el futuro del transporte sostenible de pasajeros

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Dirección General de Políticas Interiores
Departamento TemÁTICO
Políticas Estructurales y de Cohesión
Dirección General de Políticas Interiores
Departamento TemÁTICO
Políticas Estructurales y de Cohesión
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B
Agricultura y Desarrollo Rural
Cultura y Educación
Cometido
Los departamentos temáticos constituyen unidades de análisis que prestan asesoramiento
especializado a comités, delegaciones interparlamentarias y otros órganos parlamentarios.
Pesca
Desarrollo Regional
Áreas políticas
Transporte
y Turismo
Transporte
y Turismo
Agricultura y Desarrollo Rural
Cultura y Educación
Pesca
Desarrollo Regional
Transporte y Turismo
EL FUTURO DEL
TRANSPORTE
SOSTENIBLE DE
PASAJEROS
Documentos:
TITLEV ERTICAL
Visite la web del Parlamento Europeo:
http://www.europarl.europa.eu/studies
Créditos de las fotografías: iStock International Inc., Photodisk, Phovoir
BA-80-10-228-ES-C
NO TEXT IN SPINE 00
ISBN 978-92-823-3171-2
NOTA
ES
DE EN FR IT NL PL
2010
DIRECCIÓN GENERAL DE POLÍTICAS INTERIORES
DEPARTAMENTO TEMÁTICO B: POLÍTICAS ESTRUCTURALES Y DE
COHESIÓN
TRANSPORTE Y TURISMO
SEMINARIO
«EL FUTURO DEL TRANSPORTE»
EL FUTURO DEL TRANSPORTE
SOSTENIBLE DE PASAJEROS
NOTA
El presente documento ha sido solicitado por la Comisión de Transportes y Turismo del
Parlamento Europeo.
AUTORES
Sogn og Fjordane University College, Noruegai
CICERO: Center for International Climate and Environmental Research, Oslo, Noruegaii
ADMINISTRADOR RESPONSABLE
Nils Danklefsen
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
Parlamento Europeo
B-1047 Bruselas
Correo electrónico: [email protected]
VERSIONES LINGÜÍSTICAS
Original: EN
Traducciones: DE, ES, FR, IT, NL, PL
SOBRE EL EDITOR
Si desea ponerse en contacto con el Departamento Temático o suscribirse a su boletín
mensual, envíe un correo electrónico a: [email protected]
Manuscrito terminado en enero de 2010.
Bruselas, © Parlamento Europeo, 2010.
Este documento puede consultarse en Internet en la siguiente dirección:
http://www.europarl.europa.eu/studies
CLÁUSULA DE EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD
Las opiniones expresadas en este documento son responsabilidad exclusiva de los autores y
no reflejan necesariamente la posición oficial del Parlamento Europeo.
Se autoriza la reproducción y traducción con fines no comerciales, siempre que se cite la
fuente, se notifique previamente al editor y se le envíe un ejemplar de la publicación.
i
ii
Erling Holden.
Kristin Linnerud.
DIRECCIÓN GENERAL DE POLÍTICAS INTERIORES
DEPARTAMENTO TEMÁTICO B: POLÍTICAS ESTRUCTURALES Y DE
COHESIÓN
TRANSPORTE Y TURISMO
SEMINARIO
«EL FUTURO DEL TRANSPORTE»
EL FUTURO DEL TRANSPORTE
SOSTENIBLE DE PASAJEROS
NOTA
Resumen
Las reflexiones que realiza la Comisión en su Comunicación «Un futuro
sostenible para los transportes» se basan claramente en los
conocimientos de la investigación puntera. En ella se presentan y
analizan una serie de cuestiones importantes. Sin embargo, nos gustaría
añadir los siguientes aspectos, que son objeto de intensos debates en la
comunidad de investigación: la necesidad de políticas y prácticas
orientadas a reducir el aumento de los desplazamientos, la necesidad de
políticas y prácticas que aborden el rápido incremento de los viajes de
ocio y la necesidad de considerar la aceptación pública de estas políticas
y prácticas.
La presente nota abarca cuestiones que se presentaron y debatieron en
el seminario sobre «El futuro del transporte» celebrado el 2 de diciembre
de 2009 en el Parlamento Europeo.
IP/B/TRAN/IC/2009-080
Enero de 2010
PE 431.579
ES
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
ÍNDICE
ÍNDICE
3
LISTA DE TABLAS
5
LISTA DE RECUADROS
5
NOTA DE SÍNTESIS
7
1. Antecedentes
11
1.1. De 0,5 a 50 kilómetros diarios en un siglo
11
1.2. Un sistema de transporte insostenible
13
2. El transporte sostenible: concepto e implicaciones políticas
15
2.1. El transporte sostenible: un concepto dinámico
15
2.2. Características principales del transporte sostenible
16
2.3. Tipología del transporte sostenible
16
3. Cómo lograr un transporte sostenible
21
3.1. La estrategia de reducción
21
3.2. Los problemáticos viajes de ocio
22
3.3. Desarrollo de la aceptación pública y política
26
4. Medidas e ideas
29
AGRADECIMIENTOS
33
REFERENCIAS
35
NOTAS
39
3
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
4
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
LISTA DE TABLAS
Tabla 1:
Tipología para lograr un transporte sostenible
18
Tabla 2:
Vías que afectan de distinta forma al consumo de energía según se trate de
desplazamientos diarios o de ocio
26
LISTA DE RECUADROS
Recuadro 1:
Tráfico de viajeros en Noruega de 1900 a 2005
12
Recuadro 2:
Cuatro supuestos de transporte sostenible de pasajeros para 2030 en la UE-15
23
Recuadro 3:
Viajes de ocio en Noruega
24
5
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
6
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
NOTA DE SÍNTESIS
Antecedentes
Durante el siglo XX, la población y la movilidad experimentaron un considerable aumento.
Sin embargo, aunque el crecimiento demográfico muestra indicios de sostenibilidad, no
ocurre lo mismo con el aumento de la movilidad. Mientras que, en el siglo pasado, la
población mundial se cuadruplicó, el número medio de pasajeros-kilómetro y toneladaskilómetro casi se centuplicó en todos los modos de transporte motorizado. El aumento de la
movilidad fue especialmente elevado durante las últimas cuatro décadas.
Aunque este desarrollo tenga algunos efectos positivos, la intensidad y el alcance de los
efectos negativos son ya demasiado evidentes. De hecho, es probable que ninguna otra
actividad perjudique tanto al medio ambiente a escala local y mundial como el transporte.
Por tanto, nuestro sistema de transporte es insostenible. Asimismo, a menos que se
realicen importantes modificaciones de las políticas y las prácticas oportunas, nuestra
futura actividad de transporte podría prolongar en gran medida las tendencias insostenibles
del siglo pasado.
No obstante, el reto es monumental: tras la erradicación de la pobreza, lograr la
sostenibilidad del transporte es probablemente el mayor desafío del desarrollo sostenible.
Objetivo
Esta nota presenta los retos actuales y futuros que plantea el transporte sostenible de
pasajeros en la UE y sugiere posibles medidas e ideas para afrontarlos. Para ello, subraya
los puntos fuertes y débiles y las posibles deficiencias de la Comunicación de la Comisión
titulada «Un futuro sostenible para los transportes». La nota refleja los últimos avances
logrados en los trabajos de investigación sobre el transporte sostenible de pasajeros1.
También aborda las cuestiones que se presentaron y debatieron en el seminario sobre
«El futuro del transporte» celebrado el 2 de diciembre de 2009 en el Parlamento Europeo.
La nota se centra en los retos que plantea lograr una movilidad sostenible en la UE. Por
ello, hemos basado nuestras conclusiones principalmente en estudios realizados en países
comunitarios, en concreto de la UE-15. No obstante, según la Agencia Europea de Medio
Ambiente, se prevé que el comportamiento de los viajeros de la UE-10 (y, con mayor
probabilidad, de la UE-12) coincida finalmente con el de la UE-15 (AEMA, 2006).Por tanto,
en una perspectiva a largo plazo, nuestras conclusiones son pertinentes para la UE-27.
Asimismo, incluimos estudios realizados en zonas de Noruega cuyos retos para lograr una
movilidad sostenible consideramos similares a los de la UE.
7
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
CONCLUSIONES PRINCIPALES

Durante el siglo pasado, la población mundial se cuadruplicó, mientras que el
número medio de pasajeros-kilómetro y toneladas-kilómetro casi se centuplicó en
todos los modos de transporte motorizado.

A menos que se realicen importantes modificaciones de las políticas y las prácticas
oportunas, nuestra futura actividad de transporte podría prolongar en gran medida
las tendencias insostenibles del siglo pasado.

Un transporte sostenible precisa evaluaciones de: el avance tecnológico de los
medios de transporte y la distancia total recorrida por cada uno de ellos; las
repercusiones de la construcción, uso y mantenimiento de infraestructuras para las
distintas modalidades; y el suministro y uso de instalaciones de transporte y
energía.

Los estudios sobre el transporte sostenible han ido evolucionando: a principios de
los noventa se preguntaban si el transporte era sostenible; a finales de la década se
preguntaban cuándo era sostenible y actualmente se centran en cómo puede
lograrse esta sostenibilidad. Para responder a esta última pregunta es necesario
emplear disciplinas y enfoques metodológicos desconocidos en el ámbito de la
investigación tradicional del transporte basada en la ingeniería y la economía.

Lograr un transporte sostenible implica reducir a la mitad el actual consumo per
cápita de energía en el transporte de pasajeros y mejorar, además, la movilidad de
los grupos de movilidad reducida para incrementar el acceso al transporte público.

Los análisis de supuestos demuestran que los modelos de transporte de la UE
pueden ser sostenibles con un volumen de transporte per cápita superior al actual.
Sin embargo, este volumen de transporte se encuentra muy por debajo del que
cabría esperar con la actual tasa de crecimiento.

Existen seis vías principales para lograr un transporte sostenible: desarrollar y
aplicar nuevas tecnologías; mejorar el transporte público; aumentar las actitudes
ecológicas de los ciudadanos; promover una ordenación territorial sostenible que
incluya las infraestructuras de transporte; mejorar las tecnologías de la información
y la comunicación (TIC) y utilizar instrumentos basados en el mercado.

Para lograr un transporte sostenible de pasajeros, es preciso responder dos
preguntas relacionadas entre sí: i) ¿Qué políticas son eficaces? y ii) ¿Qué debe
hacerse para que estas políticas consigan suficiente apoyo?

A la hora de identificar las políticas más eficaces, debería hacerse más hincapié en
las políticas que reducen el aumento de los volúmenes de transporte. No obstante,
la Comunicación se centra principalmente en las otras dos posibles estrategias para
lograr un transporte sostenible de pasajeros: desarrollar nuevas tecnologías y
modificar los hábitos de viaje.
8
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________

A la hora de identificar las políticas más eficaces, debería hacerse más hincapié en
los viajes de ocio que en los desplazamientos diarios por tres motivos: 1) Los viajes
de ocio representan más de la mitad del total del consumo de energía y de la
emisión de CO2 del transporte de pasajeros; 2) las políticas de transporte se
orientan sobre todo a los desplazamientos diarios; y 3) aunque estas políticas
puedan reducir los desplazamientos diarios, pueden aumentar al mismo tiempo los
viajes de ocio.

Para mejorar la aceptación pública de estas políticas, puede hacerse lo siguiente: i)
dejar que las personas adquieran experiencia personal sobre las repercusiones de
las políticas durante un período de prueba; ii) afectar los ingresos tributarios y iii)
utilizar información con un diseño meticuloso. La economía del comportamiento, un
ámbito de investigación que combina perspectivas económicas y psicológicas, puede
servir de orientación para aumentar la aceptación pública de estas políticas.

Sugerimos las siguientes ideas y medidas, que no se abordaron (al menos, no en la
suficiente medida) en la Comunicación de la Comisión: emplear incentivos para
premiar los logros obtenidos en el desarrollo de nuevas tecnologías con bajas
emisiones de carbono en el sector del transporte; elaborar un plan a cincuenta años
para fomentar el uso de la bicicleta en todas las ciudades comunitarias (y un plan
asociado para reducir el uso del automóvil en las grandes ciudades); informar a los
ciudadanos de las consecuencias medioambientales de los viajes de ocio; promover
una ordenación territorial basada en la concentración descentralizada; emplear TIC
para facilitar el transporte público; imponer tasas por congestión en las principales
ciudades de la UE; imponer una tasa por emisión de CO2 a todos los transportes e
introducir un impuesto sensible al CO2 para los vehículos nuevos.
9
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
10
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
1. ANTECEDENTES
CONCLUSIONES PRINCIPALES

Podría decirse que tras la erradicación de la pobreza, lograr la sostenibilidad del
transporte es probablemente la mayor dificultad que plantea lograr un desarrollo
sostenible.

Durante el siglo pasado, la población mundial se cuadruplicó, mientras que el
número medio de pasajeros-kilómetro y toneladas-kilómetro casi se centuplicó en
todos los modos de transporte motorizado. Además, han aumentado la intensidad y
el alcance de los efectos negativos. De hecho, es probable que ninguna otra
actividad perjudique tanto al medio ambiente a escala local y mundial como el
transporte.

A menos que se realicen importantes modificaciones de las políticas y las prácticas
oportunas, nuestra futura actividad de transporte podría prolongar en gran medida
las tendencias insostenibles del siglo pasado.

Para lograr un transporte sostenible de pasajeros es preciso identificar las políticas y
medidas eficaces y conseguir la aceptación pública y política que permita su
aplicación.
La relación existente entre los efectos positivos del transporte y sus repercusiones
negativas a escala social y medioambiental podría equipararse a la de unos hermanos
siameses. No sólo es difícil separarlos, sino que hacerlo es muy peligroso, ya que eliminar
la mayoría o la totalidad de los efectos negativos del transporte supone una amenaza para
el transporte tal y como lo conocemos. Por tanto, es complicado adaptar el transporte al
desarrollo sostenible.
No obstante, la mayoría opina que deben abordarse las cada vez más destructivas
repercusiones del transporte porque, en líneas generales, los efectos negativos están
empezando a superar los positivos. Por consiguiente, resulta inadmisible mantener la
situación actual. Sin embargo, lograr la sostenibilidad del transporte es probablemente la
mayor dificultad del desarrollo sostenible, después de la erradicación de la pobreza. Por
ello, para lograr un transporte sostenible de pasajeros, es preciso responder dos preguntas
relacionadas entre sí: i) qué políticas son eficaces y ii) qué debe hacerse para que éstas
consigan suficiente apoyo.
1.1.
De 0,5 a 50 kilómetros diarios en un siglo
Durante los últimos cien años, la población y la movilidad han experimentado un
considerable aumento. Sin embargo, mientras que el crecimiento demográfico muestra
indicios de sostenibilidad, no ocurre lo mismo con el aumento de la movilidad (OCDE,
2000). Mientras que, en el siglo pasado, la población mundial se cuadruplicó, el número
medio de pasajeros-kilómetro y toneladas-kilómetro casi se centuplicó en todos los modos
de transporte motorizado (ibídem). En concreto, el aumento de la movilidad ha sido
especialmente elevado durante las últimas cuatro décadas. El recuadro 1 muestra la
evolución de la movilidad de pasajeros en Noruega durante el siglo XX. Existe una
tendencia similar en la UE y el resto de países de la OCDE (AEMA, 2006; CE, 2006; OCDE,
2000). Más del 90 % del aumento del tráfico de viajeros en las últimas cuatro décadas en
11
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
la UE (y otros países de la OCDE) se debió a la aparición de dos poderosos fenómenos de
movilidad durante el siglo pasado: el turismo y, posteriormente, el avión (Black, 2003).
Es probable que la tendencia al aumento del tráfico aéreo y por carretera continúe durante
décadas (OCDE, 2000). En un conocido estudio sobre el futuro de la movilidad mundial,
Schafer y Victor (2000) prevén que la movilidad per cápita en Europa occidental aumentará
de los 10 622 kilómetros anuales de 1990 a los 34 022 en 2050. En comparación, prevén
que la movilidad media americana se multiplicará por 2,6 para 2050, lo que equivaldría a
58 000 kilómetros anuales. Sus conclusiones se basan en un estudio exhaustivo de los
desplazamientos internacionales, que demuestra que una persona pasa una media de 1,1
horas diarias viajando y destina una parte previsible de sus ingresos a tal fin. Estos
presupuestos se han mantenido relativamente estables con el paso del tiempo en todos los
países y Schafer y Victor afirman que pueden utilizarse para prever futuros hábitos de
viaje. El principal argumento de estos autores (2000) es que conforme aumente nuestra
riqueza y mejore la tecnología, viajaremos cada vez más rápido y más lejos. Cabría añadir
lo siguiente: a menos que la escasez de recursos o las decisiones políticas nos lo impidan.
Recuadro 1: Tráfico de viajeros en Noruega de 1900 a 2005
TRÁFICO DE VIAJEROS EN NORUEGA DE 1900 A 2005
De 0,5 a 50 Km. diarios en un siglo
El gráfico muestra que el número medio de pasajeros-kilómetro se centuplicó en el
transporte motorizado durante el siglo pasado, lo cual cumple las previsiones de la OCDE
por lo que respecta al aumento mundial del número de pasajeros-kilómetro.
60,0
Etapa del
automóvil
(1960–1990)
Etapa del transporte público
(1900-1960)
Etapa del
transporte aéreo
(1990–2005)
50,0
Transporte aéreo
[Km/persona/día]
40,0
Turismos
Autobuses y autocares
30,0
Navegación interior
Ferrocarril
20,0
Marcha a pie y en bicicleta
10,0
0,0
1900
1930
1946
1952
1960
1970
1980
1990
2000
2005
Distancias recorridas a diario por habitante en Noruega de 1900 a 2005
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de Noruega (Statistisk Sentralbyrå), Denstadli, 2006; Rideng, 2006;
Tajet, 2007; Høyer, 2000, 2003; Holden 2007
12
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
1.2.
Un sistema de transporte insostenible
Según la OCDE, el crecimiento del transporte ha sido, en su mayor parte, positivo: ha
facilitado, e incluso estimulado, prácticamente todo lo que se considera progreso; ha
contribuido a ampliar los horizontes intelectuales y a evitar el hambre; ha permitido lograr
una producción eficaz y una distribución preparada para el consumo generalizado; y, hoy
en día, la comodidad es frecuente en los viajes, al igual que el acceso a los productos de
lugares lejanos (OCDE, 2000, p. 13). Sin embargo, durante las pasadas décadas se ha
reconocido el precio del incremento de la movilidad motorizada aérea y por carretera por lo
que se refiere a las repercusiones negativas a escala social y medioambiental. La intensidad
y el alcance de dichas repercusiones han experimentado un aumento y son ya demasiado
evidentes debido al incremento del tráfico aéreo y por carretera. De hecho, es probable que
ninguna otra actividad perjudique tanto al medio ambiente a escala local y mundial como el
transporte. Además de sus repercusiones negativas para el medio ambiente, el transporte
tiene diversas repercusiones negativas a escala social:

El transporte consume gran cantidad de energía y recursos materiales. Casi el
30 % del consumo mundial de energía final se destina al transporte (AIE, 2008). Se
prevé que el consumo energético del transporte aumente un 1,5 % al año en todo el
mundo hasta 2030. Actualmente, el transporte utiliza principalmente recursos
energéticos no renovables y esto seguirá siendo así durante décadas.

La fabricación de vehículos y de infraestructuras de transporte exige gran
cantidad de materiales. Este uso representa del 20 % al 40 % del consumo de los
principales materiales: áridos, cemento, acero y aluminio (OCDE, 2000). Además, la
fabricación de vehículos y de infraestructuras de transporte exige gran cantidad de
energía: en torno al 20 % del consumo energético de un vehículo durante su vida
útil.

El transporte contribuye en gran medida a la contaminación local, regional y
mundial del aire, el suelo y el agua. Entre las repercusiones mundiales del
transporte destaca su contribución al cambio climático; la actividad de transporte
aporta cerca del 20 % del CO2 antropogénico en todo el mundo y casi el 30 % de
estas emisiones en los países de la OCDE (ibídem). La contaminación atmosférica es
el principal efecto a escala local y regional, junto con importantes repercusiones
para la salud de los seres humanos y los ecosistemas. Hoy en día, el transporte es la
principal fuente de estos contaminantes atmosféricos (ibídem). Se prevé que la
contaminación atmosférica disminuya en los países de la OCDE, aunque no en la
medida necesaria para mejorar la calidad del aire con arreglo a las normas de la
OMS. Sin embargo, se espera que esta contaminación aumente a escala mundial.

Las infraestructuras de transporte, sobre todo las carreteras, ocupan entre un
25 % y un 40 % del terreno de las zonas urbanas de la OCDE y casi el 10 % de las
zonas rurales (ibídem). Las carreteras y las vías ferroviarias dividen las zonas
naturales y agrícolas en partes aún más pequeñas, poniendo en peligro la existencia
de plantas y animales silvestres.

1,2 millones de personas mueren cada año en las carreteras y cincuenta millones
más resultan heridas (Peden et al., 2004)2. Cerca de un 30 % de la población de la
UE se encuentra expuesta a niveles de ruido de tráfico urbano que representan una
importante fuente de molestias y enfermedades (OCDE, 2000). Se calcula que un
10 % de la población de la UE sufre graves molestias debidas al ruido del tráfico
aéreo; sin embargo, no se espera que la exposición a altos niveles de ruido varíe
mucho en la próxima década (ibídem).

Las infraestructuras de transporte podrían perjudicar a las comunidades. La
creciente orientación de los sistemas de transporte urbano a los vehículos
13
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
particulares puede repercutir de forma negativa en la calidad de vida comunitaria.
En ocasiones, las carreteras urbanas se construyen de forma que atraviesan
comunidades ya establecidas y crean barreras físicas dentro de las mismas.

La movilidad no ha aumentado para todos. Un acceso deficiente al transporte
puede reducir el acceso a servicios públicos y privados básicos, dando lugar a la
exclusión social, sobre todo en el caso de los pobres, las personas con discapacidad,
los mayores, las mujeres y el creciente número de grupos de inmigrantes con bajos
ingresos en los países desarrollados (Root et al., 2002; Tillberg, 2002; Rudinger,
2002; Uteng, 2006).
La situación descrita es la que caracteriza a un sistema de transporte insostenible (véanse
por ejemplo, Banister, 2005; Holden, 2007; Black y Nijkamp, 2002; OCDE, 2000; CCM,
2001; WBCSD, 2004). A menos que se realicen importantes modificaciones de las políticas
y las prácticas oportunas, nuestra futura actividad de transporte podría prolongar en gran
medida las tendencias insostenibles del siglo pasado. Según el Libro Blanco de la UE de
2001 sobre la política europea de transportes de cara al 2010 (CCM, 2001), los principios
del transporte sostenible deberían servir de guía para realizar las modificaciones necesarias
en las políticas y las prácticas: «un nuevo imperativo - el desarrollo sostenible - ha de ser
la ocasión (por no decir el acicate) que permita adaptar la política común de transportes»
(ibídem, 14). Por ello, a continuación nos centramos en el concepto de «transporte
sostenible» y en sus implicaciones políticas.
14
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
2. EL
TRANSPORTE
SOSTENIBLE:
IMPLICACIONES POLÍTICAS
CONCEPTO
E
CONCLUSIONES PRINCIPALES

Un transporte sostenible precisa evaluaciones de: el avance tecnológico de los
medios de transporte y la distancia total recorrida por cada uno de ellos; las
repercusiones de la construcción, uso y mantenimiento de infraestructuras para las
distintas modalidades; y el suministro y uso de instalaciones de transporte y
energía.

Los estudios sobre el transporte sostenible han ido evolucionando: a principios de
los noventa se preguntaban si el transporte era sostenible; a finales de la década se
preguntaban cuándo era sostenible y actualmente se centran en cómo puede
lograrse esta sostenibilidad.

Para responder a esta última pregunta es necesario emplear disciplinas y enfoques
metodológicos desconocidos en el ámbito de la investigación tradicional del
transporte basada en la ingeniería y la economía.

Lograr un transporte sostenible implica reducir a la mitad el actual consumo per
cápita de energía en el transporte de pasajeros y mejorar, además, la movilidad de
los grupos de movilidad reducida para incrementar el acceso al transporte público.

Los análisis de supuestos demuestran que los modelos de transporte de la UE
pueden ser sostenibles con un volumen de transporte per cápita superior al actual.
Sin embargo, este volumen de transporte se encuentra muy por debajo del que
cabría esperar con la actual tasa de crecimiento.

Un estudio demuestra que existen seis vías principales para lograr un transporte
sostenible: desarrollar y aplicar nuevas tecnologías; mejorar el transporte público;
aumentar las actitudes ecológicas de los ciudadanos; promover una ordenación
territorial sostenible que incluya las infraestructuras de transporte; mejorar las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y utilizar instrumentos
basados en el mercado.
2.1.
El transporte sostenible: un concepto dinámico
Un transporte sostenible3 precisa evaluaciones de: el avance tecnológico de los medios de
transporte y la distancia total recorrida por cada uno de ellos; las repercusiones de la
construcción, uso y mantenimiento de infraestructuras para las distintas modalidades; y el
suministro y uso de instalaciones de transporte y energía.
Desde que la Comisión Europea introdujo el concepto de «transporte sostenible» en su
Libro Verde sobre el impacto del transporte en el medio ambiente4 de 1992, el número de
libros, artículos e informes sobre el tema no ha cesado de aumentar. No obstante, la
comprensión e interpretación del concepto de «transporte sostenible» ha ido evolucionando
desde su primera aparición en el Libro Verde. A principios de los noventa, el concepto se
caracterizaba por un planteamiento mono-disciplinar centrado en cuestiones
medioambientales. Más recientemente, el concepto se ha caracterizado por un
planteamiento multidisciplinar centrado además en cuestiones de equidad (distribución del
bienestar). Paralelamente, los ámbitos en que se ha centrado la investigación han pasado a
15
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
incluir también los viajes de ocio, además de los desplazamientos diarios, así como
cuestiones relativas a la intensidad del transporte, además de los volúmenes.
Asimismo, la investigación general sobre el transporte sostenible ha pasado paulatinamente
de las preguntas originales de principios de los noventa sobre si el transporte era sostenible
a las preguntas de finales de los noventa sobre cuándo era sostenible y, por último, a las
principales preguntas actuales sobre cómo puede lograrse esta sostenibilidad y por qué no
logramos que el transporte sea sostenible.
2.2.
Características principales del transporte sostenible
El transporte sostenible, al igual que el desarrollo sostenible, tiene algunas características
principales5. Para los investigadores en materia de transporte sostenible, esto implica que
deben adaptar las características más importantes del desarrollo sostenible al sector del
transporte. Remitiéndonos al informe Brundtland (CMMAD, 1987), sugerimos que el logro
de un transporte sostenible conlleva la adaptación de tres de estas características. En
primer lugar, las repercusiones de las actividades de transporte no deben comprometer la
sostenibilidad ecológica a largo plazo. En segundo lugar, deben satisfacerse las necesidades
básicas de movilidad. Dichas necesidades incluyen la accesibilidad a los medios de
transporte oportunos para satisfacer las necesidades humanas básicas, como desplazarse al
trabajo y a otros servicios fundamentales públicos y privados. En tercer lugar, debe
fomentarse la equidad de movilidad entre las distintas generaciones, así como dentro de las
mismas. La equidad de movilidad no implica necesariamente la equidad en el resultado de
la movilidad (número de kilómetros recorridos), sino que todo el mundo debería tener
acceso a un nivel mínimo específico de movilidad.
Traducir estas características en indicadores y objetivos apropiados del transporte
sostenible no es tarea fácil. Los investigadores no han logrado aún ponerse de acuerdo
sobre la forma de hacerlo. Holden (2007) propone la siguiente traducción, con sus
correspondientes retos, para lograr la sostenibilidad del transporte en los países
desarrollados6:

Reducir a la mitad el consumo per cápita de energía por lo que respecta al
transporte de pasajeros (a 8 Kwh. diarios per cápita de conformidad con los
requisitos de sostenibilidad ecológica a largo plazo y con el requisito de equidad
intergeneracional).

Aumentar la movilidad de los grupos de movilidad reducida (a 11 Km. diarios
per cápita disponibles en transporte público) con arreglo al requisito de satisfacer las
necesidades básicas de transporte y el requisito de equidad intra-generacional.
2.3.
Tipología del transporte sostenible
Existen tres planteamientos principales para lograr un transporte sostenible, basados
respectivamente en la eficiencia, el cambio y la reducción (Holden, 2007)7.
El planteamiento basado en la eficiencia sugiere que los problemas medioambientales que
causa el transporte pueden reducirse y, lo que es más, que la falta de accesibilidad por lo
que respecta a los grupos de movilidad reducida puede atenuarse mediante el desarrollo de
una tecnología más eficiente8. El planteamiento basado en la eficiencia puede dividirse en
dos planteamientos secundarios principales: i) el uso de nuevas tecnologías convencionales
y ii) el uso de tecnologías alternativas. El planteamiento basado en nuevas tecnologías
16
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
convencionales pretende introducir mejoras en las tecnologías del transporte existentes,
como, por ejemplo: motores de combustión interna avanzados con inyección directa,
sistemas de conducción híbrida eficientes desde el punto de vista energético, vehículos de
peso reducido fabricados con materiales ligeros y una mejor aerodinámica, etc. El
planteamiento basado en tecnologías alternativas pretende aplicar tecnologías del
transporte fundamentalmente nuevas que introduzcan, por ejemplo, nuevos combustibles
(biocombustibles o hidrógeno) y sistemas de conducción (pilas de combustible).
El planteamiento basado en el cambio reconoce la necesidad urgente de modificar en
esencia los modelos de transporte actuales. Así, el modelo de transporte imperante,
dominado por el automóvil y el avión, debe convertirse en un modelo basado en formas de
transporte colectivo, es decir, en un sistema de transporte público asequible que funcione
correctamente9. Este sistema de transporte público entrañaría un mayor uso de los
autobuses, los trenes y los tranvías, todos ellos más eficientes desde el punto de vista
energético que los automóviles y los aviones. Además, un sistema de transporte público
asequible que funcionara correctamente aumentaría la accesibilidad de los grupos de
movilidad reducida. Por otro lado, el planteamiento basado en el cambio incluye la idea de
sustituir parte de los desplazamientos en vehículos motorizados por desplazamientos a pie
y en bicicleta.
El planteamiento basado en la reducción para lograr un transporte sostenible no cuestiona
la importancia de una mayor eficiencia o un mayor cambio. De hecho, estos dos últimos
planteamientos ofrecen algunas reducciones del consumo de energía con arreglo al tercero.
Sin embargo, estas reducciones no son lo suficientemente altas como para alcanzar el
objetivo energético del transporte sostenible. Además, el continuo crecimiento del
transporte anula cualquier reducción del consumo de energía que se logre mediante la
aplicación de nuevas tecnologías y la modificación de los modelos de transporte. Por ello,
resulta imperativo reducir el actual volumen de transporte –salvo en los casos en que no se
satisfagan las necesidades básicas de transporte o, al menos, modificar sus tendencias de
crecimiento.
Existen tres orientaciones políticas principales: una destinada a la modificación voluntaria
de los hábitos mediante la facilitación de información, otra destinada a la modificación de
los hábitos mediante la regulación o la aplicación de instrumentos económicos y otra
destinada al desarrollo de nuevas tecnologías10.
La principal condición previa para lograr un transporte sostenible en el marco de una
política orientada a la información sería la transformación voluntaria de los hábitos de
transporte a nivel personal. Los elementos básicos de estos hábitos transformados serían
una mayor concienciación y, a raíz de esto, actitudes más positivas de cara a lograr un
desarrollo sostenible en general y un transporte sostenible en particular. Por otro lado, la
modificación de los hábitos mediante medidas regulatorias contribuiría sólo en una mínima
parte al aumento de los modelos de transporte sostenible. Por consiguiente, los gobiernos y
empresas se encargarían principalmente de publicar información sobre las repercusiones
negativas del transporte y ofrecerían pautas para reducirlas. Asimismo, pondrían en
marcha campañas de concienciación para promover actitudes favorables al transporte
sostenible en los ciudadanos.
17
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
Tabla 1: Tipología para lograr un transporte sostenible
Planteamiento
Orientación política
Regulación /
Instrumentos
económicos
Tecnología
Información
Eficiencia
Desarrollar tecnologías
del transporte más
eficientes desde el
punto de vista
energético (por
ejemplo, mediante la
financiación por parte
del Gobierno de
programas de
demostración)
Regular el uso de
tecnologías del transporte
más eficientes desde el
punto de vista energético
(por ejemplo, mediante
normas relativas a las
emisiones de los
vehículos)
Adaptarse al uso de
tecnologías del transporte
más eficientes desde el
punto de vista energético
(por ejemplo, mediante
la adquisición de
automóviles más
pequeños y menos
potentes)
Cambio
Desarrollar nuevas
tecnologías para unos
modos de transporte
más eficientes desde el
punto de vista
energético (por
ejemplo, AGV (i), trenes
MAGLEV (ii) y tarjetas
inteligentes (iii)).
Regular el uso de modos
de transporte más
eficientes desde el punto
de vista energético (por
ejemplo, mediante una
reducción de las tarifas
del transporte público)
Adaptarse al uso de
modos de transporte más
eficientes desde el punto
de vista energético (por
ejemplo, mediante un
mayor uso del transporte
público y no motorizado)
Reducción
Reducir la demanda de
desplazamientos
mediante el desarrollo
de las TIC (por ejemplo,
con formas atractivas
de conferencias móviles
y teletrabajo)
Reducir la demanda de
desplazamientos
mediante la ordenación
territorial (por ejemplo,
con una urbanización
compacta y concentrada)
Reducir la demanda de
desplazamiento mediante
el aumento de las
actitudes ecológicas (por
ejemplo, con campañas
de concienciación)
(i) AGV= vehículos autoguiados; (ii) MAGLEV= trenes de levitación magnética: forma de transporte que suspende,
guía y propulsa vehículos por interacción electromagnética; (iii) la tecnología de la información tendrá
probablemente una gran repercusión en las opciones de transporte público; la tecnología de tarjetas inteligentes
puede ampliar en gran medida las posibilidades de los consumidores con respecto al pago flexible de las opciones
de transporte, con nuevas posibilidades y funciones para los operadores de transporte público.
Fuente: Holden (2007)
Por el contrario, las políticas orientadas a la regulación sugerirían que las autoridades
deberían regular los hábitos mediante: la elaboración de normas (por ejemplo, sobre los
límites máximos de velocidad y de emisiones de los vehículos), la ordenación territorial (por
ejemplo, con una urbanización mixta y más compacta), la mejora del transporte público y
de las infraestructuras de transporte, y el empleo de instrumentos basados en el mercado,
como el establecimiento de impuestos que influyan en los precios del mercado y, por
consiguiente, en las decisiones personales sobre el transporte. La justificación básica de las
políticas orientadas a la regulación es que no se puede confiar en que las personas cumplan
voluntariamente los requisitos del transporte sostenible, sino que hay que empujarlas en la
dirección correcta mediante medidas regulatorias que hagan más atractivo el
comportamiento deseado.
Las políticas orientadas a la tecnología conceden un gran peso al desarrollo y la aplicación
de tecnologías nuevas y mejoradas como condiciones previas para lograr un transporte
sostenible. Muchas de las repercusiones negativas del transporte se deben claramente al
empleo de tecnologías inadecuadas. Para subsanar esta situación es preciso desarrollar
nuevas tecnologías que no tengan las mismas repercusiones adversas. La justificación
básica de las políticas orientadas a la tecnología es que el desarrollo de nuevas tecnologías
18
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
requiere un apoyo público que incluya estrategias de innovación y subvenciones generosas
por parte del Gobierno destinadas a I+D y a programas de demostración a gran escala.
Sobre la base de los tres planteamientos principales y las tres principales orientaciones
políticas, puede elaborarse una tipología para lograr un transporte sostenible (véase la
tabla 1). La tabla muestra varias vías –una combinación de planteamientos y políticas – con
potencial para reducir el consumo de energía y aumentar la accesibilidad, fomentando así el
transporte sostenible. Los estudios demuestran la existencia de seis vías principales:

desarrollar y aplicar nuevas tecnologías (y elaborar las normas pertinentes);

mejorar el transporte público, incluidos los carriles para bicicletas y las vías
peatonales;

aumentar las actitudes ecológicas de los ciudadanos;

promover una ordenación territorial sostenible que incluya las infraestructuras de
transporte;

impulsar las TIC;

utilizar instrumentos basados en el mercado (impuestos/subvenciones).
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Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
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El futuro del transporte sostenible de pasajeros
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3. CÓMO LOGRAR UN TRANSPORTE SOSTENIBLE
CONCLUSIONES PRINCIPALES

Para lograr un transporte sostenible de pasajeros, es preciso responder dos
preguntas relacionadas entre sí: i) ¿Qué políticas son eficaces? y ii) ¿Qué debe
hacerse para que estas políticas consigan suficiente apoyo?

A la hora de identificar las políticas más eficaces, debería hacerse más hincapié en
las políticas que reducen el aumento de los volúmenes de transporte. No obstante,
la Comunicación se centra principalmente en las otras dos posibles estrategias para
lograr un transporte sostenible de pasajeros: desarrollar nuevas tecnologías y
modificar los hábitos de viaje.

A la hora de identificar las políticas más eficaces, debería hacerse más hincapié en
los viajes de ocio que en los desplazamientos diarios por tres motivos: 1) los viajes
de ocio representan más de la mitad del total del consumo de energía y de la
emisión de CO2 del transporte de pasajeros; 2) las políticas de transporte se
orientan sobre todo a los desplazamientos diarios; y 3) aunque estas políticas
puedan reducir los desplazamientos diarios, pueden aumentar al mismo tiempo los
viajes de ocio.

Para mejorar la aceptación pública de estas políticas, puede hacerse lo siguiente: i)
dejar que las personas adquieran experiencia personal sobre las repercusiones de
las políticas durante un período de prueba; ii) afectar los ingresos tributarios y iii)
utilizar información con un diseño meticuloso. La economía del comportamiento, un
ámbito de investigación que combina perspectivas económicas y psicológicas, puede
servir de orientación para aumentar la aceptación pública de estas políticas.
Las reflexiones que realiza la Comisión en su Comunicación «Un futuro sostenible para los
transportes» se basan claramente en los conocimientos de la investigación puntera. En ella
se presentan y analizan una serie de cuestiones importantes. Sin embargo, nos gustaría
añadir los siguientes aspectos, que son objeto de intensos debates en la comunidad de
investigación: la necesidad de políticas y prácticas orientadas a reducir el aumento de los
desplazamientos, la necesidad de políticas y prácticas que aborden el rápido incremento de
los viajes de ocio y la necesidad de considerar la aceptación pública de estas políticas y
prácticas.
3.1.
La estrategia de reducción
Coincidimos en que la aplicación de nuevas tecnologías y la mejora de los sistemas de
transporte público actuales resultan fundamentales para cualquier estrategia de transporte
sostenible. Sin embargo, tal como se muestra en el recuadro 2 y según respalda la
estrategia para un transporte sostenible desde el punto de vista medioambiental
(Environmentally Sustainable Transport Strategy) de la OCDE (OCDE, 2000), es preciso
elaborar una estrategia adicional destinada a reducir el aumento de los volúmenes del
transporte de pasajeros. Por tanto, el crecimiento actual no es compatible con el objetivo
global del transporte sostenible, con independencia de la aplicación de nuevas tecnologías y
la mejora del transporte público.
21
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
3.2.
Los problemáticos viajes de ocio
La investigación relativa al transporte sostenible de pasajeros se ha centrado
principalmente en los desplazamientos diarios. Por tanto, la investigación relativa al
transporte sostenible de ocio se ha visto, en gran medida, desatendida y actualmente
constituye un ámbito subdesarrollado por diversos motivos (véase Black y Nijkamp, 2002;
Holden, 2007).
En primer lugar, los viajes de placer se basan principalmente en una elección, más que en
una necesidad. Esta distinción es importante para los responsables políticos porque, según
Handy et al. (2005), en el caso de los desplazamientos necesarios, los responsables de
planificación pueden buscar formas de reducir la necesidad o la duración de dichos
desplazamientos o formas de promover alternativas a la conducción. En segundo lugar, los
requisitos de los usuarios son diferentes según se trate de viajes de ocio o, digamos,
desplazamientos diarios al trabajo. Por ejemplo, mientras que en el segundo caso, el
usuario exige puntualidad y previsibilidad, el viajero de ocio suele preocuparse menos por
estos aspectos. Los viajes de ocio pueden implicar una gran carga (equipaje) y
desplazamientos en zonas cuyo sistema de transporte público se encuentra menos
desarrollado (por ejemplo, los viajes a casas vacacionales) o resulta menos familiar al
usuario. En tercer lugar, a la hora de explicar la demanda de viajes de ocio, son
fundamentales los factores psicológicos y los relacionados con el estilo de vida; por
ejemplo, la elección de un viaje de ocio se encuentra vinculada a la expresión de la
identidad personal. Por consiguiente, con vistas a diseñar políticas de transporte sostenible
eficaces, es preciso conocer lo que diferencia a los viajes de ocio de otros desplazamientos.
No obstante, debería hacerse mucho más hincapié en la relación entre los viajes de ocio y
el transporte sostenible, ya que estos viajes representan una importante y creciente parte
del total de desplazamientos. En la UE, por ejemplo, representan aproximadamente un
tercio de los desplazamientos (AEMA, 2008). Las estadísticas extraídas de un estudio de los
desplazamientos en Noruega sugieren que los viajes de ocio son los causantes del 60 % de
las emisiones de CO2 procedentes de los desplazamientos (recuadro 3). Durante los
próximos veinte años, un mayor número de personas dedicará más tiempo a actividades de
ocio debido al envejecimiento y enriquecimiento de la población (Banister et al., 2000).
Posiblemente, gran parte de este aumento del tiempo de ocio implique viajes de larga
distancia en avión.
22
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
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Recuadro 2: Cuatro supuestos de transporte sostenible de pasajeros para 2030 en
la UE-15
CUATRO SUPUESTOS DE TRANSPORTE SOSTENIBLE DE PASAJEROS PARA
2030 EN LA UE-15
Distancia recorrida a diario por persona
Distancia recorrida a diario por persona (Km./persona/día)
Todos los supuestos se basan en el caso de 2002; por tanto, los presuntos cambios en las tecnologías
del transporte (mejora de la eficiencia), los hábitos de transporte (mayor cambio) y los volúmenes de
transporte (posible reducción) se refieren a 2002.
Todo sigue igual (TSI) en 2030: Se mantiene la tendencia de los noventa al aumento de la distancia
recorrida en todos los modos de transporte. Asimismo, el consumo específico de energía de todos los
medios de transporte desciende lentamente cada año de forma análoga a las reducciones obtenidas
en dicha década.
Supuesto 1 de transporte sostenible en 2030 (TS1): Tasa anual de incremento de la distancia
recorrida por turismos y aviones: -0,8 %. Reducción del consumo específico de energía de todos los
medios de transporte similar a la prevista en el supuesto de que todo sigue igual en 2030.
Supuesto 2 de transporte sostenible en 2030 (TS2): Tasa anual de incremento de la distancia
recorrida por turismos y aviones: 0 %. Mayor reducción del consumo específico de energía de todos
los medios de transporte en comparación con el supuesto de que todo sigue igual en 2030.
Supuesto 3 de transporte sostenible en 2030 (TS3): Tasa anual de incremento de la distancia
recorrida por turismos y aviones: +0,8%. Reducción mucho mayor del consumo específico de energía
de todos los medios de transporte en comparación con el supuesto de que todo sigue igual en 2030.
100
90
80
Supuestos de transporte sostenible
70
60
50
40
30
20
10
0
2002
2030 BAU
2030 TS 1
Transporte público
2030 TS 2
2030 TS 3
Automóvil y avión
Fuente: Holden, (2007)
Asimismo, las políticas de transporte sostenible de pasajeros suelen orientarse a los
desplazamientos diarios en vez de a los viajes de ocio. Algunos ejemplos de estas políticas
son las basadas en la planificación de ciudades más compactas y la inversión en
infraestructuras de transporte público. Como estas políticas están diseñadas para reducir el
consumo de energía y las emisiones por lo que respecta a los desplazamientos diarios,
pueden no afectar a los viajes de ocio, sobre todo en lo que se refiere a los viajes de larga
distancia en automóvil o en avión.
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Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
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Resulta aún más sorprendente que las políticas destinadas a reducir las repercusiones
negativas de los desplazamientos diarios puedan, en determinadas circunstancias, provocar
el efecto contrario en los viajes de ocio. De este modo, aunque la gente responda a estas
políticas con un consumo inferior de energía en los desplazamientos diarios, dicha
reducción se ve compensada por un mayor consumo de energía en viajes de ocio de larga
distancia, lo cual resta eficacia a las políticas en cuestión por lo que respecta al
cumplimiento del objetivo del transporte sostenible (Holden, 2007).
Recuadro 3: Viajes de ocio en Noruega
VIAJES DE OCIO EN NORUEGA
Distancia recorrida, emisiones de CO2 y viajes diarios por persona
Los datos recogidos en las encuestas sobre los desplazamientos en Noruega demuestran
que los viajes de ocio representan un tercio del tráfico diario de pasajeros. Debido a que los
viajes de ocio suelen tener una duración media mayor, representan algo más de la mitad
de la distancia recorrida en los desplazamientos diarios. Asimismo, al depender del
automóvil y del avión en mayor medida que los desplazamientos diarios, el consumo de
energía y las emisiones de CO2 de los viajes de ocio representan más del 60 % del total de
consumo de energía y de emisiones de CO2 del transporte de pasajeros.
Objetivos de los desplazamientos: desplazamientos productivos=desplazamientos al trabajo
y la escuela; desplazamientos reproductivos=desplazamientos a tiendas y a la guardería;
desplazamientos de ocio=desplazamientos para realizar actividades recreativas, visitar a
amigos y familiares y viajes vacacionales.
15 %
Ocio Productivo Reproductivo
25 %
60 %
Emisiones de CO2 procedentes del transporte de pasajeros en % per cápita (por objetivo)
Fuente: Denstadli, 2006; Rideng, 2006; Tajet, 2007; Høyer, 2003
En consecuencia, muchas de las vías presentadas al final del capítulo 2 parecen influir de
distinta forma en el consumo de energía de los desplazamientos diarios y de ocio (véase la
tabla 2), lo que significa que existe cierta ambigüedad por lo que respecta al papel que
desempeñan las diferentes vías en el fomento del transporte sostenible.
Un ejemplo de la ambigüedad existente con respecto al papel de la tecnología es el efecto
de utilizar vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos, que consumen mucha menos
24
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
energía que los vehículos convencionales de gasolina o diésel, pero que disponen de una
autonomía de conducción mucho menor, son adecuados para desplazamientos diarios, pero
probablemente sea difícil venderlos como medio de transporte de ocio.
En cuanto al papel del transporte público, la ambigüedad se debe a que, aunque la mejora
del sistema de transporte público aumentara el uso de este tipo de transporte para los
desplazamientos diarios, puede que su uso no incrementara de forma significativa para
viajes de ocio, ya que la gente tiende a emplear otros modos de transporte a tal fin.
Por su parte, miembros de organizaciones medioambientales han demostrado la existencia
de cierta ambigüedad en torno al papel que desempeñan las actitudes ecológicas (Holden y
Norland, 2005). Estos miembros actúan conforme a sus ideas ecológicas y utilizan el
transporte público en su vida diaria, pero las dejan de lado cuando viajan por placer.
Un ejemplo de la ambigüedad existente con respecto al papel de la ordenación territorial
podría ser el desarrollo de grandes ciudades compactas con gran densidad de población.
Los residentes en este tipo de ciudades consumen menos energía en sus desplazamientos
diarios que los residentes de otras formas urbanas, pero su consumo energético es mucho
mayor que el de estos últimos en lo que se refiere a los viajes de ocio11.
La ambigüedad del papel de las TIC se encuentra relacionada con la afirmación de que las
TIC reducen la necesidad de desplazamiento diario (por ejemplo, permiten a algunas
personas trabajar desde casa), pero al mismo tiempo, generan el deseo de viajar por placer
(por ejemplo, divulgan la publicidad de turismo de forma más eficaz). En un análisis
reciente, Andreev et al. (2010) revisaron un centenar de estudios sobre los efectos de las
TIC en el teletrabajo [es decir, en los desplazamientos productivos diarios], la telecompra
[es decir, en los desplazamientos reproductivos diarios] y el teleocio [es decir, en los
desplazamientos de ocio]. Concluyen que de los cuatro principales efectos directos de las
TIC en los desplazamientos, a saber, la sustitución (que las TIC reemplacen los
desplazamientos), la complementariedad (que las TIC generen nuevos desplazamientos), la
modificación (que las TIC cambien los hábitos de viaje) y la neutralidad (que las TIC no
afecten a los desplazamientos), la sustitución prevalece en el caso del teletrabajo y la
complementariedad en el caso de la telecompra y el teleocio (Andreev et al., 2010)12.
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Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
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Tabla 2: Vías que afectan de distinta forma al consumo de energía según se trate
de desplazamientos diarios o de ocio
¿Reduce el consumo de
energía por lo que
respecta a los
desplazamientos diarios?
¿Reduce el consumo de
energía por lo que
respecta a los viajes de
ocio largos?
Desarrollar y aplicar nuevas
tecnologías (por ejemplo,
vehículos eléctricos)
Sí
No
Mejorar el transporte
público (por ejemplo,
«efectos del cambio
modal»)
Sí
No
Aumentar las actitudes
ecológicas de los
ciudadanos (por ejemplo,
adhesión a ONG)
Sí
No
Promover una ordenación
territorial sostenible (por
ejemplo, ciudades
compactas)
Sí
No
Impulsar las TIC (por
ejemplo, aumento del uso
de Internet)
Sí
No
Vía
Fuente: Holden, (2007)
De hecho, es importante adquirir más conocimientos de las cinco vías descritas en la tabla
2 y de sus ambiguas repercusiones en los desplazamientos diarios y de ocio con vistas a
lograr un transporte sostenible. Estos conocimientos deben proporcionar una respuesta a la
siguiente pregunta: ¿Qué medidas reducirán en mayor medida las consecuencias
perjudiciales para el medio ambiente de todos los desplazamientos?
3.3.
Desarrollo de la aceptación pública y política
Para lograr un transporte sostenible de pasajeros, es preciso responder dos preguntas
relacionadas entre sí: i) ¿Qué políticas son eficaces? y ii) ¿Qué debe hacerse para que estas
políticas consigan suficiente apoyo?
Como se ha explicado anteriormente, es posible lograr un transporte sostenible de
pasajeros si se ofrece a los consumidores las oportunidades (forma urbana, transporte
público, tecnologías) y los incentivos (medidas económicas e informativas) adecuados para
modificar sus hábitos de viaje en el sentido deseado. Sin embargo, muchas políticas
eficaces pueden no obtener aceptación pública o política, sobre todo cuando su coste es
claramente visible y no así sus ventajas. De este modo, la UE se opone a establecer
impuestos sobre el CO2 para frenar las emisiones porque estos impuestos incrementarían
los gastos actuales de las industrias dependientes de combustibles fósiles y
comprometerían su competitividad a escala internacional, al tiempo que existe gran
incertidumbre en torno al alcance de los beneficios, que principalmente disfrutarían las
generaciones futuras y las personas de otras partes del mundo.
26
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
La aceptación política dependerá también de la forma en que se distribuyan los costes y
beneficios entre los emisores (OCDE, 2009). Daubjerg y Svendsen (2003) investigaron los
procesos de aplicación de impuestos sobre el CO2 en Noruega, Dinamarca y Suecia y
concluyeron que los consumidores mal organizados acaban asumiendo un gasto
desproporcionado (debido, por ejemplo, a un elevado impuesto sobre el CO2 en la gasolina)
mientras que la industria manufacturera bien organizada acaba quedando exenta, al menos
en parte, del pago de este impuesto.
Por otro lado, es posible que la población no esté muy de acuerdo con reducir los
desplazamientos deseados, como los viajes de ocio, en lugar de los desplazamientos
necesarios, como los relacionados con el trabajo (Mokhtarian, 2005 a, b; Holden, 2007).
Además, los responsables políticos pueden considerar los viajes de ocio menos productivos
en términos económicos que los desplazamientos por trabajo y, por tanto, menos
relevantes para la elaboración de políticas al respecto (Andreev et al., 2010).
Por último, los ciudadanos pueden mostrarse reacios a adoptar nuevas tecnologías o a
cambiar sus hábitos, incluso aunque tengan fácilmente a su disposición, alternativas de
desplazamiento respetuoso con el medio ambiente a un precio razonable. Estos obstáculos
personales frente al cambio suelen denominarse «autobloqueo del usuario» (user lock-in)
(Stern, 1999, 2000).
La Comunicación de la Comisión aborda la importancia de la aceptación pública y política.
Sin embargo, afirma que esta aceptación dependería de «un mejor entendimiento de los
retos que se presentan» (p. 18) y podría lograrse informando mejor a los ciudadanos
«sobre la justificación de las decisiones políticas y sobre las posibles alternativas» (p. 19).
No cuestionamos la importancia de ambas afirmaciones. No obstante, creemos que aparte
de la información, existen otras maneras, quizás más eficaces, de desarrollar la aceptación
pública. A continuación se presentan cuatro de ellas.
En primer lugar, la aceptación pública puede mejorarse mediante la experiencia personal.
Un buen ejemplo de esto sería la introducción efectiva de una tasa por congestión en
Estocolmo en 2006. Al principio, sólo una minoría (34 %) apoyaba la propuesta. Sin
embargo, las autoridades impusieron la tasa durante un período de prueba de seis meses.
Este período tuvo cuatro importantes resultados notables: i) el efecto visiblemente
significativo de las tasas en la reducción de la congestión; ii) la variedad de estrategias de
adaptación de los viajeros, incluido un cambio modal a favor del transporte público; iii) la
rápida respuesta del tráfico a un nuevo nivel (más bajo) sorprendentemente estable; y iv)
un cambio significativo en la actitud de los ciudadanos frente a la tasa por congestión
(Eliasson et al., 2009). Tras el período de prueba, se organizó un nuevo referendo que esta
vez obtuvo la mayoría necesaria (56 %) para la imposición permanente de la tasa por
congestión. De acuerdo con Winslott-Hiselius et al. (2009, p. 269), parecía que la actitud
de los ciudadanos había cambiado gracias a la experiencia personal, la cual les había
proporcionado una nueva visión de las implicaciones que comportarían las tasas para el
bienestar personal. En consecuencia, según los autores, experimentar puede resultar por lo
general una herramienta más útil que la información en el proceso de aplicación de
medidas políticas «difíciles», como las tasas por congestión.13,14
En segundo lugar, la aceptación pública puede mejorarse mediante la afectación de los
ingresos tributarios. Con arreglo a la mejor teoría del bienestar, las tasas de uso deberían
ser equivalentes a los costes marginales sociales y el Estado debería percibir la totalidad de
los ingresos. Sin embargo, varios estudios concluyen que aunque resulte costosa, la
afectación de los ingresos podría representar una mejor opción que conformarse con un
tipo de impuesto pigouviano inferior o con la ausencia total de impuestos (Ison, 2000;
Daugbjerg y Svendsen, 2003; Doll y Link, 2007; Kunchornrat et al., 2008; S. Kalbekken,
27
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________
2008). Centrándose en la introducción de impuestos sobre el CO2, Daugbjerg y Svendsen
(2003, p. 76) afirman que con vistas a diseñar unos impuestos medioambientales lo
suficientemente altos como para lograr los efectos de incentivación deseados, debe
efectuarse el reembolso de los ingresos tributarios, ya sea mediante su afectación a
subvenciones medioambientales o la deducción de otros impuestos dirigidos a la industria.
Los autores alegan que este reembolso no debería depender de las emisiones, de forma
que no se alteren los incentivos destinados a su mitigación. Por otro lado, Doll y Link
(2007) exploran la viabilidad y las posibles ventajas de modificar el sistema alemán de
peaje de los vehículos pesados de transporte de mercancías (VPTM) en autopista mediante
la adopción de distintas normas de tarificación y recaudación. Concluyen (ibídem, p. 217)
que las consideraciones relativas al desarrollo a largo plazo y la aceptabilidad militan
firmemente a favor de la afectación de los ingresos al sector del transporte. En un estudio
sobre la zona de Bangkok, Kunchornrat et al. (2008, p. 2211) concluyeron que el 22 % de
los motoristas que se desplazan al lugar de trabajo en esta ciudad apoyarían la imposición
de tasas por congestión en las autopistas de la región. Según ellos, la aceptación pública
aumentaba considerablemente al prometerse la devolución de, al menos, una parte de la
recaudación en forma de deducciones en otros impuestos.
En tercer lugar, la aceptación pública podría mejorarse con el uso de información con un
diseño meticuloso de forma que se superen los obstáculos personales o autobloqueos de los
usuarios frente a la aplicación de nuevas tecnologías y el cambio de hábitos. Stern (1999)
demuestra que la eficacia de los programas de incentivos económicos depende de factores
de índole personal y puede aumentarse de modo considerable combinando los incentivos
con las intervenciones informativas adecuadas. Por ejemplo, en referencia a un programa
de incentivos económicos de los Estados Unidos con el objetivo de que los consumidores
redujeran su consumo de electricidad en hora punta, Stern demuestra que las grandes
diferencias de precio existentes entre las distintas ofertas representaron sólo el 2 % de la
variación de hábitos, mientras que (ibídem, p. 469) una medida adicional, relativa a la
importancia que daba la gente a reducir el consumo de electricidad en hora punta y si se
consideraba una obligación moral en el hogar, supuso el 11 %.
En cuarto lugar, la aceptación pública puede mejorarse mediante las perspectivas
adquiridas en un ámbito de investigación de rápida evolución conocido como «economía del
comportamiento». Este ámbito de investigación combina perspectivas económicas y
psicológicas con el fin de entender mejor los motivos que llevan a las personas a
comportarse de un modo u otro. Una observación empírica apunta a que, en determinadas
circunstancias, los incentivos económicos parecen minar la motivación moral.
Sin embargo, dichos incentivos pueden servir también para reforzar esta motivación
(Nyborg, 2008). Estos conocimientos pueden ayudar a las autoridades a transmitir mejor la
justificación de las decisiones políticas y facilitar la producción de cambios en el
comportamiento. Otra conclusión (Kalbekken, 2008) es que la población en general no
suele creer que un impuesto medioambiental con un diseño óptimo vaya a reducir el
problema medioambiental al que va dirigido, ni que el Gobierno vaya a cumplir sus
promesas de devolver los ingresos tributarios. Puede que para resolver estos problemas
sea preciso garantizar la comprensión de la situación desde el punto de vista del
participante y emplear métodos participativos en la toma de decisiones (Stern, 1999,
p. 475).
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El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
4. MEDIDAS E IDEAS
CONCLUSIONES PRINCIPALES

Sugerimos las siguientes ideas y medidas, que no se abordaron (al menos, no en la
suficiente medida) en la Comunicación de la Comisión: emplear incentivos para
premiar los logros obtenidos en el desarrollo de nuevas tecnologías con bajas
emisiones de carbono en el sector del transporte; elaborar un plan a cincuenta años
para fomentar el uso de la bicicleta en todas las ciudades comunitarias (y un plan
asociado para reducir el uso del automóvil en las grandes ciudades); informar a los
ciudadanos de las consecuencias medioambientales de los viajes de ocio; promover
una ordenación territorial basada en la concentración descentralizada; emplear TIC
para facilitar el transporte público; imponer tasas por congestión en las principales
ciudades de la UE; imponer una tasa por emisión de CO2 a todos los transportes e
introducir un impuesto sensible al CO2 para los vehículos nuevos.
Por último, nos centramos en algunas ideas y medidas que, en nuestra opinión, no se
abordan (al menos, no en la suficiente medida) en las políticas propuestas en la
Comunicación de la Comisión. Estas ideas y medidas se basan en las seis vías descritas en
el capítulo 2 y en los tres aspectos que se presentan en el capítulo 3.

Emplear incentivos para premiar los logros obtenidos en el desarrollo de nuevas
tecnologías con bajas emisiones de carbono en el sector del transporte, siguiendo
los ejemplos del sector espacial y del sector de las vacunas. Un concurso de
incentivos es una competición que concede un premio en metálico al logro de una
hazaña, por ejemplo, vehículos de emisiones cero. Los trabajos de investigación han
demostrado que este tipo de concursos pueden resultar eficaces para impulsar el
avance de las tecnologías (OCDE, 2009). Los premios podrían incluirse en el
Séptimo Programa Marco de Investigación de la UE (2007-2013), que ha destinado
un total de 4 160 millones de euros específicamente a la investigación en materia de
transporte. Aunque esta asignación sea elevada, cabe mencionar que el gasto
público de I+D en materia de energía ha experimentado una espectacular caída en
los países de la OCDE (y la UE) desde su auge a principios de los ochenta. Según la
OCDE (ibídem), es preciso disponer de recursos financieros en I+D en materia de
energía para afrontar el reto del cambio climático y una I+D centrada en el
desarrollo de nuevas tecnologías importantes con bajas emisiones de carbono podría
rebajar en gran medida los costes si lograra sus objetivos. Señala el sector del
transporte como el de mayor potencial para la reducción de costes, debido al escaso
potencial de rebaja de las tecnologías disponibles actualmente en el mercado de
este sector.

Elaborar un plan a cincuenta años para fomentar el uso de la bicicleta en todas
las ciudades comunitarias. La bicicleta se halla en el corazón de toda política de
transporte sostenible de pasajeros, pero el desarrollo de las infraestructuras para su
uso es insuficiente. El plan en cuestión debería incluir la construcción de carriles bici
y la creación de zonas exclusivas para ciclistas. Dicho plan debería acompañarse de
medidas concretas para expulsar a los coches, furgonetas y camiones de los centros
urbanos y dejar espacio para ir en bicicleta y a pie. Aunque la elaboración de estos
planes corresponda a las autoridades urbanísticas locales y regionales, la UE podría
enviar una clara señal a dichas autoridades mediante la facilitación de mejores
prácticas y la financiación, además, de una parte o la totalidad de estas prácticas.
29
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
_________________________________________________________________

Informar a los ciudadanos de las consecuencias medioambientales de los
viajes de ocio, sobre todo de los efectuados en avión. Unas encuestas detalladas
realizadas a hogares revelan que las personas no suelen ser conscientes de las
consecuencias negativas que tienen para el medio ambiente los viajes de ocio
(Holden, 2008). De hecho, incluso los ecologistas parecen dejar de lado sus
actitudes ecológicas cuando viajan por placer (ibídem). Por consiguiente, debería
facilitarse mucha más información a los ciudadanos sobre esta cuestión para
aumentar su conciencia ecológica al respecto. De nuevo aquí, la UE podría enviar
una clara señal mediante la facilitación de campañas de información y la
financiación, además, de una parte o la totalidad de estas campañas. Dichas
campañas deberían proporcionar información concreta, como, por ejemplo: «al volar
al extranjero una vez al año, consumes la misma energía que dedicas a satisfacer
las necesidades de tu hogar durante todo un año»15. La clave en este tipo de
campañas es centrarse en la duración del viaje, sobre todo en el caso del avión. Hay
una gran diferencia entre viajar en vacaciones (por ejemplo, desde Oslo) a Nueva
York y viajar en vacaciones a Barcelona. Además, las campañas deberían ofrecer
alternativas a los viajes en avión al extranjero, como, por ejemplo, información
sobre vacaciones en el país y trenes de largo recorrido. En gran medida, la mejora
de la conciencia ecológica podría dar a los políticos y gobiernos la legitimidad política
necesaria para afrontar el problema del aumento de los viajes de ocio mediante su
encarecimiento (por ejemplo, con impuestos) o su complicación (por ejemplo, con
una reducción del tamaño o el número de aeropuertos).

Además del planteamiento basado en la información mencionado
anteriormente, existen tres formas (en relación con la orientación política de
«regulación / instrumentos económicos» de la tabla 1) de afrontar el problema de
los viajes de ocio: i) establecer límites máximos de emisiones (que llevan décadas
existiendo para los coches, las furgonetas y los camiones); ii) imponer una tasa por
emisión de CO2 (véase más adelante); y iii) regular los desplazamientos aéreos
(establecer límites sobre el número de rutas y aeropuertos). Dentro de estas
categorías deberían elaborarse medidas más exhaustivas, aunque probablemente
ninguna goce de mucha popularidad. Por consiguiente, resulta de suma importancia
el anterior argumento sobre la concienciación y la legitimidad política.

Promover la concentración descentralizada de las ciudades más pequeñas o el
desarrollo multicéntrico de las ciudades más grandes. La concentración
descentralizada16 ofrece la mejor posibilidad de desarrollar un sistema de transporte
público asequible que funcione correctamente, lo que, a su vez, aumentaría la
accesibilidad al transporte de los grupos de movilidad reducida y conduciría a un
menor consumo de energía por lo que respecta al transporte (Breheny, 1992;
Banister, 1992; Owens, 1992; Newman y Kenworthy, 2000; Buxton, 2000; Masnavi,
2000; Høyer y Holden, 2001; Holden, 2004). Por otro lado, la concentración
descentralizada puede evitar algunas de las desventajas derivadas de densidades
extremas, como puede apreciarse típicamente en las grandes ciudades compactas y
monolíticas. Las estadísticas demuestran que las densidades extremas se asocian a
un mayor consumo de energía en viajes de ocio de larga distancia. Obviamente, la
ordenación de las ciudades corresponde a las autoridades urbanísticas locales y
regionales. Sin embargo, la UE podría enviar una clara señal mediante el apoyo del
principio de concentración descentralizada. A tal fin, puede publicar guías de
ordenación del transporte urbano o incluso exigir planes de transporte urbano
obligatorios para las ciudades de, por ejemplo, más de 250 000 habitantes. No
obstante, dado que las ciudades difieren en densidad de población, geografía y
topografía, los planes deben diseñarse específicamente para cada ciudad con arreglo
al principio de subsidiariedad. Una parte esencial de las guías y los planes debe ser
una estrategia a largo plazo para reducir el uso del automóvil en las ciudades. Para
30
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
ello, es preciso elaborar planes asociados de fomento de la marcha a pie y en
bicicleta (como se ha mencionado anteriormente) y del transporte público (véase el
siguiente punto).

Emplear las TIC para facilitar el transporte público. Uno de los mayores
obstáculos para convencer a la gente de utilizar los sistemas de transporte público
de superficie, sobre todo cuando viajan por placer, son las molestias reales o
percibidas al desplazarse de A a B, que suele implicar parte del recorrido a pie o la
coordinación de distintos modos de transporte (autobús, tren, tranvía, metro, ferry,
etc.). Gössling (2010) propone una solución a este problema de coordinación
mediante el uso de, por ejemplo, un iPhone. La idea se basa en una iniciativa de
transporte público denominada «Dutch 9292», que incluye una base de datos con
los horarios de todos los sistemas de transporte público de los Países Bajos. El
servicio es accesible por teléfono o Internet y en unos segundos la aplicación
muestra sugerencias de horarios de viaje para cualquier día o momento del día,
incluidas las distancias a pie, por ejemplo hasta la próxima parada de autobús.
También puede mostrarse un plano en el iPhone para que sea más fácil encontrar el
camino. Aunque se centra principalmente en el transporte público, la iniciativa
«Dutch 9292» permite a los conductores combinar el automóvil y el transporte
público, por ejemplo mediante la localización de aparcamientos disuasorios.

Imponer tasas por congestión en las principales ciudades de la UE siguiendo el
modelo de prueba y referendo empleado en Estocolmo (véase el apartado 3.3). Las
tasas por congestión reducirían las emisiones de CO2 a través de una reducción de
los desplazamientos y del cambio modal del automóvil al transporte público.
Asimismo, las tasas por congestión contribuirían a reducir la congestión, las
emisiones locales y los accidentes de tráfico. En cuanto a los viajes de ocio, las
tasas por congestión podrían reducir los períodos punta de tráfico al principio y al
final de las vacaciones, bien mediante el fomento de modos más respetuosos con el
medio ambiente (que podrían ser gratuitos), bien mediante la reducción de la
intensidad del tráfico en horas punta (cuando podría resultar más caro viajar). La
construcción de nuevas carreteras podría reducir los períodos punta de tráfico a
corto plazo, pero a la larga daría lugar a una inevitable mayor congestión.

Imponer una tasa por emisión de CO2 a todos los transportes, incluidos el
automóvil y el avión, por ejemplo, un impuesto sensible al CO2 sobre los
carburantes similar al sistema introducido en Suecia y Noruega en 1991. Aunque se
trate de una medida impopular, se ha demostrado que es más fácil gravar con un
impuesto sobre el CO2 el consumo de combustible en el hogar que el consumo de
combustible en la industria (Daugbjerg y Svendsen, 2003). No obstante, puede que
sea preciso elaborar campañas de información con un diseño adecuado y afectar los
ingresos tributarios para lograr suficiente apoyo.

Introducir un impuesto sensible al CO2 para los vehículos nuevos estimularía
las compras de automóviles con bajas emisiones. Este sistema se introdujo en
Noruega en enero de 2007 e inmediatamente condujo a una reducción del 10 % de
las emisiones medias procedentes de vehículos nuevos, de más de 170 g/Km. a
unos 160 g/Km. El sistema noruego funciona de la siguiente manera: hasta 2007, el
impuesto se basaba en tres elementos: la cilindrada, el peso del vehículo y la
potencia del motor; a partir de 2007, se sustituyó la cilindrada por la emisión de
CO2. El sistema no sustituye al próximo Reglamento de 2013 relativo a las
emisiones de CO2 procedentes de los vehículos nuevos, sino que se trata de un
incentivo complementario para que los consumidores opten por vehículos más
pequeños con bajas emisiones.
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Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
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El futuro del transporte sostenible de pasajeros
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AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar nuestro agradecimiento a las siguientes personas: Stefan Gössling y
Carlo Aall del Instituto de Investigación de Noruega Occidental (Vestlandsforsking); Holger
Schlaupitz de Amigos de la Tierra Noruega; y Hege Westskog, Steffen Kallbekken y Asbjørn
Torvanger del CICERO (Center for International Climate and Environmental Research) en
Oslo por sus útiles sugerencias y observaciones. Parte del trabajo en esta nota refleja la
investigación desarrollada en el marco del CLIPORE (Mistra Climate Policy Research
Program - Programa de Investigación sobre Política Climática de la Fundación Mistra).
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Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
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El futuro del transporte sostenible de pasajeros
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El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
NOTAS
1
Una fuente importante es Erling Holden (2007), Achieving Sustainable Mobility: Everyday
and Leisure-time Travel in the EU (Aldershot: Ashgate).
2
El Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito de
Peden et al. (2004) constituye el primer informe importante publicado conjuntamente por
la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial en la materia.
3
La aplicación del imperativo del desarrollo sostenible en el sector del transporte ha
generado varios conceptos designados por términos como: movilidad sostenible, transporte
sostenible y sistemas de transporte sostenible. A pesar de la variedad de terminología, los
trabajos de investigación que emplean estos términos tratan básicamente de lo mismo. No
obstante, en Norteamérica parecen preferir el término «transporte sostenible», mientras
que en Europa suele optarse por «movilidad sostenible» (Black, 2003). En el presente
documento utilizamos «transporte sostenible».
4
El Libro Verde empleaba el término «movilidad sostenible».
5
Desde la introducción del concepto de «desarrollo sostenible» en el informe Brundtland
(CMMAD, 1987), éste ha ido evolucionando hasta incluir un creciente número de
cuestiones. Para más información sobre la definición y funcionalidad del concepto, véase
Holden y Linnerud (2007).
6
Con arreglo al supuesto de bajo consumo de energía que plantea el informe Brundtland,
todos los países de la OCDE deben reducir su consumo per cápita de energía, como
mínimo, al 50 % del nivel de 1990 para cumplir los requisitos de sostenibilidad ecológica a
largo plazo. En el caso de la UE, el objetivo energético sería 8 Kwh. diarios per cápita
(sobre la base de una estimación de 16 Kwh. diarios per cápita en 1990).
Resulta complicado identificar el nivel mínimo de movilidad necesario para satisfacer las
necesidades básicas de transporte. No obstante, presentamos a continuación un cálculo
aproximado de un nivel mínimo de movilidad que servirá de punto de partida para el
debate correspondiente. En primer lugar, se estima un nivel mínimo de PIB (PPA) de 5 000
dólares estadounidenses para satisfacer las necesidades básicas (con arreglo al desarrollo
humano medio del PNUD). En segundo lugar, se ha calculado una proporción entre el PIB
(PPA) y la distancia recorrida anualmente de 0,7-0,9 (Banister, 2002; Black, 2003; Schafer,
1998; WBCSD, 2001, 2004; AIE, 2002). Por tanto, un nivel mínimo de movilidad por
habitante de entre 3 500 y 4 500 Km. anuales sería suficiente para satisfacer las
necesidades básicas de transporte (aproximadamente 11 Km. diarios per cápita). De hecho,
lo más probable es que las personas con acceso a una movilidad superior a este nivel
puedan satisfacer sus necesidades básicas de transporte.
7
No obstante, encontramos numerosos aspectos borrosos entre los distintos
planteamientos; en la práctica, es probable que se solapen. Por un lado, una política de
transporte sostenible podría combinar elementos de los distintos planteamientos; de hecho,
debe combinar los tres planteamientos. Así, aunque un planteamiento político basado en la
eficiencia aplique principalmente medidas orientadas a aumentar la eficiencia, podría
también incluir medidas de los planteamientos basados en el cambio y la reducción. De
igual forma, un planteamiento político basado en la reducción aplicaría principalmente
medidas orientadas a reducir los volúmenes de transporte, pero podría también incluir
medidas de los planteamientos basados en la eficiencia y el cambio. Por otro lado, una
medida concreta podría responder a más de un planteamiento. Por ejemplo, un autobús
eléctrico consume menos energía por vehículo-kilómetro, lo que significa que es más
eficiente desde el punto de vista energético que un autobús diésel convencional; por tanto,
introducir autobuses eléctricos podría definirse como un elemento del planteamiento
39
Departamento Temático B: Políticas Estructurales y de Cohesión
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basado en la eficiencia. Sin embargo, esta medida respondería también al planteamiento
basado en el cambio, ya que la introducción de este tipo de autobús tiene también como
objetivo aumentar el uso del transporte público. No obstante, cada planteamiento refleja un
ámbito de interés único.
8
El concepto de «tecnología» se entiende aquí en un sentido amplio: incluye tanto el uso
de tecnología «dura» o material (por ejemplo, el desarrollo de vehículos y combustibles
más eficientes) como el de tecnología «blanda» o intelectual (por ejemplo, el desarrollo de
una logística del transporte más eficaz). Por otro lado, podría aplicarse una tecnología más
eficiente en todos los componentes del sistema de transporte: el transporte motorizado, las
infraestructuras de transporte y el sistema energético.
9
Es evidente que el avión constituye también una forma de transporte colectivo, pero su
elevado consumo de energía por pasajero-kilómetro hace los viajes en avión equiparables a
los viajes en automóvil.
10
Por orientación política se entiende la justificación genérica en la que suelen basarse las
distintas medidas políticas (Banister et al., 2000). En la práctica, estas orientaciones
políticas no se encuentran claramente definidas y divididas como ya se ha indicado. Existen
aspectos borrosos en los que las orientaciones se superponen. Asimismo, existe una
estrecha interacción entre las medidas pertenecientes a cada orientación política principal.
Por ejemplo, es preciso desarrollar tecnologías nuevas y mejoradas (mediante la aplicación
de políticas orientadas a la tecnología). Por otro lado, dichas tecnologías deben aplicarse,
ya sea a través de la adaptación voluntaria a las mismas a nivel personal (mediante la
aplicación de políticas orientadas a la información) o a través de la regulación de los
hábitos por parte de las autoridades (mediante la aplicación de políticas orientadas a la
regulación).
11
Esta ambigüedad sirve, en cierto modo, de apoyo a la «hipótesis compensatoria», que
sugiere que las personas que viven en zonas urbanas con una elevada densidad de
población y cuya necesidad de desplazamiento diario es reducida, tienden a realizar más
viajes de ocio en avión que los que viven en zonas residenciales de baja densidad
demográfica. Puede que, en parte, traten de compensar la escasez de zonas verdes
recreativas en las zonas urbanas de alta densidad en las que viven. Sin embargo, existen
otras explicaciones para esta tendencia a los viajes de ocio entre los habitantes de zonas
residenciales densamente pobladas. Por ejemplo, ¿se gastan en viajes de ocio el dinero que
se ahorran en desplazamientos diarios? ¿O, más bien, los viajes de ocio en avión son
inherentes al estilo de vida cosmopolita y urbana de estos habitantes? Entonces, ¿ocurre
simplemente que estos habitantes, de los que una gran parte son estudiantes y
académicos, tienen un estilo de vida que se caracteriza especialmente por una preferencia
por la vida en la ciudad y una mayor tendencia a realizar viajes de ocio de larga distancia
en avión? ¿Carecen de acceso directo a zonas verdes y, por tanto, su ahorro en
desplazamientos diarios tiene poco o nada que ver con sus viajes de ocio en avión? Es
preciso llevar a cabo más investigaciones para determinar los mecanismos implicados en
las decisiones sobre los viajes de ocio.
12
La interacción entre las TIC y las actividades personales y desplazamientos relacionados
ha constituido un tema importante en la investigación sobre el transporte de los últimos
años. Según se desprende de las pruebas que aportan estos estudios, dicha interacción es
muy compleja y no existen pruebas irrefutables que demuestren que el uso de TIC
aumente o disminuya la demanda total de desplazamientos. No obstante, algunos hallazgos
sugieren que las TIC pueden tener distintas repercusiones directas en los desplazamientos
diarios y de ocio.
Por tanto, parece existir cierto apoyo a la afirmación de que, actualmente, las TIC dan
lugar a una disminución de los desplazamientos relacionados con actividades personales
obligatorias, como el trabajo, y a un aumento de los desplazamientos relacionados con
40
El futuro del transporte sostenible de pasajeros
_________________________________________________________________________
actividades discrecionales, como el ocio. Esta tendencia puede deberse a mecanismos
compensatorios, tal como señalan Banister y Stead (2004, p. 613): aunque existan
reducciones en una serie de actividades relacionadas con el transporte (por ejemplo, el
desplazamiento al trabajo), pueden darse aumentos compensatorios en otro sentido,
puesto que el automóvil se encuentra ahora disponible durante el día para otros usos (por
ejemplo, para compras o actividades sociales) y otros usuarios. Pueden encontrarse
algunas observaciones empíricas anteriores sobre este tipo de mecanismos compensatorios
entre los desplazamientos de trabajo y de placer en Henderson y Mokhtarian (1996) y
Balepur et al. (1998). Por ejemplo, Henderson y Mokhtarian (1996) observaron una
reducción considerable en los desplazamientos diarios al trabajo y un ligero aumento en los
viajes de placer como resultado del teletrabajo. Otros estudios apoyan la tendencia al
aumento de las actividades y viajes de ocio como consecuencia de un mayor uso de TIC.
Gould y Golob (1997) concluyeron que las personas que trabajan exclusivamente en casa
pasan mucho más tiempo de compras en días laborales que las personas que trabajan
fuera de casa.
Los estudios mencionados no incluyen estudios sobre viajes de ocio de larga duración y se
centran más en la demanda que en la oferta de desplazamientos. Sin embargo, tal como
señalan Banister y Stead (2004), las TIC pueden influir en la oferta de desplazamientos si,
por ejemplo, se utiliza Internet para ofrecer ofertas de último minuto por exceso de
capacidad, sobre todo vuelos, hoteles y vacaciones. Aparte de ahorrarse dinero en
marketing, las empresas pueden crear un perfil de este mercado y adaptar sus productos a
las demandas que se perciban del consumidor. Según Banister y Stead (2004, p. 624), el
potencial de crecimiento de los desplazamientos es inmenso, porque la gente cada vez pasa
más vacaciones en el extranjero y hace más viajes baratos para visitar a amigos, lugares u
otros destinos. Los autores afirman que este potencial ha facilitado nuevos modelos de
propiedad de una segunda vivienda en el cinturón del sol europeo y el poder pasar puentes
en ella con cierta frecuencia.
13
Para más información sobre la prueba de Estocolmo, véase, por ejemplo, el número
especial de la publicación Transportation Research Part A, volumen 43, dedicado a este
tema.
14
Las autoridades de Edimburgo habían sugerido la introducción de una tasa por
congestión similar en 2005. Sin embargo, sólo se emplearon estrategias de información
tradicionales en la campaña de apoyo a la tasa; finalmente, no se convenció a los
ciudadanos y una clara mayoría (74 %) votó en contra de la medida.
15
Según el Instituto Nacional de Estadística de Noruega (Statistisk Sentralbyrå), el
consumo medio de energía de los hogares noruegos es de 7 900 Kwh./persona/año. En un
viaje en avión Oslo-Nueva York-Oslo se consumen 8 000 Kwh. /persona de energía
[6 700 Km. de viaje de ida (vía Copenhague); consumo específico de energía=0,6 Kwh.
/pkm].
16
La lógica del concepto de «concentración descentralizada» radica en que maximiza las
ventajas ofrecidas, al tiempo que minimiza las desventajas generadas por distintas
versiones de la ciudad compacta. Por un lado, ofrece las ventajas de la compactación. Las
estadísticas demuestran que el aumento de la densidad conlleva un menor consumo de
energía tanto en el hogar como en los desplazamientos diarios. Por otro lado, la
concentración descentralizada evita las desventajas derivadas de una densidad extrema,
como puede apreciarse típicamente en las grandes ciudades compactas y monolíticas.
Asimismo, desde un punto de vista estadístico, la densidad extrema se asocia a un mayor
consumo de energía en viajes de ocio de larga distancia.
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Dirección General de Políticas Interiores
Departamento TemÁTICO
Políticas Estructurales y de Cohesión
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Políticas Estructurales y de Cohesión
B
B
Agricultura y Desarrollo Rural
Cultura y Educación
Cometido
Los departamentos temáticos constituyen unidades de análisis que prestan asesoramiento
especializado a comités, delegaciones interparlamentarias y otros órganos parlamentarios.
Pesca
Desarrollo Regional
Áreas políticas
Transporte
y Turismo
Transporte
y Turismo
Agricultura y Desarrollo Rural
Cultura y Educación
Pesca
Desarrollo Regional
Transporte y Turismo
EL FUTURO DEL
TRANSPORTE
SOSTENIBLE DE
PASAJEROS
Documentos:
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Créditos de las fotografías: iStock International Inc., Photodisk, Phovoir
BA-80-10-228-ES-C
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ISBN 978-92-823-3171-2
NOTA
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2010
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