protección de los espacios fluviales, corredor del río genil en la

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VII Congreso Ibérico sobre Gestión y Planificación del Agua “Ríos Ibéricos +10. Mirando al futuro tras 10 años de DMA”
16/19 de febrero de 2011, Talavera de la Reina
PROTECCIÓN DE LOS ESPACIOS FLUVIALES,
CORREDOR DEL RÍO GENIL EN LA VEGA DE GRANADA
Rodríguez, M. I., Cabrera, D., Cordero, L., Martínez, C.y Grindlay, A.
Área de Urbanística y Ordenación del Territorio, Universidad de Granada
RESUMEN
El principal objetivo de los proyectos fluviales actuales consiste principalmente en adecuar el espacio del río para su aprovechamiento y disfrute, preservando las funciones ambientales y haciéndolas compatibles con las diferentes actividades urbanas y agrícolas. Este objetivo se está
poniendo en práctica en los últimos años en diversas experiencias planificadoras de Corredores Fluviales, en las que teniendo en cuenta las llanuras de inundación, se establecen usos compatibles con la ocupación periódica del agua, sobre todo relacionados con la agricultura, el ocio
y el patrimonio. Este es uno de los retos actuales en relación a la ordenación territorial; desarrollar Planes que rescaten y potencien el río como
un espacio de actividad, recuperando su identidad natural. En esta comunicación se muestra la aplicación de estos principios en el entorno metropolitano del río Genil, en la Vega de Granada, un espacio amenazado por la urbanización y la desaparición progresiva de la actividad agrícola.
Palabras Clave: Planificación Territorial, Corredor Fluvial, Vega de Granada, Río Genil.
1. ANTECEDENTES
Adecuar el espacio fluvial para su uso sin perjudicar las funciones ambientales propias de los ríos se ha convertido hoy en día en una prioridad
tanto social como ambiental. Para ello, en los últimos años se han desarrollado muchos proyectos que persiguen compatibilizar la utilización
del recurso agua y los diferentes usos del suelo con la conservación de los espacios fluviales (Rodríguez, 2007).
El principal problema que se ha presentado en esta labor ha sido la colisión entre las características de los ríos y de las áreas urbanas; la incompatibilidad entre el dinamismo y la diversidad propias de los primeros, y la permanencia y uniformidad de las segundas (Ureña, 1999). Estas
diferencias hacen necesario encontrar nuevos métodos de planificación, que permitan acercarnos un poco más a la convivencia del sistema fluvial en un entorno ocupado por las actividades humanas.
En este sentido, se empieza a considerar la posibilidad de establecer limitaciones en el uso del suelo perifluvial, de forma que las actividades
que se lleven a cabo sean compatibles con la ocupación ocasional del agua. Así, el análisis de las llanuras de inundación está tomando cada
vez más importancia en los planes de Gestión fluvial y en la Planificación urbana en todo el mundo. En Noruega por ejemplo, existen recomendaciones que definen la idoneidad de los distintos usos del suelo en función de la periodicidad de inundación (Ureña, 1999). En España,
el PATRICOVA (Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunidad Valenciana) ha determinado las zonas con riesgo de inundación de toda la Comunidad condicionando los Planes de Ordenación Urbana a los límites de inundabilidad.
Así, en los últimos años muchos países están desarrollando proyectos de recuperación de corredores fluviales, no sólo a través de la restauración de los cauces, sino también mediante la recuperación y planificación de los territorios perifluviales como un mecanismo de valoración de
la relación entre el hombre y el río, perdido por años de tecnificación (Riley, 1998). En esta línea ha trabajado este proyecto, intentando buscar nuevas oportunidades de revalorizar una región de alto valor productivo, ecológico, cultural y social, como es la Vega de Granada en el entorno del río Genil.
Por otro lado, los ríos de Granada, como otros muchos de Andalucía, se están viendo afectados por multitud de actuaciones, -tanto en el cauce
como en los terrenos colindantes-, que están modificando sus características naturales, provocando la pérdida de su identidad como ecosistema y su función de nexo entre la naturaleza y el hombre. Este es el caso del río Genil y la Vega de Granada, cuya desnaturalización y progresiva ocupación están poniendo en peligro una de las señas de identidad de este lugar. Es por ello que la ciudad región de Granada reclama
una adecuación de la estructura del sistema metropolitano, que permita un crecimiento y desarrollo compatible con la conservación de la actividad agrícola y con el uso lúdico y natural de un entorno periurbano, a medio camino entre el campo y la ciudad.
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2. INTRODUCCIÓN
Las inundaciones provocan problemas diferentes en función de los usos que se desarrollan en los espacios próximos al río. En el caso de las
superficies agrícolas los desbordamientos pueden producir pérdidas económicas traducidas en la destrucción de los cultivos existentes. En el
caso de las superficies urbanas o infraestructurales generan si duda problemas más graves, pues además de los cuantiosos daños materiales y
los perjuicios para la circulación y el transporte, puede producirse la pérdida de vidas humanas.
La Vega de Granada ha sido históricamente un territorio en el que se han sucedido las avenidas, causa principal por la que el suelo presenta
unas condiciones ideales para el desarrollo de la agricultura. Sin embargo, la presión antrópica en torno a su eje vertebrador, el río Genil, ha
provocado la necesidad de asegurar estos espacios frente a inundaciones, haciéndolos más seguros para su utilización. Así, la construcción de
los embalses aguas arriba y los encauzamientos a lo largo de todo su recorrido han eliminado, en principio, las avenidas que tan beneficiosas
eran para la riqueza del suelo, pero a cambio han proporcionado una aparente seguridad frente a las inundaciones que ha generado una ocupación, en cierto modo incontrolada, de los espacios fluviales.
Esta teórica ‘seguridad’, condicionada por la probabilidad de ocurrencia de las lluvias, ha quedado en entredicho con las intensas precipitaciones producidas en el último invierno que han ocasionado numerosos
problemas en los municipios de Láchar y Valderrubio, como consecuencia del desbordamiento de algún tramo del río Genil y del arroyo de Escóznar (Fig.1). Estas inundaciones han generado graves daños en las
infraestructuras viarias produciéndose numerosos cortes de tráfico y
daños importantes en la agricultura y en más de 800 viviendas de Valderrubio, donde se ha producido incluso una víctima mortal.
Estos hechos no son sino una ratificación de la necesidad de llevar a
cabo un ‘Plan de Ordenación del Espacio Fluvial de la Vega de Granada’,
con objeto de evitar posibles catástrofes (el alcalde de Valderrubio ha solicitado este invierno la declaración de zona catastrófica debido a los
daños producidos por las riadas). Así, para elaborar un plan de este tipo,
es necesario contar con cartografías de riesgo de inundabilidad que nos
permitan delimitar corredores de protección que no sean ocupados por
usos incompatibles con la inundación ocasional.
Fuente: www.ideal.es
Figura 1. Inundaciones en Valderrubio, Granada, Enero de 2010.
3. OBJETIVOS
Como ya se ha dicho, el objetivo principal de este trabajo es proteger, regenerar y recualificar los espacios fluviales y agrícolas más cercanos al
río Genil en el entrono de la Vega de Granada. Para ello se propone la definición de una serie de corredores, que además de restringir los usos
existentes puedan servir de base para futuras medidas de planificación, deslinde y expropiación. De esta forma, se configura una propuesta inicial de ‘Plan de Ordenación del Espacio Fluvial de la Vega de Granada’ cuyos objetivos secundarios son los siguientes:
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Cuantificar el potencial riesgo de inundación existente en la Vega de Granada.
Proteger las áreas agrícolas tradicionales de la Vega de Granada de la presión urbanística.
Limitar el uso de los espacios fluviales para hacerlos compatibles, en la medida de lo posible, con la ocupación transitoria del agua.
Recuperar la función natural de la inundabilidad del río mediante la protección de los espacios fluviales y su recualificación.
Crear un espacio para el uso y disfrute del ciudadano que se convierta en un gran parque metropolitano de la ciudad.
Recualificar los terrenos de la vega y Potenciar su uso agrícola, lúdico, cultural y ambiental.
4. METODOLOGÍA
4.1 Cartografía de Riesgo
Para delimitar los corredores de protección del espacio fluvial de la Vega es necesario obtener previamente las cartografías de riesgo de inundabilidad, ya que en esta zona existe una alta probabilidad de riadas, aspecto crucial en la definición territorial de los espacios de libertad del
río.
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Para ello, se han analizado los estudios hidrológico-hidráulicos realizados en la E.T.S. de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada1. De ellos se deriva que la capacidad máxima del encauzamiento del río Genil, unos 500 m3/s, es muy inferior al máximo
obtenido para un período de retorno de 500 años ,1.600 m3/s, lo cual indica que las inundaciones en la Vega tienen una alta probabilidad de
ocurrencia, tal y como ha pasado en los meses de Enero y Febrero de este año 2010.
Realizando una aproximación de ambos modelos se ha obtenido una cartografía de riesgo para un período de ocurrencia de 500 años (Fig. 2)
en la que se observa que el río Genil se desborda prácticamente a lo largo de todo su paso por la Vega, lo que nos indica la urgencia de llevar
a cabo un Plan de Ordenación de Usos Fluviales.
Fuente: Elaboración propia a partir de Pancorbo, 2009 y Fernández, 2006.
Figura 2. Llanura de inundación con T=500 años, Cartografía de Riesgo asociada.
1“Estudio Hidrológico del Río Genil en la Vega de Granada; Hasta Arroyo Salado (Pancorbo & Nanía, 2009), y “Protección, Restauración y Aprovechamiento de la Zona Inundable del río Genil a su paso por la Vega de Granada para la Creación de un Parque Fluvial Multiusos” (Fernández & Delgado, 2006).
4.2. Corredores Fluviales
Utilizando como base la llanura de inundación de período de retorno 500 años, se han definido tres corredores fluviales con eje principal el río
Genil, desde el límite de la ciudad de Granada hasta la localidad de Láchar. Se han considerado además las características físicas de la región,
(sobre todo el parcelario agrícola por ser ésta la principal actividad de la zona), y las potencialidades de uso en relación con las principales trazas del territorio; caminos, acequias, arroyos, itinerarios de interés paisajístico y ambiental… Así, los criterios que han servido de base para la
definición de los corredores han sido los siguientes:
u El primer corredor se ha definido por dos franjas de 100 metros a cada lado del río correspondientes al Dominio Público Hidráulico.
Según la Ley de Aguas, esta zona no podrá ser ocupada salvo autorización de la autoridad competente, por lo que en teoría no deberían existir usos del suelo que fueran permanentes e incompatibles con la inundación ocasional. Dado que las autoridades de gestión
del agua llevan a cabo procesos de deslinde y expropiación de las márgenes en base a esta Ley, se ha creído necesario definir este corredor para que pueda servir a este fin en un futuro.
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u El segundo corredor se ha realizado en base a los itinerarios principales -paralelos y transversales- definidos como principales trazas del
territorio y que se estudian en el proyecto “Ordenación territorial del espacio fluvial del río Genil” (Rodríguez & Cabrera, 2010).
u El tercer corredor se basa en la llanura de inundación correspondiente a un periodo de retorno de 500 años. Al igual que en el primer
corredor, la Ley de Aguas define la obligatoriedad de controlar los usos que se producen en las llanuras de inundación, con objeto de
evitar daños personales y/o económicos ante avenidas, por lo que se ha analizado la ocupación de estos espacios con el fin de conocer
los riesgos existentes y poder hacer en un futuro propuestas de reordenación y planificación.
En la Figura 3 se observa el resultado de la delimitación de los tres corredores de protección en base a estos criterios. Se ha llevado a cabo un
proceso de rectificación de todos ellos por el parcelario existente, ya que éste es el condicionante principal ante la posible expropiación y/o reordenación de usos.
Fuente: Rodríguez & Cabrera, 2010
Figura 3. Delimitación de Corredores de Protección Fluvial en el entorno del río Genil en la Vega de Granada.
4.3. Planificación de Usos fluviales en la Vega de Granada
Una vez delimitados los corredores de protección, es necesario llevar a cabo un análisis de los usos del suelo existentes para definir con detalle las propuestas de ordenación y recualificación de los espacios de la vega que se realizarán más adelante. Para ello, se ha realizado una clasificación de los usos existentes en base a su compatibilidad con la ocupación transitoria del agua:
u Usos No Consolidados. Para los usos dispersos existentes en la zona se propone la expropiación de sus parcelas y su reconversión en
otros usos más apropiados con la inundación. Esta medida se justifica dado el riesgo de inundabilidad y se considera viable dada la relativa facilidad de reconvertir parcelas no consolidadas que todavía no presentan una gran resistencia al cambio.
u Usos No Consolidados de Carácter Singular (elementos patrimoniales y naturales de espacial interés). En aquellos usos que por su carácter singular no se deba realizar una expropiación, obligarán a que en sus proximidades se tomen medidas de protección frente a la
inundación, tales como la mejora del encauzamiento o la construcción de defensas contra las avenidas.
u Usos Consolidados. Dada la alta resistencia al cambio de estas parcelas se considera inviable su reubicación o reconversión en otros usos,
por lo que se propone que se refuercen las medidas de carácter infraestructural para evitar las inundaciones.
Esta clasificación de usos se ha realizado en los tres corredores definidos previamente, aunque dado que los riesgos de inundación son diferentes para cada uno de ellos, se ha establecido una prioridad de acción en las medidas propuestas. Los riesgos definidos son los siguientes:
u Primer Corredor. Dado que éste es el corredor más próximo al río y con mayor riesgo de inundabilidad, se ha considerado que los usos
tienen un Alto Riesgo de inundación y las medidas de protección frente a avenidas y de reconversión de usos son prioritarias.
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u Segundo Corredor. La posición intermedia de este corredor hace que las medidas propuestas no estén ligadas únicamente al riesgo de
inundación, -ya que se ha considerado como zona de Riesgo Moderado-, si no también al desarrollo de las propuestas de recualificación
del espacio agrario y fluvial; itinerarios de interés ambiental y paisajístico, mejora de acequias y caminos,…
u Tercer Corredor. Al encontrarse este corredor más alejado del río y tener por tanto un Bajo Riesgo de inundación las propuestas realizadas tendrán como objetivo principal la mejora de la actividad agrícola y los espacios de la vega en general.
En la Figura 4 se muestra un Plano resumen de la Planificación de Usos propuesta para la Vega de Granada teniendo en cuenta todos estos
aspectos.
Fuente: Rodríguez & Cabrera, 2010
Figura 4. Planificación de Usos en la Vega de Granada.
5. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
En esta comunicación se han definido una serie de Criterios de Ordenación que conforman en sí una primera propuesta de Plan de Ordenación del Espacio Fluvial de la Vega de Granada y que puede servir de referencia a futuras actuaciones por parte de la administración y los agentes sociales.
Así, se han definido una serie de corredores en torno al río Genil con el fin de proteger los espacios fluviales y agrícolas más cercanos al río
frente a la ocupación urbana, sirviendo como base para iniciar un proceso de expropiación, deslinde y planificación. Estos corredores se han
definido en base a la inundabilidad del río, a las características físicas de la zona -sobre todo del parcelario- y a las potencialidades de uso en
su relación con las principales trazas del territorio (caminos, acequias, arroyos, itinerarios principales…) definiendo también una clasificación
de los usos del suelo existentes en base a su compatibilidad con la ocupación transitoria del agua.
Con la elaboración de este trabajo, hemos pretendido aportar un pequeño grano a la construcción de este espacio de conocimiento y diálogo,
del que estamos seguros nacerán realidades que harán más habitable este territorio tan rico como complejo.
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Agradecimientos
Esta comunicación se basa en el trabajo realizado en el Convenio específico entre la Universidad de Granada y la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir para la realización del proyecto de investigación “Ordenación territorial del espacio fluvial del río Genil”, llevado a cabo durante los años 2009 y 2010. Agradecemos a los directores del trabajo D. Agustín Argüelles y D. Víctor Cifuentes por su interés en este trabajo,
sin el cual este convenio no se habría podido llevar a cabo, y por el seguimiento que han realizado durante su realización. Por extensión, queremos agradecer a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y a su actual presidente, D. Pedro Rodríguez Cantero, haber financiado esta
investigación permitiéndonos desarrollar una labor que creemos ha sido fructífera y enriquecedora. Por último, agradecemos a los profesores
Leonardo Nanía y Fernando Delgado Ramos su estimable ayuda en la elaboración de los estudios de inundabilidad, y a D. José Luis Gómez Ordoñez, Catedrático de Urbanismo de la Universidad de Granada, por su incondicional apoyo.
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