Nivel quimico de organización (2)

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Nivel químico de organización de la materia
Elementos químicos
Todas las formas de materia, se componen de un número limitado de unidades estructurales
llamadas elementos químicos, cada uno de los cuales es una sustancia (o sea, no se puede
descomponer en otras más simples).
Los elementos se representan mediante símbolos químicos, formados por la primera o las
primeras dos letras del nombre de cada uno de ellos en latín.
Normalmente el cuerpo humano contiene 26 de los 92 elementos naturales. Entre ellos:
 Oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno (96% de la masa corporal)
 Calcio, fósforo, potasio, azufre, sodio, cloro, magnesio, yodo y hierro (3,9% de la masa
corporal)
 Aluminio, boro, cromo, cobalto, cobre, flúor, manganeso, molibdeno, selenio, silicio,
estaño, vanadio, cinc (conocidos como oligoelementos 0,1%)
Estructura de los átomos
Cada elemento se compone de átomos, que son las unidades de materia más pequeñas. Constan
de tres partes clases principales de partículas subatómicas: Protones, neutrones y electrones.
 Núcleo: es la parte central del átomo, la más densa.
 Protones: partículas con carga positiva que se encuentran en el
núcleo.
 Neutrones: partículas sin carga.
 Electrones: contienen carga negativa y giran alrededor al núcleo.
En la zona central o núcleo se encuentran los protones y neutrones. La masa de los protones y los
neutrones es similar. Los protones poseen carga positiva (+) y los neutrones carecen de carga
eléctrica.
Los electrones se encuentran en continuo movimiento en una zona, alrededor del núcleo, llamada
nube extranuclear. Tienen carga negativa y su masa es 1840 veces menor que la de los protones.
Número atómico, número másico
En la tabla periódica los elementos se encuentran ordenados de acuerdo con un número creciente, ese
número recibe el nombre de número atómico o número de orden y se representa con la letra Z.
Identifica a los distintos elementos. Este número indica la cantidad de protones que un átomo
de un elemento tiene en su núcleo. Por lo tanto, en los átomos (ya que son eléctricamente neutros) ese
número indica también la cantidad de electrones.
En el núcleo además de protones hay neutrones. La suma del número
de protones y neutrones recibe el nombre de número másico y se
simboliza con la letra A.
La forma aceptada para anotar el número atómico y el número de
masa (másico) de un elemento X es la siguiente:
Número de masa = Número de protones + Número de neutrones
A = Z + Número de protones
El número de neutrones se puede calcular así:
Nº de neutrones = A - Z
Los electrones se disponen en forma de nube, dispuesta en varias capas
alrededor del nucleo. En el primer nivel (el más cercano) nunca tiene más de
dos electrones. En el segundo un máximo de ocho. En el tercero puede tener hasta 18.
Iones
Los iones son partículas con carga eléctrica. Es decir que el número de protones no es igual al
número de electrones. Esto puede deberse a una pérdida o ganancia de electrones.
Si un átomo pierde electrones, se transforma en ion positivo llamado catión, y queda con tantas
cargas positivas como electrones haya perdido.
Si un átomo gana electrones, se transforma en ión negativo llamado anión, y queda con tantas
cargas negativas como electrones haya ganado.
Veamos los siguientes ejemplos:
Na Na+ + 1eEl átomo de Na es neutro y cuando pierde un electrón se transforma en catión Na+.
Cl + 1 e- ClEn este caso el átomo de cloro neutro
gana un electrón y se transforma en anión
cloruro.
• Recordá que siempre son los electrones los que
se ganan o pierden y no los protones.
• La modificación en el número de
protones en un átomo significa la
transformación de un elemento en otro.
Esto ocurre durante las reacciones
nucleares, en las estrellas, en los reactores nucleares o durante una explosión atómica.
Número atómico y número másico
El número atómico de un átomo es lo que diferencia un elemento de los demás (en la tabla
periódica), y este corresponde al número de protones del núcleo. Las propiedades químicas de los
átomos, dependen del número de electrones.
El número de masa de un átomo es igual a la suma de sus neutrones y protones (ejemplo el Na
tiene 11 protones y 12 neutrones, su número de masa es 23).
Iones, moléculas, radicales libres y compuestos
Cuando un átomo gana o pierde electrones se convierte en un ion (como vimos anteriormente).
Se llama ionización al proceso por el cual se ganan o pierden electrones. Por ejemplo el Ca 2+, se
representan así sus dos cargas positivas por los dos electrones que perdió.
Los átomos de cada sustancia elemental interactúan con los de otra sustancia ganando, perdiendo
o compartiendo electrones. En el organismo, los electrones de las diferentes sustancias se
comportan de tal manera que haya formas atómicas con carga eléctrica, llamadas iones, y que se
unan entre s, para formar complejas combinaciones llamadas moléculas. Por el contrario, cuando
dos o más átomos comparten electrones, la combinación resultante recibe el nombre de molécula.
Hay moléculas como la de oxígeno, formadas por átomos de la misma clase. Por ejemplo, el
oxígeno se simboliza O2, porque posee dos moléculas de oxígeno. El agua (H2O) está constituída
de átomos diferentes.
Los radicales libres son átomos o grupos de átomos con carga eléctrica, que se caracterizan por
tener uno o más electrones no apareados en su capa más externa. Un ejemplo de esto es el ión
superóxido que se forma al agregarse un electrón a la molécula de oxígeno. Los electrones no
apareados hacen que la molécula sea muy inestable, muy reactivo y genere daño en las moléculas
vecinas. Los radicales libres se vuelven estables cuando ceden su o sus electrones libres a otras
moléculas. Debido a esta actividad los radicales libres pueden separar moléculas corporales.
Los radicales libres y su efecto en la salud.
Los radicales libres pueden formarse en el organismo de la absorción de energía que proviene de
la luz ultravioleta, rayos X, o reacciones de oxidación ocurridas en los procesos metabólicos
normales. Son numerosos los trastornos y enfermedades relacionadas con eloxígeno que se
desprenden de los radicales libres. Entre ellos el cáncer, el alzheimer, ateroclerosis, enfisema,
diabetes miellitus , cataratas, degeneración macular, artritis reumatoidea, y deterioro relacionado
con el envejecimiento. El consumo de sustancias antioxidantes, es decir, sustancias que desactivan
el oxigeno liberado por los radicales libres, desaceleran el proceso de deterioro que ocasionan los
radicales libres. Los antioxidantes más importantes que provienen de la dieta son la vitamina E, C,
selenio y el betacaroteno.
Enlaces químicos
Las moléculas y los compuestos son producto de los enlaces químicos. Estos actúan como un
poderoso pegamento que mantiene estrechamente unidos entre sí los átomos.
La manera en que estos interactúan entre sí determinan el tipo de enlaces que van a formar. Hay
tres tipos: iónicos, covalentes y puentes de hidrogeno.
Se basan en lo que se conoce como “la regla del octeto”. Es decir, en su capa más externa van a
compartir, ceder o tomar electrones hasta que siempre queden ocho átomos.
Enlaces iónicos: cuando los átomos pierden o ganan uno o más electrones de valencia se forman
iones, los que tienen carga positiva atraen a los de carga negativa y viceversa: cargas opuestas se
atraen.
Esta fuerza de atracción se llama enlace iónico. Un ejemplo es el del sodio y el cloro. El sodio (Na+)
es un catión, o sea, tiene en su capa mas externa un electrón , si lo pierde queda en su siguiente
capa con ocho electrones (quedaría estable). El cloro, tiene en su capa más externa siete
electrones de valencia, si recibe un electrón, quedaría estable. Pero al recibir un electrón acepta
una carga negativa y se transforma en un anión.
Si esto ocurre, al unirse los dos elementos tendríamos cloruro de sodio, o sal de mesa.
En el cuerpo humano encontramos los iones en diferentes lugares, los huesos, los dientes (dando
fortaleza a los tejidos), y disueltos en líquidos (allí conducen la electricidad, son electrolitos).
El cloruro de sodio tiene una carga neta (cero), pero encontramos otros compuestos como el
amonio (NH4+) y el hidroxilo (OH-) que poseen cargan positivas o negativas.
Iones comunes en el cuerpo
Cationes







Hidrógeno (H+)
Sodio (Na+)
Potasio (K+)
Amonio (NH4+)
Magnesio (Mg 2+)
Calcio (Ca2+)
Hierro (Fe 2+)
Aniones





Fluoruro (F-)
Cloruro (Cl-)
Yoduro (I-)
Bicarbonato (HCO3-)
Fosfato (PO4+)
Enlaces covalentes: Cuando se forma este tipo de enlaces, ninguno de los átomos que se
combinan pierde o ganan electrones. En vez de ello, forman una molécula al compartir uno, dos o
tres pares de electrones de su capa más externa.
Mientras más pares de electrones se compartan, mayor será la energía de los enlaces covalentes.
Este tipo de uniones son las mas comunes en el organismo y los compuestos que forman
constituyen la mayoría de las estructuras corporales.
Se llama enlace covalente polar cuando la unión entre los átomos se establece con mayor
atracción de uno de los mismos sobre el otro (esto se establece entre átomos diferentes). Los no
polares se ponen de manifiesto entre átomos similares (o sea, no tienen mayor atracción).
Puentes de hidrógeno: Las uniones covalentes polares del hidrógeno con otros átomos pueden
dar lugar a puentes de hidrógeno, que constituyen un tercer tipo de enlaces químicos. En este
caso la unión covalente con el hidrógeno adquiere una carga parcial positiva que atraerá las cargas
parciales negativas. Esto se da en el cuerpo humano a nivel de las proteínas y ácidos nucleicos
(estructuras que forman el adn).
Reacciones químicas
Estas se dan cuando se forman nuevos enlaces o se rompen los que había entre los átomos. Las
interacciones entre los electrones de las capas externas de los átomos, establecen la base de las
reacciones químicas.
Se llama metabolismo al conjunto de reacciones que ocurren en el organismo.
Formas de energía en las reacciones químicas:
Los enlaces de los compuestos y moléculas almacenan energía química. En el organismo humano
la energía química de los alimentos se convierte en energía cinética (la que es capaz de generar
trabajo), que se utiliza para caminar o hablar, y energía calorífica, para mantener la temperatura
corporal. Es por ello importante recordar que de las reacciones químicas que se producen al
realizar la digestión de los alimentos se genera calor (lo que se conoce como fiebre intestinal).
La energía que se utiliza en una reacción química, es la misma que se obtiene al final de la misma
(esto se conoce como ley de la conservación de la energía).
Transferencia de energía en las reacciones químicas
En las reacciones químicas se requiere energía para romper los enlaces entre los átomos, pero en
contraste, la formación de nuevos enlaces la libera.
Estas reacciones se conocen como endergónicas (que consumen energía) o exergónicas (que
liberan energía). Un ejemplo de esto es el metabolismo de la glucosa (molécula más sencilla
obtenida de los alimentos) que al ser descompuesta libera energía almacenada en forma de ATP.
Hay dos factores que influyen en la probabilidad de que se produzcan colisiones capaces de
desencadenar una reacción química: la concentración de partículas y la temperatura.
Catalizadores
Los catalizadores son moléculas que aceleran las reacciones químicas entre las moléculas del
organismo, hacen que se necesite menos energía para que se active una reacción. En el cuerpo los
catalizadores más importantes son las enzimas.
Tipos de reacciones químicas
Reacciones de anabolismo
Cuando dos o más atomos, iones o moléculas se combinan para formar nuevas y mayores
moléculas, se dice que el proceso es una reacción de síntesis. Síntesis significa “Reunir”. El
conjunto de las reacciones que ocurren en el organismo se conoce como anabólicas. Suelen
absorber energía (endergónicas). Un ejemplo es la síntesis o fabricación de las proteínas a partir
de moléculas simples como los aminoácidos.
Reacciones de descomposición (catabólicas)
En este tipo de reacciones las moléculas grandes se dividen en iones, átomos o moléculas
sencillas. Son por lo general exergónicas (liberan energía). Un ejemplo es la descomposición de la
glucosa para obtener moléculas de ATP.
Reacciones de intercambio
Consisten en la síntesis y descomposición de diversas sustancias. Se rompen los enlaces de algunas
sustancias y se forman nuevos.
(Por ejemplo: el ácido clorídrico y el bicarbonato de sodio: da origen a Acido carbonico y cloruro
de sodio).
Reacciones reversibles.
Son aquellas que antes ciertas circunstancias pueden efectuarse en ambos sentidos (de reactivos a
productos y de productos a reactivos).
Reacciones de oxidación y de reducción
La oxidación es la pérdida de electrones de una molécula y ocasiona la reducción de la energía
química de dicha molécula. Este proceso recibe este nombre ya que la molécula de oxígeno es el
receptor final de los electrones perdidos.
La reducción es el proceso opuesto en el que se ganan electrones, generando mayor energía
química ala molécula. En las células estos mecanismo están acoplados y cada vez que se oxida una
molécula otra se reduce en forma simultánea.
Compuestos inorgánicos y soluciones
La mayoría de las sustancias químicas del cuerpo son compuestos, que los biólogos clasifican en
sustancias orgánicas e inorgánicas. Los compuestos inorgánicos no contienen carbono y su
estructura es sencilla (ejemplo: agua, ácidos, bases y sales). Los compuestos orgánicos contienen
carbono e hidrógeno (excepción es el bicarbonato HCO3- y el dióxido de carbono CO2).
Ácidos, bases y sales orgánicas
Los compuestos inorgánicos, al disolverse en agua, se disocian y se transforman en iones. Entre
ellos podemos mencionar a los ácidos, sustancias que ceden protones (iones hidrógenos, H+), y las
bases, sustancias que tienen la capacidad de aceptar protones.
Las sales tienen la capacidad de descomponerse en cationes y aniones (sustancias con cargas
eléctricas) que conducen la electricidad en los líquidos corporales como el líquido intracelular,
extracelular, en los tejidos.
El agua como solvente universal
Es el compuesto de mayor abundancia e importancia en los seres vivos. Es el medio donde se
llevan a cabo la mayoría de las reacciones químicas del organismo. Muchas de sus propiedades lo
hacen indispensable para la vida. La principal es su polaridad, disolviendo sustancias en función de
sus cargas positivas y negativas y dando la posibilidad de moderar los cambios de temperatura.
Una sustancia hidrófoba es aquella que contiene enlaces no polares (osea que no tienen más
afinidad de un lado que del otro), es decir no se disuelve en agua, la rechaza. Una sustancia
hidrófila es aquella que si tiene uniones polares, es decir que tiene afinidad por el agua.
El agua en las reacciones químicas
El agua puede participar muchas veces como reactivo o producto de las reacciones químicas. En el
caso de la digestión se puede añadir agua a los nutrientes de las moléculas grandes para que esta
sea desdoblada en otras de menor tamaño (reacciones de hidrólisis, indispensables para obtener
energía de los nutrientes). En otras reacciones que se producen, por ejemplo al sintetizar
proteínas, se pierden moléculas de agua.
Capacidad calorífica del agua
En comparación con la mayoría de las sustancias, el agua puede absorber o liberar una cantidad
importante de calor sin que haya un cambio muy importante de temperatura.
Esto se debe a la gran cantidad de puentes de hidrógeno que posee. Cuando el agua absorbe
energía se rompen los puentes hidrógeno utilizándose parte de esta energía, y una proporción
menor se utiliza para acelerar el movimiento de las moléculas y, por consiguiente elevar la
temperatura del líquido. La gran cantidad de agua que posee el organismo aminora el impacto de
los cambios de temperatura ambiental, y ayuda a mantener el equilibrio de la temperatura
corporal.
También se requiere mucho calor para que el agua cambie su forma líquida a gas. Cuando este
líquido se evapora e la piel elimina gran cantidad de energía calorífica, por lo que constituye un
mecanismo de enfriamiento importante.
Cohesión de las moléculas de agua.
Los puentes de hidrógeno unen las moléculas de agua vecinas lo que le confiere tensión
superficial. En el cuerpo humano esta propiedad del agua se encuentra a nivel de los alveólos
pulmonares, lo que evita que estos colapsen y que no se produzca el intercambio gaseoso y la
purificación de la sangre. También hace que nos cueste un poco hacer pasar las moléculas de gas
por su superficie, ya que la fina capa de agua que los recubre presenta una unión muy firme de sus
moléculas.
El agua como lubricante
El agua constituye la mayor parte del moco y otros lubricantes líquidos. La lubricación es
importante a nivel del tórax y del abdomen, donde los órganos internos se rozan y deslizan unos
sobre otros. Esto es igual de importante a nivel de nuestras articulaciones, huesos, ligamentos y
tendones, donde la fricción es constante. En el tubo digestivo, el agua humedece los alimentos
facilitando y suavizando su tránsito.
Equilibrio ácido básico: concepto de Ph
Con el fin de mantener un equilibrio, los líquidos del interior de las células y del exterior, deben
contener cantidades casi iguales de ácidos y bases.
Mientras más iones hidrógeno (H+) haya en una solución, más ácida será, y cuanto mayor cantidad
de iones hidroxilo (OH-) más alcalina será. Cualquier alteración por mínima que sea, alterará las
funciones corporales. El punto medio de la escala de ph es de 7, donde son iguales la concetración
de H+ y de OH-. Se considera que las sustancias con ph de 7 son neutras. Las soluciones ácidas
contienen más iones H+ que OH- y su ph es inferior a 7. Lo contrario ocurre con las básicas o
alcalinas.
Conservación del ph. Sistemas amortiguadores.
El ph de cada uno de los líquidos corporales puede variar, pero sus límites generalmente son muy
estrechos. En el siguiente cuadro se comparan los valores de ph de algunos líquidos corporales
con el de sustancias comunes.
Sustancia
Jugo gástrico
Jugo de limón
Vinagre
Bebidas suaves carbonatadas
Jugo de naranjas
Ph
1.2 a 3.0
2.3
3.0
3.0 a 3.5
3.5 a 4.5
Liquido vaginal
Jugo de tomate
Café
3.5 a 4.5
4.2
5.0
Orina
4.6 a 8.0
Saliva
Leche
Agua destilada
6.35 a 6.85
6.8
7
Sangre
7.35 a 7.45
Líquido cefalorraquídeo (líquido relacionado 7.4
con el sistema nervioso)
Jugo pancreático
7.1 a 8.2
Bilis (secreción hepática que ayuda a la 7.6 a 8.6
digestión de las grasas)
Leche de magnesia
10.5
Lejia
14.0
Los mecanismos de equilibrio regulan el ph de la sangre para que siempre se mantenga entre 7.35
y 7.45. En cambio la saliva por ejemplo es más ácida. Los riñones ayudan a mantener este
equilibrio eliminando ácido del cuerpo, de modo que la orina es bastante ácida.
Los sistemas de amortiguación son los que permiten mantener este equilibrio entre acidez y
alcalinidad en los líquidos intra y extracelulares. Estos convierten los ácidos y las bases fuertes en
débiles.
Los ácidos o bases fuertes son aquellos que pueden cambiar drásticamente el ph de las células. El
sistema bicarbonato (HCO3-) ácido carbónico (H2CO3), es el sistema amortiguador más
importante del organismo, neutralizando los cambios de ph.
Concepto de calor y temperatura
Desde el punto de vista de la física, calentar una cosa significa hacer que sus moléculas se muevan
( vibren ) más rápido. Esa medida de la agitación de las moléculas se llama TEMPERATURA. Cuando
vos tocas algo y te quema, lo que estás sintiendo es el golpeteo de las moléculas que chocan
contra tu mano. La temperatura se mide con los termómetros en general en grados centígrados
(Cº).
CALOR
Dale un martillazo con toda tu fuerza a una moneda. Fíjate que queda calentita. ¿Por qué?
Porque la energía cinética que tenía el martillo se transformó en calor. El calor es una forma de
energía.
Pone una olla en el fuego. El agua se calienta. Desde el punto de vista de la física lo que estás
haciendo es entregarle energía. Más subís la temperatura, más energía le entregas.
1 Kilocaloría ( 1 Kcal ) : Es la energía que hay que entregarle a 1 Kg de agua para que aumente su
temperatura en 1 ºC.
1 Kilocaloría equivale a 1000 calorías.
Cuando vimos energía mecánica no hablábamos de calorías sinó de Joules. Calorías y joules
representan energía pero medida en diferentes unidades. La equivalencia es esta:
1 Kcal = 4186 Joules
Si un paquete de galletitas dice que tiene cada 100 gramos 400 kcal, significa que cada 100 gramos
yo obtengo calor para elevar 400 litros de agua en 1 grado, o que 4 litros de agua aumenten su
temperatura a 100 grados.
Los cuerpos pueden ceder o aceptar calor. Esto depende de una constante, es decir según las
características de un cuerpo este puede aceptar o ceder calor con mayor o menor facilidad. Por
ejemplo el agua tiene una constante calorífica de 1 y el hierro de 0,1, es decir el agua es 10 veces
más difícil de calentar que el hierro. Pero cuando uno quiere que el agua se enfríe tarda más que
el hierro. En el cuerpo humano vemos que el mayor porcentaje está compuesto de agua. Si
logramos aumentar la temperatura nos va a costar más disminuirla después. Por eso necesitamos
de la aplicación de agua o barro para hacer descender la temperatura corporal. Algún elemento
que acepte fácilmente calor y enfríe nuestro organismo.
Transmisión de calor
El calor puede viajar de un lado a otro. Hay 3 mecanismos que usa el calor para trasladarse:
conducción, convección y radiación.
CONDUCCION
Si se pone la punta de una cuchara al fuego, al rato el mango también se calienta.
Supongamos que tengo una barra con una punta que está al fuego y la otra no. A través de esta
barra se va a transmitir el calor. ¿Cómo hace el calor para transmitirse desde la punta caliente
hasta la punta fría? Lo que hace el calor es ir pasando de molécula a molécula. Es decir, al calentar
la parte izquierda las moléculas de ese lado se ponen a vibrar más rápido. Esas moléculas van
golpeando a las que tienen a la derecha. De esa manera se va propagando el calor a toda la barra.
El calor se transmite a una determinada velocidad según el área que se va a calentar y el espesor
de la misma (Ley de Fourier). Es por esto que al colocar un paño o una cataplasma, cuanto mayor
sea la superficie que abarque la misma, el flujo de calor será mayor pero llevará más tiempo.
CONVECCIÓN:
Esta es una forma de transmisión del calor en líquidos y en gases. Si pones una olla al fuego, el
líquido de abajo se calienta y empieza a subir. A su vez, el líquido de arriba que está más frío
empieza a bajar. Así se crea una corriente de líquido que se va moviendo. Se llaman corrientes de
convección.
RADIACIÓN.
Hay un fenómeno raro que ocurre que es que el calor del Sol llega a la Tierra. Digo raro porque
entre la Tierra y el Sol no hay nada. (Hay espacio vacío). Entonces…
¿Cómo hace el calor para viajar por el espacio vacío?
Bueno, se descubrió que lo hace por medio de ondas.
Estas ondas son RADIACIÓN y no necesitan que haya substancia para propagarse. La radiación
puede viajar en el vacío o en el aire. Cualquier cuerpo que esté caliente emite radiación.
Primer Principio de la Termodinámica
Termo – dinámica: calor que está en movimiento.
Este principio determina que el calor entregado a un gas dentro de un recipiente genera
movimiento en sus partículas. Esto termina generando lo siguiente: calor almacenado en forma de
energía cinética dentro de las partículas y la energía que el gas utilizó en realizar trabajo.
Q = U (energía almacenada) + L (energía utilizada en trabajo)
El primer principio en realidad es la ley de conservación de la energía. Esta ley se podría enunciar
así: El calor es una forma de energía. Si uno entrega calor a un gas, este calor no se pierde. O se
transforma todo en trabajo o queda todo almacenado en el gas en forma de calor (= energía
interna) , o las 2 cosas a la vez.
Concepto del 2do principio de la termodinámica
1 – El trabajo se puede transformar totalmente en calor. El calor no puede ser transformado
totalmente en trabajo.
2 – El calor pasa siempre de los cuerpos de mayor temperatura a los cuerpos de menor
temperatura.
3 – El desorden de un sistema siempre aumenta.
Una máquina térmica es cualquier cosa que agarra calor y lo transforma en trabajo. Visto de esta
manera, el cuerpo humano también es una maquina térmica. Vos le das calor al cuerpo en forma
de energía química con los alimentos y él lo transforma en trabajo. Ese trabajo puede ser andar en
bicicleta, subir una montaña, etc.
Hay que considerar que una máquina térmica es un cilindro con gas al que se le entrega calor. Vos
le entregas calor, el gas se expande, el pistón del cilindro se mueve y con ese movimiento uno
puede realizar un trabajo.
Desequilibrio funcional del organismo por desequilibrio térmico del cuerpo
Una de las técnicas más prácticas de restablecer las funciones corporales se basa en refrescar el
organismo que posee lo que se conoce como “fiebre intestinal”, estableciendo así el equilibrio
térmico perdido.
Enfermamos no por obra o fuerzas extrañas, sino por nuestros propios errores de vida. La salud no
se obtiene por el uso de drogas, sino con nuestros propios actos de cada día sometidos a la ley
natural. La propia voluntad del enfermo es el primer agente de salud.
Los preceptos de la Ley natural:
1) Respirar siempre aire puro.
2) Comer exclusivamente productos naturales.
3) Ser sobrios constantemente.
4) Beber únicamente agua natural.
5) Tener suma limpieza en todo.
6) Dominar las pasiones, procurando la mayor castidad.
7) No estar jamás ociosos.
8) Descansar y dormir solo lo necesario.
9) Vestir sencillamente y con holgura.
10) Cultivar todas las virtudes, procurando estar siempre alegres.
El arte de restablecer la salud es cuestión de temperaturas y no de medicamentos, rayos x,
cirugías, etc.
¿Qué es la fiebre?
Según el diccionario, la fiebre es la elevación de la temperatura corporal por una enfermedad o
trastorno. Sin embargo podemos afirmar que la fiebre es un fenómeno de naturaleza
inflamatoria y congestiva. Se origina por reacción nerviosa y circulatoria cuando los nervios son
irritados o sometidos a un trabajo mayor que el normal. El calor febril es efecto de la reacción
nerviosa y circulatoria.
La enfermedad (o sea, la falta de salud) es secundaria a un desarreglo funcional por fiebre
gastrointestinal, como lo confirma el pulso del enfermo. Este tipo de fiebre debilita y mata la vida
por desnutrición e intoxicación progresiva de sus víctimas al descomponer los alimentos que
ingiere.
La fiebre interna altera la función de nutrición y eliminación de los pulmones porque ella acelera la
actividad del corazón. Este, al enviar una ola sanguínea con demasiada frecuencia a los pulmones,
congestiona sus tejidos y estrecha la capacidad del aire de ellos.
Esta fiebre también debilita las funciones de la piel, tercer riñón y tercer pulmón, porque produce
deficiente circulación sanguínea en este órgano, en la misma medida que aumenta la congestión
sanguínea en las entrañas.
Es así como la fiebre interna mata la vida, incapacitando las funciones normales de nutrición y
desintoxicación del organismo.
La digestión sana, requiere de buenas temperaturas en el aparato digestivo.
La vitalidad de las personas es la que restablece la salud en los enfermos. Esta a su vez requiere
de:
1) Buenas digestiones
2) Buenas eliminaciones
Tanto una como la otra, requieren un equilibrio en las temperaturas tanto interna como externas
del cuerpo.
1) La salud es normalidad funcional del organismo, en los procesos de nutrición y eliminación
por aparato digestivo, pulmones y piel.
2) La patología es simple clasificación convencional o nomenclatura de síntomas o
manifestaciones de falta de salud, o sea, del estado de enfermo.
Es por esto que “no hay enfermedades sino enfermos”. Los síntomas son simples
manifestaciones de desarreglo de las funciones de nutrición y eliminación del organismo
afectado. La diversidad de síntomas depende del sujeto, antecedentes hereditarios,
ocupación, edad, sexo, clima, etc. La
3) Toda dolencia está constituida por Fiebre Gastrointestinal en grado variable. No hay
enfermo sin fiebre.
4) La fiebre es un fenómeno inflamatorio y congestivo. Existe fiebre cuando la temperatura
sube de 37ºC.
Hay tres clases de fiebre:
La interna: que suele constatarse con el pulso. Siempre aniquila a sus víctimas por lo
expuesto anteriormente.
La externa: que se mide con el termómetro a nivel de las axilas.
La local: correspondiente a la zona afectada o dolorida.
La fiebre que sale a la superficie del cuerpo es siempre “curativa”, porque favorece la eliminación
de impurezas de la piel. Basta controlarla con aplicaciones frías de barro o agua. Así estaremos
aplicando el principio de pasaje de calor de un cuerpo de mayor a otro de menor temperatura.
5) Toda dolencia es de carácter general y no local. Es funcional y no microbiana. No existen
enfermedades de naturaleza diversa entre sí. Solo hay distintas manifestaciones del
6)
7)
8)
9)
desarreglo funcional del organismo. Lo que existen son distintos enfermos, es decir,
individuos que según la pureza de su sangre, constitución orgánica y cronicidad de su
desarreglo y acumulación de desechos, van a manifestar diferentes síntomas.
El cuerpo es un solo órgano y la vida una función.
El arte de curar (es decir de restablecer la salud) se basa en refrescar el vientre del
enfermo y afiebrar su piel, para equilibrar así las temperaturas de su cuerpo.
La fuerza vital del organismo es energía nerviosa. Depende siempre de la buena salud de
los nervios. Estos son nutridos por la sangre. Si nuestra digestión se realiza a mala
temperatura (no a 37º) los nervios son mal nutridos. Esto debilita a nuestro organismo.
Otras formas de debilitar a nuestro organismo (a sus nervios) es a través de la utilización
de drogas, sueros, inyecciones, rayos x, cirugías, etc.
¿Cómo evaluar el estado de un enfermo?
En vez de recurrir a los síntomas para poder catalogar el estado de un enfermo se debe evaluar:
1) Expresión del rostro
2) El estado de la lengua.
3) Aspecto de su garganta.
4) Actividad del pulso.
5) Materia fecal y características de las evacuaciones.
La medicina tradicional intenta “curar las enfermedades” sofocando los síntomas, que son los
únicos que pueden ayudarnos a restablecer el estado de salud.
La medicina tradicional huye de los microbios e intenta exterminarlos. Utiliza sueros, vacunas,
inyecciones, drogas, para eliminar las erupciones de la piel, catarros, flujos, etc.
De esta forma cualquier desarreglo agudo que podría ser restablecido se trasforma en crónico,
sofocando los síntomas. La medicina natural es “eliminante” de los desechos del organismo, la
tradicional es “sofocante”, permitiendo que los desechos queden en el organismo.
Leyes absolutas, ley de los vasos comunicantes
En nuestro cuerpo existen dos vasos comunicantes: la red de capilares de la piel y la red de
capilares de las mucosas que tapizan las cavidades internas del organismo. Al producirse
congestión de la red capilar a nivel de la piel, disminuye el riego sanguíneo de la red capilar de
la mucosa intestinal. Esto se produce al poner en conflicto térmico al cuerpo (a través del frío)
y a su vez esto activará los nervios y la circulación. Como la sangre es la encargada de
transportar el calor, se debe mantener el flujo de sangre del interior al exterior del cuerpo
para disminuir la temperatura corporal. De esta forma también se activarán las eliminaciones
de impurezas a través de la piel.
Por exceso de temperatura se dificulta el normal funcionamiento de la mucosa intestinal
generando malas digestiones, poca eliminación de impurezas por la piel y los pulmones, e
intoxicación del organismo.
Es por esto que las dolencias se curan mejor por fuera que por dentro del organismo.
Nuestro cuerpo tiene dos envolturas:
1) La externa, nos aísla del ambiente que nos rodea y se llama piel.
2) La interna, que cubre las cavidades interiores del organismo, se llama mucosa.
La salud depende del Equilibrio Térmico sobre la piel y las mucosas.
La circulación sanguínea, resultado de la actividad nerviosa, determina la temperatura del
cuerpo, la cual será normal, de 37 grados centígrados, cuando la sangre circule
uniformemente por él.
Cuanto más acentuada sea la congestión de las entrañas del cuerpo, más deficiente es
también la circulación de la sangre de la piel, extremidades y cerebro.
Como dijimos anteriormente existen tres tipos de fiebre:
La interna: que aparece en toda dolencia aguda, y se origina en el interior del vientre. Esta se
propaga a todo el organismo, manifestando una reacción saludable de las defensas naturales,
que procura la purificación del cuerpo.
En los enfermos crónicos, ocurre que esta fiebre nunca sale al exterior, o sea, no se manifiesta
con aumento de la temperatura si se tomara la misma con un termómetro. Esto revela una
insuficiente defensa del organismo, siendo la causa de desnutrición e intoxicación,
favoreciendo las putrefacciones intestinales. Este tipo de fiebre se manifiesta con una piel fría
y pálida con extremidades frías.
Hay dos motivos por el cual nuestro organismo desequilibra sus temperaturas:
1) La ropa que utilizamos enfría nuestro cuerpo, ya que no exponemos al mismo al conflicto
térmico.
2) Los alimenos cocidos e indigestos (por malas combinaciones por ejemplo).
Esto exige un extraordinario y prolongado esfuerzo digestivo, por reacción nerviosa, que
congestiona las mucosas digestivas, aumentando la temperatura interna del cuerpo, a
expensas del calor de la piel y extremidades. Como vimos anteriormente: el calor se
transforma en trabajo (según la primera ley de la termodinámica), si nuestro aparato digestivo
debe realizar mayor trabajo, necesita más calor que lo extraerá de la superficie, disminuyendo
el riego sanguíneo (que a su transporta el calor, recordemos que el agua es un excelente
medio de transporte de temperatura que le cuesta bastante disminuir su temperatura).
El resfriado, por ejemplo, es un agudo desequilibrio térmico, caracterizado por frío exterior y
fiebre en los órganos digestivos.
Las enfermedades eruptivas como el sarampión, viruela, escarlatina, etc. Están destinadas a
purificar el organismo. Las toxinas acumuladas por el cuerpo se dirigen, gracias a la fiebre
externa, a la piel para ser eliminadas. Si se sofoca esta fiebre, las toxinas tienden a dirigirse al
interior del organismo, hacia las mucosas, provocando gravísimas inflamaciones y
congestiones en los tejidos pulmonares, bronquiales, renales y del sistema circulatorio y
nervioso.
Esto explica que las afecciones agudas sin fiebre externa son las más graves y de dificultosa
curación.
¿Cómo medir la fiebre interna?
El termómetro no es buen indicador, ya que podemos estar padeciendo de altas temperaturas
a nivel intestinal y el termómetro medir 35ºC. El mejor indicador es el Pulso.
Existe una relación entre la actividad del corazón y la temperatura interna del cuerpo.
En estado de reposo, en un adulto, 70 pulsaciones por minuto corresponden a un calor de 37
grados centígrados al interior de su vientre; 80 pulsaciones, acusan temperatura por encima
de 37.5 grados; 90 pulsaciones revelan que la fiebre ha subido a 38 grados; a 100 pulsaciones
corresponde una fiebre de 39 grados; 110 pulsaciones hablan de 39.5 grados y con 120
pulsaciones la temperatura ha llegado a 40 grados. A medida que aumenta la temperatura al
interior del vientre se aumenta la actividad del corazón aun cuando el termómetro bajo el
brazo no registre calor anormal.
El pulso inferior a 70 revela debilidad nerviosa por intoxicación intestinal o medicamentosa.
Por otro lado, en los recién nacidos, normalmente, las pulsaciones llegan hasta 150 por
minuto; a los tres años su número normal es de 100 y a los catorce de 75 para reducirse a 70 a
los 20 años.
Pasados los sesenta años el pulso se acelera hasta 80 pulsaciones por minuto debido al
aumento del calor interior del cuerpo por mala circulación sanguínea de la piel.
Fiebre local:
La fiebre o congestión local se presenta cuando una zona u órgano del cuerpo se ve
directamente comprometido en el desarreglo general. Así, si nos clavamos una espina en un
dedo, pronto notaremos inflamación local, con aumento de la temperatura. Algo similar
ocurre en la neumonía, apendicitis, infecciones urinarias, etc.
El tratamiento curativo, en estos casos, contemplará tanto el desequilibrio térmico general
como local.
Tengamos siempre presente que a 37 grados de calor en el cuerpo no hay virulencia en
ningún microbio, como se explicará más adelante
Bibliografía:
 Curso “nociones básicas de química”, UBA XXI, Universidad de Buenos Aires, Patricia
Susana Moreno, Leticia Zuccaro, Modulo 3 “teoría atómica y magnitudes atómicomoleculares”, 2006: 1-30.
 Calorimetría – Transmisión de calor – Primer y Segundo principio de la termodinámica,
Biofísica para el CBC, Parte 2 - 2da. edición. – Buenos Aires: Editorial Asimov, 2010: 55141.
 “Organización de la Materia”, Anatomía y Fisiología, Gerard J. Tórtora, Sandra Reynolds
Grabowsky, 9na Edición, Oxford University Press México, 2002: 26 - 29
 La Medicina Natural al alcance de todos, Manuel Lezaeta Acharán, Décimo tercera edición,
Editorial Kier, Buenos Aires, 1983: 31-53
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