Trabajo final despues del congreso

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RESPONDE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS
1. ¿Cómo se relaciona la temática del Congreso y los distintos talleres seleccionados con
los aprendizajes propios de la orientación y especialmente con Formación para la vida
y el trabajo?
2. ¿Qué conocimientos, habilidades, actitudes y valores les ha permitido adquirir o
fortalecer la participación a este Congreso y que resultan necesarios para la inclusión,
el desempeño y el sostenimiento de una actividad laboral?
3. ¿Qué punto de relación encuentran entre el artículo del diario La Nación “Formación
en valores” con la experiencia ofrecida por la Fundación Inclusión Social?
4. ¿Te hubiera gustado ser voluntario en este congreso o te interesaría pertenecer a una
ONG? ¿por qué? Fundamenta tu respuesta considerando la disertación de los
panelistas de la mesa de debate y reflexión al cierre del congreso.
5. ¿Cuáles fueron las ventajas y desventajas que encontraron en esta propuesta de
Formación /capacitación extra escolar?
6. Sugerencias
Jóvenes en riesgo
Formación laboral con valores
Las ONG que ayudan a los jóvenes a conseguir trabajo se concentran más en
temas como la confianza y la responsabilidad que en lo técnico
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Las organizaciones que capacitan a jóvenes de bajos recursos para su inserción laboral están
virando su foco hacia temas como la confianza, la responsabilidad y la perseverancia, más
que en la formación técnica.
Según estudios recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la
Argentina hay cerca de 1,6 millones de personas de entre 14 y 24 años que no han
concluido sus estudios secundarios, no tienen empleo y tampoco lo están buscando. Estos
chicos representan al 20% de la franja etaria total del país.
Frente a este contexto, desde hace tiempo se implementan estrategias diversas de
capacitación en oficios, idiomas, computación y demás habilidades que buscan paliar el
déficit de formación, pero que también contemplan todo lo que atraviesan y viven estos
jóvenes. "El obstáculo entre las empresas y los jóvenes es actitudinal: Las organizaciones
están dispuestas a cubrir puestos con jóvenes de 18 años y secundario completo, y a
capacitarlos en los aspectos técnicos. Lo que les cuesta es encontrar personas con la actitud
adecuada", sostiene Patricia Pérez, directora en la Argentina de Fondation Forge,
organización de origen suizo que busca crear un puente entre los jóvenes de 16 a 19 años de
familias de bajos recursos que están terminando el colegio secundario y buscan un primer
empleo de calidad.
"Los jóvenes vienen a organizar su vida cotidiana y laboral promoviendo a su vez el
desarrollo de su familia y su comunidad. Pero esta esperanza contrasta con la dificultad que
poseen para resolver los obstáculos personales que se presentan en el proceso de inserción
laboral", afirma Marcelo Koyra, director de la Fundación Crear desde la Educación Popular,
que brinda cursos de formación laboral para jóvenes de bajos recursos de entre 18 y 25 años
en la ciudad de La Plata y sus alrededores.
"Los jóvenes no sólo se insertan en un mundo laboral más precario, sino que su relación con
ese mundo también es más endeble y temporaria", sostiene Claudia Jacinto, socióloga y
directora de la Red Etis, dedicada a la investigación de alternativas educativas y de
inserción laboral de sectores marginados en América latina.
EMPLEO DE CALIDAD
Otto tiene 20 años y vive en Bernal con su familia. Comenzó a trabajar a los 17 en un taller
de chapa y pintura, y cuando estaba en 3º año del polimodal hizo la formación de Forge en
el turno noche, viajando hasta Barracas tres veces por semana. Así consiguió su primer
trabajo en blanco: hoy es empleado de Sodexo y trabaja como camarero de internación de
Psiquiatría en el Hospital Italiano.
Pero más allá de su empleo, Otto destaca la confianza que ganó a lo largo de la formación y
la posibilidad de aprender del error. "En grupo siempre me retraía, me sentía menos que los
otros, pero aprendí a no hacerlo. Todos son similares a mí", afirma, y cuenta cómo a través
de la teatralización de ciertas situaciones logró ir perdiendo la vergüenza. "Me fui animando
porque los capacitadores nos hacían equivocarnos e incluso se equivocaban ellos, para
mostrarnos que podemos seguir a pesar del error. Eso nos fue distendiendo", agrega.
Otto forma parte del 76% de los graduados de Forge que accedió a un empleo de calidad y
al 84% de ellos que actualmente permanece en su puesto de trabajo.
Pero estos empleos los consiguen, en gran medida, porque al finalizar la formación los
jóvenes son presentados a una red de más de 120 empresas.
Este puente con las empresas es un componente diferencial de este tipo de organizaciones,
porque acercan a los chicos a un mercado laboral al que no podrían llegar por sí solos.
En ese esquema, otro aspecto complementario es el seguimiento y las tutorías, una vez que
los jóvenes han conseguido empleo.
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
"No hay empleos de calidad para los chicos con el secundario incompleto. Y eso es muy
grave en un país donde la mitad de los chicos no lo terminan", sostiene Jacinto. Por eso,
muchos de los cursos de formación profesional promueven que los chicos sigan en la
escuela o lo terminen en bachilleratos acelerados, porque allí hay una barrera infranqueable.
Tal es el caso del programa Por un Mañana (una puerta para salir de la exclusión), de la
Fundación Gente Nueva de Bariloche, que durante 2008 capacitó a 45 jóvenes de entre 17 y
24 años de sectores pobres, que culminó en la inclusión laboral de 40 de ellos y en la
inserción educativa de todos los que tenían ciclos educativos incompletos.
Marcela Nadur es una de ellas. Tiene 22 años y vive en una de las zonas más pobres de
Bariloche junto a sus padres y cuatro de sus seis hermanos. No había terminado el
secundario y trabajaba en una tienda de ropa en malas condiciones.
Sin embargo, en 2008 ingresó a este programa que le posibilitó comenzar a dar las materias
que le faltaban para recibirse y conseguir un nuevo trabajo en la administración central de
una cadena de supermercados.
"Me tratan muy bien y eso que trabajo con el gerente general y su equipo", afirma mientras
cuenta que allí aprendió a realizar las liquidaciones de tarjetas de crédito de las 25
sucursales de la empresa.
"Los cursos de la fundación me sirvieron mucho. La parte sociolaboral y las simulaciones
de entrevistas me fueron muy útiles", recuerda, y agrega: "Ahora estoy bien conmigo y con
el horario que tengo, voy a ponerme a estudiar: quiero ser trabajadora social".
"La formación para la inclusión laboral permite abordar aspectos actitudinales
fundamentales. Lleva a pensar en un proyecto de vida a mediano plazo que constituye a la
persona, que se puede pensar a sí mismo en un futuro y a su familia", afirma Gustavo
Gennuso, presidente de la fundación.
En su programa comienzan con talleres de técnicas de educación emocional para poner en
perspectiva su futuro y según sus intereses surge la capacitación específica para el mundo
laboral, que se desarrolla en otras instituciones para que los jóvenes interactúen y se
desempeñen en ámbitos externos a la contención del programa.
La mayoría de las instituciones que tiene éxito con sus programas de inclusión laboral tiene
un trabajo sostenido con los jóvenes. "Se necesita tiempo para ubicar a esos chicos, es un
trabajo de recomposición de subjetividades muy profundo que necesita un seguimiento",
afirma Jacinto.
Sin embargo, no toda la carga está en los jóvenes. "También hay que enseñar actitudes o
valores a los empresarios, que desde su rol discriminan por procedencia, color de piel o
formas de hablar. Con esas actitudes no se puede construir un mundo mejor", sostiene
Gennuso, a la vez que Pérez afirma: "Nuestro proyecto pretende cambiar el mundo y
empezamos por nuestra quintita. Estamos construyendo confianza, que es lo que falta",
finaliza.

Fundación Forge: www.fondationforge.org

Fundación Crear desde la Educación Popular: www.crearnet.org.ar

Fundación Gente Nueva: www.fundaciongentenueva.org.ar

Red Etis: www.redetis.org.ar
Por Iván Pérez Sarmenti Para LA NACION
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