Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática DIPUTADA PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA; COMPAÑERAS DIPUTADAS Y COMPAÑEROS DIPUTADOS; CIUDADANAS Y CIUDADANOS QUE HOY NOS ACOMPAÑAN; REPRESENTANTES DE LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN. Los integrantes de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática ante ésta legislatura queremos referirnos a la resolución que hace casi una semana dictó la primera Sala de la Corte Suprema de nuestro país, mediante la cual le concedió amparo a una asociación civil integrada por cuatro personas, respecto al consumo lúdico de la marihuana, acción que si bien está claramente circunscrita a dicha asociación y sus integrantes y hasta el momento no es vinculatoria ni sienta jurisprudencia, si ha abierto la puerta para que en nuestra nación se inicie ya con el debate sobre este tema, el cual está plagado de mitos, medias verdades y mentiras completas. El objeto del recurso jurídico interpuesto por la asociación en comento, fue como ellos mismos han señalado, el obligar a la apertura del debate real, serio y fundado, y no para promover, apologizar, o inducir el consumo de la marihuana, hecho que en sí solo no requiere de promoción alguna, ya que quienes deciden consumirla lo han hecho, lo hacen y lo harán con o sin medidas que lo regulen, tal y como sucede con el consumo de tabaco o alcohol que son más perjudiciales para la salud que la propia marihuana, pero 1 Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática con la diferencia de que estas drogas son socialmente aceptadas, y hasta promovidas comercialmente en medio de difusió n masiva, e incluso sus marcas son patrocinadoras de diversos eventos hasta deportivos y de diversos entes políticos tanto en lo individual como en lo colectivo. Ya que las compañías que producen y comercializan estos, cuentan con equipos de cabilderos, que se encargan de mantenerse en contacto con instancias ejecutivas y legislativas para prevenir, modificar o bloquear cualquier intento de alterar las reglas que les permiten vender tanto tabaco como alcohol con plena libertad, a sabiendas de todos de los perjuicios que ocasiona el abuso en su consumo. Nuestra sociedad se compone de un conjunto de “dobles morales” por citarlas de alguna forma coloquial, ya que de cara hacia el exterior el discurso y la postura oficial siempre busca aparentar absoluta rectitud y honorabilidad, aunque hacia adentro el actuar diga todo lo contrario de lo que se pregona. Y ello va desd e quienes en su retórica invocan a la trasparencia y la honestidad, pero que no escatiman ningún argumento legaloide o político para “darle la vuelta al tema” como se dice popularmente. O también comprende a quienes debiendo ser garantes de la moral religiosa en las familias devotas, abusan de algunos menores fracturando con ellos a dichas familias. Así como quienes se oponen a reconocer el derecho de las mujeres para determinar sobre su cuerpo con absoluta libertad y tras los muros de sus 2 Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática casas esconden sucesos en los que literalmente obligan a mujeres de sus familias a tomar determinaciones para evitar ser juzgados por su círculo social. O quienes debiendo ser los custodios de los Derechos Humanos, prefieren ser cómplices de la no legalidad y aceptan permanecer en sus cargos ya vencidos con tal de seguir activos en el presupuesto público en vez de haber rechazado su continuidad y con ello evitar la ilegalidad de los actos que siguen signando. Así como aquellos que estigmatizan a quienes consumen marihuana y hace ojos ciegos y oídos sordos ante el escandaloso consumo de alcohol y tabaco, que en los hechos son tan reprobables como el de cualquier otra droga de las llamadas “blandas” o de origen natural. El tema de la violencia que se liga al consumo de las drogas, simplemente es una consecuencia natural que resulta de su prohibición radical, tal y como sucedió en la era de la prohibición del alcohol en los Estados Unidos, misma que sirvió de incubadora para la producción y comercialización ilegal del alcohol y con ello el empoderamiento económico de los grupos que aprovecharon dicha veda tal y como lo hacen los que comercian con la marihuana, que son los principales beneficiarios de su prohibición. Si bien todos tienen derecho a expresar su postura al respecto, esta tiene que ser producto de un debate razonado y fundado sobre el tema, no solo con base a prejuicios nacidos de una falsa moralina. El país entero debe opinar sobre ello, ya que ha sido el que ha sufrido las consecuencias de la absurda 3 Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática guerra sorda que el Estado Mexicano sostiene con el crimen organizado con sus más de cien mil muertes y desapariciones forzadas oficialmente reconocidas. Los diputados del PRD invitamos a NO permanecer ajenos a esa realidad social que lacera a la sociedad mexicana, tengamos apertura de pensamiento y promovamos el debate sobre la despenalización reglamentada del consumo de la marihuana y veamos a ésta como un psicotrópico similar al alcohol o el tabaco que legal y socialmente vemos como parte de nuestras vidas aún y con todo el daño que causan a las familias. No estigmaticemos a los ministros que tuvieron el valor y la razón jurídica de dar un paso más en la necesaria apertura del debate, ni a la asociación civil que tuvo la intel igencia de saber promoverla, ni tampoco se ñal emos ni marginemos socialmente a quienes tengan el gusto por consumir la marihuana, ni a aquellos que alcen su voz para demandar el inicio de la discusión seria sobre el tema. Avancemos en su legalización reglamentada de forma responsable, seamos una sociedad del siglo veintiuno, y desterremos una a una todas las dobles morales, que solo nos hacen tratar de engañarnos unos a otros a sabiendas de que no en pocas ocasiones lo que se pregona no tiene que ver con lo que se actúa. 4 Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática 5