Ser Humano y la Naturaleza Los seres humanos (a veces llamados genéricamente hombres, aunque ese término puede aplicarse también específicamente a los individuos de sexo masculino) constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola especie, Homo sapiens. En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Desde la extinción del Neandertal, hace unos 30.000 años, el Homo sapiens es la única especie superviviente del género homo. Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad, por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en Asia y África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos. El nombre científico alude al rasgo biológico más característico: sapiens significa “sabio” o “capaz de conocer”, y se refiere a la consideración del hombre como «animal racional», al contrario que todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser humano de realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados. Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura, entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta especie y es importante también en otros primates, pero en H. sapiens alcanza un desarrollo cualitativamente distinto, que ha justificado que A. Montagu situara en la cultura el nicho ecológico de nuestra especie. El Ser Humano Como Ente Social Raza y etnia. Durante gran parte de la existencia de nuestra única especie se han realizado segregaciones de un modo u otro racistas, uno de los pretextos principales para tales cuestiones han sido ligeras especializaciones morfológicas entre poblaciones de la especie, por ejemplo el pliegue epicántico de los párpados existente en gran parte de las poblaciones del Asia y de América (pliegue que hace ‘bridados’ en su aspecto externo a los ojos) ha sido una especialización de poblaciones que durante las glaciaciones debieron pervivir en lugares con abundancia de nieve: los ojos vulgarmente llamados “rasgados” entonces fueron el modo de adaptación para que los ojos no padecieran un excesivo reflejo de la luz solar reflejada por la nieve. Pero uno de los caracteres más evidentes es el correspondiente a la coloración dérmica; el color de la piel, basado en el gen MC1R: es casi seguro que la Eva mitocondrial y el Adán ó los Adanes, los primeros Homo sapiens sapiens eran melanodérmicos, esto es: de tez oscura. Esto es porque la piel oscura es una excelente adaptación a la heliofania existente en las zonas intertropicales del planeta Tierra; la tez oscura (por melanina) protege de las radiaciones U.V. (ultravioletas), y obtiene de ellas por metabolismo un nutriente llamado folato indispensable para el desarrollo del embrión y del feto, empero, a medida que las poblaciones humanas migraron a latitudes más allá de los 45º (tanto Norte como Sur) la melanina paulatinamente ha sido menos necesaria, más aún, en las cercanías de las latitudes de los 50º la casi total falta de este pigmento en la dermis, cabello y ojos ha sido una adaptación para captar más radiaciones U.V. -relativamente escasas en tales latitudes; salvo que se produzcan huecos de ozono-, en tales latitudes la tez muy clara posibilita una mayor metabolización de vitamina D a partir de las radiaciones UV, en la actualidad la noción de “razas” o “subespecies” aplicada al Homo sapiens carece de valor científico y se habla de deme (variante del concepto clina aplicada a nuestra especie). México Prehispánico. Aridoamérica se caracterizó por tener zonas áridas, poca vegetación, clima extremoso. Los habitantes de estos lugares eran semi – nómadas, pescadores y cazadores, debido al terreno no se dedicaron a la agricultura. Estos pueblos salvajes, no tenía grandes avances en la agricultura como los mesoamericanos, pero, por el contrario tenían grandes avances en la tecnología, la astronomía, en calendario, la numeración, la física y las matemáticas. Su organización social era igualitaria; y la organización política era patriarcal o matriarcal. Vivían en cuevas. El pueblo que alcanzó más desarrollo fue Paquimé. Su vestimenta era sólo un taparrabo y se pintaban el cuerpo de colores naturales (de naturaleza). Su cultura se basaba en la medicina, la religión y la muerte. No eran politeístas, los pamé adoraban al Sol; su forma de curar era rudimentaria y a veces salvaje, para los aridoamericanos la muerte era algo normal, un pago a los dioses. Los mesoamericanos Los mesoamericanos (pueblos que vivían en mesoamérica) se caracterizan por ser un pueblo agrícola, por tener grandes conocimientos de numeración, tener un calendario civil y rural, practicaban la física, astronomía y matemáticas, tener actividad comercial interna, ser sedentarios y tener una religión politeísta, tenían muchos dioses y realizaban sacrificios, construían templos, pirámides y juegos de pelota dedicados a sus dioses. Su división social era de acuerdo al trabajo desempeñado, tenían un gobierno teocrático – militar, estaban conformados en ciudades estado, imperios o tribus. Cuando una cultura nace, es por la mezcla de la cultura pasada con la nueva para formar otra. La cultura arcaica se desarrolló en el periodo preclásico que comprende del 2000 a. C. hasta el inicio de la era cristiana, poblando los estados de Zacatenco, Ticomán, Tlatilco, Tacuba, Copilco, Cuicuilco y orillas del río Texcoco. En Cuicuilco aún existen restos de la pirámide circular, deformada por la explosión del volcán Xitle. Se dice que los olmecas son precursores de la cultura mexica. Hay dos tipos de olmecas: olmecas históricos y olmecas arqueológicos. Los olmecas arqueológicos llevaron a cabo un intercambio comercial. Un desarrollo de poblaciones, grandes conocimientos científicos, una división social, se llevó a cabo la construcción de obras públicas, el desarrollo de actividades comerciales, se desarrollaron estados- ciudad, su lenguaje fue la combinación del huasteco, se creía que ellos tenían descendencia del jaguar. La cultura zapoteca se estableció en Oaxaca, su máximo centro ceremonial era Monte Albán que también hacia las veces de centro político, religioso, social, económico y cultural. En todas las culturas se da la presencia de gobiernos teocrático – militar. Del año 800 a. C. al 300 a. C. hay una gran influencia tolteca sobre Monte Albán. Del 300 a C. Se desarrollo la cultura zapoteca, quienes alcanzaron grandes conocimientos en astronomía, matemáticas, las artes, la numeración, etc. Y en del año 100 al 800 d C. Se da un gran expansionismo territorial por parte de los teotihuacanos.