OGM: el campo de las incertidumbres, 5 fichas - unesdoc

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OGM
El-campo
de las Incertidumbres
5 FICHAS
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Malcolm Hadley
Sabina Colombo
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Katell Le Goulven
Hélène Ilbert, Stéphane Guéneau,
Tristan le Cotty, Anthony Aumand,
Sélim Louafì, Sarah Mongruel, Isabelle
Biagiotti, Claude Roger, Anne Chetaille
Comissió Nacional,Andorrana
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per a la
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André Charrier (INRA, Montpellier)
Pierre-Henri Gouyon (Université ParisSud, Orsay) Nicolas de Sadeleer
(CEDRE, Bruxelles) Céquipe de Solagral
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Alain Chevallier ,
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Imoremta Envalira
Franco& Lerin
Médiateca de la Comisión europea,
Francois Lerin, INRA, Damien Conaré,
Greenpeace, Parlemento europeo, CBD
Este trabajo ha podido realizarse gracias a la colaboración de la UNESCOProgramas MOST, MAB et CIB.
2-84034-032-1
Las ideas y opiniones
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ningún reconocimiento
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Difundido
en el año 2000 por la Organización
de fas Naciones Unidas para la educación,
la ciencia y la cultura
y SOLAGRAL.
1
¿Por qué los OGM?
Los OGM encuentran sus aplicaciones en
numerosos dominios. Pero consideraciones
técnicas y éticas condicionan su desarrollo futuro.
¿Qué es un OGM?
¿Animales
retorcidos?
En el caso de los animales, la situación es
menos favorable a la transgénesis que en el de las
plantas. Normalmente no
disponemos de células
capaces de regenerar un
organismo entero después
de la transformación gené tica (células totipotentes);
los sistemas de defensa y
de regulación son más
sofisticados que en el caso
de los vegetales y la aceptación por parte de la
sociedad de la transgénesis animal dista mucho de
ser asimilada, lo que no
sucede con las plantas. Las
únicas células animales
totipotentes son a priori el
huevo fecundado y las
células embrionarias. Su
coste de obtención es elevado y el rendimiento del
traspaso de genes pobre.
La transgénesis de grandes animales se reserva
para aplicaciones farmacéuticas, productos de alto
valor añadido. La cría de
animales
transgénicos
cuyo objetivo sea la comercialización no está prevista
a corto plazo.
Un organismo genéticamente modificado
(OGM) es un organismo cuyo patrimonio genético ha sido transformado por la técnica de la transgénesis: la modificación de la expresión de
uno de sus genes o la adición de un gen ajeno. Esta definición, que debemos retener, es necesariamente arbitraria y consecuentemente rebatible.
En efecto, en el curso de la transmisión de la información genética de
padres a hijos, se pueden producir cambios provocados por el azar: las
mutaciones. También podríamos hablar entonces de OGM, pero sin la
intervención humana en este caso.
L’ADN, soporte universal. El traspaso de un gen de un organismo
a otro es posible ya que, salvo algunas excepciones, todos los organismos
vivos (virus, bacterias, vegetales, animales) poseen el mismo sistema de
codificación y expresión de la información genética. La universalidad del
soporte de la información genética, el ADN, nos ofrece la posibilidad
teórica de que un organismo pueda manifestar una información procedente de cualquier otro ser vivo.
El conjunto de técnicas que permiten estas intervenciones sobre el
genoma constituyen la ingeniería genética, sector mayor de las biotecnologías. La ingeniería genética lleva años aplicándose en el campo
industrial para producir moléculas de uso terapéutico o industrial por
microorganismos cultivados en laboratorios, bacterias o levaduras.
¿Cómo funciona la transgénesis?
La transgénesis consiste en
el traspaso de genes hacia otro organismo o en desplazarlos en el interior de un mismo organismo y hacerlos expresarse en su nuevo entorno.
Se aplica a microorganismos desde 1973, a animales desde 1982 y a vegetales desde 1983 > ficha 1.a.
Después de la transgénesis vegetal, es necesario un control de la efectividad del traspaso de genes: si la actividad del gen de interés es difícil
de detectar o interviene tarde en la vida del organismo, se le asocia un
gen marcador que permitirá escoger los individuos capaces de manifestar correctamente el transgén. Los marcadores más utilizados, y los
menos caros, son los genes más controvertidos y resistentes a los antibióticos > ficha 2: los individuos transgénicos son aquellos que sobreviven
en presencia del antibiótico.
Afinar el trabajo.
En ciertos casos es posible "orientar" la información genética introducida por transgénesis para que se manifieste
solamente en órganos específicos: por ejemplo, el grano y
las hojas para las plantas, la glándula mamaria para producir una sustancia en la leche de los mamíferos. El
objetivo es asociar al transgén el promotor que va a
controlar su expresión en el órgano escogido, en el
sitio adecuado y en el momento idóneo de la vida del
organismo. La determinación de buenos promotores
y su protección por patentes son los elementos clave de la estrategia de las firmas de biotecnologías > ficha 3.
Cría de peces
transgénicos
Las limitaciones para el
desarrollo de la transgénesis en los animales son
menores en los vertebrados inferiores, en particular en ciertas especies de
peces: se dispone de grandes cantidades de huevos
y el coste de crianza es
bajo. Se han llevado a cabo
investigaciones en China,
Japón, Estados Unidos,
Canadá y Nueva Zelanda, y
algunas están a punto de
dar buenos resultados en
aplicaciones comerciales:
salmones del Pacífico
resistentes al frío y, consecuentemente, capaces de
vivir y crecer únicamente
en el océano, sin tener que
emigrar anualmente hacia
los cauces de los ríos; truchas arco iris resistentes a
la septicemia hemorrágica
viral, etcétera.
¿Por qué los OGM?
Antes que nada, un utensilio para la investigación.
Discusiones
enérgicas
alrededor
del arroz
A principios del año
2000, la firma americana
Monsanto declaró haber
descifrado, aún incompleto, el genoma del arroz.
Esta firma ha confiado su
base de datos al Ministerio
de Agricultura japonés,
que se encarga del programa internacional de
investigación sobre las
secuencias del genoma del
arroz. Este consorcio agru pa desde 1998 unos 20 institutos de investigación
localizados en diez países.
Los resultados obtenidos por Monsanto son aún
insuficientes para conducir
a una explotación directa:
si la mayor parte de las
piezas del puzzle genético
del arroz se han identificado, falta aún estructurarlas para comprender las
funciones que están asociadas a ellas.
Será por tanto la investigación pública internacional la encargada de dar a
estos resultados lo esencial de su valor industrial.
Terceras personas, incluidos los competidores de
Monsanto, podrán, también, pedir los resultados a
cambio del reconocimiento
de su origen. Se podrán
entonces utilizar libremente para intentar aislar
los genes de interés agronómico y patentarlos. En
este caso, Monsanto se
reserva la posibilidad de
negociar en primer lugar
un derecho de licencia no
exclusivo para estas patentes: la explotación ulterior
de los genes de interés
estaría condicionada al
pago a Monsanto de un
derecho de utilización.
La
transgénesis vegetal permite estudiar las consecuencias de modificaciones parciales o totales de genes y así analizar su función y regulación para
comprender los mecanismos fisiológicos: resistencia a las enfermedades
y al estrés, biología del desar rollo, etcétera.
Gracias a la transgénesis, utilizada para crear el material biológico
necesario para los análisis, los biólogos han abordado la secuencia del
genoma de algunas especies: se trata de volver a transcribir la sucesión de
las bases que componen el ADN e identificar las secuencias correspondientes a los genes. La etapa siguiente consiste en establecer las correspondencias entre estos genes, las proteínas que codifican y las funciones
metabólicas del organismo. Se trabaja principalmente en la secuencia de
dos plantas modelos: (Arabidopsis thaliana), una pequeña crucífera que
posee numerosos genes comunes a muchas plantas, y el arroz.
Otra aproximación al genoma, menos exhaustiva, consiste en establecer
cartas genéticas: identificar en los cromosomas secuencias particulares de
ADN para posteriormente localizar los genes correspondientes a caracteres agronómicos interesantes. Estas cartas genéticas nos ayudan a identificar, desde el estado embrionario, a los individuos portadores de las características que buscamos. Su realización concierne a las plantas cultivadas
(trigo, maíz, colza, girasol, etcétera), a las esencias forestales, a los animales
de granja (ganado bovino y porcino, aves, etcétera) o al hombre.
Aplicaciones agronómicas.
En agricultura la ingeniería genética
aparece como un utensilio de selección directamente relacionado con
una serie de desarrollos biotecnológicos > ficha 1.b. Su aplicación devino
operativa a partir de mediados de los años ochenta con las primeras
autorizaciones experimentales en el campo de los tomates transgénicos.
En un primer momento limitados a Estados Unidos, a partir de 1997 los
cultivos de plantas transgénicas se extendieron por todo el mundo (11
millones de hectáreas), para alcanzar alrededor de 40 millones de hectáreas en 1999.
Tal como se ha desarrollado en la actualidad, la transgénesis vegetal
confirma un modelo de agricultura productivista, que descansa en intrantes químicos, integrado en un proceso industrial. En efecto, las plantas transgénicas, creadas en laboratorios de investigación pública, son
desde ahora desarrolladas por algunas grandes compañías agroquímicas
(fabricantes de productos fitosanitarios como los herbicidas, los insecticidas o los fertilizantes) reconvertidas a las "ciencias de la vida" > ficha 3 .
Estas firmas, que han invertido mucho, deben generar importantes beneficios. Escogieron, en un primer momento, comercializar los OGM
que modifican los caracteres agronómicos de las plantas de g randes cultivos de los países industrializados (maíz, colza, algodón, soja, etc.), y si
es posible, aumentar las ventas de sus propios productos fitosanitarios.
Caracteres nuevos. Las principales modificaciones introducidas en
las plantas por la transgénesis se refieren a algunos caracteres:
tolerancia a los insectos (algodón, patatas, maíz): estas plantas, que se
comercializan, producen ellas mismas la proteína tóxica para los insectos
devastadores. Estas proteínas fueron descubiertas en la bacteria del suelo
Bacillus thuringiensis (Bt);
tolerancia a un herbicida (algodón, soja, maíz, colza): estas plantas, que
se comercializan, permiten utilizar un herbicida total que destruye todos
los vegetales, excepto el cultivo transgénico;
tolerancia viral (papaya, calabaza, patata, tabaco, pimiento, etcétera);
tolerancia a la sequía: no hay milagros al respecto, se trata sobre todo de
mejorar los conocimientos sobre el determinismo genético de la arquitectura de las plantas y de su regulación en situaciones de estrés hídrico. La
idea es poner en práctica una estrategia de prevención, limitando la transpiración de la planta, por ejemplo. Las investigaciones más exitosas se han
llevado a cabo con el maíz y han sido patrocinadas por el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y del Trigo (CIMMYT).
Los árboles
y las flores
también
La transgénesis encuentra igualmente aplicaciones en el campo de la floricultura (optimización de la
duración de la vida de la
flor una vez cortada o cambio en la coloración floral)
y en agrosilvicultura, aún
en fase de experimentación. Por ejemplo, el álamo
puede ser modificado
genéticamente para que
contenga una proporción
reducida de lignina. En
efecto, teniendo en cuenta
que el papel está compuesto de celulosa, es
indispensable eliminar la
lignina para poder preparar la pasta de papel, operación costosa en energía y
muy contaminante.
Los OGM son
utilizados para:
la investigación
fundamental (conocimiento de los
mecanismos fisiológicos, secuencias
de los genomas,
etcétera);
la
agricultura
(ganadería, grandes cultivos, flores,
árboles, peces);
la industria farmacéutica (proteínas terapéuticas, vacunas, etcétera);
la industria alimentaria
(gusto, conservación,
etcétera);
la industria química
(aceites, plásticos, etcé tera);
la descontaminación
(hidrocarburos, suelos).
1
Plantas
medicinales
La gran demanda de
proteínas humanas purificadas para las aplicaciones medicinales no puede
ser cubierta por las sustancias obtenidas de la sangre, de la placenta o de
otros tejidos humanos. Su
cantidad esta, generalmente, limitada y presenta
riesgos de contaminación
por virus.
Podemos traspasar un
gen codificador para una
proteína humana a un
organismo que pueda acogerlo. Por ejemplo, bacterias que producen la casi
totalidad de la insulina utilizada para curar la diabetes. Pero, la efectividad
de estas proteínas a veces
es limitada. De ahí el interés por utilizar a mamíferos, que tienen una "mecánica celular" muy similar a
la del hombre. De todas
formas, la cría de estos
mamíferos resulta cara y
debe respetar condiciones
sanitarias muy estrictas.
Las plantas constituyen
una solución interesante:
se trata de introducirles el
gen de una proteína humana o de una molécula vacunante. Si estas proteínas
se encuentran representadas en cantidad suficiente
en el vegetal y son fácilmente separables, el cultivo en el campo de estas
plantas transgénicas, seguido de un proceso de
extracción y de saneamiento, permite obtener
una gran cantidad de
proteínas a un coste competitivo. Esta opción evita
también el riesgo de contaminación: contrariamente
a lo que sucede con los
animales, las plantas no
son portadoras de virus
patógenos para el hombre.
Tal como están
actualmente
desarrollados, los
OGM conforman
un modelo
de agricultura
intensiva.
Para la industria agroalimentaria. Algunas bacterias genéticamente modificadas han sido utilizadas para producir industrialmente enzimas para uso alimentario (por ejemplo el alfa-amilasa para la fabricación de
cervezas o de jarabes). Las modificaciones de plantas que conciernen directamente a las industrias agroalimentarias aspiran a mejorar las propiedades
nutricionales, organolépticas o tecnológicas de los productos. Por ejemplo,
un gen es introducido para controlar la madurez del fruto (tomates,
melones) con la finalidad de mejorar las condiciones de almacenamiento y
de transporte y permitir una recolección en un estado de madurez más
avanzado, favorable al gusto. Solo el tomate "Flavr Savr" de maduración
controlada se ha comercializado, a partir de 1994, sin gran éxito.
Otros proyectos se encuentran en fase de estudio como la reducción,
hasta la eliminación, de las proteínas alergénicas del arroz; la introducción en la fruta y las legumbres de un gen productor de una proteína
natural azucarada (la brazeína) que no aporte la más mínima caloría y
también la introducción de genes en plantas oleaginosas (colza, soja) para
aumentar las proporciones de ácidos grasos insaturados que limitan los
riesgos cardiovasculares.
Para la industria farmacéutica y la química fina.
Estos
OGM son generadores de moléculas de alto valor añadido. Las firmas
cuentan igualmente con su utilidad más evidente a fin de que sean aceptadas por el público. Numerosos desarrollos, que no se han comercializado aún, se encuentran en proceso; entre ellos se encuentran los siguientes:
la colza y el berro produciendo un polímero plástico biodegradable.
Los resultados son aún modestos: el plástico obtenido no supera el 3 %
del peso total de las plantas secadas;
tabaco produciendo proteínas humanas: colágeno, albúmina y hemoglobina;
arroz enriquecido con vitamina A > ficha 1.c ;
mamíferos modificados en los que provocamos la producción de moléculas de interés terapéutico en la leche. También, en la vaca, se actúa
sobre la calidad de la leche para "maternizarla";
xenotrasplantes. El trasplante al hombre de órganos animales desencadena su rechazo inmediato. Modificar el patrimonio genético de los animales donantes mediante el traspaso de genes humanos apropiados
debería permitir suprimir este rechazo. Se están realizando pruebas en
cerdos transgénicos para una mejor compatibilidad con el tejido humano.
La patata vacuna
En la producción de moléculas terapéuticas por las
plantas, la siguiente etapa
consistirá en administrar
directamente las plantas
vacunantes por vía oral.
Esto afecta a los animales
de granja (por ejemplo un
maíz transgénico contra el
virus de la gastroenteritis
porcina) y a las personas,
en cuyo caso los trabajos
se dirigen especialmente a
los plátanos y las patatas.
Ventajas: las vacunas obtenidas en estas plantas
pueden conservarse a temperatura ambiente. Unas
patatas inmunizadoras contra el cólera se han probado
con éxito en ratones. De
una forma más mediática,
"el plátano vacuna", de
gusto más agradable que el
de las patatas crudas, se
retrasa en sus pruebas…
¿Por qué los OGM?
1
Limitaciones de carácter técnico.
Los fracasos con
el algodón
En 1996, en su primer año
de cultivo, la variedad de
algodón transgénico "Bollgard", resistente a los insectos, ha padecido plagas. En
Tejas, por ejemplo, al menos
80.000 hectáreas de estos
cultivos han sido devastadas
por la lombriz del algodón.
¿Es esta una invasión excepcional de bichos aniquiladores? ¿Han desarrollado
estos resistencias? Se han
barajado muchas hipótesis.
Ante esta situación y teniendo en cuenta la presión
económica ejercida, la variedad incriminada ha sido
comercializada antes de
poder ofrecer garantías de
funcionamiento correctas.
¿Una industria
ética?
Ciertos industriales se
han planteado la cuestión
de carácter ético que suscita la transgénesis. Es el
caso, de la Asociación europea para las biotecnologías (Europabio), que
agrupa a unas cincuenta
multinacionales implicadas en las bioindustrias.
Esta asociación ha adoptado una "carta de valores
éticos" que tiene en cuenta consideraciones religiosas, culturales y medioambientales.
Como ya hemos visto, la
transgénesis animal presenta dificultades que limitan su aplicación. A
menudo nos planteamos el tema de la estabilidad del transgén en su
nuevo entorno: el gen transferido en la especie que se ha de mejorar
debe ser funcional y su regulación tiene que estar garantizada. Sin
embargo no conocemos su estabilidad en un proceso de evolución a
corto plazo. Además, puede haber enlaces genéticos favorables y desfavorables con los genes próximos al lugar de inserción. La modificación
profunda del metabolismo puede acarrear una interacción con el funcionamiento general del or ganismo.
Por ello, a pesar de los objetivos anunciados, muy seductores, la transgénesis permanece como una técnica en fase exploratoria donde las primeras aplicaciones han demostrado sus límites. Sabemos, por ejemplo,
que una mayor presión ejercida sobre los insectos devastadores aumenta
la probabilidad de desarrollar resistencias en la población elegida > ficha 2 .
Parece que este fenómeno ha actuado en el caso del algodón Bt resistente
a los insectos, pues ha demostrado una menor efectividad en el segundo
año de cultivo. Falta, igualmente, probar los beneficios económicos que
para el agricultor supondría utilizar una variedad de OGM en compar ación con una especie "clásica" > ficha 3 .
Consideraciones éticas. La transgénesis permite el intercambio de
material genético sin tener en cuenta las barreras entre especies. No obstante, estas tienen significaciones simbólicas fuertes, tanto culturales
como religiosas. Podemos hablar, entonces, de transgresión del orden
natural. Un argumento al que se le responde que cambiar un pequeño
número de genes de un conjunto genético que contiene miles de ellos
no perjudica la integridad de la especie. Además, la naturaleza constantemente se transforma y continua haciéndolo, a causa de los cambios y
de las presiones del entorno. Eso es cierto, pero la transgénesis es inducida por el hombre, para su pr ovecho, transformando plantas y animales
en "biorreactores" productores de sustancias que le son desconocidas.
Puesto que los OGM han sido transformados por procesos técnicos
que han utilizado construcciones genéticas patentadas, ellos mismos son
susceptibles de ser patentados. Encontramos un precedente en Estados
Unidos, donde en el año 1998 fue patentada una rata transgénica, Oncomouse, muy sensible a sustancias cancerígenas. Este sistema de patentes
ha engendrado un fenómeno de concentración de las principales firmas
agroquímicas y es seriamente discutido. En efecto, el ser vivo patentado
es difícilmente concebible > ficha 3.
La opinión pública. Todas las encuestas comparativas, sobre la percepción de las biotecnologías en el mundo, realizadas por la Universidad
de Tsukuba (Japón), coinciden en que los traspasos de genes de planta a
planta son los más aceptados, los de animal a animal lo son menos, mientras que los de animal a planta u hombre a animal son los menos aceptados de todos. Según el Eurobarómetro, lejos de rechazar la innovación
tecnológica, los europeos se plantean la cuestión de la utilidad de los
OGM. En Estados Unidos, la gente y los agricultores se muestran cada
vez más escépticos, de manera que las previsiones de sembrar con maíz
transgénico están estimadas a la baja. En todo el mundo, la gran inquietud de los consumidores con respecto a los OGM ha obligado a la industria ag roalimentaria a pr ever líneas "no-OGM" > ficha 4 .
Estos últimos años, los OGM han sido objeto de una viva discusión
internacional. Los organismos genéticamente modificados representan
en efecto una tecnología altamente simbólica de la primacía de las inversiones financieras sobre el principio de precaución y consagran una
forma de desarrollo económico donde la cadena agroalimentaria, de la
semilla al plato, esta completamente integrada y concentrada en las
manos de algunas firmas internacionales.
Europa: ¿son
útiles los OGM?
Una encuesta llevada a
cabo por la Unión Europea,
el Eurobarómetro, mide la
actitud del público en
materia de biotecnologías.
Resultados: la percepción
de las biotecnologías depende en menor grado de
los riesgos eventuales que
de la utilidad colectiva o de
la aceptabilidad moral de
cada aplicación.
Se pueden extraer tres
grandes conclusiones de la
evolución 1997-2000:
Las actitudes con respecto a la ciencia y la tecnología son muy estables,
excepto las que conciernen
a las biotecnologías, hacia
las cuales la desconfianza
aumenta.
Este aumento de desconfianza hacia las biotecnologías es más o menos
equivalente cualesquiera
que sean las aplicaciones
que se consideran (alimentarias, médicas, etcétera) y
cualquiera que sea el aspecto examinado (utilidad,
riesgo,
aceptabilidad
moral).
El aumento de esta
inquietud en cuanto a "la
utilización de la biotecnología moderna en la producción de alimentos" es
particularmente notable
en los países del sur de
Europa.
1.a
¿Por qué los OGM?
Las etapas de la transgénesis vegetal
Extraer un gen de
interés de un organismo donante, responsable de la característica
que creemos es interesante transferir.
Integrar el gen de interés y el gen marcador en una construcción genética.
Extraer de una bacteria un gen marcador
resistente a un antibiótico (o a un herbicida).
Asociado a un gen de
interés servirá para
seleccionar a los individuos que se han vuelto
transgénicos (véase ).
Introducir la construcción genética en la célula de acogida
ou
o
Traspaso directo por
canon a partículas.
Las células de la planta
que se ha de transformar
son "bombardeadas" por
partículas revestidas de la
construcción genética.
Regenerar un organismo entero a
partir de la célula modificada.
Medio de cultivo + antibiótico (o herbicida): solo las plantas resistentes al
antibiótico (o al herbicida) crecen.
Ellas son el resultado de células modificadas: son plantas transgénicas.
Traspaso por un vec tor biológico.
Cultivos de células de la
planta que se ha de modificar en presencia de
bacterias portadoras de
la construcción genética.
1.b
¿Por qué los OGM?
Una historia de la transgénesis vegetal
Selección agronómica
10000 a.C.
Próximo Oriente: domesticación de las primeras plantas cultivadas (harina,
guisantes, lentejas, etcétera) y animales (ovejas, cabras).
8000-3000 a.C.
Desarrollo planetario de la agricultura neolítica: sistema de cultivo
sobre terrenos talados y quemados.
1000 a.C-1000 d.C.
Cultivo de arroz irrigado en los valles y deltas de China, India
y Asia sudoriental. Agricultura hidráulica en América
(olmecas, mayas, aztecas, etcétera). Cultivo de barbecho
en Europa y en la cuenca mediterránea.
Biotecnologías
1800
Primeras creaciones de variantes del trigo.
Selección de corderos en Europa.
Nuevas variedades de frutos.
1676
Descubrimiento del papel de los órganos sexuales en los vegetales.
1840
Los seres vivos están constituidos por células.
1859
Darwin: la existencia es una lucha donde ciertas características facilitan la
adaptación al medio.
1866
Mendel funda la genética clásica.
a partir de 1900
Cruces artificiales y selección por el
método genealógico del trigo.
1902
Capacidad de las células vegetales de regenerar una planta entera.
1909
Gen = vector material de la herencia.
1910
Los genes son localizados en los cromosomas.
1920-1930
Primeros híbridos del maíz en Estados
Unidos.
1945-1950
Primeros híbridos del maíz en Europa.
1914
Efecto heterosis (superioridad de los híbridos con relación al mejor parentesco).
1944
ADN = soporte material de la herencia.
1950
Cultivo de plantas in vitro.
1953
Estructura en doble hélice del ADN (inicios efectivos de la genética molecular).
1962
Méjico: cultivo de las primeras variedades
de trigo de la revolución verde.
Años 60
Lazos entre herencia y funcionamiento celular (un gen ➔ una proteína ➔
una función). Puesta en evidencia de los principales mecanismos de regulación
de la expresión genética. Instrumentos moleculares que permiten intervenir
sobre el ADN.
La transgénesis presenta dos grandes 1973
diferencias con respecto a los métodos
Transgénesis aplicada
tradicionales de selección:
a una bacteria modelo.
. permite la inserción de genes
procedentes de cualquier
de las condiciones de
especie vegetal, bacteriana 1975
Moratoria propuesta a
seguridad.
o animal;
Asilomar para refle. afecta a un gen
xionar sobre las concuidadosamente
secuencias de los
1982
seleccionado,
avances biotecnológiPrimer animal transo a algunos genes.
cos y puesta a punto
génico: una rata.
1983
Primera planta transgénica: el tabaco
resistente a un antibiótico.
1987
Primeros cultivos de
plantas transgénicas:
(tomate resistente a
los insectos, Estados
Unidos).
1.c
¿Por qué los OGM?
Foco de desarrollo
¿Los OGM contra el hambre?
e aquí a 2020, la población
mundial alcanzará los ocho mil
millones de habitantes, de los
cuales seis mil setecientos corresponderán a los países en vías de desarrollo.
Asimismo, según la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), "el
aumento en valor absoluto del número de
seres humanos que alimentar corre el riesgo,
con las técnicas actuales, de alcanzar rápida mente la capacidad límite de las tierras agrí colas". Considerando la posibilidad de
aumentar la productividad agrícola en
los mismos lugares de consumo, ciertas
personas estiman que los cultivos transgénicos serían, entonces, una respuesta
adecuada al problema del hambre.
La posible contribución de las biotecnologías al aumento durable de
los rendimientos agrícolas debe ser
D
evaluada desde una perspectiva global
donde tiene la misma importancia la
aceptación de las innovaciones, el
acceso al crédito, la reducción de las
pérdidas después de la recolección, la
política de los precios agrícolas, etcétera. Sin contar con que las firmas
biotecnológicas trabajan en cultivos
transgénicos destinados a la transformación industrial o a la alimentación
animal y no en los destinados a la alimentación humana. Además, la investigación pública, que podría orientar
los programas hacia los alimentos básicos, se encuentra, cada vez más, sometida a la voluntad del sector privado, el
único capaz de recaudar fondos para
invertir en investigaciones extremadamente caras. Si es "éticamente condenable"
el hecho de querer privar al mundo en
vías de desarrollo de los OGM, el
argumento de la resolución del
hambre tiende más hacia la explotación de la miseria para imponer una
tecnología aún controvertida en los
países industrializados.
"Arroz dorado", efecto de promoción
Unos científicos suizos han elaborado un arroz genéticamente modificado, el "arroz dorado", que
contiene en dosis elevadas beta-caroteno, un precursor de la vitamina A. El déficit en vitamina A causa más
de un millón de muertes al año y amenaza a 230 millones de niños. La firma AstraZeneca, que reproduce
esa técnica, ha anunciado que sus semillas serán distribuidas gratuitamente en los países en desarrollo,
aunque se reserva la propiedad industrial para los países industrializados. Pero este arroz, que solo existe,
por el momento, en los laboratorios, no estará disponible antes del año 2003. Además, no sabemos bajo
qué procedimiento será suministrado gratuitamente.
Interview
Pierre-Henri Gouyon
Director del laboratorio Ecología, sistemática y evolución de la Universidad Paris-Sud (Francia)
¿Existe un compromiso científico
sobre la definición de los OGM?
Pierre-Henri Gouyon: De una manera
general, sí. Pero la duda persiste en la definición del gen. Ciertas personas aún piensan que el gen se define por su soporte, el
ADN. Pero todos los genetistas mínimamente serios consideran que el gen es la
información y no su soporte físico. Podemos transferir solo la información gracias a
la mutagénesis dirigida, es decir, hacer
mutar el ADN de un organismo fabricando
nuevos genes, sin intercambio de moléculas. Actualmente, desde un punto de vista
legislativo, la mutagénesis dirigida no forma
parte de las técnicas que fabrican OGM.
En cuanto a las consecuencias biológicas, no
cambia gran cosa el hecho de que un organismo haya recibido una nueva información
con o sin su soporte. En cambio, sí que es
importante en el terreno jurídico, ya que la
patente sobre los genes tiene un alcance
sobre la información y no sobre el soporte
> ficha 3. Entonces, no podemos defender
la idea de patentar una información y
considerar al mismo tiempo que la transgénesis no concierne más que a un intercambio de moléculas.
¿La transgénesis plantea cuestiones éticas completamente nuevas a la comunidad científica?
P.-H. G.: En cierta manera sí, ya que se
trata de un traspaso de información genética entre especies diferentes. Pero ya sabemos que el traspaso de genes no existe sin
riesgos, de igual forma que el intercambio
de material biológico ha podido tener efectos considerables. Por ejemplo, cuando se
introdujeron aves en Hawai, se provocó la
extinción de todas las especies autóctonas;
ya que con los pájaros se implantaron nuevos parásitos, desconocidos en aquel
momento. De la misma forma, con la
transgénesis transferimos hebras de ADN
cuyos efectos a largo plazo sobre el medio
ambiente son poco conocidos.
Entonces, ¿por qué se ha desarrollado
una técnica de la cual no conocemos
bien sus consecuencias?
P.-H. G.: Para recaudar fondos, los científicos que desarrollan OGM han declarado
que se trataba de una verdadera "revolución
tecnológica". Los inversores, rápidamente,
pidieron un mínimo de resultados para
continuar creyendo en esta técnica. En
consecuencia, nos apresuramos, y continuamos apresurándonos para sacar productos antes de que sean completamente validados. Por otro lado, es una tendencia
generalizada que nuestros conocimientos
científicos sufran un retraso respecto a
nuestro poder tecnológico. Este distanciamiento adquiere entonces proporciones
que pueden llegar a ser inquietantes.
Por otro lado, me parece que las instancias
de reglamentación de los OGM son poco
creíbles. Se procede caso por caso, descuidando los análisis más generales. Por ejemplo, el cultivo de plantas transgénicas resistentes a los herbicidas y a los insectos
necesitaría una gestión global del medio
agrícola: los genes introducidos, los productos fitosanitarios utilizados, etcétera.
2
¿Cuáles son los riesgos?
Numerosas incertidumbres subsisten
sobre la naturaleza de los riesgos, potenciales
o probados, para la salud y el medio ambiente.
¿Riesgos inéditos?
¿Diseminación
o no diseminación?
Para que los genes de
una planta transgénica
se dispersen, tendrían
que poder ser difundidos
a través del polen, los
granos o un modo de
multiplicación vegetativa. Además, la misma
especie o especies colindantes deben estar presentes en las zonas de
cultivo y florecer en la
misma época. Los riesgos serán entonces diferentes para una especie
que utiliza su propio
polen para reproducirse,
como el trigo, que para
una especie de fecundación cruzada como la
remolacha.
El polen
de la colza
se dispersa
fácilmente
en el medio
ambiente.
Los OGM comportan riesgos para el medio
ambiente (diseminación de transgenes, desarrollo de resistencias a los
insecticidas y herbicidas, efectos sobre la biodiversidad) y para la salud
(uso de antibióticos, riesgo de alergias). Ciertos riesgos, como la toxicidad en los alimentos o el desarrollo de resistencias en las plagas combatidas, no son específicos de los OGM. En compensación, hay riesgos
inéditos, como la diseminación eventual del transgen, es decir, su transmisión incontrolada a otros individuos.
Además, existe una diferencia entre los riesgos reales, evaluados objetivamente por los científicos, y los riesgos percibidos de manera más
subjetiva por el público. De ahí la noción de riesgo hipotético, en parte
responsable de la controversia alrededor de los OGM. Por último, para
la adquisición de un carácter ajeno, que no podría aparecer de otra
forma, la transgénesis crea una situación nueva, con efectos irreversibles,
que justifica que sea sometida a un examen global de sus impactos.
La peligrosa
colza
La diseminación de transgenes. La transgénesis puede padecer
el riesgo de dispersarse en las variedades no transgénicas pero también en
otras especies, es decir, por el cruzamiento entre la planta cultivada
transgénica y especies salvajes emparentadas. Este riesgo afecta a la colza
y la remolacha, pero también al maíz y la soja, salvo en Europa occidental, donde estas dos plantas no pueden cruzarse con ninguna otra especie. Esto conlleva problemas en el caso, por ejemplo, de la transmisión
de una resistencia de los herbicidas a malas hierbas.
La cuestión la encontramos de nuevo en el caso de los peces. Investigaciones llevadas a cabo en Japón han demostrado que los peces transgénicos, modificados para ser más grandes, tienen más posibilidades de
reproducirse: tienen una mejor capacidad para escapar de los depredadores y las hembras los prefieren. De ahí el riesgo de proliferación de
peces transgénicos en comunidades de especies salvajes. Para evitarlo
tendremos que asegurar la esterilidad de los peces destinados a la alimentación y mantener a los reproductores confinados.
.
La colza posee una
tasa de multiplicación
muy elevada: una sola
simiente puede producir
de 500 a 1.000 granos
por generación. Los granos de colza transgénica
resistentes a los herbicidas que alcanzan las
capas profundas del suelo producen los brotes
que pueden contaminar
el cultivo del año siguiente en la misma parcela, lo cual obliga a una
escalada en el uso de
cócteles herbicidas cada
vez más complejos.
Además, es posible el
traspaso de genes en
poblaciones salvajes emparentadas, como los
nabos y los rábanos. Sin
embargo, se admite que
el carácter de resistencia
al herbicida en las plantas salvajes se diluye
rápidamente con el paso
de las generaciones en la
medida en que no confiere ninguna ventaja
comparativa a las plantas
que lo han adquirido.
Cuando no se utilizan
herbicidas, no existe presión en la selección ni
ventajas comparativas.
¿Cuáles son los riesgos?
Cordones
sanitarios
La creación de zonas
refugio es una idea de
defensa estudiada para
retardar los fenómenos
de resistencia a las toxinas insecticidas segregadas por las plantas transgénicas. Se trata de
conservar, cerca de los
campos transgénicos,
parcelas de variedades
no OGM, donde los devoradores sensibles a las
toxinas pueden sobrevivir y tienen la oportunidad de reproducirse con
sus homólogos resistentes. Su cruzamiento
permitiría diluir esta
resistencia. La Agencia
americana para la Protección del Medio Ambiente
(EPA) exige zonas de
refugio del 20 al 40 % en
los campos de maíz
transgénico, proporción
que debería elevarse a
un 50 % para el algodón.
La eficacia de esta
aproximación, que supone principalmente que un
cruzamiento entre un
insecto sensible y otro
resistente da lugar a un
individuo sensible, permanece controvertida.
Será necesario que prosperen y se desarrollen
otras estrategias de lucha, como la investigación de nuevos genes
productores de proteínas
insecticidas o la utilización de plantas transgénicas que sueltan sus
toxinas en periodos muy
concretos, o que en algunas porciones vegetales
que permitan alcanzar el
insecto con más efectividad.
Traspaso a la flora microbiana del suelo. Las bacterias y los
hongos del suelo pueden desarrollarse utilizando el material genético de los
inquilinos de su entorno. De hecho, el paso del transgen de una planta a
otra se puede hacer por intermediación de un microorganismo vivo en asociación con diferentes especies vegetales. En principio, el traspaso de material genético desde los organismos superiores hacia las bacterias, y viceversa,
se puede realizar. Por ahora, ninguna observación o indicación experimental ha establecido verdaderamente la existencia de tales traspasos.
Amenaza de resistencia a los herbicidas. Actualmente, en
un cultivo, la elección de herbicidas está guiada por nociones de selección según las plantas cultivadas, de efectividad sobre las malas hierbas
existentes o sobre las que son susceptibles de crecer. Esto conlleva generalmente a utilizar varios productos. Con los OGM resistentes a los herbicidas (el 71 % de las superficies de cultivos transgénicos en 1999),
todos estos inconvenientes desaparecen ya que el cultivo es efectivamente resistente a los herbicidas totales, capaces de matar todas las plantas. Esta simplificación de los programas de desyerba reforzaría el uso
exclusivo del par cultivo-herbicida. Una estrategia simplista que podría
acarrear la selección y la difusión de malas hierbas resistentes, además de
una mayor contaminación de los suelos.
Aparición de resistencias a los insecticidas. La utilización
de un tratamiento insecticida a gran escala y durante un largo periodo
conduce a menudo a la selección de individuos resistentes. Estos individuos muy aventajados se multiplican rápidamente y su resistencia se
difunde largamente. Este fenómeno es válido para las plantas transgénicas que utilizan los genes de la bacteria Bt > ficha 1 : estas plantas producen una toxina insecticida a lo largo de su vida que volvemos a encontrar
en los residuos de recolección, lo que explica la mayor presión en relación con la utilización de insecticidas pulverizados. Estos riesgos de
resistencia a los genes de Bt han llevado a la Agencia americana para la
Protección del Medio Ambiente (EPA) a reconsiderar las autorizaciones
expedidas a las variedades de maíz y algodón Bt: un análisis de los riesgos se ha puesto de nuevo en marcha. El veredicto en 2001.
La cuestión de la resistencia a los genes de Bt es muy apremiante ya
que esta bacteria es utilizada por la agricultura biológica bajo la forma de
biopesticida pulverizado para las plantas desde hace cuarenta años o más.
En el caso de que se generalizara la resistencia, los agricultores "bio" perderían, entonces, su principal agente de lucha contra los insectos devoradores (el 98 % de los biopesticidas utilizados).
Los efectos sobre la biodiversidad. Al acelerar considerablemente el proceso de selección de variedades e introducir nuevos genes
que no podrían ser transferidos de otra manera, la transgénesis introduce
desequilibrios en los ecoEl cultivo de
sistemas. Nos encontraplantas transgénicas
mos ante el riesgo más
resistentes a los
probado concerniente a la
insectos posee el
utilización de OGM en
riesgo de provocar
un fenómeno de
agricultura. En efecto, aún
resistencia entre
existen algunas incertiestos últimos (aquí
dumbres con respecto a
vemos a una oruga
los impactos a largo plazo
de pirausta, que se
sobre la biodiversidad y a
alimenta de maíz).
las posibles interacciones
ecológicas complejas, con
mayor motivo en las zonas
tropicales, ya que la mayor
parte de las pruebas realizadas se han llevado a cabo
en zonas templadas.
A la mariposa
Monarca no le
gusta el polen
de los OGM
Un estudio de la Universidad de Cornell
(Estados Unidos) causó
sensación en 1999.
Demuestra, en condiciones de laboratorio,
que el polen del maíz
transgénico resistente a
los insectos aumenta la
tasa de mortalidad de las
larvas de la mariposa
Monarca, insecto no elegido. En agosto de 2000,
un nuevo estudio de la
Universidad de Iowa
(Estados Unidos) corroboró estos resultados:
una oruga de cada cinco
muere después de exponerlas a las toxinas del
polen durante 48 horas.
Estos resultados fueron cuestionados principalmente por los industriales: estos trabajos de
laboratorio son considerados no representativos
de las condiciones de
pleno cultivo en el campo; la variedad de maíz
incriminada es la Novartis (el 2,5 % de las superficies de maíz transgénico en Estados Unidos)
y el impacto del polen
depende también de la
sincronización muy aleatoria de los periodos de
polinización del maíz y
de la puesta de huevos
de la mariposa Monarca.
2
Traspaso de la resistencia a un antibiótico. Los genes de
De la soja nuez
En 1991, productor de
semillas americano Pioneer Hi-Bred deseaba
enriquecer su soja en
methionina, un aminoácido necesario para el
crecimiento de los animales de granja. Para
ello, Pioneer integró en la
soja un gen proveniente
de la nuez del Brasil.
Ahora bien, este grano es
conocido por des encadenar violentas reacciones
alérgicas en individuos
sensibles. Después de
hacer analizar la soja por
un equipo universitario,
que comprobó que contenía un alto grado de
potencial alergénico para
el hombre, Pioneer interrumpió el desarrollo de la
planta en 1993, en la fase
de laboratorio.
Existen grandes
i n c e rt i d u m b res
en cuanto a los
efectos a largo
plazo de la utilización de OGM,
tanto en el medio
ambiente como
en la salud.
La transgénesis
permite la introducción de nuevos genes en la naturaleza
que no podrían aparecer de ninguna otra
manera. En este sentido, se sabe que los
OGM introducen desequilibrios en los ecosistemas, cuyos efectos a largo plazo no se
miden. Igualmente, las
eventuales consecuencias para la salud que
supone la consumición
de productos procedentes de OGM son
muy poco conocidas a
largo plazo.
resistencia a los antibióticos se han utilizado como marcadores de
selección para facilitar la localización de las células en las que se había
introducido el gen de interés > ficha 1.a. La presencia de estos genes en
las plantas transgénicas hace temer su traspaso eventual a la micro fl o ra
del tubo digestivo de los consumidores humanos y animales.
Un riesgo que no puede ser descartado, aunque sea poco probable,
es que los genes absorbidos con la alimentación pudiesen permanecer
intactos en el intestino. Y, aunque fuesen transferidos a microorganismos de la f lora intestinal, su expresión es improbable, ya que las
secuencias de regulación del material genético vegetal transmitido no
ejercen ninguna función en estos microorganismos. En cuanto a los
alimentos transgénicos que han sufrido unas transformaciones industriales importantes, el traspaso puede ser considerado como insignificante, ya que el ADN de los OGM se encontraría en fase de descomposición avanzada o habría sido eliminado.
En conjunto, los científicos están de acuerdo, no obstante, en admitir que la utilización de genes resistentes a los antibióticos es inútil. Por
tanto, la nueva directiva europea autoriza la utilización de estos genes
marcadores hasta el año 2005, aun cuando ya existan soluciones de
recambio.
¿Los riesgos alérgicos? Se considera actualmente que del 1 al 2
% de los adultos y el 6 % de los niños son alérgicos a uno o más de los
ocho grupos de alimentos alergénicos (crustáceos, nueces, huevos,
peces, leche, cacahuetes, soja y trigo). No hay característica propia de
la ingeniería genética que haga a una proteína transgénica intrínsecamente más alergénica que su homóloga "natural". No obstante, la ingeniería genética permite transferir nuevas proteínas provenientes algunas veces de organismos no conocidos en la alimentación humana. Y
es más difícil de detectar el carácter alergénico de una proteína no catalogada como tal: actualmente, no sabemos detectar el carácter alérgeno
para el hombre, solo las pruebas de laboratorio nos facilitan elementos
de evaluación de la probabilidad de alergenicidad. Además, la alergenicidad de un alimento raramente, por no decir nunca, es debida a un
constituyente único, sino, por el contrario, a un gran número de proteínas.
La constatación del origen multigénico de los alérgenos alimentarios
plantea en el caso de los OGM una cuestión suplementaria: ¿el transgén introducido puede modif icar el nivel de expresión de ciertas proteínas alergénicas presentes en las líneas convencionales? El transgén
puede perturbar una reacción bioquímica en la planta y modificar su
metabolismo, provocando por ejemplo una acumulación de sustancias
tóxicas. Por ello es importante conocer no solo la proteína codificada
por el transgén, sino también su función y sus productos derivados.
Detección de los OGM: la feria de las técnicas. Desde el
año 1998, una directiva europea exige el etiquetado de los alimentos
que contienen ingredientes OGM > ficha 4. La fiabilidad del etiquetado
del producto final implica que, desde su origen y a lo largo de la cadena
alimentaria, los productos OGM que figuran en la composición del
producto f inal estén identificados y controlados. Se trata de asegurar su
"trazabilidad", proceso complejo y muy costoso, que supone una segregación de los métodos industriales.
Sería necesario aún desarrollar métodos fiables de detección e identificación de OGM. Ahora bien, en ausencia de normativas internacionales, estos métodos se multiplican, sin ser forzosamente compatibles entre ellos y con niveles de eficacia variables de una técnica a otra
> ficha 2.b. Numerosos laboratorios intentan imponer una norma internacional; ya existe un consorcio que agrupa a americanos, japoneses y
australianos.
Guerra a los
antibióticos
.
Los dos principales
genes marcadores para
seleccionar las plantas
transgénicas > ficha 1
codifican para la resistencia a la kanamicina y
la estreptomicina, antibióticos poco utilizados
en medicina humana. Si
existiera el riesgo de ver
a estos genes de resistencia transformarse y
expresarse en las bacterias del tubo digestivo,
solo lograrían juntarse a
la masa de resistencia
microbiana: aproximadamente un 40 % de los
microorganismos
del
intestino humano es ya
resistente a estos antibióticos. La utilización de
un gen resistente a la
amikacina es por el
contrario más preocupante: se trata de un
importante antibiótico,
reservado a ciertas infecciones difíciles de tratar.
Falta determinar si
estos genes son susceptibles de generar nuevas
resistencias a los antibióticos, principalmente por
mutación. Pero sin una
fuerte presión de selección por parte de los antibióticos, la única susceptible de favorecer a las
bacterias que se han
hecho resistentes, la probabilidad de que una
nueva resistencia se propague en la población
bacteriana seria despreciable. Ahora bien, encontramos una cierta
presión en el medio hospitalario y, sobre todo, en
la ganadería intensiva
donde, efectivamente,
aparecen regularmente
nuevas cepas bacterianas, debido al uso indebido que se hace de los
antibióticos…
¿Cuáles son los riesgos?
Evaluación:
¿la ciencia va
bastante lejos?
Los métodos clásicos
de evaluación de los riesgos se interesan más en
la probabilidad de un
acontecimiento nefasto y
en medir las consecuencias cuantitativas. Los
profanos se interesan
más en la naturaleza de
las consecuencias que en
su probabilidad. El proceso científico fomenta
estudios en un sector
limitado, al contrario que
los estudios que integran
un mayor número de
dimensiones, incluyendo
las interacciones entre
ellas y las consecuencias
a largo plazo. Por ejemplo, no se conocen demasiado bien los eventuales
efectos a largo plazo del
consumo de alimentos
procedentes de los OGM.
Para ponerlos de manifiesto, solo las pruebas
largas, por ejemplo la de
90 días para la rata, son
eficaces. Pero los procedimientos de evolución
no mencionan estas pruebas más que de forma
excepcional.
La evaluación de los riesgos. El protocolo de bioseguridad de
enero del año 2000, sustentado sobre los intercambios transfronterizos
de organismos vivos modificados (OVM) > ficha 3 recomienda una evaluación de los riesgos en seis etapas: identificar todas las nuevas carac terísticas de los OVM que puedan conllevar efectos desfavorables, evaluar la probabilidad de que sobrevengan estos efectos desfavorables,
valorar las consecuencias que tendrían estos efectos desfavorables si
sobreviniesen, tener en cuenta el riesgo global presentado por los OVM,
indicar si los riesgos son aceptables o controlables, pedir un complemento de información o la puesta a punto de estrategias apropiadas de
gestión de los riesgos ya que existen incertidumbres en cuanto a la gravedad de estos.
Hacia una armonización internacional. En la Unión Europea
(UE), no es posible comercializar los OGM sin que previamente no
hayan recibido una autorización acordada después de una evaluación
científica de los riesgos potenciales para la salud y/o el medio ambiente
> ficha 4. Pero los diferentes cuadros de análisis que han sido utilizados en
varios Es tados miembros de la UE han dado lugar a evaluaciones diferentes y consecuentemente a conflictos políticos en el seno de la Unión.
En Francia, por ejemplo, la evaluación de los OGM comporta dos etapas: la Comisión de Ingeniería Biomolecular caracteriza y evalúa los
riesgos antes de la salida al mercado, luego el Comité de Biovigilancia
asegura un seguimiento de los cultivos de plantas transgénicas en el
tiempo. Este concepto de biovigilancia, que cor responde a la aplicación
del principio de precaución > ficha 5 , se extiende en Europa, pero permanece ignorado en Estados Unidos, Argentina, Brasil o China.
En Japón, cuando una planta ha sido modificada se practican ensayos
a pequeña escala en campos aislados, seguidos de cultivos durante al
menos una generación en condiciones de pleno cultivo de los campos.
Estas últimas pruebas no son requeridas en muchos otros países. Algunas personas ven una voluntad pública de ganar el consentimiento de los
ciudadanos para imponer los OGM en Japón.
La manera en que los riesgos ligados a la utilización de OGM pueden
concretarse, su grado de probabilidad, sus consecuencias, las precauciones que deben tomarse, pueden traducirse, algunas veces, de manera
específica. Así, el estudio de las consecuencias de su diseminación en el
medio ambiente deberá tener en cuenta la riqueza
de la biodiversidad tropical y el ritmo particular de
su evolución. En un informe conjunto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud estiman que la evaluación de los
riesgos de los alimentos genéticamente modificados requiere un análisis integrado caso por caso. Si .
bien el concepto de equivalencia en sustancia no
se cuestiona, no basta para realizar un análisis
completo de los riesgos potenciales: se trata igualmente de detectar y evaluar los efectos indeseables
y analizar los eventuales cambios de régimen alimentario sobre la salud de los consumidores. La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) ha creado un grupo de
estudio para alentar una armonización internacioPara un
nal de los procedimientos de evaluación de la
etiquetado
inocuidad de los productos que son resultado de
fiable, los
productos OGM
las biotecnologías modernas.
deben ser
identificados
a lo largo de
la cadena
agroalimentaria.
2
La equivalencia
en sustancia
El principio de equivalencia en sustancia, definido por la Organización
para la Cooperación y el
Desarrollo Económico
(OCDE) en 1993, se basa
en la idea de que los productos alimenticios que
han realizado la prueba
de su inocuidad pueden
servir de referencia. La
comparación entre esta
referencia y un alimento
transgénico permite determinar si hay equivalencia o no en sustancia.
Si se demuestra la equivalencia —por ejemplo
cuando el transgén no se
expresa en las partes
comestibles de la planta— no se exige ninguna
verificación de salubridad. Pero la mayor parte
del tiempo, los productos
del transgén están presentes en el alimento: no
hay más equivalencia. El
consignatario
debe
entonces demostrar la
salubridad del nuevo alimento.
Pero los métodos toxicológicos son a menudo
inadecuados para los ali mentos que provienen de
OGM: tienen pocas posibilidades de descubrir
metabolismos tóxicos
que se acumularían si,
por ejemplo, el material
transgénico introducido
interrumpiera una vía
metabólica. Además, el
principio de equivalencia
sustancial ha desaparecido en Francia, donde se
considera a priori que los
alimentos basados en
OGM no son sustancialmente equivalentes a los
alimentos clásicos y
entonces es necesario
demostrar su inocuidad.
2.a
¿Cuáles son los riesgos?
Riesgos potenciales o probados: los OGM, polémicos
Para el medio ambiente
1/ El flujo de genes
Cruzamiento entre la planta cultivada transgénica y variedades no transgénicas o especies salvajes emparentadas
(problema en el caso de una transmisión de resistencia a
los herbicidas: dificultades para liberarse de malas hierbas que han adquirido esta resistencia).
riesgo probado
2/ Traspaso a la flora
microbiana del suelo
Paso del transgén de una planta a otra por
mediación de un microorganismo del suelo que vive
en asociación con diferentes especies vegetales.
riesgo potencial
3/ Aparición
de resistencias
a los insecticidas
Las plantas transgénicas resistentes
a los insectos devastadores producen toxinas
a lo largo de su vida ➔ aumento de la presión sobre
las plagas ➔ selección de insectos resistentes.
riesgo probado
4/ Aparición de
resistencias a
los herbicidas
Los cultivos de plantas transgénicas resistentes
a los herbicidas generalizan el uso de herbicidas
totales ➔ selección de malas hierbas resistentes.
riesgo potencial
5/ Efectos sobre la biodiversidad
Desequilibrios en los ecosistemas por introducción de nuevos
genes que no hubieran aparecido de otra manera.
riesgo probado
Para la salud
1/ Traspaso de la resistencia
a los antibióticos
La presencia de genes marcadores de resistencia a los antibióticos
en las plantas transgénicas hace temer su traspaso eventual a la
microflora del tubo digestivo de los consumidores
humanos y animales.
riesgo potencial
2/ Alergias
El transgén introducido en un organismo puede modificar
su metabolismo, y causar por ejemplo una acumulación
de sustancias alergénicas, incluso tóxicas.
riesgo potencial
¿Cuáles son los riesgos?
¿Cómo detectar los OGM?
1 Identificar la cadena
Técnicas empíricas de observación y de declaración de la presencia de productos OGM en las diferentes fases del proceso de producción y de distribución.
Ventajas: no necesita laboratorios de investigación.
Inconvenientes: la cadena OGM no ha sido reconocida aún como tal; el etiquetado no es aún obligatorio en numerosos países.
2 Detectar la proteína, producto del transgén
Inmunodetección
Poner en presencia de la proteína buscada un anticuerpo fluorescente, orientado
contra esta proteína. Si la proteína transgénica se encuentra en la muestra escogida, el anticuerpo se fijará encima. Entonces la detectaremos por fluorescencia.
Ventajas: es poco costoso (cerca de 46 ); fácil de realizar.
Inconvenientes: las proteínas son detectables únicamente en
productos poco o nada transformados; la modificación genética
no conduce siempre a la síntesis de una proteína nueva (se puede
tratar por el contrario de disminuir o suprimir una proteína inicialmente presente); no permite la identificación de plantas transgénicas fuentes del alimento; no mide el contenido de OGM (solo su
presencia o su ausencia).
3 Detectar el ADN transformado
Técnica de PCR (reacción de polimerización en cadena)
La ausencia
de normas
internacionales
de detección
e identificación de
OGM ha conducido
a los laboratorios a
desarrollar métodos
no siempre
comparables
entre ellos.
Para detectar el ADN, primero se ha de extraer y luego amplificarlo con la finalidad
de obtener una cantidad mensurable. El pedazo de ADN modificado es reconocido por
un "cebo" (pequeños fragmentos de ADN específicos del gen buscado). La selección
de "cebos" se revela como un elemento esencial en la especificación de los resultados
de la prueba: presencia de un OGM sin ninguna otra precisión, determinación del tipo
de construcción genética presente, etcétera. Para verificar con certeza la presencia de
un OGM no autorizado, es necesario conocer previamente sus características y disponer de "cebos" específicos. Esto no es posible en la actualidad.
Ventajas: el ADN es detectable en los alimentos; permite cuantificar
el contenido de OGM en los alimentos analizados.
Inconvenientes: necesidad de conocer las secuencias de los transgenes que intentamos encontrar o detectar (ahora bien, o no están
disponibles o son guardadas confidencialmente por las firmas); es
caro (hasta 460 ); no demasiado rápido.
2.b
¿Cuáles son los riesgos?
2.c
Foco de desarrollo
En el este, novedades para prevenir los riesgos
l Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUE) ha divulgado en los
países de la Europa central y oriental
(PECO) "un proyecto plurianual de
desarrollo de las capacidades y de cooperación regional para la seguridad en el
uso de las biotecnologías". Este programa se encarga de coordinar la elaboración de cuadros legislativos nacionales
para la bioseguridad y recibe el soporte
del Ministerio de Medio Ambiente
holandés, que aspira a dotar a los países
candidatos a la integración en la Unión
Europea de una legislación nacional
conforme con la directiva europea y los
acuerdos internacionales como el protocolo de bioseguridad > ficha 3.
Los marcos legislativos nacionales
sobre bioseguridad que tratan de proteger la salud humana y el medio
ambiente frente al desarrollo de las
E
biotecnologías, y los OGM en particular, varían de un país a otro, en función
de las especifidades y prioridades nacionales. De todas formas, comparten una
base común: un marco de regulación,
un sistema administrativo para la puesta
en marcha, un mecanismo de toma de
decisiones que incluye la evaluación de
los riesgos y un sistema de información
para el público en general.
Los PECO se encuentran en estadios
diferentes de puesta a punto de su marco
legislativo. En Eslovaquia y en Bulgaria
por ejemplo, los proyectos de ley, sometidos a la aprobación del Gobierno y del
Parlamento, están en proceso de elaboración para regular la diseminación de
OGM y su lugar en los intercambios
comerciales. En Rumania, en Hungría y
en la República Checa, se han elaborado
ya textos de ley. En Rumania, una ordenanza gubernamental, "obtener, probar,
utilizar y comercializar los OGM", se
adoptó en enero del año 2000. El objetivo es prevenir y eliminar los riesgos
sobre la salud humana, la diversidad
biológica, el equilibrio de los ecosistemas y la calidad del medio ambiente. La
puesta en marcha de esta ordenanza está
garantizada por la Comisión Nacional
de Bioseguridad (CNB). En Hungría, el
Acta sobre la tecnología genética, que
entró en vigor en 1999, trata de regular
la diseminación, la comercialización y
los intercambios de OGM. En la República Checa, el Parlamento adoptó, en el
mes de mayo del año 2000, un acta de
ley sobre el uso de OGM que entrará en
vigor en 2001. Una comisión sobre la
utilización de OGM compuesta por
autoridades administrativas, científicos y
organismos no gubernamentales se
habilitará para aconsejar al Ministerio de
Medio Ambiente.
Entrevista
Lilian Auberson-Huang
Responsable de proyectos científicos en la Agencia para la bioseguridad y la evaluación de impactos de las biotecnologías (Suiza)
¿Existe una definición de riesgo
que sea universal?
Lilian Auberson: Todas las definiciones de riesgo tienen en cuenta las
nociones de probabilidad y de error. La
definición técnica de riesgo es la probabilidad de que el error se produzca,
multiplicada por el alcance del error, si
se produce. Cuando existe un consenso general sobre la integración del
error en el concepto de riesgo, no
puede haber ninguna definición universal sobre lo que constituye un riesgo
y sobre el nivel de aceptación de sus
consecuencias. Cada individuo, cada
sociedad, define su nivel de tolerancia,
sobre la base del conocimiento, la
confianza y los valores. Teniendo en
cuenta esto, es impor tante que las discusiones riesgos/beneficios ligadas al
desarrollo de nuevas tecnologías tengan en cuenta la dignidad humana, el
medio ambiente y la salud.
¿Comparada con otras tecnologías
nuevas, la evaluación de los riesgos
ligados a los OGM es especial?
L. A.: En relación con los OGM, la
evaluación de los riesgos retiene especialmente la atención del público. La
gente se muestra curiosa pero al
mismo tiempo prudente respecto a los
"nuevos alimentos" propuestos. Este
interés del publico en general ha
contribuido a ampliar el abanico de
criterios de evaluación de los riesgos,
para tener en cuenta aspectos no solamente biológicos y ecológicos, sino
también económicos, políticos y
socioculturales. De todas formas, cada
país conserva su propia aproximación
de evaluación de los OGM, ya que los
factores sociales y medioambientales
varían mucho de un país a otro. Por lo
tanto, los métodos científicos ocupan
un papel fundamental para informar
sobre el proceso de toma de decisiones.
¿Por qué el paradigma clásico de
evaluación de riesgos no es válido
para los OGM?
L. A.: El paradigma clásico o "tecnocrático" es válido para evaluar los componentes o los organismos intrínseca mente peligrosos. La evaluación de
riesgos por procedimientos químicos o
de microbiología en medios confinados reconoce la presencia de propiedades peligrosas intrínsecas (toxicidad,
carácter cancerígeno o patógeno), después utiliza los datos del análisis de
exposición para cuantificar el nivel
global de riesgo. Las plantas transgénicas que han sido autorizadas para el
cultivo y para el consumo humano no
han seguido este esquema de evaluación en la medida en que estas plantas
no son intrínsecamente peligrosas y
que los objetivos de protección aún
deben de elaborarse en el seno de la
sociedad. La evaluación de riesgos
tiene por objetivo comprender el
alcance de los impactos que podrían
resultar de la interacción del transgén
con el medio ambiente, como el flujo
de genes hacia plantas salvajes emparentadas.
3
Una batalla económica
Los riesgos económicos ligados al desarrollo
de OGM son fuertes. La dependencia de
los agricultores es ciertamente el riesgo más
temible, en todo caso el más comprometido.
La soja
en cabeza
La soja es una especie
de primera importancia
en el ámbito mundial:
principal producto oleaginoso (el 29 % del consumo mundial de aceite),
domina también el abastecimiento mundial de
harinas proteínicas para
la alimentación animal (el
62 % del consumo total).
Esta es la razón por la
que la soja es principalmente la primera planta
OGM cultivada en el
mundo (el 54 % de las
superficies en 1999), por
delante del maíz, la colza
y el algodón. En Estados
Unidos, antes de salir al
mercado la soja Roundup
Ready (RR), resistente al
herbicida Roundup, el
precio medio de un saco
de simientes de soja era
del orden de 12,5 $, y el
seleccionador obtenía en
general 0,75 $ de regalías. Las semillas de soja
RR hicieron aumentar el
precio del saco aproximadamente 7 $. De este
aumento, cerca de 5 $ se
reservan a Monsanto por
gastos de licencia, y el
productor de semillas aumenta su margen de 1 a 2
$. Este ejemplo muestra
el interés económico de
los actores y explica la
difusión rápida del producto (el 35 % del mercado
norteamericano
después de tres años de
comercialización).
El
ejemplo de la soja es hoy
en día citado como el
más interesante económicamente.
¿Dónde se realiza el cultivo de OGM? En el periodo 19861995, se han realizado más de 3.500 pruebas en el campo de las plantas
transgénicas, en 34 países diferentes, sobre al menos 56 plantas: el 91 %
de ellas en los países industrializados y solamente un 9 % en los países en
desarrollo, principalmente en América latina y en China. En África solo
se ha realizado un 0,7 % de las pruebas, prácticamente todas en Sudáfrica.
El cultivo de OGM en el mundo ha cubierto en 1999 cerca de 40 millones de hectáreas (+ 44 % con relación a 1998) distribuidas en doce
países > ficha 3.a . Supone el equivalente de las superficies de cereales en
la Europa de los Quince. Estados Unidos produce él solo el 72 % del
total: la mitad de su soja y su algodón y un tercio de su maíz son transgénicos. Le siguen Argentina (el 90 % de su soja es transgénica), Canadá
(el 60 % de su colza es transgénica), China, Australia y Suráfrica. México, España, Francia, Portugal, Rumania y Ucrania cuentan conjuntamente con menos de un 1 % de las superficies mundiales cultivadas con
OGM.
La Federación Internacional de Semillas (FIS) prevé un asentamiento
del alza de las superficies cultivadas, con 45 millones de hectáreas en
2000. El asentamiento será notable en Es tados Unidos, en Canadá y en
Argentina, teniendo en cuenta la ya fuerte adopción de plantas transgénicas para los principales cultivos. Solo China debería aumentar considerablemente sus superficies, mientras que India y Brasil podrían entrar,
oficialmente, en el club de los países productores de OGM.
Una industria concentrada. El desarrollo de la agricultura transgénica engloba tres sectores: la industria de semillas, la agroquímica
(herbicidas, insecticidas, etcétera) y la genómica. El sector de las
simientes ha estado, durante mucho tiempo, débilmente concentrado.
La comercialización de plantas transgénicas a partir de 1994 ha cambiado
la situación. En 1993, el 70 % de las patentes importantes en biotecnologías vegetales estaba en manos de grupos agroquímicos o
de pequeñas empresas de biotecnologías sin activos semilleros.
Para luchar contra sus competidores, las empresas de agroquímica, igualmente implicadas en el sector de la salud, se han propuesto controlar las pequeñas sociedades de biotecnologías innovadoras para poder registrar las patentes más amplias posibles. A la
vez, estas grandes firmas maniobran para controlar la comercialización de sus productos. La adquisición o la participación en las
empresas semilleras permite garantizar la salida al mercado de los
nuevos cultivos transgénicos. El precio excepcionalmente elevado
de las adquisiciones de las sociedades de biotecnologías o de
empresas semilleras refleja claramente el juego estratégico: se trata
de que los nuevos propietarios se pongan en una situación de
fuerza en el mercado de plantas transgénicas.
Los costes gigantescos en investigación y desarrollo favorecen la
concentración de grandes empresas, confinadas en los sectores de
la ag ricultura, de la salud y de la nutrición, para crear un nuevo
dominio: "las ciencias de la vida".
Hacia el sur
Si los cultivos de OGM
se concentran en los
países industrializados (el
82% de las superficies en
1999), estos no cesan de
aumentar en los países en
vías de desarrollo: + 61%
entre 1998 y 1999. Y según ciertas estimaciones,
en el año 2002 se cultivarán más OGM en el sur
que en el norte.
Con la saturación de
los mercados en el norte,
los gigantes de la industria agroquímica buscan
poder desplegar sus unidades de producción
hacia el sur, mercado en
plena expansión, sobre
todo dominado por productos pesticidas menos
lucrativos para los que
las patentes han vencido.
Estos productos genéricos representan el 53%
del mercado mundial (el
70% en 2005).
Las cuatro
primeras firmas
agroquímicas
controlan el 100%
del mercado
de los OGM
Una batalla económica
La renta
Roundup
El imperio Monsanto
reposa sobre un pilar
químico, el glifosato. Comercializado desde hace
25 años, principalmente
bajo la denominación
Roundup, es el herbicida
más vendido al mundo.
Reportó a la sociedad en
1996 más de mil millones
de dólares y genera un
crecimiento regular año
tras año. Al vender plantas transgénicas resistentes al Roundup (soja,
colza y maíz), la firma se
asegura un porvenir confortable. Estas plantas
Roundup Ready permiten
a los agricultores utilizar
herbicidas sin seguir una
verdadera estrategia, en
todas las fases del cultivo. Están en proyecto
remolacha azucarera, patatas y, sobre todo, trigo
resistente al Roundup
para el año 2002.
La patente poseída por
Monsanto sobre el Roundup venció en el año
2000. Otras sociedades
pueden entonces producir herbicidas basados
en el glifosato, pero bajo
otro nombre. Esto no
inquieta particularmente
a Monsanto: cuanto más
se desarrollen estos herbicidas en el mundo,
más podrá la firma vender sus simientes transgénicas resistentes al
glifosato, ya que Monsanto posee las patentes
de producción…
Cambio de estrategia. El crecimiento a media asta de la industria
agroquímica, principalmente en Europa occidental, primer mercado mundial, parece acelerar un cambio de estrategia. Apenas erigidos en especialistas de las "ciencias de la vida", estos gigantes se interrogan sobre el interés de
reagrupar, alrededor de la salud humana, actividades de salud vegetal. La
crisis de confianza del público, relevada por la de los organismos financieros (el Deutsche Bank publicó un informe muy crítico sobre los OGM en
1999) no soluciona nada: las firmas prefieren dividir sus sectores agrícola y
farmacéutico, para que este último no sufra la reputación "aleatoria" de los
OGM. También, las firmas AstraZeneca y Novartis han fusionado sus actividades agroquímicas para crear un polo independiente, Syngenta.
.
Del mismo modo, con su aproximación a Pharmacia & Upjohn, Monsanto traspasa sus actividades farmacéuticas al nuevo grupo Pharmacia Corporation y continúa con su nombre las actividades agrícolas. DuPont anuncia otra vía susceptible de satisfacer a accionistas y financieros; esta firma
prevé la emisión de acciones diferenciadas para estas dos actividades, sin
necesidad de dividir el grupo.
¿Cuáles son los beneficios para el agricultor? Para los agricultores el balance económico de la adopción de variedades transgénicas
solo puede medirse a largo plazo y dependerá de sus propias condiciones de
explotación. Este balance está sujeto a un gran número de imprevistos: precio de las semillas, coste de una cadena separada, reacción de los consumidores, etc.etc.
Teóricamente, en el caso de las plantas transgénicas resistentes a los
insectos, el interés de los agricultores se apoya a la vez en la economía de
los insecticidas para un rendimiento equivalente y en el tiempo ganado por
la reducción del número de visitas a los terrenos. Para las variedades resistentes a un herbicida, la principal ventaja es facilitar la lucha contra las malas
hierbas por la aplicación de un solo herbicida después de la germinación.
Pero la gestión de los cultivos de plantas transgénicas puede resultar delicada: problema de contaminación de los terrenos cercanos, establecimiento
de zonas refugio > ficha 2, recurrir eventualmente a insecticidas químicos en
caso de contaminación "inhabitual", etcétera.
Más allá de un simple balance contable, los agricultores pueden temer,
aunque no quieran, verse integrados en una cadena. Riesgo que puede
reforzarse debido a la llegada de nuevas plantas transgénicas destinadas, ante
todo, a satisfacer las exigencias específicas de los transformadores (por
ejemplo, una colza enriquecida con uno u otro ácido graso). Podríamos
entonces ver acentuarse el modelo de un agricultor bajo contrato con una
firma que le abastecería de simientes, de productos de tratamiento, de un
pliego de condiciones de cultivo y que adquiriría su producción.
¿Quién saca provecho de la investigación? En la batalla para
controlar las patentes más amplias, las firmas privadas desarrollan relaciones
lo más estrechas posible con las instituciones de investigación pública.
En Estados Unidos, lo esencial de la investigación se hace en el sector
privado (el 85 %), y las universidades muestran interés en llevar a cabo
colaboraciones con los industriales. Por ejemplo, la Universidad de Berkeley ha firmado un acuerdo de colaboración con la firma Novartis, única
por su importancia (50 millones de dólares) y su carácter exclusivo: Novartis subvenciona directamente todo el departamento de investigación (y no
a algunos investigadores de proyectos definidos) y, a cambio, explota prioritariamente toda innovación resultante de la colaboración.
En Francia, el consorcio Génoplante agrupa firmas productoras de
semillas privadas e institutos públicos de investigación. Financiado en un
70 % por fondos públicos, este consorcio tiene como objetivo "adquirir una
cartera competitiva de patentes" en el dominio de las biotecnologías vegetales.
En los países en desarrollo, Monsanto se asocia a institutos de investigación pública: en Brasil con el Instituto agronómico de Campinas para el
café y la caña de azúcar transgénicos, o en Kenia con el Kenya Agricultural Research Institute para llevar a cabo pruebas sobre una patata dulce
resistente a los virus.
Syngenta:
líder del
"agronegocio"
Para diluir los costes de
investigación y compartir
el mercado de patentes, la
concentración se acelera
en el sector agroquímico.
En 1998, la empresa alemana Hoechst y la francesa Rhône-Poulenc constituyen Aventis; la inglesa
Zeneca y la sueca Astra
forman AstraZeneca. En
1999, DuPont compra
nuevamente Pioner HiBred, primer productor de
semillas del mundo. Entre
1996 y 1998, Monsanto
invirtió ocho mil millones
de dólares en adquisiciones de productores de
semillas y de empresas de
biotecnologías. En el año
2000, las divisiones de
agricultura de las firmas
Novartis (Suiza) y AstraZeneca estaban en un proceso de fusión que dará
lugar al nacimiento de
Syngenta, que, con un
volumen de negocios acumulado de ocho mil millones de dólares en 1998,
se convertirá en el primer
grupo mundial especializado en el "agronegocio".
Estos movimientos posibilitan el riesgo de abusos de posición monopolista: las cuatro primeras
firmas agroquímicas (el
100 % del mercado de los
OGM, tres mil millones de
dólares en el 2000) cuentan igualmente con un 60
% del mercado de los
pesticidas y con un 23 %
del mercado semillero
> ficha 3.c.
Para 1999, se
estimaron en:
. 40 millones de
hectáreas, las superficies cultivadas con plantas
transgénicas en
el mundo;
. dos mil doscientos millones
de dólares, los
beneficios obtenidos
por las ventas de simientes transgénicas;
. 2.200, el número de
patentes existentes
sobre las biotecnologías vegetales.
3
Veinte años de
patentes sobre
el ser vivo
En los países en
vías de desarrollo,
del 80 al 90 %
de la producción
de semillas es
asegurado por los
campesinos, que
vuelven a sembrar
cada año una parte
de su cosecha.
"Terminator":
el árbol que
esconde
al bosque
La patente "Terminator" fue obtenida conjuntamente por el Ministerio
de Agricultura estadounidense y la empresa Delta
& Pine Land, de la cual
después Monsanto tomó
el control: describe una
construcción genética que
permite producir plantas
transgénicas donde los
granos se han vuelto estériles. Los agricultores
deberán pues volver a
comprar nuevas simientes
cada año. Ante la protesta
general, Monsanto anunció en octubre de 1999
que renunciaba a comercializar esta tecnología.
Pero nuevas tecnologías se encuentran ya en
estudio. Un consorcio de
industriales se ha agrupado para desarrollar los
GURT (Genetic Use Restriction Technology): la
expresión del carácter
particular de la planta
transgénica es inducida
únicamente bajo el impulso de un estímulo. Por
ejemplo, el carácter de
resistencia a los insectos
no se desencadenará en
la planta transgénica
hasta que esta sea pulverizada con un tratamiento químico.
¿Quién administra la propiedad intelectual?
Pa ra
cobrar los dividendos de su actividad de investigación y proteger su
invención, la persona que obtiene una planta transgénica debe
poseer un derecho de propiedad intelectual sobre las tecnologías .
desplegadas y sobre la información genética tra n s fe rida. La semilla
t ra n s génica puede ser patentada o cubierta por un certificado de
obtención vegetal > ficha 4.
El acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual que afectan al comercio (ADPIC), que entró en vigor en
1995 y al cual se han sometido los 138 Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), establece las normas internacionales mínimas de protección de la propiedad intelectual.
El ADPIC hace extensible la patente tanto a la protección de
m i c ro o rganismos como a la producción de plantas o animales. Si,
según este acuerdo, los países tienen derecho a excluir del campo de
las patentes las plantas y los animales –los que no sean microorganismos–, tienen la obligación de proteger las variedades vegetales por
p a te n tes o por un sistema sui géneris (sistema de derecho propio del
país que lo def ine).
Protestas sobre las patentes. Una patente es atribuida
según tres fundamentos: la invención debe ser nueva, constituir un
factor de innovación y ser aplicable en el ámbito industrial. Constituye un monopolio te mp o ral de explotación (de 17 a 20 años), que
da a su titular el derecho a ser el único en fabricar y comercializar su
invención.
En el campo de las biotecnologías vegetales, la tendencia es reivindicar criterios que cubran categorías amplias de plantas transgénicas. Por ejemplo, una patente que cubra toda la soja genéticamente
modif icada. Las patentes llegan igualmente a los procesos de transformación: la sociedad americana Mycogen también ha obtenido en
Europa una patente que cubre la inserción de "todo gen insecticida
en todas las plantas".
Se cree hoy en día que las cinco primeras f irmas agroquímicas
poseen el 30 % de las patentes expedidas sobre las biotecnologías
agrícolas. Una proporción que se acercaría al 50 % si se tuviera en
cuenta los acuerdos exclusivos de licencias que estas compañías f irman con diversas instituciones de inve st i ga c i ó n .
En 1980, como consecuencia de una ruda batalla jurídica, el Tribunal
Supremo norteamericano
tomó la decisión de que
una bacteria genéticamente modificada podía
ser patentada. Era el
inicio de una nueva era en
la que los organismos
vivos podían ser patentados. En 1985, la Oficina
americana de Patentes
autorizó el depósito de
patentes para las plantas
transgénicas, las semillas
y los tejidos vegetales. En
1987, también en Estados
Unidos, una rata transgénica fue patentada.
En su texto fundador,
la Oficina Europea de
Patentes (OEP) estipula
que las patentes no pueden ser concedidas para
variedades de plantas o
razas de animales. Sin
embargo, la OEP ya ha
otorgado, además de la
patente de la rata transgénica, un cierto número
de patentes sobre algunas plantas transgénicas.
En 1998, después de diez
años de negociaciones, el
Parlamento europeo votó
la directiva sobre "la protección jurídica de las
invenciones biotecnológicas". Confusa y contradictoria con la mayoría de
las legislaciones nacionales, esta directiva permite principalmente patentar el procedimiento
de modificación genética
de las plantas así como el
de las plantas resultantes. Pero su entrada en
vigor se retrasará: Italia,
Holanda y Noruega han
presentado un recurso de
anulación contra esta
directiva ante el Tribunal
Europeo de Justicia.
3
Una batalla económica
¿Hacia el fin de un derecho? Los agricultores perpetúan una
práctica: conservan una parte de la recolección para sembrarla al año
siguiente. Antes de la puesta a punto de la tecnología "Terminator", que
permite volver estériles los granos descendientes de plantas transgénicas,
la generalización de simientes híbridas de maíz constituyó un precedente: el rendimiento de la segunda generación de un híbrido es muy
arriesgado, los agricultores se ven entonces obligados a comprar semillas
cada año. Pero aún no ha llegado el momento de realizar variedades
híbridas de plantas autopolinizadas como el algodón o el trigo. Además,
hablamos de vigor híbrido cuando la esterilización de plantas transgénicas por la tecnología "Terminator" no aporta ninguna ventaja agrónoma.
El sistema de patentes ligadas a OGM refuerza la dependencia de los
agricultores con respecto a las grandes firmas productoras de semillas. Se
inscribe perfectamente en la filosofía de las economías industriales,
donde el acento se pone en la protección de las inversiones. La situación
de los países en vías de desarrollo es completamente diferente: del 80 al
90 % de la producción de semillas es asegurado por los campesinos. La
introducción de patentes sobre las simientes corre el riesgo de traspasar
masivamente este control a manos del sector privado, sobre un mercado
potencial estimado de quince mil millones de dólares.
Por un libre
acceso a
los recursos
genéticos
El Compromiso internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO)
sobre los recursos fitogenéticos agrícolas y alimentarios está en vigor
desde 1983. Se basa "en
el principio universal mente aceptado de que
los recursos genéticos
son un patrimonio co mún de la humanidad y
que en consecuencia,
deberían ser accesibles
sin ninguna restricción".
En proceso de nueva
negociación, el Compromiso debe establecer un
sistema multilateral de
acceso y de reparto de
las ventajas que responda a las necesidades
específicas de la agricultura: un banco de genes
que concentrara recursos
agrícolas y alimentarios
sería de acceso libre y se
prohibiría la patentabilidad, a fin de garantizar la
seguridad alimentaria
mundial. La lista exacta
de plantas incluidas en
este banco se encuentra
todavía en proceso de
negociación, al igual que
el mecanismo de redistribución financiera de los
beneficios obtenidos en
los contratos bilaterales.
De la bioprospección a la "biopiratería". Des éclaireurs sont
Algunos exploradores han sido enviados a regiones con fuerte biodiversidad para buscar organismos o plantas económicamente interesantes;
esto es la bioprospección. Generalmente, las modalidades de reparto de
los avances se definen a través de un contrato bilateral entre una firma .
prospectora por una par te (el comprador), y un Estado, una comunidad
local, u otra firma cualquiera (el vendedor). El contrato ofrece derechos
de bioprospección a cambio del pago de un precio global, equivalente a
un derecho de entrada, o de las regalías sobre las innovaciones comercializables, o de los traspasos de tecnología o los programas de cooperación en investigación.
La bioprospección puede convertirse en una forma de "biopiratería",
en la medida en que los recursos naturales locales son transformados
genéticamente en los países industrializados con protección por patente,
sin contrapartida para las poblaciones que han descubierto y mejorado
esta planta. Esto provoca una inquietud tanto más viva cuanto que, a la
larga, las producciones transgénicas podrían sustituir a las producciones
tropicales. Por ejemplo, una colza genéticamente modificada es capaz de
producir un aceite enriquecido en ácido laurico, sustancia normalmente
contenida en los aceites de palma y de copra.
Acceso a los recursos genéticos y reparto de los beneficios. El desarrollo de biotecnologías ha hecho tomar conciencia de que
la biodiversidad constituye una fuente importante de material genético
de interés comercial. Pero los beneficios obtenidos de la inserción de
genes de especies tropicales en plantas adaptadas a un clima templado
plantea la cuestión del derecho de acceso a los recursos genéticos y del
reparto de los beneficios obtenidos de su explotación.
La Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB), firmada por 175
Estados en el día de hoy (pero aún no ratificada por Estados Unidos), y
que entró en vigor en 1993, establece un marco global para la gestión de
la diversidad biológica de la que participan las reservas genéticas. La
CDB estipula que los recursos naturales biológicos serán en lo sucesivo
el objeto de los derechos soberanos de los países que pueden restringir su
acceso y estar asociados en su explotación.
Además, los Estados miembros de la CDB se comprometen a respetar,
preservar y mantener el conocimiento, las innovaciones y las prácticas de
las comunidades locales e indígenas. Pero a pesar de ello los debates actuales
sobre la preservación de la biodiversidad y el reparto de los beneficios
consagra el concepto de "mercantilización" de la naturaleza: esta debe ser
comercializable y por tanto estar sometida a la ley de la rentabilidad.
La quinua
saqueada
La quinua es una
planta originaria del altiplano boliviano y peruano, que representa una
fuente alimenticia importante para los indios sudamericanos. En 1994, dos
investigadores de la Universidad de Colorado en
Estados Unidos obtuvieron una patente sobre
una variedad de quinua
llamada Apelawa. La patente afecta a una característica de esterilidad
masculina que posee la
variedad Apelawa y que
se extiende a todas las
plantas que llevan esta
característica genética. El
interés de esta patente es
que autoriza por ejemplo
la puesta a punto de
variedades transgénicas
que desarrollen este
carácter.
Los titulares de la patente han reconocido que
consiguieron el material
genético de la quinua en
una región del altiplano
próxima al lago Titicaca.
Por lo tanto, la patente
no reconoce su lugar de
origen, ni el mérito que
corresponde a los pueblos del altiplano por
haber cultivado y mejorado la quinua durante
miles de años. Los campesinos de la zona conocían ya muy bien la característica de esterilidad
masculina de esta variedad, de la cual los investigadores de Estados
Unidos son hoy en día
considerados los inventores. Finalmente, la
patente ya no existe, la
fecha de su renovación
ha expirado. Si estuviera
en vigor, los agricultores
del altiplano boliviano
habrían tenido que pagar
un canon para utilizar las
variedades
derivadas
de la Apelawa en sus
exportaciones a Estados
Unidos.
3.b
Una batalla económica
Las ganancias obtenidas por la industria agroquímica
25.000
Los industriales
Firmas
Procedencia
CA 1998
Patentes
miles de millones
de dólares
(% del total
de las patentes
en biotecnologías)
Syngenta (Novartis + AstraZeneca)
en proceso de fusión
Suiza
7
205 (9%)
Aventis
(Rhône-Poulenc + AgrEvo)
Francia
4,7
55 (2%)
BASF +
American Cyanamid
Alemania
4,1
–
Monsanto
Estados Unidos
4
173 (8 %)
DuPont
Estados Unidos
3,1
184 (8 %)
Bayer
Alemania
2,3
–
Las ventas mundiales de plantas transgénicas
Millones de dólares
8.000
3.000
2.200
1.600
670
235
75
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2005
2010
PROYECCIONES
3.c
Una batalla económica
Foco de desarrollo
La preservación de los recursos genéticos: la unión hace la fuerza
os países ricos en biodiversidad se
encuentran algunas veces en posición de debilidad con respecto a
las firmas privadas cuando se trata de
establecer contratos de prospección. En
efecto, los recursos genéticos que se
buscan son muy a menudo disponibles
en numerosos países, lo que permite a
las firmas utilizar el juego de la concurrencia para negociar a la baja los derechos de entrada y las condiciones de
reparto de los beneficios. Para reforzar
el poder de negociación de los países del
sur, algunos sugieren que el conjunto
de países que poseen los mismos tipos
de recursos genéticos (por ejemplo
porque tienen ecosistemas comparables) imponga colectivamente una
tasa única de regalías a todo prospector.
Es la estrategia seguida por la Comunidad andina (Bolivia, Colombia, Ecuador,
L
Venezuela y Perú), que adoptó en septiembre del año 2000 una legislación
común sobre la propiedad intelectual,
compatible con las reglamentaciones de
la Organización Mundial del Comercio
(OMC). Esta ley, que rige principalmente el acceso a los recursos genéticos,
aspira a que sea reconocido el derecho de
las poblaciones locales sobre sus recursos.
Por su parte, la Organización para la
Unidad Africana prepara un marco jurídico modelo, que puede ser adoptado
por los Estados miembros que lo deseen,
para proteger los derechos de los agricultores, de las comunidades locales y de
los obtenedores de semillas. El objetivo
de esta legislación, que se opone a que la
materia viva pueda ser patentado, es asegurar la conservación, la evaluación y la
utilización duradera de los recursos biológicos, incluidos los recursos genéticos
agrícolas. Para asegurar la puesta en marcha de la ley en el ámbito nacional, un
comité de coordinación podría agrupar
a representantes del sector público,
científicos, organizaciones profesionales, organizaciones no gubernamentales y comunidades locales. Este
proyecto de ley se distingue del Pacto
andino en que busca una colaboración
más activa con el sector privado, tanto
para satisfacer a las comunidades locales
como para responder a la demanda
internacional de recursos genéticos.
Resta que este proyecto de ley constituya una adaptación a los reglamentos
actuales de la OMC en materia de propiedad intelectual, aunque estos se
encuentren en curso de revisión, con la
idea principal, defendida por un gran
número de países en vías de desarrollo,
de excluir el campo de la biodiversidad.
Entrevista
Darryl Macer
Profesor de biología en la Universidad de Tsukuba (Japón) [www.biol.tsukuba.ac.jp/~macer/index.html]
¿Cuál es el impacto de las biotecnologías sobre la agricultura mundial?
Darryl Macer: La concurrencia
internacional sobre el mercado de las
materias primas agrícolas es cada vez
más intensa. El desarrollo de las biotecnologías, que debería contribuir a la
mejora de los rendimientos y entonces
aumentar el número de países autosuficientes, no hará más que aumentar
esta tendencia: el mercado de exportaciones agrícolas será cada vez más
tenue, con precios a la baja.
Por otro lado, las biotecnologías permiten elaborar productos de sustitución de numerosas producciones de
países en desarrollo (PED), como el
algodón, el café, el cacao, la vainilla o
el azúcar. La pérdida anual para las
exportaciones de los PED sería de diez
mil millones de dólares. Por último, en
algunos PED, el sector agrícola emplea
más del 80 % de la población activa.
Los cultivos transgénicos, que necesitan menos mano de obra, podrían
entonces perturbar el equilibrio
socioeconómico de estos países.
biotecnologías, pero carecen de capacidades y de fondos suficientes para
explotar plenamente los resultados de
sus investigaciones.
Existe igualmente un déficit en
capacidades de investigación en los
PED…
D. M.: Por definición, las biotecnologías son un dominio de investigación
aplicada, que necesita asimismo investigaciones fundamentales muy costosas
para comprender el funcionamiento de
los or ganismos. Los países industrializados recurren cada vez más a fondos
privados, de modo que las multinacionales de biotecnologías disponen de un
control importante sobre la investigación, y limitan por consiguiente las
posibilidades de traspaso de tecnología
a los PED.
No obstante, países como India o
China han invertido enormemente en
¿El desarrollo de patentes sobre los
organismos vivos no contribuye a
profundizar en las diferencias
entre las capacidades de investigación en biotecnologías?
D. M.: La "secuenciación" completa
de los genomas de numerosos organismos tendrá repercusiones enormes
sobre las patentes en biotecnología.
Puestos a disposición de la comunidad
científica, estos resultados podrían
estimular la investigación de los PED.
Pero de una manera más generalizada,
existe el riesgo de que la patente de
ciertas innovaciones conduzca a situaciones de monopolio y se limite
entonces el traspaso de tecnologías a
los PED.
4
¿Qué reglamentación existe?
Con respecto a la cadena OGM, se están
elaborando acuerdos internacionales; los detalles
reglamentarios se discuten a escala nacional.
Semillas protegidas.
Contratos de
confianza
Para comprar soja
transgénica resistente al
herbicida Roundup de la
firma norteamericana
Monsanto, los agricultores firman un contrato.
Sus motivaciones tienen
esencialmente la esperanza de obtener mejores
rendimientos. Pero el
coste de este contrato no
es despreciable: además
del precio de la semilla,
el agricultor debe pagar
5 dólares por saco de 25
kg en concepto de "tasa
tecnológica". Debe también autorizar a Monsanto a inspeccionar sus
campos de soja. En definitiva, el contrato prohíbe al agricultor cultivar
otras variedades y utilizar otros herbicidas distintos a los autorizados
por Monsanto.
Según el Columbia
Daily Tribune, a un agricultor norteamericano
que tenía un contrato con
Monsanto, acusado de
haber conservado semillas de una temporada a
otra, la firma le presentó
una demanda por valor
de 75.000 dólares en el
año 1998. La política de
control de Monsanto está
fundada sobre la delación, alentada por anuncios en la prensa y con
una imagen bienhechora:
el dinero así ganado
sirve para financiar becas
de estudios.
La convención de la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), creada en 1961, más conocida hoy en día por su forma revisada de 1978, define los certificados de
obtención vegetal (COV) para las variedades que responden a ciertos
criterios (novedad, homogeneidad, estabilidad). Entre los 45 países
miembros de la UPOV, encontramos esencialmente los países de Europa
y América, y Australia.
Los COV aseguran al obtenedor de una nueva variedad, bajo ciertas
condiciones restrictivas, el monopolio de la comercialización para un
periodo determinado. De todos modos, el obtenedor no puede pedir un
canon a un tercero que utilizará su variedad protegida para crear una
nueva (reserva del obtenedor). Además, un agricultor tiene derecho a
volver a sembrar su campo con una variedad protegida sin pagar ningún
canon al obtenedor (privilegio del granjero). Por último, la convención
UPOV de 1998 prevé la interdicción de la doble protección en los países
signatarios: no es posible pedir una patente para un nuevo producto si
puede ser cubierto por un COV.
La revisión de la con vención en 1991 refuerza el derecho del obtenedor al flexibilizar sus restricciones. Muchos PED aún no se han adherido .
a la UPOV. Si desean hacerlo, deberán desde ahora ajustarse a la versión
de 1991.
Semillas patentadas.
El acceso a las semillas puede también ser
regulado por patentes —sometidas a una reglamentación nacional e
internacional— que definen una utilización restrictiva de los materiales
protegidos. En este caso, los agricultores obtienen las semillas del organismo obtenedor y depositario de la patente a través de un contrato bilateral donde las cláusulas están estrictamente definidas. El contrato "1996
Roundup Ready" de la firma Monsanto sobre la soja genéticamente
modificada fue uno de los primeros que se definieron. Fue muy criticado: es una amenaza potencial para el medio ambiente, pero, sobre
todo, atenta contra el derecho fundamental de los granjeros de conservar e intercambiar simientes que procedan de su recolección.
El control del acceso a las semillas genéticamente modificadas por los
obtenedores alcanzó su paroxismo en 1998, con la puesta a punto de una
tecnología genética destinada a volver estériles las simientes resultantes
de plantas genéticamente modificadas: "Terminator" > ficha 3.
Las semillas son
protegidas por
las patentes o
los certificados
de obtención
vegetal.
Trasplante de
arroz en Corea.
Convención
UPOV revisada
La convención de la
Unión para la Protección
de las Obtenciones Vegetales (UPOV) fue revisada
en 1991.
1 ¿Fin del privilegio
del granjero? Cada Estado es libre de reconocer o
no el derecho de los agricultores a volver a sembrar sus campos con una
variedad
protegida.
Ahora bien, en muchos
países en desarrollo,
principalmente en África,
la selección y la distribución de semillas está
garantizada por las comunidades tradicionales
más que por el sector privado. Si bien la revisión
de la UPOV vuelve a los
Estados más libres, amenaza la selección local,
incluso la seguridad alimentaria de estos países.
2 El certificado de
obtención vegetal (COV)
se asemeja a la patente:
un obtenedor no podrá
comercializar una variedad "esencialmente deri vada" de otra sin la autorización del obtenedor de
la primera variedad. Si
bien el COV no protege
un hallazgo, refuerza el
poder de los industriales.
3 Se hace posible
acumular COV y patente.
¿Qué reglamentación existe?
¿Más precaución en Europa?
La directiva europea
90/220 fue adoptada
cuando aún los OGM estaban en su fase inicial.
Frente a los riesgos
potenciales y al aumento
de las reivindicaciones
de los movimientos ciudadanos, los Estados
miembros adoptaron en
junio de 1999 una moratoria que suspendía las
autorizaciones de los cultivos de OGM hasta que
entrara en funcionamiento una nueva reglamentación. En abril de
2000 el Parlamento Europeo adoptó un texto que
autorizaba el cultivo de
OGM con una serie de
precauciones reforzadas
en función de los riesgos
medioambientales. La
nueva directiva instaura
un sistema de biovigilancia que limita a diez años
la duración de las autorizaciones y que impone el
etiquetado en todas las
fases de la comercialización.
Los opositores a los
OGM (el partido socialista europeo y los Verdes) se sienten engañados por el rechazo de una
enmienda que imponía a
las firmas productoras de
OGM, y no a los agricultores, la asunción de la
responsabilidad civil por
todo daño causado a la
salud humana o al medio
ambiente. Critican igualmente la prolongación
hasta el 2005 de la autorización de OGM portadores de un gen resistente a los antibióticos
> ficha 1.a. Antes de aplicarse, la nueva directiva
debe ser avalada por el
comité de conciliación,
que reúne a representantes del Parlamento
Europeo y del Consejo de
ministros.
¿Cómo pasan las semillas las fronteras?
La comercialización de semillas transgénicas se encuentra sometida a la reglamentación
internacional definida para todos los organismos vivos modificados
(OVM): el protocolo de bioseguridad adoptado en Montreal en enero
del año 2000 en el marco de la Convención sobre la diversidad biológica
> ficha 3. Los puntos centrales del protocolo de bioseguridad se refieren a
los movimientos transfronterizos de OVM.
. El principio de precaución reconoce la legitimidad de una interdicción
de importación de semillas transgénicas en situación de incertidumbre
científica, pero condiciona las medidas adoptadas a una evaluación de los
riesgos.
. Los procedimientos de consentimiento previamente informado exigen que la parte importadora sea informada y dé su acuerdo o desacuerdo antes del primer transporte de mercancías.
. La "trazabilidad" —proceso que permite encontrar el origen de un
producto y de seguirlo a lo largo de su vida (producción, transformación,
comercialización)— y el etiquetado no están completamente determinados para todos los OVM. Si bien las semillas o las plantas destinadas a
ser dispersadas han de ser identificadas de forma precisa, los cargamentos de materias primas para la alimentación humana y animal no se benefician del mismo tratamiento.
. La articulación del protocolo de bioseguridad con las reglas del comercio internacional no es clara: la prohibición de importaciones de OVM
en nombre del principio de precaución puede ser percibida como una
barrera comercial no arancelaria, contraria a las reglas de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) > ficha 5.
En mayo del año 2000, 67 países firmaron el protocolo que entrará en
vigor 90 días después de que el quincuagésimo país lo haya ratificado,
aproximadamente en el año 2002.
La salida al mercado en el territorio nacional. Las autorizaciones de creación, experimentación y salida al mercado de los OGM
no pueden expedirse sin haber recibido la opinión favorable de las comisiones encargadas de evaluar los riesgos, OGM por OGM > ficha 2.
Los procedimientos de autorización, sean internacionales o nacionales,
no regulan el problema excesivamente complejo de la responsabilidad
civil y administrativa de los actores frente a la diseminación voluntaria o
involuntaria de los OGM en el medio ambiente.
Unión Europea: lógica de precaución.
En la Unión Europea
(UE), la directiva 90/220, renegociada en el año 2000, tiene por objetivo
armonizar los procesos de evaluación y autorización de la diseminación
de los OGM para proteger el medio ambiente y la salud pública. En cada
Estado miembro, una o más comisiones encargadas de valorar los riesgos
En abril de 2000 el
Parlamento Europeo
adoptó un texto de
ley que autorizaba
el cultivo de OGM,
con precauciones
reforzadas.
Tres niveles
reglamentarios.
1
Acuerdos
internacionales
referentes a la
certificación de
simientes, UPOV;
a la circulación de
organismos vivos
modificados
(OVM), protocolo
de bioseguridad, y a la
composición y el etiquetado de los alimentos que contengan
OGM, Codex alimentarius.
2
Legislaciones
nacionales reglamentando a priori (países
de la UE) o controlando
a posteriori (Estados
Unidos) la salida al
mercado de OGM.
3 Normas privadas
regulando el acceso a
las semillas protegidas
por patentes o participando en la creación
de cadenas "sin OGM".
4
Asunto colza:
¿quién tiene
la culpa?
"El asunto colza"
estalló el 17 de mayo de
2000 cuando la prensa
europea reveló que los
granos de colza genéticamente modificados comercializados
por
Advanta Seeds fueron
sembrados sin que nadie
lo supiera en Gran Bretaña (4.500 ha), en Francia (600 ha), en Suecia
(500 ha), en Alemania
(400 ha) y en Luxemburgo
(35 ha), como consecuencia de un error del distribuidor. Los riesgos de
diseminación natural de
la colza genéticamente
modificada existen > ficha
2. Además, por este
motivo, este producto
está prohibido en Francia.
Advanta, que no comercializa colza transgénica,
piensa que sus semillas
fueron fecundadas en cultivos de Canadá por colzas provenientes de campos trangénicos vecinos.
Tras la prueba llevada a
cabo por Advanta, las
simientes fueron retiradas de la comercialización y se advirtió a los
Gobiernos implicados.
La presencia de OGM,
estimada en menos de
un 1 % de los lotes y unánimemente considerada
como inofensiva, de
todas formas ha levantado varias controversias: la información al
público llegó tarde, los
Gobiernos europeos no
encontraron la medida
común relativa a una
eventual recolección y
ninguna persona ha sido
considerada responsable
de la "contaminación".
asociados a los OGM acuerdan la autorización de entrada sobre su territorio de un OGM y determinan las condiciones de manipulación en el
laboratorio y las de experimentación en el medio natural. Los criterios de
las instancias nacionales son transmitidos a la Comisión Europea, que
consulta al conjunto de los Estados miembros y somete los informes a
comités científicos europeos > ficha 2.a. Luxemburgo y Austria son los dos
países de la Unión Europea más intransigentes: los dos han bloqueado el
cultivo de los OGM en su territorio. "El asunto colza" ha revelado la falta
de armonización de las decisiones entre los Estados miembros sobre los
problemas no resueltos por la Comisión Europea: suizos y franceses han
decidido hacer arrasar los campos contaminados. En Alemania, Gran
Bretaña y Luxemburgo, tal acción no ha sido considerada necesaria.
El libro blanco
de los europeos
Estados Unidos: control a posteriori. El marco reglamentario
estadounidense, fundado sobre una lógica de control a posteriori, no permite efectuar una segregación entre las cosechas OGM y las tradicionales.
El Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y de Plantas (APHIS)
reglamenta los intercambios entre los estados, la importación y las pruebas
en cultivo de plantas transgénicas con la finalidad de garantizar la inocuidad medioambiental. La Agencia para la Protección del Medio Ambiente
(EPA) interviene en la aprobación de plantas transgénicas resistentes a las
enfermedades y a los insectos, que son asimiladas a los pesticidas.
Australia: creación de una instancia independiente.
En
Australia, un proyecto de ley global, "Gene Technology Bill 2000", presentado en el Parlamento en abril de 2000, prevé la creación de una
autoridad independiente que establezca un marco para el desarrollo, la
producción y la utilización de los OVM. Esta autoridad informará directamente a los parlamentarios y la autoridad independiente será la única
responsable de sus decisiones. Este proyecto de ley estipula además que
las autorizaciones de trabajo con los OVM no serán expedidas si las
directivas éticas nacionales no son respe tadas.
Una cuestión no definida: la responsabilidad. Es difícil
definir las responsabilidades concernientes a los riesgos ligados a la utilización y a la comercialización de los OGM: el problema es nuevo, los
intereses de los receptores son muy variados, y la intensidad y la frecuencia de las pérdidas no son previsibles. El sistema jurídico se encuentra hoy
en día en la disyuntiva entre la necesidad de protección individual y el
interés general de la sociedad: ¿cómo la responsabilidad civil puede garantizar la reparación de los daños causados a los intereses colectivos, tales
como la protección del medio ambiente y la seguridad de los alimentos?
Para que un individuo se vea jurídicamente obligado a reparar los daños
que ha causado, la legislación sobre la responsabilidad civil exige la prueba
del vínculo entre la causa real del siniestro y las consecuencias perjudiciales.
En el caso de los daños potenciales ligados a los OGM, la causalidad y la
imputabilidad no son evidentes: ¿a quién se debe entonces designar como
responsable? ¿A las empresas que producen y que comercializan los OGM?
¿A los Estados de donde provienen estos OGM? ¿A los agricultores que los
cultivan? ¿Al conjunto de los actores que intervienen en la cadena?
En el caso del "asunto colza" y de la diseminación de semillas genéticamente modificadas en los campos europeos, la cuestión de la responsabilidad no se ha definido. Para el ministro francés de Agricultura, el
principio "el que contamina, paga" es el que debería imponerse y
Advanta debería encargarse de la indemnización de los agricultores afectados por la recolección. El reglamento europeo del 8 de junio del año
2000 anunció que estos agricultores conservarían su prima. Esta excepción refleja la voluntad de la Comisión Europea de no hacer sufrir las
consecuencias financieras de esta situación a los agricultores. Sin
embargo no se considera a Advanta responsable de la presencia de
simientes contaminadas en Europa.
.
En su libro blanco, la
Comisión Europea propone un régimen de responsabilidad medioambiental en el ámbito
comunitario. En este
marco, la responsabilidad se define como el
instrumento mediante el
cual quien ocasiona un
ataque al medio ambiente (el que contamina)
debe pagar para remediar los daños causados:
es el principio "el que
contamina, paga". Este
sistema debería incitar a
las empresas a adoptar
una política preventiva
frente a los riesgos
ambientales > ficha 2.
El sistema comunitario
no será retroactivo;
cubrirá los daños ambientales y los atentados
a la salud de las personas y de la propiedad; la
responsabilidad recaerá
sobre el explotador de la
actividad en el origen de
los perjuicios; tendrá la
obligación de destinar la
compensación abonada
por el que contamina a la
restauración del medio
ambiente; el sistema se
armonizará con las
convenciones internacionales existentes.
¿Qué reglamentación existe?
¿Qué control se ejerce para los productos alimenticios?
Con o sin OGM:
¿quién paga las
etiquetas?
En el caso de autorización para la salida al mercado de OGM, la "trazabilidad" tendrá un coste
que corresponde al de la
creación de una cadena
"OGM" o "no OGM".
¿Quién debe hacerse
cargo de estos costes?
Las reglamentaciones
a favor de un etiquetado
obligatorio para los alimentos "que pueden
contener OGM" —directiva europea 258/97— se
orientan hacia un reparto
de los costes sobre los
actores favorables a los
OGM.
En mayo de 1999 se
creó un consorcio de distribuidores europeos a
iniciativa de Sainsbury y
Marks & Spencer para
instaurar una cadena de
abastecimiento
"sin
OGM", en referencia
principalmente a la soja
brasileña > ficha4.a.
Para los distribuidores, la mención "sin
OGM" es la que corresponde mejor al interés de
una cierta categoría de
consumidores ya que
ello permite escoger con
total conocimiento de
causa, y hace recaer el
coste de esta información
únicamente sobre
los que están
dispuestos a
pagarla.
Los productos que contienen OGM y que se destinan al consumo
humano se encuentran sometidos a normas internacionales (Codex alimentarius) y nacionales de seguridad de los alimentos. La evaluación de los
riesgos por las instancias apropiadas constituye siempre la primera etapa de
la autorización. El etiquetado de productos a partir de OGM no es obligatorio en todos los países. La justificación del etiquetado puede responder a
un objetivo de protección en materia de seguridad y de higiene de los alimentos o a un propósito de información a los consumidores. Estos dos
objetivos no suponen los mismos procesos de control. En el primer caso, la
idea de que la salud es un bien público legitima una reglamentación por
parte de los poderes públicos. En el segundo caso, aunque pueda existir una
reglamentación pública, los profesionales disponen de instrumentos autónomos de señalización.
El etiquetado de los alimentos: ¿a favor o contra?
En
Estados Unidos, los alimentos que contienen OGM son asimilables a los
alimentos tradicionales. La Food and Drug Administration (FDA), que
reglamenta los aditivos y los nuevos alimentos, se pronunció en contra
de la identificación obligatoria de productos con OGM. Está en curso
un proyecto de etiquetado voluntario. Responde a una necesidad de
información de los consumidores.
Rechazado durante largo tiempo por Canadá, el principio de etiquetado de los OGM fue aceptado por los asociados del proceso agroalimentario en junio de 2000. El Consejo canadiense de la distribución alimentaria prosigue los trabajos de desarrollo de estándares nacionales para
el etiquetado voluntario.
En la Unión Europea, el reglamento 97/35 hace obligatorio el etiquetaje de productos que contengan más del 1 % de OGM en todos los
Estados miembros. El reglamento 258/97 relativo a los nuevos alimentos e ingredientes alimentarios prevé un procedimiento para la evaluación de la seguridad alimentaria. Si el equivalente en sustancia de un alimento que contenga OGM no es demostrado por su productor, el
producto sigue el mismo proceso que el relativo a la salida al mercado de
los OGM > ficha 4.b.
Japón, primer importador de productos alimenticios, ha decretado
que el etiquetado de los alimentos a base de cereales genéticamente
modificados será efectivo en abril de 2001. Esta decisión podría tener
consecuencias impor tantes sobre las relaciones comerciales americanojaponesas, ya que el 86 % de la soja y el 96 % del maíz importado por
Japón en 1999 provenían de Estados Unidos.
El Consejo de estándares alimentarios de Australia y de Nueva
Zelanda aprobó en agosto de 1999 el etiquetado de alimentos genéticamente modificados y de productos que contengan ingredientes OGM.
El Ministerio de Agricultura y de la Salud sudafricano parece también
orientarse hacia un etiquetado obligatorio, exactamente
igual que en Corea del Sur, Brasil o Zimbabue.
Un marco reglamentario en construcción.
No todos los países se sitúan en el mismo estadio de
aplicación de los acuerdos internacionales y de la creación de un marco reglamentario nacional referente a
los OGM: los países del sur son los menos avanzados
> ficha 4.c. A los límites del conocimiento científico y a
los límites técnicos de la "trazabilidad" se añaden los
límites reglamentarios ligados a la incertidumbre de
las consecuencias de la diseminación de los OGM. A
partir de ese momento, las cuestiones de responsabilidad y de indemnización quedan en suspenso y el
principio de precaución pasa a ser fundamental.
4
Las normas
alimentarias
. internacionales
La comisión del Codex
alimentarius,
órgano
internacional común a la
Organización de las
Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (F AO) y a la Organización Mundial de la
Salud (OMS) define las
normas en materia de
aspecto y de etiquetado
de los productos, de
composición, de aditivos
y de higiene, de residuos
de pesticidas, de medicamentos
veterinarios,
etcétera. Las normas,
que no son obligatorias,
sirven a menudo como
referencia mínima a las
autoridades nacionales.
El alcance de estas normas ha aumentado
considerablement desde
1994, cuando de hecho
sirvieron de referente en
los conflictos comerciales tratados en la OMC
> ficha 5.
Las normas del Codex
sobre el etiquetado de
los alimentos procedentes de OGM deberían
salir a la luz en 2003.
El asunto
Taco Bell:
¿fallos en la
reglamentación?
En septiembre de
2000, algunas ONG americanas evidencian la
presencia de maíz genéticamente modificado Starlink de Aventis —únicamente autorizado para la
alimentación animal— en
los taco shells producidos por Kraft y destinados al consumo humano.
Tras
este descubrimiento, la Food and Drug
Administration (FDA) admite que no posee
ningún programa de rastreo sistemático de los
OGM en los alimentos.
Kraft denuncia que los
agricultores puedan cultivar maíz inadecuado para
el consumo humano.
Aventis se une a la posición de Kraft y detiene
provisionalmente la venta de Starlink para la
campaña de 2001.
4.a
¿Qué reglamentación existe?
Proceso OGM: reglas internacionales, control nacional
Reglamentaciones internacionales
Reglamentaciones nacionales
(Francia y Estados Unidos)
Francia
Protocolo de bioseguridad
regula los movimientos transfronterizos de organismos vivos modificados.
Comisión de Ingeniería Genética (CGG)
Propone las condiciones de experimentación
sobre los OGM en laboratorio.
Directiva europea 90/220
regula la diseminación y la salida
al mercado de OGM.
Convención UPOV 1978/1991
protege las semillas.
Investigación
Francia
Comisión de Ingeniería Biomolecular (CGB)
Examina las demandas de autorización de
salida al mercado de semillas OGM.
Comercialización de semillas
Comité Técnico Permanente de la Selección
de Plantas Cultivadas (CTSP)
Administra el catálogo oficial de variedades;
autoriza el cultivo.
Estados Unidos
Servicio de Inspección Sanitaria de Animales
y Plantas (APHIS)
Controla los intercambios entre los estados,
las importaciones y las pruebas en los campos
Siembra – Cultivo – Cosecha
Codex alimentarius
define las normas alimentarias
internacionales de referencia.
Agencia para la Protección del Medio
Ambiente (EPA)
Entrega las autorizaciones para las plantas
transgénicas resistentes a las enfermedades y
a los insectos.
Estados-Unidos
Administración que controla los alimentos
y los medicamentos (FDA)
Controla los alimentos y los medicamentos.
Considera los OGM alimentos tradicionales.
Reglamento europeo 97/35
hace obligatorio el etiquetado
para los productos que contienen
más de un 1 % de OGM.
Francia
Reglamento europeo 258/97
sobre la seguridad alimentaria de
los "nuevos alimentos".
Transformación alimentaria
Producto que contiene OGM
Consejo Superior de Higiene Pública de
Francia
Da su parecer a la CGB con respecto a la
comercialización de OGM.
4.b
¿Qué reglamentación existe?
Procedimiento europeo para la salida al mercado de los OGM
Industrial
Presenta una petición de salida al mercado
Autoridad
nacional
Examina el dossier
comprobación de las características
evaluación de los riesgos para el hombre
y el medio ambiente
Rechazo
Aprobación
Los otros catorce
Estados miembros
Notificación
Comisión
europea
Aprobación
Propone una medida
Rechazo
Comité de
conciliación
Consejo de
ministros
Aprobación
El Consejo de ministros da
su parecer y la Comisión
decide en última instancia
Rechazo
Aprobación
Una o varias
objeciones
¿Qué reglamentación existe?
4.c
Foco de desarrollo
Brasil, el estado de Rio Grande do Sul establece una "zona sin
OGM"
n enero de 1999, el estado de
Rio Grande do Sul (ERS) de
Brasil fue declarado "zona sin
OGM": se prohibió todo cultivo de
OGM en el territorio. Fue una decisión de peso, ya que el ERS produce el
20 % de soja; Brasil es el segundo productor mundial.
Hoy en día, Brasil se encuentra en
competencia directa con Estados Unidos y Argentina por las importaciones
europeas de soja. La creación de una
"zona sin OGM" puede ser una apuesta
astuta frente a los mercados destinados
a desarrollarse. En efecto, esta iniciativa se halla en consonancia con la
voluntad creciente de los ciudadanos y
de los distribuidores europeos de no
consumir ni comercializar los OGM.
Además, la creación de una "zona sin
OGM" es menos costosa y la regulación asociada menos compleja de
poner en práctica que la diferenciación
de cadenas.
E
Para definir una "zona sin OGM", en
primer lugar el gobierno del ERS ha
aplicado la ley brasileña sobre la bioseguridad de 1991 que estipula que todos
los OGM deben ser sometidos a un
análisis de impacto medioambiental
antes de ser cultivados en el campo.
Desde ese momento, los 79 ensayos de
plantas transgénicas en curso se
convierten en ilegales. La viva reacción
de Monsanto en contra de las autoridades del ERS se explica por las promesas de ganancias que ofrece Brasil: mil
millones de dólares si Monsanto captura
el 50 % del mercado brasileño de soja.
Las actividades de cabildeo de las industrias de biotecnologías han alcanzado
sus frutos: el gobierno federal ha adoptado una estrategia pro OGM que
parece seguir la CNT-bio, la agencia
nacional de bioseguridad, al autorizar la
entrada de un cargamento de maíz
transgénico en julio del año 2000. Los
opositores apoyan la iniciativa del ERS:
un colectivo de ONG que reúne entre
otros a Greenpeace, Centro Ecologico y
el Instituto de Defensa de los Consumidores (IDEC), sensibiliza al público y a
los agricultores sobre la importancia de
preservar una "zona sin OGM", concepto que no tienen ningún valor jurídico pero sí un peso político innegable.
El apoyo exterior es crucial para que
la iniciativa del ERS sea viable. Un
colectivo de minoristas europeos,
Edeka, que representa a más de 6.000
comerciantes, ha expresado su deseo
de no comercializar productos que
contengan OGM. El mayor transformador japonés de productos a base de
soja, Fuji Oil Company, excluyó desde
septiembre de 2000 la soja transgénica
de sus abastecimientos. Hoy en día,
incluso el gigante de la biotecnología,
Novartis, que produce semillas transgénicas, declara querer comercializar
sus propios productos alimenticios "sin
OGM".
Entrevista
Gurdial Singh Nijar
Miembro de la organización no gubernamental Third World Network (Malaisia)
¿En qué fase de la reglamentación
OGM se encuentran los países en
vías de desarrollo?
Gurdial Singh Nijar: Muchos países
en desarrollo (PED) han empezado a
trabajar sobre sus reglamentaciones
nacionales después del fracaso de las
negociaciones de Cartagena sobre el
protocolo de bioseguridad > ficha 5. Los
más fervientes son los que, alineándose
con la posición de Estados Unidos, se
oponían al protocolo a cualquier precio. Malaisia ha terminado una ley que
deberá ser presentada al Parlamento
dentro de poco. La Organización para
la Unidad Africana también ha propuesto una ley a sus miembro > ficha 3.c.
Namibia está a punto de promulgar
una ley. Sudáfrica ha llevado a cabo una
serie de consultas para enmendar el
Acta de tecnología del gen a fin de que
integre la necesidad de una regulación
más activa de la ingeniería genética. En
Sudamérica, Ecuador, Brasil y Colombia se orientan también hacia un reglamento nacional de bioseguridad.
¿Qué es lo que justifica la puesta en
marcha de un marco reglamentario específico para los PED?
G. S. N.: Los PED tienen miedo de
convertirse en un "vertedero de OGM
y de sus productos derivados", ya que
los consumidores de Europa y de otros
países del norte han empujado a sus
gobiernos a pensárselo dos veces antes
de autorizar OGM en sus países.
Además, el fracaso inicial tras el alcance
limitado del protocolo de bioseguridad
significa que los países deben proteger
sus fronteras de los movimientos de
OGM. Finalmente, a pesar de la concienciación de la comunidad internacional sobre la necesidad de seguridad
frente a los OGM y sus productos derivados, la comercialización de estos productos continúa. La amenaza para la
agricultura y la seguridad alimentaria
del Tercer Mundo es real; su equilibrio
socioeconómico podría también tambalearse seriamente.
¿Qué medidas complementarias
son necesarias para los PED?
G. S. N.: Además de las leyes apropiadas, los PED tienen necesidad de
reforzar las capacidades relativas al peligro potencial que representan los productos derivados de las biotecnologías.
El refuerzo debería llevar al dominio
de los aspectos de seguridad de las biotecnologías, a los conocimientos necesarios para poder aplicar una ley y a la
creación de fondos de mantenimiento
y de traspasos de tecnología.
5
Una apuesta internacional
En el corazón de las tensiones entre el comercio y
el medio ambiente y las relaciones de fuerza entre
consumidores, agricultores e industriales, el debate
sobre los OGM se construye a escala internacional.
Los OVM bajo
vigilancia
Con el Protocolo de
bioseguridad, la comunidad internacional reconoce que los organismos
vivos modificados (OVM)
son productos específicos, que pueden ser portadores de riesgos ecológicos y sanitarios y que
necesitan de una reglamentación internacional
particular. El protocolo
reconoce a los gobiernos
el derecho de regular los
intercambios de OVM. El
protocolo consagra el
principio de precaución:
un país puede bloquear
la importación de OVM si
considera que los organismos son peligrosos
para el medio ambiente o
la salud o si pueden
atentar contra el equilibrio socio-económico del
país, sin tener necesidad
de probar científicamente su nocividad.
Este principio se apoya
sobre un procedimiento
denominado "consentimiento previamente informado": los movimientos
transfronterizos de OVM
no se pueden llevar a
cabo sin el acuerdo previo
del país importador. Este
mecanismo, utilizado para las semillas y las plantas genéticamente modificadas, no se aplica a las
materias primas destinadas a la alimentación y a
la transformación agroalimentaria. Para estos productos, el protocolo solo
prevé el etiquetado
"puede contener OVM",
pero no se ha previsto
"trazabilidad" alguna.
La arquitectura internacional. El Protocolo de bioseguridad
–único acuerdo internacional específicamente consagrado a organismos
vivos modificados (OVM)– fue adoptado en enero de 2000 en Montreal
y debería entrar en vigor en el año 2002. En el marco de la Convención
sobre la diversidad biológica (CDB), que trata de proteger la variedad de
ecosistemas y de recursos genéticos, fueron necesarios seis años de negociaciones para atenuar las diferencias de posición entre los países. La
creación de alianzas estratégicas y la influencia de los receptores no of iciales (ONG, asociaciones de consumidores, industriales, etcétera) han
permitido llegar a un consenso sobre la regulación de movimientos
transfronterizos de OVM > ficha 5.a.
De Cartagena
a Montreal
El grupo de Miami agrupa sobre todo a países exportadores de productos agrícolas: Argentina, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos y
Uruguay. Es el más opuesto a otra regulación internacional que no sea la
del mercado. Esta posición se apoya en los intereses americanos y las inversiones realizadas en las biotecnologías. Argentina es hoy en día el primer
exportador de soja genéticamente modificada. Canadá a puesto en marcha
un ambicioso programa de desarrollo de biotecnologías. Uruguay, Australia y Chile se han unido a los primeros ante todo en nombre de la libertad comercial. Este grupo defiende una regulación internacional de OVM
fundada en la certeza científica y la evaluación de los riesgos.
El grupo Unión Europea (UE) está constituido por países en general importadores de OVM. Este grupo defiende la salvaguardia de las reglas
comunitarias basadas en la precaución. En los países de la UE, los consumidores reclaman también un etiquetado de los productos a base de OVM.
El grupo denominado "del mismo espíritu" agrupa a 77
países en desarrollo (PED), mayoritariamente importadores de OVM y
que albergan las regiones de mayor biodiversidad del mundo. Este grupo
cuenta con un protocolo internacional preciso para orientar, e incluso
sustituir, sus legislaciones. Este colectivo renuncia a una posición tradicional de los PED consistente en pedir compensaciones a los países del
norte: desea desde ahora participar en la elaboración de las reglas internacionales. Se unió a la UE para defender el consentimiento previamente
informado (CPI) y el principio de precaución.
El grupo de la Europa central y del Este,
al igual que el
grupo del compromiso, tiene posiciones menos
categóricas y su participación en las negociaciones
fue menos significativa.
El grupo del compromiso agrupa sobre todo
a países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), que no son ni
grandes exportadores de productos agrícolas ni
miembros de la UE (Corea del Sur, Japón, Méjico,
Noruega, Nueva Zelanda, Singapur, Suiza).
La secretaría
del protocolo
de bioseguridad
en Montreal.
.
En 1999, en Cartagena,
las negociaciones sobre
el Protocolo de bioseguridad tropezaban con dos
oposiciones. Por un lado,
los países del norte y los
países del sur se oponían
en cuanto a la obligación
o no de someter las materias primas agrícolas
genéticamente modificadas al consentimiento
previamente informado
(CPI). Por otro lado, el
grupo de Miami y la UE se
oponían con respecto a
los fundamentos del CPI:
¿debería plantearse sobre certezas científicas y
una evolución de los riesgos probados o sobre una
lógica de precaución?
Como consecuencia
del fracaso de las negociaciones de la OMC en
Seattle, la posición del
grupo de Miami se debilitó. En enero de 2000, en
Montreal, Estados Unidos no podía aparecer
como el responsable de
un nuevo fracaso. Este
temor se vio acentuado
por la determinación de
los activistas: con Seattle
y Montreal, la sociedad
civil entra en las negociaciones internacionales.
Una apuesta internacional
Conflicto
sobre el buey
con hormonas
En 1996, Estados Unidos y Canadá denunciaron ante la Organización
Mundial del Comercio
(OMC) las medidas de la
Comisión Europea que
prohibían la utilización
de hormonas en las producciones animales y
que bloqueaban en consecuencia la importación
de productos cárnicos de
países de América del
Norte. En este asunto, la
Comisión Europea juzgó
que el riesgo sanitario
ligado a estas exportaciones era suficiente
para adoptar una medida
de protección superior a
los informes internacionales existentes.
La Unión Europea hizo
valer el principio de precaución en tanto que regla consuetudinaria del
derecho internacional.
También se puede pensar
que a través del embargo
los europeos pretendían
favorecer los productos
bovinos del Viejo Continente.
El órgano de resolución de discrepancias de
la OMC juzgó esta decisión contraria a las reglas
de evaluación de riesgos
elaboradas por las organizaciones competentes
(Codex alimentarius principalmente). Este fallo,
favorable a los americanos, sentó jurisprudencia. Otras dos prohibiciones de importación
que ponían por delante
el principio de precaución han sido sancionadas: el rechazo de Australia de importar salmón
canadiense y el rechazo
de Japón de importar
legumbres americanas.
El asunto de las hormonas demuestra la necesidad de clarificar el contenido del principio de
precaución en la escena
internacional.
El principio de precaución: el contenido… El principio de
precaución es fruto de la unión de la ciencia, de la política y del derecho.
Significa que la ausencia de cer tezas científicas no debe retrasar la adopción de medidas destinadas a prevenir los riesgos; medidas que habrían
sido juzgadas legítimas si tales certezas se hubieran adquirido. Por ejemplo, en el caso de la crisis de las "vacas locas", cuando aún no se poseían
todas las pruebas científicas y se desconocían las consecuencias reales de
la enfermedad y los riesgos de transmisión al ser humano, ciertos gobiernos impusieron una prohibición de impor tación.
… y las interpretaciones. El principio de precaución apareció en
primer lugar en la legislación medioambiental americana de los años 70
para ser a continuación teorizado en la reglamentación alemana. Después de 1987, este principio se halla incluido en una quincena de textos
internacionales sobre medio ambiente. Al margen de las diferencias terminológicas que observamos en los textos ("enfoque de precaución",
"medidas de precaución"), la referencia a la precaución es objeto de diferencias de interpretación.
Para algunos, el principio de precaución no sería más que un elemento
entre tantos en la toma de decisiones, que tendría en cuenta, antes que
nada, el perjuicio aceptable por la sociedad y evaluado en el conjunto de
un análisis de costes/beneficios. La segunda versión da un papel fundamental al riesgo, pues autorizaría una actividad solamente en el caso de
que la prueba garantice la ausencia de efectos perjudiciales. El valor jurídico del principio de precaución se presta también a contr oversias: presentado por algunos como un principio moral y político, para otros es un
estándar jurídico como tal.
Diferencias de percepción al otro lado del Atlántico. Para
Estados Unidos y Canadá, el principio de precaución solo tiene un valor
declaratorio. La precaución es entonces reivindicada como un tipo de
enfoque. El principio de precaución no puede desembocar por sí mismo
en una responsabilidad penal. Para los europeos, el principio de precaución puede ser invocado en procedimientos que pueden conducir a sanciones jurídicas.
En Europa, diferentes escándalos en el dominio de la salud pública han
demostrado que la adopción del principio podría ser saludable tanto para
los que toman las decisiones como para los ciudadanos. Los responsables,
legisladores y administradores, no se encuentran a salvo de sanciones
penales si una ausencia de decisión conduce a consecuencias desastrosas
para la salud pública: la transfusión de sangre contaminada por el virus
del sida fue uno de los ejemplos más violentos. En el caso del buey con
hormonas, la posición europea fue castigada por las reglas del comercio
internacional que no reconocían el principio de precaución.
Las discusiones y las reflexiones científicas sobre la verdadera finalidad
del principio de precaución que tienen lugar hoy en día constituyen el
aspecto central de las negociaciones en la arena internacional.
Precaución e investigación pública. Las decisiones publicas en
nombre de la precaución no sabrían liberarse del peritaje científico. Sin
embargo, en el dominio de las biotecnologías, la frontera entre investigación pública, capaz de ofrecer un contraperitaje, y la investigación privada, que obedece directamente al interés de las firmas, se reduce considerablemente. La explicación está en la importancia de las
financiaciones privadas y en la articulación entre la investigación fundamental y la investigación aplicada que conduce a nuevos procedimientos
técnicos y a las patentes. La investigación pública desemboca en la innovación y la valoración industrial, pero es importante que exista una actividad y un peritaje científicos capaces de tomar distancias respecto al
juego de los intereses económicos y políticos.
Ayuda
alimentaria:
¿qué
precauciones
se toman?
La asociación Ecologistas en Acción, originaria
de Quito, ha calculado
que cerca de un 30 % de
las 500.000 toneladas de
maíz y de productos derivados que Estados Unidos ha suministrado bajo
la forma de ayuda alimentaria internacional en
1999 correspondía a productos
transgénicos.
Según la Fundación para
la Ciencia, la Tecnología y
la Ecología, las muestras
de soja y de maíz procedentes de la ayuda distribuida en India después
del ciclón de finales de
1999 contenían más de un
1 % de OGM. Si el Protocolo de bioseguridad no
somete las materias primas agrícolas genéticamente modificadas al
consentimiento previamente informado (CPI), la
ayuda alimentaria que circula entre países con reglamentaciones no constrictivas puede contener
OGM. Los países receptores que no poseen una
legislación
específica
pueden, dentro del marco
del protocolo, solicitar un
recurso excepcional al
CPI. ¿Los plazos de
puesta en práctica de
este procedimiento de
precaución serán compatibles con la urgencia de
la ayuda alimentaria?
El Protocolo de
bioseguridad
trata de asegurar
un nivel de protección suficiente para los intercambios
t ra n s f ro n t e r i zo s
de organismos
vivos modificados, teniendo en
cuenta los riesgos para la salud
humana y los efectos
desfavorables sobre la
conservación y utilización duradera de la
diversidad biológica.
5
La precaución en las medidas sanitarias mundiales. El
Solucionar las
discrepancias
El Protocolo de bioseguridad concierne al
comercio de semillas y de
materias primas destinadas a la alimentación.
Ahora bien, estos intercambios competen igualmente al campo de aplicación de los acuerdos de
la Organización Mundial
del Comercio (OMC). El
preámbulo del protocolo
prevé que "los acuerdos
sobre el comercio y el
medio ambiente deberán
sostenerse mutuamente
con vistas al adveni miento de un desarrollo
duradero". Cuando el
protocolo entre en vigor,
en caso de conflicto sobre
una prohibición de importación de OVM, ¿quién
tomará la decisión?
El órgano de resolución
de discrepancias (ORD)
de la OMC permite que un
país que ha sido víctima
de la violación de las
reglas comerciales pueda
presentar una denuncia.
El ORD tiene como cometido resolver los conflictos comerciales internacionales y puede autorizar
a un Estado a imponer
sanciones. Por el contrario, el Protocolo de bioseguridad no posee ningún
mecanismo de sanción en
el caso de que no se
respeten las medidas de
precaución. Debería crearse un ORD en el curso de
negociaciones futuras. De
todas formas esto no solventará completamente
la articulación entre estos
dos acuerdos. ¿Qué sucedería si dos países miembros de la OMC entraran
en conflicto en relación
con un intercambio de
OVM cuando solo uno de
estos países fuera miembro del Protocolo de bioseguridad? El conflicto
podría ser llevado ante el
ORD de la OMC, con el
riesgo de que las reglas
del comercio internacional prevaleciesen sobre la
precaución.
acuerdo sobre la aplicación de medidas sanitarias y f itosanitarias
(acuerdo SPS) de la OMC define las reglas ligadas a la vez a la protección de la salud y a las medidas comerciales existentes. Según estas reglas,
los Estados pueden establecer medidas sanitarias y fitosanitarias para
proteger la salud de los humanos y los animales y preservar los vegetales
(en caso de riesgo de enfermedades, de contaminación de productos alimenticios), con la condición de que estas medidas no sean aplicadas de
manera arbitraria e injustificable.
Las restricciones comerciales en el marco del acuerdo SPS deben fundamentarse en los riesgos probados, aun cuando subsistan incertidumbres
científicas sobre estos riesgos. Para definir sus medidas sanitarias y fitosanitarias, los países miembros de la OMC deben hacer referencia a las nor- .
mas internacionales existentes: el Codex alimentarius.
Articulación entre el Protocolo de bioseguridad y la
OMC. Las negociaciones internacionales no han estatuido aún las
modalidades de articulación entre las reglas de la OMC y del Protocolo
de bioseguridad, y los conflictos potenciales que se derivan de ello. En
efecto, algunos podrían ver, en la utilización del principio de precaución, del consentimiento previamente informado y del etiquetado de los
OVM, una voluntad disimulada de crear barreras comerciales a la
entrada de ciertos productos: estas medidas discriminatorias podrían ser
sancionadas por la OMC. Por otro lado, se podría decir que el principio
de precaución es redundante con respecto al acuerdo SPS que ya prevé
la posibilidad de medidas de restricción a la libre circulación de mercancías por motivos medioambientales. Esta excepción se aplica en caso
de "pruebas científicas insuficientes" para los riesgos probados, cuando el
principio de precaución del Protocolo de bioseguridad se aplica "en
ausencia de cer teza científica" y para riesgos no necesariamente probados.
En el marco de la OMC, es el país que impone una medida de restricción comercial y viola también las reglas del librecambio el que debe
aportar la prueba de que su medida no constituye ninguna barrera a los
intercambios. En cambio, en el marco del protocolo, es al país expor tador de OVM a quien le corresponde demostrar que los productos intercambiados no son nocivos para la salud humana y animal o para el medio
ambiente. Ya no es por tanto el país importador, que puede prohibir los
intercambios en nombre del principio de precaución, el que tiene que
justificarse ante la comunidad internacional. Hasta este momento,
ningún conflicto ha permitido esclarecer esta contradicción.
Manifestación
de Greenpeace.
París, 1998
Una referencia:
el Codex alimentarius
Las normas del Codex
son el resultado de un
consenso entre expertos
de diferentes países. Tradicionalmente, los expertos
americanos
se
encuentran muy representados durante las
negociaciones del Codex,
y los grupos de presión
industrial
particularmente activos y los países
del sur muy poco representados. Después de la
discrepancia en torno al
buey con hormonas, los
europeos se movilizaron
para reforzar su peritaje y
la sociedad civil comenzó
a hacer presión.
En la decimoquinta
sesión del Codex, en abril
de 2000, surgió la noción
de precaución. Estas
negociaciones, de todas
formas, no conducen a un
consenso a causa de la
oposición de los PED y
los países del grupo de
Cairns (Australia, Nueva
Zelanda, Canadá, Malaisia), que temen que un
reconocimiento del principio de precaución se
traduzca en la creación
de obstáculos encubiertos al comercio de sus
productos.
Una apuesta internacional
¿Qué
imagen para
la industria?
Cuando los industriales se declaraban más
bien favorables a los alimentos que contenían
OGM, la presión de ONG
como Greenpeace, que
redactó la "lista negra"
de fabricantes que no
garantizaban la ausencia
de OGM en sus productos
alimenticios, modificó las
posiciones de los actores.
Cuando los sondeos de
opinión confirman el
miedo de los consumidores, los industriales de
la agroalimentación y de
la gran distribución buscan en estos momentos
establecer cadenas "sin
OGM" > ficha 4.
Paralelamente, una
coalición de gigantes de
las biotecnologías que
reúne a Aventis, BASF,
Dow Chemical, DuPont,
Monsanto, Novartis y
Zeneca Ag Products decidió sensibilizar al público
norteamericano.
Fue
creado un Consejo de la
Información en Biotecnologías y se lanzó una
campaña publicitaria en
abril de 2000. El presupuesto, de 50 millones
de dólares, permitió
financiar anuncios televisivos, publicidad en la
prensa y una página en
Internet que preconiza
que "los descubrimien tos en biotecnología, de
la medicina a la agricul tura, ayudan a médicos y
granjeros a curar a nues tros enfermos y a prote ger nuestras cosechas".
Una pléyade de agentes. En la escena internacional, la comunidad científica es inf luyente más allá del proceso de decisión: los científicos hacen balance del estado de los conocimientos; los consejos
científicos de la alimentación humana son responsables de las opiniones
que afectan a los nuevos alimentos; las evaluaciones científicas pueden
pesar a la hora de establecer la carga de la prueba en el marco del consentimiento previamente informado. Si bien los científicos han estado en el
origen del debate sobre la biodiversidad y sobre la bioseguridad, hoy en
día no se encuentran todos presentes en las delegaciones oficiales de los
países que negocian los acuerdos internacionales.
Los agricultores
mantienen una posición que varía en función de
las regiones y de la actitud de los consumidores: en Estados Unidos, los
granjeros son mayoritariamente favorables a la utilización de semillas
transgénicas. Los agricultores biológicos son los más amenazados; sus
sindicatos son más reivindicativos ante los gobiernos locales.
Los industriales han estado siempre muy presentes en el seno de la
Comisión del Codex, principalmente como miembros de delegaciones
nacionales. Este colectivo se ha hecho reconocer como ONG para beneficiarse del estatuto de observador en el seno de la Comisión, y su
caballo de batalla es luchar contra el principio de precaución. Las industrias exportadoras de los PED ejercen una presión importante sobre sus
gobiernos para que estos negocien las normas más débiles posible en el
Codex. Estos mismos gobiernos piden también ayudas para elevar sus
estándares de calidad y acrecentar sus medios de peritaje: su influencia, .
en tanto que contradictoria, es desdeñable.
Las ONG y las asociaciones de consumidores, portavoces
de las reivindicaciones de los ciudadanos, juegan un papel cada vez más
importante en todas las arenas internacionales, e incluso en el seno del
Codex, donde piden el etiquetado de los productos procedentes de biotecnologías y de la agricultura biológica; la ampliación de la noción de
"factores culturales legítimos" conlleva consideraciones sociales y
medioambientales y el reconocimiento del principio de precaución. La
reticencia creciente de la opinión pública frente a los OGM > ficha 1
queda reflejada en la nueva legitimidad de estas asociaciones en las negociaciones.
Los medios de comunicación de masas juegan un papel fundamental en la difusión de los hechos y las ideas existentes sobre los
OGM entre la opinión pública. En función del país y del tipo de medio,
la información no es transmitida de la misma forma. Los medios del
norte de Europa, donde la presión de la opinión pública es muy importante, han cubierto los sucesos ligados a los OGM desde la década de los
ochenta. Para los otros países europeos hubo que esperar hasta mediados
de los noventa y principalmente al anuncio de la clonación de la oveja
Dolly para que la prensa de gran público aportara informaciones más
generales sobre las biotecnologías. Los procedimientos de autorización
de cultivos de OGM, las conferencias ciudadanas, el fracaso de las negociaciones de la OMC en Seattle han consolidado un sitio fijo para las
biotecnologías en los medios. Queda que la prensa inglesa cubre el tema
con novedades generalmente negativas y se refiere a la "alimentación Fran kenstein" o al "imperialismo americano", cuando la prensa norteamericana es
más mesurada y anunciará acontecimientos más positivos como "los
OGM contra el hambre" > ficha 2.
5
Concentración
de agricultores
Una caravana de un
millar de granjeros tailandeses, apoyados por
representantes de Filipinas, Malaisia, Camboya,
Laos, Myanmar e Indonesia cruzó Tailandia en
septiembre de 2000 para
presionar al Gobierno a
que dijera no a la comercialización de OGM, así
como a toda investigación en este campo. Los
granjeros pidieron también al Gobierno de Estados Unidos y a las embajadas americanas de sus
siete respectivos países
que no ejercieran más
presiones sobre los
Gobiernos asiáticos para
que aceptasen los productos genéticamente
modificados procedentes
de sus industrias.
En 1999, un grupo
minoritario de granjeros
norteamericanos redactó
una declaración sobre la
ingeniería genética en
agricultura en la cual
pedían una moratoria
sobre los OGM hasta que
estudios independientes
y detenidos prueben su
inocuidad para el hombre y para el medio
ambiente. Esta moratoria
pide también una segregación y un etiquetado
de los cultivos y de los
alimentos transgénicos.
La declaración fue puesta en el orden de día de
finales del año 2000
cuando unos laboratorios independientes descubrieron que un producto alimenticio de gran
consumo (los taco shells)
había sido contaminado
por maíz genéticamente
modificado no autorizado para el consumo
humano.
5.a
Una apuesta internacional
Protocolo de bioseguridad: las etapas de una negociación internacional
Convención sobre la diversidad biológica
(CDB).
1992
El artículo 19.3 exige a los grupos de la CDB
establecer las modalidades de un protocolo
sobre la bioseguridad.
1996
Creación de un grupo de trabajo
sobre la bioseguridad (GTBS).
1999
Sexto encuentro del GTBS en Cartagena:
las oposiciones se refuerzan.
Fracaso de
las negociaciones
comerciales
de Seattle.
1 Evaluación de los riesgos,
certeza científica.
2 Solo los OVM* diseminados
en el medio ambiente
(semillas, plantas) son
sometidos al CPI.
1 Principio de precaución,
riesgos no probados.
2 Solo los OVM*
diseminados en el medio
ambiente (semillas, plantas)
son sometidos al CPI.
–
Grupo
de Miami
–
+
–
Auge de
los movimientos
ciudadanos
"antiOGM" para
una regulación
específica.
+
+
Victoria de Estados
Unidos en el asunto
del buey con
hormonas.
Política de
etiquetado
obligatorio
en Australia.
Grupo
del
"mismo espíritu"
1 Principio de precaución,
riesgos no probados.
2 Todos los OVM*
(comprendidos
–
los destinados a la
alimentación animal y
humana) son sometidos
Unión
al CPI.
Grupo de la
Europea
+
Asunto de la sangre
contaminada, tema
de la “vaca loca”,
precaución bis a bis
de la salud humana.
Consultas informales en Viena:
cambio de procedimiento.
1 Posición de los grupos acerca
del principio de precaución.
2 Posición de los grupos acerca
del consentimiento previamente
informado (CPI).
+
Refuerza la posición del
grupo.
–
Debilita la posición del
grupo.
* Organismos vivos modificados.
Negociaciones entre representantes de cada
grupo de países. Consultas intragrupales
(importantes para los países del sur,
que raramente se reúnen). Consultas informales
con la sociedad civil y los industriales.
Conferencia extraordinaria de los grupos
en Montreal.
Protocolo de bioseguridad, denominado
"protocolo de Cartagena" sobre los movimientos
transfronterizos de OVM*.
2000
Una apuesta internacional
5.b
Los OGM, entre el comercio y el medio ambiente
. Sustituye en 1995 el Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
(GATT) e incluye la regulación de los
servicios y de la propiedad intelectual.
. Tres objetivos principales: favorecer
la libertad de los intercambios, servir de marco a las
negociaciones comerciales, solventar las discrepancias
comerciales.
Organización
Mundial del
Comercio (138
países miembros)
. Adoptada en 1992 durante la Cumbre
de la Tierra de Río de Janeiro sobre el
medio ambiente y el desarrollo.
. Tres objetivos principales: conservar
la diversidad biológica, asegurar el
desarrollo duradero de sus componentes (ecosistemas,
especies, recursos genéticos), asegurar el reparto equitativo
de los beneficios obtenidos de la explotación de los recursos
genéticos.
. Consta de varios grupos de trabajo, uno de los cuales ha
llegado al Protocolo de bioseguridad.
Convención sobre
la diversidad
biológica (175
países miembros)
. Adoptado en Montreal en 2000,
debería entrar en vigor en 2002.
. Afirma el principio de precaución.
. Prevé procedimientos de consentimiento previamente informado para los
OVM diseminados en el medio ambiente (la parte importadora debe ser informada y dar su aprobación antes del primer transporte de mercancías).
. Prevé un etiquetado reducido a "puede contener OVM"
para las materias primas agrícolas genéticamente modificadas, destinadas a la alimentación.
Protocolo de
bioseguridad
(75 países
firmantes)
Codex alimentarius
Creado en 1961 bajo
la égida de la Organización
de las Naciones Unidas
para la Agricultura
y la Alimentación (FAO) y
la Organización Mundial
de la Salud (OMS). Define
las normas que se refieren
al aspecto y etiquetado
de los alimentos,
la composición, los aditivos
y la higiene, los residuos
de pesticidas, de
medicamentos veterinarios,
etc. Sin ser obligatorias,
estas normas sirven de
referencia a las autoridades
nacionales y al acuerdo
sobre la aplicación de
medidas sanitarias y
fitosanitarias (acuerdo
SPS) de la OMC.
5.c
Una apuesta internacional
Foco de desarrollo
Puesta en marcha del Protocolo de bioseguridad: ¿qué informes
hay disponibles?
on el Protocolo de bioseguridad adoptado, falta esperar a su
entrada en vigor (esta será efectiva 90 días después de la ratificación del
país número 50) y su puesta en marcha
por los países firmantes. Estas etapas
requieren muchos medios, jurídicos,
técnicos y administrativos, en particular
para los países en desarrollo (PED) que
no disponen hoy en día de un marco
jurídico nacional para los productos
procedentes de las biotecnologías. El
C
refuerzo de las capacidades de los PED
es entonces una cuestión fundamental
que hay que tratar.
Supongamos que un país firmante
del protocolo recibe, dentro del marco
del consentimiento previamente informado (CPI), una notificación de
exportación de un cargamento de
organismos vivos modificados; este país
está obligado, en un plazo definido, a
decidir si rechaza o acepta importar este
cargamento, y eventualmente en qué
Primera queja sobre los OGM presentada a la OMC
En septiembre de 2000, el gobierno tailandés ha presentado una queja ante la Organización
Mundial del Comercio (OMC) contra el gobierno egipcio, que ha prohibido la importación de
atún en lata sospechoso de estar envasado junto con aceite de soja genéticamente modificado.
Antes de entrar en el proceso de arbitraje, los dos países tienen dos meses para encontrar una
solución amistosa. Esta querella es la primera en referencia a los intercambios de OGM, y deja
abierto el debate sobre la solución de los conflictos comerciales y medioambientales entre
países que no poseen el mismo marco reglamentario nacional.
condiciones. Pero para decidir, este país
debe disponer de ciertas capacidades,
principalmente las relacionadas con la
evaluación de los riesgos. Del mismo
modo, en la eventualidad de la creación
de un organismo de resolución de las
discrepancias en el marco del protocolo, ciertos países no disponen por el
momento ni del peritaje ni de los
medios financieros para su aplicación.
El acuerdo internacional prevé que "las
partes cooperen en el desarrollo y en el
refuerzo de los recursos humanos y de las
capacidades institucionales en el dominio de
la prevención de los riesgos biotecnológicos
[...] con vistas a la puesta en funcionamiento
del protocolo en los países menos desarrollados
y en los países en transición", sin definir no
obstante las modalidades.
Entrevista
Christoph Bail
Jefe de la unidad de desar rollo y medio ambiente, DG Medio ambiente, Comisión Europea
El protocolo sobre la bioseguridad
especifica el principio de precaución en el plano internacional.
¿Cómo estima usted este avance?
Christoph Bail: La idea de precaución
viene de la conferencia de Río de 1992.
La Convención sobre la biodiversidad
da de ella una definición ambigua: se
habla del "principio marco" y al mismo
tiempo de un "enfoque de precaución".
También encontramos una expresión de
la precaución en los acuerdos de la
Organización Mundial del Comercio
(OMC) que autorizan a un gobierno a
apartarse provisionalmente de las reglas
comerciales para preservar un dominio
de salud pública o medioambiental.
Pero el Protocolo de bioseguridad
otorga por primera vez una expresión de
este principio jurídicamente constrictivo. El protocolo afirma que los Estados
tienen el derecho de tomar medidas de
precaución apropiadas para proteger el
bien común y los intereses a largo plazo
de la sociedad frente a la globalización.
El preámbulo del Protocolo de
bioseguridad pr evé su no subordinación a la OMC. ¿Cuáles son las
implicaciones de esto?
C. B.: La no subordinación, o el apoyo
mutuo, garantiza que el contenido del
protocolo no sea puesto en cuestión en
el marco de un conflicto comercial llevado ante la OMC. Esto obliga al organismo de resolución de discrepancias de
la OMC a tener en cuenta el Protocolo
de bioseguridad. De igual forma, un
conflicto en el marco del Protocolo de
bioseguridad deberá respetar las reglas
de la OMC. El Protocolo de bioseguridad es menos una medida "contra los
OGM" que de protección del medio
ambiente. Hace falta entonces hacer
que el sistema de derecho internacional
sea coherente: no puede haber un arbitraje diferente para el mismo conflicto
según el foro en que se encuentre.
¿Podemos entonces decir que el Protocolo de bioseguridad especifica el
lugar del medio ambiente en el
derecho internacional?
C. B.: Sí, sitúa al medio ambiente en
un pie de igualdad con el comercio en
el derecho internacional público. La
OMC es una institución más fuerte
que cualquier institución destinada a
proteger el medio ambiente. El mecanismo de resolución de discrepancias
se pone en marcha automáticamente a
petición de un Estado. Y si un país no
pone en marcha la decisión, es posible
que se le aplique una sanción. En
materia medioambiental, el sistema
jurídico se encuentra muy segmentado, con una multitud de acuerdos
especializados, administrados por
secretarías esparcidas en dife re n te s
países. No existe un mecanismo íntegro de resolución de discrepancias. En
este contexto el protocolo permite asegurar un cierto equilibrio entre el
interés comercial y el interés ecológico: esto no es suficiente para reforzar
las instituciones pero es un avance.
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