• Juzgado de lo Penal de Barcelona, núm. 11. Sentencia de 20 de

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Juzgado de lo Penal de Barcelona, núm. 11. Sentencia de 20 de julio,
2008 De especial interés
Sumario
El Juzgado de lo Penal núm. 11 condena al acusado como autor responsable
de un delito de revelación de secretos relativos a la vida íntima.
El empleado de una empresa obtuvo, sin que quede acreditado cómo, y sin el
consentimiento del titular, varios correos electrónicos pertenecientes a un
compañero de trabajo, alguno de ellos relativo a su vida sexual.
Tras ello, con la intención de propagar su contenido en perjuicio del
compañero, los hizo llegar a su cuñada.
El juez entra a analizar las distintas calificaciones de los hechos realizadas por
el Ministerio Fiscal y la acusación, que los encuadran en los arts. 197.1, 197.3
y 197.5.
En su exposición sobre el art. 197.1, recoge la doctrina más consolidada en
cuanto a la naturaleza del ilícito, que no requiere para la consumación el
efectivo descubrimiento de los secretos o datos íntimos, bastando el
apoderamiento para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro,
sin que sea precisa la efectiva toma de conocimiento de lo que contiene el
documento para la perfección típica. Al carecer de importancia el contenido
de los mensajes, el Juez considera irrelevante el argumento de la defensa
basado en que el porcentaje de información íntima era muy bajo, pues “la
intimidad se vulnera por el hecho de acceder al correo electrónico de una
persona con independencia de cuál sea el contenido que tenga en el mismo,
puesto que si no esto llevaría al absurdo de que si una persona en sus correos
electrónicos sólo los dedica a temas laborales, por ejemplo, el acceso
inconsentido al mismo nunca podría ser subsumirse en este delito, el delito no
lo constituye el resultado de la información que obtengo sino el modo en que
accedo a dicha información.” No obstante lo anterior, se afirma que en el
caso de autos no existe prueba de cargo suficiente para imputar dicha acción
ni como autor mediato ni como autor inmediato al acusado, motivo por el cual
debe absolverse al acusado del tipo penal básico del art. 197.1.
La intervención del Derecho penal materializada a través del supuesto
agravado del art. 197.3, que castiga la difusión, revelación o cesión a
terceros, se justifica por la especial insidiosidad del medio empleado que
penetra en los espacios reservados de la persona.
En relación con el subtipo agravado del 1 er inciso del apartado 3º
(revelación, difusión o cesión a terceros), que es aplicable a todos los tipos
básicos anteriores, la sentencia señala que tiene su fundamento en que dichas
acciones suponen incrementar la vulneración de la intimidad del sujeto
pasivo, subrayando a su vez que el legislador equipara difusión, revelación y
cesión a terceros, aun cuando la primera suponga una mayor publicidad.
Por otra parte, el segundo inciso del apartado 3º del art. 197, castiga la
modalidad consistente en revelar, difundir o ceder a terceros, con
conocimiento
del
origen
ilícito
y
sin
haber
tomado
parte
en
su
descubrimiento. Para determinar si los hechos del caso son constitutivos de un
delito de descubrimiento y revelación de secretos en esta modalidad, se
procede a analizar quién reveló los correos a los familiares y si tenía
conocimiento de su origen ilícito.
La apreciación de las testificales, que ratifican que la letra manuscrita que
aparece en el documento que encabezaba los correos era la del acusado, y
que atestiguan que el mismo hizo la entrega de textos impresos
personalmente, llamando posteriormente para ver si se habían leído toda la
documentación, lleva al juzgador a considerar que los hechos son
constitutivos de un delito de descubrimiento y revelación de secretos del art.
197.3.2 del CP, dado que una vez tuvo en su poder los email que pertenecían
al compañero de trabajo se los entregó a su cuñada con el ánimo de desvelar
dicha información. El acusado sabía que se había obtenido dicha información
sin consentimiento de su titular, dado que las fechas de impresión y por lo
tanto la obtención de los mismos fue posterior a la baja en la empresa del
titular de los correos electrónicos. El ánimo de perjudicar revelando dicha
información se extrae por el sentido literal de las expresiones que vertió al
entregar los sobres y de las llamadas que realizó al hermano del afectado para
asegurarse que se habían enterado del contenido de los mismos. Por tanto, se
declara al acusado responsable en concepto de autor de un delito del artículo
197.3.2, ya que su conducta consistió en vulnerar la intimidad de un tercero
difundiendo los correos electrónicos, con conocimiento de su origen ilícito.
En el Fundamento jurídico quinto se atiende a la calificación alternativa que
hizo la acusación particular, que incluye el art. 197.5 del CP. Este apartado
incorpora otro supuesto agravado cuyo fundamento tiene por objeto la
especial protección de lo que se denomina el núcleo duro del derecho a la
intimidad, además de los casos en que la víctima fuere un menor de edad o un
incapaz, que exaspera la pena que resulte de la aplicación de los preceptos
anteriores, imponiéndola en su mitad superior. Se trata de un tipo agravado
aplicable tanto al tipo básico del art. 197.1 como al ya agravado del art.
197.3.1,
que
refuerza
la
protección
de
un
secreto
de
naturaleza
especialmente sensible. En el supuesto enjuiciado, la conducta del acusado,
en opinión del órgano jurisdiccional, ha afectado a datos de carácter personal
que revelan la vida sexual del ofendido, lo cual hace más grave el ataque al
bien jurídico intimidad, sin que sea necesaria que dicha vida sexual sea
secreta. Ello conduce al juzgador a apreciar el tipo agravado del 197.5 e
imponer la pena la pena en el límite mínimo de la mitad superior.
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