Año 2, Número 6,Julio-Agosto 2008 R evi st a hecha por ni ños y ni ñas Yadira del rocío elizalde flores, 3 años Y recuerda, Gato quiere que participes. Si te gusta contar historias o dibujar, las páginas de esta revista te esperan. Sé parte de esta aventura en la que los niños y las niñas, como tú, tienen la palabra, que siempre va acompañada de la imaginación. Maestro, maestra: tus aportaciones y opiniones son bienvenidas. ¡Ayúdanos a mejorar esta revista! Envía tus dibujos o cuentos a: Instituto de Educación de Aguascalientes, Dirección de Comunicación Carretera a San Luis Potosí 601, Fracc. Ojocaliente, C.P. 20170 editorial@iea. gob. mx Instituto Cultural de Aguascalientes, Dirección Editorial Rivero y Gutiérrez 110, C.P. 20000 editorial@aguascalientes. gob. mx Directorio Ing. Luis Armando ReynOso Femat Gobernador Constitucional del Estado de Aguascalientes INSTITUTO DE EDUCACIÓN DE AGUASCALIENTES María de Lourdes Reynoso Femat Secretaria Técnica del Consejo Interior del IEA Óscar Ponce Hernández Director General Alma Gabriela Gutiérrez Galván Directora de Comunicacion Social María Norma Orduña Chávez Sofía Martínez, 11 años, Centro Cultural Los Arquitos Responsable Editorial INSTITUTO CULTURAL DE AGUASCALIENTES Víctor Manuel González Esparza Director General Gustavo Vázquez Lozano Director Editorial Jorge H. Barberena Villalobos ¡Guau…digo, MIAU! ¡Qué rápido ha pasado el tiempo! Gato ha llegado al número seis, y nuevamente estamos juntos en este número dedicado a las VACACIONES. Director de Enseñanza Artística Inicial Pedro Rubén González Medina Coordinador General de PROARTE Edición Gustavo Vázquez Lozano Diseño y formación Patricia Espínola Ayala Araceli Suárez Aroche Compilación, captura y revisión de textos Elena Bernal Medina Patricia Guajardo Garza Rocío Reyna Ortega Mónica Robles Mariana Torres Ruiz ¡Revista realizada por los niños de Aguascalientes! La revista Gato es una publicación bimensual del Instituto de Educación de Aguascalientes y del Instituto Cultural de Aguascalientes. Año 1, Número 6. Distribución gratuita. Prohibida su venta. Toda correspondencia deberá ser dirigida a [email protected]. Impresa en México Portada: María Fernanda Estrada Ramírez, 11 años, Centro de Artes Visuales. Nuestros autores comparten historias, poemas, adivinanzas y dibujos para contarnos cómo pasan esta época de descanso y diversión. Desde la presa de Malpaso en Calvillo hasta una playa tropical; de la mano de Flopi, el delfín, o de una araña peluda, estas páginas te invitan a que tú también nos cuentes qué hiciste en el verano en compañía de tu familia. Y ¡claro! no olvides que Gato, tu revista, te acompaña a donde quieras, por eso ahora que inicias un nuevo año escolar seguirá contigo para que tus sueños y tu imaginación tengan siempre un lugar especial. ¡Feliz regreso a clases! Taller de Arte y Creatividad Rodolfo Reyna Escuela Plan de Iguala, 5º T. V. N u b e Susana Colunga Delgadillo o olvides, Escuela Margarita Maza de Juárez, 6º “A”, T. M. n día rillante, volveremos a star juntos L El sol os gansos nadan las nubes cantan y en el sol hay una hada que mira hacia la palma Talle r de Arte d vida eati y Cr Daniel Uribe Cervantes Centro Cultural los Arquitos E Mi verano favorito n el verano fui al parque y un duende me dijo: —Ve al final del arco iris y encontrarás un balde lleno de plata y oro, puro oro. Encuentra siete monedas a la mitad y únelas te llevarán al destino de todo, serás rey del mundo entero, ganarás joyas, con la llave del mundo abrirás bancos. Yo le dije: —No es cierto, y si lo hago, ¿qué me darás? —Llegarás a tu destino, no pierdas el camino porque perderás el dinero, corre porque te lo andan ganando. Yo corrí y sí fue cierto todo. Gané millones de pesos y monedas y joyas y mucho más. Juan Carlos Arias Hurtado Escuela Jardines de Aguascalientes, 4º “A”, T. M. H La pesca sin pensar abía una vez un marinero que quería pescar sólo por dinero. Se estaban acabando los peces del mar y por cada pez le pagaban cinco pesos, así que él renunció porque le pagaban muy poquito, agarró los peces de sus peceras y los puso en el mar. Los peces se despidieron y nunca se volvieron a ver. Nereyda Sarahi Sandoval Ortega, 9 años, Centro Cultural Los Arquitos Ana Paula Ponce Comunidad Educativa Entorno, 3º de Preescolar L La Estrella a Estrella es muy brillante. La Estrella es como el sol con esa luz tan brillante que es muy bonita. Diana Paulina Palos Martínez, 12 años, Centro de Artes Visuales Pilar Eunice Medina Rosales Centro Cultural los Arquitos, 5 años El ave que viene en verano E l primer día de verano se oía un ruido extraño, era un ave que nunca se había visto al parecer viene en verano ¡guau es tan hermosa! Es blanca con cuatro manchas cafés, cada día venía a mi casa, nos hicimos amigas yo la alimento siempre, se acabó el verano y se fue yo le dije: siempre te extrañaré. Taller de Arte y Creatividad Lesly Sharon Harrup Navarro Escuela Jardines de Aguascalientes, 4º “A”, T. M. H El salto de Flopi abía una vez un delfín que se llamaba Flopi, pero ese delfín tenía mucho miedo de salir al aire libre, se sentía muy triste cuando veía a los otros delfines saltar en un atardecer hermoso. Un día todos los delfines se reunieron porque decían: —Ay, no, ese delfín no quiere saltar al aire libre porque tiene miedo. Y un delfín dijo: —¿Y si lo sacamos a la superficie?. Pero el delfín más inteligente dijo: —No, no le hagan eso, mejor hay que enseñarle a saltar. Y todos los delfines gritaron: —¡Qué buena idea! Entonces fueron con el delfín, le enseñaron muy bien y contaron “uno, dos, tres” y Flopi dio un salto impresionante y vivieron felices para siempre. Diana Janet Muñoz Martínez Centro Cultural los Arquitos Las vacaciones en el verano H abía una vez un pez que disfrutaba el verano y un día se apareció la serpiente y lo molestó, le decía que se lo iba a comer e iba a tener un rico almuerzo. El pescado no le hacía caso y la serpiente se reía y decía “¡ja,ja,ja!” el pez sí se la creyó. El pez fue a visitar a la serpiente y el pez le puso una trampa, la distrajo y no se lo comió. Bruce García Alba, 10 años, Centro de Artes Visuales Rodrigo Monterrubio Franco Centro Cultural los Arquitos H Un cuento de verano abía una vez un niño que no se le ocurría nada y estaba tan aburrido que se le ocurrió una idea, ir a la playa. Y se puso muy feliz, fue a surfear y se encontró con una amiga y felices jugaron juntos y fue el verano más alegre que nunca había vivido. Jocelín Servín Escuela Jardines de Aguascalientes, 4º “A”, T.M. H ¡Pobrecito señor! Isacc Trujillo Díaz, 10 años, Centro de Artes Visuales abía una vez un señor en la playa que se subió a un globo aerostático, pero empezó a hacer mucho aire, tanto aire, tanto aire que voló una piedra hacia el globo y lo desinfló. Cada vez se iba desinflando más y cuando cayó, cayó en una ballena. La ballena se enojó porque cayó en ella y se lo comió, pero en buena hora, un delfín vio y rápidamente llamó a todos los delfines y les contó lo que había pasado. Entonces los delfines nadaron hacia la ballena y le hicieron cosquillas y, cuando se rió, abrió la boca y se salió el señor de la boca de la ballena. El señor muy agradecido adoptó al delfín y se lo llevó a su casa, también le compró un pececito para que le hiciera compañía. Diana Lizbeth Flores Vela Escuela Carlos A. Carrillo, 3º “b”, T. M. H Marilín la flor María Fernanda Estrada Ramírez, 11 años, Centro de Artes Visuales abía una vez una flor llamada Marilín. Un día, la hija de la dueña de la casa donde vivía la flor, fue a echarle agua y la flor bostezó. La niña la vio, ella no podía creer que la flor hablara y se alejó. Volvió y le preguntó: —¿Cómo te llamas? —Marilín, ¿y tú? —Yo, Daniela. Les dijo a sus papás que la flor hablaba. Ellos no le creyeron. Los llevó hacia ella y la flor dijo: “Hola”, y por fin creyeron. La pusieron en la recámara de Daniela y la niña todos los días le cuenta cosas nuevas a la flor y desde ese día se volvieron amigas. Karla Vanessa, 7 años, Centro de Artes Visuales María Fernanda Padilla Esparza Escuela Jardines de Aguascalientes, 4º “A”, T. M. H El mar más limpio abía una vez una estrella de mar llamada Mariana que tenía cuatro amigas: una se llamaba Mónica, la otra Rosa, Laura y Caterin. Un día Mariana fue con su mamá a la superficie y vieron que todo estaba tan limpio que decidieron ir con sus amigas y preguntarles si querían hacer un día de campo y ellas dijeron que sí. Vieron que de repente pasó un barco por la superficie y aventó basura, Caterin dijo: “hay que recoger la basura”. Dijeron: “claro” y así se hizo el mar más azul de lo que estaba antes y colorín colorado este cuento se ha acabado. Mariana Fernández Escuela Jardines de Aguascalientes, 5º “C”, T. M. H El corazón en el agua Taller de Arte y Creatividad abía una vez un corazón grande y bonito, de color rojo y rosa que estaba muy enamorado del mar, soñaba con estar juntos en el día y en la noche, quería sentir el verdadero amor. El mar era frío y salado, era serio, pero tenía sentimientos, el corazón temía entrar al mar por miedo a que lo rechazara, pero el inmenso mar temía a que el corazón se ahogara. El mar se sentía importante porque creía que siempre iba a estar solo, pero el mar no tenía tiburones ni delfines, su mar no tenía vida, estaba muerto. El corazón sintió que todo iba mal, que tenía que hacer algo, así que para estar junto al mar, el corazón se transformó en vida: en tiburones, en peces, en delfines, se convirtió en vida. Y así el mar no estuvo solo nunca más, el corazón estuvo junto al mar para toda la eternidad. Miriam Elizabeth Medina López, 11 años, Centro de Artes Visuales Melisa Pérez Álvarez Centro Cultural los Arquitos, 6 años H Todo se vale abía una vez, una niña que le gustaba mucho leer. La niña dijo: —Mañana va a ser verano, al día siguiente llegará verano. Llegó su mamá y le dijo: —¡Alista la ropa! —¿Por qué?, ¿a dónde vamos? —Nos vamos a Hawai. La niña empezó a guardar sus cosas, de repente sonó el teléfono y era el del avión, la mamá contestó. —Por favor venga por sus boletos –dijo el del avión. –Y se fueron al aeropuerto, ya que llegaron la niña le dice: —¡Mamá, mamá!, ¡mis libros! —¡No importa!, te divertirás. Luis Norberto Palos Márquez, Escuela Ricardo Flores Magón, 6º B Susan Arlet de la Rosa Paredes Escuela Valentín Gómez Farías, T. V. Y Mis vacaciones o, en vacaciones, voy a Calvillo y a veces en Calvillo vamos a la presa de Malpaso. Nos vamos con mi tía Lupita o con mi abuelita al panteón y con mi abuelito también. A veces salimos a jugar con los patines o en la casa jugamos o vamos a pasear con el perro, mi mamá me dicta operaciones y a mis hermanos, a una la pone a leer y, al más grande, le pone divisiones. Estudiamos y vamos al parque y jugamos, eso es lo que hago en vacaciones, yo y mis hermanos. Daniel Eduardo Vázquez Baltazar Centro Cultural los Arquitos La ola mágica M Andrea Barba, 8 años, Centro Cultural Los Arquitos e fui a la playa, cuando llegué pedimos nuestra habitación, nos la dieron y nos fuimos al mar, salió una ola y me mojó y tuve un poder, me dio un poder de volar y echar telaraña y fui un superhéroe. Ariana Guadalupe López Ramos Escuela Carlos A. Carrillo, 5º “A”, T. M. Bali y la broma al tiburón E n lo más profundo del océano se encontraba una pecesita llamada Bali, ella era muy feliz en el océano, vivía con sus hermanas Moli y Pacita, ellas también eran muy felices. Un día a Bali la estaba persiguiendo un tiburón, ella escapó porque se escondió en una roca, el tiburón chocó contra un pulpo que estaba enfrente de él. Entonces al tiburón lo persiguió el pulpo y le dijo: —No estés molestando a Bali. El pulpo aventó al tiburón lejísimos. Bali le preguntó al pulpo: — ¿Quién eres?, ¿por qué me salvaste? — Somos nosotras, Moli y Pacita. ¡Qué buena broma! Todas rieron y se fueron a comer porque disfrazarse para defenderla del tiburón fue muy divertido y eso les dio hambre. Héctor Saúl de la Rosa Vargas Escuela Revolución, 6º “B”, T. M. Adivinanza E s peluda, chica, peligrosa y venenosa (La araña) Taller de Arte y Creatividad H La araña abía una araña peluda y chiquita pero peligrosa que picaba a toda la gente que venía a su propiedad y un día un saltamontes llegó a la propiedad. La araña lo vio y el saltamontes brincó, pero la araña lo agarró y se lo comió. Nahomi Joseline Chávez Arias Centro Cultural los Arquitos U Un día en la playa n día dijo mi mamá que nos íbamos de viaje a la playa y yo me puse contenta de irnos a la playa y dijo que hiciéramos nuestras maletas y todos le dijimos que sí. Agarramos el avión y llegamos y me puse a nadar y toda mi familia. Karla Vanessa Moreno Carreón, 7 años, Centro de Artes Visuales Karla Hernández González, Taller “La lectura, qué aventura” Marcela Estefanía Olivares Vivero Escuela Centauro del Norte, 6º, T. M. U El árbol colorido y la manzana na vez, un niño llamado Saúl se encontró con un viejo que le dijo que plantara una semilla que traía en la mano. El niño obediente la plantó, pasaron muchos, muchos días y creció un árbol, pequeñito. El niño lo regaba todos los días, pero pasó algo muy raro, no era un árbol, era un pino con muchos, muchos colores y además, le crecieron manzanas y los pinos no tienen manzanas. Entonces el niño se volvió a encontrar con el viejo y el viejo le dijo que lo regara y hablaría y caminaría, como un humano. Lo regó y pasó lo que el viejo le dijo, el niño al principio le tenía miedo, pero después se hicieron muy buenos amigos y se contaban todo y el árbol, al tener un amigo, creció mucho y el niño siempre se podía subir. El árbol nunca se secó y el niño siempre fue su amigo. Karla Patricia Cardona Rivera Escuela Carlos A. Carrillo, 5º “B”, T. M. Florinda Melany Katerina González Soriano, 11 años, Centro de Artes Visuales Era una vez una flor llamada Florinda y estaba triste porque no tenía amigos. Un día tres muchachas caminaban por el bosque y una muchacha la vio triste y le dijo: —¿Qué tienes pequeña flor? —Es que estoy muy triste porque no tengo amigos ni nadie que me acompañe —le contestó la flor. —Tal vez yo sea tu amiga, pero no podré quedarme siempre contigo, sólo vendré dos días a la semana. Entonces a la semana siguiente no fue la muchacha y Florinda se puso más triste y así paso el tiempo y no regresó la muchacha. Varias semanas después regresó la muchacha y la flor preguntó: —¿Cómo te llamas, por qué no habías venido? —Me llamo Sofía y no pude venir porque acaba de fallecer mi madre —le respondió Sofía—, y tú, ¿cómo te llamas? —Yo me llamo Florinda y me siento mal por lo que pasó. La flor y la muchacha se volvieron mejores amigas y vivieron felices por siempre. Fin. Primer lugar nacional: “Vayas donde vayas”, colegio Francés Hidalgo, 5 “A”. “La seguridad vial es responsabilidad” Tercer lugar nacional: AltoSiga, Centro Escolar Triana, 5 “A”. Cuarto lugar nacional: Semáforos laterales, Escuela Catarino Maldonado, 6 “A”. Ganadores de Aguascalientes en el Concurso Internacional Patrocionado por RENAULT ¿Te cuento un cuento? El espejo de Matsuyama H Cuento tradicional Japonés ace muchísimo tiempo un hombre y su esposa vivían en un lugar remoto de Japón. Ellos fueron bendecidos con el nacimiento de una pequeña niña quien era su adoración, el amor más grande que sus padres tuvieran jamás. En una ocasión el hombre tuvo que salir por trabajo a Kyoto. Antes de irse le dijo a su hija que, si era buena y obediente con su madre, él le traería, cuando volviera, un regalo que apreciaría mucho. Entonces el buen hombre emprendió su viaje mientras la madre y la hija lo veían partir. Al fin llegó la hora de que él volviera a casa, y cuando su esposa y su hija le hubieron quitado su gran sombrero y sus sandalias, se sentó sobre las alfombras blancas y abrió un cesto de bambú mientras observaba la mirada ansiosa de su pequeña hija. El hombre sacó una maravillosa muñeca y una caja lacada llena de pastelillos y las puso en sus manitas extendidas. Una vez más buscó en su canasta y entregó a su esposa un espejo de metal. Su superficie resplandecía fuertemente, la parte posterior estaba labrada con un diseño de pinos y cigüeñas. La esposa nunca antes había visto un espejo, tuvo la impresión de que otra mujer se asomaba para observarla, la miró fijamente y su asombro fue mayor. Su esposo le explicó el secreto y le pidió que tuviera mucho cuidado con su regalo. Poco tiempo después de aquel feliz regreso y de la entrega de obsequios, la mujer enfermó gravemente. Justo antes de morir llamó a su pequeña hija y le dijo: “Querida, hija, cuando muera cuida de tu padre. Sé que me extrañarás cuando me haya ido, por eso te doy este espejo, cuando te sientas más sola tómalo y siempre me verás en él”. Apenas pronunció estas palabras murió. Pasado un tiempo el hombre volvió a casarse, y su nueva esposa no era muy amable con su hijastra. Pero la pequeña recordaba las palabras de su madre y se alejaba a un rincón, miraba desesperadamente en el espejo donde le parecía ver el rostro de su madre, sin embargo no veía el rostro de dolor que había visto en su lecho de muerte sino un rostro joven y hermoso. Un día la madrastra vio, por casualidad, a la niña que murmuraba en un rincón, estaba en cuclillas y tenía un objeto que no pudo distinguir. La ignorante mujer detestaba a la niña y creía que la pequeña la odiaba también, se imaginó que la pequeña estaba haciendo algún hechizo extraño, mágico; tal vez fabricaba una imagen y clavaba alfileres en ella. Convencida de estas ideas, la madrastra corrió a buscar a su esposo y le dijo que esa malvada niña estaba tratando de matarla a toda costa por medio de brujería. Cuando el señor de la casa escuchó semejante relato fue directamente a la habitación de la niña. Su hija se sorprendió mucho al verlo llegar tan repentinamente y de inmediato deslizó el espejo en la manga de su vestido. Por primera vez el padre cariñoso se en- fureció pues en el fondo temía que fuera verdad lo que su esposa le había dicho, y sin más le reclamó a la pequeña. Cuando la niña escuchó esta acusación tan injusta por parte de su padre, no podía creer lo que estaba sucediendo. Ella le contestó que lo amaba demasiado para intentar, o siquiera pensar, matar a su esposa pues sabía que su mujer era muy valiosa para él. —¿Qué escondiste en la manga? —dijo el padre perplejo y aún no muy convencido. —El espejo que le regalaste a mi mamá y que ella me dio en su lecho de muerte. Cada vez que veo la superficie brillante veo a mi mamá, joven y bella. Cuando me duele el corazón, me ha dolido mucho últimamente, tomo el espejo y el rostro de mi madre me trae paz con su dulzura y su amable sonrisa, me ayuda a soportar palabras o miradas duras. Entonces el hombre comprendió todo. Amó a su hija todavía más por su bondad y gran corazón. Incluso la madrastra, al enterarse de lo que realmente estaba pasando, se avergonzó y pidió una disculpa. Y esta niña, que creía ver el rostro de su madre en el espejo, perdonó, y todo malentendido se alejó de ese hogar. Traducción: Patricia Guajardo 24