica que sea sometida a un examen global de sus impactos. La peligrosa colza La diseminación de transgenes. La transgénesis puede padecer el riesgo de dispersarse en las variedades no transgénicas pero también en otras especies, es decir, por el cruzamiento entre la planta cultivada transgénica y especies salvajes emparentadas. Este riesgo afecta a la colza y la remolacha, pero también al maíz y la soja, salvo en Europa occidental, donde estas dos plantas no pueden cruzarse con ninguna otra especie. Esto conlleva problemas en el caso, por ejemplo, de la transmisión de una resistencia de los herbicidas a malas hierbas. La cuestión la encontramos de nuevo en el caso de los peces. Investigaciones llevadas a cabo en Japón han demostrado que los peces transgénicos, modificados para ser más grandes, tienen más posibilidades de reproducirse: tienen una mejor capacidad para escapar de los depredadores y las hembras los prefieren. De ahí el riesgo de proliferación de peces transgénicos en comunidades de especies salvajes. Para evitarlo tendremos que asegurar la esterilidad de los peces destinados a la alimentación y mantener a los reproductores confinados. . La colza posee una tasa de multiplicación muy elevada: una sola simiente puede producir de 500 a 1.000 granos por generación. Los granos de colza transgénica resistentes a los herbicidas que alcanzan las capas profundas del suelo producen los brotes que pueden contaminar el cultivo del año siguiente en la misma parcela, lo cual obliga a una escalada en el uso de cócteles herbicidas cada vez más complejos. Además, es posible el traspaso de genes en poblaciones salvajes emparentadas, como los nabos y los rábanos. Sin embargo, se admite que el carácter de resistencia al herbicida en las plantas salvajes se diluye rápidamente con el paso de las generaciones en la medida en que no confiere ninguna ventaja comparativa a las plantas que lo han adquirido. Cuando no se utilizan herbicidas, no existe presión en la selección ni ventajas comparativas. ¿Cuáles son los riesgos? Cordones sanitarios La creación de zonas refugio es una idea de defensa estudiada para retardar los fenómenos de resistencia a las toxinas insecticidas segregadas por las plantas transgénicas. Se trata de conservar, cerca de los campos transgénicos, parcelas de variedades no OGM, donde los devoradores sensibles a las toxinas pueden sobrevivir y tienen la oportunidad de reproducirse con sus homólogos resistentes. Su cruzamiento permitiría diluir esta resistencia. La Agencia americana para la Protección del Medio Ambiente (EPA) exige zonas de refugio del 20 al 40 % en los campos de maíz transgénico, proporción que debería elevarse a un 50 % para el algodón. La eficacia de esta aproximación, que supone principalmente que un cruzamiento entre un insecto sensible y otro resistente da lugar a un individuo sensible, permanece controvertida. Será necesario que prosperen y se desarrollen otras estrategias de lucha, como la investigación de nuevos genes productores de proteínas insecticidas o la utilización de plantas transgénicas que sueltan sus toxinas en periodos muy concretos, o que en algunas porciones vegetales que permitan alcanzar el insecto con más efectividad. Traspaso a la flora microbiana del suelo. Las bacterias y los hongos del suelo pueden desarrollarse utilizando el material genético de los inquilinos de su entorno. De hecho, el paso del transgen de una planta a otra se puede hacer por intermediación de un microorganismo vivo en asociación con diferentes especies vegetales. En principio, el traspaso de material genético desde los organismos superiores hacia las bacterias, y viceversa, se puede realizar. Por ahora, ninguna observación o indicación experimental ha establecido verdaderamente la existencia de tales traspasos. Amenaza de resistencia a los herbicidas. Actualmente, en un cultivo, la elección de herbicidas está guiada por nociones de selección según las plantas cultivadas, de efectividad sobre las malas hierbas existentes o sobre las que son susceptibles de crecer. Esto conlleva generalmente a utilizar varios productos. Con los OGM resistentes a los herbicidas (el 71 % de las superficies de cultivos transgénicos en 1999), todos estos inconvenientes desaparecen ya que el cultivo es efectivamente resistente a los herbicidas totales, capaces de matar todas las plantas. Esta simplificación de los programas de desyerba reforzaría el uso exclusivo del par cultivo-herbicida. Una estrategia simplista que podría acarrear la selección y la difusión de malas hierbas resistentes, además de una mayor contaminación de los suelos. Aparición de resistencias a los insecticidas. La utilización de un tratamiento insecticida a gran escala y durante un largo periodo conduce a menudo a la selección de individuos resistentes. Estos individuos muy aventajados se multiplican rápidamente y su resistencia se difunde largamente. Este fenómeno es válido para las plantas transgénicas que utilizan los genes de la bacteria Bt > ficha 1 : estas plantas producen una toxina insecticida a lo largo de su vida que volvemos a encontrar en los residuos de recolección, lo que explica la mayor presión en relación con la utilización de insecticidas pulverizados. Estos riesgos de resistencia a los genes de Bt han llevado a la Agencia americana para la Protección del Medio Ambiente (EPA) a reconsiderar las autorizaciones expedidas a las variedades de maíz y algodón Bt: un análisis de los riesgos se ha puesto de nuevo en marcha. El veredicto en 2001. La cuestión de la resistencia a los genes de Bt es muy apremiante ya que esta bacteria es utilizada por la agricultura biológica bajo la forma de biopesticida pulverizado para las plantas desde hace cuarenta años o más. En el caso de que se generalizara la resistencia, los agricultores "bio" perderían, entonces, su principal agente de lucha contra los insectos devoradores (el 98 % de los biopesticidas utilizados). Los efectos sobre la biodiversidad. Al acelerar considerablemente el proceso de selección de variedades e introducir nuevos genes que no podrían ser transferidos de otra manera, la transgénesis introduce desequilibrios en los ecoEl cultivo de sistemas. Nos encontraplantas transgénicas mos ante el riesgo más resistentes a los probado concerniente a la insectos posee el utilización de OGM en riesgo de provocar un fenómeno de agricultura. En efecto, aún resistencia entre existen algunas incertiestos últimos (aquí dumbres con respecto a vemos a una oruga los impactos a largo plazo de pirausta, que se sobre la biodiversidad y a alimenta de maíz). las posibles interacciones ecológicas complejas, con mayor motivo en las zonas tropicales, ya que la mayor parte de las pruebas realizadas se han llevado a cabo en zonas templadas. A la mariposa Monarca no le gusta el polen de los OGM Un estudio de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) causó sensación en 1999. Demuestra, en condiciones de laboratorio, que el polen del maíz transgénico resistente a los insectos aumenta la tasa de mortalidad de las larvas de la mariposa Monarca, insecto no elegido. En agosto de 2000, un nuevo estudio de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) corroboró estos resultados: una oruga de cada cinco muere después de exponerlas a las toxinas del polen durante 48 horas. Estos resultados fueron cuestionados principalmente por los industriales: estos trabajos de laboratorio son considerados no representativos de las condiciones de pleno cultivo en el campo; la variedad de maíz incriminada es la Novartis (el 2,5 % de las superficies de maíz transgénico en Estados Unidos) y el impacto del polen depende también de la sincronización muy aleatoria de los periodos de polinización del maíz y de la puesta de huevos de la mariposa Monarca. 2 Traspaso de la resistencia a un antibiótico. Los genes de De la soja nuez En 1991, productor de semillas americano Pioneer Hi-Bred deseaba enriquecer su soja en methionina, un aminoácido necesario para el crecimiento de los animales de granja. Para ello, Pioneer integró en la soja un gen proveniente de la nuez del Brasil. Ahora bien, este grano es conocido por des encadenar violentas reacciones alérgicas en individuos sensibles. Después de hacer analizar la soja por un equipo universitario, que comprobó que contenía un alto grado de potencial alergénico para el hombre, Pioneer interrumpió el desarrollo de la planta en 1993, en la fase de laboratorio. Existen grandes i n c e rt i d u m b res en cuanto a los efectos a largo plazo de la utilización de OGM, tanto en el medio ambiente como en la salud. La transgénesis permite la introducción de nuevos genes en la naturaleza que no podrían aparecer de ninguna otra manera. En este sentido, se sabe que los OGM introducen desequilibrios en los ecosistemas, cuyos efectos a largo plazo no se miden. Igualmente, las eventuales consecuencias para la salud que supone la consumición de productos procedentes de OGM son muy poco conocidas a largo plazo. resistencia a los antibióticos se han utilizado como marcadores de selección para facilitar la localización de las células en las que se había introducido el gen de interés > ficha 1.a. La presencia de estos genes en las plantas transgénicas hace temer su traspaso eventual a la micro fl o ra del tubo digestivo de los consumidores humanos y animales. Un riesgo que no puede ser descartado, aunque sea poco probable, es que los genes absorbidos con la alimentación pudiesen permanecer intactos en el intestino. Y, aunque fuesen transferidos a microorganismos de la f lora intestinal, su expresión es improbable, ya que las secuencias de regulación del material genético vegetal transmitido no ejercen ninguna función en estos microorganismos. En cuanto a los alimentos transgénicos que han sufrido unas transformaciones industriales importantes, el traspaso puede ser considerado como insignificante, ya que el ADN de los OGM se encontraría en fase de descomposición avanzada o habría sido eliminado. En conjunto, los científicos están de acuerdo, no obstante, en admitir que la utilización de genes resistentes a los antibióticos es inútil. Por tanto, la nueva directiva europea autoriza la utilización de estos genes marcadores hasta el año 2005, aun cuando ya existan soluciones de recambio. ¿Los riesgos alérgicos? Se considera actualmente que del 1 al 2 % de los adultos y el 6 % de los niños son alérgicos a uno o más de los ocho grupos de alimentos alergénicos (crustáceos, nueces, huevos, peces, leche, cacahuetes, soja y trigo). No hay característica propia de la ingeniería genética que haga a una proteína transgénica intrínsecamente más alergénica que su homóloga "natural". No obstante, la ingeniería genética permite transferir nuevas proteínas provenientes algunas veces de organismos no conocidos en la alimentación humana. Y es más difícil de detectar el carácter alergénico de una proteína no catalogada como tal: actualmente, no sabemos detectar el carácter alérgeno para el hombre, solo las pruebas de laboratorio nos facilitan elementos de evaluación de la probabilidad de alergenicidad. Además, la alergenicidad de un alimento raramente, por no decir nunca, es debida a un constituyente único, sino, por el contrario, a un gran número de proteínas. La constatación del origen multigénico de los alérgenos alimentarios plantea en el caso de los OGM una cuestión suplementaria: ¿el transgén introducido puede modif icar el nivel de expresión de ciertas proteínas alergénicas presentes en las líneas convencionales? El transgén puede perturbar una reacción bioquímica en la planta y modificar su metabolismo, provocando por ejemplo una acumulación de sustancias tóxicas. Por ello es importante conocer no solo la proteína codificada por el transgén, sino también su función y sus productos derivados. Detección de los OGM: la feria de las técnicas. Desde el año 1998, una directiva europea exige el etiquetado de los alimentos que contienen ingredientes OGM > ficha 4. La fiabilidad del etiquetado del producto final implica que, desde su origen y a lo largo de la cadena alimentaria, los productos OGM que figuran en la composición del producto f inal estén identificados y controlados. Se trata de asegurar su "trazabilidad", proceso complejo y muy costoso, que supone una segregación de los métodos industriales. Sería necesario aún desarrollar métodos fiables de detección e identificación de OGM. Ahora bien, en ausencia de normativas internacionales, estos métodos se multiplican, sin ser forzosamente compatibles entre ellos y con niveles de eficacia variables de una técnica a otra > ficha 2.b. Numerosos laboratorios intentan imponer una norma internacional; ya existe un consorcio que agrupa a americanos, japoneses y australianos. Guerra a los antibióticos . Los dos principales genes marcadores para seleccionar las plantas transgénicas > ficha 1 codifican para la resistencia a la kanamicina y la estreptomicina, antibióticos poco utilizados en medicina humana. Si existiera el riesgo de ver a estos genes de resistencia transformarse y expresarse en las bacterias del tubo digestivo, solo lograrían juntarse a la masa de resistencia microbiana: aproximadamente un 40 % de los microorganismos del intestino humano es ya resistente a estos antibióticos. La utilización de un gen resistente a la amikacina es por el contrario más preocupante: se trata de un importante antibiótico, reservado a ciertas infecciones difíciles de tratar. Falta determinar si estos genes son susceptibles de generar nuevas resistencias a los antibióticos, principalmente por mutación. Pero sin una fuerte presión de selección por parte de los antibióticos, la única susceptible de favorecer a las bacterias que se han hecho resistentes, la probabilidad de que una nueva resistencia se propague en la población bacteriana seria despreciable. Ahora bien, encontramos una cierta presión en el medio hospitalario y, sobre todo, en la ganadería intensiva donde, efectivamente, aparecen regularmente nuevas cepas bacterianas, debido al uso indebido que se hace de los antibióticos… ¿Cuáles son los riesgos? Evaluación: ¿la ciencia va bastante lejos? Los métodos clásicos de evaluación de los riesgos se interesan más en la probabilidad de un acontecimiento nefasto y en medir las consecuencias cuantitativas. Los profanos se interesan más en la naturaleza de las consecuencias que en su probabilidad. El proceso científico fomenta estudios en un sector limitado, al contrario que los estudios que integran un mayor número de dimensiones, incluyendo las interacciones entre ellas y las consecuencias a largo plazo. Por ejemplo, no se conocen demasiado bien los eventuales efectos a largo plazo del consumo de alimentos procedentes de los OGM. Para ponerlos de manifiesto, solo las pruebas largas, por ejemplo la de 90 días para la rata, son eficaces. Pero los procedimientos de evolución no mencionan estas pruebas más que de forma excepcional. La evaluación de los riesgos. El protocolo de bioseguridad de enero del año 2000, sustentado sobre los intercambios transfronterizos de organismos vivos modificados (OVM) > ficha 3 recomienda una evaluación de los riesgos en seis etapas: identificar todas las nuevas carac terísticas de los OVM que puedan conllevar efectos desfavorables, evaluar la probabilidad de que sobrevengan estos efectos desfavorables, valorar las consecuencias que tendrían estos efectos desfavorables si sobreviniesen, tener en cuenta el riesgo global presentado por los OVM, indicar si los riesgos son aceptables o controlables, pedir un complemento de información o la puesta a punto de estrategias apropiadas de gestión de los riesgos ya que existen incertidumbres en cuanto a la gravedad de estos. Hacia una armonización internacional. En la Unión Europea (UE), no es posible comercializar los OGM sin que previamente no hayan recibido una autorización acordada después de una evaluación científica de los riesgos potenciales para la salud y/o el medio ambiente > ficha 4. Pero los diferentes cuadros de análisis que han sido utilizados en varios Es tados miembros de la UE han dado lugar a evaluaciones diferentes y consecuentemente a conflictos políticos en el seno de la Unión. En Francia, por ejemplo, la evaluación de los OGM comporta dos etapas: la Comisión de Ingeniería Biomolecular caracteriza y evalúa los riesgos antes de la salida al mercado, luego el Comité de Biovigilancia asegura un seguimiento de los cultivos de plantas transgénicas en el tiempo. Este concepto de biovigilancia, que cor responde a la aplicación del principio de precaución > ficha 5 , se extiende en Europa, pero permanece ignorado en Estados Unidos, Argentina, Brasil o China. En Japón, cuando una planta ha sido modificada se practican ensayos a pequeña escala en campos aislados, seguidos de cultivos durante al menos una generación en condiciones de pleno cultivo de los campos. Estas últimas pruebas no son requeridas en muchos otros países. Algunas personas ven una voluntad pública de ganar el consentimiento de los ciudadanos para imponer los OGM en Japón. La manera en que los riesgos ligados a la utilización de OGM pueden concretarse, su grado de probabilidad, sus consecuencias, las precauciones que deben tomarse, pueden traducirse, algunas veces, de manera específica. Así, el estudio de las consecuencias de su diseminación en el medio ambiente deberá tener en cuenta la riqueza de la biodiversidad tropical y el ritmo particular de su evolución. En un informe conjunto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud estiman que la evaluación de los riesgos de los alimentos genéticamente modificados requiere un análisis integrado caso por caso. Si . bien el concepto de equivalencia en sustancia no se cuestiona, no basta para realizar un análisis completo de los riesgos potenciales: se trata igualmente de detectar y evaluar los efectos indeseables y analizar los eventuales cambios de régimen alimentario sobre la salud de los consumidores. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha creado un grupo de estudio para alentar una armonización internacioPara un nal de los procedimientos de evaluación de la etiquetado inocuidad de los productos que son resultado de fiable, los productos OGM las biotecnologías modernas. deben ser identificados a lo largo de la cadena agroalimentaria. 2 La equivalencia en sustancia El principio de equivalencia en sustancia, definido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 1993, se basa en la idea de que los productos alimenticios que han realizado la prueba de su inocuidad pueden servir de referencia. La comparación entre esta referencia y un alimento transgénico permite determinar si hay equivalencia o no en sustancia. Si se demuestra la equivalencia —por ejemplo cuando el transgén no se expresa en las partes comestibles de la planta— no se exige ninguna verificación de salubridad. Pero la mayor parte del tiempo, los productos del transgén están presentes en el alimento: no hay más equivalencia. El consignatario debe entonces demostrar la salubridad del nuevo alimento. Pero los métodos toxicológicos son a menudo inadecuados para los ali mentos que provienen de OGM: tienen pocas posibilidades de descubrir metabolismos tóxicos que se acumularían si, por ejemplo, el material transgénico introducido interrumpiera una vía metabólica. Además, el principio de equivalencia sustancial ha desaparecido en Francia, donde se considera a priori que los alimentos basados en OGM no son sustancialmente equivalentes a los alimentos clásicos y entonces es necesario demostrar su inocuidad. 2.a ¿Cuáles son los riesgos? Riesgos potenciales o probados: los OGM, polémicos Para el medio ambiente 1/ El flujo de genes Cruzamiento entre la planta cultivada transgénica y variedades no transgénicas o especies salvajes emparentadas (problema en el caso de una transmisión de resistencia a los herbicidas: dificultades para liberarse de malas hierbas que han adquirido esta resistencia). riesgo probado 2/ Traspaso a la flora microbiana del suelo Paso del transgén de una planta a otra por mediación de un microorganismo del suelo que vive en asociación con diferentes especies vegetales. riesgo potencial 3/ Aparición de resistencias a los insecticidas Las plantas transgénicas resistentes a los insectos devastadores producen toxinas a lo largo de su vida ➔ aumento de la presión sobre las plagas ➔ selección de insectos resistentes. riesgo probado 4/ Aparición de resistencias a los herbicidas Los cultivos de plantas transgénicas resistentes a los herbicidas generalizan el uso de herbicidas totales ➔ selección de malas hierbas resistentes. riesgo potencial 5/ Efectos sobre la biodiversidad Desequilibrios en los ecosistemas por introducción de nuevos genes que no hubieran aparecido de otra manera. riesgo probado Para la salud 1/ Traspaso de la resistencia a los antibióticos La presencia de genes marcadores de resistencia a los antibióticos en las plantas transgénicas hace temer su traspaso eventual a la microflora del tubo digestivo de los consumidores humanos y animales. riesgo potencial 2/ Alergias El transgén introducido en un organismo puede modificar su metabolismo, y causar por ejemplo una acumulación de sustancias alergénicas, incluso tóxicas. riesgo potencial ¿Cuáles son los riesgos? ¿Cómo detectar los OGM? 1 Identificar la cadena Técnicas empíricas de observación y de declaración de la presencia de productos OGM en las diferentes fases del proceso de producción y de distribución. Ventajas: no necesita laboratorios de investigación. Inconvenientes: la cadena OGM no ha sido reconocida aún como tal; el etiquetado no es aún obligatorio en numerosos países. 2 Detectar la proteína, producto del transgén Inmunodetección Poner en presencia de la proteína buscada un anticuerpo fluorescente, orientado contra esta proteína. Si la proteína transgénica se encuentra en la muestra escogida, el anticuerpo se fijará encima. Entonces la detectaremos por fluorescencia. Ventajas: es poco costoso (cerca de 46 ); fácil de realizar. Inconvenientes: las proteínas son detectables únicamente en productos poco o nada transformados; la modificación genética no conduce siempre a la síntesis de una proteína nueva (se puede tratar por el contrario de disminuir o suprimir una proteína inicialmente presente); no permite la identificación de plantas transgénicas fuentes del alimento; no mide el contenido de OGM (solo su presencia o su ausencia). 3 Detectar el ADN transformado Técnica de PCR (reacción de polimerización en cadena) La ausencia de normas internacionales de detección e identificación de OGM ha conducido a los laboratorios a desarrollar métodos no siempre comparables entre ellos. Para detectar el ADN, primero se ha de extraer y luego amplificarlo con la finalidad de obtener una cantidad mensurable. El pedazo de ADN modificado es reconocido por un "cebo" (pequeños fragmentos de ADN específicos del gen buscado). La selección de "cebos" se revela como un elemento esencial en la especificación de los resultados de la prueba: presencia de un OGM sin ninguna otra precisión, determinación del tipo de construcción genética presente, etcétera. Para verificar con certeza la presencia de un OGM no autorizado, es necesario conocer previamente sus características y disponer de "cebos" específicos. Esto no es posible en la actualidad. Ventajas: el ADN es detectable en los alimentos; permite cuantificar el contenido de OGM en los alimentos analizados. Inconvenientes: necesidad de conocer las secuencias de los transgenes que intentamos encontrar o detectar (ahora bien, o no están disponibles o son guardadas confidencialmente por las firmas); es caro (hasta 460 ); no demasiado rápido. 2.b ¿Cuáles son los riesgos? 2.c Foco de desarrollo En el este, novedades para prevenir los riesgos l Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE) ha divulgado en los países de la Europa central y oriental (PECO) "un proyecto plurianual de desarrollo de las capacidades y de cooperación regional para la seguridad en el uso de las biotecnologías". Este programa se encarga de coordinar la elaboración de cuadros legislativos nacionales para la bioseguridad y recibe el soporte del Ministerio de Medio Ambiente holandés, que aspira a dotar a los países candidatos a la integración en la Unión Europea de una legislación nacional conforme con la directiva europea y los acuerdos internacionales como el protocolo de bioseguridad > ficha 3. Los marcos legislativos nacionales sobre bioseguridad que tratan de proteger la salud humana y el medio ambiente frente al desarrollo de las E biotecnologías, y los OGM en particular, varían de un país a otro, en función de las especifidades y prioridades nacionales. De todas formas, comparten una base común: un marco de regulación, un sistema administrativo para la puesta en marcha, un mecanismo de toma de decisiones que incluye la evaluación de los riesgos y un sistema de información para el público en general. Los PECO se encuentran en estadios diferentes de puesta a punto de su marco legislativo. En Eslovaquia y en Bulgaria por ejemplo, los proyectos de ley, sometidos a la aprobación del Gobierno y del Parlamento, están en proceso de elaboración para regular la diseminación de OGM y su lugar en los intercambios comerciales. En Rumania, en Hungría y en la República Checa, se han elaborado ya textos de ley. En Rumania, una ordenanza gubernamental, "obtener, probar, utilizar y comercializar los OGM", se adoptó en enero del año 2000. El objetivo es prevenir y eliminar los riesgos sobre la salud humana, la diversidad biológica, el equilibrio de los ecosistemas y la calidad del medio ambiente. La puesta en marcha de esta ordenanza está garantizada por la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB). En Hungría, el Acta sobre la tecnología genética, que entró en vigor en 1999, trata de regular la diseminación, la comercialización y los intercambios de OGM. En la República Checa, el Parlamento adoptó, en el mes de mayo del año 2000, un acta de ley sobre el uso de OGM que entrará en vigor en 2001. Una comisión sobre la utilización de OGM compuesta por autoridades administrativas, científicos y organismos no gubernamentales se habilitará para aconsejar al Ministerio de Medio Ambiente. Entrevista Lilian Auberson-Huang Responsable de proyectos científicos en la Agencia para la bioseguridad y la evaluación de impactos de las biotecnologías (Suiza) ¿Existe una definición de riesgo que sea universal? Lilian Auberson: Todas las definiciones de riesgo tienen en cuenta las nociones de probabilidad y de error. La definición técnica de riesgo es la probabilidad de que el error se produzca, multiplicada por el alcance del error, si se produce. Cuando existe un consenso general sobre la integración del error en el concepto de riesgo, no puede haber ninguna definición universal sobre lo que constituye un riesgo y sobre el nivel de aceptación de sus consecuencias. Cada individuo, cada sociedad, define su nivel de tolerancia, sobre la base del conocimiento, la confianza y los valores. Teniendo en cuenta esto, es impor tante que las discusiones riesgos/beneficios ligadas al desarrollo de nuevas tecnologías tengan en cuenta la dignidad humana, el medio ambiente y la salud. ¿Comparada con otras tecnologías nuevas, la evaluación de los riesgos ligados a los OGM es especial? L. A.: En relación con los OGM, la evaluación de los riesgos retiene especialmente la atención del público. La gente se muestra curiosa pero al mismo tiempo prudente respecto a los "nuevos alimentos" propuestos. Este interés del publico en general ha contribuido a ampliar el abanico de criterios de evaluación de los riesgos, para tener en cuenta aspectos no solamente biológicos y ecológicos, sino también económicos, políticos y socioculturales. De todas formas, cada país conserva su propia aproximación de evaluación de los OGM, ya que los factores sociales y medioambientales varían mucho de un país a otro. Por lo tanto, los métodos científicos ocupan un papel fundamental para informar sobre el proceso de toma de decisiones. ¿Por qué el paradigma clásico de evaluación de riesgos no es válido para los OGM? L. A.: El paradigma clásico o "tecnocrático" es válido para evaluar los componentes o los organismos intrínseca mente peligrosos. La evaluación de riesgos por procedimientos químicos o de microbiología en medios confinados reconoce la presencia de propiedades peligrosas intrínsecas (toxicidad, carácter cancerígeno o patógeno), después utiliza los datos del análisis de exposición para cuantificar el nivel global de riesgo. Las plantas transgénicas que han sido autorizadas para el cultivo y para el consumo humano no han seguido este esquema de evaluación en la medida en que estas plantas no son intrínsecamente peligrosas y que los objetivos de protección aún deben de elaborarse en el seno de la sociedad. La evaluación de riesgos tiene por objetivo comprender el alcance de los impactos que podrían resultar de la interacción del transgén con el medio ambiente, como el flujo de genes hacia plantas salvajes emparentadas. 3 Una batalla económica Los riesgos económicos ligados al desarrollo de OGM son fuertes. La dependencia de los agricultores es ciertamente el riesgo más temible, en todo caso el más comprometido. La soja en cabeza La soja es una especie de primera importancia en el ámbito mundial: principal producto oleaginoso (el 29 % del consumo mundial de aceite), domina también el abastecimiento mundial de harinas proteínicas para la alimentación animal (el 62 % del consumo total). Esta es la razón por la que la soja es principalmente la primera planta OGM cultivada en el mundo (el 54 % de las superficies en 1999), por delante del maíz, la colza y el algodón. En Estados Unidos, antes de salir al mercado la soja Roundup Ready (RR), resistente al herbicida Roundup, el precio medio de un saco de simientes de soja era del orden de 12,5 $, y el seleccionador obtenía en general 0,75 $ de regalías. Las semillas de soja RR hicieron aumentar el precio del saco aproximadamente 7 $. De este aumento, cerca de 5 $ se reservan a Monsanto por gastos de licencia, y el productor de semillas aumenta su margen de 1 a 2 $. Este ejemplo muestra el interés económico de los actores y explica la difusión rápida del producto (el 35 % del mercado norteamericano después de tres años de comercialización). El ejemplo de la soja es hoy en día citado como el más interesante económicamente. ¿Dónde se realiza el cultivo de OGM? En el periodo 19861995, se han realizado más de 3.500 pruebas en el campo de las plantas transgénicas, en 34 países diferentes, sobre al menos 56 plantas: el 91 % de ellas en los países industrializados y solamente un 9 % en los países en desarrollo, principalmente en América latina y en China. En África solo se ha realizado un 0,7 % de las pruebas, prácticamente todas en Sudáfrica. El cultivo de OGM en el mundo ha cubierto en 1999 cerca de 40 millones de hectáreas (+ 44 % con relación a 1998) distribuidas en doce países > ficha 3.a . Supone el equivalente de las superficies de cereales en la Europa de los Quince. Estados Unidos produce él solo el 72 % del total: la mitad de su soja y su algodón y un tercio de su maíz son transgénicos. Le siguen Argentina (el 90 % de su soja es transgénica), Canadá (el 60 % de su colza es transgénica), China, Australia y Suráfrica. México, España, Francia, Portugal, Rumania y Ucrania cuentan conjuntamente con menos de un 1 % de las superficies mundiales cultivadas con OGM. La Federación Internacional de Semillas (FIS) prevé un asentamiento del alza de las superficies cultivadas, con 45 millones de hectáreas en 2000. El asentamiento será notable en Es tados Unidos, en Canadá y en Argentina, teniendo en cuenta la ya fuerte adopción de plantas transgénicas para los principales cultivos. Solo China debería aumentar considerablemente sus superficies, mientras que India y Brasil podrían entrar, oficialmente, en el club de los países productores de OGM. Una industria concentrada. El desarrollo de la agricultura transgénica engloba tres sectores: la industria de semillas, la agroquímica (herbicidas, insecticidas, etcétera) y la genómica. El sector de las simientes ha estado, durante mucho tiempo, débilmente concentrado. La comercialización de plantas transgénicas a partir de 1994 ha cambiado la situación. En 1993, el 70 % de las patentes importantes en biotecnologías vegetales estaba en manos de grupos agroquímicos o de pequeñas empresas de biotecnologías sin activos semilleros. Para luchar contra sus competidores, las empresas de agroquímica, igualmente implicadas en el sector de la salud, se han propuesto controlar las pequeñas sociedades de biotecnologías innovadoras para poder registrar las patentes más amplias posibles. A la vez, estas grandes firmas maniobran para controlar la comercialización de sus productos. La adquisición o la participación en las empresas semilleras permite garantizar la salida al mercado de los nuevos cultivos transgénicos. El precio excepcionalmente elevado de las adquisiciones de las sociedades de biotecnologías o de empresas semilleras refleja claramente el juego estratégico: se trata de que los nuevos propietarios se pongan en una situación de fuerza en el mercado de plantas transgénicas. Los costes gigantescos en investigación y desarrollo favorecen la concentración de grandes empresas, confinadas en los sectores de la ag ricultura, de la salud y de la nutrición, para crear un nuevo dominio: "las ciencias de la vida". Hacia el sur Si los cultivos de OGM se concentran en los países industrializados (el 82% de las superficies en 1999), estos no cesan de aumentar en los países en vías de desarrollo: + 61% entre 1998 y 1999. Y según ciertas estimaciones, en el año 2002 se cultivarán más OGM en el sur que en el norte. Con la saturación de los mercados en el norte, los gigantes de la industria agroquímica buscan poder desplegar sus unidades de producción hacia el sur, mercado en plena expansión, sobre todo dominado por productos pesticidas menos lucrativos para los que las patentes han vencido. Estos productos genéricos representan el 53% del mercado mundial (el 70% en 2005). Las cuatro primeras firmas agroquímicas controlan el 100% del mercado de los OGM Una batalla económica La renta Roundup El imperio Monsanto reposa sobre un pilar químico, el glifosato. Comercializado desde hace 25 años, principalmente bajo la denominación Roundup, es el herbicida más vendido al mundo. Reportó a la sociedad en 1996 más de mil millones de dólares y genera un crecimiento regular año tras año. Al vender plantas transgénicas resistentes al Roundup (soja, colza y maíz), la firma se asegura un porvenir confortable. Estas plantas Roundup Ready permiten a los agricultores utilizar herbicidas sin seguir una verdadera estrategia, en todas las fases del cultivo. Están en proyecto remolacha azucarera, patatas y, sobre todo, trigo resistente al Roundup para el año 2002. La patente poseída por Monsanto sobre el Roundup venció en el año 2000. Otras sociedades pueden entonces producir herbicidas basados en el glifosato, pero bajo otro nombre. Esto no inquieta particularmente a Monsanto: cuanto más se desarrollen estos herbicidas en el mundo, más podrá la firma vender sus simientes transgénicas resistentes al glifosato, ya que Monsanto posee las patentes de producción… Cambio de estrategia. El crecimiento a media asta de la industria agroquímica, principalmente en Europa occidental, primer mercado mundial, parece acelerar un cambio de estrategia. Apenas erigidos en especialistas de las "ciencias de la vida", estos gigantes se interrogan sobre el interés de reagrupar, alrededor de la salud humana, actividades de salud vegetal. La crisis de confianza del público, relevada por la de los organismos financieros (el Deutsche Bank publicó un informe muy crítico sobre los OGM en 1999) no soluciona nada: las firmas prefieren dividir sus sectores agrícola y farmacéutico, para que este último no sufra la reputación "aleatoria" de los OGM. También, las firmas AstraZeneca y Novartis han fusionado sus actividades agroquímicas para crear un polo independiente, Syngenta. . Del mismo modo, con su aproximación a Pharmacia & Upjohn, Monsanto traspasa sus actividades farmacéuticas al nuevo grupo Pharmacia Corporation y continúa con su nombre las actividades agrícolas. DuPont anuncia otra vía susceptible de satisfacer a accionistas y financieros; esta firma prevé la emisión de acciones diferenciadas para estas dos actividades, sin necesidad de dividir el grupo. ¿Cuáles son los beneficios para el agricultor? Para los agricultores el balance económico de la adopción de variedades transgénicas solo puede medirse a largo plazo y dependerá de sus propias condiciones de explotación. Este balance está sujeto a un gran número de imprevistos: precio de las semillas, coste de una cadena separada, reacción de los consumidores, etc.etc. Teóricamente, en el caso de las plantas transgénicas resistentes a los insectos, el interés de los agricultores se apoya a la vez en la economía de los insecticidas para un rendimiento equivalente y en el tiempo ganado por la reducción del número de visitas a los terrenos. Para las variedades resistentes a un herbicida, la principal ventaja es facilitar la lucha contra las malas hierbas por la aplicación de un solo herbicida después de la germinación. Pero la gestión de los cultivos de plantas transgénicas puede resultar delicada: problema de contaminación de los terrenos cercanos, establecimiento de zonas refugio > ficha 2, recurrir eventualmente a insecticidas químicos en caso de contaminación "inhabitual", etcétera. Más allá de un simple balance contable, los agricultores pueden temer, aunque no quieran, verse integrados en una cadena. Riesgo que puede reforzarse debido a la llegada de nuevas plantas transgénicas destinadas, ante todo, a satisfacer las exigencias específicas de los transformadores (por ejemplo, una colza enriquecida con uno u otro ácido graso). Podríamos entonces ver acentuarse el modelo de un agricultor bajo contrato con una firma que le abastecería de simientes, de productos de tratamiento, de un pliego de condiciones de cultivo y que adquiriría su producción. ¿Quién saca provecho de la investigación? En la batalla para controlar las patentes más amplias, las firmas privadas desarrollan relaciones lo más estrechas posible con las instituciones de investigación pública. En Estados Unidos, lo esencial de la investigación se hace en el sector privado (el 85 %), y las universidades muestran interés en llevar a cabo colaboraciones con los industriales. Por ejemplo, la Universidad de Berkeley ha firmado un acuerdo de colaboración con la firma Novartis, única por su importancia (50 millones de dólares) y su carácter exclusivo: Novartis subvenciona directamente todo el departamento de investigación (y no a algunos investigadores de proyectos definidos) y, a cambio, explota prioritariamente toda innovación resultante de la colaboración. En Francia, el consorcio Génoplante agrupa firmas productoras de semillas privadas e institutos públicos de investigación. Financiado en un 70 % por fondos públicos, este consorcio tiene como objetivo "adquirir una cartera competitiva de patentes" en el dominio de las biotecnologías vegetales. En los países en desarrollo, Monsanto se asocia a institutos de investigación pública: en Brasil con el Instituto agronómico de Campinas para el café y la caña de azúcar transgénicos, o en Kenia con el Kenya Agricultural Research Institute para llevar a cabo pruebas sobre una patata dulce resistente a los virus. Syngenta: líder del "agronegocio" Para diluir los costes de investigación y compartir el mercado de patentes, la concentración se acelera en el sector agroquímico. En 1998, la empresa alemana Hoechst y la francesa Rhône-Poulenc constituyen Aventis; la inglesa Zeneca y la sueca Astra forman AstraZeneca. En 1999, DuPont compra nuevamente Pioner HiBred, primer productor de semillas del mundo. Entre 1996 y 1998, Monsanto invirtió ocho mil millones de dólares en adquisiciones de productores de semillas y de empresas de biotecnologías. En el año 2000, las divisiones de agricultura de las firmas Novartis (Suiza) y AstraZeneca estaban en un proceso de fusión que dará lugar al nacimiento de Syngenta, que, con un volumen de negocios acumulado de ocho mil millones de dólares en 1998, se convertirá en el primer grupo mundial especializado en el "agronegocio". Estos movimientos posibilitan el riesgo de abusos de posición monopolista: las cuatro primeras firmas agroquímicas (el 100 % del mercado de los OGM, tres mil millones de dólares en el 2000) cuentan igualmente con un 60 % del mercado de los pesticidas y con un 23 % del mercado semillero > ficha 3.c. Para 1999, se estimaron en: . 40 millones de hectáreas, las superficies cultivadas con plantas transgénicas en el mundo; . dos mil doscientos millones de dólares, los beneficios obtenidos por las ventas de simientes transgénicas; . 2.200, el número de patentes existentes sobre las biotecnologías vegetales. 3 Veinte años de patentes sobre el ser vivo En los países en vías de desarrollo, del 80 al 90 % de la producción de semillas es asegurado por los campesinos, que vuelven a sembrar cada año una parte de su cosecha. "Terminator": el árbol que esconde al bosque La patente "Terminator" fue obtenida conjuntamente por el Ministerio de Agricultura estadounidense y la empresa Delta & Pine Land, de la cual después Monsanto tomó el control: describe una construcción genética que permite producir plantas transgénicas donde los granos se han vuelto estériles. Los agricultores deberán pues volver a comprar nuevas simientes cada año. Ante la protesta general, Monsanto anunció en octubre de 1999 que renunciaba a comercializar esta tecnología. Pero nuevas tecnologías se encuentran ya en estudio. Un consorcio de industriales se ha agrupado para desarrollar los GURT (Genetic Use Restriction Technology): la expresión del carácter particular de la planta transgénica es inducida únicamente bajo el impulso de un estímulo. Por ejemplo, el carácter de resistencia a los insectos no se desencadenará en la planta transgénica hasta que esta sea pulverizada con un tratamiento químico. ¿Quién administra la propiedad intelectual? Pa ra cobrar los dividendos de su actividad de investigación y proteger su invención, la persona que obtiene una planta transgénica debe poseer un derecho de propiedad intelectual sobre las tecnologías . desplegadas y sobre la información genética tra n s fe rida. La semilla t ra n s génica puede ser patentada o cubierta por un certificado de obtención vegetal > ficha 4. El acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual que afectan al comercio (ADPIC), que entró en vigor en 1995 y al cual se han sometido los 138 Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), establece las normas internacionales mínimas de protección de la propiedad intelectual. El ADPIC hace extensible la patente tanto a la protección de m i c ro o rganismos como a la producción de plantas o animales. Si, según este acuerdo, los países tienen derecho a excluir del campo de las patentes las plantas y los animales –los que no sean microorganismos–, tienen la obligación de proteger las variedades vegetales por p a te n tes o por un sistema sui géneris (sistema de derecho propio del país que lo def ine). Protestas sobre las patentes. Una patente es atribuida según tres fundamentos: la invención debe ser nueva, constituir un factor de innovación y ser aplicable en el ámbito industrial. Constituye un monopolio te mp o ral de explotación (de 17 a 20 años), que da a su titular el derecho a ser el único en fabricar y comercializar su invención. En el campo de las biotecnologías vegetales, la tendencia es reivindicar criterios que cubran categorías amplias de plantas transgénicas. Por ejemplo, una patente que cubra toda la soja genéticamente modif icada. Las patentes llegan igualmente a los procesos de transformación: la sociedad americana Mycogen también ha obtenido en Europa una patente que cubre la inserción de "todo gen insecticida en todas las plantas". Se cree hoy en día que las cinco primeras f irmas agroquímicas poseen el 30 % de las patentes expedidas sobre las biotecnologías agrícolas. Una proporción que se acercaría al 50 % si se tuviera en cuenta los acuerdos exclusivos de licencias que estas compañías f irman con diversas instituciones de inve st i ga c i ó n . En 1980, como consecuencia de una ruda batalla jurídica, el Tribunal Supremo norteamericano tomó la decisión de que una bacteria genéticamente modificada podía ser patentada. Era el inicio de una nueva era en la que los organismos vivos podían ser patentados. En 1985, la Oficina americana de Patentes autorizó el depósito de patentes para las plantas transgénicas, las semillas y los tejidos vegetales. En 1987, también en Estados Unidos, una rata transgénica fue patentada. En su texto fundador, la Oficina Europea de Patentes (OEP) estipula que las patentes no pueden ser concedidas para variedades de plantas o razas de animales. Sin embargo, la OEP ya ha otorgado, además de la patente de la rata transgénica, un cierto número de patentes sobre algunas plantas transgénicas. En 1998, después de diez años de negociaciones, el Parlamento europeo votó la directiva sobre "la protección jurídica de las invenciones biotecnológicas". Confusa y contradictoria con la mayoría de las legislaciones nacionales, esta directiva permite principalmente patentar el procedimiento de modificación genética de las plantas así como el de las plantas resultantes. Pero su entrada en vigor se retrasará: Italia, Holanda y Noruega han presentado un recurso de anulación contra esta directiva ante el Tribunal Europeo de Justicia. 3 Una batalla económica ¿Hacia el fin de un derecho? Los agricultores perpetúan una práctica: conservan una parte de la recolección para sembrarla al año siguiente. Antes de la puesta a punto de la tecnología "Terminator", que permite volver estériles los granos descendientes de plantas transgénicas, la generalización de simientes híbridas de maíz constituyó un precedente: el rendimiento de la segunda generación de un híbrido es muy arriesgado, los agricultores se ven entonces obligados a comprar semillas cada año. Pero aún no ha llegado el momento de realizar variedades híbridas de plantas autopolinizadas como el algodón o el trigo. Además, hablamos de vigor híbrido cuando la esterilización de plantas transgénicas por la tecnología "Terminator" no aporta ninguna ventaja agrónoma. El sistema de patentes ligadas a OGM refuerza la dependencia de los agricultores con respecto a las grandes firmas productoras de semillas. Se inscribe perfectamente en la filosofía de las economías industriales, donde el acento se pone en la protección de las inversiones. La situación de los países en vías de desarrollo es completamente diferente: del 80 al 90 % de la producción de semillas es asegurado por los campesinos. La introducción de patentes sobre las simientes corre el riesgo de traspasar masivamente este control a manos del sector privado, sobre un mercado potencial estimado de quince mil millones de dólares. Por un libre acceso a los recursos genéticos El Compromiso internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre los recursos fitogenéticos agrícolas y alimentarios está en vigor desde 1983. Se basa "en el principio universal mente aceptado de que los recursos genéticos son un patrimonio co mún de la humanidad y que en consecuencia, deberían ser accesibles sin ninguna restricción". En proceso de nueva negociación, el Compromiso debe establecer un sistema multilateral de acceso y de reparto de las ventajas que responda a las necesidades específicas de la agricultura: un banco de genes que concentrara recursos agrícolas y alimentarios sería de acceso libre y se prohibiría la patentabilidad, a fin de garantizar la seguridad alimentaria mundial. La lista exacta de plantas incluidas en este banco se encuentra todavía en proceso de negociación, al igual que el mecanismo de redistribución financiera de los beneficios obtenidos en los contratos bilaterales. De la bioprospección a la "biopiratería". Des éclaireurs sont Algunos exploradores han sido enviados a regiones con fuerte biodiversidad para buscar organismos o plantas económicamente interesantes; esto es la bioprospección. Generalmente, las modalidades de reparto de los avances se definen a través de un contrato bilateral entre una firma . prospectora por una par te (el comprador), y un Estado, una comunidad local, u otra firma cualquiera (el vendedor). El contrato ofrece derechos de bioprospección a cambio del pago de un precio global, equivalente a un derecho de entrada, o de las regalías sobre las innovaciones comercializables, o de los traspasos de tecnología o los programas de cooperación en investigación. La bioprospección puede convertirse en una forma de "biopiratería", en la medida en que los recursos naturales locales son transformados genéticamente en los países industrializados con protección por patente, sin contrapartida para las poblaciones que han descubierto y mejorado esta planta. Esto provoca una inquietud tanto más viva cuanto que, a la larga, las producciones transgénicas podrían sustituir a las producciones tropicales. Por ejemplo, una colza genéticamente modificada es capaz de producir un aceite enriquecido en ácido laurico, sustancia normalmente contenida en los aceites de palma y de copra. Acceso a los recursos genéticos y reparto de los beneficios. El desarrollo de biotecnologías ha hecho tomar conciencia de que la biodiversidad constituye una fuente importante de material genético de interés comercial. Pero los beneficios obtenidos de la inserción de genes de especies tropicales en plantas adaptadas a un clima templado plantea la cuestión del derecho de acceso a los recursos genéticos y del reparto de los beneficios obtenidos de su explotación. La Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB), firmada por 175 Estados en el día de hoy (pero aún no ratificada por Estados Unidos), y que entró en vigor en 1993, establece un marco global para la gestión de la diversidad biológica de la que participan las reservas genéticas. La CDB estipula que los recursos naturales biológicos serán en lo sucesivo el objeto de los derechos soberanos de los países que pueden restringir su acceso y estar asociados en su explotación. Además, los Estados miembros de la CDB se comprometen a respetar, preservar y mantener el conocimiento, las innovaciones y las prácticas de las comunidades locales e indígenas. Pero a pesar de ello los debates actuales sobre la preservación de la biodiversidad y el reparto de los beneficios consagra el concepto de "mercantilización" de la naturaleza: esta debe ser comercializable y por tanto estar sometida a la ley de la rentabilidad. La quinua saqueada La quinua es una planta originaria del altiplano boliviano y peruano, que representa una fuente alimenticia importante para los indios sudamericanos. En 1994, dos investigadores de la Universidad de Colorado en Estados Unidos obtuvieron una patente sobre una variedad de quinua llamada Apelawa. La patente afecta a una característica de esterilidad masculina que posee la variedad Apelawa y que se extiende a todas las plantas que llevan esta característica genética. El interés de esta patente es que autoriza por ejemplo la puesta a punto de variedades transgénicas que desarrollen este carácter. Los titulares de la patente han reconocido que consiguieron el material genético de la quinua en una región del altiplano próxima al lago Titicaca. Por lo tanto, la patente no reconoce su lugar de origen, ni el mérito que corresponde a los pueblos del altiplano por haber cultivado y mejorado la quinua durante miles de años. Los campesinos de la zona conocían ya muy bien la característica de esterilidad masculina de esta variedad, de la cual los investigadores de Estados Unidos son hoy en día considerados los inventores. Finalmente, la patente ya no existe, la fecha de su renovación ha expirado. Si estuviera en vigor, los agricultores del altiplano boliviano habrían tenido que pagar un canon para utilizar las variedades derivadas de la Apelawa en sus exportaciones a Estados Unidos. 3.b Una batalla económica Las ganancias obtenidas por la industria agroquímica 25.000 Los industriales Firmas Procedencia CA 1998 Patentes miles de millones de dólares (% del total de las patentes en biotecnologías) Syngenta (Novartis + AstraZeneca) en proceso de fusión Suiza 7 205 (9%) Aventis (Rhône-Poulenc + AgrEvo) Francia 4,7 55 (2%) BASF + American Cyanamid Alemania 4,1 – Monsanto Estados Unidos 4 173 (8 %) DuPont Estados Unidos 3,1 184 (8 %) Bayer Alemania 2,3 – Las ventas mundiales de plantas transgénicas Millones de dólares 8.000 3.000 2.200 1.600 670 235 75 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2005 2010 PROYECCIONES 3.c Una batalla económica Foco de desarrollo La preservación de los recursos genéticos: la unión hace la fuerza os países ricos en biodiversidad se encuentran algunas veces en posición de debilidad con respecto a las firmas privadas cuando se trata de establecer contratos de prospección. En efecto, los recursos genéticos que se buscan son muy a menudo disponibles en numerosos países, lo que permite a las firmas utilizar el juego de la concurrencia para negociar a la baja los derechos de entrada y las condiciones de reparto de los beneficios. Para reforzar el poder de negociación de los países del sur, algunos sugieren que el conjunto de países que poseen los mismos tipos de recursos genéticos (por ejemplo porque tienen ecosistemas comparables) imponga colectivamente una tasa única de regalías a todo prospector. Es la estrategia seguida por la Comunidad andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, L Venezuela y Perú), que adoptó en septiembre del año 2000 una legislación común sobre la propiedad intelectual, compatible con las reglamentaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta ley, que rige principalmente el acceso a los recursos genéticos, aspira a que sea reconocido el derecho de las poblaciones locales sobre sus recursos. Por su parte, la Organización para la Unidad Africana prepara un marco jurídico modelo, que puede ser adoptado por los Estados miembros que lo deseen, para proteger los derechos de los agricultores, de las comunidades locales y de los obtenedores de semillas. El objetivo de esta legislación, que se opone a que la materia viva pueda ser patentado, es asegurar la conservación, la evaluación y la utilización duradera de los recursos biológicos, incluidos los recursos genéticos agrícolas. Para asegurar la puesta en marcha de la ley en el ámbito nacional, un comité de coordinación podría agrupar a representantes del sector público, científicos, organizaciones profesionales, organizaciones no gubernamentales y comunidades locales. Este proyecto de ley se distingue del Pacto andino en que busca una colaboración más activa con el sector privado, tanto para satisfacer a las comunidades locales como para responder a la demanda internacional de recursos genéticos. Resta que este proyecto de ley constituya una adaptación a los reglamentos actuales de la OMC en materia de propiedad intelectual, aunque estos se encuentren en curso de revisión, con la idea principal, defendida por un gran número de países en vías de desarrollo, de excluir el campo de la biodiversidad. Entrevista Darryl Macer Profesor de biología en la Universidad de Tsukuba (Japón) [www.biol.tsukuba.ac.jp/~macer/index.html] ¿Cuál es el impacto de las biotecnologías sobre la agricultura mundial? Darryl Macer: La concurrencia internacional sobre el mercado de las materias primas agrícolas es cada vez más intensa. El desarrollo de las biotecnologías, que debería contribuir a la mejora de los rendimientos y entonces aumentar el número de países autosuficientes, no hará más que aumentar esta tendencia: el mercado de exportaciones agrícolas será cada vez más tenue, con precios a la baja. Por otro lado, las biotecnologías permiten elaborar productos de sustitución de numerosas producciones de países en desarrollo (PED), como el algodón, el café, el cacao, la vainilla o el azúcar. La pérdida anual para las exportaciones de los PED sería de diez mil millones de dólares. Por último, en algunos PED, el sector agrícola emplea más del 80 % de la población activa. Los cultivos transgénicos, que necesitan menos mano de obra, podrían entonces perturbar el equilibrio socioeconómico de estos países. biotecnologías, pero carecen de capacidades y de fondos suficientes para explotar plenamente los resultados de sus investigaciones. Existe igualmente un déficit en capacidades de investigación en los PED… D. M.: Por definición, las biotecnologías son un dominio de investigación aplicada, que necesita asimismo investigaciones fundamentales muy costosas para comprender el funcionamiento de los or ganismos. Los países industrializados recurren cada vez más a fondos privados, de modo que las multinacionales de biotecnologías disponen de un control importante sobre la investigación, y limitan por consiguiente las posibilidades de traspaso de tecnología a los PED. No obstante, países como India o China han invertido enormemente en ¿El desarrollo de patentes sobre los organismos vivos no contribuye a profundizar en las diferencias entre las capacidades de investigación en biotecnologías? D. M.: La "secuenciación" completa de los genomas de numerosos organismos tendrá repercusiones enormes sobre las patentes en biotecnología. Puestos a disposición de la comunidad científica, estos resultados podrían estimular la investigación de los PED. Pero de una manera más generalizada, existe el riesgo de que la patente de ciertas innovaciones conduzca a situaciones de monopolio y se limite entonces el traspaso de tecnologías a los PED. 4 ¿Qué reglamentación existe? Con respecto a la cadena OGM, se están elaborando acuerdos internacionales; los detalles reglamentarios se discuten a escala nacional. Semillas protegidas. Contratos de confianza Para comprar soja transgénica resistente al herbicida Roundup de la firma norteamericana Monsanto, los agricultores firman un contrato. Sus motivaciones tienen esencialmente la esperanza de obtener mejores rendimientos. Pero el coste de este contrato no es despreciable: además del precio de la semilla, el agricultor debe pagar 5 dólares por saco de 25 kg en concepto de "tasa tecnológica". Debe también autorizar a Monsanto a inspeccionar sus campos de soja. En definitiva, el contrato prohíbe al agricultor cultivar otras variedades y utilizar otros herbicidas distintos a los autorizados por Monsanto. Según el Columbia Daily Tribune, a un agricultor norteamericano que tenía un contrato con Monsanto, acusado de haber conservado semillas de una temporada a otra, la firma le presentó una demanda por valor de 75.000 dólares en el año 1998. La política de control de Monsanto está fundada sobre la delación, alentada por anuncios en la prensa y con una imagen bienhechora: el dinero así ganado sirve para financiar becas de estudios. La convención de la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), creada en 1961, más conocida hoy en día por su forma revisada de 1978, define los certificados de obtención vegetal (COV) para las variedades que responden a ciertos criterios (novedad, homogeneidad, estabilidad). Entre los 45 países miembros de la UPOV, encontramos esencialmente los países de Europa y América, y Australia. Los COV aseguran al obtenedor de una nueva variedad, bajo ciertas condiciones restrictivas, el monopolio de la comercialización para un periodo determinado. De todos modos, el obtenedor no puede pedir un canon a un tercero que utilizará su variedad protegida para crear una nueva (reserva del obtenedor). Además, un agricultor tiene derecho a volver a sembrar su campo con una variedad protegida sin pagar ningún canon al obtenedor (privilegio del granjero). Por último, la convención UPOV de 1998 prevé la interdicción de la doble protección en los países signatarios: no es posible pedir una patente para un nuevo producto si puede ser cubierto por un COV. La revisión de la con vención en 1991 refuerza el derecho del obtenedor al flexibilizar sus restricciones. Muchos PED aún no se han adherido . a la UPOV. Si desean hacerlo, deberán desde ahora ajustarse a la versión de 1991. Semillas patentadas. El acceso a las semillas puede también ser regulado por patentes —sometidas a una reglamentación nacional e internacional— que definen una utilización restrictiva de los materiales protegidos. En este caso, los agricultores obtienen las semillas del organismo obtenedor y depositario de la patente a través de un contrato bilateral donde las cláusulas están estrictamente definidas. El contrato "1996 Roundup Ready" de la firma Monsanto sobre la soja genéticamente modificada fue uno de los primeros que se definieron. Fue muy criticado: es una amenaza potencial para el medio ambiente, pero, sobre todo, atenta contra el derecho fundamental de los granjeros de conservar e intercambiar simientes que procedan de su recolección. El control del acceso a las semillas genéticamente modificadas por los obtenedores alcanzó su paroxismo en 1998, con la puesta a punto de una tecnología genética destinada a volver estériles las simientes resultantes de plantas genéticamente modificadas: "Terminator" > ficha 3. Las semillas son protegidas por las patentes o los certificados de obtención vegetal. Trasplante de arroz en Corea. Convención UPOV revisada La convención de la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) fue revisada en 1991. 1 ¿Fin del privilegio del granjero? Cada Estado es libre de reconocer o no el derecho de los agricultores a volver a sembrar sus campos con una variedad protegida. Ahora bien, en muchos países en desarrollo, principalmente en África, la selección y la distribución de semillas está garantizada por las comunidades tradicionales más que por el sector privado. Si bien la revisión de la UPOV vuelve a los Estados más libres, amenaza la selección local, incluso la seguridad alimentaria de estos países. 2 El certificado de obtención vegetal (COV) se asemeja a la patente: un obtenedor no podrá comercializar una variedad "esencialmente deri vada" de otra sin la autorización del obtenedor de la primera variedad. Si bien el COV no protege un hallazgo, refuerza el poder de los industriales. 3 Se hace posible acumular COV y patente. ¿Qué reglamentación existe? ¿Más precaución en Europa? La directiva europea 90/220 fue adoptada cuando aún los OGM estaban en su fase inicial. Frente a los riesgos potenciales y al aumento de las reivindicaciones de los movimientos ciudadanos, los Estados miembros adoptaron en junio de 1999 una moratoria que suspendía las autorizaciones de los cultivos de OGM hasta que entrara en funcionamiento una nueva reglamentación. En abril de 2000 el Parlamento Europeo adoptó un texto que autorizaba el cultivo de OGM con una serie de precauciones reforzadas en función de los riesgos medioambientales. La nueva directiva instaura un sistema de biovigilancia que limita a diez años la duración de las autorizaciones y que impone el etiquetado en todas las fases de la comercialización. Los opositores a los OGM (el partido socialista europeo y los Verdes) se sienten engañados por el rechazo de una enmienda que imponía a las firmas productoras de OGM, y no a los agricultores, la asunción de la responsabilidad civil por todo daño causado a la salud humana o al medio ambiente. Critican igualmente la prolongación hasta el 2005 de la autorización de OGM portadores de un gen resistente a los antibióticos > ficha 1.a. Antes de aplicarse, la nueva directiva debe ser avalada por el comité de conciliación, que reúne a representantes del Parlamento Europeo y del Consejo de ministros. ¿Cómo pasan las semillas las fronteras? La comercialización de semillas transgénicas se encuentra sometida a la reglamentación internacional definida para todos los organismos vivos modificados (OVM): el protocolo de bioseguridad adoptado en Montreal en enero del año 2000 en el marco de la Convención sobre la diversidad biológica > ficha 3. Los puntos centrales del protocolo de bioseguridad se refieren a los movimientos transfronterizos de OVM. . El principio de precaución reconoce la legitimidad de una interdicción de importación de semillas transgénicas en situación de incertidumbre científica, pero condiciona las medidas adoptadas a una evaluación de los riesgos. . Los procedimientos de consentimiento previamente informado exigen que la parte importadora sea informada y dé su acuerdo o desacuerdo antes del primer transporte de mercancías. . La "trazabilidad" —proceso que permite encontrar el origen de un producto y de seguirlo a lo largo de su vida (producción, transformación, comercialización)— y el etiquetado no están completamente determinados para todos los OVM. Si bien las semillas o las plantas destinadas a ser dispersadas han de ser identificadas de forma precisa, los cargamentos de materias primas para la alimentación humana y animal no se benefician del mismo tratamiento. . La articulación del protocolo de bioseguridad con las reglas del comercio internacional no es clara: la prohibición de importaciones de OVM en nombre del principio de precaución puede ser percibida como una barrera comercial no arancelaria, contraria a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) > ficha 5. En mayo del año 2000, 67 países firmaron el protocolo que entrará en vigor 90 días después de que el quincuagésimo país lo haya ratificado, aproximadamente en el año 2002. La salida al mercado en el territorio nacional. Las autorizaciones de creación, experimentación y salida al mercado de los OGM no pueden expedirse sin haber recibido la opinión favorable de las comisiones encargadas de evaluar los riesgos, OGM por OGM > ficha 2. Los procedimientos de autorización, sean internacionales o nacionales, no regulan el problema excesivamente complejo de la responsabilidad civil y administrativa de los actores frente a la diseminación voluntaria o involuntaria de los OGM en el medio ambiente. Unión Europea: lógica de precaución. En la Unión Europea (UE), la directiva 90/220, renegociada en el año 2000, tiene por objetivo armonizar los procesos de evaluación y autorización de la diseminación de los OGM para proteger el medio ambiente y la salud pública. En cada Estado miembro, una o más comisiones encargadas de valorar los riesgos En abril de 2000 el Parlamento Europeo adoptó un texto de ley que autorizaba el cultivo de OGM, con precauciones reforzadas. Tres niveles reglamentarios. 1 Acuerdos internacionales referentes a la certificación de simientes, UPOV; a la circulación de organismos vivos modificados (OVM), protocolo de bioseguridad, y a la composición y el etiquetado de los alimentos que contengan OGM, Codex alimentarius. 2 Legislaciones nacionales reglamentando a priori (países de la UE) o controlando a posteriori (Estados Unidos) la salida al mercado de OGM. 3 Normas privadas regulando el acceso a las semillas protegidas por patentes o participando en la creación de cadenas "sin OGM". 4 Asunto colza: ¿quién tiene la culpa? "El asunto colza" estalló el 17 de mayo de 2000 cuando la prensa europea reveló que los granos de colza genéticamente modificados comercializados por Advanta Seeds fueron sembrados sin que nadie lo supiera en Gran Bretaña (4.500 ha), en Francia (600 ha), en Suecia (500 ha), en Alemania (400 ha) y en Luxemburgo (35 ha), como consecuencia de un error del distribuidor. Los riesgos de diseminación natural de la colza genéticamente modificada existen > ficha 2. Además, por este motivo, este producto está prohibido en Francia. Advanta, que no comercializa colza transgénica, piensa que sus semillas fueron fecundadas en cultivos de Canadá por colzas provenientes de campos trangénicos vecinos. Tras la prueba llevada a cabo por Advanta, las simientes fueron retiradas de la comercialización y se advirtió a los Gobiernos implicados. La presencia de OGM, estimada en menos de un 1 % de los lotes y unánimemente considerada como inofensiva, de todas formas ha levantado varias controversias: la información al público llegó tarde, los Gobiernos europeos no encontraron la medida común relativa a una eventual recolección y ninguna persona ha sido considerada responsable de la "contaminación". asociados a los OGM acuerdan la autorización de entrada sobre su territorio de un OGM y determinan las condiciones de manipulación en el laboratorio y las de experimentación en el medio natural. Los criterios de las instancias nacionales son transmitidos a la Comisión Europea, que consulta al conjunto de los Estados miembros y somete los informes a comités científicos europeos > ficha 2.a. Luxemburgo y Austria son los dos países de la Unión Europea más intransigentes: los dos han bloqueado el cultivo de los OGM en su territorio. "El asunto colza" ha revelado la falta de armonización de las decisiones entre los Estados miembros sobre los problemas no resueltos por la Comisión Europea: suizos y franceses han decidido hacer arrasar los campos contaminados. En Alemania, Gran Bretaña y Luxemburgo, tal acción no ha sido considerada necesaria. El libro blanco de los europeos Estados Unidos: control a posteriori. El marco reglamentario estadounidense, fundado sobre una lógica de control a posteriori, no permite efectuar una segregación entre las cosechas OGM y las tradicionales. El Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y de Plantas (APHIS) reglamenta los intercambios entre los estados, la importación y las pruebas en cultivo de plantas transgénicas con la finalidad de garantizar la inocuidad medioambiental. La Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) interviene en la aprobación de plantas transgénicas resistentes a las enfermedades y a los insectos, que son asimiladas a los pesticidas. Australia: creación de una instancia independiente. En Australia, un proyecto de ley global, "Gene Technology Bill 2000", presentado en el Parlamento en abril de 2000, prevé la creación de una autoridad independiente que establezca un marco para el desarrollo, la producción y la utilización de los OVM. Esta autoridad informará directamente a los parlamentarios y la autoridad independiente será la única responsable de sus decisiones. Este proyecto de ley estipula además que las autorizaciones de trabajo con los OVM no serán expedidas si las directivas éticas nacionales no son respe tadas. Una cuestión no definida: la responsabilidad. Es difícil definir las responsabilidades concernientes a los riesgos ligados a la utilización y a la comercialización de los OGM: el problema es nuevo, los intereses de los receptores son muy variados, y la intensidad y la frecuencia de las pérdidas no son previsibles. El sistema jurídico se encuentra hoy en día en la disyuntiva entre la necesidad de protección individual y el interés general de la sociedad: ¿cómo la responsabilidad civil puede garantizar la reparación de los daños causados a los intereses colectivos, tales como la protección del medio ambiente y la seguridad de los alimentos? Para que un individuo se vea jurídicamente obligado a reparar los daños que ha causado, la legislación sobre la responsabilidad civil exige la prueba del vínculo entre la causa real del siniestro y las consecuencias perjudiciales. En el caso de los daños potenciales ligados a los OGM, la causalidad y la imputabilidad no son evidentes: ¿a quién se debe entonces designar como responsable? ¿A las empresas que producen y que comercializan los OGM? ¿A los Estados de donde provienen estos OGM? ¿A los agricultores que los cultivan? ¿Al conjunto de los actores que intervienen en la cadena? En el caso del "asunto colza" y de la diseminación de semillas genéticamente modificadas en los campos europeos, la cuestión de la responsabilidad no se ha definido. Para el ministro francés de Agricultura, el principio "el que contamina, paga" es el que debería imponerse y Advanta debería encargarse de la indemnización de los agricultores afectados por la recolección. El reglamento europeo del 8 de junio del año 2000 anunció que estos agricultores conservarían su prima. Esta excepción refleja la voluntad de la Comisión Europea de no hacer sufrir las consecuencias financieras de esta situación a los agricultores. Sin embargo no se considera a Advanta responsable de la presencia de simientes contaminadas en Europa. . En su libro blanco, la Comisión Europea propone un régimen de responsabilidad medioambiental en el ámbito comunitario. En este marco, la responsabilidad se define como el instrumento mediante el cual quien ocasiona un ataque al medio ambiente (el que contamina) debe pagar para remediar los daños causados: es el principio "el que contamina, paga". Este sistema debería incitar a las empresas a adoptar una política preventiva frente a los riesgos ambientales > ficha 2. El sistema comunitario no será retroactivo; cubrirá los daños ambientales y los atentados a la salud de las personas y de la propiedad; la responsabilidad recaerá sobre el explotador de la actividad en el origen de los perjuicios; tendrá la obligación de destinar la compensación abonada por el que contamina a la restauración del medio ambiente; el sistema se armonizará con las convenciones internacionales existentes. ¿Qué reglamentación existe? ¿Qué control se ejerce para los productos alimenticios? Con o sin OGM: ¿quién paga las etiquetas? En el caso de autorización para la salida al mercado de OGM, la "trazabilidad" tendrá un coste que corresponde al de la creación de una cadena "OGM" o "no OGM". ¿Quién debe hacerse cargo de estos costes? Las reglamentaciones a favor de un etiquetado obligatorio para los alimentos "que pueden contener OGM" —directiva europea 258/97— se orientan hacia un reparto de los costes sobre los actores favorables a los OGM. En mayo de 1999 se creó un consorcio de distribuidores europeos a iniciativa de Sainsbury y Marks & Spencer para instaurar una cadena de abastecimiento "sin OGM", en referencia principalmente a la soja brasileña > ficha4.a. Para los distribuidores, la mención "sin OGM" es la que corresponde mejor al interés de una cierta categoría de consumidores ya que ello permite escoger con total conocimiento de causa, y hace recaer el coste de esta información únicamente sobre los que están dispuestos a pagarla. Los productos que contienen OGM y que se destinan al consumo humano se encuentran sometidos a normas internacionales (Codex alimentarius) y nacionales de seguridad de los alimentos. La evaluación de los riesgos por las instancias apropiadas constituye siempre la primera etapa de la autorización. El etiquetado de productos a partir de OGM no es obligatorio en todos los países. La justificación del etiquetado puede responder a un objetivo de protección en materia de seguridad y de higiene de los alimentos o a un propósito de información a los consumidores. Estos dos objetivos no suponen los mismos procesos de control. En el primer caso, la idea de que la salud es un bien público legitima una reglamentación por parte de los poderes públicos. En el segundo caso, aunque pueda existir una reglamentación pública, los profesionales disponen de instrumentos autónomos de señalización. El etiquetado de los alimentos: ¿a favor o contra? En Estados Unidos, los alimentos que contienen OGM son asimilables a los alimentos tradicionales. La Food and Drug Administration (FDA), que reglamenta los aditivos y los nuevos alimentos, se pronunció en contra de la identificación obligatoria de productos con OGM. Está en curso un proyecto de etiquetado voluntario. Responde a una necesidad de información de los consumidores. Rechazado durante largo tiempo por Canadá, el principio de etiquetado de los OGM fue aceptado por los asociados del proceso agroalimentario en junio de 2000. El Consejo canadiense de la distribución alimentaria prosigue los trabajos de desarrollo de estándares nacionales para el etiquetado voluntario. En la Unión Europea, el reglamento 97/35 hace obligatorio el etiquetaje de productos que contengan más del 1 % de OGM en todos los Estados miembros. El reglamento 258/97 relativo a los nuevos alimentos e ingredientes alimentarios prevé un procedimiento para la evaluación de la seguridad alimentaria. Si el equivalente en sustancia de un alimento que contenga OGM no es demostrado por su productor, el producto sigue el mismo proceso que el relativo a la salida al mercado de los OGM > ficha 4.b. Japón, primer importador de productos alimenticios, ha decretado que el etiquetado de los alimentos a base de cereales genéticamente modificados será efectivo en abril de 2001. Esta decisión podría tener consecuencias impor tantes sobre las relaciones comerciales americanojaponesas, ya que el 86 % de la soja y el 96 % del maíz importado por Japón en 1999 provenían de Estados Unidos. El Consejo de estándares alimentarios de Australia y de Nueva Zelanda aprobó en agosto de 1999 el etiquetado de alimentos genéticamente modificados y de productos que contengan ingredientes OGM. El Ministerio de Agricultura y de la Salud sudafricano parece también orientarse hacia un etiquetado obligatorio, exactamente igual que en Corea del Sur, Brasil o Zimbabue. Un marco reglamentario en construcción. No todos los países se sitúan en el mismo estadio de aplicación de los acuerdos internacionales y de la creación de un marco reglamentario nacional referente a los OGM: los países del sur son los menos avanzados > ficha 4.c. A los límites del conocimiento científico y a los límites técnicos de la "trazabilidad" se añaden los límites reglamentarios ligados a la incertidumbre de las consecuencias de la diseminación de los OGM. A partir de ese momento, las cuestiones de responsabilidad y de indemnización quedan en suspenso y el principio de precaución pasa a ser fundamental. 4 Las normas alimentarias . internacionales La comisión del Codex alimentarius, órgano internacional común a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (F AO) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) define las normas en materia de aspecto y de etiquetado de los productos, de composición, de aditivos y de higiene, de residuos de pesticidas, de medicamentos veterinarios, etcétera. Las normas, que no son obligatorias, sirven a menudo como referencia mínima a las autoridades nacionales. El alcance de estas normas ha aumentado considerablement desde 1994, cuando de hecho sirvieron de referente en los conflictos comerciales tratados en la OMC > ficha 5. Las normas del Codex sobre el etiquetado de los alimentos procedentes de OGM deberían salir a la luz en 2003. El asunto Taco Bell: ¿fallos en la reglamentación? En septiembre de 2000, algunas ONG americanas evidencian la presencia de maíz genéticamente modificado Starlink de Aventis —únicamente autorizado para la alimentación animal— en los taco shells producidos por Kraft y destinados al consumo humano. Tras este descubrimiento, la Food and Drug Administration (FDA) admite que no posee ningún programa de rastreo sistemático de los OGM en los alimentos. Kraft denuncia que los agricultores puedan cultivar maíz inadecuado para el consumo humano. Aventis se une a la posición de Kraft y detiene provisionalmente la venta de Starlink para la campaña de 2001. 4.a ¿Qué reglamentación existe? Proceso OGM: reglas internacionales, control nacional Reglamentaciones internacionales Reglamentaciones nacionales (Francia y Estados Unidos) Francia Protocolo de bioseguridad regula los movimientos transfronterizos de organismos vivos modificados. Comisión de Ingeniería Genética (CGG) Propone las condiciones de experimentación sobre los OGM en laboratorio. Directiva europea 90/220 regula la diseminación y la salida al mercado de OGM. Convención UPOV 1978/1991 protege las semillas. Investigación Francia Comisión de Ingeniería Biomolecular (CGB) Examina las demandas de autorización de salida al mercado de semillas OGM. Comercialización de semillas Comité Técnico Permanente de la Selección de Plantas Cultivadas (CTSP) Administra el catálogo oficial de variedades; autoriza el cultivo. Estados Unidos Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS) Controla los intercambios entre los estados, las importaciones y las pruebas en los campos Siembra – Cultivo – Cosecha Codex alimentarius define las normas alimentarias internacionales de referencia. Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) Entrega las autorizaciones para las plantas transgénicas resistentes a las enfermedades y a los insectos. Estados-Unidos Administración que controla los alimentos y los medicamentos (FDA) Controla los alimentos y los medicamentos. Considera los OGM alimentos tradicionales. Reglamento europeo 97/35 hace obligatorio el etiquetado para los productos que contienen más de un 1 % de OGM. Francia Reglamento europeo 258/97 sobre la seguridad alimentaria de los "nuevos alimentos". Transformación alimentaria Producto que contiene OGM Consejo Superior de Higiene Pública de Francia Da su parecer a la CGB con respecto a la comercialización de OGM. 4.b ¿Qué reglamentación existe? Procedimiento europeo para la salida al mercado de los OGM Industrial Presenta una petición de salida al mercado Autoridad nacional Examina el dossier comprobación de las características evaluación de los riesgos para el hombre y el medio ambiente Rechazo Aprobación Los otros catorce Estados miembros Notificación Comisión europea Aprobación Propone una medida Rechazo Comité de conciliación Consejo de ministros Aprobación El Consejo de ministros da su parecer y la Comisión decide en última instancia Rechazo Aprobación Una o varias objeciones ¿Qué reglamentación existe? 4.c Foco de desarrollo Brasil, el estado de Rio Grande do Sul establece una "zona sin OGM" n enero de 1999, el estado de Rio Grande do Sul (ERS) de Brasil fue declarado "zona sin OGM": se prohibió todo cultivo de OGM en el territorio. Fue una decisión de peso, ya que el ERS produce el 20 % de soja; Brasil es el segundo productor mundial. Hoy en día, Brasil se encuentra en competencia directa con Estados Unidos y Argentina por las importaciones europeas de soja. La creación de una "zona sin OGM" puede ser una apuesta astuta frente a los mercados destinados a desarrollarse. En efecto, esta iniciativa se halla en consonancia con la voluntad creciente de los ciudadanos y de los distribuidores europeos de no consumir ni comercializar los OGM. Además, la creación de una "zona sin OGM" es menos costosa y la regulación asociada menos compleja de poner en práctica que la diferenciación de cadenas. E Para definir una "zona sin OGM", en primer lugar el gobierno del ERS ha aplicado la ley brasileña sobre la bioseguridad de 1991 que estipula que todos los OGM deben ser sometidos a un análisis de impacto medioambiental antes de ser cultivados en el campo. Desde ese momento, los 79 ensayos de plantas transgénicas en curso se convierten en ilegales. La viva reacción de Monsanto en contra de las autoridades del ERS se explica por las promesas de ganancias que ofrece Brasil: mil millones de dólares si Monsanto captura el 50 % del mercado brasileño de soja. Las actividades de cabildeo de las industrias de biotecnologías han alcanzado sus frutos: el gobierno federal ha adoptado una estrategia pro OGM que parece seguir la CNT-bio, la agencia nacional de bioseguridad, al autorizar la entrada de un cargamento de maíz transgénico en julio del año 2000. Los opositores apoyan la iniciativa del ERS: un colectivo de ONG que reúne entre otros a Greenpeace, Centro Ecologico y el Instituto de Defensa de los Consumidores (IDEC), sensibiliza al público y a los agricultores sobre la importancia de preservar una "zona sin OGM", concepto que no tienen ningún valor jurídico pero sí un peso político innegable. El apoyo exterior es crucial para que la iniciativa del ERS sea viable. Un colectivo de minoristas europeos, Edeka, que representa a más de 6.000 comerciantes, ha expresado su deseo de no comercializar productos que contengan OGM. El mayor transformador japonés de productos a base de soja, Fuji Oil Company, excluyó desde septiembre de 2000 la soja transgénica de sus abastecimientos. Hoy en día, incluso el gigante de la biotecnología, Novartis, que produce semillas transgénicas, declara querer comercializar sus propios productos alimenticios "sin OGM". Entrevista Gurdial Singh Nijar Miembro de la organización no gubernamental Third World Network (Malaisia) ¿En qué fase de la reglamentación OGM se encuentran los países en vías de desarrollo? Gurdial Singh Nijar: Muchos países en desarrollo (PED) han empezado a trabajar sobre sus reglamentaciones nacionales después del fracaso de las negociaciones de Cartagena sobre el protocolo de bioseguridad > ficha 5. Los más fervientes son los que, alineándose con la posición de Estados Unidos, se oponían al protocolo a cualquier precio. Malaisia ha terminado una ley que deberá ser presentada al Parlamento dentro de poco. La Organización para la Unidad Africana también ha propuesto una ley a sus miembro > ficha 3.c. Namibia está a punto de promulgar una ley. Sudáfrica ha llevado a cabo una serie de consultas para enmendar el Acta de tecnología del gen a fin de que integre la necesidad de una regulación más activa de la ingeniería genética. En Sudamérica, Ecuador, Brasil y Colombia se orientan también hacia un reglamento nacional de bioseguridad. ¿Qué es lo que justifica la puesta en marcha de un marco reglamentario específico para los PED? G. S. N.: Los PED tienen miedo de convertirse en un "vertedero de OGM y de sus productos derivados", ya que los consumidores de Europa y de otros países del norte han empujado a sus gobiernos a pensárselo dos veces antes de autorizar OGM en sus países. Además, el fracaso inicial tras el alcance limitado del protocolo de bioseguridad significa que los países deben proteger sus fronteras de los movimientos de OGM. Finalmente, a pesar de la concienciación de la comunidad internacional sobre la necesidad de seguridad frente a los OGM y sus productos derivados, la comercialización de estos productos continúa. La amenaza para la agricultura y la seguridad alimentaria del Tercer Mundo es real; su equilibrio socioeconómico podría también tambalearse seriamente. ¿Qué medidas complementarias son necesarias para los PED? G. S. N.: Además de las leyes apropiadas, los PED tienen necesidad de reforzar las capacidades relativas al peligro potencial que representan los productos derivados de las biotecnologías. El refuerzo debería llevar al dominio de los aspectos de seguridad de las biotecnologías, a los conocimientos necesarios para poder aplicar una ley y a la creación de fondos de mantenimiento y de traspasos de tecnología. 5 Una apuesta internacional En el corazón de las tensiones entre el comercio y el medio ambiente y las relaciones de fuerza entre consumidores, agricultores e industriales, el debate sobre los OGM se construye a escala internacional. Los OVM bajo vigilancia Con el Protocolo de bioseguridad, la comunidad internacional reconoce que los organismos vivos modificados (OVM) son productos específicos, que pueden ser portadores de riesgos ecológicos y sanitarios y que necesitan de una reglamentación internacional particular. El protocolo reconoce a los gobiernos el derecho de regular los intercambios de OVM. El protocolo consagra el principio de precaución: un país puede bloquear la importación de OVM si considera que los organismos son peligrosos para el medio ambiente o la salud o si pueden atentar contra el equilibrio socio-económico del país, sin tener necesidad de probar científicamente su nocividad. Este principio se apoya sobre un procedimiento denominado "consentimiento previamente informado": los movimientos transfronterizos de OVM no se pueden llevar a cabo sin el acuerdo previo del país importador. Este mecanismo, utilizado para las semillas y las plantas genéticamente modificadas, no se aplica a las materias primas destinadas a la alimentación y a la transformación agroalimentaria. Para estos productos, el protocolo solo prevé el etiquetado "puede contener OVM", pero no se ha previsto "trazabilidad" alguna. La arquitectura internacional. El Protocolo de bioseguridad –único acuerdo internacional específicamente consagrado a organismos vivos modificados (OVM)– fue adoptado en enero de 2000 en Montreal y debería entrar en vigor en el año 2002. En el marco de la Convención sobre la diversidad biológica (CDB), que trata de proteger la variedad de ecosistemas y de recursos genéticos, fueron necesarios seis años de negociaciones para atenuar las diferencias de posición entre los países. La creación de alianzas estratégicas y la influencia de los receptores no of iciales (ONG, asociaciones de consumidores, industriales, etcétera) han permitido llegar a un consenso sobre la regulación de movimientos transfronterizos de OVM > ficha 5.a. De Cartagena a Montreal El grupo de Miami agrupa sobre todo a países exportadores de productos agrícolas: Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos y Uruguay. Es el más opuesto a otra regulación internacional que no sea la del mercado. Esta posición se apoya en los intereses americanos y las inversiones realizadas en las biotecnologías. Argentina es hoy en día el primer exportador de soja genéticamente modificada. Canadá a puesto en marcha un ambicioso programa de desarrollo de biotecnologías. Uruguay, Australia y Chile se han unido a los primeros ante todo en nombre de la libertad comercial. Este grupo defiende una regulación internacional de OVM fundada en la certeza científica y la evaluación de los riesgos. El grupo Unión Europea (UE) está constituido por países en general importadores de OVM. Este grupo defiende la salvaguardia de las reglas comunitarias basadas en la precaución. En los países de la UE, los consumidores reclaman también un etiquetado de los productos a base de OVM. El grupo denominado "del mismo espíritu" agrupa a 77 países en desarrollo (PED), mayoritariamente importadores de OVM y que albergan las regiones de mayor biodiversidad del mundo. Este grupo cuenta con un protocolo internacional preciso para orientar, e incluso sustituir, sus legislaciones. Este colectivo renuncia a una posición tradicional de los PED consistente en pedir compensaciones a los países del norte: desea desde ahora participar en la elaboración de las reglas internacionales. Se unió a la UE para defender el consentimiento previamente informado (CPI) y el principio de precaución. El grupo de la Europa central y del Este, al igual que el grupo del compromiso, tiene posiciones menos categóricas y su participación en las negociaciones fue menos significativa. El grupo del compromiso agrupa sobre todo a países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que no son ni grandes exportadores de productos agrícolas ni miembros de la UE (Corea del Sur, Japón, Méjico, Noruega, Nueva Zelanda, Singapur, Suiza). La secretaría del protocolo de bioseguridad en Montreal. . En 1999, en Cartagena, las negociaciones sobre el Protocolo de bioseguridad tropezaban con dos oposiciones. Por un lado, los países del norte y los países del sur se oponían en cuanto a la obligación o no de someter las materias primas agrícolas genéticamente modificadas al consentimiento previamente informado (CPI). Por otro lado, el grupo de Miami y la UE se oponían con respecto a los fundamentos del CPI: ¿debería plantearse sobre certezas científicas y una evolución de los riesgos probados o sobre una lógica de precaución? Como consecuencia del fracaso de las negociaciones de la OMC en Seattle, la posición del grupo de Miami se debilitó. En enero de 2000, en Montreal, Estados Unidos no podía aparecer como el responsable de un nuevo fracaso. Este temor se vio acentuado por la determinación de los activistas: con Seattle y Montreal, la sociedad civil entra en las negociaciones internacionales. Una apuesta internacional Conflicto sobre el buey con hormonas En 1996, Estados Unidos y Canadá denunciaron ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) las medidas de la Comisión Europea que prohibían la utilización de hormonas en las producciones animales y que bloqueaban en consecuencia la importación de productos cárnicos de países de América del Norte. En este asunto, la Comisión Europea juzgó que el riesgo sanitario ligado a estas exportaciones era suficiente para adoptar una medida de protección superior a los informes internacionales existentes. La Unión Europea hizo valer el principio de precaución en tanto que regla consuetudinaria del derecho internacional. También se puede pensar que a través del embargo los europeos pretendían favorecer los productos bovinos del Viejo Continente. El órgano de resolución de discrepancias de la OMC juzgó esta decisión contraria a las reglas de evaluación de riesgos elaboradas por las organizaciones competentes (Codex alimentarius principalmente). Este fallo, favorable a los americanos, sentó jurisprudencia. Otras dos prohibiciones de importación que ponían por delante el principio de precaución han sido sancionadas: el rechazo de Australia de importar salmón canadiense y el rechazo de Japón de importar legumbres americanas. El asunto de las hormonas demuestra la necesidad de clarificar el contenido del principio de precaución en la escena internacional. El principio de precaución: el contenido… El principio de precaución es fruto de la unión de la ciencia, de la política y del derecho. Significa que la ausencia de cer tezas científicas no debe retrasar la adopción de medidas destinadas a prevenir los riesgos; medidas que habrían sido juzgadas legítimas si tales certezas se hubieran adquirido. Por ejemplo, en el caso de la crisis de las "vacas locas", cuando aún no se poseían todas las pruebas científicas y se desconocían las consecuencias reales de la enfermedad y los riesgos de transmisión al ser humano, ciertos gobiernos impusieron una prohibición de impor tación. … y las interpretaciones. El principio de precaución apareció en primer lugar en la legislación medioambiental americana de los años 70 para ser a continuación teorizado en la reglamentación alemana. Después de 1987, este principio se halla incluido en una quincena de textos internacionales sobre medio ambiente. Al margen de las diferencias terminológicas que observamos en los textos ("enfoque de precaución", "medidas de precaución"), la referencia a la precaución es objeto de diferencias de interpretación. Para algunos, el principio de precaución no sería más que un elemento entre tantos en la toma de decisiones, que tendría en cuenta, antes que nada, el perjuicio aceptable por la sociedad y evaluado en el conjunto de un análisis de costes/beneficios. La segunda versión da un papel fundamental al riesgo, pues autorizaría una actividad solamente en el caso de que la prueba garantice la ausencia de efectos perjudiciales. El valor jurídico del principio de precaución se presta también a contr oversias: presentado por algunos como un principio moral y político, para otros es un estándar jurídico como tal. Diferencias de percepción al otro lado del Atlántico. Para Estados Unidos y Canadá, el principio de precaución solo tiene un valor declaratorio. La precaución es entonces reivindicada como un tipo de enfoque. El principio de precaución no puede desembocar por sí mismo en una responsabilidad penal. Para los europeos, el principio de precaución puede ser invocado en procedimientos que pueden conducir a sanciones jurídicas. En Europa, diferentes escándalos en el dominio de la salud pública han demostrado que la adopción del principio podría ser saludable tanto para los que toman las decisiones como para los ciudadanos. Los responsables, legisladores y administradores, no se encuentran a salvo de sanciones penales si una ausencia de decisión conduce a consecuencias desastrosas para la salud pública: la transfusión de sangre contaminada por el virus del sida fue uno de los ejemplos más violentos. En el caso del buey con hormonas, la posición europea fue castigada por las reglas del comercio internacional que no reconocían el principio de precaución. Las discusiones y las reflexiones científicas sobre la verdadera finalidad del principio de precaución que tienen lugar hoy en día constituyen el aspecto central de las negociaciones en la arena internacional. Precaución e investigación pública. Las decisiones publicas en nombre de la precaución no sabrían liberarse del peritaje científico. Sin embargo, en el dominio de las biotecnologías, la frontera entre investigación pública, capaz de ofrecer un contraperitaje, y la investigación privada, que obedece directamente al interés de las firmas, se reduce considerablemente. La explicación está en la importancia de las financiaciones privadas y en la articulación entre la investigación fundamental y la investigación aplicada que conduce a nuevos procedimientos técnicos y a las patentes. La investigación pública desemboca en la innovación y la valoración industrial, pero es importante que exista una actividad y un peritaje científicos capaces de tomar distancias respecto al juego de los intereses económicos y políticos. Ayuda alimentaria: ¿qué precauciones se toman? La asociación Ecologistas en Acción, originaria de Quito, ha calculado que cerca de un 30 % de las 500.000 toneladas de maíz y de productos derivados que Estados Unidos ha suministrado bajo la forma de ayuda alimentaria internacional en 1999 correspondía a productos transgénicos. Según la Fundación para la Ciencia, la Tecnología y la Ecología, las muestras de soja y de maíz procedentes de la ayuda distribuida en India después del ciclón de finales de 1999 contenían más de un 1 % de OGM. Si el Protocolo de bioseguridad no somete las materias primas agrícolas genéticamente modificadas al consentimiento previamente informado (CPI), la ayuda alimentaria que circula entre países con reglamentaciones no constrictivas puede contener OGM. Los países receptores que no poseen una legislación específica pueden, dentro del marco del protocolo, solicitar un recurso excepcional al CPI. ¿Los plazos de puesta en práctica de este procedimiento de precaución serán compatibles con la urgencia de la ayuda alimentaria? El Protocolo de bioseguridad trata de asegurar un nivel de protección suficiente para los intercambios t ra n s f ro n t e r i zo s de organismos vivos modificados, teniendo en cuenta los riesgos para la salud humana y los efectos desfavorables sobre la conservación y utilización duradera de la diversidad biológica. 5 La precaución en las medidas sanitarias mundiales. El Solucionar las discrepancias El Protocolo de bioseguridad concierne al comercio de semillas y de materias primas destinadas a la alimentación. Ahora bien, estos intercambios competen igualmente al campo de aplicación de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El preámbulo del protocolo prevé que "los acuerdos sobre el comercio y el medio ambiente deberán sostenerse mutuamente con vistas al adveni miento de un desarrollo duradero". Cuando el protocolo entre en vigor, en caso de conflicto sobre una prohibición de importación de OVM, ¿quién tomará la decisión? El órgano de resolución de discrepancias (ORD) de la OMC permite que un país que ha sido víctima de la violación de las reglas comerciales pueda presentar una denuncia. El ORD tiene como cometido resolver los conflictos comerciales internacionales y puede autorizar a un Estado a imponer sanciones. Por el contrario, el Protocolo de bioseguridad no posee ningún mecanismo de sanción en el caso de que no se respeten las medidas de precaución. Debería crearse un ORD en el curso de negociaciones futuras. De todas formas esto no solventará completamente la articulación entre estos dos acuerdos. ¿Qué sucedería si dos países miembros de la OMC entraran en conflicto en relación con un intercambio de OVM cuando solo uno de estos países fuera miembro del Protocolo de bioseguridad? El conflicto podría ser llevado ante el ORD de la OMC, con el riesgo de que las reglas del comercio internacional prevaleciesen sobre la precaución. acuerdo sobre la aplicación de medidas sanitarias y f itosanitarias (acuerdo SPS) de la OMC define las reglas ligadas a la vez a la protección de la salud y a las medidas comerciales existentes. Según estas reglas, los Estados pueden establecer medidas sanitarias y fitosanitarias para proteger la salud de los humanos y los animales y preservar los vegetales (en caso de riesgo de enfermedades, de contaminación de productos alimenticios), con la condición de que estas medidas no sean aplicadas de manera arbitraria e injustificable. Las restricciones comerciales en el marco del acuerdo SPS deben fundamentarse en los riesgos probados, aun cuando subsistan incertidumbres científicas sobre estos riesgos. Para definir sus medidas sanitarias y fitosanitarias, los países miembros de la OMC deben hacer referencia a las nor- . mas internacionales existentes: el Codex alimentarius. Articulación entre el Protocolo de bioseguridad y la OMC. Las negociaciones internacionales no han estatuido aún las modalidades de articulación entre las reglas de la OMC y del Protocolo de bioseguridad, y los conflictos potenciales que se derivan de ello. En efecto, algunos podrían ver, en la utilización del principio de precaución, del consentimiento previamente informado y del etiquetado de los OVM, una voluntad disimulada de crear barreras comerciales a la entrada de ciertos productos: estas medidas discriminatorias podrían ser sancionadas por la OMC. Por otro lado, se podría decir que el principio de precaución es redundante con respecto al acuerdo SPS que ya prevé la posibilidad de medidas de restricción a la libre circulación de mercancías por motivos medioambientales. Esta excepción se aplica en caso de "pruebas científicas insuficientes" para los riesgos probados, cuando el principio de precaución del Protocolo de bioseguridad se aplica "en ausencia de cer teza científica" y para riesgos no necesariamente probados. En el marco de la OMC, es el país que impone una medida de restricción comercial y viola también las reglas del librecambio el que debe aportar la prueba de que su medida no constituye ninguna barrera a los intercambios. En cambio, en el marco del protocolo, es al país expor tador de OVM a quien le corresponde demostrar que los productos intercambiados no son nocivos para la salud humana y animal o para el medio ambiente. Ya no es por tanto el país importador, que puede prohibir los intercambios en nombre del principio de precaución, el que tiene que justificarse ante la comunidad internacional. Hasta este momento, ningún conflicto ha permitido esclarecer esta contradicción. Manifestación de Greenpeace. París, 1998 Una referencia: el Codex alimentarius Las normas del Codex son el resultado de un consenso entre expertos de diferentes países. Tradicionalmente, los expertos americanos se encuentran muy representados durante las negociaciones del Codex, y los grupos de presión industrial particularmente activos y los países del sur muy poco representados. Después de la discrepancia en torno al buey con hormonas, los europeos se movilizaron para reforzar su peritaje y la sociedad civil comenzó a hacer presión. En la decimoquinta sesión del Codex, en abril de 2000, surgió la noción de precaución. Estas negociaciones, de todas formas, no conducen a un consenso a causa de la oposición de los PED y los países del grupo de Cairns (Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Malaisia), que temen que un reconocimiento del principio de precaución se traduzca en la creación de obstáculos encubiertos al comercio de sus productos. Una apuesta internacional ¿Qué imagen para la industria? Cuando los industriales se declaraban más bien favorables a los alimentos que contenían OGM, la presión de ONG como Greenpeace, que redactó la "lista negra" de fabricantes que no garantizaban la ausencia de OGM en sus productos alimenticios, modificó las posiciones de los actores. Cuando los sondeos de opinión confirman el miedo de los consumidores, los industriales de la agroalimentación y de la gran distribución buscan en estos momentos establecer cadenas "sin OGM" > ficha 4. Paralelamente, una coalición de gigantes de las biotecnologías que reúne a Aventis, BASF, Dow Chemical, DuPont, Monsanto, Novartis y Zeneca Ag Products decidió sensibilizar al público norteamericano. Fue creado un Consejo de la Información en Biotecnologías y se lanzó una campaña publicitaria en abril de 2000. El presupuesto, de 50 millones de dólares, permitió financiar anuncios televisivos, publicidad en la prensa y una página en Internet que preconiza que "los descubrimien tos en biotecnología, de la medicina a la agricul tura, ayudan a médicos y granjeros a curar a nues tros enfermos y a prote ger nuestras cosechas". Una pléyade de agentes. En la escena internacional, la comunidad científica es inf luyente más allá del proceso de decisión: los científicos hacen balance del estado de los conocimientos; los consejos científicos de la alimentación humana son responsables de las opiniones que afectan a los nuevos alimentos; las evaluaciones científicas pueden pesar a la hora de establecer la carga de la prueba en el marco del consentimiento previamente informado. Si bien los científicos han estado en el origen del debate sobre la biodiversidad y sobre la bioseguridad, hoy en día no se encuentran todos presentes en las delegaciones oficiales de los países que negocian los acuerdos internacionales. Los agricultores mantienen una posición que varía en función de las regiones y de la actitud de los consumidores: en Estados Unidos, los granjeros son mayoritariamente favorables a la utilización de semillas transgénicas. Los agricultores biológicos son los más amenazados; sus sindicatos son más reivindicativos ante los gobiernos locales. Los industriales han estado siempre muy presentes en el seno de la Comisión del Codex, principalmente como miembros de delegaciones nacionales. Este colectivo se ha hecho reconocer como ONG para beneficiarse del estatuto de observador en el seno de la Comisión, y su caballo de batalla es luchar contra el principio de precaución. Las industrias exportadoras de los PED ejercen una presión importante sobre sus gobiernos para que estos negocien las normas más débiles posible en el Codex. Estos mismos gobiernos piden también ayudas para elevar sus estándares de calidad y acrecentar sus medios de peritaje: su influencia, . en tanto que contradictoria, es desdeñable. Las ONG y las asociaciones de consumidores, portavoces de las reivindicaciones de los ciudadanos, juegan un papel cada vez más importante en todas las arenas internacionales, e incluso en el seno del Codex, donde piden el etiquetado de los productos procedentes de biotecnologías y de la agricultura biológica; la ampliación de la noción de "factores culturales legítimos" conlleva consideraciones sociales y medioambientales y el reconocimiento del principio de precaución. La reticencia creciente de la opinión pública frente a los OGM > ficha 1 queda reflejada en la nueva legitimidad de estas asociaciones en las negociaciones. Los medios de comunicación de masas juegan un papel fundamental en la difusión de los hechos y las ideas existentes sobre los OGM entre la opinión pública. En función del país y del tipo de medio, la información no es transmitida de la misma forma. Los medios del norte de Europa, donde la presión de la opinión pública es muy importante, han cubierto los sucesos ligados a los OGM desde la década de los ochenta. Para los otros países europeos hubo que esperar hasta mediados de los noventa y principalmente al anuncio de la clonación de la oveja Dolly para que la prensa de gran público aportara informaciones más generales sobre las biotecnologías. Los procedimientos de autorización de cultivos de OGM, las conferencias ciudadanas, el fracaso de las negociaciones de la OMC en Seattle han consolidado un sitio fijo para las biotecnologías en los medios. Queda que la prensa inglesa cubre el tema con novedades generalmente negativas y se refiere a la "alimentación Fran kenstein" o al "imperialismo americano", cuando la prensa norteamericana es más mesurada y anunciará acontecimientos más positivos como "los OGM contra el hambre" > ficha 2. 5 Concentración de agricultores Una caravana de un millar de granjeros tailandeses, apoyados por representantes de Filipinas, Malaisia, Camboya, Laos, Myanmar e Indonesia cruzó Tailandia en septiembre de 2000 para presionar al Gobierno a que dijera no a la comercialización de OGM, así como a toda investigación en este campo. Los granjeros pidieron también al Gobierno de Estados Unidos y a las embajadas americanas de sus siete respectivos países que no ejercieran más presiones sobre los Gobiernos asiáticos para que aceptasen los productos genéticamente modificados procedentes de sus industrias. En 1999, un grupo minoritario de granjeros norteamericanos redactó una declaración sobre la ingeniería genética en agricultura en la cual pedían una moratoria sobre los OGM hasta que estudios independientes y detenidos prueben su inocuidad para el hombre y para el medio ambiente. Esta moratoria pide también una segregación y un etiquetado de los cultivos y de los alimentos transgénicos. La declaración fue puesta en el orden de día de finales del año 2000 cuando unos laboratorios independientes descubrieron que un producto alimenticio de gran consumo (los taco shells) había sido contaminado por maíz genéticamente modificado no autorizado para el consumo humano. 5.a Una apuesta internacional Protocolo de bioseguridad: las etapas de una negociación internacional Convención sobre la diversidad biológica (CDB). 1992 El artículo 19.3 exige a los grupos de la CDB establecer las modalidades de un protocolo sobre la bioseguridad. 1996 Creación de un grupo de trabajo sobre la bioseguridad (GTBS). 1999 Sexto encuentro del GTBS en Cartagena: las oposiciones se refuerzan. Fracaso de las negociaciones comerciales de Seattle. 1 Evaluación de los riesgos, certeza científica. 2 Solo los OVM* diseminados en el medio ambiente (semillas, plantas) son sometidos al CPI. 1 Principio de precaución, riesgos no probados. 2 Solo los OVM* diseminados en el medio ambiente (semillas, plantas) son sometidos al CPI. – Grupo de Miami – + – Auge de los movimientos ciudadanos "antiOGM" para una regulación específica. + + Victoria de Estados Unidos en el asunto del buey con hormonas. Política de etiquetado obligatorio en Australia. Grupo del "mismo espíritu" 1 Principio de precaución, riesgos no probados. 2 Todos los OVM* (comprendidos – los destinados a la alimentación animal y humana) son sometidos Unión al CPI. Grupo de la Europea + Asunto de la sangre contaminada, tema de la “vaca loca”, precaución bis a bis de la salud humana. Consultas informales en Viena: cambio de procedimiento. 1 Posición de los grupos acerca del principio de precaución. 2 Posición de los grupos acerca del consentimiento previamente informado (CPI). + Refuerza la posición del grupo. – Debilita la posición del grupo. * Organismos vivos modificados. Negociaciones entre representantes de cada grupo de países. Consultas intragrupales (importantes para los países del sur, que raramente se reúnen). Consultas informales con la sociedad civil y los industriales. Conferencia extraordinaria de los grupos en Montreal. Protocolo de bioseguridad, denominado "protocolo de Cartagena" sobre los movimientos transfronterizos de OVM*. 2000 Una apuesta internacional 5.b Los OGM, entre el comercio y el medio ambiente . Sustituye en 1995 el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) e incluye la regulación de los servicios y de la propiedad intelectual. . Tres objetivos principales: favorecer la libertad de los intercambios, servir de marco a las negociaciones comerciales, solventar las discrepancias comerciales. Organización Mundial del Comercio (138 países miembros) . Adoptada en 1992 durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro sobre el medio ambiente y el desarrollo. . Tres objetivos principales: conservar la diversidad biológica, asegurar el desarrollo duradero de sus componentes (ecosistemas, especies, recursos genéticos), asegurar el reparto equitativo de los beneficios obtenidos de la explotación de los recursos genéticos. . Consta de varios grupos de trabajo, uno de los cuales ha llegado al Protocolo de bioseguridad. Convención sobre la diversidad biológica (175 países miembros) . Adoptado en Montreal en 2000, debería entrar en vigor en 2002. . Afirma el principio de precaución. . Prevé procedimientos de consentimiento previamente informado para los OVM diseminados en el medio ambiente (la parte importadora debe ser informada y dar su aprobación antes del primer transporte de mercancías). . Prevé un etiquetado reducido a "puede contener OVM" para las materias primas agrícolas genéticamente modificadas, destinadas a la alimentación. Protocolo de bioseguridad (75 países firmantes) Codex alimentarius Creado en 1961 bajo la égida de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Define las normas que se refieren al aspecto y etiquetado de los alimentos, la composición, los aditivos y la higiene, los residuos de pesticidas, de medicamentos veterinarios, etc. Sin ser obligatorias, estas normas sirven de referencia a las autoridades nacionales y al acuerdo sobre la aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias (acuerdo SPS) de la OMC. 5.c Una apuesta internacional Foco de desarrollo Puesta en marcha del Protocolo de bioseguridad: ¿qué informes hay disponibles? on el Protocolo de bioseguridad adoptado, falta esperar a su entrada en vigor (esta será efectiva 90 días después de la ratificación del país número 50) y su puesta en marcha por los países firmantes. Estas etapas requieren muchos medios, jurídicos, técnicos y administrativos, en particular para los países en desarrollo (PED) que no disponen hoy en día de un marco jurídico nacional para los productos procedentes de las biotecnologías. El C refuerzo de las capacidades de los PED es entonces una cuestión fundamental que hay que tratar. Supongamos que un país firmante del protocolo recibe, dentro del marco del consentimiento previamente informado (CPI), una notificación de exportación de un cargamento de organismos vivos modificados; este país está obligado, en un plazo definido, a decidir si rechaza o acepta importar este cargamento, y eventualmente en qué Primera queja sobre los OGM presentada a la OMC En septiembre de 2000, el gobierno tailandés ha presentado una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra el gobierno egipcio, que ha prohibido la importación de atún en lata sospechoso de estar envasado junto con aceite de soja genéticamente modificado. Antes de entrar en el proceso de arbitraje, los dos países tienen dos meses para encontrar una solución amistosa. Esta querella es la primera en referencia a los intercambios de OGM, y deja abierto el debate sobre la solución de los conflictos comerciales y medioambientales entre países que no poseen el mismo marco reglamentario nacional. condiciones. Pero para decidir, este país debe disponer de ciertas capacidades, principalmente las relacionadas con la evaluación de los riesgos. Del mismo modo, en la eventualidad de la creación de un organismo de resolución de las discrepancias en el marco del protocolo, ciertos países no disponen por el momento ni del peritaje ni de los medios financieros para su aplicación. El acuerdo internacional prevé que "las partes cooperen en el desarrollo y en el refuerzo de los recursos humanos y de las capacidades institucionales en el dominio de la prevención de los riesgos biotecnológicos [...] con vistas a la puesta en funcionamiento del protocolo en los países menos desarrollados y en los países en transición", sin definir no obstante las modalidades. Entrevista Christoph Bail Jefe de la unidad de desar rollo y medio ambiente, DG Medio ambiente, Comisión Europea El protocolo sobre la bioseguridad especifica el principio de precaución en el plano internacional. ¿Cómo estima usted este avance? Christoph Bail: La idea de precaución viene de la conferencia de Río de 1992. La Convención sobre la biodiversidad da de ella una definición ambigua: se habla del "principio marco" y al mismo tiempo de un "enfoque de precaución". También encontramos una expresión de la precaución en los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que autorizan a un gobierno a apartarse provisionalmente de las reglas comerciales para preservar un dominio de salud pública o medioambiental. Pero el Protocolo de bioseguridad otorga por primera vez una expresión de este principio jurídicamente constrictivo. El protocolo afirma que los Estados tienen el derecho de tomar medidas de precaución apropiadas para proteger el bien común y los intereses a largo plazo de la sociedad frente a la globalización. El preámbulo del Protocolo de bioseguridad pr evé su no subordinación a la OMC. ¿Cuáles son las implicaciones de esto? C. B.: La no subordinación, o el apoyo mutuo, garantiza que el contenido del protocolo no sea puesto en cuestión en el marco de un conflicto comercial llevado ante la OMC. Esto obliga al organismo de resolución de discrepancias de la OMC a tener en cuenta el Protocolo de bioseguridad. De igual forma, un conflicto en el marco del Protocolo de bioseguridad deberá respetar las reglas de la OMC. El Protocolo de bioseguridad es menos una medida "contra los OGM" que de protección del medio ambiente. Hace falta entonces hacer que el sistema de derecho internacional sea coherente: no puede haber un arbitraje diferente para el mismo conflicto según el foro en que se encuentre. ¿Podemos entonces decir que el Protocolo de bioseguridad especifica el lugar del medio ambiente en el derecho internacional? C. B.: Sí, sitúa al medio ambiente en un pie de igualdad con el comercio en el derecho internacional público. La OMC es una institución más fuerte que cualquier institución destinada a proteger el medio ambiente. El mecanismo de resolución de discrepancias se pone en marcha automáticamente a petición de un Estado. Y si un país no pone en marcha la decisión, es posible que se le aplique una sanción. En materia medioambiental, el sistema jurídico se encuentra muy segmentado, con una multitud de acuerdos especializados, administrados por secretarías esparcidas en dife re n te s países. No existe un mecanismo íntegro de resolución de discrepancias. En este contexto el protocolo permite asegurar un cierto equilibrio entre el interés comercial y el interés ecológico: esto no es suficiente para reforzar las instituciones pero es un avance.