Organizaciones Internacionales del Transporte Aéreo La Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) fue creada a partir de la Conferencia de Chicago de 1944, como una organización supranacional asociada a Naciones Unidas. La OACI es el organismo especializado de las Naciones Unidas para la aviación civil a nivel mundial y su visión es lograr el desarrollo seguro, protegido y sostenible de la aviación civil mediante la cooperación de sus Estados miembros. Los fines y objetivos básicos de la OACI son desarrollar los principios y las técnicas de la navegación aérea internacional y fomentar el establecimiento y desenvolvimiento del transporte aéreo internacional. Para ello desarrolla los siguientes objetivos: – Garantizar el seguro y ordenado crecimiento de la aviación civil internacional en todo el mundo – – – – – – – – – Fomentar la destreza en el diseño y operaciones de aviones para propósitos pacíficos Fomentar el desarrollo de pistas, aeropuertos y facilidades de navegación para la aviación internacional. Evitar gastos económicos por la competencia irracional Asegurar que los derechos de los estados contratantes sean totalmente respetados y cualquier estado contratante tenga la justa oportunidad para operar aerolíneas internacionales Evitar la discriminación entre los estados contratantes Fomentar los vuelos seguros en la navegación internacional Promocionar habitualmente el desarrollo de todos los aspectos de la aeronáutica civil internacional La adopción de Leyes internacionales del transporte aéreo Apoyo técnico y estratégico para el desarrollo del transporte aéreo El órgano supremo de la OACI es la Asamblea, que se reúne al menos una vez cada tres años. Cada estado miembro tiene derecho en la Asamblea a un voto y en ella las decisiones se adoptan por mayoría. El órgano ejecutivo de la OACI es el Consejo, del que forma parte un determinado número de estados en representación de las principales regiones geográficas del mundo y que son elegidos por la Asamblea. La oficina central de la organización se encuentra en Montreal, Canadá y cuenta con oficinas regionales en Bangkok, Cairo, Dakar, Lima, Ciudad de México, Nairobi y Paris. Dentro de su estructura cuenta con direcciones o comisiones permanentes en: navegación aérea, transporte aéreo, cooperación técnica, aspectos legales, administración y servicios a la navegación aérea, personal y finanzas. Una de las principales obligaciones de OACI es la de adoptar normas y métodos recomendados que se encuentran dentro de los Anexos del Convenio (ver ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.), que de acuerdo al Convenio de Chicago tienen implicación normativa para los Estados Contratantes. Las normas o estándares son de obligatorio cumplimiento para la seguridad de la aviación y los métodos recomendados o prácticas son deseables. En este sentido, los estados contratantes están obligados a notificar la imposibilidad de cumplimiento de la adopción de las normas de la OACI. Los métodos recomendados son especificaciones de características físicas, configuración, material, comportamiento, personal o procedimiento, cuya aplicación uniforme se reconoce como deseable en interés de la seguridad, regularidad o eficiencia de la navegación aérea internacional, debiendo esforzarse los estados contratantes en su cumplimiento y en caso de no ser cumplida debe ser notificada por el Estado la decisión de no cumplir dicha práctica. Es importante resaltar, que estas normas y recomendaciones tienen su continua evolución a lo largo del tiempo, por lo cual se debe hacer el esfuerzo de consultar cual es la versión vigente y sus modificaciones. La OACI no se involucra en ningún aspecto de regulación económica, a pesar de varios intentos en este sentido, solo se involucra en los aspectos técnicos. Sin embargo, a petición de naciones en desarrollo, la OACI puede generar guías sobre aspectos como tarifas, cargos, etc., para ayudar a los estados en la gestión, planeación y proyección del sector. Las normas y métodos emanados de OACI son vinculantes para todos los países signatarios en la medida de lo previsto en el Artículo 12 del Convenio de Chicago que dice que “los estados se comprometen a mantener sus propios reglamentos conforme en todo lo posible con la normativa del Convenio”. En los últimos años, la OACI está haciendo auditorias con el objetivo de comprobar que los Anexos han sido traspuestos de manera adecuada a la reglamentación nacional de cada uno de los estados, o que en su caso han sido notificadas de forma apropiada las diferencias con los mismos. Su gran fortaleza, sin embargo, se encuentra en el interés de los propios estados miembros en cumplir y hacer cumplir las recomendaciones de este organismo. A ese interés se une el auténtico sentido técnico de las mismas, cuya bondad ha sido ampliamente acreditada internacionalmente.