Introducción

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Introducción
El cuerpo humano requiere de energía para poder realizar las funciones vitales, que nos mantienen vivos. Esta
energía la obtiene de los nutrientes.
Los nutrientes ingresan al organismo, como alimentos, por la boca. En la boca estos alimentos son masticados
y ensalivados, para que puedan ser tragados. Si las glándulas salivales dejaran de producir saliva, el bolo
alimenticio no se podría formar y el cuerpo no tendría los nutrientes que necesita, para sobrevivir.
El alimento pasa de la boca al estomago y desde el estomago al intestino delgado, donde los nutrientes deben
ser absorbidos. Pero los macronutrientes no pueden ser absorbidos, a menos que estén sintetizados.
El páncreas produce una sustancia llamada jugo pancreático, que posee enzimas digestivas, las cuales son
necesarias para la hidrólisis de los macronutrientes y vitaminas liposolubles.
Si el páncreas dejase de secretar jugo pancreático, los macronutrientes no se podrían absorber y el cuerpo
humano no tendría los nutrientes que necesita para realizar sus funciones básicas.
Una vez sintetizados, los macronutrientes; glucosa, vitaminas, grasas, proteínas y minerales; deben ser
distribuidos, de esto se encarga el hígado.
Estas son solo algunas de las funciones que cumplen las glándulas anexas en el cuerpo humano.
En este trabajo se encuentra información mas detallada acerca de las funciones de las glándulas anexas, del
colesterol y de algunas enfermedades y alteraciones al sistema digestivo.
El Hígado
El hígado es el mayor de los órganos internos en todos los vertebrados. En los humanos es de color rojo
oscuro, pesa 1500 gramos y está situado detrás de las costillas en el lado derecho. . El hígado tiene dos lóbulos
principales que se localizan justo debajo del diafragma en el lado derecho del cuerpo. Se puede perder el 75%
de este tejido (por enfermedad o intervención quirúrgica) sin que deje de funcionar.
El hígado tiene como funciones eliminar de la sangre las sustancias toxicas que pueden resultar perjudiciales
para el organismo, convertir el exceso de aminoácidos en sustancias aprovechables ,almacenar energía,
sintetizar colesterol, ayudar a combatir infecciones, a coagular la sangre, producir , almacenar y distribuir
sustancias como la glucosa, vitaminas, grasas, proteínas y minerales. Además secreta bilis, una solución
indispensable que es utilizada en el intestino para la digestión de las grasas y que elimina el exceso de glucosa
de la circulación sanguínea; y la almacena hasta que el organismo la vuelve a necesitar.
En la cara inferior del hígado se ubica la vesícula biliar y el hilio del órgano, puerta de entrada y salida, de
vasos sanguíneos, nervios y de los conductos hepáticos. La bilis es producida en el lobulillo hepático y
recogida por la vía biliar intrahepática, formada por conductillos que convergen hacia la vía biliar
extrahepática formada por los conductos hepáticos derecho e izquierdo, los cuales se unen por fuera del hilio
hepático para formar el conducto hepático común.
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1
3
2
Dibujo 1
Hígado
1.− Cava inferior
2.− Lóbulo derecho del hígado
3.− Lóbulo izquierdo del hígado
4.− Ligamento redondo
5.− Vesícula biliar
Dibujo 2
Hígado
1.− Cava inferior
2.− Lóbulo derecho del hígado
3.− Lóbulo izquierdo del hígado
5.− Vesícula biliar
6.− Lóbulo Caudado
2
7.− Área desnuda del hígado
8.− Arteria Hepática
9.− Fisura del ligamento Venoso
10.− Lóbulo cuadrado
11.− Conducto hepático
Dibujo 3
Hígado
5.− Vesícula biliar
8.− Arteria hepática
11.− Conducto hepático
12.− Conducto hepático común
13.− Conducto Cístico
14.− Colédoco
15.− Vena porta
16.− Vena Mesentérica Superior
17.− Conducto Pancreático Principal
18.− Ampolla Hepatopancreática
19.− Vena Mesentérica Inferior
20.− Vena Esplénica
El Páncreas
El páncreas exócrino es la principal glándula digestiva del organismo, esta situado profundamente por detrás
del hígado y del estómago. Pesa unos 90 gramos, mide de 12 a 20 cm. y es una glándula de secreción interna y
externa. Secreta cerca de un litro de jugo pancreático diario al intestino delgado. Este líquido, contiene las
enzimas digestivas necesarias para la hidrólisis de los macronutrientes de la dieta (proteínas, almidón, grasas,
y ácidos nucleicos) y de las vitaminas liposolubles.
En los humanos el jugo pancreático tiene una concentración de proteínas del 1 al 10 %. La mayor parte de
estas proteínas son enzimas digestivas o cofactores, el resto está formado por la secreción de un inhibidor de
tripsina (que tiene una función protectora para evitar el daño al páncreas debido a una activación prematura de
la tripsina en el tejido o en el jugo pancreático) y otras enzimas similares a la tripsina que no tienen una
función primaria en la digestión, proteínas plasmáticas y glicoproteínas.
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Las cuatro principales categorías de las enzimas digestivas son las proteasas (digieren proteínas y péptidos)
amilasa (digiere almidón), lipasas (digieren triglicéridos y fosfolípidos) y nucleasas (digieren ácidos
nucleicos).
El páncreas exócrino tiene una reserva de enzimas mucho mayor de las necesarias para la digestión de los
alimentos. La mayor reserva es de las enzimas necesarias para digerir los azúcares (carbohidratos) y las
proteínas. Las reservas para la digestión de las grasas (lípidos) particularmente para la hidrólisis de
triglicéridos es más limitada.
Durante el estado basal (en ayuno), el volumen del jugo pancreático secretado al duodeno es bajo. Los nervios
colinérgicos (parasimpático) son los que regulan el aumento de la actividad secretora. Los nervios
adrenérgicos (simpático) actúan como inhibidor de la secreción pancreática en ayunas.
La secreción estimulada por la comida, puede dividirse en fases: cefálicas, gástricas e intestinal. La fase
cefálica es estimulada por el pensamiento, la visualización, la degustación o el olfato a comida. En la fase
gástrica, la distensión del estómago produce un pequeño aumento en la secreción del páncreas. Durante la fase
intestinal se libera secretina a la sangre desde el duodeno en respuesta a la presencia de ácido en el mismo.
Los ácidos grasos y la bilis también pueden estimular la liberación de secretina.
Otra función muy importante del páncreas es la secreción de insulina que sirve para controlar el azúcar de la
sangre. Cuando el nivel de glucosa en la sangre es alto, el páncreas secreta insulina y cuando el nivel de
glucosa en la sangre es bajo, el páncreas guarda insulina.
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El Colesterol
El colesterol es una sustancia grasa producida por el hígado, que se encuentra en todas las células del cuerpo.
Existen dos tipos de Colesterol:
• LDL
Lipoproteína de baja densidad, llamada colesterol malo, que transporta el colesterol a través de la sangre.
• HDL
Lipoproteína de alta densidad, llamada "colesterol bueno ", que remueve colesterol de la sangre.
El exceso de LDL se deposita en las arterias y produce enfermedad cardiaca; las arterias sanas poseen una
superficie lisa y suave. Cuando el LDL se deposita en las paredes de las arterias, se forman depósitos gruesos
llamados placas. El aumento de estas placas estrecha las arterias, esto puede limitar o bloquear el flujo de
sangren la arteria, por lo que el corazón debe trabajar más para hacer que la sangre pase a través de estas.
Cuando la arteria afectada alimenta al corazón o alimenta al cerebro, el resultado puede ser un ataque cardíaco
o un accidente cerebral vascular. Altos niveles de HDL en su sangre pueden ayudar a reducir su riesgo de
enfermedad cardiaca.
Para reducir y prevenir el nivel de colesterol en el organismo se debe:
• Cambiar la dieta; no se debe ingerir grandes cantidades de grasa, especialmente grasa saturada. Los
alimentos ricos en fibra provenientes de las plantas, no contienen colesterol. El alcohol y tabaco
también afectan los niveles de colesterol y triglicéridos.
• Hacer ejercicio aeróbico regularmente, como nadar, caminar, andar en bicicleta o jugar tenis también
ayuda a reducir el colesterol, ya que aumenta su nivel de colesterol HDL.
Cuando la acumulación de colesterol es muy alta, los cambios en la dieta y en el estilo de vida no bastan y
deben ser combinados con medicamentos.
Los valores de LDL suelen mayores en las personas que padecen de obesidad y poseen diabetes,
hipotiroidismo o antecedentes familiares de hiperlipidemia.
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Enfermedades al sistema digestivo
• Cáncer al esófago
• Cáncer al estomago
• Cáncer al hígado
• Cáncer al páncreas
• Cáncer al colon y recto
Cáncer: del latín cáncer (cangrejo), se refiere al crecimiento de un tejido u órgano por una multiplicación
descontrolada y desordenada de células.
Causas
Ciertos genes (partes de nuestro ADN) contienen instrucciones para controlar cuándo las células crecen y se
dividen. Ciertos genes que originan la división celular se llaman oncogenes; otros que desaceleran la división
celular o hacen que las células se mueran en el momento apropiado se llaman genes supresores de tumores. Se
sabe que las mutaciones del ADN que activan los oncogenes o desactivan los genes supresores de tumores
pueden causar cáncer.
También existen algunos genes que producen las enzimas para reparar el ADN cuando éste sufre cambios
químicos anormales. La pérdida o daño a estos genes puede resultar también en cáncer.
Cáncer al esófago
Factores de riesgo
El proceso de envejecimiento: Las personas de 45 a 70 años de edad tienen mayor riesgo de padecer de cáncer
al esófago.
El sexo: Los hombres, en comparación con las mujeres, tienen una tasa de cáncer del esófago tres veces
mayor.
Raza: Las personas de raza negra, en comparación con las personas de raza blanca, son casi 3 veces más
propensas a sufrir cáncer al esófago.
Tabaco: El consumo de productos derivados del tabaco aumenta el riesgo de padecer de cáncer del esófago.
Consumo de alcohol: El consumo de bebidas alcohólicas en elevadas cantidades y durante mucho tiempo,
constituye un importante factor de riesgo del cáncer del esófago.
Esófago de Barrett: Síndrome que produce un reflujo prolongado de líquido gástrico del estómago al esófago
inferior.
Dieta: Las dietas deficientes en frutas y vegetales, y carentes de ciertos minerales y vitaminas, en particular de
las vitaminas A, C y riboflavina, pueden aumentar la tasa de cáncer del esófago.
Ingestión de lejía: Sustancia química que poseen ciertos limpiadores industriales y domésticos. La lejía es un
agente corrosivo, es decir quema y destruye las células.
Acalasia: Enfermedad en la que el esfínter esofágico inferior no se relaja de forma adecuada para dejar pasar
los alimentos o líquidos al estómago.
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Tilosis: Enfermedad hereditaria, poco usual, que produce un crecimiento excesivo de la capa superior de la
piel de las palmas de las manos y las plantas de los pies. Las personas que tienen esta condición tienen un
riesgo sumamente alto (casi del 100%) de padecer de cáncer del esófago.
Las membranas esofágicas: Síndrome que produce dilataciones anormales de tejido en el esófago.
Prevención del cáncer al esófago
No existe, hasta el momento, ninguna forma establecida de prevenir el cáncer del esófago, pero la
probabilidad de contraer esta enfermedad puede reducirse evitando ciertos factores de riesgo.
Algunos factores como la edad, el sexo y la raza no pueden modificarse. Pero si se puede disminuir el riesgo
de contraer cáncer al esófago, evitando el consumo de alcohol y tabaco.
Signos y Síntomas del cáncer al esófago
• Disfagia
• Dolor en medio del pecho
• Pérdida de peso
• Ronquera
• Hipo
• Neumonía
• Altos niveles de calcio
Disfagia: Síntoma más común del cáncer del esófago (dificultad para tragar, con la sensación de tener un
alimento trabado en la garganta o en el pecho). Para ayudar a que los alimentos pasen por el esófago, se
producirá más saliva. La disfagia es un síntoma tardío causado por un cáncer de gran tamaño que pudiera ser
incurable.
Dolor: Pueden presentarse síntomas de malestar o dolor en medio del pecho, una leve impresión de presión, o
ardor Por lo general, el dolor al tragar es un signo tardío de la presencia de un cáncer de gran tamaño que
obstruye la abertura del esófago. Este dolor se produce unos segundos después de tragar, cuando el alimento
llega al área del tumor y no puede pasar.
Pérdida de peso: El 50% de las personas que tienen cáncer del esófago pierden peso sin quererlo. Esto se debe
a que no pueden tragar suficientes alimentos y nutrientes para mantener el peso. Además, el cáncer puede
causar una pérdida del apetito, y también afectar el metabolismo de una persona.
Otros síntomas: Por lo general, la ronquera, el hipo, una neumonía y altos niveles de calcio son signos de un
cáncer del esófago más avanzado.
Tratamiento del cáncer al esófago
Una vez detectado el cáncer y determinada la etapa en que se encuentra, se fija un plan de tratamiento u
opciones terapéuticas. Al seleccionar un plan de tratamiento, los factores principales a considerar son la salud
física en general del paciente y la etapa en que se encuentra el cáncer.
Tratamientos y opciones terapéuticas:
• Cirugía
• Quimioterapia
• Radioterapia.
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Según la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general del paciente, estos tratamientos
podrán utilizarse solos o combinados.
Cirugía: La cirugía puede utilizarse para extirpar el cáncer y cierta cantidad de tejido contiguo. La cirugía
puede curar a algunos pacientes cuando el cáncer no se ha desarrollado más allá del esófago.
La cirugía puede combinarse con otros tratamientos, tales como la quimioterapia y/o la radioterapia.
Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos contra el cáncer que se administran a través de una
vena o por la boca. Estos medicamentos entran en el torrente sanguíneo y llegan a todas las áreas del cuerpo,
por lo que este tratamiento resulta útil en casos de cáncer que se haya extendido, o que haya hecho metástasis,
en órganos más allá del esófago.
Los medicamentos quimioterapéuticos destruyen las células cancerosas, pero también dañan algunas células
normales. Entre los efectos secundarios temporales pueden encontrarse los siguientes: náuseas y vómitos,
pérdida del apetito, pérdida del cabello y llagas en la boca.
La quimioterapia daña, también, las células productoras de sangre de la médula ósea, lo que produce un bajo
conteo globular. Esto puede dar lugar a mayores probabilidades de infección (debido a una escasez de
glóbulos blancos), pérdida de sangre o hematomas después de cortaduras o lesiones menores (debido a la
escasez de plaquetas) y cansancio o dificultad para respirar.
La mayoría de los efectos secundarios desaparecen una vez terminado el tratamiento. Existen remedios para
muchos de los efectos secundarios temporales de la quimioterapia.
Radioterapia: La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. La
radioterapia se utiliza como tratamiento principal (primario) del cáncer del esófago en personas que no se
encuentran en buen estado de salud para someterse a una operación. Después de la cirugía, la radioterapia
también puede utilizarse para destruir depósitos muy pequeños de cáncer que no pueden verse ni extirparse
durante la operación. La radioterapia también puede utilizarse para mitigar síntomas del cáncer del esófago
tales como dolor, pérdida de sangre, dificultad para tragar, y síntomas causados por un cáncer del esófago que
se haya extendido en el cerebro.
Entre los efectos secundarios de la radioterapia pueden encontrarse los siguientes: problemas de la piel,
trastornos estomacales, diarrea y cansancio. A menudo, estos efectos secundarios son temporales. La
radiación también puede empeorar los efectos secundarios de la quimioterapia. La radioterapia de tórax puede
dañar los pulmones y causar dificultades respiratorias, así como falta de aire.
Cáncer al estomago
Factores de riesgo
Infección con Helicobacter pylori: Se cree que esta infección es la principal causa de cáncer del estómago. La
infección del estómago a largo plazo con esta bacteria podría resultar en una gastritis atrófica crónica
(inflamación y daño de la capa más interna del estómago), o un posible cambio precanceroso del
recubrimiento del estómago.
Causas asociadas con la alimentación: Las dietas en las que se consume grandes cantidades de alimentos
ahumados, pescado y carne salada, aumentan la probabilidad de padecer de cáncer al estomago.
Consumo excesivo de tabaco y alcohol
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Cirugía estomacal previa: Los cánceres del estómago son más propensos a originarse en las personas a las que
se les ha extraído parte del estómago para tratar enfermedades no cancerosas como las úlceras.
Anemia perniciosa: Ciertas células en el recubrimiento del estómago producen normalmente una sustancia
necesaria para la absorción de vitamina B12 de los alimentos. Si no hay suficiente cantidad de esta sustancia,
se produce una deficiencia de vitamina B12, lo que conduce a problemas en la producción de suficientes
glóbulos rojos (anemia). Además de la anemia, existe un riesgo levemente aumentado de cáncer del estómago
para los pacientes con esta enfermedad. Sin embargo, debido a que el riesgo parece ser muy pequeño, no se
recomienda practicar pruebas de detección a estos pacientes.
Enfermedad de Menetrier: Esta enfermedad, también llamada gastropatía hipertrófica, es un padecimiento que
produce grandes pliegues en el estómago asociados con cambios en el recubrimiento del estómago y una baja
producción de ácido.
Sexo: El cáncer del estómago es casi dos veces más común en los hombres que en las mujeres.
Envejecimiento: Después de los 50 años aumenta bruscamente la incidencia de cáncer al estómago. La
mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer al estómago se encuentran entre los 60 y los 70 años de
edad.
Sangre tipo A: Por razones desconocidas, las personas con sangre tipo A tienen un riesgo mayor de contraer
cáncer del estómago.
Antecedentes familiares de cáncer del estómago: Las personas con varios parientes consanguíneos cercanos
que han tenido cáncer del estómago tienen mayores probabilidades de contraer esta enfermedad.
Pólipos estomacales: Los pólipos son abultamientos pequeños o crecimientos más grandes parecidos a un
hongo en el recubrimiento del estómago.
Gastritis crónica: inflamación del estómago
Prevención del cáncer al estómago
Para reducir el riesgo, las personas deben evitar llevar una alimentación alta en productos ahumados o
conservados en vinagre y carnes y pescado salados. Una alimentación rica en frutas, ensaladas y verduras
frescas también puede disminuir el riesgo de cáncer del estómago. No consumir bebidas alcohólicas, ni
tabaco, o productos derivados de este.
Síntomas del cáncer al estomago
Etapas iniciales
• Indigestión e incomodidad estomacal
• Una sensación de hinchazón después de comer
• Náuseas moderadas
• Pérdida del apetito
• Acidez estomacal
Etapas avanzadas
• Sangre en las heces
• Vómitos
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• Pérdida de peso (inexplicada)
• Dolor estomacal
• Ictericia (color amarillento de los ojos y la piel)
• Ascitis (acumulación de líquidos en el abdomen)
• Dificultad para tragar
Debido a que los síntomas del cáncer del estómago por lo general no aparecen hasta que la enfermedad está
avanzada, sólo aproximadamente entre 10% y 20% de los cánceres del estómago se detectan en etapas
iniciales, antes de que se hayan propagado a otras partes del cuerpo.
Tratamiento
Una vez detectado el cáncer y determinada la etapa en que se encuentra, se fija un plan de tratamiento u
opciones terapéuticas. Al seleccionar un plan de tratamiento, los factores principales a considerar son la salud
física en general del paciente y la etapa en que se encuentra el cáncer.
Según la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general del paciente, estos tratamientos
podrán utilizarse solos o combinados.
Se utilizan tres tipos de tratamiento estándar:
• Cirugía
• Quimioterapia
• Radioterapia
Otros tipos de tratamiento se están evaluando en ensayos clínicos e incluyen:
• Terapia biológica
Cirugía
Pueden utilizarse los siguientes tipos de cirugía:
• Gastrectomía subtotal: Eliminación de la parte del estómago que contiene cáncer, ganglios linfáticos
próximos, y partes de otros tejidos y órganos cerca del tumor. Tal vez se extirpe el bazo.
• Gastrectomía total: Eliminación de todo el estómago, ganglios linfáticos próximos y partes del
esófago, el intestino delgado y otros tejidos cerca del tumor. Tal vez se extirpe el bazo. El esófago se
conecta al intestino delgado de manera que el paciente pueda continuar comiendo y tragando.
Quimioterapia y Radioterapia
(La quimioterapia y radioterapia consisten en lo mismo para todos los tipos de cáncer)
Terapia biológica
La terapia biológica es un tratamiento que estimula la capacidad del sistema inmunológico para controlar el
cáncer. Se emplean sustancias producidas por el cuerpo o elaboradas en un laboratorio para estimular, dirigir o
restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad. Este tratamiento se conoce también como
bioterapia o inmunoterapia.
Cáncer al Hígado
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Factores de riesgo
Ciertos tipos de hepatitis viral: La infección crónica con el virus de la hepatitis B y el virus de la hepatitis C
son un factor de riesgo muy importante del cáncer al hígado. Estas infecciones son las responsables de que el
cáncer del hígado sea el tipo de cáncer más común en muchas partes del mundo.
Cirrosis: La cirrosis es el resultado de la formación de tejido cicatricial en el hígado. Esto puede a menudo
causar el cáncer. La mayoría de los casos de cirrosis ocurren en personas que consumen muchas bebidas
alcohólicas. Sin embargo, la hepatitis B y la hepatitis C también son causas principales de la cirrosis. Otra
causa es el exceso de hierro en el hígado.
Exposición prolongada a las aflatoxinas: Esta sustancia carcinogénica, la produce, en las regiones tropicales y
subtropicales, un hongo que a menudo contamina al maní, el trigo, la soya, las nueces molidas, el maíz y el
arroz.
Cloruro de vinilo y dióxido de torio (Thorotrast): Estos químicos causantes de cáncer han perdido mucha
importancia pues el Thorotrast ya no se usa y la exposición de los trabajadores al cloruro de vinilo está
regulada estrictamente.
Pastillas anticonceptivas
Esteroides anabólicos: Los esteroides anabólicos son hormonas masculinas que algunos atletas utilizan para
aumentar su fuerza. El uso prolongado de los esteroides anabólicos puede acrecentar ligeramente el riesgo de
cáncer al hígado. Los esteroides parecidos a la cortisona, como la dexametasona, no presentan este mismo
riesgo.
Arsénico: El agua potable contaminada con arsénico aumenta el riesgo de padecer cáncer al hígado.
Prevención del cáncer al hígado
La mayoría de los tipos de cáncer del hígado se pueden prevenir con medidas de salud pública que
disminuyan la exposición a los factores de riesgo conocidos de esta enfermedad. Se debe estar vacunado para
prevenir la hepatitis. No se deben consumir bebidas alcohólicas.
Cambiar la manera en que se almacenan ciertos granos reduce la exposición a las sustancias causantes de
cáncer como las aflatoxinas. Establecer leyes para proteger a los consumidores y los trabajadores de los
carcinógenos (químicos que causan cáncer).
Ciertas enfermedades hereditarias, también pueden causar cirrosis del hígado y aumentar el riesgo de cáncer
del hígado. El detectar y tratar estas enfermedades a tiempo puede reducir este riesgo.
Signos y síntomas del cáncer al hígado
• Pérdida de peso inexplicada
• Anorexia (falta de apetito persistente)
• Saciedad precoz
• Dolor abdominal persistente
• Hinchazón abdominal que aumenta
• Ictericia (coloración amarillento verdosa de la piel y los ojos)
• Deterioro en su condición si usted tiene hepatitis crónica o cirrosis
• Agrandamiento del hígado
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Algunos tumores del hígado producen hormonas que actúan en otros órganos aparte del hígado. Estas
hormonas pueden causar hipercalcemia (altos niveles de calcio en la sangre), hipoglucemia (bajos niveles de
azúcar en la sangre) o agrandamiento de los senos en los hombres. Los altos niveles de calcio pueden conducir
al cansancio y los bajos niveles de azúcar en la sangre pueden causar desmayo o incluso coma.
Tratamiento
Una vez detectado el cáncer y determinada la etapa en que se encuentra, se fija un plan de tratamiento u
opciones terapéuticas. Al seleccionar un plan de tratamiento, los factores principales a considerar son la salud
física en general del paciente y la etapa en que se encuentra el cáncer.
Según la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general del paciente, estos tratamientos
podrán utilizarse solos o combinados.
Tratamientos y opciones terapéuticas:
• Cirugía
• Quimioterapia
• Radioterapia
• Transplante de hígado
• Ablación del tumor
Cirugía: La extirpación del tumor) ofrece la única posibilidad de curar un cáncer al hígado. Su capacidad para
soportar la cirugía del hígado depende también de la salud del tejido no canceroso de su hígado. Si el paciente
presenta cirrosis, se le considerará elegible para cirugía sólo si su cáncer es pequeño.
Quimioterapia y Radioterapia
(La quimioterapia y radioterapia consisten en lo mismo para todos los tipos de cáncer)
Trasplante de hígado: Consiste en remover el hígado, contaminado con cáncer, y situar uno nuevo,
compatible.
Ablación del tumor: Destruir el tumor sin extirparlo. La ablación por radiofrecuencia utiliza ondas radiales de
alta energía como tratamiento. Una sonda semejante a una aguja, la cual libera estas ondas radiales, se coloca
temporalmente en el tumor. La sonda libera corriente alterna de alta frecuencia que crea calor de fricción y
destruye las células cancerosas. Otros ejemplos de métodos para la ablación de tumores del hígado incluyen la
criocirugía (destrucción del tumor mediante congelación con una sonda de metal muy fría) y la ablación con
etanol (inyección de alcohol concentrado directamente en el tumor para matar las células cancerosas).
Cáncer al Páncreas
Factores de riesgo
Edad: El riesgo de padecer cáncer del páncreas aumenta después de los 50 años de edad.
Sexo: El cáncer al páncreas es más común en las mujeres que en los hombres.
Tabaco: Las personas que fuman habitualmente, tienen mayor riesgo de padecer cáncer al páncreas.
Dieta: Las dietas con alto contenido de carne y grasa aumentan el riesgo de padecer cáncer del páncreas. La
obesidad también constituye un factor de riesgo.
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Diabetes: El cáncer del páncreas es más común en las personas que padecen diabetes.
Pancreatitis crónica: Inflamación a largo plazo del páncreas. Esta enfermedad está asociada con un mayor
riesgo de padecer cáncer del páncreas.
Exposición ocupacional: Exponerse en gran medida a ciertos pesticidas, tintes y sustancias químicas
relacionadas con gasolina aumenta el riesgo de padecer cáncer al páncreas.
Antecedentes familiares: Las personas con varios parientes consanguíneos cercanos que han tenido cáncer al
páncreas tienen mayores probabilidades de contraer esta enfermedad.
Prevención del cáncer al páncreas
Las frutas, las verduras y la fibra alimenticia parecen tener un efecto protector y reducir el riesgo de padecer
este cáncer.
Fumar cigarrillos es el factor de riesgo más significativo y más evitable del cáncer del páncreas. Fumar es
responsable por 30% de los casos de cáncer del páncreas. Usar tabaco también aumenta el riesgo de padecer
cáncer de pulmón, boca, laringe, esófago, riñón, vejiga y otros órganos.
Signos y síntomas del cáncer de páncreas
Ictericia: Decoloración amarilla de los ojos y la piel debida a la acumulación de bilirrubina en estos tejidos y
en la sangre. La bilirrubina puede acumularse en la sangre debido a una enfermedad del hígado que interfiere
con la liberación de esta sustancia química hacia la bilis. También, puede ser consecuencia de un bloqueo en
el conducto colédoco que evita que la bilis llegue a los intestinos.
Dolor Abdominal: El cáncer que se ha propagado a los nervios que rodean al páncreas puede causar dolor
grave en el área media a superior de la espalda. También podría sentirse dolor en el frente del abdomen y
podría ser constante o intermitente.
Perdida de Peso: Entre los pacientes que padecen cáncer del páncreas, es común adelgazar sin planearlo o
inesperadamente y continuar adelgazando por un período de meses. Esto esta asociado con la pérdida del
apetito y el cansancio grave.
Problemas digestivos: El cáncer bloquea el paso del jugo pancreático al intestino, por lo que se tienen
problemas para digerir alimentos grasosos. La digestión incompleta de grasas podría causar que las heces
fueran de color pálido poco usual, gruesas, grasosas y que flotaran en el excusado. También, el cáncer puede
envolverse alrededor del extremo lejano del estómago y causar un bloqueo parcial. Esto causará náuseas,
vómitos y dolor que tiende a empeorarse después de comer.
Distensión de la vesícula: En ocasiones, la obstrucción de la vía biliar ocasiona que la bilis se acumule en la
vesícula y que ésta aumente de tamaño.
Coágulos de sangre o anormalidades del tejido grasoso: Las sustancias que secretan las células del cáncer del
páncreas pueden causar que se formen coágulos de sangre en las venas o ciertas anormalidades del tejido
graso debajo de la piel.
Tratamiento
Una vez detectado el cáncer y determinada la etapa en que se encuentra, se fija un plan de tratamiento u
opciones terapéuticas. Al seleccionar un plan de tratamiento, los factores principales a considerar son la salud
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física en general del paciente y la etapa en que se encuentra el cáncer.
Según la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general del paciente, estos tratamientos
podrán utilizarse solos o combinados.
Se utilizan cuatro tipos de tratamiento estándar:
• Cirugía
• Quimioterapia
• Radioterapia
Otros tipos de tratamiento se están evaluando en ensayos clínicos e incluyen:
• Terapia hormonal
Cirugía
Hay dos tipos de tratamiento quirúrgico que se utilizan para el cáncer del páncreas.
• Cirugía potencialmente curativa
Se utiliza cuando los estudios de imagen indican una alta probabilidad de que el cirujano podrá extraer todo el
cáncer visible durante la operación.
• Cirugía paliativa
Se realiza cuando los estudios por imágenes indican que el tumor está demasiado extendido como para
extirparse totalmente.
Las personas que presentan un cáncer no extirpable sobreviven menos de 6 meses, luego de ser diagnosticada
la enfermedad.
Quimioterapia y Radioterapia
(La quimioterapia y radioterapia consisten en lo mismo para todos los tipos de cáncer)
Terapia hormonal
Los estrógenos andrógenos pueden afectar el crecimiento del tejido pancreático. Ha habido algunos casos, en
los que al tratar el cáncer del páncreas con tamoxifen, un remedio de terapia hormonal comúnmente usado
para mujeres que padecen de cáncer del seno, se ha logrado reducir el tamaño del tumor.
Cáncer al Colon y Recto
Factores de riesgo
Antecedentes familiares de cáncer del estómago: Las personas con varios parientes consanguíneos cercanos
que han tenido cáncer del estómago tienen mayores probabilidades de contraer esta enfermedad
Antecedente étnico: Los judíos con ascendencia en Europa Oriental (judíos Ashkenazi) tienen mayores
probabilidades de padecer de cáncer al colorrectal
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Antecedentes personales de pólipos intestinales: ciertos tipos de pólipos, como los pólipos adenomatosos, y
los pólipos hiperplásicos en el colon ascendente, amplían el riesgo de sufrir cáncer colorrectal, especialmente
si su tamaño es grande o si son numerosos.
Envejecimiento: las probabilidades de padecer de cáncer colorrectal aumentan significativamente después de
los 50 años de edad.
Alimentación principalmente de origen animal: Las dietas en las que se consumen principalmente alimentos
de origen animal pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal
Inactividad física: Las personas inactivas físicamente, tienen mayor riesgo de padecer de cáncer al colorrectal.
Obesidad: El exceso de grasa altera el metabolismo, de manera que aumenta el crecimiento de células en el
colon y el recto.
Diabetes: Las personas con diabetes tienen una probabilidad mayor (30% a 40%) de contraer cáncer
colorrectal. Éstas mismas tienden también a tener una tasa de mortalidad mayor después del diagnóstico
Tabaco: Los fumadores tienen una probabilidad de 30% a 40% mayor que los no fumadores de fallecer de
cáncer colorrectal.
Consumo de alcohol: Las personas que consumen bebidas alcohólicas tienen mayores probabilidades de
padecer de cáncer al colorrectal.
Prevención del cáncer al colorrectal
Los pólipos son crecimientos precancerosos en el colon y el recto. Su extirpación puede disminuir el riesgo de
una persona de contraer cáncer. La ingesta de complejos multivitamínicos que contengan ácido fólico o folato,
puede reducir también el riesgo de padecer de cáncer colorrectal
También se puede disminuir el riesgo de sufrir cáncer colorrectal, cambiando la alimentación y actividad
física. Es importante comer suficiente cantidad de frutas, ensaladas y verduras y alimentos de granos
integrales, y limitar la ingestión de carnes rojas. Se debe hacer ejercicio habitualmente.
Síntomas del cáncer colorrectal
• Diarrea, estreñimiento, o adelgazamiento del excremento
• Sensación de que necesita defecar
• Sangrado rectal o sangre en las heces fecales
• Calambres o dolor abdominal constante
• Debilidad y cansancio
Tratamiento
Una vez detectado el cáncer y determinada la etapa en que se encuentra, se fija un plan de tratamiento u
opciones terapéuticas. Al seleccionar un plan de tratamiento, los factores principales a considerar son la salud
física en general del paciente y la etapa en que se encuentra el cáncer.
Según la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general del paciente, estos tratamientos
podrán utilizarse solos o combinados.
Se utilizan tres tipos de tratamiento estándar:
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• Cirugía
• Quimioterapia
• Radioterapia
Cirugía del colon: La cirugía es el principal tratamiento contra el cáncer del colon, durante la cirugía se
extirpa el cáncer y una sección de tejido normal a cada lado del cáncer. Comúnmente se elimina
aproximadamente una tercera parte del colon, pero es posible que se extirpe más o menos tejido dependiendo
de la ubicación y el tamaño exactos del cáncer. Las secciones restantes del colon son reconectadas. Si el tumor
es grande y ha bloqueado el colon, o si lo ha perforado de modo que la materia residual se escapa, es posible
que se necesite una colostomía temporal. En una colostomía, se une el extremo del colon a una abertura en el
abdomen para eliminar los residuos fecales del cuerpo.
Cirugía rectal: habitualmente la cirugía es el tratamiento primario del cáncer al recto, aunque también se
puede usar radioterapia como tratamiento primario o además de la cirugía.
Quimioterapia y Radioterapia
(La quimioterapia y radioterapia consisten en lo mismo para todos los tipos de cáncer)
Conclusión
Es de suma importancia tener una dieta equilibrada, ya que el exceso o falta de algunos nutrientes producen
alteraciones y enfermedades en el cuerpo humano. Ciertas como el colesterol, exceso de grasa, pueden tener
serias consecuencias, pero modificando la alimentación que se posee; consumiendo alimentos ricos en fibras y
no ingiriendo muchas grasas, y haciendo ejercicio; como nadar, caminar, andar en bicicleta o jugar tenis, la
cantidad de colesterol presente en el organismo disminuye, disminuyendo así, las probabilidades de tener un
problema cardiaco, el cual puede acarrear la muerte.
Algunas otras enfermedades, como el cáncer, son más peligrosas y mucho más difíciles de tratar. Un cambio
de alimentación no bastara para solucionar el problema. Pero si lo puede prevenir, por lo que antes de padecer
de alguna de estos males conviene llevar una vida saludable, no cuesta nada y se ahorra mucho sufrimiento y
dinero en tratamientos.
El consumo de bebidas alcohólicas en elevadas cantidades y durante mucho tiempo, y el tabaquismo
aumentan en un gran porcentaje el riesgo a padecer de cáncer. Por lo que conviene no fumar y no consumir
bebidas alcohólicas.
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