Comentarios de Coyuntura Económica Año 22 / Número 10 / Julio 2009 Índice 1 La resaca de la crisis 5 ¿Es viable la aparición de una moneda de reserva alternativa? 8 Indicadores económicos Fecha de cierre: 25 de junio de 2009 El FMI pronostica para 2010 una expansión del PIB mundial no superior al 2,5%. La resaca de la crisis Más que invertir esfuerzos en adivinar cuándo tocaremos fondo, parece más interesante describir las condiciones de vitalidad con las que la economía mundial va afrontar el reto de la recuperación. A este ejercicio, dedicamos este número de Comentarios de Coyuntura. Las previsiones de casi todos los "think tanks" y organismos internacionales apuntan hacia la primera mitad de 2010 como punto en el que la profunda crisis de nuestros días puede tocar fondo y la actividad económica flexionar hacia una recuperación. Así lo indican –por ejemplo– los análisis del FMI, pero también los de la OCDE, la Comisión Europea y otras instituciones del mismo o parecido tenor. Quizá tengan razón. Es más: ojalá la tengan. Pero, además de identificar cronológicamente el punto de inflexión de la crisis, en Comentarios de Coyuntura opinamos que sería importante describir las condiciones de vitalidad con las que la economía mundial vaya a afrontar ese reto de la recuperación. Aceptemos que en un año podemos estar superando la crisis, pero ¿en qué situación de partida nos encontraremos entonces?, ¿con qué intensidad y a qué ritmo podremos superar la obligada convalecencia? Una recuperación vacilante En cuanto a 2011, la lógica apunta, en el mejor de los casos, a una tibia senda de recuperación. Todo parece indicar que la tasa de crecimiento económico –aun entrando en zona positiva– puede tardar años en recuperar los niveles anteriores a la crisis actual. El propio FMI pronostica para 2010 una expansión del PIB mundial no superior al 2,5% aunque al menos ello supone una corrección alcista de medio punto respecto a sus previsiones de abril. En Estados Unidos, la tasa de crecimiento esperada para el próximo año es muy baja o prácticamente nula, y la Comisión Europea prevé un comportamiento todavía ligeramente negativo (-0’1%) al final de esta década, tanto en la eurozona como en el conjunto de la UE, aunque el BCE publica proyecciones algo peores. Menos boyantes son aún las previsiones para Japón, cuya economía apenas experimentará recuperación alguna. En cuanto a 2011, nadie ha publicado aún previsiones fundamentadas, pero la lógica apunta, en el mejor de los casos, a una tibia senda de recuperación. Contribuyen a ello varios factores, que quizás aparezcan con mayor claridad si descendemos a considerar separadamente los distintos sumandos del cuadro macroeconómico general y nos detenemos a examinar las estimaciones formuladas para cada uno de ellos. Así, las perspectivas del consumo privado permiten dibujar un escenario de cierta recuperación, pero no muy rápida y, desde luego, no muy intensa. Es preciso recordar que la generación de empleo se produce siempre con un cierto "gap" temporal respecto a la recuperación del PIB, mientras que las condiciones del mercado de trabajo van a hacer muy improbable cualquier aumento sustantivo de los salarios en el horizonte inmediato. Las Comentarios de Coyuntura Económica Julio 2009 Los consumidores pueden mantener una actitud de fuerte sensibilidad a los precios, como la que vienen aplicando desde el principio de la crisis. La construcción inmobiliaria no recuperará ritmos de crecimiento importantes hasta que el mercado absorba el amplio stock de viviendas no vendidas, que alcanza todavía niveles muy altos en Estados Unidos, Reino Unido, España, Irlanda y otros países. La experiencia indica que cuando la inversión de bienes de equipo se recupera lo hace con mayor intensidad que cualquier otro renglón del cuadro macroeconómico, pero existen muy pocas probabilidades de que ello ocurra en 2010. 2 rentas del trabajo no podrán, pues, imprimir un impulso excesivo a la demanda de los consumidores, quienes, en función de la experiencia reciente, tenderán previsiblemente a prorrogar, más allá del horizonte de 2010, el proceso de "desendeudamiento" en el que hoy se encuentran empeñados. Es posible que la demanda de algún bien de consumo duradero (en especial automóviles) responda favorablemente a la batería de estímulos fiscales arbitrados para ello en diversos países. Sin embargo, la demanda de otros bienes del mismo renglón (como mobiliario, electrodomésticos, etc.) se mantendrá en un estado de marcada atonía hasta que se recupere el sector de la construcción inmobiliaria, al que se encuentran tan estrechamente vinculados. Tal recuperación –parece obvio– tardará algunos años en manifestarse con nitidez. En general, y hasta que las cosas parezcan más claras, los consumidores pueden mantener una actitud de fuerte sensibilidad a los precios, como la que vienen aplicando desde el principio de la crisis. cado absorba el amplio stock de viviendas no vendidas, que alcanza todavía niveles muy altos en Estados Unidos, Reino Unido, España, Irlanda y otros países. El tiempo (quizás años, no meses) constituye aquí una variable fundamental, por lo que cabe esperar una aportación muy pequeña de este renglón a la revitalización general de la economía. Curiosamente, el gasto de consumo de las Administraciones públicas (sueldos y salarios más compras de bienes y servicios), no ha perdido su dinamismo en la crisis, pero en términos absolutos no pesa lo suficiente en el cuadro macroeconómico como para compensar la atonía del gasto de las familias. En efecto, el consumo público apenas representa la cuarta parte del privado y menos de un 15% del PIB total en la mayoría de los países. Además –como más tarde señalamos–, el intenso déficit de los presupuestos gubernamentales permitirá escasas alegrías en el gasto público, cualquiera que sea la naturaleza del mismo. El capítulo de bienes de equipo ha experimentado una fuerte y sorprendente corrección a la baja durante los largos meses de crisis ya transcurridos. La necesidad de su renovación parecería, por tanto, augurar una recuperación inequívoca. Puede que sea así en un horizonte a largo plazo, pero en el período inmediato (quizá hasta después de 2011) existen elementos que van a frenar su dinamismo, por muy deseable que éste sea. En efecto, durante los años de expansión económica, muchas empresas incurrieron en un apalancamiento a todas luces excesivo, y la necesidad de restablecer el equilibrio financiero en sus balances tenderá a frenar, en sus presupuestos, cualquier tendencia de aumento para los gastos de inversión ("capex"). Ésa sería, al menos, la tendencia previsible en el corto y medio plazo, un proceso que –en todo caso– habrá de verse también lastrado por la situación convaleciente del sector bancario y de los mercados de capitales. Ciertamente, la experiencia indica que cuando la inversión de bienes de equipo se recupera, lo hace con mayor intensidad que cualquier otro renglón del cuadro macroeconómico, pero existen muy pocas probabilidades de que ello ocurra en 2010 y, previsiblemente, tampoco sucederá en los meses inmediatamente posteriores. Respecto a los capítulos correspondientes a la inversión ("formación bruta de capital"), las expectativas más razonables tampoco permiten suponer que la recuperación vaya a producirse con rapidez ni con particular intensidad. La construcción no residencial, especialmente la asociada al sector público, puede ciertamente experimentar un impulso significativo, en la medida en que los planes de renovación de infraestructura, anunciados en Estados Unidos y otros países, se lleven finalmente a cabo dentro de los calendarios previstos. Sin embargo, la construcción inmobiliaria no recuperará ritmos de crecimiento importantes hasta que el mer- Restaría solamente considerar los renglones del cuadro macroeconómico relativos al comercio internacional de bienes y servicios. En los países que durante los años de expansión acumularon un fuerte déficit externo (de nuevo, Estados Unidos, España, Reino Unido, Irlanda, etc.) se ha observado una fuerte contracción de las importaciones, asociada al hundimiento de la demanda doméstica (consumo e inversión). Ello ha servido para maquillar, en sus datos del PIB, la verdadera intensidad de la retracción experimentada por su respectivo gasto interno. Pero, para muchos otros países, el fenómeno constituye precisamente uno de los cauces de Comentarios de Coyuntura Económica Julio 2009 contagio de la crisis. Tal sería el caso de Japón, Alemania o China (segunda, tercera y cuarta economía del mundo), quienes claman hoy por una recuperación internacional que restablezca sus mercados de exportación. Sin embargo, no resultaría en absoluto conveniente que la reactivación de la economía mundial se llevara a cabo sobre los desequilibrios externos que caracterizaron el anterior período de expansión y que, en gran medida, explican el agotamiento posterior del mismo. Existe hoy una conciencia más clara sobre los riesgos que los desequilibrios internacionales comportan y, en consecuencia, una mayor determinación para evitar que puedan volver a producirse en el futuro inmediato. Ello inevitablemente significa que los países deficitarios tratarán de evitar una recuperación precipitada que les lleve a incurrir de nuevo en fuertes desequilibrios externos. A su vez, los países que tradicionalmente mantienen superávit en sus cuentas exteriores habrán de confiar su recuperación económica a la propia demanda interna. China parece que lo está logrando parcialmente, pero Japón y Alemania tendrán posiblemente dificultades más serias para reorientar sus economías en esa dirección. Cambiar todo un modelo económico, mantenido durante décadas de éxito, requiere un tiempo que no puede medirse en semanas ni meses, sino en años de prolongada y dura reconversión. Por lo demás, difícilmente se van a producir, en los años próximos, grandes avances hacia la globalización ni, en consecuencia, hacia una gran expansión –equilibrada o no– en el comercio internacional. En las pasadas reuniones del G-20, así como en todas sus manifestaciones públicas, los gobiernos han expresado compromisos verbales en contra del proteccionismo y a favor de reactivar la llamada "ronda Doha" de liberalización comercial, pero no han sido pocos los países que, al mismo tiempo, vienen estableciendo medidas restrictivas para las trans­acciones internacionales o, al menos, distorsionadoras para la libre movilidad de bienes, servicios y capitales. La Administración Obama constituye, a estos efectos, una triste muestra y una negativa referencia. La economía mundial habrá de pagar tales actitudes, en términos de una recuperación más lenta y menos intensa de lo deseable. Otros riesgos Además de los condicionamientos –hasta aquí enumerados– del cuadro macroeconómico general, que suponen otros tantos obstáculos para una reactivación inmediata de la economía, hemos de considerar otras circunstancias relevantes del entorno mundial. Lo cierto es que la propia intensidad de la crisis, y en muchos casos las medidas adoptadas para tratar de superarla, han supuesto un shock sin precedentes en la economía global, y han generado perturbaciones que habrán de suponer un pesado lastre para la futura recuperación. Nos referimos especialmente a tres de esas circunstancias. En primer lugar, el sistema financiero internacional dista mucho todavía de haber recuperado una aceptable normalidad. En el transcurso de muy pocos meses, desaparecieron o fueron absorbidas varias de las entidades de referencia en el sector bancario mundial, especialmente en el ámbito de la banca de inversión. Otros bancos fueron de facto nacionalizados, tras reconocer una situación próxima a la insolvencia, por más que esas intervenciones de los gobiernos en la actividad financiera apenas resolvieran los problemas de capacidad gerencial en las instituciones afectadas e introdujeran, además, serias distorsiones en la competencia financiera internacional. Nadie perece dudar de que, respecto a la actividad bancaria, existe en muchos países un exceso de capacidad instalada y de que, en definitiva, se hace necesaria una reestructuración general del sistema financiero. Algunas fuentes del sector calculan que en Estados Unidos deben desaparecer no menos de 700 bancos, que en Reino Unido deben producirse varias fusiones, y que la Europa continental apenas ha comenzado a afrontar el necesario saneamiento de su sistema bancario. Si a ello añadimos las incertidumbres generadas en el sector bancario por los anuncios de nuevas regulaciones, así como una actitud más estricta por parte de los organismos supervisores, y la necesidad de valorar con mayor rigor profesional los riesgos de operaciones activas, podremos comprender que el sistema financiero no está aún en condiciones de apoyar la recuperación de la economía real mediante un flujo crediticio Existe hoy una conciencia más clara sobre los riesgos que los desequilibrios internacionales comportan y, en consecuencia, una mayor determinación para evitar que puedan volver a producirse en el futuro inmediato. Difícilmente se van a producir, en los años próximos, grandes avances hacia la globalización ni hacia una gran expansión en el comercio internacional. La propia intensidad de la crisis, y las medidas adoptadas para tratar de superarla, han supuesto un shock sin precedentes en la economía global, y han generado perturbaciones que habrán de suponer un pesado lastre para la futura recuperación. Algunas fuentes del sector calculan que en Estados Unidos deben desaparecer no menos de 700 bancos, que en Reino Unido deben producirse varias fusiones, y que la Europa continental apenas ha comenzado a afrontar el necesario saneamiento de su sistema bancario. 3 Comentarios de Coyuntura Económica Julio 2009 Los tipos de referencia permanecen próximos a cero en Estados Unidos, Japón y Reino Unido, mientras se han reducido al 1% en la eurozona. Tan pronto como el multiplicador de créditos y depósitos comience a recuperar un ritmo normal, podrían aparecer riesgos inmediatos de inflación convencional, o de la llamada "inflación de activos". La corrección del déficit presupuestario no dejará de tener efectos seriamente contractivos sobre la demanda agregada, precisamente cuando las economías empiecen a ofrecer los primeros síntomas de reanimación. 4 amplio y sostenido. Pasarán meses –quizá bastantes– hasta que ello sea posible. Una segunda fuente de condicionantes para la rapidez e intensidad de la recuperación viene constituida por el escenario de permisividad monetaria generado, desde el principio de la crisis, por los propios bancos centrales. Los tipos de referencia permanecen próximos a cero (es decir, dinero regalado) en Estados Unidos, Japón y Reino Unido, mientras se han reducido al 1% en la eurozona. Ello ha supuesto la generación de un auténtico "tsunami" de base monetaria, ampliado además por actuaciones no convencionales de los bancos centrales, tales como la compra masiva de deuda pública o la adquisición de papel privado en cantidades ingentes. Mediante una actuación de tal permisividad, las autoridades monetarias han tratado de satisfacer la fuerte demandada de reservas líquidas por parte del sistema financiero, es decir, han tratado de compensar el súbito desplome del denominado "multiplicador bancario". No puede afirmarse que esa política monetaria haya carecido de racionalidad, pero es evidente que comportamientos tan anómalos no pueden mantenerse indefinidamente por parte de los bancos centrales. Tan pronto como el multiplicador de créditos y depósitos comience a recuperar un ritmo normal, podrían aparecer riesgos inmediatos de inflación convencional, o de la llamada "inflación de activos" (nuevas burbujas). Se hará, pues, necesario enjugar rápidamente ese exceso de dinero primario y elevar de nuevo los tipos de interés a cotas más normales, lo que no dejará de ejercer un efecto de freno sobre la recuperación de la economía real durante varios meses. Por último, no puede dejar de considerarse que la mayoría de los gobiernos están generando un déficit presupuestario sin precedentes, en su intento de compensar el hundimiento del gasto privado mediante una clara hiperactividad del sector público, más allá de lo que aconsejarían los simples "estabilizadores automáticos" de la economía. Cualquiera que sean sus ventajas o deméritos, esa actitud, decididamente keynesiana, llevará el déficit público norteamericano –por ejemplo– a una cota superior al 14% del PIB en 2010, es decir, a unos niveles sin precedentes en tiempo de paz. En Japón, el déficit del sector público ascenderá en las mismas fechas al 9% del PIB, mientras en el conjunto de la Unión Europea no será inferior al 7%, a pesar de los límites impuestos por el llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En algunos países concretos de la Unión, como Reino Unido y España, los déficit ascenderán al 14% y al 10% del PIB, respectivamente, una situación a todas luces insostenible. Es obvio que tales déficit no pueden mantenerse indefinidamente. Su obligada corrección pasará por un incremento de los ingresos tributarios o por una disminución significativa del gasto público, tanto de consumo como de inversión. En todos los casos, la corrección del déficit presupuestario no dejará de tener efectos seriamente contractivos sobre la demanda agregada, precisamente cuando las economías empiecen a ofrecer los primeros síntomas de reanimación. Puede –en definitiva– que la economía mundial se encuentre ya próxima a un punto de inflexión. Pero todo parece también indicar que se encamina hacia una dilatada y difícil convalecencia. Comentarios de Coyuntura Económica Julio 2009 ¿Es viable la aparición de una moneda de reserva alternativa? ¿Puede el renminbi sustituir al dólar como moneda de reserva? La historia ya vivió un cambio en el siglo XIX cuando la libra esterlina sustituyó al dólar… pero también en aquel entonces se necesitó tiempo para ganar la confianza del mercado. ¿Señales de cambio de paradigma en la política monetaria mundial? Durante gran parte del siglo XIX, la libra esterlina fue la principal moneda de reserva, hasta que se produjo el declive del Imperio británico y el dólar americano le sustituyó en el siglo XX. En el siglo XXI las primeras indicaciones sugieren un cambio de guardia en el sistema mone- tario internacional en el que el renminbi chino amenaza con sustituir al dólar americano. Sin embargo, existen serias dudas sobre si el renminbi puede realmente reemplazar al dólar antes de la próxima década. La historia demuestra que se necesita bastante tiempo para que los distintos agentes alcancen el grado de confianza suficiente para llevar a cabo transacciones comerciales en una nueva moneda o para que acumulen reservas de ésta. Existen serias dudas sobre si el renminbi puede realmente reemplazar al dólar antes de la próxima década. La idea de que China apueste por una moneda de reserva alternativa al dólar toparía con considerable resistencia, ya que esto reduciría de manera importante la capacidad de Estados Unidos de financiar sus déficits presupuestario y comercial. 5 Comentarios de Coyuntura Económica Julio 2009 Conflictos de interés China está creando swaps de divisas con Argentina, Bielorrusia e Indonesia, y está permitiendo que las instituciones financieras de Hong Kong emitan bonos denominados en renminbi. Para Estados Unidos, la sustitución del dólar por el renminbi a medio plazo implicaría que el elevado coste de los préstamos desencadenaría una ralentización del consumo, la inversión y el crecimiento. Estados Unidos ha pasado de ser un acreedor neto desde la Segunda Guerra Mundial a ser un deudor neto en el siglo XXI. 6 La idea de que China apueste por una moneda de reserva alternativa al dólar toparía con considerable resistencia, ya que esto reduciría de manera importante la capacidad de Estados Unidos de financiar sus déficits presupuestario y comercial. El peso de la responsabilidad provocado por la caída del dólar ha sido asumido hasta ahora por sus acreedores, que dan crédito en la misma divisa. El hecho de que los precios de los productos básicos estén en dólares también implica que las importaciones a Estados Unidos no se encarecen cuando cae el dólar. Si los países diversificasen sus divisas de reserva, el crédito le resultaría más caro a Estados Unidos. En la actualidad, el 67% de las reservas de divisas mundiales están en dólares americanos. Existen, además, otros factores que hacen poco viable que el renminbi se convierta en una moneda regional alternativa en Asia. Por ejemplo, China tendría que eliminar las restricciones sobre el dinero que entra y sale por sus fronteras, hacer que la moneda fuese totalmente convertible para transacciones comerciales y aumentar la liquidez y transparencia de su mercado de valores de renta fija. Por otro lado, la prueba de que China va en serio está en el hecho de que está creando swaps de divisas con Argentina, Bielorrusia e Indonesia, y que está permitiendo que las instituciones financieras de Hong Kong emitan bonos denominados en renminbi. Este es un paso importante en la creación de un mercado nacional e internacional significativo para su moneda. Para Estados Unidos, la sustitución del dólar por el renminbi a medio plazo implicaría que el elevado coste de los préstamos desencadenaría una ralentización del consumo, la inversión y el crecimiento. Para Asia, realizar transacciones en renminbi fomentaría un auge del comercio regional. Para China, por otra parte, implicaría la adopción de un papel muy similar al de Alemania en la UE, caracterizado por la subvención de los países de la región económicamente más débiles. En resumen, supondría un cambio de enfoque en el que los intereses nacionales darían paso al bienestar colectivo. Otro desafío importante al que China se ha enfrentado en el pasado ha sido la barrera política de colaborar con Japón, su adversario histórico en el desarrollo de una Unidad Monetaria Asiática y el único país de la región con experiencia en finanzas internacionales. El cuadro de la siguiente página resume los intentos formales de creación de una moneda regional asiática. La fragilidad de la estructura monetaria internacional actual, provocada por la crisis financiera, ha reabierto el debate. Contradicciones y problemas del sistema monetario internacional actual Estados Unidos ha pasado de ser un acreedor neto desde la Segunda Guerra Mundial a ser un deudor neto en el siglo XXI, mientras que China se ha convertido en un país acreedor con un fuerte crecimiento, bajos niveles de deuda relativa al PIB e importantes superávits por cuenta corriente. A finales de la década de los ochenta, las reservas de divisas de China se estimaban en unos 167 millones de dólares. En la actualidad, las reservas de divisas de China se sitúan en torno a los dos billones de dólares, de los cuales aproximadamente 1,5 billones están invertidos en activos denominados en dólares, principalmente bonos del Tesoro de Estados Unidos y valores extranjeros semi-soberanos emitidos por Fannie Mae y Freddie Mac. Con la crisis financiera mundial de 2008, China centra todas las miradas por su enorme acumulación de dólares en forma de reservas de divisas. El Gobierno chino está muy preocupado por la seguridad de sus inversiones en los Estados Unidos, por razones más que comprensibles. Sin embargo, incluso en plena recesión mundial no parece haber indicaciones de que China vaya a dejar de acumular dólares americanos, ya que los temores sobre el futuro de la Unión Monetaria Europea hacen que el euro sea percibido como menos estable aún que el dólar. Para compensar la vulnerabilidad creada por la proyectada disminución del valor del dólar, la clase política de Beijing está presionando para adquirir un mayor papel en el comercio internacional mediante el uso de los derechos especiales de giro, desarrollados por el Fondo Monetario Internacional en 1969, aún conscientes de que Estados Unidos tiene derecho de veto sobre Comentarios de Coyuntura Económica Julio 2009 cualquier decisión del FMI. De ahí que la postura china se pueda interpretar como una señal de aviso a Estados Unidos más que como algún tipo de amenaza o instancia inmediata de reforma en la política monetaria mundial. China pronto deseará que el renminbi se incluya en la nueva divisa internacional, descrita por el presidente del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, como una moneda de reserva "supersoberana", no perteneciente a ninguna nación en particular e integrada por derechos especiales de giro (una cesta de dólares, euros, libras esterlinas y yenes), y que serviría como medio de pago en el comercio bilateral. Es poco probable que la actual estructura monetaria cambie en el futuro inmediato, pero las grietas en el sistema se hacen más visibles y es sólo cuestión de tiempo que la influencia del dólar como reserva de divisas dominante se vea reducida por el resurgimiento de China. China pronto deseará que el renminbi se incluya en la nueva divisa internacional, descrita por el presidente del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, como una moneda de reserva "super-soberana". Es poco probable que la actual estructura monetaria cambie en el futuro inmediato. 7 Comentarios de Coyuntura Económica Año 22 / Número 10 / Julio 2009 Indicadores económicos Producción y Demanda Último Período Variación Interanual 2009/2008 Último Dato 2009 Tendencia Índice de producción industrial España (1) Abril -13,9 -19,7 Menor caída Índice de producción industrial área euro (1) Marzo -6,9 -17,4 Caída acelerada Matriculaciones de turismos España Mayo -38,6 -38,8 Menor caída Consumo de energía eléctrica España Mayo -4,6 -8,2 Menor caída Consumo de cemento España Abril -36,2 -39,6 Paro registrado España (INEM) Mayo 40,6 53,8 Al alza Tasa de paro España (EPA) (2) 1er trim. 13,2 16,7 Al alza 2,3 -0,9 Desaceleración Caída acelerada Empleo Precios y Salarios Índice de precios de consumo España (IPC) Mayo IPC armonizado área euro Mayo 3,5 0,0 Desaceleración Salarios en convenio España Mayo 3,2 2,7 Desaceleración Mercados Financieros Dinero (M3) área euro Abril 7,8 4,9 A la baja Interés interbancario a tres meses área euro (3) Mayo 3,7 1,3 A la baja Interés deuda a 10 años área euro (3) Mayo 4,1 4,2 Al alza Interés créd. banc. + de 1 año, empresas, zona euro (3) Marzo 5,9 5,1 A la baja Valor de las exportaciones balanza de pagos área euro (4) Marzo 1.501,4 111,0 Al alza Valor de las importaciones balanza de pagos área euro (4) Marzo 1.511,3 108,1 Al alza Saldo balanza comercial balanza de pagos área euro (4) Marzo -9,9 2,9 Al alza Tipo de cambio dólar/euro (5) Mayo 1,365 Euro apreciándose Sector Exterior 1,323 Las cifras son tasas de crecimiento, en porcentaje, a menos que se indique otra cosa. (1) Corregido por calendario. (2) Porcentaje de parados sobre población activa. (3) En porcentaje. (4) En millardos de euros. (5) Número de dólares por euro. Último Período: último período al que se refieren los datos. Variación Interanual: tasa de cambio acumulada a lo largo de los últimos 12 meses. Último Dato: variación anual del último mes (o trimestre). Comentarios de Coyuntura Económica Consejo de Redacción: Pedro Videla, Antonio Argandoña, José Manuel Campa, Jordi Canals, Javier Díaz-Giménez, Javier Gómez Biscarri, Nuria Mas, Alfredo Pastor, Sanjay Peeters, Juan José Toribio y Xavier Vives. ISSN: 1133-4010, Depósito legal: B. 22.561-1988. Publica: División Publicaciones IESE, Avda. Pearson 21, 08034 Barcelona, España. Tel.: 93 253 42 00, Fax: 93 253 43 43 [email protected], www.iese.edu Copyright © IESE. Prohibida la reproducción, total o parcial, sin el permiso escrito de la redacción. 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