purifica.

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Mientras que un purificador de aire puede hacer parte del trabajo de mantener el aire a tu
alrededor un poco más fresco y puro, las plantas pueden hacer un trabajo mucho mejor de
filtrado que una maquina, además lo hacen silenciosamente y sin gastar energía. Y son
agradables de mirar y nos acercan más a la naturaleza. ¿Por qué no probar usándolas y ver si
puedes sentir los beneficios?
Pasos
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Comprende la importancia de purificar el aire interior con plantas. El aire interior es uno
de los peores aires que podemos respirar en el día a día ya que nuestros productos
desprenden muchos químicos y estos se concentran en nuestro alrededor. A diario, estamos
expuestos a una variedad de contaminantes, incluyendo, humo, toxinas, químicos, pesticidas,
vapores de detergentes, moho, pequeñas fibras, bacterias, etc. La limpieza se puede hacer
cargo de algunas de ellas (siempre que nos cuidemos con qué limpiamos), no puede hacerse
cargo de muchos de los contaminantes del aire. Sin embargo, en un estudio de la NASA se
comprobó que las “plantas del hogar pueden purificar y revitalizar el aire en nuestras casa y
oficinas, protegiéndonos de los efectos negativos de toxinas comunes como amoniaco,
formaldehído y benceno".
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Comprende cómo las plantas nos ayudan. Las plantas actúan como filtros porque ellas
absorben las toxinas a través de sus hojas, especialmente aquellas con las hojas más
grandes. La teoría es que si las plantas se encargan primero de la absorción, nuestra nariz y
nuestros pulmones tendrán menor carga. Eso significa una reducción en la incidencia de
asma, alergias, reacciones al moho y otras partículas, y enfermedades inmunosupresoras.
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Decide donde tienes lugar para colocar plantas. Tiene que ser un lugar que puedas
acceder fácilmente y donde te puedas dar el lujo de chorear un poco de agua sin causar
mayores consecuencias. Escritorios, suelos, marcos de ventanas y estantes especiales para
plantas son todos buenos lugares comúnmente escogidos.
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Piensa qué habitaciones podrían necesitar unas plantas para purificar el aire.
Usualmente los dormitorios son un lugar excelente para las plantas ya que convierte el dióxido
de carbono en oxigeno. Considera las habitaciones que están abarrotadas de equipos
eléctricos, como los estudios y los cuartos para televisión, y áreas que tengan un alto potencial
de presentar vapores, como la cocina y talleres de arte, etc. Todas las oficinas se pueden
beneficiar de tener plantas.
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Selecciona tus plantas conforme sus beneficios. Usa variedades con hojas grandes donde
sea posible. Algunas de las mejores plantas son:
1. Palma de areca
2. Chamaedorea
3. Palma datilera enana
4.
Helecho de Boston.
Helecho de Boston
Dracena de Janet Craig – rompe el benceno, el monóxido de carbón y el tricloroetileno
Hiedra inglesa – rompe el benceno y el tricloroetileno
Helecho espada australiano
Lirio de la paz – rompe el benceno y el tricloroetileno
Planta de goma – buena para filtras una gran variedad de químicos, como el formaldehído, el
benceno y el amoniaco
10. El ficus benjamina
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Considera otras plantas buenas también:
o
Plantas culebra – estas plantas crecen mucho y son muy resistentes.
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Plantas culebra – estas plantas crecen mucho y son muy resistentes. Son excelentes para
remover la mayoría de las toxinas y crecen felizmente donde otras plantas se podrían
marchitar y morir (como en los marcos de las ventanas que estén calientes, por ejemplo).
También son plantas ideales para los baños y lugares oscuros.
Plantas araña – buenas para remover el formaldehído y el monóxido de carbono.
Palma de bambú – otra planta que es excelente para eliminar el formaldehído y el monóxido
de carbono.
Gerbera – elimina el tricloroetileno
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Mantén las plantas en buen estado y asegúrate de tener suficientes. El estudio hecho por
la NASA sugería una planta de 6 pulgadas por cada 100 metros cuadrados de espacio interior.
Y naturalmente, las plantas trabajan mejor si tienen buena salud, así que mantenlas regadas y
fertilizadas.
Consejos

Este articulo enumera solo algunas de las plantas que trabajan bien bajo techo, y solo algunos
de los contaminantes encontrados más frecuente en los interiores. Básicamente, tener plantas
en los espacios interiores es algo bueno para tu salud. Como bono adicional, las plantas
ayudan a reducir el exceso de humedad en el aire.
Advertencias
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Evita tener plantas de interior tóxicas. Estas incluyen las solanáceas, la dedalera, la adelfa, la
planta de sagú, el aligustre, el rododendro, planta de paraguas, la hiedra onda, guisante de
olor, vinca, y la madre de la araña. Estas plantas pueden causar reacciones alérgicas al
contacto con la piel y son venenosas al ingerirse, por lo que no deben estar cerca de bebés,
niños o mascotas.
Evita las plantas que pican, tienen pegatinas y espinas, ya que hacen daño – especialmente si
hay niños.
Cosas que necesitarás
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Las plantas de tu elección
Una buena mezcla para macetas y fertilizantes
Plantadores adecuados, los platillos, etc.
Regadera
Estantes para plantas (opcional)
Tijeras de podar para mantener las plantas sanas cortando las partes muertas
Plantas que purifican el aire
El aire impuro suele asociarse a dolores de cabeza y mareos ya que hay varias sustancias en
el ambiente como la benzina, el formaldehido o el xileno.
El formaldehido, por ejemplo, es el tóxico que más abunda en los ambientes de interior. La
exposición prolongada a este tóxico a baja concentración puede producir cáncer, de ahí la
importancia de tener un ambiente puro. Algunos de estos tóxicos están presentes en muchos
productos de consumo que tenemos habitualmente en casa como pañuelos de papel, bolsas de
basura, revestimentos para suelos o también se utilizan en maderas como el contrachapado o el
aglomerado.
Dentro del mundo de las plantas podemos encontrar algunas que ayudan a que ese ambiente
esté puro sin tener que comprar artefactos caros y a veces complicados de entender. Esto se
consigue porque estas plantas absorben estos compuestos a través de sus hojas. Estas
plantas te ayudarán a purificar el ambiente de espacios interiores.
Algunas plantas que ayudan a purificar el ambiente
Entre las plantas que ayudan en este proceso se encuentran el helecho, la dracaena, la
orquídea, la enredadera, la gerbera o yebera, la cuna de Moisés o espatifilum, la
phylondendron, la palma de bambú, el ficus, el crisantemo, el poto o el rodondendro.
Cada una de ellas absorbe unos tóxicos u otros en mayor o menor cantidad, pero desde luego
todas ayudan a combatir el aire impuro. La reina sin duda de las plantas anteriormente nombradas
es el ficus, que elimina formaldehido en cantidades bastante grandes con respecto a sus
compañeras. Además es una planta que no requiere de muchos cuidados y que resiste muy bien
los cambios de temperatura.
Otra de las que está en los primeros puestos es la drácena, que elimina el formaldehido y xileno.
Dependiendo de la variedad de drácena que tengamos, nos ayudará a eliminar otras sustancias
como el tricloroetileno o el benceno. Consultad en un centro de jardinería especializado.
Bambú
El bambú es una planta que se puede tener en interiores sin
problema. Se puede controlar su tamaño y tiene muchos beneficios. Una pequeña planta de
este tipo de entre 7 y 15 centímetros es suficiente para purificar el aire de una
habitación estándar. Elimina el benceno, el monóxido de carbono, el xileno y el cloroformo
del aire, haciéndolo más puro.
Las plantas en el hogar pueden ayudar a purificar el aire de contaminantes tóxicos
La presencia en el interior de la vivienda de una o varias sustancias
químicas como el benceno, el formaldehído, el tricloroetileno o el
xileno pueden resultar altamente perjudiciales. Las plantas pueden
reducir o eliminar entre un 10 y un 80% de la contaminación interior
por lo que colocándolas en lugares estratégicos de nuestras casas y
lugares de trabajo podemos mejorar la calidad interior del aire.
Algo tan cotidiano como el aire que respiramos habitualmente contiene y
transporta ciertos niveles de sustancias químicas extrañas y, demasiado a menudo,
poco recomendables para nuestra salud. El problema es que somos poco
conscientes de hasta qué punto está afectando a la salud global de la población
actual la calidad del aire que respiramos.
Por nuestros pulmones pasa una media de entre 10 y 20.000 litros de aire al día, lo
que nos da una idea de la importancia que reviste la composición del mismo y,
sobre todo, su calidad. Y es que además de los compuestos propios -como el
oxígeno, el nitrógeno, el hidrógeno o el carbono-, el aire puede contener infinidad
de partículas en suspensión, muchas de las cuales están catalogadas como
sustancias tóxicas y/o perjudiciales a partir de ciertas concentraciones.
A las conocidas fuentes de contaminación atmosférica ambiental -como las
emisiones de gases de combustión del tráfico rodado, las nubes de humo de las
refinerías, centrales térmicas e industrias diversas, e incluso la quema de basurasse une una contaminación interior poco conocida y cada vez más preocupante
debida a la presencia en el hogar de gran cantidad de productos químico-sintéticos
como plásticos, fibras sintéticas, disolventes, productos de limpieza, ambientadores
y aditivos químicos añadidos a los materiales de construcción (PVC), a los muebles
de maderas aglomeradas, a las pinturas, barnices, lacas, etc.
La presencia en el interior de la vivienda de una o varias sustancias químicas como
el benceno, el formaldehído, el tricloroetileno o el xileno pueden resultar altamente
perjudiciales y suelen verse incrementadas sus concentraciones en los edificios
poco o mal ventilados y en los que se climatizan con aire acondicionado.
El tricloroetileno es considerado como un cancerígeno hepático y aunque se emplea
en más del 90% en las tintorerías y empresas de limpieza en seco o en el
desengrasado de metales a la casa nos llega a través de tintes, lacas, barnices,
pegamentos…
El benceno es un irritante de la piel y los ojos pero con exposiciones prolongadas,
además de dolores de cabeza y pérdida de apetito, incrementa las probabilidades de
padecer leucemia.
El formaldehído podemos hallarlo tanto en cosméticos -como conservante de gel de
baño y champú- como en pinturas o fibras sintéticas y, sobre todo, en las maderas
aglomeradas de los muebles actuales. Sus concentraciones se elevan con la
presencia del humo del tabaco y suele irritar los ojos, la nariz y la garganta.
En Inglaterra, el doctor Piking del Hospital de Withensawe (cerca de Manchester)
estudió a gran escala los problemas respiratorios, dolores de cabeza y algunos tipos
de alergias comprobando que en las habitaciones que se ventilaban manualmente
(abriendo las ventanas) el aire contenía mayores concentraciones de polvo,
microbios y pólenes pero las personas que ocupaban tales habitaciones se
encontraban mejor y tenían menos problemas que las que permanecían en
habitaciones ventiladas artificialmente ya que, paradójicamente, aunque contenían
menos microorganismos producían más trastornos respiratorios y alergias. Este
tipo de situaciones entran en lo que habitualmente se ha dado en llamar el
“síndrome del edificio enfermo” que afecta a las viviendas más modernas y
especialmente a las oficinas y locales climatizados con aire acondicionado. De
hecho, debería llamarse “síndrome de los edificios que enferman a sus moradores”
ya que no es el edificio quien está enfermo sino sus ocupantes.
Ante esta problemática casi inevitable en las viviendas actuales se plantea la
necesidad de purificar el aire interior y para ello existen en el mercado sistemas de
filtrado mecánico aunque en la practica se ha demostrado que es muy útil el uso de
las plantas de interior como purificadoras del aire.
En ese sentido, las plantas en el hogar pueden cumplir una función tan loable o
más que la puramente estética y decorativa. Bill C. Wolverton, ex científico de la
Nasa, ha investigado durante los últimos 25 años la capacidad que poseen ciertas
plantas para limpiar las partículas que empobrecen o contaminan el aire del
interior de las casas. Y en sus estudios aparecen plantas tan comunes en muchos
hogares como las cintas, los helechos, la hiedra, la kentia o las drácenas.
Una planta tan vulgar como la hiedra posee una enorme capacidad depuradora
eliminando en 24 horas hasta 7,3 microgramos de tricloroetileno por cm2. De hoja,
unos 9 microgramos de formaldehído y más de 10 microgramos de benceno por
cm2 de hoja.
Las mediciones llevadas a cabo (resumidas en las gráficas) muestran cómo las
plantas pueden reducir o eliminar entre un 10 y un 80% de la contaminación
interior por lo que colocando algunas de esas plantas en lugares estratégicos de
nuestras casas y lugares de trabajo podemos mejorar la calidad interior del aire.
Como no todas las plantas poseen la misma capacidad de eliminación de
contaminantes es conveniente combinarlas para obtener los mejores resultados. La
carencia de luz no reduce su capacidad purificadora e incluso se dan casos en los
que la incrementa.
Queda claro que, paralelamente, habrá que reducir las fuentes de contaminación
atmosférica -tanto externa como interna-, evitar el despilfarro de energía, reducir el
consumo de productos con sustancias o desechos contaminantes y seleccionar
cuidadosamente los materiales y elementos que intervienen en la construcción y
decoración de nuestro hogar.
El ozono a nivel del aire respirado
Los experimentos llevados a cabo en el Servicio de Sanidad Vegetal de la
Generalitat valenciana en el centro de investigación de Silla muestran el efecto
negativo de la contaminación del aire ambiental y de sus implicaciones en el
desarrollo de las plantas de elevadas concentraciones de ozono en el aire ambiental.
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