UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO INSTITUTO DE CIENCIAS ECONÓMICO ADMINISTRATIVAS LICENCIATURA EN COMERCIO EXTERIOR PRIM ER CONGRESO NACIONAL DE ESTUDIANTES DE COM ERCIO EXTERIOR- UAEH 2015 PONENCIA: SUBSIDIOS EN COMERCIO EXTERIOR INCENTIVO COMERCIAL O PRACTICA DESLEAL PONENTE: PEÑA HERNANDEZ BECKY SELENE MAYO 2015 SUBSIDIOS EN COMERCIO EXTERIOR INCENTIVO COMERCIAL O PRACTICA DESLEAL Autora: Becky Selene Peña Hernández Estudiante de la Licenciatura en Comercio Exterior [email protected] México: Nuevos Retos en el Comercio Internacional Hoy en día las prácticas desleales en nuestro país como en diferentes países extranjeros están sujetas a casos en los cuales incluyen algunos beneficios del gobierno como son los subsidios, las empresas dedicadas a la exportación toman este tipo de incentivo como una oportunidad de ganar algún mercado en el extranjero. México, Subsidios, Desleal SUBSIDIOS EN COMERCIO EXTERIOR ¿INCENTIVO COMERCIAL O PRACTICA DESLEAL? Subsidio La actual comercialización que vive el mundo, presenta algunos términos. En el lenguaje económico corriente, los subsidios son aplicados para estimular artificialmente el consumo o la producción de un bien o servicio. Son los mecanismos contrarios a los impuestos. En este trabajo se determinara la correcta aplicación de un subsidio con el fin de no incurrir en una práctica desleal. En la cual generalmente la aplicación de subsidios específicos al consumo o a la producción de un producto cualquiera, tiene su origen en la intención de los estados de alcanzar metas sociales, o bien favorecer (por distintas razones) a determinadas personas, actividades o zonas de un país. También suele otorgarse desde el estado a las empresas privadas, con el fin de evitar que posibles aumentos de tarifas lleguen a los consumidores finales de los productos o servicios que ellas proveen, y así proteger la economía regional (principalmente en épocas de inflación). Para las economistas "liberales" son mecanismos artificiales para modificar la asignación de recursos de la economía, a los que toman como perjudiciales para el normal desarrollo de la misma, ya que consideran que la asignación de recursos debe ser efectuada por el "mercado”. En respuesta al propio crecimiento del comercio mundial, en el curso de las últimas décadas la normatividad internacional de los subsidios en el comercio mundial ha ampliado su alcance y adquirido complejidad creciente. La cabal comprensión de esta normatividad de los subsidios resulta indispensable para diseñar los mecanismos de apoyo a la industria, a fin de evitar el uso de fórmulas que puedan ser objeto de medidas compensatorias en los países importadores. Ello es especialmente importante para un país como el nuestro, donde los grandes proyectos de inversión tienden a destinar parte de su producción a la exportación. Según Oscar Dávila León los subsidios son los elementos de propuestas que caracterizan los enfoques de crecimiento y/o desarrollo para los países. Que se diferencian mayormente que otros de América Latina, en materia de políticas económicas y sociales. Y de acuerdo a Carmen Pagés, los subsidios están hechos para crear una era de productividad para transformar economías. Estos autores desde su punto de vista los subsidios son parte de las economías emergentes y desarrolladas lo cual no lleva a una gran cuestión ¿Están los subsidios permitidos en los acuerdos internacionales de comercio? El siguiente trabajo determinara las diferencias entre dumping y subsidios así mismo se evaluara la aplicación de apoyo en el sector agropecuario a fin de diferenciar la intención y el impacto de los apoyos para conocer las particularidades cuando se incurre en un subsidio para no derivar de una práctica desleal. 1. Evolución de la legislación internacional en materia de subsidios: La normatividad tuvo su formulación inicial en 1947 en el acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comercio (GATT), el cual estableció disciplinas muy generales en esta materia, más allá del reconocimiento de la facultad de un país importador de aplicar aranceles compensatorios como respuesta al uso de subsidios por parte de países exportadores. Fe 1955, el código del GATT fue enmendado para incorporar disciplinas respecto a los subsidios a la exportación. Respecto a productos primarios, se instruyó a los países signatarios a "tratar de evitar" estos subsidios y no aplicarlos si con ello se daba lugar a un incremento en su participación en el mercado mundial de un producto por encima de niveles "equitativos". En lo referente a productos no primarios, la normatividad consistió en prohibir los subsidios que causaran un precio de exportación menor al vigente en el mercado doméstico. La aplicación concreta de estas disposiciones, particularmente tratándose de países en desarrollo, estuvo plagada de dificultades y genero una controversia prolongada. La ronda de Tokio del GATT procuro precisar los principios anteriores mediante la promulgación, en 1979, del código de subsidios, el cual constituyo la primera disciplina general y multilateral relativa al uso de subsidios en el comercio mundial. Dicho código incorporo disciplinas en materia de subsidios internos, en adición a los de exportación. El código presento dos vertientes. En la primera se definieron las reglas de procedimiento que debían seguir los gobiernos para imponer aranceles compensatorios y se incluyeron precisiones respecto al significado del concepto de "daño material", aunque no al de "subsidio". En su segunda vertiente, el código estableció la obligación de los gobiernos de abstenerse de otorgar subsidios a la exportación. Las obligaciones, relativamente flexibles, de los signatarios en materia de subsidios en el comercio exterior de productos primarios se reiteraron. En materia de bienes no primarios, se prohibieron los subsidios a la exportación y se eliminó la comparación entre el precio interno del exportador y su precio de exportación. Por otra parte, en materia de subsidios internos, si bien se permitió su uso para objetivos sociales y económicos, por primera vez se estableció la obligación de evitar que su aplicación causara daño, perjuicio serio o reducción de beneficios a las industrias de otros signatarios. El código se complementó en una "lista ilustrativa de subsidios a la exportación". 2. Legislación internacional vigente: La legislación internacional vigente fue negociada en la ronda de Uruguay, la cual dio lugar a la creación de la organización mundial del comercio (OMC) en sustitución del GATT. Dicha legislación define los subsidios en función de dos condiciones. Primero, de la existencia de contribuciones financieras por parte del gobierno o entidad gubernamental a una empresa o industria dentro del territorio de un país, para la manufactura, producción o exportación de mercancía -por ejemplo, transferencias directas de fondos o exenciones fiscales- cuando estas contribuciones beneficien la posición de la empresa o industria en mercados externos. En segundo lugar, la legislación requiere que se compruebe la existencia de estos subsidios y que estos hayan sido dirigidos a empresas o industrias específicas en un país. Este último requisito obedece al concepto de que los subsidios específicos sesgan la asignación de recursos hacia la actividad beneficiaria. Cuando existen estas condiciones, los agraviados pueden impugnar la aplicación del subsidio. El acuerdo sobre subsidios de la OMC define tres clases de subsidios: los permitidos ("verdes"), los impugnables bajo ciertas condiciones ("amarillos") y los prohibidos ("rojos"). Verdes. Hay tres tipos de asistencia gubernamental que no están sujetos a impugnación: 1) la dirigida a investigación industrial y actividades de desarrollo precompetitivo; 2) la destinada a regiones en desventaja, siempre y cuando (entre otros requisitos) formen parte de un esquema general de desarrollo regional y no sean específicos a empresas o industria; y 3) la otorgada para adaptación de planta y equipo existente a nuevos requerimientos ambientales. Amarillos. los subsidios "amarillos" no están expresamente prohibidos, pero son impugnables si se comprueban dos tipos de circunstancias: primero, que causan efectos adversos a la industria, los beneficios o los intereses de algún otro país miembro de la OMC; o segundo, cuando el país subsidiaste no pueda refutar la presunción de que aquellos causan un "perjuicio serio" en contra de otros miembros al desplazarlos de mercados de exportación, al deprimir los precios de sus propios productos, o al aumentar su propia participación en el mercado mundial. Este segundo caso corresponde a los llamados subsidios "amarillo oscuro", los cuales pueden ser de cuatro tipos: subsidios excesivos a un producto (más del 5 por ciento de su valor), subsidios para cubrir pérdidas de operación de una industria, subsidios para cubrir pérdidas de operación de una empresa y condonación directa de deudas. Rojos. Los subsidios "rojos" están prohibidos bajo cualquier circunstancia. Esta categoría comprende los subsidios a la exportación y los que fomentan el uso de productos nacionales en lugar de los importados, discriminando a estos últimos. Las medidas correctivas aplicables dependen del tipo de daño que el subsidio ocasiona a los productores nacionales. si, entre otros hechos, se comprueba que las importaciones de productos similares a los fabricados nacionalmente son subsidiados por el gobierno del país de origen y que lo anterior causa un impedimento material al desarrollo de la industria nacional de estos productos por ejemplo, porque deprime el precio interno en el país destinatario-, la autoridad competente del país importador está facultada para imponer aranceles compensatorios, cuyo monto nunca deberá exceder el total estimado de subsidios directos e indirectos. Por otro lado, si el gobierno de un país signatario de la OMC considera que existe un perjuicio serio en su contra, debido que a los subsidios del gobierno de otro país causan un deterioro en la posición de sus exportaciones en el mercado del país subsidiaste o en terceros países; o que ciertos programas del gobierno de ese otro país afectan sus intereses comerciales en cualquiera de los mercados internacionales de la mercancía subsidiada, entonces el subsidio puede ser impugnado. (luis, 2012) ¿Están los subsidios permitidos en los acuerdos internacionales de comercio? El acuerdo de la organización mundial del comercio (OMC) sobre subvenciones y derechos compensatorios (acuerdo SMC) ha prohibido el uso de subvenciones a la exportación de bienes en países desarrollados desde 1995. La misma prohibición se aplica a todos los países en desarrollo desde el año 2003, excepto en el caso de: 1) países listados en un anexo del acuerdo (países menos desarrollados y algunos otros países en desarrollo). 2) países en desarrollo que han solicitado y obtenido una extensión. Conforme a la normativa de la OMC, el uso de subvenciones no está sujeto a ninguna restricción en el caso del primer grupo de países. Por lo tanto, pueden usar subsidios a las exportaciones en las zonas francas de exportación. El segundo grupo de países solicitó una extensión durante la conferencia ministerial de la OMC en Doha en el año 2001. El acuerdo SMC prevé la posibilidad para los países en desarrollo de una extensión de la fecha límite para eliminar las subvenciones a la exportación (2003). Los países que solicitaron una extensión pueden usar subvenciones a la exportación (incluyendo en zonas francas de exportación) hasta el fin de 2009 pero no pueden incrementar el nivel de dichas subvenciones. Es más, cuando alcanzan una situación de competitividad en las exportaciones de un producto en particular (es decir, cuando la participación de las exportaciones de ese producto represente como mínimo el 3,25 por ciento del comercio mundial de ese producto por dos años consecutivos), los países en desarrollo eliminarán sus subvenciones a la exportación de ese producto en un plazo de dos años. el acuerdo general sobre comercio de servicios (AGCS), que cubre inversiones en servicios, permite el uso de subvenciones pero prohíbe la discriminación entre proveedores de servicios extranjeros, incluidos inversionistas extranjeros. El AGCS también prohíbe la discriminación entre inversionistas nacionales y extranjeros en los sectores de servicios con respecto a los cuales los países han asumido compromisos, a menos que estos países dispongan algo diferente. (comercio, 2014) Existen diversos tipos de subsidio: 1. Subsidios a la oferta (otorgados a los productores de bienes y servicios). 2. Subsidios a la demanda son subsidios que reducen lo que paga el usuario, por debajo del costo del bien o servicio. Pueden ser: a) Subsidios directos: el gobierno paga directamente una parte del servicio a algunos consumidores. En el mejor de los casos este subsidio debe aparecer dentro de la factura como una rebaja al precio normal, señalando quien lo paga y cuál es la base del cálculo. b) Subsidios cruzados (entre diferentes usuarios): en este caso la empresa calcula su tarifa general (que cubre los costos totales) pero no cobra el mismo monto a todos los clientes. Algunos pagan más que el costo real, para permitir que otros paguen menos. No hay necesidad de que el gobierno ponga nada del costo de este subsidio. Ya que el ingreso total de la empresa se mantiene igual. El sector en su totalidad no está siendo subsidiado; sino, algunos usuarios (quienes, se supone, son los menos necesitados) están subsidiando el consumo de otros usuarios (los supuestamente más necesitados). En el comercio internacional los subsidios provocan efectos similares a la del dumping, pero estos son más dañinos. Hoy en día se debaten dos posiciones sobre el dumping: A. La primera sostiene que el dumping es una práctica normal del comercio que beneficia al consumidor final, productores y usuarios del país que incorpora la mercadería, siendo las regulaciones antidumping normas esencialmente proteccionistas. B. La segunda posición sostiene que las medidas anti-dumping son legítimas en función de un orden de comercio liberal, pero en algunos casos se han usado con fines proteccionistas. Para compensar las distorsiones en la eficiencia competitiva causadas por el dumping se han ideado algunos remedios. En el comercio internacional el GATT (acuerdo general de aranceles y comercio) es quien reglamenta el uso de una idea anti-dumping, el GATT no castiga el dumping si no que trata de evitar el daño que causa. Dumping, subsidios y medidas compensatorias En los últimos años miembros de la OMC (organización mundial del comercio) han tenido que implementar reformas en sus políticas comerciales con el fin de incorporarse a los acuerdos que en el marco de dicha organización se han pactado. Las disposiciones tienes que ver con la liberación de las barreras comerciales, se considera también que hay otro tipo medidas de suman importancia, se trata de las que aparece con el fin de compensar prácticas desleales de los países exportadores como el dumping y los subsidios que afectan seriamente la producción nacional. Los países miembro de la OMC se rigen por las normativas sobre subvenciones y derechos compensatorios mediante procedimientos para tratar la importaciones a precios de dumping y subsidiadas. La OMC autoriza a los países a imponer aranceles compensatorios sobre la importación de productos que se benefician con la práctica desleal de dumping. Solo en aquellas instancias en donde las investigaciones confirmen el alegato de que tales importaciones están causando daños materiales a la industria nacional. Por lo tanto los países se ven en la necesidad de crear instancias para iniciar tales investigaciones, algunas de ellas se hacen a petición de algunas industrias que aleguen daños causados por las importaciones y otras la pueden hacer simplemente independiente de dicha petición. Subvenciones y medidas compensatorias Este acuerdo tiene una doble función: somete a disciplina la utilización de subvenciones y reglamenta las medidas que los países puedan adoptar para contrarrestar los efectos de las subvenciones. En él se dispone que un país puede utilizar el procedimiento de solución de diferencias de la OMC para tratar de lograr la supresión de la subvención o la eliminación de sus efectos desfavorables, o que el país puede iniciar su propia investigación y aplicar finalmente derechos adicionales (llamados “derechos compensatorios”) a las importaciones subvencionadas que se concluya causan un perjuicio a los productores nacionales. El acuerdo contiene una definición de subvención. Establece también el concepto de subvención “específica”, es decir, una subvención exclusivamente destinada a una empresa o rama de producción o a un grupo de empresas o ramas de producción del país (o estado, etc.) que la otorga. Sólo las subvenciones específicas están sujetas a las disciplinas establecidas en el acuerdo. Pueden ser subvenciones internas o subvenciones a la exportación. El acuerdo establece dos subvenciones categorías de subvenciones: subvenciones prohibidas y recurribles. Inicialmente contenía una tercera categoría: subvenciones no recurribles. Esta categoría existió durante cinco años, hasta el 31 de diciembre de 1999, y no se mantuvo después. El acuerdo es aplicable a los productos agropecuarios y a los productos industriales, excepto cuando las subvenciones estén exentas en virtud de la “cláusula de paz” del acuerdo sobre la agricultura, que expirará al final de 2003. Subvenciones prohibidas: son aquellas cuya concesión está supeditada al logro de determinados objetivos de exportación o a la utilización de productos nacionales en vez de productos importados. Están prohibidas porque están destinadas específicamente a distorsionar el comercio internacional y, por consiguiente, es probable que perjudiquen al comercio de los demás países. Pueden impugnarse mediante el procedimiento de solución de diferencias de la OMC, que prevé para ellas un calendario acelerado. Si en el procedimiento de solución de diferencias se confirma que la subvención figura entre las prohibidas, debe suprimirse inmediatamente. De lo contrario, la parte reclamante puede adoptar contramedidas. Si las importaciones de productos subvencionados perjudican a los productores nacionales, puede imponerse un derecho compensatorio. Subvenciones recurribles: cuando se trata de una subvención comprendida en esta categoría el país reclamante tiene que demostrar que la subvención tiene efectos desfavorables para sus intereses. De no ser así, se permite la subvención. En el acuerdo se definen tres tipos de perjuicio que las subvenciones pueden causar: pueden ocasionar un daño a una rama de producción de un país importador; pueden perjudicar a los exportadores rivales de otro país cuando unos y otros compitan en terceros mercados; y las subvenciones internas de un país pueden perjudicar a los exportadores que traten de competir en el mercado interno de dicho país. Si el órgano de solución de diferencias dictamina que la subvención tiene efectos desfavorables, se debe suprimir la subvención o eliminar sus efectos desfavorables. También en este caso puede imponerse un derecho compensatorio si las importaciones de productos subvencionados perjudican a los productores nacionales. Algunas de las disciplinas establecidas son similares a las del acuerdo antidumping. Para poder imponer derechos compensatorios (el equivalente de los derechos antidumping) el país importador tiene que haber realizado antes una detenida investigación similar a la exigida para adoptar medidas antidumping. Existen normas detalladas para decidir si un producto está subvencionado (lo que no siempre resulta un cálculo fácil), criterios para determinar si las importaciones de productos subvencionados perjudican (“causan daño”) a una rama de producción nacional, procedimientos para la iniciación y realización de investigaciones, y normas sobre la aplicación y duración (normalmente cinco años) de las medidas compensatorias. El exportador subvencionado puede también convenir en elevar sus precios de exportación como alternativa a la aplicación de derechos compensatorios a sus exportaciones. Las subvenciones pueden desempeñar una importante función en los países en desarrollo y en la transformación de las economías de planificación centralizada en economías de mercado. Los países menos adelantados y los países en desarrollo con un pub por habitante inferior a 1.000 dólares EE.UU. están exentos de las disciplinas impuestas con respecto a las subvenciones a la exportación prohibidas. Los demás países en desarrollo disponen de un plazo de hasta el año 2003 para eliminar sus subvenciones a la exportación. Los países menos adelantados deben eliminar las subvenciones destinadas a la sustitución de las importaciones (es decir, las subvenciones que tienen por finalidad ayudar a la rama de producción nacional y evitar las importaciones) para el año 2003; en el caso de los demás países en desarrollo el plazo expiraba el año 2000. Los países en desarrollo reciben también un trato preferencial cuando sus exportaciones están sujetas a investigaciones en materia de derechos compensatorios. Con respecto a las economías en transición, las subvenciones prohibidas tenían que quedar eliminadas gradualmente para el año 2002. El impacto de las políticas agropecuarias de los Estados Unidos sobre los productores mexicanos Al comenzar el TLCAN, era comúnmente aceptado que México tenía ventajas comparativas, por su geografía, para abastecer de frutas y vegetales de temporada al hambriento mercado de los Estados Unidos. Los productores estadounidenses seguían teniendo ventajas claras sobre sus vecinos del sur en diversos cultivos básicos y productos cárnicos, con cosechas mucho más productivas que las de sus contrapartes mexicanas y amplios excedentes para la exportación. Esto representaba riesgos claros para el amplio sector de pequeños productores en México, muchos de los cuales dependían de cultivos que competían con los productos que se proponía importar de Estados Unidos con la liberalización. La liberalización del mercado agrícola con el TLCAN produjo los resultados esperados, con más cultivos básicos y carnes fluyendo al sur, y frutas y vegetales de temporada fluyendo al norte El TLCAN redujo los aranceles y límites de importación a un amplio rango de productos, otorgando periodos de transición más largos, en algunos casos de hasta 15 años, antes de eliminar la protección a algunos productos sensibles. No en todos los casos se acataron los periodos de transición, en el caso de México destaca el incumplimiento para el maíz, pero el último de los periodos de transición concluyó el primer día de enero de 2008. En agricultura, se han eliminado prácticamente todos los aranceles y límites a la importación, pero no es éste el caso de los subsidios agrícolas. El TLCAN no impuso límites a los subsidios, en contraste con las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que dan cuenta de los subsidios al campo como uno de los tres ‘pilares’ de la protección agrícola que distorsionan el libre comercio, siendo los otros dos los apoyos a la exportación y aranceles. Los subsidios al campo en los Estados Unidos desde la entrada en vigor del TLCAN han sido mucho más grandes que en México, y muchos de esos subsidios se destinan a cultivos que Estados Unidos exporta a México. Ello ha dado pie a acusaciones que subrayan que la cancha a nivel que debería haber creado el TLCAN en realidad está inclinada considerablemente en favor de los Estados Unidos. (A., 2014) ¿Cómo han afectado las políticas agropecuarias de los EU a los productores mexicanos, en un contexto económico de comercio liberalizado? Hemos analizado ocho productos cuantiosamente apoyados – maíz, soya, trigo, algodón, arroz, carne, cerdo y pollo, que compiten con productos mexicanos y cuyos niveles de exportación a México han crecido entre 159 y 707% desde principios de los noventa. Juntos, estos productos representan 52% del valor de las exportaciones agropecuarias a México. Los productores de maíz fueron, por mucho, los más afectados, con pérdidas por 6, 600 millones de dólares, un promedio de 38 dólares por tonelada métrica o 99 dólares por hectárea. Esto es más que el pago por hectárea promedio a pequeños productores bajo el esquema de subsidios de Pro campo. Estimando el valor del Dumping Los ocho productos bajo estudio han sido cuantiosamente apoyados por las políticas agropecuarias en los EU, no sólo los subsidios, y en conjunto estas políticas han aumentado la competitividad de las exportaciones de los EU. Según información del gobierno de los EU, los subsidios agrícolas para estos productos promediaron 11, 500 millones de dólares por año entre 1997 y 2005, mientras que el maíz recibió 4, 500 millones de dólares por año. El término dumping hace referencia a estrategias y prácticas de competencia desleal en el comercio internacional, como exportar un producto con un precio distinto al precio del mismo producto en el mercado interno, e incluso por debajo del costo de producción. Y la exportación a precios por debajo del costo de producción. Subsidios para la desigualdad de un programa de apoyos a la producción. Los créditos o apoyos directos a la exportación otorgaron impulso adicional a exportadores, si bien los recursos asociados a esta estrategia han decrecido considerablemente en años recientes. Si estudiamos el impacto por hectárea, los subsidios en los Estados Unidos son significativamente mayores que en México, con excepción del trigo. Mientras que los subsidios agrícolas en los EU aumentaron tras la entrada en vigor de la Ley de Apoyo al Campo de 1996, el efecto más importante de la ley fue eliminar instrumentos previos, como los precios mínimos, requisitos para el manejo de reservas y disposición de tierras para otros fines, lo cual habilitó nuevamente para la producción predios que habían dejado de utilizarse con estos fines antes de la vigencia de la ley. Los excedentes, resultado de esta combinación de políticas, bajaron los precios muy por debajo del costo de producción. Los precios bajos impulsaron mayores subsidios, ya que algunos de los subsidios estaban asociados al precio, pero no es claro que los subsidios mismos hayan causado los precios bajos. De hecho, los modelos económicos que proyectan una eliminación de los subsidios por lo general encuentran un impacto limitado de la medida sobre los precios en el largo plazo. La mejor estimación del impacto de las políticas de EU para apoyar exportaciones es una razón llamada “margen de dumping”, que considera el porcentaje en que los precios de exportación están por debajo de los costos de producción. Esta razón da cuenta del impacto de todos los cambios en las políticas agropecuarias en relación con las exportaciones, al definir dumping como exportar cualquier producto a un precio por debajo del costo (es decir, no considera sólo los subsidios directos). El “margen” es una estimación más confiable que el ampliamente referido Equivalente de Subsidio al Productor, que estima los apoyos de forma poco consistente, especialmente para países en desarrollo. Para los cinco cultivos y tres sectores pecuarios analizados, los resultados demuestran un impacto diverso pero significativo sobre los productores mexicanos. La exportación de los ocho productos creció considerablemente desde principios de los noventa, con un mínimo de 159% de aumento en la exportación de soya y un máximo de 707% de aumento en las exportaciones de cerdo. Los ocho productos tienen un margen de dumping positivo para el periodo analizado (1997-2005), con un estimado para los productos pecuarios (5%-10%) menor que el de los cultivos (17%-38%). Las tendencias en México también son significativas. Los precios reales al productor se redujeron drásticamente para todos los productos al comparar los precios de 2005 con los de principios de los noventa (en términos reales), y son de 44 a 67% más bajos. El impacto de las políticas agropecuarias de E.U. Hay una variación significativa en el impacto observado del aumento en las importaciones y reducción en los precios sobre la producción mexicana. Destaca el maíz, con un aumento de 50% en la producción, contrario a lo que podría esperarse. Esto hace a México prácticamente autosuficiente en la producción de maíz blanco para consumo humano, pero muy dependiente de importaciones en el sector pecuario, que crece velozmente. Para el resto de los cultivos hubo una disminución en la producción en México, con pequeños decrementos en trigo (-7%), algodón (-3%) y arroz (-8%); y una considerable caída en la producción de soya (-83%) que México casi ha dejado de producir. Para los productos pecuarios hay un robusto incremento en la producción (33%-133%), lo cual refleja el dinamismo en la demanda de proteína en productos cárnicos en la dieta mexicana y la persistente capacidad de los productores basados en México para satisfacer al menos una parte de esta creciente demanda. La dependencia de las importaciones en México aumentó significativamente para los ocho productos. En el sector pecuario, la dependencia pasó de niveles de 4%-7% a principios de los noventa a niveles de 16-31% en 2006-2008. Por cuanto toca a los cultivos, los niveles de dependencia iniciales ya eran altos a principios de los noventa (7-74%), pero eran mucho más altos hacia 2006-2008, cuando alcanzaron niveles de 34% para maíz y 97% para soya. La vasta mayoría de las importaciones provino de los Estados Unidos. La creciente dependencia de las importaciones en México Fuente: El costo que le representan al productor mexicano exportaciones que ingresan al país por debajo del costo de producción, es de dos tipos: • Los precios agropecuarios en el mercado interno son menores, disminuyendo la renta de los agricultores. • La demanda de productos nacionales en el mercado interno se ve reemplazada por importaciones. Para este proyecto, intentaremos estimar sólo el costo directo, en la reducción de precios. Se requerirían modelos más complejos para estimar con precisión de qué forma un aumento en los precios de diversos productos agropecuarios en los Estados Unidos reduciría la demanda de exportaciones de los EU en México e impulsaría la demanda de productos mexicanos, aumentando aún más los precios. La carne se exportó a precios por debajo del costo porque los productores en los EU se beneficiaron con la reducción en el precio de la soya y el maíz, componentes claves del alimento de animales en el sector pecuario, y que representa por mucho su costo de producción más alto. Este subsidio implícito a los productores de carne a escala industrial generó márgenes de dumping de 5 a 10%. Ello costó a los productores del sector pecuario mexicano, ya que muchos de ellos no se beneficiaron de alimento importado a precios reducidos. El costo para este grupo fue de alrededor de 3, 200 millones de dólares. Las pérdidas más grandes se dieron en el ganado, con un costo total de 1, 600 millones, o 175 millones de dólares cada año. El costo global de las pérdidas para los ocho productos se estima en 12, 800 millones de dólares para el periodo de nueve años, o 1, 400 millones de dólares cada año. Para contextualizar estas cifras, podemos señalar que las pérdidas anuales equivalen a más de 10% del valor de todas las exportaciones agropecuarias de México hacia los Estados Unidos (incluyendo cerveza, producto clasificado, extrañamente, como el producto de exportación agrícola más importante del país). Las pérdidas que ha costado el dumping de los Estados Unidos rebasan el valor total de las exportaciones de jitomate a los Estados Unidos, que aumentaron vertiginosamente tras el TLCAN. El caso del maíz. No es de sorprender que el maíz tuviera las mayores pérdidas, con márgenes de dumping de 19% en promedio. Ello contribuyó a un aumento de 413% en las exportaciones de los EU (tomando en cuenta las exportaciones de maíz quebrado, no regulado por el TLCAN), y un decremento real. Al menos en parte, por supuesto, estas pérdidas se deben también a la decisión del gobierno de México de no hacer exigibles la mayoría de los aranceles y límites a la importación de maíz que había previsto el TLCAN. Las prohibitivas tarifas asociadas al TRQ habrían reducido o incluso detenido las importaciones, de forma que los ingresos por el arancel no cobrado son completamente hipotéticos. El verdadero impacto se dio en los precios en el mercado interno, en la medida en que el gobierno decidió no aplicar el límite o TRQ para aminorar el volumen de importaciones. Con productos importados inundando el mercado a precios de dumping, el impacto sobre los productores fue dramático. El costo estimado para los productores mexicanos de los precios de dumping fue de más de 6 mil millones de dólares a lo largo de los nueve años en el período analizado, o 730 millones de dólares por año (a precios constantes, en dólares de 2000). Las pérdidas excedieron los 11 mil millones de dólares desde 1990, con las pérdidas más altas registradas en 1993, así como en 1999 y 2000, años en que los márgenes de dumping excedieron el 30%. ¿Qué significó todo esto para los productores mexicanos? Entre 1997 y 2005, cada año los productores perdieron un estimado de 38 dólares por tonelada de maíz, o 99 dólares por hectárea. Casi todos los años, la pérdida por hectárea fue de entre 50 y 100 dólares. En 1993, 1999 y 2000, las pérdidas excedieron los 175 dólares por hectárea. Para los pequeños propietarios, con la productividad más baja, esto eliminó la perspectiva de ingreso por la venta de maíz en el mercado. Lo cual ilustra una de las principales causas del ampliamente observado fenómeno de la “vuelta a la agricultura de subsistencia” entre los pequeños propietarios mexicanos: cuando no tiene ningún valor vender tu maíz, mejor usarlo sólo para alimentar a tu familia. El impacto de las políticas agropecuarias de E.U. Las pérdidas también acentúan la importancia de los pagos por concepto de Pro campo a los agricultores mexicanos, y la ironía de que los subsidios han compensado pérdidas por dumping desde EU, en lugar de ayudar a los agricultores a aumentar su productividad. Procampo se instrumentó durante el periodo de transición del TLCAN como programa de apoyo al ingreso, para ayudar a los agricultores a ser más competitivos o cambiar cultivos y formas de sustento. En sus propios términos, Procampo buscaba atajar las asimetrías entre la agricultura en México y los Estados Unidos. Como programa de apoyo al ingreso, Procampo demostró ser un salvavidas fundamental, pero su aportación como estímulo a la producción competitiva de maíz fue adversamente afectada por el dumping en los EU. Entre 1994 y 2005, el valor real de los pagos de Procampo declinó 39%. En pesos de 2000, el pago a los productores más pequeños promedió 858 pesos/ha. Esto era insuficiente incluso para compensar a los agricultores de maíz por el impacto del dumping sobre el precio, que promedió 958 pesos/ha. ¿Es el dumping una cosa del pasado? Si bien las tendencias de largo plazo proyectan precios nominales para algunos productos agrícolas ligeramente por encima de sus mínimos anteriores al boom, sería un error concluir que los productores mexicanos han visto el final de las prácticas de dumping desde los Estados Unidos. Los costos de producción, asociados de forma importante al precio de insumos petrolíferos, también están muy por encima de los niveles anteriores a la escalada de precios. En 2009, los costos de producción del maíz en los EU están 17% por encima de los niveles de 2007, mientras los precios siguen a la baja. Información preliminar de precios sugiere que en 2009 los Estados Unidos ya exportan tanto trigo como algodón a precios por debajo del costo de producción. Desafortunadamente, el TLCAN ha eliminado los instrumentos de política más efectivos para que México haga frente a los precios de dumping. Bajo el esquema de aranceles sobre los límites a la importación (TRQ), el gobierno mexicano podría haber aplicado aranceles para compensar por el dumping. Ya no es posible. Ahora, el gobierno necesitaría presentar una queja ante la OMC para intentar ganar el derecho a imponer gravámenes de contrapeso que compensen los altos subsidios en los EU. El costo político de una estrategia como ésta es alto, y México tiene malos precedentes en disputas de este tipo. En tanto no se logre una renegociación del TLCAN, sólo una mayor cooperación de Estados Unidos para limitar las exportaciones de los productos más sensibles –maíz blanco, frijol y leche descremada en polvo, entre otros– podrá ayudar a proteger a los pequeños agricultores mexicanos del dumping en el futuro. (Meek, 1997) CONCLUSIONES: Los subsidios son aquellos incentivos otorgados por el gobierno para poder ayudar aquellos sectores más sensibles hacia la población, en el área de comercio exterior estos han sido tomados como una entrada fácil para cometer actos desfavorables mejor conocidos como prácticas desleales lo que ha logrado que los países tomen medidas para poder salvaguardar el bienestar económico y social así mismo como a sus productores nacionales. Los subsidios a pesar de ser un gran incentivo en la ayuda de la sociedad para que los precios sigan siendo accesibles dentro de la población, los empresarios toman esta ayuda para poder entrar a los mercados con precios muy bajos lo cual hace que los países menos desarrollados no puedan actuar de una manera inmediata y a pesar de que los productores actúen obteniendo salvaguardias no deja claro que después de pagar ciertas cuotas no dejen el precio con el cual entraron y cometieron un dumping, es por eso que los países que están conscientes que este tipo de incentivos pueden tener este impacto, que hasta el último es un beneficio netamente para sus exportadores y para su país, los subsidios deben de ser tomados para ayudar a la población a la economía para que sus consumidores finales sean los beneficiados y puedan seguir disfrutando estos beneficios sin tener que llegar a cometer prácticas ilegales. Estamos conscientes de que los países desarrollados tienen más ventajas competitivas en el extranjero ya sea por la tecnología la ubicación o por las estrategias con las cuales están aplicando en materia de exportación o ya sea los incentivos que otorgan a las empresas para poder ser competitivas a nivel internacional, dentro de México el TLCAN llego a dar un cambio totalmente al país, se creó para poder ser más competitivo a nivel internacional y poder vender los productos mexicanos en extranjero, lo cual por ubicación geográfica, clima y suelo éramos un país con grandes oportunidades en materia de agricultura que fue un sector con verdaderas oportunidades, al percatarse países como EU y para seguir siendo competitivos a nivel internacional comienza a subsidiar a sus agricultores da por hecho de que se vuelve una desventaja total para los mexicanos que después de una gran crisis se pretende salir adelante con un tratado que comienzo con grandes esperanzas y creía poder ser competitivo a nivel internacional sin darse cuenta que los países no se iban a quedar atrás y tenían que comenzar a ganar mercado. EU crea políticas para que los agricultores vendan sus productos no solo a un precio competitivo si no a un precio muy por debajo del precio original. Ahora es muy difícil que un país que ya cuenta con sectores subsidiados deje de hacerlo solo por el hecho de que está afectando a un país ya que es un ventaja competitiva a nivel internacional, es por eso que México al estar consciente de que tenemos un tratado que hasta el último es para obtener beneficios y ser más competitivos en todos los sectores el gobierno federal debería de crear estrategias en los cuales incluya darle más importancia al sector primario y que en realidad los recursos se utilicen para poder llegar a ser competitivos México vive en su mayoría por sus exportaciones lo cual deberían de darle la verdadera importancia e informar bien a sus exportadores capacitándolos sobre los recursos otorgados y que al final los netamente beneficiados son el país como sus productores es por eso que es un gran reto para México tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Bibliografía A., W. T., 2014. 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