Mario S, Brodersohn Documento de Trabajo Noviembre de 1975 La curva de P h i l l i p s y el conf l i c t o entre el pleno empleo y la estabilidad de p r e c i o s en la economIa argentina, 1964-74, I n s t i t u t o Torcuato Di Tella Centro de Investigaciones ~ c o n h i c a s Conde 1717 Buenos Aires ( 2 6 ) A r een tina Agradezco l o s comentarios r e c i b i dos de Adolfo Canitrot, l a eolabo -raci6n de Rolf Mantel para deri,var el GraEico N" 4 y la de los Dres, Salama y Aparicio en el desarrollo empírico d e l modelo u t i lizado paro estimar las expectati vas inflac ionarias en la ecwnom$~ argentina, C O N T E N I D O 1, INTRODUCCION, 2, MODELO SIMPLE DE PHILLIPS- 3, ROL DE LAS EXPECTATIVAS INFLACIONARIAS7 4, ROL DE LA PRESION SINDICAL,, 5, LA CURVA DE PHILLIPS Y LAS POLITICAS ANTIINFLACIONARLAS, 5 ; a, Exceso de demanda y expectativas i n f lacionarias, b, Explicación saciolÓgica de la inflacisn, LA CURVA DE PHILLIPS PARA LA ECONOMZA ARGENTINA, 1964-74, a.; Versión simple de la curva de P h i l l i p s , b La curva de P h i l l i p s con expectativas inflacionarias, ,. 1, Expectativas eststicas, 2, Modelo extrapolativo, 3, Modelo adap tat ivo, c. La curva de P h i l l i p s y la p o l í t i c a d e ingresos, d,. La curva d e P h i l l i p s y la presi6n sindical,. e. Conclusiones sobre la aplicabilidad de la curva de Phillips a la economfa argentina, Uno de 10s temas que a partir de la revolucibri k e p c s i a n a ha despertadu: gran interés en el campo de la poEftiea eeonbmica ha s i d o el de determinar q u e 1 n i v e l de demandar efectiva que permitiese !;a el d x i m aprcvechamueato d e capacidad potencial de producci&n de La esonomía de un pd.Pia, En las E s t-a.. dos Unidos se soatf ane, por' eJ emplo, que ese n i v e l de d a a n d e . e f e c t i v a debe :ser compatible can un n i v e l de desempleo I.abou.a'll.del 4 X , Peso desaf or>tinnada m . mente para los encargados de delinear medlddos de pof ?t ica eearn6miea el pro--. i > l w i a no e610 se l i m i t a a determinar esa n i v e l 6ptima d e demanda agregada 8:= -. iio que eimultgneamente deben procurar que l o s sucesivas Bneremento~de demari da efectiva d i r i g i d o s a lograr ese alve1 6 p t h ú no lneurran en el nndeseable costo de afectar negativamente otros ,objetivos ecan6mPcos, que pueden tener una prioridad por fo menos símilar a la de pleno m p i e ~ , Por e s t a éa&, la avalluaci6n de un eequema de palftica econ6misla requiere considcirar jivntgi eoti ,=f beaieticlo desívada de un aumento en el Producto Bruto Iapteonc per-eapita e1 costo de 1 0 s efectos desfavorables paralelos que el aumento en Ea presl6rl de demanda puede originar en otras variablesc Por lo general, se a t iria variable que aumenta simultaneameate con 'una mayor presi6n de qmr: la demanda es la tasa de Pnfbaci6n (en la Argentina otro acpec t o a e.onai$erar ea la teti .- =< d e n c f i al.desequilibrio externo), Ante este conflicto entre lo^ objetivos de pleno empleo y e s t a b i l i d a d de precios Los gobiernos deben enfrentar Ba d> f k i l tarea da definir cudl es la combinaci8n d a deseada e n t r c p r e s í 6 n d a c l a n d a y tasa de iaflacign en base a las: d i s t i n t a s opciones alteirnativaa qire constituyen la funci6n de bienestar de lo comunidad s o c i a l , Plantear la realidad econ6mica de un paie en los tgrmiaos anteriores dl? an permanente c ~ n f l i c tde ~ objetivos, tal como ño hace la versi811maderna d e la eeorfa macsoecon6rnica9 indica claramente que para las autoridades gubernin rr mentales no a s suficiente e% logro exitoso d e l obsetivo a n t i i n f l a c i o m r i o s i para aleanz,arlo se ha debido pagar el. pr esio de alejaicee de nivelea de plenci compleo, Una viaígn integrada de s u a l q u i e ~esquema da poPLtica econGmiea re,= quiere eons iderar Pa eompatibilizaci6n simullhea de objetivos que son canf l i c t i v o s entre ,S%, Alrededor de la aceptacign o rechazo de este t i p o de conflicto entre pleno empleo y estabilidad de precios s e ha desarrollado una - extensa literatura que se engloba bajo el nombre de la curva de Phillips, % I La ~ublicacl6nd e l trabajo d e P h i l l i p s (24) en 1958, que pone de relieve empfricamente la relaci6n funcional inversa y no lineal entre variacign porcentual de l o s salarios monetarios y n i v e l de d e ~ e m p l e o , ha producído un impacto notable en el mundo acad&tico y señal6 un cambio de gnfasis-en la diseusf 5n de l o s problemas macroecon6micos, y Contrariando la ver si6n símple d i fundida del modelo keynesiano, la relaci'on empgrica de Phillips pone de manifiesto que ia economza acelera su tasa de inflacign bastante antes de hfi ber alcanzado la meta de pleno empleo, En realidad, aceptar la h i p 8 t e s i s de que la curva de P h i l l i p s es estable a travss del tiempo implica que para ob- tener un nivel menor de desocupaci6n (o menor tasa de ,inflaeicn) debemos pa- - gar el precio de acelerar l a tasa de inf laci6n (o aumentar la desocupaci6n) aun antes de haber alcanzado el punto de pleno empleo, El p ~ o p 8 s i t ode este traba10 es presentar en su pr5mera parte-el estado actual de la moderna controversia en torno a l "trade-o££" de corto plazo en- tre pleno empleo y estabilidad de precios. La versión original de Phillips I/ A partir de la'publicaci6n original d e P h i l l i p s se desarro116 una extensa e h a g o table literatura vinculada 'con este tema, Una reviei8n eomple t a de la misma se aleja de nuestro prop6sito bssico que es el de analizar su vigencia para la economza argentina, Nuestro f i n a l desarra1Tar *m sint6tieamente la literatura sobre la curva de P h i i l i p s es &S modesto y a que nos Ifmitamos a presentar las ideas bgsicas que giran en torno a dieha curva, El lector interesado en profundizar e s t o s t e m a s puede con-. sultar las revisiones de Laidler y Corry (S), Laidler ( 1 3 ) , Rothschild (25), Spencex ( 2 9 ) y Burton ( 4 ) , 2% El tzrmino "trade-o£ fg' podrPa ser traducido como "obtener d a d e un obja t i v o a cambio de lograr menos del otro objetívo", Dado que no hemos : n e eontrado una expresign abreviada que exprese ese concepto en castellano y a su muy difundido uso en la comunidad acadgmica, hemos preferido u t i - a l l z a r dieha expresi6n a lo largo del trabajo, 1 h i t 6 a desarrollar el modelo estadfstico s i n prsfundlaar su fundementari6n tegrica, Por esta razdn s e considera que los avances ee6micos explica- se tivos de la relaci8n emp?rica de P h i l l i p e se inician con el trabajo de. Lip- 1960 y luego adquieren una nueva ,dimensi6n con la intrsducci6n en d i c h o madelo d e la tasa esperada de in£laclan por Phelps (23) en 1967 y sey (15) en Friedman ( 7 ) en 1968, Ambos desarrollos son anallzados en las secciones 2 y 3 respectivamente, Otra lsnea distinta de razonamiento pero que tambf6n d i o lugar a lmpor-. cantes contribuciones en cuanto a la curva de P h i l l i p s es la que estg vincu- lada con el trabajo de Hines (10) en relaeibn al r o l de l o s sindicatos como factor explicativo de las mayores demandas salariales, t e de la secciBn EsLe tema farms par- 4, En torno al modelo de P h i l l i p s se polarizaron nuevamente l a s viejas d í s -. t:usiones entre monetaristas y no monetaristas sobre causas y remedios a la i n f laeign, Para ello, se hizo necesario transformar el trade-of f i n i c i a l ec 5. cre tasa de cambio d e l o s salarios monetarios y n i v e l d e desempleo en un tra M de-o£ f entre vaxiacidn de ia tasa de inf laci6n y n i v e l de oeupasión, Las d j b ferentias entre uno y otro enfoque inflacionario vuelven a ser claras en cuzn ao a sus implicaciones d e polftica econ6miea0 Los "no-monetar f staseeprocuran a travgs de controles sobre precios y salarios dcf inidos como parte de una pol$tíca de ingresos desplazar hacia a b a ~ oy a la izquierda la curva de PhlB l i p s a f i n de que niveles d s bajas de i n f l a c i b n , &S elevados de empleo sean compatibles con tasas Por el contrario, los "monetaristas" ponen gnfasis en la contenci8n de la inflación mediante la regulaeiAn da la demanda a tra-8 vzs de instrumentos monetarios y fiscales, En este caso una polgeica d e f l a - t:oria al mddificar l a s expectativas inflacionarias permite que la econom5a cin el largo plazo tienda a su "tasa natural d e desempleo", L a secei6n 5 se dedica al"anblisis de las esquemas de polztica econhiea ant f lnflacionar loa que se han desarrollado con motivo de la f armulael6n de Phillips, En la eltima parte d e l traba js pretendemoa v ~ r fiEcar empsr l c a ~ c r r t rpar; el perzodo 1964-74 si las distintas formulaciones de la curva d e P h i l l i p s son aplicables a la economZa argentina, Pero antes de pasar a desarrollar los teme ,anteriores consideramos importante destacar que la experiencia de la econonla argentina en l o s 6ltimos 25 años demuestra que evaluar su evalucibn en tgrminos exclusivos de una opcidn entre pleno empleo , y estabilidad de precios, t a l como 10 refleja la curva de P h i l l i p s , constituye una v í s i 6 n mas bien restringida de su real comportamiento econ8mie0, E l conjunto de conflictos que ha debido enfrentar en ese larga persodo d e tiempo es mucha &S amplio que el que surge entre e s t a b i l i d a d d e precios y pleno empleo, En otros trabajos (3) hemos puesto de manifiesto que l a s "stop-go" en l o s rftinos de crecimiento d e l producto y de los precios que han caracterizado su com portamiento de corta plazo son el resultado de esquemas de pol5tica eeon6mica que no han sido eficaces para compatibilizar el c o n j u n t o d e o b j e t i v o s que de finen el equilibrio interno (pleno empleo, e s t a b i l i d a d de preeioe y d l s t r i b u ci6n d s adecuada del ingreso) con el objetivo de e q u i l i b r i o en 19 balanza de pagos, En ciertos cortos perfodos de la eeonomga argentina (en particular 1960-61) el logro de aquellos o b j e t i v o s que componen el e q u i l i b r i o interna ha s i d ~conflictivo con el de e q u i l i b r i o externo; mientras que en otros perlodos -= alcanzar ef objetiva de equilibrar la balanza d e pagos ha requerido pagar un precio en tgrrninos de desempleo, inflaei6n y regresividad distrtbutiva (en particular 1962-631, E l comportamiento d e corto plazo de la economfa argentina puede ser vlsualisada entonces como un sueeaivo proceso pendular entre Iioa objetivos de e q u i l i b r i o interno y e q u i l i b r i o externo: para lograr d s d e iano se ineurrfa en el costo de afectar negativamente el otro, Lamentablemente el a n g l i s l s empfrieo basado en la curva d e P h i l l i p s se sigue planteando en el contexto de una econom%a cerrada; es d e c i r , bajo el ~upuestode que 'la eeonomfa mantiene su poaicidn de a p u i l l b r l o externo cual-, quiera sea la embinaci6n que se e l i j a entre desocupaciSn e inflaciBn, 31 - Ten5endo p r e s e n t e la l i m i t a c i h que signif5sa el no haber incluido en e l anL m,. ~ Harry fohnson (12) y David 5 / Excepcianea imp~rtantes son l o a t f a b a ~ ode Laidler 414 1, -= friccioml; pero par eupueato, ello n0 excPrnys dcacquilibrfos eskarueeura~es En este eltimo caso la ocurrencia s h l t g n e a de exceso de demanda es a6n mayor, en el mercado laboral, eupaci6n y destv m& En suma, hasta - ahora La d i d i e a d e l mercado de trabajo ha s i d o deeerig ta en baee a lae eiguientes relaciones fmcionalesf AW f D-S (-c) fQ 3 O - ~ r i i f i e oN" 2 Lae relacianes funcionales anteriores parten de dos supuestos bSs5eos: a) aaa ewiseso de demanda igual a cero es empatfbPe! con un nivel positivo de dasocupae i6ta f rice í o m l y eetructarraf ; b) un paulatino aumento ,en e1 exceso de demanda p o r m mlado reduce le desoeupaci6w friceional y por el otro estimula un aumento en $a tasa de erecimietto da loa salerfoe monetarios, Ddes estoa armpaieetos sobre la dfwgmica de cmporhrnf @ata en ,elmercado. de trabajo y partiendo de l o s grgf icoe N ~ o B ,2 y 3 * podemos derivar la rela-, cE8n funcional d e PhiPPips dada por El Grif Ceo 'N - 4 a l n t e t f a a el conjunto de relaciones funeionabes deserip -. - D GrPf iec N' la relaciBn bW f (S) D 2 y a l cuadrante 11 la relrnei6ni - m g(U) Grgfico N" 3, Con el f i n de S D-S a h p l i f ñsar . Ba r cpreeentacign gag£ica harma transformado D-S en -+ 1 S S D D M S e En consecuencia cuando - = O implica que la demanda de mano de abre S se igual a con - au oferta, Para e1 cuadrante I ello signif l c a -que en ese puntai AW a O y en cuadrante 11 que a fa derecha de -D= 1 hay exceso de ofes S ta (es e1 tramo a derecha de OA en el GrCfieo 'M 31, Por G l t h a el cuadran te 111 incorpora el a r t i f i c i o de una lfnea de 45"uan permite a ~ o e i a rel cua ras - &E- arriba, El cuadrante 1 define - - -- La unidn de los puntos de l o s eaadrantas i a 111 permi, te derivar la curva de PhfElips en el cuadrante N , Por ejemplo, supongamos drante Li coa - e8 IV, , , que partiaoa de una situaci'on en donde la d se iguala con le oferta ( c D d i agregada d e mano de abra 1 ) que. de acuerdo con lo d o f i n i d o interior- riccioaales y estructuralee, un n i v e l p o s i t i v o de dssocupmcibn (igual a OC ea el cua- mente, implica t a m b i h ' que obssr9mos, d i b f d o i d s a ~ g u i l i b r i o sf 4 dran t e 11 del: ~ t 6ico.' f No 4) que &e iguabm-ciin el n h m de pbee tos vacantas, ' de t a l ' ' . forma que E + . P V ' = E'-+'M -Supongamm adeah-que el gobderno i n i c i a un programa de obras. p ú b l i c a s . que! da. lugar ,enel corto.plazo a une fuerte p x e s i h de demanda~.enL.e.l mercado da trabajo que nos lleva. a m a situacf 6n de: exceso de dsmanda.dada.por OA en e-l.cuadrare 1, Eti.eaae,cmdieimserem de esperar un. aimietrto en lue. salar508 :monetarios hasta. a l c a z a r m e variaci6n porcentual igual a . O3 que a su vez dars'lugar a:una reduccfh en la deeocs pacf 6n f ticcicnal~de . OC a ' . OD .en.el::cuadrinite . II . a l . hacer m& atractivo v l a aumeato..stalarfall a s .~uewa~-oportunidaded da, e q l é o h'aquelloe que en b l ca de mej oree..eltemativas .de ,empleo I pamanecfan-.deeocupados Por lo.tanto, l e 1 resultado f h a l del .programa. de hvamiones g u b e ~ ~ t a l ea e s m menor n& ve1 de desoeupacbh . laboral pero:.paganda ..elprecio de 'un mayor ritmo de execfmiento en,los salarios monetrsrlos y (dependiendo de l a s hipótesis de traslacith) en los precios. ' , . 3. ROL DE LAS EXPECTATIVAS INFUCZONARIAS Lipsey para derivar la cuma de P h i l l i p s parta de 1riis sobre el caatportamíenko del.mercado de trabaja: siguientes hfpó- a) la dgoaada y oferta de mamo de obra d e t e d a e n el nivel del ealario mmetario; b) La tasa de cambio do1 s d a r i o .mone8tariodepende del1 exceea de demarida de mano de obra; un elevado elteeso de dammda sstb asociado con un bajo nivel de deeocupacih y irn reducido exceso de demsnda c m un elevada nivel da deeoeupaef6n; con el supuesto adicional de que - una a i t u a c i h de exceso de demanda nula imp l i c a m nivel. poeftfvo de de~ocupaciÓn. En baae a eatas hipótesis cie deriy, e) va, t a l come vimos en el punto anterior, la curva de P h i l l i p i , entendiendo por t a l la mlaciún fuucional entre la tasa de variación de í o s ealarios netarios y el nivel de desocupación laboral, El enfoque desarrollado haeta aquf ha sido criticado entre otros por - mieidmaa, Phalps, 12' ~ s t o últimos i mastienen que el comportamiento en cl - mercado de trabajo.no.debe ser explicado en fmef 6n del aafatfo monetario si no del ealeirio . real; es decir, la demanda.y oferta de mano de obra depende de fa relaef ái entre EOB salarf o@ monetarios y el nivel general de precios, Dada esta h f pbteeia . pmar d e l anblSef S d e l mercado de trabaj o en.tbmiaoe d e l salario real a fa melacih ,firneloaal,'d& P h i l l i p a , que se expresa en te'rminos de salarios monetarios, requiere introducir en ef modelo'la tasa eeperada de - d i o en.Pos preeioe, S618 en - cobdicPmet3 de eetabilidad en el niv e l de preeine . o de eertidmbre perfecta..sobre la taea futura de %nfEecf &, r o l análisis d e l mercado .de trabaja .en función d e l ealarfa real.y e1 tnihlititfe de la curva & Fhif Efpe en,Eunciih d e l salario monetarf o soa sfmflaree. Por e e t a par&, ..se suele interpretar fa .vermi& de Lipeey como m m a o e ~ p e e f a l de Pa cuwei,.de P h i l l i p e ; cuando existe certeza eobre e9 futuro. , ' ' ' ' Eu esta nueva v e r i l & - d e l aodef a. de P h i l l i p r se recurra a la.tmia eeperada de fnfPaci6n en lugar de utf ligar.la tasa actual.da aumento de p r e e i o ~ por laa earacterfstfcaa eapecfales qw..reúui:el mercado de trabajo que se b= sa en negoeiaeimers . iaPariales. qoe. se realizan ,a fntemdoa diecsretoe En eete caao, l b s sectores. inteminienteu. en la8 negocieefonea consideran no sÓ Po el r i m o . . ~ t u e86.czrecidento ~I en'.les precios efno que t o m ~ mt d f & en euent a la tma..de inflati & que me.espesa.dursinfe el.perfodo de v igeneia del contrato de trabajo. (ialwo que B e eupanga que les expectak5vas futurm depen den ihica~mente;de-'Ea taea preiente de fafl o a i h ) , Como en cada momento de te^ d u d o de rEampo.11~ expectativm puadan.eer dietfntaa del emportarinlento apr tual de loa .preefoe.ydado qtne.10~salarios moaetarfos ee mantienen constantes entre par$odoe de negociacPbn. ialaria1, el salar80 real.esperado difiere d e l eañario. real actual, diferencia que cmatituye para eatos e c m d e t a s el . ' 121 - Phelps (23) prementa una ¿erfvrscf6n:m& sofietfcada+de 1a curva d e , P h f l l i p 8 en base a .la.t e o ~ f Iade .faBGsqueds- (seareh thsory) En real5dad . Phelpri como eue. eeguf dares anaif %m:: el msreado de trabaj o a. n i v e l miero y ponen sm Su f asirs. e e p e c i d . m- la f a l t a de ercin8parancf a, - incertidumbre: y expectativae que se abeewa en el eomportdento de dicho mercado. . 4 elemento b&lco que explica en el corto plazo flacfÓ n y desocupacf 6n. - el trade-off entre tasa de in E s d e c i r , df eho trade-of f es el resultado de la S lu si& monetaria que afecta en el corto plazo a los empresarios y obreros, m&, camo el modelo formativo de expectativas fnfiaefwiarias puede ser d i s t i n kdl, - t o para el aector laboral y para e1 sector empresario, la demanda de trabajo es tarP afectada por una apreePsef6n entre el salario real previsto y el tic- eual d i s t i n t a de l a apreelación que afecta a la oferta de mano de abra, Ve2 mos con m8e detenimiento e& gravita este conjunto de h i p 6 t e s i s eri la deri- veiei6n de l a curva de P h i l l i p s . El Gráfico No 1 deacribza el comportamiento e a t f t i c o de U demanda y oferta de trabajo como funci6n d e l salario monetarleo, De acuerdo con el. enfoque de Fr5edmeai-Phelps tanto loa empresarios como l o s trabajadores se gu9rnn m tétsnlnos- del salario real, lo cual fmpllca introducir en el m b l l s f ~la ti sa errpexada de inflación. ElGráfi.co No 5 presenta la oferta probable de no de obra (Sp) dado que muestra la cantidad ofrecida como funefóri d e l aala131 r5o real esperado y D l a demanda como función del salario real esperado, - e Partimos de una situación fafcial de equflfbrio en la que Sse trabajado - . rea anticipan coa certeza qw en al futuro no se modifcea la tasa aetunf de inf lacf ón. Dicha posición de equilibrio es LO lo eual no implfea pleno empleo s i n o que . coexfs t e la posiclán de equf librio con una "rasa natural" de deaoeupaei6n , dadas las consideraciones f riceionales y est~ueCuralesmene5onadas en la secci6n anterior. Supongamos ahora, que el gobierno sneara.m programa de hversionea p ú b l i c a s . Los empresarios a fin de s a t i s £aeer el. a&, mento en l a demanda de bienes están dispuestos a incrementar los salarios mg raetarios para atraer m& obreros. Este aumento en la demanda de mano de obra en un marcado competitivo ser6 p o s f b l e si 108 salarfos reales caen, os decir, s i los precios aumrsitan m& que l o s salarlos. mmetarioe. Ea eonseeueneipi, sf bien hay un aumento en el aalario monetario loa precEos aumentan a6n más y a ' 1131 - Eata parte d e l análisis eigue a Samuel Morley (17). un ritmo supcrior al w r p x a d o por lo8 trabajadores. Eata divergencia e n t r e la tasa actual y l a esperada de inflación implica que la cuma de oferta ac tual Sa (cantidad ofrecida de mano de obra como función d e l s a l a r i o r e a l En el' Grafito N' 5 e s t a .dinámica s i g n i f i los obreros, dada la h i p b t e e i s de i l u s i ó n monetaria, suponen ex-ante actual) e s t á a la derecha de ca que S P. que c m el aumento en el salario monetario el nuevo salario real aumenta de LOA a LIB cuando ea realidad se reduce ex-post a LIC 14/ es decir, a . 141 - Can el fin de simplificar el a n d l i s f s suponemos que los empresarios pre dicen correctsaente la inflaciih, por lo que para l a demanda de mano d e obra el ialario real aetuil y el eciperado coinciden (no hay flusi6n monetaria). pesar de la ca5da en l o s salarios reales aumenta la oferta de mauo de obra dado que los trabajadores operan sobre La base da que loe salarloa reales previstos o eaperadoa suben al evaluar el amento en e l aalario monetario c m el ritmo esperado y n o con el amento actual de preeioe, Por lo t a n t o , dado el supuesto de i l u s i ó n mmetarf a para loa trabajado- res l a nueva situaciún de e q u i l i b r i o ea L1 en donde por un lado la caída en el salario real estimuló a los empresarios a aumentar eu demanda y por el otro el a m a a t o en el salario monetario herementó ia oferta de mano de obra porque los trabajadores suponen que se mueven a lo hrgo de S P bajo Ba hi- p6tesia de que perciben un salario real mayor cuando en realidad reciben expost uu salario real m&- bajo, la baja sPmuEtánra de1 salario real ex-post para l o s empteaarloa y e1 aumento e x - m t e del salario real para los trabajadores ea lo que posibf l i t a el aumento en el empleo", Friedmatt "En realidad, (7, pág* 10) En a m a , . m ealto brusco e hesperado en le tasa de infhcf&.ea.ma f o t m a de aumentar en el coxto plazo la o e u p a c l h y fa produeef6n. Por aupueato, , cuando los trabajadores spreeSan que en realidad el ealario real ha -%do mandarán amentos en los salarios monetarios que compeneea al aumento de pcios ,re trolrayendo la situación nuevamente a salvo que vuelva a ocurrir Lo m nuevo e inesperado aumento en la tasa de inflaciún. Ea consecuencia, sP puede ser easiderado.cmo la curva de oferta de m m o de obra en el la.rga pl.= . - zo 15/ indicando que se predice can certeza cioa. Ir taai futura de omento de , p r g La i n f l a c f h viene a ser de eeta forma una v f a temporaria de ameatar la ocupacf6n. Por el contrario,. dado que la ilueián monetaria e6fo tiene vi gencia en el corta plazo, amentar. pemauentementa el empleo requiere mejorar la productividad de l a mano de obra o persuadir a los trabajadores que aeep- PS/ - EL corto plaza ee define como el perfoda de tiempo en el.que Ise -expee-, tstivas no se ajustan. perfectamente con-,la tasa- actual .de,Snf lrtcS6ta. ai el largo plazo, por el contrario, se anticipa con certidumbre la tasa futura de Inflación. , ten trabajar por un s a h r f o real menor. Esta d í e t i n c f h entre el corto y la^ go plazo en fisrnc5Ón de la capacidad de loa ofereanteie y demandantes de mamo de obra para predecir con certidumbre la t.ea e i p e r d a de i n f l s c i n i es cm- e r a l para la fnterpretaci6n de Friedman-Phelps de la relaeián fmelmal de P h f l f f p s porque permite pone* de mmifiesto que si b l e a es posfble lograr en el corto plazo el Irade-off que surge & esa relacih fmeianal, dicho eradeo f f es inestable y desaparece m el largo plazo, El anglisla realfzado hasta aquf nos permite dedueir que habrá una eurva de P h i l l i p s pira cada f u i da cambio esperada da i n f l a c i h ( b p e ) . El Grfieo N* 6 presenta ian conj m t o de eumae de P h i l l i p i s 16' an dnide,el aalario - - real a fa largo de una curva dPfiere e e g k eea el nivel de deeoeupaef6n ya que se mantiene constmte fa tasa esperada de faflaefón mientras que ae modffiea fa tasa de cambio de loa safsrfios mmetarios. Supongarmm que partimos de irni aituaciái de equilibrf o (Uo) e" e s t a b i l i d a d de y aalarios redee AW = O ( l a tma actual y eiperada coinciden), En este cama OA r e presenta la tasa natural de desocupación. El gobierno considera que U. es muy elevado y sa través de p a l i t i e a s expansivas procura msvf6ndanoa a lo largo de ,la curva de P h i l l i p e hpe 0% alcanzar U 1 aun m m d o ello slgnk fique aumentos selarfafea de AV1 O En eate ceiso, si no aumenta Pii p r s ductividad. loa precio8 ammtarhi a m ritmo de AWl Este lncaperado aumento de p r e e f o ~en La medida que loa trabajadores- cmt%Úm operando c m Ea hfp6tesie previa de eetabilldad de precios dard lugar a una baja en el salaI r i o r e a l actual, que motivmb a los empreearioe a ammtar Prn demanda de tr&- - 161 - . - . EBCS parte d e l análisis s i g u e a David Laidler,(E3), FPiedman i d e n t i f i c a e e t a t i i a natural de demempleo - e m una posfei6n de, . equil%brf o en el -mereado,,de trabajo tal corno surgirfa en ion sistema general de ecuaciones en l a .medida que incorporem~eea el .miamo- imperfecciones estruaeurales y friesionalei. Pera, . t a l coma aoetianei l ~ o bn, f "o noeemos muy poco aeerea de la existencia , d e un .equilibrio.walraa f ano que pbmf ea todas lata . imperfeccimea y Ericc5mee que explican . porque la i a natural es mayor que cero y menos a& . acerca.de la optfmictdad de di, eho e q u i l l b r f o si en realidad edite" (30, pág. 61, . 3 a j o y la ocupacih. o o r la caída en A l misma tiempo que a w n t a l a demanda de maio de obra el e s l a r i o real aimienta también La oferta de mana de obra porque los trabajadores con el aumento en los salario8 monetaria8 y dada su h i p ó t e s i s d e que no cambia la tasa eeperada de i n f l a c i h supoaen que aumentó el salario real. En coiisecwncia, la cofda en l a deaoeupacián ha s i d o poai- b l e en el corto p l a z o a través de una msyor i n f l a c i h . El trade-off de la curva de Phf Pñfpi cs el resuPtads de un error en las prediceimse inf Paeiona rfas de los trabajadores. Sin embargo, ese error tiene corta duracih ye que - e1 ameuts de precios modificará l a s expectativas de inPPaci6n de los trabajadorea que abandonar& h e que se basaban en 4 &W1 . hpe O% para pesar a AP@ = - Dado e s t e cambio en Iaa expectativas inflacimarias le cuma de Phi Efips de corto plazo se desplaza hacia la derecha, que con ver al nivel a m e r r i de desocupación .U conaidaran inadecuado .U y prefieren U1 Si ., ello dará AVp impliela v a las autoridadea lugar ir a mayor ritmo de aumento salarial igual a que provocarán un mayor ritmo de aumAW2 t o de precios i g u a l a AV2 En el largo plazo, como las expectativas se van formando en función d e l comportamiento actual y pasado de f n f i a e f h , l a eurva se desplaza nuevmante a bpe AW2 , que implica volver a .U nuevamente . . Los dseplazmieneoe hacia arriba de las curvas de PhiBfSps de c o r t o p h tienden a determinar una curva de P h i l l i p e de largo plazo, En el ejemplo del Grsfieo N" 6 f a curva de largo plazo es vextfeaE y pasa por los puntos EO A , B y C , E ~ t acurva demuestra que en el largo p l a z o el ttads-off entre fnflacf6n y desocupación desaparece completamente ya que la tasa natural de desoeupaeibn en el largo plazo (Ug) ea independiente de la variaefbn por- En el corto plazo y m t e a de que las es pectativae tengma tiempo de ajustarse a la nueva tasa de aumento de precios,, aumentando el ritmo de ereciniuito de la tasa de seré p o s l b l e reducir .U irafhei& (no ea la tasa de in£laei&iafno fa tasa de e~amblod i Pa tasa de iní%aeión), la' En otros tgrminos, si queremos reducir la Casa natural de centual m los malarios monetarioe, - (1 LB/ - T a l eamo lo indica Solow (28) para Friedmrai el proceso de ajuste hacia el equilibrio es lento. Supongamos que partfmos de una situación en la. que ]la tasa de desempleo, que se csrrespmde con fa ,&asa natural, y la tma de variaeionrs de preefoe se han mantenido eetabfes por un larga perSodo de tiempo. Supongamoe ademh que el gobierno aumenta la demanda global y eonaf guientaments. la taaa de inflación sube al 2% anual y el gobierno proeura.mantaaer9a a t i e nivel, En este caso, n e g h Frfedman la tase da .desoeupaeS& . cae . durantia un pesIada de 2 a 5 años e A partir de ratornceB y euando,,fateea constante de Pnf l a d ó n ( 2 % ). s e antA . eipada rse sevfer t e , el.proceso haefa la taaa. natural de desemp feo, lo cual para Friedman puede requerir un par .de d i c a d a , . i C 6 m rrsaeeiona- . rian 10s polItieos.mte un e-omiata q u e . . h s sugiriera no armientar h.. tes& de e a h ~ l o t sy reducir la 6eaocupaef6n .porque luego de 20 años podrs apreelar que era equivocado ese planteo de poletiea ~ c o n ~ c a ? , , desempleo (pesar de .U nuamente, s U1) la tasa de inflación debe acelerarse conti- Pero en el largo plazo s i se quiere reducir esa tasa natural d é desempleo s i n pagar el precio de acelerar la tasa de inflación se requiere actuar 8obre variables reales como cambio tecnológico, estructura de inveretcZitera, a fin de amentar la productividad de la mano de obra. si&, Esta verel6n rejuvenecida de la dicotomfa clgsica entre variables reales y mmeta r í a s vuelve a sugerir que corresponde a la polftica monetaria determinar el comportamiento d e l nivel general de precios. En suma, la versi& original de P h i l l i p s establetía no sólo una r e f a c i h funciuual entre la tasa de cambia de los salarios monetarios y el nfvel de de aemplea sino que esa r e l a c i h habza s i d o estable a lo l a r g o de 100 añoe (18611957) en Inglaterra, lo cual permite concluir que ea posible e l e g i r aquella combinaciÓtt entre desocupaci6n y tasa de inflacián que la comunidad conside- re aceptable. Por el contrario, la versión baaada en las expectativas llnf la eionaxgaa sostiene que el trade-off entre n i v e l de empleo e fnflacf6n eala- riaf si bien es p o s i b l e en el corto plazo, al mismo tiende a ser inestable como resultado del cambio en las expectativas inflacionarias y en el largo plazo desaparece completamente debido 8 que lo^ obreros y empresarios e s t & en condiciones de elaborar un modelo i n t u i t i v o que les permita predecir con certeza la tasa esperada de inflación. Ea el Gráffco N" 6 l a curva de P h i l l f p a de largo plazo es vertical porque la tasa futura de inf laclÓn ea perfectamente an t i e i p a d a . Según Friedmarn- Phefps la tasa de cambio de los salario8 monetarios en el periodo de de la tasa de desocupaci6n y de la tasa esperada de da t (A$) t depen- i n f lae5Ón en e9 perT2 , . La h i p ó t e s i s central d e l modelo es que en el largo plazo a 1 Es decir, si AWt - AP@ # O se observa que la parte no anticipada de la inf5 t afecta fa parta real de la ecmmnfa, que es representada por la varia19 / b l e prrxy ci& - Como sucede generalmente en árem sujetas a grandes controversiae polr" ricas, e x i s t e n estudios empirieoe que prueban que el coeficiente de adapta- ción a laa expectativas inflacionarim es igual a uno bi$n hay otros estudios que cmeluyen que a P .20' ( a = 1) as$ c m o t a ~ Teniendo en cuenta los resultados de uno y otro enfoque empfrlco una emeEwi6n razonable es que fa curva de PhilPips de largo plazo tiene cierta inclinación (menor que la de corto plazo), sugiriendo que el trade-off si bien es mmos significat i v o a medida que transcurre el tiempo no llega a ser nulo t a l como surge de f esquema te5rPea de Ptiedman-Phelps . Memás, en el largo plazo interesa conocer no sólo la capacidad de pre decir Ba tasa de e d f o de la inflael& s i n o también Pa p o s i b i l i d a d de tomar <~ccfmes efectivas sobre fa base de esas predicciones a fin de mantener o ari - mentar Pos i n g r e ~ a sreales. En otros términos, es muy posible que tm grupo social no sufre de ilusi6n mnetaria pero en los hechos se vea obligado a aetuena como si en r e a l i d a d estuviese afectado por dicha i f w f h dado que sin Limf tada capacidad de acci6n polf t i e a y ecori61niea, le impide evitar Pos efez t o s negaelvos que sobra su participapaciáa en el ingreso t5enie un cambio des fa -rorcnbEe en los precios relativos. r. ROL DE LAPRESION SINDICAL El modelo d a Prfedman-Phefpa desarroE1a La curva de P h i l l i p s para m 19/ - Para m angllsis m& 8 ) y R. Solow (28). 20/ - Entre los prlmeros ver Vamderkamp (331, Turnovsky (31) y entre Pos segundoa Perry (22) Eckstein-Brenner (6) , Sofow (28) y Tumweky-Waehter , Q32) 0 detallado de agte tema ver W. Smlth (27, pPg. 751 -sf m i s m o ~el precio d e l trabe de trabajo asume caaacterCsei -- mercado de trabajo earaete rizado por ofertantes y demandantes atomirados, tc: ~ ~ d o r edes precio y sin eapac5dad de fijar por La r e a l i d a d social muestra que el mercado cas muy d i s t i n t a s del que rige para los bienes en general. jo. d e l precio se realiza por lo general a La determina&& través de convenciunee coleeelvas, o, milateralmente por el gobierno. Cm el f i n de Sncorpsrar estas nuevas modalidades d e l mercado de trabajo a l a curva de Phillfps en las Gltirnos años se ha desarrollado un nuevo enfoque que l l e v a a un primer plmo a veces es f i j a d o fa@ fuerzas fnatitucioaales que regulan e l mercado laboral y en donde el pre c i o no ae determina en base al a j u s t e cláeico de o f e r t a y demanda s i n o a tra -vas de nagoeiaeiones colectivas entre grupos con d i s t i n t o podet de negocla- eión. Tal como indicamos más arriba la versi& o r i g i n a l de PhilELps refacima -3a f a i n f l a c i k salarial con el exceso de demanda, recurriendo al nivel de desempleo como proxy d e l estado d e l mercado laboral. En r e a l i d a d , e s t a ex- plicación de la curva de P h i l l i p s basada en un mercado laboral competitivo no excluye la p o s i b i l i d a d de que las mayores demandas salariales sean trPmaiKn . .el resultado de una acción agresiva de los slndícatos S i n embargo, la i n e n ~ p o r e e i h d e l factor i n s t i t u e i o n a l , con este enfoque de P h i l l i p s , e s t á estrschamente relacionado con el exeeso de demanda d e l mercado de trabajo al soatener que las demandas salariales son m& fa'cilmente concedida8 por lohs mpre - :sarios cuando prevalece en e l mercado m bajo n i v e l de desocupaef 6n, es de- cir, w elevado exceso de demanda. En este sentido se argumenta que l o s s i-. n dieatoa tratan de utilizar su mayor poder de negociación en peri"odos cercanos .al pleno empleo conscientes de que en esos perf odos l o s empresarios, temerasos d e l costo de oportunidad que significan l o s beneficios dejados de perei- b l r por conflictos s i n d i c a l e s , están más dispuestos a acceder a esas mayoret, Para esta explicaci6n c o s t i s t a de la cuma de PhilPPps r?a muy p o s i b l e que la tasa de beneficio (y su tasa de cambio) sea una proxy demandas sindicales. ida adecuada para describir el estado del mercado que la tasa de desempleo dado que una alta tasa de beneficio puede llevar a que la8 demandas salarla- les sean m&s fseiimente acordadas. 2 :1 - El modelo costista desarrollado hasta aquf depende bbsicamente de la a s o c n a e i h entre preeimes de la demanda de mano de obra y ef poder de negocia~& s2ndPcaE. S i n embargo, la realidad social de los Últimos años can- tradice la asociación auterior y con e l l a l a r e l a e i h funcional de P h i l f i p a , al poner de manifiesto que las mayores demandas salariales se m a n f f5estan in dependientem~nee d e l eotado d e l mercado laboral. (LO) El trabajo pionero de Hinea el punto d e partida de una nueva e x p l i c a c i h de la f n f f a ~ i Hfness explica la t a a de cambio de los salarios monetarios en In- consr-ituye ,salarial, glaterra coma fmeíón de una mayor o menor m i l i t a n r z i a s i n d i c a l . Además de- :nuestra, primero, que la tasa de deaempleo no está asociada con la variable mterisr y segundo, que Pos ameratos salarialee eigrnen a Pa tasa de cambia de c%.ndicaUzaci&y no viceversao En realidad, Hines sostiene que la presión sindical ea l a causa de una mayor demanda salarial, Cmo La tasa d e milltánela s i n d i c a l dPr e s t a d i s t f c m n t e recurre al grado de eiadlcalizaci& no se puede me-- como pro- de esta ,~ariable: donde dS incremento porcentual en Ea proporefón de f a fuerza de erabaja que es t 5 sindicalizada, Por su parte, Godfrey y TayYor (8) miden La p r e s i h sind5cal a travEs de Tndfces sobre Se actividad huelguisra; que a su vez ae puede cuaaelflcar en tGminos del nihero de huelgas, n h r ú de trabajadorea envueltos en las hwlgars s de1 número de dPaa laborales perdido^ durante las huelgas. 22 ! - tl! - 2,2# - Varioa eetudioe destacan el rol d e l n i v e l de beneficios y su tasa de cambio como variable s i m i f i c a t i v a en fa euwa de P h i l P f p s . Ver B u t t m ( 4 , pág, 63/65]. Para rmn a n Z l P s i s crlrico d e l rol de la variable presión sindical ver W o r ~ Els (34). Surge de las cansideraciones anteriores que tanto Friedman-Phelpa c m 0 B h e a rechazan el trade-off que se deriva de La curva de Phiflipa, pero rniet~ -- tras para los dos primeros la curva se transforma en vertical. Indicando que en al largo p3az0 no ee posible ,reduc5r la. tasa natural de..desmp,leo amen- tanda la.taaa de infl a c i h walarf al,,,para Aines la curva,,ea,:horlzunea1 p m i e ~ do de mmif iesto que la .tasade aumentos salariales es independiente de% nl- ve1 de desempleo; es decgx, un aumento en la desocupacih no reduce ,elritmcs de crecimiento en los salarios monetarios. T a l como lo indican Ward y Z i s (34) estas- dos versiones c r z t i - s d e l mri -.. dela de f h i l l i p s llevan a su vez a interpretaciones opuestas sobre el compoi: -tanlento de las fuerzas socfales de un pa%, y consiguientemente a la aplicu de distintos esquemas de p o l f tiea econ8mica. ti& Para l o s soseeaedotes del :nodelo de Friedman-Phelps una tasa de inflaei6n mayor que la esperada dará lugar 8 tens f ones.sociales originadas. en. los intentos de corregf r Pa pérdidki de ingreso real; es decir, para este modelo la tensi& soelal es l a cmseeu4.a -. cia y no la causa de la i n f l a c i h . Por el.contrario, paxa Hines la temsih social, que a eu vez puede tener origen en objetivos conflictivos sobre Pa dlstribuei6n d e l ingreso y la riqueza y que se.manlfiesta en una mayor pre- sión sindical, es la cama y no la cmsecueneia de l a inflación ,salariaP. m la polltfca monetaria sdlo le conp.te definir si-esa mayor d g manda ealarial será a no ekpatib1e con un nivel mayor o menor de desemrplko. ,3i la polftica monetaria acompaña el aumento salarial ella iguglere.que e9 @o e s t e caso a iiferno, pr&upado por alcanzar el. objetiva de. pliena..empleo, prrictyró e v i t a r que esa nuevo n i v e l de salarios genere a su vez un . n i v a l 'mayor"de desempleo., :?ara e s t e modelo la aplicaei6n de una p o l l t i e a moaetaria .restrictiva, que aei -a mente la tasa de desemplea, no cwnduce a atenuar.la tasa de inf lacran sala- r i a l porque esta Ú l t b a variable es independiente d e l estado d e l mercado la- Ir oral. LA 5. CüñVA DE PHILLfPS Y LAS POLITICAS AWIXUFLACIONARIAS Como era de esperar l o s avancea teóricos y empfrieos en tomo a la cur - va de P h i l l i p s sirvieron de telón de fondo para fundamentar poaiefornea contrapuestaa en torno a esque- de p o l f t i e a econSmiea vinculados con temae de alta s e n s i b i l i d a d soccaf como 10 son inflaef Ó n y desocupacl6n. Dado que loa aumentos de precios es t5n asociados eon 20s de loe salarios monetarloa era B6gico suponer que el trade-off original de P h i l l i p s entre ealarlos y deeempleo serea asimflado a un trade-off entre tasa de i n f l a c i h y nivel de desem pies. que Para pasar del primer erade-off al aegundo se parte d e l supuesto de loa preefos se f i j a n agregando un porcentaje a Poe eoatos unitar5oa boralae ( m e d i a n t e una polctiea de mark-up constante). Definiendo: P w = precio por unidad de producto E salario por trabajador g m produecih por trabajador = k m - la- S3/ -WL 9E factor de mark-up. Entonces, el supuesto de determinación de precio en relación a Pos cmltcs de mano de obra por unidad de producto lo$ P log k 8 lsg w Diferenciando con respecto a t W - e s t á dado por: Pog q llegamos a determiasr que los precio8 aumentan porcentualmente por unidad de tiempo (APt) si la variación pare- (:anal de los salarios monetarios por unidad de tiempo kssa de aumento de la productividad d e la mano de obra 23/ - (Awt) es mayor que le (Aqt) Para w ansffsis m 6 s datenldc de e s t e punta ver Roth~child (251. El Gráfico No 7 muestra la conversiÓn del trade-off de F h i l l i p s al tra de-of f entre e s t a b i l i d a d de precios y pleno empleo. de 1 e j e de las ordenadas tenemoe y APt en el de la derecha rencia entre m s y otra variable e s t á dada por - En el lado izquierdo bqt , que AVt ; la dife- para el caso parti - cular d e l ejemplo n d r i c o d e l ~ r á f i c oN o 7 ae supone igual a 3% anual. consecuencia Aqt - U1 32: i m p l i c a U2 a AWt 3% anual que can Por lo t a n t o , la curva de P h i l l i p e constituye, corresponde a AWt APt = 0% . En O y t a l toma lo fndfcan Smuefson-Sofw (261, un ''meti6 de opciones aftemativas" entra df atSntos pPatoa de e s t a b i l i d a d de precios y nSveles de oeupaefh la00 ralo ' Aceptar como v6Lido y estable o 1 trade-of f de Phillfps aignifiea que loa gobiernos deben enfrentar La d f f feil deehiún de elegir aquella combina- cX6n de pleno empleo c inflaeián que consideren socidmente n& deeeable. En este santido, el aporte m8s signif ieaeivo de l a cuma de PhEEPips al c m po de la polftfca ecm&ca ha s i d o el de explicftrnr y eumtiffear dicho tra de-o££. Lamentablemente l a v i s i & simplificada de PhiElipe no ha Ido &s a 1 G de eea lhnitade emtribucP6n; no ha aportado elementos de juicio adicio n d e s que cmtribuyan a aclarar Ea vieja eontrovereia mtre inff a c f h de demanda y de e o s t o ~ , Hi realidad, Pa cuma de P h i P l i p s puede ser u t i f izada pa rei justificar y Eiandamnter tanto uno como otro enfoque inffeeimario. En este sentido, %S "mmetarfstas" pueden argumentar que un fuerte incremento en Pa oferta monetaria d a d 'fugar a exceso de demanda en a l mercado de b i e - n e s , mayores preaimee en fa demanda de meno de obra, aumentos aalariaPea (y da preef os) y consfguientemente menor nivel de desocupación, 2 4 / Por - a t r s parre, los "coe tietae " pueden sositener que los s lndsleatse , i n e s t f sfechos por el emportmi~neopasado de la econoda -cualquiera sea ea motiva- ei&- demmdm a m m t o ~salariales, que por fa general s m más fácilmente aceptados y trmsmitidos a loa precios ron perfodas de altas niveles de demmda y reducida desscupaeih que a perfodos donde prevalecen las cmdfeio wes opwatas, qulera de estas Es decir, Ba curva de Phf 1Pips puede eer consf eteate con cual do8 - t e o r f a ~del proceso generador de l a fnflrnei6n, 2 5 1 La c u m a de Phiflips visual lzada como un menú de opciones rnlternativa~ 241 25% - Esa mmctar l a tae modernos introducen ademse expectativas %aíleeimarime Por aupueeto la cuma de PhifEfpa no es apropiada para explLear, tal cm0 10 indicamos en el punto 4, aquella eategsria da fnffael6n de eos-t o s que es Lndependlente da1 nivel de demanda efectiva, gan6 amplia aceptación en el mundo académico porque parecia reflejar bastag te bien la realidad econhica hasta mediados de la década d e l sesenta. Perl~ en los Gltfmos años varios palaes han enfrentado una realidad eeonhiea diei tinta a la histórica, realidad que contradice las predicciones que ac podrfrin haber formulado en base a la cuma de P h i l l i p s . Siguiendo los díetados de aceleración en la tasa inflacimsrfa que se obeerva en los bltimoa años en varios paises desarrolladoe, deberfa haber llevado a esos pafsea a operar con niveles cercanos al pleno empleo. S i n embargo, esa aao cración entre mayor inflación y menor desocupación no se observa en el comportamiento ecoxxhico de esas pafses. Para explicar esta nueva realidad se recurre a dos tipos de t e o r h s , completamente opuestas entre 8 5 , y que hemos e s t e enfoque la deearrallado en las da8 eeccioaes anteriores. Una de ellae s i g w argumentm~ do en t6rminos de exceso de demanda pero incorporando una nueva variable: ex - En consecuencia, para e s t a ver8 iÓn la tradicion a l p o l i t l c a de regular la demanda global s i g u e siendo eficaz para combatir la inflacián, Contra este enfoque se levanta un esquema d i a t i n t o de politi c a económica que centra su análisis en las causales s ~ c i o ~ p o l f t i c apara s ex pliear la experiencia fnflacionaria reciente. Los conflictos mtt~egrupoe soeialee sobre la distribución deseada d e l ingreeo recomienda, para estos aconomistas, la necesidad de recurrir a cuntroles de precios y salartos para atenuar la inflación. En e s t e caso la p o l í t i c a de ingresos debe e x p f i ci tar sua objetivos dfstrfbutlvos. pectativas inf lacimarías. a) Exceso de demanda y expectativae i n f lacionariaa Tal como indicamos más arriba la versi& de Friedman-Phelps ha tratado de explicar el nuevo contexto de recesión c m inflaci6n rechazando, en pr5mer lugar que la curva de P h i l l i p s es estable y postulando en su lugar que - en e1 largo plazo la taaa natural de desocupación es independiente de la t s Para e s t o s economietas Is tasa de inflación está determinada par el exceso de demanda y por la taaa esperada de inf laeiÓn. a a de aumento de precios, Como e s t a Última a su vez e e función d e l aumento pasado de precios, l a a m e da linf h e f b ea r e a l i d a d depende d e l excelso de demaade, reeultrrnte a 8 1 ver d e l cmportmfento de l a p o l j e t i e s m a t a r f a y fiecaf, E@ decir, iai persistente y mal manejo de fa polzeiea monetaria es la causa original drf ameneo de precf os, amentoa que a su vez i f aumentar las expaetativae inf lacio- aarim y trasladarse m su totalidad a aumentos ~ a h r i a l e(dado ~ que s 1 . e ~ f icsente de E a s expectativas precios ee iimo) acelera el proeeeo inf facimar cio a ttades d e l efecto combinado d e l exceso de demanda y expectatfva~ de preeioe futuroea. Como sostiene Laidleas ,varPacPones en sP n i v e l de exce - ".. de demandan =usa variaefowss en la t a ~ ade inflaef& en rehciün a la sa esperada de fnflaci6n; por l o t a n t o (esas variacfmes en eP.nivel de exe s o de demanda) se rehcionan aEsee&tleamente con variaciones era l a tasa de inf lacf 6n cuando no se modifican l a s expectativas, , El prsceao bás f ea de fnf ladón no ha cambf adis sino 1o que se ha modff f cado son las expsstatf vas d e l píiblEeo acerca de fa tasa de inffaei6n" ( 1 4 , psg. 38), SO . - , Partiendo de esta fgnea de razonamiento ee a r p ' e n t a que , Pa fuerte.aeE leracih de precios que exhfben 1a mayorZa de 16s pafsee deearrolhdos &feine su origen en la polftfca f iseal de Estados Unf dos en 1966-67 e a motivo, entre otras razones, de Pei guerra e m Vietnam y el programa contra la pabrz La expannPva p o l f t i e a f i ~ c a Pd i o lugar a fuertee presionas de demanda en el resto d e l mundo desarrollado debido a que se aper6 en m contexto de t i p o de cambio f%jocon respecto R Estadse Unidoe. El efecto eombfnado de presiones exeeelwaa de demanda y t i p o de cambio fijo llevó a canvaPfdar en za. el resto d e l mundo asa mayor demanda y eonsfgulentemente a acelerar la taria - de inf%acf&, 26' eeea ecelersción a su vez amenró las expectativas infla El aumento ea la demanda de Eetadoe Unidos v f a polftiea fiaca1 con tf- po de eamb5o fijo Impliea que parte de eee exceeo de demanda se clraali e a hacia un deterioro en el balance de pagos (al atmentar. la demanda terna de bienes impweadoe y la de bfeneip prev5amente expartados) atempsrmdo as% la8 presiones inffscfmerier d d s t i e a e . Como resaltado del deterioro del balance de pagos, las prescanes infIacSonarfae fnter mas en Estados Uncdos son exportadas a otro8 pafses que con superav5t- Tfi (continta en la página siguiente) eianarias, lo cual a su vez ea responsable de . la explosf6n salartal y as con - 271 siguien t e esp f f a 1 precf os-salarios - Una p o l f t i c a basada en un petsfertente exceso de demanda dará lugar a una mayor tasa de inflaeión, que si bien en el corto piazo puede rsducf r la d e l cupaefón por debajo de su nfvel de equilibrio, a l ser poeteriorinente antiefe pada lleva a l a economIa nuevamente a su paeici& natural de "equlP$ltrloHeon Ello Sjnpliea que un pafa no tiene abierta la opción de aperar con una tasa reducida de desocupación y alta tasa de inflación o con afta te desocupaci6n. sa de desoeupsciÓn y baja tasa de inflación, salvo que se aplique un eequma de polfríca econhfea q& al acelerar contfnuamente la tasa de infPaciÓn engañe persistentemente a las unidades económicas en cuanto a la tasa esperada de aumento de precios, T a l c m 0 indica Friedman: "El trade-off transitorio no es el resultado de la inflaei6n pez se sino de m a fnf lacf ón no anticipa- da, lo cual g e n e r a h n t e significa, que prwiene de una tasa erse5enee de ifi si& La divulgada creencia de que hay un trade-of f - vm sofistieada de la confwiún existente entre "alta" y "crecienteff que t o f laef&a, dos nosotros reconocemos en la forma más a h p l e , es tnna Una tasa creciente de in- flación puede reducir el desempleo, una alta tasa no la hará" ( 7 * págo l l ) * 4 En consecuencia, para esta corriente de pensamiento una de las apefmes que enfrenta un pafs es acelerar contfnuamente ;La tasa de inflación si el ob Jeesvo es mantener el nfvel de desocupecfbn por debajo de su nivel de squf1 , (Continuacfh de Es página anterior) cmercial ven estl~ulsdaa s w eeonomfaa inccrna~i. Por el emtrarfa, coa un t i p o de cambio f h x f b l e e l aumenta en la demanda d e l gobierno provocaría una devaluación y la inflación interna asf generada eerS m 2 yor que con t i p o de cambio fijo. En el h r g o plazo,una polftica de t& po de cambio fijo requiere contenar,eseexceso.de demanda a ffn de no transmitir la inflaclón a otro8 palses. brio. 2' Si esta opci6n e6 desechada ya que se prefiere una tasa constante de inflación (que puede ser cero) para un n i v e l dado de desocupacibn, e1 gcs- ~ i e m odebe regular la demanda global expandiendo a una tasa constante Ya ~ f e r t amonetaria ( p a m l t í e n d o que asuste8 graduales y pequeños en fa tasa de interés y en el e i p o de cambio determinen e l equilibrio en sus reapeetivos mercados) a f i n de que la e c o n o d a opere con su tasa de e q u i l i b r i o de desocu - ?ación. Si en una coyuntura 'deteminada resulta necesario reducf r 1s tasa de inffaci6n, el gobierno deberá contraer Xa casa de sresimienro de la de- - da global pagando para ella E E precio de que en el corro p l a z o 1s tasa de de soeupaci6n ese6 por encima de la tasa de e q u i l i b r i o de largo plazo; pera una vez que se a l c m z 6 la tasa deseada de inflación (que puede ser cero) eY ni- vel de deaocupacf6n revierte a su p o s f c i ó n natural de equilibrio, 29/ Ú l t i m o , si el psfs considera que 1s cnuy a l t s , ta8a por de e q u i l i b r i o de desoeupac16n es la poletiea econSdca no debe centrarse en regular Pa demande vfa poli"ri@amonetaria s i n o en atacar directamente esa tasa de desrscupaci6n de e q u i l i b r i o a travge de m e d i d a eatructurafes en el mercada de trabajo que tiendan e eliminar sus larperfecciones (mejor Información, mayor eficiencia laboral y entrenamiento en loa lugares de trabaja, etegtera) a fin de redu- L P ~Pa desocupaci6n friccionaf y estructuraf, --28% Tal coma Po indica Solm (28) si supmemos que en Estados Unidos la tasa natural de desempleo es 4% y que el gobierno procura mantener un niv e l de demanda e q a t S b h c m el 3%, para e s t a teorEa elPo da& eamo rc -. sultado que Wa tasa de í n f l a e i h (no e1 n i v e l de precios s i n o su tasa de cambio) aumentar%s i n n i n g h ffmite año tras año. En la misma forma, si la tasa de desempleo se mantiene ea el 5% Pa easa de í n f l r n e i h caerá siempre y a una tasa negativa creciente. --:!g/ S i se a p l i c a una p o H t i e a de shock para cantraer la demanda, mayor sers la tasa de desocupación en relaei6n a la de equilibrio, pero d s corto aerd el perPods de t r a n s i c i h hasta alcanzar Ea tasa natural de deaemp k o . Por el contrario, si la polf tica de contracei6n de Ea demanda es gradual, m6s largo ser5 el perzodo de trsaisiei6n pero a un eoe ta menor en términos de desocupaei6n. L a i d l e r ( 1 3 ) . bl Exnlicacih sociol6eica de-la inflación En los Ú l t i m o s años ha surgido una nueva &ea a la de Friedmem-Phelps , que de pensamiento, opuesta- sostiene que la aceleracl& inflaeionaria a p e sar de que la economía opera con niveles crecientes de desocupaeL6n no tfenr. su origen en causas económicas sino socio-polTticaa dado que l a espiral inflacimaria es el resultado de aspiraciones conflictivas en cuanto a niveles deseados de d i s tribueián d e l ingreso. La experiencia salarial reciente en varios palses demuestra que una rna YOP presi6n salarial no necesarf amente esti asociada con una acentuada pre- sión d e l lado de l a demanda en el niercado de trabajo s i n o que puede estar vinculada con una a e e i h más activa de los sindicatos. T a l como indicamos en la s e c c i h 4 e s t a corriente de o p i n i h tiene en Nines a uno de sus claros expositores. Del análisis de Hines no necesariamente debemos coneluir que Ya Infla- ción debe ser atribuida a la a c c i h s i n d i c a l ; ~ 8 1 0indica que l o s alndieatoii para mantener y mejorar el ingreao real de sus miembros solicitan amentos salariales. Que e s t o Último d é lugar a inflacisn depender6 de le a e e i h de Los empresarioe para trasladar a los precios el aumento salarial a f i n de mantener c m s tante sus drgenes de ganancias. de formación de precio8 dado por P = k -q W La aceptación d e l principio i m p l i c a auponer que fa participa 30/ Por lo IciÓn d e l e a l e r i o en el ingreso nacional ee mantiene constante, t a n t o , el supuesto de formación de precios que implicitmente se-adopte en.. el trade-off de P h i l l i p e implica adoptar m a h i p ó t e e i s distributiva que p e de ser refutabie en ftmci6n de laa aspiraciones de cada grupo social; hipó- cesia que a su vez es función del distinta poder ollgopólieo de cada grupo ecmihico. JO/ - Ver Rothechild ( 2 5 ) y Solow (28, pgg. 29). En cansecuencia, en una eeoaoda en la que los c~alariosmmetariw y loa precios son inflexibles hacia abajo, la i n f l a c i h es el resufcado. de p g jas sectoriales en f u n c i h de les aspiraciones de esda grupo soeial sobre su part5cipaciÓn en el ingreso. Esta lucha d i s tributiva tcene fugar i n d e p a d i e n Eemente de la situación de desempleo en al mercado de t ~ a b a j o ,por lo menos dentro de los miirgenes de empleo observados en la e e o n d a . .,f. Hines (11, pág. 8 6 ) sostiene que en Inglaterra: "La inflación es v i a t a en gran medf da como el resuftado de una lucha cada uno c m expectativas crecientes y que ... entre diferentes. grupos, su poder polgtiea y . sobre e1 insm mercado en sus intentos de mantener o aumentar su partlcipaeih en el Ingreso nacionalt', Por su parte Gardner k k l e y ( 1 , pbg. 2 18) aostiene que- en.Es- del t i p o de proceso i n f laeionarf o que ahora nssi afee ita es que ella es esencialmente el subprodueto de una lueha sobre fa d i s t r f tados Unidos: % visión buel& d e l Ingreso, que t h n e lugar en una soeledad en la cual fa may orla de: los vendedores de bcenee y semielos poseen algÚn grado de domhaeih en e9 mercado en que e e determinan 8w salarios o precf os (en tihuinos monetarf b s ) ". El partidario m68 claro y extremo de esta tesrfe sociol6giea de l a g .eau sas de la inflación ee Roy Harrod (9) : pero cual es la causa de Pa explo rslh de salarioe-precios? Yo no creo que es seaiómiea,, Eeta nueva expfs a i h salariaa-precios es cmplet~imentesini precedentes y mi ophf6rt es qaa Vas eauaaa s m sociológicas . L a s caueaa de nuestras d i f icuftades presentes las causas de cwraa como tensión estudian ti l. Nosocros estamos tratmdo m cierto t i p o de activiemo de parte da las.peremes, que quieren algo para ellos mismos -los eindicatos por ejemplo, pero también son primos hermanos de ' l a s grande8 empteeais sostienen, 'nosotros l e e haremos pagas a nuestros cif es'. Todo esto ha s i d o p o s i b l e , por supueeto, debido 8 una cierta permlsividad. Los empresarios en fugar de preeentar im eewro frente manifeetmdo - 'nosotros no podemos otorgarles a Uds. el aumento malaria1 que deseanv, han s i d o permisivos. Los consumidores también han sido permisfvaa; ellos toman l o s negocios y no discuten fos mismo^ como aolfan ticmpoa, Por eae, yo pieaso qm @E ~ r a t k n l a&a m& camo dado8 loa p r e c i o s en hacerlo en loa v i e j n s ciológieo que econSmico", En suma, para e s t a corriente de opinfÚn la i n f l a c i h no depende de Is situación ocupaelmal en el mercado de trabajo, s i n o que recibe su mayor @ pulso de la existencia para diferentes grupos saciales de o b j e t i v o s irncmpa t5blee sobre lo que constituye una aceptable d l s t r i b u c i h d e l ingreso aef ef mercada de bienes y servicios. En emsecuencia, para esta poalción extrema fa inde pendencia de la tasa de inElacf6n d e l nivel de exceao de demanda sugiere que la p o l J t i c a m m e tasia debe cumplir un rol pasivo. El ataque a la inflación debe recaer en controlar los precios y salarios de forma tal de alcanzar lo^ coma d e l d i s t i n t o poder de dominaci6n de cada grupo social sobre objetivos ocupacionales a m costo menor en término8 de infl a c i h . La polf-• tiea da ingresos no sólo debe procurar contener los aumentos de precios flj ando l f m f tes a los incrementos salariahs , adernSs debe incorporar el o b j e t--i vo adicional de alterar la diecribuei& de ingresos en forma t a l de lograr ma mayor equidad y aceptabilidad social, 6. LA CURVA DE PHILLIPS PARA LA ECONOMIA ARGENTINA, 1964-74 X partir del trabajo de P h i l l i p s se observa un flujo ininterrmpf do de fomulaeiones empfxlcas vinculadas con el tema. una evaluaeih de esa creciente El panorama que presenta literatura es bastante confuso. En primer lugar, Pa ralaei6n f mclonal s h p 9 e entre variaciones porcentuabee de aaParios monetarios y n i v e l de desocupaeiÓn ha sido ampliada c m l a PnelusE6n de otras variables independientes, tales como: taBa da carnbh y d i s p e r s i ó n riel n i v e l de desempleo, tasa de earnbfo de precios con y s i n rezagos, u t f l f - dades { n i v e l y t a s a de cambio), salarios rezagados, productividad, etcétera, De esta forma la validez empfriea del trade-o££ entre pleno empleo y estabi - lidad de precios requkre incorporar supueetoa adicionales sobre el comporta miento de estas nuevas variables, En segundo lugar, la definic56n de ~ 6 m o medir cada varf able adopta d i s t i n t a s formas con resultados no coarpatiblee entre S%. Por ejemplo, en algunos trabajos el precio de Ea mmo de obra se emreea en tCrmfnos de salarioe báslteos de coaveníos laborales, en otros cei - recurre a los salarios efectivamente pagados. 31' ~ ilai misma forma deberiamos d e f i n i r si nos Iimitamm al sector munufaeturero o a toda la eco h d a . Por otra parte, tal como veremos más adelante, la mlema tasa de variacf6n porcentual de loe salarios pinade expresarse de forma d i s t i n t a s , Otro ejemplo, es el caso de la estimacih de los precios. &Debemosrecurrir el 5ndice de costo de v i d a , a precios mayoristas o al fttdiee de precios fmplPeftos? Por Po general se eupune que el primero de elloa influye m 8 s dfrectamente en las demandas ealaríales. Otra dificultad sdicimal me ref fero a fa variable de empleo, Es muy posible que una mejor explicación d e l estado d e l mercado PabsraE requiera h e l u i r desocupaci6n oculta y tasaa de partj, Ieipacifh de ciertos grupos que constituyen un "pool" de reserva como mufereu y j6veness en edad de trabajar, Otras versiones han tratado de medir el gra-m do de tensi& d e l mercado de traba10 descomponimdo la demanda y oferta de trabajo como e i g u e : sos se P - 8 - m donde E m (E+PV)-@+M) S E 4- M PV M E+M ECM m--- obreros empleados PV = puesto@vacantes M dasoetnpados. La limitacián de este enfoque es que muy pocos pagaea disponen de datorc estadlstieos sobre puestos vacantes. 31/ - Mackay y Hart (16) demuea txan que la curva de P h i l l i p s expresada en rh~: minoe de salarioe de convenio dar6 resultadas d i atfntos a la que se ab= tiene si utfifzarnos salarios efectivamente pagados, Eh Inglaterra darfa lugar a m desplazamiento hacia arriba en el perfodo de post-guerra. En .este sentido esos saPerlos d e convenio pueden medir más e f e e l vamente l a influencia del mercado de trabajo en las cmvencioaes colectivas; por el cixitrar50, salarios efectivamente pagados s m más aprop%oi_ dos para medir presfones de demanda, Este emjuneo de d i f i c u l t a d e s se extiende también a las otras vsxiabYes d e l modelo de Philllps. En ee tzvi condiciones es obvio destacar que l o s re- sultados opuestos a que arriban los estudios empfricoe son el resultado de los distintos conceptos utilizados para definrr las m i s m a s variables as5 eo de laa variables que corresponde incluir en la relación funcional de I ~ Q s.32/ mo PRG , en nuestro análisis del caso arp n r i n a la def inici6n y selección de variables as? como el periodo de tiemTeniendo presente estas llmitacionee po elegida ha s i d o d i c t a d o por la d i s p o n i b i l i d a d de datas estadfstieos, lo cual nos ha impedido obsemar como pueden varfar las conclusimes en función de otras definlcionee. Si b i e n la aerie esterdfstica de deeocupaci6n laboral se i n i c i a en j u l i o - de 1963 el perfodo considerado cubre desde el primer semestre de 1964 al p r r inet semeame de 1974. Las series e s t a d i s t i c a s de deeempleo, salarloa y pre- cios son l a s que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (ZNDEC: l h el caso de desempleo se refiere al porcentaje de desocupados en el Gran 13mnos Aires en relac56n a l a pablaciún eeonSmicamente activa. tas de desempleo se realizan tres veces por año: abril, julio Law encues- y octubre. 34;' - ?Znnuestro caso tmamos l o s datos de abril de cada año como indicador d e l tirimer semestre y los de octubre para el segundo semestre; es decir, n o a e emsider8 el mes de j u l i o . En cuanto a salarios tomamos el salario b s i e o fijado por convenio par21 e1 pe6n industrial en la C a p i t a l Federal, que indica los salarios monetarios 32/ - ñloehschiPd (25, pág. 2 7 4 ) presenta un interesante cuadro en donde se -01) servan l o s diferentes r e s u l t a d o s que se ,obtienen en tkninm de nivel&; de desempleo pare una misma taea- de cambio de salarios monetarios en lii medída que cambia el periodo de tiempo elegida, la estructura d e l modelo y Las variables adicionales que se incorporan. 331 -- Para ma d e s c r i p c i 6 i de su metodalag5a ver laa publleaeianes regulares d e l INDEC sobre desempleo, por hora, Se twn6 al promedio mmple de l o s s e i s meses de cada semestre. - Para precios se consñder8 el l n d i c e del Costo de Vida deseseacionalizado pe ra fa Capital Fede.ral piromedlando las seis mesea de cada semestre, Finalmente, m todas nuestras eatlmaeimes hemos recurrido al &todo de mTnimos cuadrados, que para 10s modelos a utilizar con la variable precio, puede s e r vulnerable &J. sesgo de eeuaeim@s slmrrlt&eas dado que si plantea- mos un sistema cmpleto de ecuacimes , el precio debe entrar como variable independiente en la ecuaci6n salarial y a su v e z el salario monetario como variable iadependiente en m a a c u a c i h que determine precios. al Veraih s i m p l e de la curva de m i Y l l p s Las ecuacimeos bSsicas: d e l mdelo s m : dada AWt Wt - Ht-2 el promedio de los salarios básicos 341 de convefiio para el peón induetrial. siendo W t-2 t- / dmde -1 t A Ue es el porcentaje de obreros industri,i *- les desempleado~en el Gran Buenos Aires en ael:i -- eión a la poblaciún ecmÓmic%mente activa en f os meses de a b r i l y octubre de cada año. El perzudo considerado es el primer semestre 1964 / primer semestre de 64/ -- Esta forma de medici6n si b i e n tiene la ventaja de elimfnar la e s t a d o nalidad pr esents el inconveniente de que incluye superposieianes en Eatr varleeímes porcentuales en cada semestre , lo cual introduce autocorre-Pacik en Tos residuos, Los resultados obtenidos son los síguieates (e1 estadfstico t entre t e s ts) : Estos reeultados descartan completamente la versign simple de la curva de Phillipe. Ea la expresi6n (6.3) la tasa de desempleo sólo wplica el 2 1% , de la taaa -de cambio de ,108 salarios monetarios , y los coeficientes no son s i g n i f icativameate distintos de cero. ,Además, las ecuaciones ( 6 , l ) y (6.2) , presenten un eigao contrarío al esperado para l o s coeficientes de la variable independiente, La re~resentacisngrifica de estas ecuaciones ( ~ r s f i c o s N" 8 y 9) permite apreciar que las curvas de Phillips tienen pendiente posk tiva,en,lugar,de ser negativa; es dec'ir, la,tasa da crecimiento de l o s sal& ríos monetaríos se acelera a medida que aumenta el nivel de desoeupaci6n0 Para el eseo de AWe - f , - la funci5n .alcanza un valor d x i mo cuando ,el nivel de desempleo es de 6,7X. Por l o tanto, rscign a partir de ese.nive1 la varíaciba porcentual de los ealarios cae a medida que amen ta la tasa de deaemipleo, Este resultado sugiere que a partir de una tasa ae aesempLeo d e l b , 7 % se manifiesta la relación funcional de P h i l l i p s , Co- mo n i v e l e s de desscupaci6n superiores al 6 ¿ 7 % ~ 8 1 0se observaron en dos casos - a b r i l 1964 (7,5X) y a b r i l 1 9 7 2 (7.4%)- que la relacisn encontrada e s t g fuera d e l comportamiento real d e la economfa por lo que no t i e n e s i g n i f i c a - ci,6n. para el caso argentino, En sintesls, teniendo presente en primer lugar que l a s estimaciones eco .- alam&tricas son muy poco satisfactorias, los resultados logrados sugieren que el estadio d e l mercado de trabajo, en la medida que es adecuadamente d e s e r i p s to por Pa tasa de desmpLeo, no explica en el período 1964-,74 la varlaelgn cn loa salarlos monetarios, La consecuencia directa d e e s t a observaei5n em - pTrica en el c m p o de la p a l ~ t l c aeconijmiea es bien clara, Las tradiciona- les pol~%icasregulatorias de la demanda efectiva no son medios adecuados para contener la inflaelgn salarial, En otros t&-minos, las resultados anm- teriores rechazan el conocido enfoque de recurrir a los instrumentos moneta - rios y fiscales para contraer la demanda global a f i n d e que un mayor n i v e l d e desempleo contribuya a reducir el ritmo de aumento salarial. En r e a l ~ d a d , la Gltima relaci8n funcional (6,3) sugiere que s8lo un gran aumento en el ni . ., v e l de desempleo (superior al 6,7%) -mayor que el normalmente experimentado en la economza argentina- puede dar como resultado un atenuamiento en el ri;.mo de expansi& de los salarios monetarios (a tasas por debajo d e l 40% a n u a l ) , Por supuesto, en e s t e caso deberlarnos evaluar conjuntamente el c o s t o social - d e n i v e l e s tan a l t o s de desoeupaci8n con el posible bene£iclo social d e dcsa celerar l a tasa d e inflaei6n, Si se parte d e l p r i n c i p i o de que un f u e r t e in cr eimento en la desocupaciÓn es la PqiJnica'B v l a para controlar la ínf l a c i 8 n , es e v i d e n t e que el precio que se paga por librarnos d e fa misma puede ser s o ,tialmente i n a c e p t a b l e , Planteada en e s t o s tErminos la opci8n de P h i l l i p s n.o quedan muchas dudas que la sociedad preferira v i v i r con inflaci8n a f i n de mantener un n i v e l aceptable d e ocupaci6n, Pero si el exceso de demanda o de oferta no explica el comportamiento ,it? l a s s a l a r i o s monetarios, ¿qué otraa variables influyen en su e v s l u ~ i ó n R _ . , . C~mencemospor analizar empíricamente el rol de l a s expectativas i n f l a s i a - narias a fin de apreciar en qu6 medida la tasa de aumento en los salarios influenciada por la taea de inflaci6n que las permnas anticipan para el futuro, Esto Gltimo a su vez requiere considerar cómo se forman l a s expectativas futuras de inflaci6n, Dado que las expectativas no son direetamente observables en la Argentina, ua p r i n c i p i o indirecto generalmente aceg cado es que en -la formación de esas expectativas interviene la h í s toria pasada de l a taea real de inflación, Es decir, se requiere elaborar simultSestá nieamente doe modelas : uno sobre c6mo se ,forman l a s expectativas inflaciona - rias y otro sobre cómo afecta cambios en esta Última el comportamiento de los salarios monetarios. La cutva. de P h i l l i p s con expe~tativasinflacionar ias b) La ecuacisn bssica d e l modelo de determinacibn de 1'0ssalarios monetarios en base a expectativas inflacionarias e13 el siguiente: donde, AWt = cambio porcentual promedio de - (salarios bssicos de convenio del pedn industrial) ; W que tiene lugar en el perfodo nivel promedio de desempleo durante el p e r í d o :t r (Gran Buenos A& res) ; e APt expectativas de la Casa futura -de inflación que se proyecta durante el ,periodo t . Es decir, en lugar de considerar expectativas sobre el n i v e l de precios recurrimoe a variaciones porcentuales, Esto 61- timo parece más razonable dado que las personas tienden a pensar más en términos de cambios en el n i v e l d e precios que en su nivel absols to, Dada la ausencia de observaciones directas sobre expectativas precios es necesario reemplazar la variable A P ~en base a un modelo d e expectati- Los modelos d e expecteti - vas que recurra a datos estadXstieos obsarvables, vaB d s conocidos son los siguientes: En esta modelo las expectativas en el perlodo t son aproximadas por fa tasa actual de inf laei6n en ese ~ e r f o d o , En nuestros e6mputos I n d i c e del Costa de Vida de la Capital Fede Pt r a l , f u e estimado en base a dos h i p d t e s l s de comportamiento, f ine "' APt La primera de eomo sigue: En e e t e caso s e supone que interesa el promedio móvil de los cambios porcenrriales en l o s precios que tienen lugar hasta el momento de proceder a pumentar l o e salarios monetarios (o las negociaciones salariales} ; es d e c i r , durante e1 año anterior al aumento de salarios, 10 es que puede refleja^ ya La 15mitaei6n de eete mode furmaelbn de expectativas futuras eomo el proceeo d e a j u s t e de lo^ salario8 a la-inflaei8n pasada, La segunda hisea la pstesis sobre varlaciúa porcentual de precios es la siguiente: En este caso se define (') APt en base a le variación porcentual de los - precios contempor~neascon el aumento e w l o s salarios.- 351 Este modelo no . indica claramente la relación de causalidad entre precios y salarios, Si le introducimos una demora de un semestre estamos indicando que la varfaei6n - porcentual en el costo de vida precede a la de los salarios monetarios, 361 Para el perrodo bajo análisis ,hemos desarrollado i ~ tres s ecuaeimea (con APt(1 , APt(2) estadfsrico t entre paréntesis: i a a que arrojan los mejores resultados son las siguientes expresiones (como l o s resultados no son de inter%s para el anélitsis s realizar no se incluyen l o s que corresponden a AP:!~ ) -el Y Apt-l (2' )e Los reeultadori logrados para las tres ecuaciones (incluyendo permiten derivar las siguientes conclusiones: 35/ - a) la variable (21 ) hPt-l U t no ea a i La serie semestral ha sido llevada en este caso a variaciones porcentua les anuales a fin de que sea compatible con las otras series estadlstiz C8So 36/ - Perry (20) en su análisis para Estados Unidos concluye que dpt2' una demora de un trimestre arroja la mejor e e t h c i 6 n de AWt e 37 / Test de muleicolinearidad de Faxxar-Glauber . can n ~ f i e a r i v oen aingiin caso y en uno de las tres casos tiene el eomporcamient o perverao que hemos puesto de manifiesto al deaarmollar el modelo simple 38/ - b) la variable precEos es aignifleativa en todas l o s casos indicando que el cambio porcentual en el endice d e l costo de vida influye en de Phillipa; la determinación de los salarios monetarios; c ) en todos l o s casos ae apre- cia autocorxelaciGn en l o s residuos a un n i v e l de significaci6n d e l 5%, lo cual sugiere, t a l eomo se apmeciarg luego con las ecuaeiones (6,7) a ( 6 , lo), que debemos especificar mejor el modelo ineorporaado nuevas variables; d) en el caso de la eeuacign ( 6 , 4 ) el coeficiente de expectativas inflacionarias no es significativamente distinto de uno, lo cual permitirfa aceptar la hipstesis de Friedman-Phelps en el limitado sentido de que no es vslido supo ner que existe llusi6n monetaria en el corto plazo, Al mismo tiempo se re- chaza la h l p g t e s i s de que presiones de demanda, medidas por su proxy "t determinan el salario monetario dado que el coefieíente de e s t a variable no es significativamente d i s t i n t o de cero, En suma de acuerdo con esta versi6n simple de expectativas inf laciotiarias podemas concluir que el cambio porcentual en los salarios reales afecta el carnportamlento en el mercado d e trabajo (dado que el coeficiente de P: no es d i ~ t i n t ode 1) aun cuando no podemas aceptar la hip6tesis de que el cambio en l o s salarios sea una funcign estable de la tasa de desempleo, eino por el contrario el compoxtamieato de l o s salarios monetarios es inde- pendiente del n i v e l de desequilibrio en el mercado de trabajo, Hasta ahora hemos desarrollado una versi& muy s&lf s ta de la forma- cica de expectativas ya que suponemos que a las unidades econ6micas e610 les 38/ - La nula contribuci8nde U do t - puedeapreciarse con el s i g u i e n t e resulta interesa conocer la tasa de inflación actual, Sin embargo? parece razo &S nable suponer que en el modelo i n t u i t i v o de formaci6n de expectativas i n f l u y e la historia pasada ,en las tasas de inflaci6n, Adds, t a l como indicamos no nos permite apreciar si refleja un mo más arriba el uso de AP@ = APt t delo eststieo de expectativas o , s i muestra el mecanismo de ajuste de los eia larios -monetariosa la inflación pasada. Por ello, otros modelos de expect a t i v a s son necesarioe .para En general se suelen u t i l i z a r los siguientes modelas d e formaci6n de expectativas, 39 / 2) profundizar el análisis. - Modela &trapola tivo: donde 0 e s la tasa de exlrapolaciÓn, Esta ecuaci6n expresa que la tasa esperada de inf iaci8n que existe en almomento t ea igual a la tasa de cambio de precios en el perfodo t &s un factor -de correcci8n que permite tener en cuenta l a tendencia d e la tasa de i n f l a c i 6 n e n el Gltimo perfodo, si 9 > O se espera que la diferencial de crecimiento ,entre la tasa actual y la pasada de inflación continuará en e l futuro y si 8 < O se espera que siga la tendencia reversiva (expectati vas regresivas), El caso particular 9 = O corresponde al modelo desarrollado más arriba para A P =~ AP t e Sustituyendo l a ecuación de formacida de expectativae en ( I ) , cenemos Este modelo de formación de expectativas es poco satisfactorio y adole - 391 - Ver Turnovsky y Wachter (32), ce d e i m i s m o def ecco que e¡ modeio ae expeerarives estgcicas tieLido a que s8lo.toma en cuenta la inflael& actual y la del perfodo anterior; es decir, no coma en consideraci6a l a informaci8n que puede proporcionar una experien tia pasada d s extensa, 31 Modelo adapta tivo s donde y es la tasa de adaptaci8r1, La ecuaci6n (3) tambik puede ser presentada como una media geomariea ponderada de la tasa de precios pa~ados: Esta iicuaci6n ~ostiencque el cambio en las expectativas (AP: e - bPt-l) una fracción del error de predicción entre lo esperado en el eltima perfodo y lo que efectivamente ocurri6 en este p e r ñ d o , Si y 1 es igual a 6810 influye la tasa actual de i o f l a c i g n cero l a s ponderaciones y (1-) ga historia pasada de precios, ponderaciones a e ' (AP: APt). Si es cercano a decaen lentamente, influyendo a& una lat- Por el contrario, con y cercano a uno l a s reducen rLpidamente y la memoria de precios. es corta, De la ecuaci6n ( 3 ) surge For otra parte tomando la ecuaci6n (1) y restdndole (1-y) nWr m ob te - nemoa: Sustituyendo (5) en (6) : Este metodo de estimación tiene el inconveniente de ser no l i n e a l en l o s coeficientes e introducir autocorrelsci5n y multicolinearidad debido a l uso d e rezago6 en l a s variables dependiente e independientec Dado que el Banco Central (2) tiene formulado un programa de camputaci6n que permite es - rimar directamente (4) para d i s t i n t a s valores de en base a la ecuacian (1). , hemos y estimado Par intermedio d e ( 4 ) hemos derivado los a s o c i a d o s con distintos valores de , que variaron de 0 , l a 1,O . AWt AP: En est e caso si bien l o s rezagos llegan a i n f i n i t o , hemos d e f i n i d o un nhero de periodos (igual a 20) truncados cuando la suma de coeficientes para y 0,l 40' aproximaban a 0,89, t i r de y - 0.25 y Para n = 20 (cuando y 0,2 la suma de l o s d i c h a suma es En consecuencia, para cada valor de y mos estimado v%a mfnituos cuadrados los y 40/ ,.- 1 - . 0,99 1, su correspondiente AP: valores de AW t D he- El Grgfico N* 10 correspondientes a (1) con el valor respectiva Elegimos aquella ecuacisn cuyo R~ sea &irno ( y m 0,7): 4 1 / asocia l a s valores de 'R de y alcanza a 1 a par y - - n E (1-li = 0,89 correspond5ia i-O a n = 20 (en nuestro caso son semestres), En e s t e caso se reealculg ron los y para que La suma anterior sea igual a uno, Es decir para y 0.1 el vaior de y -2 U t no altera los resultadas ya que sigue s i e ~ 2 do el mayor valor de RA (0.76) para y = 0.7 y el coeficiente de incorpora una elevadAP: as 1 249. Pero la inelusiSn de U-' y ~eemplazando por t La estructura de rezago8 declinante geom6tricamento u t i l i z a d a para la expresidn anterior es la siguiente: Es decir, en el modelo de formaci8n de expectativas el eemeetre actual y el anterior representan el 91X del total de las ponderaciones en la histo 42/ r i a pasada de variaciones de precios, Los resultados de la ecuaci6n (6,6) permiten derivar las s i g u i e n t e s con clus iones : i) el coeficiente de U no es significativamente d i s t i n t o d e cero, t borando as5 los resultados anteriores. Si se elimina la variable el valor de R 2 tito t = 1,41 Ut aumenta: ii) el t e s t de h i p 6 t e s i s del coeficiente de A P ~igual corre 1 can un esradls para 18 gradoa de l i b e r t a d nas i n d i c a que no podemos, rechazar la hip6tesls d e que es igual a 1 a un n i v e l d e signifieaei8n d e l 5%, iii) en reiaei6n a las ecuaciones (6,4) y ( 6 , s ) si bien mejora levemente el 2 seguimos s i n poder rechazar la h i p o t e s i s de autocorrelaci5n, aun RA 42/ - - Canadá. un pafa d s estable tanto del punto de vis5a p o l e t i c ~como de precios, por rara coincidencia tambisn maximiza R cuando t 0,7, Ver Vanderkaap (331 en su anslisis del persodo 1949-68, cuaudo en este cabo tampoco p~demosaceptarfa af nivel de s i g n i f iéack6n d e l 1X, Este resultado nuevamente invalida l o s t e s t de hfp6tesia para cada uno de los eoefieientes estimados y vuelve a sugerir la necesidad de eapeeif lcar mejor el modelo incorporando atras variables, 1 La inckueiSn de fa variable desempleo en la curva de Phillips tiene el prop6siea de ilustrar el rol del exceso de demanda en la deteminaci6n de Los s a l a r i o s monetarios y por ello puede ser visualizada como tratando de ,rapcurax -por. cierto d e una farma muy cruda y primaria- los e£ectos que una p o l f t i c a basada En regular la demanda tiene sobre la tasa de inffaei6n sala rial, El hecho de que el coeficiente de U t no sea significativo pone, en -,onseeuencia, de manifiesto Las limltaeionee para la econom"l argent tina d e e s t e eaf oqne de pol? tiea eeon6misa como vga de con tenci6n inflaeionar ia, En srrtpe t6rminoa, fa tasa de inf laeidn no ha s i d o inf luenciada de manera sjlgni -,. f icat iva por el particular esquema de p o l s t i c a monetaria y f i s c a l , dado que , si bien a licavgis de estos instrumentos deberfamos esperar que se afecte el exceso de demanda laboral, esta 6 1 t h variable no estt asociada con l a t a s a d a inf laeion salar 191, Por otra parte, l o s resaftados d e la ecuaclan (6,6), si b i e n e a t h lim: tadus p o r le irreercfdumbre que arroja el éroefleiente de Durbin-Watsan, parex, tea .S a u g ~ r 5 rque para el peflodo 1964-74 l o s trabajadores no estaban s u j e t o s ilusa& monetariag aun cuando el. esefisiente de adaptación es mayor que ' 'BPBOo 43% - Por supuesto, la conclusi8n anterior en cuanto a l rol de la tasa espe- -r 43/ En e s t e punto surge d s claramente l a s limitaciones da un modelo de es t h a c i 6 n basado en una s o l a eeuae i6n ya que si hubf gsemos estimado els i g u i e n t e modela de eeuacisaesi eimultaneas AW = f (bP,X) y bP m g (&1W,J donde X e Y eon otras variables independientes, estarfamos en conda cioncs de apreciar el. e£eeto de cambios de preeioe en loa salarios y ; 1 go d e estos 6ltimos sobre l o s precios a fin de observar s i el ritmo d e inf l a c i 6 i tiende a una tasa f i n i t a de equilibriof rada de inf laei6n en la determinaci6n de la tasa de cambio de los salarios monetarios, ,debe ser twiada con sumo cuidado dadas las limltacfonea tebri@as existentes enm.cuanto a cusf es el,verdadero modelo que adoptan las uni- dades eeonhicas para formar sus expectativas futuras, No hay duda que la historia pasada de precios es "un" factor importante a considerar, Pero a u n cuando aceptemos esta s i m p l e regla general, quedan de t d a s f o m s muchos puntos oscuros en el camino, En primer lugar, & c d i es la adecuada es truetura d e ponderaciones que debe acompañar a cada uno de los precios del pasado? En nuestro ,caso, l o s resultados sugieren que el semestre actual y 3 de ellos vfa revalueiones o g o-l el pasado aon,,los que realmente cuentan, .Es muy p o s i b l e que para el eonvul slonado, perrado 1964-74 con 6 presidentes, pes d e eatado y 3 vga constitucional electoral, una memoria tan carta en la fo~maci8nde expectativas aeier t e a describir e l real comportamiento ecan6mi co, Pero tambien es muy probable que al tomar s810 precios dejemos en el . tin ter0 variables socio-pol5ticas mucho mas significativas En este sentido Solow, (28, psg, 4)- en su a d l i a i s para Estados Unidos e Inglaterra sugiere considerar a estas Eac tor es institucionales como desviaciones ixr egcolares s la - relacica s i s t d t i c a basada en la,historia pasada de precios, Eviden- temente, la evoluci8n polIeíca de la,Argentina parece sugerir que esos desm vzoe son-m& s i s t d t i c o s que accidentales, l o cual es muy probable haya llg vado a internallzar en los agentes econ6micos cier'tas h i p 6 t e s i s d e comporta- miento basadas en la experiencia pasada en cuanto a la interrelaeian entre cambio pol$tieo y ,modelo econ8mie0, En segundo lugar, intuitivamente podemos aceptar que las variae5ones porcentuales de precios pasados se adaptan mucho d s al caso argentino, con una h i s t o r i a casi permanente de fluctuante inflaci6n, que el n i v e l absoluto de precios, Pero también se puede argumentar que lo que realmente cuenta son l a s vartaciones ,en torno a la tendencia hlstgrica d e la tasa de infla- ci6n (aproximadamente del 27% anual en 1950-72) dadas las fluctuaciones en torno a esa,tendeneis que muestra dicho per5od0, Par ejemplo e n 1964-67'1a tasa promedio d e inflacign fue d e l 28% anual, en 1969 ee redujo al 3 , 6 X , vuelve a subir nuevamente ea 1970-1, l l e g a a *Jna expi~si6nmtrc les prime- rus semestres d e 1972 y Y913 d e l 71,5X y ruega bruscamente baja entre 10s primeros smeatrea de E973 y 1.974 a3 1 % , 9 % , Todas estas conelderaciones sirven para ubicar en su adecuado contexto dl papel de fa tasa esperada d e i n f l a e l S n y en pareicular el modelo que s i r m Je de base a la LormaciBn da axpecritivea futuras,, Loe resultados basados tn el modelo de expeetathas adaptativas, que coinciden can el mods%omenos aofistleado de expectativas e s t $ t í c a s , peifmimteta eoncluír que en el corto plazo no ee obaerva el ttadieioual trade-off 2 La esonwm~aargentina HO enfrenta el c a n o e i d ~me& de opciones alternativas entre v a n r ~ a c i o n e s ~ ~ r c e n t u a lde e a salario6 monetarias y n i v e l de oeaipaci6n0 Pero en eP largo plazo se n o t a quc es muy significativo e% efecto que em el comportamiento de 10s saPsrios tienen las expectativas en cuanto a la tasa f uture d e i n f l a r Y&nj impacto que es totalmente independiente d e l n i v e l de exeeeo d e demanda m ef mercado de trabajo, En eonseeinmcla, une politica .aatiiriflarionaria que procure reducir l,a tasa da aumento s a l a r i a l a tr;ivCs ¿u una conrracei6n en La demanda y consiguiente aumento en el desempleo no se& e x í t o s e dada fa Imdependeneisi de la primer variable c m respecto a la segunda, L.. Par el ~ ~ . o n ~ r a r P una o , p o l f t i c e de ingresos que opere sobre los fa*: . h ..~ ores que gravntarn en ia foxmac16n d e Las expectativas p t e c h s puede ser e x i 44' - o ~ r c sr&minos. la pol$ti~ede ingresos debe cumplir el r o l d.1 evitar- que la A i s t ~ r i apasada de precios h4P ,- sea un medlo adecuado para explicar J,C, de Pablo (36) sostiene que fa redueei6n d e l d e f l e i t f i s c a l en el per"roda. de Kriege9: Vasena na ha s i d o planteado como v$a de atacar La infPaci6n por ab lado de La demanda sino por sus efectos en la Eomaeiin d e expectativas iaflacionarias dado que para h p o r Cantes aioc torea ac0n-g micos se suele asociar tin mayor d é f i c í t fiscal can una mayor tasa inf i , a c i o n a r h Ea este sentido pueda interpretarse entonces que una polstiea f ~ s c a 2y monetaria restrictiva contribuye a reducir la tasa de i n f l a ei8n vfe expectativas infl a c i ~ n a r i a s , "a <m Esito 61timo nos lleva a analizar eugl f u e el papel de los d i s t i n t o s en m f aques de pol$tiea de fagresos que se adoptaron en el pergodo 1964-74, El - primer problema que surge en este caso as d e f i n i r aquellos perzodos de tiem po en el que la polztiea de ingresos tuvo vigencia efectiva, Esta deeieign no resulta nada,seneilla dado que s i bien formalmente todo8 l o s gobiernos anunciaron csontrolss de precios y salarios, en varios casos no fueron d s a l l S . d e , , u n aíntencfzn formal, en partleu~ar en cuanto a l control sobre l a EiJaei6a de*precios, A l o largo d e l perzodo se observa que una prifctiea muy comiin del gobierna fue la de f i ~ a rprecios d x i m o s - para los productos que componen la cariasea familiar aef como la de d e c i d i r unllateralmente l o s auprecios re@ aefones , el eompor tamiento de los aa3arios muas tra claramente la falta de obedieneb efectiva a esas nome,, Por esta raeGn, debemos d is t ingulr perlodos con controles efeetivcas mentos salarialesc A,,pesar de estas , de aquellos c<pn.controles simplemente enunciativos y- formales, Teniendo prn;_ setate esta,csnfusa realidad sosio~esan6mleaque se observa en 69. pesfodo ba- a adoptar das criterios simanlr~neoeque permitan de£infr erranda sftictivamente se aplfc6 una polstfca de ingresos, El primero se,rcfiare a.la existencia d e un conjunto d e regulaciones formafea s o b r e preePos y salarios, El segundo, a QUP los-distintosgmpos sacialee acaten esas nomas resonaciendo de esta forma el poder polfeico d e l gsbierso para arbitrar ea la puja distributlva sobre el ingreso, Este segundo C P j o aniSíiais no8 vemos obligados , , rerio introduce, un elevado n i v e l de subjetividad en el a n ~ l i s i a , Dados Tos c r P t er ioa a n t a ior es hemos,seleccionrPdo dos - subper%odos durante Pos cuales realmente tuvo- gravitaei6n la polfttccoide ing~esos, El p ~ i m e reubper godo ge , L- neralmerate se asocia con ~nganfa-Krieger Vasena y cubre desde el segundo se mestire de 1967 al segundo semestre de 1969, S i b i e n e l eordobato d e mayo de 1969 p o d r h cuestionar la i n e f u s l h d e l segundo semeetre d e 11969 cons=dera- mas que, t a l como lo indaea Ea earoluei6n del Sndice de costo de vida, conti aiu6 siendo efectj.vo el conjunto de nomas que regulaban 'los precios y sala- rios, La segunda experiencia, mucho d a reelente, de polftiea de ingresos se ref iers al pargodo Chpora-Per&-GeLbard y se extiende desde el segundo ~ s ~ m & L rdee 1973 al p ~ h a r r tdr l 3 3 4 , riabla dummy 3: 1 F h ~ dr i pwYlaiüi p a f d o U S ~ Ea ~ Cva-, - (1 para ef perfodo Krieger Vasena y cero el resto del perfo do) y para el segundo la variable dummy I2 (1 para el perfodo Gelbard y ce- ro para el resto d e l ' perolodo), El objetivo de incluir una variable dummy d i stiara para cada uno de esas per$odos, en lugar de una sola variable dummy para- todo, el perfodo con polf tlea de ingreso, ha s i d o el de captar los d i f e-ten*s coatextos institueionales en el que se ha aplicado dichas polftieas - de ingreso, 4 5 j - Los mdsEos utiPizadas son l o s siguientoas 461 - Para cada uno de estos modelos se analizaron tambi"en Pos resultados elP .- EP Cuadro 'N 1 detalla los valores que se obtuvic minando le variable U t u ron (entre pargntesis figura el eetadgatfco t 1, - EL Cuadro N" 1 muestra que con la inelusian de las variables dummy mejo ran loa resultados de la ecuaclfin 6,6 eliminando la autoeorreñaci6n a un niv e l del 5%, El coefi d ente de detérrninaci6n ajustado por grados d e libertad 2 (RA) aumenta de 0,76 a 0,86. La variable expectativa precios s i g u e s i e n d o significativa y no difiere de uno. La elimfaaci8n de la variable U t con- Otro enfoque m68 reciente consiste ea estimar la eeuaci6n salarial para pergodos ea l o s que se aplic6 y para l o s que no se a p l i e b la p o l P t i ea de ingresos, asT como para todo el perfodo completo, para luego hacer un t e s t de la h i p e t e s i s de que la ecuaci6a salarial ha permanecido estable durante el perfodo total independientetuente de si se aplfcd o no la p o l f t i e a de ingreso^, Ver Parkin-Summer-Jones (37). 46/ M Le variable AP: corresponde a 1 - 0,7. tsibuye zn general a mejorar las esrimaciones, Lo que surge como un elemen &o de intergs son los d i s t i n t a s signos de la polgtica de ingresos, Por lo general en los eetudios empgricoe realizados con variables dummy se espera que el signo d e l eoef iciente sea negativo reflejando - la medida en que el con trol de l o s salarios contribuye a reducir su ritmo de crecimiento, Este r e - s u l t a d o es el que se aprecia para el persodo Krieger Vasena en donde para los cinco semestres considerados (11 : 1967 a II : 1969) dicha pof!irica redujo La tasa anual de crecimiento en los salarios monetarios que se hubiese dado s i n polTtica de ingresos en un 11%, de acuerdo a la ecuaci8n (6,7) que are ja mejores niveles de significatividad para IL e I z o Pero para el pergo do de GuPbaird el signo d e fa variable dummy e8 p o s i t i v o indicando que la pw- l g t i c a de ingresos se orient6 a aumentar los salarios monetarios a un ritmo anual mayor que el que se hubiese logrado s i n esa p o l f tica: 17,86%, Cm0 los precios eamblgn estaban contralados el efecto global da las dos pol$elcae de ingreso no puede ser estimado considerando sollo esos etseficientes, S i n embargo, dado que en ambos p e ~ " x o s se observa una fuerte cafda en el ritmo anual de inf laei6n una eonclusign tentativa que surge de estas e i f ras es el d i s t i n t o enfoque d i a t r i b u t i v o que caracteriza a dichas pof5ticas d e ingreso, Mientras Krieger Vasena praeur6 vf a polztica de ingresos amor ti- guar el ereeinineneo tanta de l o s precios como de los salarios, GePbard t t a - r6 a &rav"e de su esquema antifnflacionarlo compatibilizar un menor ritmo da aumento d e precios con una mayar tasa de crecimiento anual de l o s salarios, Deb-OP aclarar que estos s e s u l t a d o e no nos permiten abrir juicio so - do que para e l l ~hubiese sida necesario formular un modelo de eeuacionea si bre el impacto f i n a l rediatributivo de la p o l g t i e a de precios y salarios da mia8tSneas con precios y salarios jugando eimcesivamante el rol de variables dependientes e independientes, Por otra par te, ef perfodo de Krieger Vase- na que cubre cinco semestres se caracteriz8 por un fuerte aumento salarial en el primer semestre y una desaceleracicn pos teriox, por lo que su eoef i- cienee al captar las dos fases puede mostrar simplemente que la 6ltima etapa, con menor ritmo de ereeimieneo anual en l a s salarios, anul6 el fuerte efecto positivo inicial, En cambf o, el perfodo de Gelbard que cubre sdlo dos semestres puede resultar incompleto para evaluar correctamente e% s e n t-i ao de la politiea de ingresos, A7j - De todas E~rmsy aun teniendo presente las aclaraciones a n t e r i ~ r e ses evidente que una palgt í c a de ingresos no necesariamente debe ser asociada con un asquema d i s t r i b u t i v o de contencf6n salarial, Por el contrario, el tema central en codo esquema antiinflaeionario basado en la polstíca de 1ngreaos sigue eiendo l a s pautas d i s t r i b u t i v a s del ingreso que el gobierno p c pone a La soeidad, Esta variable diatributfva adquieze particular relevancia para un pa5s que se,hadesenvuelto e w u n mareo inflaefonai.io por un P a g o perfodo de t i e m Po0 En este contexto secular de inflaci6n, los d i s t i n t o s grupos sociales han generado -10s suficientes antíeuerpos como para evltar,que una p o l g t i c a antiinf lacionaria s i g n l f ique para ellos una pérdida real m su posic16n reiativa en la,dlstribuci6n d e l ingreso, Da e s t a fama y bajo una Larga expe riencia de mschae y contramarchas estabilizadoras de preeios, el sistema de precios relaelvos deja de ser "eledinstrumento asignador de recursos pro d u c t i v o ~pafa pasar a ser un mecanasma central en la dlatwfbtaciSn d e l Engrs so, Eaae ir y venir en las pol$ti~asantiinflaelonariaa lleva sP convenein i a t a a, loa grupos econhicos que eE eorts p f a e ~prima en la puja d i s t r i b u tfva y- que su instrumento natural de autodefensa se centra b8sieamenee en .los preciúe rp?Bat$vas dado que posibles esquemas eompenaadorea de po f l t l e a fiscal al r e q ~ é r i aun-tiempo mayor suelen no eer perduxables, La e f e d a s i g n i f i c a t i v i d a d de l o s coeficientes d é expectativas precio y d e las polgticas de ingreso y el nulo aporte de l a vaaiable exceso de de- manda, sirven para poner de manifiesto que la inffacign argentina se desen- vuelve en un contexto de. continua& fricciones redistsfbutfvas entre grupos soeialee con d i s t i n t o poder de dominacf6n sobre e1 mercado. que para e1 47# - E310 indica exito d e l programa de polftica económica no basta con e x p l i c i - Para un"a d l i s i a detoif lado de la distribinci8n d e l ingreso en e s t e perfodo ver de Pablo (351, tar la meta distributiva sino que se requiere a d e d s un gobierno con suficiente respaldo p o f l t i e o ewio para imponer las nuevas reglas de juego en la distribueign d e l ingreso, Para aquellos pazeee con larga txadiel6n de res- peto al juego polftieo-electoral, el cueationamiento del poder arbitral d e l - gobierno no implica quebrar las normas institucionales que regulan la conduc ta de un pafs, Por el contrario, en la Argentina una importante vfa de cuez tioaamiento se ha manifestado en d e b i l i t a r las bases mismas de sustentamient o de las instituciones representativas y as$ crear las condiciones que de- eembocan en posteriores dexroeamientos de gobiernos, Por esta razgn, los go b5emos preocupados por su sobrevivencia abandonan su rol de frbitro d i s t r i butivo y se tranafofman ea meros otorgantes de las demandas d e aquellos grupos con capacidad polfcica para imponer sus propias pautaa d i s tributivas, -- Se inicia as$ un proceso sueeaivo de cireularidad redietributiva que se auto alimenta enmateria inffaeionarla y que termhs por cuestionar el rol m i s m o d e l gobierno, Esta dlnSmiea, que ha sido claramente expuesta par Guilleano OsDonnell (381, eeeapa a las necesidades inmediatas d e este trabajo, por lo que no ahondaremos en el tema, Lo que si queremos destacar es que el tradi eional supuesto eeteris paribus con respecto a la variable inst5tucioaal-po 0 Ifrico-social margina del analiaiis , para un pergodo tan convulsionado como L 964-7 4, elementos de gran sigaificacibn en la d i n h i c a inflacionaxia, No explicar eatisfactoriamente esta d i d m i c a si no se íntegra interdisclplinarimente el conjunto de factores que inciden en la misma,, nos parase p o s i b l e Las connotaeiwnes anteriores se aeosian con la explicacl6n sociol8giea de la d i n h i c a inflaeionaria y han s i d o expuestas en l a Argentina entre otras aeonomistaa por-Javier Villanueva (391, En e s t e sentido la inflaeifm es el resultado de la puja distributiva entre sectores sociales con poder de do- naei6n sobre el mercado, En el campo espec%fico de la curva de P h i l l f p s el anglisis realizado has -