19 MARZO 2011 PERIGEO LUNAR Hay dos temas importantes para marzo. Uno es la oposición entre Júpiter y Saturno que será exacta el día 28, pero que estará dentro de pocos minutos de orbe a partir de mediados de marzo hasta mediados de abril. Un período de tiempo que se extiende por la retrogradación de Mercurio que se involucra en la configuración y Marte que se unirá a la misma durante la primera quincena de abril. La retrogradación de Mercurio en su fase máxima comienza en torno al 23 marzo y se extiende hasta el 7 mayo. El otro tema importante para este mes es la luna llena del día 19 que coincide con una súper luna. La luna llena en el perigeo más cercano del año (356,577 km), un espectáculo digno de ver cuando se eleve sobre el horizonte este al atardecer. De los dos temas cósmicos más importantes del mes, a largo plazo, la oposición entre Júpiter y Saturno será de enorme relevancia. Estos dos planetas son marcadores de los ciclos financieros y/o económicos por excelencia. Una oposición supone una polaridad en tensión entre dos puntos, semejante a la luna llena, momento en que el Sol se opone a nuestro satélite visto desde nuestra perspectiva. Con la cantidad de dinero que se ha estado bombeando al sistema financiero mundial desde la crisis financiera del 2008, muchos tienen la falsa impresión de que nos encontramos en un período de recuperación económica, sin embargo esto no es así. Durante los últimos dos años se ha estado gastando el dinero que los grandes bancos y gobiernos mundiales inyectaron al sistema, pero la crisis no se ha resuelto porque el sistema no ha sido saneado. Claro que las cosas podrían estar mejor si ese dinero inyectado al sistema hubiese sido real y no ficticio, producto de la impresión digital. Todo ese dinero se reduce a una sola palabra: "deuda". El tiempo de la bonanza comenzó a decaer a partir de la primera oposición entre Júpiter y Saturno del año 2010, y que a su vez formó parte de una T-cuadrada con Venus, planeta por excelencia relacionado con los valores y capitales. Sin embargo, aquella oposición entre Júpiter y Saturno de mayo del año pasado se dio en signos mutables como Piscis y Virgo, suavizando su efecto y demorando su manifestación. La oposición entre Júpiter y Saturno de los años 2010-2011 es una alineación típica de tres partes, debido a las respectivas retrogradaciones de Saturno primero, después Júpiter y otra vez Saturno. Esta configuración es importante porque es la primera en la transición entre Piscis-Virgo fundiéndose dentro de Aries-Libra, oposición en estos signos que no sucede desde el triplete de 1951-1952. Otras alineaciones de este tipo sucedieron previamente en 1156-1157, 1097-1098 y 362-363 de nuestra era, así como en los años 551-550 y 492-491 antes de nuestra era. Con apenas una media docena de ejemplos en casi 3000 años, esta particular oposición de transición de Júpiter y Saturno es bastante rara. Basta ver las fluctuaciones económicas y de los mercados de esas fechas (en nuestra era) para entender su efecto. Las fechas que comprenden esta transición corresponden al 23/05/2010 cuando Júpiter y Saturno se enfrentaron en una alineación inicial en Piscis-Virgo (respectivamente), seguida de otra alineación el 16/08/2010 entre los signos de Aries-Libra, y actualmente la que corresponde al 28 marzo de este año. Las tres alineaciones tienen un componente marciano muy fuerte. La primera ocurrió durante el ciclo máximo de Marte y las dos siguientes tienen a Marte en uno de los extremos de la oposición (conjunto a Saturno en el primer caso y opuesto a Saturno en el segundo). Este componente marciano indica que los gobiernos y bancos centrales no pueden darse el lujo de fabricar una solución a los quiebres económicos y financieros según se le venga en ganas. En cambio, hay rabia y enojo y la amenaza de violencia que se extiende desde revueltas populares hasta tensión y conflicto internacional. Sobre el ciclo de la conjunción de Sol-Marte de la que hablé en otro artículo, sumado al ciclo máximo de Marte, la tensión y las revueltas se han vivido en casi todo el globo y por las mismas razones: apremios económicos y materiales. Desde los levantamientos y toma de terrenos en Buenos Aires hasta los reclamos por corrupción en los países del norte de África, España, Grecia, Irlanda, etc. Debido a lo anterior, uno tendría que prepararse para la crisis venidera y el pánico financiero que volverá a asomar una vez más. La amenaza de una deuda soberana por "default" en Europa o el reventón de la burbuja en China, puede sacudir de muy mala manera a los mercados mundiales y producir cortes en la producción y distribución de gas y petróleo. Si esto llegase a suceder entre mediados de marzo y mediados de abril, estaría justo en término de las fechas de influencia de esta última oposición y que tendrá un efecto más prolongado que las anteriores porque sucede en los grados medios de ambos signos (Aries-Libra) y la etapa retrógrada de Mercurio. El euro tendrá una leve escalada antes de comenzar a recortar su valor a medida que llegamos a finales de marzo. Para aquellas personas que especulan en el mercado de valores, será importante que traten de retirar sus ganancias antes que se establezca esta oposición Júpiter-Saturno el 28 marzo, para después volver a comprar a un precio de descuento una vez que se asiente el polvo de esta nueva crisis, cerca de julio de este año cuando el ciclo máximo de Venus alcance su momento y surja la oportunidad de tomar ganancias. Será importante poder tener algo de efectivo a mano y aquellos que dispongan de dinero extra, bien harían en poder comprar metales preciosos porque el pánico de los inversores hará que se deshagan del oro y plata para disponer de efectivo en una esperanza vana de comprar seguridades en Estados Unidos. Esta última oposición entre los dos grandes se dará sobre el grado de Saturno en Libra en la casa 10 (gobierno) de Estados Unidos y en cuadratura con su Sol en Cáncer, razón de sobra para suponer que es allí donde se inicia el crash. Es sabido por las noticias sobre los malabares que dicho país está haciendo por medir el gasto y el déficit interno, en un ajuste radical que los republicanos buscan sobre el presupuesto de Obama y al que aún no han llegado a acuerdo. Otro tema para este mes de marzo y que hay que tener muy presente es la luna llena del día 19. Esta va a ser la súper luna más intensa y extrema de todo el año. Se estará formando sobre los 28° 48 minutos de Virgo y dentro de la hora del perigeo lunar (distancia más corta de la luna a la Tierra), haciendo que la luna se vea enorme cuando salga por el este al atardecer. Estando tan cerca al equinoccio vernal, esta súper luna ocurre dentro de pocas horas del momento en que la luna llena cruza el ecuador celeste desde el norte hacia el sur, mientras que el sol cruza en la dirección opuesta. Esto abre una ventana de tensión geofísica muy grande, centrada en la fecha actual de la alineación pero en efecto desde el 16 hasta el 22 de este mes. Dentro de esas fechas uno puede esperar los efectos habituales: el surgimiento de mareas extremas en las zonas costeras, movimientos sísmicos que pueden variar de moderados a severos, incluyendo terremotos mayores a magnitud seis de la escala de Richter e incluso erupciones volcánicas, y muy especialmente para esta Luna, una escalada dramática en tormentas poderosas con fuerte precipitación, vientos destructores e intensa actividad eléctrica ambiental. Esto abre la puerta a la posibilidad de inundaciones, aunque estas tormentas también pueden ser simplemente eléctricas con el riesgo que presentan para incendios forestales. Dentro de la configuración de Luna llena (oposición Sol-Luna), participa Urano en una cercana conjunción fuera de signo con el Sol, añadiendo algo más de tensión a todo lo antes explicado. Este tipo de sicigia tiene efecto global sobre nuestro planeta, pero hay ciertos sitios que se verán sometidos a mayores tres que otros dentro de esa ventana de tiempo que corre desde el 16 hasta el 22 marzo. El mapa de astro localidad marca algunas líneas meridianas longitudinales que corren desde América del norte y central, desde Chicago por la punta este de Winnipeg y la ciudad de México por el oeste. Las líneas cruzan el polo demarcando un recorrido similar en Asia a través de Siberia, el este de india, Bangladesh, Nepal, Oeste de China y Mongolia. Además de ello, los arcos horizontales barren desde Nueva Zelanda a través del pacífico hasta el sector ruso del estrecho de Bering, a lo largo de Groenlandia e Islandia, y hacia abajo a través del norte y oeste de Europa y África occidental. Definitivamente la súper luna del 19 marzo es la más significativa en términos de indicador sísmico y de tormentas para este mes, pero no es el único. Una ventana de tensión geocósmica un poco menor quedó establecida para las fechas entre el 1 y 7 de marzo, en torno a la luna nueva del día 4. Los días 23 al 26 de marzo, en que la luna adquiere el máximo de declinación sur sobre el día 25, y desde el final del día 31 hacia los primeros días de abril. También sobre el final de marzo llega el inicio del próximo ciclo máximo de Mercurio. Comienza sobre el inicio de la tarde del 23 marzo con su elongación mayor al este del Sol, iniciando el ciclo máximo de Mercurio que incluye el movimiento retrógrado de las fechas 30 marzo al 23 abril y la conjunción inferior que establece para el 9 abril y que concluye como estrella de la mañana el día 7 mayo en su elongación oeste máxima. Estando lo más cerca del sol, Mercurio es el planeta que se interpone entre nuestra estrella y nosotros la mayor cantidad de veces que cualquier otro planeta lo hace, de hecho varias veces al año, incluyendo la retrogradación de Mercurio que es de por sí legendaria en astrología. Mientras que la mayoría de los astrólogos sólo le prestan atención a esta fase retrógrada de Mercurio, muy pocos caen en la cuenta que eso solamente es parte de la fase orbital inter-solar que interactúa entre Mercurio y la Tierra mientras ambos planetas orbitan alrededor del Sol. La fase máxima de Mercurio comienza cuando este pequeño planeta alcanza su elongación máxima al este del Sol, su fase de estrella vespertina. Esto pasa cuando Mercurio ha dado la vuelta al Sol por el mismo lado que el planeta Tierra y está relativamente cerca de nosotros. Este pequeñito entonces, avanza hasta pasar a la Tierra en su órbita interna, pasando entre nosotros y el Sol. Este cruce es el que se conoce como conjunción inferior con el Sol. Luego de esta conjunción inferior, Mercurio sigue adelante en su camino por delante nuestro hasta que alcanza su mayor elongación al oeste del Sol (su fase de estrella matutina), en cuyo punto Mercurio se dirige hacia el lado oculto de nuestro Sol. Entre estos dos extremos, las elongaciones máximas Este y Oeste, llega la fatídica retrogradación de Mercurio. Vale la pena mencionar que con los planetas inferiores (aquellos que están dentro de la órbita de la Tierra (Venus y Mercurio), el acercamiento mayor a la Tierra coinciden con la conjunción inferior (retrogradación) con el Sol. Con los planetas superiores (aquellos fuera de la órbita de la Tierra) el acercamiento mayor a la tierra coincide con la oposición del planeta al sol (retrógrado). La doctrina astrológica en cuanto a la retrogradación planetaria es impensada. En lugar de estar debilitados o faltos de fuerza en alguna forma debido al movimiento retrógrado, un planeta retrógrado de hecho es más brillante y se lo ve más grande en el cielo y mucho más cercano a nuestra Tierra. De acuerdo a lo anterior, el máximo de Mercurio y su experiencia cumbre es cuando este pequeño planeta brilla con más intensidad de la usual como estrella de la tarde al comienzo de su fase inter solar. La cosa se pone un poco extraña cuando el movimiento aparente de Mercurio a través del cielo comienza a desacelerar, se detiene, y luego invierte su dirección. Después de un par de semanas, el movimiento reverso disminuye hasta frenar y es entonces que Mercurio retoma su curso normal de movimiento a través del cielo. Practicando un poco de observación astronómica, si uno saliera durante las fechas indicadas, vería este fenómeno que acabo de describir. En este movimiento de retrogradación de un planeta, en este caso Mercurio, existe lo que se llama período de sombra que consiste en la distancia recorrida por el planeta previo a la retrogradación y sobre la cual volverá a transitar en sentido inverso antes de volver a adoptar su movimiento directo. En el caso de Mercurio, el 17 marzo comienza a transitar su período de sombra sobre los 12° de Aries que son los grados sobre los cuales nuevamente se pone en directo el 23 de abril. Dentro de los efectos a esperar por parte del ciclo máximo de Mercurio, tenemos: huelgas y otras irrupciones que afecten el transporte y la comunicación (postal, telefónica, líneas aéreas, terrestre), así también como personal que pueda estar afectado a medios de comunicación, actividad portuaria y de enseñanza como en el caso de docentes. Otras manifestaciones de este ciclo de Mercurio serán las tormentas solares que también estarán incluyendo en la interrupción de la prestación de servicios relacionados a la comunicación dependiente de satélites. En esto también hay que agregar rupturas de la infraestructura en el tendido eléctrico, computadoras, sistema de redes e incluso ataques de hackers. Todo lo concerniente a la electrónica en este caso se ve acentuado por la participación de Urano dentro de la configuración. Cerrando el mes de marzo, hay un par de eventos interesantes que se mezclan con el comienzo de abril. Uno es la alineación Urano Marte para el 3 del mes próximo y que se empezará a manifestar sobre los últimos días de marzo junto con la oposición entre Júpiter y Saturno. Los efectos de esta alineación serán de naturaleza violenta, calentando los ánimos y produciendo enfrentamientos, conflictos explosivos e incluso incendios o explosiones. Es un tiempo para mantener la alerta despierta y no bajar la guardia. A partir del 23 y 24 marzo en adelante hasta el 6 y 7 de abril, estaremos en una ventana de enorme estrés y tensión planetaria. Por otra parte, y dentro de un orbe muy pequeño, estará la alineación entre Venus y Neptuno para la última semana de marzo. Esta alineación será mucho más visible que la de Marte-Urano debido a que Venus es un planeta fácilmente distinguible en el cielo. Esta alineación entre Venus y Neptuno marca un tiempo de ensoñación con algunos tintes de fantasía e ilusión. El riesgo nace de la combinación entre los aspectos más violentos mencionados antes con este de mayor distracción presentado por Venus y Neptuno, lo que puede ser una fórmula fatal para muchos. Para el 15 marzo se podrá ver una hermosa conjunción entre Mercurio y Júpiter en el signo de Aries sobre el Oeste al caer el Sol. Como pueden ver, marzo es un mes que viene cargado de eventos estelares intensos y que anticipan a la gran alineación planetaria que estará sucediendo durante abril y parte de mayo en el signo cardinal de Aries. Todas las personas que tengan posiciones planetarias en sus cartas en los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio), deberán mantener cautela en su accionar durante las fechas indicadas y muy especialmente si dentro de los planetas allí ubicados se cuenta a la Luna, Marte, Júpiter o Urano. Será un tiempo para ejercitar la tolerancia, la paciencia y la quietud de espíritu, pero sin desaprovechar la oportunidad de tomar riesgos calculados hacia la puesta en marcha de nuevos proyectos o iniciativas de vida que puedan impulsarnos hacia la expansión y el progreso.