musicoterapia i: didáctica del lenguaje musical en

Anuncio
 Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
“MUSICOTERAPIA I: DIDÁCTICA DEL LENGUAJE
MUSICAL EN RELACIÓN CON EL SER HUMANO”
AUTORIA
Alejandro Vargas Serrano.
TEMÁTICA
Educación Musical – Educación Especial.
ETAPA
Educación Obligatoria.
Resumen
1. En este artículo pretendemos elaborar un acercamiento al, en general, desconocido
mundo de la Musicoterapia. Se trata de una visión global partiendo de los principios
que condicionan el Lenguaje Musical, así como las características propias del ser
humano en relación con la naturaleza de la música.
Palabras clave
Que se centra el artículo.
1.1.
1.2.
1.3.
1.4.
1.5.
1.6.
JUSTIFICACIÓN DE LA MUSICOTERAPIA.
EL FENÓMENO EDUCATIVO.
LA NATURALEZA DE LA MÚSICA.
EL SONIDO.
EL OÍDO.
LA VOZ.
Texto:
1.1 JUSTIFICACIÓN DE LA MUSICOTERAPIA:
Aunque más adelante trataremos de forma más precisa los contenidos que justifican el uso de la musicoterapia,
expondremos aquí los tres principios de base:
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
-Las justificaciones de la musicoterapia deben buscarse en los principios expuestos por el psicoanálisis y no en
las teorías seductoras como la magia o el esoterismo.
-La musicoterapia no sustituye al psicoanálisis. Técnica no verbal, se sitúa en su relación con lo verbal.
-Por sus implicaciones, su enseñanza no podría hacerse únicamente mediante libros. Es decir necesita del
esfuerzo del musicoterapeuta, un doble esfuerzo de implicación: en lo verbal y en lo no verbal.
1.2 EL FENÓMENO EDUCATIVO:
El principal punto de partida en educación es sin duda el lenguaje. El niño tiene la posibilidad de emitir sonidos.
Estos sonidos pueden ser de naturaleza distinta, agudos, graves, ruidosos, cortos o largos. La adquisición de
nuevas palabras hace intervenir en primera instancia la imitación, lo que implica atención por parte del niño.
Esta imitación se produce a través de la recepción del sonido, el niño procesa esta información y después la
repite. El grado de observación será el que determine la adquisición más o menos rápida de las palabras.
Según Bloomfield pueden establecerse 5 puntos de la adquisición del lenguaje:
- El niño pronuncia y repite sonidos.
- Trata de imitar el sonido producido por el adulto (y que se acerca al balbuceo).
- Intervención simultánea de la vista y de la audición.
- Apertura al discurso abstracto o sustitución. Condicionamiento.
- Perfeccionamiento.
Diferentes teóricos han desarrollado hipótesis acerca del aprendizaje del sonido, hoy en día el más aceptado es
Piaget que elabora tres grandes etapas del conocimiento intelectual.
Ya en el entorno escolar, el niño ha de utilizar su voz y hablar. Para hablar ha de articular, coordinar y sobre
todo, dar sentido a las frases. Estos y otros elementos que intervienen en el lenguaje, son necesarios
adquirirlos.
El vocabulario ha de ir íntimamente relacionado con el aprendizaje del lenguaje. Generalmente será la imitación
del lenguaje adulto lo que va a dar origen al vocabulario propio del niño. La lectura, por otra parte ayudará al
conocimiento de mayor cantidad de vocabulario. Existen varias tesis sobre las condiciones generales para el
aprendizaje de la lectura. Quizás una de las más acertadas sea la de Tomatis, para él leer es "decir lo que está
escrito comprendiéndolo"; Es, pues, decir lo que descubre el ojo haciéndolo inteligible a la escucha que debe
integrarlo". El ojo descifra la letra o palabra. Después la audición interna o externa, si es en voz alta, establece
la unión, que permite la comprensión. Es evidente que para leer bien hay que escuchar bien. Son numerosos
los pedagogos que afirman que los niños que leen mal es debido a que escuchan mal.
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
La escritura está constituida por los símbolos de los sonidos del lenguaje. Su aprendizaje supone la plasmación
de los signos que dan lugar a las palabras. Además, según teóricos como Genouvrier, el niño debe trasmitir el
pensamiento por medio de signos.
Son varios los trastornos que se dan en el aprendizaje del lenguaje. Los más comunes son:
El retraso de articulación, el retraso de la palabra, los retrasos del lenguaje, la afasia y el tartamudeo, en otro
apartado estarían los disléxicos, la disortografía y la discalculia. En torno a estos trastornos son varias las
terapias que se han desarrollado partiendo de la propia musicoterapia. De entre ellas destacamos los estudios
de Mira Stambak (dislexia), F. y J. Robins (problemas de percepción) y Gerard Ducourneau (inhibición). Para
este último los objetivos de la musicoterapia en el plano educativo han de tratar los problemas de comunicación
principalmente en torno a tres problemas.
- Los desordenes espacio-temporales.
- Los trastornos del pensamiento.
- Los trastornos de afectividad.
En cuanto a la utilización de la musicoterapia fuera del entorno educativo, el mismo autor basa su línea de
acción en dos direcciones fundamentalmente. La debilidad o déficit intelectual y la psicosis.
En torno al déficit intelectual, la música es la mejor arma para tomar consciencia de sí mismo, permitiendo
también la expresión. Para el acercamiento a personas con deficiencias intelectuales, la música constituye un
medio atractivo, tanto para el terapeuta como para el paciente. En general se comienza con instrumentos de
percusión o simplemente con sonidos producidos por objetos propios del entorno.
Para el tratamiento de la psicosis también es acertado el uso de la musicoterapia ya que, surge del desorden de
la organización del yo y de la relación de la persona con el mundo que la rodea. La música puede ser un medio
de toma de conciencia no solamente de sí mismo, de su cuerpo, sino que también del espacio que le rodea. En
este entorno existe tanta diversidad en los casos que supone una gran dificultad el demostrar una línea
determinada de actuación.
1.3 LA NATURALEZA DE LA MÚSICA:
A lo largo de la historia y desde la prehistoria, el ser humano ha utilizado el sonido. Ya sea en forma de ruido,
para comunicarse o por pura diversión.
El sonido se origina mediante un movimiento vibratorio de las partículas u objetos. Las vibraciones que
producen el sonido son una energía presente en la naturaleza, no solo en lo que conocemos como nuestro
mundo, sino en todo el universo. Desgraciadamente nuestro oído solo es capaz de captar unos determinados
sonidos.
La música es un sonido especial, tiene la capacidad de despertar emociones y sentimientos. Los esquemas que
la música utiliza están presentes en la propia naturaleza, ya sean, ritmos, proporciones, armonías...
La música ha sido utilizada para fines terapéuticos desde la prehistoria, llegando a formar parte del mito y la
religión de las diferentes culturas.
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
En el antiguo Egipto el jeroglífico que representaba la palabra "música" era el mismo que utilizaban para la
representación de la alegría y el bienestar. En la Grecia clásica se consideraba que todas las formas físicas
eran manifestaciones de la música. Ya en el Medievo también es reconocida la importancia vital de la música
como terapia de curación. Varias son las reseñas que se encuentran a lo largo de la historia. La mayor
constancia de ellas las encontramos a partir de los siglos XVI-XVII. Es entonces cuando médicos como Thomas
campian, Thomas Cogan y Richard Brow, comienzan a tratar a sus pacientes con música. Los grandes
compositores se dieron cuenta, evidentemente, de este poder. Haëndel ya decía que no quería divertir al
público sino "hacerlos mejores".
Los estudios sobre musicoterapia fueron avanzando y ya en el siglo XIX, se llevaron a cabo investigaciones
científicas sobre los efectos fisiológicos de la música. Poco a poco se fue reconociendo el valor del sonido
musical como terapia para resolver problemas de salud, sobre todo en problemas psicológicos y de terapia
ocupacional. Importantes investigaciones se llevaron a cabo en torno a la resonancia. Este elemento de la
música se cree fundamental para la curación. Las ondas sonoras al penetrar en un cuerpo vivo, las vibraciones
propias del sonido estimulan las células vivas del cuerpo. El alto contenido de agua del cuerpo humano permite
además una pronta difusión de las vibraciones, lo que permite, según algunos autores, llegar a establecerse
una relación entre el individuo y las vibraciones del cosmos.
1.4 EL SONIDO:
Sobre qué es el sonido y cómo diferenciarlo del ruido, existen varias hipótesis. Desde que ambos se pueden
entender como un único elemento musical, hasta su absoluta diferenciación. Sí que es cierto que todo sonido
puede llegar a ser ruido y viceversa, pero la connotación de ruido nos hace pensar en algo dañino a nuestro
oído y, por tanto, dañino para nuestro organismo. Lo que nos hace daño generalmente se le da una
connotación de rechazo. Aunque en determinados casos sea necesaria la utilización de algo dañino para
ocasionar placer o calma. Por tanto el ruido puede ser beneficioso. Por esto los dos términos han de ir
asociados y aún más en el caso de la musicoterapia.
El sonido forma parte de nuestra vida. Es evidente que incluso el silencio contiene sonido. Nuestro cuerpo está
preparado para vivir con el sonido. Existen sonidos que somos capaces de escuchar y otros que
desgraciadamente no somos capaces de escuchar. Sin embargo algunos de estos sonidos que somos
incapaces de oír si podemos sentir mediante el tacto. El sonido es movimiento, son vibraciones de materia, por
ello aunque nuestro oído no las escuche si podemos tocar en la medida de lo posible, las vibraciones de
determinados cuerpos sonoros. Un ejemplo significativo puede ser el batir de alas de un insecto. No somos
capaces de oírlo, pero lo podemos sentir gracias a los movimientos de aire que genera.
En definitiva el sonido es movimiento, y el movimiento es vida, por tanto el sonido forma parte "especial" de
nuestras vidas.
Como hemos señalado el sonido existe gracias a la vibración de los objetos, por esto es una energía cinética.
Esta energía puede llegar a ser caótica u ordenada, diluida o concentrada, débil o potente. En la medicina
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
moderna al dirigir un haz de sonido potente de tono agudo con precisión se pueden destruir cálculos renales o
biliares.
La vibración dispone un determinado movimiento de comportamiento cíclico. Este ciclo es diferente para cada
sonido. Al número de ciclos o vibraciones por segundo de cada sonido se le llamará frecuencia. La frecuencia
es dentro de la musicoterapia el factor de mayor importancia para elaborar las hipótesis de aplicación. La
unidad que mide las frecuencias son los hercios (Hz). El oído humano es capaz de escuchar frecuencias de 1820-25 Hz a 20000-22000 Hz. Cuando un sonido vibra unas 40 veces por segundo (40 Hz) se dice que es un
sonido grave (el do 1 del piano por Ej.). En el caso de que vibre 15000 veces por segundo, estaremos
escuchando un sonido agudo (La 7 del piano por Ej.). Una conversación normal de dos voces humanas oscila
entre los 200 - 400 Hz.
Para trasmitirse, desde el cuerpo que vibra hasta nuestro oído (o a cualquier parte, lógicamente), el sonido
utiliza el aire. Dando lugar a las ondas sonoras, que vienen a ser moléculas de aire que se mueven ya sea de
un lado a otro o longitudinalmente. En la práctica su representación gráfica se hace como una ola de mar. El
sonido es capaz de viajar no solo a través del aire que es su elemento principal sino que también es capaz de
viajar a través del metal, el vidrio, la madera, el agua...
La cantidad de movimiento de los átomos y moléculas que vibran determinan la sonoridad o intensidad del
sonido. La unidad que mide la intensidad del sonido es el decibelio. El oído humano es capaz de oír desde 1
decibelio hasta 110 - 115 decibelios, por encima de este umbral y si se llega a 150dB algunos seres vivos, en
casos extremos, pueden incluso morir. Una conversación en voz alta se desarrolla sobre los 60dB.
Cuando el ser humano escucha un sonido, casi por instinto tiende a clasificarlo. En general como bueno o malo,
agradable o desagradable..., pero un sonido es mucho más. Cuando se produce un sonido no solamente
estamos escuchando una frecuencia determinada a una intensidad determinada. Son varias las frecuencias e
intensidades que se producen en relación a un sonido. Al vibrar una cuerda del piano por Ej. Hay otras que si
se mantienen libres comenzarán a vibrar por simpatía. Es lo que se llama armónico. A partir de un sonido
generador hay otra serie de sonidos (conocidos como serie armónica) que con mucha menos intensidad emiten
sonido también. La relación del armónico con respecto al sonido generador es de carácter matemático. El
primer armónico suele estar a distancia de quinta justa, el segundo a distancia de octava, el tercero a distancia
de tercera mayor..., así sucesivamente.
Los armónicos se van acercando entre sí conforme se van alejando del sonido generador. Igual que un pintor a
la hora de representar un paisaje no solo utiliza colores primarios sino que necesita mezclarlos entre sí para
poder plasmar los matices y las luces y sombras que requiera el lienzo, el sonido necesita de la mezcla con
otros relacionados con él para determinar los matices y esas luces y sombras que en la música se
corresponden con el timbre.
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
1.5 EL OÍDO:
El oído humano es de estructura compleja y de bastante sensibilidad. Con él no solo escuchamos sino que
además nos permite controlar la posición y los movimientos de la cabeza y determinar el sentido de la
gravedad.
Las ondas sonoras entran generalmente por el pabellón auditivo (decimos generalmente porque podemos sentir
sonidos dentro de nosotros mismos gracias al oído interno), al pasar por el conducto auditivo las ondas sonoras
inciden sobre el tímpano, el cual vibra, estas vibraciones son trasmitidas por tres pequeños huesos llamados
martillo, yunque y estribo. Estos a su vez trasmiten las vibraciones al caracol el cual transforma las vibraciones
en impulsos eléctricos que envía al cerebro por medio de los nervios auditivos. En el cerebro las señales se
clasifican y analizan.
Todo esto ocurre además de forma automática e inconsciente.
Estudios científicos han demostrado que cuando aún no hemos nacido y aproximadamente en los últimos
cuatro meses de embarazo, el niño, que ya ha desarrollado los pabellones auditivos, ya oye. Y según estos
estudios el niño ya es capaz de sentir estimulación a través de la música. Se recomienda para esta etapa del
embarazo que la madre escuche música que le permita relajarse y a la hora del nacimiento se recomienda
también una música relajante apropiada.
Otros estudios relacionados con el pabellón auditivo u oreja, demuestran que en él existen una serie de puntos
determinados relacionados con diferentes partes de nuestro cuerpo. Es lo que se conoce como terapia
auricular. El masaje o la acupuntura sobre estos puntos puede servir para aliviar problemas, hoy en día se
utilizan incluso los masajes con ultra sonidos.
Las relaciones entre el sonido y la luz son de vital importancia para músicos pintores y sanadores. La vista es
nuestro sentido dominante y ocupa aproximadamente las tres quintas partes de nuestra atención consciente.
Pero los oídos pueden percibir una gama mucho más amplia de frecuencias. En términos de las bandas de
frecuencia totales que se perciben, el ojo responde a unas frecuencias máximas que son aproximadamente el
doble de las mínimas que percibe. Este intervalo en el que se duplican las frecuencias representa el espectro
total de colores que nos resultan familiares, desde el rojo hasta el violeta. El oído percibe un intervalo de
frecuencias diez veces superior, bajo la forma de ondas sonoras, desde las muy graves hasta las muy agudas.
Las ondas sonoras son invisibles para el ojo humano, pero gracias a dos científicos se han podido adaptar en
determinados casos para poderlas ver. El primero de ellos fue Ernst Chladni que con su violín y unos granos de
arena, demostró que a cada sonido del violín los granos de arena se distribuían conforme a un dibujo
determinado. En los años 60 el alemán Hans Jenny investigó la ciencia de la cimática (estudio de la energía de
las ondas). En sus fotografías se muestra el efecto de las ondas sonoras al atravesar diversos polvos, líquidos y
semisólidos. La energía de las ondas producían dibujos determinados.
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-13 – OCTUBRE DE 2009
1.6 LA VOZ:
El ser humano ha llamado a los sonidos que utiliza para expresarse y comunicarse, lo que en otros animales
pueden ser ladridos, o maullidos, voz.
El ser humano puede producir sonidos de diferentes tipos. Desde dar palmadas, zapatear en el suelo y los
sonidos propios que el cuerpo hace voluntaria e involuntariamente. Pero es la voz la que utilizamos para
comunicarnos, su poder puede llegar a ser bastante alto. El modo en que cada cual utiliza su voz denota la
forma vital de ser. Mediante la voz se pueden expresar sentimientos, se pueden manifestar pensamientos..., y
se puede cantar. Qué diferencia existe entre hablar y cantar: Depende a quien se lo preguntemos nos dirá
cosas diferentes. En el caso de un cantante nos diría que el canto es la utilización del instrumento que el ser
humano posee. Para un médico seguramente no habrá diferencias vitales, sino más bien las diferencias serán
superficiales, en torno a la respiración y a la emisión del sonido. Para el entorno de la musicoterapia es más
interesante la utilización de la voz y el canto, ambos unidos y desde el punto de vista musical.
Todo instrumento musical tiene al menos tres características. Una fuente generadora de sonido, un vibrador
que determina el tono y elige el sonido, y por último una zona destinada a la resonancia. De la misma forma, la
vocalización se divide en tres procesos principales: la fonación, o producción del sonido; la resonancia, o
ampliación armónica del sonido, y la articulación, o moldeado y pronunciación de los sonidos vocales para
generar las formas lingüísticas a las que llamamos palabras.
En la producción del sonido intervienen las cuerdas vocales. Estas están situadas en el cuello a ambos lados de
la laringe, unidas a esta. No tienen un espacio vibratorio abierto como en el caso de los instrumentos de cuerda,
su unión a la laringe se lo impide.
Al hablar los músculos que rodean el cuello y la laringe, tiran de las cuerdas vocales haciendo que se adentren
hacia el centro de la laringe. El aire he de pasar por un orificio estrecho en forma de ranura, al pasar hace vibrar
las cuerdas vocales. Para emitir notas de tono más agudo, los músculos de la laringe se estiran de forma que
alargan las cuerdas vocales. Para emitir sonidos graves el proceso es a la inversa.
Al hablar normalmente la dilatación de las cuerdas y la emisión de aire, se controlan por medio de movimientos
mínimos de los músculos.
Autoría
• Nombre y Apellidos: Alejandro Vargas Serrano
• Centro: Conservatorio Elemental de Música de Olula del Río.
• Localidad, provincia: Olula del Río. Almería.
• E-MAIL: [email protected]
C/Maestro Cebrián, 4 - Bajo 9. - Teléfono 958 10 72 90 - 18003- GRANADA ESPAÑA [email protected]
Descargar