Síntomas y tratamientos del SIDA (Síndrome De Inmunodeficiencia Adquirida)

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SIDA
El SIDA, o síndrome de la inmunodeficiencia adquirida, no es una enfermedad sino un trastorno que
predispone a muchas enfermedades. Se debe al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH ). El virus
destruye un tipo de glóbulos blancos, lo que debilita el sistema inmunológico y reduce la resistencia del
enfermo ante algunas infecciones y determinados tipos de cáncer. Este virus se transmite cuando en el torrente
sanguíneo de una persona sana penetra un fluido corporal de un individuo afectado, como sangre, semen,
secreciones vaginales o leche materna. Al parecer la excepción mas importante es la saliva, pues no se ha
demostrado de que sea portadora del virus.
Todavía no existe un tratamiento curativo, pero es importante saber que las aplicaciones terapéuticas
tempranas prolongan la vida del paciente.
El VIH se multiplica en el interior de un tipo de leucocito, el linfocito CD4, o célula colaboradora. Cuando el
virus penetra en una de estas células, absorbe el material nuclear y lo utiliza para fabricar un mayor número de
partículas virales. Después, la célula muere y las nuevas partículas del virus son liberadas en la sangre, donde
vuelven a infectar a un mayor número de células CD4. Gradualmente, disminuye el número de células CD4 de
la sangre y, a medida que esto ocurre, la persona infectada se hace más propensa a diversas infecciones y
cánceres. Estas enfermedades oportunistas rara vez se observan en personas cuyo sistema inmunológico
funciona con normalidad. En la década de 1980, la incidencia súbita de estas raras enfermedades en un
importante número de varones homosexuales jóvenes, por lo demás previamente sanos, atrajo por primera vez
la atención pública hacia esta enfermedad.
Los científicos no saben dónde o cómo se produjeron las primeras infecciones por VIH. La enfermedad se ha
extendido rápidamente por todo el mundo. En lo que va de la década de 1990 se han documentado más de
200.000 casos declarados de SIDA en Estados Unidos.
Inicialmente, el SIDA y la infección por VIH eran más prevalentes, aunque no limitadas, entre los varones
homosexuales, las prostitutas y los drogodependientes que compartían jeringuillas. Sin embargo, al mismo
tiempo que el número de nuevos casos de SIDA entre los varones homosexuales y los drogodependientes ha
empezado a disminuir, continúa aumentando el número de casos entre heterosexuales, sobre todo, mujeres y
adultos jóvenes y adolescentes de ambos sexos. A principios de la década de 1980, muchas personas con
enfermedades de la sangre como la hemofilia, que necesitaban transfusiones repetidas de productos
hemáticos, se infectaron por el VIH antes de que los bancos de sangre empezaran a analizar la sangre donada
en busca de anticuerpos frente al VIH.
Incluso se estima que alrededor de una tercera parte de los bebes de madres infectadas con el VIH se enferma
de SIDA
En la actualidad están disponibles versiones producidas por ingeniería genética de los productos hemáticos
para prevenir la transmisión del VIH; un examen para el cribado del virus garantiza en la actualidad un
suministro seguro de sangre para los receptores de transfusiones. El SIDA no se propaga a través del contacto
casual como trabajar junto a otra persona, compartir una toalla o utilizar el mismo WC o vaso de bebida, o a
través de los abrazos o apretones de manos.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando son infectadas por primera vez por el VIH, la mayor parte de las personas carecen de síntomas,
aunque otras presentan una breve enfermedad febril muy parecida a la mononucleosis infecciosa) con
faringitis, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y exantema. En ocasiones, el virus causa síntomas de
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meningitis. Estos síntomas se resuelven sin tratamiento al cabo de algunas semanas. Algunas personas que
han sido infectadas por el VIH han permanecido libres de síntomas durante hasta 10 años, pero al cabo de ese
tiempo alrededor del 75 % de las personas infectadas desarrollaron algunos síntomas de la infección por VIH.
El síntoma más frecuente es la persistencia de ganglios linfáticos inflamados, sobre todo en la nuca, debajo de
los brazos y en la ingle. Este proceso recibe el nombre de linfadenopatía generalizada persistente; las personas
con esta enfermedad pueden seguir gozando de buena salud o pueden continuar desarrollando uno o más
síntomas: fatiga, escalofríos, fiebre, sudores nocturnos y un adelgazamiento acelerado (de 5 kg. o más, sin
seguir una dieta), una diarrea crónica tos seca e infecciones por Candida de la boca y del esófago. Las
personas con una infección por VIH pueden experimentar uno o más de estos síntomas durante un período
prolongado o bien desarrollar rápidamente el SIDA.
Se establecerá un diagnóstico de SIDA si un análisis de sangre de la persona afectada indica la presencia de
anticuerpos anti−VIH, si presenta un número de células CD4 inferior a 200 (el recuento normal es de
aproximadamente 1.000) y si padece una o más complicaciones tales como infecciones bacterianas, virales y
fúngicas raras.
La prueba mas comun para el VIH es un analisis de sangre llamado Elisa. Sin embargo, como este examen
puede dar resultados positivos falsos, para contar con un diagnostico definitivo se necesita también una
reacción positiva a otra prueba de anticuerpos llamada Western Blott, que detecta específicamente los
anticuerpos del VIH.
Puesto que el VIH infecta a los individuos con independencia de la edad (desde los recién nacidos a ancianos),
del sexo o de la orientación sexual , cualquier persona presenta un riesgo de padecer esta enfermedad.
¿Cuáles son los riesgos?
Todavía no se conoce la razón por la cual algunas personas infectadas por el VIH enferman, mientras que
otras gozan de una aparente buena salud durante años. Sin embargo, una vez que el número de células CD4 de
la sangre disminuye por debajo de 200, la progresión de la enfermedad parece inevitable, a menos que la
persona infectada reciba un tratamiento. Para muchos pacientes, el tiempo de supervivencia mejora
significativamente con la quimioterapia.
Tratamientos:
El SIDA es incurable, pero se han creado tratamientos para retardar su evolución:
Fármacos Antirretroviales: Son los que inhiben la multiplicación del virus
Fármacos de apoyo: Son los que sed administran para estimular la producción de glóbulos rojos y blancos,
deficiente como consecuencia de la enfermedad y el tratamiento.
Farmacos Antiinfecciosos: Se emplean para prevenir o tratar las infecciones
Aromoterapia y masaje: El masaje solo acompañado de aceites aromáticos, ayuda a contrarrestrar el estrés,
según se cree tiene un efecto nocivo sobre los niveles de células T.
Meditación y yoga: estas disciplinas mejoran el sistema inmunitario cuando se combinan con sugestión o
visualización.
Nutrición: tener una buena alimentación es indispensable para fortalecer el sistema inmunitario, evitar la
perdida de peso y conservar la fuerza.
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precauciones:
Evite la práctica del sexo con una persona desconocida o con alguien que tenga más de una pareja. La
monogamia (tener una sola pareja sexual que le tenga a usted como única pareja sexual) es lo más
aconsejable.
Utilice un preservativo de látex cada vez que practique el sexo.
No utilice nunca el mismo preservativo más de una vez.
Utilice un espermaticida de base acuosa (los que contienen nonoxynolo−9) como lubricante en la práctica del
sexo; los datos obtenidos indican que tienen algún efecto antivírico.
Para practicar el sexo oral con menor riesgo es necesario utilizar un preservativo de látex en el pene o un
diafragma (que está hecho de látex) en la vagina; ambos pueden comprarse en la farmacia sin necesidad de
receta.
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