148H CAPITAL SOCIAL Y CUADRO DE MANDO INTEGRAL EN LAS ENTIDADES DE LA ECONOMÍA SOCIAL: EL CASO DE LAS CAJAS DE AHORRO VENEZOLANAS Gloria M. Torrealba U. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (Venezuela) Ricardo Rodríguez González Universidad de Valladolid Área Temática: H) Responsabilidad Social Corporativa 1 CAPITAL SOCIAL Y CUADRO DE MANDO INTEGRAL EN LAS ENTIDADES DE LA ECONOMÍA SOCIAL: EL CASO DE LAS CAJAS DE AHORRO VENEZOLANAS Resumen Este trabajo hace una aproximación a un modelo de cuadro de mando integral para la gestión del capital social como elemento estratégico de las cajas de ahorro venezolanas. El desarrollo de la herramienta en cuestión enfoca las contribuciones del capital social en el logro de los objetivos estratégicos de las cajas de ahorro, enmarcados en cuatro perspectivas: asociado-sociedad, financiera, procesos internos y aprendizaje y crecimiento, considerando varios niveles de complejidad del capital social, que abarcan desde la forma grupal hasta la modalidad comunitaria. Esta propuesta es un modesto aporte en dirección a la aplicación de herramientas de gestión que permitan evaluar y validar el papel estratégico del capital social en las entidades de la economía social. 2 1. INTRODUCCIÓN El capital social es uno de los temas más debatidos en las últimas décadas en el ámbito de las ciencias sociales, con una proyección que ha trascendido hasta el terreno de la economía y ha convocado esfuerzos internacionales, entre los que se cuentan iniciativas de estudio como la del Banco Mundial. Desde el punto de vista de la gestión organizacional, la importancia del capital social ha sido planteada en un sentido estratégico, en relación a su capacidad de contribuir en la creación de ventajas competitivas, por la vía de los privilegios obtenidos en el acceso a la información y el efecto sobre el desarrollo del capital intelectual, con énfasis en la transferencia y absorción de conocimientos (Hall, 1992, 1993; Nahapiet y Ghoshal, 1998; Florín et al, 2003; Inkpen y Tsan, 2005; Saz, 2007, Acquacch, 2007). Si bien estas consideraciones sobre los aportes del capital social son válidas para cualquier tipo de organización, en el contexto de la Economía Social cabe hacer, adicionalmente, otras reflexiones en relación al papel que ejerce este elemento en el logro de los objetivos sociales que deben cumplir las entidades inmersas en el aludido ámbito económico, habida cuenta de que las mismas se distinguen por ser una expresión de asociatividad, lo que convierte a tales organizaciones en un reservorio por excelencia de este tipo de capital (Putnam, 1993). Si se reconoce la importancia estratégica del capital social para las organizaciones en general, se debe aceptar, o al menos discutir, la necesidad de incluir consideraciones relativas a este fenómeno en el diseño de las herramientas de gestión dirigidas a articular los objetivos de la entidad en torno a una estrategia y a evaluar el desempeño organizacional en el cumplimiento de la misma. Asumiendo este imperativo, que atañe de manera particular a las entidades de la Economía Social, este trabajo propone algunos elementos orientadores para incorporar la consideración de los aspectos relativos al capital social en el cuadro de mando integral (Kaplan y Norton, 2000) aplicable en forma general a las cajas de ahorro venezolanas, como entidades que participan de la referida esfera económica. El trabajo se inicia con una revisión de literatura que apunta a hacer una breve panorámica de la definición de capital social. Igualmente, se presenta una clasificación del mismo que se adopta como marco de análisis en el diseño del cuadro de mando integral propuesto. Por otra parte, se incluyen algunas consideraciones generales sobre la naturaleza, estructura y dinámica causal del cuadro de mando integral, con especial énfasis en el tratamiento que se da a los recursos intangibles en el contexto de la mencionada herramienta, lo que ofrece un marco de referencia para insertar la consideración del capital social en la arquitectura de este instrumento de gestión. Seguidamente, se presenta la propuesta para la incorporación del capital social en el cuadro de mando integral de las cajas de ahorro venezolanas, luego de lo cual, se formulan algunas conclusiones como aspecto final del trabajo. 2. BASES TEÓRICAS 2.1. Consideraciones sobre el Capital Social 2.1.1 Definición del Capital Social El capital social alude al papel de la confianza y la cooperación como comportamientos que facilitan a los actores sociales la consecución de objetivos y disminuye los costos de dichos logros. Debido a que nace y se desarrolla en el seno de las relaciones entre personas, el capital social es un elemento que pertenece a las estructuras sociales (Coleman, 1988, 1990, citado en Millán y Gordon, 2004) y es parte 3 integrante de las comunidades, las empresas y las organizaciones colectivas (Durston, 2000). En forma general, los estudiosos de capital social asocian este concepto a la idea de confianza, como actitud basada en las expectativas de reciprocidad, que da lugar a la conformación de redes y que, a su vez, se reproduce por virtud de los intercambios que ocurren dentro de éstas, con el apoyo de sistemas de normas y sanciones que se desarrollan en el seno de dichas estructuras sociales (Putnam, 1993; Coleman, 1990, citado en Putnam, 1993; Fukuyama, 1996). El concepto de capital social ha evolucionado desde un enfoque orientado hacia la racionalidad individualista, que dominaba en las primeras propuestas, hasta un planteamiento que presta mayor atención a la asociatividad, como vía que favorece la acción colectiva y permite facilitar las transacciones, disminuir el oportunismo, alentar la creatividad e impulsar el desarrollo social (Díaz, 2003 p. 250). Coleman (1988, 1990, citado en Millán y Gordon) es exponente de la postura pionera, según la cual los beneficios del capital social favorecen al individuo. En efecto, define al capital social como una variedad de entidades que tienen dos características en común: consisten de algún aspecto de la estructura social y facilitan ciertas acciones de los individuos que están dentro de la estructura. Sin embargo, considera que el capital social tiene carácter de bien público, ya que no es divisible ni intercambiable y los beneficios de la inversión que se hace en él no son apropiables por quien invierte. Por ejemplo, si un grupo de personas trabajan para mejorar las condiciones ambientales en un área geográfica determinada, los habitantes del área que no hayan participado en estas acciones también se beneficiarán de la mejoría obtenida. Un rasgo distintivo de las ideas de Coleman y los que siguen sus planteamientos, como es el caso de Putnan (Millán y Gordon, 2004), es que definen el capital social como elementos, características o entidades de una estructura social. A diferencia de este tipo de postura, una línea de pensamiento más reciente en el ámbito de estudio del capital social, lo define como una capacidad de los grupos humanos para emprender acciones colectivas en la búsqueda de beneficios mutuos (Fukuyama, 1996; Uphoff, 2003, Lorenzelli. 2003, Flores y Rello, 2003). De acuerdo a esta concepción los beneficios del capital social son inherentes a un colectivo y no constituyen ventajas particulares de los individuos. Este punto de vista resulta fundamental dentro de los enfoques que estudian el capital social como un mecanismo para superar la pobreza o para alcanzar el desarrollo socioeconómico, ya que lo consideran como un factor capaz de potenciar los resultados de los programas sociales de carácter comunitario. Otros autores como Nahapiet y Ghoshal (1998) definen el capital social como una suma de recursos actuales o potenciales asociados a una red de relaciones, ya sea que estén disponibles dentro de ella, que puedan ser accedidos por intermedio de dicha estructura social o que se deriven de la misma. Independientemente de la forma en que los autores definan el capital social, lo que resulta claro es que existe consenso en cuanto a tres puntos: a) el capital social se desarrolla dentro de estructuras sociales denominadas redes, que se basan en la acción colectiva, en las relaciones de cooperación y en los valores de confianza y reciprocidad; b) los mecanismos de relación de dichas redes facilitan a sus miembros el acceso a determinados recursos, incluyendo la información; y c) el capital social que opera a través de las redes permite lograr objetivos que resultarían imposibles de obtener de otra forma o resultarían muy costosos (Coleman, 1990) Putnam (1993) considera que el capital social, al igual que otras formas de capital es productivo, es decir que genera beneficios y se puede incrementar mediante la inversión. Igualmente, se dice que el capital social puede ser acumulado, lo que significa que el capital social creado en instituciones exitosas de menor escala, puede ser aprovechado 4 para hacer arreglos institucionales más complejos, que atienden problemas mayores (Ostrom, 1990, citado en Putnam, 1993, p. 215). Algunos autores han señalado que el concepto de capital social no ha estado exento de imprecisiones, sin embargo, tal como lo asevera Portes (1999) “la popularidad de este concepto está justificada porque llama la atención sobre fenómenos reales e importantes”. Tal es el caso de las redes, que constituyen una realidad incontrovertible y han sido ampliamente estudiadas. Sin embargo, sentencia este autor que para que este concepto asegure un lugar en la teoría y en la investigación, se deben explorar tanto sus efectos virtuosos como sus resultados indeseables. 2.1.2. Clasificación del Capital Social La clasificación del capital social se origina principalmente del análisis planteado en torno a los niveles o instancias en los cuales pueden establecerse relaciones de cooperación entre actores sociales, lo que implica, a su vez, una diferenciación de las esferas en las que es posible generar dicho capital y obtener beneficios del mismo. La clasificación en cuestión resulta importante en el contexto de este trabajo, porque proporciona un marco para analizar el potencial de la Economía Social y, en particular de las cajas de ahorro venezolanas, como entes capaces de crear capital social en diferentes niveles de agregación de las estructuras sociales, lo que, a su vez, sirve de base para establecer las consideraciones sobre el papel estratégico del capital social en estas entidades y la forma de representarlo en el cuadro de mando integral. Durston (2002, citado en Lorenzelli, 2003), diferencia seis categorías de capital social: individual, grupal, colectivo o comunitario, de puente, de escalera y societal. Para el autor, el capital social individual se manifiesta en las relaciones de confianza y reciprocidad que tiene la persona y que se extienden a través de redes egocentradas. La forma grupal resulta de la extensión de tales redes, para derivar en una interacción compleja de vínculos interpersonales que incrementan los beneficios del grupo. (Durston, 2000, p.21). El capital social colectivo o comunitario reside en los sistemas complejos constituidos por las instituciones de cooperación grupal, regidas por estructuras normativas, gestionarias y sancionatorias. El capital social “puente”, según Durston, está formado por vínculos horizontales entre grupos distantes y para el autor tiene una connotación de carácter regional. Siguiendo el orden de complejidad. el capital social de escalera es el que se basa en relaciones de grupos asimétricos de poder. Finalmente, el capital social de carácter societal” es una extensión del concepto analizado a la escala nacional (Durston, 20002, citado en Lorenzelli, 2003). 2.1.3. El Capital Social en la Economía Social y en las Cajas de Ahorro Si bien, de manera general, las organizaciones y, en particular las de carácter civil, tienen capacidad para crear capital social, las entidades de la Economía Social tienen un considerable potencial en este sentido, debido a que están inspiradas en principios universales que coinciden con las actitudes y valores necesarios para construir el clima de confianza en el cual se basa la posibilidad de generar capital social. Entre tales principios figuran control democrático; conjunción de los intereses de sus miembros y/o del interés general; y defensa de los principios de solidaridad y responsabilidad. Se puede afirmar que por su propio sustento axiológico y por la orientación de sus objetivos hacia el beneficio colectivo o el interés general, la Economía Social ofrece un terreno fértil para el desarrollo de formas de capital social que apuntan hacia la instancia grupal y se proyectan hacia la modalidad comunitaria. Las cajas de ahorro venezolanas, como integrantes de la Economía Social, participan de este potencial en materia de capital social y están llamadas a cumplir un importante rol en este sentido, ya que sus 5 propios principios de funcionamiento incluyen explícitamente aspectos relacionados con la cooperación y el beneficio colectivo. Las cajas de ahorro venezolanas son asociaciones de personas que agrupan individuos vinculados entre sí por una relación de dependencia común respecto a un patrono, o por la afiliación a un gremio profesional. Estas instituciones tienen un sentido mutualístico, considerando que sus miembros, quienes entregan recursos a la asociación en calidad de aportes patrimoniales, son los usuarios exclusivos de los servicios prestados por la misma. En la mayoría de los casos, las cajas de ahorro venezolanas también reciben aportes del empleador o gremio con el cual están relacionadas las personas que conforman estas instituciones, sumas de dinero que se agregan a la participación patrimonial acumulada por los asociados en dichas organizaciones. Dado que los fondos entregados por los asociados a la caja de ahorro tienen carácter patrimonial, no reciben remuneración en intereses sino bajo la forma de dividendos, lo que estará condicionado, obviamente, a que la asociación obtenga beneficios económicos Estas entidades otorgan préstamos a sus asociados aplicando, generalmente, tasas de interés inferiores a las vigentes en el mercado de crédito. Por otra parte, pueden realizar inversiones financieras para obtener ingresos que incrementen su patrimonio; e igualmente están autorizadas por la ley que las rige (2006) a desarrollar proyectos sociales orientados a las materias de vivienda, servicios asistenciales, educación y recreación. El capital social de las cajas de ahorro surge de las formas de cooperación y solidaridad que se materializan en los siguientes rasgos: a) La aportación regular de fondos por parte de los asociados, sin tomar en cuenta los costos de oportunidad, lo que refleja la disposición a renunciar a la maximización de su rentabilidad, a cambio de la expectativa de acceso al crédito. b) el otorgamiento de préstamos a los asociados por montos que exceden sus ahorros disponibles, lo que implica que quienes tienen saldos favorables ceden sus haberes para financiar a los asociados que requieren ese beneficio, con la expectativa de que en un futuro gozarán del mismo tratamiento. c) participación voluntaria y gratuita de los asociados como miembros del personal de las cajas de ahorro y de los órganos asesores. Por otra parte, las cajas de ahorro pueden generar capital social a través de los intercambios con otras entidades afines y por medio de las relaciones con stakeholders críticos como el empleador, la Superintendencia de Cajas de Ahorro y otras instancias públicas y privadas que facilitan el acceso a recursos. 2.2. El Cuadro de Mando Integral El cuadro de mando integral fue introducido por Kaplan y Norton en 1992 y se le considera como una herramienta de medición del desempeño y un sistema de control que traduce la visión y la estrategia de la organización en un conjunto coherente de medidas de gestión (Fernández-Revuelta y Ask, 2001, p. 747). El cuadro de mando es, esencialmente, multidimensional, en el sentido de que integra medidas de resultados financieras y no financieras (Jusoh et al., 2006, p. 53). Kaplan y Norton (2000, p. 38) postulan que, para traducir la estrategia a objetivos y medidas de desempeño, manteniendo un sentido de coherencia con tal planteamiento estratégico, el cuadro de mando integral debe desarrollarse en una estructura que incluye cuatro perspectivas: financiera, del cliente, de los procesos internos y del aprendizaje y crecimiento. Estas perspectivas se encuentran íntimamente relacionadas, 6 formando una cadena de relaciones causa-efecto, de manera que la mejora de la actuación en una ellas, supone el incremento de la efectividad en la otra. Según Kaplan y Norton (2004, p. 69), el aspecto central de la perspectiva financiera debe ser generar un crecimiento sostenible del valor para los accionistas, por tanto, las medidas de la actividad financiera deben mostrar si la estrategia de la empresa es exitosa en cuanto a lograr este resultado final. Para Olve et al. (2000, p. 75) la perspectiva financiera define lo que los propietarios del negocio esperan de éste, en términos de crecimiento y rentabilidad. Por su parte, la perspectiva del cliente contiene la proposición de valor de la organización para una clientela seleccionada, es decir, la forma en que la entidad creará valor diferenciado y sostenido para un determinado segmento del mercado. La perspectiva de los procesos internos se centra en las prioridades de mejoramiento en los procesos de negocios que apoyan la creación de valor para los clientes y accionistas (Niven, 2003, p.39). Kaplan y Norton (2004, p. 74) clasifican los procesos internos en cuatro categorías: a) gestión operativa; b) gestión de clientes; c) innovación; y d) reguladores y sociales. A su vez, estos autores diferencian cuatro modalidades dentro de los procesos de gestión operativa: desarrollar y mantener relaciones con los proveedores, producir bienes y servicios, distribuir y entregar productos y servicios a los clientes y gestionar los riesgos. Según Kaplan y Norton (2004, p. 81), la perspectiva del aprendizaje y crecimiento describe cómo se combinan los recursos humanos, la tecnología y el clima de la organización para dar soporte a la estrategia. Los autores citados consideran a los tres elementos mencionados como activos intangibles y plantean, explícitamente, que la perspectiva del aprendizaje y crecimiento enfoca la significación de los activos en cuestión, como base de la estrategia organizativa. Kaplan y Norton (2004, p. 81) clasifican los activos intangibles en tres categorías: capital humano, capital de información y capital organizativo, aspectos alrededor de los cuales se ordenan los objetivos de la perspectiva del aprendizaje y crecimiento. Los creadores del cuadro de mando integral entienden por capital humano “la disponibilidad de habilidades, talento y know-how que hace falta para apoyar la estrategia”. El capital de información es definido por los artífices del cuadro de mando integral como “la disponibilidad de sistemas de información, aplicaciones e infraestructura de gestión del conocimiento que se necesita para soportar la estrategia”. El capital organizativo son las condiciones de que debe disponer la entidad desde el punto de vista del clima organizacional, a los efectos de sostener el proceso de cambio necesario para apoyar la estrategia. Este componente contiene aspectos de carácter psicosocial como la cultura organizativa, el liderazgo, la identificación de los miembros de la organización con los objetivos estratégicos y el trabajo en equipo (Kaplan y Norton, 2004, pp. 243-244). Marr y Adams (2004) cuestionan la clasificación de los activos intangibles propuesta por Kaplan y Norton, por considerarla incompleta y confusa. Uno de los argumentos de Marr y Adams (2004, p. 23) es que la clasificación comentada ignora completamente una de las categoría más importantes de los intangibles, como lo es el capital relacional, el cual incluye aspectos como la reputación de la organización y la lealtad de los clientes (Hall, 1992, 1993, Hannes y Lowendahl, 1997, citado en Johanson et al, 2001). Evidentemente, el cuestionamiento de estos autores contiene una crítica al tratamiento incompleto que hacen Kaplan y Norton del capital social, ya que aluden algunos aspectos de las relaciones internas de la organización que se aproximan a la idea del capital social, pero ignoran el papel de las vinculaciones con el entorno. Las reflexiones de Marr y Adams (2004) representan un intento de avance hacia la consideración explícita del capital social en el cuadro de mando integral. 7 No obstante considerar que la estructura básica del cuadro de mando integral es aplicable de manera general a las empresas, los propios autores de esta propuesta han admitido la necesidad de introducir modificaciones al modelo genérico de esta herramienta, para adaptarla a las características de las entidades sin ánimo de lucro, lo que, en la mayoría de los casos, supone reordenar la secuencia de las relaciones de causalidad y la jerarquía de los objetivos (Kaplan y Norton, 2001, pp. 98-99). Siguiendo esta lógica, la estructura del cuadro de mando integral que se aplica a las cajas de ahorro venezolanas en el marco de este trabajo, constituye una variante del modelo original, resultante de un conjunto de adaptaciones que toman en consideración las particularidades de las cajas de ahorro venezolanas. 2.3. Capital Social y Gestión Estratégica El concepto de capital social ha sido aplicado para analizar y explicar diversidad de fenómenos en el ámbito de las ciencias sociales. En caso específico de las disciplinas dedicadas al estudio de las organizaciones, el interés de las investigaciones y proposiciones ha girado en torno al valor estratégico de esta variable, en virtud de las inquietud surgida alrededor de la relación entre capital social y ventajas competitivas, en la mayoría de los casos, con la mediación de los procesos de creación de capital intelectual (Nahapiet y Ghoshal, 1998; Yli-Renko et al. 2001; Inkpen y Tsang, 2005, Saz, 2007). La conexión que suele establecerse entre el capital social, capital intelectual y ventajas competitivas, procede fundamentalmente del campo de las teorías que relacionan el comportamiento competitivo con los recursos y capacidades de la organización, toda vez que ambos términos han sido utilizados con frecuencia para definir el capital social y, a su vez, hacen alusión a conceptos que se relacionan con el capital intelectual. En el campo teórico aludido se ubican la Perspectiva de los Recursos y las Capacidades (Barney, 1981) y la Perspectiva de las Capacidades Dinámicas (Teece et al, 1997). La integración de las perspectivas que estudian las capacidades con el enfoque de capital social, da lugar a nuevas consideraciones que enriquecen dichos marcos teóricos, al proponer hipótesis que explican el acceso a recursos y el desarrollo de conocimientos y capacidades a partir de los intercambios que se producen en el contexto de las redes de relaciones que vinculan a la organización con entes del entorno (Gnywalli y Madhavan, 2001; Nahapiet y Ghoshal, 1998; Liu, 2005). Una consideración teórica importante en el contexto de este trabajo, es la que formulan Dess y Shaw (2001) en relación al papel que puede desempeñar el capital social en el marco del cuadro de mando integral. En esta contribución, los autores asoman la relación entre el capital social y algunas variables como liderazgo y agilidad de los procesos. Desde el punto de vista empírico, también se han hecho algunas aportaciones que proporcionan evidencia sobre la relación ente el capital social y el conocimiento. YliRenko et al. (2001) conducen un estudio empírico cuyos resultados validan la relación entre el capital social y las variables adquisición y explotación del conocimiento, aspectos que asocian al desarrollo de ventajas competitivas. Concretamente, las investigadoras aludidas obtienen evidencia de que el capital social está relacionado con la cantidad de conocimiento adquirido del entorno y explotado por empresas jóvenes basadas en tecnología. Por su parte, Saz (2007) estudia la vinculación entre la referida forma de capital y la absorción de conocimiento en las entidades sin fines de lucro. La autora concluye que por efecto del capital social generado en las redes constituidas por las organizaciones estudiadas, las mismas están dispuestas a compartir información sobre aspectos técnicos y sobre las condiciones del entorno, lo que se refleja en el desempeño (Saz, 2007, p. 271). 8 Los trabajos que han sido referenciados proporcionan elementos teóricos y empíricos para apoyar las consideraciones sobre la relación entre el capital social y la lógica causal de los objetivos estratégicas de las cajas de ahorro venezolanas, en el marco del cuadro de mando integral. 3. Propuesta del Cuadro de Mando Integral para el Tratamiento de los Aspectos Relacionados con el capital social en las Cajas de Ahorro Venezolanas La propuesta de cuadro de mando integral para la consideración del capital social como un elemento de gestión en las cajas de ahorro venezolanas, apunta a reconocer la importancia de tal aspecto, como componente inherente a la naturaleza de estas entidades y como aspecto estratégico que apoya el logro de los objetivos organizacionales, habida cuenta de que los mismos están orientados al beneficio colectivo y, por tanto, la posibilidad de alcanzarlos se basa en la acción cooperativa, la reciprocidad y la confianza, elementos que constituyen la esencia del capital social. Por tanto, éste debe enfocarse en el planteamiento estratégico de las cajas de ahorro como un factor dinamizador que favorece el logro de los objetivos. En base a los razonamientos anteriores, resulta pertinente plantear que el capital social puede ser utilizado como instrumento estratégico y en su carácter de tal, es susceptible de ser gestionado para potenciar los beneficios que se derivan de él, supuesto que convierte al capital aludido en objeto de la gerencia estratégica. Este planteamiento cobra fuerza a la luz de las aseveraciones que sostienen la posibilidad de invertir en el capital social a los fines de incrementarlo (Putnan; 1993; Uphoff, 2003; Lorenzelli, 2003). A partir de las consideraciones que anteceden, puede decirse que la temática del capital social en la gestión de las cajas de ahorro venezolanas plantea dos aspectos fundamentales e indivisibles: a) el fortalecimiento de las formas de capital social de las cuales participan las entidades analizadas, como mecanismo para mejorar el desempeño en términos de objetivos sociales y financieros; y b) la valoración del impacto que la reserva de capital social genera en el desempeño de las instituciones estudiadas, lo que se traduce en mejoras para la organización y creación de valor para los asociados, en su doble rol de usuarios e inversionistas. Los dos aspectos mencionados constituyen el punto de partida de la propuesta de cuadro de mando integral para la gestión del capital social en las cajas de ahorro venezolanas. El diseño del instrumento de gestión en referencia enfoca las ventajas que pueden obtener las cajas de ahorro a partir de sus capacidad de desarrollar capital social a diferentes niveles de complejidad, de acuerdo a la clasificación de Durston (2002), con base en lo cual se analizan los efectos que surte dicho capital en las entidades analizadas, apreciando dichos impactos desde dos ópticas: a) los beneficios que obtienen los socios y la organización, en general, como resultado de los vínculos que operan en la red de relaciones internas de dichas entidades, lo que alude al capital social grupal; y b) las ventajas que se derivan para la organización, como resultado de su participación en redes de relaciones interorganizacionales, que involucran tanto a otras cajas de ahorro (capital social “puente”), como a entes del sector público y privado que pueden facilitar el acceso a recursos críticos, incluyendo la información (capital social “escalera”). Este análisis se entrelaza con el aspecto de la apropiación, que se refiere al aprovechamiento del capital social de las cajas de ahorro para el logro de propósitos diferentes a los que definen la esencia de las asociaciones estudiadas y que pueden derivar en beneficios para la comunidad (capital social comunitario). El diseño del cuadro de mando integral enfocado en el capital social de las cajas de ahorro venezolanas, será desarrollado en cuatro perspectivas que conforman la estructura del instrumento de gestión en referencia, adaptado a las asociaciones que son objeto de análisis en este trabajo, de acuerdo a la propuesta presentada por uno de los 9 autores de esta comunicación en una contribución previa (Torrealba, 2007). Las perspectivas en cuestión son: “asociado-sociedad”. "financiera”, “procesos internos” y “aprendizaje y crecimiento”. A continuación se describe cada una de las perspectivas señaladas, indicando los objetivos estratégicos que se benefician del capital social, en cada caso y sus respectivos indicadores. Dichos objetivos han sido extraídos, en su mayoría, de la propuesta de Torrealba (2007). Es pertinente aclarar que, si bien el capital social representa un activo intangible y, como tal, pertenece a la perspectiva del aprendizaje y crecimiento, según la propuesta de Kaplan y Norton (2004), la dinámica de causalidad que constituye la hipótesis central del cuadro de mando integral, permite que los beneficios del capital social generen una onda expansiva que extiende tales impactos al resto de las perspectivas, a partir de la perspectiva que contiene los intangibles. Esta propuesta constituye una aproximación a las consideraciones sobre el impacto del capital social en las dimensiones del cuadro de mando integral de las cajas de ahorro venezolanas, por lo cual, no agota todas las relaciones que puedan establecerse entre dicho capital y los objetivos de las entidades estudiadas, en cada una de las perspectivas del instrumento de gestión propuesto. 3.1. Perspectiva Asociado-Sociedad La perspectiva Asociado-sociedad se relaciona con la creación de valor a favor de los socios de las cajas de ahorro, en términos del mejoramiento de sus condiciones sociales y de generación de beneficio colectivo. Los esfuerzos realizados por las entidades estudiadas, a todos los niveles, deben apoyar la propuesta de generación de beneficio social a favor de los asociados (Torrealba, 2007, p.231). En la perspectiva del asociado-sociedad del cuadro de mando integral de las cajas de ahorro venezolanas los beneficios obtenidos del capital social se manifiestan fundamentalmente, en la accesibilidad del crédito y en el aprovechamiento de la capacidad económica obtenida a través de la acción cooperativa, para otorgar préstamos de interés social (para vivienda, recreación y atención a la salud), desarrollar proyectos de la misma índole en beneficio de los asociados, realizar negociaciones a cierta escala que permitan obtener condiciones más ventajosas y establecer mecanismos de protección colectiva. Estas últimas incluyen modalidades como las pólizas de seguro colectivas y los planes de mutuo auxilio. Es importante destacar que desde el punto de vista de los objetivos propiamente sociales de las cajas de ahorro, resulta pertinente considerar los beneficios que puedan trascender a la comunidad por la proyección del capital social acumulado en las instituciones analizadas. Por ejemplo, el apoyo de estas entidades a las organizaciones civiles de base local en la gestión de proyectos, lo que ilustra la evolución hacia el capital social comunitario, a partir de la forma grupal. Este fenómeno concuerda con lo que Coleman (1990, citado en Millán y Gordon, 200) denomina apropiación, que consiste en el aprovechamiento del capital social para fines distintos de aquellos que corresponden a la estructura dentro de la cual ha germinado originalmente el capital en cuestión. En el Cuadro 1 se proponen algunos indicadores que permiten evaluar el impacto del capital social desde el punto de vista de la propuesta de valor social dirigida a los usuarios (asociados) y al entorno. CUADRO 1: CUADRO DE MANDO INTEGRAL DEL CAPITAL SOCIAL EN LAS CAJAS DE AHORRO VENEZOLANAS. PERSPECTIVA ASOCIADO-SOCIEDAD: OBJETIVOS E INDICADORES Indicadores Tipo de Capital Objetivos Social 10 a) Facilitar acceso crédito el Porcentaje que representan los al asociados beneficiados por operaciones de financiación, en relación al total de miembros de la caja de ahorro. b) Atender las Porcentaje de Prestamos de Interés necesidades Social sociales de Inversión en Proyectos Sociales los asociados c) Activar Porcentaje de socios que se benefician mecanismos de figuras de negociación y protección de protección colectiva y negociación Aportes de la caja de ahorro a las colectiva figuras de protección y negociación colectiva d) Proyectar la Actividades de apoyo a la comunidad labor social Aportes a la comunidad en relación al hacia el total de costos entorno Fuente Elaboración Propia Grupal Grupal Grupal Comunitario 3.2. Perspectiva Financiera La perspectiva financiera contempla los propósitos relacionados con la generación de valor para los socios de las cajas de ahorro, en su condición de propietarios de la entidad, Esta dimensión tiene que ver con los siguientes aspctos: a) el desarrollo de una gestión financiera que garantice la retribución de los ahorros mantenidos por los asociados en la institución; b) el fortalecimiento patrimonial de entidad; y c) la disponibilidad de los recursos requeridos para cumplir con las obligaciones de la misma (Torrealba , 2007, p. 232). En términos de la perspectiva financiera, los impactos del capital social en las cajas de ahorro venezolanas se visualizan principalmente a través de dos aspectos: a) las ventajas obtenidas en la rentabilidad sobre inversiones financieras como resultado de la colocaciones de mayores volúmenes de fondos; y b) el ahorro de costos obtenido por las siguientes vías: la cooperación, la simplificación de procesos por efecto de los vínculos de confianza y solidaridad y la facilidad de acceso a conocimientos e información a través de las relaciones con entes del entorno. En el Cuadro 2 se proponen algunos indiciadores que describen el impacto del capital social en los objetivos financieros de las cajas de ahorro venezolanas. CUADRO 2: CUADRO DE MANDO INTEGRAL DEL CAPITAL SOCIAL EN LAS CAJAS DE AHORRO VENEZOLANAS: PERSPECTIVA FINANCIERA: OBJETIVOS E INDICADORES Indicadores Tipo de Capital Objetivos Social Grupal a) Optimizar la Tasa de interés promedio de Rentabilida colocaciones de la entidad vs. tasa de d interés promedio ofrecida en el mercado al monto promedio de ahorros por asociado 11 b) Minimizar costos los Ahorro de costos de personal Ahorro de costos en la generación de nuevos productos Ahorro de costos en la recuperación de préstamos Ahorro de costos en la tramitación de préstamos Fuente Elaboración Propia Grupal 3.3. Perspectiva de los Procesos Internos En el contexto de las cajas de ahorro, la perspectiva de los procesos internos enfoca el desarrollo de aquellos procesos que resultan críticos para apoyar el cumplimiento de los objetivos planteados en las perspectivas que generan valor (Kaplan y Norton, 2000) para los asociados, en términos sociales y económicos. Tales procesos abarcan, ineludiblemente, aspectos relacionados con las actividades que identifican por excelencia a estas entidades, como son los préstamos, los aportes y las inversiones (Torrealba, 2007, pp. 232-233) La perspectiva de los procesos internos del cuadro de mando integral que se propone aborda la forma en que el capital social genera efectos que repercuten en los procesos internos de la organización, considerando, particularmente, dos de las categorías contenidas en la clasificación de Kaplan y Norton (2004): procesos de gestión operativa y procesos de innovación. En cuanto a los procesos de gestión operativa, se debe destacar el impacto del capital social en la prestación de servicios (procesos de producción y entrega de productos) y en la gestión del riesgo. En cuanto al primer aspecto, cabe apuntar que los patrones de reciprocidad y solidaridad que se manifiestan a través de figuras como las fianzas 1 , permiten agilizar los procesos de otorgamiento de préstamos no respaldados por la disponibilidad de ahorros de los prestatarios y disminuyen los costos de trámites por constitución de garantías (costos de transacción), reduciendo, además, al mínimo la probabilidad de incumplimiento, lo que se refleja también en los procesos de gestión del riesgo. En relación a este último aspecto, se debe agregar que, de manera general, los valores de reciprocidad y confianza desarrollados en las cajas de ahorro pueden hacer posible que los prestatarios cumplan con sus pagos aun cuando no existan garantías ni retenciones de cuotas de amortización a través de nómina, lo que disminuye el riesgo de crédito. Por otra parte, las relaciones de las cajas de ahorro con el empleador, pueden disminuir las demoras en la entrega de las aportaciones de éste, principalmente cuando el patrono pertenece al sector público, ya que las organizaciones estatales suelen incurrir en moras considerables con respecto a la entrega de las aportaciones a las cajas de ahorro constituidas por sus trabajadores. Respecto a los procesos de innovación, se debe considerar la relación del capital social con la explotación del conocimiento, a través de la generación de nuevos productos (Yli-Renko et al., 2001), lo que según plantean los autores referenciados, está mediado por la adquisición de conocimiento a través de los vínculos con actores del entorno. Las consideraciones anteriores se resumen en el planteamiento de indicadores y objetivos de la perspectiva de los procesos internos contenidos en el Cuadro 3. 1 La fianza es una figura por medio de la cual un socio que tiene ahorros disponibles (no utilizados en préstamos ni retiros) cede total o parcialmente dicha disponibilidad para que otro socio que no cuenta con saldo a disponible, pueda recibir préstamos por parte de la caja de ahorro, con garantía de los ahorros de quien otorga la fianza. 12 CUADRO 3: CUADRO DE MANDO INTEGRAL DEL CAPITAL SOCIAL EN LAS CAJAS DE AHORRO VENEZOLANAS: PERSPECTIVA DE LOS PROCEOS INTEROS OBJETIVOS E INDICADORES Indicadores Tipo de Capital Objetivos Social Nuevas modalidades de servicios Puente a partir de los a) Renovar la incorporadas oferta de intercambios con otras cajas de ahorro Servicios Tiempo de otorgamiento de Grupal b) Agilizar la préstamos con fianzas vs. préstamos con garantías reales prestación de servicios c) Recuperar oportuna-mente los préstamos Porcentaje de mora de la cartera de préstamos cuyas cuotas de pago no son retenidas a través de nómina Mantener Porcentaje de disminución de de los aportes patronales pendientes, como actualizadas resultado de negociaciones con el las empleador aportaciones Fuente Elaboración Propia d) Grupal Escalera 3.4, Perspectiva del Aprendizaje y Crecimiento La perspectiva del Aprendizaje y Crecimiento alude al desarrollo de las competencias y habilidades fundamentales para garantizar a las cajas de ahorro el desempeño exitoso en los procesos que se consideran fundamentales para la creación de valor desde el punto de vista social y financiero. En relación a tales competencias, se debe resaltar la necesidad de considerar, tanto la dimensión propiamente técnica de los procesos, como los aspectos legales que resultan críticos para estas entidades, toda vez que las mismas están sometidas a un marco normativo específico que contempla un significativo conjunto de obligaciones sujetas a seguimiento por parte de la Superintendencia de Cajas de Ahorro, ente estatal que supervisa el sector. En la perspectiva del aprendizaje y crecimiento del cuadro de mando que se propone se evalúa el papel del capital social en la adquisición de conocimientos y en el desarrollo de capacidades de las cajas de ahorro, a los efectos de lo cual se toman en consideración tres niveles de complejidad del capital social: grupal, puente y escalera. En cuanto a las dos últimas modalidades, resulta pertinente destacar el impacto que las mismas pueden ejercer en la adquisición de conocimiento por vía de los intercambios con actores del entorno, especialmente, en lo concerniente a la materia legal, de procedimientos contable-administrativos, de prácticas gerenciales y en cuanto a modalidades de servicios prestados por las entidades estudiadas. En este sentido, se torna importante el papel de las redes formales e informales constituidas por los directivos de las cajas de ahorro, las instancias de asociación de estas entidades (capital social tipo puente) y los vínculos de sus representantes con la Superintendencia de Cajas de Ahorro (órgano regulador del sector) y con el patrono. Estas dos últimas formas de relación ilustran la modalidad de capital social tipo “escalera”. En cuanto al capital social grupal, en la perspectiva del aprendizaje y crecimiento se consideran los beneficios derivados para la organización en términos de conocimientos y capacidades, como resultado de las acciones de cooperación que se desarrollan en el 13 seno de las cajas de ahorro, a través de actividades en las cuales los asociados aportan su experticia en beneficio del colectivo, al actuar como personal de estas instituciones o como parte de los cuadros asesores, sin obtener remuneración por los servicios prestados. Por otra parte, dado que la perspectiva del aprendizaje y crecimiento incluye aspectos relacionados con los valores organizacionales (Kaplan y Norton 2004), que forman parte de la perspectiva cognitiva del capital social, según Nahapiet y Ghoshal (1998), se considera pertinente incorporar a la perspectiva en referencia un elemento alusivo al fortalecimiento de los valores de las cajas de ahorro, aspecto que se relaciona con la inversión en capital social, identificada anteriormente, como uno de los aspectos fundamentales de la gestión de esta variable en las cajas de ahorro. En base a las consideraciones anteriores, a continuación se proponen algunos indicadores que describen el papel del capital social en el logro de los objetivos de la perspectiva del aprendizaje y crecimiento del cuadro del mando integral de las cajas de ahorro venezolanas (Cuadro 4). CUADRO 4: CUADRO DE MANDO INTEGRAL DEL CAPITAL SOCIAL EN LAS CAJAS DE AHORRO VENEZOLANAS: PERSPECTIVA DEL APRENDIZAJE Y CRECIMIENTO: OBJETIVOS E INDICADORES Indicadores Tipo de Capital Objetivos Social Adquisición de conocimientos Puente a) Aprovechar los a través de relaciones con vínculos otras cajas de ahorro interorgnanizaciona Adquisición de conocimientos Escalera les e a través de relaciones con intraorganziacional actores críticos es para apoyar el Capacidades desarrolladas a desarrollo de través de la cooperación de los Grupal conoci-mientos y asociados con el trabajo de la capacidades organización. Capacidades desarrolladas a través de las relaciones entre el personal de la asociación. b) Identificar al Participación del personal en personal y a los actividades de formación de asociados con los valores valores de las cajas Inversión en formación de de ahorro. valores que identifican a las cajas de ahorro Fuente Elaboración Propia 3.5. Relaciones entre los Indicadores de las Cuatro Perspectivas Dentro de la lógica causal del cuadro de mando integral, los efectos provocados por el capital social en la perspectiva del aprendizaje y crecimiento deberán proyectarse hacia las restantes de manera inmediata o mediata. Así, por ejemplo, la adquisición de conocimientos, por efecto de los intercambios realizados en el contexto de las redes establecidas con actores del entorno, se trasladarán a la perspectiva de los procesos internos por vía de la explotación de nuevos productos y el mejoramiento de los procesos. Estos beneficios se reflejarán en la perspectiva financiera a través de la disminución de los costos y tendrán una repercusión en la perspectiva del cliente bajo la forma de la calidad percibida. De igual manera, la formación de valores en la perspectiva 14 del aprendizaje y crecimiento favorecerá la disposición del personal hacia el desarrollo de capacidades y fortalecerá en los socios las actitudes de cooperación, responsabilidad y reciprocidad, con efectos en la disminución de los costos de transacción y el respectivo impacto positivo en la rentabilidad. Los resultados obtenidos en este sentido favorecerán una mayor disponibilidad de fondos que pueden orientarse hacia inversiones sociales en beneficio de los asociados. 4. CONCLUSIONES La importancia del cuadro de mando integral, como instrumento para la gestión del capital social en las cajas de ahorro venezolanas, se deriva de la posibilidad de evaluar el efecto de la acción cooperativa, la confianza y la solidaridad en el cumplimiento de los objetivos estratégicos de estas organizaciones, lo que aporta elementos para validar las propiedades que la literatura atribuye al capital social como facilitador de los propósitos organizacionales y como factor que favorece la disminución de los costos. El cuadro de mando integral proporciona una metodología para valorar el impacto del capital social en el desempeño de las cajas de ahorro venezolanas, aplicando un enfoque estratégico que permite apreciar la forma en que el elemento aludido se inserta en la cadena de causalidad que conduce al logro de los objetivos, de tal manera que sea posible establecer la prioridad que debe asignársele en la gestión de las entidades analizadas. La aplicación del cuadro de mando integral para la gestión del capital social en las cajas de ahorro venezolanas favorece el tratamiento de este elemento usando criterios técnicos que contribuyan a valorizar el estudio del mismo en el ámbito de la gestión estratégica. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ACQUACCH, Moses (2007): “Managerial social capital, strategic orientation and organizational performance in an emerging economy”. Strategic Management Journal. Vol. 28, núm. 12, p. 1235. COLEMAN, JAMES (1988): “Social capital in the creation of human capital”. American Journal of Sociology. pp 95-120. ______ (1990): “Foundation of Social Theory”. The Belknap Press of Harvard University Press. DÍAZ, JAVIER (2003): “Capital social, organizaciones de base y el Estado”. En: ATRIA, RAÚL Y SILES, MARCELO. Capital social y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe. CEPAL. Michigan State University. Santiago de Chile. DESS, G. & SHAW, J. 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