los derechos humanos en el estado plurinacional

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LOS DERECHOS HUMANOS EN EL ESTADO PLURINACIONAL
Los Derechos Humanos son el producto de luchas histórico - sociales por la consecución
de mejores condiciones de vida en todo el mundo, existiendo innumerables momentos y
movimientos que sirvieron como base para la construcción del reciente Derecho
internacional de los Derechos Humanos.
En este entendido, históricamente los derechos humanos deben ser comprendidos como
conquistas sociales originadas por los anhelos de justicia, igualdad, equidad y mejora de
las condiciones de vida de las personas que lucharon por su reconocimiento; traducidas en
demandas políticas, pues siempre reflejan el deseo de hacer de interés público y de
relevancia general a las mismas, con el corolario de reconocimiento jurídico posterior a
sus orígenes sociales y políticos.
Si bien la doctrina y las fuentes más relevantes del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos se dan a partir de acontecimientos de la denominada “Historia Universal”,
referida en sentido estricto a la historia de las potencias Europeas, en especial en relación
a los orígenes filosóficos de los Derechos Humanos a partir de la Ilustración, no es posible
desconocer que en cada pueblo, en cada continente y en cada territorio existieron luchas
y movimientos dirigidos a la mejora de condiciones de vida de sus poblaciones, por lo que
se debe entender a la historia de los Derechos Humanos, como un conjunto de sucesos
globales y locales, con la finalidad común de la mejora de condiciones de vida.
A partir del siglo XVIII, la formación de los derechos humanos se ha basado en distintas
corrientes políticas e ideologías hegemónicas imperantes en cada época. Así por ejemplo,
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 inaugura una etapa
cuyo fundamento político es el liberalismo, el cual se centra esencialmente en el
individuo. Los derechos de esta etapa son fundamentalmente civiles y políticos y se basan
en la libertad en sus diferentes ámbitos (religioso, expresión, etc.) con el objetivo de
defender al individuo de los excesos del Estado.
Una segunda etapa de los derechos humanos es inaugurada tras la Primera Guerra
Mundial. En esta etapa, el discurso político hegemónico estaba relacionado con la
igualdad, pregonada por la ideología socialista. Es en este contexto, en el que surgen los
derechos sociales, económicos y culturales, tales como el derecho laboral, el derecho a la
salud, a la educación y a la vivienda.
Estas dos etapas dieron lugar a la postura sobre la existencia de distintas obligaciones
estatales según la “generación” de derechos humanos, planteamiento superado por una
visión integral acerca de los mismos. Un enfoque “generacional” o cualquier otro que no
reconozca la interrelación de todos los derechos humanos, deriva en una discriminación
que fomenta y refuerza la desigualdad social.
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LOS DERECHOS HUMANOS Y LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO
Desde la promulgación de la Constitución Política del Estado en 2009, la situación de los
derechos humanos en el país ha cambiado. Del artículo 13 al 107, la Constitución Política
del Estado, incorpora una amplísima gama de derechos y garantías constitucionales, que
la convierten en un ejemplo en el contexto internacional. En comparación con la
Constitución anterior, la actual, es sustancialmente más amplia en el reconocimiento de
derechos individuales y colectivos, visibilizando particularmente los derechos de los
pueblos indígena originario campesinos en múltiples artículos así como los derechos de las
mujeres en 24 articulados para la igualdad de género, y el respeto a los principios de no –
discriminación y no – violencia.
La Asamblea Constituyente y la Constitución Política del Estado, no sólo permitieron el
nacimiento del Estado Plurinacional, sino que abrieron la posibilidad de que todas las
poblaciones participen de este espacio histórico de construcción de país, y se contemplen
sus derechos humanos, mismos que desde el nacimiento de la República no fueron
visibilizados.
La Constitución Política del Estado ha diseñado como fin del Estado Plurinacional
constituirse en actor preponderante para los derechos humanos, materializando la
interculturalidad, la intraculturalidad y la descolonización.
Se establece una gama amplia de derechos humanos, dando relevancia a los derechos
colectivos y derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, en una
estructura autonómica de la gestión pública.
De forma transversal se introdujo la defensa de derechos por grupos que consideran a los
derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales. La
Constitución, también considera explícitamente los derechos de las mujeres.
Además de resaltar el hecho que al reconocernos como Estado Plurinacional asumimos
una nueva conciencia de igualdad plena respecto a las Naciones y Pueblos Indígena
Originario Campesino, estamos ejerciendo un sentido de justicia con los pueblos que
sufrieron durante más de 500 años las formas más viles de discriminación, racismo y
destrucción cultural.
En efecto, siendo un país mayoritariamente indígena, de mujeres y jóvenes, es evidente
que aún existen condiciones de discriminación por razón de género, clase, etnia, raza y
sexualidad que restringen el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres en general, de
las mujeres indígenas, originarias, campesinas y afro bolivianas en particular y de otros
actores de la población como , los colectivos TLGB, cuyo ejercicio de derechos es
frecuentemente restringido por la falta de reconocimiento y la persistencia de un sistema
patriarcal que invisibiliza su aporte al país y la sociedad boliviana.
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Respecto a la problemática específica de las NPIOC, existen múltiples condiciones de
vulnerabilidad porque concentran altos niveles de pobreza, no tienen garantizadas las
condiciones mínimas para el desarrollo pleno de sus medios de subsistencia (tierra y
territorio, apoyo a la producción, seguridad alimentaria, etc.), no acceden plenamente al
ejercicio de los derechos individuales, ni al ejercicio de los derechos colectivos, sufren
situaciones de exclusión y discriminación que limitan sus oportunidades de desarrollo,
participan discrecionalmente de la formulación y ejecución de políticas públicas, porque
los sistemas de consulta y articulación se fundamentan en una categoría uniformizadora,
que hacia adentro considera mayorías y hacia afuera les posiciona como una minoría
política, sufren la homogenización colonial en el marco de la categoría indígena que,
aunque se reivindica como identificador de un movimiento, invisibiliza las necesidades
particulares y las posibilidades diferenciales de cada pueblo ante la participación y
ejercicio del poder político, económico y cultural.
De ahí precisamente que, en comparación con la constitución anterior, la actual es
sustancialmente más amplia en el reconocimiento de derechos individuales y colectivos,
visibilizando especialmente los de las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios
Campesinos.
Por otro lado, Bolivia ha ratificado todas las Convenciones y Declaraciones Internacionales
más importantes sobre derechos humanos. El Plan Nacional de Acción de Derechos
Humanos, es un documento de políticas públicas del Estado que ha posibilitado tener
avances generales y concretos en el goce y ejercicio de los derechos humanos, aspecto
que se visibiliza en distintas leyes, normativas, programas y políticas públicas,
sobresaliendo sobre todo las relacionadas con el ejercicio de derechos económicos,
sociales y culturales.
En el caso de los derechos de los pueblos indígenas habrá que analizar su incidencia en los
nuevos sistemas de justicia comunitaria. Si bien, la Constitución establece el respeto a los
derechos humanos, algunos actos no se enmarcan en esa garantía constitucional. El
sistema judicial indígena originario campesino está al mismo nivel que la justicia ordinaria,
junto con un nuevo Tribunal Constitucional Plurinacional que tendrá que elegir miembros
de los dos sistemas.
El Estado Plurinacional, desde la Constitución Política, establece como servicios básicos el
agua potable, el alcantarillado, la electricidad, el gas domiciliario, el servicio postal y los
servicios de telecomunicaciones, estableciendo como una responsabilidad del Estado la
provisión de los mismos. El acceso al agua y el alcantarillado se consideran derechos
humanos y servicios que no serán objeto de privatización o concesión.
Se reconoce, desde una perspectiva cosmocéntrica (superando el homocentrismo), los
derechos de la Madre Tierra. Actualmente, existe el reto de establecer cuestionamiento
desde una perspectiva sistémica interdependiente ¿por qué sólo los seres humanos
hemos de tener derechos y la naturaleza ha de ser tratada como un simple objeto
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funcional a los intereses de los hombres? Para garantizar los derechos humanos en el siglo
XXI es fundamental reconocer que, la Madre Tierra también tiene derechos y solo
reconociendo y defendiendo los mismos será posible restablecer el equilibrio en el
planeta.
Con la lectura de los aspectos anteriormente mencionados, el Estado Plurinacional ha
optado por un abordaje integral y sistémico de los derechos humanos, donde su vigencia
plena y goce de parte de todos los bolivianos y bolivianas de los derechos civiles y políticos
y los económicos, sociales y culturales, nos debe permitir garantizar la construcción del
Estado Plurinacional con justicia social.
En tal sentido, tanto la Constitución Política del Estado como la Declaración de Viena de
1993 reafirma que: “Todos los derechos humanos son universales, interdependientes e
interrelacionados. La comunidad internacional debe tratar los derechos humanos
globalmente de forma justa y equitativa, en pie de igualdad y con el mismo énfasis”. En
efecto, cualquier argumento que menosprecie algún derecho, es inaceptable en todo
contexto, sea nacional o internacional.
LOS DERECHOS HUMANOS SON LA BASE DEL ESTADO PLURINACIONAL
La incorporación de tantos derechos humanos en la Constitución, que antes eran
invisibilizados, no responde al azar ni es coincidencia. La definición del Estado
Plurinacional se basa precisamente en la implementación, ejercicio y goce de los derechos
humanos reconocidos a lo largo de la historia y aún de aquellos que no son considerados
como tales por varias constituciones del mundo.
Desde esta perspectiva, el Estado Plurinacional tiene tres ejes fundamentales, indivisibles
y complementarios: 1) la plurinacionalidad que entiende que somos un conjunto de
naciones estructuradas alrededor de un Estado; 2) la autonomía, entendida como la forma
de administración que propende una gestión más eficiente y acorde a la realidad del país
y, 3) los derechos humanos como la base de orientación y el medio por el cual se garantiza
el alcance de los principios sustantivos del vivir bien.
Esta es la razón por la cual nosotros, desde la Defensoría del Pueblo, entendemos que es
tan importante realizar los máximos esfuerzos por lograr que los derechos humanos se
ejerzan, promuevan y defiendan por encima de cualquier otra consideración, ya que si
uno de los tres pilares que mencionamos, pero especialmente el tema de derechos, se
vulnera, distorsiona o se niega, corremos el riesgo de detener y aún de destruir lo
avanzado para garantizar la plena implementación del Estado Plurinacional.
Quiero terminar recordando los principios sustantivos que guían a nuestra institución en
relación al Estado Plurinacional:
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“La Defensoría del Pueblo es parte del Estado Plurinacional y tiene un compromiso de
conciencia con sus valores y principios. Este compromiso trasciende la etapa de su
implementación o construcción ya que entendemos que el Estado Plurinacional responde,
en su definición, a las bases conceptuales y los principios sustantivos de los derechos
humanos”.
“Entendemos que nuestra participación dentro del Estado Plurinacional no es tangencial
ni complementaria, sino sustantiva. Aportamos al Estado Plurinacional, a través de la
vigilancia permanente para que en todos sus ámbitos y etapas se respeten, garanticen,
promuevan y ejerciten los derechos humanos, a los que consideramos la base sustancial e
imprescindible para lograr, no sólo su construcción, sino su vigencia y aún su propia
existencia”.
“La vulneración de los derechos humanos en el Estado Plurinacional, sea que provengan
de las instituciones del gobierno central, las Fuerzas Armadas, la Policía Boliviana, los
gobiernos departamentales y locales, las instituciones, organizaciones e incluso de los
ciudadanos y ciudadanas, atentan contra la decisión del pueblo de construirlo y de
sostenerlo”.
Muchas gracias
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