Acuerdo Chile-México:¿ una forma de integración viable?

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Acuerdo Chile-México:¿ una forma
de integración viable?
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PATRICIA GRAV RICH *
En los últimos años la integración económica ha cobrado
impulso en el s istema comercial internacional. Han surgido
múltiples zonas de libre comercio, uniones aduaneras y acuerdos bilaterales entre las naciones industrializadas, los países en desarrollo y entre éstos y las primeras. Algunos ya están
en vigor; otros lo harán en cuestión de meses o años. En los
países que no pertenecen a alguno de esos grupos se ha contagiado la prisa por la integración y se emprenden acciones
para integrarse, en ocasiones sin comprender cabalmente las
implicaciones y los riesgos que ello entraña. ¿Qué tipo de
integración sería la más benéfica para determinado país o región? ¿Qué forma deberían adoptar esa clase de acuerdos?
¿Cuáles son las razones para creer que esta nueva ola de esfuerzos integracionistas tendrá más éxito que las anteriores?
Aunque nadie parece te ner las respuestas , ningún país quiere quedarse a la zaga y América Latina no es la excepción.
las dos economías. 1 En este artículo se aporta evidencia empírica para comprobar esas afirmaciones mediante el examen
de qué tan exitoso ha sido el convenio. ¿El aumento delcomercio se habría producido sin su firma? Para ello se estudian los incrementos globales del intercambio entre Chile y
México, se evalúan los cambios de los flujos comerciales
con otros países de la región y se presenta un análisis por
sector de los productos comerciados entre ambas naciones.
Modelos de integración
La integración regional de países en desarrollo y entre éstos
y los industrializados responde a las condiciones actuales del
comercio mundial. Desde mediados de los ochenta han proliferado los acuerdos bilaterales y aumentado la formación
de agrupaciones regionales; todo indica que esa tendencia
persistirá.
El Acuerdo de Complementación Económica entre Chile y
México se inscribe en el marco del complejo mundo de la
integración de las eco nomías. Cuando se firmó se convirtió
en el más amp lio de la reg ión. Funcionarios gubernamentales y representantes del sector privado de ambos países se
han referido a él como un ejemplo exitoso de política comercial
porque ha sido un factor determinante de lo s grandes incrementos de las corrientes y la div ers ificación comerciales entre
El resurgimiento de modelos de integración en América Latina coincide con la liberalización económica y los avances
de la democracia. Se ha dado un sesgo muy marcado en la
teoría económica en favor de un menor intervencionismo y
una mayor participación de las fuerzas del mercado. La
macrocrisis de los ochenta condujo a microrreformas. Esos
*Fun cionaria de Asunto s Económicos de la CEPA L. La autora
agradece a Mikio Kuwayama sus va liosos co mentarios y sugerencias respecto a un borrador anteri or, y a Jaime Contador por su trabajo
de computación . Los puntos de vista son res ponsabilidad de la autora
y no nece sa riamente refl ejan la op ini ón del organismo. Traducción
del inglés: Adriana Hi erro.
l. Véase , por ejemplo, "Co mercio Chile-México creció entre
80 % y 85 %" , Estrategia , 4 de marzo de 1992; "Es un éxito el
tratado ", El Mercurio , 23 de noviembre de 1992, e Isabel Figueroa
C. y otros, In serción de Chile en la economía mundial: tendencia s recientes, Ministerio de Asuntos Exteriores, Santiago de Chile,
novi embre de 1993.
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cambios se han combinado con la convicción de que es fundamental la participación activa de los representantes económicos del sector privado para lograr la integración. E l
proceso democratizador es timul ó la confianza de los inversionistas e impulsó a las naciones industrializadas a estab lecer
vínculos más estrechos con la región. Esta aproximación indica
un impulso renovado, aún más fuerte, de regionalismo con
un mayor potencial.
El entusiasmo por la integración regional no es nuevo. Desde
los setenta, las economías de América Latina y el Caribe
formaron y reformaron patrones de integración, aunque sin
mucho éxito (la Asociación Lat in oamericana de Libre Comercio, ALALC; la Asociación de Libre Comercio del Caribe, G:arifta; el Mercado Común Centroamer icano, MCCA;
la Comunidad del Caribe, Caricom, y el Pacto Andino). 2
En ese entonces los productores nacionales solían estar
protegidos contra socios más eficientes. En tales circunstancias, e l objetivo de cada economía era la diversificación
del comercio, no su liberalización. La falta de patrones de
oferta competitivos significó que durante ese período se reg ist raran mejoras estructurales insignificativas o nulas . Por
tanto, se prolongó la dependencia de las importaciones procedentes de nacion es no integrantes de dichas agrupaciones.3
Sin embargo, es importante aclarar que el aumento de la
participación del comercio intrarregional puede no ser benéfico si es result ado de una diversificación sustancia l del
comerc io generado por productores más eficientes que no
pertenezcan a agr up aciones de países. Para que e l aumento
del comercio intrarregion al sea provechoso debe obedecer
a patrones de oferta competitivos, la diferenciación de la s
mercancías y la calidad de la producción. De no ser así, podría
deteriorarse la competitividad internacional del grupo en su
conjunto y disminuir su participación en e l comercio mun dial, sobre todo en los países en desarro ll o con escaso poder
de mercado. Éste es un ángu lo importante que debe cons iderarse al analizar los modelos futl'.ros de integración.
Diversos acuerdos resultaron ineficaces porque su formu lación
era demasiado general y por ser, en ocasiones, demasiado ambiciosos, pues trataban de cubrir todas las áreas de cooperación potencial en vez de concentrarse en un número limit a-
2. Sin embargo, e l desempeño deficiente del pasado cambió
en los últimos cinco años, cuando se registró un in c remento en el
comercio intrarregional , en especia l en agrupaciones co mo la ALAD I
y e l MCCA . E n 1992 el comercio aumentó 17 y 20 por c iento , respectivamente.
3. Esto contrasta notablemente co n otros modelos de integración, como la Unió¡¡ Europea , dond e gran parte de l incremento
comercia l ocurrió mediante la diferen c iación de los productos. Más
de 60 % de su act iv id ad comercial se desarrolla en tre miembros de
la Uni ón.
do de prioridades. Además, carecían de mecanismos jurídicos e institucionales de ejecución y, a me nudo , las consideraciones políticas tenían más peso que la eficiencia económica .
Los cambios r ad icales de los últimos años en favor del
regionalismo en Estados Unidos, la Unión Europea y Asia
exp li can el regreso de la id ea de la integración y la cooperación regiona les. Esto plant ea dos interrogantes importantes
para América Latina: a] ¿Dónde encaja con respecto a esos
países? y b] ¿Cuál es su identidad como com unid ad? Aún
no está claro dónde encaja la zona ni cuá les son sus objetivos y prioridades en el comp lejo mundo de la integración.
Es to salta a la vista por las es trategias de integración divergentes adoptadas en e l área.
Existen por lo menos 20 tipos de acuerdos comercia les en
el hemisferio occidenta l. E l obje ti vo de algunos es forta lecer las agrupaciones existentes, mientras otros se orientan
a formar convenios completamente nu evos, de suyo muy
comp li cados y a veces co ntradictorios .
Por ejemp lo, un país a l ce lebrar un acuerdo con otro puede
otorgar preferencias comercia les a un producto rival de un
tercero con e l que también tiene un acuerdo. Es el caso de
la importación de manzanas y vinos en que México concedió preferencias comercia les a Chile . Empero, debido al Tratado de Libre Comercio de América de l Norte (TLC), los
productores de Florida y Cal ifornia compiten co n los chilenos por el mercado m ex icano. Surgen, entonces, las siguientes interrogantes: ¿Recibirán ambos países la misma
preferencia? ¿A cuál deb e otorgarse e l mejor trato? ¿Implica esto una pérdida de prefere ncias para alguna de las
dos economías? En la actua lid ad se siguen diversas estrategias y se prevén otras más par a el futuro . Las estrategias
que por lo general se analizan en muchos países de la región se pueden clasificar en tres grandes categorías: el TLC,
las agr up aciones subregiona les y el bilateralismo .
E l Tratado de Libre Comercio
El modelo de int egración económica adoptado por el TLC,
abierto en principio a cualquier país del hemi sferio, se ha
exam in ado con amplitud. En este caso , e l TLC sería un componente c lave y parte int egra l de l proce so y Méx ico el modelo a seguir por otras nacione s interesadas , que se unirían
directamente para formar una sola comunidad económica en
el continen te. A muchos grupos políti cos de la región les
parece muy atractiva la idea de que e l TLC sea e l eje en torno al cua l se forje un pacto de libr e comercio de l hemisferio
occidental. Consideran que int egrá ndose a ese bloque asegurarían e l acceso al mercado estadounidense y fomentarían
la inversión extranjera. Rechazar el TLC, según algunos países,
los apartaría del eje de un futuro bloque comercial hemisférico.
Agrupaciones subregionales
Otros mod elos consideran qu e los países no mi embro s del
TLC ne ces itan fo rt alece r sus propi ~s ac uerdos bilaterales o
de bloqu e, sea co m o objetivo final o co mo paso previo para
incrementar su capaci d ad de negoc ia c ió n con lo s integrantes del TLC. Las ag rupacion es subregionales como el Mercosur
e limin arían la ac tu al di vers id ad inh ere nt e a lo s acuerdos
bil atera les y te ndrían la ven taja de unir eco no mías y cultu ras similares.
Bilateralismo
Por últim o, está el mod e lo basado en e l bilatera lis mo -por
lo menos a corto plazo-, med iant e el cual el hemi sfe rio estaría int e rco nec tad o por un a red de acuerdos co merciales
tras lapados. Los co nven ios bil aterales pueden ce leb rarse más
rápid am ente y ge nerar resultados más inm ediato s, pues só lo
los suscr ib en dos países. S in e mb argo, es tán más ex pu es tos
a contradicciones y a la pé rdid a de preferencias . Es to pu ede
s uceder de di versas ma neras.
firmado ac uerdos de inv ersión con Alemania, Bélgica, Espa ña, Fra nc ia, Dinamarca e It a lia. También ha realizado
es fu e rzos es pecia les para acerca rs e más a Japón, Corea y
Taiwan. A l co nstituirse en eje reg ional de una serie de rel aciones bil ateral es, Chile podría recibir -e n el corto plazoinversion es adicion ales. La inerc ia de las infraes tructuras empresar iales y el crecimi ento continuo de su economía podrían
ser suficientes para m ant ener el liderazgo .
Co mo res ultado de e llo, crece la necesidad de que se dé la
integración regional y la diversificación; acuerdos como los
ce lebrado s entre Chile y México , Chile y Venezuela y el
Mercosur so n más atrac tivos que nunca. El acuerdo chileno- mex icano, suscrito en septiembre de 1991 y en vigor desde
el 1 de febr ero de 1992, se examina en los siguientes apartados . Toda vez que la economía de Chile es de menor magnitud qu e la mexicana, el análisis se realiza desde la perspec ti va c hil ena, es decir, de l sucio comercial más pequeño.
El acuerdo bilateral Chile-México
El comercio mundial chileno
En prim er lu gar , cuando se negocia un ac uerdo la eco nomía
más pequ e ña de las dos asoc iadas no cue nt a con la fu erza
que tendría si formara parte de un bloqu e co merc ial m ás
grande, como e l Me rcos ur. Po r ejemplo , durant e las negociaciones entre Chile y México, el prim ero aceptó ex cluir las
manzanas porque Estados Unidos so licitó qu e se di era preferencia a sus produ ctores de Ca lifor nia .
En caso d e qu e un país co mo Es tados U nido s formara una
red de acuerdos bil aterales en toda la reg ión, el res ultado podría
ser s imilar a la re lac ió n de la Unión E uropea co n lo s países
africanos , de l Car ib e y de l P acífico (ACP) y los mediterráneo s, es decir , un mosa ico de norm as y prefe renci as para
exportado res e inv ersio ni sta s . E n la política comercial de la
Unión Europea hay un a reorganización co ns tant e de las preferencias, pue s un ca mbi o de és tas par a un país ocas ion a
so li c itudes por parte de las de más naciones . En esas circuns tanci as, Estados Unidos es taría e n e l centro participando en
un acue rd o bil ate ra l ind epe nd ie nt e co n ca d a un a de las naciones de la re gión.
De 1989 a 1992 el co merc io exterior de Chile aumentó de
14 900 millones de dólares a 19 700 millones. Sin embargo, en 1992 y 1993 se re g istró un deterioro notable de las
ex port ac ion es. En los prim ero s tres trimestres de 1993, el
comercio tuvo un modesto incremento de 3.7% con respecto a 1992 debido exc lusivamente al alza de las importaciones, pu es las ve ntas foráneas se contrajeron e n términos absolutos. Como res ultado, el saldo neto como porcentaje del
co me rcio total di sminu yó de 10% e n 1989 a 3 % en 1992 y a
4 % en los prim ero s tres trimestres de 1993 frent e al mismo
pe ríod o de 1992. A principios de 1994, empero, la balanza
co merc ial empezó a mejorar.
Ex iste la op ini ón de que no ti ene qu e se r necesar iam e nte Estado s Unidos e l ce ntro reg iona l y qu e México bi en podría
se r e l eje de un a se ri e de ac uerd os bilaterales co n otros países de A méri ca La tin a. Co nfo rm e a esta lóg ica, e l go bi ern o
mex ica no ha propu es to un tra tado de li bre co me rc io co n
Ce ntroa mé rica y negoc iado ac uerdos con Cos ta Rica y e l
Grupo de los Tres (México, Co lo mbia y Ve nez ue la).
De 1989 a 1992 e l soc io comercial m ás importante de Chile
fue la Unión Europea, seguida de A sia 4 y Es tados Unidos.
Co n todos e llos el crec imi ento de las importaciones superó
rápid ament e e l de las ex port ac ion es. En 1992, por ejemplo,
las compras de bi enes de la Unión Europea aumentaron 31 %,
mi entras qu e las ventas só lo crecieron 1. 8%; en los prime ros tres trim es tres de 1993 las cifras fueron de 16 y - 16 por
ciento , respectivamente , con res pecto a igual lapso de 1992.
Aunque en menor medida , la s ventas rea lizadas en Asia tam bi é n se han fre nado: en 1992 aum entaron 9 %, e n tanto qu e
las importaciones creciero n 28%; en los prim eros nueve meses
de 1993 lo s coefic ient es fue ro n - 12 y 9 por cie nto, res pectiva ment e. Co n Esta dos Unidos , e n 1992, las import ac ion es
crec ie ron 25 % y las exportacio nes só lo 3 % ; es ta tend e nci a
Así co mo México podría ser e l cen tro reg ional en e l norte,
e l de l s ur podría ser C hil e , qu e pret e nd e ce lebra r ac uerdos
bilateral es con nac ion es vecinas y de fuera de la reg ión. Ha
4. No in clu ye a la Repú blica Popular de Chin a. De hace rl o, el
soc io comercia l regional más grande en 1992 se ría Asia y no la
Unió n Europea.
125
comercio exterior. feb re ro de 1995
e
u
D
A
CHILE: COMERC I O EXTERIOR POR REGIONES,
1989-1993
o
R
(MILLONES DE DÓLARES)
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Exportaciones
Saldo total
Importaciones
T ot a l
Valor
Mundial
1989
1990
1991
1992
Ene-se p de 1992
Ene-sep de 1993
14926 .9
15 852.4
16 734.2
19 658.6
14 684 .5
15 229.4
Crec imi ent o( %)
6.20
5.56
17.48
3.7 1
Va lo r
Parti c ipac ió n en e l
co merc io total( % )
Va lor
1 458.5
1 308.2
1 362.6
592.4
830.8
-590.1
9.8
8.3
8. 1
3.0
5.7
-3.9
6
7
7
9
6
7
734.2
272. 1
685.8
533.1
926.9
909 .8
-794.6
-7 16.8
-793.4
-772. 1
-540.4
-491 .0
-29 .3
-26.1
-24.3
- 19.2
- 18.6
- 15.5
1 753.8
1 731. 1
2 032.0
2 392.4
1 725.2
1 828 .7
108. 1
95.8
14.4
-335.5
-66 .1
-499 .3
3.9
3.4
0. 5
-9.2
-2 .5
-15 .9
1 34 7. 9
l 373.4
1 58 1. 9
1 984.9
1 376 .7
1 823.4
1 617.5
1 684.7
1 473.5
1 0843
914 .2
339.1
37.9
35.7
34.4
22.7
25. 1
9.68
1 327.9
1 5 18.4
1 407.8
1 847.4
1 362.3
1 582.6
894.4
313.7
352 .7
217.3
088. 8
693 .3
27.2
41.3
34.5
27.0
29.7
19.8
1 197.0
932.2
1 286.9
1 649.2
1 290.4
1 404.9
C rec imi ent o( % )
7.99
5.69
24.04
14. 19
Va lor
8 192 .7
8 580.3
9 048.4
10 125.5
7 757.6
7 319.6
Crec imi ento( %)
4.73
5 .46
11.90
-5.65
ALA DI
Ene-sep de 1992
Ene-sep de 1993
2
2
3
4
2
3
Estados Unidos
1989
1990
1991
1992
Ene-sep de 1992
Ene-sep de 1993
2 803.9
2 842.6
3 178.2
3 634.3
2 687.3
3 147. 5
Unión Europea
1989
1990
1991
1992
Ene-sep de 1992
Ene -se p de 1993
4 273.3
472 1.5
4 289. 1
4 779. 1
3 638.8
3 504.3
1989
1990
1991
1992
Asia
1989
1990
1991
1992
Ene-sep de 1992
Ene- se p de 1993
3
3
3
4
3
3
713.0
745.4
270.6
012.7
910 .0
166.5
288.4
178 .1
926.5
5 15.7
669.6
503.1
1.1 9
19.13
22 .69
8.8 1
1.38
11.81
14.35
17.12
10 .49
-9.16
11 .42
-3.70
-3.35
- 19.63
15.01
-4.54
1
1
1
1
-1.29
17.38
17.74
6.00
1.89
15. 18
25.48
32.45
14.35
-7.28
31.23
16.1 7
-22. 12
-5 1. 25
28.15
8.87
959.2
1 014.3
1 238.6
1 620.3
1 184.8
1 337.7
1 456.0
1 469.2
1 596.3
1 649.4
1 3 10.6
1 324.1
2 945.4
3 203 .1
2 881.3
2 931.7
2 276.5
1 921.7
2 091.4
2 245.9
2 639.6
2 866 .5
2 379.2
2 098.2
5.74
22 .11
30.82
12.90
0.91
8.65
3.33
1.03
8.75
-1 0 .05
1.75
-15 .59
7 .39
17.53
8.60
- 11. 81
Fuentes: Banco Ce ntral de Chil e, Boletín M ensual, para enero y noviembre de 1992 , y Secretariado del Banco Ce ntral para las cifra s de 1993 .
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cóntinuó durante los primeros tres trimestres de 1993, cuando
las comp~as crecieron 32% y las ventas apenas 1% (véase el
cuadro 1).
El comercio intrarregional ha registrado una evo lu ción in teresante en los último s años. En 1991 y 1992 el comercio
chileno co n la ALA DI crec ió a tasas mayores que con cua lquier otra región (19 y 23 por ciento, respectivamente). En
los prim eros tres trimestres de 1993 , después de Es tados
Unidos, fue la región que tuvo el crecimiento más rápido (9 %).
Aún más interesan te es que la ALAD I haya sido la única región donde el crec imi ento de las exportacio nes superó al de
las importaciones . Las primeras aument aron 13% y las segundas sólo 6% en los primeros tres tr im etres de 1993. Así,
mientras que las importaciones superaron a las exportacio-
nes en e l comercio con Estados Un idos, As ia y la Unión
Europea, en el comercio intrarregional sucedió lo contrario.
¿Esta tendencia es cícl ica o resultado de cambios estructurales de la economía? El lento dinamismo de las exportaciones
se exp li ca en parte por la desaceleración de las economías
indu str iali zadas que abat ió la demanda y los precios de diversos productos c hil enos (cobre, ce lul osa y harina de pes cado) y por la aprec iación de l peso en los últimos años. El
ritmo de crec imi en to de las ventas externas parece indicar
que esa act iv id ad no pudo adaptarse con rapidez a los cambios en la economía mediante e l incremento de la productividad. Esta pérdida de dinamismo y diversificación se pre se nt a en todos los sectores de las exportaciones. En 1991 el
número de productos nuevos de exportación aumentó 43%
acuerdo chi le-méxico
126
y en 1992 só lo 5%.5 El deterioro se registró no sólo en los
bienes, sino también en el número de exportadores y mercados de exportación.
Antecedentes
¿Por qué Ch ile y México? Dada la distancia en tre los dos países
y el bajo nivel del comercio y las relaciones· políticas, a primera vista parecería ilógico que suscribieran un acuerdo de
l_ibre comerc io. Sin embargo, hay varios factores que lo explican .
Las dos economías emprendieron programas de libera li zación a largo plazo a un ritmo relativamente acelerado, incluidas
reformas al capital y al comercio y un proceso de privatización.
Chile inició su reforma en los setenta y México introdujo
algunas a principios de los ochenta. Cuando se suscr ibió el
acuerdo, en Chile había un impuesto transfronterizo de 15 %,
que se redujo a 11% en 1991, y muy pocas barreras no arancelarias . En México estaban en vigor, y aún lo están, varios
niveles arancelarios de 10% en promedio; en 1989 se abolió
la concesión de licencias a las expor taciones. En 1993 lo s
índices anuales de inflación ascendían a 8.7% en México y
a)2.2% en Chile. En ambos países los tipos de cambio reales casi siempre han sido estables, pero con tendencia al alza;
el desempleo ha disminuido , y el crecimiento económico ha
sido constante, aunque la economía chilena ha crec id o más
rápidamente que la mexicana. Esos factores facilitaron la
instrumentación del tratado.
México es el segundo mercado más grande de la región (después de Brasil). Respecto a Chile, su población es seis veces mayor , su superficie casi el doble y su PIB alrededor de
siete veces más grande. El comercio con Chi le es insignificante frente al que le representa el TLC, el cual ha captado
más la atención de los empresario y ciudadanos mexicano s
en general que el acuerdo con Chile. Sin embargo, México
considera este acuerdo como un medio importante para
reafirmar sus vínculos cultura les con América Latina y, desde
el punto de vista político, como un med io para equilibrar el
TLC.
El mercado mexicano resulta atractivo para Chile tanto por
su tamaño y ubicac ión, como por ser una especie de escalón
para integrarse al TLC y un medio para ga nar acceso a mercados antes protegidos. El acuerdo represe nta , así, no sólo
una medida económica estratégica, sino - incluso más impor tante- un medio para fortalecer las relaciones políticas con
México .
Características
El acuerdo bilateral chileno-mexicano constituyó el segundo convenio comercial más amplio del continente -después
del suscrito entre Canadá y Estados Unidos- y el primero en
su género en la región. Su principal objetivo es eliminar las
barreras arancelarias y no arancelarias a las importaciones
a fin de diversificar e incrementar el intercambio entre los
dos países. Asimismo, pretende estimular la inversión e
incrementar los servicios de transporte marítimo y aéreo.
El convenio es muy ex tenso y co.nsiderablemente distinto de
los hasta ahora suscritos en la región . De las 21 secciones
que incluye, las más importantes se refieren a la liberalización comercial. Los arance les se eliminarán de modo gra dual en cuatro años: 10% el 1 de enero de 1992 hasta desaparecer del todo en 1996; los de un grupo de productos se
reducirán más lentamente y se elimin arán por completo en
un lapso de dos años más. Del lado chileno, entre esos productos figuran barniz, pintura, vidrio, fibra de poliéster, ladrillos y az ulejos; del lado mexicano, huevo, uvas, muebles
de madera , madera, mantequilla y grasas animales. Asimismo, hay otro grupo de productos -46 chilenos y 59 mexicanos- considerados muy sens ibl es a la competencia que se excluyeron de la liberalización. Dado que el acuerdo es bilateral
y estab lece una zona de libre comercio, cada país mantiene
políticas comerciales independientes con terceros. Las barreras a estas economías no se han incrementado y cada parte
puede disminuir sus barreras a naciones fuera del acuerdo .
Las reglas de origen es tán bien definidas: los productos deben tener un mínimo de 50% de conten id o nacional, excepto los automóviles. A Chile se le permitió el trasbordo desde un país no miembro , toda vez que las rutas de embarque
pasan primero por Estados Unidos y después por México .6
También se incluyó la posibilidad de reducir los requisitos
de contenido extranjero para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado . Asimismo, se incorporó una cláusula
de salvaguardia mediante la cual un país puede adoptar me didas proteccionistas frente a una afluencia repentina de im portaciones que pudiera amenazar la estabilidad de su balanza de pagos o deteriorar la producción nacional. Esa clase
de medidas de emergencia tendrán una vigencia no mayor
de un año y podrán prorrogarse uno más si se justifica .
5. Véanse "Cae diversificación de expo rt aciones chilenas", El
El mecani smo para la so lución de controversias es uno de
los elementos más innovadores del acuerdo: a] la parte agraviada podrá es tablecer contacto con su contraparte y tratar
de reso lver el problema de manera directa en un máximo de
quince día s; b] de no resolverse la disputa en ese lapso, la
queja podrá turnarse a la Comisión Administrativa, facultada
para re co mendar cambios y proponer e incluso nombrar me-
Mercurio, 19 de mayo de 1993 ; "Prec io de la ce lul osa", Es(l·ategia , 26 de octubre de 1993 , y "El deterioro de las exportac iones es
generalizado", Estraregia , 15 de marzo de 1993.
6. CEPAL, "Los se rvicios de transporte y carga entre Chil e y
México" (LC/ L. 725), Unidad de Transporte, Santiago de Ch ile, 1993.
conl ercto exrenor, teurc 1u uc ,1 ";1";/J
diadores si es preciso; las partes tendrán 30 días para so lucionar el probl e ma , ya sea direc tamen te o por co ndu cto de
un m ediador, y e] si aún no se res ue lv e, la co ntrov ers ia se
remitirá a un grupo de arbitraje integr ado por cin co ex pertos: dos de ca da país y otro de un tercero aprobado por ambas partes; e l g rupo só lo con tará co n 30 dí as para llega r a
una so lución de finitiva. En sum a, las co ntrove rsias debe n
resolverse en 75 dí as y e mitido e l fallo no ha y ape lac ió n
po s ible.
La Comisión Administrativa ga ra nt iza e l fun cionam ient o
adecu ado de l acuerdo. Está facultada para supervi sa r el co nve nio; revisar y pro pon er reglas de o ri ge n, y es tabl ecer y
proponer mecanism os para estimu lar la parti c ip ació n del sector priv ado . Se han e liminad o las v isas entre ambos país es
a fin de facilit ar e l co me rci o y la invers ión. Por o tro lado,
se adoptaron medid as para ev it ar la dob le tribut ació n a fi n
de estimul ar las inv ersi o nes . E l co nv e n.io se pu ede dar po r
ter minado por cualqui e ra de las parte s con 180 días de anticip ac ión y es tá ab ierto a qu e se in corpo re n o tros países
de la ALADJ.
Cambios en los flujo s com ercial es con México
A dos años de su firma la prin cipal interrogan te es si e l ac uerdo
ha sido la cau sa de los in cre m ent os de l co me rc io entre C hi le y Mexico o si és tos hubi e ran ocurr id o de todas mane ras .
Par a respo nd er a esa preg unt a en lo qu e s ig ue se exa min an
esos aumentos , se eva lúan los cam bi os en los flujo s co merciales co n otro s países de la reg ió n y se prese nt a un análi s is
por sec tor de los bien es come rc iados e nt re amb as par tes.
Se esperaba que el ac uerdo es timularía e l co me rcio por tres
razones: a] tras la libe rali zac ió n, las redu cc ion es de precios
aumentarían la demand a de produ c tos , lo qu e d arí a lu gar a
nuevas corrientes de intercambio; b] lo s bie nes de ambos paí-
e
u
D
A
o
R
•••••••••••••••••••••••••••••••
1992'·b
1991
1992 '
1993'
Valor
Lu ga r
Valor
1 14S
8 11
182
209
2S3
180
2 13
132
97
48
1
2
6
S
3
7
4
8
9
10
1 447
1
1 09S
2
27 1 3
240
4
206
6
2 16
S
7
180
168
8
104
9
85 10
Lu ga r
¿Ha ocurrido todo eso? Históri ca mente, e l comercio entre los
dos países ha s id o escaso frente al rea lizado con otros de la
reg ión . E n 1986 México ocupó e l noveno lu gar como socio
co mercial de Chil e en relación co n otras nac iones de la ALA DI
y de 1988 a 1991 flu ctuó entre e l quinto y e l sex to lu gares .
En 19 92, des pu és de la f irm a Llel. ac uerdo, ocupó el tercer
pu es to después de Bras il y A rgent in a, que se mantuvo du rante el tercer trimestre de 1993 (véase e l cuad ro 2) . E n 1992
el comerc io entre C hil e y México aum entó cerca de 50 % (de
182 millon es de dólares en 1991 a 271 mi ll o nes) y se calcula qu e en 1993 crec ió 25%. Los incrementos sug ie ren que el
tr atad o ha s ido un éx ito.
Un exa men más de ta ll ado de los ca mbios e n los flujo s comerc iales reve la lo s igui ente:
• E n los últim os seis años, es dec ir , co n y s in ac uerdo, e l
co m e rc io en tre C h ile y Méx ico c reció no tab lemente. Por
ej e mplo , en 1988 a um e ntó 99% y e l año sig uiente, 73%,
in c re me nto s m ayo res e n té rmin os porcentua les que e l de
1992 (véase e l c uadro 3). As í, e l s ig nific at ivo crecim ie nto
de ese año no fue muy di stint o a l de años ante riores. Cabe
se ñal a r qu e e n 19 91 las expor tac iones c hil e nas fueron
inu s it adame nte b aj as: di sminuy e ron de 58 a 44 millones de
d ó la res . E n 1991 Méx ico prohibió la entrada de l frijo l,
producto de expo rt ac ió n m ás important e de C hil e, que un
a ño an tes representó 32 % d e l valor total de las ve ntas . A
e ll o obedeció la duplicac ión de l défici t comercial con Méx ico
e n solo un año. E n co nsec uenc ia, la baja cifra de 19 9 1 hizo
que e l crec imi e nto de l inte rca mb io e n 1992 parec ie ra m ás
espectacul ar de lo que rea lm e nte f ue; e n 1993 el crec imi ento
se eq uilib ró e n 25 por c ie nt o.
2
CHILE: CO M ERCIO CON PAÍ SES DE ALAD I (M I LLO NES DE DÓL AilES)
Br asi l
Argentin a
Mé xico
Pe rú
Ecuador
Vene zue la
Co lombi a
Bo livia
Paragu ay
Uruguay
ses tendrían prefere ncia con res pecto a los de terceros, co n
lo cual se ge ne rarían efectos d e div ersifi cac ió n, y e] e l me j orami ento de las relac ion es y la in formac ió n e levaría e l in terca mbio co merc ialy la inversión (a nt es no había víncul os
dip lomáticos).
Va lor
Lugar
Va lor Lu gar
1 043
80S
200
172
l SS
137
137
122
79
60
1
2
3
4
S
7
6
8
9
10
1 11 3 1
869 2
244 3
203 4
167 S
1S3 6
134 7
127 8
88 9
70 10
a. En ero-septi e mbre. b . Desp ués dd tra tad o.
Fu e nte: Banco Cen tral de C hil e .
• ••• • • •• • • • • ••••• ••••••• •••••••
• Los fluj os co merc iales chil enos co n otros países de la reg ión aum e nt aron en for ma notabl e, s in co ntar con un am plio
tr atado de libre comercio. En 1992 e l come rc io co n A rge ntina crec ió 35 % , aún mu cho m ás e n término s abso lutos qu e
e l re ali zado con México, pues e l vo lu men de l arge ntin o es
cuatro veces m ayor. Con Bras il tambi é n aum e ntó, aunqu e a
un ritmo menor qu e con Arge ntin a. E n 199 1 C hil e signó un
acue rd o co mpl e me ntari o con es te último país, 7 pero su alca nce es mucho m ás limit ado q ue e l chil eno -mex ica no ; co n
Bras il aún no se s usc rib e conve ni o alg un o.
7 . No es ta n ex te nso co m o e l tra tado e ntr e C hil e y Méx ico,
p ues las red uc c iones ara nce la ri as so n m ás li m it ad as. No se c u briero n Jos obs tác ul os téc ni cos ni las barreras no a ran ce la ri as y
por a ñad idura no c ue nt a con mecani s mo para so lu c ión de co nt roversias .
acuerdo chile-méxico
e
CHILE:
u
A
D
o
A
3
coME RCIO TOTAL c oN MÉxtco,l986-1993 (MILLONES DE DÓLAREs)
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Saldo
Ex po rtaciones
Imp ortaciones
To ta l
1986
1987
1988
1989
1990
199 1
1992
1993
29.8
46.8
92.9
160.3
158.5
181 .7
270 .7
340.5
C rec imi ento( %)
57.0
98.5
72.6
- 1.1
14.6
49.0
25 .8
Sa ldo
Comerc io total (%)
-10.4
-41.2
-44. 9
-72.7
-43 .1
-9 4.7
-85.9
-78.9
-34.9
-88.0
-48.3
- 45.4
-27.2
- 52. 1
-31.7
-23. 0
Va lor
9.7
2.8
24.0
43.8
57.7
43.5
92 .4
130.8
Crec imi e nto ·(%)
Va lor
Creci mi en to( %)
-7 1.1
757. 1
82 .5
31.7
-2 4.6
11 2.4
42 .0
20 .1
44.0
68.9
11 6.5
100.8
138. 2
178.3
209.7
118.9
56.5
69.0
- 13.4
37. 1
29.0
18.0
Fuente s: Banco Ce ntral de C hil e, in dicadores de comercio exterior , sep ti e mbre de 1990, oc tubre de 1992 y ene ro de 1993 ; Sec retari ado de l Banco Ce ntral para las c ifr as de t 993 .
•••••• • •• •••• •••••••• •••••••••• ••• • ••••••••• ••••••• ••••••• • ••••••
Como el valor y el volumen del comercio con Brasil o Argentina
son mucho mayores qu e los correspo ndi entes a Méx ico, esos
incrementos podrían considerarse como logros más importantes
qu e los aum e ntos del intercambio con la economía mexica na. A pesar de que Chil e ha tenido vínculos hi stóricos con esos
países -lo qu e en parte exp li ca el só lido co mportamiento de l
comercio exterior-, ot ras eco nomías vec in as también prosperaron en e l pe ríod o 1990-1992 sin co ntar co n un tratado comercial. Es el caso de Perú , Ecuador y Bolivia. 8
• Antes y des pu és de la firma del ac uerdo, las exportacio nes
de Chile han s ido prin c ipalment e productos ag rícolas y materias primas, e n tanto qu e México ha expo rt ado más pro ductos procesados e int erm ed ios (véase e l cuadro 4) 9 Es mu y
rev elador que al enfre nt ar Chil e la pérdida de un producto
cl ave de ex portació n -e l frij ol-, haya s us tituido otras exportacione s ag ríco las, co mo las uvas. Asimismo , pese a qu e la
harin a de pescado , otra exportación importante, se duplicó
cad a año de 1991 a 1993, en es te ú !timo las ex por taciones
fueron s imila res a las de 1989, antes del tr atado . Las ve nt as
de ciruela pasa aum ent aron e n los prim e ros tres trim es tres
de 1992 despu és del ac uerd o, pero di sminu yero n en e l mi smo lapso de 1993. Lo mismo oc urri ó co n los acei tes y las
grasas animales , los productos forestales y e l cob re no procesado . Es te último lo s ust itu yó un ava nce moderado en la s
exportaciones de cobre refin ado en los primeros tres trimestres
de 1993 . Los e nvíos de min era l de hi erro gra nul ado dismi nu ye ron a cero despu és del trat ado y aum entaron modera d ame nt e e n los primeros nu eve meses d e 1993. De l lado
mexica no, las expo rt ac ion es del gasó leo des tilado aum e ntaron después de la firma de l acuerdo duran te los primeros
tre s trim es tres de 1992, pero disminuyeron a cero en e l mismo período de 1993. Las ventas de procesadores de d ato s se
red uj eron después del tratado durante los pr im e ros tres tri8. CEPAL, base de datos Comt rade , cifras de octubre de 1993 .
9. La minería, la ag ricultura, la silvi cultura y la pesca represe ntan 90% de las exportaciones tot ales. Véase el estudio del Ce ntro
de Comerc io Mund ial, El Mer curio, 19 de mayo de 1993.
mes tres de 1992 y se rec up eraro n durante igual período de
1993 . Las exportacio nes de ve hícul os de transporte pesado
casi se du plicaro n des pu és del tratado, pero disminuyeron
en 1993.
A l anali zar ambos lados des tacan fluctuaciones de un año a
otro después de la firma del ac uerdo . A lg un os producto s
elevaron s u participac ión en el mercado en lo s primeros tres
trim est res de 1992 para perderl a un año des pués. De l lado
chil eno, los productos que incrementaron su participación después del tr atado so n la uva y la harina de pesca do y, a un
ritmo más moderado, la ciruela, e l d urazno y los nitratos. (Hoy
ex iste un a controve rs ia entre Chi le y México respecto a los
increme ntos de las expo rt ac ion es de harina de pescado. El
gob iern o mexicano propone introd ucir medid as ba sa das e n
lo que ca li fica de prácticas dumping por parte de Chile). Los
productos mex ica nos que han ga nad o parti c ipación son el
policloro , fibra s acríli cas, televisores de co lor y vehícu los
de pasaj e ros y, a un r itm o más moderado , e l di óx ido de
tit ani o . to
Los productos comerc iados en tre los dos pa ís es reve lan un a
marcada tendencia , sobre todo de l lado c hil eno, a co ncentrarse en unos cuantos productos de expo rt ac ión . En 1993
sólo 13 ar tícul os repre se ntaron 63 % d e las ventas to tales de
C hil e a México: uvas, 2 1 % ; harina de pescado, 19 %; cirue 10. El sec tor de Jos ve hícul os automo tores es taba suj eto a un a
reducción arance lari a espec ial y más len ta. No habrá reducci ón
alguna ant es de 1996, cuando los arancel es se eli minarán por co mpleto. La s reg las de ori gen para los aut omóv il es en 1996 se rá de
32 %, pero só lo de 16 % para los ve hícu los sujetos a cuota s. Se
adopt ó esta medid a para ajusta r la plan ta de armado chil ena para
la Ge neral Mo tors , la Peugeo t y la Renault. Tambien beneficiar á a
México, qu e es uno de Jos princ ipal es proveedore s de automóv iles de Chi le. De enero a septiembre de 1992 Méx ico ocupó el cuarto
lu gar en la part icip ac ión en el mercado chileno (7%) des pués de
Japón (49 %), Bras il (14 %) y Ru sia ( LO%). De hec ho, el autom óv il
más ve ndido en Chil e fu e el Sunny y des pu és el Sentra, que produce en Méx ico la Nissa n de Japón .
comercw extenor, reorero ae
u
e
CmLE:
,. ,,
lYY:l
o
A
o
R
4
PRODUCTOS COMERCIADOS CON MÉXICO (MILLONES DE DÓLARES)
••••••••••••1990
•• •••••••••••••••••
1991'
1992'
1993
Valor
%
20 164
3 568
2 559
2 473
4 519
18 042
21.4
3.8
2.7
2.6
4.8
19.1
Principales exportaciones a México
Agricultura
Frijol
Uvas
Duraznos enlatados
Duraznos
Ciruelas
Ciruelas pasa
Harina de pescado
Aceites y grasas
animales
Minerales
Mineral de hierro
granulado
Cohre (no procesado)
Productos forestales
19 387
347
51
8
2 206
12 088
444
456
331
3 009
4 518
10 364
2 927
2 021
2 150
5 188
9 467
1 457
5 486
6 076
3 139
3.3
9 385
2 868
65
1 661
35
259
1.8
927
1 442
0.3
Productos qu(micos
Nitrato de sodio
Nitrato de potasio
Subtotal
80
1 765
46 774
1 278
18 455
1 380
632
42 574
1 529
1000
58 948
1.6
1.1
62.5
Otros productos
10 996
9 876
26 439
35 328
37.5
57 770
28 331
69 013
94 276
100.0
Total
las, 4.8%, y aceites y grasas animales, 3.3%. Doce artículos
de origen mexicano representaron 58% de todas las importaciones: 28.3%, vehículos de pasajeros; 6%, policroruros,
y 5%, televisores . La marcada concentración indica que no
se ha aprovechado plenamente el potencial del tratado; éste
ofrece mayores posibilidades a las exportaciones y la diversificación de productos.
La balanza comercial entre las partes presenta un desequilibrio
persistente en favor de México . 11 El déficit ascendió a 43.1
millones de dólares en 1990, 94.7 millones en 1991 y 85 .9
millones en 1992. Después del acuerdo, el déficit se moderó, pues en 1992 las exportaciones chilenas crecieron más
rápidamente que las importaciones, tendencia que continuó
en 1993 . Sin embargo, Chile deberá incrementar la productividad de sus exportaciones para superar el déficit comercial con México o bien promover la diversificación hacia produetos con mayor valor agregado.
En las negociaciones para establecer un acuerdo de libre
comercio es importante, en especial para el socio más pequeño, tratar de conservar los productos que ya han generado ingresos por exportaciones e incluir los que pueden generarlos. Por ejemplo, el volumen potencial de las ventas
externas chilenas se redujo mucho cuando México excluyó
la manzana (como resultado del TLC) y el frijol para pro teger a sus agricultores.
Principales importaciones de México
Equipo de transporte
Vehículos de pasajeros
Vehículos de
transporte pesado
Otros vehículos
Cambios en la inversión extranjera
23 314
17 074
24 436
42320
28.3
8 805
5 292
8 378
2 332
15 814
1 787
5 210
3 082
3.5
2.1
Aceite destilado
4 696
Productos químicos
Policloro (vinil)
Isocianuros
Dióxido de titanio
Acido sulfúrico
1 798
1 240
654
3 428
3 402
1 505
447
1 522
8 965
1 610
1 535
929
8 990
1 103
3 784
6.0
0.7
2.5
Bienes industriales
Fibras de algodón
para cigarros
Fibras acrílicas
Compuestos minerales
3 785
1 754
1 797
2 558
1 979
2 196
2 476
3 095
1 575
2 951
4 827
1478
2.0
3.2
1.0
Bienes manufacturados
Procesadores de datos
Televisores de color
Subtotal
3 272
7
59 842
3 241
23
44 657
1 685
2 345
76 620
5 809
7 473
87 027
3.9
5.0
58.2
Otros productos
40 956
48 71 2
54 408
62 463
41.8
100 798
93 369
131 028
149 490
100.0
Total
10 364
a. Enero-septi embre .
Fu ente : Banco Central de Chil e.
••• ••••••••••••••••••••••••••••
La inversión extranjera entre los dos países ha sido moderada. Después del tratado se registró un leve incremento, sobre todo de servicios y comunicaciones. Entre las principales inversiones mexicanas en Chile destaca el desarrollo
turístico Marbella Resort, que representa cerca de 30 millones de dólares. En el sector de las telecomunicaciones, Televisa se fusionó con Megavisión de Chile, y en la industria
alimentaria, el grupo Bimbo adquirió la cadena de comida
chilena Cena. En el sector del transporte, Dinamex -importante fabricante de camiones y autobuses- se estableció en
Chile en coinversión con el grupo chileno Grunwald. Del lado
chileno la inversión es más modesta y se ha canalizado al
establecimiento de instalaciones de refrigeración en el puerto
de Manzanillo, donde la fruta chilena entra a México . Sin
embargo, se espera que a raíz de la ratificación del TLC, Chile
se interese más por invertir en México a fin de aprovechar
las nuevas oportunidades que se abren y como un camino indirecto para ganar acceso a los mercados de Estados Unidos
y Canadá.
11. En un estudio realizado en 1991 por el C e ntro d e Informa ción Comercial en Santiago se señala que esta tendencia está pre sente: "Desequilibrio en int e rcambio Chile-Mé xico ", Estrateg ia ,
15 de octubre de 1991.
lo>U
Conclusión
En los años posteriores a la firma del acuerdo entre Chile y
México se registraron incrementos en el comercio bilateral.
Las exportaciones chilenas aumentaron desp ués del tratado
pese a que las bajas cifras de 1991 hacen qu e la ganancia de
1992 se vea más espectacular d e lo que realmente fue. Al
parecer el acuerdo no fue el único factor determinante en los
aumentos de 1992 y 1993. En los años anteriores al convenio el intercambio creció a niveles similares a los reg istra dos después de su puesta en marcha . Además, los incrementos del comercio chileno-mexicano fueron similares a los
obtenidos con otros países con lo s que Chile no tenía acuerdos de ese tipo. Existen, además, se rias fluctuaciones en las
exportaciones de cad a país de un año a otro. Algunos productos ganaron participac ión en el mercado después del tra tado y la perdieron al año siguiente y viceversa. El intercambio
presenta, asimismo, una profunda concentración en unos cuantos productos, lo que sugiere que el tratado no se ha aprovechado a plenitud. Las exportaciones de Chile constituyen básicamente productos agrícolas y materias primas y las de
México bienes intermedios y procesados . El comercio, por
último , muestr a un dese quilibro persistente en la balanza
comercial favorable a Méx ico, aunque se ha reducido ligeramente después del tratado.
Si bien el análisis cubre un intervalo breve -el acuerdo entró en vigor a principios de 1992-, se considera que el convenio puede ser la base de una mayor int eg ración regional.
El acuerdo expresa, asimismo, la voluntad política de estrechar los vínculos entre dos países cuya relación mutua ha sido
más bien escasa. También es un paso hacia el establecimiento
de· un modelo de liberalización del comercio y de la inversión con base en el cual alcanzar e l libre comercio hemisférico .
Comentarios finales
En el marco de los div ersos mod elos de integración de ho y
en día ; en seguida se ofrece un resum en de algunas de las ve ntajas y desvent ajas de los tratados bilaterales, como el de Chile
y México, así como de otras formas de integració n, con e l fin
de enriquecer e l análisis e inducir es tudi os más detallados.
Existe g ran variedad de ac uerd os bilaterales en la · reg ión.
Algunos son parc iales , como el de Argentina y Chile; otros
más amplios, como el chileno-mexicano, también hay países
que mantienen un intercambio comercial sin que medie algún
tipo de co nv enio. Algunos ac uerdos in c luy en eco nomías de
tam año s imil ar y proximidad geog ráfica, como Argentina y
Bras il , Co lombi a y Venezuela , Ec uador y Perú, El Salvador
y Guatemala ; o tros se ce lebran entre un país gra nd e y uno pequeño sin prox imid ad geográfica, co mo C hil e y México. La
div ersidad de los acuerdos bilat era les, en particul ar los de
eco nomías de diferente tamaño, genera n más limit ac iones y
difi cultades qu e las formas de integración más amp li as.
acuerdo chJte-méxJco
1) En un tratado bilatera l de eco nom ías de distinto s tam años e l país más pequeño no cuenta con la fuerza que tendría
si formara parte de un bloque comercia l más amplio . El ejemplo es la exclu sión de la manzana y el frijo l del ac uerdo entre
Chile y México.
2) Otro caso es cuand o un bloqu e regional protege los inte reses de s us países miembros por e nc ima de lo s intereses de
terceros co n quienes se tiene un tratado bilateral. La interp retación y cua lqui er expa nsi ón del convenio puede depender en gran medida de la bu ena voluntad del soc io comercial más fuerte y de los int ereses d e s us sec tores más
proteg idos. Co mo parte de un bloque de países más grande,
los pequeño s podrían proteger mejor sus intereses y exportaciones . Por ejemplo, los agricultores franceses ej erciero n
un efecto limit ado en las negociaciones multilaterales del
GATT, pero no pudieron detenerlas . Sin embargo, después
de muchos aí1os, los agricultores de la Unión Europea tuvieron
una influenci a definiti va en la obstrucción del acceso de los
productos agrícolas y marinos de C hil e en sus mercados; es
difícil aceptar que un si mpl e tr atado bil atera l so lu cion e ese
probl ema .
3) Puede suceder que un tratado bilateral afecte la s preferenci as de un convenio anterior. E llo podría ocurrir en el hemisferio occidental si, por ejemp lo, Es tados Unidos o Méx ico
celebraran tratados bilaterales independien tes con varios países
del área, situación similar a la de la Unión Europea con los
países afri canos, del Car ib e y del Pacífico y los mediterráneos. En ese esce nario , Estados Unidos o México se convertirían e n el ej e regional de una seri e de tratados bilateral es y
lo más probable es que no se formara ni un so lo mercado in te grado.
4) Los tratados bilaterales pueden s uscribirse y en trar en vigor
más rápidamente, pues só lo intervi e nen do s países; se evita n las complejidades propias de las ne gociaciones e ntre
numerosas nacio nes. Así, la eco nomía chil ena busca afanosamen te suscr ibir tr atado s bilaterales con los países vecinos
y Estados Unidos. Los acuerdo s de Ch il e co n México, Venezue la, Argentina y Bolivia so n a lg unos ej emplos. Act ualmente el país andino considera que la aproximación bil ateral d e l co merc io es m ás eficaz para ganar acceso a los
merc ados de las naciones con política s m ac roecon ómi cas
es tab les y regímenes comercia les abi e rtos , sin sos layar la autonomía e n su po líti ca de comercio g lob al.
5) Tomando en cuen ta las dificult ades y contrad icc iones in herent es a los tratado s bil atera les y las ca rac terísticas de l
tr atado Chi le-México co mo ej emp lo de es te tipo de int egrac ión, es de s um a import a ncia qu e los países de la región
es tudi en· mod a li dades -ya ex iste nt es- a l se leccio nar una
políti ca co merc ial. Dichas modalidades se basan en agrupac iones s ubregiona les , como los modelos del Mercosur y el
Tratado de Libre Come rc io de Amér ica del No rte.
comercio exterior, febre ro de 1995
6) Las agrupaciones regional es como el M erco sur elimin an
las complejidades propi as de los tr atado s bil ateral es y ti enen
la ventaja de unir economía s y c ultura s simil ares . Pu ede n
emprenderse como meta final o para mejorar la po sici ón negociadora con otras agrupaciones region ales. Sin embargo, las
economías más pequ e ña s de l Mercosur se mu estran escépti cas al respecto. Las diferent es po líti cas de aju ste estru ctura l
adoptadas por los dos princ ipal es países de dicha agrupación,
Brasil y Argentina, y los desacuerdos entre lo s más pequ eños y los más grandes, han creado in ce rtidumbre y demora
en la puesta en prácti ca de ese es fu erzo int egrador.
7) El modelo del TLC evo ca má s lo qu e la Unión Europea
inició hace 40 años: la asociac ió n g radu al de países de un a
misma zona para formar un gran bloqu e regional. Este tipo
de integración funcionarí a mejor s i se sumara a una políti ca
redistributiva sólida para hom oge ne iza r los div ersos ni veles de desarrollo, proporcionara un c laro incentivo para las
economías complementarias y es tabl ec iera el requi s ito de que
todos los países promu evan los prin c ipi os demorr áti cos . S i
así fuera y las negoci ac io nes se basa ran e n la rec iprocid ad
permitiendo diferenci as en los ni ve les de desa rro llo econ ómico , este modelo re prese nt aría un a aprox im ación só lida en
las actuales condicion es mundi a les. S in embargo , tod as las
naciones participant es deben dem os tr ar su compromi so e in terés . En el caso del TL C, la prin c ipal economía - la estado unidense- debe estar di spu es ta a impul sa r es te tipo d e int egración. En un gran mercado las autoridades ti e nd e n a no
interesarse en la ampliac ió n, e n v ista d el riesgo d e la s m ayores complicaciones que represe nt a la parti c ip ac ión de más
países . Los grupo s d e int e rés so n o tr o fac to r im por tant e al
determinar si pu ede ex pandi rse un tratado de li b re co mercio o una unión adu anera. Los g rupos qu e pro mu eve n e l proteccionismo y se be nefi c ian de la desv iac ió n de las co rri entes comerciales que genera un tratado de libre comercio pueden
mostrarse renuentes a in cluir un a m ayo r competenc ia. Po r
otro lado , Estados Unidos , ante tant as di ficult ad es para ratificar el TLC , podrí a opt ar po r pospo ner o de mo rar indefinidamente la e ntr ada de o tros pa ís•;s.
En el caso de la int egrac ió n basada en el TL C, los prim eros
promotores parec en se r los países m ás pequ e ños que desean
proteger las grandes ex port ac io nes a Es tados U nid os, pu es
les preocupa el in c re mento de l p ro tecc ioni smo y es peran fomentar la inversión . Es dec ir, antes de que el mundo se adentre
más en las ag rupac ion es reg io nales, qui ere n asegur arse e l
acceso a las negoc iac ion es y a los be nefic ios . Es to col oca a
Es tados Unidos en un a pos ic ió n negoc iado ra inu s itad amente
pode rosa. Se ha di cho qu e du ra nt e las negoc iacion es del TLC,
e l gobi erno mex ica no co nce di ó m ás de lo que ob tu vo a fin
de .asegurar e l acceso al mercado y fac ilitar la firma de l acuerdo
comerci al.
Al se lecc io nar un mo delo u otro los países deben tener en la
mes a vari os punt os bás icos. Ex iste un a corre lac ión direc ta
131
entre lo s benefi c io s de los tratados de libre com erc io y la inte ns id ad de las barreras proteccioni stas, el tamaño de la zona
de libre co merc io y la co mpetitiv idad de la estructura pro du ctiv a de un país. S in emb argo, al adoptar un modelo especí fi co no necesa ri amente se aseg uran efectos positi vos o
nega tivos. Las políticas m ac ro y mi croeconómi cas só lidas,
las bu enas redes de tr anspo rt e y los regímenes políticos establ es, entre ot ros puntos, tienen un pape l más preponderante.
E n po cas palabr as, las zo nas de lib re comercio esti mu lan el
c rec imiento, pero no necesa ria mente lo ,generan.
<a
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