“Vivimos bajo una dictadura del buen gusto”

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LEO BASSI
“Vivimos bajo una
dictadura del buen gusto”
L
a cruzada personal de
Leo Bassi contra los
abusos políticos, la
ignorancia y las religiones monoteístas
le ha llevado a representar “La
revelación”, una propuesta de
retorno a la naturaleza humana
más pura con un eslogan tajante: “En el nombre de la razón,
que tiemble la fe”.
¿Cree que la gente que va a ver
“La Revelación” va porque lo
han visto en la televisión?
Cuando estaba en los programas
tipo Crónicas Marcianas la gente
venía a verme por el morbo, pero
ahora esto se acabó. La audiencia
que viene a verme está muy concienciada política y socialmente,
y saben a qué me dedico en la actualidad.
¿Cómo se autodefiniría? Actor,
humorista...
Si pensamos en un actor nos imaginamos a una persona que entra
y sale de un papel. Me gusta más
utilizar la palabra bufón, que hace
muchos años Darío Fo puso de
moda, y que intenta buscar en la
tradición europea medieval personajes que por un lado entretenían
Mientras sus ayudantes ultiman los preparativos para la
representación de “La revelación”, Leo Bassi nos recibe en el patio
de butacas del Teatre Club Capitol. Una vez sentados y con la
grabadora en marcha, Bassi deja a un lado su faceta humorística,
bufonesca y provocadora para enfundarse en el papel de él mismo
Texto: Maria Puntés Marc Paüls
Fotos: Marc Paüls leobassi.com
con artes circenses, malabares y
estas cosas; pero por el otro tenían
un papel político muy importante, siendo la oposición al poder.
Yo espero hacer y mantener esto
hoy en día.
¿Se siente un abanderado de
la provocación o siente que los
medios le han atribuido este
papel?
He buscado la provocación como
un lenguaje, una manera de hacer que la gente hablara de mí y
para decir ciertas cosas. A veces,
los medios, por ignorancia o por
astucia política, han eliminado el
otro aspecto; es decir, que la gente sabe que he hecho cosas raras,
pero... ¿por qué lo estoy haciendo? Puede que sea porque no se
quiere ir más allá, por ejemplo,
muchas de las críticas que he recibido por “La Revelación” se
centran en lo trivial del espectáculo: me visto de Papa, hago otras
cosas raras pero... ¿por qué las
hago? Algunos quieren limitarme
a esta imagen de provocador, sin
tener en cuenta las razones.
¿Por qué cree que esto ocurre?
Creo que vivimos bajo una dictadura del buen gusto, en el sentido
de que hay cosas que se pueden
hacer, cosas que no... Nuestra sociedad vive sobre el principio de
que la gente se compra una ética,
una imagen... Las tiendas intentan
vender valores para que la gente
parezca lo que no es y yo, a través
de la provocación, rompo con estas apariencias para buscar lo que
hay debajo, la miseria humana.
¿Hasta qué punto le beneficia
o le perjudica su actitud transgresora y provocadora ?
Esto no depende de mí, depende
de las reacciones en las personas.
Por ejemplo, el intento de atentado que sufrí en el Teatro Alfil de
Madrid el pasado mes de marzo.
Yo no tuve nada que ver, fueron
otros los que se sintieron ofendidos por lo que he hecho. Me eligieron como cabo expiatorio de
una de una situación.
¿Cree que si le hubiera pasado
lo mismo a otro actor se le habría dado más importancia?
Estamos hablando de algo que
podría haber matado a mucha
gente, de algo que va más allá de
la censura sobre Pepe Rubianes y
“Lorca eran todos”, por ejemplo.
¿Teme que se repitan incidentes
como el intento de atentado?
Sí, porque aunque no sea por la
obra pueden atacarme por cualquier otra cosa que haga. Sin embargo no estoy asustado, porque
vengo del circo, y defiendo mis
ideas con una fuerza que ellos
no pueden imaginar. En el circo
existe un código de honor y valentía para tener libertad. Se han
equivocado, porque han atacado
al mundo del circo. Es más, voy
a volver a representar “La revelación” en el mismo teatro a principios del año que viene.
¿Qué opina del uso del concepto “libertad de expresión” que
se está llevando a cabo?
Para mí es más importante la libertad de consumir información.
Exigir libertad de expresión me
parece demasiado presuntuoso.
Lo que es seguro es que el público tiene el derecho a oír cualquier
cosa, y esto es más importante
que el derecho de decir. Si alguien
impide a otro decir algo, no sólo
niega el derecho de éste a decirlo,
sino que además está ignorando el
derecho de todos los demás a oír
estas cosas, que para ellos puede
que sean muy importantes.
Leo Bassi en diferentes momentos de “La revelación”: como predicador evangelista (izda.), machacando manzanas con un bate (centro) e interpretando un ritual indígena.
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ESFERA
¿Es más difícil escandalizar
ahora que hace unas décadas?
No, ni mucho menos. De hecho
es la primera vez que me ponen
una bomba y que he sufrido tantas manifestaciones en contra del
espectáculo, no sólo en Madrid. A
mi me parece que la gente se escandaliza más ahora que antes. En
los años 80 la gente era más abierta de mente y ahora existe un tipo
de juventud conservadora que se
escandaliza más fácilmente.
MUY PERSONAL
Nacido en la ciudad de Nueva York el año 1952,
Leo Bassi procede de una familia de artistas
del circo con una tradición de más de un siglo y
medio de antigüedad. Dice conservar recuerdos
maravillosos de su infancia, cuando debutó junto
a sus padres a la edad de siete años y empezó a
representar y viajar por todo el mundo.
En estos años aprendió a la perfección diferentes
técnicas del espectáculo circense, como los
malabares con los pies, disciplina que domina
y ejerce aún en su última obra. La maestría con
que realiza estas acrobacias le ha otorgado el
privilegio de ser citado en la Enciclopedia Oxford de
las Artes Escénicas, además de otros numerosos
galardones por su diversa trayectoria en el circo,
el teatro, el cine, la televisión y los espectáculos.
Recientemente está realzando su presencia en
Internet con su página web personal.
Con “La revelación”, obra que representaba cuando
sufrió un intento de atentado bomba, Leo Bassi ha
agitado el clima político y social en las esferas
más conservadoras y creyentes.
¿Usted considera menos inteligente una persona creyente que
una atea?
Categóricamente sí. Lo veo como
una pequeña enfermedad mental,
como un mecanismo de supervivencia nuestro. Ahora, si veo
que alguien está quemando una
Iglesia seré el primero en ir a apagar el fuego.
¿Existe autocensura acerca de
las grandes religiones y, en concreto, del Islam?
He vivido y actuado el 99% de mi
vida en países de tradición cristiana, por eso mi crítica se dirige
E
“La libertad de expresión
no es tan importante
como el derecho de
consumir cualquier
información”
mayormente hacia ésta. No obstante, estoy seguro de que si hubiera nacido en un país islámico
haría lo mismo pero con el Islam.
¿Opina que el laicismo y el racionalismo están “de capa caída”?
No es que decaigan, porque los
valores son los mismos, sino que
van defendidos con menos intensidad que antes. Con la caída de
la Unión Soviética se perdió un
polo laico enorme (aunque no la
defienda) y los defensores de las
religiones siguen haciéndolo con
la misma o mayor fuerza.
TEST RÁPIDO
¿Un actor o showman al que
admire? Michael Moore.
¿Un libro? Estoy leyendo
“La gran guerra de la
civilización”, de Robert
Fisk.
¿Una canción? “Claro de
Luna”, de Debussy.
¿Su obra de arte favorita?
Cualquiera de Matisse.
¿Y una película? “Ciudad
de Dios”, de Fernando
Meirelles.
¿Una ciudad y una zona de
Barcelona? Río de Janeiro y
el barrio de la Mina.
¿Su horóscopo? Cero. Me da
igual, soy ateo de la misma
manera.
¿Tiene aficiones?
La astronomía.
¿En qué sitios va a estar
próximamente? Seguiré
en España y también iré
a Holanda, Rusia, Italia,
Alemania...
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