Reporte de la Misión técnica efectuada en la Zona Intangible

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Reporte de la Misión técnica efectuada en la Zona Intangible Tagaeri - Taromeniani (ZITT) /
Parque Nacional Yasuní
Luis Felipe Torres
Ministerio de Cultura – Perú
La Misión Técnica en la ZITT en el Parque Nacional Yasuní ha permitido a los participantes conocer
el área donde se encuentran los pueblos aislados en esta región y tener un acercamiento a las
acciones que ejerce el Estado ecuatoriano en la zona para la de protección de estos pueblos, cuya
presencia está comprobada por diversos reportes recientes de avistamientos, encuentros y
conflictos producidos con otros grupos asentados en la región.
La misión ha sido una experiencia de gran importancia para los delegados de los diferentes países
asistentes, contribuyendo al conocimiento del caso ecuatoriano y la reflexión acerca de los
programas de protección de pueblos indígenas aislados de cada país en la región Amazónica. En
este sentido, tan importante como conocer las metodologías que se utilizan en la ZITT para
aprender lecciones útiles para cada caso particular, la misión ha sido importante reflexionar en
torno a las particularidades que tiene cada contexto en donde se encuentran estos pueblos y la
necesidad de adecuar las acciones a cada situación, sin existir recetas estandarizadas para todos
los casos.
La experiencia en la ZITT deja algunas reflexiones que son presentadas a continuación:
Amenazas para los pueblos aislados y retos para el Estado.
Durante el recorrido por las riberas de los ríos Shiripuno, Cononaco y Curaray (así como algunos de
sus afluentes) se apreció poca densidad poblacional, limitada a la presencia de población indígena
Waorani asentada en pequeñas comunidades dentro de un gran territorio de bosque protegido así
como pequeños destacamentos militares en la zona de frontera con Perú.
Durante la misión no se apreció mayores presiones sobre los recursos del bosque por actividades
económicas a gran escala (extracción de hidrocarburos, agricultura comercial, ganadería,
concesiones forestales, etc.), lo cual es una ventaja para la protección de la zona intangible, aún
cuando se sabe de proyectos extractivos en áreas no recorridas durante la misión que deberán
tener un control adecuado por parte del Estado para evitar afectaciones a los aislados.
De todas formas, se ha podido comprobar actividades que realizan poblaciones indígenas y
colonos asentados en la zona intangible y en zonas de frontera dedicados principalmente a la
extracción de madera y caza, en algunos casos con fines comerciales, las cuales son ilegales dentro
de la ZITT. Estas actividades pueden eventualmente reducir los recursos a los que acceden los
grupos aislados así como interferir en sus dinámicas de desplazamiento en estos territorios
generando contactos no deseados con desenlaces imprevistos y posiblemente trágicos. De otro
lado, se sabe de relaciones conflictivas y eventos violentos entre los grupos aislados y las
poblaciones indígenas Waorani asentadas dentro y en los límites de la ZITT. Estos procesos
implican un gran reto para el Estado que se ve en la necesidad de ejercer la protección de los
pueblos aislados regulando las actividades que se realizan en la ZITT, tomando a su vez un rol
mediador entre éstos y las poblaciones indígenas asentadas en la zona.
Condiciones logísticas y recursos para la protección de la ZITT
El trabajo de protección de derechos de los pueblos en aislamiento en la ZITT requiere de una
logística compleja. Por la condiciones del terreno y la inexistencia de vías de comunicación
terrestre se requiere de realizar viajes largos vía fluvial lo que implica una costosa necesidad de
recursos, sobre todo en cuanto a combustible. Este factor puede ser un limitante para la
realización de monitoreo y tener presencia constante en la zona. Esto es una situación recurrente
en la región Amazónica ya que los pueblos aislados por lo general se encuentran alejados de
grandes centros urbanos y en territorios de difícil acceso. Asimismo, es común que los gobiernos
de la región no brinden la totalidad de recursos necesarios para la protección de estas
poblaciones, en muchos casos por desconocimiento de la situación de vulnerabilidad en la que se
encuentran y el poco interés en invertir en zonas con poca densidad poblacional.
En el caso de la ZITT se pudo apreciar que el control de acceso y monitoreo es más accesible desde
la zona oeste (Shiripuno) con la estación de Monitoreo y su cercanía a centros urbanos como El
Coca, en comparación a la zona Este en la frontera con Perú (Curaray), donde el acceso es mucho
más complicado creando limitaciones para la dotación de recursos para el monitoreo y el control
de la zona.
Coordinaciones Interinstitucionales
La coordinación entre diferentes entidades del Estado para la protección de los pueblos indígenas
ha sido una de las mayores lecciones para rescatar del caso ecuatoriano, donde se pudo apreciar
relaciones en buena medida consolidadas con la participación de los sectores de Justicia, Derechos
Humanos y Cultos, Ambiente, Salud, Interior y Defensa. Este tipo de coordinaciones son de suma
importancia para realizar una protección efectiva de estos territorios. En este contexto, cada
sector en el marco de sus competencias puede colaborar para generar un sistema de protección
integral de los pueblos aislados y sus territorios, mediante la identificación de problemáticas,
control de amenazas y manejo de conflictos.
Coordinaciones Intergubernamentales Ecuador - Perú
Se ha visto la importancia de realizar coordinaciones intergubernamentales entre Ecuador y Perú
para atender de manera conjunta la problemática de la presencia de madereros y cazadores
ilegales en la región fronteriza. Asimismo es importante que estas coordinaciones se den para
compartir información sobre la presencia de pueblos aislados en zona de frontera, ya que
colindante a la ZITT del lado peruano existe una solicitud para la creación de una reserva indígena
por parte de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), que asevera la
existencia de pueblos aislados del lado peruano, los cuales estarían emparentados a los grupos
Tagaeri y Taromenani del lado Ecuatoriano.
Relacionamiento con la población indígena Waorani para la protección de la ZITT
Los pueblos aislados de la ZITT comparten un mismo territorio con grupos indígenas Waorani, con
quienes de alguna manera se encuentran emparentados y son los actores con los que tienen
mayor contacto. En este sentido la protección de pueblos aislados requiere un trabajo coordinado
estrechamente con las poblaciones indígenas Waorani que están asentadas en la ZITT.
Durante la visita a las comunidades Waorani se evidenció que existe una relación cercana entre las
poblaciones indígenas y los funcionarios encargados de la protección de la ZITT y el Parque Yasuní.
De hecho, muchos de los habitantes de estas comunidades participaron activamente en la misión
en el apoyo logístico (motoristas, guías e intérpretes). Asimismo la inclusión de personas Waorani
dentro al equipo técnico de apoyo del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos favorece
la creación de lazos formales con este pueblo indígena e involucra a su población en la protección
de los aislados de la ZITT.
De otro lado, existe en algunos casos un conflicto entre expectativas de parte de las comunidades
que no se condicen con los fines del Parque o la Zona Intangible, como la construcción de
infraestructura de cemento o con condiciones impropias para la zona, los cuales requieren trabajo
y discusión con las comunidades para generar alternativas que lleguen a un consenso entre las
necesidades de las comunidades y los fines de la zona protegida.
En este sentido se requiere que las comunidades tomen conciencia de los beneficios que les
presenta estar en un área protegida y tener un aprovechamiento sustentable de los recursos para
las nuevas generaciones a través de un proceso de sensibilización constante, el cual debe ser
complementado a su vez por proyectos sostenibles y culturalmente adecuados que respondan a
las necesidades que tiene la población.
Turismo en la Zona Intangible
La presencia de turismo en la zona intangible es un factor que debe ser supervisado muy de cerca.
En otros contextos la actividad turística está totalmente prohibida en zonas habitadas por pueblos
en aislamiento por los riesgos que esta situación implica para las dos partes: la posibilidad de un
contacto violento o transmisión de enfermedades. En este caso en que esta actividad es permitida
(tomando en cuenta también que es una actividad de interés de las comunidades Waorani) se
requiere de operadores turísticos certificados que en coordinación con el Estado realicen un
control estricto de las condiciones de salud de con las cuales ingresan los turistas (vacunación y
chequeo médico), aseguren el cumplimiento estricto de un código de conducta adecuado
(prohibición de expediciones en ciertas zonas con reportes de presencia de aislados, manejo de
residuos, acompañamiento constante de guías de turismo capacitados), así como contar con
Planes de Contingencia Antropológico que permita conocer disponer de protocolos de actuación
para diversas situaciones de contacto que pudieran producirse al interior de la ZITT (encuentros
amistosos, encuentros violentos, encuentro de vestigios, etc.)
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