PLANIFICACIÓN Los agentes educativos de Educación Inicial han participado en diferentes procesos de sensibilización en la implementación del Modelo de Atención Enfoque Integral (MAEI), todo este trayecto confirmo la importancia que tiene la planificación en el quehacer educativo como una herramienta necesaria que permite observar, anticipar, prever, organizar y evaluar, dar coherencia y continuidad al programa de trabajo; por ello citamos lo que se debe de considerar al momento de realizar la planificación: Pensar y organizar anticipadamente tanto los ambientes físicos como las actividades e intervenciones que se van a realizar con los niños; la tarea de sostener los vínculos y las interacciones es un componente importante, incluye sobre todo el acompañamiento en los procesos de adaptación, las reacciones de las familias, la construcción de nuevos vínculos de apego, el sueño, el control de esfínteres, el ingreso a un grupo y las relaciones entre los niños. Pensar en un material y ofrecerlo para jugar es una intervención que debe planificarse, diseño de estrategias, organización de las actividades y selección de materiales que fortalezcan las capacidades de los niños, entre otros. Ejercicio intelectual de anticipación, de evaluación y de proyección. La planificación debe ser flexible y abierta a los imprevistos, anticipando lo que puede pasar. El guión de la planificación es compartido entre el agente educativo y los alumnos de su grupo, organizándolo en base a lo que observa en los niños y supone lo que necesitan. CARACTERÍSTICAS DE LA PLANIFICACIÓN: ¿CÓMO PLANIFICAR? Como agentes educativos debemos de garantizar en la planificación actividades diarias que den lugar al juego, la comunicación, la investigación, la lectura y la creación, considerando que cuando las niñas y niños participan, exploran, y aprenden, requieren de un amplio margen para la espontaneidad, ya que sus descubrimientos están matizados por el ensayo y el error, la imaginación, la improvisación y la reiteración de acciones, entre otros procesos. Citamos algunas características que hay que considerar para la planificación: No requiere centrarse en un formato específico. Generar actividades que tengan sentido para los niños. Plantear un entorno donde el niño tenga una propuesta de juego con determinados materiales. El punto de partida reside en considerar que todos los niños cuentan con capacidades. Es dinámica y evoluciona de acuerdo a lo que sí está funcionando. Se basa en el vínculo, sostenimiento y creatividad. Se fundamenta en el juego, la exploración, el arte, movimiento e investigación por parte de los niños. Se piensa y organiza toda la jornada completa. PASOS PARA LA PLANIFICACIÓN Es importante que como agentes educativos al momento de diseñar la planificación tengamos una actitud abierta, dando lugar a la curiosidad, la observación, la investigación, al aprendizaje junto con los niños al mismo tiempo que los acompaña y les ofrece sus conocimientos y experiencias. Por ello hay que considerar para elaborar la planificación los siguientes tres pasos: 1.-Diseño: Contar con los datos básicos acerca de los niños, sus necesidades, sus características de personalidad, los efectos que han tenido las propuestas anteriores, sus inquietudes, curiosidades y sus procesos de pensamiento. 2.-Desarrollo o puesta en práctica: Suficiente organización previa, materiales a la mano al momento preciso, el agente educativo pueda observar, percibir y registrar lo que va ocurriendo, jugar e implicarse corporalmente cuando sea necesario, revisión constante y el rediseño de la propuesta en función de los efectos que produce en los niños. 3.-Evaluación: Está vinculado a la observación que se realiza durante la puesta en práctica de lo que se planificó, no sólo en relación con la reacción de los niños, sino con las propias actividades o materiales propuestos, permitiendo ajustar y dar lugar a la creatividad de los niños, a los imprevistos y a las nuevas necesidades. CRITERIOS PARA LA PLANIFICACIÓN Los criterios para la planificación deben de ser considerados por los agentes educativos de Educación Inicial, tanto en la modalidad Escolarizada, como en la No Escolarizada. Los mismos apoyan y dan dirección al trabajo de los agentes educativos, de ahí la importancia de planear en colectivo para que todos los responsables reconozcan el sentido de sus intervenciones en las actividades que realizan durante la jornada diaria, y con ello el resto de los adultos se envuelvan de los criterios de la planificación, no sólo en actividades pedagógicas, sino también en las asistenciales como de la vida diaria. En base al Modelo de Atención con Enfoque Integral, los criterios que se toman en cuenta al momento de planificar son: El sostenimiento Para el Modelo de Atención, el término “sostén”, implica más que cargar a un niño, se refiere a la capacidad de acompañarlos mental y físicamente, identificando y dando respuesta a sus necesidades. • Interpretar sus necesidades psíquicas y físicas, sus requerimientos de aprendizaje y crear, a partir de esas lecturas, una “envoltura”, que se puede traducir en acciones tales como: escucharlos, observarlos, estar disponibles con los rostros, la voz, las manos, los cuerpos, para hablarles, cantarles, jugar, devolverles palabras calmantes frente a sus necesidades, darles libertad y ricos materiales para explorar, crear y descubrir el mundo. • Adquiriendo la “capacidad para estar solo”, es decir, para jugar, crear, tomar distancia del adulto por sus propios medios, ganando autonomía. Esa capacidad, dirá Winnicott, se construye paradójicamente– sólo si el niño ha tenido adultos afectuosos y estables durante el tiempo de la inmadurez. La creatividad Ésta se define como el impulso de búsqueda, de acción, propio del niño cuando comienza a relacionarse con el mundo, estar abierto al descubrimiento, a la creación de imágenes nuevas. La creatividad es lo contrario de la reproducción, un ser humano que crea está investigando, inventando otros modos de ser, existir, jugar, pensar, trabajar, construir la realidad. El agente educativo requiere considerar: El aprendizaje comienza antes del nacimiento. Disponibilidad e interés para diseñar ambientes de aprendizaje diferentes para los niños. Identificar y partir de las capacidades con que cuentan los niños. Centrarse en qué saben hacer los niños, para tener una percepción general de ellos. Realizar un diagnóstico centrado en las acciones cotidianas, en la información que brindan las familias respecto al niño y en los aspectos culturales o sociales de la comunidad. Plantear la intencionalidad de las actividades, centradas en el desarrollo de las capacidades de los niños. Reconocer los propósitos de la Educación Inicial, los fundamentos y las características del Modelo de Atención. El juego Los bebés y los niños pequeños requieren realizar actividades interesantes, libres, centradas en la relación de apego y en la afectividad. Deben de llevarse a cabo en lugares que ofrezcan seguridad, donde puedan moverse y experimentar. Con el juego se favorece la autonomía, la seguridad en sí mismo, fomenta el desafío, el compañerismo, la tolerancia, la escucha y los vínculos afectivos. Entre más fomentemos el juego y la manipulación libre de objetos, le permitiremos al niño sentirse seguro, donde experimentan acciones; su deseo de experiencia los motiva a explorar, el juego se vuelve más complejo, y es el niño quien va tomando iniciativa, eligiendo a que jugar y con quién hacerlo. Conforme se relacionan con otros adultos y comienzan a realizar juegos en grupo, se organizan, definen sus propios papeles, expresan emociones y asumen roles, comprenderán al otro y a su vez aprenderán a autorregular sus impulsos. De ahí la importancia de que el agente educativo se involucre en las actividades con los niños, ser participante directo en el juego, comunicarse, hablar con ellos, realizar un intercambio verbal o simplemente estar ahí, disponible para ellos. La comunicación Los agentes educativos no solo son una de las figuras principales para favorecer el aprendizaje de los niños, son colaboradores de una crianza colectiva, junto con la familia. De ahí la importancia de generar un ambiente físico y emocionalmente seguro, donde la exploración, el juego, la empatía y la comunicación se vuelven el sustento del aprendizaje. La comunicación constante es esencial para obtener grandes logros en el aprendizaje. Si un niño se siente querido y aceptado por los demás, se sentirá seguro de sí mismo. El agente educativo debe mostrar ánimo, ser alegre, contar con madurez emocional, tener una actitud cordial, expresar sinceridad, preocupación y afecto por lo que le sucede a los niños, es muy importante que genere espacios de diálogo con ellos. Aprovecha cualquier momento para conversar con los niños, por ejemplo, mientras se les arrulla, se les alimenta, o se les cambia, así identificarán la importancia de las palabras y de entablar el diálogo, esto le ayudará a incorporar palabras y juegos a las rutinas. Muy benéfico será organizar actividades de manera individual o en grupos, buscar formas de comunicación que les permitan avanzar en el aprendizaje y la socialización. Las actividades colaborativas brindan la oportunidad de conocer a sus pares, de platicar, de compartir juegos, materiales e ideas, de desinhibirse o autorregularse, de resolver problemas y alcanzar metas. Por último dialogar con los padres o con las familias en torno a la importancia de hablarles a sus hijos durante las actividades del día, afianzara este proceso. AMBIENTES DE APRENDIZAJE De igual manera los ambientes de aprendizaje son importantes al momento de realizar nuestra planificación, ya que deberá de llevar una dosis de carga afectiva, escuchar con interés lo que expresan los niños, retomar sus ideas y socializarlas, ayudarlos a desarrollarlas, permitir que exploren libremente sin coartar su impulso de conocer, proponerles actividades con “significado” para ellos; es decir, propuestas que les interesen, que despierten su curiosidad, que estén cercanas a los temas que hacen su mundo. El agente debe crear ambientes educativos cambiantes, que reflejen un lugar interesante, vivo, cálido, afectuoso y diferente.