Fundación Arturo Merino Benítez

Anuncio
Comodoro del Aire
ARTURO MERINO BENÍTEZ
Por lo grandioso de su obra, por su visión de futuro, su perseverancia,
liderazgo y probidad, por su valor e integridad y, por su gran amor a la
Patria, para la cual supo poner la aviación a su pleno servicio y progreso, es
reconocido por todos los aviadores como “EL PROCER DE LA AERONÁUTICA
CHILENA”.
Nacido en Chillán el 17 de mayo de 1888, ingresó a la Escuela Militar antes
de cumplir los quince años de edad. Destacó como Cadete, siendo designado por sus méritos Brigadier Mayor y egresando en 1908 como Teniente 2º
de Artillería con sobresalientes calificaciones. Siendo Oficial de la Escuela
Militar ascendió, por méritos, a Capitán en 1913. Egresó de la Academia
de Guerra en 1917 como Oficial de Estado Mayor y al año siguiente, 1918,
pronunció su recordada conferencia “Sobre futura proporcionalidad de las
distintas Armas”, en la cual hacía presente la superioridad de la aviación sobre la caballería en la exploración a larga distancia y en el combate mismo,
y su acelerado desarrollo que había aumentado el efecto de las armas de
fuego, por todo lo cual él pronosticaba que era natural esperar un aumento
en la proporción de aviones, cañones y ametralladoras en los Ejércitos.
En 1922 se encontraba sirviendo como Agregado Militar a la Embajada de
Chile en Brasil, cuando arribó a Río de Janeiro el Capitán Diego Aracena
Aguilar, culminando el más largo crucero aéreo efectuado en Latinoamérica
hasta ese momento, lo que contribuyó a aumentar su interés por la aviación como medio moderno de comunicación e integración.
En 1926 ingresó a los servicios aéreos del Ejército, como Director de la Escuela de Aviación, siendo Mayor de Ejército del arma de Artillería. Al poco
tiempo y ya con 38 años de edad, voluntariamente hizo su curso de piloto,
porque lo sintió como una obligación moral ya que debía mandar a pilotos,
lo que evidencia su gran sentido de responsabilidad y de superación.
En 1928 asume la Dirección de Aviación del Ejército, organismo recién creado, del que fue su primer Director. Esta designación y el apoyo del Presidente de la República, General don Carlos Ibáñez del Campo, le permiten
llevar a cabo sus grandes ideas sobre lo que debía ser y significar la aviación en Chile, tanto militar, como civil y comercial, logros que se detallan
más adelante.
El 21 de marzo de 1930, siendo Teniente Coronel asume, con el título de
Subsecretario de Aviación, el mando de la Fuerza Aérea Nacional, creada
por Decreto 1.167 de la misma fecha. No existía todavía el cargo de Comandante en Jefe, ya que antes de crearse la Fuerza Aérea existía un Ministerio de Guerra y uno de Marina que regían al Ejército y a la Armada,
respectivamente. Solamente a partir de 1932, cuando se crea el Ministerio
de Defensa Nacional, con tuición sobre las tres ramas de la Defensa, se
crean los cargos de Comandantes en Jefe en cada arma, reportando a un
solo Ministro.
Ejerció el mando institucional, con el grado de Comandante de Grupo,
durante 1930 y 1931, pero los avatares de la situación política nacional lo
alejaron de su cargo a fines de este último año. Fue reincorporado posteriormente en junio de 1932, esta vez con el título de Comandante en Jefe
de la Fuerza Aérea, y tres meses más tarde, el 02 de septiembre de 1932,
se cursó su ascenso a Comodoro del Aire (rango de General). Terminó su
carrera militar definitivamente el 15 de septiembre de 1932, en que se
acogió a retiro.
Previo a esto, el 21 de julio de 1932 se había promulgado el Decreto Nº
247, que otorgó personalidad jurídica a la Línea Aérea Nacional, designándose un Consejo Directivo presidido por Merino Benítez. Posterior a su
retiro, presentó su renuncia la cual fue rechazada por el Presidente electo,
don Arturo Alessandri Palma, al cual acompañó hasta agosto de 1938,
prácticamente todo su mandato presidencial, dándole a dicha empresa el
enorme impulso que le permitió consolidarse como la principal aerolínea
nacional hasta la actualidad.
Años más tarde volvió a dirigir la Línea Aérea Nacional, siendo nombrado
Vicepresidente Ejecutivo de ella el 11 de noviembre de 1952, cargo que
ejerció hasta el 24 de agosto de 1954, a partir de lo cual se dedicó a actividades particulares.
Merino, ha
ascendido
a Capitán y
ha vuelto a su
querida Escuela
Militar después de
haber servido en
los Regimientos de
Artillería Nº4 Miraflores y Nº1 Tacna.
Fotografía del año
1913
La Fuerza Aérea tuvo el privilegio de rendirle un merecido homenaje en
vida el 21 de marzo de 1970, con motivo de cumplirse los 40 años de
vida institucional. En una emotiva ceremonia, con distinguidos invitados
extranjeros y un espectacular desfile aéreo y terrestre, el Presidente de
la República don Eduardo Frei Montalva condecoró al Comodoro Merino
Benítez con una medalla de oro que tenía la siguiente inscripción: “Al insigne y primer Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile. 1930-1970”.
Falleció en Santiago el 2 de mayo de 1970, faltándole días para cumplir los
ochenta y dos años de vida. Entre su descendencia se cuentan dos prestigiosos Oficiales y destacados pilotos de la Fuerza Aérea.
Fue un líder nato. Su ascendiente de mando, liderazgo, firmeza, rectitud y
perseverancia en todas sus actuaciones, le ganaron siempre la mayor adhesión y lealtad de su personal. A lo anterior, se unía su gran honestidad
moral y material, predicando con su ejemplo personal estas virtudes. Le
correspondió durante su jefatura efectuar varias adquisiciones de material
aéreo, para uso militar y comercial, e incluso una fábrica de aviones (Curtiss en Los Cerrillos) y jamás se cuestionó su probidad.
Con gran visión de futuro, visualizó la aviación como el medio más moderno, rápido y efectivo para unir territorialmente todo Chile. Cuando el
Presidente Ibáñez le expresó su desaliento por las dificultades geográficas
para comunicarse con los habitantes del territorio austral, Merino le respondió: “Yo tengo un camino construido: ¡el de los cielos de Chile! ” Luchó
incansablemente por ello, arriesgando incluso su vida, como en el caso
del accidente de Aguas Frescas, en Punta Arenas en enero de 1930. En esa
oportunidad, Merino se mantuvo horas a bordo de su avión accidentado en
el Estrecho de Magallanes y fue rescatado cuando ya estaba prácticamente
sumergido en sus heladas aguas.
Plana Mayor del Regimiento de
Artillería Nº4 “Miraflores” 1908
Profundamente nacionalista: se opuso tenazmente a que el tráfico aéreo en
Chile fuera servido por líneas extranjeras y luchó por tener una línea nacional. Firme en su convicción, incluso se batió a duelo con el Comandante
Vergara Montero quien sostenía una tesis contraria. Para su ropa usaba
solamente telas nacionales y sólo permitía vino chileno en lugar de licores
extranjeros, para recepciones o consumo particular.
Obras y realizaciones
Su obra más maciza es sin duda, haber sentado las bases y puesto en
marcha el SISTEMA AERONAUTICO NACIONAL, tal como lo conocemos
ahora. Teóricamente había sido esbozado por el Estado Mayor del Ejército
en 1926, pero era necesario un líder como Merino para materializarlo en
hechos concretos. Puede verse la obra de Merino a la luz de los componentes del Poder Aéreo:
Componente de Fuerza
Arturo Merino Benítez fundador de
LAN, delante de un Havilland Moth,
primer avión usado por LAN en 1929.
La Defensa del país se efectúa en aire, mar y tierra; cada una de ellas con
su respectivo instrumento bélico. Hasta 1930 no existía como tal en el
aire, solamente Ejército y Armada para la superficie. Merino, con el decidido respaldo del Presidente de la República, General Carlos Ibáñez del
Campo, logra el 21 de marzo de 1930 la creación de la Fuerza Aérea como
institución independiente de las otras dos y con el mando único sobre los
medios aéreos de combate de la Defensa Nacional.
Hasta ese momento existían, no solo en Chile sino en todos los países,
una concepción paralela del empleo de los medios de defensa, con muy
poca conexión entre la estrategia terrestre y la naval, por razones obvias
del escenario y de los medios de cada cual. Al crearse la Fuerza Aérea y tal
como lo había previsto Merino en 1918, la aviación pasa a tener un papel
preponderante en la estructura de la defensa nacional, ya que los medios
de superficie no pueden desentenderse de la amenaza desde la altura.
El Comandante Merino y el Capitán
Alfredo Fuentes poco después de
su triunfal arribo a Punta Arenas, en
compañía de Oficiales del Regimiento Pudeto.
Es por esta razón que la creación en 1930 de la Fuerza Aérea como instrumento militar, en menos de dos años obliga a establecer un Ministerio
de Defensa, común para las tres Instituciones y, más importante aún, introduce en las concepciones estratégicas, la lógica inevitable del EMPLEO
CONJUNTO de las fuerzas de aire, mar y tierra. Esta lógica ha tomado su
tiempo en asentarse, pero en la actualidad es un hecho comúnmente aceptado por la mayor eficiencia y sinergia que se produce en el empleo de los
medios.
Componente de Desarrollo
•
Aviación comercial
En 1928 plantea el establecimiento de una línea aeropostal al Norte del
país, proyecto que fue aprobado finalmente por el Presidente Ibáñez, quien
ordenó la compra de 20 aviones Cirrus Moth para el futuro servicio. El
Servicio Aéreo del Ejército había creado en Santiago, en 1926, los Grupos
Mixtos de Aviación Nº 1 y 3, con la intención de asentarlos posteriormente
en Iquique y en Temuco. Cuando Merino Benítez es nombrado en 1928 Director General de Aeronáutica del Ejército, se materializa este propósito.
Embajada que nuestro Gobierno envió a la celebración del Centenario
de Brasil, 1922. En la foto, junto con
autoridades civiles y militares del
país hermano, aparecen: Arturo Merino Benítez, tercero de izquierda a
derecha; General Luis Brieba, sexto;
Mayor Carlos Ibáñez del Campo,
octavo.
El Grupo Nº 1 en Iquique y las postas que establece desde la capital hasta
Arica, permiten que el 5 de marzo de 1929, se inaugure la “Línea Aeropostal Santiago-Arica”, que tres años más tarde se convierte en la LÍNEA
AÉREA NACIONAL
Dentro de este mismo espíritu, encabezó varios cruceros hacia la zona Sur
y dispuso en 1928 el asentamiento en Temuco del Grupo Mixto de Aviación Nº 3. Al año siguiente, 1929, crea la Escuadrilla de Anfibios Nº1 en
Puerto Montt, con la cual echa a andar la “Línea Experimental Puerto MonttAysén”, como una primera etapa de la futura línea a Magallanes. En enero
de 1930 llega finalmente a Punta Arenas en un trimotor Junkers, siendo la
primera vez que un avión llegaba a dicha ciudad en vuelo desde el centro
del territorio nacional. Allí sucede el accidente de Aguas Frescas.
Con todos estos avances, cuando en 1930 se crea la Fuerza Aérea, ya existía una base material sólida para sustentarla, formada por pilotos, tripulaciones, aviones y aeródromos, como producto del titánico esfuerzo de
Merino Benítez en los cuatro años anteriores.
Durante la década de los treintas, se establece un servicio a Magallanes
desde Puerto Montt, con dos bimotores Sikorsky de la Fuerza Aérea Nacional que, aunque de corta vida, dejó los fundamentos necesarios para que
en la década de los cuarentas, la Línea Aérea Nacional iniciara el servicio
comercial de dicha ruta con aviones de itinerario.
De esta forma, gracias al tesón, la visión y el sacrificio de Merino Benítez,
el territorio nacional quedó finalmente unido en su totalidad por el camino
que él le había prometido al Presidente Ibáñez: el de los cielos de Chile.
•
Aviación civil y deportiva
Merino Benítez siempre vio en los pilotos civiles una reserva valiosa para
integrar la dotación de la Fuerza Aérea en casos de emergencias mayores.
Por esa razón, fundó el Club Aéreo de Chile, en mayo de 1928, y le proporcionó la más estrecha y decidida colaboración de la Fuerza Aérea para ir
dando vida a los Clubes Aéreos a lo largo del país.
Óleo del artísta Miguel Venegas Cifuentes,
pintado en 1970 que se encuentra ubicado
actualmente en la Sala de Directores de LAN
- CHILE, en Santiago
Oficiales pilotos se desempeñaban como Instructores de vuelo de dichos
Clubes, Oficiales Ingenieros y mecánicos de la Fuerza Aérea apoyaban el
mantenimiento de su material aéreo y fue así como se generó una importante masa de pilotos civiles, preparados metódica y disciplinadamente,
que fueron posteriormente generando a su vez, sus propios instructores.
Desde el comienzo, Merino dispuso que los pilotos civiles pasaran a integrar la Reserva de la Fuerza Aérea como Oficiales y los incorporó permanentemente a las actividades institucionales.
Con el tiempo, el Club Aéreo de Chile original agrupó a todos los Clubes
Aéreos que se fueron formando en el país, por lo cual tomó su nombre
actual de FEDERACIÓN AÉREA DE CHILE. Al mismo tiempo y para un mejor
ordenamiento y seguridad de las actividades de la aviación civil y comercial, Merino Benítez logró la creación de la DIRECCIÓN DE AERONÁUTICA el
28 de marzo de 1930, organismo que hasta nuestros días cumple dichas
funciones, además de velar por la seguridad de la aeronavegación en el
espacio aéreo chileno.
•
Conciencia aérea nacional
Merino previó que era fundamental que la ciudadanía tomara conciencia
lo más directa posible de los beneficios y posibilidades que le ofrecía la
aviación, para su comunicación y progreso. Por esta razón impulsó la formación de una conciencia aérea ciudadana, a través de discursos, conferencias, artículos de prensa, y además con frecuentes vuelos públicos
de grandes formaciones, que impactaban al público y que despertaron
muchas vocaciones en la juventud para ingresar a la Fuerza Aérea o los
Clubes Aéreos.
•
Industria aeronáutica
Probablemente en esa época no se conocía el término actual de “off sets”,
pero ya en 1930 Merino Benítez tenía el concepto de que las adquisiciones
de material aéreo dejaran también un beneficio residual en el país. Por
esta razón, cuando a fines de 1928 se decidió la adquisición de 20 aviones
biplaza Curtiss, modelo “Falcon” para la Fuerza Aérea, Merino hizo colocar como condición inamovible en el contrato, que la empresa vendedora,
la Curtiss Aeroplane Export Corporation, instalara una fábrica de aviones
para producir dichos aviones en Chile.
Consecuente con su profundo espíritu nacionalista, estipuló que debía emplearse mano de obra nacional. Con este propósito, 25 técnicos egresados
de la Escuela de Artes} y Oficios viajaron a Buffalo, Estados Unidos, en
abril de 1930, para recibir instrucción en la propia fábrica matriz. De esta
manera, en octubre de 1930 se inauguró la FABRICA DE AVIONES en Los
Cerrillos, con técnicos norteamericanos y los operarios chilenos instruidos
en los Estados Unidos. Resulta entonces Merino Benítez, un pionero intuitivo de lo que en esta época se conoce como “off set” y que está siendo
cada vez más habitual en estas adquisiciones.
•
Infraestructura aeronáutica
Una de las grandes dificultades que se tuvieron desde los primeros intentos para expandir las líneas de comunicaciones aéreas desde El Bosque hacia el resto del país, fue la falta de una adecuada infraestructura, ya fueran
canchas de aterrizaje, instalaciones meteorológicas, señalizaciones y, más
adelante, radiocomunicaciones.
Avro 504N con Motor Lynx.
Fue usado en el período
en que el Comandante
Merino era Director de la
Escuela de Aviación.
Bristol, Modelo 83.
En un avión de este tipo aprendió a
volar el Comandante Arturo Merino
Benítez.
De Havilland MOTH GIPSY.
Fue el primer aparato con
que la Línea Aérea Nacional
inició sus actividades.
En este modelo el Comandante Merino completó su
instrucción primaria
Los pilotos de la Línea Aeropostal al norte salían en cada oportunidad,
como decían en su jerga: “a hacerle pelea a la ruta”. Por telegramas se
informaban de la situación meteorológica en el punto de destino, pero no
podían saber como se les iba a presentar durante el trayecto. Lo precario
de los lugares de aterrizaje añadía un factor adicional de riesgo a esos
vuelos, pese a lo cual Merino Benítez supo imprimirle una mística especial
a sus pilotos que los llevó a tratar de cumplir con los itinerarios a todo
trance.
Recorrió personalmente las postas hacia el norte y sur, destacó personal en
cada sitio para ir reparando permanentemente el terreno y fijando las demarcaciones, fue generando puestos de observación meteorológica y mejoró la comunicación telegráfica. Al mismo tiempo, ante la falta de cartografía apropiada para la aeronáutica, dispuso la creación del GABINETE DE
FOTOGRAMETRÍA AÉREA, el 12 de julio de 1930, iniciativa de largo plazo
tendiente a formar un capital de fotos aéreas que permitiera posteriormente, en conjunto con el Instituto Geográfico Militar, producir cartografía
más exacta de Chile. Dicho Gabinete es el antecesor del actual Servicio
Aerofotogramétrico “General Juan Soler Manfredini”, que es el representante oficial del Estado de Chile en estas materias.
Descargar