SINTAXIS 1. Niveles de la lengua. Fonológico: Morfológico:

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SINTAXIS
1. Niveles de la lengua.
• Fonológico: La unidad de la fonología es el fonema. Ej. CAMPO: c−a−m−p−o.
• Morfológico: La unidad de morfología es la palabra.
• Sintáctico: La unidad de sintaxis es la oración.
• Semántico: La unidad semántica es el significado de las palabras (sema).
− Fonema: Sonido de una letra. Ej. A−R−B−O−L.
− Morfema: Indican el género y número de los sustantivos y el tiempo y la persona de los verbos. Ej.
amABA, bolsOS, niñA, etc...
− Lexema: Es la raíz de las palabras. Indica su significado. Ej. PERR (PERRo, PERRito, PERRuno)
− Monema: Palabra.
2. La categoría gramatical de las palabras.
En relación a los monemas que estructuran las palabras existen dos grandes grupos:
• Los constituidos por al menos un lexema: sustantivos, adjetivos, pronombre, verbos y adverbios.
• Los constituidos por un morfema independiente: determinantes (artículos), preposiciones y
conjunciones.
• Sustantivo: Está formado por uno o más monemas y puede variar en su forma para expresar género y
número a través de los diferentes morfemas. Su significado hace referencia a seres y conceptos
independientes (de ahí que sea imprescindible, al menos, un lexema). Es el núcleo del sintagma
nominal.
• Adjetivo: Tiene la misma forma que el sustantivo: un lexema seguido de posibles morfemas de
género y número. Expresa una cualidad de un sustantivo y tiene la función de complementarlo.
Existen dos tipos: calificativos y determinativos. Los primeros son los adjetivos propiamente dichos.
Los segundos determinan al sustantivo y pueden ser: demostrativos, posesivos, indefinidos,
numerales, interrogativos o exclamativos.
• Pronombre: Su función es la de sustituir al nombre. Algunos varían su estructura lexemántica
según su función (yo, mí, me, conmigo). El resto sólo pueden variar en género y número (este, esta,
estas)
• Verbo: Está formado por un lexema y varios morfemas flexivos (desinencias) que expresan variación
en la persona, número, tiempo, modo y aspecto. Expresa acción, proceso o estado. Es el núcleo del
sintagma verbal.
• Adverbio: Está formado por uno o más lexemas y morfemas. Se caracteriza por ser invariable.
Expresa circunstancias de lugar, tiempo, modo, cantidad, afirmación, negación y duda. Modifica
al verbo sirviéndole de complemento, aunque también puede modificar al adjetivo o a otro adverbio.
Según su función pueden ser: demostrativos (ahora, así), relativos (donde, como, cuanto) e
interrogativos (dónde, cómo, cuánto, cuándo)
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A veces, el adjetivo puede adverbializarse, quedando en masculino singular. Otras veces se adverbializa por
medio del sufijo −mente. Algunos adjetivos comparativos (mejor) e indefinidos (mucho, poco) no admiten la
derivación en −mente, y que en masculino singular ya se utilizan como adverbios.
A las estructuras separadas gráficamente que funcionan como complemento circunstancial del verbo se les
llama locuciones adverbiales (a veces, de pronto, a duras penas)
• Preposición: Es un morfema independiente (carece de significado léxico), cuya función es la de unir
y relacionar dos palabras. La segunda palabra es siempre un sustantivo o un elemento sustantivado
y se le llama término de la preposición. Las preposiciones son: a, antes, bajo, con, contra, de, desde,
en, entre, hacia, hasta, para, por, sin, sobre, tras. Según es una palabra tónica que puede aparecer
aislada o combinada directamente con verbos, por lo que no se considera una preposición.
Algunas tienen un carácter dinámico, estático, otras indican acercamiento, alejamiento, etc...
Algunos grupos de palabras son equiparables a las preposiciones y se llaman locuciones prepositivas (en vez
de, a causa de, gracias a, en virtud de, delante de, detrás de, enfrente de, a través de, por medio de...)
• Conjunción: Es un morfema independiente invariable que une palabras o grupos de palabras.
También funcionan como conjunciones las locuciones conjuntivas (puesto que, si bien, en cuanto
que)
Principalmente, las conjunciones sirven como nexo de las oraciones compuestas. Se clasifican en:
• Coordinantes: Unen oraciones de igual categoría sintáctica: copulativas (y, ni), disyuntivas (o, o
bien), adversativas (pero, sin embargo), distributivas (éste... aquél, cerca... lejos) y explicativas
(esto es, o sea)
• Subordinantes: Unen elementos de distinta categoría sintáctica estableciendo dependencia entre
ellos: condicionales (si, a menos que), causales (porque, pues), consecutivas (por lo tanto, por
consiguiente), concesivas (aunque, si bien) y finales (para, a fin de que)
• Interjección: No forma parte de la oración porque constituye por sí sola enunciados. Suele expresar
actitudes, sentimientos y sensaciones del hablante, así como también la apelación al oyente. Hay dos
tipos.
• Propias: No pierden nunca su condición de tales (ay, bah, caray, oh)
• Impropias: Son otras palabras que dándoles entonación exclamativa pueden funcionar como
interjecciones (¡bravo!, ¡anda!, ¡dios mío!)
3. El sintagma nominal.
Llamamos sintagma nominal (SN) a un grupo de palabras articulada en torno a un núcleo que suele ser un
sustantivo o un pronombre. El SN está dentro de la oración de modo unitario y puede desempeñar diversas
funciones tales como sujeto, OD,...
3.1. La estructura del sintagma nominal.
Determinante/s
• Artículos
• Demostrativos
• Posesivos
Núcleo
• Sustantivos
• Infinitivos
• Pronombres
Adyacente/s
• Adjetivos
• Prep.+ SN (CN)
• SN (Aposición)
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• Numerales
• Indefinidos
• Exclamativos
• Interrogativos
Mediante sustantivación:
• Oraciones subordinadas
• Adjetivos
• Oraciones subordinadas
• Otras palabras
Todos estos elementos se pueden combinar de manera muy variada. El núcleo es el único componente
imprescindible. Es posible encontrar sintagmas nominales formados únicamente por un sustantivo, aunque lo
normal es encontrar estructuras más complejas.
En el SN, la relación entre sus componentes debe estar marcada por elementos gramaticales:
• El sustantivo impone su género y número a los determinantes y adjetivos.
• La preposición que precede a un complemento del nombre señala la relación de dependencia sintáctica y
semántica con respecto al núcleo. Esto permite esclarecer las relaciones internas en el caso de sintagmas
complejos.
• La relación de dependencia de las oraciones subordinadas adjetivas y sustantivas con respecto al núcleo
está señalada por medio de los correspondientes nexos (pronombres relativos o conjunciones)
3.2. Funciones del sintagma nominal.
• Sujeto: La finca es muy grande.
• Aposición: Antonio, el guardián, se va a jubilar.
• Complemento del nombre: La caseta del perro es de madera.
• Complemento del adjetivo: Estoy satisfecho de tu comportamiento.
• Complemento del adverbio: Vive cerca del río.
• Atributo: Antonio es un abogado prestigioso.
• Complemento directo: El ladrón golpeó al policía.
• Complemento predicativo del complemento directo: Han nombrado a Rodrigo jefe de ventas.
• Suplemento: Me he acordado hoy de nuestra última conversación.
• Complemento indirecto: Regalaron un pastor alemán a mi prima.
• Complemento circunstancial: Estuve hablando con el conserje.
• Complemento agente: Los juguetes fueron recogidos por los niños.
El SN puede aparecer también como vocativo, es decir, señalando a la persona u objeto personificado a quien
se dirige el mensaje. Ej. Clara, ven aquí. Como la interjección, el vocativo tiene estructura y entonación
propias, al margen de la oración. Desempeña una función apelativa.
4. Las perífrasis verbales.
Las perífrasis son una combinación de formas verbales que funcionan como un solo verbo. Constan de un
verbo conjugado (auxiliar o semiauxiliar) que ha perdido parte de su significación y se ha gramaticalizado y
de un segundo componente que debe ser una forma verbal no personal. En algunas perífrasis de infinitivo
también aparece un conector (una preposición o una conjunción)
Las perífrasis poseen un significado unitario y sirven para precisar matices modales o aspectuales para los
que las formas simples o compuestas de la conjugación no son suficientes. Al analizarlas se deben considerar
como un solo verbo actuando como núcleo del predicado.
De todas formas, no todas las combinaciones de verbos forman perífrasis.
Hay tres clases de perífrasis:
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• Perífrasis de infinitivo: Tienen un carácter relativamente orientado hacia el futuro. Pueden ser:
• De obligación (haber que, haber de, tener que, deber)
• Incoativas: Señalan que la acción está a punto de producirse (ir a), que se inicia en un momento
determinado (empezar a, ponerse a) o que se produce repentinamente (echarse a, romper a)
• De duda (deber de, venir a)
• De reiteración (volver a, soler)
• Perfectivas: Señalan una acción acabada recientemente (acabar de) o una acción terminada que pudo
alcanzar un límite alto (llegar a)
• Perífrasis de gerundio: Tienden a indicar una acción en curso, insistiendo en su continuidad o en su
duración. Se forman con verbos como estar, andar, ir, venir, seguir o continuar.
• Perífrasis de participio: Señalan el resultado de la acción. Se forman con verbos como tener, llevar o
dejar.
5. La oración gramatical. Clases de oraciones según la actitud del hablante.
Una oración es la unidad mínima con sentido completo en que se puede dividir el discurso. La oración tiene
una estructura unitaria desde el punto de vista fónico, gramatical y de significado:
• Presenta una unidad de entonación: Va delimitada por dos pausas (inicial y final) y acompañada por
una curva de entonación, a veces con breves pausas intermedias. El tonema determina el modo de la
oración. En las oraciones enunciativas, el tonema es descendente; en las interrogativas es ascendente y
en las exclamativas, el final sería un brusco descenso.
• Tiene unidad estructural: Las relaciones entre las palabras que forman la oración la convierten en
autónoma e independiente. Para ello es necesario un verbo en forma personal que reúna en sí el sujeto
gramatical y el predicado.
• Transmite una comunicación de sentido completo en cada situación.
A los enunciados que no contienen un verbo en forma personal pero que tienen un sentido completo les
denominamos frases. Esto ocurre por omisión de elementos sobreentendidos y para evitar las redundancias.
En el caso de que hubiera el más mínimo riesgo de confusión, la forma verbal aparecería de nuevo. Las frases
pueden estar formadas por interjecciones, refranes, fórmulas de cortesía y, en general, construcciones donde
no aparece el verbo.
También el vocativo es un elemento que está al margen de la oración. Se usa para referirse al receptor del
mensaje, que es nombrado por el emisor. Forma una estructura autónoma, con una entonación propia y gran
movilidad de aparición. Su uso revela una función expresiva, apelativa o fática del lenguaje.
5.1. Clases de oraciones según la actitud del hablante.
Según la actitud del hablante las oraciones pueden ser:
• Enunciativas: El contenido de la oración se presenta de manera objetiva, es decir, sin participación
emocional alguna por parte del hablante. El modo verbal adecuado es el indicativo. Pueden ser
afirmativas o negativas.
• Exclamativas: El hablante participa de modo emocional en el contenido de la oración, lo que se hace
notar a través de la entonación. Cualquier oración puede ser pronunciada como exclamativa. En el
lenguaje escrito las identificamos gracias a los signos de exclamación (¡!), que nos hacen darle una
entonación distinta al leerla.
• Interrogativas: Si el hablante pregunta sobre todo el contenido se llaman interrogativas generales o
totales. La respuesta que se espera obtener es sí o no. Cuando se pregunta sólo por una parte del
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contenido, las oraciones se llaman interrogativas parciales. Ambas son interrogativas directas,
caracterizadas por los signos de interrogación (¿?) y el tonema ascendente al final de la oración. Las
interrogativas indirectas son oraciones subordinadas.
• Imperativas o exhortativas: Son las que indican un ruego o mandato.
• Optativas o desiderativas: Expresan el deseo de que lo que dice la oración ocurra o no. El verbo
suele ir en modo subjuntivo.
• Dubitativas: Implican una sensación de duda.
6. El sujeto.
Toda oración está formada por el sujeto (SN) y el predicado (SV). Para que exista una oración es suficiente
con que exista un verbo en forma personal. Los morfemas del verbo indican la persona y el número del sujeto.
La presencia del sujeto tiene carácter opcional y sólo se pone cuando se quiere remarcar su presencia. En el
resto de los casos, el sujeto está sobreentendido o es evidente, por lo que no se pone (sujeto elíptico)
Lo mismo ocurre con los pronombres personales en función de sujeto. La primera y segunda persona no
tienen riesgo de confusión. Únicamente se pone cuando puede existir este riesgo, como por ejemplo entre la
primera y la tercera persona del singular. Los pronombres personales también se ponen para enfatizar o para
contraponer al sujeto con otro pronombre personal.
Desde el punto de vista semántico, el sujeto se define como aquello (persona, animal o cosa) de lo que se
predica algo. Hay distintos tipos: El sujeto agente es el que realiza la acción en las oraciones activas, el
sujeto paciente es el que recibe la acción en las oraciones pasivas y el sujeto causativo es el que causa la
acción, pero el que la realiza realmente.
El sujeto está formado por un sintagma nominal. Los dos rasgos principales que permiten reconocer al
sujeto de una oración son:
• La concordancia con el verbo en número y persona.
• La ausencia de preposición. En esto coincide con el OD y con algunos complementos
circunstanciales. Para resolver esta duda, basta con comprobar la concordancia.
Sin embargo, estas dos características presentan excepciones:
• Si un nombre colectivo singular va acompañado d un complemento con el nombre en plural suele
haber vacilación.
• En las oraciones copulativas con un nombre colectivo, un neutro o un grupo sustantivado como
sujeto o atributo, la concordancia varía, bien hacia el sujeto, bien hacia el atributo. La tendencia
general es la de poner el verbo en plural si uno de los dos términos está en plural.
• Se suelen incluir como excepciones a la ausencia de preposición en el sujeto los casos en los que
aparecen entre y hasta. Son casos de dudosa interpretación. Ej. Entre mis hermanas y yo pintamos la
habitación. Esto podría identificarse también como un CCM. Hasta los bebés ven la televisión. Esto
podría señalarse como el último término de una serie (Los ancianos, los adultos, los niños, hasta los
bebés ven la televisión) o dar por sobreentendido un indefinido del tipo todo (Todos, hasta los bebés
ven la televisión)
7. El predicado nominal. Oraciones copulativas.
El sintagma verbal (SV) está compuesto por el núcleo verbal y sus complementos y realiza la función de
predicado. El predicado es lo que se dice del sujeto y puede ser de dos tipos: predicado nominal y
predicado verbal.
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7.1. El predicado nominal.
En el predicado nominal, el verbo pierde significado y va acompañado por un complemento que concuerda
con el sujeto y completa su significación, al igual que dota de significado al verbo.
En el predicado verbal, el verbo tiene un significado completo y sus complementos no mantienen relación
alguna con el sujeto.
El predicado nominal está formado por un verbo copulativo y por un complemento llamado atributo. Las
oraciones que tienen un predicado nominal se llaman copulativas o atributivas.
7.2. Los verbos copulativos y el atributo.
Se llaman verbos copulativos aquellos que sirven de unión o cópula entre el sujeto y el atributo. Son ser,
estar y parecer. Sin embargo, estar no admite atributos formados por pronombres, infinitivos o sustantivos,
excepto cuando se adjetivan. Ej. Estoy pez en matemáticas. Por el contrario, se combina perfectamente con
adjetivos y construcciones de preposición + SN. El verbo ser puede ir acompañado de cualquier tipo de
atributo. A veces, el que un adjetivo vaya con uno u otro verbo hace variar el significado de la frase. Estoy
malo y Soy malo.
Los verbos copulativos también pueden dejar de serlo. Ser significaría existir, tener lugar o suceder. Estar
significaría permanecer o estar presente. Parecer adoptaría el significado de tener parecido o apariencia o
asemejar.
El atributo se relaciona con el sujeto a través del verbo. Es incompatible con el OD o con el suplemento,
pero puede aparecer con el OI y los circunstanciales. Cuando está formado por un SN o un adjetivo
concuerda con el sujeto en género y número. Se puede sustituir por lo.
La función de atributo la pueden desempeñar un SN, un adjetivo, un adverbio, un SN + preposición o una
oración subordinada.
7.3. Los verbos semicopulativos.
Hay un grupo de verbos que en determinadas ocasiones pueden formar oraciones similares a las copulativas.
Son verbos como ponerse, quedarse, volverse, mantenerse, encontrarse, resultar, etc... Esto sucede cuando
estos verbos indican el estado de algo y van acompañados por un atributo que completa el significado del
sujeto y concuerda con él. En estos casos, el atributo no puede sustituirse por lo.
USO PREDICATIVO
Ese hombre se volvió de espaldas.
USO SEMICOPULATIVO
Ese hombre se volvió loco.
La mujer se puso el abrigo.
La mujer se puso contenta.
El joven mantuvo sus opiniones.
El joven se mantuvo sereno.
8. El predicado verbal. Clases de oraciones predicativas.
Las oraciones de predicado verbal son aquellas cuyo verbo basta para constituir por sí mismo el predicado
porque tiene una significación plena. Ahora bien, el verbo puede ir acompañado por una serie de
complementos que precisan y completan su significación y que están ligados a él.
8.1. Los complementos del verbo.
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En las oraciones predicativas no puede aparecer el atributo, al igual que no pueden aparecer el OD, el
suplemento ni el complemento predicativo en las oraciones copulativas. Sin embargo, el OI y los
circunstanciales pueden aparecer en ambos casos.
• El complemento directo: Es un SN que concreta la referencia del significado verbal.
Suele ir después del verbo transitivo, aunque no tiene por qué ir inmediatamente detrás. Si se coloca
antepuesto al verbo o se omite, lo sustituimos por lo, la, los, las. Si pasamos la oración a pasiva, el OD pasa a
ser sujeto paciente.
El OD puede aparecer sin preposición o con la preposición a ante pronombres personales, sustantivos con el
rasgo significativo de persona o nombres propios o ante sustantivos que se personifican. Sin embargo, si el
nombre de persona tiene un valor genérico, puede no ir precedido por la preposición.
Un caso especial son los OD de medida, duración, peso y precio. Se suelen
incluir entre los circunstanciales; sin embargo, tras verbos de significado afín, su función es la de OD, ya q
se pueden sustituir por el pronombre personal átono correspondiente.
• El suplemento: Es un complemento del verbo que precisa el significado de la
forma verbal. Se une con el verbo mediante una preposición exigida por el propio verbo. El suplemento no
necesita ir inmediatamente detrás del verbo; sin embargo, si se antepone no necesita pronombre. Si se omite
por consabido, la preposición se mantiene y tras ella aparece un pronombre tónico.
El OD y el suplemento suelen ser incompatibles al tener funciones similares, ya que se produciría una
redundancia, aunque no son necesariamente excluyentes. En algunos casos, el significado de la frase puede
variar si utilizamos uno u otro. Por último, cabe destacar que muchos verbos pronominales se construyen
con suplemento (valerse de, atreverse a, quejarse de, convertir en, hablar de, creer en, olvidarse de,
acordarse de, etc...)
• El complemento indirecto: Indica el destinatario de la acción a la que hace
referencia el verbo. Es compatible con todos los demás complementos y puede aparecer en todo tipo de
predicados. Va precedido por la preposición a. Se le puede sustituir por le o les. Si en una oración sustituimos
el OD y el OI por pronombres personales átonos, el OI adopta la forma fija se.
El SN precedido por la preposición para es objeto de discusión. Tradicionalmente se le ha asignado la
función de OI. Sin embargo, otros gramáticos le asignan la función de complemento circunstancial basándose
en que no puede ser sustituido por le o les (habría que sustituirlo por para + pronombre tónico), puede ir en la
oración con un OI y si se antepone no necesita un pronombre.
• Leísmo, laísmo y loísmo:
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Sin embargo, en el habla se dan desajustes en estos usos, produciendo los fenómenos denominados leísmo,
laísmo y loísmo.
El leísmo consiste en el empleo de le y les en función de OD. Cuando esos pronombres se emplean como
sustitutos de género masculino, su uso está admitido por la RAE, que, en cambio, no acepta el leísmo en
relación con el género femenino.
El laísmo consiste en el empleo de la y las para referirse a sustantivos femeninos en función de OI, a los que
les correspondería le y les. Este empleo debe ser evitado en la lengua cultivada.
El loísmo consiste en el empleo de lo y los para referirse a sustantivos masculinos en función de OI. Es
paralelo al laísmo, pero menos frecuente que éste y es considerado más vulgar.
• Complemento circunstancial: Se emplea para señalar las circunstancias en las
que se desarrolla la acción verbal. Añaden contenidos no imprescindibles para la comprensión de la oración,
aunque maticen muchos de sus aspectos. Tienen una gran movilidad dentro de la oración y pueden aparecer
varios en cada una de ellas.
Se pueden distinguir varias clases: de tiempo, lugar, medio, modo, instrumento, causa, compañía,
finalidad, etc... Lo imprescindible es reconocerlos como elementos circunstanciales al analizar la oración.
La función de complemento circunstancial puede ser realizada por adverbios, SN con o sin preposición,
adjetivos adverbializados, locuciones adverbiales u oraciones subordinadas.
• Complemento predicativo: Suele ser un adjetivo que está relacionado tanto con
el verbo como con el sujeto. Es compatible con todos los demás complementos de la oración. A diferencia de
los verbos semicopulativos, en estos casos el verbo conserva plenamente su significación.
También se llama complemento predicativo al adjetivo o al SN que acompañan
a veces al OD y que concuerdan con él en género y número.
Cuando aparecen dos sustantivos unidos cabe la duda de cuál desempeña la
función de OD y cuál la de complemento predicativo. En estos casos se considera que el
nombre identificado por el artículo o por ser nombre propio es el OD y el otro es el
complemento predicativo.
9. Valores de SE
• Como pronombre personal átono: Adopta el valor de una parte de la oración.
• CD en oraciones reflexivas.
• CI en oraciones reflexivas.
• CD en oraciones recíprocas.
• CI en oraciones recíprocas.
• CI variante de le.
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• Como morfema verbal: No tienen valor dentro de la oración.
• Morfema de pasiva refleja.
• Morfema impersonal.
• Morfema pronominal.
• Dativo ético o de interés.
10. Clases de oraciones según el tipo de predicado.
PREDICADO NOMINAL
Oraciones copulativas
Directas
− Transitivas
− Intransitivas
Oraciones
− Reflexivas
predicativas
− Recíprocas
PREDICADO VERBAL
− Impersonales
− Pasivas
Indirectas
Directas
Indirectas
1ª
Ocasionales
2ª
Verb.unipers.
Pasivas
Pas. reflejas
9
9
9
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