[ie 975] (24 octubre 1935) - Gobierno

Anuncio
Año XLI
Pamplona 24 de octubre de 1935
ORO
DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA*
EL REY DEL AMOR
Núm. 073
ADMINISTRACIÓN, ESTAFETA, 31
DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 21, 2.° taq.
Y ¿cuál será el suyo, puesto que dio la vida, aun por sus
más encarnizados enemigos, en la Cruz?
Aun más; ¿no la entrega a cada uno de los hombres
[i algún monarca ha merecido que se le adjeticuando se acercan al altar para recibir su precioso Cuerve con el suave título que encabeza estas lípo en la sagrada comunión?
neas, no hay duPor esto pudo decir San
da que ante toPablo que "toda la Ley está
dos, sobre todos y por encicifrada en el amor", y San
ma de todos campea JesuJuan Evangelista, que "Dios
cristo Rey, que, para testifies amor", y San Agustín,
car el inmenso y el incom•ama y haz lo que quieras".
prensible que tiene al géneDe aquí se deduce que no
ro humano, se apareció a
reconociendo el amor otra
Santa Margarita María Alamorada que el amor, el Mocoque, diciéndole: "He aquí
narca del cielo pedirá a sus
el Corazón que tanto ama a
vasallos amor. Y así es, en
los hombres", mientras se lo
efecto, porque nos prescrimostraba sobre el pecho.
be en el primer Mandamiento que le amemos con toda
Por eso la Iglesia, su esel alma, con toda la mente,
posa, que tan a fondo conocon
todo el corazón y con
ce las cualidades del Rey ditodas nuestras fuerzas,.de
vino, nos enseña en la Misa
modo que no solo pide o
correspondiente las caracieaconseja que le amemos, sirísticas del reino de jesús.
no que lo manda bajo preY ¿cuáles son éstas? El
cepto grave y con la sanción
amor ante todo.
de penas eternas, por lo cual
Reino de amor
escribió San Juan Evangelista:
"El que no ama, permale llama al que preside el
nece
en la muerte."
augusto Nazareno, y a fe que
Ahí se ve el deseo y empuede llamarse así a boca
peño decididos que tiene el
llena, porque en él no se resSeñor de que le amemos, y
pira sino amor, y la atmósello no es más que efecto y
fera que le circunda se halla
consecuencia del amor inimpregnada de amor. Ya lo
comparable y eterno que Él
publicó Él mismo a todos los
nos profesa.
vientos: "Nadie tiene—decía
Esto mismo significó j e —mayor amor que el que
NAVARRA.—Puerta del monasterio de Iranzu
sús
cuando eligió a S. Pedro
da la vida por sus amigos."
Foto. Laureano Landa
306
LA
AVALANCHA
para Vicario suyo: "Simón, hijo de Juan—le dijo,—¿me
amas más que éstos?" Y esto le preguntó nada menos
que tres'veces seguidas.
Muy bien, por tanto, se expresó San Felipe de Neri
cuando, al ver entrar en su aposento a Jesús bajo las especies sacramentales, exclamó lleno de gozo: "Este es el
amor mío, este es el amor mío." Y no pudo acabar mejor
su inocente vida Santa -Teresio del Niño jesús, que pronunciando estas sus últimas palabras: "Jesús mío, os
amo."
Pero no hay que olvidar que existen otras virtudes
magníficas que son por demás útiles en la vida, y a éstas
pertenece, según el Libro de la Sabiduría, la justicia.
Y siendo así, ¿podría Faltar en la Corona de Jesús Rey?
Imposible.
Reino de justicia,
añade la Iglesia al enumerar las cualidades del de Jesús,
porque, consistiendo la justicia en dar a cada uno lo suyo, como la definen los moralistas; en alabar las obras
buenas y premiarlas a proporción de su mérito, y en censurar y castigar las malas según la gravedad de las mismas, ¿dónde la hallaremos con más pureza y brillo que
en el reino de Jesús, el cual "dará'a cada uno, en expresión de S, Pablo, conforme a sus obras buenas o malas?"
El gobierno del Rey Jesús es el modelo acabado del
que han de procurar tener todos los monarcas de la tierra; y en este verdadero supuesto, ¿cómo encontrar en
él ni asomo de injusticia? "Justo sois—dice el Profeta;—
justo sois, Señor, y recto vuestro juicio."
Cabalmente, como enseña San Agustín en su célebre
obra "La ciudad d-e Dios", libro 19, citada por el docto
Scaramelli, no puede existir nación alguna carente de justicia, pues en tal caso los reinos no serían otra cosa que
grandes latrocinios, y los grandes latrocinios, pequeños
reinos, haciéndose imposible la vida quieta y tranquila, y
campando por sus respetos la gente osada y audaz.
Por eso se lee en ei salmo 97: *EI Señor juzgará el
orbe de las tierras en justicia y los pueblos en equidad."
Hermana carísima de la justíeia es la paz, la bella paz:
y ¿será posible que semejante joya no aparezca engarzada en la diadema de Jesús?
En manera alguna,
Reino de paz
es asimismo el de Cristo, y lo proclama la Iglesia en todas partes, comenzando por llamar a su Señor "el Rey
pacífico".
Acabamos de ponderar que el reino de Cristo es de
acrisolada justicia; y ¿cómo podría serlo si no habría paz,
cuando el Profeta nos dice que la "justicia y la paz se
dieron un fuerte abrazo?" Jesucristo Rey es tan amigo de
la paz que no tenía otro saludo que el deseo de ia misma. "La paz sea con vosotros", decía continuamente a
sus Apóstoles. Y para indicar que hay paz falsa, como
falsas monedas, y que la suya era la auténtica, la verdadera, exclamó: "Mi paz os doy, no como la da el mundo
yo os la doy."
Esta paz de Jesús es patrimonio de sólo los buenos,
porque únicamente a ellos les concede el Soberano de
los cielos y de la tierra; por esto, al nacer en Belén este
Rey los ángeles anunciaron la paz; pero, ¿a quién? A los
hombres de buena voluntad, "a los que tienen la conciencia pura, a los que mantienen las pasiones sujetas a la
razón y la razón a Dios, pues entonces están tas cosas
ordenadas y hay tranquilidad, y por consiguiente, paz;
porque—como dice San Agustín,—"la paz es la tranqui-
lidad del orden"; y como en el hombre malo, en el hombre perverso, todo está en desorden, puesto que mandan
las pasiones y no la razón, allí no puede residir la paz.
Por eso dice la Sagrada Escritura: "No hay paz para los
impíos."
Ahora se comprenderá mejor la filosofía que encierra
el lema del Vicario de Cristo Rey en la tierra: "La paz
de Cristo en el reino de Cristo."
EL PRIOR DE RONCESVALLES.
COBARDÍAS
Y yo pregunto, ¿por qué nos hemos puesto los
hombres, por qué nos hemos puesto los católicos tan cobardes? Es absurdo que esto ocurra, porque catolicismo
y cobardía son incompatibles.
Yo creo que esta cobardía la produce nuestra manera
de vivir actual. Esa cobardía es hija de la comodidad. La
vida muelle y regalada produce la pereza, y ésta a su vez
es la inmediata progenitura del miedo. Miedo de hacer,
miedo de pensar, miedo de hablar, miedo de todo. Veamos esto.
Apenas se inicia una leve molestia de cabeza, y ya tenemos la aspirina en la boca; es un ligero asomo de ardentía, y ya está el bicarbonato en funciones. ¿Hay que
andar? No se anda, que para eso están ahí el taxi y el
auto. ¿Preocupaciones de administración? "Entiéndase
usted con mi administrador." ¿Hay calor? Nieve para todo, todo frío. ¿Hay frío? Calefacción central, calefacción
eléctrica, pieles, alfombras. ¿Hay que viajar? Nuestros
abuelos tardaban quince días en ir de Huelva o Sevilla a
Madrid. Nosotros vamos en una noche, en una rica cama, y nos parece pesado y fatigoso el viaje... ¡Que venga
el aeroplano! Ya está ahí. Pronto querremos más comodidad, y será preciso hacer con nuestras personas lo que
presentía Lope de Vega para los pensamientos:
Con la rapidez del rayo
Las noticias han venido;
Qqién sabe si, andando el tiempo,
Vendrán con el rayo mismo.
Quién sabe, digo, si, andando el tiempo, habrá que
meter en una* onda nueva, no la palabra ni la imagen,
sino a las personas, que irán como el rayo mismo, para
servir a este espíritu de regalona comodidad que tiene
perturbadas las razonables ponderaciones de la vida. De
todo esto resulta un miedo horrible a toda molestia, a todo esfuerzo, a toda seria ocupación. Miedo a la fatiga, al
trabajo, a la lucha; miedo a toda actividad creadora, y
sobre todo, un miedo horrible y cobarde al dolor.
Que no nos hablen de dolor ni de penitencia. Hemos
olvidado prácticamente que el dolor es el gran maestro
de la vida, porque ha querido DÍOÍ ponerlo como única
medicina de nuestras enfermedades morales y como única restauración de la naturaleza caída.
¡Ah! Es horrible eso de la penitencia. Cosas de santos,
cosas de santos... ¿Quién piensa en eso?...
De este modo no pasa día sin que arranquemos una
rama al árbol de nuestra valentía. ¿A dónde vamos? No
lo sé; pero si siguen ias cosas así concluiremos todos clasificados entre los prófugos de la virilidad, que no pueden compararse con las mujeres para no ofender injustamente a éstas. ¿Son hombres? No. Son desertores de
la naturaleza y del deber, fruta humana que se ha puesto
podrida sin haber estado madura.
¿Podemos seguir así? No. Es preciso salvarnos de esa
envenenadora molicie, realizando actos que acrediten
nuestra virilidad cristiana.
*—Oye tú, Inés, o Catalina, o Bárbara, o Cecilia; ¿queréis negar a Jesucristo?
—¡No!
—Mirad que vais a perder la libertad.
LA
307
AVALANCHA
—Con mucho gusto; que vengan las. prisiones.
—Es que os matarán de hambre.
—Venga esa muerte antes que negar a Jesús.
—¡Os arrancaremos los ojos!
—¡Bendita ceguera!
—¡Os dislocaremos los huesos!
—Lo sufriremos por nuestro Dios.
—¡Os arrojaremos a los leones!
—Y allí cantaremos sonrientes el himno del Cordero
sin mancilla.
Y eran éstas las mujeres. Los hombres eran como
ellas, cristianos que no tenían miedo, que miraban tranquilos al dolor y a la penitencia, y vencían y eran grandes.
¿No nos da vergüenza de ser hermanos, en ideas y
sentimientos, de los grandes valientes del Cristianismo?
Además (y en esto está el ridículo de la situación de
los hombres muelles), ocurre que con tanta molicie y pereza y cobardía no esquivan el dolor, porque, quieran o
no quieran, tienen que darse de cara con él, ya que el
mandato de la existencia del dolor en el mundo es divino, y por tanto, absolutamente ineludible. El hombre
fuerte y valiente tropieza con el dolor y lo lleva muy
bien, porque está preparado para eso. El hombre cobarde, como no está apto para la tribulación ni para el sufrimiento, es arrollado por éi en su cobardía, y sufre diez'
veces más que el otro. De modo que se ha pervertido
lodo, hasta la naturaleza muchas veces, para huir del dolor, y resulta que por esos procedimientos se va a sufrir
mucho más. Evidentemente puede decirse que los cobardes están en ridículo.
P. LABURU, S.J.
LO PIDE EL CORAZÓN
A Naturaleza ha sido el primer libro de los
hombres.
Las flores siguen siendo el alfabeto de* su
amor.
Las flores son su lenguaje...
Dicen cosas frivolas y dulces, expresan espantosos duelos y penas.
Todos necesitan de las flores; la pálida obrera las cultiva en su ventana; hasta los anarquistas han querido servirse de ellas para expresar sus odios y han querido tener su flor.
* **
La próxima semana será semana de flores.
Todos esos días, manos piadosas adornarán con flores las sepulturas, silenciosas tumbas de los cementerios.
Todos anhelan que las sepulturas parezcan hermosas
y risueñas el Día de difuntos. Todos quieren celebrar la
fiesta de quienes han atravesado los umbrales de la
eternidad.
Y como la muerte es tenebrosa, se procurará rasgar
las tinieblas con la viva luz.
Esta luz es a tas flores a quienes se les pedirá; y a las
rosas de todos los colores y de todos los perfumes; a los
crisantemos dobles, cuyas corolas parecen cabelleras destrenzadas o llamas que no quieren morir.
Esta tradición es buena y hermosa.
Pero si solamente a ese rasgo nos limitásemos, menester sería confesar que ello es bien poca cosa, y que
no pesa más en la balanza de la eternidad que lo que sobre la inmensidad de las otas pesa el más liviano pétalo.
Vosotros todos, los que leéis estas líneas, llevad, si
queréis, flores—no demasiadas—a las sepulturas de los
vuestros. ¡Pero llevad principalmente oraciones!
¿Dónde está aquel que ha sido arrebatado a vuestro
cariño?
Su cuerpo está ahí tendido. Mas, ¿y el alma que animaba a ese cuerpo?... el alma que sonreía en esos ojos...
que hablaba con esos labios... el alma que tantas veces
ha confortado a la vuestra... ¿dónde está?
Arrojad en el abismo de ultratumba esa angustiosa
pregunta; el silencio es quien os responderá.
Silencio providencial.
Dios parece deciros: "Reza primero... reza siempre...
reza para socorrerle... acaso para honrarle, pero reza...,,
Hojead toda la historia, mirad en derredor vuestro.
Veréis siempre, y en todos los países, la humanidad de
rodillas, rogando por sus muertos... los muertos de mañana rezando por los muertos de ayer.
Y sin que os turbéis, ni por un momento, con las bravatas de esos pobres hombres que en estos efímeros
años se iactan de hacerse valientes delante del gran misterio... con las flores llevad oraciones.
Y puesto que hablo a cristianos, añadiré: llevad la mejor de las oraciones, que es la de Cristo: ¡recibid la Sagrada Comunión!
La comunión pascual es obligatoria'en virtud de un
mandamiento.
La de Todos los Santos lo debe ser porque lo pide el
corazón.
Hay una Semana Santa de Cristo.
Hay otra... la de nuestros difuntos y nuestros mártires.
Buscad me una razón, una sola, que dispense a un cristiano de comulgar por sus muertos.
[Y tenemos tantos en nuestro recuerdo!
¡Cuántos y cuan escogidos va segando la terrible segadora!
#* *
Que los próximos días sean, pues, de recogimiento.
Inclinados sobre lo pasado, escuchad las voces de
quienes han entrado en él.
Para oírlas mejor, purificad vuestras almas.
Después venid a los pies del mismo Cristo, cuyas son
estas palabras: / Yo soy la Resurrección y la Vidal Quien
cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y Yo le resucitaré el postrero día...
Y entonces nuestros ojos, abrasados por las lágrimas,
no se clavarán ya con deseperación en la dura tierra de
otoño que, con toda su grave pesadumbre, oprime a
aquél a quien habéis amado...
El que vosotros amáis no está ya allí. Está cerca, muy
cerca, en el mundo invisible de los espíritus,.. Está en
aquella tierra de la cual la Iglesia, con tan consoladora
exactitud, cania: en el lugar de la luz, del refrigerio y
de la paz.
¡Comulgad por vuestros queridos difuntos!
PIERRE L'ERMITE.
¡Al cielo, al cielo!
No mires con horror, como el pagano,
La losa funeraria de la tamba,
Que es pueril que el espíritu cristiano
A temores estériles sucumba.
Si en tinieblas aquél cruzó la senda
De esta efímera vida tan mezquina,
La antorcha de la Fe, divina prenda,
Tu mente y tas caminos ilumina.
¡Qué hermosos, a su luz, brillan los cielos
Que a los santos alcázares rodean!.
Cómo rasga la fe tos densos velos!
Qué fulgentes sus rayos centellean!
Si Dios al hombre dio por rica alfombra
La tierra y sus bellezas, que son tantas.
Aunque él pasó por ella como sombra,
Le dio el poder de hollarla con sus plantas.
Mas ¡ay! para que al cielo se elevase,
Le dotó, con la fe, de alas robustas,
Para que, alzando el vuelo, hasta él llegase
Donde adoran a Dios las almas justas.
Es pequeña la tierra para el hombre;
308
LA
AVALANCHA
Junto al trono de Dios tiene su asiento;
Escrito en su frontal, su augusto nombre,
Y a sus pies, como Dios, el firmamento.
iQué importa que al sarcófago entregase,
Como carga pesada, sus despojos.
Si al punto su alma vio la nueva fase
Y eterna claridad ante sus ojos?
Por el lastre mortal hincado al suelo,
Consumió entre miserias su existencia.
La muerte le libró, y dijo: Vé al cielo;
Vuela a DÍ03; sé feliz en su presencia.
No son el esqueleto y la guadaña
. ...
Digna imagen amable de la Muerte;
Esos son un espectro que en sí entraña
Inútil repulsión, materia inerte.
Son tan soto fatídico espantajo
Que en el ánimo imprime estéril huella,
Al mirar, no a los cielos, sino abajo,
Y la Muerte no es esa, que es más bella;
Es más dulce y hermosa; ella es ¡a cuna
De la vida inmortal que al alma libra
Del bagaje carnal, carga importuna,
Y a la voz de la Muerte, entonces vibra
Su alegría, pues, rotas sus cadenas,
Tiende el vuelo glorioso al Infinito,
Rubricando el epílogo a sus penas,
Que en el mundo lloró, triste y proscrito.
No mires con terror, como el pagano,
La piedra sepulcral; piensa que un día
El ser que yace allí murió cristiano,
Y Dios, al expirar, le recibía.
DANIEL CIGA Y MAYO
...Y AL PRÓJIMO, COMO A UNO MISMO
Una carta de Jaurés
UE publicado por *L*Hunianit¿,
de París este interesante documento, y dice así:
"Querido hijo: Me pides un
billete que te exima de cursar la
Religión, para parecer digno hijo
de un hombre sin convicciones
religiosas. Ese billete, querido hijo, no te lo enviaré jamás.
No es porque deseo que seas
clerical, a pesar de que no hay
en esto ningún peligro, ni lo hay
tampoco en que profeses las ideas
que te expondrá tu profesor.
Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre, pero tengo
empeño decidido en que tu instrucción y educación sean
completas.
Te parecerá extraño éste lenguaje, después de haber
oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión: son, hijo mío, declaraciones buenas para que arrastren a los hijos de los demás, pero que están en pugna con el más
elemental buen sentido.
He dicho que quería que tu instrucción fuese completa: ¿cómo lo sería sin un conocimiento suficiente de las
cuestiones religiosas sobre tas que todo el mundo discute?
¿Quisieras tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre este asunto, sin exponerte a soltar
un disparate?
Pero dejemos a un lado la política y las discusiones, y
veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables a un hombre de cierta posición. Estudias Mitología
para comprender la historia y la civilización de los griegos y romanos, y ¿qué comprenderás de la historia de
Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin
conocer la religión que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización?
En el Arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la
Edad media y de los tiempos modernos, si no conoces el
motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que
contienen? En ías Letras» ¿puedes dejar de conocer a
Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuülot y
tantos otros que se ocuparon exclusivamente en cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo,
en una palabra, a todos esos grandes maestros que deben al cristianismo sus más bellas inspiraciones?
Si se trata de Derecho, de Filosofía o de Moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural,
la Filosofía más entendida, la Moral más sabia y más universal?—este es pensamiento d e j . J. Rousseau.— Hasta
en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la
Religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampére era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios
y decía haber recobrado por la ciencia, la fe de un bretón; Flammarión se entregaba a fantasías teológicas.¿Querrás tú condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas
y en tus estudios?
Hay que confesarlo: la Religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana.
Y ya que hablo de educación: para ser un joven bien
educado, ¿es preciso conocer las leyes de la Iglesia? No
te diré más que lo siguiente: nada hay que reprochar a
los que las practican fielmente; y con demasiada frecuencia hay que llorar por los que no las tienen en cuenta.
Pero no fijándome más que en la necesidad de conocer
las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas, si no estamos obligados a imitarles, debemos por
lo menos comprenderles, a fin de guardarles el respeto,
la consideración y la tolerancia que les son debidos.
Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable, sin nociones religiosas.
Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos
tienen interés en que los demás desconozcan la Religión,
pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la tan
cacareada libertad de conciencia y otras cosas análogas,
no es más que vana palabrería que rechazan de consuno
los hechos y el sentido común. Muchos anticatólicos conocen, por lo menos medianamente, la Religión; otros
han recibido educación religiosa; su conducta prueba que
han conservado toda su libertad. Y además no es preciso
ser un genio para comprender que sólo son libres para
no ser cristianos los que tienen facultad para serlo, pues
en caso contrario la ignorancia les obliga a la irreligión.
Esta carta te sorprenderá; estoy persuadido de ello; es
necesario, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad
a sus hijos.
Recibe, querido hijo, etc.»
RASGOS DE LA PATRIA
Las cuestiones sociales en nuestra patria
A humanidad está agitada por pasiones bajas y levantiscas que tienen su
origen, principalmente, en la envidia,
en el orgullo y en el odio, generadores de la lucha de clases, y que terminan en la revolución social, como
•camino seguro del desquiciamiento y
de la ruina de los estados.
Por esta lucha de clases, precursora de la revolución social, tan fatídica como exterminadora, viven los hombres en perpetua
discordia, y son arrastradas las naciones hacia ¡as guerras fratricidas y sangrientas que reducen los pueblos a
escombros, después de hundirlos en ríos de sangre y en
los más asquerosos lodazales. Como sucedió, en octubre
del año último, en varias regiones españolas, especial-
I. A
309
AVALANCHA
mente en la desventurada Asturias, donde la fiera revolucionaria hizo su aparición, sembrando en todas partes
la desolación y la muerte.
¡Horror a la lucha de clases, que lanza a la guerra al
trabajo contra el capital, con perjuicio del capital, del trabajo y del progreso del mundo! ¡Guerra a la guerra revolucionaria, que roba la paz a los hombres, para llenarlos de oprobios, de lágrimas y de fangol
Considero pequeños todos los esfuerzos que se realicen para destruir los planes revolucionarios, y me parecen muy pocas las alabanzas que se dediquen a ensalzar
las iniciativas contrarrevolucionarias; porque la revolución es la muerte y la contrarrevolución es la vida de los
países civilizados.
Lo dicho, dicho está en buen hora, con alegría de mi
alma. Pero, ¿quiere esto decir que la humanidad ha de
desatender los males que la revolución pretende curar,
aumentándolos y agravándolos? De ninguna manera.
Hay en el mundo una cuestión social pavorosa que o
se arregla, y no como quiere la revolución, sino como
Dios manda, o el mundo perece.
Sí, por cierto. El mundo perece si la justicia social, tan
escandalosamente atropellada, no viene pronto a rendir
el homenaje debido a la mayor gloria de Dios en las alturas, como principio necesario para que a modo de añadidura venga a la tierra la paz
que merecen los hombres de
buena voluntad, según está escrito en libros sagrados.
Esta justicia social que tanta
falta hace en el mundo no puede administrarla la revolución,
que es rencor, venganza y el
prototipo de toda iniquidad, sino el cristianismo, que es amor,
ecuanimidad y verdadera escuela de ciudadanía. Porque,
como sabiamente dijo un Príncipe de la Iglesia, hace ya muchos años, los males sociales
de la actualidad se curan no
solo con pedazos de pan, sino
principalmente con hojas de catecismo. Pan y catecismo necesita la sociedad paganizada en
que vivimos, para que no sucumba o no caiga en los abismos-de la barbarie, en cuyos
bordes se agita ya frenética y
desesperada. Y ese pan y ese catecismo no puede darlo
más que la Iglesia católica, que es la religión de los desheredados y afligidos, puesto que ei Redentor es el Padre de todos los hombres, lo mismo de los ricos y poderosos que de los pobres e infelices, porque ese Padre es
Rey de reyes y Señor de los que dominan, que está sobre todo y sohre todos como principio y fin de todas las
cosas. Y es un error pensar que la Iglesia católica no ha
predicado siempre esta doctrina salvadora, aunque por
desgracia sea también cierto que algunos o muchos católicos, en ciertas épocas como la contemporánea, hayan olvidado algo a los humildes que hoy sean desesperados, y
como tales, defensores fanáticos de la revolución.
Pan y catecismo es la medicina que curará las gravísimas dolencias de la actual generación. Pan, que es alimento y amor entre hermanos, que fomenta la verdadera
e insustituible caridad cristiana. Catecismo, que es la norma que regula los derechos y los deberes de todos los
hombres, cualquiera que sean su raza, su cuna y su poder o insignificancia.
Con el pan bien distribuido y con el catecismo bien
entendido y practicado resplandecerá la justicia social
en la tierra. Y aunque haya, porque tiene que haber siempre, ricos y pobres, sabios e ignorantes, fuertes y débiles,
blancos y negros, la humanidad podrá, como debe, parecer una sola familia regida por la ley de Dios. De Dios
Todopoderoso, Padre de todos los hombres, herederos
del Cielo.
Siempre los príncipes cristianos se distinguieron en
general por su amor al prójimo y por la justa protección
que dispensaron a las clases más desvalidas, aunque algunas veces los egoísmos y aberraciones dominantes hi.cieran olvidar los mandamientos y consejos que la Iglesia católica y sus buenos regidores jamás dejaron de dar
a los fieles.
Concretándonos ahora a Navarra, vemos que los reyes y grandes del Reino practicaban la caridad, y en
cuanto podían, ayudaban en general al cumplimiento de
la justicia social según las orientaciones de los tiempos.
Nadie puede negar que aun el rey don Carlos II de
Navarra, á pesar del sobrenombre de "Malo» que le aplicaron sus enemigos, demostró con gran frecuencia - su
buen corazón con los menesterosos. Así consta que en
1368, considerando los perjuicios que a los pobres labradores les habían causado las guerras, la sequía y la esterilidad, les perdonó la tercera parte de la pecha que debían. En 1376, compadecido por la gran necesidad que
afligía a los moros de Tudela, ordenó que no fueran molestados para devolverle el trigo y la cebada que Íes había prestado para sembrar, sino que además les dieran
otros cien cahíces. En 1379 dispuso que al cambiador de
Pamplona, Pascual Motza, que había empobrecido nota-
Foto. Guilera
•
•
•
'
blemente, le concedieran ciertos beneficios en la Casa de
la Moneda. En 1380 ¡isignó a Pier Garsel, prior de Arróniz, su capellán, cien cahíces de trigo y cien de cebada
como renta vitalicia, por los buenos servicios que le había prestado durante veintiocho años, ayudando al Rey a
repartir limosnas entre los pobres. En 1384 vestía a "los
chicos frailes de las órdenes mendicantes». Y en el mismo año mandó entregar 28 florines a otros tantos pobres,
por el mismo número de años que entonces cumplía, de
su salida de la prisión a que lo sujetó el Rey de Francia.
Por la liberalidad de este rey, considerado como B Malo B , podrá juzgarse de la caridad de otros mejor calificados que ciñeron la corona de Navarra. Aunque no hay
necesidad de formar juicios para averiguar la generosidad de los príncipes navarros, porque a ninguno de ellos
se le censura por su excesivo egoísmo, o su avaricia, o
su dureza de corazón para con el prójimo menesteroso;
mientras que de muchos o de casi todos se sabe que socorrían de alguna manera a los pobres, dándoles abundantes limosnas, o sentándolos a su mesa en ciertas fiestas grandes, o auxiliándolos en sus necesidades o apuros.
Quedarían comprobadas las anteriores afirmaciones
recordando, además, las fundaciones benéficas debidas a
Ja caridad de reyes y potentados, que tanto abundan en
Navarra. Como las de Pamplona, Tudela, Tafalla, Barásoain, Vera, Zúñiga y otras muchas instituidas en los últimos siglos, sin contar los establecimientos oficiales dedicados a la beneficencia pública.
310
LA
AVALANCHA
Son innumerables !as instituciones navarras llevadas a
la práctica para ayudar a! desenvolvimiento de ia justicia
social; y entre ellas, el "padre de huérfanos,,, creado por
las Cortes de 1576 en todos los municipios de Navarra;
el cual, entre otras obligaciones, tenía la de visitar a los
pobres, colocar a los aptos para el trabajo y castigar a
los vagabundos, autorizando para implorar la candad a
los que realmente estuvieren necesitados y no recibieran
la protección de otros centros benéficos.
Recuérdese también que las antiguas cofradías de oficiales prestaron en Navarra excelentes servicios a los
trabajadores, protegiendo a los aprendices indefensos ante los maestros, y a todos ejercitando sus derechos en
gremios bien organizados.
Por todo lo expuesto se comprende fácilmente que
Navarra es y ha sido terreno abonado para el desarrollo
y prosperidad de las obras sociales de protección al pobre y al obrero según la caridad cristiana y con arreglo
a justicia, razón por la cual abundan en la región las cajas rurales y sindicatos católicos que hacen mucho bien
al país. Y aunque desgraciadamente el marxismo ha envenenado ya no pocas almas, ha de resultarle todavía
muy difícil traer a los pueblos navarros revoluciones como la que hace un año castigó a varias regiones españolas, sobre todo a Cataluña, y especialmente a Asturias,
llevándoles, con las mayores vergüenzas e ignominias, la
ruina, la desolación y la muerte, que Dios alejara de
nuestro solar bendito.
JUAN P. ESTEBAN Y CHAVARRIA.
EL,
CARÁCTER
L factor más importante que decide la vida
del hombre desde los años juveniles es el
carácter. No se forma en la escuela, ni en
las aulas universitarias, ni en los libros; muchas de las genialidades son innatas al individuo; oirás son fruto de las modificaciones de su situación en el transcurso de los años.
El carácter está formado de una estratificación de ideas
inconscientes. Sobre estas ideas la razón no tiene imperio alguno. El convencido a quien domina una idea es
inaccesible a toda clase de razonamientos.
La perseverancia y la energía de voluntad son las que
hacen los héroes y los mártires; son virtudes inherentes
a los hombres cuyos nombres conserva la posteridad en
sus recuerdos y en los áureos legados que forman la historia de los pueblos.
Una iniciativa extraordinaria, una actividad poderosa y
una idea muy pura del deber son cualidades características de los genios que en la lontananza futura esplenden
con la aureola simpática de su memoria.
Existe una diferencia enorme entre el carácter anglosajón y el latino. No hay en el mundo pueblo de carácter más homogéneo que el inglés; posee una suma de
voluntades como las cuales no ha tenido ningún otro
pueblo después del romano. El carácter anglosajón se
inclina siempre del lado práctico y positivo de las cosas,
no atiende a quiméricas disquisiciones teóricas, es de
gran afición a los hechos y de poco amor a las palabras.
En Inglaterra se ha enaltecido siempre a los caracteres
fuertes. Se refiere que, encargado el príncipe Alberto de
otorgar un premio a un alumno del Colegio de Wellington, ordenó que se concediese, no al joven más sabio,
sino a aquel cuyo carácter fuese o se considerase más
elevado.
Las generaciones pretéritas dieron gran importancia a
la educación científica desde las primeras letras, y prescindieron de la formación del carácter individual, que es
el que origina la psicología de las naciones, el que forma
el tipo de las razas mejor que la inteligencia y los conocimientos científicos, más o menos desarrollados, que el
sujeto obtuviera.
El carácter del hombre educado, de corazón sencillo
y el desarrollo de su inteligencia forman la caballerosidad, afabilidad y cultura. En el gran libro de la Hjmanidad se encuentran rasgos salientes en la modificación de
los caracteres individuales, especialmente de los hombres
que luchan por sentimientos e ideas, los cuales tomaron
el carácter que dominó sus primeros años en el hogar; y
sometidos después, en la juventud y edad adulta a la
dura lucha de la vida, acumularon en las estratificaciones
de su aima un conglomerado de ideas que, en la mayor
parte de ios sujetos, forman sus características personales, acomodadas a la edad y circunstancias de su existencia. Por eso son dignos de admiración los hombres que,
cual el vir bonus de Horacio, conservan una bon homie
que les caracteriza en todos ios actos y comportamiento
de su vida.—M. A,
Oro y Escorias
Nóvala da costumbres, original da
ANGBL RUIZ PABLO
'
XVII
A la noche siguiente acompañé a doña Dolores y Anita a casa de Hierba-buena. A don julio no hubo quien te
hiciera torcer su decidida voluntad de no obsequiar al
melosísimo matrimonio con Ja deseada visita. Había venido a Villarnuevo para pescar y vivir a sus anchas, .no
para trabar amistades con mentecatos.
La casa de los Hierba-buena era la más grande y más
antigua del pueblo: ancho zaguán, estrecha escalera de
ruinosos peldaños, adornada aquella noche, al pie y en
los descansos, con matas de flores en tiestos de barro;
paredes húmedas y el pasamanos de madera, con varias
capas superpuestas de mugre petrificado. Para alumbrar
la ascensión tuve que encender cerillas, porque el quin^
qué destinado a ello estaba agonizando, por un descuido
que don Casto y su esposa lloraron.amargamente. ¡Ellos,
que hubieran andado seis leguas a pie, sólo por ver una
iluminación, y tenían a cada fiesta peloteras con el señor Cura, por sí no había encendido la gran araña de
cristal!
En lo alto de la escalera hallamos una puerta entreabierta, y por ella entramos en una pieza con honores de
salón, inundada de luz, y aunque bastante espaciosa, tan
atestada la vimos de mesas redondas, sillas, butacas, cómodas y otros muebles, que nos pareció imposible discurrir por ella sin echar algo a rodar. Por dicha, poseían
D. Casto y su esposa la clave del laberinto, y después
de haberse desquiciado a fuerza de cumplidos y reverencias, tomó el marido de la mano a doña Dolores, y
nos internamos con mucho tiento, unos en pos de otros,
por entre tantísimo cachivache, hasta dar fondo en unas
butacas tan viejas, que al recibirnos gimieron profundamente. Miráronme con espanto mis amigas, advertido lo
cual por don Casto, nos dijo "que no, que no tuviéramos temor alguno: era un vicio, un vicio que tenían
aquellos sillones, pero en cuanto a seguros, ¡vaya si lo
eran!,
—Y sí no, vean ustedes,—añadió, sentándose con fuerza en una butaca, la cual dio un crujido espantoso.—Ya
oyen ustedes, y, sin embargo, pongan, pongan ustedes
peso encima... Y es la más insegura de la casa; pero
vean, vean ustedes.
Se levantó y se dejó caer en seguida sobre el mueble,
dispuesto a repetir algunas veces la operación, sin hacer
caso de los alarmantes crujidos del armatoste ni de nuestras reiteradas súplicas.
—Basta, don Casto,—le decía doña Dolores;—no se
moleste; está demostrado lo que usted desea.
Más él, enardecido ya, no se conformó, y mientras
LA
AVALANCHA
nos decía: "Esto de los crujidos es por la construcción
especial de los asientos,, se dejó caer por tercera vez en
la butaca: dio el mueble un último y más fuerte crujido,
se hundió el asiento, y don Casto se quedó patas arriba,
atascado como cuña en el hueco resultante. Muertos de
risa, acudimos los tres a levantarle, con ayuda de doña Nieves, que decía desconsolada:
—Nunca había sucedido, nunca; me pueden ustedes
creer.
No fue tarea fácil sacar a don Casto de su atascamiento, y no hay para qué decir que al volver a sentarnos lo
hicimos de medio lado, sin abandonar mucho el cuerpo,
por temor de que nuestras butacas hicieran lo que nunca habían hecho, al decir de la Peladilla.
Mientras don Casto manifestaba su asombro por lo
que acababa de acontecer, tentándose con disimulo y con
gesto dolorido la espina dorsal y la coronilla, que habían
padecido algo, pude observar detenidamente el atestado
salón: pendían de las paredes hasta seis grandes cuadros
con retratos al óleo de antepasados de Hierba-buena, todos con gran corbatín liado al cuello, mofletuda la cara,
los ojos pequeños, como su melifluo descendiente. Luego, de quince a veinte cuadros más chicos, con estampas
antiguas, las más de colores, representando las cuatro estaciones, las partes del mundo y cosas por el estilo, y,
por último, innúmeros cuadritos con marco dorado, conteniendo fotografías, cromos de a dos cuartos y vistosas
estampas, de tal manera, que en las paredes ya no cabía
más. Encima de las mesas, de las cómodas y rinconeras
había infinidad de cosas y cositas: corderitos de lana
blancos y negros hechos en casa, flores de trapo y papel, pastorcillos de Belén, bustos en barro de Mozart,
Beethowen, Rossini y ya no recuerdo de quién más, por
todo lo cuál no daría persona alguna dos ochavos; y esparciendo viva claridad, en candelabros de latón y vidrio,
cabos de cirio y velas de sebo, y dos o tres quinqués de
pared.
De pronto se oyó en la escalera rumor de risas y ruido de pisadas. O. Casto se puso en pie, y suplicó a doña
Dolores que le dispensase por haber invitado a unos conocidos.
—Son personas de la mayor confianza, lo más distinguido de la población...
V fue a recibir a los invitados, que habían entrado en
la estancia en pelotón, muy peripuestos y acicalados.
Eran los más gente joven, pollos imberbes, mozuelas recién vestidas de largo y algunas mamas, todos conocidos
míos, buenas personas y devotísimos de las tertulias de
Hierba-buena: las mamas, porque en ellas sé fraguaban
noviazgos y se había dado el caso de acomodar alguna
chica; éstas, por lo mismo y otro tanto, y ellos, los pollos, porque se divertían a sus anchas.
Al comienzo de la visita se mostraron los recién llegados encogidos y parsimoniqsos, no obstante las excitaciones de D. Casto, que les animaba a que dijeran algo;
mas apenas notaron la amabilidad y llaneza de doña Dolores y Anita, se pusieron a charlar por los codos, armando gran algazara.
Media hora después el sol de la reunión, el placentero
Hierba-buena, que fue a buscar una guitarra, la afinó como pudo, hizo una seña a doña Nieves, y acompañándose con el popular instrumento, rompieron a cantar a dúo
una canción que empezaba: Violante del alma querida,
y en. la cual lucieron, él una voz de tenorino sfogatto, y
ella una vocecilla de pipiritaña que taladraba los tímpanos. Luego un jovencito, temporero del Ayuntamiento,
cantó la canción de El Pirata, de Espronceda, con voz
de bajo, potente, pero insegura, como que no había salido aún de la época de muda. Terminado lo cual, don
Casto, rojo de entusiasmo, dejó sobre una silla la guitarra y suplicó a Jas señoras que se trasladasen a un aposento contiguo desde el cual se dominaba buena parte
del salón. Con esto la juventud conoció que era llegada
la hora del baile, y con gran solicitud se pusieron todos,
adanes y evas, a ayudar al ilustre Hierba-buena en el
arrinconamiento de muebles y cachivaches, con objeto
de dejar expedita la estancia. Entonces se vio claramente
que las mesas y las sillas de aquel nido de urraca habían
31
contraído la misma fea costumbre de las butacas, de lamentarse y crujir.
Comenzó el baile: don Casto punteaba la guitarra y
cantaba a la vez, y los demás, tarareando y dando vuelta,
de aquí, pisotón de allí, empujón del otro lado, se zarandearon en el reducido espacio que quedó despejado,; sudando el quilo y haciendo retemblar el piso y la casa
toda.
Solos quedamos Anita y yo, fuera del alcance de las
miradas de doña Dolores; y fue felicísima coyuntura, porque a Anita le faltó tiempo para decirme:
—Desde anoche estoy pensando que conviene hablar
de esto con tío Julio... Es necesario que se arregle este
asunto, que pague papá sus deudas y a mí que me dejen
en paz. Yo no quiero que me arranquen de aquí, que no
me vuelvan a matar. Tía Dolores me ha safido al encuentro esta mañana; no sé si había adivinado algo: me parece que sí. Mira: estaba yo en mi cuarto, de codos en la'
ventana, mirando ese mar tan grande y tan hermoso y
pensando en nuestra conversación de anoche. Es tan
triste mi situación, que al pensar en estas cosas se me
cayeron las lágrimas, y en aquel instante mi tía, que había llegado de puntillas y me había visto llorar, me abrazó, me miró fijamente, me arrastró con ella a una silla,
me sentó sobre sus rodillas, y enjugándome las lágrimas
me ha preguntado:—¿Por qué lloras? Anda, dímelo todo, todo; dime por qué estuviste enferma y por qué quisiste venir, aunque fuera arrastrándote, y por qué estás
tan triste.—Luego, para que yo no me avergonzara, acercó su mejilla a la mía, y añadió:—Anda, dímelo: mira, ya
no te miro, ya no te veo: de lo que tú me digas te prometo el secreto: ni tío Julio lo sabrá, si tú no quieres.
—¿Y se lo dijiste?—pregunté yo ansiosamente..
—Perdóname, Felipe; pero me hablaba con tanta ternura, lo pedía de tal manera, que me dio un deseo grande, muy grande, de desahogar tantas penas; y como si
estuviera en el confesonario, fui contándolo todo, todo:
nuestros amores, nuestras-penas, los apuros de papá, las
infamias de Rubio... Ella se puso muy seria, muy seria y
pensativa, y me dijo:—Pues se ha de hablar de esto con
tío Julio, se ha de ver cómo se arregla ésto: si quieres,
se lo diré yo; si no, que le hable Montes, que bastante le
quiere Julio y puede tener confianza en él.—¿Por qué
no le hablas tú, Felipe?
—Sí; es preciso que yo te hable; ha ¡legado la hora de
romper por todo... Tú no me abandones, no me dejes;
que vean claramente tus padres y tus tíos que no volverás a ceder, poco ni mucho; que estás resuelta a todo...
Don Casto me interrumpió para invitarnos a jugar a
prendas. Cansado el pobre de canturrear y darle a la
guitarra, cortó el baile por lo sano, con mal disimulado
disgusto de los contertulios jóvenes, que más gustaban
de la danza que de los juegos. Mas como eran ya las diez
y media, dispuso doña Dolores que nos fuéramos, a pesar de las rendidas súplicas de los Hierba-buena, que no
podían resolverse a terminar tan pronto ¡a velada. Y aunque no cedió doña Dolores, se estrelló su entereza ante
tos ruegos de don Casto, que quiso que tomáramos parte en el lunch preparado de antemano, cuya solemnidad
quedó notablemente deslucida con la prisa de doña Dolores.
Al poner los pies en la calle -topamos con don Julio,
que nos aguardaba paseando por el arroyo. Le describió
doña Dolores, con mucha gracia, el solemnísimo lunch:
los platos enormes, los azucarillos pasados, los vasos
verdosos y las servilletas de hilo crudo, amarillento,
grandes como manteles. Luego, entre carcajadas, le contó lo del hundimiento de la butaca.
—Si estoy yo, acabo de atascar a ese mostrenco—replicó don Julio.
Y tomó en seguida la palabra para narrar su magnífica
pesca de aquella noche: seis dobladas, dos sargos y una
dorada grandísima. Lo que es las dobladas picaban que
daba gusto, los sargos le costaron un sentido, y en cuanto a la dorada, ni un ballenato; estuvo a punto de romperle el volantín; pero, tras una hora de brega que le hizo sudar como un condenado, subió, subió; ¡vaya si subió!
'• .
•.
.
' !
(Continuará.)
'•/••
'
LA
312
•E IV
AVALANCHA
OLITE
Solemne i u p t i ó n de las escuelas católicas
fundadas en esta histórica ciudad
por el prestigioso caballero D. Justo Garran
L domingo, día 13 del corriente
mes de octubre, tuvo lugar, con
gransolemnidad, en Olite la bendición e inauguración del hermoso edificio para escuelas católicas,
debido a la generosidad y desprendimiento del ilustre hijo de
este pueblo el ex diputado a Cortes* pru*. Tafallq y v^cal. suplante,
del Tribunal de Garantías don
Justo Garran.
Todos los actos resultaron brillantísimos. A las nueve y media
celebró ía misa cantada, en la
iglesia de los PP. Franciscanos,
«1 Provincial, R. P. Julio Eguiluz. Los coristas interpretaron en este religioso acto, con ejemplar maestría, una
hermosa misa. Ocuparon lugar preferente en la iglesia: el
ba una inspirada marcha mientras las campanas del con*
vento anunciaban bulliciosas la gran ceremonia.
El M. R. P. Provincial de los Franciscanos procedió a
la bendición según el Ritual.
Fue emocionante la colocación del Crucifijo en las
aulas.
En las amplias salas del edificio se realizó poco después
la inauguración, con asistencia de autoridades y pueblo.
Un saludo, cantado por los niños con absoluta afinación,
sirvió de preludio. Seguidamente el R. P. Provincial dio
una referencia de la obra realizada, en la que el ilustre
arquitecto don Víctor Eusa ha dejado una muestra más
de su depurado estilo en el arte de la construcción y de
sentido práctico insuperable al objeto con ella perseguido.
Materiales elegidos con gran acierto, para no desdibujar el severo carácter que al fondo le da la silueta del histórico castillo, forman un conjunto atrayente que puede
apreciarse en los grabados como en la misma^realidad.
Nuestra distinguida amiga don Jasé Garran, hijo del benemérito fundador de las escuelas don Justo., retenido en
casa con un enfriamiento, leyó el magnífico discurso de
su querido padre, y que hoy se honra LA AVALANCHA re"
produciéndolo en sus columnas.
Muy RVDO. PADRE, SEÑORAS y SEÑORES;
El pueblo navarro, que se distingue por su religiosidad
y su hidalguía, suele acreditarlas en reiteradas manifestaciones, que todos conocen.
NAVARRA
OLITE.-S1 acto de la "bendición de las n-u.eTrae escuelas católicas
Foto. Galle
Alcalde y concejales de Olite; D. José Garran, hijo de
D. Justo; don Manuel Arízcun, presidente de la «Acción
Católica>; D, Daniel Nagore, déla «Asociación de Padres
de Familia>; los señores D. Juan Huarte, que llevaba la
representación de la «Asociación de Maestros Católicos
de Navarra»; D. José M.a Huarte, digno archivero de la
Diputación; el arquitecto don Víctor Eusa y otras distinguidas personas.
Terminada la misa, la Comunidad cantó el Peni Crea'
tor Spiritus. En seguida se organizó una brillante procesión por los cla'ustros y el hermoso huerto del convento,
hasta las escuelas. La banda de música de Olite ejecuta-
No hay olvido en esto de otros pueblos que gozan, a
Dios gracias, de iguales privilegios; es tansolo la afirmación de un hecho que suele ser generalmente apreciado.
Porque no tan solo conservan la gran mayoría de sus
poblaciones aquella gloriosa unidad católica que distinguió durante siglos a la España de nuestros mayores, sino que la fe y las obras cristianas se revelan en las costumbres domésticas, en el culto público, en la frecuencia
de sus vocaciones sacerdotales y religiosas, en el celo
apostólico de sus misioneros y en el número y estimación
que alcanzan los navarros que llegan, como Obispos, a la
plenitud del sacerdocio.
¡i-A
LA AVALANCHA
Pero esta situación moral y social, este privilegio de la
Divina Providencia, impone además de los deberes de la
gratitud, los de la perseverancia, no solo a los presentes,
sino a los venideros, y por consiguiente, obliga estrechamente a los navarros de hoy a continuar iguales sentimientos y costumbres en los navarros de mañana.
. ¡Sería un triste contraste si mientras los misioneros navarros derraman su sudor y aun su sangre, evangelizando
en remotos países a los infieles, nos estuviéramos aquí
muy de asiento, contemplando con pasividad cómo la ignorancia o la heterodoxia debilitan la fe, y la inmoralidad
del siglo pervierte las costumbres!
Y estos peligros y estos daños que anunció y preparó
desde hace muchos años la revolución de antes, los continúa y acrecienta la revolución de ahora, amenazando y
conmoviendo la paz pública, y constituyendo la mayor
preocupación de las autoridades civiles y eclesiásticas.
Pero ni antes, ni menos ahora, son estas las únicas
fuerzas conservadoras; el peligro es general, la obligación
común, ¡a necesidad urgente, y la ocasión propicia. Por
eso, os hemos invitado, señoras y señores, para que nos
acompañéis en este acto, cuando inauguramos en ia ciu-
313
Es decir; que la Religión era un estudio de caráter preferente, que se hacía en sus principios, antecedentes y
aplicaciones; además era seguida de prácticas tan importantes como la asistencia a misa parroquial, preparación
para los Sacramentos y otras costumbres piadosas.
Con tales condiciones podía decirse que la escuela oficial era cristiana, y en ella se daba enseñanza religiosa
completa.
Sin embargo, iba decayendo la escuela oficial; una
R. O. de 1885 anuló para los maestros la obligación de
llevar los niños a la misa parroquial, y el Congreso Católico celebrado en Madrid el año 1889 puso de manifiesto los daños que ya por entonces experimentaba la escuela, cuando dijo en el resumen de sus conclusiones, entre
otras cosas, lo siguiente;
«Qtjinto. El Congreso reputa gravemente perjudicados
los derechos de la Iglesia:
»En el monopolio y secularización de la enseñanza por
el Estado contra lo que exigen la Religión católica, que
es la del Reino, y las prescripciones eclesiásticas.
»En la.supresión de la enseñanza religiosa y moral en
los Institutos, y en el carácter de asignatura secunda-
NAVARRA
OLITE.—Yista exterior del nuevo edificio escolar
Foto. Galle -
dad de Olite una Escuela católica, puesta bajo la advocación de San Francisco de Asís.
I
Desde los tiempos pasados, en que la mayoría de los
presentes éramos niños o estudiantes, a los tiempos actuales» la situación escolar de España ha cambiado por
completo.
Bajo el Reglamento de 1838, en el que sé dice que <la
instrucción moral y religiosa mantendrá el primer lugar en
todas las clases de la escuela», las familias cristianas podrían confiadamente enviar sus hijos a la escuela oficial.
En ella, continuaba diciendo el Reglamento: «habrá lección corta, pero diaria, de Doctrina cristiana, acompañada de alguna parte de la Historia Sagrada en que se vean
aplicadas tas máximas y preceptos que se hayan explicado, acomodando estas instrucciones a la capacidad respectiva de las diferentes clases».
ria y accesoria que se da a la Religión en las Escuelas
Normales, donde todavía se conserva su estudio, y cuya
influencia provechosa ha de resultar naturalmente me»
nos eficaz, a causa de la escasez del tiempo y menor representación que se conceden al sacerdote que explica
materia tan fundamental.
»En que no se presta por el Estado a la misma Iglesia
el apoyo debido para corregir y remediar los males gravísimos que se infieren a los niños en las escuelas primarias, cuyos maestros se niegan a enseñar la doctrina cristiana, o ensenan dectrinas heterodoxas, y con su mal
ejemplo y manifestaciones de impiedad e irreligión apartan a la niñez de la fe y de los santos fines a que debe encaminarse la educación,..»
Treinta años después era todavía una asignatura en las
escuelas oficiales el estudio del Catecismo y de la Historia Sagrada; los niños oían algo de Religión, y la visita de
los párrocos sostenía el celo de ios maestros, y aun que-
314
LA
AVALANCHA
daban muchos de entre éstos que sostenían la buena tradición escolar, conservando ía instrucción religiosa y las
prácticas de piedad con el celo y la eficacia de antes.
Mas tal situación, con todos sus defectos, era para
nosotros, y comparada con la actual, relativamente lisonjera.
Hoy, desde 1931, la enseñanza religiosa fue declarada
voluntaria desde 6 de mayo de ese año, y suprimida to«
talmente desde marzo de 1932, sin consultar la voluntad
de los interesados.
Esa transición, esa diferencia de criterio entre las disposiciones anteriores y las posteriores a la vigencia de la
actual Constitución, se reproduce en otras materias conexas con la presente, que sería prolijo referir.
Basta recordar que en 1932 se decreta ya que la escuela ha de ser laica; «toda propaganda política, social, filo*
sófica y religiosa queda terminantemente prohibida en la
escuela». La contestación a estos proyectos puede daría
hoy cualquiera y aun los mismos elementos oficiales que
han inspeccionado y reconocido la situación de ciertas
escuelas de Asturias, donde había, según dicen, arraigado
la propaganda revolucionaria.
II
Hoy, pues, la escuela oficial en España no presenta ga=
rantías para la educación de los niños ni para la conservación de las familias cristianas.
Si, pues, los padres tienen la gravísima obligación de
cuidar que sus hijos sean cristianamente educados, necesitan buscar o establecer escuelas donde tal necesidad sea
satisfecha.
No resuelve la dificultad recibir la instrucción civil en
un establecimiento y la instrucción religiosa en otro, o en
en el catecismo parroquial.
La instrucción religiosa es una educación y no puede
reducirse a ser tan solo asignatura de adorno, a la cual
se dedica el peor tiempo de la jornada.
Recuérdese que la campaña de los católicos belgas
contra la ley escolar neutra no transigió con que la escuela oficial reservara un local para dar instrucción religiosa antes o después de las horas de clase a los alumnos
que se presentaran a recibirla; ni tampoco con que se
autorizase a los maestros para hacer aprender de memoria
a estos alumnos el catecismo diocesano, sin explicación ni
comentarios.
Los niños cristianos tienen derecho a que sean ortodoxos la escuela, el maestro, la enseñanza y el fuero
escolar.
Para ello «o.tenemos sino tres caminos: reconquistar la
escuela oficial; fomento y desarrollo de la catequesís parroquial; establecimiento de escuelas privadas.
La reconquista de la escuela oficial exige una reforma
constitucional y una enmienda legislativa que vuelva la
situación escolar al régimen de 1880, retrocediendo, por
tanto, más de 50 años.
Eso no excluye, sin embargo, un abandono total de, derechos e influencia.
Hay que celar para que se observe en las escuelas una
rigurosa abstención de propagandas políticas o filosóficas,
luchando con la dificultad que ofrece ía conducta de los
maestros católicos, que se abstienen de toda propaganda
religiosa, mientras los sectarios no se recatan de hacer
propaganda subversiva; cosa tanto más fácil cuanto la propia 'Constitución republicana tiene conceptos que no pue=
den exponerse ni comentarse sin faltar a la neutralidad
tan decantada.
También debe recomendarse la defensa y protección de
los maestros católicos, que forman parte del profesorado
oficial. Plácemes son debidos a su fidelidad, y auxilio merecen sus acuerdos para defender y realzar la clase; son
un medio apto para facilitar la división de escuelas y presupuestos de que hablaremos.
El catecismo parroquial confirmado y renovado por Su
Santidad Pío X, en su Encíclica «Acerbo nimis», de 1905,
sobre ía enseñanza de la Doctrina cristiana, contiene to*
do un programa de enseñanza religiosa: «predicación sobre el Evangelio, catecismo a los pequeños y a los grandes, preparación parroquial para primeras comuniones,
escuelas de religión para los estudiantes, etc.» Su exacta
aplicación sería la renovación del espíritu cristiano en todas partes.» *
Pero el catecismo parroquial, los oratorios festivos y
las demás obras de formación o conservación religiosa de
niños y jóvenes, no sustituyen a la escuela cristiana, sino
que la suponen o la preparan.
Triste es ía situación de los católicos donde no se enseñe 4a Religión en las escuelas; tristísima donde además se
la impugna; en una y en otra existe el peligro próximo de
perder la fe y la necesidad de defenderla por todos los
medios posibles.
Pero la verdadera educación no consiste tan soío en defender la fe, sino su conservación, fomento y arraigo, y
eso no se logra solamente con aprender textos y aun resistir algunas objeciones.
De memoria aprendemos que el primer Mandamiento de
la Ley es amar a Dios sobre todas las cosas; lo difícil es
ordenar las cosas materiales a las espirituales, las naturales a las sobrenaturales y las temporales a las eternas.
También podemos aprender a decir de corrido que el
hombre ha sido oreado para amar y servir a Dios en esta
vida y verle y gozarle en la otra. Pero estimar cada cosa
según lo que vale y ordenarlas todas a su destino, necesita un conocimiento de ellas tan adecuado, o un criterio
tan robusto, que no puede formarse sino al abrigo de una
educación sólida y completa,
y esta no se consigue sólo con la asignatura de Religión, sino relacionando y sometiendo las demás en la parte necesaria a las verdades sobrenaturales.
«La religión católica, escribe Montí, no es un sistema
filosófico, una teoría abstracta, una doctrina especulativa,
sino una vida, una acción, una práctica de mandamientos
y de preceptos concretos, el ejercicio de un conjunto de
virtudes que informan todo el hombre y todas sus facultades; la escuela católica debe, por tanto, educar sobre
todo la inteligencia y la voluntad, el corazón y el carácter; habituar al alumno a pensar, a querer y a ohrar cató1 "Razón y Fe,,, 1905, t. XII, pág. 277.
>aoao ooa oaa aautiaaoDaooa OOODDOODODOCI uoaonaDonoau ooo oa o ooa LUJO oo p oaoooooo pooooononoooo QDOQDÜOOOOOD ooaaaaaoaaaa DOOOODDOC ana DOQOOO
•
a a
o D
a a
Caja de Ahorros Municipal
g -
Lleva SESENTA ^ TRES años recibiendo y administrando ahorros del país
y tiene la garantía total y comprobada del Excmo. Ayuntamiento de Pamplona
O 3
a
o
óO
fi
tt
o
g
D
á
a
a
a
.•
•
a
a
o
a
a
3
_
o
o
o
5
i
a
•
e
INTERESES QUE ABONA A LOS IMPONENTES
Libretas ordinarias a la vista
Imposiciones anuales.
Imposiciones semestrales
C u e n t a s corrientes a la vista . . . . . . .
OFICINAS
0 / Blanco de
HQOQPTQ
3 ' 0 0 por 1 0 0
4'00 „ „
3*60 „ „
l ' 5 O ,, „
D O
m l
a o
(antes calle Mercaderes) cíjafíán con la de Cíjapifela
cóconos»'
LA
licamente, y formar al cristiano íntegro que además de conocer el fin sobrenatural a que está destinado, sepa dirigirse hacia él con toda el alma, con todo el corazón, con
todas las fuerzas.» 1
(Concluirá.)
1
315
AVALANCHA
G. Montí, "La liberta delta scuola,., pág. 54.
El arte medieval en Navarra
Influencia de las escuelas francesas
AS relaciones de Navarra con las
Galias fueron durante el medievo
(amplias y afectuosas. Ya el año
1116, Alfonso el Batallador reconocía por vasallo suyo al Conde
de Tolosa, con las ciudades de
Narbona, Carcasona, Cahors y
otras; y a la muerte de Sancho el
Fuerte, Navarra elevó al trono a
Teobaldo, de la casa de Champaña, hijo de doña Blanca, hermana
de Sancho, comenzando las dinastías francesas el año 1234, las cuales convirtieron nuestro país en
reino agregado a la nación vecina,
Ihasta que el año 1520 fue incor'porado a la unidad nacional española.
Desde el año 1234, que Navarra estuvo regida por las casas de Champaña, Evreux y
Foix, algunos monarcas ciñeron las coronas de ambos
Estados, y la influencia del arte Francés adquirió, en esta
época preponderancia en Navarra. Grupos de artistas de
las distintas escuelas escultóricas y pictóricas desplazáronse del punto de origen, y en sus visitas a nuestros
pueblos dejaron en ellos obras maestras. Muchus imágenes de la Virgen que existen en Navarra, correspondientes a los períodos de transición y gótico, labradas entre
los años 1234 y 1520, son de escuelas francesas, como la
de Rocamador y otras.
Rocamador es un pueblo francés perteneciente al Departamento de Lot; su caserío y santuarios están agrupados en las, escarpadas de un cerro coronado por un castillo. Para subir del valle a los santuarios existen amplias
escaleras con numerosos peldaños. El templo más concurrido es el que contiene la capilla con la imagen de Nuestra Señora de Rocamador, objeto, desde la Edad media,
de numerosas y nutridas peregrinaciones. Refiere la tradición qus esta imagen de la Virgen fue tallada por Zaqueo, publicano convertido a la fe de Jesucristo, et cual
predicó a los cadurcos de las Galias, habiendo fallecido
en el pueblo de Amadour. Recibió culto más tarde, con el
nombre de San Amador. Las numerosas peregrinaciones
que visitan el santuario de la Virgen de Amador han ¡leñado los muros del templo con múltiples ex votos.
La advocación de Rocamador se ha propagado en Navarra desde tiempos remotos. Así la Virgen de Ujué, de
talla visigótica, quizá la imagen de María más antigua en
nuestro país, ostenta en la silla donde va sentada la inscripción; "Sigilum Beate Marie de Rocamador,,. Tal dedicatoria, según Iturralde y Suit, podría indicar la primitiva advocación de la imagen, o bien una anotación de
procedencia de la silla, quizá del vetusto santuario del
Rocamador de Estelia.
Sobre un arco toral, en ia base de la torre de Santa
María de Sangüesa, existe el anagrama de Santa María,
aureolado con el epígrafe: "Et nomen Virgínis de Rocamador..
En la iglesia de Templarios del Rocamador de Estella,
residencia actual de Padres Capuchinos, la artística imagen de la Virgen se venera desde siglos pretéritos. Refiere la historia que Sancho el de las Navas fue muy devo-
to de esta Virgen del Rocamador, dotando al monasterio
de Estella con la renta de 41 monedas, de las cuales 39
eran para luminarias del altar de la Virgen, por su alma
y las de sus padres.
Otras advocaciones marianas, como la del Puy, son
remembranzas de los diversos Puys que existen en los
departamentos de Francia, y especialmente de Puy en
Velay, capital del departamento del alto Loire, donde se
venera la imagen de la Virgen Negra, con la advocación
de Nuestra Señora de! Puy. Debe advertirse que Puy es
voz francesa antigua, que significa cerro, monte, eminencia, adaptándose a! lugar de los santuarios.
Teobaldo I tenía amistades entre los monjes del Gíster
que del cenobio de Claraval se habían esparcido por el
sur de las Galias, prodigando sus sencillas y arquitectónicas construcciones, como anteriormente los de Cluni
habían extendido sus afiligranadas obras, pletóricas de
ornamentación. Ambas órdenes monásticas dejaron en
Navarra numerosos modelos de su arte exquisito, algunos de los cuales todavía admiramos.
Asimismo, las fundaciones de los Templarios y Sanjuanistas y la asistencia a las Cruzadas de caballeros
navarros pudieron contribuir a la traída de esculturas
orientales, que actualmente son en corto número las existentes en nuestro país.
En la estatuaria e imaginería antigua de Navarra predomina el arte francés, destacándose, especialmente en la
iconografía mariana, las distintas escuelas escultóricas de
las Galias que más sobresalieron en el medievo, como la
de la Isla de Francia, caracterizada por la fina expresión
de los rostros sonrientes; la de Normandía, con figuras de
escaso relieve; las de Poitu y Saintanges, profusamente
ornamentadas con follajes serpeados y alegorías; la de
Auvernia, con relieves salientes y correctos plegados; las
de Tolosa y Languedoc, con expresiones delicadas y dinámicas de los rostros; la de Provenza, con reminiscen-,
cías de la estatuaria griega, y Borgoña, con actitudes expresivas de las figuras.
f
-
;
.
,
MIGUEL ANCIL.
WESA REVUELTA
Nuestros amigos difuntos.—En Zaragoza ha fallecido últimamente, confortado con los santos sacramentos
de la Iglesia, el M. I. Sr. D.Juan Buj, canónigo de aquella Metropolitana.
Dotado de inteligencia clara y de criterio firme—dice
nuestro querido colega "El Pilar"—pudo, tanto desde el
pulpito como desde el libro y el periódico, desarrollar un
apostolado inagotable y fecundo. Los lectores de "El Eco
de la Cruz" se habían familiarizado en tal manera con la
sección del "Tribunal barato", que más bien que por su
nombre conocían al periódico llamándole "El Mago" o
"El Macario".
Rogamos a nuestros lectores encomienden en sus oraciones al finado.
*•*
El día 15 del corriente, festividad de Santa Teresa de
Jesús, falleció santamente en esta capital nuestro distinguido amigo y consocio don Francisco Javier Sanz, teniente alcalde que fue del Ayuntamiento de Pamplona y
diputado foral por el distrito de Aoiz.
Era nuestro inolvidable amigo un caballero fervoroso
y de sólida piedad, socio activo de las Conferencias de
San Vicente de Paúl, del Apostolado de la Oración y de
otras asociaciones religiosas.
•Nos asociamos al sentimiento que aqueja en estos momentos a su estimada familia, y suplicamos a nuestros
amigos rueguen a Dios con nosotros por el eterno descanso de su alma.
...
.,.. ¿, .
R .
' .í '"
1.
P .
- • • : - - • • - ' ' •
-
;
.
v :
• < >
LA
316
AVALANCHA
La enseñanza religiosa se ha hecho obligatoria en
el Perú.— Por reciente decreto ministerial del Gobierno
del Perú se ha establecido en todas las escuelas del país
la enseñanza religiosa.
El texto del decreto dice así:
•Considerando:
Que la educación religiosa está prescrita por la ley
orgánica de enseñanza y los planes oficiales de estudio, y
debe ser objeto de atención especial por los maestros para obtener la formación moral de la juventud,
Que el descuido de la educación religiosa facilita la difusión de teorías contrarias a la moral y al bien público
y compromete el porvenir nacional,
En uso de las atribuciones de este despacho, .
Se resuelve:
La enseñanza religiosa en las escuelas y colegios de la
República tendrá carácter de estricta obligatoriedad, y
será suministrada, por ío menos durante des horas semanales, dentro del horario escolar, de conformidad con
los planes y programas oficiales respectivos.
Los Rvdos. Obispos de cada diócesis designarán al
párroco o sacerdote que deba encargarse de esta enseñanza en las escuelas fiscales de su jurisdicción, corriendo la misma en los demás planteles a cargo de los correspondientes profesores.
Las autoridades escolares proporcionarán, al efecto,
las facilidades necesarias para el mejor cumplimiento de
la presente resolución.
Regístrese y comuniqúese.
Firmado, Arenas y Loayza.,
Cosas de "El Liberal".—El periódico sectario *El Liberal", de Madrid, decía hace pocos días que, ame el
bombardeo de los aviones, tiembla el Vaticano.
Tiembla, pero no cae; aunque lo bombardeen Lutero,
Enrique VIII y todos los Lenines que les siguen.
¡Aun hay clases!—La esposa del socialista Besteiro
logró desalojar a los sordomudos y ciegos de su escuela
del Hipódromo.
Ahora el Obispo de Madrid ha fundado una escuela
gratuita para niñas sordomudas.
¡Aun hay clases! Gracias a Dios.
¡Bien por Alemania!—Los alemanes y... los que no
lo somos, pero acostumbramos a escuchar en la radio las
emisiones alemanas, no volveremos a oír la intolerable
música de "jazz-band".
Herr Hadamowsky, director de todo el sistema de radiodifusión alemana, ha anunciado que se ha acabado
para siempre la llamada "música negra".
"Desde hoy—ha dicho—prohibo la transmisión de
música de "jazz" por todas las estaciones de radio de
Alemania. Esa música era una afrenta, un agravio a la
cultura del pueblo alemán, un atentado al buen gusto.
,No se trata de ningún sentimiento de hostilidad a lo
extranjero. La buena música extranjera tendrá siempre
en Alemania una acogida cordial. Pero "eso" no es música para gentes civilizadas. En la selva, tal vez esté bien.
Pero en una estación de radio de Alemania, no."
Sólo podemos decir: ¡Muy bien!
Y pedir imitadores.
Para eso... ¡y para los tangos!
t
BIBLIOGRAFÍA
L a m a s o n e r í a c o n t r a . E s p a ñ a * por Francisco de
Luis, —Para muchos españoles la palabra masonería representa muy
poco más que una cosa misteriosa. Otros, al oírla, dan a entender
con su sonrisa que están al cabo de ja calie y que aquello no tiene
importancia. Para unos y otros ha escrito esta obra el director de "El
Debate,, don Francisco de Luis. "Importa mucho —dice—que salgan
a la luz púbüca ios manejos secretos, y que trasciendan ai pueblo
engañado tas habilidades y tácticas de la masonería española, que
tanto ha influido en los desastres de España.,,
Explica la organización de ia masonería española, enumerando los
miembros de.1 gran oriente y las listas de las logias. Trata del influjo
de la maso nena en la política accidentada de ios últimos años; habla
de los ministros masones, diputados (183 lo eran en las Constituyentes), su influencia en las leyes, en el separatismo, etc. Sigue el análisis de la masonería en la enseñanza, expuesto en un capítulo; otro,
verdaderamente pintoresco, sobre Ja masonería femenina. La masonería va contra la Iglesia y sus instituciones, contra el Vaticano,
contra el matrimonio y contra las Ordenes religiosas. Estudia ia relación de la masonería con los judíos: expone los ataques de aquélla
contra España, aduciendo autorizados testimonios y recorriendo los
principales acontecimientos ocurridos en nuestra nación desde el siglo pasado. Muestra el autor a la masonería en las grandes revoluciones: ia rusa y la francesa, el bolchevismo y su actual propaganda,
su acción en Portugal, cómo desencadenó la guerra europea, y su
influencia internacional. El capítulo último aduce los documentos de
la Iglesia que condenan a la masonería. Los apéndices son los ritos
masónicos.
Resulta un libro de verdadero interés.
Publicado por "Ediciones Fax,,, Plaza de Santo Domingo, 13, Madrid, se halla también de venta en la librería de don Jesús García,
Estafeta, 31, Pamplona, al precio de 6 ptas.
• * #
"
'
A n u a r i o de fíducación y E n s e ñ a n z a Cat ó l i c a de E s p a ñ a . Curso 1935-1936. "Federación de Amigos de la Enseñanza,,.—El "Anuario de Educación y Enseñanza Católica,, editado para el curso anterior, 1934-1935, fue acogido excelentemente por ser verdadera guía para educadores, profesores de
colegios, padres de familia, alumnos, etc., y contribuir, además, a defender las ideas sanas sobre la educación, tan necesarias en ios momentos actuales.
Idénticos fines persigue el publicado para el curso que ahora empieza, 1935-1936; pero está mejorado del curso anterior.
Consta de tres secciones. La primera se titula "Estudios pedagógicos,,, y es una serie de métodos de educación.
Sigue la sección legislativa, en lo posible perfeccionada, para subvenir a la necesidad de orientar a los jóvenes estudiantes en las carreras y en cuanto se refiere a materia escolar.
La sección tercera es una estadística-guía de los centros católicos
de educación y enseñanza: va recorriendo todas las provincias de
España en cada uno de sus dos grupos, centros para varones y centros para mujeres.
También queremos destacar la sección de anuncios en cuanto contribuye a ampliar los conocimientos e información que este "Anuario,, representa para los lectores.
La claridad en la concepción del libro y en su disposición tipográfica es otro de los valores que lo adornan.
Un tomo de 356 páginas, publicado también por "Ediciones Fax,,,
puede adquirirse al precio de 5 ptas.
¿ S a b e e d u c a r E s p a ñ a ? , por Enrique Herrera Oria.—
Este libro que recomendamos es eminentemente, práctico de educación sentida y vivida. Se observan en él los movimientos del Ministerio de Instrucción Pública, de las fuerzas ocultas que están detrás
de los ministros; y también se estudia la organización de diferentes
centros de España y del extranjero, con crítica objetiva, aceptando lo
bueno y rechazando lo malo, dondequiera que esté. Cada uno de los
capítulos son puntos concretos de donde se desprenden consecuen cías prácticas que mejoren nuestros métodos educativos.
Hay capítulos sobre la actuación revolucionaria del Ministerio; sobre la llamada Escuela única. Estudiase también la educación en Inglaterra, en Irlanda, en Francia y Portugal, etc..
• Nuestros amigos lo leerán con interés. Publicado por "Ediciones
Fax,, se halla de venta en Pamplona, en casa de nuestro amigo don
Jesús García, a 6 ptas.
* •*
C ó d i g o s o c i a l , redactado por la "Unión Internacional de
Estudios Sociales,,, fundada en Malinas en 1920, bajo la presidencia
del Cardenal Mercier. Nueva edición española, corregida y aumenta-
LA
317
AVALANCHA
di.—Este trabajo, conocido vulgarmente por el "Código de Malinas»,
fue redactado, después de amplios estudios, por las más destacadas
figuras en materia sociológica, pertenecientes a todos los países cris*
t ianos, que se reunieron en aquella ciudad, primeramente bajo la
dirección del Cardenal Mercier, y luego, a la muerte de éste, bajo la
del Cardenal Van Roey.
Al hacer esta segunda edición española, se la ha acomodado a la
segunda oficial que por el año 1933 publicó la "Unión Internacional
de Estudios Sociales».
Como índica su título, la forma que en él se sigue es la de un código, con sus ventajas de precisión y claridad. Consta de una intro- .
ducción y de siete capítulos que estudian las materias siguientes: La
vida familiar. La vida cívica. La sociedad profesional. La vida económica. Las asociaciones privadas. La vida internacional. La vida sobrenatural, coronamiento de la vida terrestre.
Esta obra entendemos que será de gran provecho para todos por
sus preciosas enseñanzas.
Publicada por "Ediciones FaxM, se vende también en nuestra ciudad a 2 ptas.
¿QUIERE USTED CALZAR BIEN?
lo más variado, elegante y económico
encontrará V. en
DON F. JAVIER SANZ
socio de ts "Biblioteca Católico- Propagan dista.
falleció en Pamplona el día 15 de octubre de 1935
La referida Sociedad y su órgano en la prensa LA
ruegan a los socios, lectores y personas piadosas hagan la caridad de encomendarle a Dios en sus
oraciones.
AVALANCHA
Su Santidad el Papa León XIII, en Breve de 19 de diciembre de
1890, concedió sesenta dfas de indulgencia por rezar cinco padre*
nuestros y avemarias en sufragio de Us almas de los socios difuntos
Academia de Comercio
dirigida por CANDIDO IÑIGO
CASA REPARAZ
Cálculo mercantil. Contabilidad, Caligrafía, Mecanografía
Documentación y Correspondencia mercantil
Eslava, 1, Pamplona
Calderería, 28, 2.° - PAMPLONA
Teléfono **3
1
i
HIJOS DE DOMINGO SÁEZ
Paquetería, Sedas
Hilos, Algodones
Lanas
- Botonería, Bisutería Juguetería
Géneros de punto
Guantes
-
(Antigua Casa de Jacinto Sáez)
Calceteros, 20, PAMPLONA
Quincalla, Mercaría
Pasamanería
Petacas
H u l e s , Gestas Gepilleria
Artículos para flor»
y otros artículos
1
1
ZAPATERÍA, 2O, PAMPLONA
VELAS LITÚRGICAS PARA EL CULTO
CALIDADES GARANTIZADAS
MÁXIMA: Para ías dos veías de ía Santa Misa y Cirio pascual.
NOTABLE: Para las demás velas del altar.
Fabticadas según lo mandado por los Rvmos. Prelados, intérpretes legítimos del Rescripto de la Sagrada Congregación de Ritos, fecha 14 de diciembre de 1904.
PÍDANSE PRECIOS
CHOCOLATES
yM U E S T R A S
A LF A B R I C A N T E
•« MANTEROLA
," •:-•••• -
»- PAMPLONA
Obras y ediciones nuevas
"María del Puy,, Iribas, 4 ptas.; "Una fuente da energía,, Heredia, 5; "La joven de acción social, Feliz¿, 4'
"Frente a la vida. {A los jóvenes, o a las jóvenes), Plus, 5'50, encuadernados; "Dominicas y fiestas movibles,»
Pérez de Urbe!, 9 y 12; "Un problema de moral,,, Mayrand, 3'50; "Grave caso de conciencia en el Matrimonio,'
Mañá-Terrades, 4; "Amor, mairinionio y familia,,, Schmidt, 5; "Pensamientos cristianos sobre la vida sexual.,
Gatterer, 3; "Hacia el Matrimonio,, Plus, 3; "Juventud y pureza,, Morice, 4; "Solteras,, Grimaud, 4'50 y 6'50;
"Regionalismo, (vol. 26 de "Obras de Mella,), 6; "Discursos parlamentarios de Mella,, dos grandes volúmenes,
6l50; "Por la higiene y la moral,,, Antonelli, 3 en ltela; "El alma de todo apostolado,, Chautard, 2*25; "El Código Eclesiástico, vida y guía del sacerdote,, Risi, 2 50 en tela; "Anhelos ante el altar,, Corral, 4'50 y 6*50.
Librería de JESÚS GARCÍA, Estafeta, 31
PAMPLONA— Imprenta, Librería y Centro de suscripciones de Jesús García, calle de la Estafeta, número 31
-.
s- "•-''.':•
• .
LA
318
•>-=:"-n-s -. • • «
. • • - "
V
AVALANCHA
CRÉDITO NAVARRO
Sociedad Anónima fundada en Pamplona en 1864
Capital social: 15.000.000 de pesetas
Capital emitido, 10000.000 de pesetas
Fondos de reserva, 6.486,211 de pesetas
Con Sucursales en Alsasua, Aoiz, Buñuel, Caparroso, Cascante, Cintruénigo, Corelta,
Elizondo, Estella, Fitero, Irurzun, Lerín, Los Arcos, Lumbier, Milagro, Ochagavía, Peralta,
Puente la Reina, Roncal, Sangüesa, Tafalla, Tudela, Vera de Bidasoa, Viana y Villafranca
DEPARTAMENTO ESPECIAL DE COFRES DE ALQUILER
REALIZA TODA CL.A.SE D E OPERACIONES BANCARIAS
INTERESES QUE ABONA A SUS IMPONENTES
siguiendo las normas del C. S. B., obligatorias para toda la Banca operante en España
A las Cuentas-corrientes y Depósitos a la vista]. . . 1*50 %.
Imposiciones a plazo de 3 meses
3'00 °/0 i
Imposiciones a plazo de 6 meses
* . . 3*60 °/0
Imposiciones a plazo de un año',
. 4'00 °/ 0
Libretas* en Caja de Ahorros al 3
355559
1OO
(Indíquese en la correspondencia, APARTADO número 13.)
D
S
3,
pROTOCLORÜEO
Empleado desde hace veinte años por toda clase de personas, cada día es más
apreciado y recomendado por los médicos más amantes de la verdad, a quienes
proporcionó grandes satisfacciones.
Las personas que sufren Anemia, Raquitismo, Colores pálidos, Empobrecimiento de sangre, Debilidad, Inapetencia y Menstruaciones difíciles, ven desaparecer
sus padecimientos, y las convalecientes se Fortalecen en Forma inesperada, mucho
más si emplearon reconstituyentes extranjeros y aun nacionales no en tan buen
estado de asimilación y tolerancia.
Los informes que figuran en prospecto, de las más sólidas reputaciones médicas españolas, prueban lo expuesto.
De venta, en las principales Farmacias y
droguería general: Farmacia de Viva.» Pérez
uoo ooa ooo o o DCJ oo 0 0 0 0 a o o ao oo o ooo •••oaa ooa
g
i
LOS MEJORES CALZADOS
•
| CASA DE LLÓRENTE
¡
5
fi
g
o
compendio de la Historia de Sangüesa °
p o r Miguel Ancil
u
%
o
g
Se vende en Sangüesa, librería de Albéniz, y en f
§ Pamplona en la de Bescansa, García y Ostériz.
|
Mayor, 9 PAMPLONA
Tsléfono 1 4 5 1
§
8
oaaaao«onoooooonai¡anaaaaaaaaaaoaooaaoaaoaaoooooooooooa
oaooooooaoooaaaoaoooamc
o
o
PRECIO, UNA PESETA
g
S
o
a o a ooo o o o o o o ooa • • • oa • • • r> ooo aa • ooa oaa D O D D O O O O O O O O aaa O O O D O O D O S
.
Descargar