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COMPROMISO PROGRESISTA POR LA EDUCACIÓN
Educación de calidad para una Argentina con igualdad de oportunidades
Es imprescindible darle a la Educación la centralidad de la agenda política, porque
solamente a partir de ello podrán abordarse eficazmente otros conflictos que hoy
afectan a nuestra sociedad, como la pobreza, el desempleo, la precariedad o la
inseguridad.
La educación pública argentina sufre un profundo proceso de degradación a pesar de
los recursos destinados. En 2005, con la Ley de Financiamiento Educativo, se
establecieron los mecanismos para llegar, en 2010, a una inversión educativa
equivalente al 6% del PIB. Sin embargo, a pesar de los mayores recursos, el
financiamiento nunca alcanzó esta meta y la ley no se cumplió.
Los resultados de la política educativa son negativos. En las pruebas PISA, la calidad de
la educación Argentina pasó del primer lugar en América Latina en el 2000 al sexto en
2012. En matemáticas, la Argentina está entre los peores siete sistemas educativos de
los 65 países evaluados en el mundo, entre los peores cinco en lectura y entre los
peores ocho en ciencia. El deterioro de la escuela pública se refleja en un proceso de
"privatización" de la educación: Argentina detenta el segundo nivel más alto de
alumnos en escuelas privadas de la región. Solo el 44% de los alumnos terminan sus
cursos en el tiempo estipulado y el 25% de nuestros alumnos se encuentran por debajo
del mínimo esperado en materia de aprendizaje según las pruebas PISA y ONE.
Hay que marcar la desigualdad del sistema educativo argentino, su fragmentación, y el
atraso que muestran sus contenidos, afectando la adaptación que debería exhibir con
relación al tiempo y el espacio, a la realidad circundante, con sus conflictos y también
con sus oportunidades. Su transformación debe apuntar a resolver estas cuestiones y a
la construcción de una ciudadanía responsable con vocación colectiva.
El proyecto educativo de la Argentina debe contemplar una visión federal desde la cual
atender las distorsiones que hoy registra nuestra amplia geografía y que se traducen
en altos niveles de desigualdad en los índices de accesibilidad, de calidad y de
resultados que tienen los diferentes sistemas educativos provinciales. La educación
debe ser el instrumento de emparejamiento de las condiciones que niños, jóvenes y
adultos tienen a través de la garantía del estado sobre el ejercicio de derechos y abrir
las mismas posibilidades de progreso.
Es necesario jerarquizar la educación, haciendo lo propio con los docentes, con su
formación y con sus ingresos. En simultáneo, hay que poner en deliberación horizontal
a través de diferentes mecanismos de participación social, los contenidos del sistema
en sus diferentes niveles. Y de este modo vamos a garantizar resultados diferentes,
optimizando esfuerzos y construyendo una visión compartida de nación, en la que la
Educación está inexorablemente vinculada con el proyecto de país y el modelo de
desarrollo económico, productivo, social y humano.
El gran desafío que nos planteamos es garantizar el acceso al conocimiento, al saber.
Ampliar y mejorar las calificaciones y habilidades para llevar adelante un proyecto de
crecimiento colectivo que redunde en oportunidades efectivas para las personas y las
comunidades. Para eso, también es necesario pensar en la educación extra-áulica, y las
formas más modernas de transmisión de culturas, valores y conocimiento, como son
los medios de comunicación, el acceso a las nuevas tecnologías y la interacción social y
familiar. El papel que hoy desempeñan las organizaciones sociales, la televisión o el
internet no pueden soslayarse de un proyecto educativo nacional que no puede
quedar cerrada solamente a un programa de educación escolar. Y para eso, habrá que
pensar en la redefinición de una democracia participativa, solidaria, con capacidad
para ser parte efectiva en la transmisión de los ejemplos y saberes, poniendo a la
persona y sus derechos como el eje principal de las políticas públicas.
Por eso es que nuestra agenda contempla la Educación como un compromiso
fundamental en la Argentina basada en los principios de Igualdad y Decencia.
Definimos los siguientes objetivos:Lograr en todo el país una educación pública de
calidad orientada a formar ciudadanos autónomos con posibilidades de progreso en la
vida.
 Transformar en profundidad los métodos de enseñanza en la escuela secundaria
incorporando el uso de las nuevas tecnologías y lograr que los chicos sean el centro
y los protagonistas en el aula.
 Restablecer el vínculo entre la escuela y el conocimiento disponible, comenzando
por la ciencia, la tecnología y las humanidades. Promoveremos el desarrollo del
pensamiento científico, la investigación y la revalorización del conocimiento como
construcción social y colectiva. Incluiremos la dimensión artística en todos los
 niveles y modalidades de la educación y herramientas democratizadoras para el
bienestar colectivo y el mejoramiento de las condiciones de vida.
 Integrar la educación superior, propiciando una sinergia entre las instituciones
terciarias y las universidades e incorporando criterios de planificación que articulen
con las necesidades regionales o locales.
Y nos comprometemos a:
 Modernizar el Ministerio para transformar la educación.
 Vamos a reformular el Ministerio de Educación para recuperar con la capacidad
técnica necesaria para producir información válida, evaluar los logros de los
alumnos y de las políticas que se llevan a cabo. La recuperación de la educación
precisa una institución que genere un cambio profundo de un sistema que está
agotado y hay que refundar.
 Queremos saber qué educación tenemos.
 Vamos a crear una mega evaluación de los alumnos para contar con un diagnóstico
profundo y veraz de la situación de la educación en la Argentina, garantizando el
libre acceso de expertos a la información para que colaboren en la solución de
problemas.
 Vamos a garantizar el derecho a estudiar.
 Vamos a realizar un relevamiento de la infraestructura educativa y de los docentes
para garantizar el cumplimiento efectivo de los años de instrucción obligatoria. Hoy,
si todos los chicos fueran a clase, no alcanzarían las escuelas ni los docentes. Sin
esta información es imposible concertar con las provincias un plan que permita
lograr una oferta adecuada a sus necesidades reales. También creemos en la
necesidad de universalizar la educación inicial como mecanismo de promoción de la
igualdad en la primera etapa del desarrollo infantil.
 Elevar la Calidad de la Formación Docente
Dotar al Instituto Nacional de Formación Docente de la infraestructura, los recursos
humanos y las tecnologías educativas más avanzadas para que los institutos de
formación de todo el país constituyan a los profesores de enseñanza secundaria en
los promotores del cambio del paradigma de enseñanza-aprendizaje. No hay
revolución de la escuela secundaria sin una transformación del docente y sus
métodos. Nuestra política central es capacitar a los docentes existentes en servicio,
para que la capacitación asegure cambios en la práctica.
 Vamos a destinar el 6% a la educación, de cumplimiento efectivo y sin perjuicio de
su elevación al 8% si se contempla el financiamiento de la educación universitaria
y el presupuesto destinado a ciencia y técnica.
 El Presupuesto público destinado a la Educación es una prioridad para nuestras
políticas públicas, pero la única forma que esa prioridad se haga efectiva es,
ejecutar el Presupuesto a base de un PLAN.
 Vamos a cambiar la forma de enseñar para terminar con la injusticia de las
escuelas para ricos y las escuelas para pobres
 Nuestro paradigma pedagógico ya tiene 150 años de antigüedad. Hoy el docente es
un reproductor de conocimiento y el alumno es un pasivo receptor. Debemos ir
hacia una nueva lógica del saber, donde el alumno sea protagonista y el docente su
guía y orientador. Un paradigma en el que las nuevas tecnologías funcionen como
mediación entre ambos. Queremos alumnos que tengan cada vez más autonomía
para incorporar información y producir conocimiento. Vamos a transformar la clase
en un espacio donde se “aprende a aprender”, un lugar común donde los alumnos
investiguen, donde los docentes guíen, hagan presentes los conceptos faltantes,
posibiliten la confrontación de diferentes perspectivas e incentiven la curiosidad de
los alumnos para que descubran y transiten el camino de la producción del
conocimiento.
 Vamos a construir entre todos la educación que queremos.
 Vamos a convocar desde el Poder Ejecutivo, al Congreso, las 24 jurisdicciones y los
actores gremiales y académicos a la formulación de un PLAN que fije metas, plazos y
financiamiento para la transformación institucional de las escuelas, la inclusión
socioeducativa y la reducción de las desigualdades de recorridos y de logros de los
 alumnos. Constituiremos mesas de concertación y acuerdo de políticas educativas
que garanticen una amplia representación política y sectorial. La experiencia
muestra la necesidad de pensar políticas educativas a largo plazo que se sostengan
en el tiempo.
 Vamos a repensar la doble jornada escolar, apuntando a una ampliación de
calidad, con objetivos y contenidos claros y de cumplimiento efectivo.
 No se trata de prolongar más tiempo una escolarización que evidentemente no
responde a las necesidades de la época. Es necesario planificar esa doble jornada
para que ese tiempo sea útil para el desarrollo de capacidades cognitivas, creativas,
comunicativas y artísticas, desde otra forma de la enseñanza-aprendizaje.
 Vamos a ir a buscar a los chicos que se fueron.
 Convocaremos a 100.000 consejeros juveniles o tutores para visitar los hogares de
los chicos que abandonaron la escuela, acompañar y orientar su inclusión en la
educación obligatoria, apoyarlos académicamente y hacer el seguimiento de su
nuevo trayecto educativo para que en el 2023 se haga efectiva la universalización
de la educación secundaria en nuestro país.
 Vamos a impulsar una segunda reforma universitaria.
 Vamos a consensuar una nueva Ley de Educación Superior en acuerdo con los
rectores de las universidades nacionales, los representantes estudiantiles y las
organizaciones de trabajadores docentes y no docentes. Buscamos asegurar la
autonomía y autarquía de las instituciones de educación superior, la gratuidad de
los estudios de grado, la integración del sistema entre las universidades y los
institutos de educación superior así como su debido financiamiento, la elevación de
la titulación de los profesores, el aumento de la proporción de profesores
concursados, la eliminación de la docencia sin retribución económica, la ampliación
del porcentaje de docentes con dedicación exclusiva y semiexclusiva, y el
establecimiento de un servicio social universitario obligatorio de 20 días hábiles
como tramo de formación obligatoria para todos los estudiantes de las
universidades nacionales.
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