-1- UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA EQUINOCCIAL FACULTAD DE TURISMO Y PRESERVACIÓN AMBIENTAL, HOTELERÍA Y GASTRONOMÍA CARRERA DE TURISMO Y PRESERVACIÓN AMBIENTAL MONOGRAFÍA PREVIA LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE GUÍA PROFESIONAL DE TURISMO TEMA: “IMPORTANCIA TURÍSTICA DEL MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN” DIRIGIDO POR: MSC. JOSÉ VELASCO PROPUESTO POR: RAQUEL MARINA ALVEAR SIMBA 2010 -2- DEL CONTENIDO DEL PRESENTE TRABAJO SE RESPONSABILIZA EL AUTOR Autor: Raquel Marina Alvear Simba -3- Por medio de la presente certifico que el siguiente trabajo previo a la monografía de grado titulado “Importancia Turística del Museo Miguel de Santiago del Convento de San Agustín”, fue realizado en su totalidad y bajo mi dirección por la señorita Raquel Marina Alvear Simba egresada de la Escuela de Turismo y Preservación Ambiental. Atentamente, Msc. José Velasco DIRECTOR DE LA MONOGRAFÍA -4- DEDICATORIA Dedicado a mi país y a su hermosa gente que trabaja día a día por un mañana mejor, para que, a pesar de las dificultades de hoy en día, nunca olviden parte de su pasado y se sientan orgullosos de poseer tanta riqueza artística, la cual hace del Ecuador un país incomparable. Raquel Alvear S. -5- AGRADECIMIENTO Agradezco infinitamente a mis padres por su apoyo en todo momento y por ser parte esencial en mi crecimiento personal y profesional. Un reconocimiento especial para Nicolás que, con su aporte, colaboró con parte de la investigación para el desarrollo de la presente monografía. Raquel Alvear S. -6- ÍNDICE DE CONTENIDOS TEMA: “IMPORTANCIA TURÍSTICA DEL MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN” INTRODUCCIÓN Página I. Importancia……………………………………………………………………...10 II. Justificación……………………………………………………………………..11 III. Propósito………………………………………………………………………...12 IV. Objetivo General………………………………………………………………..12 V. Objetivos Específicos………………………………………………………….13 VI. Metodología de la Investigación………………………………………………13 VII. Métodos de Investigación……………………………………………………..13 VIII. Fuentes y Técnicas de Investigación………………………………………...14 CAPÍTULO I: GENERALIDADES DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN: 1.1. Fundación de la Comunidad………………………………………………..16 1.2. Los Primeros Agustinos……………………………………………………..17 1.3. Donación de Solares…………………………………………………………19 1.4. Primeras Construcciones……………………………………………………21 -7- CAPÍTULO II: DESCRIPCIÓN DEL MONUMENTO ARQUITECTÓNICO: 2.1. Ubicación……………………………………………………………………...25 2.2. Iglesia………………………………………………………………………….25 2.3. Fachada……………………………………………………………………….37 2.4. Claustro………………………………………………………………………..42 2.5. Sala Capitular…………………………………………………………………48 CAPÍTULO III: LA PINTURA Y ESCULTURA EN EL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN: 3.1. La Escultura…………………………………………………………………..54 3.2. La Pintura……………………………………………………………………..60 3.3. La Orfebrería………………………………………………………………….91 3.4. La Mueblería……………………………………………………………….....94 CAPÍTULO IV: MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO: 4.1. Biografía..................................................................................................98 4.2. Características de su Obra………………………………………………...101 4.3. Obras del Artista…………………………………………………………….103 4.4. Descripción del Museo……………………………………………………..108 -8- CAPÍTULO V: ELABORACIÓN DE TOURS ALTERNATIVOS EN EL CENTRO HISTÓRICO: 5.1. Primer Tour: El Arte en su Esplendor…………………………………….116 5.2. Segundo Tour: Reviviendo el Pasado……………………………………121 5.3. Tercer Tour: Arte e Historia, una mezcla inigualable…………………...130 CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES: 6.1. Conclusiones………………………………………………………………..136 6.2. Recomendaciones………………………………………………………….137 BIBLIOGRAFÍA:………………………………………………………………...139 ANEXOS:………………………………………………………………………….141 -9- INTRODUCCIÓN I. IMPORTANCIA Quito, por su singular belleza y por poseer el Centro Histórico más grande de América Latina, fue declarada la primera cuidad Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año de 1978. Esta magnífica ciudad es un escenario para las artes y la cultura. En plazas, calles, librerías, auditorios, museos, centros culturales, entre otros, siempre hay algo para disfrutar de un ambiente diferente y acogedor. El Centro Histórico de Quito, además de ser el más grande de América, está rodeado de la cordillera más alta de este continente, Los Andes. Por esta razón, Quito siempre ha sido, es y será inspiración de pintores, escritores, dramaturgos, danzantes, músicos y poetas que han hecho de esta ciudad su casa y una de las más importantes capitales culturales del mundo. Su casco colonial manifiesta la cultura y riqueza artística en iglesias y conventos, en cuyos interiores se conservan pinturas y esculturas de la Escuela Quiteña, cuna de grandes artistas. Entre los siglos XVI y XVII, notables arquitectos de la Colonia, construyeron grandes templos religiosos que constituyen una joya urbana en el mundo. El Museo Miguel de Santiago, ubicado en la Iglesia de San Agustín, está dentro de esta gran joya ya que en él guarda no sólo tesoros de arte colonial, sino también parte de nuestra historia. Es considerada como parte fundamental dentro del Patrimonio Artístico de la cuidad. - 10 - II. JUSTIFICACIÓN Quito, capital del Ecuador y de la provincia de Pichincha, “La carita de Dios”, como también se la conoce, ubicada al pie del volcán Pichincha, es una ciudad en la cual el sol cae verticalmente y, durante las noches, las constelaciones de ambos hemisferios son plenamente visibles. Quito, rodeada por montañas y nevados, es distinguida por tener un tesoro Colonial de pinturas, esculturas y tallados. Conserva iglesias, capillas, monasterios, conventos coloniales, plazas, museos, edificaciones republicanas e interesante arquitectura de inicios del siglo XX que hacen de éste, un lugar de enorme valor histórico, arquitectónico y estético. El Museo Miguel de Santiago está dentro del Convento de San Agustín el cual tiene una estructura arquitectónica única. En este museo se muestra el Arte Colonial Quiteño del siglo XVI al XVIII. Este lugar es considerado como uno de los más grandes y notorios museos dentro del casco colonial. Presenta tres salas donde se puede destacar obras de artistas renombrados que nos presentan de diferente manera las etapas, características y costumbres de aquellos días. Los lienzos de Goribar, de la Cruz y Rodríguez nos trasladan a siglos pasados, y la escultura de autores anónimos nos hace vivir aquellos tiempos. Es por esto que mi investigación esta basada en este sitio, ya que alberga a cientos de obras que hacen que todos nosotros nos adentremos en este mundo lleno de historias sorprendentes. - 11 - III. PROPÓSITO Los particulares estilos de pintura, escultura y arquitectura que sobresalen en las calles y llenan muchas iglesias y monasterios del histórico Quito, nacieron de la Escuela Quiteña, conjunto de manifestaciones artísticas y de artistas que se desarrolló en el territorio de la Real Audiencia de Quito. La religión católica fue un instrumento fundamental en la colonización de América. Como consecuencia, el arte religioso y la arquitectura adquirieron una enorme importancia que se plasmó con la construcción de las espléndidas iglesias, monasterios y en la propia concepción urbana del Quito antiguo. Durante este tiempo la proliferación y florecimiento de reconocidos artistas en Quito dio paso a lo que se llamó la Escuela Quiteña. Entre sus más reconocidos artistas está Miguel de Santiago, gran exponente de aquellos tiempos. Expertos consideran su contribución al Arte Colonial como uno de los más valiosos en toda América. La mayor parte de obras de este nombrado artista se encuentran en el Museo Miguel de Santiago. El propósito de esta monografía es recordar nuestras raíces, que toda nuestra riqueza cultural proviene de nuestros antepasados, de la mezcla de conocimientos que con los años hicieron de nuestra capital un tesoro nacional. IV. OBJETIVO GENERAL • Recopilar información entorno al Convento de San Agustín y el Museo Miguel de Santiago para destacar su importancia y convertirlo en sitio alternativo de visita para los turistas. - 12 - V. OBJETIVOS ESPECÍFICOS • Describir los componentes del monumento arquitectónico. • Valorar los bienes culturales muebles existentes en el monumento arquitectónico. • Describir las salas de exposición del Museo Miguel de Santiago. • Proponer tours alternativos de visita al Museo de Miguel de Santiago. VI. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN Es una investigación descriptiva, que pretende determinar las características perceptibles de un fenómeno o comportamiento, en los elementos que son importantes para su aprovechamiento, priorizando aquellas que tienen especial importancia para el logro de los objetivos propuestos. La investigación además es bibliográfica, la cual es una etapa de investigación científica donde se recopila información de libros acerca del tema de estudio. Es también de acampo, ya que para recopilar información de debe acceder al lugar donde se conforman las partidas. VII. MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN El presente estudio tendrá los siguientes métodos: • Método deductivo.- es un método de razonamiento que consiste en tomar conclusiones generales para llegar a explicaciones particulares. - 13 - Se inicia con el análisis de principios, postulados, para aplicarlos en hechos particulares. • Método inductivo.- se utiliza el razonamiento para obtener conclusiones que parten de hechos particulares para llegar a conclusiones de carácter general. • Método de observación científica.- los datos serán recolectados a través de la observación e interacción con los actores, para luego sistematizar la información. VIII. FUENTES Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN • Fuentes primarias.- se utilizan las técnicas de entrevista, revisión de archivos, documentos, que nos puedan dar una visión más clara de la investigación. • Fuentes secundarias.- se utilizarán libros, revistas, documentos, periódicos, Internet. - 14 - CAPÍTULO I: GENERALIDADES DEL CONVENTO DE SAN AGUSTÍN - 15 - CAPÍTULO I 1.1. FUNDACIÓN DE LA COMUNIDAD SAN AGUSTÍN DE HIPONA es el patrono de esta comunidad religiosa. San Agustín nace en Tagaste al norte de África el 13 de noviembre del año 354 (siglo IV), un día especial pues se eclipsó el sol dando oscuridad a la tierra. Sus padres Mónica y Patricio siempre pendientes de su hijo lo forman con dedicación y esmero. Su formación religiosa la realiza en Milán y para el año 386 establece un grupo de jóvenes que lo ayudarán a evangelizar a los pueblos que se encuentran en su recorrido. Vistiendo su hábito negro, empieza su camino hacia la Religión Católica. San Agustín murió el 28 de agosto del año 430 (siglo V) pero su comunidad siguiendo sus pasos llegó a establecerse en una buena parte de Europa, probablemente en las Islas Filipinas y luego en las Indias de Colón, es decir América. La Orden Agustina llega a México en 1533 y el 11 de junio de 1551 en número de 12 a Lima para misionar en el Perú. A los tres meses de su llegada, el 19 de septiembre de 1551, se celebró el Capítulo Provincial y quedó constituida la Provincia del Perú. El 22 de julio de 1573 se funda el Convento de San Agustín en la ciudad de Quito y es conocido como el CONVENTO DE ORO, por la magnificencia de su ornamentación y esplendidez de sus dorados claustros que hasta hoy se conservan. - 16 - Al principio se instalaron en el barrio de Santa Bárbara, donde se establecieron de modo provisional. Los agustinos compraron a Gómez de Moscoso dos casas situadas en el área del convento actual, que integraron, el 26 de abril de 1576, con otra compra que hicieron a Pedro Ortega Guillén. En este nuevo sitio comenzaron a levantar su convento definitivo. Los primeros agustinos que vinieron a Quito fueron los Padres Luis Álvarez de Toledo y Gabriel de Saona, quienes tomaron posesión de los solares asignados en 1573. Vuelto al Padre Álvarez a Lima consiguió el Capítulo Provincial el reconocimiento canónico del Convento de Quito y la asignación de nuevo personal integrado por los Padres Juan de Vivero, en calidad de Prior; Francisco Velásquez, como Subprior; Antonio de Villegas, por Predicador, Agustín López, Lector de Gramática Latina y Artes y, además, Jerónimo Navarrete, Alonso Maldonado, Juan de Carvajal, Diego de Arenas y Juan García. El primitivo colegio que regentaron desde 1581, se llamó San Nicolás de Tolentino. Luego por Bula Pontificia de Sixto V, fechada el 20 de agosto de 1586, fundaron la Universidad de San Fulgencio que fue el primer centro de estudios del reino de Quito y que funcionó más de dos siglos y como base de las Universidades posteriores. 1.2. LOS PRIMEROS AGUSTINOS Los agustinos fueron los últimos religiosos de las Órdenes mendicantes que vinieron al Ecuador, en la época de la colonización de la América del Sur. - 17 - El padre fray Luis López de Solís, que entonces era Provincial de la Provincia agustiniana del Perú y que, años después, había de ser insigne obispo de Quito, mandó a los padres fray Luis Álvarez de Toledo y fray Gabriel de Saona, a que fundaran un convento de la Orden en la capital del antiguo Reino de los Quitus. Once años hacía que el Reino se encontraba sin pastor, de modo que la tarea del padre Solís fue ardua. Pero la realizó a maravilla. Hizo primero la visita pastoral a la ciudad; luego fundó el Seminario que lo puso bajo la advocación de San Luis, su santo patrono; firmó enseguida el Acta de erección de la iglesia Catedral, el 17 de febrero de 1595; y procedió después al reconocimiento de su diócesis. El obispo Solís, fue el primer gobernante que impulsó la instrucción pública en el Reino. Comprendiendo que el mal estado de la sociedad derivaba de la ignorancia y la incultura, se dio prisa a fundar escuelas y colegios para el pueblo y el Seminario de San Luis para la formación del clero. Junto al Seminario, instaló un departamento para la instrucción de los hijos de los caciques, a fin de que, una vez instruidos, puedan enseñar a sus familiares y congéneres. Atendió a la fundación de Conventos y Monasterios de religiosas como los de Santa Catalina y Santa Clara en Quito. Además, fundó, en esta misma ciudad, la casa de mujeres arrepentidas que llamó Santa Marta; erigió las parroquias de San Marcos, Santa Prisca y San Roque; regaló a la Catedral un órgano, una lámpara de plata y una Cruz de ébano con el Santo Lignum Crucis. Hizo trabajar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, para el primitivo - 18 - Santuario de Guápulo; obsequió al pueblo del Quinche la imagen que durante trece años se veneraba en Oyacachi; entre otras obras relevantes. Fray Luis Álvarez de Toledo pertenecía a la noble familia de los condes de Oropesa y era pariente cercano del virrey del Perú, don Francisco de Toledo. Por sus especiales dotes para gobernar, ocupó destacados puestos en su Orden y llegó a ser visitador general del Reino del Perú. El padre Saona, había pasado algunos años en el Perú, en cuyo convento agustiniano fue Lector de Artes y Teología, Visitador y Vicario General, Penitenciario Apostólico del Papa y Catedrático de la Sagrada Escritura en la Real Universidad de Lima. Fue un notado hombre de letras y consumado teólogo. Vasta y estupenda fue la obra del padre Saona. A él se debió la fundación de la Universidad de San Fulgencio y la intensificación de las misiones. 1.3. DONACIÓN DE SOLARES Como traían cédula con especial recomendación de Felipe II, fueron inmediatamente atendidos, tan pronto como llegaron, a principios de julio de 1573. El Cabildo de la ciudad, el viernes 17 de julio de aquel año, se reunió y acordó la fundación de un Monasterio de la Orden de San Agustín en las casas de un vecino de la ciudad, llamado Gómez de Moscoso, las mismas que, expropiadas, previa consulta y aprobación de la Real Audiencia, fueron entregadas a los Padres, que tomaron posesión formal y solemne de ellas, el 23 de esos mismos mes y año, en la fiesta de Santa María Magdalena. - 19 - Poco tiempo después llegaron a Quito muchos religiosos, con los cuales comenzó la vida conventual del Monasterio. Eran estos: fray Juan de Vivero, fray Francisco Velázquez, fray Antonio de Villegas, fray Agustín López, fray Jerónimo Navarrete, fray Alonso Maldonado, fray Juan de Carvajal, fray Diego de Arenas y fray Juan García. Los religiosos comenzaron pronto a levantar su Convento sobre los solares que el Cabildo les proporcionó, en el sitio en que están hoy la iglesia y la casa parroquial de Santa Bárbara; y un año después, cuando ya tenían edificada su casa, solicitaron del mismo ayuntamiento una parte de la calle contigua al Monasterio para edificar la iglesia. La Real Audiencia no favoreció con su voto el deseo de los religiosos, por lo tanto, siguieron con la edificación de la iglesia dentro del sitio adjudicado primeramente por el Cabildo, pero no la terminaron. Mas, como el Convento resultaba bastante incómodo cuando aumentaron los religiosos conventuales, tomaron la decisión de adquirir solares más capaces para su Monasterio, como en efecto lo hicieron, vendiendo al obispo fray Pedro de la Peña la casa e iglesia ya edificadas y comprando un inmenso sitio, en parte del cual se halla hoy el Convento agustiniano. Lo adquirido iba desde la calle Chile hasta la plaza del Teatro Sucre, que fue construido en el solar que ocupó el Colegio de Santa Catalina Mártir, fundado por los agustinos y derrocado en 1655. También compraron después, el solar que queda frente al costado de la iglesia, del cual fue parte la actual plazoleta de San Agustín, y varios otros solares hacia el oriente del Monasterio, que se extendían hasta los actuales molinos del Censo, incluyéndose en ellos, todo el barrio de la Tola. - 20 - No se puede fijar la fecha precisa en que pasaron los agustinos a sus nuevos solares, abandonando los de Santa Bárbara, pero, es probable que ese traslado de los religiosos al sitio actual de su Convento se hubiese verificado por los años de 1576 y 1577. 1.4. PRIMERAS CONSTRUCCIONES El padre Saona fue quien principió la construcción del primer convento que tuvo la Orden, que luego fue reedificado en 1650 por el padre maestro fray Francisco de la Fuente y Chávez. El primitivo debió ser muy humilde, dados los escasos recursos de que entonces dispusieron los religiosos. Habían de pasar algunos años para que viniesen varones insignes a crear y organizar la hacienda conventual y, con ella, levantar el magnífico monumento que legaron a Quito, a imitación de lo que sus hermanos de religión realizaron en México. El padre Saona, a pesar de las lógicas dificultades con que tuvo necesariamente que tropezar en la edificación del Monasterio, no vaciló en pedir para ella, el concurso de sus compañeros de religión que ya en México habían levantado maravillosos conventos y edificados templos que son hoy la admiración de las gentes y sin duda, a ellos se debió la venida del gran arquitecto Francisco Becerra, a trazar la iglesia agustiniana y tal vez su convento. Es casi imposible tratar a fondo la construcción del edificio ya que desgraciadamente, los archivos conventuales fueron casi en su totalidad destruidos. Se dice que en la guerra de la independencia, los frailes patriotas - 21 - no vacilaron en entregar los papeles de ese archivo para ser utilizados como estopa en los fusiles. Sea o no verdadero este decir, es lo cierto que no hay rastro alguno de los Libros de Gastos, en los que se debieron consignar, como es costumbre, los que se efectuaron en aquella construcción, ni hay constancia alguna, en ninguno de los pocos papeles que han quedado, de dato alguno cierto que comunique las personas que intervinieron en ella, o revele algún detalle interesante de los trabajos. Sólo se conoce tres nombres de religiosos que colaboraron en las obras; dos de los cuales, el padre fray Francisco de la Fuente y Chávez y el padre fray Basilio Ribera, se destacan con pujanza admirable por la cantidad y la calidad de las obras que hicieron; y el tercero, el padre fray Martín de Híjar y Mendoza, con más discreta posición. El padre maestro fray Francisco de la Fuente y Chávez nació en Quito. Aunque los historiadores y cronistas no han escrito cosa apreciable acerca de este ilustre religioso, en el Libro de Profesiones se ha puesto una pequeña nota la cual alude la edificación de la iglesia de este Convento al Fray de la Fuente y Chávez. Cultivaba el dibujo y amaba el arte. Lo demuestra un cantoral en pergamino, adornado con varios dibujos y emblemas, que se conserva en el Monasterio. Tuvo como Secretario al gran padre fray Basilio de Ribera, sin duda alguna, la figura más descollante del Convento agustiniano de Quito, durante la época virreinal, por su noble espíritu, su energía de voluntad, su vasta inteligencia, su don de gobierno y su amor al arte. Fray Basilio de Rivera es de origen quiteño. A sus treinta y tres años de edad fue electo prior de su convento y visitador de toda su provincia. Sus - 22 - estudios primarios los realiza en el escuela de la ciudad y los secundarios los realizó en el Colegio Santa Catalina Mártir fundada por los agustinos. En 1632 es nombrado Secretario del Provincial Francisco de la Fuente. En 1642 recibe el título de Vicario Provincial. En 1645 se gradúa de la Universidad de Bachiller y Maestro de Artes, y es elegido Prior del Convento de Quito. Posteriormente es elegido Provincial durante dos periodos así: 1653 a 1657 y 1661 a 1665. En su primer periodo manda a trabajar la Galería de Cuadros que representan diferentes pasajes de San Agustín e hizo colocar su nombre en las principales obras que se trabajaron por mandato suyo, claros ejemplos son: La muerte de San Nicolás, la Regla y la fachada de la iglesia. Fray Basilio de Rivera logró convertir su convento en una verdadera joya de oro de espléndida belleza. El Capítulo Provincial de 1666, aplaudió y agradeció al padre Ribera, por su lucida actuación y, como premio, le señaló una renta. Tal vez con ella costeó el Cuadro de la Muerte de San Nicolás, que tiene esta leyenda: «Este lienzo de la muerte de nuestro padre San Nicolás, mandó hacer por su devoción el Maestro fray Basilio de Ribera, para el entierro de los Religiosos en el General, año de 1672». Él, con el padre fray Francisco de la Fuente y Chávez, hicieron del convento agustiniano de Quito, un verdadero museo de arte. Si al padre de la Fuente y Chávez debe su precioso y original claustro; al padre Ribera tiene que agradecer su ornamentación. - 23 - CAPÍTULO II: DESCRIPCIÓN DEL MONUMENTO - 24 - CAPÍTULO II 2.1. UBICACIÓN Actualmente la manzana que ocupa el Convento e Iglesia de San Agustín tiene un área de 7.979 metros cuadrados, o sea “a lo largo de las calles Guayaquil y Flores, 93 metros, 38 centímetros por 885.20, a lo largo de las calles transversales Chile y Mejía” (Ibid; 46). 2.2. IGLESIA Una idea de lo que fue la iglesia de San Agustín, por Rodríguez Docampo en 1650, una vez concluida: “La iglesia es toda de bóveda, de tres naves, la Capilla mayor contiene retablo grande de imaginería, traída de Roma por el padre maestro fray Gabriel de Saona; el sagrario y relicario, preciosos. Las colaterales son Capillas de personas principales, que en ella se han enterrado y la gozan sus herederos; son las de Nuestra Señora de Gracia, la Visitación de Nuestra Señora, Santa Isabel, San Nicolás y San Juan de Sahagún. - 25 - Hay un altar de reliquias de Santos, que trajo de Roma el dicho padre Saona, y el último de una nave la imagen de Nuestra Señora del Carmen, de bulto, hermosísima, en su retablo grande dorado, donde se fundó Cofradías de españoles e indios, que le sirven con toda veneración. A la otra nave, después de la Capilla de Nuestra Señora de Gracia, está la del Santo Cristo Difunto, en su sepulcro, que trajo de Roma el maestro fray Leonardo de Araujo, criollo de esta ciudad, que murió volviendo a España, habiendo sido Provincial; gran Predicador; teólogo virtuoso. La imagen es devotísima y milagrosa. Síguese a esta otra de la Concepción de Nuestra Señora, y después la del Santo Crucifijo, de gran cuerpo, devotísimo, que vino de España al principio de la fundación de este convento. Está en retablo grande con sus velos, lámpara y demás decencia debida a tan milagrosa imagen, a donde de muchos años a esta parte se celebra misa cantada de la Pasión de Nuestro Señor; se costea con toda solemnidad por el fundador de su memoria.” De todo ello, nada existe sino el Cristo Difunto traído, sin duda, de España por el padre Saona. Todo lo demás ha desaparecido, inclusive las reliquias. Nada diremos de los retablos; porque los que existen son del siglo XVIII, a excepción de uno, el de la Virgen del Buen Consejo que es moderno. Además, destruidos los diez retablos de las diez capillas, sólo se han repuesto ocho. Las dos han quedado vacías, ocupadas por sepulturas particulares. La iglesia es de tres naves. Las proporciones de su planta, lo mismo que el abovedamiento de su nave principal y las nervaturas de la bóveda del coro, indican que fue trazada para levantarla a la manera gótica. La nave central es - 26 - alta y recibe su luz de las doce ventanas abiertas en los arcos elípticos apuntados que sustituyen a los ojivos en esta iglesia. Se aprovechó el arco elíptico alargado para resolver con él el abovedamiento de la iglesia con bóveda de nervios. La nave se reparte en tramos rectangulares, de manera que los arcos fajones resultan de medio punto, peraltados los elípticos y rebajados los diagonales. Se diría más bien que el abovedamiento de la nave central es de cañón, cortada de trecho en trecho por bóvedas elípticas con lunetos. Es una bóveda encamonada. Los muros son de ladrillo y mampostería con aparejo irregular, aprovechando piedra de todos los tamaños; sólo se ha usado sillarejo bien despiezado en el zócalo y, finamente labrado en la fachada y la torre. La nave central se apoya sobre gruesos pilares de piedra en los que van enjarjadas semipilastras, sobre cuyas impostas se levantan los arcos fajones. Y para neutralizar el empuje de la cubierta, las naves laterales están divididas en capillas de planta cuadrada por medio de arcos de herradura, sobre gruesos pilares que sirven de descargo a las pilastras de la nave central. Entre las pilastras hay cinco pares de arcos de medio punto que separan las naves laterales a la nave central, desde el presbiterio hasta el narthex. Para sostener el coro, se ha creado un narthex con cuatro arcos rebajados sobre gruesos machones y dos arcos grandes muy rebajados, con abovedamiento de crucería, siguiendo la tradición romana, con arista semielíptica; pues la bóveda semielíptica es la que se presta mejor para sostener una cubierta plana. - 27 - Las cúpulas laterales se cierran con casquetas esféricas que forman una bóveda baída de crucería simple con cuatro arcos de testa: dos formeros, uno de ellos encastrado en el muro, dos fajones y dos diagonales. Los dos últimos tramos de la planta corresponden al coro y al narthex, y se les ha unido con un solo abovedamiento, haciendo de los dos tramos rectangulares, uno sólo cuadrado, cosa muy usada en lo gótico, para cubrir la nave central y facilitar así la tarea de enriquecer la bóveda con nervios terceletes y ligaduras multiplicados para exornarla con estrellas y rosetones. Lo original en la bóveda agustiniana de Quito, es que las nervaturas góticas se han trazado para una bóveda de cañón, cosa rara en la arquitectura ojival por más que la forma del arco apuntado no sea de la esencia del gótico. Quizás con esas nervaturas, trazó Becerra todo el abovedamiento de la nave principal de la iglesia. Y más aún, con ellas estaba adornada toda su bóveda, caída o deteriorada en los grandes terremotos del siglo pasado, que echó abajo la torre, parte de los claustros altos del convento y el cimborio que cubría la capilla mayor, decorada con inmensos cuadros alusivos a la vida de San Agustín, ejecutados por Luis Cadena y Juan Manosalvas. En realidad, contemplando detalladamente la organización de este templo, se diría que parece un edificio de composición romana, pero construido con ciertos recursos del arte ojival. Antiguamente la iglesia ocupaba el espacio actual más el de la sacristía, que queda al fondo. Precisamente, donde hoy está la sacristía, quedaba el presbiterio coronado por una cubierta cupular octogenal, ornamentada con inmensos cuadros de Cadena y Manosalvas, alusivos a la vida de San Agustín. El terremoto del año 1868 derrumbó la iglesia y al restaurar aquella, se trazó el - 28 - presbiterio actual, cuyo retablo estaba hasta hace poco tiempo, un poco más adelante del lugar en donde hoy está. Luego, cuando se pintó la iglesia, y se la restauró en la forma en que hoy se la ve, en 1948, se lo retiró hasta la pared del fondo, que antes estaba ocupada por el gran cuadro de La Regla, de Miguel de Santiago. Entonces se hizo la actual sacristía sobre los escombros del antiguo presbiterio destruido por el ya nombrado terremoto, con la bóveda cupular que lo cubría. Hasta 1868, la nave principal o central, se hallaba cubierta con bóveda de cañón nervadura gótica, como la del coro; la fuerza de sus arcos fajones, descargaba sobre pilastras adornadas o enjarjadas en los machones cúbicos que separan las tres naves, formando contrafuertes sobre los cuales se apoyaba uno de los extremos de los arcos, que descargaban el empuje sobre los muros exteriores de la iglesia. Estos arcos eran de herradura, hoy mermada un tanto en su forma, porque en la restauración del templo, los albañiles indios que la hicieron, pretendieron sin duda, por ignorancia, corregirlos creyendo un error la forma extraña de ellos, sin que nadie cayera en cuenta de tamaño desacato y, rebanando los salmeres de los arcos para darles la forma de medio punto, los mutilaron sin conseguir su objeto; pues, quedaron siempre con un peralte recogido hacia adentro en la línea de las impostas que, a poco de observarlo, delata su prístina forma de herradura. Estos arcos tienen su trasdós moldurado con descentramiento de la arquivolta, como en el arco califal. La moldura del arco de herradura, así como los nervios de la bóveda de crucería que cubre cada una de las capillas laterales, convergen y descargan sobre ménsulas esquineras enjarjadas en los ángulos de encuentro de los cuatro muros que forman las capillas susodichas. Aún más, casi podríamos decir que - 29 - esa moldura de los arcos de herradura, es un nuevo arco de descarga para aliviar el peso a aquellos, cuya factura debió de infundir temores a los albañiles indígenas que los ejecutaron. Todas estas formas arquitectónicas de la arcada de las naves laterales, echadas a perder por el deseo tonto de los incomprensivos autores de la restauración de la iglesia, que quisieron enderezar los arcos en la curvatura inferior de los salmeres, han sido más estropeados por la decoración pictórica ejecutada sobre ellas en 1914, cuyas líneas abigarradas y mal hechas distraen la vista del observador impidiendo apreciar algo siquiera de lo poco que ha quedado de las antiguas formas de los arcos. Todo esto es verdaderamente lastimoso, porque quizás esta organización agarena de las naves laterales de la iglesia de San Agustín de Quito, era única en América. No sabemos que en otras partes hubiese siquiera habido algo semejante, sino sólo algún rastro ligero del arte mudéjar español, sobre todo en la decoración y en los artesonados. Dan luz a la nave central seis grandes ventanas rectangulares, abiertas en tres de los espacios formados por un par de arcos a partir del narthex hacia el presbiterio. Las naves laterales se iluminan por las dos ventanas abiertas en cada una de sus capillas. El coro, por la ventana de la fachada. Como el coro ocupa todo el ancho de la iglesia, las naves laterales, rebajan de altura junto al narthex: y sus espacios entre los arcos, se cubren con bóveda baída en los primeros, y con techo plano, los últimos, junto ya a las puertas de entrada. El coro, con su jube de hermoso lazo morisco, prolonga su presencia en las naves laterales por medio de arcos semicirculares muy peraltados, - 30 - abiertos encima de los de medio punto y muestran también su antepecho igual al jube. Los retablos, principiando desde los de las capillas laterales, son seis: tres a cada lado. Los del lado del evangelio, son consagrados al Corazón de Jesús, a las Almas del Purgatorio, a la Santa Faz y a la Virgen del Buen Consejo; y los del lado de la Epístola, a San José, Santa Rita, San Antonio y el Calvario. El retablo del Calvario es de un nicho central flanqueado de cuatro columnas, de fuste rico y profusamente decorado y con capitel corintio. Reposa sobre cuatro basas cilíndricas decoradas, como el tercio inferior de las columnas, con unos querubines en medio de vástagos y flores estilizadas. La decoración de las columnas, en su mayor parte es lineal con uvas. Sobre las columnas se levantan cimacios y un gran arco rebajado, decorado con cabecitas de querubines, y flanqueado por dos remates piramidales colocados encima de las columnas extremas, corona el retablo. El grupo escultórico del Calvario moderno, obra comercial de Barcelona, melosa, sin sentido alguno estético, aparece extraña al retablo. El retablo de San Antonio tiene un nicho central de arco semicircular que aloja la estatua del Santo, y dos paneles en los intercolumnios formados por la separación conveniente de las dos parejas de columnas salomónicas que flanquean el nicho, columnas cortas, corolíticas, colocadas sobre basas cúbicas y un estilobato con ménsulas. Domina este conjunto un entablamento con conchas y pirámides como remates. En los paneles, las estatuas de la Magdalena y Santo Tomás de Villanueva. - 31 - El retablo de Santa Rita se compone también de un nicho sobre base de planta piramidal, con dos columnas a cada lado, sobre ricas basas con un curioso adorno de volutas en su cara principal. Las columnas son muy raras por su fuste, compuesto de diversos elementos sobrepuestos y adornados abigarradamente con gallones, volutas, canastos con flores y frutas, un querubín en la mitad y serpeantes por todos lados. Llevan capitel corintio y soportan una gran cornisa que voltea sobre el nicho, formando un arco carpanel y se adorna con un gran querubín bajo el arco y un remate en su clave. El retablo de San José se compone de un nicho de arco mixtilíneo adintelado sobre dos columnas salomónicas cortas, cuyo tercio inferior de su fuste está ornamentado con un florero. El arco lleva un querubín en la clave. A los cantos, otras dos columnas salomónicas, con su tercio inferior cilíndrico, adornado con la cabeza de un querubín entre uvas. Todo esto se levanta de unas basas cúbicas y termina en una cornisa recta coronada de un remate circular con florón en su centro. Los retablos del lado del Evangelio: El de la Virgen del Buen Consejo, es nuevo y compuesto con cuatro columnas corintias que lo dividen en tres paneles, ocupando el del centro el cuadro de la Virgen, dentro de preciosa moldura y terminando en un tímpano curvo con dos remates a sus flancos. El de la Santa Faz, es un hermoso retablo con nicho central semicircular, dentro del cual se ha colocado una lámina grabada de la Santa Faz, en estupenda moldura calada como encaje. Se levanta este retablo de un gran - 32 - estilobato. Su nicho se halla entre dos pares de columnas salomónicas corolíticas colocadas en dos planos. A los extremos del retablo y en nichos pequeños de fondo apanelado y con copete de concha, se hallan las imágenes de San Miguel y San Rafael: éste, más pequeño, está sobre una basa decorada y aquél, directamente sobre el estilobato. De los cimacios se desprende una cornisa que con un remate calado sobre un tímpano de tres lóbulos, corona el retablo. Luego viene el retablo consagrado a las Almas del Purgatorio, muy semejante en sus formas al de Santa Rita que se halla frente a este, en la otra nave lateral, con ligeras diferencias, entre las que se puede anotar la forma del arco del nicho, que en este retablo es casi adintelado y no se asienta sobre los capiteles de las columnas directamente, sino mediante dos pequeñas basas a manera de cimacios. Se diría más bien que el arco es mixtilíneo, compuesto de dos pequeñas líneas rectas verticales unidas por una curvilínea horizontal. Sobre las columnas corre un entablamento que en su parte central toma la forma del arco del nicho y se corona de un gran remate calado con una tarjeta en la clave. Dentro del nicho, San Nicolás con las Almas. El siguiente retablo consagrado al Corazón de Jesús, tiene un precioso nicho de arco adintelado sobre dos columnas salomónicas corolíticas, cuyo tercio inferior de su fuste está decorado con un pequeño jarrón con flores y vástagos. Este nicho se cubre con un gran arco que se desprende de dos pares de columnas salomónicas semejantes a las del nicho del retablo de la Santa Faz, pero mucho más altas, formando un tímpano dentro del cual se destaca una hermosa concha. La cornisa de este arco lleva un remate de ramas y serpeantes. El retablo descansa en un estilobato dividido en tres - 33 - secciones: la del centro ocupada por un sagrario y las de los costados, por dos grandes volutas colocadas a modo de repisas o modillones. Encima del nicho central se ha colocado una hermosa estatua del Ángel de la Guarda, compañera sin duda de los dos Arcángeles del retablo de la Santa Faz y que, seguramente, ocuparon todos los tres nichos del retablo: el central, el Arcángel San Rafael encima de la repisa, y los laterales, el Arcángel San Miguel y el Ángel de la Guarda. El retablo mayor carece de interés: fue hecho en 1914 dañando el antiguo, del cual apenas se conservaron las cuatro columnas salomónicas y el nicho que con entablamento y tímpano circular, constituyen el cuerpo superior del retablo. El inferior está compuesto de tres nichos separados por cuatro pares de columnas corintias y ocupados con las estatuas de la Virgen de Consolación al centro y de San Agustín y Santa Mónica a los lados. El nicho del cuerpo superior ocupa un grupo de la Trinidad y a los cantos extremos de ese cuerpo, se hallan, exentas, las imágenes de San Pedro y San Pablo. Todo sobre un estilobato a paneles. A un lado y al otro del presbiterio existen dos capillitas absidiales: la una dedicada al Señor de la Buena Esperanza y la otra, a la Inmaculada Concepción. La primera tiene el techo plano y un gran nicho de planta semicircular que llena el testero; la segunda, el techo abovedado y una pequeña cúpula con pechinas y tambor sobre cuatro arcos: un formero y tres enjarjados en los muros. El retablo de la primera de estas capillas es magnífico. Sobre una hermosa mesa tallada que sirve de altar, que es una pieza única en la escultura quiteña, - 34 - se levanta un muy bajo y mezquino estilobato y sobre él, un gran nicho entre dos columnas salomónicas con el tercio inferior cilíndrico en parte y, en parte, poligonal, decorado esta con recuadros sencillos de perlas, y aquella con ramas y flores. Sobre las columnas, y de sus cimacios se desprende un pequeño arco entre dos volutas y a sus flancos hay dos angelitos con trompetas. Entre las columnas y, a manera de corona del nicho central, un ancho friso convexo compuesto de ricas molduras. A los extremos, sobre los muros laterales, dos nichos muy hermosos, de fondo plano y poco profundo y el resto de las paredes hasta el último resquicio de la bóveda, un gran revestimiento de madera ricamente tallado con hermosa y profusa decoración vegetal. Al pie de la iglesia y junto a la puerta de entrada a la nave lateral derecha se ha colocado desde hace poco tiempo, un rico retablo, hecho en nuestros días para venerar en él el cuadro de Jesús con la cruz a cuestas, obra de Juan Pablo Sanz. El retablo es una gran moldura fabricada para esa tela, sin otro añadijo que dos pequeños nichos a los lados, que ocupan las estatuas de San judas Tadeo y la beata Mariana de Jesús. Junto a este retablo se halla la puerta de comunicación de la iglesia con el convento. Encima de los arcos de la nave central se han colocado ocho cuadros de la vida de San Agustín y dos en el coro. Son ejecutados por Miguel de Santiago. En las paredes laterales del presbiterio y casi llenándolas, se hallan dos inmensas telas: la una de Luis Cadena y que representa la conversión de San Agustín y la otra de Miguel de Santiago, llamada de La Regla, estupenda tela - 35 - que por su motivo y tamaño es digna de los grandes decoradores del Renacimiento italiano. Detrás del presbiterio se ha colocado la sacristía. En ella encontramos algunos objetos artísticos dignos de anotarse. Dicha sala edificada hace pocos años sobre parte de las ruinas del antiguo presbiterio, es rectangular y construida sobre diez arcos semicirculares, encastrados en sus muros y una bóveda falsa. Como mobiliario es pobre: apenas tiene dos cómodas de madera tallada y dos vargueños taraceados con nácar y marfil. En cambio, en sus paredes se hallan algunos cuadros hermosos, como los cuatro Doctores de la Iglesia: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo, de tamaño natural; uno representando a Nuestra Señora de la Oliva, más que vestida, ceñida con su túnica y manto de brocado; otro de una Virgen Inmaculada luciendo sus drapeados de oro; un San Francisco de Borja y otro del Descendimiento de Cristo, todos en magníficas molduras de insuperable talla; y hasta algún otro mal pintado como el del beato Esteban Bellecini y algunas oleografías se hallan luciendo las galas de soberbias molduras, verdaderos calados y encajes, dignos de la más fina pieza de orfebrería, más que de una obra en madera. También de uno de sus muros cuelga un enorme Crucifijo de balsa, interesante pieza de nuestra escultura quiteña, que se usaba, junto con los dos Ladrones, en las procesiones de Semana Santa. - 36 - 2.3. FACHADA La actual fachada de la iglesia, se compone de dos partes: la del centro, íntegramente de piedra, que data de 1669 y la de los lados, de 1617. Esta segunda es la que correspondió tal vez a la iglesia en el momento de su terminación y que destruida su parte central, sea por obra del tiempo o de los hombres, para ser sustituida por la que ahora vemos, quedó aquella, más o menos en la forma que hoy tiene. La parte central de la fachada es verdaderamente un trozo de arquitectura clásica renacentista con detalles impecables. Tiene una sola calle con dos cuerpos superpuestos y un remate en la clave. El cuerpo inferior se compone de una gran puerta central de arco semicircular con moldura, apeado sobre las impostas de unas jambas y dotado de un alfiz que, consecuentemente, forma con el arco dos enjutas, que han sido decoradas con figuras de ángeles. A los flancos de esa puerta se han colocado dos pares de hermosas columnas toscanas sobre un sencillo basamento, en planos diferentes, y una semipilastra de fuste decorado simbólicamente con corazones entre arabescos. Tanto las columnas como las semipilastras llevan sobremontado un entablamento individual de puro orden dórico romano y una grande y bien volada cornisa que, en la parte central, encima del nicho de la puerta principal, se halla sostenida por seis preciosas ménsulas separadas entre sí por mascarones. El cuerpo superior corresponde, en su organización, al anterior, pero, aparece menos severo en su conjunto como en sus detalles. El basamento no es sencillo, sino adornado con paneles de muy ricas molduras; el campo sobre el que se destaca la solemne ventana central, se halla totalmente - 37 - almohadillado y las mismas aletas que sustituyen a las pilastras del primer cuerpo cobran mayor importancia por el mascarón con que principian y la elegante espiral con que terminan. Sobre este segundo cuerpo corre un entablamento y sobre su cornisa, un frontón interrumpido por un hermoso nicho en que se aloja la imagen de San Agustín. Cinco acroteras con remate de bolas coronan esta fachada, repartidas las cuatro sobre los ejes de las columnas y la quinta sobre el frontón triangular que cubre el nicho. Encima de la puerta y formando parte del segundo cuerpo, se halla una gran lápida de piedra con la siguiente inscripción: AÑO DE 1660. A 27 DE OCTVBRE REBENTO EL VOLCAN PICHINCHA A LAS 9 DEL DIA. AÑO DE 1662 A 28 DE NOVIEMBRE SUCEDIO EL TERREMOTO. ESTA PORTADA MANDO HACER EL PADRE MAESTRO FRAY BASILIO DE RIBERA SIENDO PROVINCIAL. COMENZOSE AÑO DE 1659 Y SE ACABO AÑO DE 1665. A los lados de este admirable conjunto de piedra labrada, se hallan las puertas que dan acceso a las naves laterales, son más pequeñas que la puerta central, de arco semicircular, con su trasdós bien acusado por una moldura y decorado con hojas de acanto. Encima de cada puerta hay un nicho de arco trasdosado de medio punto y dentro de cada nicho la estatua de Santa Rita y de Santa Mónica. Tanto el arco de este nicho como el de la puerta descansan sobre importas, enjarjadas en los muros que son íntegramente almohadillados en la sección correspondiente a los nichos, y ricamente decorados con florones - 38 - y follaje serpeante, en la de las puertas: decoración esta última extraña en lo quiteño y que tal vez sea una reminiscencia de lo peruano. Como remate de todo este conjunto hay un frontón circular interrumpido, dentro de cuyo tímpano adornado con hojarasca, hay dos escudos de la Orden Agustiniana que llevan las siguientes inscripciones: El de la derecha: AVGVSTINVS - LVX - DOCTORVM. AÑO 1617. Y el de la izquierda: EL MAESTRO FRAY ALFONSO DE LA FVENTE -+ PROVINCIAL - EL MAESTRO FRAY FRANCISCO DE LA FVENTE -+ PRIOR. Encima del frontón corre un entablamento, cuya cornisa está apeada sobre ménsulas. Desligada de la composición de la fachada pero formando parte de ella, se encuentra a un lado la torre de tipo castellano, es decir, prismática rectangular, cuyo primer cuerpo que le sirve de base está íntegramente cubierto de piedra sillar labrada; pues, la torre tiene aparejo de mampostería y de ladrillo menos su remate que es de piedra pómez. Este primer cuerpo comprende en su interior una gran habitación con bóveda baída, que antes era la portería del convento y formaba antesala a un gran cuarto de recibo y, luego, a otra habitación (la que hoy sirve de portería), todas igualmente abovedadas. Se desprende la torre con un estilobato de grande y solemne moldura. En uno de sus dos frentes, en el que da al atrio, se encuentra la gran puerta de la - 39 - antigua portería, adintelada, con sus jambas que simulan pilastras molduradas sobre bases apaneladas, aunque aparezcan totalmente desligadas las bases de los fustes. La moldura de estas pilastras se quiebra en ángulo recto a la altura de la puerta para formar una moldura en el dintel y otra más arriba, limitando así algo como una tarjeta sobre la puerta, entre los capiteles de las pilastras, encima de los cuales se ha colocado el escudo de la Orden agustiniana con un adorno almohadillado al canto, y no lejos de ese, en la misma línea, otro escudo con las armas del obispo de la Peña y Montenegro, entre idéntico adorno almohadillado. Luego viene encima un gran friso almohadillado con su cornisa interrumpida por un panel con las armas reales de España. No cabe duda que la composición actual de este frente no es la primitiva. Es probable que el revestimiento de piedra sufrió alguna calamidad que obligó a rehacerlo; pero entonces, en la reconstrucción, no hubo mente hábil que la dirigiera y se dejó al buen entender de algún albañil la tarea, que la realizó con grave detrimento de la composición arquitectónica, que aparece tan lucida en la otra cara o frente de esta sección de la torre. La puerta de entrada debió estar en el centro y eje de la torre, flanqueada por las dos pilastras y encima del entablamento, a los lados, los escudos de la Orden y del obispo de Quito, dentro de paneles adornados con tiras o listones almohadillas y entre ellas, pero arriba, en el lugar en que se encuentra, el escudo de España. Sobre el estilobato se han puesto dos ventanas de reja con solemnes molduras y, en sus dinteles, bajada la dovela de la clave como curioso adorno. Abajo y arriba de las ventanas, grandes molduras de corte triangular, colocadas a manera de cornisas ornamentales, formando juego con otras exactamente - 40 - iguales, colocadas verticalmente a los flancos del grupo de las ventanas. Encima de estas y como un ornamento muy notable, un gran modillón de tres baquetones, que recuerda a los modillones asturianos del siglo XII. Luego viene una gran moldura y un entablamento curioso sobre cinco molduras largas a manera de repisas: tres que se sobreponen a las grandes molduras verticales que flanquean a las ventanas y a las que las divide, y dos más largas, a las ventanas. Sobre estas, siete paneles almohadillados como los que decoran los escudos en el frente de la torre que da hacia el atrio y luego un gran friso igualmente almohadillado y una cornisa: friso y cornisa que ciñen completamente todo el cuerpo de la torre, que está expuesto a la vista y que, en su trayectoria sigue los resaltos marcados por las ventanas, las molduras y el eje central de aquella que se lo ha relevado como adorno. El segundo cuerpo es muy sencillo de composición: una gran masa con sólo dos ventanas hacia el atrio y otra hacia la calle, y limitando este cuerpo un hermoso entablamento con friso decorado, sobre el cual se levanta el tercer cuerpo, que disminuido en sus dimensiones de anchura, está rodeado de un corredor en su contorno con su antepecho de balaustres vidriados. En esta sección de la torre se halla el cuerpo de campanas. Su masa cúbica no tiene igual número de vanos en sus cuatro caras; pues, si en la que da hacia el atrio tiene sólo uno, en los otros tiene dos, de los cuales uno cerrado u obturado en la cara que cae hacia el convento. Los vanos están flanqueados por grupos de semipilastras encastradas en los muros: una ancha al medio de dos delgadas; pero en la cara en la cual hay un sólo vano, este curioso ornamento se ha distribuido en grupos de cinco semipilastras por lado: tres angostas y dos anchas. Los arcos de los vanos son semicirculares apeados sobre ménsulas - 41 - salientes de las jambas del vano. Sobre las pilastras se apoya un espléndido entablamento de volada cornisa, encima de la cual corre una hermosa balaustrada adornada, en sus cuatro esquinas, con cuatro remates esféricos igual exactamente a la balaustrada del cuerpo inferior. Sobre el tercer cuerpo se levanta un tambor sobre pechinas, con cuatro ventanas de arco de medio punto, flanqueadas por fajas a manera de semipilastras: tambor que recibe un gran remate campaniforme con cuatro óculos para reloj, hoy cegados y fuertes nervaturas en contorno. Corona al conjunto una estatua de San Agustín. El atrio labrado todo en piedra es diferente a los otros atrios del Centro Histórico pues posee cinco gradas que descienden hacia la puerta de entrada de la iglesia. En el ángulo de las calles Chile y Guayaquil se encuentra una hermosa cruz de piedra labrada que data del siglo XVII, donde se destaca un pequeño cristo. 2.4. CLAUSTRO El padre fray Basilio de Ribera adornó la galería baja del claustro principal, con la hermosa colección de cuadros que representan los principales pasajes de la vida de San Agustín; que, al par de ser una ofrenda digna de la memoria del gran Doctor de la Iglesia y riquísimo ornato de los claustros agustinianos, es un monumento perenne al arte quiteño del siglo XVII, en el que colaboraron los mejores artistas de aquella época, ésta se comenzó en 1653 y se terminó en 1656. - 42 - Al Convento se entraba, antiguamente, por la portería situada en la parte baja de la torre; pero condenada esta entrada, en la actualidad se ingresa por la nueva portería situada más abajo de esa torre y casi en la esquina superior de los muros conventuales. Después de haber traspasado el dintel de la puerta de clausura, se encuentra uno en el hermoso primer claustro, dispuesto en un gran patio, cerrado con dos galerías superpuestas: la baja con diez arcos de medio punto por cada lado, sobre columnas toscanas, formando cuatro tramos que en las esquinas del patio se encuentran, apoyados, en cuatro anchos machones de sillares hasta los dos tercios de su altura, que sirven de contrafuerte al empuje de los arcos. Las columnas que se apoyan en los machones se hallan encastradas en ellos. Los arcos tienen acusado su trasdós con un ladrillo saliente ligeramente moldurado y en el punto de encuentro de sus curvas, cuelga hacia el eje de las columnas, una media bola elipsoidal agallonada como único elemento decorativo. Sobre la arquería corre un entablamento con arquitrabe de tres fajas, friso dórico denticular, y cornisa con muchas molduras. El entablamento, a su vez, forma el pretil de la galería superior, encima del cual se asienta la más hermosa arquería de la arquitectura quiteña, gracias a la división del arco de medio cuadrilóbulo, distendiéndolo y descargando sus tres curvas sobre cuatro columnas, de modo de dejar un arco de mayor tensión entre dos de menor. Los arcos de la galería inferior tienen acusado su intradós por un ladrillo saliente moldurado. Las columnas de esta galería son aquellas quiteñas que nacen en el Convento de San Francisco y que, en este de San Agustín, adquieren más elasticidad. - 43 - Como la arquería inferior, la superior tiene como ornamentación en el encuentro de las molduras que marcan el trasdós de los arcos, la media bola elíptica colgante que describimos más arriba. Encima de la arquería un friso denticular, una cornisa de muchas molduras y luego los canecillos que reciben el techo volado de teja española. En el centro del patio, una gran fuente de piedra alegra el claustro con el continuo murmullo del agua que sale de la boca de un niño montado sobre un león; remate colocado encima de las dos conchas talladas sobrepuestas en un fuste muy ricamente decorado. La vasca de la fuente es cuadrada con cuatro salientes angulares en el sentido de sus ejes y cuatro molduras voladas que la ciñen en contorno. Corre alrededor de los muros del claustro bajo una gran pinacoteca de cuadros que representan escenas de la vida de San Agustín. Cuando la pinacoteca se hallaba completa, debió presentar el claustro un hermoso golpe de vista, ya que no sólo estaba decorado con esta admirable colección de telas enmarcadas en soberbias molduras doradas de delicada y complicada talla, sino su techumbre estaba cubierta de un precioso artesonado de rombos tallados y pintados con una piña en el centro de cada uno de ellos, y el trasdós de la arquería, íntegramente forrada de madera tallada y dorada, hasta su encuentro con el artesonado. Hoy no queda nada de este forro, y apenas dos tramos de la galería conservan, a mal y mal cabo, su artesonado. Los tallados de los marcos de los cuadros varían en su figuración en cada tramo; pues, si el de la Sala Capitular tiene embutidos sin brazos en sus largueros verticales; los otros que hoy existen, tienen diferentes variedades de estípites: una para cada - 44 - tramo. La pinacoteca tenía 64 cuadros, de los cuales hoy sólo se encuentran en su sitio 40; 10 en la nave principal de la iglesia, encima de los arcos; 2, en el coro y 1 en la Sala Capitular. Los once que faltan se han, sin duda, destruido con el terremoto que echó abajo la cúpula y la torre de la iglesia y gran parte de los claustros. Ahora, para llenar esos vacíos en los muros, se han colocado otros diversos, en completo desorden. Partiendo del tramo del claustro en que se halla la Sala Capitular, tenemos que, en ese tramo, el mejor conservado de los cuatro, los cuadros se suceden del modo siguiente: Principia la pinacoteca con un cuadro en que se halla un gran escudo central con dos ángeles a los lados: el de la derecha tiene una palma en una mano; el de la izquierda, una rama de laurel y con la que les queda libre, sostienen ambos una corona de oro, que se destaca sobre un corazón traspasado por una flecha. A los lados y en la parte baja se encuentran las armas de la Orden agustiniana y las nobiliarias del padre Basilio de Ribera, a quien se debe esta suntuosa ornamentación del claustro. Dentro del escudo se halla la siguiente inscripción: «Esta prodigiosa y esclarecida historia de la vida y milagros de la católica luz de la iglesia, Nuestro Gran Padre San Agustín, mandó pintar nuestro muy reverendo padre maestro fray Basilio de Rivera, siendo Provincial de esta Provincia, de limosnas de religiosos y devotos de la Religión. Y para su mayor lucimiento y gloria accidental de su Patriarca, la dedica y consagra su Paternidad Muy Reverendísima al muy ilustre y magnífico señor doctor don Pedro Vazquez de Velasco, del Consejo de Su Majestad, dignísimo Presidente de esta Real - 45 - Audiencia de Quito, ínclito patrón de esta Provincia de Nuestro Padre San Agustín». Después de este cuadro siguen cinco grandes, uno chico encima de la puerta de la Sala Capitular y, luego, nueve más grandes hasta concluir el primer tramo del claustro. Los cuadros están separados unos de otros, por magníficos embutidos y unidos por hermosa cornisa de madera tallada y dorada. El segundo tramo que sigue el muro del refectorio, se halla incompleto; pues, además de faltar la cornisa tallada para tres cuadros, se ha destruido ésta, con la eliminación de dos de los estípites que separan los cuadros, a fin de colocar en los espacios unidos dos telas grandes de Manosalvas. Este tramo, pues, tiene sólo nueve de sus antiguos cuadros en sus cornisas respectivas e intactas, aunque uno de ellos, el de los mártires, no ocupa su lugar, sino el de otro que ha sido eliminado. Lo demuestra el hecho de ser más pequeño que el espacio que ocupa, y el estar remendado con otros dos pedazos de tela perteneciente a otros cuadros, sin duda destruidos, para cubrir el espacio de pared que faltaba llenar con sólo aquel. Después de estos nueve cuadros vienen los dos ya dichos de Manosalvas, que se hallan también mutilados, desde la caída de la cúpula en donde se hallaban y para adorno de la cual fueron hechos. Representa el uno: El Padre Eterno grabando en el pecho del niño Agustín el nombre de Jesús; y el otro: Santa Mónica llorando ante San Isidoro los desvaríos de su hijo. La figura del Padre Eterno de la primera de las telas nombradas, se halla en la escalera principal de este mismo claustro. Para cubrir la parte restante del tramo, se ha colocado un motivo decorativo dividido en cuatro partes: una larga rectangular, otra larga curvilínea - 46 - y dos chicas triangulares. A juzgar por su forma, debió decorar una puerta de arco semicircular rebajado. En el cuadro central, rectangular, se han representado a cuatro Santas y dos beatas de la Orden agustiniana: Santa Cristina, Santa Sancta de Genazano, Santa Rita de Cassia, Santa Clara de Montefalcón y las beatas Julia Certoldina e Inés de Montepolitiano, según reza una inscripción al pie, en la que consta también el nombre del donante, don Carlos Matos de Médicis. Las otras partes llevan otras figuras de Santas de la misma Orden. El tercer tramo del claustro que se apoya en el muro divisorio con la iglesia, se halla sin un rastro de la pinacoteca. Últimamente se han colocado en él un cuadro de la Muerte de San Agustín por Luis Cadena, ocho pequeños de Antonio Salas, representando la Coronación de la Virgen, el Nacimiento de Cristo, la Anunciación, la Visitación, la Presentación, la Huida a Egipto, Santa Ana con la Niña María y la Virgen con San Joaquín y Santa Ana, acompañada de ángeles. En medio, precisamente, de los ocho cuadros estaba una de las joyas pictóricas del Convento: el Descendimiento de Cristo, o Cristo en los brazos de María, o Sábana Santa, en lenguaje artístico quiteño, que hoy se encuentra en la Sala Capitular. Se halla Cristo bajado de la Cruz y sostenido por dos ángeles, sobre las rodillas de la Virgen que, al pie de una inmensa cruz ocupa el centro de la tela. A las espaldas de ella, otros dos ángeles llorosos; y en la parte superior se destacan dos grupos de dos figuras, bajo cada brazo de la cruz: las del grupo de la izquierda se dan la mano y representan a Jesús Niño acompañado de una figura femenina que lleva sobre su cabeza una paloma: ambas figuras con magníficos ropajes; las del grupo de la derecha son dos figuras que se besan: la una tiene un caduceo, símbolo de paz, en la mano - 47 - y la otra un libro abierto que lo aprieta contra su cuerpo. Encima, escritas en los brazos de la cruz estas dos frases, como correspondiendo a los grupos ya descritos OBVIAVERVNT SIBI = PSAL 34 = OSCVLATÆ SVNT. Abajo un hermoso retrato del fraile donante, con la mano derecha sobre el pecho, y la izquierda con un libro abierto en el que aparece escrita esta frase: MIHI QVIDE APVS MORTVS EST. Luego viene una gran puerta tallada a paneles que cierra la entrada a la iglesia desde el claustro. Se abre sobre cuatro escalones de piedra, fuera de dos interiores, por la apreciable diferencia de nivel entre el pavimento del claustro y el de la iglesia. Enseguida, un gran cuadro de Luis Cadena, firmado en 1864, y que representa la disputa de San Agustín con los Donatistas, cubre el extremo del muro de este tercer tramo del claustro. El último tramo que es paralelo a la calle donde están las entradas de la iglesia y del convento, conserva más que el segundo, su decoración mural; pues a excepción del primer espacio, del cual se ha sacado su cuadro, sustituyéndolo con otro más chico, representando a San Agustín lavando los pies a Cristo, todos los demás cuadros, que suman quince, se hallan en su sitio, unidos por cornisa tallada y separados por estípites de hermoso dibujo. 2.5. SALA CAPITULAR En el tramo oriental del claustro bajo del convento se halla la Sala Capitular, de 22.50 * 7 m. No hay conventos o monasterios antiguos que no tengan la - 48 - Sala de Capítulo, destinada a la reunión de religiosos para escuchar las advertencias del superior o para confesión de culpas. De modo extraordinario sirve para la celebración del Capítulo en que se elige a los superiores provinciales y se formulan las leyes para gobierno de la provincia. Para funciones de este rito conventual basta una sala amplia con escaños y una tribuna. El mérito singular de la Sala Capitular de San Agustín consiste en su primorosa decoración artística, con la tribuna coronada por una concha acústica, el contorno de bancas sobrepuestas con los frentes y espaldares labrados en calado, el retablo del calvario que cubre todo el muro del testero y el artesonado de entrelazados geométricos a base de círculos, elipses y medallones con lienzos dispuestos en callejones paralelos, a lo largo de la techumbre, que remata con faldones decorados con la representación de santos y santas de la orden agustiniana. Todo este aparato de magnificencia exigía un espíritu comprensivo y magnánimo, y tal fue el del padre Juan de Luna y Villarroel, durante cuyo provincialato se realizó la obra total de la Sala Capitular. En el libro de cargos y descargos de bienes de provincia correspondiente a 1741 – 1761, consta ya la siguiente data: “Gastamos en el General en bóvedas, retablo, hechuras, escañería, cáthedra, espejos, lámparas, hechura de piscis, diademas de plata, misal, cuatro ornamentos, atril de plata, digo en hechura y cuatro marcos que se añadieron, órgano, con todos los dorados y pinturas, seis mil trescientos diez y seis pesos” (Archivo del convento). Una vez concluida la obra, los capitulares, al estrenar la Sala, aprobaron los gastos, encomiando el gran celo del provincial en administrar los bienes de la - 49 - provincia, “como es patente a toda la comunidad en la suntuosa composición del General o Sala Capitular” (Archivo del convento). El retablo del testero corresponde al estilo barroco del siglo XVIII, en que las columnas entorchadas cubren sus espiras de pámpanos de vid. La estructura obedece a la necesidad impuesta de colocar en nichos adecuados las imágenes que integran el grupo del calvario. En torno a los muros de la Sala están colocados los lienzos de Miguel de Santiago que ya conocemos y que se descubren al estudiar dicho pintor. Además otros, posteriores al maestro, pero de gran valor artístico, como el de Nuestra Señora de la Oliva; dos Marías Magdalenas, una de rodillas ante el crucifijo y otra erguida con una redoma ente las manos; tres interpretaciones diversas del Descendimiento del Señor, y un San Jerónimo sedente, con las alegorías de su iconografía. En cuanto a los cuadros místicos que se ordenan en los callejones laterales del artesonado, representan, a partir del lado de la Epístola del testero, a San Agustín en actitud estática, a la beata Cristina de la Cruz, Santa Gertrudis, Santa Rosalía, Santa Limbania, el martirio de Santa Máxima, Santa Brígida, Santa Rita de Casia, Santa Julia Cestaldina, el Martirio de las vírgenes africanas Santas Felícitas y Perpetua, Santa Inés de Monteponciano, Santa Sante de Genzano, Santa Cristina, una santa sin inscripción , un santo ermitaño; San Posidio, autor de la primera biografía de San Agustín; San Alipio; San Guillermo, duque de Aquitania; San Agatón, San Fulgencio, el papa San Gelasio, San Juan Bueno, San Juan de Sahagún, San Nicolás de Tolentino, Santo Tomás de Villanueva, Santa María Magdalena, San Francisco Javier y nuevamente San Juan Bueno. - 50 - Los cuadros que cubren el cielo raso representan la muerte y el martirio de santos y santas agustinos. Por los temas desarrollados en el artesonado de la Sala se echa de ver cuán ilustrados se hallaban los agustinos de los episodios de la vida de su patriarca y de los santos de su orden. Algunos de ellos se tornaron populares en el culto religioso, como San Nicolás de Tolentino, Santa Gertrudis, Santa Rita de Casia y Santa Rosalía. Por lo que respecta al autor de los lienzos del artesonado, hay fundamento para atribuirlos a un pintor de apellido Espadaña, por la constancia de gasto, referente a 1741, que dice así: “Pagamos 100 pesos al pintor Espadaña por los cuadros del General” (P. Enrique Terán: Guía Explicativa de la Pinacoteca, página 143). La Sala Capitular se ha convertido en monumento histórico por el hecho de haber servido, a los patriotas del Primer Grito, de escenario para ratificar su declaración de independencia. Efectivamente, después de la transformación política llevada a cabo el 10 de agosto de 1809, el marqués de Selva Alegre, mediante oficio de invitación, convocó a Cabildo Abierto, para el 16 del mismo mes, a todos los representantes de las instituciones de la ciudad. El Acta del Cabildo Abierto dice al respecto: “En la ciudad de San Francisco de Quito, en 16 de agosto de 1809, estando en la Sala Capitular del Convento Máximo del Gran Padre San Agustín, destinada por su mayor capacidad, congregados por medio de oficios despachados por S.A.S. Señor Presidente de la Suprema Junta Gubernativa Marqués de Selva Alegre… leídas por el Excmo. Sr. Ministro de Estado D. Juan de Dios Morales las Actas y diligencias que se extendieron antes solemnemente, todos unánimes y conformes, con repetidos vivas y aclamaciones de júbilo, ratificaron cuanto se había propuesto y ordenado.” - 51 - Cuando el 2 de agosto de 1810 pagaron los patriotas con su sangre el heroísmo del Primer Grito, sus restos hallaron acogida en la cripta abierta en la misma Sala Capitular, bajo el suelo que un año antes había albergado a los protagonistas de la Independencia ecuatoriana. El municipio de Quito, al conmemorar el primer centenario de la emancipación política, hizo colocar en el muro cercano a la puerta de la Sala Capitular una lápida de mármol que viene a recordar el Primer Grito de Libertad lanzado por los patriotas quiteños el 10 de agosto de 1809. - 52 - CAPÍTULO III: PATRIMONIO ARTÍSTICO - 53 - CAPÍTULO III 3.1. LA ESCULTURA En gran parte, los autores de las obras que se encuentran en el museo de Miguel de Santiago son desconocidos por ejemplo encontramos esculturas del siglo XVIII de varios autores anónimos las que se caracterizan por ser talladas en madera, estucadas y policromadas; cubiertas en pan de oro y con ojos de vidrio. Son: San Miguel, San Rafael, El Niño. Podemos tener una visión más amplia de los siglos XVII, XVIII Y XIX diferenciando las siguientes características: SIGLO XVII: Utilizan mucho pan de oro en la vestimenta, los ojos eran pintados en la misma escultura, de encarne mate y rasgos físicos ligeramente toscos, especialmente el rostro y las manos. De está manera se presenta a San Pedro. SIGLO XVIII: Poseen ojos de vidrio, un encarne más brilloso que era obtenido por el roce de la vejiga del cordero contra la escultura. Los detalles de la anatomía son mucho mejor terminados que el siglo anterior. Es el caso de Cristo Resucitado y San Gabriel. SIGLO XIX: Encontramos tanto ojos de vidrio como pintados en la escultura. Esto depende del material de trabajo, pues en algunas ocasiones se emplea el yeso como material base de trabajo. Estas son: San Bernardo y el Niño de Praga. También se encuentra la técnica de José Olmos “Pampite” su obra la - 54 - podemos apreciar en el Altar de la Sala Capitular de San Agustín, y dos crucifijos en la segunda sala del museo, Los Cristos de Olmos se distinguen fácilmente por su policromía de realismo exagerado. Son todos ellos ensangrentados y allagados; pero clásicos por su estilo personal, a pesar de sus defectos de forma. Sin embargo, no siempre Olmos usaba esa técnica, peligrosa para la anatomía. La mayor parte de las obras eran elaboradas en la técnica del ENCARNADO (como se llama en escultura a la simulación del color de la carne del cuerpo humano) que da una apariencia más natural a la piel del rostro de las esculturas. Una vez que la pieza estaba tallada y perfectamente lijada, el oficial del taller procedía a recubrir la madera con varias capas de yeso con cola; luego de cada capa, se pulía perfectamente hasta conseguir un acabado perfectamente liso; luego de lo cual se daba el color en varias capas sumamente fluidas que se transparentaban permitiendo la mezcla óptica de los colores superpuestos; se iniciaba con los colores de sombras (azules, verdes, ocres); luego se daban los colores claros (blanco, rosa, amarillo); para terminar con los colores de resalte (naranja y rojo para las mejillas sonrosadas, las rodillas y codos de los niños; azul oscuro, verde, violeta, para las heridas y moretones de los cristos o para las sombras de la barba incipiente de personajes. NOMBRE AUTOR ÉPOCA TÉCNICA San Pedro Anónimo XX Talle Policromado Arcángel Anónimo XX Talle Policromado Virgen con Niño Anónimo XVIII Talle Mascarilla XIX Talle Policromado Niño Jesús de Anónimo - 55 - Praga Cristo Crucificado Anónimo San Francisco de Anónimo XVIII Talle Encarne XX Talle Asis San Ojos de vidrio Rafael Anónimo XVIII Talle Mascarilla Anónimo XVII Talle Encarne Miguel Anónimo XVIII Talle Mascarilla San José Anónimo XVIII Talle Policromado Cristo Crucificado Anónimo XVII Talle Encarne Virgen Anónimo … Talle Arcángel Cristo Crucificado San Arcángel Ojos de vidrio Niño Jesús Anónimo XX Talle Encarne Arcángel Anónimo XX Talle Encarne … Talle Policromado … Talle Policromado Santa Clara de Anónimo Mont San Juan Sahaga Anónimo Santa Mariana de Rodrigo Jesús Reyes San Bernardo Anónimo Cerón XX Talle Ojos de vidrio XIX-XX Modelado Policromado Virgen Anónimo XIX-XX Talle Ojos de Ojos de vidrio San José Anónimo XIX Talle - 56 - vidrio San Pablo Anónimo XIX Talle Policromado San Agustín Anónimo XIX Talle Encarne Crucifijo Anónimo XVIII Talle Encarne Cristo Crucificado Anónimo … Talle Encarne Virgen Dolorosa Anónimo XVIII Talle Tela Encolada Cristo Crucificado Anónimo XX Talle Encarne Cristo Crucificado Anónimo XX Fundido Moldeado Padre Eterno Anónimo … Tallado San Juan Anónimo … Encarne Brillante Virgen Anónimo … Talle Ojos de vidrio San Martín Anónimo … Talle Encarne Niño Jesús Anónimo … Talle Encarne Santo Anónimo … Talle Ojos de Ojos de Ojos de Ojos de vidrio Ángel Músico Anónimo … Talle vidrio Ángel Músico Anónimo … Talle vidrio Niño Jesús Anónimo XVIII Talle vidrio Pastor Anónimo … Talle Encarne - 57 - Cristo Crucificado Virgen Anónimo … Talle Encarne de Anónimo … Moldeado Guadalupe Policromado Cristo Crucificado Anónimo … Moldeado Encarne Cristo Crucificado José Olmos XVII Moldeado Encarne San Juan Anónimo XVII Evangelista Moldeado Encarne Virgen Dolorosa Anónimo … Talle Ojos de vidrio Señor de la Anónimo XVIII Talle Encarne Cristo Anónimo XVII Talle Encarne San Cayetano Anónimo XIX Talle Resurrección Ojos de vidrio San Nicolás de Anónimo XIX Talle Policromado Tolentino Cristo Crucificado Anónimo … Talle Encarne Sagrado Corazón Anónimo XX Talle Policromado la Anónimo XX Goznes Encarne Señor de Buena Esperanza Mendigo Anónimo XIX Talle Policromado Cristo Crucificado Anónimo XX Talle Encarne Virgen Dolorosa F. Vila XX Talle Policromado - 58 - San Juan F. Vila XX Talle Ojos de vidrio San Antonio de Anónimo XX Talle Encarne Anónimo XX Talle Encarne Tomás Anónimo XX Talle Encarne de Anónimo XX Talle Policromado San José y el Anónimo XX Talle Policromado XX Moldeado Padua María Magdalena Santo Villanueva Santa Rita Cassia Niño Santa Parentela Rodrigo Terán Policromado Virgen Anónimo XX Talle Policromado XVIII Talle Inmaculada Virgen del Anónimo Consuelo Ojos de vidrio Santa Mónica Anónimo XX Talle Encarne San Agustín Anónimo XX Talle Modelado La Trinidad Anónimo XIX Talle Policromado San Pablo Anónimo XX Talle Policromado San Pedro Anónimo XIX-XX Talle Policromado XIX Talle Arcángel San Anónimo Rafael El Mal Ladrón Ojos de Ojos de Vidrio Anónimo XX Talle - 59 - vidrio Crucifijo Anónimo XIX Talle Encarne El Buen Ladrón Anónimo XVIII Talle Encarne Santa Rita Anónimo XX Talle Ojos de vidrio María Auxiliadora Anónimo XX Talle Policromado San Cayetano A. Rubio XX Talle Encarne Cristo Crucificado Anónimo XX Talle Policromado Cristo Crucificado Anónimo XVIII Talle Mascarilla San José Anónimo XX Talle Encarne Virgen María Anónimo XX Talle Encarne Crucifijo Anónimo XIX Talle Encarne la Anónimo XVIII Talle Mascarilla San Pedro Anónimo XVII Talle Policromado Cordero Pascual Anónimo XVIII Talle Policromado Señor de Misericordia 3.2. LA PINTURA El 99% de las pinturas expuestas en San Agustín son hechas en óleo que ofrecía muchas ventajas al pintor, entre otras, el poder realizar su obra lentamente y sin prisas de acabado, el poder retocar la obra día a día, variar la composición, los colores, etc. - 60 - La característica de estos lienzos es la espectacular utilización de los colores rojo, azul, blanco y sobre todo el color dorado, importantes por su forma de trabajo, ya que utiliza el rombo como diseño para cuadro. Las pinturas de Miguel de Santiago son caracterizadas por su técnica del Claro-Oscuro (base oscura, colores claros sobrepuestos). La técnica cercana a la flamenca posteriormente se acercó a la forma hispánica e italiana, pero sin olvidar detalles o fondos típicos mestizos. Miguel de Santiago constituye el primer paisajista ecuatoriano. La pintura utiliza el color eufóricamente y crea una escuela mucho más próxima a la realidad humana y a la cultura. NOMBRE AUTOR Santa Teresa y El Anónimo ÉPOCA TÉCNICA XVIII Óleo Anónimo XVIII Óleo del Anónimo XVIII Óleo de Anónimo XVIII Óleo San Antonio de PR. M. O XVIII Óleo XVIII Óleo XVIII Óleo XVIII Óleo Niño San Lucas Anunciación Ángel Virgen Chiquinquirá Padua San Francisco de Anónimo Asis Virgen del Anónimo Carmen Virgen Dolorosa Anónimo - 61 - Doctor de la Anónimo XVIII-XIX Óleo con Anónimo XVIII Óleo San Anónimo XVII-XVIII Óleo Iglesia Ángel Elemento Papa Gregorio Virgen María Anónimo XVIII Óleo San José Anónimo XVIII Óleo Santa Parentela Anónimo XVIII Óleo Inmaculada Anónimo XVIII Óleo XVIII Óleo San Gregorio B. Rodríguez Magno San Jerónimo B. Rodríguez XVIII Óleo San Ambrosio B. Rodríguez XVIII Óleo Agustín B. Rodríguez XVIII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo San Obispo Santo Tomas de Anónimo Villa Obispo Tayón y Anónimo Grupo Milagro de San Anónimo Agustín San Agustín es Anónimo Tentado Visión de San Anónimo - 62 - Agustín Tormento a Anónimo XVII Óleo Cristo Abraza a Anónimo XVII Óleo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo San Agustín con Anónimo XVII Óleo XVII Óleo San Anónimo XVIII Óleo San Anónimo XVII-XVIII Óleo XVIII Óleo XVII-XVIII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Mártires Santo Aparición de San Anónimo Agustín San Cenando Fortaleza Pasajes Vida de de la Anónimo San Agustín Arcángel Miguel Muerte de Jerónimo Asunción de la Anónimo Virgen Éxtasis de San Anónimo Francisco San Ofrece San - 63 - Recibe San Agustín Anónimo XVII Óleo Lavando Tobías y El Ángel Anónimo XVIII Óleo Inmaculada Anónimo XVII Óleo Mariano Anónimo XVIII Óleo Fray Genez Fray Alejandro Anónimo XVIII Óleo Beato Anónimo XVIII Óleo Sacarías Anónimo XVIII Óleo Egolino Anónimo XVIII Óleo Antonio Anónimo XVIII Óleo Amelio Anónimo XVIII Óleo Agidio Anónimo XVIII Óleo Buenaventura Juan Helvet Fray Malabre Fray Franco Fray Abreraco Fray Colona Fray Gabriel Anónimo XVIII Óleo Fray Alberto Anónimo XVIII Óleo de Anónimo XVIII Óleo Augo Anónimo XVIII Óleo Amadeo Sabotia Fray - 64 - Romano Gregorio Anónimo XVIII Óleo Ambrosio Anónimo XVIII Óleo Fray Alfonso de Anónimo XVIII Óleo Acherius Anónimo XVIII Óleo Gabriel Anónimo XVIII Óleo Egidio Viterbiense Anónimo XVIII Óleo Beato Agustín Anónimo XVIII Óleo Alegoría de los Anónimo XVIII Óleo XVII Óleo Montelpar Fray Coria Vargas Fray Panta Fray Stortia Novel Sagrados San Nicolás de Anónimo Tolentino San Agustín Anónimo XVII Óleo San Jerónimo Anónimo XVII Óleo Virgen de la Oliva Anónimo XVII Óleo San Joaquín con Anónimo XVIII Óleo La Niña Santa Catalina Anónimo XVIII Óleo Virgen Dolorosa Anónimo XVII-XVIII Óleo - 65 - Santa Bárbara Anónimo XVIII Óleo María Magdalena Anónimo XVII-XVIII? Óleo XVIII Óleo San Nicolás de Anónimo Tolentino Cristo Crucificado Anónimo XVIII Óleo Santa Úrsula Anónimo XVIII Óleo Milagro de San Anónimo XVIII Óleo XVII Óleo XVIII-XIX? Óleo XVII? Óleo XVIII Óleo XVII Óleo XVIII? Óleo XVIII Óleo Anónimo Óleo XVIII Óleo XVIII? Óleo Agustín San Ambrosio Santa Rosa Anónimo de Anónimo Lima Santo Tomás de Anónimo Villa San Agustín Anónimo Ofreciendo San Antonio Anónimo San Francisco de Anónimo Pal Señor de La Anónimo Justicia San Antonio Anónimo Fénix Corona Santa Anónimo Rita de Anónimo Cassia - 66 - Santa Mónica Anónimo XVIII? Óleo Esteban Anónimo XVIII? Óleo Sagrada Anónimo XVIII Óleo Santo Tomás de Anónimo XVIII Óleo Anónimo XVIII Óleo Aparición de San Anónimo XVII Óleo Beato Belle La Familia Villa San Agustín Agustín Virgen Dolorosa Anónimo XVIII Óleo La Piedad Anónimo XVII Óleo Virgen con Niño Anónimo XVIII Óleo Virgen Anónimo XVIII Óleo en Anónimo XVIII Óleo la Anónimo XVIII Óleo San Jacobo Anónimo XVIII Óleo San Pedro Anónimo XVIII-XIX Óleo de Anónimo XVIII Óleo Anónimo XVIII Óleo Éxtasis de San Anónimo XVII Óleo Saúl da Matrimonio Virgen de Merced Santa Rosa Lima Virgen Inmaculada - 67 - Agustín San Agustín León Anónimo XVII Óleo San Agustín Anónimo XVII Óleo San Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo San Agustín es Anónimo XVII Óleo de Anónimo XVII Óleo Cuerpo de San Anónimo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Tres Milagros de Anónimo XVII Óleo San Sosteniendo Águila Hipona Ordenado Nacimiento San Agustín Agustín San Agustín Anónimo Explicando San Agustín y su Anónimo Madre San Preside San Entrega San Agustín La Trinidad Anónimo XVIII Óleo San Agustín Anónimo XVII Óleo - 68 - Muerte de Santa Anónimo XVII Óleo San Anónimo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo de XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo y Anónimo XVII Óleo Éxtasis de San Anónimo XVII Óleo y Anónimo XVII Óleo Santo Tomás de Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo San Agustín Cura Anónimo XVII Óleo Mónica Agonía de Agustín Consagración Episcopal La Inmaculada Cuadro de Dedicatoria la Miguel Santiago Dos Milagros de Anónimo San Agustín San Agustín en Anónimo Transición San Agustín San Agustín San Joaquino Agustín Liberación Caridad Aquino San Absorto - 69 - Niño Enfermo Aparición de San Anónimo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo y Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo San Agustín Luz Anónimo XVII Óleo Agustín Biblioteca de San Anónimo Agustín Funeral de San Anónimo Agustín Aparición de San Anónimo Agustín Dormición de San Anónimo Agustín San Agustín San Esteban San Aparece San Figurado San Predica San Protege San Junto a de - 70 - Grupo de Santos Anónimo XVIII Óleo Miguel Anónimo XVIII Óleo San Agustín es Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Agustín Anónimo XVII Óleo Anónimo XVIII Óleo El Señor de la Anónimo XVIII Óleo San Anónimo XVII Óleo San Juan Anónimo XVIII Óleo Santa Mónica Anónimo XVIII Óleo Santa Gertrudis Anónimo XVIII Óleo la Anónimo XVIII Óleo Santa Clara del Anónimo XVIII Óleo Agustinos San Arcángel Visitado San Lavando San Escribiendo Jesús Orante Sentencia Muerte de Nicolás Aparición de Virgen Mont Santa Limbania Anónimo XVIII Óleo Santa Máxima Anónimo XVIII Óleo Santa Brígida Anónimo XVIII Óleo - 71 - Santa Rita con Anónimo XVII Óleo Julia Anónimo XVII Óleo Martirio de Diez Anónimo XVII Óleo San Juan Santa Certoldi Mil Santa Perpetua Anónimo XVII Óleo Santa Inés Anónimo XVII Óleo de Anónimo XVII Óleo Santa Cristina Anónimo XVII Óleo Santa Agustina Anónimo XVII Óleo la Anónimo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo Muerte de Santa Anónimo XVII Óleo San Anónimo XVII Óleo Muerte de Santa Anónimo XVII Óleo San Anónimo XVII Óleo San Anónimo XVII Óleo Santo Genazano Muerte de Virgen Descendimiento de San Agustín Mónica Muerte de Agustín Agustina Muerte de Guillermo Muerte de - 72 - Nicolás Muerte de Santo Anónimo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo Tomás Muerte de Santa Anónimo Agustina Muerte de Santo Anónimo Agustino Martirio de un Anónimo XVII Óleo de un Anónimo XVII Óleo Muerte de Santa Anónimo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVII Óleo XVIII Óleo Santo Muerte Santo Agustina Muerte de Santa Anónimo Agustina Muerte de Santa Anónimo Agustina Muerte de Santa Anónimo Agustina Santo Junto a un Anónimo Ángel San Andrés Anónimo XVII Óleo Santo Hermitaño Anónimo XVII Óleo San Posidio es Anónimo XVII Óleo Tentado - 73 - San Alipio y La Anónimo XVII Óleo Guillermo Anónimo XVII Óleo Agatón Anónimo XVII Óleo Fulgencio Anónimo XVII Óleo Gelacio Anónimo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo Juan Anónimo XVII Óleo San Nicolás de Anónimo XVII Óleo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo Francisco Anónimo XVII Óleo Anónimo XVII Óleo las Anónimo XVII Óleo Revelión San Duque San Renuncia San Obispo San Agustino San Juan Bueno San Sahagan Tolentino Santo Tomás de Anónimo Villa Niño de la Pasión San Javier San Agustín Señor de Amarguras La Regla Miguel de XVII Óleo Policromado Santiago - 74 - San Ambrosio Bernardo XVIII Óleo Anónimo XVIII Óleo El Santo Sepulcro Anónimo XVIII Óleo Virgen XVII-XVIII Óleo XVIII Óleo XVIII Óleo Anónimo XVIII Óleo Santa Ana con la Anónimo XVIII Óleo XVIII Óleo Anónimo XVIII Óleo la Anónimo XVIII Óleo Rodríguez Sagrado Corazón con El Anónimo Niño San Jerónimo Bernardo Rodríguez San Agustín Bernardo Rodríguez La Piedad Niña San Gregorio Bernardo Rodríguez San Eloy Doctor de Iglesia María Magdalena Anónimo XVIII Óleo Cristo Resucitado Anónimo XVIII Óleo San Pedro Anónimo XVIII Óleo Mujer Nativa Anónimo XIX Óleo XIX-XX Óleo XIX Óleo Arcángel San Anónimo Miguel San Francisco de Anónimo - 75 - Padua Retrato de Mujer Anónimo XIX-XX Óleo Santa Anónimo XIX-XX Óleo Profeta Anónimo XIX-XX Óleo San Antonio de Anónimo XIX-XX Óleo XIX-XX Óleo Padua Virgen de la Anónimo Merced Retrato de Mujer Cevallos? XIX-XX Óleo Sagrado Corazón Anónimo XIX Óleo XIX Óleo Santa Mariana de IEC. PINT. Jesús Anciana Manosalvas XIX-XX Óleo Profeta Anónimo XIX-XX Óleo Virgen Dolorosa Anónimo XIX-XX Óleo Inmaculada Anónimo XIX-XX Óleo XIX-XX Óleo Anónimo XIX Óleo San Anónimo XIX Óleo la Anónimo XIX Óleo XIX-XX Óleo Sucre en J B Albuja Pichincha Virgen del Dedo Arcángel Rafael Señor de Columna Coronación de Anónimo María - 76 - Sagrada Familia Anónimo XIX-XX Óleo Santa Anónimo XIX Óleo San Antonio Anónimo XIX Óleo Santa Anónimo XIX Óleo Señor de la Caña Anónimo XIX Óleo Retrato Masculino Luis Cadena XIX Óleo Señor la Anónimo XIX Óleo del Anónimo XIX Óleo de Justicia Nacimiento Niño Santa Parentela Anónimo XIX Óleo Santa Parentela Anónimo XIX Óleo Coronación de la Anónimo XIX Óleo Visita de la Virgen Antonio Salas XIX Óleo La de Anónimo XIX Óleo Presentación del Anónimo XIX Óleo del Anónimo XIX Óleo La Anónimo XIX Óleo Santa Clara de Anónimo XIX Óleo Virgen Huida Egipto Niño Encarnación Español Señor de Columna Mont - 77 - Virgen con El Anónimo XIX-XX Óleo XIX-1891 Óleo Retrato Masculino Anónimo XIX Óleo? Beato Alonso de Anónimo XIX-XX Óleo XIX Oro Martillado XIX Óleo XIX Óleo XIX-1887 Óleo XIX Óleo Niño Santiago M. el Z. Mo Oro Ecce Homo Enrique Moncayo Santa Clara de Anónimo Mont San Juan de Anónimo Sahagun El Sueño de San José Yánez José Santo Tomás de Anónimo Villa Santa Rita de Anónimo XIX Óleo San Agustín Anónimo XIX Óleo de Salguero XIX Óleo XIX-1806 Óleo XIX-1819 Óleo XIX Óleo Cassia Jesús Nazareth El Buen Pastor Manuel Samaniego Curación de Manuel Tobías Samaniego Santa Rosalía Anónimo - 78 - San Antonio de Anónimo XIX Óleo XIX Óleo XIX-XX Óleo XIX Óleo XIX Óleo XIX-XX Óleo Anónimo XIX Óleo de Anónimo XIX Óleo Anónimo XIX Óleo Mónica Anónimo XIX Óleo Mónica Anónimo XIX Óleo XIX Óleo Anónimo XIX-1864 Óleo del Luis Cadena XIX-1864 Óleo de Anónimo XIX Óleo Padua Muerte de Anónimo Personaje Retrato de Mujer Virgen Anónimo del Anónimo Rosario Retrato de Beato Rafael Salas Alegoría de Santa Anónimo María Santa Parentela Santa Rosa Lima El Padre Eterno Santa Infundida Santa Consolando Muerte de San Luis Cadena Agustín Consagración Episcopal Vestición Hábito Conversión - 79 - San Agustín Transveración de Anónimo XIX Óleo XIX-1864 Óleo de M. Almeida XIX Óleo del Anónimo XIX Óleo Personaje de La Anónimo XIX Óleo XIX Óleo XIX Óleo XIX Óleo Anónimo XIX Óleo El Anónimo XIX Óleo Virgen Entrega al Anónimo XIX Óleo XIX Óleo XIX-XX Óleo San Agustín Disputa de San Luis Cadena Agustín Retrato Provinciana Virgen Perpetuo Edad Conversiones de Luis Cadena San Agustín San Nicolás de Salguero Tolentino San Ignacio de Anónimo Loyola Inmaculada Virgen con Niño Jesús Niño Jesús Retrato de Anónimo Hombre Coronación de la Anónimo - 80 - Virgen Retrato de A. Salas XIX Óleo de H. Moncayo Fines XIX Óleo de Anónimo XIX-XX Acuarela Anciano Retrato Anciano Retrato Hombre Retrato de Rey Anónimo Fines XIX Óleo Santa Lucía Anónimo XIX Óleo Ingreso al Templo Anónimo XIX-XX Óleo Retrato de Mujer Anónimo XIX Óleo de Anónimo XIX Óleo San Agustín Anónimo XIX Óleo Retrato Militar Anónimo XX Látex Ecce Homo Anónimo XX Óleo Retrato de Mujer Anónimo XX Óleo Naturaleza Chuquibambilla XX-1970 Óleo Paisaje Anónimo XX Óleo Paisaje Cotopaxi Anónimo XX Óleo Capilla del Robo Yépez A. XX Óleo San Anónimo XX Óleo XX Óleo Retrato Hombre Muerta Virgen y Antonio Igualdad F. Jara Caldas - 81 - Fraternidad Virgen y Niño Anónimo XX Óleo Músico Anónimo XX Témpera Iglesia de Santo Anónimo XX Óleo XX Óleo XX-1925 Óleo XX Óleo XX Óleo XX-1915 Óleo de Anónimo XX Óleo Anónimo XX Óleo Santa Marina de Anónimo XX Óleo XX-1926 Óleo XX Óleo XX-1955 Óleo XX Óleo XX Óleo Domingo Virgen del Anónimo Quinche Paisaje Aymacaña San Francisco de Anónimo Padua Pileta Anónimo Ángel de la R. Salas O. Muerte Retrato Sacerdote San Jerónimo Jesús Capilla de Robo Arcángel Aymacaña San L. Aguirre B. Miguel Jesús con los Carlos Almeida Prestadores Moisés y la Zarza Carlos Almeida Beato Alonso de Anónimo - 82 - Oro Retrato de N. Gómez T. XX-1922 Óleo XX Óleo XX Óleo XX-1917 Óleo A. Vásquez XX-1932 Óleo de M. Almeida XX-1937 Óleo de Anónimo XX Óleo XX-XVIII?? Óleo XX Óleo XX-1936 Óleo de C M Almeida 1937 Óleo de C M Almeida 1937 Óleo de J A Moscoso XX Óleo XX Óleo Sacerdote Santo Manuel Zambrano Nuestra Señora Anónimo del San José y El R. Salas Niño Virgen Dolorosa Federico Retisb Beato Juan Riett Nuestra Señora Aparición de Anónimo la V. Mideros Virgen La Última Cena Retrato Carlos Almeida Provinciana Retrato Provinciana Retrato Anciano Santa Flora Moncayo Ron - 83 - Retrato de Hurtado 1909 Óleo Fresco Emilio Moncayo 1915 Óleo Anónimo XX Óleo 1912 Óleo Hombre Monseñor Federico González Inmaculada Retrato de Ruiz Anciano Señor de la Caña Anónimo XX Óleo Soldado Cruzado Anónimo XX Óleo XX Óleo Doctor Eugenio C A Villacrés Espejo Santo Anónimo XX Óleo San Jerónimo Anónimo XX Óleo Retrato de Mujer Anónimo XX Óleo con Anónimo XX Óleo Anónimo XX Óleo San Vicente de Anónimo XX Óleo 1927 Óleo al Anónimo XX Acuarela Anónimo XX Óleo Virgen Santos San Bruno Paúl Santa Clara de Vanan V. Asis Camino Calvario Sagrada Familia - 84 - Virgen con el Anónimo XX Óleo San Antonio con Anónimo XX Estampado XX Óleo 1915 Óleo Niño el Niño Coronación de la Anónimo Virgen Beato Federico Moncayo Ron de Ruiz Fresco (PINTURA MURAL) Santa Apolonia Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Bibiana Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Cristina Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Beato Jacobo de Moncayo Ron 1915 Viterbiense Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Cunegunda Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Prisca Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco - 85 - (PINTURA MURAL) Santa Martina Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Úrsula Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Editrudes Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Winefrida Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Columba Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Susana Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Juana de Moncayo Ron 1915 Arco Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Alejandrina Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA - 86 - MURAL) Santa Antusa Moncayo Ron 1915 Virgen Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Tecla Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Fausta Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Inés Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Cecilia Moncayo Ron 1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Elena Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Eulalia Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Verónica Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) - 87 - María Magdalena Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Papa Pío X Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Papa Benedicto Moncayo Ron XX-1915 XIV Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Beata Petruzia Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) San Alonso María Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Papa León XIII Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Beato Esteban Moncayo Ron XX-1915 Belle Óleo Fresco (PINTURA MURAL) San Luis Moncayo Ron XX-1915 Gonzaga Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Beato Antonio Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco - 88 - (PINTURA MURAL) Beato Alonso de Moncayo Ron XX-1915 Oro Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santo Tomás de Moncayo Ron XX-1915 Villa Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Beato Juan Moncayo Ron XX-1915 Reatimo Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa del Monte Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) San Juan de Moncayo Ron XX-1915 Sahagun Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Mónica Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) San Agustín Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) San Nicolás de Moncayo Ron Tolentino XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA - 89 - MURAL) Santa Rita de Moncayo Ron XX-1915 Cassia Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Teodora Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Teresa de Moncayo Ron XX-1915 Jesús Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Clara de Moncayo Ron XX-1915 Asis Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Rosalía Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Genoveva Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Bárbara Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Lucía Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) - 90 - Santa Victoria Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Anastasia Moncayo Ron XX-1915 Óleo Fresco (PINTURA MURAL) Santa Luzmila Moncayo Ron XX-1915 Duque Óleo Fresco (PINTURA MURAL) 3.3. LA ORFEBRERÍA Todas de fabricación europea, son de varias técnicas tales como: Fundido: Obtenido el metal, se prepara en bruto fundiéndolo en un crisol a 1.063°C para eliminar impurezas, posteriormente se vierte en un recipiente y se deja fundir. Moldeado: Consiste en realizar un modelo inicial en cera de un núcleo con la forma deseada, que se recubre de arcilla; de este modo, al derretirse y quedar eliminada la cera del interior cuando se vierte el oro fundido Calado: El cortado se realiza a través del simple doblado, marcando la línea de corte con una incisión. El acabado generalmente se practica por la cara externa o visible de la pieza y consiste en una limpieza o pulido por fricción o abrasión, valiéndose por ejemplo de arena. - 91 - Además de otras técnicas, como el Brillado y Soldado. NOMBRE AUTOR ÉPOCA TÉCNICA Canastilla Anónimo XIX Laminado calado Puñal Anónimo XIX Laminado calado Incensario Anónimo XIX Laminado calado Pluma Anónimo XIX Laminado soldado Paila Anónimo XX Laminado moldeado Mitra Anónimo XIX Laminado soldado Floreros (2) Anónimo XX Laminado soldado Demanda Anónimo XIX-1833 Laminado repujado Plato Anónimo XIX Moldeado laminado Plato Anónimo XIX Moldeado laminado Aureola Anónimo XIX Laminado repujado Aureola Casimiro Sierra XIX-1890 Moldeado calado Aureola Casimiro Sierra XIX-1890 Moldeado calado Incensario Anónimo XIX Laminado Paila Anónimo XIX Moldeado Atril Anónimo XX Laminado repujado - 92 - Placa Anónimo XIX-1813 Laminado repujado Isopos (2) Anónimo XIX Moldeado soldado Potencias (3) Anónimo XX Moldeado calado Potencias (3) Anónimo XIX Laminado repujado Florero Anónimo XX Moldeado soldado Placa Anónimo XIX Laminado repujado Cáliz Anónimo … … Patena Anónimo XX Soldado burilado Copón Anónimo XIX Repujado soldado Isopo Anónimo XX Laminado Cáliz Anónimo XX Repujado burilado Acetre Anónimo XX Martillado soldado Cáliz Anónimo XX Moldeado repujado Patena Anónimo XX Laminado dorado Patena Anónimo XX Repujado laminado Cáliz Anónimo XX Moldeado - 93 - 3.4. LA MUEBLERÍA La técnica utilizada en su mueblería es el BARROCO ESPAÑOL, su principal característica es el tallado de hojas, flores y frutos en gran parte de la obra, la mayoría traídos desde España, de esta manera dando lugar al BARROCO QUITEÑO, que podemos apreciar en los altares y ciertos muebles que poseen las mismas características del Barroco Español solo que esta era mucho mas cargada en sus detalles (si el Barroco Español lleva tres flores, el Barroco Quiteño lleva siete). También encontramos la técnica del ENSAMBLADO, constituye en armar paisajes a base de piezas previamente lijadas uniéndolas a manera de “rompecabezas” sobre el mueble, una técnica muy vistosa y que por lo general se utilizaba en los Bargueños. NOMBRE Mesa AUTOR Anónimo ÉPOCA XVIII TÉCNICA Tallado ensamblado Mesa Anónimo XVIII Tallado ensamblado Mesa Anónimo XVIII Tallado policromado Silla de Actas Anónimo XVIII Tallado policromado Tribuna Anónimo XVIII Tallado pan de - 94 - oro Sillón (2) Anónimo XVIII Tallado policromado Sillón Anónimo XVIII Tallado policromado Sillón Anónimo XVIII Tallado tapizado Sillería Anónimo XVIII Tallado calado Sillería Anónimo XVIII Tallado calado Sillería Anónimo XVIII Tallado calado Sillería Anónimo XVIII Tallado calado Sagrario Anónimo XX Tallado dorado Sillón Anónimo XIX Tallado repujado Baldaquino Anónimo XX Tallado biocromado Sagrario Anónimo XX Tallado biocromado Baldaquino Anónimo XIX Tallado dorado Púlpito Anónimo XX Tallado policromado Mesa Tipo Anónimo XIX Consola Mesa ensamblado Tipo Anónimo XIX Consola Armario Tallado Tallado ensamblado Anónimo XIX Tallado ensamblado - 95 - Cómoda Anónimo XIX Tallado torneado Cómoda Anónimo XIX Tallado ensamblado Cómoda Anónimo XIX Tallado ensamblado Armario Anónimo XIX Tallado ensamblado Cómoda Anónimo XIX Tallado ensamblado Bargueño Anónimo XIX Tallado ensamblado Bargueño Anónimo XIX Tallado ensamblado Armario Anónimo XIX Tallado carpintero Cómoda Anónimo XIX Tallado ensamblado - 96 - CAPÍTULO IV: MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO - 97 - CAPÍTULO IV 4.1. BIOGRAFÍA Nació en Quito en 1620 aproximadamente, hijo legítimo de Lucas Vizuete y Juana Ruiz, mestizos, vecinos de la colina de Buenos Aires, parroquia de Santa Bárbara, en las afueras de Quito, donde tenían una modesta casa; también eran propietarios de un solar ubicado en San Sebastián. Al quedar huérfano de padre fue adoptado por el Regidor y Fiel Ejecutor del cabildo de Riobamba Hernando de Santiago, que vivió en Quito entre 1633 y 1636, quien le dio su apellido. No se conocen mayores detalles de su niñez y juventud, ignorándose sus maestros de arte. A los veinte años abrió un taller en su casa de la colina, donde vivió y trabajó con su mujer Andrea de Cisneros y Alvarado, de raza blanca, que no aportó bienes al matrimonio, hija legítima de Francisco de Cisneros y de Juana Alvarado, prima segunda de Mariana de Jesús, con quien tuvo trato familiar en casa de sus padres. De este matrimonio nacieron dos hombres y dos mujeres, los primeros murieron jóvenes y sin sucesión, su hija Juana murió a fines de siglo dejando un hijo llamado Agustín, que vivía con su abuelo. Su otra hija, Isabel, era casada con el Cap. Antonio Egas-Venegas y también pintora de profesión, que había aprendido junto a su progenitor y se especializó en óleos sobre la infancia de la Virgen y el niño Jesús, adornados con florecillas y animalitos, detalles reveladores de la delicadeza de su espíritu. Igualmente se conoce que - 98 - en 1703 ella pintó un retrato de Sor Juana de Jesús, religiosa clarisa, muerte en olor de santidad, a quien había tratado y por eso recordaba sus rasgos faciales. El cuadro salió "sino con perfección, con alguna semejanza", según dice el padre Francisco Javier Antonio de Santa María en su "Vida prodigiosa de la Venerable Virgen Sor Juana de Jesús". Únicamente con estos datos es aventurado realizar una biografía de Miguel de Santiago, pero siguiendo la línea de su arte destacaremos que su primer trabajo y el más importante de su carrera le fue encargado por el Padre Basilio de Rivera, del Convento de San Agustín, quien le solicitó una serie de cuadros gigantescos con episodios de la vida del santo Obispo de Hipona, para lo cual el artista se inspiró en los grabados de Bolswet, recién llegados de Europa. Cada Cuadro está trabajado con figuras centrales que resaltan la composición, formada de estructuras arquitectónicas, paisajes y distancias atmosféricas. Con este conjunto el pintor obtuvo fama y clientela, siendo muy estimado por los agustinos que lo querían como a uno de los suyos. Por entonces inició la serie de ocho lienzos de 1,28 x 1,78 mtetros de "La doctrina cristiana" para fácil comprensión del pueblo y por encargo de Fray Antonio de Onramuño; los cuatro cuadros con efigies para adorno del convento de la Merced, así como doce óleos que hoy se exhiben en el Museo de Quito, representan otros tantos artículos del Credo y han sido calificados como "obras de ambiciosa composición, ricos en figuras, paisajes, motivos arquitectónicos". También pintó otros para la sacristía de la Iglesia de Guápulo, donde se revela su preocupación por el paisaje andino, copiado con gran realismo. Su fama traspasó los linderos de la Audiencia y llegó a Bogotá, intercambió regalos con el pintor bogotano Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos, su - 99 - contemporáneo y el más famoso en esos pagos, a quien se dice que obsequió el lienzo "El Alabado", hoy en la iglesia de San Francisco de la capital de Colombia. Muchas de sus pinturas salieron al exterior, sobre todo a Roma, a donde fueron enviadas por su perfecto acabado y composición, según informaron Jorge Juan y Antonio de Ulloa en "Noticias secretas de América". De Santiago escribieron que "el colorido de su obra es sobrio, usa tintes vegetales que él mismo mezcla, predominando los tonos grises, sombríos y el claroscuro". Sus pinceladas eran largas y ágiles, sabía dibujar, no detallaba, pecando de defectos en la perspectiva. Testó en Quito el 31 de diciembre de 1.705 y murió el martes 5 de Enero siguiente. Su cadáver fue colocado en una sala, sin puertas, tendido en el suelo y amortajado con el hábito de San Agustín, un crucifico sobre el Pecho y cuatro velas de a libra puestas a los lados. El cortejo fue presidido por el Párroco de Santa Bárbara, la misa se cantó en la Iglesia de San Agustín y su entierro en la capilla de dicho convento ante nutrida concurrencia de amigos, discípulos y artistas. Su testamento fue hallado a principios de siglo por el historiador Alfredo Flores y Caamaño. Sobre Miguel de Santiago se cuentan numerosas leyendas que lo presentan de genio fuerte y arrebatado hasta llegar al crimen. Un Oidor de la Audiencia le comisionó la confección de su retrato. El artista lo terminó y debiendo viajar a Guápulo, se lo encargó a su esposa, mientras se secaba en el patio. Ella se descuidó y entonces un cerdo lo ensució; al regresar el artista y descubrir que su obra estaba retocada en la mano, montó en cólera, pidió aclaraciones y descubrió que había sido su discípulo Nicolás Javier de Gorívar, a pedido de la asustada mujer. Entonces despidió al discípulo y atacó a su - 100 - cónyuge con espada, cortándole una oreja. Llegado el Oidor, le afeó su conducta, pero tuvo que huir porque el artista lo persiguió con intenciones de matarlo. A consecuencia de ese suceso Santiago pidió refugio en el Convento de San Agustín para evitar la prisión que se había ordenado en su contra dentro del juicio criminal iniciado por la oreja. Otra leyenda dice que Santiago estaba copiando los rasgos de un Cristo agonizante, habiendo amarrado a un discípulo en una cruz, pero no contento con la expresión le dio un lanzazo al costado, logrando captar el sufrimiento en toda su magnitud, tras lo cual el infeliz modelo falleció y el artista se escondió en el convento de San Agustín, donde vivió pintando al amparo de sus protectores por espacio de algún tiempo, hasta que el crimen fue olvidado. 4.2. CARACTERÍSTICAS DE SU OBRA Miguel de Santiago fue inspirado por su padre adoptivo Hernando de Santiago quien era pintor y fue quien enseñó las principales características del arte de la pintura a su hijo, iniciando con el tenebrismo venenciano, que utilizaba colores obscuros, luego se modifica en la ciudad y es conocido como el claro obscuro, utilizando al negro, gris, café y blanco como los colores básicos. Luego adquiriría otras tendencias de gama cálida o fría que contrataría con el resto de las obras que el pintor realizaría más tarde. La mayoría de los artistas del siglo XVII utilizaban el tenebrismo, figuras y rostros que sobresalen resaltando con colores más claros el resto del cuadro haciéndolo más obscuro. Pero Miguel de Santiago utiliza bastante cromática, barroco de movimiento, más luz, más color, más movimiento y además - 101 - diferente forma de pintar haciéndolo un artista de calidad a diferencia de los contemporáneos de su época que utilizaban mucha penumbra. La mayor parte de los artistas de la época utilizaban la copia e imitación. El artista quiteño trabajó esos lienzos teniendo a la vista, por modelos, los grabados de Schelte de Bolswert, editados en París en 1624, que le habían sido entregados por el prior agustino y mecenas de la obra, fray Basilio de Ribera. Pero ello, en lugar de menguar la impresión de enorme talento plástico que nos deja Santiago, la aumenta. Porque el trabajar sujetándose a esa imaginería (vaya a saberse por qué lo quiso así el ilustre agustino) no ató ni limitó al artista quiteño; simplemente le liberó de todo un trabajo preliminar de documentarse, y le permitió entregarse, sin más, a dar vida por luz, por color, por atmósfera, por brío en movimientos de las figuras, a las frías y lineales estampas. El paso de los grabados de Schelte de Bolswert a los cuadros de Miguel de Santiago ilustra de modo estupendo el paso de la pintura renacentista y manierista a la pintura barroca, que paso de lo "lineal" a lo "pictórico"; en Miguel de Santiago ya no hay dibujos, sino vida: vida que surge de la luz. Y se ha pasado de una expresión de planos y primeros planos a una visión de profundidad. Miguel de Santiago está consciente del salto que da hacia la pintura; hacia el barroco. Los lienzos de San Agustín inauguran el barroco quiteño: allí están todos los grandes rasgos del barroco. No obstante, el episodio más notable de este periodo ocurrió en 1656, cuando a Santiago le encomendaron una serie de catorce lienzos hagiográficos acerca de San Agustín de Hipona, destinados a ocupar el claustro del convento de San Agustín en Quito. No es difícil atribuir un modelo a la colección. - 102 - A la hora de emprender los analistas su paciente labor, coinciden en advertir que Miguel de Santiago fue un creador prolífico, ya que sus obras no escasean en las parroquias más antiguas de Quito. A la vista está: en la producción de Santiago abundan las piezas que responden a una honda preocupación religiosa y doctrinal, un ansia que parece enlazarse por todas sus raíces con el estilo elegido por el pintor, que obtiene una notable calidad en el empleo de las tonalidades más oscuras. El joven artista optó, para figurar el cielo, un blanco de ocre, con una capa de verde frío y sobreposición de nubes sombreadas. Para las estructuras arquitectónicas utilizó el gris café, interponiendo a veces ocre según los elementos. En los fondos de paisaje contrastó la figuración de árboles cercanos con la profundidad en tonos de verde frío que terminaban en nubes ligeramente sombreadas. En las apariciones celestes rodeaba a las figuras de un contorno de ocre amarillo claro. La capa pluvial del santo se decoraba con una cenefa bordada de diversas figuras en ocre oscuro y claro con flores estilizadas en el cuerpo del manto. En las últimas obras de Miguel de Santiago, podemos ya apreciar la técnica del Esfumato, que no es sino otra cosa que la difuminación de colores, dándole bastante vida a los cuadros. Una técnica que debe haber sido estudiada por él mismo y observada en bocetos de artistas europeos. 4.3. OBRAS DEL ARTISTA • DE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN - 103 - • DE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN • LA INMACULADA (Convento de San Francisco) • EL NACIMIENTO DE LA VIRGEN (Colección del Quinche) • DE LA COLECCIÓN DE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN • DE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN • CUADRO DE LA DEDICATORIA ( Galería del Claustro) • EL SANTO SALVA A DOS HOMBRES DE MORIR BAJO UNA TORRE (Galería del Claustro) • SAN AGUSTIN ES ELEVADO AL TERCER CIELO ( Galería del Claustro) • SAN AGUSTIN ANTE HONORIO ( Galería del Claustro) • SAN AGUSTIN SE APARECE A SAN JERONIMO Y ESTE A EL (Galería del Claustro) • EL SANTO EN EXTASIS SOSOTENIDO POR DOS ANGELES (Galería del Claustro) • CARIDAD DE SAN AGUSTIN (Galería del Claustro sobre la puerta de la sala Capitular) • SAN AGUSTIN Y SANTO TOMAS DE AQUINO (Galería este del Claustro) • SAN AGUSTN, ABSORTO, NO ADVIERTE A UNA MUJER QUE LE PIDE UN FAVOR (Galería este del Claustro) • SAN AGUSTIN CURA A UN ENFERMO (Galería este del Claustro) • VISION DE SANTA GERTRUDIS (Galería este del Claustro) - 104 - • LA BIBLIOTECA DE SAN AGUSTN ES DEFEDIDA POR LOS ANGELES (Galería este del Claustro) • LOS FUNERALES DE SAN AGUSTIN (Galería este del Claustro) • VISION DE SANTA VERONICA DE BINASCO (Galería este del Claustro) • EL OBISPO SEGISBERTO Y LA RELIQUIA DEL SANTO (Galería este del Claustro) • TRASLADO DEL CUERDO DEL CONDE DE ORGAZ (Galería este del Claustro) • SAN AGUSTIN DIFUNTO SE APARECE AL DUQUE DE MANTUA (Galería norte del Claustro) • SAN AGUSTIN COLUMNA DE LA IGLESIA (Galería norte del Claustro) • VISION DE SEGISBERTO (Galería norte del Claustro) • VISION DE SANTA VERONICA DE BINASCO Y SAN PAULINO DE NOLA (Galería norte del Claustro) • MUERTE DE SAN AGUSTIN (Galería norte del Claustro) • SAN AGUSTING, LUZ DE LOS DOCTORES (Galería norte del Claustro) • VISION DEL OBISPO TAJON (Galería norte del Claustro) • EL TORMENTO DE LOS MARTIRES AGUSTINOS EN AFRICA (Galería norte del Claustro) • SANTO TOMAS DE VILLANEUVA REPARTIENDO LIMOSNA A LOS - 105 - POBRES (Galería norte del Claustro) • LA FUENTE MILAGROSA – El Cuerpo de San Agustín en la Iglesia de San Pedro in Coelo Aureo de Pavía (Galería sur del Claustro) • SAN AGUSTIN TEDOSIO (Galería sur del Claustro) • NACIMIETO DEL SANTO (Galería sur del Claustro) • SAN AGUSTIN ENSEÑA RETORICA (Galería sur del Claustro) • LA ORDENACION DE SAN AGUSTIN (Galería sur del Claustro) • SAN AGUSTIN OFRECIENDO SU CORAZON AL SEÑOR (Galería sur del Claustro) • SAN JUAN EVANGELISTA SE APARECE A SAN AGUSTIN Y LE RESUELVE UNA DUDA (Galería sur del Claustro) • SAN AGUSTIN Y SANTA MONICA (Galería sur del Claustro) • SAN AGUSTIN LIBRA A LA CIUDAD DE TOLEDO DE UNA PLAGA LANGOSTAS (Galería sur del Claustro) • EL SANTO VISITA A LOS EREMITAS DEL MONTE PISANO Y ENCUENTRA AL NIÑO EN LA PLAYA (Galería sur del Claustro) • TRES MILAGROS DE SAN AGUSTIN (Galería sur del Claustro) • LA TRASLACION DE LA RELIQUIA DEL SANTO (Galería sur del Claustro) • VISION DEL CARDENAL BUENAVENTURA PATAVINO (Galería sur del Claustro) • SAN AGUSTIN ENTREGA SU REGLA A LAS CUATRO ORDENES QUE FUNDA (Galería sur del Claustro) - 106 - • SAN AGUSTIN ENTRE LA SANGRE DE CRISTO Y LA LECHE DE LA VIRGEN (Galería sur del Claustro) • LA CONVERSION DE SAN AGUSTIN (Escalera del Claustro) • LA CONSAGRACION EPISCOPAL DE SAN AGUSTIN (Refectorio) • EL MILAGRO DE LOS CRIOS O DE LAS CERAS (Sala Capitular) • SAN AGUSTIN PRESIDE LA CONFERENCIA DE CATARGO (Sala Capitular) • TENTACION DE SAN AGUSTIN (Sala Capitular) • SAN AGUSTIN ARROBADO ANTE LA TRINIDAD MIENTRAS ESCRIBE SU OBRA DE TRINITATE (Museo Miguel de Santiago) • APARICION DE CRISTO A SAN AGUSTIN (Museo Miguel de Santiago) • SAN AGUSTIN Y LOS OBISPOS MALDICIENTES (Museo Miguel de Santiago) • SAN AGUSTIN REFUTA A FORTUNATO (Depósitos de lienzos del convento) • MUERTE DE SANTA MONICA EN OSTIA (Depósitos de lienzos del convento) • TRANSVERBERACION DE SAN AGUSTIN (Depósitos de lienzos del convento) - 107 - 4.4. DESCRIPCIÓN DEL MUSEO El majestuoso museo de Miguel de Santiago nos muestra la trayectoria de la Escuela Quiteña, de la cual fue fundador el mismo. Primera Sala: En la primera sala del museo se pueden observar lienzos como: María Magdalena de Goríbar, un Querubín de De la Cruz, algunos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña como: La Trinidad y Santa Catalina de los alumnos de Miguel de Santiago en materiales como lienzo y óleo; y en color obscuro. El contenido de estos cuadros era de lo más sencillos porque eran dirigidos a gente que no sabían ni leer ni escribir, por lo que se les enseñaban las pinturas para poder evangelizarlos. Además, encontramos cuatro pinturas del siglo XVIII pertenecientes a Bernardo Rodríguez en los que plasma a cuatro santos muy importantes dentro de la Iglesia Católica. La característica de esta obra es la plantilla de rostro, es decir, se utilizaba el mismo rostro para todos, pero con diferentes rasgos. Estos cuadros son: San Gregorio conversando con el espíritu santo, San Agustín pensativo con el corazón en la mano, San Ambrosio dedicado a los libros y a la escritura y San Jerónimo con la trompeta del evangelio. La característica de estos lienzos es la espectacular utilización de los colores rojo, azul, blanco y sobre todo el color dorado. También el marco original que guarda cada uno de estos lienzos ya han sido completamente restaurados. Encontramos también un estandarte del siglo XVIII de autor anónimo hecho en lienzo templado y óleo, en el que se plasma a Santa Rosa de Lima, siendo la principal característica del estandarte la forma de cruz. - 108 - En esta sala encontramos esculturas del siglo XVIII de varios autores anónimos los que se caracterizan por ser tallados en madera, estucados y policromados, además cubierta de pan de oro y ojos de vidrio, como lo es San Miguel que es hecho a base de un solo bloque de madera, ojo de cristal, piel blanca brillante y como característica principal la perspectiva de movimiento en el cuerpo (brazos, extremidades inferiores y pliegue del vestido); San Rafael de dimensiones más pequeñas que el anterior, igualmente con pliegues pero más estático; y el Niño Jesús de cuerpo humano desnudo bien tallado y formado en madera, ojo de cristal y piel blanca brillante observando la magnífica destreza de los artistas. La iglesia y el pueblo no estaban de acuerdo con la escultura de un Niño Jesús sin ropa, lo que obligó a cortar los brazos a la figura y adecuarlos para ser ensamblados a manera de maniquíe y poder vestirlo con facilidad. Por otro lado, encontramos una escultura de la Virgen María, alta, con ojos de vidrio, semitallada, ya que sólo es tallada la cara, las manos y la mitad de los píes. Dentro de la figura un armazón de madera sencillo que se lo cubría con tela de cáñamo o lienzo sin refinar, mezclada con cola animal, y se procedía a moldear el cuerpo de la misma. Por esta razón tiene menos menor peso que los anteriores. Para concluir se presenta un libro coral del siglo XVIII elaborado en pergamino (cuero de oveja), con pinturas vegetales y escritura a mano. Tienen una pasta de madera forrada de cuero bastante pesada. Segunda Sala: En la segunda sala se presenta una amplia visión de los siglos XVII XVIII y XIX en cuanto a la escultura así: - 109 - Siglo XVII: Las esculturas del siglo XVII utilizan mucho pan de oro en la vestimenta, los ojos eran pintados en la misma escultura, de encarne mate y rasgos físicos ligeramente toscos, especialmente el rostro y las manos. De esta manera se presenta San Pedro que no tiene perspectiva de movimiento. Siglo XVIII: Las esculturas del siglo XVIII utilizan ojos de vidrio, poseen un encarne más brilloso el que era obtenido por el rose de la vejiga del cordero contra la escultura. Los detalles de la anatomía son mucho mejor terminados que el siglo anterior. Es el caso de Cristo Resucitado que es de estatura real y de corte bien definido; y San Gabriel. Siglo XIX: Las esculturas de este siglo podrían utilizar ojos de vidrio o ser pintados en la escultura. Esto depende del material de trabajo pues en algunas ocasiones se emplea el yeso como material base de trabajo. Estas son: San Bernardo y el Niño de Praga. A finales de este siglo ya se encontraba en decadencia la Escuela Quiteña. Siglo XX: Ya desaparecida la Escuela Quiteña, se encuentran únicamente pequeños artesanos que se han dedicado a la reproducción de figuras, en donde únicamente se le agregaba la peluca de cabello natural al igual que la vestimenta real. Podemos encontrar un claro ejemplo en el Señor Redentor. En cuanto a la pintura que se exhibe en la segunda sala, se destacan muchos lienzos, algunos de ellos pertenecen a Miguel de Santiago como: el cuadro de San Agustín visitado por nuestro Señor, San Agustín escribe su obra sobre la Trinidad, San Ambrosio, San Jerónimo, todos del siglo XVII con la técnica del claro obscuro. Encontramos otros cuadros de autores anónimos como La Inmaculada del siglo XVII, La Piedad del siglo XVII y San Nicolás de Tolentino del siglo XVIII. Algo muy importante es la introducción del castellano como un idioma que sirve para conocer varios detalles que el cuadro presenta - 110 - o su propio contenido que antiguamente las personas educadas en el tema podían entender y apreciar los detalles. Cabe recalcar que el castellano que se encuentra en los cuadros es completamente distinto al español actual de nuestra lengua. El marco es parte muy importante de las obras ya que este resaltaba u opacaba la imagen, pero también encontramos uno en particular que se resalta por su tallado en estilo barroco quiteño, que esta cargado de hojas, flores y frutos y muy particularmente seis pájaros que hacen una obra de singular belleza, opacando a la pintura de la Virgen Inmaculada. Al final de la sala nos encontramos con una colección de cuadros inspirados en San Agustín, en esta obra existe uno muy particular, por presentar las iniciales de Miguel de Santiago en una de las esquinas inferiores, este cuadro es la Visita de Cristo a San Agustín. Componen la colección también: San Agustín corona de la Iglesia, San Agustín leyes divinas, San Agustín lirio de pureza, San Agustín león coronado, San Agustín águila Hipona, San Agustín fénix de la Iglesia. En total destacamos una serie de siete cuadros importantes por su forma de trabajo, la cual utiliza el rombo como diseño para cuadro. En lo que es mueblería, tenemos un par de fraileros (sillones) de madera del siglo XVII aproximadamente los cuales disponen de una cobertura de terciopelo rojo y bordado en hilos de oro y plata. Terminamos la segunda sala con cuatro crucifijos de diferentes escuelas así: Crucifijo superior de la escuela de Olmos, que al igual que el crucifijo inferior de la escuela de Sangurima, tienen heridas y sangre en proporciones normales. El crucifijo derecho de la escuela de Caspicara, tiene heridas y sangre en - 111 - proporciones mucho más leves, al contrario del segundo crucifijo de Sangurima que se encuentra en la parte izquierda, que tiene heridas y sangre en proporciones exageradas, complaciendo de esta manera a todos los gustos. Todos estos crucifijos están pintados al óleo y dos de estos con ojo de cristal. Encontramos también en exhibición un crucifijo español anónimo. Podemos encontrar el Cordero Pascual que llama la atención por parecer una ilusión óptica ya que es trabajado solamente la parte frontal y en la parte posterior encontramos un espacio para guardar la Ostia Sagrada. Es trabajada en madera del siglo XVII y será la primera versión del Sagrario, luego por diferentes factores y por la época, se la cambiaría por la caja dorada que hoy conocemos. En lo que es orfebrería encontramos cruces y candiles de plata del siglo XIX que hacen juego con los palios de plata que encontramos en la primera sala. Todos estos eran utilizados en las procesiones de los Agustinos años atrás. Tercera Sala: La tercera sala no es del agrado de muchos ya que aquí descansa un Cristo yacente o moribundo del siglo XVII traído desde España. Su tamaño es de una persona adulta (1.75 m.) perfectamente conformada. Su característica en particular es ser una sola pieza de madera excepto el brazo derecho. Cuatro candelabros lo rodean, su presentación es la muerte por la presencia de calaveras en el tallado y su interrelación con la iglesia por los sombreros expuestos así: sacerdotes, obispo, cardenal, rey católico y papa, demostrando que estos personajes también son mortales al igual que nosotros. - 112 - En las paredes de esta sala se ubica una serie de cuadros de gran tamaño que muestran a la Comunidad Agustina a través de los años. Pertenecen al siglo XVII y XVIII y elaborados por la Escuela Quiteña de arte. Estos cuadros son: Fray Antonio Franco, Fray Juan Zacarías Elfecio, Fray Alejandro de la Oliva, Fray Jerónimo Ceripando, Fray Mariano Genezanense, Fray Hugo Lino Malabranca, Fray Amelio Abrebaco, Fray Agidio Colona, Fray Buenaventura Patavino y como último un anónimo de Santo Tomás dentro de la colección. Finalmente un crucifijo de marfil traído desde las Filipinas con incrustación de cuatro clavos de plata y base de madera, siendo esta la única pieza traída del extranjero a parte de España. Ésta fue un regalo a los Agustinos en su evangelización en Filipinas. Como rasgo principal podemos ver el talle de un rostro asiático (ojos rasgados). - 113 - CAPÍTULO V: TOURS ALTERNATIVOS - 114 - CAPÍTULO V La República del Ecuador está localizada al noreste de Sudamérica y está cruzada por la línea ecuatorial de donde recibe su nombre. Limita con Colombia al norte, con Perú al este y sur; y con el Océano Pacífico al oeste. La provincia de Pichincha con su capital Quito, limita al norte con Imbabura y Esmeraldas; al sur con Cotopaxi y Los Ríos; al este con Sucumbíos y Napo; y al oeste con Manabí. Quito se encuentra a 2850 m.s.n.m. siendo la segunda capital más alta del mundo después de La Paz en Bolivia. Su temperatura promedio oscila entre los 12 y 15 grados centígrados aproximadamente y pese a su posición geográfica, con respecto a la línea equinoccial, hace que el clima sea agradable. Quito es una de las ciudades más antiguas de Sudamérica y mantiene aspectos de su pasado colonial. La ciudad se extiende siguiendo un trazado rectangular, con una plaza central y calles empinadas. La ubicación de Quito fue establecida en el primer milenio de nuestra era y fue capital fortificada de sucesivos grupos nativos, como los Quitus. En 1487 fue anexionada por los Incas, constituyendo la residencia del emperador Huayna Capac. En 1534 fue fundada por Sebastián de Benalcázar. En 1822 el General Antonio José de Sucre proclamó la independencia de España. La ciudad de Quito es un importante punto de comercio de todo el país. El 8 de septiembre de 1978 recibió de la UNESCO el título de “Patrimonio Cultural de la Humanidad” por su belleza que es nuestro deber el mantener y cuidar, y del cual debemos estar muy orgullosos. - 115 - 5.1. PRIMER TOUR: EL ARTE EN SU ESPLENDOR Listado de Atractivos: 1. Museo Miguel de Santiago (CONVENTO DE SAN AGUSTÍN) 2. Museo de Arte Colonial 3. Museo Casa de María Augusta Urrutia 4. Museo Fray Pedro Bedón 1. MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO (CONVENTO DE SAN AGUSTÍN) El área del convento máximo de San Agustín se distribuye en dos plantas. En el ala occidental de la planta baja se encuentra la denominada Sala Capitular, cuya importancia estriba tanto por la antigüedad de su construcción y por que aquí se firmo el Acta de Independencia el 16 de Agosto de 1809. Se ubica en la crujís sur de la primera planta alta y reúne obras pictóricas que va desde el siglo XVI al XIX. A esta área se adiciona el coro y el antecoro, paso obligado al campanario. El museo presenta valiosas y representativas obras como son: arcos tallados y dorados con pan de oro, pinturas y esculturas de los siglos XVI, XVII y XVIII. La construcción del Museo Miguel de Santiago se realizó en 1573 y su funcionamiento desde 1992. La primera sala de la planta alta llamada "Miguel de Santiago" representa óleos de grandes formatos pertenecientes a Goríbar, Alfonso Vera de Cruz, Bernardo Rodríguez y anónimos. - 116 - En la segunda sala se encuentran estatuarias en módulo de cristal, pinturas de gran formato elaborado por Miguel de Santiago y anónimos. En la tercera sala o de "Los Libros Prohibidos" también es conocida como Funeraria Catumbal; tiene en el centro de la sala un Cristo yacente de tamaño natural recostado sobre un colchón de chifón rojo, rodeado de cuatro cirios con cabezas tallados en madera que representan de abajo hacia arriba: un fraile, obispo, cardenal, rey y un papa. El convento posee en su interior una serie de corredores compuestos por 9 columnas toscanas de capitel dórico, 2 pilastras y 10 arcos de medio punto o peraltados. En cada pared destaca una galería en la que se pueden observar 39 lienzos de los cuales 25 pertenecen a Miguel de Santiago con su técnica del claroscuro en los que se detalla la Vida y Milagros de San Agustín. Además hay 12 lienzos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña del siglo XVII y 2 lienzos pintados por Luís Cadena, artista quiteño del siglo XIX, él cual se destaca por realizar pinturas de gran tamaño. El convento posee un solo jardín de estilo colonial con pila central, que fue trabajada en un período de 10 años empezando en 1659. Se encuentra rematada por una escultura que simboliza los sentimientos agustinos (león = fortaleza, niño = nobleza), el director de la construcción fue el agustino Basilio de Rivera. La obtención de las piedras para levantar casi todo el convento se obtuvo del volcán Pichincha. 2. MUSEO DE ARTE COLONIAL Ubicado en la parte posterior del convento de La Merced. Funciona actualmente el museo desde el año de 1945. El pasado histórico de la ciudad - 117 - de Quito se lo observa en las paredes del claustro principal mediante la colección de fotografías de su desarrollo urbanístico. Se destaca este museo porque en él se exhiben las técnicas de elaboración de grabado y también esculturas de los diferentes artistas de la escuela de artes y oficios como José Olmos, con sus esculturas de Cristo. También en al sala del siglo XVII se observa el retablo barroco de la orden de las Mercedarias, así como las técnicas de mascarilla de plata y ojos de vidrio que realiza Bernardo de Legarda, en sus esculturas y otras técnicas como esgrafiado, estofado, etc. En el segundo nivel se tiene una visión de la sociedad colonial y sus costumbre; objetos de uso cotidiano, baúles, sillas y sillones en cuero repujado; y foto murales de personajes costumbristas. Al final del recorrido por este museo observaremos la mayor colección de miniaturas del siglo XVII trabajadas en materiales como el marfil, tagua, objetos de plata, etc. 3. MUSEO MARIA AUGUSTA URRUTIA La Fundación Mariana de Jesús restauró en 1996 la casa de su creadora, la aristócrata María Augusta Urrutia. Ahora el sitio es una galería sobre la estética de inicios de siglo. La casa 760 de la calle García Moreno, en Quito, es uno de los tantos tesoros de estética escondidos en el centro de Quito. Su propietaria fue la aristócrata quiteña María Augusta Urrutia Barba, mujer altruista y de gustos refinados, que nació en 1901 y murió en 1987. Ella perteneció a una familia de - 118 - terratenientes. A sus tres años quedó huérfana y heredó grandes extensiones: las haciendas Solanda, La Gasca y Rumipamba; y, La Umbría, San Agustín y El Obraje, en Machachi. La señora Urrutia recibió la casa del Centro Histórico en 1921, como un regalo para su matrimonio con Alfredo Escudero. Allí vivieron, aunque sin hijos, hasta 1931, fecha en la que Escudero murió. A partir de este suceso, Urrutia decidió tomar los hábitos de las hermanas del Carmen Alto, pero cambió de opinión para dedicarse al altruismo. Entonces, su casa se convirtió en el refugio donde grupos de 50 niños de la calle recibían alimento y distracciones. Sin embargo, varias familias de la "nobleza" quiteña censuraron el hecho. Para continuar con su obra social, Urrutia creó en 1939 la Fundación Mariana de Jesús, bajo la orientación de la Compañía de Jesús, congregación a la que estuvo vinculada desde su infancia. Casi toda su fortuna, lograda por la producción de sus haciendas, la destinó a la filantropía. Además, varias de sus propiedades fueron donadas a la sociedad. La hacienda La Gasca sirvió a la curia para edificar el Seminario Mayor; la Rumipamba, en su parte superior, fue para el Colegio San Gabriel, y en la inferior para el parque La Carolina (nombre que va en honor a la tía que le heredó este predio). La hacienda Solanda (en el actual sur de la ciudad) fue cedida al Banco Ecuatoriano de la Vivienda para ejecutar un plan de vivienda; y San Agustín, en Machachi, se destinó a la Casa de Ejercicios Espirituales, San Ignacio, de los padres jesuitas. La Fundación Mariana de Jesús, en homenaje a su matrona, concluyó en 1996 la restauración de su residencia, bajo un costo de USD 850 mil. Ahora, el sitio se abre como un museo que busca eternizar su vida. En dos plantas, el visitante encuentra verdaderos tesoros de la estética europea en lo que - 119 - respecta a decoración de interiores y artefactos de uso doméstico. En el recorrido sorprende el lujo en las vajillas de porcelana parisina, los acabados de los muebles ingleses de baño y la novedad (para su época) de máquinas tan útiles como lavadoras a manivela, heladeras, tostadoras y moledoras de café y alambiques para destilar mistelitas. Además, la casa conserva buena parte de la obra pictórica del ibarreño Víctor Mideros, artista de quien Urrutia fue su mecenas. Su temática siempre aludió a temas y personajes de la Biblia. 4. MUSEO FRAY PEDRO BEDÓN Las iglesias quiteñas custodian tesoros del arte colonial. Para compartirlas con el público, el templo de Santo Domingo ahora muestra su reserva, el museo Fray Pedro Bedón. Presentan lienzos y esculturas de los siglos XVI, XVII y XVIII. En 1965, el padre dominicano Gonzalo Valdivieso tuvo la idea de reunir algunas piezas artísticas de las reservas del convento de Santo Domingo para socializarlas con el público ecuatoriano. De esta manera se estableció el Museo Fray Pedro Bedón. El nombre se debe al hermano dominicano que, en las postrimerías del siglo XVI, estableció un taller de formación en pintura para que los naturales de Quito pudieran reproducir los temas del Evangelio y, así, propagar la fe católica. El Museo fue reabierto al público en 1994, después de un proceso de recuperación integral del Convento. En un recorrido por el lugar, usted encontrará tres salas para el arte colonial de los siglos VI, VII y XVIII, en cuanto a lienzos y esculturas. En esta reserva destaca una escultura de San Juan, la cual lleva firma de Bernardo de Legarda. También hay una representación de la Virgen de Quito, atribuida a uno de los talleristas de este escultor. En la primera - 120 - sala, el visitante se encuentra con las figuras de los patriarcas dominicanos: Santo Domingo de Guzmán, San Pedro de Verona, Santo Tomás de Aquino, entre otros. Las otras salas albergan objetos que se usaban en los oficios religiosos, como las casullas del clero, y los grandes libros corales, trabajados en pergamino y cuero de oveja. 5.2. SEGUNDO TOUR: REVIVIENDO EL PASADO Listado de Atractivos: 1. Museo Miguel de Santiago (CONVENTO DE SAN AGUSTÍN) 2. La Catedral 3. El Sagrario 4. Museo Alberto Mena Caamaño 5. La Compañía de Jesús 6. Museo de La Ciudad 1. MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO El área del convento máximo de San Agustín se distribuye en dos plantas. En el ala occidental de la planta baja se encuentra la denominada Sala Capitular, cuya importancia estriba tanto por la antigüedad de su construcción y por que aquí se firmo el Acta de Independencia el 16 de Agosto de 1809. - 121 - Se ubica en la crujís sur de la primera planta alta y reúne obras pictóricas que va desde el siglo XVI al XIX. A esta área se adiciona el coro y el antecoro, paso obligado al campanario. El museo presenta valiosas y representativas obras como son: arcos tallados y dorados con pan de oro, pinturas y esculturas de los siglos XVI, XVII y XVIII. La construcción del Museo Miguel de Santiago se realizó en 1573 y su funcionamiento desde 1992. La primera sala de la planta alta llamada "Miguel de Santiago" representa óleos de grandes formatos pertenecientes a Goríbar, Alfonso Vera de Cruz, Bernardo Rodríguez y anónimos. En la segunda sala se encuentran estatuarias en módulo de cristal, pinturas de gran formato elaborado por Miguel de Santiago y anónimos. En la tercera sala o de "Los Libros Prohibidos" también es conocida como Funeraria Catumbal; tiene en el centro de la sala un Cristo yacente de tamaño natural recostado sobre un colchón de chifón rojo, rodeado de cuatro cirios con cabezas tallados en madera que representan de abajo hacia arriba: un fraile, obispo, cardenal, rey y un papa. El convento posee en su interior una serie de corredores compuestos por 9 columnas toscanas de capitel dórico, 2 pilastras y 10 arcos de medio punto o peraltados. En cada pared destaca una galería en la que se pueden observar 39 lienzos de los cuales 25 pertenecen a Miguel de Santiago con su técnica del claroscuro en los que se detalla la Vida y Milagros de San Agustín. Además hay 12 lienzos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña del siglo XVII y 2 - 122 - lienzos pintados por Luís Cadena, artista quiteño del siglo XIX, él cual se destaca por realizar pinturas de gran tamaño. El convento posee un solo jardín de estilo colonial con pila central, que fue trabajada en un período de 10 años empezando en 1659. Se encuentra rematada por una escultura que simboliza los sentimientos agustinos (león = fortaleza, niño = nobleza), el director de la construcción fue el agustino Basilio de Rivera. La obtención de las piedras para levantar casi todo el convento se obtuvo del volcán Pichincha. 2. LA CATEDRAL DE QUITO Esta iglesia data de el año de 1.562 y se construyó sobre una edificación más antigua pero de menor tamaño, se realizo dicha iglesia con la participación de autoridades españolas, curas, nobles, criollos, e indígenas quiteños. Dentro de los murales de la iglesia se encuentra obras de pasajes bíblicos como la negación de San Pedro, realizada por el padre Carlos, también la obra de Manuel Chili la Sabana Santa, obra como la Dormición de la Virgen hecha por Miguel de Santiago y demás obras realizadas por artistas de la escuela quiteña de artes y oficios. Son reconocidos también los artistas actuales como los murales de Víctor Mideros quien decoro la cúpula y tímpanos de la capilla de el Marisca Antonio José de Sucre, esta iglesia también es el sepulcro de el Mariscal Sucre, Mercedes Jijón de Flores, Gabriel García Moreno, Federico Gonzáles Suárez, Pablo Muñoz Vega y que pueden ser visitados por el publico en general. La labor de evangelización que tomo esta iglesia desde sus orígenes hasta la - 123 - actualidad ha permitido que sea denominada por el Vaticano como “Catedral Primada “. 3. IGLESIA EL SAGRARIO Sobre ciclópea obra de arquería que cerró una quebrada, se edificó el Sagrario, contiguo a la catedral. En 1706 se terminó la fachada; en 1715, la edificación y entre 1731 y 1747, los retablos. No se sabe a ciencia cierta quién hizo los planos, pero en el terminado y ornamentación jugaron papel preponderante Legarda, el dorador Cristóbal Gualoto y el pintor Francisco Albán. El frontispicio se hizo bajo el cuidado de Gabriel de Escorza Escalante, con el ordenamiento neoclásico que había presidido, pocos años atrás, la obra de San Agustín. Tres órdenes de columnas jónicas en el primer cuerpo, al que corresponden tres de corintias en el segundo, enmarcando la puerta, la gran ventana central y el campanario que corta el frontón. Obra maestra de Legarda es la mampara, una de las manifestaciones más ricas del barroco quiteño. Fastuosa en la decoración exótica de los fustes de las columnas; encaprichada y armoniosa de talla y color. La bóveda central desemboca en soberbia cúpula decorada con pinturas al fresco de escenas de la Biblia protagonizadas por arcángeles, obra de Francisco Albán. El retablo del altar mayor fue dorado por Legarda. De los otros, tiene más valor el de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de cuerpos superpuestos con columnas - 124 - entorchadas y nichos. En uno de los retablos de la nave del Evangelio se halla un retablo atribuido a Gaspar Sangurima. 4. MUSEO ALBERTO MENA CAAMAÑO El museo ubicado en lo que fue antes el convento de los jesuitas y convertido después en el cuartel de la real audiencia de quito es sin duda uno de los mejores colecciones de arte colonial que posee el país y lleva ese nombre en honor al ilustre quiteño que dono gran variedad de piezas y objetos de arte histórico de la ciudad de quito. El museo en su primer recorrido trata sobre los viajes que se realizan al ecuador desde España y de las expediciones que salían de aquí a diversas partes del país. Se expone por medio de figuras humanas trabajos en cera los diversos acontecimientos dados en el siglo XVII y XVIII como la expulsión de los jesuitas ordenada por la corona española, la llegada de la misión de geodésica a medir el cuadrante de meridiano, y lo que mas enfoque tiene es sobre los acontecimientos que se suscitaron para lograr la independencia, los personajes mas nombrados son Eugenio Espejo gracias a las obras que realizó como médico y como educado, se reseña con estatuas de cera, la obra de Espejo que fue la primera biblioteca pública. En lugares especiales se da realce y se compara los hechos acontecidos en el pasado como en el presente, este espacio trata sobre las manifestaciones de protesta que se han suscitado en la antigüedad y que se relacionan con la actualidad. - 125 - 5. IGLESIA DE LA COMPANIA DE JESÚS La Iglesia de la Compañía es uno de los monumentos más visitados en el Ecuador, debido a que constituye el mejor ejemplo del estilo barroco iberoamericano. Su singular belleza y la importante e imponente decoración le han hecho acreedora a un sin fin de títulos. San Ignacio de Loyola fundó la Compañía de Jesús en el año de 1540 y fueron varios hermanos de Ignacio quienes llegaron a Quito en el año de 1586, con la idea de construir un templo dedicado al fundador, y además cumplir con dos objetivos: evangelizar y educar. La construcción de la Iglesia inició en el año de 1605, varios ingeniosos jesuitas aportaron con su talento para realizar esta obra, pero fue el italiano de Mantua, Marcos Guerra quien aportó con la construcción de las cúpulas ubicadas en las naves laterales y crucero así como también con la construcción de la bóveda de cañón corrido que cubre la nave central de la Iglesia. El templo de la Compañía fue levantado con las manos de innumerables artistas de la Escuela Quiteña, quienes perpetuaron su habilidad y entrega para tallar y dorar con fina lámina de oro de 23 kilates cada centímetro de la iglesia. Durante 160 años se edificó y decoró la iglesia con magníficas obras de arte, muestra de ello son los 16 cuadros de los Profetas, serie pictórica atribuida a Nicolás Javier Goríbar, artista quiteño del siglo XVIII. Al pincel de Hernando de la Cruz se le atribuyen los dos grandes lienzos originales de El Infierno y de El Juicio Final, obras ejecutadas en 1620, cuyos facsímiles pintados por Alejandro Salas en el siglo XIX hoy se ubican en los extremos norte y sur de la iglesia. Se admiran en las enjutas sobre los arcos de medio punto de la nave central las escenas bíblicas de Sansón y Dalila y de José, - 126 - hijo de Jacob, obras anónimas del siglo XVIII. En las naves laterales se destacan 6 imponentes retablos atribuidos a la afamada escuela de arte quiteño del siglo XVIII: el de San José, El Calvario, y San Luis Gonzaga en la nave norte y La Virgen de Loreto, La Inmaculada y San Estanislao de Kostka en la nave sur. En los transeptos norte y sur sobresalen los retablos gemelos de San Francisco Javier y San Ignacio respectivamente, atribuidos también a Marcos Guerra, y en el presbiterio destaca el dorado del retablo mayor realizado por el gran imaginero colonial quiteño Bernardo de Legarda. La fachada de la Iglesia es una sobresaliente obra de estilo barroco, construida toda en piedra gris de origen volcánico. Tiene cada espacio cubierto con el más mínimo detalle finamente labrado; así se admiran flores, ángeles, arcángeles, símbolos eclesiásticos y varias imágenes representativas de la Iglesia Católica y de los fundadores de la Orden jesuita. Dos hechos religiosos importantes están ligados a la Iglesia de la Compañía: uno de éstos fue, la visita diaria de Mariana de Jesús en actitud de oración, primera santa ecuatoriana que se consagró en este templo y lo escogió para morar para siempre. Mariana murió en 1645 (siglo XVII) y es en el altar mayor donde ahora se veneran sus restos. El milagro de la Imagen de la Virgen Dolorosa del Colegio, es también un hecho de fe profunda sucedido en el comedor del antiguo Colegio San Gabriel en el interior del edificio jesuita, el 20 de abril de 1906. La torre de la iglesia, en época colonial reconocida como la más alta de la ciudad, sufrió dos embates telúricos: en 1859 el primero, luego de lo cual fue reconstruida, y en 1868, año desde el que permanece tal como la conocemos. - 127 - Durante los últimos diecinueve años, 1987-2005, la iglesia ha vivido un importante proceso de restauración integral, el mismo que ha sido reconocido por el profesionalismo con el que instituciones nacionales así como centenares de técnicos, arquitectos, restauradores y obreros realizaron, con abnegado trabajo y mística personal para alcanzar la total restauración del templo. 6. MUSEO DE LA CIUDAD Almacenado en el edificio más viejo de la ciudad, el Museo de la Ciudad está en el corazón del centro Histórico de Quito. Fue fundado en 1565 por orden del Rey de España, como el Hospital de la Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo. Este adoptó el nombre de Hospital San Juan de Dios en el siglo XIX, como todavía se lo conoce hoy. La instalación de hospitales en las ciudades españolas recientemente establecidas era en respuesta a la mentalidad medieval cristiana que acentuó la importancia del bienestar de la gente común y sus valores de solidaridad y atención al necesitado. Hospitales, un nombre derivado de la palabra "hospitality", completa las múltiples funciones en la sociedad española. Además de la asistencia a personas enfermas, estaban las auténticas casas de caridad que dieron una plaza agradable para huérfanos y sin hogar. De las paredes del viejo Hospital, el Museo de la Ciudad paga el homenaje para todos los hombres anónimos y las mujeres quien día a día, a lo largo de los siglos, han seguido ampliando la ciudad con su trabajo, ideas, pasiones, alegrías, dolores, y el trabajo sumamente expresivo nacido de las diversas identidades que ellos incorporan. Por eso, el Museo presenta la Historia de la - 128 - vida diaria, porque sólo por esto las diversas identidades de los habitantes de Quito pueden ser rescatadas y reconstruidas. En el campo de la Historia, el Municipio de Quito ha sido capaz de cubrir una demanda cultural en el área de museos. Mientras estos, tradicionalmente, se han concentrado en áreas como las de arqueología, arte, desde grandes personajes y acontecimientos, el Museo de la Ciudad muestra la historia de Quito desde la posición ventajosa de los ciudadanos anónimos que han vivido aquí. Este enfoque permite la comprensión de la mentalidad y la imaginación de una ciudad compleja habitada por múltiples comunidades en las cuales el pasado da testimonio del presente y futuro desde un punto de vista socioeconómico. Durante el recorrido del Museo, es posible apreciar que su patrimonio, además de una conjunto de obras excepcionales y de objetos cotidianos, está compuesto por manifestaciones intangibles, subyacentes de la cultura urbana: la intimidad, anécdotas, leyendas y tradiciones: los olores y sabores, el vestido, las normas y prohibiciones sociales, los oficios y las fiestas. A través del permanente cambio en las exposiciones y de la política de involucrar a la comunidad en las actividades y objetivos del Museo, éste busca constituirse en sujeto vivo y activo del Quito contemporáneo. Así, el Museo de la Ciudad brinda a los ciudadanos un espacio dinámico de integración y participación social, un lugar alternativo de aprendizaje en el que la diversidad es un factor de riqueza, y la cultura se ofrece cada día como la alternativa de desarrollo. Dentro de los centenarios muros del Hospital, el Museo recupera las viejas funciones de solidaridad y servicio a la comunidad para las que este edificio fue construido. - 129 - 5.3. TERCER TOUR: ARTE E HISTORIA, MEZCLA INIGUALABLE Listado de Atractivos: 1. Museo Miguel de Santiago (CONVENTO DE SAN AGUSTÍN) 2. Monasterio de La Concepción 3. Museo Casa de Benalcázar 4. Monasterio del Carmen Alto 5. Museo Cima de la Libertad 1. MUSEO MIGUEL DE SANTIAGO El área del convento máximo de San Agustín se distribuye en dos plantas. En el ala occidental de la planta baja se encuentra la denominada Sala Capitular, cuya importancia estriba tanto por la antigüedad de su construcción y por que aquí se firmo el Acta de Independencia el 16 de Agosto de 1809. Se ubica en la crujís sur de la primera planta alta y reúne obras pictóricas que va desde el siglo XVI al XIX. A esta área se adiciona el coro y el antecoro, paso obligado al campanario. El museo presenta valiosas y representativas obras como son: arcos tallados y dorados con pan de oro, pinturas y esculturas de los siglos XVI, XVII y XVIII. La construcción del Museo Miguel de Santiago se realizó en 1573 y su funcionamiento desde 1992. - 130 - La primera sala de la planta alta llamada "Miguel de Santiago" representa óleos de grandes formatos pertenecientes a Goríbar, Alfonso Vera de Cruz, Bernardo Rodríguez y anónimos. En la segunda sala se encuentran estatuarias en módulo de cristal, pinturas de gran formato elaborado por Miguel de Santiago y anónimos. En la tercera sala o de "Los Libros Prohibidos" también es conocida como Funeraria Catumbal; tiene en el centro de la sala un Cristo yacente de tamaño natural recostado sobre un colchón de chifón rojo, rodeado de cuatro cirios con cabezas tallados en madera que representan de abajo hacia arriba: un fraile, obispo, cardenal, rey y un papa. El convento posee en su interior una serie de corredores compuestos por 9 columnas toscanas de capitel dórico, 2 pilastras y 10 arcos de medio punto o peraltados. En cada pared destaca una galería en la que se pueden observar 39 lienzos de los cuales 25 pertenecen a Miguel de Santiago con su técnica del claroscuro en los que se detalla la Vida y Milagros de San Agustín. Además hay 12 lienzos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña del siglo XVII y 2 lienzos pintados por Luís Cadena, artista quiteño del siglo XIX, él cual se destaca por realizar pinturas de gran tamaño. El convento posee un solo jardín de estilo colonial con pila central, que fue trabajada en un período de 10 años empezando en 1659. Se encuentra rematada por una escultura que simboliza los sentimientos agustinos (león = fortaleza, niño = nobleza), el director de la construcción fue el agustino Basilio de Rivera. La obtención de las piedras para levantar casi todo el convento se obtuvo del volcán Pichincha. - 131 - 2. MONASTERIO DE LA CONCEPCIÓN En tiempo del obispo fray Pedro de la Peña, en 1577, se fundó el primer convento de monjas de la ciudad, en la manzana de la esquina noroccidental de la plaza grande, el monasterio de la Pura y Limpia Concepción. La iglesia definitiva se terminó en la primera mitad del XVII. Se revistió su única nave de madera tallada y dorada; y se la enriqueció con hermosos retablos, quince en total. El retablo del altar mayor estaba decorado con dieciséis grandes espejos, con preciosas molduras. 3. MUSEO CASA DE BENALCÁZAR El Museo Casa de Benalcázar se encuentra ubicado en el Centro Histórico de Quito en las calles Olmedo y Benalcázar. El 6 de diciembre de 1534 se firmó el Acta de Fundación de San Francisco de Quito, esto en honor al conquistador Francisco Pizarro. A la cabeza de los nuevos habitantes se encuentra el capitán Sebastián de Benalcázar, otrora el mulero Sebastián Moyano. Bajo la lógica arquitectónica europea, se traza la ciudad en forma de cuadrícula. Y uno de los solares que daba a los linderos del poblado se reserva para la residencia del fundador Benalcázar. Sin embargo, cuando éste parte a conquistar Popayán, entrega la casa a Pedro de Puelles, quien para la época oficiaba de corregidor del Cabildo quiteño. Puelles murió acuchillado años más tarde en una de las primeras sublevaciones del pueblo del antiguo Ecuador. La edificación que se puede apreciar actualmente en la esquina de las calles Benalcázar y Olmedo no es de los días de la conquista: su construcción - 132 - data de inicios del siglo XVIII. El lugar ahora es administrado por el Instituto de Cultura Hispánica, una entidad que persigue el sincretismo y el intercambio de experiencias culturales entre España y Ecuador. Para el efecto se ha constituido en una galería del arte colonial, además de poseer una amplia biblioteca sobre literatura e historia ibérica, y una cinemateca con varios documentales binacionales. 4. MONASTERIO DEL CARMEN ALTO El Carmen antiguo o Carmen alto o Carmen de San José, se estableció en 1653 en la casa que fuera de Santa Mariana de Jesús, cumpliéndose, así lo profetizado por la Virgen quiteña. El hermano jesuita Marcos Guerra trazó el plan y construyó templo y monasterio. El templo tiene fachada principal que da a un atrio con pretil; es de una sola nave cuadrangular y abovedada, y tiene magníficos retablos. El Carmen alto guarda algunas de las más perfectas joyas de la escultura colonial quiteña. Como el conjunto monumental del tránsito de la Virgen, con tallas policromadas de Bernardo de Legarda de la Virgen yaciente y los apóstoles en absorta y dolida contemplación. 5. MUSEO CIMA DE LA LIBERTAD En este lugar el 24 de Mayo de 1822, los combatientes de la nación quiteña y los hermanos de otros pueblos de América comandados por el Mariscal Antonio José de Sucre vencieron el ejército español, sellando la independencia de este siglo. En el año de 1920 el Presidente de la República de ésa época para conmemorar la batalla levantó un obelisco que se puede ver desde lejos en el - 133 - lugar donde se llevaron a cabo los combates para evocar a los soldados y personajes ilustres que intervinieron en la Liberación de Ecuador y América como Antonio José de Sucre y Simón Bolívar El museo exhibe murales que representan que representan los momentos y personajes más importantes de la existencia del país. Tenemos estatuas de cera que representan a los héroes combatientes que ofrendaron su vida para darnos la Libertad y que al mando del gran Mariscal Antonio José de Sucre lucharon incansablemente hasta conseguirlo. Existe una placa en memoria de todos estos soldados. En el Museo se encuentran bayonetas y cañones utilizados por las tropas patrióticas que se conservan en buen estado hasta la actualidad y se pueden apreciar varios murales coloridos algunos de gran tamaño. El museo se encuentra en el sitio exacto donde ocurrieron estos acontecimientos con lo cual nos es mucho más fácil recrear los hechos se presenta también una urna funeraria que contiene los restos del soldado además de una sala de armas y una maqueta que representan la estrategia utilizada en la Batalla de Pichincha. El museo se encuentra en una de las colinas que rodean la ciudad. - 134 - CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES - 135 - CAPÍTULO VI 6.1. CONCLUSIONES • La Iglesia y Convento de San Agustín es uno de los pilares fundamentales de la cultura quiteña ya que en ella se encuentra una de las más valiosas colecciones de nuestro arte. • Además de haber evangelizado a nuestro pueblo, los padres agustinos crearon colegios y universidades para que la gente se eduque y así lograr una ciudad más culta. • Los padres agustinos confiaron toda su obra artística a un pintor quiteño (Miguel de Santiago) y esto dio a lugar a que se formara la primera Escuela Quiteña de Arte y de esta manera una gran camada de nuestros artistas. • A pesar de que hay muy poco material de investigación para poder estudiar a profundidad partes importantes del Convento de San Agustín y del Museo de Miguel de Santiago, podemos recalcar que la Iglesia y Convento de San Agustín prestó sus instalaciones para que fuese abierto el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural por primera vez y de esta manera tratar de recuperar y restaurar todas las obras artísticas que posee Quito en general. • El museo de Miguel de Santiago contiene una gran reseña histórica de nuestra cultura, los orígenes de nuestra religión y la manera en que fuimos evangelizados. - 136 - • Es muy importante que todo quiteño conozca de éste y las obras que ahí se encuentran para que se pueda entender la razón por la cual el cristianismo fue y es importante en la mayoría de nosotros. 6.2. RECOMENDACIONES • Se debería realizar una capacitación más profunda de los pasantes que sirven de guías dentro del museo de Miguel de Santiago para que el turista, en el recorrido, pueda tener información más amplia y detallada. • Incrementar muchos más tours en idioma inglés. • Antes de realizar el recorrido, es importante explicar quienes fueron los agustinos y Miguel de Santiago. • Detallar las imágenes de los cuadros y sus significados en la exposición al turista debe ser parte fundamental del recorrido. • Además de las pinturas y esculturas que se encuentran dentro del museo de Miguel de Santiago, hay pequeñas piezas que muchas veces no se las toma en cuenta en la explicación, tal es el caso de los marcos, por ejemplo, que dan a la pintura cierto realce o en otras ocasiones la opacan. • Es de vital importancia, al momento de visitar el museo, tener información específica no solo de los objetos que se encuentran en el lugar, sino también de la historia, de todo lo que implicó el desarrollo de la misma. Esto ayudará a estar más empapados de lo que somos e informar a visitantes de nuestros prestigiosos artistas ya que gracias a - 137 - ellos nuestra ciudad obtuvo el título de PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD. - 138 - BIBLIOGRAFÍA • DIEZCANSECO Pareja, Alfredo. Miguel de Santiago. Revista Vistazo. • ESTEBARANZ, Ángel Justo. Miguel de Santiago en San Agustín de Quito. Segunda edición, 2008. • IMPRENTA “BONA SPES”. Guía Explicativa de la Pinacoteca de Cuadros Artísticos y Coloniales del Convento de San Agustín, precedida de las Bibliografías de P. Basilio de Ribera y Miguel de Santiago. San Agustín, Quito – Ecuador, 1650. • INSTITUTO NACIONAL DE PATRIMONIO CULTURAL. Departamento Nacional de Inventario. • MONTALVO Galarza, José María. Guión de la Guía de Planta del Convento de San Agustín. • NAVARRO, José Gabriel. Contribuciones a la Historia del Arte en el Ecuador. Segunda edición revisada, 2006. • SALVAT EDITORES ECUATORIANA S.A. Ecuador Visto por los Extranjeros. Quito. • SALVAT EDITORES ECUATORIANA S.A. Historia del Arte Ecuatoriano. Tomo II, Quito, 1977. • SALVAT EDITORES ECUATORIANA S.A. Historia del Arte Ecuatoriano. Tomo III, Quito, 1977. • VARGAS, José María F. Patrimonio Artístico Ecuatoriano. Tercera edición, corregida y aumentada, 2005. • VARGAS, José María P. Convento de San Agustín. Editorial “Santo Domingo”, Quito – Ecuador. - 139 - • VARGAS, José María Fr. Historia de la Cultura Ecuatoriana. • www.edufuturo.com/educacion.php?c=1853 • www.edufuturo.com/educacion.php?c=1836 • www.ficj.org.ec/ - 140 - ANEXOS Tomada de www.panoramio.com La Torre de la Iglesia de San Agustín Tomada de www.panoramio.com La Puerta de la Iglesia de San Agustín - 141 - Tomada de www.panoramio.com Fachada de la Iglesia de San Agustín Tomada de www.xamerica.com.mx Fachada de la Iglesia de San Agustín - 142 - Tomada de www.cervantesvirtual.com Planta Baja de la Iglesia y Convento de San Agustín - 143 - Tomada de www.worldisround.com Sala Capitular de la Iglesia y Convento de San Agustín Tomada de www.worldisround.com Pileta del Convento de San Agustín - 144 -