PROFESORES E INTEGRACION DE PERSONAS ASPERGER REFLEXIONES DE UN PSIQUIATRA. JULIO 2011-07-23 Dr. JP. Heimann INTRODUCCION Siempre cuando opino públicamente sobre el tema que nos ocupa hoy un pensamiento me surge: Prudencia la verdad humana es compleja, cambiante, múltiple. Qué vas a poder decir de auténtico, nuevo, original, sincero, y realmente significativo? Lo que dirás padecerá por esencia de un sesgo: nacerá de ti y cómo pretendes captar la complejidad de varios otros, sus sutiles e infinitos matices siendo un humano común con una experiencia limitada? Qué pretensión! No sería mejor que renuncies! Cómo vas hablar de profesores cuando no eres profesor, nunca ha estado frente de un curso de 20, 30 ó 40 niños. ¿No sería mejor que te calles? Tu silencio y tu escucha podrían ayudar más que tus disertaciones. Pero otra voz agrega: no serías algo cobarde y cómodo, tratando de disimular tu pereza intelectual y de mantener relaciones amables con el entorno sin hacer olas? En general cuando caigo en este dilema vuelvo al alba del pensamiento a los Griegos, sus métodos de diálogos públicos. En la Antigüedad griega, confrontados a un problema grave que involucraba la comunidad, los ciudadanos libres solían juntarse en círculo en la plaza pública, en el centro del círculo no había nada ni nadie porque la verdad y la respuesta tenían que instalarse allí, en el centro vacío, como producto de las opiniones de todos. Entre los participantes circulaba un objeto, el cetro de la palabra. Mientras un ciudadano lo tenía nadie podía interrumpirlo. Terminaba y el siguiente tomaba la palabra. El debate podía durar muchísimo, los tiempos antiguos eran pausados, pero cada uno opinaba y poco a poco aparecía, a través de los debates, los conflictos, las posiciones contrapuestas una representación común, una solución, una posición. Terminada la sesión, los ciudadanos actuaban, eligiendo los actores de la solución y los medios necesarios. Todo eso para decirle que tengo ahora el cetro, voy a opinar, como miembro del círculo no más. Voy aprovechar de este momento privilegiado, la verdad está entre todas y todos nosotros y más allá. Tiene que ser un debate público que al final deje expresarse a todos debido a la importancia del tema. COMPRENDER A LOS PROFESORES Es muy difícil entender la esencia del arte profesoral si uno no ha enseñado a un grupo grande de niños. Este hecho obliga a la prudencia y la humildad. Sin embargo, diría que como en todas las profesiones hay personas con talentos distintos, hay motivaciones, intereses, perseverancias, paciencias, ánimos y estabilidades emocionales diversos. Entonces estimo que uno de las condiciones fundamentales de inicio de una experiencia de integración es el deseo del profesor, su sincera y real motivación, su capacidad de tolerar un estrés nuevo, de intentar una aventura por la cual no ha sido preparado genuinamente. Se trata de representarle la verdad, describir claramente el niño que es candidato a la integración e informar en conciencia de sus fuerzas y debilidades. A mi juicio no puede ser imposición, el profesor tiene que estar convencido que sus fuerzas serán suficientes, que encontrará apoyos concretos y rápidos en las dificultades psicológicas y pedagógicas. No pienso que se pueda forzar una adhesión a un proyecto de integración por motivos puramente administrativos o económicos. A mi juicio los adultos de primera línea, es decir la o el profesor y los padres del conjunto del curso deben ser informados con transparencias del desafío planteado y un acuerdo logrado. Tomando su edad emocional y cognitiva los compañeros deberían ser informados y pedirle colaboración. El profesor debe sentir el apoyo y la comprensión de los otros adultos a fin de evitar en las dificultades sensaciones de ser manipulado o abandonado, engañado o sobrepasado. El tiene que experimentar que su adhesión es sostenida realmente por el compromiso de los otros actores. También un profesor trabaja con niños de la misma edad, pero muy diversos. Su base de conocimientos le permite enseñar a niños habituales pero tiene que recibir herramientas concretas y prácticas par ayudar al alumno distinto. Y problema casi imposible en un grupo grande con un solo profesor tener tiempo de personalizar su actuar sin descuidar la necesidad de la mayoría. Debe recibir planes de trabajo adaptados a las potencialidades del niño y las posibilidades pedagógicas reales; por ejemplo apoyo docente en el aula. En situación de crisis con bullying debe recibir apoyo que le permiten entender las dinámicas entre niños y buscar como prevenir las burlas y los golpes. Al mayor esfuerzo que exige la inclusión el profesor debería recibir una recompensa por sus esfuerzos, un reconocimiento. Su trabajo hecha las bases de una mejor inserción social de la discapacidad psicológica a largo plazo. Debe sentir concretamente la valoración social e institucional de sus esfuerzos. Sin un profesorado valorado, dignificado y apoyado cualquier reforma educacional, teóricamente buena, puede fracasar. MÁS ALLA DEL PROFESOR COMO INDIVIDUO Para que los niños acepten y conviven y crecen en la diversidad, la diferencia, la discapacidad es imprescindible que los adultos implicados den el ejemplo. Más allá de la familia para los niños la escuela es la institución social esencial, es un microcosmo de la sociedad. Integrar es acoger en el seno del grupo infantil un ser distinto y en esta situación la sociedad pide al profesor ser una o un jefe de orquestra social, un animador, un resolvedor de micro-crisis, un administrador, un diplomaticote en conflictos infantiles y adultos, un juez imparcial. Me parece que es mucho pedir a una sola persona y que por lo menos esta persona debe recibir el apoyo de su grupo, de su jerarquía, de profesionales idóneos, para que esos desafíos elevados no la hagan caer en el estrés o una sensación de impotencia y resignación, rabia, tristeza o culpabilidad. Tenemos que aceptar nuestros límites y los limites ajenos. Formar solucionadores de conflictos en la institución misma. Algo al estilo de los grupos Balint para los médicos generales enfrentados a problemas psicológicos de sus pacientes. En esta situación pienso que lo adecuado serían pedagogos o psicopedagogos de larga experiencia acompañados de sicólogos que podrían demostrar una real experiencia en el trabajo en las escuelas y en dinámicas grupales de niños y adultos. El problema se hace muy complejo cuando un curso tiene varios profesores como suele ocurrir en los cursos de básica y siempre en la enseñanza media. Aquí la comprensión y un proyecto común de integración ven su complejidad elevarse considerablemente. Un equipo entero de adulto tiene que idear y poner en práctica un proyecto de integración. LA INSTITUCION ESCOLAR Y LA SOCIEDAD Integrar es un proceso que involucra varios individuos, varios grupos, y una institución, la escuela, que refleja la sociedad en la cual esta inmersa. La integración es un desafió individual y social complejo y no puede abarcar solamente el niño, su familia, su profesor como individualidades. Es a la vez un proceso integrador y multifactorial. Integrador por su formulación sintética: aceptar la diversidad y la convivencia de todos los ciudadanos sin exclusión y a todas las edades de su existencia y multifactorial que aterrice este pensamiento en la complejidad de la realidad, su movilidad, sus cambios. Si se construye en un Colegio un proyecto común, consensuado él exigirá un equipo pedagógico afianzado e inclusivo de todos los talentos disponibles. Se necesita un liderazgo y autoridades empáticos, inteligentes, cálidos, verdaderamente convencidos, que sepan escuchar, pensar y decidir. Llamarse Colegio practicando la integración significa aunarse al nivel de los adultos y de toda la comunidad escolar y niños, profesores, padres, directores y administrativos en un proyecto consensuado que naturalmente vivirán conflictos inherentes a todos los cambios. Creo que uno de los temas más difícil para los profesores en la integración es la disruptividad, la inadecuación o desubicación conductual patentes, el maltrato social y la violencia. Con el atraso académico es mucho más fácil de organizarse y acompañar al niño con recursos técnicos y didácticos adaptados. Las explosiones y la violencia, el maltrato son otras historias. Los profesores necesitan un acompañamiento adecuado todo el año. DISCUSION Y CONCLUSIONES Algunos principios 1. Integrar con un razonable éxito un niño de personalidad asperger necesita a mi juicio, como todo proceso de integración de un niño de desarrollo diferente una reflexión y una acción decidida en el seno de una marco ético, democrático, con sentido común, respetuoso de los derechos y deberes de todos los protagonistas. 2. Tenemos que conocer y empalizar con este ser único que es el niño, el adolescente o el adulto de cualquier edad que queremos integrar y eso en todos los campos de su persona sus fuerzas, sus vulnerabilidades, sus respuestas a los desafíos difíciles, la intensidad de sus dificultades de comunicación social. Lo académico es importante pero aún más importante es su capacidad de desarrollar una experiencia relacional positiva, humanamente grata que lo consolidará al futuro y en su vida adulta. El diagnóstico clínico nos ayuda en una visión general y es una condición necesaria pero no suficiente. Tenemos que llegar a un segundo nivel diagnóstico que es percibir el carácter único de este ser que busca apoyo. Aquí creo que se junta arte y ciencia. Cuidando la confidencialidad y la privacidad esta percepción tiene que ser transmitida a los actores de la integración, es decir el equipo pedagógico involucrado después del acuerdo otorgado por los padres. 3. Es importante que el Colegio en término de integración considere el proceso como un compromiso institucional. Para eso tiene que ponderar si realmente tiene las condiciones de flexibilidad, recursos humanos, materiales, capacidad de vivir la diversidad, capacidad de cuestionar el elitismo y la segregación. Voluntad en el tiempo de mantener un diálogo abierto y franco con los padres de la mayoría de sus alumnos y lograr una representación realista de la adhesión o rechazo de ellos a una experiencia de integración. Puede existir miedo de perder la identidad del Colegio o su perfil. Se recomienda abordar esas preocupaciones y ojalá ver la integración como un enriquecimiento de su proyecto académico y humano. 4. Consultar, informar, dialogar con el medio inmediato, es decir los alumnos del curso, el equipo profesoral, el Centro de padres, los eventuales profesionales de apoyo del colegio. Es valioso que lo miedos, los rechazos sean abordados con franqueza, entendidos y no condenados y también las ventajas destacadas. 5. Si los adultos de 1ª línea de trabajo lo necesitan deben tener la posibilidad de recibir un apoyo concreto y rápido. Sugerimos en los colegios que la practican, la formación de equipo de integración. Esos equipos pueden ser conformados por psicólogos con particular experiencia en trabajo grupal, profesores especializados, psicopedagogos, fonoaudiólogos, terapeuta ocupacional. A este nivel el rol de la psiquiatría me parece claramente menor y sus actuar podría ser solicitado puntualmente en caso de sufrimiento importante de un protagonista primordial. 6. Se recomienda desarrollar la dinámica grupo curso, con el fin que los problemas que naturalmente surgirán sean discutido abiertamente con los niños, los padres y los profesionales de apoyo. Buscar padrinos o madrinas, aliados protectores en los pares del niño integrado o de edad un poco mayor a fin de apoyarlo desde el mundo infantil mismo. 7. Recordar que todo ser en situación de estrés, que sea el niño integrado o cualquier otro miembro de la comunidad escolar o familiar puede desarrollar mecanismos de defensas diversos, desde la evitación, la agresión, la tristeza, el aislamiento, la evasión en lo irreal etc. y que toda sintomatología es un lenguaje que busca una comprensión a fin de idear una respuesta aliviadora. 8. La diversidad no es laissez-faire, la tolerancia no es licencia de cualquier cosa. El respeto al otro es fundamento de esta actitud. Una ética práctica acompañando los intercambios tiene que sostener la vida del curso y del colegio e implica abordar de frente los temas de la violencia verbal, física, el maltrato en todas sus formas de donde vengan. La sala de clase es una representación de la sociedad actual y puede participar poderosamente a ser el crisol de otra. A MODO DE CONCLUSIONES El concepto de integración escolar, a mi juicio, parte de una visión conceptual más amplia que desea una sociedad humana capaz de integrar todos sus miembros en su seno por el simple hecho de ser humano. Eso significa que a cada ser se le solicita participar al bien común desde sus talentos individuales y respetar las reglas del grupo y los derechos de los otros. A su vez recibirá del grupo una atención diferenciada que le permite crecer y desarrollarse de una manera que permita en el y en sus relaciones una armonía razonable. Hermoso ideal pero bastante lejos de la realidad. Y seamos francos en Chile, hoy, hay más ejemplo de segregación que de integración, más de desigualdad que de equidad, más de elitismo que de cooperación, más de rivalidades que reparto. Esta realidad no es solamente chilena, con grados variados se vive en la sociedad global mundial. La integración de un niño distinto con sus capacidades y discapacidades a una sociedad infantil, a pesar de todas sus dificultades es un acto fundamentalmente justo y esperanzador que deja en la experiencia de nuestros hijos y nietos huellas revelando que todos tenemos derechos al respeto de nuestra individualidad y la participación a la sociedad durante nuestro tránsito en esta vida. Es un lenguaje que dice a la sociedad de los adultos y el mundo del trabajo: Nadie está demás. Parece un horizonte muy lejano. Sin embargo, a lo largo cambios importantes pueden surgir favoreciendo el bienestar de la sociedad si perseveramos. El sentido común, el realismo, el arte de lo posible, la tenacidad flexible, la resiliencia, la capacidad de reconocer y aprender de los fracasos, el cuidado de la equidad para todos son las virtudes necesarias a la integración. También es importante que el niño integrado que recibe una ayuda suplementaria, encuentre algún aporte personal y original desde su identidad hacia los otros. El más mínimo progreso de integración logrado, el más mínimo conflicto de integración resuelto es un progreso hacia un mundo más acogedor para todos.