ARMANDOGONZALEZ-RUZ, M.C., M. EN C.(') González-Ruiz A. Revisión del estado actual del diagnóstico diferencial de las amibas en México. Salud Publica Mex 1990;32:589-596. Gonzáiez-Ruiz A. Revision of differential diagnosis of amoeba in Mexico. State of the art. Salud Publica Mex 1990;32:589-596. RESUMEN: ABSTRACT: Se describen los criterios para hacer el diagnóstico diferencial entre las diferentes amibas que parasitan el colon humano, se discuten los resultados de los estudios epidemiológicos realizados y publicados en México sobre estos parásitos y se presentan los resultados de una encuesta aplicada en varios hospitales de la Ciudad de México para investigar el estado actual del diagnóstico diferencial de los mismos. Se encontró que en los estudios publicados en México no se han reportado portadores de E. hartmanii La encuesta mostró que en los hospitales donde se aplicó no se diferencia a la E. histolytica de la E. hartmanü. Se discute la posibilidad de que en México a la E. hartmaniiprobablemente se le confunda con la E. hktoiytica, por lo que la prevalencia de arnibiasis intestinal asintomática se sobreestima. Se enfatiza la necesidad de hacer el diagnóstico diferencial entre ambos parásitos. The differential diagnostic criteria for the amoebas parasitizing the hurnan colon are described. The results of epidemiological studies carried out published in Mexico are discussed and the results of a survey performed in some hospitals in Mexico City on the current differential diagnosis of these parasities are reported. The findings showed that no carriers of E. Hartmanii have been reported in the sutdies published in Mexico so far. However, no differentiation between E. hisColytica and E. hartmanü is mude in those hospitals according to the survey results. The possibility that in Mexico E. hartmanii is probably diagnosed as E. histolytica is discussed and as result the prevalence as asymptomatic intestinal amoebiasis is overestimated. The necessity of muking the diflerential diagnosis between these parasities is emphasized. Palabrasclave: amibiasis,diagn6stico diferencial,Eniamoeba hisiolyii' ca, Enfamoebaharimanii, epidemiología, prevalencia Key words: amoebiasis, differential diagnosis, Eniamoe5a hisiolyiica, Entamoeba harimanii, epidemiology, prevalence Solicitud de sobretiros: Dr. Armando González Ruiz. Av. Universidad Xo1 15, Col. Sta. María Ahuacatitlán CP62508. Cucmavaca, Morelos, México. RADICIONALMENE EL DIAGN~STICOde las enfermedades parasitarias se ha basado en la clínica que conduce a la identificación de una entidad sindromáticao nosológica y en resultadosde laboratorio, que llevan a una conclusión etiológica a través de la T recuperación e identificación del parásito o de sus productos o, en forma indirecta, estudiando la respuesta inmunológica que provoca en el huesped. En contraste con los virus y las bacterias, para los que se requiere de criterios moleculares, bioquímicos o ul- (1) Departamento de Parasitología MCdica. Escuela de Higiene y Medicina Tropical. Universidad de Londres. Fecha de recibido: 9 de febrero de 1989 Fecha de aprobado: 26 de julio de 1990 SEPTIEMBRE-OCTUBREDE 1990, VOL. 32, NO.5 DIAGN~sTICODIFERENCIAL DE LAS AMBAS EN M ~ X I C O traestnicturalespara su adecuadacaracterización,la identificaci6n de la gran mayoría de los parásitos de importancia mé&a y veterinaria, dadassusdiferencias morfológicas, está al alcance del microscopio de luz, de una lupa o de la simple vista. Sin embargo,en algunos casos el estudio morfológico de losparásitos debe complementarsecon la medición del organismo íntegro o de alguna de sus partes ya que, como se discutirá enseguida, la medición de los quistes de las diferentes amibas que parasitan al hombre es uno de los criterios más importantespara diferenciar a la Entamoeba hartmanii, una de las amibas no patógenas, de la Entamoeba histolytica.' Los objetivos de la presente comunicación son: en primer lugar, hacer una breve descripción de los criterios utilizados en el laboratorio clínico para diferenciar a los qui&s de las amibas que se encuentian en exámenes coproparasitoscópicos; en segundo lugar, discutir los resultados de los estudios epidemiológicos sobre la prevalencia de estos parásitos en México y, finalmente, informar los resultados de una encuesta aplicada por e1 autor en varias instituciones hospitalarias de la Ciudad de México para investigar el estado actual del diagnóstico diferencial de las amibas en dichas instituciones. DIAGNOSTICO DE LA AMIBIASIS INESTINAL La amibiasis intestinal tiene varias formas de presentación clínica: la de "portador asintomático", la disentería amibiana, el ameboma,la estenosis amibiana colorrectal, la colitis amibiana fulminante, la apendicitis amibiana y la colitis ulcerativa posdisentérica, aunque la etiologíade esta última entidad no está bien defi~~ida.~.~ La descripciónde cada una de las modalidadesclínicas de la amibiasis intestinal está fuera del alcance de este trabajo, por lo que brevemente mencionaremos que la primera deellas se caracterizapor la ausencia de síntomas que sugieran invasión tisular por parte del parásito en el colon y por la excreción de quistes en las heces, mientras que las restantes son la consecuenciadel comportamiento agresivo de la forma vegetativa de la E. histolytica o uofozoito,que invade la mucosacolónica y tejidos subyacentesdando lugar a ukeracionesy/o reaccipnes inflamaitorias con necrosis y tejido de gran~lación.~ En las formas sintomáticasdelaamibiasis intestinal,el diagnósticoetiológicose hace con la observaciónmicroscópica de los trofozoítos eritrofagocitarios en preparaciones frescas o permanentes de material obtenido de heces disentéricas o por sigmoidoscopia, o indirectamente con la detección de antígenos de parásito en heceP9 o la demostración de anticuerpos específicos en suero.2 DIAGNÓSTICODIFERENCIAL DEL PORTADOR ASINTOMÁTICO DE AMBAS El primer objetivo de este trabajo es describir los criterios que utilizan para diferenciar al portador de arnibas no patógenas de aquél que excreta quistes de E. histolytica y por consiguiente es un reservorio y vehículo de transmisión del parásito hacia la comunidad. Son cinco las amibas que pueden parasitar el colon del hombre: Entamoeba coli, Endolirnax nana, Iodamoeba butschlii, Entamoeba hartmanii y Entamoeba histolytica.1° De éstas sólo la última está reconocida cqmo patógenal1 y, de acuerdo con los estudios de Sargeaunt y col .,l"15 algunas cepas aisladas de portadores asintomáticos y caracterizadas morfológicamente como E. histolytica, pueden considerarse como no patógenas, dependiendo del patrón electroforético de sus isoenzimas o zimodemo al que pertenezca. Todas ellas se transmiten por la vía fecal-oral tras la ingestión de agua y alimentos contaminados con sus quistes. En virtud de que sólo una de las especies mencionadas es patógena, es de vital importancia diferenciarlascorrectamente para evitar que los portadores de aquellas no patógenas sean etiquetados como "portadores de amibas" y se les prescriba un tratamiento antiamibiano injustificado. En el cuadro 116 se resumen las característicasmorfológicas de los quistes de las amibas mencionadas. que permiten diferenciarlas microscópicamente en concentrado de materia fecal. Es recomendable que el concentradode materia fecal para el examen coproparasitoscópico se realice por la técnica de sedimentación con formalina-éter, que ha demostrado ser más eficiente que el método de flotación sulfato de zinc para concentrar y fijar quistes de protozoarios.17Una gota del concentrado, mezclada con una cantidad similar de solución salina y otra gota del mismo concentrado tenida con una gota de Lugol. debe examinarsecon todos los aumentos incluyendo el dc inmersión para observar los detalles.microsc6picos que las caracterizan. Además del concentrado es conveniente fijar una pequeña porción de la muestra (aproximadamente2 g) en alcohol-polivinilpara posteriormente teíiirla y corroborar los hallazgos observados en el concentrado.'' SALUD PÚBLICADE M ~ X I C O . - ... <_ _ ..:" .::. .......... . .. . . . ..:....:..... . . ..... . ._ ._. _ . . _. .: .... ............. . .. .. . . . . . . ..: ............ . . . . . ' .,: ..:. . . . . . . . . . . . ... < ,:..;.s..' ....E...... . . ..:.... . . .. .2 : . . . .. .... ......... . ~ . . . " . . . . . . . . .. .. .. ..... .. ... ............ . . . < .,,' . . . . . ... . . . . . .. . . . . . . .................:<._... . . . . . . . . ..:. :...... :.;:._ .: .'-:-.'. .<., ............. :... . . . ':.':.?:..:.:.....;,',;,.,,f,: ':', .; >:f.. ; ;,,:,:;. , : . . . ". . . . . j. - - . . ' ..: ..>..:L:' ....l.... ::,:,;'::..::': .. . ...... . ......i..(i..(.. ................................ ........::.I ....::.....;:...: .:...' ;:..:.":.":.:.: .:.. . .: . . . . . .CUADRO1 :,,:,':....:;:,: .. . . . ..:.::i.i..................... :.: - ". . ' . . _ . ._,,....._ ............... , ,... " "-.:.. . . , : ..: . : : . . . . . . ,. . . : . . . . . . . . . . . . .: ..... ::::.. ;, ..:..Y ... . ....................... ...... @ ?.,.,:., q a..........:.. c k.y.i.F...g&p&gka . . ...... .. . .amilps . . . que p a r a ~ i pE i $ ' &. ~. h-pnlf ::,:,,: .:., .. : . ::.: ... .: .. .:.... .................. . . . . . . . .:. . . . . . . . . ....................: ... &.las .................. .... .. . . . ... p . i. ; . . : L . <. i' : I < i ' . . ; ; Especie Tamaño* Entamoeba histolytica 10-20 p (12- 15 p) Esférica Entemoeba hartmanii 5-10 p (6-8 P) Esférica Entamoeba coli 10-35 p (15-35 p) Endolimax MM Iodamoeba butschlii Forma Núcleo Cromatina periférica Presente, gránulos finos, distribución regular Cariosoma Pequeño, central Citoplasma Cuerpos cromatoides Glu&geno*** Presentes. barras con extremos redondeados y romos Concentrado en quistes jóvenes. color rojizocafé con Lugol Similar a Similar a E. histolytica Similar a E. &lolytica Similar a E. histolytica Esférica, oval, triangular u otras formas Presente, gránulos gruesos, distribución irregular Grande no central Presentes. forma de astillas con extremos en la punta Similar a E. histolytica 5-10 p (6-8 p) Esférica, oval o elipsoidal Ausente Grande, como mancha, central Ausentes,masas ovales o gránulos Similar a E. histolytica 5-20 p (10-12 p) Oval, triangular, elipsoidal u otras formas Ausente Grande, no central, gránulos refráctiles al Ausentes, ocasionalmente gránulos Masa bien definida. color café oscuro con Lu- E. histolytica *Entre paréntesis se señala el rango de tamaño para cada especie. **En quistes inmaduros pueden observarse menos núcleos. ***En quistes maduros distribuido en forma difusa excepto en 1. bustschlii. Fuente: modificado de Melvin DM y Healy GR.I6 Ahora bien, una vez que se ha encontrado en la preparación un quiste sugestivo de pertenecer al ghero Entamoeba. para simplificar su identificación es conveniente seguir una secuencia predefinida observando las características morfológicas más sobresalientes como el tamaño del quiste, el número de núcleos y la distribución del glucógeno citoplasmático.Evaluando estos tres criterios es posible identificar el quiste,en cuestión en forma rápida y eficiente en el laboratorio clínico sujeto a una carga importante de trabajo. En primer lugar, el quiste debe medirse con el micrómetro ocular previamente calibrado para cada uno de SERJEMBRE-OCTUBRE DE 1990, VOL. 32, NO.5 los objetivos del microscopio. La descripción detallada de la calibración de éste se encuentra fuera del alcancedel presente trabajo, por lo que se recomienda al lector consultar a Smith y Barlett.lgS610 conviene enfatizar que aunque sí es posible intercambiar el mismo micrómetro entre los diferentes microscopios con que se cuente en el laboratorio, dadas las diferentescombinacionesde objetivos y oculares de cada microscopio, la calibración debe efectuarse individualmente en cada uno de ellos. , Como se señala en el cuadro 1, tanto E. nana como E. hartmanii miden menos de 10 p. 10 cual las diferencia fácilmente de E. histolytica. Esto es de particular impor- DIAGNÓSTICO D m N C I A L DE LAS AMIBAS EN M&ICO tancia puesto que E. hartmanii,como se concluye a partir del cuadro 1, es indistinguible morfológicamente de E. histoiytica aun tomando en cuenta los detalles citoplasmáticos y nucleares finos. De hecho esta similitud dio lugar a que hasta 1975a E. hartmanii se le confundiera como la "raza pequeña" de E. histolyticP y que en los estudios epidemiológicos de ambas se incluyeran en la misma categoría. El número de núcleos y la distribución del glucógeno citoplasmáticonos permiten hacer la diferenciaciónentre E. histolytica y las dos amibas restantes que miden 1Opo más, ya que E. coli cuenta con cinco o más núcleos e I. butschlii sólo con uno. Además de su forma característica esta útlima tiene gran afinidad por la tinción de Lugol, debido a que su glucógeno citoplásmicoestá concentrado en una masa bien definida Los métodos más prácticos para estimar la prevalencia de infección por E. histolytica son los exámenes coproparasitoscópicos en busca de portadores del parásito y las encuestas serológicas transversales para conocer el número de personas que, en una población determinada, tienen anticuerpos específicos contra el mismo.21 La discusión que sigue incluye tanto a la E. histolytica, como a las amibas no patógenas, por lo que nos limitaremos a describir los resultados de estudios de prevalencia basados sólo en exámenes coproparasitoscópicos,ya que las amibas no patógenas no dan lugar a una respuesta serológica Sin embargo, por razones técnicas inherentes al metodo de recolecciónde las muestras de materia fecal, su procesamiento y la experiencia del observador -factores que dan lugar a variaciones en la sensibilidad y especificidad de los métodos diagnósticos- así como por la diversidadde criteriosepidemiológicosutilizados en la planeación de estos estudios, la comparación de su resulp o las r conclusiones tados es de dudosa v a l i d e ~ ~ ~lo~que extraídas de dichas comparaciones deben tomarse con reservas. En el cuadro IIZ4-" se resumen los resultados de los estudios de prevalencia de portadores de amibas realizados y publicados en México a partir de 1956.Alrededor de ese año BurrowsZorevisó los criterios que hicieron que la E. hartmanii dejara de ser considerada como la "raza pequeña" deE. histolytica y pasara a ocupar una categoría taxonómica propia. Al no hacerse la difereciación entre ambos parásitos los estudios previos a esas fechas son - menos representativosque los posteriores, con unaprobable tendencia a reportar más casos .falsos positivos de infección por E. histolytica. En el cuadro 11 se observa una gran variabilidad en la, prevalencia de cada una de las amibas reportadas en los diferentes estudios: E. histolytica de 13.9 por ciento a 32.5 por ciento (promedio 23.6%), E. coli de 12.9 por ciento a40.5 por ciento (promedio de 26.1%), E. nana de 3.9 por ciento a 38.4 por ciento (promedio de 18.1%)e l. butschlii de 1.6 por ciento a 9.2 por ciento (promedio 5.4%). Sin embargo, en general se observan dos tendencias en estos estudios: la primera es la menor prevalencia de 1. butschlii con respecto al resto de las amibas reportadas y la segunda es la ausencia de E. hartmanii. La primera tendencia concuerda con lo reportado en la literatura," pero la segunda no, debido a que la E. hartmanii tiene una distribución mundial y, donde se ha buscado intencionalmente, se han encontrado prevalenc i a ~menores o iguales a la E. histolytica.ll De hecho, .utilizandouna técnica de detección menos sensible que el examen coproparasitoscópico, como es el cultivo del parásito,Sargeauntycol. recuperaron a la E. hartmanii en 40 de 125 aislamientos de protozoarios en la Ciudad de México14 y en 13 de 56 aislamientos en los estados de Chiapas y Yucatán.18 Por razones metodológicas estos dos estudios no son comparablescon los resumidos en el cuadro 11, pero demuestran que la E. hartmanii sí existe en México, lo cual ha sido corroboradorecientementepor el autor en muestras recolectadasa partir decohorte de niflos en nuestro país (observaciones no publicadas). El número de sujetos incluidos en los estudios del cuadro 11 representa aproximadamente el 0.1 por ciento de la población nacional hasta 1976:l lo cual hace difícil explicar la ausencia de E. hartmanii como un error de muestreo. Por otro lado, el número de muestras de heces colectadas de cada sujeto y las técnicas utilizadas para concentrarlasson suficientementesensibles para de,mtar al parásito.32 Una explicación poco plausible para la falta de reportes de portadores de E. hartmanii en México hasta 1980, año en que la reportaron Sargeaunt y col.:4 sería que este parásito fue introducido al país entre 1976 y 1980, y por esta razón no aparece en los estudios recopilados en la revisión de Tay y col.n En ese caso esperaríamos que se hubiera reportado en los estudios posteriores a 1980 mencionados en el cuadro 11. Otro aspecto que llama la atención en el cuadro 11 es que en el estudio de Valdez y en el que nose repor/ SALUD POBLICA DE &ICO Autor (Ref. 24-30) No. de Muestras. Delgado y Avila (1971) 3 Método de Concentración No. de sujetos estudiados Eh* Faust Parásitos observados (%) . . I'D* Eht* En* 14.9 6.9 NR Arellano (1972) NR Ferreira 3.9 2.1 NR Del Villar y col. (1978) NR Faust NR 1.6 NR 14 9.2 NR Tay y col. (1978)b C Faust y Ferreira Salazar y col. (1981) ,3 Faust Valdéz y col. (1982) 3 Faust Alonso (1983) 3 Ferreira Total Tres muestras en días diferentes. Revisión de literatura de 1956 a 1976 con 20 referencias. c De 1 a 3 muestras o más dependiendo de cada estudio. d Los sujetos de Delgado y Avila. y de Arellano están incluidos en larevisión de Tay y col. * Qi: E. histolytica; Ec: E. coli; En: E. nana; Ib: I . butschlii; Eht: E. hartmarumarui. NR: no reportado. a b tan otras amibas aparte de E. histolytica y E. coli, se reporta La prevalencia más alta de E. histolytica. Todo lo anterior sugiere que en los estudios resumidos en el cuadro 11 a la E. hartmanii se le clasificó como E. histolytica o como E. nana, dado que las tres arnibas cuentan con quistes tetranucleados y que no se consideraron otros criterios morfológicos como el tamaño o los detalles nucleares para diferenciarlas Desafortunadamente, no contamos con elementos objetivos para comprobar o descartar esta última posibilidad. . ENCUESTA SOBRE EL DIACN~S!~CO DIFERENCIAL DE LAS AMIRAS A fin de investigar el estado actual en el diagnó'stico diferencial de las arnibas en la Ciudad de México, el autor SEPIIEMBRG-OCTüBREDE 1990, VOL. 32, No. 5 aplicó una encuesta en ocho instituciones hospitalarias del tercer nivel de atención, no porque a éstas acuda el grueso de la población potencialmente portadora de estos parásitos, sino porque este tipo de instituciones cuenta con el personal y el material técnico que los hace centros de referencia para problemas diagdsticos y terapéuticos, además de que tienen un rol normativo sobre el resto de las instituciones con recursos menos sofisticados. La encuesta fue aplicada por el autor en forma de enttevisía al responsable del laboratorio clínico o al personal a cargo de la realización de los exámenes coproparasitoscópicosen cada institución visitada. En las ocho instituciones incluidas se contó con la participación del primero o de los segundos. Las preguntas que comprenden la encuesta fueron las siguientes: DIAGN~STICODIFERENCIAL DE LAS AMIBAS EN ~ I C O 1. ~Usted(es)usa@) algún método para concentrar los quistes de protozoaFios en las.muestras de materia fecal? ¿Cuál método? 2. ¿Hace examen microscópico directo de la muestra? ¿Con qué la tifíe? 3. @ l n t a s muestras se le piden a cada paciente' 4. ~Cdmodiferencian los quistes de E. hisrolytica de los deE. hartmanii? Si la respuestaera "por tamaño" se les hizo la quinta pregunta. Si la respuesta era ''por morfología" no se les hizo tal pregunta. 5. ¿Cómo los miden? 6. ¿Reportan como "portador de amibas" los casos con quistes tetranucleadoscuya morfología es compatible con los de E. histolytica ? Las respuestas obtenidas se resumen en el cuadro 111, del que se desprenden las siguientes ccinclusiones: En todas las instituciones encuestadas se examinan tres muestras de materia fecal por paciente y se utiliza un procedimiento de concentración con quistes de protozoario~,lo que aumenta las posibilidades de detectarlos. En s610 una de ellas se realiza el diagnóstico diferencial entre E. histolytica y E. hartmanii, pero sólo con, bases morfológicas. Esto no es suficientepues, como se mencionó antes, la similitud entre ambos parásitos obliga a la medición de sus quistes a fin de diferenciarlos; correctamente, de otra manera la especificidad del examen disminuye. Por último, en todas las instituciones encuestadas se reportan como "portadoresde amibas" a todos los pacientes que excretan quistes que morfológicamente son compatibles con los de E. histolytica, lo que sugiere que a los portadores de la E. hartmanii se les diagnostica como casos falsos positivos de amibiasis intestinal. La amibiasis es endémica en México igual que en otros países en desarrol10.~~ Sin embargo, los resultados de los estudios epidemiológicos basados en exámenes copmparasitoscópicos realizados y publicados en nuestro país,%%sugieren que la prevalencia de la infección por E. histolytica es menor a la descrita, ya que no se reportan portadores& la amiba no patógena E. harmani.i. En otras palabras, es muy probable que los portadores de este último parásito, cuyaexistenciaen M6xico se demostr6 en los estudios de Sargeaunt y col.,'4." se hayan caracterizado como casos falsos positivos de amibiask Respuesta ** Pregunta * l. Método de c o n c e n w 6 n de quistes 2. Examen micmdpico de muestra directa-tincih Sí: l/Lugol No: 7 3. Número de muestras solicitadas a cada paciente 3 muestras: 8 4. cómo diferencian los quistes de la E. histolytica de los de la E. hattmanii? Por morfología: 1 No los diferencian: 7 5. ¿Cómo los miden?*** No los miden: 7 6. reportant todos los caso^ con quistes compatibles con E. histolytica como "portadores de amibas"? Sí: 8 *Véase texto para la descripcih sobre detalles de la encuesta. **Respuestas de las ocho instituciones incluidas en la encuesta. *** Al encuestadoque respondi6 "por morfología" no se le hizo la pregunta No. 5. intestinal asintomática. Situaciones similares han reportado previamente Spencer y col. en El Salvadof13y Krogstad y col. en Estados Unidos." Por otro lado, la encuesta realizada por el autor en varios hospitales en la Ciudad de México, muestra que en la mayoría de ellos no se hace el diagnóstico diferencial entre ambos parásitos. Aunque estos resultados no son extrapolables a todas las institucioneshospitalarias del país sí son de tomarse en cuenta, ya que un número considerable y hasta ahora desconocido de portadores de E. hartmanii son etiquetaSALUD P~BLICADE ~ I C O dos como casosde amibiasis asintomática,probablemente sujetos a un tratamiento médico injustificado durante tres sem!mas -no libre de efectos secundarios-35y con repercusión económica sobre el paciente o la institución asistencial responsable. Tal como lo sugirieron Martínez-Palomo y Martínezalgunas de las estrategias fundamentales para lograr el control de la amibiasis a nivel mundial son la realizaci6n de encuestas epidemiológicas y el desarrollo de inmunoensayos para la detección de anrígenos del parásito en heces. instrumentos que facilitarían la reali- Neal RA. Phylogeny: the relaticmship of Entanoeh Wolytica to morphologicaily similar amoebae of the fm-nucleate cyst group. In:Ravdin n.comp. 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