Revista Iberoamericana DE JUVENTUD

Anuncio
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
UNDESA
5
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
Nº5
JUNIO 2007
SECRETARIO GENERAL
Eugenio Ravinet
SECRETARIO GENERAL ADJUNTO
José Manuel Miguel
DIRECTOR DE FORMACIÓN
Javier Ruíz Rosado
DIRECTOR DE ESTUDIOS
Paul Giovanni Rodríguez N.
EDICIÓN Y REDACCIÓN
Rocío Ocampo Lillo, Irene Macia, Esther Martín, Elvira Esteban,
Carmen Vegas, Julián de Los Ríos y Ana Carolina Sánchez.
Secretaría General de la
Organización Iberoamericana de Juventud
MAQUETACIÓN Y DISEÑO GRÁFICO
Isabel La Fuente Taborga ([email protected])
FOTOS MIGRACIÓN
Eduardo Sánchez de León ([email protected])
IMPRESIÓN
DISTRIBUCIÓN Y SUSCRIPCIÓN
Secretaría General de la
Organización Iberoamericana de Juventud
Paseo de Recoletos, 8
28010 Madrid –España
Teléfonos: (+34) 913 690 350 – 913 690 285.
Fax: (+34) 915 775 039
E-mail: [email protected]
DEPÓSITO LEGAL
NOTA DE LA REDACCIÓN
Las opiniones expresadas por los autores y las personalidades entrevistadas en esta revista no responden
necesariamente a la posición oficial de la Organización Iberoamericana de Juventud. La responsabilidad de
las mismas compete exclusivamente a sus autores. Queda autorizada la reproducción total o parcial de los
contenidos de esta Revista, siempre y cuando quede citada la fuente.
JUVENTUD
Y MIGRACIÓN
Sumario
PRESENTACIÓN DE LA REVISTA 3
EUGENIO RAVINET
Secretario General de la OIJ
TRIBUNA IBEROAMERICANA 4
ENRIQUE IGLESIAS
Secretario General de la Secretaría de
Estados Iberoamericanos (SEGIB)
LEANDRO YAX ZELADA
Presidente del Consejo Directivo del Fondo para
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América
Latina y el Caribe
ENTREVISTAS
14
RIGOBERTA MENCHÚ
Premio Nóbel de la Paz en 1992
ALAIN TOURAINE
Director del Centro de Altos Estudios
Sociológicos de París
PANORAMA CIENTÍFICO
28
BRUNSON MCKINLEY
Director de la Organización Internacional
para las Migraciones-OIM (Ginebra, Suiza)
CONSUELO RUMÍ
Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración
(España)
ALEJANDRO I. CANALES
Director Centro de Estudios de Población-INESER
(México)
MARIO SANTILLO
Director Centro de Estudios Migratorios
Latinoamericanos-CEMLA (Argentina)
CLAUDIO BOLZMAN
Director Centro de Estudios de la Diversidad
Cultural y de la Ciudadanía (Ginebra, Suiza)
EMMANUEL JOVELIN
Director Adjunto de Estudios y
Desarrollo Internacional
(Lille, Francia)
RENÉ PEREIRA
Especialista en Población y Desarrollo. Universidad
Mayor de San Andrés-UMSA(Bolivia)
LAURA ZANFRINI
Profesora Asociada de la
Facultad de Sociología de Milán (Italia)
FERNANDO BARBOSA
Investigador del Observatorio de la Convivencia
Ciudad de Madrid-UCM
(España)
2
PRESENTACIÓN DE LA REVISTA
Eugenio Ravinet
Presentación
J
unto con el fenómeno de la Globalización, el
amanecer del siglo XXI nos da muestras de que también será un tiempo de desplazamientos humanos,
principalmente desde los países pobres hacia los ricos y con personas cada vez más jóvenes como protagonistas.
De tal manera, la relación entre juventud y migración es cada vez más estrecha y ese acercamiento
irá poniendo sobre el tapete nuevos temas, nuevas aristas de un fenómeno que
nos habla de una búsqueda por la superación, por romper con las condiciones
adversas en las que se nació. Dejar la tierra propia y a los seres queridos es una
decisión difícil que requiere mucha valentía y que supone un gran esfuerzo.
En los artículos incluidos en esta revista encontraremos, a través del análisis de
destacadas personalidades y estudiosos del tema, una visión panorámica de la
migración juvenil, sus causas y consecuencias y aquellos temas emergentes que
vienen de la mano con esta realidad.
Un cordial saludo,
Eugenio Ravinet Muñoz
Secretario General
Organización Iberoamericana de Juventud
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
3
TRIBUNA IBEROAMERICANA
“Al igual que otros grupos que sufren mayores niveles de vulnerabilidad, los jóvenes habían permanecido invisibles en el debate migratorio así como en las
políticas públicas orientadas hacia el colectivo inmigrante.”
Enrique Iglesias
4
TRIBUNA IBEROAMERICANA
Enrique Iglesias
Enrique Iglesias
Secretario General de la Secretaría de Estados
Iberoamericanos (SEGIB)
Enrique Iglesias se licenció como Economista en Uruguay,
donde se hizo ciudadano naturalizado, a pesar de haber
nacido en Asturias (España). Actualmente es Secretario
General Iberoamericano. Fue Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 1988 a 2005; y Secretario
Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina
(CEPAL) de las Naciones Unidas. En su país ha sido Ministro
de Relaciones Exteriores y Presidente del Banco Central. Fue
Secretario General de la Conferencia Mundial de Energía en
1981 y recientemente formó parte de la Comisión de Alto Nivel nombrada por el Secretario General de la ONU para formular recomendaciones sobre la reforma de la organización
y sobre la paz, el desarrollo y la seguridad nacional. También
ha sido miembro de la Comisión de Alto Nivel nombrada por
el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, para impulsar
el Programa Alianza de Civilizaciones, propuesto conjuntamente por los Jefes de Gobierno de España y Turquía.
JUVENTUD Y MIGRACIÓN EN EL
PROYECTO IBEROAMERICANO
Tratamiento de las migraciones en la
Conferencia Iberoamericana
L
as migraciones han sido un componente esencial del espacio iberoamericano. Llevamos más de 500 años gestionando migraciones de diverso origen e
intención y por eso sabemos que la emigración, por dura que ésta resulte, es y ha
sido una esperanza de dignidad para millones de personas en todos los tiempos.
Los países que integran el proyecto iberoamericano deben a los migrantes de todas
las épocas una parte esencial de nuestras
señas de identidad. Resulta lógico que la
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
Conferencia Iberoamericana (mecanismo
diplomático de concertación política y de
cooperación al desarrollo surgido de la
Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Guadalajara, México, de 1991) reconozca la necesidad de tratar la cuestión
de las migraciones, que va a ser uno de los
componentes principales de la agenda internacional de las próximas décadas.
La Iberoamérica de hoy se ha convertido
en una región con fuerte presencia en las
migraciones internacionales, tanto hacia
dentro como hacia fuera, en un momento
donde la fluidez de las corrientes financieras, comerciales y de servicios generada por la globalización no ha tenido su
5
correlato en la movilidad internacional de
la mano de obra. Es por tanto apropiado
que cuando los máximos mandatarios de
los 22 países iberoamericanos se reúnen
para abordar temas esenciales para nuestro futuro como la democracia, el desarrollo, la educación y la cultura y nuestra
propia diversidad, presten atención al fenómeno migratorio.
Los Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos, reunidos en su XV Cumbre de Salamanca en octubre de 2005,
coincidiendo con la creación de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), definieron los grandes retos de
Iberoamérica en su Declaración Final,
entre los cuales se incluye por su alto
contenido social, económico, político y
de Derechos Humanos, el fenómeno de
las migraciones internacionales.
El punto 7 de la Declaración de Salamanca
reconocía la complejidad del fenómeno y
la globalidad del mismo, en la medida en
que afecta a todas nuestras sociedades. En
términos claros, el fenómeno migratorio
plantea cuatro desafíos: la aceptación de
la diversidad, la integración socioeconómica, el desarrollo de los recursos humanos y
el tratamiento de las remesas. Se constata
seguidamente la necesidad, siempre que
exista capacidad, de diseñar “un marco
iberoamericano de migraciones basado
en la canalización ordenada y la regularización inteligente de los flujos migratorios,
la cooperación contra el tráfico y la trata de
personas y, además, en la responsabilidad
de cada país por el diseño de las políticas
públicas al respecto”.
“La emigración, por dura
que ésta resulte, es y ha
sido una esperanza de
dignidad para millones
de personas en todos los
tiempos.”
preparación y realización de un Encuentro Iberoamericano sobre Migraciones, el
primero en su género, que debía tener lugar con anterioridad a la Cumbre de Montevideo en noviembre de 2006.
Para la organización de este encuentro
nos apoyamos en las instituciones de larga tradición en el quehacer migratorio
para, desde su experiencia y logros, aportar una contribución adicional que pudiera ir ampliando el horizonte de nuestra consideración de las migraciones. Por
ello, se recurrió a la colaboración de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe de las Naciones
Unidas (CEPAL), a través de su Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía
(CELADE), y de la Fundación Carolina de
España.
Tras un intenso proceso de preparación y
consultas, el Encuentro Iberoamericano
sobre Migración y Desarrollo tuvo lugar
en Madrid en julio de 2006 en cumplimiento del Mandato de Salamanca. Participaron en él, además de los 22 países
iberoamericanos, representantes de otros
10 Estados, de 30 Organizaciones Internacionales y 44 representantes de redes de
Además, los Jefes de Estado y de Gobier- la sociedad civil, así como personalidades
no encargaron a la recién creada SEGIB la del mundo académico, hasta un total de
6
Tras Salamanca y el Encuentro de Madrid, la XVI Cumbre Iberoamericana de •
Montevideo celebrada en noviembre de
2006, decidió que el punto central de
sus deliberaciones era la cuestión de las
migraciones internacionales. Establece •
además que el “Compromiso de Montevideo sobre Migraciones y Desarrollo”
será parte integrante de la declaración
montevideana.
El Compromiso de Montevideo
El Compromiso de Montevideo es una declaración política de 25 puntos, extensa
y detallada en su contenido, y estructurada en dos partes, una de reafirmación
de principios políticos y otra en la que se
recogen los compromisos operativos. Es
un texto específico sobre un asunto concreto, la migración y el desarrollo, y no un
compendio de referencias varias a una
pluralidad de temas. Puede decirse con
certeza que, de todas las declaraciones
y documentos anexos emanados en 16
años de cumbres, el Compromiso es uno
de los cinco más importantes.
Entre los principios fundamentales que
reconoce el Compromiso, podríamos destacar los siguientes:
•
Situar a la persona del migrante en el
centro de los programas o proyectos
migratorios, respetando sus derechos
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
TRIBUNA IBEROAMERICANA
Enrique Iglesias
670 participantes, todos ellos directamente vinculados al quehacer migratorio.
El hecho de que junto a la actualidad del
tema, participaran representantes de tan
diversos ámbitos permitió un profundo
intercambio de ideas, recogidas en la publicación Unidos por las Migraciones.
humanos independientemente de la
condición migratoria y cualquiera que
sea su nacionalidad, origen étnico, género o edad. Se trata de la consagración de un trato igualitario, que busca
garantizar que los migrantes disfruten de los servicios públicos de salud,
educación y acceso a la justicia.
Migrar no es un delito, por lo que los
Estados no desarrollarán políticas
orientadas a criminalizar al migrante.
La migración es un asunto transversal, íntimamente ligado al desarrollo,
y a los derechos humanos. El análisis
ha de ser integral y multidisciplinario,
para abordar las causas y efectos de
la migración, y el tratamiento al que
hace referencia se define como activo
y cooperativo.
•
Se reconoce la necesidad de que tanto
las normas nacionales como los acuerdos internacionales iberoamericanos
en materia migratoria respeten los
principios de la Carta de las Naciones
Unidas y los del Derecho Internacional, así como de los Derechos Humanos, del Derecho Internacional Humanitario y del Derecho Internacional de los
Refugiados. A ello se unen los principios
contenidos en la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre
Principios y Derechos Fundamentales en
el Trabajo.
•
Los Estados tienen el derecho a regular el ingreso y permanencia de los
migrantes en su territorio, pero con la
obligación de respeto al marco internacional de los Derechos Humanos, y
ello con independencia de su condi-
7
ción migratoria, lo que incluye a los
indocumentados.
•
Otra referencia esencial en la protección jurídica internacional del migrante, en este caso en el ámbito laboral,
es el Convenio Internacional para la
protección de todos los trabajadores
migrantes y sus familias, a cuya ratificación se insta a los Estados de Iberoamérica, ya que hasta ahora sólo lo
han suscrito 12.
En cuanto a los aspectos específicos referidos a la migración internacional, los Jefes de Estado y de Gobierno expresaron
la necesidad de emprender acciones en
lo relativo a temas concretos presentes
en la realidad iberoamericana.
•
•
Necesidad de desarrollar políticas de
género que aborden este impacto
diferenciado de la migración de las
mujeres.
•
Asegurar a los niños y adolescentes,
con independencia de su condición
migratoria, la protección de sus vidas,
el acceso a la educación y la sanidad,
a su identidad y a una nacionalidad.
Se recuerdan los textos internacionales acordados sobre la materia.
•
8
La estrecha vinculación entre la protección de los Derechos Humanos de
los migrantes y la lucha contra la trata
y el tráfico de personas.
En la formulación de políticas migratorias, los Estados tomarán en consideración las condiciones de vulnerabilidad y desventaja que afectan a los
indígenas y afro-descendientes.
•
El impacto que la pérdida de talentos
supone para los países de origen, así
como el riesgo de que dichos talentos
no sean plenamente aprovechados
en los países de destino.
•
El Compromiso define la migración
como “una realidad transversal que
guarda estrecha relación con la falta
de desarrollo”. La reducción de la pobreza y un mayor desarrollo en los países de origen disminuye claramente
los flujos migratorios no regulados.
•
Se afirma la idea de que las remesas
son flujos privados, y no pueden ser
catalogadas como ayuda oficial al
desarrollo; se reconoce un derecho
humano a la asistencia, y un derecho,
derivado del anterior, a la recepción
de la misma.
El Compromiso es, por tanto, un documento completo e innovador, que comparado con otras declaraciones políticas
surgidas de otros foros internacionales,
constituye un avance en materia de migraciones.
Juventud y migración
Al igual que otros grupos sociales que sufren mayores niveles de vulnerabilidad,
los jóvenes habían permanecido invisibles en el debate migratorio así como en
las políticas públicas orientadas hacia el
colectivo inmigrante. Afortunadamente,
los países de origen, tránsito y destino de
los migrantes están tomando mayor conciencia sobre la importancia de conocer
más a fondo cómo este fenómeno afecta
a la juventud.
Los jóvenes no sólo se enfrentan a problemas derivados de su integración en el
país receptor, sino que el comportamiento de la migración actual, caracterizado
por la salida de uno de los padres o la reunificación familiar, genera una realidad
que puede tener impactos negativos en
el desarrollo de los jóvenes y en las dinámicas familiares. En muchas ocasiones, el
retorno o la reunificación familiar tarda
años en ocurrir, y el proceso puede ser
más tardío y complicado cuando la emigración ha sido irregular, dependiendo
de cuán restrictivas sean las leyes migratorias en los países de acogida.
Aunque el Compromiso de Montevideo no
recoge en sus artículos menciones expresas sobre juventud y migración, los principios que allí se reconocen, las acciones
que tienden a mejorar la calidad de vida
de los migrantes y el respeto de sus Derechos Humanos también son aplicables
para el tratamiento de aquellos aspectos
que caracterizan la migración de los jóvenes iberoamericanos o los efectos que la
migración puede tener en sus vidas.
Aquellas disposiciones de este instrumento orientadas a proteger a los niños, niñas
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
TRIBUNA IBEROAMERICANA
Enrique Iglesias
Al analizar las estadísticas que reflejan las
características demográficas de la población inmigrante en los países de destino,
se observa que los jóvenes son un grupo
muy representativo, y en algunos casos
mayoritario, sobre todo si extendemos
la edad de los jóvenes hasta los 30 años.
La lógica frente a esta realidad es que las
políticas públicas deben tener en cuenta
a este colectivo, con el propósito de garantizar su integración efectiva en la sociedad de acogida.
y adolescentes, evidentemente son aplicables a los jóvenes en las primeras etapas de
su transición hacia la edad adulta. Para el
Compromiso de Montevideo requiere especial atención el tema de la trata y tráfico
de menores de edad, así como la protección de sus derechos contemplados en los
instrumentos internacionales tales como
la Convención de los Derechos del Niño.
“El compor tamiento de la
migración actual,
caracterizado por la
salida de uno de los
padres esperando poder
regresar a su país en un
futuro próximo o la
reunificación familiar,
genera una realidad que
puede tener impactos
negativos en el
desarrollo de los jóvenes
y en las dinámicas
familiares.”
Los mandatarios le han dado una gran
importancia a facilitar la reunificación familiar de los migrantes, lo que tiene una
gran relevancia considerando lo importante que resulta para los jóvenes desarrollarse en un hogar que no sufra las
consecuencias de la desestructuración
familiar por largos períodos de tiempo, y
que en la mayoría de los casos acompaña
a los proyectos migratorios.
Pero mientras esa reunificación familiar
no se produzca, los Estados deben garantizar que los migrantes puedan enviar remesas a sus hijos y que, a su vez,
éstos puedan recibirlas, de manera que
se intente reducir los gastos de envío
9
mediante la concertación con el sector
bancario y las alianzas público-privadas.
Se reconoce que estos flujos financieros
privados resultan vitales para garantizar
que los hijos de los migrantes asistan a
la escuela, o que puedan tener acceso a
servicios de salud en sus países de origen, supliendo de alguna forma las carencias en cuanto a disponibilidad de recursos
que pueden sufrir sectores de población
de algunos Estados.
En cuanto a la educación, nos enfrentamos al reto de brindar igualdad de oportunidades para el futuro de estos jóvenes
migrantes. Sobre este tema, el Compromiso insta a que se hagan los esfuerzos
necesarios para asegurar a los adolescentes, independientemente de su condición
migratoria, el acceso a la educación.
Otra cuestión que nos preocupa tiene
que ver con la criminalización del joven
inmigrante. En muchos casos de forma
injustificada, se asocia la violencia juvenil
y la delincuencia con el incremento de la
inmigración, lo que puede degenerar en
enfrentamientos racistas y xenófobos. En
el Compromiso de Montevideo, los Estados se comprometen a promover que la
formación de administradores, autoridades policiales y migratorias, educadores
y otros funcionarios, incluya programas
para prevenir y combatir prácticas xenófobas, racistas y otras formas de into-
10
lerancia. Creo que debe insistirse en la
necesidad de desarrollar este tipo de programas para evitar situaciones que resten
importancia al aporte positivo que las
migraciones tienen en las sociedades de
acogida. Cuando el proyecto migratorio
es independiente o no está estrechamente vinculado con el de los padres (sobretodo se refiere a jóvenes en edades más
avanzadas), podemos enfrentarnos a otra
situación que tiene que ver con la fuga de
talentos. El Compromiso de Montevideo
reconoce además que esta tendencia no
parece que vaya a disminuir en un futuro próximo, por lo que se trata de buscar
fórmulas novedosas de aprovechamiento
compartido de los migrantes calificados.
Cuando se habla de migrantes se piensa en trabajadores. Pero lo cierto es que
detrás de la migración hay niños y niñas,
mujeres, indígenas, afro-descendientes,
profesionales y jóvenes. Reconocer estas
realidades y conocer sus especificidades
y necesidades, nos permitirá hacer avances no sólo en el análisis, sino también en
las acciones que repercutan en la calidad
de vida de los migrantes y sus familias.
Contribuiremos así a la humanización de
las migraciones, a la dignidad de nuestra
gente y a la transmisión de un mensaje
positivo a la comunidad internacional
desde el proyecto iberoamericano de
concertación y convivencia.
TRIBUNA IBEROAMERICANA
Leandro Yax Zelada
Leandro Yax Zelada
Presidente del Consejo Directivo del Fondo
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de
América Latina y el Caribe
Leandro Yax Zelada es Economista por la Universidad de San Carlos de Guatemala, y cuenta con
una Maestría en Impac tos Territoriales de la Globalización por la Universidad Internacional de
Andalucía (España). Ac tualmente es Presidente
del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe y fue, con
anterioridad, Presidente del Fondo de Desarrollo
Indígena Guatemalteco. Es profesor universitario y consultor de organismos nacionales e internacionales sobre temas de interculturalidad.
MIGRACIÓN Y JUVENTUD
E
n la actualidad el mundo se encuentra atravesando una coyuntura sin precedentes en el campo económico, científico, cultural, político y ambiental entre
otros, lo que hace necesario un análisis
de esta realidad de forma integral, ya que
todos los ámbitos se encuentran interrelacionados entre sí y afectan a las más
variadas formas de la vida humana.
Asimismo, su afección es a nivel planetario con muy escasas excepciones, en las
cuales, las comunidades se han declarado desconectadas de la civilización, tal es
el caso de algunos pueblos indígenas de
América Latina. No obstante, por aspec-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
tos metodológicos abordaremos especialmente el tema de la migración, que se
circunscribirá a pueblos indígenas y a la
juventud.
El fenómeno migratorio se inicia desde la
historia de la humanidad en sus distintas
eras. Si lo abordamos desde la historia de
los pueblos originarios, se registran pueblos con prácticas migratorias motivadas
por distintas razones, que van desde la
propia subsistencia hasta por motivos socioeconómicas.
Los pueblos indígenas practicaban su
economía dentro de un marco de inter-
11
cambio comercial, aunque también se
ejercía la autarquía. Basta con leer libros
sagrados y/o las traducciones de las estelas mayas en las cuales se puede apreciar
el intercambio de objetos comerciales
entre distintos pueblos. De esa manera
florecieron civilizaciones que se caracterizaron por ser grandes y verdaderos
emporios comerciales como es el caso de
Takalik Abaj, en Guatemala, que se considera, de acuerdo a las más recientes investigaciones realizadas por el Instituto
de Antropología e Historia del Ministerio
de Cultura y Deportes, como un lugar referencial en el cual se practicó de una manera intensa el intercambio comercial por
su posición geográfica estratégica. Este
sistema económico generó un intenso
movimiento migratorio entre los distintos
pueblos originarios, y lógicamente el uso
de la moneda, así como un sistema numérico altamente desarrollado, como el sistema de numeración maya.
visados especiales y la entrega de “permisos
especiales” para el ingreso. El fenómeno se
agudiza en la histórica y estructural migración de habitantes de Centroamérica
a los Estados Unidos de Norteamérica, situación que a pesar de los distintos mecanismos implementados por éstos últimos,
incluyendo la construcción de la muralla
de 1.200 kilómetros que se edificó en la
frontera con México, no presentan visos
de frenar.
Más tarde encontramos testimonios en la
era cristiana, en los que el propio personaje
alrededor del cual se centra el cristianismo,
Jesucristo, fue miembro de una sociedad
de migrantes. En numerosas ocasiones, las
contiendas bélicas generaron movimientos
humanos, pueblos desplazados que, por no
caer en la esclavitud, prefirieron buscar otros
territorios.
En América Latina se estima que, en algunos países, hasta un veinte por ciento
de su población ha migrado a los Estados Unidos. Tal es el caso de El Salvador,
Honduras, Guatemala y, de manera más
relevante, el caso de México, en donde
existen comunidades completas de “paisanos” en verdaderas ciudadelas, incluso ya se cuenta con representación en
el sistema parlamentario y en alcaldías
de importantes ciudades. Se estima que
más de 30 millones de latinoamericanos
han emigrado hacia los Estados Unidos.
En la actualidad, la migración es practicada
en todo el mundo. Incluso en lugares donde antes no era habitual, hoy se aprecia este
fenómeno muy frecuentemente. En Europa
ya se observan prácticas migratorias similares a las que en un inicio se aplicaron en los
Estados Unidos, con miras a frenar la vorágine migratoria de ecuatorianos, peruanos
y bolivianos al “viejo continente”, exigiendo
12
En lo que se refiere a este proceso, si lo
circunscribimos a América Latina y a los
pueblos indígenas, es fácil recurrir a las
fuentes cotidianas de información, en las
cuales se puede evidenciar la importancia
de este proceso en cuanto al envío de divisas por concepto de remesas familiares,
mismas que han llegado a ocupar un lugar
importante, al extremo de haber copado
las primeras posiciones de generación de
ingresos en las cuentas nacionales.
Según estudios efectuados y teniendo
en cuenta los objetivos de los procesos
migratorios de los actores directos (búsqueda de empleo), la población migrante es joven y para el caso de América La-
Pero esta incidencia en los elementos
culturales de las comunidades no afecta sólo a la arquitectura de las mismas,
sino también a las propias formas de
vida, la gastronomía, convivencia social,
sus cosmovisiones y sin lugar a dudas,
al sentimiento de pertenencia a una co-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
TRIBUNA IBEROAMERICANA
Leandro Yax Zelada
tina, proveniente de pueblos indígenas,
por lo que hace percibir que el fenómeno migratorio de estos países hacia el
norte es de población joven e indígena.
Se destacan modelos como el de Guatemala, donde se localizan comunidades
completas que se caracterizan por ser
emisoras de migración por excelencia.
En el departamento de Huehuetenango
(Guatemala) existen comunidades, aldeas y municipios en donde hasta más
de un cincuenta por ciento de la población originaria ha migrado hacia los
Estados Unidos. En algunos casos extremos, se han generado fenómenos sui
generis de comunidades donde ya no
hay población masculina y prevalecen
mujeres y madres solteras residiendo en
casas de habitaciones con arquitectura
norteamericana, lo cual contrasta con la
arquitectura autóctona del lugar. Ya no
hay jóvenes, solamente hombres ancianos.
munidad.Lamentablemente, el fenómeno migratorio ha sido criminalizado, ya
que al carecer de “documento o permiso
especial de estadía” en algunos países se
aplica un tratamiento delictivo, perseguido penalmente y sujeto a la encarcelación.
Es importante mencionar que uno de los esfuerzos más recientes para reducir situaciones como las descritas en el párrafo anterior,
es la Declaración de Montevideo, que fue
suscrita por los Presidentes y Jefes de Estado
de Iberoamérica, especialmente la firma del
documento “Compromiso sobre Migraciones y Desarrollo”, que forma parte de la mencionada declaración.
Se espera que los Presidentes y Jefes de Estado no escatimen esfuerzos para dar cumplimiento a este Compromiso, pues de esa
manera se contribuirá sustancialmente a la
construcción de una Iberoamérica respetuosa de los Derechos Humanos de sus habitantes, en especial, de aquellos millones de
jóvenes indígenas y no indígenas que por
objetivos legítimos buscan mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, y así
favorecer la construcción de una cultura de
Paz, de una Iberoamérica en Paz.
13
ENTREVISTAS
“Eso de la aldea global es la aldea global de la tarjeta
de crédito, de la tarjeta materialista, pero ni siquiera
para todos. Aquí no se habla de globalizar la educación, la salud, las identidades del mundo ni globalizar
la inclusión; no se está hablando de globalizar oportunidades para todos.”
Rigoberta Menchú
“El tema de la juventud debe ser tratado desde la integración de los jóvenes en la sociedad.”
Alain Touraine
14
ENTREVISTAS
Rigoberta Menchú
Rigoberta Menchú
Premio Nobel de la Paz en 1992
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su trayectoria
y lucha por el respeto de los Derechos Humanos, en especial,
de los pueblos indígenas; también fue galardonada con el
Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional
en 1998. Desde 1982 participa en las sesiones anuales de la
Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección
a las Minorías de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, así como en las Asambleas Generales de dicho
Organismo Internacional desde 1993. La Doctora Rigoberta
Menchú, indígena, maya, quiché y guatemalteca, es la actual candidata a Presidente de la República de Guatemala
por el Partido Encuentro por Guatemala, que en el caso de
ser electa, se convertiría en la primera mujer indígena en ser
presidente de un estado latinoamericano, así como la primera mujer presidente de su país.
“L A CL AVE ES FORMAR A
LOS JÓVENES EN LIDER AZGO ”
Béquer Chocooj. Un Informe de las Naciones Unidas nos dice que en el año 2006
había 191 millones de migrantes alrededor del mundo; más del 70% se encontraban en los países “desarrollados”. Es decir,
los emigrantes de los países en “vías desarrollo”, tal y como nos llaman, se dirigen a
los países desarrollados. ¿Cuál es su perspectiva sobre está dinámica actual?
Rigoberta Menchú. Es desafortunado
afirmar que en Guatemala, como en Latinoamérica en general, la desigualdad es
un serio problema. Una desigualdad social
donde las personas con oportunidades
no son muchas, y esas oportunidades no
se están reciclando en el sentido de que
puedan transmitirse de generación en
generación. Solemos ser países en los que
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
cuanto más viejo es uno, más derecho tiene a ocupar puestos públicos cuando no
debería ser así. Es la juventud la que debe
emprender esos trabajos desde un principio para poder construir el país. Pero las
oportunidades de los jóvenes, la oportunidad económica, la oportunidad política,
la oportunidad administrativa y la oportunidad a una educación, realmente se ven
afectadas por esta desigualdad social.
También tenemos el problema de la pobreza y la pobreza extrema, que está
sacrificando a una enorme cantidad de
jóvenes por no tener la preparación necesaria para adquirir un trabajo digno,
bien renumerado y creativo. Por lo tanto,
no podrán afrontar la competitividad sin
preparación técnica ni académica.
15
Otro grave problema es la falta de creatividad en la participación de la juventud.
Normalmente los gobiernos producen
gorras, playeras y llevan a cabo unas conferencias de jóvenes que son carísimas en
las que sólo llegan a reunir a los jóvenes
para encontrarse en un estadio y, ¿después de eso qué?; ¿después de eso qué
he ganado yo como joven? Tal vez gane
una experiencia, pero no me es suficiente para sentirme un ciudadano pleno, un
ciudadano participativo, un ciudadano de
convicción por el cambio, por el desarrollo y por el país.
Este sistema debe cambiar, realmente el
Estado tiene que hacer políticas públicas
más integrales, que ofrezcan más oportunidades de participación, de liderazgo, de adquisición de experiencias y de
proyección del joven que ha salido adelante. Debe existir un mayor número de
estímulos y más reconocimiento. Muchas
políticas públicas no apoyan a la juventud
porque todo el mundo está esperando a
que se conviertan en adultos, y no se dan
cuenta de que, justo en el lapso de tiempo, es cuando realmente se forman diferentes criterios de la vida y se viven diversas experiencias importantes.
En este contexto habría que emprender
distintas iniciativas. Por ejemplo, hace
algunos años el trabajo voluntario en las
comunidades era muy valioso, si un joven
tiene la oportunidad de hacer un trabajo
voluntario está conociendo nuevas cosas
y asumiendo una responsabilidad, pero
también está preparándose para una
toma de decisiones. Después habría que
subsidiar quizás programas que puedan
darle al joven lo mínimo para vivir una
experiencia de su interés. En las escuelas
16
se debe promover el trabajo comunitario
más intensamente. Yo creo que si la gente
sabe trabajar en colectividad en pequeño
se pueden resolver los grandes problemas colectivos, no sólo del país, sino de la
humanidad.
Ahora se habla de desarrollo rural, y considero que la juventud que ha tenido una
oportunidad de ir a la escuela y de recibir
una educación académica tendrá mucho
que aportar a esos jóvenes que no tuvieron la oportunidad de nada, eso es un estímulo muy grande. Yo recuerdo cuando
era joven cuánto aprecié los talleres, los
cursillos, saber escribir a máquina, saber
coser a máquina o cocinar una receta que
nunca hubiera aprendido jamás si no hubiera sido en un taller o en un encuentro.
Eso permite un contacto y elimina las desigualdades, porque tú, joven, no tienes la
responsabilidad ni tampoco cometes un delito por haber nacido en un barrio con más
recursos, pero a lo que no se tiene derecho
es a quedarte ahí y no a servir al país.
“S i la gente sab e trabaja r
en cole c tividad en
p e queño, se pue den
resol ver los gra ndes
problemas cole c tivos, no
sólo del pa ís, sino de la
huma nidad.”
Yo felicito a los jóvenes que buscan esa carrera de liderazgo y que tanto vamos a necesitar
en el futuro. La clave es formar a la juventud
en liderazgo. Debemos invertir en el liderazgo del mañana. Si no se invierte en este liderazgo, se acarrearán una cantidad de rezagos
que son producto de las sociedades injustas,
desiguales, impunes, violentas, etc.
R. M. Creo que desafortunadamente
pasa por todos los dirigentes que han
tomado decisiones en las Instituciones
del Estado. Han sido gente sin ninguna
conciencia social, sin ninguna responsabilidad –ni siquiera para la vida propia–,
que heredan el poder sucesivamente y
les hace ser gente muy excluyente. Esto
sólo se puede combatir si creamos una
sociedad más participativa. Realmente
yo creo en la formación de valores, creo
que los valores logran más cambios que
cualquier ley, cualquier estructura o cualquier institución, porque las leyes también son producto del cerebro de unas
personas que quisieron hacer leyes para
ellos mismos ajustándose a su medida.
En América Latina, una buena medida
que se toma en la lucha de los pueblos
se basa en exigir reformas profundas. No
tendríamos necesidad de reformas si las
leyes estuvieran elaboradas al tamaño de
la sociedad. Pero si las leyes se diseñaron
para el tamaño de ciertas personas eso
limita cualquier aspiración de libertad,
de justicia, de emancipación, de participación, de desarrollo humano, pero también, de desarrollo integral social. Yo creo
que queda mucho por hacer en materia
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
ENTREVISTAS
Rigoberta Menchú
B. C. Doctora, usted mencionaba un
tema de mucha relevancia para el continente, lo dicen los informes del PNUD
y de otros organismos internacionales,
somos el continente más desigual del
mundo. ¿Cómo transformar esa realidad
y, particularmente para la juventud, en
una región donde las estructuras han estado casi intocables en todos estos años?
¿Cómo hacer realmente para poder generar un cambio y combatir justamente esa
desigualdad?
de educación y de formación de valores.
Luego está el hecho de que los funcionarios públicos perdieron la esencia de lo
que significa ser un funcionario público.
Si yo soy un funcionario público, soy un
empleado al servicio de la sociedad. Entonces, si soy un humilde empleado tengo
que justificar mi salario y tengo que ofrecer resultados. Actualmente no se piden
resultados a los gobiernos. Mientras tanto
también se ofende mucho la dignidad de
la gente, porque realmente el voto ciudadano hoy es para el que hace un buen discurso y sabe aglutinar a más gente para la
búsqueda de una solución de forma conjunta, no para aquel que se llene de características de diálogo, de negociación, de
escucha, de consultas y de preguntas. Las
consultas realmente se hacían antes, hoy
la humanidad ya no hace consultas, decide por lo que cree o por lo que a la gente
le gustaría, por lo que pensaría o lo que
tendría que asumir por decreto. La falta
de conexión entre la gente, sus necesidades y la solución de sus necesidades hace
que exista un país intolerante y violento.
En este sentido, hay que volver a poner
énfasis en los valores, la honestidad, la
transparencia, la honradez y la administración equitativa de los recursos. Hay
que procurar que los fondos del Estado no estén privilegiando a unos, sino
que los fondos del Estado privilegien a
todos.
B.C: Claro, pero si no, estamos perpetuando
el círculo que nos ha sacado de la pobreza.
R. M. Entonces, ¿quién puede fiscalizar si
se privilegia a todos? La propia sociedad.
Si nuestra meta es conciencia, yo creo
que el Estado tiene que convertirse en un
17
mediador, pero también en un facilitador
de esa conciencia. Hay que llevar a cabo
muchas campañas cívicas en todos los
sentidos, porque no es suficiente tener
derechos, sino hay que saber que esos
derechos se poseen. Una vez conocido el
derecho es posible ejercerlo.
B. C. Doctora, en el contexto de la famosa
globalización y de la aldea global se ha
propugnado, en estos últimos años, por
llevar a cabo las “famosas reformas” que
se han hecho, no sólo en Latinoamérica,
sino en varias regiones del mundo. Estas
“reformas” han ido orientadas a liberar el
flujo de capitales, de bienes de servicios
pero, concretamente, ¿cómo poder incluir
el tema de la migración en escena? ¿Cómo
delinear una política pública para darle
solución?
18
la avalancha humana que necesita oportunidades. Tenemos una única salida: abrir
las puestas a la oportunidad aquí para
que nuestra gente no tenga que buscar
oportunidad en otro lado. Y yo creo que
se puede, porque Guatemala es un país
rico en recursos naturales, un país agrícola, un país ecológico y es un país con un
potencial especial para el turismo. Aquí
podemos crear oportunidades, no creo
en otro camino.
Las ciudades van a ser “in-vivibles” y
también los países que han pregonado
ser ricos son cada vez más suburbios
pobres como Los Ángeles, como muchos otros lugares en Estados Unidos;
ahí la vida no es la vida rica tal y como
se entendía en el sueño americano,
sino una vida de calidad de pobreza.
R. M. Es obvio que ninguna Política de Tratado de Libre Comercio (TLC) o ninguna
Política Económica de los últimos tiempos
poseen un ángulo social, sino un ángulo
mercantilista y comercial. Eso de la aldea
global es la aldea global de la tarjeta de
crédito, de la tarjeta materialista, pero ni
siquiera para todos. Aquí no se habla de
globalizar la educación, la salud, las identidades del mundo, ni de globalizar la inclusión; No se está hablando de globalizar
oportunidades para todos. En los próximos años, esas reglas económicas tienen
que cambiar, las reglas económicas tienen
que tener forzosamente un ángulo social.
No puede haber un desarrollo sin la gente
y no puede haber una economía próspera
sin que sea próspera para la sociedad.
Tenemos que resolver esto juntos, por
eso creo en el diálogo y creo que también debemos ser pragmáticos, porque los esquemas más intolerantes
también han terminado. Necesitamos
dialogar, necesitamos portar buena fe,
y necesitamos explorar caminos juntos, porque el rico exitoso solito, no
tiene éxito.
La inmigración es una cuestión universal.
Cualquier alambre o cualquier púa que
puedan poner los Estados no va a detener
B. C: El tema de migración en los últimos
años, en cierta manera, ha tomado auge,
se ha posicionado en las agendas de va-
“Hay que pro cura r
que los fondos del Estado
no estén privilegia ndo
a unos, sino que los
fondos del Estado
privilegien a to dos.”
R. M: Es lamentable que hasta la fecha no
se haya planteando una verdadera solución al tema de la migración. La verdadera
solución es dar oportunidades a la gente
aquí, es ofrecer una buena oportunidad
de tener un buen trabajo bien remunerado y brindar la oportunidad de que
sus hijos tengan la calidad de educación
que necesitan, tengan una buena calidad
de salud, y para eso se tienen que recaudar fondos. Esos fondos deben proceder
de los impuestos, y que paguen más los
que puedan pagar más y menos los que
menos tienen. Esa visión de compromiso
con el país, de si yo tengo más propiedades es lógico que debiera contribuir más,
es todo un cambio que tiene que ocurrir
de forma estructural, pero también, es
un cambio de voluntad y de conciencia
colectiva. El único camino es dar oportunidad a la gente y respetar las libertades
fundamentales.
Primero, que haya legislación nacional
sobre migración. Creo que deben existir
leyes que regulen las migraciones, y en
esas leyes tienen que consagrarse lo más
profundo de las libertades fundamentales
de los seres humanos. Porque si no está
reglamentado sería un cuento; podemos
hacer muchos discursos, podemos hacer
muchas cumbres, cada gobierno que pasa
puede establecer cualquier cosa sobre la
migración, incluso puede tener buena voluntad y puede avanzar. Pero esos avances
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
ENTREVISTAS
Rigoberta Menchú
rios Organismos Internacionales, de los
mismos Estados obviamente, y vemos
Cumbres de Jefes de Estado y de Gobiernos
para abordar el tema; pero cuando usted
dice: “vamos a abordarlo desde una perspectiva pragmática”, ¿qué les diría a todos
los líderes que están hablando el tema?
no son políticas publicas, así que la migración, para mí, tiene que ser política pública. En primer lugar, los países tienen que
desarrollar políticas públicas respetando
profundamente los Derechos Humanos, y
luego tiene que ser política internacional.
Tienen que firmarse convenios internacionales. Si no se hacen convenios internacionales sobre migración no estamos
hablando de nada. Realmente se trata de
una cadena. ¿Dónde surge primero el derecho? ¿Surge aquí donde nace la gente o
surge allá donde se aglutinan? Entonces,
desafortunadamente se tienen que realizar convenios internacionales y debe existir una normatividad nacional.
Aquí apoyaré a los migrantes para que se
elaboren las leyes pertinentes. Es obligación
del país proteger a sus ciudadanos dondequiera que estén y dondequiera que transiten por el mundo. Por otro lado, ¿cuál es la
obligación del país para con los extranjeros
que pueden entrar en su propio país?: todo
esto debería estar recogido en la legislación
internacional y no se ha hecho. Las cumbres
no tienen ningún efecto real, son promesas políticas que no se cumplen. Empecemos por las Metas del Milenio: la agenda
de metas del milenio es muy buena, pero
¿y ahora qué hacen los Jefes de Estado o
ex-Jefes de Estado para que ese compromiso se cumpla? Los problemas no se resuelven con debates y discursos.
B. C.: Usted comentaba concretamente
que, para abordar el tema de migración,
es necesario armonizar la perspectiva
tanto del país de origen de los migrantes
como también del país receptor. Pero, hablemos de un caso concreto a nivel regional: el caso de Estados Unidos y la mayor
parte de los flujos migratorios de la región
19
que se dirigen hacia ese Estado, ¿cuál es
su opinión sobre el intento de reforma migratoria que al final quedó estancado?
R. M.: Es ahí donde encuentra su papel la
gente, es la ciudadanía la que tiene que
presionar y donde reside el poder del
voto de los ciudadanos. Si llega un día en
el que toda la gente afectada dijese un sí
en contra de una ley, en contra de un político o en contra de una elección, seguramente esos temas se tratarían. Por eso
es tan importante recuperar el sentido de
la democracia y de los procesos electorales. Yo estoy segura de que si todos los
norteamericanos pusieran el tema de la
inmigración como agenda para el próximo gobernante norteamericano, todos
apostarían por flexibilizar sus posiciones
porque nadie quiere perder. Pero si los
norteamericanos, incluyendo a los inmigrantes, no están unidos y no lanzan ni un
solo grito, seguramente ellos manipulan
con la voluntad social, la voluntad popular. Realmente no veo otra manera de que
la gente empiece a entender que su voto
es poder. Cada vez que se está firmando
algo, se está firmando el poder para aquéllos que dicen que van a resolver sus problemas y poner el tema en la agenda.
Creo que ya se avanzó mucho en la conciencia ciudadana, pero es obvio que todavía no se avanza en cuanto a concentración ciudadana. Éste es el destino en
los próximos años: acciones concretas y
la solidaridad de la gente. Por ejemplo, yo
soy una candidata a la presidencia mujer.
Si el 51% de mujeres guatemaltecas empadronadas que tuvieran conciencia de
género dijeran: “nosotras ahora vamos a
votar por ser mujer”, realmente vería usted la avalancha de participación; igual si
20
nuestra gente maya, gente indígena, xinca, garifuna, dijeran “candidato indígena
todos unidos a votar por ella”, no necesitaríamos ir a una segunda vuelta, sólo con
género y movimiento indígena lo habríamos logrado.
Si luego hablamos de juventud, “candidata joven que por primera vez participa”, no ha sido candidata antes, por lo
tanto no ha gobernado, no ha fallado
ni una sola vez y ahora tiene su primera
experiencia. Si nos diéramos esa oportunidad, cambiaríamos las cosas, pero no
nos la damos. Es la conocida expresión
norteamericana de unidad de intereses.
Nuestros hermanos, latinos nacionalizados norteamericanos, tienen hoy por
hoy la mayor responsabilidad de solidarizarse con los hermanos que no tienen
legalidad en Estados Unidos.
B. C.: Doctora, justamente, ahora que
hablábamos de su candidatura a la presidencia, usted habló de la migración como
una cuestión de carencia de oportunidades. Dentro de su propuesta de gobierno
como candidata a la presidencia de Guatemala, ¿cuál es esa parte que tiene al votante, particularmente, al migrante?
R. M.: Hay un énfasis sobre la educación.
Yo creo que podemos generar mayor
oportunidad para la gente acá. Por ejemplo, encontramos muchas familias divididas en las que ya se fueron sus papás y que
están mandando remesas. Esas remesas
se están sumando como una parte fundamental en el capital, realmente fundamental para Guatemala, está contribuyendo
al PIB. Si nosotros estamos proyectando
un ángulo social en nuestro gobierno, en
primer lugar, tiene que dar oportunidad a
Hay oportunidades que debe generar un
Estado además de los derechos globales. Hay que conocer la viabilidad de una
ley para que reconozca a los emigrantes
esos derechos que deben ser garantizados por ley y no sólo por una política pública de gobierno. Por eso es importante
hacer un trabajo en el Congreso y abogar
por esas leyes que benefician a los inmigrantes. Ahora como gobierno, yo pienso que podemos promover varias iniciativas donde la gente se sienta bien. Por
ejemplo: casas para la clase media, una
oportunidad para que la gente pueda
tener acceso a la vivienda que, aunque
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
ENTREVISTAS
Rigoberta Menchú
los hijos de nuestros hermanos emigrantes
que, con mucho sacrificio, han hecho posible los fondos para este país. Tenemos que
agradecerles y tenemos que reconocerles.
Debemos propiciar mayores condiciones
acá para ellos, para que sean recibidos
con dignidad, ya sólo la humanización del
tema es una gran necesidad. Hay que generar nuevas formas y oportunidades de
participación económica. Sería muy lindo
que parte del capital que invierten nuestros emigrantes se dirija a procesos productivos, a crear cooperativas, a generar
empleo, a conceder créditos para que la
gente se desarrolle en general y se genere
inversión. Una forma de que el capital rinda y no solamente se consuma, sino que
haya una manera de multiplicarlo, es que
las familias de los emigrantes tengan un
negocio y darles todas las facilidades pertinentes para asociarse, invertir, tener franquicias de diversos tipos de oportunidades
económicas, para que el compañero que
está en Estados Unidos, cuando ve que el
negocio aquí camina, algún día decida venir a administrar lo que en tantos años le
costo ganar.
paguen durante mucho tiempo, sepan
que están trabajando para algo propio.
Las remesas se pueden convertir en un
pequeño negocio para la gente, donde
el Estado facilite información y asesoría,
además de ofrecer facilidades, capacitación y opciones.
Por otro lado, muchas familias están divididas. ¿Qué hacer con los niños que nacen
allá y sus padres son deportados? Las Embajadas tienen que tener una misión de
servicios a la comunidad y no sólo repetir
una burocracia intolerante de autoritarismo, sino que realmente se pongan al servicio de la gente y eso es una orientación
que tiene que dar la Cancillería.
B. C.: En un posible gobierno de Doña
Rigoberta Menchú, ¿pudiéramos pensar
en verle liderando una iniciativa regional
para abordar este tema de migración?
R. M.: Sí, pero juntamente con los representantes de los emigrantes. Tenemos que
lograr iniciativas pero que funcionen. Porque de lo contrario, igual los presidentes
pactan, toman fotografías y se gastan dinero del Estado organizando tremendas cumbres a beneficio de su propio currículum.
Esta señora ya ha hecho su currículum, no
necesita posar en una fotografía para tratar
de demostrar que entiende a los emigrantes. Grandes cumbres no. Hagamos cosas
juntos, pero con la gente afectada.
B. C.: Finalmente, ¿cuál sería su mensaje
para el migrante del mundo, particularmente el migrante joven?
R. M.: Primero, que aprovechen las oportunidades y que nunca desechen ninguna
en la vida. Las oportunidades se buscan,
21
así que sean creativos. No sentir la migración como un sufrimiento sino como una
oportunidad de volar, de volar su imaginación y de cruzar fronteras, de buscar oportunidades y de hacer útil la vida; porque
a mí me toco cruzar fronteras muy joven
y siempre aproveché cada oportunidad,
así que no desechen ninguna. Segundo,
que tengan autoestima. La autoestima te
lleva a ser persona normal porque tú sabes que eres una luz para otros, es decir,
una luz para quienes quedaron en tu país,
para tu familia, eres una luz para los que
están ahí, a tu alrededor. Eres un ejemplo,
naciste en un pueblo humilde que tiene
tantas ventajas, así que aprovecha tu autoestima, que no significa prepotencia,
sino llevar tu autoestima con humildad.
Los jóvenes nunca deben perder la humildad, porque es lo que les hace ser sabios
y luego tener siempre la fe, la confianza y
la determinación de que todo lo que haces es para tu pueblo. Así que el día que
ya seas un cirujano, un técnico especializado o una persona que haya adquirido
conocimientos, vuelve entonces a tu raíz,
22
vuelve a tu pueblo. Nunca hay que decir
“yo no vengo de nadie, yo soy de nadie”,
sino la vuelta a la tierra que te dio vida es
siempre una ilusión muy grande, porque
vienes a servir a tu pueblo. Creo que es la
mentalidad que uno tiene que tener.
El mundo es ancho, es cierto, pero tener raíces es lo más valioso para la gente, para tus hijos y para tus generaciones. Espero que todos los inmigrantes
algún día vengan, sirvan a su pueblo y
digan, “yo sé inglés muy bien, soy una
experta en tribunales y aquí pongo al
servicio de mi gente lo que a mí tanto
me costó alcanzar”. Esa mentalidad es
parte de lo que practican los pueblos
indígenas, y por eso vivimos miles y miles de años en el tiempo.
Haz siempre tu colectivo dondequiera que
estés; porque si uno anda solo se pierde, si
uno anda con los demás, tiene una mejor
proyección de la vida útil, que es el objetivo que se busca; porque al final, todos nos
morimos. Hay que ser creativos.
ENTREVISTAS
Alain Touraine
Alain Touraine
Director del Centro de Altos
Estudios Sociológicos de París
Alain Touraine es un prestigioso sociólogo francés, famoso por ser
el creador del término sociedad post-industrial. Su trabajo está basado en la Sociología de la Acción y está convencido de que la sociedad forma su futuro a través de mecanismos estructurales y de sus
propias luchas sociales. La investigación y la reflexión de Touraine
se han orientado a desentrañar los problemas centrales de la dinámica social y permanentemente ha planteado interrogantes de
gran alcance. La fractura entre instrumentalidad y cultura que da
lugar a un proceso que él llama de “desmodernización” es uno de
los ejes actuales de su pensamiento, así como lo relacionado a la
construcción del sujeto en una sociedad “desocializada”.
La primera edición de la RIJ publicaba un Informe de la UNESCO
en el que Touraine analizaba la Juventud y la Democracia en Chile.
Once años más tarde nos vuelve a brindar la oportunidad de seguir
conociendo su análisis y su pensamiento sobre la juventud iberoamericana, esta vez dentro del marco actual de las migraciones.
“EL C AMBIO DE AMÉRIC A L ATINA PARTE
PRINCIPAL MENTE DE LOS JÓVENES”
Eugenio Ravinet. El concepto de migración es un concepto que está todavía en
construcción, no se conocen muy bien
cuáles son los límites del significado de ser
un migrante. ¿Dónde se encontraría, según usted, la definición de migrante?
Alain Touraine. Hay un fenómeno de globalización, de integración económica mundial, capital, etc., y también de movilización
humana. Entonces la palabra migración, y
tiene usted razón, tiene dos sentidos distintos.
Por un lado, se consideran migrantes a los ciudadanos de países pobres que se van a países
ricos porque hay más trabajo y medios de vida
y, por otro lado, es un fenómeno que está dentro y a la misma altura que la globalización.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
E.R. ¿Cuáles son los aspectos positivos y
negativos de la globalización?
A.T. Hay que terminar con esta visión de
la globalización y la mundialización como
el mal absoluto. Por qué no decir lo mismo de todo el desarrollo de la apertura de
los mercados de los últimos 200 años. Es
bastante ridículo decir que la apertura del
mercado mundial es en sí y en todos sus
aspectos, una cosa negativa. No lo es, pero
la globalización tal como es ahora, se realiza a favor de una elite estatal y financiera
y de una manera que nunca habíamos conocido. Tomando el caso de los países, es
interesante ver cómo la gente está dominada por la deslocalización y la presión de
23
salarios cada vez más bajos. Francamente,
yo creo que los asalariados en general es
gente que se considera amenazada en su
nivel de vida y su empleo por el fenómeno de la deslocalización de las empresas;
sin embargo esto es falso. Por ejemplo, un
país como Francia ha creado más empleo
con los capitales extranjeros que entran
que con el capital francés que sale.
E.R. ¿Hacia dónde nos dirigimos en este
gran mercado mundial?
A.T. En el momento actual un efecto importante de la economía mundial es su
dependencia de los Estados. Las grandes
fortunas de hoy se crean sin construir nada
y sin producir nada. Países europeos, por
ejemplo, tienen la capacidad real de apoyar de manera decidida la producción de
su país, sin dejar de lado el negocio de las
armas. Por otro lado, en los países en desarrollo hay una economía ilegal enorme.
La idea de que la economía domina todo
no es cierta. Yo diría que estamos más en
un mundo de contrabando de droga, de
paraísos fiscales, de manipulación de los
mercados a través de los Estados.
Entonces el aspecto capitalista puro aumenta la capacidad de autonomía de las
empresas. Estoy contento de que estemos regresando a un sistema de consumo de producción y distribución. Claro
que los asalariados se encuentran en una
situación general dividida, pero si la alianza de estado financiera pudiera ser suprimida, yo creo que la redistribución a favor
de los asalariados sería menos difícil. Por
ahora hay que decir que la prioridad a nivel mundial es aumentar el nivel de vida
de los asalariados, campesinos, obreros y
empleados.
24
“No esta mos viviendo
más en territorios sino
en flu jos.”
E.R. ¿Y cuál tendría que ser la prioridad
concreta de América Latina en este sentido?
A.T. En Latinoamérica es importante que
el Estado apoye ciertos sectores y no
abandone otros. En Chile por ejemplo, se
ha disminuido y casi suprimido la pobreza, pero no así la desigualdad. El cambio
de América Latina parte principalmente
de los jóvenes. Lo que está ocurriendo en
Latinoamérica es que ya no piensa más
en términos de adentro o afuera porque
forma parte de este sistema mundial.
Pero dentro del mismo tiene que manejar
su participación y posición en la globalización, debe ser capaz de dar prioridad a
sus problemas internos.
E.R. ¿Cuál es el panorama actual de la juventud?
A.T. Francia es un país muy interesante para
hablar de juventud, porque por primera
vez los jóvenes franceses están convencidos de que van a vivir peor que sus padres.
Creo que el hecho principal en cuanto a la
juventud es que está desapareciendo la
economía de producción y el ascenso social va hacia abajo y no hacia arriba.
Eso se traduce en un proceso de desocialización donde los términos fundamentales
son desintegración y discriminación. En
cuanto al aspecto económico, en muchos
países gran parte de los jóvenes viven
bien gracias a la economía ilegal, lo que
E.R. ¿Y cuál es la situación de los jóvenes
migrantes?
A.T. El fenómeno de las migraciones, protagonizado en su mayoría por jóvenes,
también forma parte del funcionamiento
de la economía mundial. Pero no como un
sistema abierto, porque existen grandes
desigualdades y exclusión social. En este
sentido, hay más precariedad y discriminación contra los inmigrados.
En Francia y Alemania vamos por la tercera generación. La segunda generación se
integró, consiguieron la ciudadanía y hablan el idioma. Ahora, esta misma generación integrada sigue un proceso de desintegración en el sentido de discriminación,
por un lado, y comunitarismo por otro.
E.R. ¿Cuál es la solución para evitar esta
desintegración de la que usted habla?
A.T. Hay primero un déficit de acción
colectiva. El silencio social de Brasil es
tan grande como el silencio político de
los chilenos. El mundo es un mundo sin
memoria. Eso significa que los jóvenes
se autodefinen cada vez menos como
actores. No hay que hablar de la posibilidad para los jóvenes de más educación y empleo, que es importante, pero
la cuestión es que los jóvenes no son
actores. Por ejemplo, la mitad de la población mexicana no participa del sistema político y, a la vez, los jóvenes en
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
ENTREVISTAS
Alain Touraine
ellos llaman el business (mercado de droga, contrabando, robos). Es decir, tienen
plata, gastan plata, pero ni tienen empleo,
ni están incorporados en la sociedad. Viven de manera ilegal o marginal, pero llevan jeans y camisetas de marca.
flujo de migración se encuentran más y
más desocializados.
E.R. ¿Los jóvenes pueden ser más actores
como jóvenes o tienen que ser más actores como ciudadanos, asalariados, miembros de una minoría étnica, etc.?
A.T. Francamente no conozco la respuesta. Los jóvenes del mañana tienen que
tener más conciencia y participación social como jóvenes. Pierden su capacidad
de ser actores porque están en un mundo
deshecho, porque en nuestro mundo de
individualismo todos pedimos demasiado a nuestro yo. Entonces si mi yo es frágil
por falta de trabajo, familia desestructurada, se romperá mi yo, lo que lleva al suicidio, drogas, violencia. Hay que pensar en
términos globales. Hasta qué punto hay
una visión global, pero que sea realmente global, es decir, preocuparse de las generaciones venideras y de los que no tienen voz hoy en día. Como consecuencia
de esta visión crítica de la globalización,
los jóvenes tienen como respuesta su no
participación, su rechazo. El joven es la
expresión concreta de la incapacidad del
mundo actual de considerarse a sí mismo
de manera global.
“El mundo es un mundo
sin memoria.”
E.R. ¿Usted cree que los migrantes, jóvenes o no, pueden ser una categoría social?
A.T. Pueden serlo. No conozco región en
el mundo donde haya grandes problemas
sociales con los inmigrantes. España ha
25
tenido muy pocos inmigrantes a lo largo
de su historia y ahora en una sola generación, ha recibido cuatro o cinco millones.
Hace 30 años en Barcelona la gente tenía
miedo de los murcianos y los andaluces
(ambas comunidades dentro de España),
mucho más que ahora de los rumanos o
los marroquíes. Lo cierto es que los 30 millones de emigrados hispanos no tienen
ningún problema, no crean problemas.
E.R. Uno de los términos que se usan para
definir este mundo de flujos es el de multiculturalidad, pero usted habla en realidad
de la comunicación intercultural. ¿Cuál es
la diferencia entre ambos términos?
A.T. Si yo le digo que hay que respetar la
multiculturalidad, pero yo hablo danés
y usted habla swahili, ¿cómo nos vamos
a comunicar? Bueno, hay una respuesta muy correcta, la mejor manera de comunicar es hacer la guerra. Si hay civilizaciones, si hay cultura, si hay conjuntos
holistas como dicen los antropólogos, la
mejor comunicación es la guerra. Hay que
romper cualquier definición global de los
grupos sociales.
Si usted va en contra de la diferenciación
institucional, separación de poderes, usted
va a la guerra, evidentemente. Por eso digo
de manera moderada, que para comunicar
hay que diferenciar. Para comunicar algo
deben de existir diferencias. Si no, no hay
comunicación. Pero también deben haber,
y los hay, elementos universales.
Desde mi punto de vista, el aspecto más
fundamental del mundo moderno que
permite la comunicación es la idea de
los Derechos Humanos. Como seres humanos tenemos derechos de naturaleza
26
universal. Pero en este concepto es preciso eliminar dos aspectos. El primero es la
idea de universalización como la que los
colonizadores impusieron a los colonizados. En este sentido, sí que estoy a favor
del multiculturalismo si es para eliminar
esta idea insoportable de que un país
pueda identificarse con lo universal. El
segundo aspecto es el extremo opuesto,
que es el relativismo cultural, lo cual ya es
un viejo debate. Debemos llegar a una visión universalista, en realidad es lo que se
llama reflexividad, esto es la capacidad de
mirar hacia sí mismo tomando distancia,
lo que yo llamo en mi próximo libro “desdoblamiento”.
Lo que tenemos en común entre las diferentes culturas, y que es a lo que yo llamo
la modernidad, son dos cosas, la razón y
los derechos. Hay una sola modernidad,
pero hay muchos caminos y pautas de
modernización. Dentro de una cultura
está la posibilidad de aumentar el grado
de diversificación y en este sentido los ingleses lo han hecho mejor que otros. Lo
que es importante es que estamos saliendo de una época larga dominada por el
pensamiento dialéctico en el sentido de
que las cosas son blanco o negro, como
consecuencia de la polarización que hubo
en el mundo europeo, de su sistema de
dominación. En el momento actual estamos en un proceso de reconstrucción no
de la unidad, pero sí de la complejidad. El
tema de la ambivalencia es tratar de combinar lo mejor posible las cosas aparentemente opuestas.
E.R. Retomando la reflexión que usted hacía al principio de esta entrevista en cuanto a que los jóvenes piensan que van a vivir peor que sus padres, me gustaría que
A.T. Si continúa la actual situación de
acción colectiva baja, por supuesto
que sí. En países como Brasil, la gente
está viviendo en pésimas condiciones. Se necesita una reforma social
total, lo que a la juventud le hace falta para no vivir peor es capacidad de
acción. En estos últimos tiempos escucho cosas positivas e interesantes
de la situación de Chile, donde hay
un cierto aumento de conciencia y
de acción social, lo que lleva a un au-
ENTREVISTAS
Alain Touraine
me dijese cuál es el escenario que usted
vislumbra en el espacio latinoamericano,
¿vivirán los jóvenes de hoy en día peor
que sus padres?
“ L a m ej o ra d e l a s i t ua c i ó n
d e A m é r i ca L a t i n a n o
depende del clima, sino de
l a ca p a c i d a d d e
a cc i ó n d e s u g e n te”
mento de la presión social, que a su
vez lleva a una presión en la redistribución de la educación. La mejora de
la situación de América Latina no depende del clima, sino de la capacidad
de acción de su gente. Yo creo que el
tema de la juventud debe ser tratado
desde la integración de los jóvenes
en la sociedad. Hay que trabajar con
la gente joven desde ayer.
Fotos:Eduardo León
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
27
PANORAMA CIENTÍFICO
“La falta de igualdad de oportunidades en el trabajo para las mujeres, y en particular de las jóvenes, ha
contribuido a la feminización de la pobreza.”
Brunson McKinley
“Los jóvenes migrantes sufren una doble condición de
vulnerabilidad y exclusión social.”
Alejandro Canales
28
PANORAMA CIENTÍFICO
Brunson McKinley
Juventud, Migración
y Vulnerabilidad:
Retos y Oportunidades
Brunson McKinley nació en 1943. Realizó estudios de idiomas clásicos en las Universidades de Chicago y Harvard y fue
oficial del ejército de su país durante cinco años. Habla francés y alemán y ha estudiado español, italiano, chino y vietnamita. Brunson McKinley asumió las funciones de Director General de la Organización Internacional para las Migraciones en
octubre de 1998. En 2003 fue reelegido para un segundo mandato de cinco años. Llegó a la OIM, después de haber hecho
carrera en el servicio diplomático de los Estados Unidos, habiendo ocupado distintos cargos en Italia, China, Vietnam, Reino
Unido y Alemania. Fue el primer embajador de los Estados Unidos en Haití tras la era Duvalier. A principios de los años 90
se especializó en cuestiones de migración. Entre 1995 y 1998 fue Coordinador Humanitario de los Estados Unidos en Bosnia
y Herzegovina.
V
aloro profundamente
el alto significado de la invitación que se me ha hecho por parte de la Organización Iberoamericana
de la Juventud (OIJ) para
colaborar con su Revista
Iberoamericana de Juventud en la presentación de
algunas reflexiones sobre
migración y juventud. Y lo
valoro en un doble sentido, primero, como Director
General de la Organización
Internacional para las Migraciones, para quien este
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
tema es central en la agenda de nuestro quehacer
institucional; y en lo personal, porque se trata de
un tema muy humano que
nos toca a todos en el corazón y, sobre el cual todos
los iberoamericanos deben
tomar conciencia para tratar de encontrar las mejores condiciones a favor de
los jóvenes migrantes.
En efecto, la vida moderna
coloca a los jóvenes ante un
complejo proceso de pre-
paración para entrar en el
sistema productivo e independizarse de sus familias
de origen. La juventud se
ha transformado en objeto
de discusión y análisis ante
la transición de la educación al empleo: de la dependencia a la autonomía
o de valores heredados a
valores recreados. Conflictividad o apatía política,
deserción escolar, falta de
oportunidades, adicciones,
manifestaciones de violencia como el de las maras,
29
informalidad, migración
irregular y explotación, entre otros temas, pasan a ser
parte de la cotidianidad de
los problemas de la juventud.
Quisiera referirme a una
de estas manifestaciones
como es la migración de
los y las jóvenes y su vulnerabilidad. En el contexto
iberoamericano en general,
la situación desfavorable
no es la excepción; las comunidades, cada vez más,
pierden la fuerza socioeconómica que representan
sus jóvenes, quienes ante
la falta de oportunidades
prefieren abandonar sus
lugares de origen en busca
de mejores horizontes.
La juventud en el
contexto migratorio
internacional
nómicos, sociales y demográficos han desarraigado
a mucha gente y estimulado la migración internacional. El volumen creciente
del comercio, los transportes más rápidos y más baratos y las comunicaciones
más fáciles han alentado a
más y más jóvenes de Iberoamérica y del mundo a
migrar fuera de sus fronteras nacionales.
Una de cada tres personas
en el mundo es un migrante. Actualmente, el número estimado de migrantes
internacionales es de 191
millones, es decir alrededor del 3% del total de la
población mundial, de los
cuales los jóvenes representan una alta proporción. La migración internacional está aumentando
cada año. Cuando consideramos los miembros de la
familia o de la comunidad
afectadas por la migración
directa o indirectamente,
es claro que el impacto
general de la migración internacional es extremadamente amplio.
jóvenes. La migración internacional de los jóvenes
tiene importante repercusiones demográficas, sociales, culturales y económicas. Los jóvenes entre 10
y 24 años constituyen más
del 30% de la población de
los países en vías de desarrollo (*1). La mayoría de
los jóvenes migrantes proviene de esos países.
En ese marco, los y las jóvenes son muy vulnerables.
Pueden ser engañados
por contrabandistas y redes dedicadas a la trata de
personas para conducirlos
a sitios distintos o realizar
actividades diferentes a las
acordadas y, en la gran mayoría, en condiciones de
esclavitud y explotación.
Lo que empieza como una
búsqueda de una vida mejor puede terminar, para
muchos, particularmente
mujeres jóvenes, como
una trampa: en las redes
de los traficantes sexuales
o confinadas en un trabajo
doméstico en condiciones
de esclavitud. Algunos jóvenes son reclutados como
soldados para el conflicto
civil o huyen como pueden,
con sus familias o sin ellas.
Hoy en día es difícil leer un
periódico o escuchar un canal de televisión o de radio
sin encontrar una referencia
sobre temas vinculados a los
movimientos de personas o
al impacto de la migración
en las sociedades y en particular de las y los jóvenes, los
cuales están en movimiento El fenómeno de la migramás que nunca.
ción interna y el desplazamiento agregan una
En estas últimas décadas, dimensión más a la migra- Para la gran mayoría de los
los cambios políticos, eco- ción, y en particular la de y las jóvenes el sueño de un
(*1) ONU. Fondo de Población. 2005. “Invertir en los jóvenes como estrategia para la reducción de la pobreza”. Nueva York.
30
Muchos carecen de documentos, y atraviesan
fronteras como visitantes
o turistas. Otros pagan a
contrabandistas y redes de
trata de personas para que
los hagan cruzar las fronteras. Si es necesario, cruzan
océanos en embarcaciones
precarias, en trenes como el
llamado “tren de la muerte”
en América Central, o desiertos abrasadores a pie o
escondidos en camiones.
tección. Los Derechos Humanos y las necesidades
de ambos sexos deben
abordarse y respetarse en
términos de igualdad. El
reto para la comunidad internacional es hoy en día
eliminar cualquier parcialidad implícita en la migración por razón de género,
si ésta ha de gestionarse
eficientemente. La legislación de la mayoría de los
países debe actualizarse
para que tenga en consideración la creciente feminización de la migración y
dentro de ella, la juvenil.
Por ello, la consideración
del género debe incluirse sistemáticamente en
la misma para evitar una
discriminación implícita
por razón de género. No
es simplemente una cuestión de derechos de las
mujeres, sino que constituye el único fundamento
sólido para que cualquier
sociedad justa, humana y
económicamente efectiva
participe plenamente en
el proceso de globalización.
Una característica que observamos en las tendencias
Los Derechos Humanos de la migración juvenil es la
relacionada con la existenLos y las jóvenes migran- cia de un contexto fuerte
tes deben disfrutar de de discriminación a causa
igual consideración y pro- de la juventud. Estos son
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Brunson McKinley
destino dorado y la demanda externa de su fuerza de
trabajo motiva su emigración. Para muchos otros,
la violencia, el conflicto, la
pobreza, el desempleo, el
crimen o la persecución los
llevan a escapar. Una gran
cantidad de jóvenes emigran con muy poco dinero
y escasa información sobre
sus destinos, pero llevan
consigo un gran acervo
como es su juventud, sus
energías y grandes deseos
y sueños de superación.
Pero, precisamente a causa de su corta edad, se enfrentan a obstáculos y peligros que ponen a prueba
su firmeza.
factores que influyen cada
vez más directamente en
la elección de los jóvenes
de emigrar. Esta evolución
ha contribuido a ampliar
los contextos en los que las
mujeres jóvenes emigran
y a diversificar los perfiles
de las candidatas a la inmigración. Surgen nuevos
grupos, entre otros, el de
las jóvenes solteras o el de
las mujeres que son jefe de
familia y que se desplazan
buscando mayores oportunidades de desarrollo
para ellas y sus familias.
Este nuevo tipo de migración juvenil femenina está
estrechamente relacionado con las nuevas transformaciones económicas
y sociales de alcance mundial y con la consiguiente
reorganización del trabajo.
En los países desarrollados, muchas de esas mujeres jóvenes encuentran
empleo doméstico o en el
sector de servicios más
amplio. Algunas entran
en la industria del sexo, a
menudo contra su voluntad, víctimas de redes de
prostitución.
El respeto a los derechos
de las y los jóvenes y la
prevención de la violencia contra ellos, en particular las jóvenes, son
esenciales porque contri-
31
buyen al desarrollo. Si se
aspira a alcanzar los objetivos de desarrollo, es
fundamental que las y los
jóvenes obtengan autonomía, por lo que es preciso inculcar un enfoque
basado en la problemática juvenil hacia todas las
políticas y programas de
desarrollo y hacia todas
las estrategias dirigidas
a garantizar el desarrollo
nacional e internacional.
La autonomía de los y las
jóvenes actúa como detonante de un cambio apreciable en el conjunto de
las sociedades de origen.
Este cambio no sólo afectará a las normas sociales,
sino también a la percepción del papel de los y
las jóvenes. De hecho, los
ajustes y la adquisición de
independencia que se producen durante el proceso
migratorio afectan a las
generaciones siguientes, al
proporcionar a los demás
jóvenes modelos diferentes e influir positivamente
en la relación entre niños
y niñas en la educación primaria, secundaria y superior. Hay casos en los que
las mujeres jóvenes migrantes se han convertido
en agentes significativos
del cambio y han modificado las relaciones de las estructuras familiares de sus
comunidades de origen.
32
Por ejemplo, pasar a ser la
principal fuente de ingresos de la familia, ayudan a
concebir estrategias para
la transición entre las normas y valores de sus sociedades de origen y los de las
sociedades receptoras.
Discriminación y vulnerabilidad juvenil
La falta de igualdad de
oportunidades en el trabajo para las mujeres, y
en particular de las jóvenes, ha contribuido a la
feminización de la pobreza impulsando con ello
a más mujeres jóvenes y
niñas a emigrar en busca
de opciones económicas
viables. Una plétora de
eventos distintos como la
inestabilidad política, los
enfrentamientos civiles,
los conflictos y los desastres naturales empujan
también a los y las jóvenes
a desplazarse. Sea cual sea
la razón, sin embargo, las
mujeres jóvenes migrantes tienen mayor riesgo de
sufrir abusos y explotación
durante su desplazamiento debido al incremento
de su vulnerabilidad.
Con demasiada frecuencia, sin embargo, los efectos de esta experiencia
positiva quedan minimizados a causa de los pro-
blemas que afrontan la
juventud migrante y en
particular las del sexo femenino. Como migrantes
y jóvenes deben encarar
la doble discriminación
en el acceso al mercado
laboral, la seguridad social y los programas de
salud. A menudo tienen
que soportar largas jornadas laborales y un incremento de las obligaciones
financieras y familiares
(incluida la transferencia
de fondos a familiares que
han quedado en el país de
origen).
Además, la migración siempre conlleva mayores peligros ocultos y los hacen
más vulnerables a sufrir
privaciones, discriminación
y abusos físicos, sexuales y
verbales. Es también más
probable que, durante su
viaje al país de destino, sean
presa de redes de trata y explotación. Además, una vez
llegan, pueden encontrar
mayores dificultades de integración.
Las presiones psicosociales
y las divergencias entre culturas a menudo hacen que
se las margine en mayor
medida y sus derechos de
residencia a menudo dependen de una relación con
un ciudadano o “un migrante principal”, lo que las hace
muy vulnerables. Y, por enci-
res migrantes, mujeres mayores y jóvenes, mujeres
independientes o dependientes). Los responsables
políticos y la sociedad civil
están empezando a entender el potencial de desarrollo de las redes mundiales
de diáspora juvenil y de las
Es preciso, por lo tanto, iniciativas transnacionales.
tener en cuenta la vulne- Una estrecha cooperación
rabilidad de la juventud entre el sector privado del
migrante en las políticas país de origen y del país de
encaminadas a una buena destino puede contribuir
gestión de la migración a la instauración de una
internacional, desde el ac- asociación mundial para la
ceso a medios jurídicos en consecución de los objetilos países receptores hasta vos de desarrollo.
medidas para combatir la
trata de personas en los Los datos sobre las diferenpaíses de origen.
cias de comportamiento
entre hombres y mujeres
adultos y jóvenes en lo que
Migración y desarrollo
respecta a la transferencia
de fondos son limitados,
Las políticas de migración pero las tendencias de los
y desarrollo a menudo son comportamientos financieinseparables del factor ju- ros de estos grupos están
ventud en lo que se refiere diferenciados. En general,
a la identidad y las prácti- se puede decir que los y
cas de los migrantes. Aún las jóvenes, a pesar de su
cuando la juventud se con- juventud, tienden a ganar
sidera un grupo particular, menos dinero que los adula menudo se infravalora su tos y es válido tanto para
implicación transnacional los nacionales como para
en las sociedades de ori- los migrantes. Los jóvenes
gen y recepción. Es signifi- migrantes envían regularcativo, por lo tanto, que se mente la mayor parte de su
elaboren políticas acordes salario a su hogar, mientras
con las oportunidades y que los adultos tienden más
limitaciones específicas de a transferir fondos con prolos diversos grupos (por pósitos de inversión, como
ejemplo, hombres y muje- por ejemplo para la compra
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Brunson McKinley
ma de todo, se encuentra un
hecho que constituye, en mi
opinión, una de las peores
cargas para las y los jóvenes
que emigran solos(as): la de
afrontar la culpa y la preocupación por dejar su entorno
familiar.
de un terreno, una vivienda, implementos agrícolas
y ganado.
Las motivaciones entre los
y las jóvenes y los adultos
en la materialización de
sus transferencias difieren,
pero esas diferencias apenas están empezando a tenerse en cuenta. Los y las
jóvenes migrantes son más
propensos que los adultos
a ceder a la presión social
para cuidar de sus extensas familias en sus lugares
de origen.
No sólo tienden a transferir
más fondos, sino que sus
acciones se relacionan con
aspectos significativos del
desarrollo como el bienestar de la familia (padres y
hermanos) o la educación
de sus hermanos. Otro
hecho significativo es que
las y los jóvenes tienden a
ahorrar para garantizarse
el futuro. Cuando ejercen
un control sobre los ingresos, el resultado se ve en la
mejora de la salud, la nutrición, la educación y la higiene de la familia, lo que
contribuye a reforzar las
bases para sociedades mejores y más productivas.
No obstante, las cantidades reales enviadas por
jóvenes migrantes pueden
ser menos significativas
33
que las enviadas por los
hombres y mujeres, ya que
sus salarios tienden a ser
inferiores. Factores como
la educación, el grado de
integración en el extranjero, el estado civil y la estructura familiar afectan
también a la naturaleza de
las transferencias. La tendencia que observamos
es que hombres y mujeres
adultos y los y las jóvenes
transfieren fondos por varias razones, a distintos ritmos y, en ciertos casos, con
diferentes métodos.
trato físico o abusos sexuales durante su migración o
en el país de destino. Las
consecuencias de una violación pueden conducir,
por ejemplo, al rechazo por
parte de la comunidad, lo
que deteriorará más aún su
relación con los miembros
de la familia y su capacidad
para criar a sus hijos.
Recurrir tardía o inadecuadamente a la asistencia médica implica también grandes gastos. Los
inmigrantes no siempre
conocen las estructuras o
la forma de recurrir a esos
servicios. Acaban en el
hospital porque no se diagnostican bien los síntomas
o se reconocen demasiado
tarde. En cuanto al acceso
a la asistencia sanitaria, los
problemas de salud de los
migrantes permanecen ignorados durante mucho
tiempo debido en parte a
las barreras culturales.
En lo que respecta a la influencia de las cuestiones
estrictamente médicas en
la juventud migrante, en
primer lugar, en los países
receptores hay problemas
de hacinamiento, ya que
Salud y migración
no siempre se tiene en El idioma, diferentes nocuenta el tamaño de las fa- ciones de enfermedad
En muchos países, el acce- milias extranjeras.
y salud, y el racismo son
so a la asistencia sanitaria
ejemplos de esas barreras.
está ligado a la condición Otro problema vinculado a Los problemas psicológijurídica del migrante. Las éste es el hecho de que los cos entran en colisión con
jóvenes son especialmente migrantes se ven obliga- los servicios sociales, que
vulnerables en la esfera de dos a vivir en condiciones no saben cómo abordarla salud reproductiva. Ellas antihigiénicas debido a la los. Ésa es precisamente la
trabajan en sectores infor- falta de medios financieros razón por la que la creación
males y a menudo están o por su situación irregular. de servicios de asesoraexpuestas a accidentes. Precisamente, la condición miento psicosocial puede
Además, son vulnerables jurídica de las mujeres jó- constituir una herramienta
a presiones psicosociales, venes migrantes puede útil no sólo para los y las jócomo las esperanzas de- ser un factor crucial para venes migrantes, sino tampositadas en una nueva determinar sus condicio- bién para las autoridades
cultura, la marginación en nes de vida en los países de los países receptores, a
la sociedad receptora y el de recepción, de tránsito y fin de detener el inevitable
mercado laboral, así como de destino y puede incre- aumento de las depresiola responsabilidad de asu- mentar su vulnerabilidad nes o las enfermedades
mir la carga del trabajo y al exponerlas a enferme- psicosociales.
en muchos casos, la de la dades. Estas condiciones
familia. Las jóvenes mi- no facilitan la integración Otro gran azote es el VIH/
grantes pueden sufrir mal- de las mismas.
SIDA. Aunque se trata de
34
El debate político sobre la
admisión de migrantes se
centra en el impacto que
tiene en la salud y en los
servicios sociales del país
de destino. Se ha prestado
poca atención al estudio
del riesgo económico que
supone no prever las necesidades sanitarias de estos
trabajadores. Los jóvenes
PANORAMA CIENTÍFICO
Brunson McKinley
una enfermedad que existe en todas las regiones del
mundo, más del 95% de las
infecciones se produce en
países en desarrollo, donde la epidemia del SIDA
surge de la pobreza, la falta
de educación, la inadecuación de los servicios médicos y la limitación de los
recursos preventivos. Hace
años, una de las principales preocupaciones de los
gobiernos era que los migrantes fueran portadores
del VIH o de otras infecciones de transmisión sexual.
Si bien la preocupación no
ha desaparecido del todo,
existe una mayor conciencia de que los migrantes
pueden ser más vulnerables que las poblaciones
locales a la infección durante sus desplazamientos,
y pueden correr el riesgo
de propagar la infección
al regresar a sus países de
origen.
“La creación de servicios de
asesoramiento psicosocial puede
constituir una herramienta útil no sólo
para los y las jóvenes migrantes, sino
también para las autoridades de los
países receptores, a fin de detener el
inevitable aumento de las depresiones
o las enfermedades psicosociales.”
migrantes, sin distinción de
sexo, no son de por sí factores de riesgo para la transmisión del VIH/SIDA, pero
sí lo son las situaciones que
afrontan durante sus desplazamientos.
Violencia y juventud
El desplazamiento forzoso
en varias partes de América
Latina y el Caribe, por ejemplo, ha hecho de los jóvenes desplazados un grupo
especialmente vulnerable.
Los cambios repentinos en
su entorno cultural como
resultado de la emigración de zonas rurales a barrios urbanos donde reina
una pobreza extrema, el
abandono de la escuela, el
desarraigo social, las presiones familiares para que
contribuyan a las rentas
familiares, la desesperanza
y la incertidumbre diaria,
la exposición frecuente a
abusos sexuales y, en general, la falta o la ausencia
total de alternativas en sus
proyectos de vida personales generan vulnerabilidad en dicha población.
En Colombia se estima
que existen 11.000 niños
vinculados a grupos armados ilegales, ocupando el
tercer puesto en el mundo después de Birmania y
la República Democrática
del Congo, según Human
Rights Watch(*2). Desde el
año 2000, 14.551 combatientes de grupos armados
ilegales se han desmovilizado de forma voluntaria
en Colombia; de los cuales
3.237 (22,4%) son niños(*3)
– 2.385 hombres y 852 mujeres–. La edad promedio
de reclutamiento de los
niños a los grupos armados ilegales es 12 años, y
la edad promedio de des-
(*2) http://hrw.org/spanish/docs/2005/02/22/colomb10209.htm
(*3) De acuerdo a las leyes de Colombia, las personas menores de 18 años son considerados como niños.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
35
vinculación es 17 para los
niños y 15 para las niñas.
Aproximadamente el 80%
de los niños desvinculados provienen de las FARC
(Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia),
ELN (Ejército de Liberación
Nacional) y EPL (Ejército
Popular de Liberación), el
restante 20% corresponde
a grupos paramilitares. Del
total de los niños, 2.531 se
han desvinculado de forma voluntaria de los grupos armados ilegales y 706
han sido recuperados por
el Estado Colombiano.
En este marco, la OIM está
cooperando con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) con un
programa orientado a fortalecer las políticas públicas de niñez del Gobierno
de Colombia, especialmente aquéllas relacionadas
con niños excombatientes.
A través del programa del
ICBF y con el apoyo técnico
de OIM, el estado colombiano ha brindado asistencia y protección al total
de niños desvinculados de
grupos armados ilegales.
Es importante subrayar
que la mayoría de los niños
sólo han cursado cuatro
años de escolaridad cuando entran al programa y
que provienen de comunidades rurales y pequeños
36
“En Colombia, la edad promedio de
reclutamiento de los niños a los grupos
armados ilegales es 12 años, y la edad
promedio de desvinculación es 17 para
los niños y 15 para las niñas”.
municipios en condiciones de extrema pobreza.
El gran desafío en la fase
de post-conflicto de la sociedad colombiana y de
otros países en situaciones
similares será el de fortalecer las políticas públicas
de niñez y juventud para
generar mejores oportunidades, para así mismo
fortalecer los mecanismos
sociales e institucionales
que prevengan la vinculación de menores a grupos
armados ilegales y su participación en otros tipos de
actividades fuera de la ley.
por lo que es esencial considerar medidas especiales para proteger y ayudar
a la juventud que es víctima de la trata.
La trata se alimenta de la
falta de libre albedrío de las
víctimas y del hecho de que
sean forzadas a trabajar en
condiciones de esclavitud
o de servidumbre involuntaria. Como resultado, es
esencial mejorar la identificación de las víctimas,
considerarlas como víctimas y no como delincuentes además de brindarles
protección y asistencia (lo
cual significa confidencialiLa migración
dad, información sobre los
irregular juvenil
procedimientos, atención
sanitaria física y psicológiEn América Latina y el Ca- ca, medidas de protección,
ribe, la trata y la migración acciones para evitar la deirregular son cuestiones portación inmediata y la
de gran preocupación. organización de una repaEste fenómeno constitu- triación segura).
ye un reto enorme para
la región iberoamericana, La estrategia de dinámicas
especialmente en relación múltiples para socavar la
con la trata de niñas y ni- trata incluye: prevención
ños y jóvenes en general, mediante la revisión y la re-
La misión de la OIM es promover la dignidad humana
y el bienestar físico, social y
económico de los migrantes. Tiene además el mandato implícito de hacer
frente a la violencia contra
las mujeres y las jóvenes,
ya que su mandato explí-
cito se centra en definir y
subvenir a las necesidades
y preocupaciones de las
mujeres jóvenes migrantes. Puesto que las mujeres
migrantes, y en particular
en edad juvenil, tienen más
posibilidades de sufrir discriminación y abusos por
su vulnerabilidad como
mujeres, jóvenes y como
extranjeras, se toman en
consideración todos los
aspectos de la posible violencia contra ellas.
La OIM está especialmente
preocupada por la interrelación entre la violencia y
la migración, una de cuyas manifestaciones es
la trata de mujeres y niñas. La OIM ha reiterado
constantemente su compromiso de incidir en la
prioridad de abordar la
PANORAMA CIENTÍFICO
Brunson McKinley
fundición de la legislación
existente, fortalecimiento
institucional, campañas de
información dirigidas a grupos vulnerables, protección
de las víctimas, asistencia
para el retorno y la reintegración y el enjuiciamiento
de los traficantes y sus colaboradores. Para abordar las
causas profundas de la trata,
sería necesario implantar
medidas para mejorar las
condiciones económicas
y sociales de los países de
origen.
trata y la violencia contra
las mujeres en el terreno internacional, prestar
asistencia a los gobiernos
a fin de luchar contra ese
fenómeno, y ayudar a las
víctimas. He repasado de
manera rápida algunos
de los principales desafíos que enfrenta la migración juvenil. Se debe
decir mucho más sobre
cada uno de estos puntos
y muchos otros. El centro
de la materia, para mí,
es lograr oportunidades
para que la migración
juvenil sea encauzada
eficazmente. Esto sólo se
dará una vez que reconozcamos la migración
como un fenómeno natural y potencialmente beneficioso tanto para los
jóvenes migrantes como
para las sociedades.
“Lo que empieza como una
búsqueda de una vida
mejor, puede terminar,
para muchos, particularmente mujeres jóvenes,
como una trampa.”
Brunson McKinley
Fotos: Eduardo León
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
37
Inmigración
y
Juventud
Consuelo Rumí nació en Almería (España). Se licenció en Psicología y ejerció de profesora de primaria en la especialidad
de Educación Infantil en Ciclo Inicial y Medio y en Ciencias Sociales. Ha llevado a cabo funciones de dirección de centros
escolares y de coordinación de cursos de formación del profesorado. Fue miembro por primera vez de la Unión General de
Trabajadores (UGT) en 1982 y del Partido Socialista Español (PSOE) en 1990. Desde su ingreso en el PSOE ha desempeñado, entre otras, la función de Secretaria de Políticas Sociales y Migratorias de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE en
2000. Desde 2004 es Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración.
L
a experiencia histórica de España, siempre
tan azarosa, en los últimos quince años ha traído
aparejada una situación
ciertamente excepcional:
la inversión casi súbita de
su signo migratorio. Un
país que durante los dos
últimos siglos ha repartido a millones de sus hijos
por todo el mundo, y de
manera muy singular por
América, de pronto ha pasado a convertirse en destino preferente de muchos
38
hombres y mujeres que
buscan en él las oportunidades laborales y hasta vitales que en sus países no
encuentran.
tiva de encontrar un empleo, trabajar para labrarse
un porvenir mejor aunque
sea a miles de kilómetros
de la propia tierra.
El fenómeno no es nuevo; hace ya varios siglos
Montesquieu afirmó que
“los seres humanos siguen
siempre la senda de la libertad y de la riqueza”. En
el caso de las migraciones
que se dirigen a España, lo
que las motiva de manera
mayoritaria es la expecta-
Al mismo tiempo, la inmigración ha venido a incorporarse a un período de
fuerte crecimiento económico que se vive en España, aportando su esfuerzo
para la creación de riqueza
y el sostenimiento de los
servicios públicos. Desde
el punto de vista demográ-
Nos hallamos, por tanto,
con un cuadro positivo que
dibuja un país en expansión al cual se ha incorporado una cifra de aproximadamente dos millones
de trabajadores extranjeros, procedentes de una
gran diversidad de países
prácticamente de todo el
planeta. No obstante, Iberoamérica, con 1.131.606
residentes representa la
comunidad más numerosa.
La cercanía idiomática y, en
general cultural, explica sin
duda esta preferencia en el
momento de elegir el destino de tantos ciudadanos
iberoamericanos.
La segunda nota de la inmigración a España estriba
en su juventud. La llegada
de inmigrantes a España
ha supuesto un marcado
rejuvenecimiento en un
país que, como nos recuerdan los demógrafos,
llevaba envejeciendo a lo
largo de todo el siglo XX.
La edad media del residente extranjero en España es
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
de 34 años –el 39% tienen
menos de 30 años y el 90%
no supera los 45– y, si consideramos singularmente
al colectivo iberoamericano, de 32 años. Tomando la
edad por nacionalidades,
también para el caso de
Iberoamérica, los ecuatorianos son los que atesoran una media más joven,
30 años, seguidos por dominicanos (31 años) y colombianos y bolivianos (32
años). Este cuadro se hallaría incompleto si no recordásemos que un 54% de
la inmigración procedente
de países iberoamericanos
se encuentra integrada por
mujeres (en torno a 8 puntos superior a la media de
población femenina del
conjunto de la inmigración
en España).
Finalmente, del más de millón y medio de ciudadanos
de Iberoamérica residentes
en España, 133.000 tienen
menos de 16 años, que es
una cifra a considerar en el
cuadro generacional que
presenta el mapa migratorio en España.
Estos datos incluyen tan
sólo de quienes han decidido desplazarse, o conservan su nacionalidad, pero
a ellos es preciso añadir las
llamadas “segundas generaciones”, es decir, quienes
PANORAMA CIENTÍFICO
Consuelo Rumí
fico, también encontramos
una aportación sin duda
positiva porque a mediados de los 90, España disponía de un crecimiento
poblacional próximo al
cero, que está logrando
corregir al alza durante los
años posteriores.
tengan un padre o una madre de otra nacionalidad
que son en la actualidad
aproximadamente el 17%
de los nacidos en España
en el año 2005. Aunque en
su inmensa mayoría son ya
españoles, y estrictamente no han experimentado
personalmente el desplazamiento de sus padres,
viven con una especial
proximidad esta realidad y
no podemos ignorarlos en
este somero análisis.
La juventud es, por tanto,
una identidad que se impone en las actuales generaciones de inmigrantes
que han accedido a España; aunque comparten con
el colectivo inmigrante en
general algunos rasgos
centrales que, en realidad,
viene a formar parte del
propio proceso migratorio:
como todos los inmigrantes, buscan el acceso a un
empleo que les permita
labrarse un porvenir y, en
general, en su mayoría
pasan el tiempo libre en
compañía de personas de
su misma nacionalidad (es
decir, como los inmigrantes en general, con independencia de su procedencia). En cualquier caso,
nadie debería exagerar; no
estamos hablando de guetos, sino de redes afectivas
que siempre han existi-
39
do como alternativa para
amortiguar la extrañeza
que provoca la distancia
de la tierra donde se ha
nacido y vivido durante los
primeros años de la vida.
La inmigración interior de
España es un buen antecedente de cómo se busca
en el paisano una cercanía que, pasado el tiempo,
acaba por diversificarse y
abrirse a personas de distintos orígenes.
En definitiva, el factor juventud está incorporando
una inmigración que en sí
misma es joven, muy reciente, y que, en el caso de
España, no dispone todavía del suficiente recorrido
para extraer conclusiones
acerca de un comportamiento claramente diferenciado en relación con los
más mayores. No obstante,
sí me atrevo a afirmar que
resulta positivo en términos de integración social,
siempre más compleja a
medida que se avanza generacionalmente.
La integración ha de descansar en la vigencia de la
igualdad de oportunidades y la responsabilidad
de las políticas públicas
es la de remover todos los
obstáculos para impedir
cualquier forma de discriminación. No consiste, por
40
tanto, en un conjunto de
políticas dedicadas a privilegiar al inmigrante sino
que se dirige a toda la ciudadanía para garantizar el
acceso normalizado al conjunto de recursos públicos.
No obstante, las especiales
condiciones que afectan
a la población inmigrante
nos llevan a adoptar medidas concretas que incidan
en las situaciones que supongan un trato desigual o
un punto de partida en inferioridad de condiciones.
En este sentido, podemos
apuntar los rasgos de un
escenario que retrate una
cierta singularidad de los
jóvenes inmigrantes en
relación con los españoles. Así, cuentan con más
probabilidades de haber
experimentado situaciones de rupturas familiares
a causa del propio proceso
migratorio; al incorporarse
más temprano al trabajo,
comienzan a vivir de sus
recursos antes que los españoles; acceden en general a ocupaciones de baja
calificación y sufren más
situaciones de precariedad
laboral que los jóvenes españoles. Un cuadro que se
podría perfilar en mayor
medida, pero que dibuja
una realidad que debe ser
tenida en cuenta porque
los procesos de desigualdad, por más incipientes
que sean, podrían cristalizar en el futuro consolidándose situaciones de
desigualdad claramente
indeseables.
El Gobierno de España se encuentra comprometido con
la promoción de la integración del inmigrante en el país
y, en coherencia, conforma
uno de los ejes básicos de su
política de inmigración.
A partir de esta voluntad
política, el año 2007 ha
conocido la entrada en vigor del Plan Estratégico de
Ciudadanía e Integración
(2007 – 2010), una iniciativa
del Gobierno de José Luís
Rodríguez Zapatero de mucho alcance, que quiere ser
una suerte de “hoja de ruta”
que oriente y dé unidad al
conjunto de iniciativas públicas y privadas que se lleven a cabo en este terreno.
El Plan dispone de uno de
sus doce ejes dedicado a
“Juventud e Infancia” cuyos objetivos básicos son:
favorecer el acceso normalizado de los jóvenes
de origen inmigrante a
los programas de juventud, promover la atención
a aquéllos que atraviesan
situaciones de especial
vulnerabilidad y apoyar la
participación social de los
más jóvenes.
Para finalizar, quiero referirme a otra dimensión como
la que se expresa en la descapitalización que supone que tantos millones de
jóvenes se vean forzados
en su inmensa mayoría a
abandonar sus países para
buscar la realización de sus
expectativas a veces a miles
de kilómetros. La desigual-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
dad sigue siendo, sin duda,
la razón básica que sigue
empujando a las personas
a emigrar. En paralelo, el
proceso de globalización
está produciendo mayores
niveles de concentración de
la riqueza y de algún modo,
debido a su formidable potencial tecnológico, facilitando los desplazamientos
de unas zonas a otras del
planeta. Se estima que en la
actualidad existen cerca de
200 millones de inmigrantes
en el mundo.
En suma, vivimos una etapa de intensificación de las
migraciones que, en buena
lógica, seguirán teniendo a
las generaciones más jóvenes como a sus principales
protagonistas. La responsabilidad de las políticas
públicas para canalizar estos flujos, de modo que los
impactos más negativos
sean contrarrestados y se
proyecte en cambio todo
su potencial de oportunidades, es indudable. Sin
embargo, se trata de una
responsabilidad compartida, esto es que ha de comprender al mayor número
de instituciones, organizaciones y ciudadanos. Y los
más jóvenes no pueden
PANORAMA CIENTÍFICO
Consuelo Rumí
Por tanto, las actuaciones
en relación a los jóvenes
inmigrantes se han incorporado a las políticas públicas en el marco de la estrategia de integración que
acaba de comenzar a rodar
en España. Debemos anticiparnos a los problemas,
fomentar el sentido de pertenencia a la sociedad en
la que se vive y favorecer
las posibilidades de movilidad social y la igualdad
de oportunidades. Estos
son objetivos que deberán plasmarse en todo el
colectivo inmigrante pero
que adquieren una importancia central entre sus generaciones más jóvenes,
precisamente aquéllas que
se han instalado con menos años en España y que
potencialmente tienen por
delante una mayor presencia en la vida del país.
quedar excluidos de esta
apuesta porque vivirán en
primera línea su desarrollo
y consecuencias.
Por ello, resultaría extraordinariamente positivo conseguir la mayor implicación de
los más jóvenes en diseño y
desarrollo de las políticas
que habrán de gestionar los
movimientos migratorios
en estos años. Unas políticas que deben renovarse en
profundidad para adaptarse
a los perfiles de un fenómeno que es extraordinariamente versátil y que registra
una aceleración sin precedentes.
Sin embargo, de la manera
en que abordemos la inmigración en este tiempo dependerá, en no poca medida, de la capacidad de
nuestras sociedades para
armar una convivencia
fructífera a lo largo de las
próximas décadas. Porque
es tal su potencia, el impacto que produce en todos los órdenes de la vida
colectiva, que requiere de
la imprescindible decisión
política y de la construcción de grandes consensos
sociales para conducirla
con éxito.
41
Migración y Juventud
en el Nuevo Milenio:
los jóvenes latinos
en Estados Unidos
Alejandro I. Canales es Doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de México. Es Director del Centro de Estudios de
Población de la Universidad de Guadalajara y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Ha sido consultor de
CEPAL, de UNESCO y del Consejo Nacional de Población (México) en temas de Migración y Desarrollo. Sus libros más
recientes son Vivir del Norte. Remesas, desarrollo y pobreza en México (2007); Panorama actual de las migraciones
en América Latina (2006), y El norte de todos. Migración y trabajo en tiempos de globalización (2003). También ha
publicado diversos artículos sobre temas de migración internacional y remesas en revistas especializadas de Europa,
Estados Unidos y Latinoamérica.
E
n América Latina la
migración internacional
presenta
actualmente
cambios substanciales respecto a la imagen que teníamos de ella. En las últimas décadas la emigración
latinoamericana no sólo se
ha intensificado, sino que
también se ha extendido,
tanto en términos de orígenes, como en destinos
y sujetos sociales involucrados (Canales, 2007). En
particular, cabe señalar
la diversidad de actores
42
y sujetos sociales que actualmente participan en
el proceso migratorio (Pujadas y Massal, 2005). Nos
referimos en especial a la
migración femenina, de
población indígena, y la
migración familiar (niños y
ancianos, preferentemente), entre otros.
Entre estos nuevos sujetos
destaca el caso de la población joven, que aunque
desde siempre ha formado
parte de los flujos migra-
torios, sólo recientemente
se ha hecho visible como
grupo social específico.
Su peculiaridad se deriva,
no sólo de sus perfiles socioeconómicos y demográficos, sino especialmente por las dificultades que
enfrentan para su inserción
en la sociedad de destino.
Los jóvenes migrantes sufren una doble condición
de vulnerabilidad y exclusión social. Por un lado,
como migrantes están subordinados a una estruc-
En diversos textos se han
documentado y analizado estas situaciones de
conflicto social y generacional que protagonizan
los jóvenes latinoamericanos en Estados Unidos,
y que se derivan entre
otros factores de estas
condiciones
estructurales de excusión social
(Valenzuela Arce, 2003).
Sin embargo, no siempre
se ofrece información estadística adecuada que
permita dimensionar estos problemas desde una
visión más global.
bilidad social que caracterizan la inserción social de
los jóvenes latinoamericanos en la sociedad norteamericana.
Niveles y tendencias
Un primer aspecto que
destaca en el marco actual
es el gran impulso que en
años recientes ha tenido
la migración internacional
de la población en edades jóvenes. En el caso de
Estados Unidos, por ejemplo, los jóvenes nacidos en
América Latina y El Caribe
pasaron de 3.9 millones
en 1995 a 5.4 millones en
el 2004. Un incremento de
casi 40% en tan sólo diez
años. Sin embargo, lo más
relevante es que gran par-
PANORAMA CIENTÍFICO
Alejandro Canales
tura social que los excluye
y subordina. Por otro lado,
como jóvenes conforman
un grupo demográfico que
continuamente es expulsado hacia los márgenes
de la sociedad, desde donde buscan formas de cohesión interna que, en no
pocos casos, se enfrentan
con las normas y reglas establecidas por la sociedad.
te de este incremento se
dio en los últimos cinco
años. En efecto, entre el
año 2000 y el 2004, la población joven latinoamericana residente en Estados
Unidos se incrementó en
1.3 millones de personas,
esto es, cada año 325 mil
jóvenes latinoamericanos
habrían llegado a residir a
Estados Unidos.
Si bien, en general en ese
país la inmigración de origen latinoamericano se ha
incrementado, destaca el
mayor dinamismo de la inmigración de jóvenes menores de 30 años. Se trata
sin duda, de un contingente demográfico en plenas
capacidades productivas, y
que emigran en búsqueda
Ante ello, en este texto nos
interesa analizar la condición migratoria de los jóvenes, y cómo ello contribuye a crear condiciones
de riesgo y exclusión social. En particular, nuestro
interés es documentar con
información estadística reciente las condiciones de
subordinación y vulnera-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
43
de mejores oportunidades
laborales, de vida y de desarrollo que en sus países
se les han negado. Se trata
además, de la pérdida para
América Latina de importantes contingentes de jóvenes que pudieran haber
hecho grandes contribuciones económicas, sociales y
culturales en sus países de
origen. El costo para nuestros países no es sólo de la
migración, sino que con ella
se van miles de jóvenes cada
día, con todo lo que ello implica en términos demográficos, sociales y culturales.
Ahora bien, para dimensionar cuánto representan
estos 5.4 millones de jóvenes latinoamericanos en
Estados Unidos, podemos
señalar que ellos suponen
el 9% del total de la población entre 15 y 29 años de
ese país, así como el 61%
del total de inmigrantes
jóvenes. En otras palabras,
casi uno de cada diez jóvenes en Estados Unidos
nació en algún país latinoamericano. Asimismo, tres
de cada cinco jóvenes que
llegan a ese país provienen de algún país latinoamericano.
Asimismo, los 5.4 millones
de jóvenes latinoamericanos representan casi el
30% del total de los mi-
44
grantes originarios de esa
región, lo que indica el alto
grado de importancia que
la juventud representa en
la emigración latinoamericana a Estados Unidos.
De hecho, los datos indican que en relación a la
composición de otros flujos migratorios, los latinoamericanos muestran una
mayor selectividad a favor
de la migración de personas jóvenes.
En efecto, en el resto de
los migrantes, sólo uno de
cada cinco son jóvenes,
mientras que en el caso
latinoamericano se da una
relación de un 50% más
alta. De esta forma, los jóvenes
latinoamericanos
residentes en Estados Unidos son un grupo social
de creciente importancia
demográfica. En particular, puede hablarse de una
cierta complementariedad
en cuanto a las estructuras
demográficas de la población norteamericana y la
de los inmigrantes latinoamericanos en ese país. En
efecto, la pirámide de edad
de la población norteamericana refleja un “faltante”
importante de población,
especialmente entre las
edades de 15 a 40 años, es
decir, en las edades de mayor capacidad productiva.
Ello se debe a los efectos e
inercias de la dinámica demográfica norteamericana.
La población mayor de 40
años corresponde a los in-
mográfica. Lo relevante
para nuestra discusión es
el importante papel que
ocupan los jóvenes en
esta relación de complementariedad que deriva
en su alta participación
en el flujo migratorio de
América Latina hacia los
Estados Unidos.
No obstante, a partir de
fines de los 80, cuando la
generación del baby boom
inicia su fecundidad, vuelve a incrementarse el número de nacimientos, lo
que expande nuevamente la base de la pirámide
poblacional, generando
este vacío entre las edades ya mencionadas.
Ahora bien, este aporte
demográfico y social de
los inmigrantes jóvenes
latinoamericanos se acrecienta si a ellos les agregamos el contingente de
jóvenes que han nacido
en Estados Unidos, pero
que son hijos de padre
latinoamericano y/o madre latinoamericana. En el
año 2004, este grupo demográfico sumaba la cantidad de 2.76 millones de
personas, que representaban el 4.6% de los jóvenes
residentes en ese país.
Asimismo, los inmigrantes
latinoamericanos muestran una estructura poblacional diferente pero que
se complementa con la
anterior. Debido al carácter esencialmente laboral
de la migración contemporánea, se da una alta
proporción de migrantes
entre los 20 y 45 años.
Este “excedente” de población migrante en esas
edades tiende a coincidir
con el “faltante” demográfico en la población
norteamericana, generando este fenómeno de
complementariedad de-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
De esta forma, tenemos
que la población joven de
origen latinoamericano
(nacidos en Latinoamérica e hijos de latinoamericanos) representan en
conjunto casi el 14% de la
población joven de Estados Unidos, lo que significa que uno de cada siete
jóvenes residentes es de
origen latinoamericano.
Estos datos revelan la
importancia cuantitativa
PANORAMA CIENTÍFICO
Alejandro Canales
dividuos nacidos durante
el llamado baby boom, en
la segunda posguerra, el
que se prolonga hasta inicio de los años 60 del siglo
pasado. A partir de entonces, se manifiesta una menor natalidad que genera
este “hueco” en la pirámide
de edades.
de los jóvenes latinos en
Estados Unidos, misma
que sin embargo no se
corresponde con la menor importancia que en
ese país se le atribuye a
la población latina en general, ni a sus jóvenes en
particular.
Para comprender la situación social y demográfica de los jóvenes latinos
(migrantes de primera y
segunda generación) en
Estados Unidos podemos
comparar sus características con las de otros grupos de jóvenes.
En este sentido, a continuación presentamos
una descripción del perfil sociodemográfico y de
su inserción social de los
jóvenes latinos, en comparación con los perfiles
demográficos y sociales
de los jóvenes angloamericanos y afroamericanos,
así como respecto a los
de jóvenes inmigrantes
provenientes de otras regiones del mundo (Asia y
Europa, principalmente).
Esta comparación nos
permitirá
dimensionar
la distancia social y demográfica que separa a
los migrantes latinos de
otros grupos de jóvenes
en Estados Unidos.
45
Características
sociodemográficas
Los jóvenes migrantes latinoamericanos muestran
un perfil sociodemográfico
que se diferencia tanto del
de otros jóvenes migrantes, como del de la población anglo y afroamericana. Asimismo, en no pocos
aspectos, ellos se diferencian significativamente incluso de los jóvenes latinos
de segunda generación.
Un primer aspecto de diferenciación se refiere a la
composición por sexo de
cada grupo de jóvenes. En
concreto, tanto entre los
jóvenes angloamericanos,
afroamericanos, y latinos
de segunda generación,
se da una relación relativamente equilibrada entre
hombres y mujeres. En todos estos casos, el índice
de masculinidad fluctúa
entre los 103 hombres por
mujer (jóvenes angloamericanos) y los 100 hombres
por mujer (latinos de segunda generación).
En el caso de los inmigrantes no latinos, esta relación
de masculinidad decrece
a una relación de 95 hombres por cada 100 mujeres,
revelando una cierta selectividad a favor de estas
últimas. Por el contrario, en
46
el caso de los jóvenes inmigrantes latinos se da una relación de 131 hombres por
cada 100 mujeres, es decir,
casi 30% superior a la de la
población nativa, y más de
40 puntos superior a la de
los demás jóvenes inmigrantes. Esto denota una muy
marcada selectividad en la
inmigración joven latinoamericana a favor de una mayor participación masculina.
Sin duda, esta selectividad
por sexo se relaciona directamente con una selección
y diferenciación en términos
de la inserción laboral de los
jóvenes latinoamericanos,
que tiende a favorecer a los
hombres sobre las mujeres.
Otro aspecto que diferencia a los inmigrantes latinos
del resto de los jóvenes en
Estados Unidos se refiere a
su estado civil. A diferencia
de los demás jóvenes, entre los inmigrantes latinoamericanos de 18 a 29 años
se da una mayor proporción de jóvenes que están
casados y/o viven con una
pareja de forma estable.
De hecho, casi el 40%
de ellos está en esta situación, proporción que
se reduce al 33% en el
caso de inmigrantes jóvenes de otras regiones
del mundo, al 25% en el
caso de los jóvenes angloamericanos, y a sólo
el 18% en el caso de los
jóvenes latinos de segunda generación.
destaca también la baja
Esta diferencia en la estruc- proporción de jóvenes que
tura de responsabilidades son jefes y/o esposas/os
se deduce también al ana- del jefe del hogar.
lizar las diferentes posiciones que ocupan los jóvenes Por el contrario, en el caso
migrantes latinoamerica- de los inmigrantes latinoanos en sus hogares en re- mericanos, se da la situalación a los demás jóvenes. ción inversa. Por un lado,
Como es de esperar, entre más del 40% de ellos son
los jóvenes angloameri- jefes o esposas/os del jefe
canos y afroamericanos, y del hogar. Por otro lado,
en mayor medida incluso sólo el 24% de los jóvenes
en los latinos de segunda son hijos del jefe del hogeneración, encontramos gar. Cabe destacar la alta
una alta proporción que proporción de jóvenes lason hijos/as del jefe del tinoamericanos que viven
hogar. De hecho, en estos como allegados en casas
tres casos, esta posición de parientes cercanos y/
es la mayoritaria en cada o amigos, lo cual repreuno de estos grupos de jó- senta una característica
venes. Asimismo, en estos típica de la migración,
mismos grupos étnicos, y que se reproduce en
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Alejandro Canales
Esta diferencia se vincula
directamente con el hecho
que en el caso de los jóvenes latinoamericanos se
trata de inmigrantes laborales que han abandonado el seno materno, y por
tanto están en condiciones
más propensas a formar su
propio hogar. Sin embargo, esta misma situación
describe una condición de
vulnerabilidad y de mayores riesgos sociales, en la
medida que representa una
mayor carga de responsabilidades familiares que, aún
a pesar de su juventud, deben asumir los migrantes
latinoamericanos.
cierta medida en el caso
de los jóvenes inmigrantes procedentes de otras
regiones. Ambos datos
nos confirman lo dicho
en relación a la diferente
carga de responsabilidades familiares que estas
posiciones implican, y que
afectan en forma especial
a los jóvenes migrantes latinoamericanos sobre los
demás grupos étnicos.
En efecto, tanto esta situación de “allegados” como
la de ser el responsable
directo del hogar, definen
un par de condiciones de
mayor vulnerabilidad social que afecta preferentemente a los inmigrantes
jóvenes latinoamericanos.
47
O bien no forman parte directa del hogar (son “allegados”, lo cual ilustra su
precariedad), o bien a edades muy jóvenes deben
asumir la responsabilidad
de dirigir y mantener económicamente un hogar.
En ambos casos, se trata
de situaciones que por un
lado, no se dan en igual
medida e intensidad en
otros grupos étnicos, y por
otro, y sin duda relevante,
no se da en igual medida
en sus países de origen.
En este sentido, la migración de los jóvenes los
lleva finalmente a asumir
responsabilidades familiares de forma temprana, o
bien a vivir en condiciones
de precariedad sin llegar a
formar plenamente parte
de un hogar.
Finalmente, un aspecto
de gran importancia que
incide directamente en la
capacidad de los individuos para enfrentar situaciones de adversidad y de
vulnerabilidad social, se
refiere al nivel de escolaridad que posean. A este
respecto, resulta relevante constatar que también
en este aspecto los inmigrantes latinoamericanos
se ven en peor situación
en relación a la de los
otros jóvenes en Estados
Unidos.
48
Si consideramos el nivel de
escolaridad de la población
de 18 a 29 años, veremos
que los inmigrantes latinoamericanos son el grupo
étnico que se encuentra en
la peor situación. Por un
lado, sólo el 21% de los migrantes latinoamericanos
de 18 a 29 años han cursado algún nivel de la enseñanza superior (college,
licenciatura y/o postgrado),
situación en la que en cambio, se encuentra el 42% de
los afroamericanos, el 47%
de los jóvenes de origen latinoamericano nacidos en
Estados Unidos, el 57% de
los jóvenes angloamericanos, y el 69% de los jóvenes
migrantes procedentes de
otras regiones del mundo.
Por otro lado, en el extremo
opuesto de escolaridad, tenemos que el 50% de los
jóvenes migrantes latinoamericanos no habrían culminado la enseñanza media
(high school), situación que
involucra a sólo el 20% de
los jóvenes afroamericanos,
el 23% de los latinos de segunda generación, el 13%
de los angloamericanos y
el 10% de los migrantes de
otras regiones del mundo.
Inserción social
Un aspecto sin duda relevante está en relación con
la forma de inserción social,
económica y cultural que
presentan los jóvenes emigrantes latinoamericanos
Un aspecto fundamental
es el tipo de actividad que
realizan principalmente los
jóvenes. En este sentido,
dos aspectos caracterizan
el tipo de actividad que
realizan los jóvenes latinoamericanos en Estados Unidos, en contraposición a los
demás jóvenes en ese país.
Por un lado, es significativamente mayor la proporción
de ellos que están trabajando y menor la que estudia.
De hecho, uno de cada dos
jóvenes latinoamericanos
de 16 a 24 años está ocupando un puesto laboral,
proporción que se reduce a
menos de uno de cada tres
en el caso de los jóvenes an-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
gloamericanos y afroamericanos, y a casi uno de cada
cuatro en el caso de jóvenes
migrantes de otras regiones
del mundo. Por el contrario,
sólo el 33% de los jóvenes
latinoamericanos en esas
edades asiste regularmente
a la escuela o a la universidad, proporción que se eleva a más del 60% en todos
los demás grupos étnicos.
Por otro lado, resulta también significativo comparar
la proporción de jóvenes
que no declaran ninguna
actividad, significa que no
van a la escuela o universidad, pero que tampoco
trabajan ni están desempleados. A este respecto, las
cifras son elocuentes e indican que prácticamente uno
de cada cinco jóvenes latinoamericanos se encuentra
en tal situación, proporción
que, sin embargo, se reduce a menos de uno de cada
doce en los demás grupos
étnicos.
Se trata de una situación de
exclusión social en la que
los jóvenes latinoamericanos no parecen encontrar
un espacio que los integre
en la sociedad de acogida.
No tienen un lugar en el sistema escolar, pero tampoco
un lugar en el mercado de
trabajo. De esta forma, los
canales formales de inclusión social están cerrados
PANORAMA CIENTÍFICO
Alejandro Canales
en la sociedad norteamericana. La inserción (que no
necesariamente la asimilación) asume diversas formas, e incluye diversas dimensiones de la vida social
y cotidiana. Por lo mismo,
resulta muy complejo dar
una medida o estimación
de los grados o niveles de
inserción social de algún
grupo en particular. En este
sentido, a continuación
ofrecemos algunos datos
que nos permiten estimar y
dimensionar algunas de las
múltiples aristas y formas
que la inserción social puede asumir en el caso de los
jóvenes inmigrantes en Estados Unidos.
para ellos, conformando
unos verdaderos parias del
sistema, jóvenes sin espacios para su inclusión social.
Por lo mismo, no es raro que
estos mismos jóvenes busquen formas de cohesión
interna desde los mismos
márgenes de la sociedad a
los que quedan recluidos,
como las gangas y similares formas de organización
y expresión juvenil, que les
permite enfrentar esta situación de marginación y
exclusión social.
El menor grado de inclusión social se refleja
también en una mayor
desprotección y vulnerabilidad social de los jóvenes
latinoamericanos. En concreto, sólo el 10% de ellos
tiene acceso al Medicaid,
seguridad social en el área
de la salud, proporción
que se eleva al 20% en el
caso de los jóvenes latinos
de segunda generación, y
a más del 25% en el caso
de los jóvenes afroamericanos. Asimismo, en sólo
el 2% de los jóvenes inmigrantes latinoamericanos,
sus familias tienen acceso a
los beneficios de la seguridad social, proporción que
se eleva al 9% en el caso
de los latinos de segunda
generación y a casi el 14%
en los jóvenes afroamericanos. Estas cifras nos ilustran
49
el grado de desprotección
que afecta a los jóvenes latinoamericanos en Estados
Unidos, muy superior incluso al que se da en grupos
que tradicionalmente han
sufrido la marginación social, la segregación racial y
la exclusión económica.
Finalmente, todo lo anterior
se refleja en el nivel de pobreza que prevalece entre la
población latina en Estados
Unidos, y que afecta de manera directa a los jóvenes de
entre 15 y 29 años. En efecto,
uno de cada cuatro jóvenes
latinoamericanos reside en
un hogar con ingresos por
debajo de la línea de pobreza, proporción que se reduce a sólo el 17% en el caso
de los latinos de segunda
generación y al de jóvenes
migrantes de otras regiones
del mundo, y que es de sólo
el 11% en el caso de los jóvenes angloamericanos. Sólo
los jóvenes afroamericanos
presentan una situación similar, con una proporción
de 26% de ellos residiendo
en hogares pobres.
Conclusiones
Sin duda, el mayor nivel de
pobreza y menor grado de
protección social están directamente asociados con
los menores índices de inclusión social que presentan los jóvenes latinoamericanos en Estados Unidos,
y son la base de muchos de
los problemas sociales, culturales y políticos que afectan a vida cotidiana.
No sólo se trata de grupos
socialmente
vulnerables
que enfrentan continuamente diversas situaciones
de riesgos sociales, sino además de grupos socialmente
excluidos y segregados, que
no encuentran los espacios
para su integración a la sociedad. A todo ello debemos agregar los diversos
problemas que se derivan
de la irregularidad de su
situación legal o la de los
miembros de sus familias, la
precariedad e inestabilidad
de sus trabajos, los bajos
salarios, las malas condiciones de vida en sus hogares
y viviendas, así como la carencia de servicios básicos,
la inseguridad pública, las
dificultades para acceder a
los servicios de salud pública, entre otros muchos problemas que predominan en
sus barrios. En este marco,
no es de extrañar que su
identidad como jóvenes
inmigrantes, así como sus
prácticas sociales y sus formas de organización, no
encuentren cabida ni comprensión en una sociedad
que cotidianamente los excluye y margina.
De hecho, en ocasiones,
ellos mismos no encuentran
interés en una virtual inclusión que su misma cotidianidad les ha enseñado que
es sólo una quimera que
será imposible de alcanzar
en la mayoría de los casos.
La exclusión de la que son
objeto les ha enseñado que
su vida ha de transcurrir en
y desde los márgenes de
la sociedad, por lo mismo,
siempre en conflicto, siempre en tensión.
Bibliografía
•
•
•
50
CANALES, ALEJANDRO I.: “Inclusion and Segregation. The Incorporation of Latin American Immigrants into the U.S. Labor Market”. Latin
American Perspectives, Vol. 34, No. 1, 2007 (73-82).
PUJADAS, JOAN Y JULIE MASSAL: “Migraciones ecuatorianas a España: procesos de inserción y claroscuros”. Iconos, Revista de Ciencias
Sociales, No. 14. FLACSO, Ecuador, 2005.
VALENZUELA ARCE, JOSÉ MANUEL: “Pachomas (Pachuco-Cholo-Mara), nortecos y fronteras”, en José Antonio Pérez Islas y Mónica Valdés
México-Québec. Nuevas miradas sobre los jóvenes. México, Instituto Mexicano de la Juventud, 2003
PANORAMA CIENTÍFICO
Mario Santillo
Los jóvenes
migrantes en
Sudamérica: balance
y perspectivas
Mario Santillo es argentino de nacimiento y se graduó en Filosofía y Teología en la Universidad de El Salvador, en
Buenos Aires. Posteriormente realizó estudios en Ciencias Sociales en la Universidad Gregoriana de Roma. Hoy en día
es Sociólogo especializado en migraciones. Hace ya más de diez años que desde Buenos Aires dirige el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA), trabajo que combina con el de docente en varias maestrías, entre las que
destaca la Maestría de Políticas Migratorias de la OIM y de la Universidad de Buenos Aires. En el 2000 fue Asesor del
Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI). Son numerosas sus publicaciones en varias revistas
y su participación en proyectos a lo largo de toda su carrera profesional.
D
de las economías, el empobrecimiento de la clase
media y la elevada desocupación han hecho que gran
parte de los jóvenes migrantes hayan elegido países de
la misma región y aquéllos
con mejores posibilidades
económicas y preparación
Hoy las migraciones han intelectual hayan optado
cambiado de dirección, los por Europa y Estados Unijóvenes(*1) descendientes dos (IOM report, 2000).
de estos inmigrantes se dirigen gran parte a Estados También debemos mencioUnidos y hacia los países nar que los descendientes
más cercanos. El deterioro de aquellos inmigrantes
esde fines del siglo XIX,
las migraciones en los países de Sudamérica, especialmente Argentina, Brasil,
Venezuela, Uruguay y en
menor medida Perú, estuvieron marcadas por corrientes venidas de Europa.
venidos de Europa y Japón
han podido acceder a la
doble ciudadanía, teniendo
así la posibilidad de emigrar
hacia esos países. Muchos
argentinos, uruguayos, brasileños y venezolanos van
a España e Italia, así como
peruanos, brasileños y en
menor medida argentinos,
hacia Japón.
Varios países de la región han
perdido a sus mejores profesionales y técnicos, lo que
ha generado una disminu-
(*1) Las Naciones Unidas definen a la juventud como aquella parte de la población que está en el período comprendido entre los 15 y los 24 años de edad, reservando a
menudo el vocablo jóvenes para aquellas personas entre los 10 y los 24 años de edad, es decir, incluyendo a los adolescentes (PATH, 1999).
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
51
ción sustancial del desarrollo en los países afectados.
Por otro lado, la desilusión y
frustración de aquéllos que
han tenido que abandonar
el país por falta de incentivos ha hecho que el retorno
fuera más prolongado o en
muchos casos no definitivo.
Sin embargo, es innegable
que la emigración también
ha generado, a través de las
remesas a parientes en los
pueblos de origen, un flujo
de dinero considerable.
Uno de los problemas pendientes que tiene que resolver Sudamérica es la situación irregular de muchos
jóvenes inmigrantes, que se
ven afectados por las políticas restrictivas de los diversos países de la región. Ello
conlleva a una creciente
explotación y abuso de sus
derechos fundamentales.
La imposibilidad de reen-
52
contrarse con sus familias
y la de vivir en el temor de
la clandestinidad hace que
se aíslen y alejen de los propios familiares que residen
en sus países de origen.
Otra dificultad cuando se
desea recabar información
acerca de los movimientos
migratorios en los distintos
países es que la fiabilidad de
los datos es escasa. La única
fuente disponible es el censo nacional que se realiza
cada 10 años. El largo período entre cada censo no
permite medir los flujos de
entrada y salida que se dan
en el transcurso del tiempo. Las estadísticas de las
Direcciones de Migraciones
lo cubren sólo en parte. Las
últimas cifras disponibles
son del 2002, según datos
actualizados del CELADE,
Centro Latinoamericano y
Caribeño de Demografía.
Datos de algunos censos
de Sudamérica de los movimientos de los jóvenes
migrantes
Hemos tomado los censos nacionales de entre los
años 2000-2002 de Chile,
Paraguay y Brasil para identificar a los jóvenes que ingresaron esos países en los
períodos etarios de 15 a 29
años. Los datos son extraidos del proyecto de IMILA/
CELADE y reelaborados por
el CEMLA. Si observamos el
censo de Chile, los jóvenes
representan la tercera parte
del total de los migrantes;
si comparamos el ingreso
PANORAMA CIENTÍFICO
Mario Santillo
extranjeros son 1.531.940,
de los cuales casi la mitad
provienen de los países limítrofes y de Perú.
de mujeres y hombres de
Perú en relación a Argentina y Bolivia, las mujeres son
casi el doble de los hombres
peruanos debido en gran
parte a que las jóvenes cubren los nichos del empleo
doméstico y del cuidado de
ancianos.
agrupación por edad, de 15
a 24 y de 25 a 34 años y no
por sexo. El Censo de Población y Vivienda de Argentina realizado en el año 2001
muestra que, de un total de
36.260.130 habitantes, los
Estas migraciones son muy
jóvenes y se concentran
en la franja etaria de 0 a 40
años, ubicándose mayoritariamente en los partidos
del Gran Buenos Aires. Los
volúmenes de los datos de
los jóvenes superan ampliamente a los otros países
analizados.
Perfil de los jóvenes
migrantes
Los años 70 estuvieron marcados por dictaduras militares en la mayoría de los
En el censo de Paraguay, la
diferencia de los jóvenes
con la población migrante
representa la cuarta parte.
La diferencia entre hombres y mujeres es mínima
en ambas nacionalidades.
La proporción de los jóvenes migrantes en relación al
total de los migrantes analizados representa más de la
tercera parte, teniendo un
mayor ingreso de Paraguay
especialmente de las mujeres jóvenes. Del censo de
Argentina se han considerado directamente los datos
de 2001 con otro criterio de
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
53
54
países sudamericanos, que
obligaron a muchos jóvenes
a salir de sus lugares de origen. Coincidió con la fuga
de cerebros, investigadores
jóvenes, y recién llegados
que fueron captados por
Estados Unidos y Europa.
Fue una gran pérdida de
personas altamente cualificadas.
En un estudio de Jorge Martínez Pizarro (2000) sobre
los jóvenes migrantes latinoamericanos y del Caribe
señala que la vulnerabilidad
de los jóvenes se da en la
falta de empleo en el país
de origen y la necesidad de
búsqueda de mayores posibilidades de estudio y mejora de la calidad de vida.
La doctrina de la seguridad
nacional ha llevado al cierre
de las fronteras y a desconfiar de los extranjeros, especialmente de los jóvenes
migrantes, que eran vistos
como una amenaza a la seguridad interior por tener
ideologías de izquierda. Las
leyes migratorias fueron
concebidas en estos contextos, y es por ello que, salvo Argentina, que ha promulgado una nueva ley de
migraciones, el resto de los
países sudamericanos tienen leyes muy restrictivas
y de control. Los años 90 y
entrado el 2000 han sido
marcados por la inestabilidad económica y la declinación de los modelos neoliberales, lo que provocó
migraciones intrarregionales y fuera de la región, una
mayor irregularidad, abuso
de los Derechos Humanos
de los migrantes y un gran
negocio con el tráfico de
personas y trata de niños y
adolescentes.
En Sudamérica las migraciones juveniles intrarregionales se producen especialmente hacia Argentina
desde los países limítrofes,
y hacia Venezuela desde
Colombia. El fomento de
las universidades y centros
de estudio de planes de
intercambio estudiantil ha
llevado a una distinta forma
de emigración temporal,
jóvenes que migran por un
período de tiempo determinado para estudiar fuera y
luego regresan a sus países
de origen.
Salvo los registros de cada
universidad, aún no hay un
estudio para cuantificar estos volúmenes. Otro patrón
migratorio, según el mismo
estudio de Martínez Pizarro
(2000), destaca que las migraciones de jóvenes de la
región hacia Estados Unidos
han ido en aumento, el stock
de latinoamericanos y caribeños en 1990 era de más
de 8.500.000 individuos.
Algunos países de Europa,
Italia, Alemania y en menor medida España, han
fomentado becas de estudios e inserción en algunas
empresas a jóvenes descendientes, pero los resultados
no han sido muy positivos.
Al parecer los jóvenes son
más propensos a integrarse
mejor en el ámbito del estudio, universidades, etc., pero
cuando quieren insertarse
en el mercado de trabajo
tienen mayor resistencia y
discriminación por parte de
la sociedad local. Esto sucede más entre los países limítrofes por causa de los prejuicios, como por ejemplo
en Argentina y Chile con los
bolivianos y peruanos. Los
jóvenes migrantes creen
que siempre estarán mejor
que en su país de origen, en
cuanto al futuro, a la mejora
de las condiciones de vida,
trabajo, estudio, etc., pero
la mayoría de ellos no miden las consecuencias que
implica el estar en otra sociedad ajena a la propia con
otros valores culturales.
Los sudamericanos en
España y Portugal
En estos últimos años, debido a un mayor crecimiento
económico, España ha generado una fuerte atracción
en los países de Sudamérica. El siguiente cuadro lo
En España, los inmigrantes pueden registrarse en
la comuna de residencia,
inclusive si está en situación irregular. Los datos
del 2003 muestran un considerable incremento en
los colombianos y ecuatorianos. Los migrantes son
jóvenes y en edad laboral
(entre 15 y 35 años) con
buen nivel de estudio. En
PANORAMA CIENTÍFICO
Mario Santillo
demuestra claramente. Los
ecuatorianos son la comunidad más numerosa, con
218.367 personas, le siguen los colombianos con
174.418 y en tercer lugar
los argentinos, sin tener en
cuenta aquéllos que han
entrado con el pasaporte
italiano, español o de algún otro país de Europa. En
estos momentos Bolivia y
Paraguay están incrementando su presencia hasta tal
punto que el gobierno español está solicitando a los
ciudadanos bolivianos presentar la visa para ingresar
en el país.
el caso de Portugal, debido a la proximidad cultural
y lingüística, los brasileros
son 49.891 (censo 2003),
la primera migración era
personal cualificado y de
profesionales, en su mayoría dentistas, informáticos
y publicistas; la nueva migración brasilera es menos
cualificada y se ubican en
el sector servicios con salarios bajos: construcción
civil, restaurante, trabajo
doméstico, atención al público, etc. Muchos jóvenes
brasileros, al encontrar
mayor dificultad al entrar
como “presunto turista”
en Portugal eligen ingresar por otras ciudades de
Europa como Ginebra, Madrid o París. El apoyo en las
redes de familiares y amigos es fundamental para la
inserción en el trabajo y en
la vivienda (Padilla, 2005).
El perfil de la emigración
sudamericana en Europa
es de una migración joven,
prevalentemente femenina
que se ubica en el empleo
doméstico y el cuidado de
niños y ancianos.
Bibliografía
•
•
•
•
PADILLA, BEATRIZ: “Le reti sociali dei brasiliani recentemente arrivati in Portogallo: solidarieta étnica o empatía étnica?” en Latinos alla scoperta dell’ Europa, Mauricio Ambrosini e Luca Queirolo Palmas, Editorial Franco Angeli, Milano, 2005.
PATH (Program for Appropiate Technology in Health): Salud reproductiva de los adolescentes: los programas que marcan una diferencia, Outlook,
v. 16, 3, 1999
PIZARRO MARTÍNEZ, JORGE: “Migración internacional de jóvenes latinoamericanos y caribeños: protagonismo y vulnerabilidad. Proyecto Regional de Población CELADE-FNUAP (Fondo de Población de las Naciones Unidas)” Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía,
Santiago de Chile, 2000
WORLD MIGRATION REPORT (2000), International Organization for Migration, United Nations. Switzerland.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
55
Juventud, transición
hacia la vida adulta,
globalización y
migraciones
Después de obtener su Licenciatura en Sociología en París, Claudio Bolzman realizó estudios de postgrado en la Universidad de Ginebra (Diploma de Estudios para el Desarrollo, Certificado Internacional de Ecología Humana y Doctorado en
Ciencias Económicas y Sociales). Actualmente es profesor de Trabajo Social en la Universidad de Ciencias Aplicadas de
Suiza Occidental (en la cual dirige el Centro de Estudios de la Diversidad Cultural y de la Ciudadanía) y de Sociología en la
Universidad de Ginebra. Es además profesor asociado en la Universidad de Valencia y en la Universidad de Lyon y Secretario General de la Asociación Internacional para la Investigación Intercultural (ARIC). Es autor de cerca de un centenar de
publicaciones sobre temáticas ligadas a las migraciones, las relaciones interculturales, las identidades. Su último libro es:
La Suisse au rythme latino. Dynamiques migratoires des Latino-américains, Les Editions IES, Ginebra, 2007.
L
a Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que
existen actualmente 192
millones de migrantes internacionales en el mundo. Estas personas han dejado su Estado habitual de
residencia para irse a vivir
por un período superior
de un año a otro Estado.
Una gran parte de estos
migrantes internacionales
son personas de 20 a 25
años. Globalmente la gran
mayoría de los migrantes
56
tienen entre 16 y 30 años.
Se trata entonces principalmente de personas consideradas como “jóvenes”
o como “jóvenes adultos”.
¿Cómo explicar que sean
estos rangos de edad los
más afectados por el fenómeno migratorio?
Éste es el tema que abordaremos en este artículo. Antes que, nada nos
ipreguntaremos
sobre
la noción de juventud,
en tanto a fase social de
transición entre la infancia
y la vida adulta. Después
de examinar cuáles son las
grandes modificaciones
que la globalización ha introducido en las vidas de
los jóvenes, presentaremos
distintos motivos que llevan a los jóvenes a emigrar
hacia otras latitudes.
Para terminar, hablaremos
sobre la relación entre las
migraciones juveniles y las
formas de regulación social
internacionales existentes.
económico y social, y de
aumento de la duración
de los estudios para una
parte de los jóvenes. Estos
últimos van a reivindicar
la posibilidad de poder
“vivir plenamente su juventud”, como espacio de
libertad, como moratoria
entre la infancia y la vida
adulta. Los jóvenes hijos
de obreros, destinados a
trabajar en las fábricas al
término de la escuela obligatoria no disponen de la
posibilidad de ese período de transición. Entonces
van a reivindicarlo, a veces
de manera violenta y visible, como es el caso de
los “blusones negros”, provenientes de los sectores
populares. También ellos
quieren participar de ese
espacio de libertad y de
despreocupación por un
período más largo.
Si bien es cierto que la noción de juventud existe en
todas las sociedades desde
el punto de vista “biológico”, tal no es el caso desde
el punto de vista social. En
muchas sociedades llamadas “tradicionales”, en realidad la transición entre la
infancia y la vida adulta es
rapidísima. A partir del momento en que los signos fisiológicos de la pubertad
aparecen, se organizan
rituales colectivos para
consagrar el paso a la vida
adulta, a menudo alrededor de los 13-14 años, o incluso antes. Las personas
que han pasado por esos
rituales entran en el mundo adulto, con las responsabilidades y los derechos
asociados a esta etapa de
la vida: se casan, fundan
una familia, participan en Tras la democratización de
las labores y las decisio- los estudios, que interviene
nes de la comunidad.
en muchos países al final
de la década de los 60, la
La noción de juventud, tal formación va a extenderse
como la conocemos hoy, para el conjunto de los jóaparece en los años 50 y venes más allá de la escolasobre todo en los 60 en rización obligatoria. La forlas sociedades industria- mación va así a pasar a ser
lizadas centrales, y más el espacio de definición de
tarde en las sociedades la juventud, la norma social
periféricas. El contexto es que abarca a jóvenes cada
el del crecimiento econó- vez más mayores. Así, en
mico, de fe en el progreso, muchos países lo normal
tanto tecnológico, como es estudiar por lo menos
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Claudio Bolzman
La juventud como fase
de transición
hasta los 18 años y cada
vez es mayor el número de
jóvenes que continúan algún tipo de formación más
allá de los 20.
En este espacio se van a
construir las “culturas juveniles”, que tienen que ver
con el tipo de formación
que siguen los jóvenes,
con sus recursos, su percepción de su lugar en la
sociedad y de sus futuras
posibilidades en ésta. Se
trata de culturas que buscan distinguirse del mundo
adulto y oponerse a éste.
La diferencia es marcada
por la manera de vestirse,
de consumir, por los tipos
de música que escuchan,
por los lugares que frecuentan, por el lenguaje
utilizado, por las actitudes
corporales, etc.
Sin embargo, al mismo
tiempo que los jóvenes
tratan de diferenciarse del
mundo adulto, buscan
también formar parte de
él. Desean acceder a una
posición estable tanto a
nivel de la inserción profesional como de la inserción social (Castel, 1994).
Esta inserción no es sin
embargo, percibida como
adaptación automática a
lo instituido: muchos desean inventarse nuevos lugares, modificando, cues-
57
tionando, transformando
lo existente. La juventud
es entonces un espacio en
que se quiere formar parte
de la sociedad tal como fue
forjada por la generación
anterior, pero aportando
una cierta dosis de innovación. La importancia de
uno u otro polo cambia
según el contexto sociohistórico.
Durante los años 60 y 70 la
transición consistía en recorrer otros senderos, diferentes de los marcados por
la generación anterior: salir
de los caminos habituales
a nivel profesional, fundar
una familia menos autoritaria que la de los padres,
vivir las relaciones sociales
de manera más informal.
En los años 90 y 2000 lo
importante es encontrar
un lugar en la sociedad:
poder acceder a un trabajo estable, encontrar
una vivienda independiente, tener una cierta
estabilidad para fundar
y mantener una familia.
Si en el espacio de 20-30
años los jóvenes jerarquizan de manera diferente
las prioridades de la entrada en la vida adulta,
poniendo más énfasis en
la estabilidad que en la
innovación, es porque se
han producido cambios
58
“Los jóvenes que entran en la vida adulta,
lo hacen en un contexto de globalización,
caracterizado por la ampliación, la
profundización y la aceleración de la interconexión mundial en todos los
aspectos de la vida social.”
contextuales radicales en
este período. Lo que ha
cambiado dramáticamente en el transcurso de los
últimos años es que por
primera vez, desde el término de la Segunda Guerra Mundial, las nuevas
generaciones que entran
en la vida adulta corren
el riesgo de experimentar
una caída social con respecto a la generación de
sus padres. La idea de que
cada nueva generación conocería necesariamente un
destino social mejor que el
de sus padres no aparece
más como una evidencia
e incluso comienza a ser
cuestionada.
Los desafíos de la
transición en el nuevo
contexto de
globalización
Los jóvenes que experimentaron la transición hacia la vida adulta en lo que
se ha dado en llamar el
período de los “treinta glo-
riosos” (desde el fin de la
Segunda Guerra Mundial
hasta el “choque petrolero”
de los años 70), período de
casi pleno empleo, no se
preocupaban demasiado
por el lugar que la sociedad les garantizaría en el
futuro.
Sus inquietudes estaban más
bien dirigidas a la calidad de
ese lugar. Además pensaban
en su lugar al interior del Estado en que vivían.
Los jóvenes que entran hoy
en la vida adulta lo hacen
en un contexto de globalización, caracterizado por
la ampliación, la profundización y la aceleración de
la interconexión mundial
en todos los aspectos de la
vida social. El principal indicador de la globalización
es el aumento rápido de los
flujos transnacionales en
los ámbitos más diversos:
finanzas, comercio, ideas,
informaciones (internet, redes globales de televisión),
contaminación (Tcherno-
una justicia internacional,
una mayor facilidad de
comunicaciones a distancia, un acceso más fácil a
la información, etc. Pero
tiene también consecuencias negativas: el aumento
de las desigualdades, de
la precariedad y de la pobreza, la disminución de
la cohesión social y de la
capacidad de regulación
social de las sociedades,
el aumento de la violencia y de la desesperanza
de amplios sectores de la
población.
La globalización tiene sin
duda diferentes efectos
benéficosos: la emergencia de una visión planetaria de la realidad, la consciencia progresiva de que
dependemos los unos de
los otros, un crecimiento
económico mundial importante, la aparición de
Algunas cifras: desde 1950,
la producción mundial ha
sido multiplicada por 5 y
los intercambios comerciales por 11, pero ¿quién
se beneficia de este crecimiento? De los 6.000 millones de seres humanos,
500 millones viven confortablemente y 5.5 mil millo-
Según la OIT, sólo 13 países emergentes, de Asia y
de América Latina, se han
beneficiado de la globalización (Albella, 2002). En
cuanto a los demás países,
mientras más se tratan de integrar en la sociedad globalizada, les es más difícil asumir
su función de regulación social en el plano interno.
PANORAMA CIENTÍFICO
Claudio Bolzman
bil), enfermedades y epidemias (SIDA, gripe aviar),
transportes
(compañías
“low cost”), personas (turismo, migraciones). La
globalización es de hecho,
la ampliación del espacio
de los intercambios a través de la integración a la
dinámica del mercado capitalista de nuevas regiones que en el pasado se
encontraban marginadas.
Pero la globalización es sobre todo el crecimiento de
los intercambios y de los
movimientos de capitales
gracias a la liberalización
o desreglamentación, que
facilita también una rentabilidad más inmediata
de estos capitales (Ghose,
2003). Todo esto es posible
gracias al desarrollo extraordinario de las nuevas
tecnologías, que facilitan
la transmisión de informaciones y de datos a una velocidad casi instantánea.
nes son pobres. En los años
60 y 70, el número de pobres (viviendo con menos
de un dólar por día) era de
200 millones de personas.
A principios de los años 90,
su número era de 2.000 millones: se multiplicó entonces por diez. En el caso de
Latinoamérica, más de la
mitad de los 431 millones
de sus habitantes sufren
pobreza o miseria, la deuda externa e interna superó los 780.000 millones de
dólares en el 2001, siete de
cada diez nuevos empleos
son creados por la economía sumergida, sin beneficios sociales y con ingresos
irregulares(*1).
Además, persiste en estos
países una importante inequidad distributiva: un
40% de los ingresos nacionales son manejados por
el 10% de la población de
ingresos más altos, mientras que el 30% más pobre
recibe el 7,5% del ingreso
total(*2).
Según el sociólogo Robert
Castel (2004), en las sociedades europeas, el modelo
de sociedad salarial, caracterizado por el pleno empleo y un sistema de protección social eficiente, está en
(*1) Cifras citadas por J.J. Aznárez, “Condenados a la crisis perpetua” en El País, 12.5.2002, p.4.
(*2) Cifras dadas por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias en el 2001 y citadas por Fazio, (2001, p. 269).
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
59
crisis. Hoy hemos entrado
en un modelo caracterizado por la precarización del
empleo y el aumento de la
inseguridad social.
La precarización se caracteriza por el trabajo según
la demanda, los horarios
irregulares, el empleo temporal, la subcontratación.
Se trata de una necesidad
de las empresas que se
enfrentan a una producción inestable, a una competencia creciente y cuya
supervivencia depende de
su capacidad a producir
de manera rápida nuevos
productos y servicios o, en
el caso de las empresas, a
la vanguardia de las nuevas
tecnologías, cuyo éxito depende de la capacidad de
atraer una importante reserva de competencias por períodos cortos. El objetivo es
proporcionar una rentabilidad inmediata a accionistas
volátiles, dispuestos a desplazar a corto plazo sus capitales. En la Unión Europea,
cerca del 43% de la mano
de obra se inscribe al menos
en una de las categorías de
trabajo flexible y este porcentaje aumenta constantemente en la mayor parte de
los países europeos.
Los jóvenes se ven particularmente afectados por este
nuevo modelo. La paradoja
60
es que en un mundo que es
cada vez más competitivo es
necesario aumentar la duración de la formación para
tener más posibilidades en
el mercado de trabajo, pero
al mismo tiempo el hecho
de estudiar más años no es
una garantía para acceder
al empleo, y en particular
a un empleo estable, en
un contexto de aumento
del paro juvenil, de flexibilidad laboral, de vulnerabilidad social (Eckmann et
al., 1994). La situación es
aún más dramática en las
sociedades que conocen
una transición demográfica
con una neta predominancia de la población juvenil y
sin suficientes perspectivas
de empleo para el conjunto
de las nuevas generaciones que acceden al mundo
adulto. Emergen así nuevas
generaciones, mejores formadas que en el pasado
pero con menos perspectivas de empleo que otrora
en su propio país.
Globalización y
migraciones juveniles
Numerosos jóvenes y sus
familias ven en la emigración una posibilidad de
buscar mejores perspectivas, en un entorno en que
el mercado de trabajo se
va convirtiendo progresi-
vamente en una realidad
supranacional. El contexto
de globalización crea además nuevas expectativas
en otros ámbitos y facilita
la movilidad, por lo menos
en algunos aspectos, como
el costo y la accesibilidad
de los transportes.
Las razones de los jóvenes
para partir al extranjero
son diversas. Si las posibilidades de formación y
de empleo constituyen la
principal motivación para
emigrar, la búsqueda de
mayor autonomía y libertad con respecto a sociedades percibidas como demasiado rígidas es también
una causa de emigración,
como lo es el requerimiento de protección contra las
persecuciones y la violencia política, sin olvidar los
motivos afectivos y de reunificación familiar.
La gran novedad con respecto a generaciones anteriores es que estos jóvenes realizan su transición a
la vida adulta en otro país
diferente del que los vio
nacer y crecer. Muchos viven ciertas experiencias
por primera vez en el extranjero como descubrir la
vida profesional, vivir en
otra vivienda distinta del
hogar paterno, tener una
pareja, manejar un presu-
La mayoría de estos jóvenes encuentran trabajo en
sectores de la economía de
la sociedad de destino que
no pueden ser transferidos
al extranjero y que son los
menos atractivos para la
mano de obra nacional:
servicio doméstico, cons-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
trucción, hostelería, restauración, agricultura, etc...
Esto no es totalmente nuevo, como lo mostró Michael
Piore (1979) en sus trabajos
sobre la dualidad del mercado de trabajo en las so-
PANORAMA CIENTÍFICO
Claudio Bolzman
puesto, hacer trámites burocráticos, etc. Los jóvenes
que se van al extranjero en
busca de trabajo parten a
menudo con el apoyo de
sus familias que si bien no
les pueden ofrecer un mejor futuro en su país, sí les
pueden sostener contribuyendo al pago del viaje.
Muchos de estos jóvenes
viajan al mismo tiempo
con la obligación de ayudar económicamente a sus
familiares que se quedan,
constituyendo así una forma de “seguro social” de
sus parientes gracias al envío regular de dinero. Son
así los portadores de una
pesada
responsabilidad
que recae sobre sus hombros. A menudo viajan a
países donde ya hay algún
familiar, amigo o conocido
que puede acogerlos, tenderles una mano y ayudarles en un primer momento.
Esta red social es muy importante para enfrentar los
problemas de vivienda, de
trabajo y para socializar al
joven al nuevo contexto.
ce, 2001; Prencipe, 2002).
Otro cambio importante
es la internacionalización
del “care”, es decir de los
cuidados personalizados
de niños y ancianos, en
un contexto de falta de
“No son trabajadores ilegales, son
trabajadores ilegalizados por las políticas
migratorias, a pesar de su utilidad
económica ampliamente demostrada.”
ciedades industrializadas.
Lo que ha cambiado es que
no se les da a estos jóvenes
trabajadores inmigrantes
ningún estatus legal, lo
que hace que sus condiciones sean todavía más
precarias, ya que carecen
de medios formales de defensa. No son trabajadores
ilegales, son trabajadores
ilegalizados por las políticas migratorias, a pesar
de su utilidad económica
ampliamente demostrada
(Bolzman, 1999).
Estos jóvenes inmigrantes
son la figura más emblemática de las nuevas formas de la precarización
internacional del trabajo:
salarios bajísimos, ninguna protección social ni del
empleo, ni ningún derecho
ciudadano, encontrándose
a la merced de una expulsión del país (Fassin y Mori-
estructuras públicas de
apoyo a estas actividades.
Se desarrolla entonces una
demanda privada de mano
de obra femenina, generalmente joven e instruida, de
los países del sur, con el fin
de que puedan desarrollar
a un bajo costo estas tareas en los países del norte.
Pero también se da el fenómeno entre las “ciudades
globales” (Sassen, 2006) de
los países del sur y ciertas
regiones periféricas o más
pobres de estos mismos
países, como es el caso,
por ejemplo, de las inmigrantes de países vecinos
hacia las grandes ciudades
latinoamericanas.
Un fenómeno creciente es
el de los jóvenes estudiantes originarios de países del
sur que viajan a completar
su formación en países del
norte con el fin de aumen-
61
tar su capital humano, en
un contexto de competitividad creciente y en que
los diplomas obtenidos en
los primeros países no son
tan valorados en el mercado internacional de trabajo
como aquéllos obtenidos
en los segundos. Muchas
veces viajan a costa de
grandes sacrificios de sus
familias, ya que las becas
son escasas. Fuera de las
dificultades previsibles ligadas a la separación de la
familia y de los amigos, estos jóvenes deben a menudo trabajar paralelamente
a sus estudios para asegurar su subsistencia, sus
condiciones de vivienda
distan mucho de ser ideales, lo que se repercute en
su rendimiento académico
y en un aumento de la duración de los estudios.
Al término de la formación, numerosos jóvenes
experimentan, de manera
paradójica, una gran incertidumbre con respecto al futuro: en muchos
países pierden el permiso
de estadía al dejar de ser
estudiantes y en sus países de origen no siempre
hay trabajo de las carreras
que han estudiado, lo que
les lleva a veces a emigrar
hacia un nuevo país (Bolzman et al., 2006). En un
contexto en que se valora
62
más el desarrollo personal
y la autonomía individual,
ciertos jóvenes dejan su
país porque ven en la emigración la posibilidad de
vivir una vida más libre,
sin el peso de los modelos tradicionales que les
impiden llevar a cabo sus
propias experiencias. Es el
caso en particular de muchas mujeres que se sienten limitadas por sociedades que se perciben como
machistas y controladoras
y que quieren probarse, a
sí mismas y a su entorno,
que son capaces de “salir
adelante” por sus propios
medios. Se trata muchas
de veces de personas con
un buen nivel de formación, que están dispuestas a correr ciertos riesgos
y a ejercer trabajos poco
cualificados, como en el
ámbito del “care”, para experimentar una vida más
autónoma y descubrir
nuevas posibilidades de
gestión de su existencia
(Carbajal, 2004). Este tipo
de emigración se asemeja
más a las formas de transición hacia la vida adulta
intentadas por muchos jóvenes en los años 60 y 70,
y aparece en países que
han transformado radicalmente sus economías
sin haber transformado
suficientemente sus estructuras sociales.
Cuando se dan situaciones
de violencia política, los jóvenes constituyen una de
las categorías más afectadas por las persecuciones y
la inseguridad. A menudo,
por su disponibilidad y su
compromiso, los jóvenes
se encuentran en primera
línea cuando se producen
conflictos étnicos, religiosos, ideológicos o de otro
tipo que pueden revestir
formas violentas. Algunos
de ellos se ven obligados
a exiliarse de su país por
períodos de duración imprevisible y a pedir asilo
en otro Estado, con el fin
de proteger su seguridad,
su libertad o sus vidas. Una
parte de estos jóvenes son
menores que deben separarse de sus padres y de
sus seres cercanos de forma abrupta, viviendo así la
transición a la vida adulta
de manera particularmente precoz y dramática (Bolzman et al., 2004).
La movilidad creciente
crea oportunidades para
que jóvenes de diferentes
orígenes se encuentren y
desarrollen lazos afectivos
que conducen al desplazamiento de uno de ellos con
el fin de vivir plenamente
su vida de pareja. Si el sentimiento amoroso ayuda a
superar con mejor disposición muchas dificultades,
En muchas ocasiones, los
jóvenes no deciden partir
por sí mismos, sino que son
sus padres quienes los implican en un proyecto migratorio. Es el caso en particular de la reunificación
familiar, en que los padres
hacen venir a uno o varios
de sus hijos después de
haberse instalado en otro
país. La situación es particularmente difícil para los
jóvenes que se encuentran
en su adolescencia, ya que
tienen la impresión de que
les cambian su destino, en
un momento particularmente intenso y delicado
de sus vidas, sin haber sido
consultados. Como decía
muy claramente una muchacha latinoamericana
en Suiza: “Al traernos a este
país mi madre pensó que
sería lo mejor para nuestro futuro, pero no pensó
en nuestro presente, en
las cosas importantes que
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Claudio Bolzman
las pruebas que estos jóvenes tienen que enfrentar
en un contexto social desconocido distan mucho de
ser una simple formalidad.
El o la joven inmigrante necesita hacerse su espacio
en la sociedad en el nuevo
entorno, ya sea a nivel de las
relaciones sociales, de la formación o de la vida profesional, lo que constituye un
proceso largo y complejo.
estábamos viviendo en
nuestro país”.
mas obtenidos en el extranjero. Muchos jóvenes
son des-localizados desde
Migraciones juveniles
el punto de vista político:
y realidades
normalmente el paso a la
transnacionales:
mayoría de edad debería
la necesidad de
permitirles el acceso a más
nuevos mecanismos
derechos ciudadanos, pero
internacionales de
ellos no tienen localización
regulación
legítima en las sociedades
de residencia, pasando a
Este recorrido, necesaria- ser ciudadanos de ninguna
mente esquemático, de parte o, en el mejor de los
los diversos tipos de mi- casos, ciudadanos a distangraciones juveniles en un cia de un Estado en el que
contexto de globalización no residen. Desde el punto
muestra que un número de vista social, sus redes
significativo de jóvenes de relaciones, incluidas las
vive sus experiencias de familiares, se encuentran
transición a la vida adulta también dispersas por el
en otro contexto distinto al mundo, con un aumento
de su espacio habitual de creciente de personas que
vida. En un momento cru- son parientes, e incluso
cial de sus existencias, sus madres, a distancia (Bolzvidas se transnacionalizan man, 2004). Muchos jóvea diferentes niveles. Desde nes pierden así contacto
el punto de vista económi- con el espacio geográfico
co, ya no se limitan a bus- inmediato y sin embarcar empleo en sus propios go, siguen conectados de
países, sino que responden manera intensa a espaa la demanda internacional cios más distantes a través
de sectores que necesitan de modos de comunicatrabajadores para pues- ción virtuales (Kastoryano,
tos poco cualificados. Son 2000). Desde el punto de
también el “seguro social” vista cultural, descubren y
a distancia de sus parien- adoptan nuevos modos de
tes, a cuya supervivencia vida, pero continúan idencontribuyen gracias a sus tificándose con sus socieremesas. Desde la perspec- dades de origen.
tiva de la formación, buscan darle un valor añadido Las migraciones internaa su currículo, completan- cionales juveniles constido sus estudios con diplo- tuyen entonces una ilus-
63
tración emblemática de
las transformaciones de
la vida económica, social,
política y cultural en las sociedades contemporáneas.
Ejemplifican el desfase que
existe entre los modos de
vida emergentes y las maneras de pensar y regular la
realidad social a nivel internacional. La globalización
ha significado en efecto
cambios en la esfera económica, en las redes sociales y de solidaridad, en las
formas de percibir las culturas, en las modalidades
de regulación políticas, en
las experiencias e identidades. El desafío es entonces
una mayor armonización,
a nivel internacional, entre
las evoluciones concretas
de la vida económica, social y cultural por un lado, y
el nivel institucional y legal
por el otro, a fin de que los
derechos de los jóvenes en
el mundo contemporáneo
sean garantizados y que
puedan encontrar un espacio legítimo como futuros adultos.
Bibliografía
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
64
ALBELLA, M : “Mondialisation, marché du travail et mobilité” en Migrations Société, Vol.14, N°79, 2000
BOLZMAN, C.: “Políticas de inmigración, derechos humanos y ciudadanía a la hora de la globalización: una tipología” en Martín Díaz, E.
y De la Obra, S. (Ed.), Repensando la ciudadanía. Sevilla: Fundación El Monte, 1999.
BOLZMAN C.: “Un enfoque socio-histórico de las migraciones internacionales: el ejemplo de las migraciones latinoamericanas hacia
Europa” en Andrés-Suárez I. (ED.), Migración y literatura en el mundo hispánico, Editorial Verbum, Madrid, 2004.
BOLZMAN, C., GUISSE, I., FERNANDEZ, A. : “Etudiants du ‘Sud’ en Suisse romande : un risque de précarisation ?” en InterDialogos, La
Chaux de Fonds, N°2, 2006.
BOLZMAN C., ROSSEL, L. Y FELDER, A. : “Jeunes requérants d’asile séparés de leurs parents : quelle transition vers la vie adulte?” en
InterDialogos, La Chaux de Fonds, N°2, 2004.
CARBAJAL, M.: “Actrices de l’ombre”, Tesis de doctorado, Universidad de Friburgo, 2004.
CASTEL R. : “La précarité: transformations historiques et traitement social” en Soulet, M.H. (éd.), De la non-intégration, Fribourg,
Editions Universitaires Fribourg Suisse, 1994.
CASTEL R.: La inseguridad social. ¿Qué es estar protegido?, Ediciones Manantial, Buenos Aires, 2004.
ECKMANN, M., BOLZMAN, C., DE RHAM, G. : Jeunes sans qualification. Trajectoires, situations et stratégies, Les Editions IES, Genève, 1994.
FASSIN, D. Y MORICE A. : “Les épreuves de l’irrégularité : les sans papiers, entre deni d’existence et reconquête d’un statut” en Schnapper
D. (éd.), Exclusions au cœur de la cité, Paris, Anthropos, 2001.
FAZIO H.: Crece la desigualdad. Otro mundo es posible, Santiago, LOM Ediciones, 2001
GHOSE A.: “Trade liberalisation and manufacturing employment”, Geneve, ILO Employment Paper, N°3, 2000.
KASTORYANO R. : “Immigration, communautés transnationales et citoyenneté” en Revue internationale des sciences sociales, N°
165, 2000.
PIORE, M.: Birds of Passage. Migration Labour in Industrial Societies, Cambridge, Cambridge University Press, 1979.
PRENCIPE, L. : “Les migrations et la mondialisation” en Migrations Sociétés, Vol. 14, N°79, 2002.
SASSEN, S.: Territory, Authority, Rights: From Medieval to Global Assemblages, Princeton University Press, 2006.
PANORAMA CIENTÍFICO
Emmanuel Jovelin
Los menores
extranjeros aislados
en Francia: del
sueño a la realidad
Emmanuel Jovelin es doctor en Sociología por la Universidad de Ciencias y Tecnología de Lille (Francia) y posee dos Diplomas
de Estudios Avanzados, uno en Socioeconomía del Desarrollo y otro en Ciencias Políticas. Actualmente, Jovelin es Maestro
de Conferencias en Sociología y Director Adjunto del Instituto de Investigación y Desarrollo Internacional. Es Director de
Colección en el ASH (Semanario de Actualidades Sociales) y miembro asociado del Laboratorio Profeor, las Ciencias de la
Educación (Universidad de Lille) y del Laboratorio Pierre Naville, Sociología, Universidad de Evry Val d’ Essonne. Entre sus
publicaciones recientes destacan: La transmisión de la memoria en tierra de inmigración: un dilema verdadero para los
parientes (padres), con Fátima Mezzouj. In Hédi Saidi., Informe de la inmigración y la historia colonial, Ed. Harmattan,
2007/32. “Jóvenes en la tormenta. Los jóvenes sin domicilio fijo a la prueba de la calle”, Revue pensée plurielle, n ° 14,
2007/1, con Anne Francisca Déquiré; y “Contribución a un análisis sociopolítico de los menores aislados solicitantes de asilo”,
Revue pensée plurielle, n°14, 2007/1.
E
ste artículo proviene
de una investigación(*1)
llevada a cabo entre 67
menores extranjeros aislados acogidos en instituciones educativas francesas mayoritariamente en
la ciudad de Lille al norte
de Francia.
soluciones gubernamentales fueron la regularización masiva (Italia, Bélgica, Francia y España).
Europa se ve sacudida
por un nuevo fenómeno:
los jóvenes menores no
acompañados acogidos
en los hogares después
de haber sido localizados
Después de haberse en- por la policía.
frentado a la problemática de los “sin papeles” El objetivo de este artíadultos, sobre la cual, las culo es relatar las moti-
vaciones de la emigración de estos menores
y las dificultades encontradas en la tierra de
acogida.
Los menores
extranjeros aislados:
¿quiénes son?
El problema que nosotros
destacamos no es el de la
integración de los inmigrantes, sino aquel de los
(*1) Jovelin, E: Análisis socio-político de menores extranjeros aislados, Trabajo de Investigación, Grupo de Estudios y de Investigaciones en Trabajo Social (GERTS), Institut
Social Lille Vauban, Université Catholique de Lille, FASILD, junio 2003.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
65
menores extranjeros aislados acogidos en instituciones educativas que se benefician, en principio, de
las medidas generales de
protección de la infancia,
pero que son insuficientes
dado que los problemas
de cédula de identidad
son determinantes en la
construcción de ésta. Podemos señalar que estos
menores viven de lleno la
contradicción entre dos lógicas institucionales, aquélla del flujo migratorio y
aquélla de la protección.
La consecuencia es que
hay múltiples bloqueos,
tanto institucionales como
políticos. Hace algún tiempo “nadie se quería ocupar de estos niños. Para
algunos ocuparse de ellos
significaba darles falsas esperanzas de integración o
avalar canales de inmigración clandestina. Los servicios se pasaban y pasan
la responsabilidad... Ello
conduce a situaciones kafkianas, pero también a una
cierta forma de violencia, a
fuerza de querer insertar a
estos niños en categorías
institucionales de unos y
de otros” (*2).
En los bloqueos también
hay jueces que rechazaban
solicitar la tutela, porque
“Estos menores viven de lleno la
contradicción entre dos lógicas
institucionales, aquella del flujo
migratorio y aquella de la protección.”
simbolizaría la presencia
de estos niños en Francia.
Vemos hoy una lógica que
consistiría en hacer desaparecer “la categoría menores aislados”, en tanto
grupo problemático sobre
el que convendría buscar
una solución. Podríamos
decir que una verdadera
paradoja rige a los países
signatarios de la Convención Internacional de Derechos de los Niños, ya que
estos mismos países no
ponen en práctica medidas adecuadas para ayudar
a estos jóvenes.
En efecto, el artículo 22
subraya lo siguiente: “los
Estados partes toman las
medidas apropiadas para
que un niño que intenta
obtener el estatus de refugiado o que está considerado como refugiado…se
beneficie de la protección
y de la asistencia humanitaria requeridas…Cuando
ni el padre ni la madre, ni
ningún otro miembro de
la familia puedan ser encontrados, el niño se verá
acordado…la misma pro-
tección que recibiría cualquier otro niño que sea definitiva o temporalmente
privado de su medio familiar por la razón que fuera”.
En el momento en el que
los derechos del niño se
vuelven “el punto central
de acompañamiento de
los niños en Francia y en
el mundo”, nos podemos
dar cuenta de que los mismos países signatarios,
que reclaman alto y claro
estos principios de justicia
social, no logran aplicar la
convención hacia los niños extranjeros aislados.
Si algunos llegan a encontrar una solución obteniendo el estatus de
refugiado y el beneficio
de un permiso de permanencia, la propuesta al
derecho de asilo no es un
camino tranquilo, debido
a las condiciones draconianas impuestas por la
Oficina Francesa de Protección de Refugiados y
Apátridas (OFPRA). Las dificultades ligadas a la toma
en cargo son reales, ya que
(*2) Herve Harmon, Presidente del Tribunal para los niños en París y de la Asociación de Magistrados de la Juventud y de la Familia. A.S.H nº 2151, enero 2000.
66
preferido el termino “niño
aislado” ya que se adapta
más a la situación. La definición entonces se amplia
a los niños llegados al territorio con personas que no
son su tutor principal.
Conforme a la definición
establecida por el Programa a favor de los Niños
Aislados en Europa, los menores aislados, sobrentendido extranjeros, son “niños
menores de 18 años que se
encuentran fuera de su país
de origen, separados de sus
padres o de su representante autorizado por la ley/por
la costumbre”(*3). El aislamiento está entonces caracterizado por la ausencia
del o de los titulares de la
autoridad parental, aun si el
niño es tomado a cargo por
los miembros de su familia
o de su entorno.
En esta nueva definición,
se pone más claramente el
acento sobre el problema
clave que es la separación
de los niños de sus padres
o de sus tutores legales. El
término “aislado” permite
una mejor definición del
problema fundamental de
esos niños, es decir que se
encuentran sin la protección, ni la presencia de sus
padres o de sus tutores legales. Aún si algunos niños
llegan acompañados por
adultos, estos últimos no
son necesariamente aptos
para asumir plenamente y
correctamente su responsabilidad.
Anteriormente, los términos “niños no acompañados” o “menores no acompañados” eran utilizados
para designar a los niños
que hubiesen huido de su
país de origen sin sus padres. Solamente la realidad
demuestra que un cierto
número de niños dejaba su
país en compañía de miembros de su familia o amigos.
Estos últimos años, se ha
Motivos para irse y
perfiles de los menores
extranjeros aislados
Las razones para irse son
evidentemente numerosas. Entre las diferentes
trayectorias
analizadas,
hemos encontrados niños
llegados a Francia, porque
sus familias se han separado debido a la guerra. Para
PANORAMA CIENTÍFICO
Emmanuel Jovelin
en cuanto estos jóvenes
no obtienen sus tarjetas
de identidad antes de los
18 años, se integran en la
categoría de los mayores y,
por ese hecho, pueden ser
expulsados.
algunos la guerra ha roto
su familia y matado a sus
seres próximos. En Angola,
por ejemplo, muchas familias han sido desplazadas a
causa de la guerra. Muchos
niños se encontraban solos y se las arreglaron para
emigrar a los países cercanos y, algunos de ellos, se
fueron a Europa.
A esto se suman otras razones como la pobreza.
Sabemos que el emigrante
se define como una figura
que no acepta la fatalidad
que le impone la globalización, y decide ir donde pueda vivir mejor aún a riesgo
de su vida. Como este derecho les está vetado, los
niños se vuelven “los portadores de los proyectos
de los padres”, como dice
este joven: “mi padre ha
dicho, haremos todo lo posible para que pueda irse
a Francia”. De esta manera
los profesionales no han
dudado en decirnos que
ciertos jóvenes “son mandados por los padres para
realizar proyectos dictados desde lejos”. O incluso:
“ellos no tienen proyectos,
o al menos, no han sabido expresarlos, tenemos
la impresión de que para
algunos son los proyectos
de los padres que prevale-
(*3) Declaración de buenas prácticas, PEIPE, 1999.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
67
cen, tienen que realizar los
sueños de sus padres”. Son
portadores de un proyecto
colectivo, aunque sea simbólico para más tarde ayudar al resto de los miembros de la familia que se ha
quedado en el país.
La salida del país de origen también está motivada para lograr un sueño:
“cuando yo estaba en Albania, la gente decía, Francia,
Italia, Inglaterra y todos los
países que son grandes,
están bien, hay dinero, se
vive bien, hay de todo para
comer. Y es mejor cuando
tienes a alguien, un hermano o alguien de tu familia.
Nosotros aquí no tenemos
a nadie, no tenemos oportunidad.” Hay jóvenes que
sólo sueñan con una cosa
“trabajar para ganar mucho dinero”, a través del
fútbol, mientras que para
otros el sueño se sitúa en
los estudios con el fin de
“ser alguien” más tarde.
Pero la llegada a Europa
refleja también un mito
porque los africanos aman
Europa, adoran Europa y
pueden morir por verla
porque el mito circula de
unos a otros desde la época colonial. El mito (*4), del
griego mythos, es “un relato popular o literario que
pone en escena a personas
sobrehumanas y acciones
imaginarias en las cuales
se traspasan hechos históricos reales o deseados, o
en los cuales se proyectan
ciertos complejos individuales o ciertas estructuras
“El Dorado o el país de todas las posibilidades”. La
esencia del proceso migratorio encuentra para muchos jóvenes su origen en
la imagen de Francia, dirigida por los ancianos y los
inmigrantes que retornan
a su país. La imagen mítica
de Europa se queda intac-
“El término aislado permite una mejor
definición del problema fundamental de
esos niños, es decir que se encuentran sin
la protección, ni la presencia de sus padres o de sus tutores legales.”
subyacentes de las relaciones familiares”. Aquí estamos en la construcción de
una idea que no se basa en
una realidad. Es una “representación simbólica” que
influye en la vida social,
y que puede persistir durante decenios, si nada demuestra lo contrario. Pero
la fuerza de un mito reside
en su resistencia, aunque
la verdad esté presente(*5).
Los discursos recogidos
remiten al trabajo realizado por ASFAM y SSAE
(*6), junto con los jóvenes
reunidos. Los análisis que
surgen de estos discursos
muestran que Francia es
ta frente a una población a
menudo pobre y cuyo sueño representa una manera
de sobrevivir. Ni el paro, ni
los vuelos chárter alteran
este mito de la Europa de la
abundancia, donde el éxito
está al alcance de todos. Si
las propuestas recogidas
en la investigación común
SSAE y ASFAM se parecen
a las desarrolladas por los
antiguos inmigrantes, es
lo mismo para los jóvenes
aislados. Evidentemente,
los extranjeros cuando
vuelven a sus casas en vacaciones, son muy selectivos en sus comportamientos, mediante la manera de
vestirse, las informaciones
(*4) Pequeño Larousse en colores, diccionario enciclopédico, Larousse, 1994, p.668
(*5) Jovelin, E.: Contribución a un análisis socio-político de los menores aislados demandantes de asilo, Revue Pensee Pluriel, 2007/1, nº14
(*6) Savary, P. y Maiez, C.,: Itinerarios de formación. Trayecto de integración de jóvenes que hayan seguido las acciones primarias de llegada, Rapport ASSFAM, SSAE,
Juin, 1999.
68
Para los jóvenes que se
quedan en su país, en su
imaginario colectivo, el
proyecto inicial está todavía fuertemente consolidado ocultando el fenómeno
de pobreza que no deja
de aumentar en Francia:
“me han dicho que el que
trabaja gana dinero pero
no es tan fácil… estamos
obligados a despertarnos
a las cinco… me han dicho sólo eso. Y aquél que
quiere irse, piensa, no me
importa, llego ahí, trabajo,
y todo eso, aún si tengo
que despertarme a las dos
de la mañana, no importa,
no me molesta…” (Savary
et Maizel, 1999).
restricción de estancias con
las diferentes leyes ya que
los antiguos falsos papeles
se transforman en ciudadanos franceses. En este caso,
si ellos lo han logrado, ¿por
qué no nosotros?, se preguntan los candidatos a la inmigración.
Combinando nuestro trabajo con la tipología establecida por Angelina
Etiemblé (*7) , las figuras de
los jóvenes encontrados
pueden ser catalogadas de
la siguiente manera:
Los exiliados: corresponden al segundo caso
enunciado anteriormente.
Se trata de menores, procedentes de regiones tocadas por la guerra. Estos
menores debieron escaparse para salvar su vida.
Los mandados: son los
que hemos llamados “los
portadores de proyectos
parentales”. Son jóvenes
que se han ido para escapar a la miseria. Se trata
del tercer caso mencionado anteriormente, son
los menores “apoyos de
familia”.
Finalmente, cuando se les intenta decir la verdad, el buen
mito “Dinero, Trabajo, Felicidad y Libertad”, se encuentra
tan arraigado en las mentalidades de estos jóvenes que Los explotados: son los
nada puede modificar su menores que se encuenrepresentación, ni siquiera la tran en manos de trafi-
PANORAMA CIENTÍFICO
Emmanuel Jovelin
que transmiten, poniendo
entre paréntesis los problemas a los cuales se han
visto enfrentados. El lado
idílico de Europa supera su
propio sufrimiento. Tenemos la impresión de que
en sus discursos la manera
de vestirse es el signo de
su logro social.
cantes, que alguna vez
les han hecho venir para
integrar las redes de prostitución u otro tipo de redes de trabajo en negro.
Les podemos comparar
al sexto caso de Violaine
Carrière, donde encontramos a menores que son
traídos por traficantes.
Los fugados: son menores
que se van de su hogar a
causa de las dificultades
encontradas en su familia
(maltrato, etc). Se trata a
menudo de menores que
ya viven en Francia, tal
como lo hemos resaltado en la casa de acogida
de Lille. Ningún joven de
nuestra prueba se encuentra en esta categoría.
Los errantes: son menores
que estaban errantes en
su país de origen. Algunos
forman parte de los niños
de la calle, pero no creemos que sean muchos ya
que el viaje a Europa es
caro. Cuando se es niño
de la calle en África por
ejemplo, las vías alternativas de logro social son
inexistentes, a menos de
integrar una red de la iglesia, sino en caso contrario,
aquellas “de los explotados” con consecuencias a
menudo dramáticas.
(*7) Etiemblé, A.: “Los menos extranjeros aislados en Francia”, Migrations et études, septembre/octubre 2002.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
69
El camino del exilio a
Francia
1) El camino del exilio
Muchos jóvenes han viajado solos atravesando muchos países. El viaje para
los menores extranjeros
aislados ha sido a menudo traumático. En lo que
concierne a los africanos
la trayectoria también es
delicada. Si para los angoleños, y hasta los congoleños, el camino de su viaje
pasa por África del Sur y
luego vía Portugal antes
de llegar a Francia, los lugares por los cuales estos
jóvenes han transitado antes de dejar sus maletas no
siempre han sido los mejores. El camino del exilio ha
sido largo para muchos de
estos jóvenes, pero todos
en su gran mayoría se han
beneficiado de la complicidad de los adultos a lo
largo de su recorrido.
Si algunos se las han arreglado para pagar el viaje,
en la mayoría de los casos
lo han hecho sus parientes cercanos. Se trata de
otra forma de exilio, donde además de las dificultades de escaparse, está
la importancia de invertir
en uno de esos niños para
que un día pueda convertirse en el pilar familiar.
70
En efecto, la incitación de
marcharse significa también el hecho de que los
padres se encuentren en
la incapacidad de satisfacer los deseos de todos
los miembros de la familia.
Finalmente, nos encontramos tal vez delante de otra
estrategia de proyecto migratorio que pasa hoy a
través de los menores aislados. Esta estrategia provoca una complicación en
la labor de los trabajadores
sociales que se ven a veces
enfrentados a jóvenes que
se hacen pasar por menores y, que en realidad, serían en principio mayores,
pero no exageremos tampoco en estas historias de
falsos menores.
2) El contacto en la casa de
acogida
Ésta es la prueba que entre la lógica del Estado,
que consiste en cerrar las
fronteras con políticas migratorias en principio sin
fallos, y las lógicas de los
seres humanos, sujeta a
dificultades, las estrategias
humanas estarán siempre
por encima de la ley. Entre
la vida y la muerte, entre su
sueño y una realidad que
no queremos, porque la vivimos mal, los seres humanos encontrarán siempre
vías alternativas que les
parezcan más convenientes para sobrevivir, aún a
riesgo de su propia vida.
A la llegada, la necesidad
de descansar, de refrescarse, de respirar está presente en todos los jóvenes que
han hecho un largo viaje, o
que se encontraban en situación errante por Francia. Entre las dificultades
que aparecen, la primera es
el idioma. En este caso, el
problema de comunicación
impide establecer buenos
contactos rápidamente. La
diferencia lingüística impone a menudo el silencio
y lo no-dicho a algunos
menores, lo que requiere
solicitar un intérprete. Este
desconocimiento de la len-
La llegada de estos jóvenes
está impregnada de miedos, sobre todo por aquéllos que son traídos por la
Policía. Tienen miedo de
que la casa de acogida sea
un anexo de la cárcel, y por
parte de los educadores,
exige poner en marcha un
trabajo de confianza necesario, como lo explica
Florence: “Primeramente,
llegan todos desconfiados, desconfían del adulto
porque no nos conocen y
podemos ser de la Policía,
podemos estar ahí para denunciarlos”. Valérie piensa
también que “al principio,
tienen miedo”.
Otra dificultad resulta
igualmente del aislamiento, tanto relacional como
cultural, que pueda haber a
la llegada de estos jóvenes
en los establecimientos de
acogida. Faltan la familia y
su entorno habitual, como
lo explica esta joven: “Lo
que ha sido difícil es no tener a la familia, estar sola”
y luego este joven: “Tenía
miedo porque no conocía
a nadie aquí”. La cultura,
la forma de vida que es diferente, se hace difícil de
soportar para algunos jóvenes a su llegada.
La posibilidad de observar
lo que sucede en la casa de
acogida, juega un papel
preponderante en la elección de quedarse, como lo
explica este joven: “Al principio, yo quería volverme
cuando había llegado. […]
Y luego vi que no estaba
tan mal. Entonces esto me
empujó a quedarme.” Los
educadores también han
subrayado este punto: “Los
jóvenes necesitan un tiempo de observación... ellos
observan nuestra manera
de comportarnos con ellos
y con los demás.”
El impacto que puedan
tener los antiguos sobre
los últimos en llegar está
más marcado en los jóvenes que tengan el mismo
origen, como lo explica
Martín: “He salido con él.
Luego hemos hablado.
Me ha explicado que esto
no es una cárcel. Empecé
a sentirme mejor.” Los discursos de los educadores
se enmarcan en el mismo
sentido: “lo que importa,
son los extranjeros que se
han regularizado y que dicen: no, esto no es una cárcel, ellos no quieren saber,
al contrario, si no buscas
problemas, van a hacer lo
que puedan para regularizarte…esto creo que es
el punto principal”; y “Los
otros jóvenes que están en
la misma situación les aseguran igualmente sobre
nuestra función y la vida
en la casa de acogida. Está
sobre todo presente en los
jóvenes venidos del mismo país, por ejemplo para
los Albaneses”. Cuando no
hay en la casa de acogida
otros jóvenes de la misma
nacionalidad, los educado-
PANORAMA CIENTÍFICO
Emmanuel Jovelin
gua francesa puede acelerar en algunos la inquietud
que pueda existir ya que
no pueden expresarse, no
pueden comprender o lo
comprenden mal, lo que se
les dice, se les pregunta o
lo que pasa a su alrededor.
res han remarcado que era
más difícil para los nuevos
sentirse seguros e integrarse en un grupo.
El impacto de los antiguos
sobre los recién llegados
es real. La dificultad de encontrarse en un medio al
cual no están habituados
se atenúa con la presencia
de los compatriotas. Como
lo subraya Braconnier, se
demuestra la importancia que representa para el
individuo un espacio de
seguridad, compuesto de
imágenes familiares. Los
lazos familiares, sociales,
los hábitos culturales, los
lazos simbólicos con la
cultura de origen que permitan a los adolescentes
unirse alrededor de sus raíces constituyen los medios
para establecer este espacio de seguridad, necesario para sentirse bien.
En los menores extranjeros
aislados hemos sentido un
malestar, que ellos expresan (*8):
•
Mediante una gran
pena psíquica ligada
a los traumatismos vividos, al aislamiento y
a la precariedad de su
porvenir: “tengo demasiados problemas
(*8) Sessou, L.: Sin papeles…sin identidades, DEAS, ISLV, 2000.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
71
en mi cabeza”, “aquí no
conocemos a nadie”,
“pienso en todas esas
historias, en mis papeles… es una amenaza
perpetua, no sabes lo
que va a pasar”.
•
Mediante la dejadez:
“me quedo todo el
tiempo en mi cuarto”.
•
Mediante un sentimiento de no comprender y
no ser comprendido:
“al principio tuve dificultades para adaptarme”, “aquí siempre hay
que contar su vida. Si
al menos comprendieran...”, “yo doy paseos,
pero interiormente, no
me encuentro bien”.
•
Mediante el miedo de
ser quienes son realmente: “es mejor hacer
lo que hace todo el
mundo, así no tenemos
problemas”.
•
Mediante la inseguridad, la falta de libertad:
“Allí, está la libertad
pero aquí, es como una
cárcel. Estamos controlados como la gente
que hace siempre las
cosas mal”.
Mediante la vergüenza
y el sentimiento de estar en falta: “tenía miedo de ser castigado,
•
72
sobre todo por la policía”, “estaba ahí, y han
llamado a los policías
que me han traído a la
casa de acogida”.
Todo esto demuestra que
la inmigración es traumática para estos niños, que
han atravesado fronteras
para llegar hasta Europa.
La adaptación no se lleva a cabo de una manera
delicada. Ésta es la mayoría de veces dolorosa y
angustiante.
aquí, los otros no lo saben.
Los del exterior, no.”
Algunos jóvenes analizan el
estatus de los “sin papeles”
como un no reconocimiento de la parte de los demás:
“Cuando no tienes papeles,
se diría que eres como una
persona sin valor”.
2) La regularización de la
estancia
La regularización trae un
sentimiento de alivio. Tener la nacionalidad o un
Los jóvenes frente a la
permiso de residencia
situación administrativa permite ver la vida en rosa
si queremos tener la oca1) Ser menor y vivir sin pa- sión de abrirnos a nuevos
peles
horizontes.
El estatus de los “sin papeles” es o ha sido difícil de sobrellevar por estos jóvenes
tal y como expresa Hadil:
“eso me molestaba” y Martín: “Sabes, no es fácil vivir
así, no es fácil”. Al exterior
de la casa de acogida, los
jóvenes evocan poco este
estatus particular de los
sin papeles, incluso directamente no lo hacen. Es el
caso de Youssef: “De hecho
no hablo mucho de eso” y
de Martín: “Mi problema,
mi historia es que no me
gusta contársela a cualquiera, entonces no todo
el mundo lo sabe. […] Sí,
estos de la casa de acogida
La regularización era prioritaria a la ley Sarkozy
del 21-12. No obstante la
nueva ley Sarkozy del 28
de noviembre del 2003
cuestionó los avances que
existían para ayudar a estos jóvenes. En efecto, esta
ley subordina el acceso a
la nacionalidad francesa a
los jóvenes extranjeros tomados a cargo por la ASE
con al menos tres años de
estancia en Francia. Este
nuevo elemento crea la
incomprensión de los trabajadores sociales, porque
esta ley tiene graves consecuencias en la medida
en que el joven debe ser
La única solución que representaba el acceso a la
nacionalidad francesa se
encuentra cuestionada y
los trabajadores sociales
están a cargo de jóvenes
cuyas posibilidades de
quedarse en Francia son
ínfimas. Este retraso de tres
años agregado para la obtención de la nacionalidad
francesa por los menores
extranjeros aislados, sin
ninguna consulta anterior,
en un mundo de adquisición que funcionaba desde hace más de 30 años, y
que fue siempre objeto de
consenso sería una maniobra que deliberadamente
delimita y sobretodo un
medio de suprimir la categoría menores extranjeros
aislados y de dejar a estos
niños en la categoría de los
derechos comunes, con la
finalidad de que la República escape de facto a la
Convención Internacional
de Derechos del Niño y
atenúe las polémicas que
puedan venir de diversas
asociaciones. Ahora bien,
en aquella época especialmente en el 1945, cuando
sale publicado este texto,
el objetivo era “la puesta
en marcha de una verdadera política de protección
de la infancia en peligro”.
Se trataba de permitir a
los menores ser los niños
de la República”(*9). La
nacionalidad francesa estaba considerada como un
vector de integración. Hoy,
evocando la existencia de
menores encaminados por
vías clandestinas, que usan
la nacionalidad como un
medio para hacer venir a
sus familias, tocamos ahí
un punto que nunca había
estado verificado sin tener
en cuenta las disposiciones
de 1945: “cuyo texto subordina la posibilidad para los
menores extranjeros confiados a la Ayuda Social de
la Infancia, de ser franceses
a condición de estar encomendados al menos cinco
años, el legislador suprimirá en 1973 toda condición
de retraso, y en 1993 abolirá la posibilidad de que el
gobierno se oponga a posteriori una vez adquirida la
nacionalidad francesa”(*10).
Esta abolición de la condición del tiempo para la
adquisición de la naciona-
PANORAMA CIENTÍFICO
Emmanuel Jovelin
tomado a cargo a partir de
los 15 años de edad para
acceder a la regularización.
Ahora bien, muchos jóvenes llegan a la edad de
16 años, e inclusive 17, y
se encuentran inmediatamente en la clandestinidad
a los 18 años.
lidad francesa en 1973 confiere una gran importancia
para la Ayuda Social de la
Infancia. Esta regresión no
tiene nada que ver con las
estrategias de los menores
aislados que harían venir
a sus familias gracias a la
naturalización, es simplemente a nuestro juicio “la
eliminación progresiva de
esta nueva categoría que
son los menores aislados”,
porque aumentando el
tiempo de petición a tres
años, marcamos automáticamente “la invisibilidad
de estos jóvenes” que sólo
podrán pedir la nacionalidad una vez alcanzada la
mayoría de edad. Lo que
manifiestamente constituye un verdadero camino
de cruces, una carrera de
obstáculos con muchas
caídas antes de la llegada.
Conclusión
Vivir en Francia representa
todo lo que siempre han
soñado estos jóvenes y
tiene por lo tanto, su importancia: “van a ser casi
dos años que hablo francés. Al principio mezclaba el francés, con el portugués y el español pero
ahora puedo escribir cartas a mis amigos, amigas
y todo. A veces, inclusive
(*9) Roques, L.: “Toma en cargo y futuro de los menores en los países de acogida”, JDJ, nº 243, mars 2005.
(*10) Roques, L.: (2005), op.cit.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
73
hablo algunas palabras en
francés por teléfono con
mi madre. Sí, estoy contento de hablar bien francés,
antes hablaba, y nadie me
entendía.
Mi padre me ha dicho
que hay que trabajar para
aprender. En mi colegio,
había una clase para los
que no sabían francés, para
los extranjeros…”. Otros jóvenes dicen: “Es una suerte
para mí estar aquí”. Se sienten bien en Francia: “Aquí
estoy bien.” “Ahora va mejor. Estoy mejor. Mejor que
antes. Hoy me siento bien.
Estoy contento. No tengo
problemas”
La estancia en Francia
aporta a los menores numerosas satisfacciones. En
primer lugar avanzan, lo
que les permite escapar de
la situación particular de
su país de origen: “Es importante porque es un país
de derecho. Nadie puede
abusar de tus derechos, no
hay dictadura”; “La vida es
más tranquila aquí en Francia”. La estancia en Francia
aporta oportunidades de
las cuales no se podrían
haber beneficiado si se hubiesen quedado en su país
de origen.
Así, el mal conocimiento
de la realidad de la inmi-
74
gración mantenida por
imágenes idílicas proyectadas por los mismos inmigrantes y los medios de comunicación engendran la
desilusión al llegar a Francia. La diferencia a nivel
cultural es bien percibida
y, a menudo, evocada por
los menores aislados.
Otra decepción en el país
de acogida proviene del
aislamiento y de la soledad
que sienten a su llegada a
Francia: “yo sobre todo al
principio me sentía solo,
allí, siempre estaba rodeado de gente, hecho de menos a mi madre”.
Los jóvenes descubren rápidamente que del lazo
comunitario que prevalecía en el país de origen,
pasan a lazos sociales donde el individualismo está
presente. En los menores
aislados, hay un verdadero choque cultural. “Yo, lo
que pensaba de Francia,
no es esto. Hasta las personas que tienen papeles
no tienen trabajo”; “No encontré lo que yo pensaba
de Francia”.
Pero la problemática de
los “menores aislados” supone también la de “falsos
menores aislados” y la de
“falsos menores” simplemente, o si se quiere “menores/mayores”.
Este problema crucial, que
pasa por la mente de los
acogedores, no es apto
para favorecer una buena
manera de ocuparse de
los verdaderos jóvenes en
sufrimiento. Para erradicar este tipo de estrategia,
convendría cuestionarse y
atacar a las redes mafiosas
que existen hoy en día, y
que a veces usan a menores que se encuentran en
redes de traficantes.
Es necesario que los profesionales presten atención,
para que los jóvenes no se
vuelvan todos en el imaginario colectivo unos “falsos menores extranjeros”
o unos “falsos menores aislados extranjeros” o unos
“menores/mayores”.
Es importante tener en
mente esta actitud de ayuda que anima a los equipos
que nosotros hemos enTodo lo que los jóvenes contrado en nuestra invesimaginaban de Europa se tigación.
ha vuelto ilusorio. Francia,
El Dorado soñado, se vuel- Como hemos tenido ocave algunas veces una pesa- sión de decir, “entre la vida
dilla para algunos de ellos. y la muerte, entre el sueño
PANORAMA CIENTÍFICO
Emmanuel Jovelin
y la realidad que no se quiere porque se
vive mal, los seres humanos encontrarán
siempre vías alternativas que les parezcan convenientes para sobrevivir, inclusive poniendo en peligro sus vidas”.
Así, entre las lógicas del Estado y las lógicas individuales de supervivencia, la
elección está clara para los candidatos a
la inmigración. Por esto, la regulación de
la inmigración no sabría encontrar una
solución en la multiplicación de las leyes
restrictivas a la entrada y durante la estancia de los extranjeros.
La lucha contra el mito del occidente rico
todavía está por venir, donde “los sin”
han entendido que es mejor ser pobre
en Europa, que morir pobre en los países
en desarrollo.
Fotos: Eduardo León
Bibliografía
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
CARRIERE, V. : “D’où viennent-ils ? Qui sont-ils ?” Plein droit, n° 52, 2002.
ETIEMBLE, A. : “Les mineurs isolés étrangers en France”, Migrations études, septembre-octobre 2002.
GAGNARD, S. : “Le juge et les mineurs isoles”, Journal du Droit des Jeunes, n° 208, octobre 2001.
HERVE HAMON, Président du tribunal pour enfants de Paris et de l’Association des magistrats de la jeunesse et de la famille. A.S.H, n°
2151, janvier, 2000.
JOVELIN, E. : “Analyse socio-politique des mineurs isolés étrangers, Rapport de Recherche, Groupe d’Etudes et de recherches en Travail”,
Institut Social Lille-Vauban, Université Catholique de Lille, FASILD, juin 2003.
JOVELIN, E : “Contribution à une analyse socio-politique des mineurs isolés demandeurs d’asile”, Revue pensée plurielle, n°14,
2007/1.
JOVELIN, E. (ed.) : “Le travail social face à l’interculturalité. Comprendre la différence dans les pratiques d’accompagnement”, Ed.
L’Harmattan, 2002.
ROQUES, L. : “Prise en charge et avenir des mineurs dans le pays d’accueil”, Journal du droit des jeunes, n° 243, mars 2005.
SAVARY, P., MAIEZL, C. : “Itinéraire de formation. Parcours d’intégration des jeunes rejoignants ayant suivi les actions primo-arrivants”,
Rapport ASSFAM, SSAE, juin 1999.
SAYAD, A. : “L’immigration ou les paradoxes de l’altérité”, Ed. De Boeck, 1991.
SESSOU, L. : “Sans papiers, sans identités”, DEAS, Institut Social Lille Vauban, 2000.
ZERHAOUI, A. : “Du concept d’adaptation au concept d’intégration. Parcours de recherches”, In GOSSELIN Gabriel. et LAVAUD Jean Pierre,
Ethnicité et mobilisations sociales, Ed. L’Harmattan, 2000.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
75
Emigración de los y
las jóvenes
bolivianos: en pos de
la utopía
o exportación de
mano de obra barata
René Pereira Morató es sociólogo con una Maestría en Estudios Sociales de la Población, en Santiago de
Chile, con CELADE y FLACSO. Director del Consejo de Población (CODEPO) y docente de la Universidad Mayor
de San Andrés -UMSA- (Bolivia). Experto en el tema de la migración interna e internacional y punto focal
en el país sobre el particular.
D
ía tras día miles de
jóvenes buscan una vida
próspera en un país rico,
con frecuencia motivados
por información que no se
ajusta a la realidad y por
grandes expectativas.
De manera recurrente,
los jóvenes siempre han
constituido una parte importante de los migrantes
(una cuarta parte del total).
La liberalización del mercado obliga a las empresas
a ser más flexibles y competitivas. Muchas de ellas
dependen cada vez más
de una mano de obra bara-
76
ta, poco capacitada, que a Situación de Bolivia hoy
menudo no es contratada
de forma permanente.
La población de Bolivia,
proyectada oficialmente al
Pero hoy día, las facilidades año 2007, es de 9.827.522.
de comunicación y trans- Es un país joven porque su
porte, efectos evidentes de edad media es 20,4 años
la globalización y particular- cuando a nivel mundial es
mente de alta sensibilidad de 28 años y 39 años en
en los jóvenes, hace que ellas países desarrollados.
y ellos hayan considerado la
movilidad espacial, dentro La población joven (15 a 24
y fuera del país, como una años) era 1.653.722 (19,9%
de sus estrategias para cu- respecto al total poblaciobrir expectativas que el país nal) en el 2001. Los jóvenes
no les ofrece. Es así que los urbanos constituyeron el
jóvenes, hoy día, se consti- 69,4% y los rurales, 30,6%.
tuyen en un grupo protago- Bolivia es un país donde
nista entre los migrantes.
existe una diversidad de
Los minerales de Bolivia,
especialmente el estaño,
petróleo y gas natural desempeñan un papel muy
importante en la economía del país. No obstante,
aunque el Plan Nacional de
Desarrollo del gobierno actual del primer presidente
indígena Evo Morales Ayma
contempla como objetivo
transitar de un modelo de
desarrollo monoproductor hacia la estructuración
de una matriz productiva,
todavía el país se asienta
en la explotación de los
recursos naturales en los
sectores agrícola, minero o
hidrocarburífero. En suma,
el país continúa con un
modelo cimentado en los
recursos naturales, con el
mito de que es la principal
riqueza de Bolivia.
Los cambios encaminados hacia un modelo de
transformación productiva, incorporación de valor
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
agregado, absorción de
tecnología, capacitación
de los recursos humanos
como principal estrategia,
no pasan de ser un mero
enunciado. Ésta es una de
las razones que mantienen
atrasada a Bolivia, porque,
a pesar de tantos años de
rezago, no obstante tantos cambios y revoluciones
profundas, persistimos en
el mito de la “Bolivia pobre
sentada en un mendigo de
oro”; seguimos creyendo
en aquello que la riqueza
se la extrae.
Necesitamos romper este
mito atávico alejándonos del modelo centrado en recursos naturales,
comprendiendo que es
un elemento más de las
fuerzas productivas, pero
que son más importantes
los recursos humanos y
la absorción de la ciencia y la tecnología. Los
recursos naturales son
uno más de los factores
productivos. Pero mucho más importante son
el trabajo cualificado, el
capital físico y la tecnología. Acaso países como
Chile, por ejemplo, ¿no
son un ejemplo cercano
a Bolivia? Sólo cuando
cambiemos nuestro pensamiento, los bolivianos
estaremos en mejor suerte: la riqueza no se extrae,
PANORAMA CIENTÍFICO
René Pereira
recursos naturales y sin
embargo, las condiciones
de vida de la mayoría de
la población son precarias
y muy vulnerables. No son
factores de coyuntura exclusivamente, sino de orden estructural los que explican el estado de nuestro
país entre el conjunto de
aquellos denominados “en
desarrollo”.
sino que se crea. Bolivia
vive una crisis económica
que afecta a todos los sectores (excepto hidrocarburos y minería). Hay escasez
de mano de obra para la
zafra en el departamento
de Santa Cruz. Esta fuerza
de trabajo provenía de los
departamentos más expulsores de población Potosí
y Oruro, pero ahora optan
por la minería porque les
genera mayores ingresos.
La minería está restando
fuerza de trabajo a la agricultura, comenta Humberto Vacaflor G., en su nota
“Recuerdos del Presente”
(La Razón, 29 de abril de
2007).
Fernando Untoja ha tipificado al país como de un “Estado rico e individuos pobres”
(La Razón, 14 de enero de
2007) debido a los resultados macroeconómicos del
pasado año y de lo que llevamos del actual, explicados
por un contexto auspicioso
de la economía internacional, la subida de los precios
de las materias primas (gas,
minerales, etc.), condonación de la deuda externa.
Lo que conlleva a mayores
ingresos del Estado, pero el
individuo, trabajador o el
desempleado pobre se convierten en miserables que
antes de integrarse a ese
mundo, y prefieren escapar.
77
El gobierno se conforma
con tener stocks de divisas o
algunos millones y descuida
completamente el aparato
productivo y la generación
de empleos.
En efecto, el problema
central de la sociedad boliviana radica en las condiciones absolutamente insatisfactorias del empleo,
traducidas en las actuales
distorsiones del mercado
laboral, bajos niveles de
productividad en casi todos los sectores y en consecuencia, los ingresos insuficientes para cubrir las
necesidades básicas. La
ausencia de fuentes laborales está vaciando al país.
Gonzalo Chávez A., conocido economista que presenta en el matutino La Razón
(27 de mayo de 2007), en
su columna “Economía en
línea”, indica lo siguiente:
“Si la economía boliviana
crece por el resto de la vida
a un 4,5%, nos tomaría 132
años alcanzar el ingreso
per cápita de un argentino
de hoy”.
El gobierno actual habla
principalmente de las asimetrías en los niveles salariales entre lo que un trabajador percibe en Bolivia
respecto a lo que percibiría
en otro país, pero no se re-
78
fiere al desempleo como
otra de las causas importantes, porque en lo que
lleva de gestión, más bien
se ha centrado en temas
políticos y menos en crear
más y nuevos puestos de
trabajo. No obstante, no
parece ser tan mecánica
la correspondencia entre
desempleo y migración
internacional. La tasa de
desempleo abierto urbano en el año 2005 fue de
12,1% y se estima para el
año 2007 a 9,5% por efecto
de una tasa de crecimiento
de la economía, proyectada para este año en 4,62%,
posibilitando la creación de
146.387 nuevos empleos.
Este descenso implicaría
también un descenso de la
ola migratoria boliviana y
no parece ser cierto.
vadas y extranjeras, y que
ha despertado cierta esperanza, especialmente en los
grupos pobres y de ingresos medios. No obstante,
la población nunca vio los
frutos de ella. Todo lo contrario, la población, para el
año 1999, alcanzó un nivel
de pobreza muy preocupante: seis de cada diez
bolivianos se encontraba en la línea de pobreza.
Este cuadro ha originado
una profunda frustración
en la población boliviana,
expresada el año 2003 en
la famosa “guerra del gas”,
en la que el pueblo exigió
profundos cambios económicos y sociales. Este es el
contexto en el que el actual presidente de Bolivia
alcanzó el 54% del electorado boliviano.
En efecto, la salida de las
y los bolivianos fuera de
Bolivia se inició posiblemente desde el año 1985,
cuando en el país se cambió de un sistema estatista
hacia una política neoliberal, con muy poca presencia del Estado en la gestión
económico-productiva.
Pero posiblemente esta estampida se agudizó entre
1993-1997 con la Política
de Capitalización, iniciada
por G. Sánchez de Lozada,
que provocó un aumento
inusual de inversiones pri-
Características de la
migración en Bolivia.
Algunas dimensiones
Según datos del Servicio
Nacional de las Migraciones, 3,3 millones ya estarían fuera de Bolivia: de 1 a
1,5 millones en Argentina;
alrededor de 1 millón en
EE.UU., 600 mil en Brasil,
300 mil en España y el resto en otros países. Una tercera parte de la población.
Cifras oficiales indicaron (La
Razón, 9 de junio de 2007)
La crisis moviliza todo:
migración selectiva por
edad y por género
La actual crisis en la que se
encuentra Bolivia cambia
los perfiles migratorios tradicionales. Así, por ejemplo, migran con mayor propensión más jóvenes que
adultos. Naciones Unidas
estima que ellos constituyen un cuarto del total de
migrantes internacionales;
salir fuera del país, por motivos laborales era un hecho predominantemente
masculino, hoy las mujeres
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
aventajan a los hombres y
se han constituido en protagonistas de la migración
internacional; países receptores, con estructuras
envejecidas de edad, demandan específicas cualificaciones profesionales
como parteras, médicas,
enfermeras, asistentes a
la tercera edad, etc. En los
países desarrollados por
envejecimiento demográfico, se da una disminución
o estancamiento de las cohortes que ingresan al mercado de trabajo y los niveles
de especialización superior
hace que la inmigración de
personas jóvenes sea un
asunto altamente valorado
por algunos sectores.
También cambian los patrones temporales de
movilidad: la estadía en
el país ajeno dura mientras se pueda generar un
excedente; antes era un
hecho individual, hoy son
familias enteras que se
desplazan; las formas de
desplazamiento se multiplican en lugares sucesivos
de instalación; se diversifican recorridos, destinos.
Por ejemplo, para las y los
bolivianos, los principales
países de llegada eran Argentina y Estados Unidos.
Hoy necesariamente se
debe incluir a España. Pero
a su vez, un mismo país se
PANORAMA CIENTÍFICO
René Pereira
que en un año, se registraron 146.448 bolivianos
que llegaron a España en
calidad de turistas (entre el
28 de febrero de 2006 al 28
de febrero de 2007), intensificándose significativamente en los últimos diez
meses (1 de mayo a 28 de
febrero de 2007), porque
en este tiempo ingresaron
122.690 de los más de 146
mil bolivianos. Como se
sabe, hasta el 1 de abril de
este año, las y los bolivianos
no necesitaban visado para
entrar en el espacio Schengen. La Embajada de España en Bolivia maneja una
cifra de 300 mil bolivianas y
bolivianos que se encuentran en España entre regulares e irregulares.
ha convertido en lugar de
origen, de tránsito y de
llegada.
Mientras la atracción de
Argentina se asocia a factores estructurales de larga
duración, las y los bolivianos llegan allá para insertarse principalmente en la
fabricación de ropa y en
la agricultura, específicamente en el cordón verde
del Gran Buenos Aires.
Migración de jóvenes
bolivianos
La juventud es una etapa
de lucha por cumplir las
metas y para ello deben
integrarse a la sociedad.
Ésta también desea que
las y los jóvenes logren sus
metas. No obstante, entre
los medios y los objetivos
se observa una profunda
disyuntiva, porque los jóvenes tienen escasos niveles de participación social
en la toma de decisiones y
la sociedad, en sus diferentes órdenes, no oferta los
medios y mecanismos que
faciliten esta integración
social y el logro de metas.
Una de las salidas, en tanto
evalúan que dichos medios
no existen en el país, por lo
menos, con las características mínimas y de dignidad a las que ellos aspiran,
deben buscarlas fuera. Las
79
facilidades de la comunicación y el transporte,
ayudan enormemente para
precipitar la decisión de
salir del país.
Éste ha sido el comportamiento emigratorio de las
y los jóvenes bolivianos.
La fuente de información
ha sido el programa IMILA
del CELADE – CEPAL, desafortunadamente discontinuado, que consiste en
almacenar en una base de
datos la información censal
de los países de recepción
de la población migrante
de la región.
De ella se puede afirmar
que recurrentemente, las
y los jóvenes, tienen como
país de destino Argentina, en primer lugar, y muy
detrás, los países de Brasil,
Chile, Perú, Venezuela y Paraguay. Se trata de una migración hacia países limítrofes principalmente. Por
lo menos hasta la década
pasada, migraron más jó-
80
venes varones que mujeres.
Esta tendencia ha ido disminuyendo en el tiempo.
En Bolivia, la feminización
migratoria es un fenómeno
de la década presente.
Migran hacia Argentina los
varones económicamente
activos en niveles que van
más allá del 80%, con una
diferencia importante respecto a las mujeres. Los jóvenes que salen hacia el país
vecino acusan bajos niveles
educativos. El año 1980 no
superaban el 23%, con una
diferencia a favor de los va-
rones. En 1991, son más los
migrantes con diez y más
años de estudio, pero que
en ningún caso, superan el
35%. Los estudios sobre la
migración internacional en
América Latina muestran
regularmente que los niveles de educación y de calificación de la fuerza de trabajo tienden a ser menores
cuando la migración tiene
lugar entre países limítrofes
(CELADE, 1999).
La migración a distancia
impone la selectividad entre los migrantes. Estados
Unidos es el segundo país
PANORAMA CIENTÍFICO
René Pereira
de atracción para la población migrante de Bolivia y
especialmente en ciertos
segmentos de edad. Con
la misma fuente de datos,
IMILA, la razón de masculinidad el año 1980 fue 117
varones jóvenes por cada
100 mujeres jóvenes y este
mismo indicador hacia
1990 se incrementa a 125.
El nivel educativo es mucho
más alto en las y los jóvenes
bolivianos, en comparación
con la migración hacia los
países limítrofes. El 74,4%
de esta población tiene al
menos el nivel medio, pero
en cifras absolutas es significativo el número de los
que lleguan con algún grado universitario o superior
o graduados universitarios.
tes. Encuestas de opinión
efectuadas por dos medios
de prensa el pasado año,
señalan que entre el 54 y el
61% de la población se iría
del país si tuviera las condiciones para ello.
Se estima que más de tres
millones de habitantes se
encuentran fuera del país,
principalmente en Argen-
tina, Estados Unidos y recientemente España.
El Estado no ha hecho mucho para que todas y todos
los bolivianos nos quedáramos, permaneciéramos
y prosperáramos en nuestro propio país, creando
más y mejores empleos,
estimulando el crecimiento
del ingreso. Se marcha del
Conclusiones
En Bolivia presenciamos un
vaciamiento demográfico,
siendo un país de no más
de 10 millones de habitan-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
81
país el recurso más importante: la población joven, la
población más dinámica y
emprendedora, para constituir mano de obra barata
en economías ajenas. Se
marcha porque no puede
alcanzar en el país la materialización de sus logros,
por la precariedad del empleo, porque no hay trabajo, porque hay carencias
económicas, porque tienen inmensas aspiraciones
educativas, porque tienen
deseos de cambios en sus
propias biografías personales y en fin, porque sus
expectativas en Bolivia, no
son satisfechas. Urge una
política nacional en materia de migración internacional, ligada al Plan Nacional de Desarrollo, dadas las
características complejas y
estructurales. Esta política
debe asumir el doble reto
de luchar denodadamente
por la retención de la población humana, aunque
organismos internaciona-
les indican que esta meta
es costosa, ineficiente e
irrealista, pero el otro desafío será aprovechar todo
el potencial que conlleva
el proceso migratorio internacional. En efecto, hoy
día, las y los migrantes se
han constituido en un verdadero factor del desarrollo, cuyo aporte beneficia
no sólo a los países de llegada sino incluso, de estar
bien orientada la política
nacional, podría contribuir significativamente en
el desarrollo en el país de
origen, específicamente en
la reducción de la pobreza.
Es verdad que esta población joven que se marcha
tiene incompleta la adquisición de sus derechos
sexuales, familiares, económicos y políticos y por
ello son muy vulnerables.
¿Qué impactos han de sufrir en su propia identidad
sociocultural cuando la
única identidad que les
interesa, en las economías
ajenas, es la laboral? Si el
Estado no protege a los
que se quedan, ¿qué probabilidades reales existen
para una protección real
a los que se fueron? Una
buena política pública
debe, cuando menos, informar y auxiliar a ellas y
ellos, para que puedan, en
el país de destino, luchar
por el ejercicio de estos
derechos.
Las y los bolivianos votamos el 18 de diciembre
de 2005 por un profundo
cambio en democracia.
Hasta el momento, la gestión del presidente Evo
Morales Ayma se ha caracterizado por ser más política que otra cosa. Es de
esperar que en lo que le
queda de gobierno implemente políticas públicas y
especialmente de desarrollo económico en función
del capital humano, siendo el empleo la prioridad
en el país.
Bibliografía
•
•
•
•
•
82
Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA). Boletín Control Ciudadano, Año IV, No. 6, mayo 2007.
MARTÍNEZ PIZARRO, J.: “Migración Internacional de jóvenes latinoamericanos y caribeños: protagonismo y vulnerabilidad”, LC/L.1407/
Corr. CEPAL. Santiago de Chile, 1-P septiembre, 2000.
Naciones Unidas. “Informe sobre la juventud mundial 2005”. Asamblea General Consejo Económico y Social, diciembre 2004 A/60/61
– E/2005/7.
Naciones Unidas. “La población mundial: seguimiento de la situación, con especial referencia a la evolución de las estructuras de edad
de las poblaciones y sus consecuencias para el desarrollo”, enero 2007, E/CN.9/2007/3.
PEREIRA MORATÓ, R.; MONTAÑO J.,;y CALLE, M.: “Bolivia: movimientos migratorios. Estrategia de la población y efectos de las políticas
de ajuste estructural” en Boletín del CEPROLAI, La Paz, septiembre de 1991.
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
El surgimiento de la
cuestión de la
segunda generación
Laura Zanfrini recibe en 1989 el “XXX Premio Agostino Gemelli” como mejor graduada de la Facultad de Ciencias Diplomáticas. Es PhD en Sociología y Metodología para la Investigación Social. Actualmente es profesora asociada de
Sociología de los Procesos Económicos y de Sociología de las Migraciones y Relaciones Interculturales en la Facultad de
Sociología de la Universidad Católica de Milán (Italia), y ostenta el cargo de Jefa de Departamento en la Fundación ISMU
de Milán. Su trayectoria investigadora se ha centrado en tres aspectos principales: el acercamiento a las sociedades
locales a través de estudios sobre el proceso de modernización y la regulación social de la economía, las migraciones
internacionales, y las relaciones entre la acción económica y social en la economía y gobernación del mercado de trabajo. En cuanto a sus publicaciones, es autora de más de un centenar de colaboraciones en libros, manuales, ensayos
y artículos sobre migraciones internacionales, la incorporación de los migrantes económicos, el desarrollo local y el
funcionamiento y regulaciones del mercado laboral.
L
as llamadas segundas
generaciones, en los últimos años, han desplazado
progresivamente el foco de
análisis del proceso de incorporación, que durante
un tiempo se centró en los
problemas de adaptación
de los nuevos migrantes. A
la centralidad adquirida del
tema no es ciertamente extraña la convicción de que
las segundas generaciones
representan un nodo estratégico, “un paso crucial
y en muchos sentidos irre-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
versible, en el transcurso
de adaptación recíproco
entre los inmigrantes y la
sociedad que recibe” (Demarie, Molina 2004:11).
En el contexto americano,
la reflexión sobre los destinos de las segundas generaciones alimentan un
debate en torno a los paradigmas “post-asimilacionistas”. La cuestión radica
en analizar si los jóvenes
hijos de los inmigrantes de
procedencia asiática y lati-
noamericana recorrerán el
trayecto de movilidad social que ha caracterizado
a la “vieja” segunda generación de origen europeo,
o si su destino será distinguido por vistosas características fenotípicas y de
un contexto social menos
rico de oportunidades de
integración.
Queriendo sintetizar los
términos del debate, la fusión en el mainstream y la
pérdida de los propios mar-
83
cadores étnicos distintivos,
que corroboraban el viejo
paradigma asimilacionista,
ya no son necesariamente
deseados, pero tampoco
dados por descontado. La
atención se centra ahora
en las consecuencias tanto positivas (de apoyo a
los trayectos de movilidad
social) como negativas
(en el sentido de recluir
en los segmentos étnicos
del mercado laboral), que
derivan de la retención de
las características distintivas y de la conservación
de formas de organización
comunitaria. Pero la atención también se dirige a
las transformaciones de la
economía y del mercado
de trabajo, donde las oportunidades de movilidad
intergeneracional dentro
de una estructura de ocupaciones están mucho
más polarizadas respecto
al pasado, reduciéndose drásticamente el peso
de los roles intermedios
(hourglass economy). Aún
así, una vez reconocida la
naturaleza interactiva del
proceso de integración, se
pone en evidencia cómo
la conducta de la opinión
pública local, junto a las
opciones políticas y a las
lógicas de funcionamiento
de los aparatos institucionales, puede condicionar
fuertemente el proceso de
84
adaptación, dependiendo
de la riqueza de oportunidades. De aquí la atención prestada a las nuevas
formas de determinación
racial en los procesos de
ubicación, que acaban traduciendo las diferencias
raciales en diferencias de
oportunidades. Se deben
señalar aquellas reflexiones que enfatizan los procesos de construcciones,
invenciones y “reinvenciones” de las diferencias
étnicas, que dan lugar a
expectativas específicas de
comportamiento: en tales
perspectivas, es la distancia social, especialmente
cuando llega a ser institucionalizada, la que inhibe
el ascenso socioeconómico de los grupos desaventajados, haciéndose eco en
el fenómeno de la llamada
etnicidad reactiva, es decir
en el reforzamiento de las
identificaciones imputadas entre las víctimas del
prejuicio negativo y de la
discriminación.
En cuanto a Europa, el
desfile en el mercado de
trabajo de los hijos del gastarbeiter, -los “trabajadores
huésped”, recogidos en la
Segunda Guerra Mundial
para compensar las necesidades de mano de obra de
las economías en rápido
crecimiento-, ha represen-
tado un fenómeno inédito,
pero sobre todo “imprevisto”, evidenciando todos los
límites de una concepción
economicista de la inmigración. El inicio de estos
hechos pueden ser resaltados en los años después de
la guerra, cuando los que
pedían fuerza de trabajo
de importación eran las
grandes empresas de producción en masa, donde
los inmigrantes se insertaban fácilmente gracias al
bajo nivel de competencias
necesarias, y eran incorporados en el sistema de derechos típicos de la “sociedad salarial”. Por otro lado,
a través de los programas
de inmigración temporal,
el problema de la movilidad se encontraba resuelto previendo que, una vez
retornados al propio país,
los inmigrantes habrían
podido beneficiarse de los
ahorros y las competencias
acumuladas. La naturaleza
intrínsicamente discriminatoria de los procesos de
reclutamiento activados
después de la guerra comenzó a ser evidente cuando la migración temporal
se prolongó hasta parecer
permanente. Las políticas
de cierre de fronteras marcan una transformación
de la inmigración de una
cuestión económica hacia
una cuestión política. En
El resultado fue hacer salir
a la luz toda una serie de
ambivalencias y contradicciones de los distintos modelos nacionales de incorporación. Por un lado, se ha
debido constatar cómo la
ciudadanía política (en los
países con una legislación
basada en el derecho de
suelo) y la igualdad de cara
a las leyes no garantizan de
por sí solas un acceso paritario a los recursos y a las
oportunidades sociales, así
como la misma asimilación
de los valores y de los modelos de comportamiento
hegemónico puede ciertamente favorecer la integración socioeconómica. Pero
puede también volver intolerable la experiencia de
la discriminación. Además,
se une el componente de
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
una ley basada en el derecho de sangre, que continuaba definiendo como
extranjero a personas que
habían nacido y vivido en
la misma sociedad.
Estas ambivalencias y contradicciones van alimentando un proceso de “transmisión intergeneracional de
desventajas sociales”, asimismo, tienen el efecto de
“confirmar la relevancia de
la dimensión étnica dentro
de los sistemas institucionales que se autodefinen
universales y democráticos”. La expresión “paradoja de la integración” señala
precisamente el fenómeno
por el cual es bastante más
probable que la función
de las fracturas étnicas en
la asignación de oportunidades sea clara y se vuelva
eventualmente causa de
recriminaciones y conflictos precisamente a través
de la experiencia de las
segundas generaciones. Es
necesario rendir cuentas
con el rechazo que separa
las expectativas profesionales de las oportunidades
disponibles, tomando nota
de cómo los mismos factores que transforman a los
inmigrantes de la primera
generación en extremadamente adaptables a los
puestos de trabajo, decaen
en el momento en el que
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
poco tiempo el ingreso en
la edad adulta de los hijos
de la inmigración obligará
a las sociedades europeas
a enfrentarse a una serie
de cuestiones anteriormente ignoradas. Hasta en
un país como Francia, donde lo ideal era transformar
política y culturalmente
a los inmigrantes (y a sus
hijos) en franceses, las páginas escritas por Sayad
describen de manera conmovedora el rechazo hacia
los descendientes de los
inmigrantes.
son sus hijos y sobrinos los
que se acercan al mercado
laboral. A diferencia de sus
propios padres, estos jóvenes tienen aspiraciones
profesionales análogas a
sus coetáneos autóctonos
con los cuales han compartido su experiencia
escolar, aún si su destino
es a veces aquél de rendir
cuentas con una sociedad
que los discrimina y tal vez
quisiera, aunque sin admitirlo abiertamente, verlos
confinados en los clásicos
trabajos de “inmigrantes”.
Paradójicamente, es el
mismo éxito de la asimilación cultural, de la interiorización de los objetivos
del logro profesional, el
que los vuelve tan poco
“adaptables” a los puestos
de trabajos disponibles o
identificables a través de
los recursos étnicos tradicionales. En definitiva,
dentro del contexto en el
cual las oportunidades no
son distribuidas de manera universal, la asimilación
cultural puede traducirse, tanto para los demás
como para los autóctonos,
en fenómenos de desocupación voluntaria, desafección, rechazo de asumir
identidades profesionales
inferiorizantes. Con tales
perspectivas, es posible
dar razón al “fallo” de los
85
dispositivos de apoyo en
la inserción ocupacional
de estos jóvenes, basados
en la oferta de oportunidades de trabajo y de ahorro
precisamente poco atractivas si se confrontan con
los iconos de los cuales se
alimenta la retórica modernista (para una profundización en este punto cf.
Zanfrini, 2001).
La toma de distancia en
el estatus de los padres
es además un fenómeno
recurrente en la historia
de las migraciones (Piore, 1979), que en algunos
aspectos revela extraordinarios elementos de
continuidad (Waldinger &
Perlmann, 1998).
El nuevo dato está representado por las transformaciones ocurridas en la
estructura del mercado de
trabajo, que hacía un tiempo consentía a los jóvenes
de las familias inmigrantes
llevar a cabo un discreto
trayecto de movilidad social respecto a la profesión
de sus padres, inclusive en
el ámbito de profesiones
no cualificadas.
Pero sobre todo, está representado por el aumento de
las expectativas profesionales, un dato común en
toda la cohorte de jóvenes.
Hay que considerar que
junto a la dimensión “privada” del problema, representada por la experiencia
de la discriminación sufrida individualmente por
los pertenecientes a las
minorías étnicas, hay una
“dimensión pública”, que
lleva a poner bajo observación las lógicas mismas del
funcionamiento institucional “normal” de una determinada sociedad.
nar la discriminación y el
racismo cuando aparecen
las expresiones de grupos
extremistas, mientras que
es más difícil reconocer su
inscripción en la estructura
misma de la sociedad y de
su funcionamiento institucional normal, y en particular en el funcionamiento del mercado de trabajo
(Bataille, 1997).
En su dimensión pública,
la discriminación aparece
como un fenómeno que
mina la misma cohesión
social, y da razón a la activación de la Unión Europea
sobre este frente, culminado
En Francia, país que hizo de con la adopción de algunas
la ideología paritaria e igua- directivas de corte histórico.
litaria su propia bandera, es
reconocida la existencia de En realidad, las segundas
prácticas discriminatorias generaciones nacidas de la
inscritas en la estructura inmigración constituyen el
misma de la sociedad y en objetivo privilegiado de las
su funcionamiento institu- políticas que luchan contra
cional normal.
la discriminación, que según los pronunciamientos
Estas prácticas generan un de la comisión deben di“sentido de ruptura entre rigirse tanto a la discrimilas víctimas y el resto de nación directa(*1) como a
la sociedad”. La misma re- la indirecta(*2); asumir la
flexión sobre tal experien- discriminación de género
cia nacional demuestra (cuyos efectos a menudo
cómo es más fácil conde- se unen a aquellos de la
(*1) Según la directiva de la Unión Europea 78/2000 la discriminación directa “subsiste cuando, a causa de su raza u origen étnico, una persona es tratada menos favorablemente de cuanto habría estado o sería tratada otra persona en una situación análoga.”
(*2) Según la misma directiva, la discriminación indirecta se verifica cuando “una disposición, un criterio, una práctica aparentemente neutrales son intrínsicamente susceptibles de repercutir negativamente en una persona en virtud de su pertenencia étnica, de género, religiosa, diciendo, a menos que tales disposiciones, criterios o prácticas
sean objetivamente justificadas por una finalidad legítima”. Ejemplos recurrentes de discriminación indirecta están constituidos por la petición de estándares particularmente
elevados en el conocimiento de las lenguas locales para desarrollar trabajos que de por sí no lo necesitarían, o si no por la prohibición de llevar algunas prendas como el velo
por parte de las mujeres musulmanas, en el lugar de trabajo.
86
señalar algunos que conciernen al funcionamiento
del sistema escolar y del
mercado de trabajo.
Está de más recordar que
las dificultades de inserción y la experiencia de la
discriminación no conciernen a todos los hijos de
inmigrantes, muchos de
los cuales registran éxitos
escolares, tienen gratificaciones profesionales o
inclusive se vuelven protagonistas de la vida cultural,
económica y política de su
sociedad. Las historias de
éxito son de patrimonio
común en todos los países
de inmigración. A pesar de
esto, el fenómeno más estudiado es: su exposición al
riesgo de exclusión laboral
y social, y especialmente,
su exposición al riesgo de
la discriminación. En el espacio de nuestro sumario
no nos es posible cerrarnos
en la multiplicidad de factores que entran en juego
en la producción de estos
éxitos nos limitaremos a
Una primera línea de investigaciones cuestiona la
“capacidad del sistema formativo que funciona como
agencia de democratización de oportunidades individuales”, según la promesa que ha acompañado
el proceso de modernización. Los puntos críticos se
mueven en la constatación
de que “tanto las opciones
como los rendimientos escolares no son de ninguna
manera independientes
del estatus adscrito por las
personas”, y en particular
del capital formador en posesión de los padres, cuya
influencia en la carrera escolar de los hijos es demostrada en todas las investigaciones. Algunos expertos
sostienen además que, si en
el pasado el origen social
ejercía una influencia directa en el estatus ocupacional
(a través de los mecanismos
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
discriminación étnica) a la
igualdad de un mainstreaming en la actuación de
un cuadro de oportunidades paritarias; contemplar
la misma posibilidad de
recursos y “acciones positivas” para estimular a los
empleadores y a los demás
actores sociales significativos de garantizar el acceso
al progreso de los individuos pertenecientes a grupos desaventajados.
“Estas ambivalencias y contradicciones
van alimentando un proceso de
transmisión intergeneracional de
desventajas sociales, asimismo, tienen
el efecto de confirmar la relevancia de la
dimensión étnica dentro de los sistemas
institucionales que se autodefinen
universales y democráticos.”
de herencia de la profesión,
fenómenos de nepotismo
y demás), hoy su influencia
es más bien indirecta y mediada por la carrera escolar.
Mientras la teoría del capital humano sugiere que los
bajos niveles de escolarización que a menudo se registran entre los hijos de inmigrantes constituyen una de
las principales razones de
su dificultad ocupacional,
“la aproximación en términos de capital social explica cómo los sucesos y las
inversiones individuales en
la escuela dependen, además de las tendencias subjetivas, del ambiente social
de referencia, que puede
ser más o menos solidario”.
Así compartiendo el deseo
por un futuro mejor para
los propios hijos, no todas
las familias de inmigrantes
atribuyen la misma importancia a las inversiones en
instrucción y son capaces
de movilizar recursos suficientes para sostener la trayectoria escolar.
87
Al problematizar el paradigma de la asimilación,
entran en juego también
otras consideraciones que
se relacionan con el funcionamiento mismo del sistema formativo, el comportamiento de sus actores,
las lógicas institucionales a
éstas sometidas y hasta los
efectos contra intuitivos de
las políticas de apoyo.
En resumidas cuentas, si los
jóvenes de origen extranjero, nacidos y criados en la
sociedad huésped, hacen
su ingreso en el mercado
laboral con un nivel de instrucción inferior al medianamente recogido por sus
coetáneos, podría reflejar
una discriminación en los
recursos puestos a disposición para unos y otros. Más
que una causa, este dato
debería ser interpretado
como un síntoma de la discriminación.
En efecto, se trata de interrogarse no sobre el por
qué los alumnos extranjeros o de origen extranjero
obtienen malas calificaciones, pero más bien –coherentemente con una idea
interactiva del proceso de
incorporación–sobre
el
por qué las escuelas son
tan poco eficaces en sus
comparaciones (Tomlinson,
1991). Para aclarar el cam-
88
po de cada equívoco, está
bien permitir que las investigaciones desarrolladas en
los diversos países sean llevadas a resultados más que
a acuerdos: las “dinámicas”
escolares son diferentes
para los diversos grupos
nacionales (inclusive dentro del mismo grupo) pero
también para los descendientes de inmigrantes del
mismo origen residentes
en países diferentes.
En algunos casos, los resultados escolares de los hijos
de inmigrantes son además
mejores que la media, hasta
hacer realidad a estereotipos positivos de acuerdo a
su particular propensión al
estudio. De todas maneras,
la atención de los investigadores y de los responsables
de las políticas escolares
recae casi inevitablemente sobre la situación de
desacuerdo y fracaso que
deben a menudo sobre representar algunos componentes de las comunidades
de origen inmigrante.
Además de los factores tradicionalmente empleados
por los sociólogos de la
educación para explicar y
diferenciar los rendimientos escolares entre las varias
categorías sociales, está revelado que, por lo general,
la escuela no está equipada
en cuanto a las necesidades
de los usuarios multilingüísticos y multiculturales.
En el caso alemán, a pesar
de la evidente presencia de
inmigrantes y de sus descendientes, ha continuado
durante mucho tiempo
considerándose como una
sociedad homogénea, de
forma que las competencias
específicas de los jóvenes
de origen extranjero raramente han sido valoradas,
tanto en la escuela como
en sus lugares de trabajo
(Räthzel 1999). Diferente,
pero también instructiva,
es la experiencia francesa,
ya que ilustra cómo la discriminación puede perpetuarse a pesar de –y en algunos casos justamente a
causa de ello– los elementos correctivos. Mediante la
institución de los ZEP, Zones
d’Education Prioritaires, han
afluido recursos suplementarios a las escuelas situadas
en los barrios en donde se
concentran los problemas
sociales; el gran número
de alumnos pertenecientes a minorías es uno de los
tantos criterios empleados
para individualizar una ZEP,
con el resultado paradójico
de imprimir en los institutos escolares un estigma
negativo y de alejar a los
alumnos de la clase media
(lo que a su vez es probable
Estudios desarrollados en
Inglaterra llegaron a denunciar que, a causa del clima
competitivo inducido por
la privatización del sistema escolar, los estudiantes
estereotipadamente representados como un factor
“perturbador”, se arriesgan
además a la exclusión (Bridges, 1994).
Como lo muestran todos
estos ejemplos, históricamente asignados con el
deber de reducir el peso
de las variables imputadas igualando las oportunidades de instrucción y
ascenso social, además de
la asimilación cultural de
las segundas generaciones
nacidas de la inmigración,
“la escuela puede entonces
terminar con la reproducción de las desigualdades
sociales”. Por otro lado, la
posesión de buenas credenciales formativas, por
parte de los descendientes
de las familias inmigrantes
y de los que pertenecen
a alguna minoría, reduce,
pero no anula, el riesgo de
ser víctima de los comportamientos discriminatorios
de los empleadores (Gras,
Bovenkerk, 1999). En una
serie de estudios llevados a
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
que determine un total empeoramiento en la calidad
de la oferta escolar).
“Es más fácil condenar la discriminación
y el racismo cuando aparecen las
expresiones de grupos extremistas,
mientras que es más difícil reconocer su
inscripción en la estructura misma
de la sociedad y de su funcionamiento
institucional normal, y en particular en el
funcionamiento del mercado de trabajo.”
cabo en Bélgica hace unos
años atrás, Bastenier y Dassetto (1990) afirman que,
aunque hayan frecuentado
la escuela, los hijos de los
inmigrantes terminan por
desarrollar trabajos similares a los de sus padres. La
conciencia de la discriminación ejercida por los propios compatriotas puede
además llevar a una formación de la cultura “anti-escolar”, como sucedió entre
los jóvenes mexicanos criados en los barrios americanos, conscientes de la falta
de oportunidades de un
trabajo no subordinado y
atrapados en el dilema entre invertir en el propio éxito escolar o en el mantener
una fidelidad al grupo que
sería puesta en discusión
si se decidiera de actuar
“como un blanco” (Portes,
1995). “El hecho de que
los mismos descendientes
de las familias inmigrantes
en posesión de elevadas
credenciales profesionales
sean discriminados en el
acceso a un empleo puede
actuar como factor disuasivo, reduciendo tanto la
motivación hasta el nivel
de los resultados obtenidos de los otros jóvenes de
origen extranjero”.
¿Cuáles son entonces los
factores que, junto a las
opciones y al rendimiento
escolar, inciden en los éxitos ocupacionales de las
segundas
generaciones
y sobre la posibilidad de
realizar carreras universitarias? Observando el panorama de los estudios y
de las investigaciones sobre aquella que, una vez
más, se presenta como una
cuestión de una manera
compleja, podemos individualizar dos principales interpretaciones. La primera,
buscando en el repertorio
interpretativo sobre la convivencia interétnica, revela
el retorno de los comportamientos discriminatorios
por parte de los empleadores y de otros actores
significantes. La segunda
focaliza la atención sobre-
89
todo en el papel del estatus imputado y del capital
social, sobre potencialidad
y límites de este último.
La discriminación constituye uno de los clásicos temas de la sociología de la
convivencia interétnica; el
dato relativamente nuevo
está en todo caso representado por la constatación de
cómo las practicas discriminatorias se extienden a las
segundas y a las sucesivas
generaciones, a pesar de la
igualdad formal de cara a
las leyes y al endurecimiento de la normativa antidiscriminatoria que se ha
registrado en los últimos
años. La relevancia de este
fenómeno en la sociedad
contemporánea hace que
sea uno de los principales objetos de estudio por
parte de los sociólogos de
las migraciones a nivel internacional, así como un
tema irrenunciable para
aquéllos que se ocupan de
la estratificación social en
las sociedades contemporáneas. El fenómeno de la
discriminación determinado por las actitudes de los
empleadores presenta tres
acepciones fundamentales: la
discriminación en la contratación, las relacionadas con
las condiciones de trabajo
y las trayectorias de carrera. De éstas, la primera es la
90
más estudiada por mayoría
y hay una razón de retener
también aquella que golpea en mayor medida a los
pertenecientes a las generaciones sucesivas a la primera, para las cuales el primer escollo a superar está a
menudo representado mismamente por los prejuicios
de los empleadores.
Sobre todo, los mismos hijos de los inmigrantes quitan el peso de las “pre-categorías sobre la base étnica”,
es decir, de los estereotipos
difundidos en orden a la
presunta predisposición de
los inmigrantes a desarrollar algunas profesiones (las
profesiones de “inmigrantes”), descartando el acceso a los puestos de trabajo
más demandados. Análogamente, la tendencia a
operar generalizaciones sobre la base de la pertenencia étnica se manifiesta
también a través del llamado “efecto alone” que hace
que aquellos que tengan la
desventura de pertenecer a
los grupos objeto de un estigma negativo encuentran
serias dificultades, sea en el
acceso al empleo, sea en el
ser aceptados y bien acogidos por parte de la comunidad empresarial. La difusión
de estos fenómenos es tal
que ha llamado la atención
de numerosos organismos
internacionales, a partir del
International Labour Office
quien ha desarrollado una
metodología para detectar
las prácticas discriminatorias al momento de las
contratación (Bovenkerk,
1992); sucesivamente aplicadas en varios países en
el ámbito del programa
“Combating discrimination
against (im)migrant workers
and ethnic minorities in the
world of work”, tal metodología ha demostrado la
difusión de prácticas de
discriminación directa, que
además golpean en diferente medida a los trabajadores que pertenecen a los
diversos grupos étnicos y de
diverso género. Ni siquiera
la intervención de agencias
institucionales anula el riesgo de discriminación. Por
esto, algunos estudios han
dirigido recientemente su
atención sobre el comportamiento de los servicios
públicos para el empleo y
de otras agencias de intermediación entre la demanda y la oferta de trabajo
que, en absoluta buena fe
y con el intento de evitar el
surgimiento de conflictos,
terminan a veces por secundar los prejuicios de los
empleadores, evitando señalar los nominativos de las
personas pertenecientes
a los grupos sociales para
ellos inoportunos. De esta
Una segunda perspectiva
hace referencia a las teorías
del capital social, y focaliza
la atención sobre la diferente capacidad de la que
disponen las familias en la
movilización de los recursos económicos, culturales
y relacionales basados en
los trayectos de emancipación de los propios miembros, en particular de las
jóvenes generaciones. El
“estatus adscrito ejercita
verdaderamente una notable influencia sobre sus
trayectorias laborales, teniendo en cuenta que las
informaciones relativas a
los puestos de trabajo y
las posibilidades de activar
contactos y mecanismo de
acreditación” aumentan a
medida que se avanza en
la escala social. La condiciones de marginalidad en el
mercado de trabajo o de inserción limitada al segmento secundario –que es la
situación típica de muchos
de los primeros inmigrantes– explica a menudo la
exclusión de aquellas redes
sociales que se evidencian
estratégicas para sostener a
sus propios hijos en su transición al trabajo, en particu-
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
lar para el acceso a los trabajos de estatus más alto.
Las dificultades para los
jóvenes de acceder al mercado de trabajo se cristalizan, metafóricamente, en
la realidad de los guetos y
de otras formas de concentración en barrios “difíciles”.
La cultura de estos barrios
no está “autorizada” a aparecer en el espacio público,
tanto en la ciudad como en
el mundo laboral (Bataille,
1997); en otras palabras,
el capital social accesible a
los individuos que allí viven
genera recursos cualitativamente diferentes de aquéllos intercambiados entre
los miembros de las clases
bajas, hasta el punto de
que para un joven puede
resultar casi imposible lograr establecer un contacto
significativo con personas
que puedan proporcionarle modelos para emular y
coordenadas de comportamiento útiles para encontrar un trabajo no de tipo
subordinado (Fernández
Kelli, 1995). A ello se agrega
el potencial negativamente estigmatizado que se
deriva del hecho de residir
en un barrio de riesgo: en
el momento del ingreso al
mercado laboral, la residencia en un área urbana o en
un barrio “difícil” representa
una tarjeta de visita particularmente negativa que se
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
manera, la exclusión racial
da la posibilidad de perpetrarse sin que se verifique
ningún acto de discriminación directa.
suma al origen étnico (traicionada por el nombre y las
características somáticas) y
a una trayectoria escolar raramente exitosa (Zanfrini,
2001).
En definitiva, a pesar de las
“celebraciones” que hoy
tantos estudios hacen de
los recursos étnicos y de
su potencial de emancipación, la teoría del capital
social nos ayuda a iluminar
los procesos de reproducción intergeneracional de
las desventajas sociales.
Vierte su atención en el estatus adscrito y sobre los
recursos de las afiliaciones
primarias y del barrio lleva,
inevitablemente, a hacer
cuentas con la heterogeneidad de las situaciones y
de los trayectos individuales, y con la multiplicidad
de posibles éxitos del proceso de incorporación. Portes y Rumbaut (2001) han
elaborado, en el ámbito de
su teoría de la “asimilación
segmentada” un modelo
propio para demostrar los
diferentes itinerarios intergeneracionales. El nivel de
capital humano de los padres, pero también la presencia (o ausencia) de una
comunidad étnica integrada y capaz de reforzar las
expectativas normativas
de la familia, representan
las variables cruciales para
91
poder pronosticar el éxito
del proceso de adaptación
de los jóvenes que se encuentran en el momento
de enfrentarse a un mercado de trabajo polarizado,
a la discriminación racial y
a las mismas opiniones de
las subculturas reactivas difundidas en los barrios en
situación de desventaja.
Algunos jóvenes están en
grado de conservar la posición adquirida por los
padres; otros lograrán recorrer un trayecto de movilidad social ascendente alcanzando sus sueños; otros
aún se verán envueltos en
un retroceso de estatus.
Más allá de los límites de
cada
esquematización,
este modelo consiente en
definitiva en evidenciar
como los éxitos en el trayecto de adaptación de
las segundas generaciones
pueden ser analizados sólo
focalizando la atención
sobre características complejas del modo de incorporación laboral, tomando
distancia de las interpretaciones en clave culturalista
tanto, a mayor razón, de
aquellas inspiradas por un
biologismo darwinista.
Son muchos los estudios
que señalan cómo la movilidad intergeneracional
92
es un objetivo inalcanzable
para los hijos de la inmigración, y cómo su inserción
en el mercado de trabajo
secundario puede constituir un éxito frecuente para
pasar a posiciones sociales
más aventajadas. Denunciar este fenómeno no debe
llevarnos a realizar profecías que se autorrealizarán:
así como ha sucedido en el
pasado, es bastante probable que, para las actuales
segundas
generaciones
desfile una variedad de
estrategias y modelos de
adaptación, en muchos casos coronados de éxito. En
todo caso, se trata de interrogarse sobre las posibles
medidas para contrastar los
procesos de reproducción y
acumulación de las desventajas sociales. Por otro lado,
la misma reflexión científica
aplicada a estos temas parece exigir una renovación,
para poder proveer aquellas bases de conocimiento
indispensable, al gobierno
de una sociedad que aumenta su composición étnica. Por ejemplo, es remarcable cómo también el tema
de la integración laboral (no
sólo aquel de las prácticas
identitarias, que ha atraído
hasta ahora la atención de
los investigadores) deba
rendir cuentas con la realidad emergente del “transnacionalismo”. El viejo pa-
radigma de la asimilación,
embebido de nacionalismo
metodológico, era “naturalmente” llevado a suponer
que cualquier conexión de
tipo transnacional fuese un
fenómeno transitorio, destinado a desaparecer como
consecuencia del natural
proceso de asimilación, a
mayor razón con el acercamiento de una segunda generación. Al revés, “la perspectiva transnacionalista
considerada normal, para
un inmigrante –y dentro de
ciertos términos también
para sus hijos– el hecho de
ser parte al mismo tiempo
de dos sociedades, y focaliza
su atención sobre los procesos de creación de lazos en
diversas esferas que trascienden los confines de las
naciones” (Itzigsolhn, Giorguli Saucedo, 2002). Estos
lazos pueden tener diversas
motivaciones, a partir de la
percepción de una falencia misma del proyecto de
adaptación y de ser víctima
de la discriminación. Motivaciones análogas pueden
explicar la implicación en
prácticas transnacionales
incluso por parte de las segundas generaciones: se
habla, al respecto, de “transnacionalismo reactivo”.
En tales perspectivas, todas
las diásporas generadas de
las migraciones internacio-
Además, buena parte de la
literatura sobre las segundas generaciones refleja la
experiencia de las familias
originarias de las sociedades tradicionales, poco culturizadas, no de casualidad
escondidas en las profesiones menos prestigiosas y
en las áreas urbanas más
degradadas. “El variado panorama de la inmigración
contemporánea no puede
ser reducido a esta imagen
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
un poco estereotipada de
familia suspendida entre
tradición y modernidad”,
pero se deben ver surgir situaciones diversas: de hijos
de padres que entre los dos
tienen un nivel de instrucción que, aunque empleados en los típicos “trabajos
de inmigrantes” estarán
en una posición para apoyarlos en la proyección de
sus trayectos formativos y
profesionales; fenómeno,
inédito en las actuales dimensiones, de los adolescentes pertenecientes a núcleos monoparentales, que
intentan resultar la componente más vulnerable del
nuevo reclutamiento que se
aproxima a la adolescencia
y luego a la madurez. Análogamente, “el mercado laboral se nos revela siempre
más lejano de aquella idea
de mecanismo universal y
autorregulado en situación
de premiar el empleo y las
capacidades de los individuos”, una idea tan querida
por toda una generación de
investigadores que veían
ahí un rasgo constitutivo de
la sociedad moderna.
Los estudios disponibles
nos señalan cómo algunos
marcadores étnicos –a partir de aquél históricamente
más pesado: la piel “negra”–
pueden volverse fracturas
importantes en el acceso a
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
nales no representan sólo
un crisol de oportunidades
para los descendientes de
los primeros inmigrantes,
sino también, al menos
metafóricamente, el ancla
de salvación a la cual sostenerse, cuando por ejemplo
la sociedad en la cual se ha
nacido o se ha unido de
niño es percibida como demasiado estrecha o discriminante, o sino indispuesta
a reconocer una ciudadanía
plena a quien posea los rasgos somáticos incoherentes con la idea dominante
de pertenencia a la nación
(Andall, 2002). O, al menos,
solicitan mirar también las
oportunidades que se abren
en el mercado de trabajo internacional, no sólo para los
trabajos domésticos, sino
también para aquéllos que
puedan representar la legítima aspiración de los hijos
de inmigrantes.
la ocupación, y sobre todo
a un trabajo que no tenga connotaciones serviles,
erigiendo barreras que ni
siquiera el que posea una
ciudadanía formal pueda
derrumbar (Andall, 2002).
Al mismo tiempo, se nos
señala cómo la misma actitud de benevolencia hacia
algunos componentes de
la inmigración, percibidos
como culturalmente similares y ventajosos para la
economía nacional, pueda
repentinamente modificarse con la alternación de
una segunda generación
retenida menos “integrable”, casi a punto de recordarnos la naturaleza socialmente construida por las
diferencias étnicas y aquellas interactivas del proceso
de integración.
Pero hay otro punto que nos
parece importante señalar.
Éste concierne a la tentación de evidenciar además
de la medida oportuna, de
una valencia explicativa,
la variable de la pertenencia étnica, contribuyendo
en cierto modo a deificar
su importancia pero también, en algunos aspectos,
a desviar la mirada del nudo
central, que concierne las
lógicas y los procesos a través de los cuales toman
cuerpo y se van reforzando
las desigualdades socia-
93
les. En su lugar, nos parece
poder afirmar que al actual
énfasis sobre las diferencias
étnicas (y sobre la misma
valorización de esta última
en el espacio público), no es
probablemente extraño el
sustancial fallo del modelo
individualista de incorporaciones, basado en los derechos y la responsabilidad
de los individuos.
Un modelo coherente con
la sociedad liberal del pasado, con sus “aversiones” por
las diferencias adscritas a
su promesa de una estructura social meritocrática y
de una sociedad capaz de
incluir a sus ciudadanos antiguos y nuevos. La demanda de derechos – y a veces
de tratamientos– “especiales” es a menudo fruto de
las prácticas de reinvención
de identidad étnica que
encuentran su abono en
el conocimiento, por parte de los individuos y los
grupos, de ser víctimas de
prejuicios negativos y de
discriminaciones. Pero análogamente, la exaltación de
la diferencia y de la retórica
de los derechos étnicos, aún
cuando no reúnan la deriva
de racismo diferencialista,
corren el riesgo de aparecer como una ignorante
confesión por parte de la
sociedad inmigrante de la
propia incapacidad de ofre-
94
cer adecuadas ocasiones
de integración a todo aquél
que se una con su equipaje de sueños y esperanzas
(Zanfrini, 2004b). Y con más
razón a sus hijos, alegorías
vivas del éxito y fracaso de
los proyectos migratorios
familiares.
cesidad de contrastar las
prácticas discriminatorias,
pero está en relación con
la capacidad, y la voluntad, por parte de la sociedad contemporánea de
retomar una cuestión para
muchos fuera de moda,
aquélla de las desigualdades sociales y de los mePortes ha afirmado que es canismos, voluntarios o no
a su propio riesgo y peligro intencionales, que contrique la sociedad america- buyen a alimentarlos.
na continúe ignorando las
fuerzas que conducen a la Retomando el tema de toda
asimilación hacia los bajos la política que es propia de
fondos de una franja no tales cuestiones, más allá de
desdeñable de la nueva se- la especificidad de la expegunda generación.
riencia de los jóvenes nacidos de la inmigración, muSi volvemos nuestra mirada chas son las similitudes con
hacia Europa, nos parece la más general condición
poder afirmar que los pro- juvenil, y con la desconfiancesos de asignación sensi- za con la que los jóvenes
bles a las fracturas étnicas de hoy se encuentran.
y nacionales podrían ser
una modalidad de oscu- Como conclusión sobre
recimiento de las transfor- nuestra reflexión, vale la
maciones inmediatas en el pena subrayar en este momarco de trabajo, transfor- mento, el que la transición
maciones que en su com- a la edad activa llega en
plejo producen un debili- un contexto definido por
tamiento de los derechos y la precarización y la individe todas las ofertas de los dualización de las relaciotrabajadores, y en especial nes de empleo, donde la
a los trabajadores menos incertidumbre y los riesgos
capaces de tomar ventajas de exclusión que golpean
de la actual tendencia a la a las minorías étnicas se
individualización de las re- vuelven paradigmáticos,
laciones de empleo.
dentro de ciertos términos,
de la experiencia juvenil
La desconfianza que tene- tout court.
mos va más allá de la ne-
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
ANDALL, J.: “Second generation attitude? African-Italians in Milan”, en Journal of Ethnic and Migration Studies, XXVIII (2002),n. 3, pp.
389-407.
ARAYCI, A. : “La scolarisation des enfants turcs en Allemagne”, Migrations Société, XI (1999), 62, pp. 47-65
BASTENIER, A, DASSETTO, F. (a cura di) : Immigrations et nouveaux pluralismes. Une confrontation de sociétés, De Boeck, Bruxelles,
1990.
BATAILLE, P. : Le racisme au travail, La Découverte, Paris, 1997.
BOVENKERK, F.: A Manual for International Comparative Research on Discrimination on the Grounds of “Race” and Ethnic Origin,
ILO, Geneva, 1992.
BRIDGES, L.: “Tory Education: Exclusion and the Black Child”, en Race and Class XXXVI (1992), 1, pp. 33-48.
COARD, B.,: How the West Indian Child is Made Educationally Subnormal in the British School System, New Beacon Books, London,
1971.
DEMARIE, M. y MOLINA, S.: “Introduzione. Le seconde generazioni. Spunti per il dibattito italiano”, in Ambrosini M., Molina S., Seconde
generazioni. Un’introduzione al futuro dell’immigrazione in Italia, Edizioni Fondazione Giovanni Agnelli, Torino, 2004, pp. IX-XXIII.
FERNÁNDEZ KELLY, M.P.: “Social and Cultural Capital in the Urban Ghetto: Implications for Economic Sociology of Immigration”, en The
Economic Sociology of Immigration…, a cura di A. Portes, cit., pp. 213-247
GRAS, M., BOVENKERK F.: “Migrants and Ethnic Minorities in the Netherlands: Discrimination in Access to Employment”, en Migrants, ethnic
minorities and the labour market, a cura di J. Wrench, A. Rea e N. Ouali, cit., pp. 93-107.
ITZIGSOHN, J., GIORGULI SAUCEDO, S.: “Immigrant Incorporation and Sociocultural Transnationalism”, en International Migration Review,
XXXVI (2002), 3, pp. 766-798.
PIORE M.: Birds of Passage, Cambridge University Press, New York, 1979.
PORTES, A. (a cura di): The Economic Sociology of Immigration, Russell Sage, New York, 1995.
PORTES, A., RUMBAUT, R.: Legacies. The Story of the Immigrant Second Generation, University of California, Berkeley, 2001.
QUEIROLO PALMAS, L., TORRE A., (a cura di): Il fantasma delle bande. Genova e i latinos, Fratelli Frilli, Editori, Genova, 2005.
RÄTHZEL, N.: “Workers of Migrant Origin in Germany: Forms of Discrimination in the Labour Market and the Workplace”, en Migrants, ethnic
minorities and the labour market…, a cura di J. Wrench, A. Rea e N. Ouali, cit., pp. 35-53
SUAREZ-OROZCO, M.M.: “Towards a Psychosocial Understanding of Hispanic Adaptation to American Schooling”, in Success or Failure?
Learning and the Languages of Minority Students, a cura di H.T. Trueba, Newbury House Publishers, New York, 1987, pp. 156-168.
THRÄNHARDT, D.: “Le culture degli immigrati e la formazione della « seconda generazione » in Germania”, en Ambrosini, M., Molina, S.:
Seconde generazioni…, cit., pp. 129-168.
TOMLINSON, S.: “Ethnicity and Educational Attainment in England: an Overview”, en Antrophology & Education, XXII (1991), pág. 2.
WALDINGER, R., PERLMANN, J.: “Second generations. Past, present, future”, en Journal of Ethnic and Migration Studies, XXIV (1998), 1,
pp. 5-24.
WRENCH, J., REA, A., OUAL, N. (a cura di): Migrants, ethnic minorities and the labour market. Integration and exclusion in Europe,
MacMillan, London, 1999.
ZANFRINI L. : “Gli effetti perversi di un modello di sviluppo “performante”: i giovani di Montpellier “issus de l’immigration”, en Studi di
Sociologia, XXXIX (2001), 1, pp. 41-63.
ZANFRINI, L.: “Politiche migratorie e reti etniche: un intreccio da costruire?”, en La Rosa M., ZANFRINI, L. (a cura di): Percorsi migratori tra
reti etniche, istituzioni e mercato del lavoro, Angeli, Milano, 2003, pp. 225-249.
ZANFRINI, L.: Sociología delle migrazioni, Laterza, Roma-Bari, 2004a
ZANFRINI, L.: Sociología della convivenza interetnica, Laterza, Roma-Bari, 2004b
ZANFRINI, L., “Braccia, menti e cuori migranti. La nuova divisione internazionale del lavoro riproduttivo”, en ZANFRINI L. (a cura di): La
rivoluzione incompiuta. Il lavoro delle donne tra retorica della femminilità e nuove disuguaglianze, Edizioni Lavoro, Roma, 2005,
pp. 239-283.
ZANFRINI, L.: Cittadinanze. Ripensare l’appartenenza e i diritti nella società dell’immigrazione, Laterza, Roma-Bari, 2007.
ZANFRINI, L., ASIS M. (a cura di): “Orgoglio e pregiudizio. Una ricerca tra Filippine e Italia sulla transizione all’età attiva dei figli di emigrati
e dei figli di immigrati”, FrancoAngeli, Milano, 2006.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
95
PANORAMA CIENTÍFICO
Laura Zanfrini
Bibliografía
Jóvenes latinos en
Madrid: realidad y
desafíos
Fernando Barbosa, portugués, nacido y criado en Angola, Cabo Verde y Portugal cuenta con una Maestría en Antropología
Social, especialidad de Patrimonio e Identidades, por el Instituto Superior del Trabajo y de la Empresa (I.S.C.T.E.), Universidad
de Lisboa, Portugal. Es licenciado en Antropología Social por el Instituto Superior de Ciencias Sociales y Políticas (I.S.C.S.P.)
de la Universidad Técnica de Lisboa y de Lancashire University, Preston, Inglaterra, especialidad de Sociología de la Regiones
Tropicales. Diplomado en Formación Superior en Mediación Social Intercultural por la Universidad Autónoma de Madrid,
Acción Formativa de Postgrado. Es miembro del Instituto de Migraciones, Etnicidad y Desarrollo Social (IMEDES) por la
Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente, es investigador del Observatorio de las Migraciones y de la Convivencia
Intercultural de la ciudad de Madrid (OMCI).
L
a juventud madrileña de hoy en día está
compuesta por jóvenes
autóctonos y por jóvenes
extranjeros de distintos
orígenes nacionales, étnicos, religiosos o culturales.
La configuración multicultural y multiétnica que actualmente caracteriza esta
juventud es el resultado
de los flujos migratorios
de carácter internacional
de la última década hacía
la ciudad de Madrid. Las
cifras sobre la presencia
de vecinos extranjeros en
Madrid proyectan un crecimiento demográfico de la
ciudad apoyado de forma
relevante en estos jóvenes
de origen extranjero. La
inmensa mayoría de estos
nuevos vecinos es joven y
en edad de trabajar y casi
el 20% son niños y adolescentes (*1). Para la ciudad
de Madrid, esto supone
una enorme oportunidad
de crecimiento no sólo demográfico, sino también
económico, social y cultural. Este notable crecimiento demográfico en Madrid
se debe, en parte, al hecho
de que la tasa de natalidad
de la población de origen
extranjero también es mayor(*2), lo cual tiene un
reflejo en las aulas, pues
el 17% de la población escolar(*3) madrileña es ya
(*1) Fuente: Ayuntamiento de Madrid, con datos del Padrón Municipal a 1 de enero de 2006.
(*2) Según datos del Padrón Municipal de la Dirección General de Estadística del Ayuntamiento de Madrid, la tasa bruta de natalidad por 1.000 habitantes para la población
extranjera es del 13, mientras que para la población española es del 9.
(*3) Datos ofrecidos por el Ayuntamiento de Madrid, Dirección General de Estadística.
96
nómeno migratorio, y por
otro, implementan una legislación de extranjería que
pretende regular los flujos
migratorios endureciendo
las condiciones de entrada
y los requisitos para la residencia de los extranjeros
no comunitarios en el espacio europeo.
La juventud latinoamericana en Madrid:
similitudes y diferencias
Hablar de “jóvenes latinos”
implica primero, subrayar
el aspecto principal que es
el de ser jóvenes, y segundo compartir con las otras
“juventudes” no latinas un
momento de transición hacia la vida adulta. De entrada, podríamos hacer la pregunta de si la identificación
“jóvenes latinos” responde a
una identidad colectiva o a
una comunidad “simbólica”,
en la cual sus integrantes
comparten una identidad
cultural particular o un sistema de creencias propio.
Asimismo, los “jóvenes latinos” como grupo social se
hacen presentes y más visibles con el incremento de
los flujos migratorios procedentes de Latinoamérica
a partir del año 2000, expe-
PANORAMA CIENTÍFICO
Fernando Barbosa
de origen extranjero. Los
flujos migratorios globales
van incorporando cada vez
en mayor medida, el carácter familiar mediante las
reagrupaciones familiares y
la formación de familias en
destino. La juventud como
concepto es una condición
social con cualidades específicas que se manifiestan de diferentes maneras,
según las características
históricas sociales de cada
individuo (Brito, 1996). La
significación etaria de la
experiencia de un adolescente o de un joven que
proceda de una comunidad rural de Ecuador, Bolivia, o Rumanía no es igual a
la que tiene otro joven, que
haya venido de una ciudad
de cualquiera de los países
mencionados. Tampoco es
igual la condición de adolescente o de joven que
provenga de los sectores
marginados de la sociedad
o de las clases con ingresos
económicos medios / altos,
sean éstos autóctonos o de
origen extranjero. En el momento actual, Madrid está
viviendo un proceso de
incorporación de distintas
juventudes en un contexto muchas veces marcado
por discursos y políticas
migratorias que, por un
lado, “problematizan” el fe-
rimentando importantes
incrementos de año en año
hasta 2003, momento que
su crecimiento se ralentiza.
¿Qué tienen de específico los jóvenes latinos?
Los jóvenes latinos provienen de países y sociedades
profundamente heterogéneas. La historia colonial
y postcolonial que marca
cada una de las sociedades
de procedencia, constituye “un relato discontinuo,
con grietas, imposible de
leer bajo un solo régimen
o imagen”(*4). Las distintas
realidades socio-políticas
y culturales que caracterizan países como Ecuador,
Colombia, República Dominicana, Argentina o Venezuela, están cruzadas
por diferencias que distinguen a sus habitantes:
la clase social, la lengua
o el bilingüismo (español / lenguas indígenas),
presente en algunas comunidades migrantes, las
adscripciones étnico-nacionales (andino, mestizo,
caribeño, etc.), el género,
la religión y un largo etcétera. La experiencia
migratoria que muchos
están viviendo como jóvenes, está marcada por
(*4) Ver, García Canclini, N.: Diferentes, Desiguales y Desconectados: mapas de la interculturalidad, Gedisa, Barcelona, 2004.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
97
razones de diversa índole,
inestabilidad económica,
política, violencia, inseguridad, o falta de oportunidades, que ha llevado a migrar a sus padres y
a ellos mismos.
Muchos han emigrado
siendo muy pequeños o en
plena adolescencia, otros
son hijos de inmigrantes
ya nacidos aquí. Las biografías de cada uno, las experiencias de la vida cotidiana o de tránsito a la vida
adulta pueden tener desarrollos y trayectorias diversas debido a la pluralidad
de situaciones biográficas
y condiciones juveniles de
inclusión o exclusión en la
sociedad madrileña.
Los proyectos migratorios de sus progenitores
afectan de manera considerable al proceso de desarrollo vital en el que se
encuentran que consiste
en la adquisición de capacidades, de aprendizaje
e interiorización de unas
determinadas normas culturales, de apropiación y
acumulación diferencial de
las especies de capitales,
cultural, económica, social
o o simbólica(*5).
“Hablar de ‘jóvenes latinos’ implica
primero, subrayar el aspecto principal
que es el de ser jóvenes, y segundo el de
compartir con las otras ‘juventudes’ no
latinas, un momento de transición hacia
la vida adulta.”
En el caso de muchos, el
proceso de “socialización” se
lleva a cabo en otro país, el
de acogida, sin que se haya
tenido en cuenta su propia
voluntad. Los jóvenes dejan lo que les era familiar,
incluyendo a su escuela, sus
amigos de infancia, familiares y allegados en el país
de origen y entorno cultural
y tienen forzosamente que
aprender a descubrir maneras de familiarizarse con una
nueva vida en un país que
apenas conocen.
Los jóvenes latinos componen un colectivo que se reparte por todos los distritos
de Madrid sin que despunten lugares con una preferencia especial destacándose cada vez más la presencia
de población infantil y juvenil, en el barrio, escuelas, zonas de ocio, canchas de deporte de la ciudad. Por otro
lado, están los condicionantes que experimentan a lo
largo del proceso de asen-
tamiento e incorporación a
la sociedad receptora y que
son algunos como veremos
a continuación.
Realidad
Los procesos de incorporación de los jóvenes “latinos” están fuertemente
condicionados por factores como la nacionalidad
–no es lo mismo ser ecuatoriano que cubano o argentino– y la valoración o
percepción social y las categorizaciones imperantes
entre la opinión pública en
la sociedad de acogida. Hablamos de contextos muy
cambiantes según qué
nacionalidades, y que van
desde una acogida hospitalaria a un clima de recelo
por parte de la población
autóctona. Los jóvenes, hijos de inmigrantes latinoamericanos, son la descendencia de una inmigración
que en un principio estuvo
invisibilizada. Se trataba
(*5) Capital o especies de capitales entendidas como una relación social que define la apropiación diferencial y diferenciada por los sujetos del producto socialmente
producido. Para los distintos capitales, además del económico, podemos referirnos al “capital cultural que se traduciría como el capital lingüístico, académico o capital
escolar, que serían los títulos escolares, un capital social en forma de redes sociales movilizables para la obtención de recursos y un capital simbólico “prestigio social”,
etc. Ver a Dávila León, 2004:100, y Martín Criado, 1998:73.
98
PANORAMA CIENTÍFICO
Fernando Barbosa
fundamentalmente de mujeres, dominicanas, peruanas y luego ecuatorianas
y bolivianas, que llegaron
a España para dedicarse
al cuidado de ancianos y
niños. La preferencia de
las familias madrileñas por
este tipo de trabajadoras
está muy vinculada a supuestas dotes culturales
ligadas a la atención y cuidados y no menos importante, al conocimiento del
idioma castellano. Los modos de incorporación o las
condiciones de inserción
laborales de sus progenitores se han dado en nichos
profesionales con menos
prestigio social, en trabajos irregulares de largos
horarios y sueldos bajos y
relaciones subalternas. Los
jóvenes procedentes de
Latinoamérica están condicionados de algún modo
por el capital humano, la
estructura familiar y los
modos de incorporación
de sus familias a la sociedad
receptora, (Portes, 2006).
El acceso a la vivienda encuentra innumerables obstáculos de orden económico (precios altos, necesidad
de ahorrar, mantenimiento
de redes sociales y vínculos transnacionales) y un
marco discriminatorio que
impide el alquiler por razo-
nes de fenotipo, proceden- social cuando los jóvenes
cia nacional, xenofobia y “latinos” están presentes
racismo.
en los espacios públicos.
La “sociabilidad”(*6) entre
Los jóvenes “latinos” son los jóvenes latinos empieobjeto de una progresi- za a ser objeto de preocuva construcción en los pación de la opinión púmedios de comunicación blica en general y vecinal
de masas, de una ima- en particular, asociando
gen asociada a compor- negativamente cualquier
tamientos anómalos, que acto de carácter público,
asocian todos los hechos lúdico, deportivo, o de
de la crónica cotidiana so- desencuentro (discusión
bre los sudamericanos, a entre jóvenes) como comconductas delictivas o de portamientos potencialamenaza al orden público, mente peligrosos para los
por ejemplo, las reunio- ciudadanos o vecinos de
nes en los parques, jardi- un barrio.
nes o canchas deportivas,
y por último, los patrones La circulación de noticias
de ocupación y uso de los en los medios de comuniespacios públicos urbanos. cación relacionadas con
Se perfila un escenario de actos criminales sobre los
estigmatización étnica en grupos de jóvenes “latinos”
que la condición de joven ha contribuido al aumento
“latino”, y aquí podríamos de la desconfianza del conreferirnos especialmente junto de la sociedad hacia
a los jóvenes ecuatorianos estos jóvenes, dificultando
y los dominicanos, se con- así un acercamiento a su
vierte en “predicción de los realidad, a sus afinidades
comportamientos desvia- estéticas, vestimenta o fordos, en el imaginario de la mas de sociabilidad y de
opinión pública”, (Palmas, expresión cultural propias.
2005).
Las observaciones etnoLa discriminación por ra- gráficas llevadas a cabo en
zones de fenotipo (color las investigaciones que el
de la piel), de acento o de Observatorio de las Migrala indumentaria se con- ciones y de la Convivencia
vierte a priori en marcas Intercultural de la ciudad
que despiertan alarma de Madrid (OMCI) ha de-
(*6) “La sociabilidad es definida como la habilidad para mantener y utilizar las redes sociales propias que cada individuo construye en sus diferentes etapas de la vida.” Bourdieu,
(1997).
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
99
sarrollado en cuatro barrios de la ciudad capital,
indican que los jóvenes en
general evitan hablar del
tema de las “bandas”. En
especial, esta realidad, lo
que nombramos pandillas
juveniles de carácter violento, las llamadas “bandas
latinas”, se hace presente
en los discursos tanto de
los profesores como en el
de los jóvenes.
Lo que nos dicen nuestros
entrevistados es que los
procesos de captación de
nuevos miembros se hacen fuera del entorno escolar, porque la vigilancia
y la atención sobre este
fenómeno tienen en alerta
a la comunidad educativa.
Las familias en general,
extranjeras o autóctonas
revelan un miedo que es
vivido en relación a sus hijos e hijas, por temor a que
sean captados por estos
grupos violentos, y esto
está generando una impotencia para muchos padres
a la hora de afrontar este
problema.
Sobre la “bandas” propiamente dichas diríamos
que, en el caso de la ciudad de Madrid, parecen
existir componentes del
estilo de vida presentes en
las pandillas juveniles que
son violentos y delictivos, y
que se detecta una creciente participación de adultos
en sus actividades, según
la opinión de los cuerpos
de policía y otros expertos
en seguridad ciudadana,
con los cuáles hemos tenido contacto durante el
trabajo de campo al que
antes aludimos.
tos grupos. Según los informes policiales, los actos
atribuidos a las “bandas
latinas” son muy minoritarios. Según el Informe
del Cuerpo Nacional de
Policía, en los 12 meses de
2004 se han registrado 91
casos protagonizados por
grupos neonazi y grupos
de ultraderecha, que han
generado 125 denuncias.
De esos 91 casos, se han
La constatación de la per- logrado esclarecer 45, lo
tenencia a estos grupos que ha supuesto el arresto
urbanos juveniles trans- de 113 detenidos.
ciende una identificación
meramente étnico-nacio- Sobre bandas latinas, el Innal de sus integrantes, una forme del Cuerpo Nacional
presencia mixta de jóvenes de Policía y de la Guardia
de diversos orígenes tanto Civil recoge que se han reextranjeros como autócto- gistrado 20 casos en todo
nos empieza a ser una evi- 2004, de los que se han redencia destacable.
suelto 17(*7). La construcción mediática a que se ven
El fenómeno de las pandi- expuestos los fenómenos
llas juveniles con compor- de la violencia que afectan
tamientos violentos necesi- a la juventud en general
ta ser tratado con medidas produce efectos perniciosociales y una perfecta sos en la percepción de los
coordinación entre las ad- sujetos jóvenes.
ministraciones, las familias,
la juventud, la comunidad Si añadimos la problemáeducativa y los vecinos y tica que se genera a raíz
vecinas de los barrios y la de la presencia de persopolicía de proximidad. El nas de origen extranjero,
tratamiento del tema de surgen a menudo explicalas “bandas” exigirá alejar ciones de carácter cultulas ideas preconcebidas ralista que poco aportan a
de que los jóvenes latinos la comprensión de dichos
están involucrados en es- fenómenos.
(*7) “Movimiento contra la Intolerancia, Informe Raxen”, Racismo, Xenofobia, Antisemitismo e Intolerancia a través de los hechos, nº 17, septiembre 2005, pág. 21.
100
En lo que se refiere a la juventud, habrá que estar
atento a cómo evolucionan
las relaciones juveniles en
contextos de diversidad cultural creciente. La juventud
de origen extranjero, y en
el caso particular la “juventud latina”, vive y comparte
los mismos problemas que
afectan en general a la juventud autóctona. Sin embargo, la juventud de origen
extranjero en general conoce limitaciones añadidas a
su desarrollo, por diversos
factores que dependen de
la situación jurídica de sus
familias, los modos de incorporación a la sociedad de
acogida (contexto favorable
o contexto hostil) y al capital
humano que puedan reunir
sus familias y hacer uso en
forma de redes sociales.
Los jóvenes “latinos” cuya
proximidad cultural y religiosa con el conjunto de la
población podría ofrecer un
camino hacia un proceso
de integración más exitoso,
se encuentran con las mismas dificultades que sufren
otros grupos de jóvenes de
origen extranjero originarios de la inmigración.
Serán necesarios esfuerzos,
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
inversión y programas y
acciones para atajar las dificultades que experimentan
los jóvenes, hijos de inmigrantes por las siguientes
razones: adaptación personal a una nueva cultura; familiarizarse con un entorno
escolar nuevo y diferente al
que conocían; ajustarse a
nuevas dinámicas familiares
que conlleva la inmigración.
alumnos de origen extranjero, latinos y otros, como
puede ser la clase social, el
acceso diferenciado a los
recursos, condiciones de vivienda o limitaciones de orden jurídico que sufran sus
progenitores, el caso claro
de muchos de los hijos de
inmigrantes, más que con
posibles rasgos “culturales”
(Barbosa Rodrigues, 2007).
La escolarización de los jóvenes de origen extranjero
mayoritariamente en los
centros públicos tendrá
un efecto negativo en los
procesos de socialización y
sociabilidad de los jóvenes
madrileños. En relación a
los centros educativos, existen problemas y conflictos
que surgen en estos espacios sociales, pero imperan
las medidas preventivas o
de corrección que rigen las
normas de cada centro educativo.
La acusada presencia de
jóvenes de origen extranjero en las escuelas públicas
frente a la preferencia de
las familias autóctonas por
la enseñanza privada y la
existencia de criterios poco
claros en los centros concertados en la aceptación
de alumnado originario de
la inmigración podrán a
corto plazo contribuir, si ya
no lo está haciendo, a una
segregación espacial forzada de los jóvenes de origen
extranjero, los hijos de inmigrantes y de los jóvenes autóctonos.
Asimismo, nos encontramos
con explicaciones de carácter culturalista para expresar
situaciones que tienen más
que ver con condiciones en
las que viven muchos de los
PANORAMA CIENTÍFICO
Fernando Barbosa
Desafíos para una
convivencia en contextos de multiculturalidad
creciente
Por último, decir que es necesario que la terminología
que defina o caracterice a
los colectivos de jóvenes
“Los jóvenes procedentes de Latinoamérica
están condicionados de algún modo por el
capital humano, la estructura familiar y los
modos de incorporación de sus familias a
la sociedad receptora.”
101
descendientes de las comunidades migrantes de
Madrid no se cristalice en
categorías en las cuales
no se reconocen sus protagonistas, por ejemplo,
“segundas generaciones”
o “terceras generaciones”,
“latinos” u otras. Es urgente
el empleo de una terminología adecuada y que tienda a una normalización del
tratamiento en el lenguaje
que no cree estereotipos y
dé lugar a un trato diferenciado y diferenciador en las
actitudes. Si consideramos
que los jóvenes son según
los enfoques que consideran a la juventud como
actores estratégicos del desarrollo y como “actor[es]
protagónico[s] en la renovación permanente de las sociedades”, (Krauskopf, 2000)
entonces, podremos concluir que la aportación de la
juventud latinoamericana
también se está materializando de forma muy positiva en muchos ámbitos de la
actual sociedad madrileña.
Son necesarios más y mejores recursos para los jóvenes, en el sentido de proporcionarles alternativas de
ocio, formación en valores
de ciudadanía y en que ellos
mismos puedan opinar so-
bre los intereses que les motivan, e integrar de forma
sistematizada y negociada
sus sugerencias a las políticas públicas dirigidas a este
colectivo.
Finalmente, es deseable que
se proporcionen formas de
participación para los colectivos juveniles de los hijos e hijas de inmigrantes
que les hagan visibles de
forma positiva en la construcción, crecimiento y
bienestar económico de la
ciudad de Madrid a través
de acciones concretas y un
compromiso con la igualdad de oportunidades.
Bibliografía
•
•
•
•
•
•
•
•
102
BARBOSA RODRIGUES, F.: “Jóvenes e Inmigración en Madrid: Espacios de Sociabilidad”. Colección de Monografías, nº 3, Serie naranja:
Estudios Antropológicos. Edita el Observatorio de las Migraciones y de la Convivencia Intercultural de la Ciudad de Madrid, Área de
Gobierno de Empleo y Servicios a la Ciudadanía. Dirección General de Inmigración, Cooperación al Desarrollo y Voluntariado, 2007.
BOURDIEU, P.: “Cultural Reproduction and Social reproduction”, en Halsey, A. H. and Jerome Karabel, eds.: Power and Ideology in
Education. New York: Oxford University Press, 1977.
CANCLINI NÉSTOR, G.: Diferentes, Desiguales y Desconectados: mapas de la interculturalidad, Gedisa, Barcelona, 2004.
DÁVILA LEÓN, O.: “Adolescencia y juventud: de las nociones a los abordajes”. Última década, diciembre de 2004, vol. 12, nº 21, p. 38104. Disponible en la World Wide Web: http: // www.scielo.cl/scielo.phpscript=sci (Fecha consulta 23 marzo de 2006).
KRAUSKOPF, D.: “Dimensiones críticas en la participación social de la juventudes”, en La participación social y política de los jóvenes
en el horizonte del nuevo siglo, Sergio Balardini (comp.), CLACSO, Buenos Aires, 2000.
MARTÍN CRIADO, E.: Producir la juventud, Crítica de la sociología de la juventud. Istmo, Madrid, 1998.
PALMAS, LUCAS, QUEIROLO: “Entre ciudadanía, discriminación e integración subalterna. Jóvenes latinos en Génova”, en Herrera, G., Carrillo, M., Torres, A. (ed.): La Migración ecuatoriana, transnacionalismo, redes e identidades, FLACSO, Quito, Ecuador, 2005.
PORTES, A.: Notas del autor tomadas en el Seminario sobre “Avances Teóricos y Metodológicos en el estudio de segundas generaciones
de inmigrantes”, con Alejandro Portes, Universidad de Princeton, Center for Migration and Development, 2006. Lugar de celebración,
Universidad de Huelva, Facultad de Ciencias Experimentales, 23 de marzo de 2006, Grupo de Estudios Sociales e Intervención Social.
SECRETARIO GENERAL
Eugenio Ravinet
SECRETARIO GENERAL ADJUNTO
José Manuel Miguel
DIRECTOR DE FORMACIÓN
Javier Ruíz Rosado
DIRECTOR DE ESTUDIOS
Paul Giovanni Rodríguez N.
EDICIÓN Y REDACCIÓN
Rocío Ocampo Lillo, Irene Macia, Esther Martín, Elvira Esteban,
Carmen Vegas, Julián de Los Ríos y Ana Carolina Sánchez.
Secretaría General de la
Organización Iberoamericana de Juventud
MAQUETACIÓN Y DISEÑO GRÁFICO
Isabel La Fuente Taborga ([email protected])
FOTOS MIGRACIÓN
Eduardo Sánchez de León ([email protected])
IMPRESIÓN
DISTRIBUCIÓN Y SUSCRIPCIÓN
Secretaría General de la
Organización Iberoamericana de Juventud
Paseo de Recoletos, 8
28010 Madrid –España
Teléfonos: (+34) 913 690 350 – 913 690 285.
Fax: (+34) 915 775 039
E-mail: [email protected]
DEPÓSITO LEGAL
NOTA DE LA REDACCIÓN
Las opiniones expresadas por los autores y las personalidades entrevistadas en esta revista no responden
necesariamente a la posición oficial de la Organización Iberoamericana de Juventud. La responsabilidad de
las mismas compete exclusivamente a sus autores. Queda autorizada la reproducción total o parcial de los
contenidos de esta Revista, siempre y cuando quede citada la fuente.
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
UNDESA
5
Revista Iberoamericana
DE JUVENTUD
Nº5
JUNIO 2007
Descargar