Año XLI Pamplona 24 de octubre de 1935 ORO DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA* EL REY DEL AMOR Núm. 073 ADMINISTRACIÓN, ESTAFETA, 31 DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 21, 2.° taq. Y ¿cuál será el suyo, puesto que dio la vida, aun por sus más encarnizados enemigos, en la Cruz? Aun más; ¿no la entrega a cada uno de los hombres [i algún monarca ha merecido que se le adjeticuando se acercan al altar para recibir su precioso Cuerve con el suave título que encabeza estas lípo en la sagrada comunión? neas, no hay duPor esto pudo decir San da que ante toPablo que "toda la Ley está dos, sobre todos y por encicifrada en el amor", y San ma de todos campea JesuJuan Evangelista, que "Dios cristo Rey, que, para testifies amor", y San Agustín, car el inmenso y el incom•ama y haz lo que quieras". prensible que tiene al géneDe aquí se deduce que no ro humano, se apareció a reconociendo el amor otra Santa Margarita María Alamorada que el amor, el Mocoque, diciéndole: "He aquí narca del cielo pedirá a sus el Corazón que tanto ama a vasallos amor. Y así es, en los hombres", mientras se lo efecto, porque nos prescrimostraba sobre el pecho. be en el primer Mandamiento que le amemos con toda Por eso la Iglesia, su esel alma, con toda la mente, posa, que tan a fondo conocon todo el corazón y con ce las cualidades del Rey ditodas nuestras fuerzas,.de vino, nos enseña en la Misa modo que no solo pide o correspondiente las caracieaconseja que le amemos, sirísticas del reino de jesús. no que lo manda bajo preY ¿cuáles son éstas? El cepto grave y con la sanción amor ante todo. de penas eternas, por lo cual Reino de amor escribió San Juan Evangelista: "El que no ama, permale llama al que preside el nece en la muerte." augusto Nazareno, y a fe que Ahí se ve el deseo y empuede llamarse así a boca peño decididos que tiene el llena, porque en él no se resSeñor de que le amemos, y pira sino amor, y la atmósello no es más que efecto y fera que le circunda se halla consecuencia del amor inimpregnada de amor. Ya lo comparable y eterno que Él publicó Él mismo a todos los nos profesa. vientos: "Nadie tiene—decía Esto mismo significó j e —mayor amor que el que NAVARRA.—Puerta del monasterio de Iranzu sús cuando eligió a S. Pedro da la vida por sus amigos." Foto. Laureano Landa 306 LA AVALANCHA para Vicario suyo: "Simón, hijo de Juan—le dijo,—¿me amas más que éstos?" Y esto le preguntó nada menos que tres'veces seguidas. Muy bien, por tanto, se expresó San Felipe de Neri cuando, al ver entrar en su aposento a Jesús bajo las especies sacramentales, exclamó lleno de gozo: "Este es el amor mío, este es el amor mío." Y no pudo acabar mejor su inocente vida Santa -Teresio del Niño jesús, que pronunciando estas sus últimas palabras: "Jesús mío, os amo." Pero no hay que olvidar que existen otras virtudes magníficas que son por demás útiles en la vida, y a éstas pertenece, según el Libro de la Sabiduría, la justicia. Y siendo así, ¿podría Faltar en la Corona de Jesús Rey? Imposible. Reino de justicia, añade la Iglesia al enumerar las cualidades del de Jesús, porque, consistiendo la justicia en dar a cada uno lo suyo, como la definen los moralistas; en alabar las obras buenas y premiarlas a proporción de su mérito, y en censurar y castigar las malas según la gravedad de las mismas, ¿dónde la hallaremos con más pureza y brillo que en el reino de Jesús, el cual "dará'a cada uno, en expresión de S, Pablo, conforme a sus obras buenas o malas?" El gobierno del Rey Jesús es el modelo acabado del que han de procurar tener todos los monarcas de la tierra; y en este verdadero supuesto, ¿cómo encontrar en él ni asomo de injusticia? "Justo sois—dice el Profeta;— justo sois, Señor, y recto vuestro juicio." Cabalmente, como enseña San Agustín en su célebre obra "La ciudad d-e Dios", libro 19, citada por el docto Scaramelli, no puede existir nación alguna carente de justicia, pues en tal caso los reinos no serían otra cosa que grandes latrocinios, y los grandes latrocinios, pequeños reinos, haciéndose imposible la vida quieta y tranquila, y campando por sus respetos la gente osada y audaz. Por eso se lee en ei salmo 97: *EI Señor juzgará el orbe de las tierras en justicia y los pueblos en equidad." Hermana carísima de la justíeia es la paz, la bella paz: y ¿será posible que semejante joya no aparezca engarzada en la diadema de Jesús? En manera alguna, Reino de paz es asimismo el de Cristo, y lo proclama la Iglesia en todas partes, comenzando por llamar a su Señor "el Rey pacífico". Acabamos de ponderar que el reino de Cristo es de acrisolada justicia; y ¿cómo podría serlo si no habría paz, cuando el Profeta nos dice que la "justicia y la paz se dieron un fuerte abrazo?" Jesucristo Rey es tan amigo de la paz que no tenía otro saludo que el deseo de ia misma. "La paz sea con vosotros", decía continuamente a sus Apóstoles. Y para indicar que hay paz falsa, como falsas monedas, y que la suya era la auténtica, la verdadera, exclamó: "Mi paz os doy, no como la da el mundo yo os la doy." Esta paz de Jesús es patrimonio de sólo los buenos, porque únicamente a ellos les concede el Soberano de los cielos y de la tierra; por esto, al nacer en Belén este Rey los ángeles anunciaron la paz; pero, ¿a quién? A los hombres de buena voluntad, "a los que tienen la conciencia pura, a los que mantienen las pasiones sujetas a la razón y la razón a Dios, pues entonces están tas cosas ordenadas y hay tranquilidad, y por consiguiente, paz; porque—como dice San Agustín,—"la paz es la tranqui- lidad del orden"; y como en el hombre malo, en el hombre perverso, todo está en desorden, puesto que mandan las pasiones y no la razón, allí no puede residir la paz. Por eso dice la Sagrada Escritura: "No hay paz para los impíos." Ahora se comprenderá mejor la filosofía que encierra el lema del Vicario de Cristo Rey en la tierra: "La paz de Cristo en el reino de Cristo." EL PRIOR DE RONCESVALLES. COBARDÍAS Y yo pregunto, ¿por qué nos hemos puesto los hombres, por qué nos hemos puesto los católicos tan cobardes? Es absurdo que esto ocurra, porque catolicismo y cobardía son incompatibles. Yo creo que esta cobardía la produce nuestra manera de vivir actual. Esa cobardía es hija de la comodidad. La vida muelle y regalada produce la pereza, y ésta a su vez es la inmediata progenitura del miedo. Miedo de hacer, miedo de pensar, miedo de hablar, miedo de todo. Veamos esto. Apenas se inicia una leve molestia de cabeza, y ya tenemos la aspirina en la boca; es un ligero asomo de ardentía, y ya está el bicarbonato en funciones. ¿Hay que andar? No se anda, que para eso están ahí el taxi y el auto. ¿Preocupaciones de administración? "Entiéndase usted con mi administrador." ¿Hay calor? Nieve para todo, todo frío. ¿Hay frío? Calefacción central, calefacción eléctrica, pieles, alfombras. ¿Hay que viajar? Nuestros abuelos tardaban quince días en ir de Huelva o Sevilla a Madrid. Nosotros vamos en una noche, en una rica cama, y nos parece pesado y fatigoso el viaje... ¡Que venga el aeroplano! Ya está ahí. Pronto querremos más comodidad, y será preciso hacer con nuestras personas lo que presentía Lope de Vega para los pensamientos: Con la rapidez del rayo Las noticias han venido; Qqién sabe si, andando el tiempo, Vendrán con el rayo mismo. Quién sabe, digo, si, andando el tiempo, habrá que meter en una* onda nueva, no la palabra ni la imagen, sino a las personas, que irán como el rayo mismo, para servir a este espíritu de regalona comodidad que tiene perturbadas las razonables ponderaciones de la vida. De todo esto resulta un miedo horrible a toda molestia, a todo esfuerzo, a toda seria ocupación. Miedo a la fatiga, al trabajo, a la lucha; miedo a toda actividad creadora, y sobre todo, un miedo horrible y cobarde al dolor. Que no nos hablen de dolor ni de penitencia. Hemos olvidado prácticamente que el dolor es el gran maestro de la vida, porque ha querido DÍOÍ ponerlo como única medicina de nuestras enfermedades morales y como única restauración de la naturaleza caída. ¡Ah! Es horrible eso de la penitencia. Cosas de santos, cosas de santos... ¿Quién piensa en eso?... De este modo no pasa día sin que arranquemos una rama al árbol de nuestra valentía. ¿A dónde vamos? No lo sé; pero si siguen ias cosas así concluiremos todos clasificados entre los prófugos de la virilidad, que no pueden compararse con las mujeres para no ofender injustamente a éstas. ¿Son hombres? No. Son desertores de la naturaleza y del deber, fruta humana que se ha puesto podrida sin haber estado madura. ¿Podemos seguir así? No. Es preciso salvarnos de esa envenenadora molicie, realizando actos que acrediten nuestra virilidad cristiana. *—Oye tú, Inés, o Catalina, o Bárbara, o Cecilia; ¿queréis negar a Jesucristo? —¡No! —Mirad que vais a perder la libertad. LA 307 AVALANCHA —Con mucho gusto; que vengan las. prisiones. —Es que os matarán de hambre. —Venga esa muerte antes que negar a Jesús. —¡Os arrancaremos los ojos! —¡Bendita ceguera! —¡Os dislocaremos los huesos! —Lo sufriremos por nuestro Dios. —¡Os arrojaremos a los leones! —Y allí cantaremos sonrientes el himno del Cordero sin mancilla. Y eran éstas las mujeres. Los hombres eran como ellas, cristianos que no tenían miedo, que miraban tranquilos al dolor y a la penitencia, y vencían y eran grandes. ¿No nos da vergüenza de ser hermanos, en ideas y sentimientos, de los grandes valientes del Cristianismo? Además (y en esto está el ridículo de la situación de los hombres muelles), ocurre que con tanta molicie y pereza y cobardía no esquivan el dolor, porque, quieran o no quieran, tienen que darse de cara con él, ya que el mandato de la existencia del dolor en el mundo es divino, y por tanto, absolutamente ineludible. El hombre fuerte y valiente tropieza con el dolor y lo lleva muy bien, porque está preparado para eso. El hombre cobarde, como no está apto para la tribulación ni para el sufrimiento, es arrollado por éi en su cobardía, y sufre diez' veces más que el otro. De modo que se ha pervertido lodo, hasta la naturaleza muchas veces, para huir del dolor, y resulta que por esos procedimientos se va a sufrir mucho más. Evidentemente puede decirse que los cobardes están en ridículo. P. LABURU, S.J. LO PIDE EL CORAZÓN A Naturaleza ha sido el primer libro de los hombres. Las flores siguen siendo el alfabeto de* su amor. Las flores son su lenguaje... Dicen cosas frivolas y dulces, expresan espantosos duelos y penas. Todos necesitan de las flores; la pálida obrera las cultiva en su ventana; hasta los anarquistas han querido servirse de ellas para expresar sus odios y han querido tener su flor. * ** La próxima semana será semana de flores. Todos esos días, manos piadosas adornarán con flores las sepulturas, silenciosas tumbas de los cementerios. Todos anhelan que las sepulturas parezcan hermosas y risueñas el Día de difuntos. Todos quieren celebrar la fiesta de quienes han atravesado los umbrales de la eternidad. Y como la muerte es tenebrosa, se procurará rasgar las tinieblas con la viva luz. Esta luz es a tas flores a quienes se les pedirá; y a las rosas de todos los colores y de todos los perfumes; a los crisantemos dobles, cuyas corolas parecen cabelleras destrenzadas o llamas que no quieren morir. Esta tradición es buena y hermosa. Pero si solamente a ese rasgo nos limitásemos, menester sería confesar que ello es bien poca cosa, y que no pesa más en la balanza de la eternidad que lo que sobre la inmensidad de las otas pesa el más liviano pétalo. Vosotros todos, los que leéis estas líneas, llevad, si queréis, flores—no demasiadas—a las sepulturas de los vuestros. ¡Pero llevad principalmente oraciones! ¿Dónde está aquel que ha sido arrebatado a vuestro cariño? Su cuerpo está ahí tendido. Mas, ¿y el alma que animaba a ese cuerpo?... el alma que sonreía en esos ojos... que hablaba con esos labios... el alma que tantas veces ha confortado a la vuestra... ¿dónde está? Arrojad en el abismo de ultratumba esa angustiosa pregunta; el silencio es quien os responderá. Silencio providencial. Dios parece deciros: "Reza primero... reza siempre... reza para socorrerle... acaso para honrarle, pero reza...,, Hojead toda la historia, mirad en derredor vuestro. Veréis siempre, y en todos los países, la humanidad de rodillas, rogando por sus muertos... los muertos de mañana rezando por los muertos de ayer. Y sin que os turbéis, ni por un momento, con las bravatas de esos pobres hombres que en estos efímeros años se iactan de hacerse valientes delante del gran misterio... con las flores llevad oraciones. Y puesto que hablo a cristianos, añadiré: llevad la mejor de las oraciones, que es la de Cristo: ¡recibid la Sagrada Comunión! La comunión pascual es obligatoria'en virtud de un mandamiento. La de Todos los Santos lo debe ser porque lo pide el corazón. Hay una Semana Santa de Cristo. Hay otra... la de nuestros difuntos y nuestros mártires. Buscad me una razón, una sola, que dispense a un cristiano de comulgar por sus muertos. [Y tenemos tantos en nuestro recuerdo! ¡Cuántos y cuan escogidos va segando la terrible segadora! #* * Que los próximos días sean, pues, de recogimiento. Inclinados sobre lo pasado, escuchad las voces de quienes han entrado en él. Para oírlas mejor, purificad vuestras almas. Después venid a los pies del mismo Cristo, cuyas son estas palabras: / Yo soy la Resurrección y la Vidal Quien cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y Yo le resucitaré el postrero día... Y entonces nuestros ojos, abrasados por las lágrimas, no se clavarán ya con deseperación en la dura tierra de otoño que, con toda su grave pesadumbre, oprime a aquél a quien habéis amado... El que vosotros amáis no está ya allí. Está cerca, muy cerca, en el mundo invisible de los espíritus,.. Está en aquella tierra de la cual la Iglesia, con tan consoladora exactitud, cania: en el lugar de la luz, del refrigerio y de la paz. ¡Comulgad por vuestros queridos difuntos! PIERRE L'ERMITE. ¡Al cielo, al cielo! No mires con horror, como el pagano, La losa funeraria de la tamba, Que es pueril que el espíritu cristiano A temores estériles sucumba. Si en tinieblas aquél cruzó la senda De esta efímera vida tan mezquina, La antorcha de la Fe, divina prenda, Tu mente y tas caminos ilumina. ¡Qué hermosos, a su luz, brillan los cielos Que a los santos alcázares rodean!. Cómo rasga la fe tos densos velos! Qué fulgentes sus rayos centellean! Si Dios al hombre dio por rica alfombra La tierra y sus bellezas, que son tantas. Aunque él pasó por ella como sombra, Le dio el poder de hollarla con sus plantas. Mas ¡ay! para que al cielo se elevase, Le dotó, con la fe, de alas robustas, Para que, alzando el vuelo, hasta él llegase Donde adoran a Dios las almas justas. Es pequeña la tierra para el hombre; 308 LA AVALANCHA Junto al trono de Dios tiene su asiento; Escrito en su frontal, su augusto nombre, Y a sus pies, como Dios, el firmamento. iQué importa que al sarcófago entregase, Como carga pesada, sus despojos. Si al punto su alma vio la nueva fase Y eterna claridad ante sus ojos? Por el lastre mortal hincado al suelo, Consumió entre miserias su existencia. La muerte le libró, y dijo: Vé al cielo; Vuela a DÍ03; sé feliz en su presencia. No son el esqueleto y la guadaña . ... Digna imagen amable de la Muerte; Esos son un espectro que en sí entraña Inútil repulsión, materia inerte. Son tan soto fatídico espantajo Que en el ánimo imprime estéril huella, Al mirar, no a los cielos, sino abajo, Y la Muerte no es esa, que es más bella; Es más dulce y hermosa; ella es ¡a cuna De la vida inmortal que al alma libra Del bagaje carnal, carga importuna, Y a la voz de la Muerte, entonces vibra Su alegría, pues, rotas sus cadenas, Tiende el vuelo glorioso al Infinito, Rubricando el epílogo a sus penas, Que en el mundo lloró, triste y proscrito. No mires con terror, como el pagano, La piedra sepulcral; piensa que un día El ser que yace allí murió cristiano, Y Dios, al expirar, le recibía. DANIEL CIGA Y MAYO ...Y AL PRÓJIMO, COMO A UNO MISMO Una carta de Jaurés UE publicado por *L*Hunianit¿, de París este interesante documento, y dice así: "Querido hijo: Me pides un billete que te exima de cursar la Religión, para parecer digno hijo de un hombre sin convicciones religiosas. Ese billete, querido hijo, no te lo enviaré jamás. No es porque deseo que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las ideas que te expondrá tu profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre, pero tengo empeño decidido en que tu instrucción y educación sean completas. Te parecerá extraño éste lenguaje, después de haber oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión: son, hijo mío, declaraciones buenas para que arrastren a los hijos de los demás, pero que están en pugna con el más elemental buen sentido. He dicho que quería que tu instrucción fuese completa: ¿cómo lo sería sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre tas que todo el mundo discute? ¿Quisieras tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre este asunto, sin exponerte a soltar un disparate? Pero dejemos a un lado la política y las discusiones, y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables a un hombre de cierta posición. Estudias Mitología para comprender la historia y la civilización de los griegos y romanos, y ¿qué comprenderás de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el Arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que contienen? En ías Letras» ¿puedes dejar de conocer a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuülot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente en cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra, a todos esos grandes maestros que deben al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata de Derecho, de Filosofía o de Moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la Filosofía más entendida, la Moral más sabia y más universal?—este es pensamiento d e j . J. Rousseau.— Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la Religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampére era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia, la fe de un bretón; Flammarión se entregaba a fantasías teológicas.¿Querrás tú condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas y en tus estudios? Hay que confesarlo: la Religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana. Y ya que hablo de educación: para ser un joven bien educado, ¿es preciso conocer las leyes de la Iglesia? No te diré más que lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las practican fielmente; y con demasiada frecuencia hay que llorar por los que no las tienen en cuenta. Pero no fijándome más que en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas, si no estamos obligados a imitarles, debemos por lo menos comprenderles, a fin de guardarles el respeto, la consideración y la tolerancia que les son debidos. Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable, sin nociones religiosas. Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la Religión, pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la tan cacareada libertad de conciencia y otras cosas análogas, no es más que vana palabrería que rechazan de consuno los hechos y el sentido común. Muchos anticatólicos conocen, por lo menos medianamente, la Religión; otros han recibido educación religiosa; su conducta prueba que han conservado toda su libertad. Y además no es preciso ser un genio para comprender que sólo son libres para no ser cristianos los que tienen facultad para serlo, pues en caso contrario la ignorancia les obliga a la irreligión. Esta carta te sorprenderá; estoy persuadido de ello; es necesario, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a sus hijos. Recibe, querido hijo, etc.» RASGOS DE LA PATRIA Las cuestiones sociales en nuestra patria A humanidad está agitada por pasiones bajas y levantiscas que tienen su origen, principalmente, en la envidia, en el orgullo y en el odio, generadores de la lucha de clases, y que terminan en la revolución social, como •camino seguro del desquiciamiento y de la ruina de los estados. Por esta lucha de clases, precursora de la revolución social, tan fatídica como exterminadora, viven los hombres en perpetua discordia, y son arrastradas las naciones hacia ¡as guerras fratricidas y sangrientas que reducen los pueblos a escombros, después de hundirlos en ríos de sangre y en los más asquerosos lodazales. Como sucedió, en octubre del año último, en varias regiones españolas, especial- I. A 309 AVALANCHA mente en la desventurada Asturias, donde la fiera revolucionaria hizo su aparición, sembrando en todas partes la desolación y la muerte. ¡Horror a la lucha de clases, que lanza a la guerra al trabajo contra el capital, con perjuicio del capital, del trabajo y del progreso del mundo! ¡Guerra a la guerra revolucionaria, que roba la paz a los hombres, para llenarlos de oprobios, de lágrimas y de fangol Considero pequeños todos los esfuerzos que se realicen para destruir los planes revolucionarios, y me parecen muy pocas las alabanzas que se dediquen a ensalzar las iniciativas contrarrevolucionarias; porque la revolución es la muerte y la contrarrevolución es la vida de los países civilizados. Lo dicho, dicho está en buen hora, con alegría de mi alma. Pero, ¿quiere esto decir que la humanidad ha de desatender los males que la revolución pretende curar, aumentándolos y agravándolos? De ninguna manera. Hay en el mundo una cuestión social pavorosa que o se arregla, y no como quiere la revolución, sino como Dios manda, o el mundo perece. Sí, por cierto. El mundo perece si la justicia social, tan escandalosamente atropellada, no viene pronto a rendir el homenaje debido a la mayor gloria de Dios en las alturas, como principio necesario para que a modo de añadidura venga a la tierra la paz que merecen los hombres de buena voluntad, según está escrito en libros sagrados. Esta justicia social que tanta falta hace en el mundo no puede administrarla la revolución, que es rencor, venganza y el prototipo de toda iniquidad, sino el cristianismo, que es amor, ecuanimidad y verdadera escuela de ciudadanía. Porque, como sabiamente dijo un Príncipe de la Iglesia, hace ya muchos años, los males sociales de la actualidad se curan no solo con pedazos de pan, sino principalmente con hojas de catecismo. Pan y catecismo necesita la sociedad paganizada en que vivimos, para que no sucumba o no caiga en los abismos-de la barbarie, en cuyos bordes se agita ya frenética y desesperada. Y ese pan y ese catecismo no puede darlo más que la Iglesia católica, que es la religión de los desheredados y afligidos, puesto que ei Redentor es el Padre de todos los hombres, lo mismo de los ricos y poderosos que de los pobres e infelices, porque ese Padre es Rey de reyes y Señor de los que dominan, que está sobre todo y sohre todos como principio y fin de todas las cosas. Y es un error pensar que la Iglesia católica no ha predicado siempre esta doctrina salvadora, aunque por desgracia sea también cierto que algunos o muchos católicos, en ciertas épocas como la contemporánea, hayan olvidado algo a los humildes que hoy sean desesperados, y como tales, defensores fanáticos de la revolución. Pan y catecismo es la medicina que curará las gravísimas dolencias de la actual generación. Pan, que es alimento y amor entre hermanos, que fomenta la verdadera e insustituible caridad cristiana. Catecismo, que es la norma que regula los derechos y los deberes de todos los hombres, cualquiera que sean su raza, su cuna y su poder o insignificancia. Con el pan bien distribuido y con el catecismo bien entendido y practicado resplandecerá la justicia social en la tierra. Y aunque haya, porque tiene que haber siempre, ricos y pobres, sabios e ignorantes, fuertes y débiles, blancos y negros, la humanidad podrá, como debe, parecer una sola familia regida por la ley de Dios. De Dios Todopoderoso, Padre de todos los hombres, herederos del Cielo. Siempre los príncipes cristianos se distinguieron en general por su amor al prójimo y por la justa protección que dispensaron a las clases más desvalidas, aunque algunas veces los egoísmos y aberraciones dominantes hi.cieran olvidar los mandamientos y consejos que la Iglesia católica y sus buenos regidores jamás dejaron de dar a los fieles. Concretándonos ahora a Navarra, vemos que los reyes y grandes del Reino practicaban la caridad, y en cuanto podían, ayudaban en general al cumplimiento de la justicia social según las orientaciones de los tiempos. Nadie puede negar que aun el rey don Carlos II de Navarra, á pesar del sobrenombre de "Malo» que le aplicaron sus enemigos, demostró con gran frecuencia - su buen corazón con los menesterosos. Así consta que en 1368, considerando los perjuicios que a los pobres labradores les habían causado las guerras, la sequía y la esterilidad, les perdonó la tercera parte de la pecha que debían. En 1376, compadecido por la gran necesidad que afligía a los moros de Tudela, ordenó que no fueran molestados para devolverle el trigo y la cebada que Íes había prestado para sembrar, sino que además les dieran otros cien cahíces. En 1379 dispuso que al cambiador de Pamplona, Pascual Motza, que había empobrecido nota- Foto. Guilera • • • ' blemente, le concedieran ciertos beneficios en la Casa de la Moneda. En 1380 ¡isignó a Pier Garsel, prior de Arróniz, su capellán, cien cahíces de trigo y cien de cebada como renta vitalicia, por los buenos servicios que le había prestado durante veintiocho años, ayudando al Rey a repartir limosnas entre los pobres. En 1384 vestía a "los chicos frailes de las órdenes mendicantes». Y en el mismo año mandó entregar 28 florines a otros tantos pobres, por el mismo número de años que entonces cumplía, de su salida de la prisión a que lo sujetó el Rey de Francia. Por la liberalidad de este rey, considerado como B Malo B , podrá juzgarse de la caridad de otros mejor calificados que ciñeron la corona de Navarra. Aunque no hay necesidad de formar juicios para averiguar la generosidad de los príncipes navarros, porque a ninguno de ellos se le censura por su excesivo egoísmo, o su avaricia, o su dureza de corazón para con el prójimo menesteroso; mientras que de muchos o de casi todos se sabe que socorrían de alguna manera a los pobres, dándoles abundantes limosnas, o sentándolos a su mesa en ciertas fiestas grandes, o auxiliándolos en sus necesidades o apuros. Quedarían comprobadas las anteriores afirmaciones recordando, además, las fundaciones benéficas debidas a Ja caridad de reyes y potentados, que tanto abundan en Navarra. Como las de Pamplona, Tudela, Tafalla, Barásoain, Vera, Zúñiga y otras muchas instituidas en los últimos siglos, sin contar los establecimientos oficiales dedicados a la beneficencia pública. 310 LA AVALANCHA Son innumerables !as instituciones navarras llevadas a la práctica para ayudar a! desenvolvimiento de ia justicia social; y entre ellas, el "padre de huérfanos,,, creado por las Cortes de 1576 en todos los municipios de Navarra; el cual, entre otras obligaciones, tenía la de visitar a los pobres, colocar a los aptos para el trabajo y castigar a los vagabundos, autorizando para implorar la candad a los que realmente estuvieren necesitados y no recibieran la protección de otros centros benéficos. Recuérdese también que las antiguas cofradías de oficiales prestaron en Navarra excelentes servicios a los trabajadores, protegiendo a los aprendices indefensos ante los maestros, y a todos ejercitando sus derechos en gremios bien organizados. Por todo lo expuesto se comprende fácilmente que Navarra es y ha sido terreno abonado para el desarrollo y prosperidad de las obras sociales de protección al pobre y al obrero según la caridad cristiana y con arreglo a justicia, razón por la cual abundan en la región las cajas rurales y sindicatos católicos que hacen mucho bien al país. Y aunque desgraciadamente el marxismo ha envenenado ya no pocas almas, ha de resultarle todavía muy difícil traer a los pueblos navarros revoluciones como la que hace un año castigó a varias regiones españolas, sobre todo a Cataluña, y especialmente a Asturias, llevándoles, con las mayores vergüenzas e ignominias, la ruina, la desolación y la muerte, que Dios alejara de nuestro solar bendito. JUAN P. ESTEBAN Y CHAVARRIA. EL, CARÁCTER L factor más importante que decide la vida del hombre desde los años juveniles es el carácter. No se forma en la escuela, ni en las aulas universitarias, ni en los libros; muchas de las genialidades son innatas al individuo; oirás son fruto de las modificaciones de su situación en el transcurso de los años. El carácter está formado de una estratificación de ideas inconscientes. Sobre estas ideas la razón no tiene imperio alguno. El convencido a quien domina una idea es inaccesible a toda clase de razonamientos. La perseverancia y la energía de voluntad son las que hacen los héroes y los mártires; son virtudes inherentes a los hombres cuyos nombres conserva la posteridad en sus recuerdos y en los áureos legados que forman la historia de los pueblos. Una iniciativa extraordinaria, una actividad poderosa y una idea muy pura del deber son cualidades características de los genios que en la lontananza futura esplenden con la aureola simpática de su memoria. Existe una diferencia enorme entre el carácter anglosajón y el latino. No hay en el mundo pueblo de carácter más homogéneo que el inglés; posee una suma de voluntades como las cuales no ha tenido ningún otro pueblo después del romano. El carácter anglosajón se inclina siempre del lado práctico y positivo de las cosas, no atiende a quiméricas disquisiciones teóricas, es de gran afición a los hechos y de poco amor a las palabras. En Inglaterra se ha enaltecido siempre a los caracteres fuertes. Se refiere que, encargado el príncipe Alberto de otorgar un premio a un alumno del Colegio de Wellington, ordenó que se concediese, no al joven más sabio, sino a aquel cuyo carácter fuese o se considerase más elevado. Las generaciones pretéritas dieron gran importancia a la educación científica desde las primeras letras, y prescindieron de la formación del carácter individual, que es el que origina la psicología de las naciones, el que forma el tipo de las razas mejor que la inteligencia y los conocimientos científicos, más o menos desarrollados, que el sujeto obtuviera. El carácter del hombre educado, de corazón sencillo y el desarrollo de su inteligencia forman la caballerosidad, afabilidad y cultura. En el gran libro de la Hjmanidad se encuentran rasgos salientes en la modificación de los caracteres individuales, especialmente de los hombres que luchan por sentimientos e ideas, los cuales tomaron el carácter que dominó sus primeros años en el hogar; y sometidos después, en la juventud y edad adulta a la dura lucha de la vida, acumularon en las estratificaciones de su aima un conglomerado de ideas que, en la mayor parte de ios sujetos, forman sus características personales, acomodadas a la edad y circunstancias de su existencia. Por eso son dignos de admiración los hombres que, cual el vir bonus de Horacio, conservan una bon homie que les caracteriza en todos ios actos y comportamiento de su vida.—M. A, Oro y Escorias Nóvala da costumbres, original da ANGBL RUIZ PABLO ' XVII A la noche siguiente acompañé a doña Dolores y Anita a casa de Hierba-buena. A don julio no hubo quien te hiciera torcer su decidida voluntad de no obsequiar al melosísimo matrimonio con Ja deseada visita. Había venido a Villarnuevo para pescar y vivir a sus anchas, .no para trabar amistades con mentecatos. La casa de los Hierba-buena era la más grande y más antigua del pueblo: ancho zaguán, estrecha escalera de ruinosos peldaños, adornada aquella noche, al pie y en los descansos, con matas de flores en tiestos de barro; paredes húmedas y el pasamanos de madera, con varias capas superpuestas de mugre petrificado. Para alumbrar la ascensión tuve que encender cerillas, porque el quin^ qué destinado a ello estaba agonizando, por un descuido que don Casto y su esposa lloraron.amargamente. ¡Ellos, que hubieran andado seis leguas a pie, sólo por ver una iluminación, y tenían a cada fiesta peloteras con el señor Cura, por sí no había encendido la gran araña de cristal! En lo alto de la escalera hallamos una puerta entreabierta, y por ella entramos en una pieza con honores de salón, inundada de luz, y aunque bastante espaciosa, tan atestada la vimos de mesas redondas, sillas, butacas, cómodas y otros muebles, que nos pareció imposible discurrir por ella sin echar algo a rodar. Por dicha, poseían D. Casto y su esposa la clave del laberinto, y después de haberse desquiciado a fuerza de cumplidos y reverencias, tomó el marido de la mano a doña Dolores, y nos internamos con mucho tiento, unos en pos de otros, por entre tantísimo cachivache, hasta dar fondo en unas butacas tan viejas, que al recibirnos gimieron profundamente. Miráronme con espanto mis amigas, advertido lo cual por don Casto, nos dijo "que no, que no tuviéramos temor alguno: era un vicio, un vicio que tenían aquellos sillones, pero en cuanto a seguros, ¡vaya si lo eran!, —Y sí no, vean ustedes,—añadió, sentándose con fuerza en una butaca, la cual dio un crujido espantoso.—Ya oyen ustedes, y, sin embargo, pongan, pongan ustedes peso encima... Y es la más insegura de la casa; pero vean, vean ustedes. Se levantó y se dejó caer en seguida sobre el mueble, dispuesto a repetir algunas veces la operación, sin hacer caso de los alarmantes crujidos del armatoste ni de nuestras reiteradas súplicas. —Basta, don Casto,—le decía doña Dolores;—no se moleste; está demostrado lo que usted desea. Más él, enardecido ya, no se conformó, y mientras LA AVALANCHA nos decía: "Esto de los crujidos es por la construcción especial de los asientos,, se dejó caer por tercera vez en la butaca: dio el mueble un último y más fuerte crujido, se hundió el asiento, y don Casto se quedó patas arriba, atascado como cuña en el hueco resultante. Muertos de risa, acudimos los tres a levantarle, con ayuda de doña Nieves, que decía desconsolada: —Nunca había sucedido, nunca; me pueden ustedes creer. No fue tarea fácil sacar a don Casto de su atascamiento, y no hay para qué decir que al volver a sentarnos lo hicimos de medio lado, sin abandonar mucho el cuerpo, por temor de que nuestras butacas hicieran lo que nunca habían hecho, al decir de la Peladilla. Mientras don Casto manifestaba su asombro por lo que acababa de acontecer, tentándose con disimulo y con gesto dolorido la espina dorsal y la coronilla, que habían padecido algo, pude observar detenidamente el atestado salón: pendían de las paredes hasta seis grandes cuadros con retratos al óleo de antepasados de Hierba-buena, todos con gran corbatín liado al cuello, mofletuda la cara, los ojos pequeños, como su melifluo descendiente. Luego, de quince a veinte cuadros más chicos, con estampas antiguas, las más de colores, representando las cuatro estaciones, las partes del mundo y cosas por el estilo, y, por último, innúmeros cuadritos con marco dorado, conteniendo fotografías, cromos de a dos cuartos y vistosas estampas, de tal manera, que en las paredes ya no cabía más. Encima de las mesas, de las cómodas y rinconeras había infinidad de cosas y cositas: corderitos de lana blancos y negros hechos en casa, flores de trapo y papel, pastorcillos de Belén, bustos en barro de Mozart, Beethowen, Rossini y ya no recuerdo de quién más, por todo lo cuál no daría persona alguna dos ochavos; y esparciendo viva claridad, en candelabros de latón y vidrio, cabos de cirio y velas de sebo, y dos o tres quinqués de pared. De pronto se oyó en la escalera rumor de risas y ruido de pisadas. O. Casto se puso en pie, y suplicó a doña Dolores que le dispensase por haber invitado a unos conocidos. —Son personas de la mayor confianza, lo más distinguido de la población... V fue a recibir a los invitados, que habían entrado en la estancia en pelotón, muy peripuestos y acicalados. Eran los más gente joven, pollos imberbes, mozuelas recién vestidas de largo y algunas mamas, todos conocidos míos, buenas personas y devotísimos de las tertulias de Hierba-buena: las mamas, porque en ellas sé fraguaban noviazgos y se había dado el caso de acomodar alguna chica; éstas, por lo mismo y otro tanto, y ellos, los pollos, porque se divertían a sus anchas. Al comienzo de la visita se mostraron los recién llegados encogidos y parsimoniqsos, no obstante las excitaciones de D. Casto, que les animaba a que dijeran algo; mas apenas notaron la amabilidad y llaneza de doña Dolores y Anita, se pusieron a charlar por los codos, armando gran algazara. Media hora después el sol de la reunión, el placentero Hierba-buena, que fue a buscar una guitarra, la afinó como pudo, hizo una seña a doña Nieves, y acompañándose con el popular instrumento, rompieron a cantar a dúo una canción que empezaba: Violante del alma querida, y en. la cual lucieron, él una voz de tenorino sfogatto, y ella una vocecilla de pipiritaña que taladraba los tímpanos. Luego un jovencito, temporero del Ayuntamiento, cantó la canción de El Pirata, de Espronceda, con voz de bajo, potente, pero insegura, como que no había salido aún de la época de muda. Terminado lo cual, don Casto, rojo de entusiasmo, dejó sobre una silla la guitarra y suplicó a Jas señoras que se trasladasen a un aposento contiguo desde el cual se dominaba buena parte del salón. Con esto la juventud conoció que era llegada la hora del baile, y con gran solicitud se pusieron todos, adanes y evas, a ayudar al ilustre Hierba-buena en el arrinconamiento de muebles y cachivaches, con objeto de dejar expedita la estancia. Entonces se vio claramente que las mesas y las sillas de aquel nido de urraca habían 31 contraído la misma fea costumbre de las butacas, de lamentarse y crujir. Comenzó el baile: don Casto punteaba la guitarra y cantaba a la vez, y los demás, tarareando y dando vuelta, de aquí, pisotón de allí, empujón del otro lado, se zarandearon en el reducido espacio que quedó despejado,; sudando el quilo y haciendo retemblar el piso y la casa toda. Solos quedamos Anita y yo, fuera del alcance de las miradas de doña Dolores; y fue felicísima coyuntura, porque a Anita le faltó tiempo para decirme: —Desde anoche estoy pensando que conviene hablar de esto con tío Julio... Es necesario que se arregle este asunto, que pague papá sus deudas y a mí que me dejen en paz. Yo no quiero que me arranquen de aquí, que no me vuelvan a matar. Tía Dolores me ha safido al encuentro esta mañana; no sé si había adivinado algo: me parece que sí. Mira: estaba yo en mi cuarto, de codos en la' ventana, mirando ese mar tan grande y tan hermoso y pensando en nuestra conversación de anoche. Es tan triste mi situación, que al pensar en estas cosas se me cayeron las lágrimas, y en aquel instante mi tía, que había llegado de puntillas y me había visto llorar, me abrazó, me miró fijamente, me arrastró con ella a una silla, me sentó sobre sus rodillas, y enjugándome las lágrimas me ha preguntado:—¿Por qué lloras? Anda, dímelo todo, todo; dime por qué estuviste enferma y por qué quisiste venir, aunque fuera arrastrándote, y por qué estás tan triste.—Luego, para que yo no me avergonzara, acercó su mejilla a la mía, y añadió:—Anda, dímelo: mira, ya no te miro, ya no te veo: de lo que tú me digas te prometo el secreto: ni tío Julio lo sabrá, si tú no quieres. —¿Y se lo dijiste?—pregunté yo ansiosamente.. —Perdóname, Felipe; pero me hablaba con tanta ternura, lo pedía de tal manera, que me dio un deseo grande, muy grande, de desahogar tantas penas; y como si estuviera en el confesonario, fui contándolo todo, todo: nuestros amores, nuestras-penas, los apuros de papá, las infamias de Rubio... Ella se puso muy seria, muy seria y pensativa, y me dijo:—Pues se ha de hablar de esto con tío Julio, se ha de ver cómo se arregla ésto: si quieres, se lo diré yo; si no, que le hable Montes, que bastante le quiere Julio y puede tener confianza en él.—¿Por qué no le hablas tú, Felipe? —Sí; es preciso que yo te hable; ha ¡legado la hora de romper por todo... Tú no me abandones, no me dejes; que vean claramente tus padres y tus tíos que no volverás a ceder, poco ni mucho; que estás resuelta a todo... Don Casto me interrumpió para invitarnos a jugar a prendas. Cansado el pobre de canturrear y darle a la guitarra, cortó el baile por lo sano, con mal disimulado disgusto de los contertulios jóvenes, que más gustaban de la danza que de los juegos. Mas como eran ya las diez y media, dispuso doña Dolores que nos fuéramos, a pesar de las rendidas súplicas de los Hierba-buena, que no podían resolverse a terminar tan pronto ¡a velada. Y aunque no cedió doña Dolores, se estrelló su entereza ante tos ruegos de don Casto, que quiso que tomáramos parte en el lunch preparado de antemano, cuya solemnidad quedó notablemente deslucida con la prisa de doña Dolores. Al poner los pies en la calle -topamos con don Julio, que nos aguardaba paseando por el arroyo. Le describió doña Dolores, con mucha gracia, el solemnísimo lunch: los platos enormes, los azucarillos pasados, los vasos verdosos y las servilletas de hilo crudo, amarillento, grandes como manteles. Luego, entre carcajadas, le contó lo del hundimiento de la butaca. —Si estoy yo, acabo de atascar a ese mostrenco—replicó don Julio. Y tomó en seguida la palabra para narrar su magnífica pesca de aquella noche: seis dobladas, dos sargos y una dorada grandísima. Lo que es las dobladas picaban que daba gusto, los sargos le costaron un sentido, y en cuanto a la dorada, ni un ballenato; estuvo a punto de romperle el volantín; pero, tras una hora de brega que le hizo sudar como un condenado, subió, subió; ¡vaya si subió! '• . •. . ' ! (Continuará.) '•/•• ' LA 312 •E IV AVALANCHA OLITE Solemne i u p t i ó n de las escuelas católicas fundadas en esta histórica ciudad por el prestigioso caballero D. Justo Garran L domingo, día 13 del corriente mes de octubre, tuvo lugar, con gransolemnidad, en Olite la bendición e inauguración del hermoso edificio para escuelas católicas, debido a la generosidad y desprendimiento del ilustre hijo de este pueblo el ex diputado a Cortes* pru*. Tafallq y v^cal. suplante, del Tribunal de Garantías don Justo Garran. Todos los actos resultaron brillantísimos. A las nueve y media celebró ía misa cantada, en la iglesia de los PP. Franciscanos, «1 Provincial, R. P. Julio Eguiluz. Los coristas interpretaron en este religioso acto, con ejemplar maestría, una hermosa misa. Ocuparon lugar preferente en la iglesia: el ba una inspirada marcha mientras las campanas del con* vento anunciaban bulliciosas la gran ceremonia. El M. R. P. Provincial de los Franciscanos procedió a la bendición según el Ritual. Fue emocionante la colocación del Crucifijo en las aulas. En las amplias salas del edificio se realizó poco después la inauguración, con asistencia de autoridades y pueblo. Un saludo, cantado por los niños con absoluta afinación, sirvió de preludio. Seguidamente el R. P. Provincial dio una referencia de la obra realizada, en la que el ilustre arquitecto don Víctor Eusa ha dejado una muestra más de su depurado estilo en el arte de la construcción y de sentido práctico insuperable al objeto con ella perseguido. Materiales elegidos con gran acierto, para no desdibujar el severo carácter que al fondo le da la silueta del histórico castillo, forman un conjunto atrayente que puede apreciarse en los grabados como en la misma^realidad. Nuestra distinguida amiga don Jasé Garran, hijo del benemérito fundador de las escuelas don Justo., retenido en casa con un enfriamiento, leyó el magnífico discurso de su querido padre, y que hoy se honra LA AVALANCHA re" produciéndolo en sus columnas. Muy RVDO. PADRE, SEÑORAS y SEÑORES; El pueblo navarro, que se distingue por su religiosidad y su hidalguía, suele acreditarlas en reiteradas manifestaciones, que todos conocen. NAVARRA OLITE.-S1 acto de la "bendición de las n-u.eTrae escuelas católicas Foto. Galle Alcalde y concejales de Olite; D. José Garran, hijo de D. Justo; don Manuel Arízcun, presidente de la «Acción Católica>; D, Daniel Nagore, déla «Asociación de Padres de Familia>; los señores D. Juan Huarte, que llevaba la representación de la «Asociación de Maestros Católicos de Navarra»; D. José M.a Huarte, digno archivero de la Diputación; el arquitecto don Víctor Eusa y otras distinguidas personas. Terminada la misa, la Comunidad cantó el Peni Crea' tor Spiritus. En seguida se organizó una brillante procesión por los cla'ustros y el hermoso huerto del convento, hasta las escuelas. La banda de música de Olite ejecuta- No hay olvido en esto de otros pueblos que gozan, a Dios gracias, de iguales privilegios; es tansolo la afirmación de un hecho que suele ser generalmente apreciado. Porque no tan solo conservan la gran mayoría de sus poblaciones aquella gloriosa unidad católica que distinguió durante siglos a la España de nuestros mayores, sino que la fe y las obras cristianas se revelan en las costumbres domésticas, en el culto público, en la frecuencia de sus vocaciones sacerdotales y religiosas, en el celo apostólico de sus misioneros y en el número y estimación que alcanzan los navarros que llegan, como Obispos, a la plenitud del sacerdocio. ¡i-A LA AVALANCHA Pero esta situación moral y social, este privilegio de la Divina Providencia, impone además de los deberes de la gratitud, los de la perseverancia, no solo a los presentes, sino a los venideros, y por consiguiente, obliga estrechamente a los navarros de hoy a continuar iguales sentimientos y costumbres en los navarros de mañana. . ¡Sería un triste contraste si mientras los misioneros navarros derraman su sudor y aun su sangre, evangelizando en remotos países a los infieles, nos estuviéramos aquí muy de asiento, contemplando con pasividad cómo la ignorancia o la heterodoxia debilitan la fe, y la inmoralidad del siglo pervierte las costumbres! Y estos peligros y estos daños que anunció y preparó desde hace muchos años la revolución de antes, los continúa y acrecienta la revolución de ahora, amenazando y conmoviendo la paz pública, y constituyendo la mayor preocupación de las autoridades civiles y eclesiásticas. Pero ni antes, ni menos ahora, son estas las únicas fuerzas conservadoras; el peligro es general, la obligación común, ¡a necesidad urgente, y la ocasión propicia. Por eso, os hemos invitado, señoras y señores, para que nos acompañéis en este acto, cuando inauguramos en ia ciu- 313 Es decir; que la Religión era un estudio de caráter preferente, que se hacía en sus principios, antecedentes y aplicaciones; además era seguida de prácticas tan importantes como la asistencia a misa parroquial, preparación para los Sacramentos y otras costumbres piadosas. Con tales condiciones podía decirse que la escuela oficial era cristiana, y en ella se daba enseñanza religiosa completa. Sin embargo, iba decayendo la escuela oficial; una R. O. de 1885 anuló para los maestros la obligación de llevar los niños a la misa parroquial, y el Congreso Católico celebrado en Madrid el año 1889 puso de manifiesto los daños que ya por entonces experimentaba la escuela, cuando dijo en el resumen de sus conclusiones, entre otras cosas, lo siguiente; «Qtjinto. El Congreso reputa gravemente perjudicados los derechos de la Iglesia: »En el monopolio y secularización de la enseñanza por el Estado contra lo que exigen la Religión católica, que es la del Reino, y las prescripciones eclesiásticas. »En la.supresión de la enseñanza religiosa y moral en los Institutos, y en el carácter de asignatura secunda- NAVARRA OLITE.—Yista exterior del nuevo edificio escolar Foto. Galle - dad de Olite una Escuela católica, puesta bajo la advocación de San Francisco de Asís. I Desde los tiempos pasados, en que la mayoría de los presentes éramos niños o estudiantes, a los tiempos actuales» la situación escolar de España ha cambiado por completo. Bajo el Reglamento de 1838, en el que sé dice que <la instrucción moral y religiosa mantendrá el primer lugar en todas las clases de la escuela», las familias cristianas podrían confiadamente enviar sus hijos a la escuela oficial. En ella, continuaba diciendo el Reglamento: «habrá lección corta, pero diaria, de Doctrina cristiana, acompañada de alguna parte de la Historia Sagrada en que se vean aplicadas tas máximas y preceptos que se hayan explicado, acomodando estas instrucciones a la capacidad respectiva de las diferentes clases». ria y accesoria que se da a la Religión en las Escuelas Normales, donde todavía se conserva su estudio, y cuya influencia provechosa ha de resultar naturalmente me» nos eficaz, a causa de la escasez del tiempo y menor representación que se conceden al sacerdote que explica materia tan fundamental. »En que no se presta por el Estado a la misma Iglesia el apoyo debido para corregir y remediar los males gravísimos que se infieren a los niños en las escuelas primarias, cuyos maestros se niegan a enseñar la doctrina cristiana, o ensenan dectrinas heterodoxas, y con su mal ejemplo y manifestaciones de impiedad e irreligión apartan a la niñez de la fe y de los santos fines a que debe encaminarse la educación,..» Treinta años después era todavía una asignatura en las escuelas oficiales el estudio del Catecismo y de la Historia Sagrada; los niños oían algo de Religión, y la visita de los párrocos sostenía el celo de ios maestros, y aun que- 314 LA AVALANCHA daban muchos de entre éstos que sostenían la buena tradición escolar, conservando ía instrucción religiosa y las prácticas de piedad con el celo y la eficacia de antes. Mas tal situación, con todos sus defectos, era para nosotros, y comparada con la actual, relativamente lisonjera. Hoy, desde 1931, la enseñanza religiosa fue declarada voluntaria desde 6 de mayo de ese año, y suprimida to« talmente desde marzo de 1932, sin consultar la voluntad de los interesados. Esa transición, esa diferencia de criterio entre las disposiciones anteriores y las posteriores a la vigencia de la actual Constitución, se reproduce en otras materias conexas con la presente, que sería prolijo referir. Basta recordar que en 1932 se decreta ya que la escuela ha de ser laica; «toda propaganda política, social, filo* sófica y religiosa queda terminantemente prohibida en la escuela». La contestación a estos proyectos puede daría hoy cualquiera y aun los mismos elementos oficiales que han inspeccionado y reconocido la situación de ciertas escuelas de Asturias, donde había, según dicen, arraigado la propaganda revolucionaria. II Hoy, pues, la escuela oficial en España no presenta ga= rantías para la educación de los niños ni para la conservación de las familias cristianas. Si, pues, los padres tienen la gravísima obligación de cuidar que sus hijos sean cristianamente educados, necesitan buscar o establecer escuelas donde tal necesidad sea satisfecha. No resuelve la dificultad recibir la instrucción civil en un establecimiento y la instrucción religiosa en otro, o en en el catecismo parroquial. La instrucción religiosa es una educación y no puede reducirse a ser tan solo asignatura de adorno, a la cual se dedica el peor tiempo de la jornada. Recuérdese que la campaña de los católicos belgas contra la ley escolar neutra no transigió con que la escuela oficial reservara un local para dar instrucción religiosa antes o después de las horas de clase a los alumnos que se presentaran a recibirla; ni tampoco con que se autorizase a los maestros para hacer aprender de memoria a estos alumnos el catecismo diocesano, sin explicación ni comentarios. Los niños cristianos tienen derecho a que sean ortodoxos la escuela, el maestro, la enseñanza y el fuero escolar. Para ello «o.tenemos sino tres caminos: reconquistar la escuela oficial; fomento y desarrollo de la catequesís parroquial; establecimiento de escuelas privadas. La reconquista de la escuela oficial exige una reforma constitucional y una enmienda legislativa que vuelva la situación escolar al régimen de 1880, retrocediendo, por tanto, más de 50 años. Eso no excluye, sin embargo, un abandono total de, derechos e influencia. Hay que celar para que se observe en las escuelas una rigurosa abstención de propagandas políticas o filosóficas, luchando con la dificultad que ofrece ía conducta de los maestros católicos, que se abstienen de toda propaganda religiosa, mientras los sectarios no se recatan de hacer propaganda subversiva; cosa tanto más fácil cuanto la propia 'Constitución republicana tiene conceptos que no pue= den exponerse ni comentarse sin faltar a la neutralidad tan decantada. También debe recomendarse la defensa y protección de los maestros católicos, que forman parte del profesorado oficial. Plácemes son debidos a su fidelidad, y auxilio merecen sus acuerdos para defender y realzar la clase; son un medio apto para facilitar la división de escuelas y presupuestos de que hablaremos. El catecismo parroquial confirmado y renovado por Su Santidad Pío X, en su Encíclica «Acerbo nimis», de 1905, sobre ía enseñanza de la Doctrina cristiana, contiene to* do un programa de enseñanza religiosa: «predicación sobre el Evangelio, catecismo a los pequeños y a los grandes, preparación parroquial para primeras comuniones, escuelas de religión para los estudiantes, etc.» Su exacta aplicación sería la renovación del espíritu cristiano en todas partes.» * Pero el catecismo parroquial, los oratorios festivos y las demás obras de formación o conservación religiosa de niños y jóvenes, no sustituyen a la escuela cristiana, sino que la suponen o la preparan. Triste es ía situación de los católicos donde no se enseñe 4a Religión en las escuelas; tristísima donde además se la impugna; en una y en otra existe el peligro próximo de perder la fe y la necesidad de defenderla por todos los medios posibles. Pero la verdadera educación no consiste tan soío en defender la fe, sino su conservación, fomento y arraigo, y eso no se logra solamente con aprender textos y aun resistir algunas objeciones. De memoria aprendemos que el primer Mandamiento de la Ley es amar a Dios sobre todas las cosas; lo difícil es ordenar las cosas materiales a las espirituales, las naturales a las sobrenaturales y las temporales a las eternas. También podemos aprender a decir de corrido que el hombre ha sido oreado para amar y servir a Dios en esta vida y verle y gozarle en la otra. Pero estimar cada cosa según lo que vale y ordenarlas todas a su destino, necesita un conocimiento de ellas tan adecuado, o un criterio tan robusto, que no puede formarse sino al abrigo de una educación sólida y completa, y esta no se consigue sólo con la asignatura de Religión, sino relacionando y sometiendo las demás en la parte necesaria a las verdades sobrenaturales. «La religión católica, escribe Montí, no es un sistema filosófico, una teoría abstracta, una doctrina especulativa, sino una vida, una acción, una práctica de mandamientos y de preceptos concretos, el ejercicio de un conjunto de virtudes que informan todo el hombre y todas sus facultades; la escuela católica debe, por tanto, educar sobre todo la inteligencia y la voluntad, el corazón y el carácter; habituar al alumno a pensar, a querer y a ohrar cató1 "Razón y Fe,,, 1905, t. XII, pág. 277. >aoao ooa oaa aautiaaoDaooa OOODDOODODOCI uoaonaDonoau ooo oa o ooa LUJO oo p oaoooooo pooooononoooo QDOQDÜOOOOOD ooaaaaaoaaaa DOOOODDOC ana DOQOOO • a a o D a a Caja de Ahorros Municipal g - Lleva SESENTA ^ TRES años recibiendo y administrando ahorros del país y tiene la garantía total y comprobada del Excmo. Ayuntamiento de Pamplona O 3 a o óO fi tt o g D á a a a .• • a a o a a 3 _ o o o 5 i a • e INTERESES QUE ABONA A LOS IMPONENTES Libretas ordinarias a la vista Imposiciones anuales. Imposiciones semestrales C u e n t a s corrientes a la vista . . . . . . . OFICINAS 0 / Blanco de HQOQPTQ 3 ' 0 0 por 1 0 0 4'00 „ „ 3*60 „ „ l ' 5 O ,, „ D O m l a o (antes calle Mercaderes) cíjafíán con la de Cíjapifela cóconos»' LA licamente, y formar al cristiano íntegro que además de conocer el fin sobrenatural a que está destinado, sepa dirigirse hacia él con toda el alma, con todo el corazón, con todas las fuerzas.» 1 (Concluirá.) 1 315 AVALANCHA G. Montí, "La liberta delta scuola,., pág. 54. El arte medieval en Navarra Influencia de las escuelas francesas AS relaciones de Navarra con las Galias fueron durante el medievo (amplias y afectuosas. Ya el año 1116, Alfonso el Batallador reconocía por vasallo suyo al Conde de Tolosa, con las ciudades de Narbona, Carcasona, Cahors y otras; y a la muerte de Sancho el Fuerte, Navarra elevó al trono a Teobaldo, de la casa de Champaña, hijo de doña Blanca, hermana de Sancho, comenzando las dinastías francesas el año 1234, las cuales convirtieron nuestro país en reino agregado a la nación vecina, Ihasta que el año 1520 fue incor'porado a la unidad nacional española. Desde el año 1234, que Navarra estuvo regida por las casas de Champaña, Evreux y Foix, algunos monarcas ciñeron las coronas de ambos Estados, y la influencia del arte Francés adquirió, en esta época preponderancia en Navarra. Grupos de artistas de las distintas escuelas escultóricas y pictóricas desplazáronse del punto de origen, y en sus visitas a nuestros pueblos dejaron en ellos obras maestras. Muchus imágenes de la Virgen que existen en Navarra, correspondientes a los períodos de transición y gótico, labradas entre los años 1234 y 1520, son de escuelas francesas, como la de Rocamador y otras. Rocamador es un pueblo francés perteneciente al Departamento de Lot; su caserío y santuarios están agrupados en las, escarpadas de un cerro coronado por un castillo. Para subir del valle a los santuarios existen amplias escaleras con numerosos peldaños. El templo más concurrido es el que contiene la capilla con la imagen de Nuestra Señora de Rocamador, objeto, desde la Edad media, de numerosas y nutridas peregrinaciones. Refiere la tradición qus esta imagen de la Virgen fue tallada por Zaqueo, publicano convertido a la fe de Jesucristo, et cual predicó a los cadurcos de las Galias, habiendo fallecido en el pueblo de Amadour. Recibió culto más tarde, con el nombre de San Amador. Las numerosas peregrinaciones que visitan el santuario de la Virgen de Amador han ¡leñado los muros del templo con múltiples ex votos. La advocación de Rocamador se ha propagado en Navarra desde tiempos remotos. Así la Virgen de Ujué, de talla visigótica, quizá la imagen de María más antigua en nuestro país, ostenta en la silla donde va sentada la inscripción; "Sigilum Beate Marie de Rocamador,,. Tal dedicatoria, según Iturralde y Suit, podría indicar la primitiva advocación de la imagen, o bien una anotación de procedencia de la silla, quizá del vetusto santuario del Rocamador de Estelia. Sobre un arco toral, en ia base de la torre de Santa María de Sangüesa, existe el anagrama de Santa María, aureolado con el epígrafe: "Et nomen Virgínis de Rocamador.. En la iglesia de Templarios del Rocamador de Estella, residencia actual de Padres Capuchinos, la artística imagen de la Virgen se venera desde siglos pretéritos. Refiere la historia que Sancho el de las Navas fue muy devo- to de esta Virgen del Rocamador, dotando al monasterio de Estella con la renta de 41 monedas, de las cuales 39 eran para luminarias del altar de la Virgen, por su alma y las de sus padres. Otras advocaciones marianas, como la del Puy, son remembranzas de los diversos Puys que existen en los departamentos de Francia, y especialmente de Puy en Velay, capital del departamento del alto Loire, donde se venera la imagen de la Virgen Negra, con la advocación de Nuestra Señora de! Puy. Debe advertirse que Puy es voz francesa antigua, que significa cerro, monte, eminencia, adaptándose a! lugar de los santuarios. Teobaldo I tenía amistades entre los monjes del Gíster que del cenobio de Claraval se habían esparcido por el sur de las Galias, prodigando sus sencillas y arquitectónicas construcciones, como anteriormente los de Cluni habían extendido sus afiligranadas obras, pletóricas de ornamentación. Ambas órdenes monásticas dejaron en Navarra numerosos modelos de su arte exquisito, algunos de los cuales todavía admiramos. Asimismo, las fundaciones de los Templarios y Sanjuanistas y la asistencia a las Cruzadas de caballeros navarros pudieron contribuir a la traída de esculturas orientales, que actualmente son en corto número las existentes en nuestro país. En la estatuaria e imaginería antigua de Navarra predomina el arte francés, destacándose, especialmente en la iconografía mariana, las distintas escuelas escultóricas de las Galias que más sobresalieron en el medievo, como la de la Isla de Francia, caracterizada por la fina expresión de los rostros sonrientes; la de Normandía, con figuras de escaso relieve; las de Poitu y Saintanges, profusamente ornamentadas con follajes serpeados y alegorías; la de Auvernia, con relieves salientes y correctos plegados; las de Tolosa y Languedoc, con expresiones delicadas y dinámicas de los rostros; la de Provenza, con reminiscen-, cías de la estatuaria griega, y Borgoña, con actitudes expresivas de las figuras. f - ; . , MIGUEL ANCIL. WESA REVUELTA Nuestros amigos difuntos.—En Zaragoza ha fallecido últimamente, confortado con los santos sacramentos de la Iglesia, el M. I. Sr. D.Juan Buj, canónigo de aquella Metropolitana. Dotado de inteligencia clara y de criterio firme—dice nuestro querido colega "El Pilar"—pudo, tanto desde el pulpito como desde el libro y el periódico, desarrollar un apostolado inagotable y fecundo. Los lectores de "El Eco de la Cruz" se habían familiarizado en tal manera con la sección del "Tribunal barato", que más bien que por su nombre conocían al periódico llamándole "El Mago" o "El Macario". Rogamos a nuestros lectores encomienden en sus oraciones al finado. *•* El día 15 del corriente, festividad de Santa Teresa de Jesús, falleció santamente en esta capital nuestro distinguido amigo y consocio don Francisco Javier Sanz, teniente alcalde que fue del Ayuntamiento de Pamplona y diputado foral por el distrito de Aoiz. Era nuestro inolvidable amigo un caballero fervoroso y de sólida piedad, socio activo de las Conferencias de San Vicente de Paúl, del Apostolado de la Oración y de otras asociaciones religiosas. •Nos asociamos al sentimiento que aqueja en estos momentos a su estimada familia, y suplicamos a nuestros amigos rueguen a Dios con nosotros por el eterno descanso de su alma. ... .,.. ¿, . R . ' .í '" 1. P . - • • : - - • • - ' ' • - ; . v : • < > LA 316 AVALANCHA La enseñanza religiosa se ha hecho obligatoria en el Perú.— Por reciente decreto ministerial del Gobierno del Perú se ha establecido en todas las escuelas del país la enseñanza religiosa. El texto del decreto dice así: •Considerando: Que la educación religiosa está prescrita por la ley orgánica de enseñanza y los planes oficiales de estudio, y debe ser objeto de atención especial por los maestros para obtener la formación moral de la juventud, Que el descuido de la educación religiosa facilita la difusión de teorías contrarias a la moral y al bien público y compromete el porvenir nacional, En uso de las atribuciones de este despacho, . Se resuelve: La enseñanza religiosa en las escuelas y colegios de la República tendrá carácter de estricta obligatoriedad, y será suministrada, por ío menos durante des horas semanales, dentro del horario escolar, de conformidad con los planes y programas oficiales respectivos. Los Rvdos. Obispos de cada diócesis designarán al párroco o sacerdote que deba encargarse de esta enseñanza en las escuelas fiscales de su jurisdicción, corriendo la misma en los demás planteles a cargo de los correspondientes profesores. Las autoridades escolares proporcionarán, al efecto, las facilidades necesarias para el mejor cumplimiento de la presente resolución. Regístrese y comuniqúese. Firmado, Arenas y Loayza., Cosas de "El Liberal".—El periódico sectario *El Liberal", de Madrid, decía hace pocos días que, ame el bombardeo de los aviones, tiembla el Vaticano. Tiembla, pero no cae; aunque lo bombardeen Lutero, Enrique VIII y todos los Lenines que les siguen. ¡Aun hay clases!—La esposa del socialista Besteiro logró desalojar a los sordomudos y ciegos de su escuela del Hipódromo. Ahora el Obispo de Madrid ha fundado una escuela gratuita para niñas sordomudas. ¡Aun hay clases! Gracias a Dios. ¡Bien por Alemania!—Los alemanes y... los que no lo somos, pero acostumbramos a escuchar en la radio las emisiones alemanas, no volveremos a oír la intolerable música de "jazz-band". Herr Hadamowsky, director de todo el sistema de radiodifusión alemana, ha anunciado que se ha acabado para siempre la llamada "música negra". "Desde hoy—ha dicho—prohibo la transmisión de música de "jazz" por todas las estaciones de radio de Alemania. Esa música era una afrenta, un agravio a la cultura del pueblo alemán, un atentado al buen gusto. ,No se trata de ningún sentimiento de hostilidad a lo extranjero. La buena música extranjera tendrá siempre en Alemania una acogida cordial. Pero "eso" no es música para gentes civilizadas. En la selva, tal vez esté bien. Pero en una estación de radio de Alemania, no." Sólo podemos decir: ¡Muy bien! Y pedir imitadores. Para eso... ¡y para los tangos! t BIBLIOGRAFÍA L a m a s o n e r í a c o n t r a . E s p a ñ a * por Francisco de Luis, —Para muchos españoles la palabra masonería representa muy poco más que una cosa misteriosa. Otros, al oírla, dan a entender con su sonrisa que están al cabo de ja calie y que aquello no tiene importancia. Para unos y otros ha escrito esta obra el director de "El Debate,, don Francisco de Luis. "Importa mucho —dice—que salgan a la luz púbüca ios manejos secretos, y que trasciendan ai pueblo engañado tas habilidades y tácticas de la masonería española, que tanto ha influido en los desastres de España.,, Explica la organización de ia masonería española, enumerando los miembros de.1 gran oriente y las listas de las logias. Trata del influjo de la maso nena en la política accidentada de ios últimos años; habla de los ministros masones, diputados (183 lo eran en las Constituyentes), su influencia en las leyes, en el separatismo, etc. Sigue el análisis de la masonería en la enseñanza, expuesto en un capítulo; otro, verdaderamente pintoresco, sobre Ja masonería femenina. La masonería va contra la Iglesia y sus instituciones, contra el Vaticano, contra el matrimonio y contra las Ordenes religiosas. Estudia ia relación de la masonería con los judíos: expone los ataques de aquélla contra España, aduciendo autorizados testimonios y recorriendo los principales acontecimientos ocurridos en nuestra nación desde el siglo pasado. Muestra el autor a la masonería en las grandes revoluciones: ia rusa y la francesa, el bolchevismo y su actual propaganda, su acción en Portugal, cómo desencadenó la guerra europea, y su influencia internacional. El capítulo último aduce los documentos de la Iglesia que condenan a la masonería. Los apéndices son los ritos masónicos. Resulta un libro de verdadero interés. Publicado por "Ediciones Fax,,, Plaza de Santo Domingo, 13, Madrid, se halla también de venta en la librería de don Jesús García, Estafeta, 31, Pamplona, al precio de 6 ptas. • * # " ' A n u a r i o de fíducación y E n s e ñ a n z a Cat ó l i c a de E s p a ñ a . Curso 1935-1936. "Federación de Amigos de la Enseñanza,,.—El "Anuario de Educación y Enseñanza Católica,, editado para el curso anterior, 1934-1935, fue acogido excelentemente por ser verdadera guía para educadores, profesores de colegios, padres de familia, alumnos, etc., y contribuir, además, a defender las ideas sanas sobre la educación, tan necesarias en ios momentos actuales. Idénticos fines persigue el publicado para el curso que ahora empieza, 1935-1936; pero está mejorado del curso anterior. Consta de tres secciones. La primera se titula "Estudios pedagógicos,,, y es una serie de métodos de educación. Sigue la sección legislativa, en lo posible perfeccionada, para subvenir a la necesidad de orientar a los jóvenes estudiantes en las carreras y en cuanto se refiere a materia escolar. La sección tercera es una estadística-guía de los centros católicos de educación y enseñanza: va recorriendo todas las provincias de España en cada uno de sus dos grupos, centros para varones y centros para mujeres. También queremos destacar la sección de anuncios en cuanto contribuye a ampliar los conocimientos e información que este "Anuario,, representa para los lectores. La claridad en la concepción del libro y en su disposición tipográfica es otro de los valores que lo adornan. Un tomo de 356 páginas, publicado también por "Ediciones Fax,,, puede adquirirse al precio de 5 ptas. ¿ S a b e e d u c a r E s p a ñ a ? , por Enrique Herrera Oria.— Este libro que recomendamos es eminentemente, práctico de educación sentida y vivida. Se observan en él los movimientos del Ministerio de Instrucción Pública, de las fuerzas ocultas que están detrás de los ministros; y también se estudia la organización de diferentes centros de España y del extranjero, con crítica objetiva, aceptando lo bueno y rechazando lo malo, dondequiera que esté. Cada uno de los capítulos son puntos concretos de donde se desprenden consecuen cías prácticas que mejoren nuestros métodos educativos. Hay capítulos sobre la actuación revolucionaria del Ministerio; sobre la llamada Escuela única. Estudiase también la educación en Inglaterra, en Irlanda, en Francia y Portugal, etc.. • Nuestros amigos lo leerán con interés. Publicado por "Ediciones Fax,, se halla de venta en Pamplona, en casa de nuestro amigo don Jesús García, a 6 ptas. * •* C ó d i g o s o c i a l , redactado por la "Unión Internacional de Estudios Sociales,,, fundada en Malinas en 1920, bajo la presidencia del Cardenal Mercier. Nueva edición española, corregida y aumenta- LA 317 AVALANCHA di.—Este trabajo, conocido vulgarmente por el "Código de Malinas», fue redactado, después de amplios estudios, por las más destacadas figuras en materia sociológica, pertenecientes a todos los países cris* t ianos, que se reunieron en aquella ciudad, primeramente bajo la dirección del Cardenal Mercier, y luego, a la muerte de éste, bajo la del Cardenal Van Roey. Al hacer esta segunda edición española, se la ha acomodado a la segunda oficial que por el año 1933 publicó la "Unión Internacional de Estudios Sociales». Como índica su título, la forma que en él se sigue es la de un código, con sus ventajas de precisión y claridad. Consta de una intro- . ducción y de siete capítulos que estudian las materias siguientes: La vida familiar. La vida cívica. La sociedad profesional. La vida económica. Las asociaciones privadas. La vida internacional. La vida sobrenatural, coronamiento de la vida terrestre. Esta obra entendemos que será de gran provecho para todos por sus preciosas enseñanzas. Publicada por "Ediciones FaxM, se vende también en nuestra ciudad a 2 ptas. ¿QUIERE USTED CALZAR BIEN? lo más variado, elegante y económico encontrará V. en DON F. JAVIER SANZ socio de ts "Biblioteca Católico- Propagan dista. falleció en Pamplona el día 15 de octubre de 1935 La referida Sociedad y su órgano en la prensa LA ruegan a los socios, lectores y personas piadosas hagan la caridad de encomendarle a Dios en sus oraciones. AVALANCHA Su Santidad el Papa León XIII, en Breve de 19 de diciembre de 1890, concedió sesenta dfas de indulgencia por rezar cinco padre* nuestros y avemarias en sufragio de Us almas de los socios difuntos Academia de Comercio dirigida por CANDIDO IÑIGO CASA REPARAZ Cálculo mercantil. Contabilidad, Caligrafía, Mecanografía Documentación y Correspondencia mercantil Eslava, 1, Pamplona Calderería, 28, 2.° - PAMPLONA Teléfono **3 1 i HIJOS DE DOMINGO SÁEZ Paquetería, Sedas Hilos, Algodones Lanas - Botonería, Bisutería Juguetería Géneros de punto Guantes - (Antigua Casa de Jacinto Sáez) Calceteros, 20, PAMPLONA Quincalla, Mercaría Pasamanería Petacas H u l e s , Gestas Gepilleria Artículos para flor» y otros artículos 1 1 ZAPATERÍA, 2O, PAMPLONA VELAS LITÚRGICAS PARA EL CULTO CALIDADES GARANTIZADAS MÁXIMA: Para ías dos veías de ía Santa Misa y Cirio pascual. NOTABLE: Para las demás velas del altar. Fabticadas según lo mandado por los Rvmos. Prelados, intérpretes legítimos del Rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos, fecha 14 de diciembre de 1904. PÍDANSE PRECIOS CHOCOLATES yM U E S T R A S A LF A B R I C A N T E •« MANTEROLA ," •:-•••• - »- PAMPLONA Obras y ediciones nuevas "María del Puy,, Iribas, 4 ptas.; "Una fuente da energía,, Heredia, 5; "La joven de acción social, Feliz¿, 4' "Frente a la vida. {A los jóvenes, o a las jóvenes), Plus, 5'50, encuadernados; "Dominicas y fiestas movibles,» Pérez de Urbe!, 9 y 12; "Un problema de moral,,, Mayrand, 3'50; "Grave caso de conciencia en el Matrimonio,' Mañá-Terrades, 4; "Amor, mairinionio y familia,,, Schmidt, 5; "Pensamientos cristianos sobre la vida sexual., Gatterer, 3; "Hacia el Matrimonio,, Plus, 3; "Juventud y pureza,, Morice, 4; "Solteras,, Grimaud, 4'50 y 6'50; "Regionalismo, (vol. 26 de "Obras de Mella,), 6; "Discursos parlamentarios de Mella,, dos grandes volúmenes, 6l50; "Por la higiene y la moral,,, Antonelli, 3 en ltela; "El alma de todo apostolado,, Chautard, 2*25; "El Código Eclesiástico, vida y guía del sacerdote,, Risi, 2 50 en tela; "Anhelos ante el altar,, Corral, 4'50 y 6*50. Librería de JESÚS GARCÍA, Estafeta, 31 PAMPLONA— Imprenta, Librería y Centro de suscripciones de Jesús García, calle de la Estafeta, número 31 -. s- "•-''.':• • . LA 318 •>-=:"-n-s -. • • « . • • - " V AVALANCHA CRÉDITO NAVARRO Sociedad Anónima fundada en Pamplona en 1864 Capital social: 15.000.000 de pesetas Capital emitido, 10000.000 de pesetas Fondos de reserva, 6.486,211 de pesetas Con Sucursales en Alsasua, Aoiz, Buñuel, Caparroso, Cascante, Cintruénigo, Corelta, Elizondo, Estella, Fitero, Irurzun, Lerín, Los Arcos, Lumbier, Milagro, Ochagavía, Peralta, Puente la Reina, Roncal, Sangüesa, Tafalla, Tudela, Vera de Bidasoa, Viana y Villafranca DEPARTAMENTO ESPECIAL DE COFRES DE ALQUILER REALIZA TODA CL.A.SE D E OPERACIONES BANCARIAS INTERESES QUE ABONA A SUS IMPONENTES siguiendo las normas del C. S. B., obligatorias para toda la Banca operante en España A las Cuentas-corrientes y Depósitos a la vista]. . . 1*50 %. Imposiciones a plazo de 3 meses 3'00 °/0 i Imposiciones a plazo de 6 meses * . . 3*60 °/0 Imposiciones a plazo de un año', . 4'00 °/ 0 Libretas* en Caja de Ahorros al 3 355559 1OO (Indíquese en la correspondencia, APARTADO número 13.) D S 3, pROTOCLORÜEO Empleado desde hace veinte años por toda clase de personas, cada día es más apreciado y recomendado por los médicos más amantes de la verdad, a quienes proporcionó grandes satisfacciones. Las personas que sufren Anemia, Raquitismo, Colores pálidos, Empobrecimiento de sangre, Debilidad, Inapetencia y Menstruaciones difíciles, ven desaparecer sus padecimientos, y las convalecientes se Fortalecen en Forma inesperada, mucho más si emplearon reconstituyentes extranjeros y aun nacionales no en tan buen estado de asimilación y tolerancia. Los informes que figuran en prospecto, de las más sólidas reputaciones médicas españolas, prueban lo expuesto. De venta, en las principales Farmacias y droguería general: Farmacia de Viva.» Pérez uoo ooa ooo o o DCJ oo 0 0 0 0 a o o ao oo o ooo •••oaa ooa g i LOS MEJORES CALZADOS • | CASA DE LLÓRENTE ¡ 5 fi g o compendio de la Historia de Sangüesa ° p o r Miguel Ancil u % o g Se vende en Sangüesa, librería de Albéniz, y en f § Pamplona en la de Bescansa, García y Ostériz. | Mayor, 9 PAMPLONA Tsléfono 1 4 5 1 § 8 oaaaao«onoooooonai¡anaaaaaaaaaaoaooaaoaaoaaoooooooooooa oaooooooaoooaaaoaoooamc o o PRECIO, UNA PESETA g S o a o a ooo o o o o o o ooa • • • oa • • • r> ooo aa • ooa oaa D O D D O O O O O O O O aaa O O O D O O D O S .