Comentario - Consclusiones del Abogado Gral del TJ de la UE

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CONCLUSIONES DEL ABOGADO GENERAL SOBRE LA LEGISLACIÓN BELGA VS NORMATIVA
EUROPEA
El Tribunal de Primera Instancia neerlandófono de Bruselas (Bélgica) ha presentado, ante el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea, una petición de decisión prejudicial sobre la compatibilidad de esta
legislación con la normativa de la Unión Europea, en el asunto: C-339/15.
La vigente Ley belga de 15 de abril de 1958, relativa a la publicidad en materia de tratamientos dentales,
prohíbe a los prestadores de estos tratamientos, en el marco de una profesión liberal o de una consulta
dental, realizar directa o indirectamente, cualquier tipo de publicidad de sus prestaciones destinadas al
público.
El asunto surge como consecuencia del procedimiento penal incoado contra un odontólogo de Bélgica, al
que se le acusa de haber realizado publicidad de prestaciones de tratamientos dentales vulnerando la
normativa de este país. Concretamente, la infracción era doble:
-
La colocación en la entrada de su consulta, destinada al público, de una gran columna
publicitaria de tamaño y aspecto carentes de discreción, donde figuraba el nombre, su profesión,
así como el sitio de Internet y teléfonos de contacto de la clínica dental.
-
Inserción de mensajes publicitarios en los periódicos locales y promoción, mediante su sitio de
Internet, de sus conocimientos técnicos en materia de tratamientos dentales, utilizando
fotografías de “antes y después” y testimonios de pacientes que mencionaban la diferencia de
sus prestaciones con los tratamientos ofrecidos por otros odontólogos.
La normativa europea que supuestamente entra en conflicto con la mencionada ley belga, tiene que ver
con las siguientes Disposiciones:

Prácticas comerciales desleales, Directiva 2005/29/CE del parlamento Europeo y del Consejo de
11 de mayo de 2005, relativa a las prácticas comerciales desleales de las empresas en sus
relaciones con los consumidores en el mercado interior.

Comercio electrónico, Directiva 2000/31/CE, del Parlamento Europeo y el Consejo, de 8 de junio
de 2000, relativa a determinados aspectos jurídicos de los servicios de la sociedad de la
información.

Libertad de establecimiento y libre prestación de servicios, TFUE (Tratado de Funcionamiento
de la Unión Europea).
El Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Sr. Yves Bot, con fecha 8 de
septiembre de 2016, presentó sus conclusiones ante la petición del Tribunal belga, las cuales sin ser
vinculantes permiten al Tribunal pronunciarse en profundidad sobre este asunto.
Conclusiones:
1. El Abogado interpreta que la legislación belga no es contraria a la Directiva 2005/29/CE, relativa a
las prácticas desleales de las empresas y sus relaciones con los consumidores en el mercado
interior, ya que:
-
los Estados Miembros pueden mantener o promulgar restricciones y prohibiciones de prácticas
comerciales por motivos de protección de la salud y de la seguridad de los consumidores en su
territorio (art.3, apartado 3).
-
Asimismo, la Directiva excluye de su ámbito de aplicación aquellas normativas propias de los
Estados Miembros que establezcan los requisitos para el establecimiento de los profesionales,
los regímenes de autorización, los códigos deontológicos u otras normas específicas que rijan
las profesiones reguladas (art. 3, apartado 8).
2. La Directiva 2000/31/CE sobre comercio electrónico pretende definir un ámbito coordinado, referido
a los requisitos que debe cumplir el prestador del servicio, contribuyendo al crecimiento económico y
a la competitividad de las empresas europeas en el mercado interior.
Concluye el Abogado que si bien esta Directiva es aplicable a la publicidad de tratamientos dentales,
en su art. 3, apartado 1, establece que los servicios de la sociedad de la información están
sometidos con carácter vinculante al régimen jurídico del Estado Miembro en el que esté establecido
el prestador del servicio. Es decir, que cada Estado Miembro decide la normativa interna aplicable a
los prestadores de servicios profesionales.
En el caso que nos ocupa, el Sr. Bot manifiesta que nada parece oponerse a la aplicación de la
legislación belga, dado que la publicidad realizada por el dentista tuvo lugar en su propio país,
contraviniendo el profesional la normativa interna que prohíbe realizar publicidad directa o indirecta
dirigida al público de sus servicios.
Por otra parte, aunque la Directiva prevé (art.3, apartado 2) que no se puede restringir la libertad de
prestación de servicios de la sociedad de la información de otro Estado Miembro, el Abogado
contempla una excepción prevista en la propia Directiva (art. 8 apartado 1), relativa al cumplimiento
de las normas deontológicas de la profesión.
El legislador concluye que los Estados puedan establecer restricciones en los servicios de los
prestadores de una profesión regulada, como es el caso de la Odontología o la Medicina, a través
de sus normas profesionales, a fin de garantizar la protección de la ciudadanía por diversas razones,
en este caso, en pro de la salud pública.
3. Respecto a lo previsto en los artículos 49 y 56 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea,
si bien la disposición belga, aquí comentada, constituye una restricción a la libertad de
establecimiento y a la libre prestación de servicios, el Abogado, Sr. Bot, considera que está
justificada por razones de protección de la salud y de la vida de las personas.
Defiende el Letrado que la restricción de la Ley no debe llegar hasta el punto de prohibir a los
prestadores de servicios dentales la mera mención, sin carácter atrayente o incitativo, en cualquier
medio de información accesible al público, como puede ser una guía telefónica, de indicaciones que
permitan conocer su existencia como profesionales. Dado que esto no sucede en la Ley belga que
nos ocupa, el Sr. Bot estima que las restricciones de la misma están plenamente justificadas.
*Se acompaña texto íntegro de la resolución
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