La percepción ciudadana de la seguridad pública en dos zonas del

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Instituto Nacional de Ciencias Penales
Tesis para optar por el grado de Maestro en Política Criminal
La percepción ciudadana de la seguridad pública en dos zonas del Distrito
Federal: Una experiencia de prevención del delito
(2002-2004)
Presenta: Lic. Gustavo Galicia Araujo
Tutor: Mtro. Martín Gabriel Barrón Cruz
México D.F., agosto del 2010
DEDICATORIA
A mis cuatro amores, Eunice,
Emiliano, Andrés y Regina. Por su
comprensión y
esperanza de
contar con una mejor sociedad.
A mis padres, Felipe y María de la
Paz
por
su
dedicación
y
enseñanzas de vida, por demostrar
que vale la pena confiar en la gente.
A mis hermanas Gladys, Xóchilt y
Nati, a mis sobrinos, Leo y Tamara.
3
A G R AD E C I M I E N T O
Agradezco enormemente el apoyo
Incondicional
del
Dr.
Sergio
Zermeño, su grandeza humana y
su
magnánimo
aporte
al
conocimiento y entendimiento de lo
social.
Al grupo de amigos que me ha
ayudado a la reflexión obligada;
Beto, Memo, Ivette, Ricardo,
Gabriela, Raquel, Juana y Carlos
Rea.
A Martín Barrón, Pedro Peñaloza,
Gerardo Flores, Martín Olvera y
David Ordaz por la lectura y análisis
en el mejoramiento del presente
trabajo
4
Contenido
Presentación
7
Capítulo I. Aspectos Teóricos y Metodológicos
A.
15
Aspectos teóricos
1. Encuestas de Victimización
15
2. Historia de las encuestas de victimización
16
3. La seguridad pública
17
4. Nuevos enfoques en materia policial y de prevención del delito
18
5. Principales instituciones involucradas
22
6. Experiencias en América Latina
23
7. Pasos pequeños, pero seguros en México
24
B.
Aspectos metodológicos
26
1. Objetivos
26
2. Beneficiarios
27
3. Alcances y limitaciones
27
Capítulo II. Resultados de la intervención sociológica
29
1.
El asociativismo no siempre es para empoderar a lo social
29
2.
Retiro vecinal
32
3.
Representantes: entre la espada y la pared
34
4.
La debilidad de la participación ciudadana
36
5.
La Ley de la No Participación ciudadana
38
6.
La construcción de la identidad territorial:
principio de la participación vecinal
40
6.1. Colonia Ajusco, crónica de una realidad
43
Capítulo III. Resultados del diagnóstico
55
A.
Principales características de las zonas de estudio
5
55
1.
Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Tlalpan
55
2.
La zona de Coapa
56
3.
Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Coyoacán
60
3.1 Sus Origenes
60
4.
La urbanización de Coyoacán
61
5.
Coyoacán en la actualidad
63
B.
Resultados de la encuesta de victimización
64
1. Método
64
2. Victimización
64
- Opiniones sobre la evolución de la delincuencia
67
3. Sentimiento de inseguridad
71
- Los principales problemas del país
71
- El grado de seguridad
72
- Medidas de protección
74
4.Políticas gubernamentales
76
- La policía
76
5.Opinión sobre la policía
80
6.Sistema Penal
82
7.Políticas estatales
83
Consideraciones Finales
86
Bibliografía
90
Anexos
94
6
Presentación
El miedo es la materia prima de las
prósperas industrias de la seguridad
privada y del control social. Una demanda
firme sostiene el negocio. La demanda
crece tanto o más que los delitos que la
generan, y los expertos aseguran que así
seguirá siendo. Florece el mercado de las
policías privadas y las cárceles privadas,
mientras todos, quien más, quien menos,
nos vamos volviendo vigilantes del prójimo
y prisionero del miedo.
Eduardo Galeano
Este trabajo que realicé para esta tesis,
fue con el objetivo
de lograr
la
autorreflexión grupal para la acción.
El acento de esta actividad persigue lograr que los agentes sociales -en este caso
los ciudadanos de dos áreas del sur del Distrito Federal, de Tlalpan y Coyoacán,
zona Coapa y la Colonia Ajusco, respectivamente, organizados en comités
vecinales-, puedan encontrar las mejores formas organizativas y los métodos más
adecuados para que sean resueltas las demandas que ellos mismos formularon,
centradas en el mejoramiento de la calidad de vida de sus comunidades.
Estamos hablando, entonces, de un tipo de acciones que buscan fortalecer la
“cultura cívica” 1 de agregados sociales que desarrollan una identidad a través de
1
Se emplea aquí el concepto de cultura cívica siguiendo las propuestas combinadas de autores
como Robert Putnam, Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy, Princeton
University Press, 1993; Gabriel A. Alvmond y Sidney Werba, The Civic Culture, Princeton University
Press, 1963; Michael Waltzer, “Civility and Civic Virtue in Contemporary America”, Radical
Principles, Basic Books, NY, 1980. El primero de ellos nos dice: “ La ciudadanía en una comunidad
cívica está marcada, primero, por la activa participación en los asuntos públicos. ‘El interés en los
asuntos públicos y la devoción a las causas públicas son los signos clave de la virtud cívica’,
agrega,citando a Waltzer. “Semejante referente comunitario se mantiene unido gracias a relaciones
horizontales de reciprocidad y cooperación, no por relaciones verticales de autoridad y
dependencia...” Putnam, p. 88.
7
la práctica de la autorreflexión grupal y por ese medio definen su entorno territorial,
su peso, sus características poblacionales, el tipo y la jerarquía de sus demandas
cívicas, los métodos y los pasos para lograrlas o para hacer que sean cumplidas,
pretendiendo que, a través de todas esas acciones, se pueda pasar de esa
mínima identidad que es el vecindario, hacia una cultural cívica más horizontal y
regionalizada.
La percepción de inseguridad, por parte de los ciudadanos, y el incremento de la
delincuencia en la Ciudad de México en la última década, son temas que se han
colocado en la agenda pública como prioritarios.
Esto me hizo pensar en mi primera hipótesis: La
diferencia estadísticamente
significativa entre las zonas de Coapa, en la delegación Tlalpan, y la colonia
Ajusco, en los Pedregales de Coyoacán, con respecto a la percepción ciudadana
de la inseguridad pública y, como segunda hipótesis, que fuese
posible que
hubiera diferencias respecto de la relación que podría establecerse
entre la
percepción de la inseguridad y el tipo de victimización que se haya experimentado
en el pasado.
A partir de la década de los noventa, la sociedad mexicana conoció los nuevos
rostros de la violencia, los cuales, en algunos de los casos, se consolidaron y se
enraizaron en nuestra sociedad, como por ejemplo, el narcotráfico. Además del
incremento considerable de denuncias por delitos violentos en contra de la
propiedad, delitos sexuales o por violencia intrafamiliar.
Se volvieron más frecuentes las denuncias por abuso policial, por asesinatos por
venganza o ajuste de cuentas. Asimismo, la industria del secuestro se registra
como una gran empresa, destruyendo así familias y patrimonios construidos
durante largo tiempo, aunado al daño moral y psicológico provocado en las
víctimas directas e indirectas.
8
La percepción ciudadana y la inseguridad en México hay que considerarlas como
un problema multifactorial. Y, a partir de este planteamiento, podemos enumerar
por lo menos cinco factores: 1) la severa crisis económica de 1994; 2) la serie de
asesinatos de personajes públicos, a partir de 1993; 3) los escándalos de
corrupción en los altos niveles de la política; 4) la poca efectividad de las acciones
del gobierno para frenar la criminalidad y; 5) el problema del desempleo, entre
otros.
Lo antes dicho coloca a la delincuencia, la violencia y la corrupción como tema
central en la agenda pública, incluso, poniéndolos prácticamente a la par o
superando a problemas como el crecimiento económico y el mejoramiento de los
niveles de vida.
Se puede decir que, con el paso de estos años, nuestra sociedad ha sido cada vez
más exigente y ha tenido una mayor capacidad de organización, la cual percibe
que el gobierno es incapaz de garantizar la seguridad ciudadana y, lo que es aún
peor, que la policía y los organismos de procuración de justicia se constituyen
como una parte integral del problema de la inseguridad.
En la primera etapa de investigación-acción (2001-2002), fue posible entrevistar a
los responsables de los comités vecinales de la zona de Coapa, en la Delegación
Tlalpan, y de la Colonia Ajusco, en la Delegación de Coyoacán, al sur del Distrito
Federal y trabajar semanalmente con un grupo en cada una de las zonas de
estudio con sus representantes.
Hacia el fin de esa primera etapa, esos agentes sociales, y los sociólogos que los
acompañamos, habíamos podido determinar un área territorial abarcando, en el
caso de Coapa, unas 20 unidades territoriales entre colonias, barrios y unidades
habitacionales en las que estaban asentadas unas 50 mil personas.
9
En el caso de la Colonia Ajusco se determinó desarrollar la experiencia en toda la
colonia, la cual alberga a unas 30 mil personas.
En la segunda etapa de esta investigación (2003-2004), se ocupó en el
fortalecimiento y empoderamiento vecinal. En el caso de Coapa se constituyó la
Asociación de Comités Vecinales de la zona de Coapa, representada por 12
comités vecinales de los 20 existentes en el área.
Ajusco se tomó como un solo comité vecinal, 2 el objetivo fue que los
representantes de esas unidades vecinales discutieran, ordenaran y jerarquizaran
sus demandas, de manera que, en un tiempo prudente, los representantes
vecinales, ya en figura de Comités, y las autoridades del gobierno central y de las
delegacionales (Tlalpan y Coyoacán) trabajaran llegando a acuerdos según los
distintos tipos de problemas.
El encuentro entre las autoridades y los representantes vecinales fue fructífero, se
lograron formar las comisiones de trabajo: a) transporte y vialidad; b) licencias y
usos del suelo; c) agua potable y drenaje.
Sin embargo, el tema que predominó ampliamente a lo largo del año fue, con
mucho, el de la seguridad vecinal y la prevención del delito para la zona de Coapa.
En el caso de Ajusco se trabajó en las comisiones de: a) espacios y jóvenes, b)
tenencia de la tierra, y el de mayor importancia social, c) seguridad pública y
prevención del delito.
El periodo que comprende este estudio se enmarca en una perturbación política y
social por la sucesión presidencial, y a nuestro equipo de análisis se le presentaba
una incongruencia enorme que se venía arrastrando desde finales del año 2000,
consistente en que, si bien en los grupos de estudio se lograba mantener con
10
fuerza la organización y el asociativismo, en el panorama general del DF los
resultados apuntaban hacia un escenario de grandes dificultades para lograr el
objetivo de activar la participación ciudadana, vía los comités vecinales.
En ese momento, el candidato a la jefatura del Distrito Federal del Partido de la
Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, se propuso basar toda
su estrategia de gobierno, ni más ni menos, que en esos mismos comités
vecinales que, de acuerdo a nuestra información, se encontraban en una situación
de desamparo y precariedad.
El tema de la participación ciudadana en el DF regresaba así, gracias a un
llamado desde el liderazgo popular, y se volvían a abrir las posibilidades de darle
continuidad a los planes del primer gobierno perredista en torno a esa bandera
que han privilegiado todos los gobiernos del llamado tránsito a la democracia:
…la primera iniciativa de ley que enviaré a la Asamblea será la de
convertir los actuales comités vecinales en gobiernos ciudadanos, en
gobiernos de la gente (los 1352 comités vecinales) tienen facultades
limitadas, sólo se ocupan de gestiones y trámites. Por eso los
transformaremos en gobiernos vecinales. Es decir vamos a crear la cuarta
instancia de gobierno [...] con personalidad jurídica y presupuesto propio
para aplicar programas de desarrollo social, dar mantenimiento a obras y
servicios públicos [...] pintar una escuela, cuidar y mejorar las áreas
verdes. Bajo su mando estará la policía preventiva, con la intención de
integrar a la comunidad y hacerla más eficaz en su función de garantizar
la seguridad pública a los ciudadanos [...] Se trata de no generar
burocracia, que rindan cuentas, que manden obedeciendo y que sea la
asamblea de ciudadanos la máxima autoridad. 3
2
El instituto Electoral del Distrito Federal considero que en la colonia Ajusco trabajaran dos
comités vecinales, ya que contaba con una densidad poblacional de 30 mil habitantes.
3
Discurso de Andrés Manuel López Obrador en la toma de protesta como candidato a Jefe de
Gobierno del Distrito Federal del PRD, 5 de diciembre de 1999, Revista Memoria, No. 131, enero
del 2000.
11
Para lograr tal fin, López Obrador se propuso destinar una parte significativa del
presupuesto de la ciudad (500 mil pesos por año para cada uno de los 1352
comités vecinales en el Programa de prevención del delito).
Para apoyar esta idea se encontró el argumento de que sólo 20 centavos de cada
peso del presupuesto gubernamental bajan hasta el nivel de las necesidades
básicas de la ciudadanía.
Y como advertíamos desde el inicio de esta segunda etapa de investigación, los
responsables de este proyecto no ignoraban que los 1352 comités vecinales
fueron elegidos a mediados de 1999 por menos del 7% de los votantes
potenciales y que, por lo mismo, se trataba de órganos muy débiles, que en un
80% habían ya desaparecido hacia mediados del año 2000 y que los pocos que
aún subsistían se encontraban reducidos y divididos.
Así que, al escuchar que habría dinero, muchos comités se reagruparon con un
gran oportunismo, en la mayoría de los casos, y con grandes fricciones entre sus
miembros, como se podía esperar.
Un eje central de nuestro trabajo lo han constituido las vicisitudes de este
programa de gobierno que tuvo desde su inicio nobles fines que, de una u otra
manera, se propusieron el fortalecimiento de la ciudadanía del DF.
Nos interesó particularmente analizar los mecanismos por medio de los cuales la
administración de López Obrador aplicaba aquel respetable monto presupuestario;
qué agentes y qué metodología fueron empleados, cómo se tomaron las
decisiones para adquirir el equipamiento de seguridad que cada comité vecinal
decidió que era el conveniente para atacar a la delincuencia en su barrio, colonia o
unidad habitacional.
12
Dimos, lógicamente, seguimiento, a profundidad, a nuestros grupos (Asociación de
Comités de Coapa y al Comité Vecinal de la Colonia Ajusco) tratando de discutir
de la manera más informada posible estos temas.
Pero lo que más llama la atención de este trabajo, es la forma en que los
miembros de estos comités vecinales fueron generando un punto de vista
alternativo al propuesto por las autoridades delegacionales, y que tuvieron la
madurez para defender ese punto de vista sin llegar a una confrontación con la
administración y pudieron, entre tanto, cumplir con sus objetivos.
El punto crucial para lo que aquí discutimos fue que, si bien la Asociación de
Comités Vecinales de Coapa se dio cuenta tempranamente de que era muy difícil
alterar los planes y ritmos fijados por el gobierno capitalino, en lo que sí tendrían
alguna posibilidad de influir era proponiendo la separación del 5% de lo otorgado a
cada comité para realizar, en forma paralela, y con mucha más calma, un
diagnóstico de seguridad en su zona correspondiente.
Igualmente fue interesante y relevante
que las autoridades de la delegación
Tlalpan accedieron a esta petición, aunque exigieron ciertas garantías, bastante
comprensibles (como la realización de asambleas por unidad territorial para la
aprobación del recurso).
Este fue un proceso que tomó ocho meses, pero cuyos resultados fueron
alentadores, máxime que la Asociación de Comités Vecinales de Coapa fue capaz
de articularse para la elaboración del diagnóstico de Seguridad Pública con una
ONG norteamericana especializada en asuntos de seguridad ciudadana y lucha
contra la delincuencia, y con amplia experiencia en países como Colombia, el
Salvador, entre otros, (Washington Office on Latin America, WOLA).
En el mes de febrero del 2002 se aplicaron las encuestas de victimización a 200
hogares de la zona de Coapa y 150 más en la Colonia Ajusco, en lo que el equipo
13
de investigación del IIS-UNAM 4 participó integralmente (lo que incluyó la
codificación, el manejo y la interpretación de los resultados). Gracias a las
gestiones de WOLA, la Asociación entró en contacto con José María Rico,
especialista en estos asuntos, radicado en Costa Rica, que se comprometió a
dirigir todos los pasos del diagnóstico.
Para el mes de abril de ese mismo año, la Asociación y el grupo de investigadores
pudimos realizar el “Primer Seminario Vecinal de Coapa”, donde se discutió
ampliamente los resultados de la encuesta realizada con las autoridades
delegacionales y con el la Secretario de Seguridad Pública, así como también, con
los vecinos de la zona y algunos invitados. De este seminario se logró realizar un
plan de acción entre todos los asistentes. Algunos puntos del plan de acción
fueron aplicados a lo largo del 2002 y 2003.
Cebe mencionar, que a partir de los resultados que se fueron obteniendo con la
experiencia del proyecto piloto de la Asociación de Comités Vecinales de Coapa,
se fueron replicando metodológicamente en la Colonia Ajusco tratando de cuidar
su características y capacidades. Los trabajos de dicha colonia se realizaron hasta
finales del año 2006.
4
Dr. Sergio Zermeño coordinador del proyecto; Gustavo Galicia responsable de la intervención
sociológica y de la aplicación de las encuestas e interpretación de ellas; Leticia Sánchez
responsable de las bases de datos y diagnóstico de comercio.
14
Capítulo I. Aspectos Teóricos y Metodológicos
A. Aspectos teóricos
1. Encuestas de Victimización
Las encuestas de victimización son cuestionarios estructurados mediante los
cuales se recolecta información de forma directa de las personas que han sido
víctimas de la delincuencia. Parte de la metodología es aplicar la encuesta en
hogares de un determinado espacio geográfico: país, región, entidad federativa,
municipio, localidad, colonia, departamento, etc., y los periodos de investigación
varían según el objetivo y el tipo de hecho social que se quiere investigar, en este
tipo de instrumentos las aplicaciones van cada tres o seis meses, cada año o
cinco años.
Este tipo de estudios, al enfocarse a regiones geográficas específicas, permiten
identificar los niveles delictivos y su asociación con otro tipo de fenómenos, tales
como niveles de marginación, de pobreza, grupos vulnerables (mujeres y niños).
Ofrecen una valiosa información sobre las características personales y perfil de la
víctima, "modus operandi" del criminal, actitud de la víctima y relaciones de ésta
con el delincuente, alcance del daño, tiempo y lugar de comisión, en fin, todos los
datos que normalmente puede aportar la víctima, además de que se pueden incluir
preguntas sobre la percepción de inseguridad, el miedo al delito y la confianza en
las autoridades.
La información arrojada por una encuesta de este tipo se caracteriza por ser de
primera mano, ya que recoge las experiencias y percepciones de la población
entrevistada, así como de quienes han padecido algún tipo de violencia. Esta
información es un complemento indispensable de las estadísticas aportadas por
las instancias gubernamentales, quienes informan sólo sobre los delitos que se
denuncian.
15
Con las encuestas de victimización se puede obtener información no disponible en
los registros oficiales, sin embargo, aunque con esta herramienta se obtiene un
panorama más amplio de la situación delictiva, ello sólo es válido para algunos
tipos de delitos como el robo, las lesiones y otros.
Por lo que sigue quedando un buen número de ilícitos sin cuantificar debido a que
ciertos delitos no se detectan, por ejemplo, los casos de homicidio ocultados en
los registros de personas desaparecidas que no se conocen hasta mucho tiempo
después, o los casos que sí se detectan, pero que la víctima no llega a definir
como tales. 5
2. Historia de las encuestas de victimización
Las encuestas de victimización, como instrumento de análisis en el apoyo al
aparato judicial en el mundo, inician en los años 60 en los Estado Unidos,
específicamente en 1965, desde entonces, se aplica este tipo de encuesta cada
año en la Unión Americana en su modalidad de hogar por hogar y en la forma de
encuesta telefónica.
Comprobada la gran utilidad de las encuestas de victimización en el análisis
delictivo, se arrancó el proyecto de unificar criterios y estadísticas a escala
mundial organizado por las Naciones Unidas la Encuesta Internacional de
Víctimas (ICVS por sus siglas en inglés). Según las Naciones Unidas, la ICVS
nace como proyecto en 1987, pero es hasta 1989 cuando se concreta y aplica la
primer ICVS en la cual participan quince países: Australia, Bélgica, Canadá,
Inglaterra y Gales, Finlandia, Francia, Japón, Holanda, Irlanda del Norte, Noruega,
Escocia, España, Suiza, Estados Unidos y Alemania Oriental. Y las ciudades de
Surabaya en Indonesia y Varsovia en Polonia.
5
Ruiz Harrell, Rafael. ¿Cómo se cuentan los delitos? Diario Reforma en la sección La Ciudad y el
Crimen, 11 de Enero 1998.
16
3. La seguridad pública
Para el estudio de la inseguridad en México, debe tenerse en cuenta la
complejidad del tema, entre otros aspectos, por que se combinan elementos de la
realidad (la criminalidad, o sea, el conjunto de delitos que se cometen
efectivamente en una sociedad determinada, la legislación penal y el
funcionamiento de los diversos componentes del sistema penal) y de percepción
(la opinión de los ciudadanos sobre la delincuencia y la intervención estatal).
En nuestro país como en el resto de America Latina diversas encuesta de opinión
pública indican de forma unificada que, en los últimos años, la delincuencia
constituye uno de los mayores problemas para la mayoría de la población, apenas
superado por el problema económico (salarios, empleos, costos de vida, etc.).
Dicha realidad constituye en nuestro país: a) elevados índices de victimización, b)
incremento de la criminalidad, en particular los delitos contra la vida y la integridad
física de las personas, c) una mayor participación de jóvenes en dichas
actividades, que además suelen actuar en bandas, d) una relación cada vez más
estrecha entre la delincuencia común y la organizada, e) una “regionalización de la
delincuencia, ya que algunas actividades delictivas pasan fronteras. Las encuestas
como instrumentos de medición de la realidad y del sentir social demuestran y
permiten el análisis del grado de inseguridad que sienten los ciudadanos en su
localidad, ciudad o país.
Ante esta situación, la población responde, en el plano de la acción privada,
mediante la adquisición de armas o perros, la instalación de medidas de seguridad
(rejas, sistemas de alarma), la contratación de guardias o la organización de
vecinos. Y por otro lado, exigiendo a las autoridades correspondientes mayor
severidad en su intervención: fortalecimiento de la acción policial, más rigor en las
17
sentencias judiciales, incremento de las penalidades y hasta en algunos casos la
intervención de las fuerzas armadas en la lucha contra la delincuencia.
4. Nuevos enfoques en materia policial y de prevención del
delito 6
Estas tendencias, preponderantemente represivas y desarticuladas, lejos de
garantizar primeramente un análisis más apegado a la realidad para la búsqueda
de soluciones permanentes de corto, mediano y largo plazo, agravan la situación
con una direccionalidad de los actores sociales enloquecida. No ayuda en nada en
la articulación ciudadana con las autoridades, no crea una plataforma social para
la implementación de proyectos y mucho menos incrementa la confianza social y
sí reduce la percepción ciudadana de la inseguridad.
De ahí la importancia de generar el enfoque
“gobierno y ciudadanía” en la
implementación de una ingeniería social integral para la solución del problema
delictivo, mediante la regionalización y el trabajo de comités técnicos ciudadanos y
profesionalizados.
En materia criminal, las soluciones más trilladas y represivas no han podido
demostrar su eficiencia en la lucha contra la delincuencia. Como ejemplo, las
estadísticas demuestran el incremento de la actividad delictiva y cada vez mas
violenta, el constante desfase entre los objetivos formales del sistema penal y las
necesidades y expectativas de los ciudadanos, la falta de credibilidad de los
cuerpos policíacos y del aparato judicial, los constantes actos de corrupción por
parte de autoridades, la deplorable situación de los centros penales, y la escasa
afectividad de los programas de rehabilitación de los infractores condenados.
Ante esta situación, han aparecido nuevos modelos y enfoques en materia
delictiva, cuya aplicación y evaluación parecen indicar que son más prometedores
18
que otros modelos actuales, tales como son los casos en el sector policial, del
modelo de policía comunitaria o de proximidad y, en materia de prevención, de los
enfoques “situacional” (aplicado en los países anglosajones y escandinavos) y
“sociopreventivo” (en Europa y Canadá).
Estas tendencias implican, además, la participación de la comunidad en los
campos citados, como ocurre en otros espacios sociales.
A continuación presentaremos un cuadro comparativo de algunos modelos
policiales aplicados en América Latina, mostrando sus principales objetivos:
6
Entre los nuevos enfoques en materia policial se encuentran: el policía comunitario; el policía de
barrio; el policía de proximidad y modelos sistemáticos como el de “tolerancia cero”.
19
Modelo 7
Centro
Políticas Orientadas a Problemas
la Resolución de
específicos
Problemas Delictivos persistentes
Objetivo
Eliminar las
causas de los
problemas
Justificación
Método
Realizar
La prevención resulta mas
investigacioneseficaz que la imposición de
acciones prácticas y
la ley
especificas (base)
Paso Inicial
Identificar los
problemas que
requieren atención
Policía Comunitaria
Relación policíapúblico, cambios
organizacionales,
solucionar los
problemas
El apoyo es crucial para la
eficacia del trabajo policial.
Prevención
proactiva del delito Los cambios
y la desobediencia organizacionales son
esenciales, establecer un
al orden social,
método para resolver los
aumenta la
problemas es fundamental
confianza del
para combatir la
público para que
apoye el trabajo de delincuencia y la
desobediencia al orden
la policía.
social
Aumentar la confianza
estableciendo contactos
con residentes y
organizando juntas
comunitarias, efectuar
cambios organizativos
en apoyo de los
esfuerzos adoptados
compromisos para
resolver problemas
Enviar a un oficial
comunitario al
vecindario para
identificar los
problemas que
requieren atención,
señalando los
cambios de
organización
necesarios para
apoyar los esfuerzos
Ventanas Rotas
(cultura cívica)
Vecindarios en
deterioro
Evitar que haya
delitos mas graves Cortar el problema de raíz
en el vecindario
Perseguir cualquier
infracción/mantener el
orden
Identificar un
vecindario en
deterioro
Inteligencia Policial
Proceso mediante el
cual se recopila,
analiza y difunde
información de
inteligencia
Basar las
estrategias y
acciones policiales
en datos de
inteligencia
Las acciones sólo son
eficaces cuando se
sustentan en información
de inteligencia
Promover el ciclo de
recopilación,
evaluación, análisis y
difusión de datos de
inteligencia
Desarrollar técnicas
de recopilación,
procesamiento y
difusión de datos
CompStat
Patrones delictivos
Disminuir las
geográficos
zonas de riesgo
acertados en el corto
delictivo
plazo
Al desminuir las zonas de
riesgo se produce un
descenso en la
delincuencia
Identificación
computarizada de zonas
de riesgo, identificación
de patrullajes y de
imposición de la ley.
Elaborar mapas
delictivos y hacer
recuentros
demográficos
7
Ronald V. Clarke y John E. Eck. 60 pasos para ser un analista delictivo. INACIPE, México 2008.pag.58-59
20
Se entiende por prevención situacional 8 el conjunto de medidas preventivas no
penales encaminadas ha reducir los hechos en tiempo y espacio que propician la
comisión de un delito (por ejemplo, mediante la instalación de cerraduras y
sistemas de alarma en residencias y comercios, una mejor iluminación en las
calles o la vigilancia de barrio, entre otras acciones); el postulado de base de este
enfoque es que el delito resulta, en gran medida, de elecciones influenciadas por
aspectos concretos e inmediatos de las situaciones en que puede encontrarse un
infractor potencial.
El enfoque sociopreventivo (intervenciones no penales sobre delincuentes
potenciales orientadas a atenuar su propensión criminal) está basado en
las
clásicas teorías etiológicas del delito, según las cuales, la acción criminal se
explica por la existencia de diversos factores anteriores a su perpetración (familia,
escuela, empleo, frecuentación de otros delincuentes, pertenencia a bandas
criminales, papel de los medios de comunicación, consumo excesivo de alcohol y
otras drogas, etc.).
Como en algunos de los países citados, en el presente proyecto se combinarán
estos dos tipos de enfoque.
En cuanto al nuevo modelo de policía comunitaria o de proximidad, 9 sus
principales características son: a) un amplia y activa participación de la sociedad
civil y de la comunidad en la identificación y solución de sus principales problemas
(incluyendo el de la criminalidad); b) cambios importantes en la organización
policial, que se traducen sobre todo en el énfasis acordado a la patrulla a pie del
barrio; c) una intervención proactiva más que reactiva; y d) el establecimiento de
mecanismos de asociación y cooperación entre las autoridades políticas, los
servicios públicos y privados, los medios de comunicación y la comunidad en
8
Ver, en Rico, José Ma. y Chinchilla, Laura. Seguridad Ciudadana en America Latina, Siglo XXI,
Buenos Aires, 2002.
9
Dicho modelo surge en estados unidos a finales de los años 70 como consecuencia del escaso
éxito de los métodos tradicionales. A partir de los años 50 en este país se experimentaron cambios
para profesionalizar las fuerzas del orden.
21
general. Este modelo, que está asimismo destinado a crear las condiciones
adecuadas para un mejor y mayor respeto y promoción de los derechos humanos,
está comenzando a ser adoptado en algunos países latinoamericanos, con las
modificaciones que imponen sus propias características.
Las experiencias de este nuevo modelo llevadas a cabo en otros países (Estados
Unidos, Canadá, Unión Europea), 10 igualmente confrontados al problema del
incremento de la criminalidad y del sentimiento de inseguridad, están dando
resultados satisfactorios, pero en el marco de programas caracterizados por los
siguientes rasgos esenciales: a) reconocimiento de la necesidad de una
intervención combinada de todos los organismos involucrados en el tema, tanto
oficiales (policía, fiscalía, procuraduría, sistema judicial), como procedentes de la
sociedad civil (ONGs, pequeños comerciantes, grandes empresarios, asociaciones
comunitarias); b) introducción del nuevo modelo de policía comunitaria (policía de
proximidad, policía de barrio); y c) debido a lo novedoso del enfoque, la necesidad
de iniciar cualquier acción, como experiencia piloto debidamente diseñada y
evaluada, en una ciudad (o incluso en una o varias zonas de la misma), con la
posibilidad de extender posteriormente el programa a otras ciudades y al resto del
país.
5. Principales instituciones involucradas
En el marco general de la problemática de la seguridad pública en nuestro país,
ésta se sitúa en la desarticulación de las diversas instituciones involucradas en el
tema. (cámaras de representantes, ministerios de Justicia, Poder Judicial, sistema
penitenciario, etc.), así como en los organismos de la sociedad civil (cámaras de
comercio, ONGs, academia, etc.).
10
Ver, Blanco S, Javiera., 5 Estrategias exitosas de prevención a la delincuencia, Fundación Paz
Ciudadana.
22
En los programas orientados a la prevención y control de la delincuencia, los
organismos defensores de los derechos humanos desempeñan asimismo un papel
importante en la medida en que sus funciones están orientadas a velar porque las
actuaciones de los organismos oficiales encargados de la lucha contra el delito se
conformen según
la normativa (nacional e internacional) en esta materia
(protección de las garantías fundamentales, debido proceso, abuso de poder,
etc.).
6. Experiencias en América Latina
Prácticamente eran desconocidos algunos modelos policiales o socio-preventivos
en América Latina hasta hace apenas una décadas. La profunda preocupación de
los ciudadanos ante el incremento de la delincuencia, así como en los resultados
de las encuestas de opinión pública, han motivado la introducción de dichos
enfoques y modelos en algunos países del continente. Sin embargo, salvo raras
excepciones, las experiencias llevadas a cabo, o bien no han sido debida y
rigurosamente evaluadas, o bien se han enfrentado con importantes obstáculos. 11
Recientemente, diversos organismos internacionales están incursionando en el
tema, así, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está realizando estudios y
organizando seminarios fundamentalmente orientados al análisis de los aspectos
epidemiológicos y económicos de la violencia; el Banco Mundial enfatiza asimismo
en el problema de la violencia; la Oficina de Washington para América Latina
(WOLA) dirige sus actividades sobre todo al tema de la reforma policial; el
programa latinoamericano del Woodrow Wilson Center for Scholars aborda, sobre
todo mediante seminarios, los temas de la seguridad ciudadana y la reforma
11
Entre las experiencias debidamente evaluadas, merecen mencionarse la llevada a cabo en Costa
Rica (Ministerio de Seguridad Pública, Proyecto piloto de seguridad comunitaria en Hatillo.
Evaluación de resultados del primer año de operación, San José, Costa Rica, 1997) y la auspiciada
por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (José Ma. Rico, La seguridad ciudadana en
Centroamérica: aspectos teóricos y metodológicos, diagnósticos sobre la situación, e informe final
de evaluación, San José, IIDH, 1999-2000).
23
policial; y el PNUD ha abordado en seminarios el problema de la seguridad y
últimamente algunas universidades latinoamericanas con seminarios o diplomados
por internet.
7. Pasos pequeños, pero seguros en México
René Alejandro Ornelas nos comenta que la primera encuesta de victimización de
la que se tenga registro en nuestro país fue aplicada por
Luis Rodríguez
Manzanera en la ciudad de Jalapa, Veracruz.
En 1993 fue elaborado el instrumento EID93 por el INEGI en coordinación con la
PGR
para determinar la incidencia delictiva de ese año en seis zonas
metropolitanas del país: Ciudad de México, Monterrey, Oaxaca, Cuernavaca,
Veracruz, Ciudad Juárez. Cuatro años después, la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM) realizó una encuesta sobre victimización. En este mismo año
surgió el Proyecto de Investigaciones Interinstitucional sobre Violencia Social en
México (PIIVIOS) de la
UNAM, con el propósito de generar información que
complementara los datos oficiales.
En octubre de 2000 se levantó la Encuesta de Victimización y Percepción de la
Seguridad Pública en el Distrito Federal, donde se realizaron 2000 cuestionarios
en viviendas, mediante un muestreo polietápico. Dicha encuesta se llevó a cabo
con el apoyo del Comité Nacional de Consulta y Participación de la Comunidad
(CONSEGU) y la empresa Grupo de Asesores Unidos, S.C., (GAUSSC).
Un año después, en octubre de 2001 se llevó a cabo el segundo levantamiento de
la Encuesta de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública en el Estado
de Morelos con un total de 1,189 cuestionarios en viviendas con un muestreo
polietápico. Esta se desarrolló conjuntamente con el Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), la empresa Grupo de Asesores Unidos,
S.C. (GAUSSC) y México Unido Contra la Delincuencia. En este mismo año se
24
constituyó el Instituto Ciudadano de Estudios sobre Inseguridad (ICESI),
asociación Civil que tiene como objetivo principal realizar y desarrollar
investigaciones de carácter social, relacionadas con la seguridad pública, así
como establecer indicadores e índices sobre conductas delictivas que afectan a la
sociedad mexicana. Su primera activad fue el diseño y la coordinación de la
Primera Encuesta Nacional sobre Inseguridad Pública (ENSI-1), realizada
conforme a estándares internacionales y métodos estadísticos sugeridos por la
Organización de las Naciones Unidas. La encuesta se levantó del 2 al 24 de
marzo del 2002, el período de referencia fue todo el año 2001.
Cabe destacar, que el ICESI desde el 2002 hasta el presente año, sigue aplicando
la encuesta nacional año tras año, con la intención de comprender de mejor
manera el fenómeno delictivo en nuestro país. Asimismo, existen algunos otros
intentos por el desarrollo de esta metodología entre los que se puede mencionar a
los sondeos trimestrales del periódico Reforma desde hace más de cinco años, las
encuestas realizadas en años recientes por las empresas Covarrubias y
Asociados, entre otras iniciativas.
25
B. Aspectos metodológicos
1. Objetivos
El objetivo general del proyecto es iniciar, mediante la utilización del enfoque
“solución de problemas” y como experiencia piloto, acciones encaminadas a
aportar soluciones sostenibles al problema de la delincuencia y de la inseguridad
en las comunidades seleccionadas de la delegación Tlalpan y de la Colonia Ajusco
en Coyoacán, en el sur del Distrito Federal, con la participación conjunta y
coordinada de los organismos oficiales involucrados en el tema y de la sociedad
civil.
Sus objetivos específicos son:
9 Identificar los principales problemas de la comunidad, en particular los
relacionados con la criminalidad y el sentimiento de inseguridad, así como
posibles soluciones sostenibles frente a los mismos;
9 disminuir las formas más graves de delincuencia y el sentimiento de
inseguridad, frente a ellas, de los ciudadanos;
9 mejorar la imagen de la policía;
9 favorecer y promover la participación activa de la sociedad civil en la solución
del problema de la delincuencia y de la inseguridad pública;
9 contribuir a la coordinación interinstitucional en materia de seguridad pública; y
9 sentar las bases para el establecimiento de políticas públicas en esta materia.
26
2. Beneficiarios
Los principales beneficiarios del proyecto piloto son sobre todas las colonias,
barrios y unidades habitacionales seleccionadas, en la medida en que, por una
parte, a tenor de las políticas del gobierno del Distrito Federal consistentes en
convertir los actuales comités vecinales en gobiernos ciudadanos, se estará
contribuyendo a esta finalidad en un importante sector de la vida social
organizada; y, por otra parte, al ejecutarse el proyecto en estricta observancia de
las normas que caracterizan a un estado de Derecho, se estarán fortaleciendo los
recientes procesos de democratización del país.
Asimismo
resultarán
beneficiadas
las
instituciones
gubernamentales
directamente implicadas en los problemas de delincuencia e inseguridad pública
(en particular la policía).
3. Alcances y limitaciones
El proyecto, concebido en función de un enfoque integral de solución de
problemas en forma sostenible, constituye una primera aproximación a la
problemática de la inseguridad pública en la ciudad del país y a la participación en
su resolución de la sociedad civil. Por esta razón, así como por el carácter
complejo del tema, se ha considerado necesario adoptar la forma de experiencia
piloto.
Por constituir una primera experiencia en el plano nacional, el proyecto puede
servir de modelo para acciones similares en otras regiones del país. Existen, sin
embargo, diversas limitaciones que el proyecto deberá superar, entre ellas las
siguientes:
9 El enfoque novedoso e integral sugerido, que supone, por una parte, la
intervención conjunta de todos los organismos oficiales involucrados en la
27
prevención y represión de la criminalidad, los cuales han actuado
tradicionalmente en forma aislada, y, por otra parte, la participación de la
sociedad civil con dichas finalidades;
9 la ausencia en el país de una política integral de prevención del delito;
9 mecanismos deficientes e incompletos para la compilación y tratamiento de la
información y para la planificación en la materia, indispensables para la toma
racional de decisiones; y
9 el modelo propuesto no pretende modificar sustancialmente a corto plazo las
tasas de criminalidad, aunque puede lograrlo en lo que respecta al sentimiento
de inseguridad y a la confianza en la policía y el sistema penal; sin embargo,
su aporte puede ser considerable a largo plazo para hacer disminuir la
delincuencia y mejorar la calidad de vida de la población.
28
Capítulo II. Resultados de la Intervención Sociológica.
1. El asociativismo no siempre es para empoderar 12 lo social
En este marco, el equipo de investigación que había venido desempeñándose en
el análisis y la organización de los Consejos Zonales, integrante del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, tomó la iniciativa de llevar a cabo un estudio
a profundidad en torno a la participación de los comités vecinales y de la
seguridad pública en la delegación de Tlalpan, en el sur de la Ciudad de México.
Para ello contamos con la anuencia de las autoridades delegacionales (con las
que se firmó un convenio de cooperación), y la Fundación Ford de México e
INDESOL que generosamente aceptaron apoyarnos para llevar adelante el trabajo
sobre el terreno consistente en entrevistas a profundidad, trabajo con grupos y
comités, así como sesiones de auto-análisis e interpretación.
En la primera etapa privilegiamos el uso de la entrevista no estructurada para el
trabajo de campo. Durante las sesiones de las entrevistas abiertas buscamos
generar una atmósfera que facilitara cierto tipo de respuesta de parte de los
entrevistados. De éstos, pretendimos conseguir un discurso que expresa su
compromiso con “formas de vida”, es decir, con valores o principios que de algún
modo organizan su experiencia y que le dan sentido a las acciones que
emprenden en torno a la participación ciudadana, y que emprenden los miembros
que componen los comités vecinales. Paralelamente, organizamos un grupo de
12
Sergio Zermeño nos indica que cualquier tipo de asociativismo o de capital social (fortalece) a lo
social; como veíamos, las ONG e identidad de redes civiles (o como hoy se la llama,
“organizaciones de la sociedad civil”) pueden tener una función muy importante en el
fortalecimiento social regional, pero no pocas de ellas se convierten en grupos con interés
particulares, hablan en nombre de otros y se colocan en las altas esferas acumulando poder,
prestigio y dinero. Se convierte desde ese momento, y desde lo alto, en aspiradoras de cualquier
empoderamiento.
Alonso Sierra, considera que el término “empowerment” tiene sus orígenes en el movimiento
popular negro, en Estados Unidos, durante los años sesenta. “Formaba parte de sus
reivindicaciones para otorgarse un poder que le era negado cuando hacia un llamamiento a la
organización o a la definición de sus metas y objetivos para luchar contra la opresión y la
discriminación. Se trata de autogenerar poder, para modificar su condición de oprimidos.”
29
discusión entre miembros de comités vecinales con la asesoría del equipo de
investigación, siguiendo el modelo de la “intervención sociológica” 13 propuesto por
Alain Touraine.
Dos personas del equipo del IIS-UNAM coordinaron cada una de las sesiones de
tres horas semanales (todo aquello relacionado con la agenda de temas a
discutir).
La
intervención
sociológica
fue
para
nosotros
una
fuente
extremadamente rica de información que nos proveyó un nuevo ángulo para
comprender nuestro tema de investigación. Así, el estudio de los comités
vecinales nos introdujo en el tema de la construcción de la ciudadanía y a las
dificultades para articular espacios y mediaciones a partir de los cuales poder
incidir en la redistribución de los recursos de que dispone una sociedad para la
construcción de su futuro.
En ese sentido, esta segunda parte de nuestra investigación tiene que ver con el
esfuerzo que los propios integrantes de los comités vecinales hacen para
distanciarse del modelo típico de liderazgo caciquil y de control corporativo de los
partidos y sus camarillas políticas y para poner una frontera también con respecto
a las autoridades que les permita no subsumirse en la lógica y en los intereses de
éstas. En tales circunstancias, ¿cómo enfrentar con expectativas de éxito la
creación de espacios de concurrencia donde los actores puedan constituirse como
agentes transformadores de las relaciones sociales?
Es casi un lugar común, pero no por ello falso, que las transformaciones y el
crecimiento acelerado de la Ciudad de México (y de cualquier conglomerado
urbano, sobre todo de estas dimensiones), han resultado poderosos disolventes
para la convivencia vecinal y, por añadidura, para cualquier tipo de participación
ciudadana: satisfechos los servicios básicos, los vecinos dejan de participar y a lo
mucho comentan disgustados los aumentos de las tarifas. De la esfera de la vida
13
Revisar la intervención sociológica en, Toutaine Alain, El regreso del autor. Buenos Aires,
EUDEBA,1987, 216p.
30
cotidiana se excluye el trabajo colectivo para hacer frente a las carencias
relacionadas con esos servicios básicos, que son considerados como eso, la base
mínima sobre la cual se desarrollan otras actividades que se consideran mucho
más importantes: trabajar y tener lo necesario para vivir (y pagar la cuota de
mantenimiento), estudiar para poder tener un mejor ingreso, cuidar a los hijos,
divertirse y un conjunto de acciones más.
En la vida de todos los días, es decir, en la realidad suprema, como la definieron
Berger y Luckman (1967), ya no aparece en el horizonte personal o familiar el
trabajo comunitario, no tiene un sentido que se engarce con el mundo simbólico de
la vida cotidiana.
Las entrevistas y las rondas de discusión colectiva que organizamos, lo que
nos demostraron, es que las personas, por más fragmentadas que se
encuentren en su espacio cotidiano, vuelven a recurrir a la colectividad cuando
un peligro supremo las acecha. Al sentirse vulnerables, al sentir que su entorno
es inseguro, la idea de asociarse con los más cercanos regresa con ansia. Nos
narra la señora Cristina:
…hubo un robo de auto partes a 11 carros en una sola noche (en mi
condominio). Esto motivó a que la gente participara de forma muy
especial en la asamblea vecinal... como que todo pasa así de repente,
como que hay necesidad ahorita, y ahorita me integro. 14
En México, a partir del final de los ochenta, pero con una fuerza inusitada a partir
del 95, las tendencias delincuenciales y las maneras innecesariamente crueles
con que comenzó a ejercerse esa delincuencia, hicieron regresar al primer plano
de la opinión pública y de la preocupación ciudadana el tema de la unión vecinal
como medio de autodefensa comunitaria, de hecho, como veíamos, con esa idea
14
Comentario de la señora Cristina Montero en la sesión del 17 de mayo del 2001 en las
instalaciones de la Rectoría de la UAM.
31
de reagrupación ganó las elecciones Cuauhtémoc Cárdenas y volvió a ganarlas el
PRD con Andrés Manuel López Obrador.
En lo que sigue, veremos que no todas las formas de asociativismo se empodera
en el plano social. Es cierto que el crecimiento de la delincuencia coloca de nuevo
al frente el tema del asociativismo, pero en la mayoría de los casos estudiados, los
impulsos vecinales para organizar la defensa han ido en contra de la
horizontalidad de los comités vecinales o de las formas de organización vecinal
(representantes de manzana, zonales, asociación de colonos, etc.). En efecto, en
las entrevistas y en las discusiones colectivas quedó de manifiesto que hay una
serie de fenómenos que enrarecen este objetivo:
2. Retiro vecinal
Mucha de la legitimidad de los representantes vecinales, principalmente en las
zonas de clase media, depende de su capacidad para privatizar la vía pública,
para cerrar las calles con casetas de vigilancia. Sin embargo, los vecinos declaran
que una vez conseguido esto, en lugar de que en el interior de esa área se
consoliden formas solidarias y se desarrolle una interacción que pueble
nuevamente el espacio público, lo que se desarrolla es un doble encierro, “la
barda, las rejas, la puerta y la vigilancia privada de la colonia me permiten una
privacidad más estricta dentro mi casa: en el interior de esa doble muralla
desarrollo el acto privado de ver la televisión”.
Y es que, en el fondo, la reacción de quien ha sido objeto de un delito, sobre todo
violento, o de quien ha estado muy cerca de él o, incluso, lo ha visto de manera
cruda por la televisión, no es hacia la solidaridad o el acompañamiento con los
otros habitantes del barrio, la colonia o la unidad habitacional de algún colectivo,
sino hacia el encierro, hacia el retraimiento producto de la incertidumbre. Tal y
como lo expresó una de las personas que fueron entrevistadas: “Cuando entraron
a mi casa y se llevaron distintos objetos... también se robaron nuestra
32
tranquilidad” 15 . Pero ahí no termina todo, al pagar por el bloqueo de las calles y
por todo lo que eso implica (vigilantes, enrejados, casetas), esos vecinos sienten
que, a cambio, deben recibir un servicio eficiente y en ese acto mismo convierten
a los encargados de promover la participación ciudadana en una especie de
empleados con el razonamiento perverso de que si se interesaron por
desempeñar esas tareas debe ser porque algún provecho están obteniendo
(influencia política con las autoridades o con los partidos, beneficios por el manejo
de fondos, autoridad con los empleados contratados, etc.), y por otro lado, siguen
con el patrón cultural del paternalismo, “yo pago para que tú representante
busques los mecanismos para mi protección”, esas dos condiciones terminan por
dar al traste con la confianza en que descansa cualquier asociativismo.
A pesar de todo, sin embargo, se ha establecido un filtro para evitar que los de la
periferia, los otros, potencialmente los ejecutantes de los actos delictivos o los que
generan la intranquilidad, ingresen a la colonia, al barrio, al fraccionamiento a
cometer sus fechorías. Regulando el ingreso se supone que las personas que
entran a la colectividad pertenecen a ella, son personas que
no representan
ningún riesgo. Lo relevante de esta situación es que la gente -por lo menos
nuestros entrevistados-, reconoce que aún con las rejas se cometen delitos dentro
de la colonia.
Así pues, con el cierre de las vialidades los vecinos terminan más aislados detrás
de los candados, las rejas electrificadas o los zaguanes reforzados. Construyen un
refugio que de alguna manera, hay que aceptarlo (sobre todo psicológica), les da
una mejor seguridad, pero desata en sus valores una falta de sociabilidad.
15
Entrevista con la señora Silvia Aldave miembro del comité vecinal de Chimalli en la zona de
Coapa.
33
3. Representantes: entre la espada y la pared
No nada más en los espacios de clases medias en los que se paga una cuota para
obtener un servicio los vecinos tienden a despreciar a sus representantes
vecinales; en infinidad de otros medios, la queja de estos ha sido que los vecinos
no están interesados en participar en los asuntos comunes. En lugar de eso,
optaron por amplificar la función de gestión de los comisionados demandándoles
buscar una solución eficaz para los problemas relacionados con los servicios
públicos.
Una mala educación cívica ha empujado a que se confundan en muchos casos
los espacios de participación vecinales con las tradicionales mesas de
residentes o asociaciones civiles que reciben una cuota para el desempeño de
sus actividades: “alguna forma de cuota deben estar recibiendo los comités del
gobierno”, han asegurado algunos residentes; a lo que los miembros de los
comités atajan: “siento que acostumbrados a pagar una cuota por servicios y
por jardinería, como miembro del comité me dicen: ‘por qué no voy a poder tirar
aquí el cascajo o la basura, y por qué no voy a pasear el perro sin correa, si por
eso estoy pagando a la asociación’”, 16 o sea, hay poco espíritu de colaboración.
El resultado no está siendo que los vecinos se agrupen y enfrenten los
problemas de la comunidad, sino el de trasladarle toda la responsabilidad de los
problemas a los comités, de manera que la función de éstos se reduce
drásticamente a la canalización de las quejas y se vuelven receptáculos de la
amargura y la irritación. Es decir, los vecinos se dedican a reportar deficiencias
y problemas que hay en la colonia con el objetivo de que los comités inicien el
trámite administrativo ante las autoridades correspondientes. Hecho el reporte,
los vecinos regresan a casa y a sus actividades cotidianas esperando la
solución expedita del problema. Si no se resuelve el problema (y de hecho los
problemas vecinales se resuelven muy lentamente), los representantes pierden
16
Entrevista con la Sra. Martha Arredondo coordinadora del comité vecinal de Vergel y Coapa.
34
toda credibilidad. Por ello llega un momento en que los dirigentes vecinales
buscan salidas desesperadas. En la mayoría de los casos, sin embargo, los
resultados han sido contraproducentes. Lejos de incentivar la participación
ciudadana se ha adoptado por la división en la organización vecinal. La
mediación de los espacios de participación vecinales entre los habitantes de
una colonia o barrio se ha reducido a la de una agencia que recibe las quejas
de los vecinos.
Así se lo hizo saber el coordinador de un comité a un diputado que visitaba la
asociación:
Sinceramente ustedes como diputados, nunca tienen la queja de la gente,
las quejas son directamente de los ciudadanos que hacen a los Comités
Vecinales. Nosotros somos los interceptores para ustedes hasta en la
delegación, entonces, toda la gente a nosotros nos reclaman, que no
han visto esto y lo otro, y que esto no nos los arreglan y todas las
broncas son para nosotros y ustedes allá están, pero nosotros somos los
que recibimos la bronca. 17
La conclusión es que hay un vacío de participación en los espacios de
participación
ciudadana
como
respuesta
a
las
convocatorias
de
los
representantes: la gente se niega a participar, los comités se debilitan y eso se
hace evidente ante las autoridades que, en consecuencia, se desentienden más
cómodamente de las demandas planteadas por esos entes debilitados y en ese
círculo, el prestigio de los comités sigue cayendo. En el extremo, todo aquello que
tiene que ver con la inversión de recursos materiales, de tiempo y dinero corre por
cuenta exclusiva de los miembros del comité vecinal.
Ante semejante escenario, una irritación ha invadido a muchos comités vecinales
en la medida en que no han podido construir un espacio público en el que los
vecinos participen, discutan, tomen decisiones colectivas y vigilen las acciones
17
Opinión del señor Odilón Romero del comité vecinal de San Lorenzo Huipulco en la reunión de la
asociación vecinal de Coapa el 21 de junio del 2001.
35
que ponen en marcha las distintas instancias de gobierno. Las válvulas de escape
han sido la deserción por parte de los miembros de los comités vecinales y la
apatía e indolencia de los vecinos. En ocasiones, como lo veremos con detalle
más adelante, este malestar no es tan manifiesto y eso ha dependido de los
recursos extra, hablando en términos de capital social, con que cuenten los
comités vecinales (en el barrio de Niño Jesús, Tlalpan, el comité explota a su
favor el hecho de que hay una red vecinal primaria vigente. Los habitantes del
barrio se conocen entre sí y se interesan por lo que sus vecinos pertenecientes al
comité vecinal hacen o proponen).
4. La debilidad de la participación ciudadana
Aquellos comités que no se han disuelto o que no son puro membrete y han
concentrado sus acciones gestionando servicios y recursos, deben enfrentar otra
situación no menos adversa: los comités vecinales conviven con otras
organizaciones que realizan funciones de gestoría como las mesas de residentes
o de colonos y las agrupaciones populares. Los comités tienen entonces dos
opciones: o coordinan sus actividades y trabajan en cierta armonía con la mesa de
colonos y las organizaciones populares, o mantienen un conflicto que perjudica el
trabajo de todos. Se comprenderá que en ocasiones los miembros de los comités
vecinales al sentirse debilitados por los factores ya enunciados, prefieran unir
fuerzas con esas organizaciones y con sus liderazgos que, por lo regular, se
encuentran claramente personalizados. Particularmente en las colonias de
menores recursos podemos encontrar un líder con partido o sin partido, que por lo
regular es mucho más fuerte que un comité vecinal o que la suma de varios de
ellos.
Bueno (confiesa una coordinadora vecinal de una zona paupérrima del
Ajusco Medio ante el delegado de Tlalpan que había sido invitado a la
sesión de intervención sociológica) yo como comité vecinal sí acuerdo con
36
las autoridades, pero si no me atienden y no me hacen caso, se me
dificulta todo... tengo que encontrar el camino para que me atiendan... y
entonces ustedes mismos avientan a uno a ser lo que uno no debe ser; o
sea, si yo me uní a un grupo (una lidereza poderosa del Ajusco Medio), fue
por la falta de atención de ustedes. Entonces, ¿quién es culpable ahí? Yo
pienso que las autoridades porque si no están atendiendo mis peticiones y
mis problemas de mi comunidad, bueno yo busco la manera de cómo se
me atienda. Yo veo que un grupo X presiona y ahí se le hace caso, bueno
pues yo voy a ver si me uno a ese grupo y presiono y se me hace caso...
se desespera uno, lo único que uno quiere es ver soluciones... no tengo
tantas demandas así como, ¡qué bruto!, pero pues a mí me gustaría que
por lo menos en esos tres años se resuelva una cosa aquí y una cosa
allá. 18
En resumen, la falta de fuerza de algunos representantes vecinales los empuja a
aliarse a las formas verticales y caciquiles de la política que justamente trataban
de ser contrarrestadas con las nuevas formas de participación ciudadana. El
número de participantes o miembros de los comités se ha reducido sensiblemente
recayendo o concentrándose toda la responsabilidad de la gestión de servicios en
unas cuantas personas, lo cual deriva en un estilo de trabajo casi personalista,
una gestoría personalizada que conduce rápidamente al intercambio clientelar
aquí evidenciado.
Así, se ha venido poco a poco abajo la idea original de los miembros de los
comités que calculaban que un buen número de sus peticiones iba ser resuelta
satisfactoriamente y que su tarea sería la de llevar puntualmente todas las
demandas que aparecen en la colonia o en el barrio. Los comités legitimarían su
existencia recaudando quejas y peticiones vecinales. Se supone que este proceso
18
Sesión en donde había sido invitado el delegado de Tlalpan Luis Gómez Sánchez, Casa Chata,
21- set.-2000.
37
de legitimación cerraría en círculo perfecto cuando las autoridades cumplieran con
su parte.
5. La Ley de la No Participación ciudadana
Esta pérdida de solidaridad y de cooperación entre vecinos que ha mantenido
vacío el espacio de la participación horizontal, la vida pública y el intercambio
entre iguales, no sólo se explica por una herencia de clases medias
acostumbradas a disponer de una servidumbre barata y sumisa, sino también
responde a los imperativos de nuestra cultura estatal: cuando los legisladores
redactan la Ley de Participación Ciudadana para el Distrito Federal imaginan en
realidad una serie de escaleras que liguen el universo social con las
constelaciones de la administración, y definen a los comités vecinales
esencialmente como los interlocutores entre el gobierno delegacional y la
ciudadanía mediante la gestión administrativa para buscar soluciones a los
problemas vecinales; de manera complementaria, los responsabiliza para animar
la participación de los vecinos, pero de nuevo aquí, esa participación es entendida
como una serie de actos para organizar las peticiones hacia el gobierno. Su
función queda verticalizada desde el inicio y se mantiene la imagen del gobierno
como el gran responsable de resolver los problemas (no hay en la Ley ningún
mecanismo mediante el cual los comités pudieran apoyarse para iniciar la
construcción de la participación ciudadana; no hay tampoco ninguna normatividad
reglamentaria al respecto). Después de detallar todas las formas de enlace de la
sociedad con la esfera de la política (plebiscito, referéndum, iniciativa popular,
consulta y colaboración vecinal, unidades de quejas y denuncias, audiencia
pública, recorridos del delegado...), los redactores establecen que esta Ley de
Participación:
38
abre para los vecinos la posibilidad de colaborar con las autoridades en
la realización de obras y la prestación de servicios... Concede a los
habitantes el derecho a presentar quejas y denuncias relativas a las
deficiencias en la prestación de servicios y la irresponsabilidad o
negligencia de los servidores públicos, creando los mecanismos de
recepción de ellas y la forma de atenderlas. 19
Junto a esto, a la entrada del gobierno cardenista se pensó que los problemas
ahora sí serían atendidos, que bastaría con plantearlos de manera adecuada para
que, una vez desaparecidas corruptelas e intereses mezquinos, la solución a las
demandas se agilizara:
los vecinos a un principio participaron con nosotros, con el gobierno
perredista y con muchas ganas porque bueno, todo mundo decíamos:
“va a haber un cambio, ya no va a ser lo mismo, ahora sí nos van a
hacer caso, ahora sí vamos a lograr lo que con los gobiernos priístas
nunca logramos...” y pues, a la fecha resulta que toda aquella ilusión,
toda aquella participación de todos los vecinos... bueno pues ahorita
está totalmente mal, a duras penas. 20
El espacio horizontal de confianza y cooperación no sólo se quebranta desde atrás
(desde la herencia, debido a la cultura servilizante de las clases medias), sino
también por una influencia desde arriba (por una legislación que hace de los
ciudadanos gestores gravitando en el entorno de las oficinas delegacionales), y se
quebranta en fin, por un impulso hacia arriba (esperando, ahora sí, del nuevo
gobierno, la solución). En esta dinámica los comités son debilitados desde abajo,
en la medida en que la gestión (la mirada hacia la administración), los lleva a
19
Comentario del Dr. Emilio Pradilla Cobos, en las discusiones sobre la nueva Ley de Participación
en la Asamblea Legislativa del DF, septiembre,1998.
39
descuidar la activación de sus bases vecinales y éstas arremeten contra los
miembros de los comités acusándolos de ausentismo, de perderse en los espacios
de la influencia burocrática “nos acusan hasta de quedarnos con el dinero que se
anunció para lo de la seguridad”. Alguien de la asociación de comités lo expresó
con gran claridad:
en la situación actual, los comités vecinales han hecho parte del trabajo
que le corresponde a la delegación. Pero nuestra opinión, nuestros
proyectos no han sido tomados en cuenta. Parecemos un apéndice de
la delegación. 21
6. La construcción de la identidad territorial: principio de la participación
vecinal
En este escenario lleno de grises, de malos entendidos, de interpretaciones
académicas y políticas sin sustento, lo único claro es que en las actuales
condiciones la participación ciudadana es algo tan difuso como la idea de
sociedad civil que parece ser su correlato y que está tan de moda en la prensa, la
política y la academia ante esta crisis de las intermediaciones entre sociedad y
política. Durante nuestras sesiones de autoanálisis con los comités vecinales de
Tlalpan. Conforme las debilidades reseñadas anteriormente fueron quedando
evidenciadas, y alguna desesperación e impotencia se apoderaron del grupo. Los
representantes del Barrio del Niño Jesús, el comité con más consistencia debido a
sus fuertes raíces tradicionales como apuntábamos, decidió no asistir más a las
reuniones de los jueves y formar, por su parte un frente de comités de la zona
centro de la delegación para compartir su problemática y presentar sus demandas
de manera más contundente y organizada.
20
Comentario de la Sra. Cristina Montero en sesión de la asociación de comités vecinales en las
instalaciones de la Rectoría de UAM.
21
Idem.
40
Durante dos sesiones el resto del grupo esperó el regreso de los compañeros de
Niño Jesús. Lo único que llegó fueron noticias de que el experimento estaba
marchando aceptablemente y que no tendrían mucho tiempo para seguir en la
reflexión. El asunto estaba lleno de lógica: fuera de ese comité y de uno que venía
desde las zonas más populares de la subida al Ajusco, el resto de los participantes
en la intervención sociológica pertenecía a la zona de Coapa, un área urbana de
asentamiento
relativamente
reciente
(últimos
treinta
años),
conformado
predominantemente por espacios unifamiliares en acelerada batalla por cerrar sus
calles y unidades habitacionales, así como condominios horizontales y verticales
de ingresos medios y medios-altos. Ante la crisis del grupo, producto del proceso
analítico y de la deserción de una parte de sus integrantes, los representantes de
los comités vecinales de Coapa y los sociólogos que acompañábamos el ejercicio
decidimos inaugurar una nueva etapa de trabajo, al iniciar el año 2001,
fortaleciendo el frente de asociativismo de comités vecinales de la zona.
En ese momento el grupo tomó la decisión de mudarse del centro de la
Delegación de Tlalpan al centro de la zona más acotada de Coapa (en términos
demográficos y territoriales todo tomaba una dimensión mucho más manejable: los
miembros del grupo de autoanálisis no venían de puntos distantes de una
delegación con 650 mil habitantes, sino de un radio territorial de no más de un
kilómetro).
Se tomó otra decisión que ayudó mucho para que los asistentes se sintieran en un
espacio sumamente neutro: le fue solicitado a las autoridades de la Rectoría de la
Universidad Autónoma Metropolitana sus instalaciones para llevar a efecto las
reuniones, los jueves en la tarde, de la Asociación de Comités, a lo que el rector y
su coordinador de asesores accedieron con una gran generosidad, no sólo
facilitándonos un local sumamente confortable, sino teniendo preparadas en cada
sesión refrescos y galletas. Todo esto tuvo lugar al inicio del año 2001, y antes de
que concluyera el mes de febrero los propios comités, sobre un mapa de aquella
zona ya habían delimitado lo que ellos consideraron que era un área que
41
correspondía a sus posibilidades de trabajo y que consideraron que lo que ahí
tenía lugar les concernía.
Los límites de aquella área fueron fijados por cuatro grandes ejes viales: la
Calzada del Hueso al Norte, la avenida Canal de Miramontes al oriente, el Anillo
Periférico al sur y el Viaducto Tlalpan al poniente. Una vez delimitado el territorio,
la primera tarea fue extender una invitación a los integrantes de todos los comités
ahí comprendidos, lo que resultó sumamente exitoso desde el momento en que se
les explicó el carácter circunscrito y delimitado de los integrantes de la
Asociación. 22
Al hacer el recuento resultó que la población que vivía en ese perímetro era de
aproximadamente 50 mil habitantes, lo que a todo mundo le pareció un
conglomerado conveniente. En total 12 comités vecinales (de un total de 20 que
existen en ese perímetro), firmaron para dar nacimiento al trabajo asociado; a las
reuniones comenzó a asistir un grupo de aproximadamente 20 personas (el doble
en promedio de la asistencia hasta antes de la redefinición circunscrita a una
territorio continuo y unificado). Desde muy temprano se tomó la decisión de que no
habría presidente, ni secretario, ni coordinador por encima del resto de los
miembros de los comités vecinales que asistían y que las posiciones partidistas y
de elección ideológica o religiosa serían dejadas, en lo posible, al margen de los
trabajos del colectivo. Un miembro de la Asociación confiesa a este respecto en un
tono bastante antipolítico y bastante “antipolite”:
Yo les dije a ustedes cuando
inicié esto, que yo no quería ni
política, ni tener partidos políticos, ni involucrarme, me parece esto
lo más sabio, y me parece esto lo más sano, estamos aquí
22
La Asociación se compone de 12 comités vecinales que representan una población de entre 40 a
50 mil residentes. Hasta ahora, están participando en el proyecto los comités vecinales de San
Lorenzo Huipulco, Prados Coapa 2ª sección, Prados Coapa 3ª sección, De Vergel y Coapa, Nueva
Oriental Coapa, Hacienda San Juan, Chimalli, San Bartolo Chico Coapa, Misiones Tlalpan, Vergel
de Coyoacán y Villa Lázaro Cárdenas.
42
frente a una situación aséptica fuera de gérmenes; ¿por qué?,
porque es necesario que estemos fuera de la grilla y de la política y
de diputaciones, y que los grupitos y los grupúsculos, que yo soy
comerciante, que yo estoy con los bicicleteros y que el grupo de acá
y el grupo de allá... ¿saben qué?, eso aquí es lo bueno que no lo
hay. 23
6.1 Colonia Ajusco, crónica de una realidad
La Colonia Ajusco es actualmente un asentamiento de unos 30 mil habitantes,
dividido en dos unidades territoriales (norte y sur), con un peso poblacional similar
una y otra. 24 La colonia tiene sus inicios en la década de los sesenta, al llevarse a
cabo una gran invasión de los terrenos de los pedregales ubicados al oriente de la
Ciudad Universitaria, una invasión concertada que en pocas semanas asentó a
varias decenas de miles de habitantes con epicentro en la colonia vecina de Santo
Domingo, expandiendo sus efectos a la Colonia Ajusco y a otras áreas
colindantes.
La movilidad de la población y la propiedad sobre los predios ha sido
relativamente estable, ya que el 50% de la gente tiene más de 20 años viviendo en
la colonia, lo que permite afirmar que se trata de la misma gente que llego desde
hace más de 40 años con la gran invasión y en los años inmediatamente
posteriores; a esto le sigue un 12% de sus habitantes que tiene de seis a diez
años y un 12.7% que tiene viviendo de uno a cinco años en la zona; como dato
interesante hay que destacar que un 10.7% de los pobladores son relativamente
nuevos (menos de un año viviendo en la colonia). Otro dato reafirma la estabilidad
23
Comentario del señor Rubén García en la sesión del 5 de abril del 2001 en las instalaciones de
la Rectoría de la UAM.
24
Actualmente cuenta con una población de 29,402 habitantes de los cuales 14,224 son hombres y
15,178 son mujeres (INEGI 2000). Su superficie es de 207.57 hectáreas, es decir, hay 141
habitantes por hectárea aproximadamente, con un nivel socioeconómico bajo. A partir de 1999, se
crean los comités vecinales en el Distrito Federal y la colonia Ajusco queda dividida en dos
comités. El comité vecinal del Ajusco norte y el comité vecinal del Ajusco sur.
43
domiciliaria de los habitantes: el 72% cuenta con casa propia, el 18.7% renta y el
9.3% cuenta con algún cuarto prestado para vivir, con ligeras variantes, pues en la
zona del Ajusco sur, se encuentra el mayor numero de personas con casa propia
el 76%, y en la zona del Ajusco norte se encuentra el mayor número de personas
que rentan un cuarto el 22.7%.
Por las condiciones extremadamente precarias en que echó a andar esta colonia
popular en torno a la vivienda, al abasto de agua, de luz y, más tarde, de drenaje y
pavimentación, es fácil entender que se haya caracterizado por una fuerte
participación de los vecinos. Sin embargo, en la encuesta que realizamos 25
encontramos que un 69.3 % de gente nunca ha participado en una organización,
lo que no contradice necesariamente lo que afirmamos antes. Hay que destacar
que el mayor número de quienes han participado (11.3%), lo han hecho en grupos
religiosos, en particular con los jesuitas de la Iglesia de la Resurrección; el 6.7%
ha participado en organizaciones vecinales (comités vecinales, subcomités de
seguridad, jefes de manzana); el 5.3% en partidos políticos (en su mayoría, en el
Partido de la Revolución Democrática); el 2.7% en grupos juveniles, y sólo el 1.3%
en asociaciones de padres de familia y en organizaciones gubernamentales
respectivamente.
Como sucede en general en el medio del DF, y de muchas otras metrópolis, el
67.3% de los ciudadanos contestó que no conocían a sus autoridades, que ni
siquiera sabían quiénes eran sus representantes delegacionales y locales. Sin
embargo, el 32.7% sí conoce a sus representantes y el 22.7% dice conocer a la
jefa delegacional; el 18% a su diputado local; el 12.0% al comité vecinal, y sólo el
6.7% conoce a su director zonal. Por otro lado, el 98.0% de la gente encuestada
no conoce al delegado de la PGJDF, el 95.3% al jefe de sector de la SSP, y el
94.0% no conoce al policía asignado en su colonia.
25
Las encuestas se aplicaron en las distintas calles de la colonia Ajusco. Se realizaron 150
encuestas personalizadas en cada uno de los años señalados.
44
Los datos anteriores hablan de una comunicación precaria entre las autoridades
(representantes), y los vecinos (representados) aunque nos atrevemos a afirmar
que a este respecto, la colonia en cuestión se encuentra por encima de la media
del DF. Hay un mayor conocimiento de las autoridades con las que gestionan sus
problemas cotidianos, en términos de infraestructura urbana (pavimentación, poda
de árboles, luz, agua, uso de suelo, etc.), que con las autoridades encargadas de
la seguridad pública o vecinal.
Sin embargo, ahí quedó claro una vez más, que bajo el rubro seguridad y lucha
contra la delincuencia se esconden manifestaciones muy diversas. El tráfico de
drogas en pequeñas cantidades, por ejemplo, sin duda uno de los temas más
álgidos, afectando principalmente a los jóvenes de entre 15 y 25 años, que
manifiestan una agresividad exacerbada. Y es que aquella parte de la juventud
iniciada en el consumo de enervantes, en su búsqueda desesperada por
conseguirlos se ve empujada a cometer un amplia gama de ilícitos, desde los
pequeños robos, asalto a transeúntes y robo de autopartes, hasta los más graves
relacionados con el asalto a mano armada al transporte público y a camiones
repartidores, robo a casas habitación, etcétera. De la misma manera, bajo el rubro
general de inseguridad están implicados, muy particularmente en la Colonia
Ajusco, la amplia gama de actividades relacionadas con la invasión (o el
sentimiento de invasión), al territorio más íntimamente vecinal, generado por el
aumento (casi irrefrenable en la opinión de muchos entrevistados), de los tianguis
y los mercados sobre ruedas que proliferan a lo largo de la semana, pero que se
han vuelto un dolor de cabeza para muchos vecinos en los fines de semana,
cuando aprovechando la menor afluencia vehicular, el comercio informal invade
literalmente la vía pública y cualquier espacio abierto, para instalar sus
“changarros” comerciales.
Nacidos hace treinta años como mercados semanales para regular el precio de los
artículos de alimentación y luchar contra los intermediarios, los mercados sobre
ruedas y los tianguis se convirtieron poco a poco, y en particular en la zona de
45
referencia, en áreas mercantiles para la venta de artículos de vestir y calzado,
venta de aparatos electro-domésticos de origen cada vez menos claro, abriendo la
puerta al contrabando, a la venta de artículos robados en la macro-transportación
nacional, a la piratería electrónica, particularmente la musical y la del video y, de
manera creciente, a la venta de auto-partes y otros artículos robados, vendidos
primero de manera encubierta y luego de manera abierta conforme se debilita la
regulación de las autoridades. En los últimos años, el tianguis de los domingos
(tianguis de La Bola), ha tenido un crecimiento acelerado y de manera
descontrolada. Paso de 3 mil oferentes a 5 mil aproximadamente. Se expandió por
las distintas calles de la zona y se salió a la avenida Aztecas y a la calle de
Zapotecas, ocupando lo largo de cuatro calles que van desde Ixtlizóchitl hasta
Hueman, y hasta fechas muy recientes fue conducido por un liderazgo casi único.
El Tianguis de La Bola acapara el 35.3% del comercio de la zona, mientras los
otros mercados sobre ruedas atraen el 14.0%. Sin embargo, el 23.3% realiza
compras en Aurrerá, el 7.3% en Auchan,
el 2.0% en Gigante, el 1.3% en la
Comercial Mexicana, y hay un 7.3% que realiza sus compras de manera mixta, es
decir, en centros comerciales y en los tianguis. Según estos datos, el comercio
informal se encuentra, en la Colonia Ajusco, muy por encima del peso que
muestra a nivel del resto de la ciudad y del resto del país. En una agregación
meramente indicativa (ya que la calidad de los datos que hemos obtenido en
nuestra pequeña encuesta no autoriza tales inferencias), las grandes cadenas
comercializadoras estaría atrayendo alrededor del 40% de los consumidores,
mientras los datos a nivel nacional nos dirían que ese comercio estaría
acaparando el 60% del comercio total.
Por lo demás, únicamente el 11% los entrevistados declaró comprar sólo
alimentos en los tianguis, mientras que el 27% dijo comprar ahí su ropa. Esto tiene
que ver seguramente con el hecho de que las grandes cadenas comerciales
logran ofrecer los productos básicos de la alimentación popular a precios muy
bajos, gracias a su control sobre la producción y la transportación, de manera que
46
se da el caso, incluso, de que una pequeña tienda de abarrotes haga negocio
adquiriendo arroz a diez cuadras, en el gran almacén, y vendiéndolo a la clientela
de su entorno inmediato, que vive con un raquítico presupuesto día con día. El
54% de los entrevistados declaró asistir al tianguis y al mercado de sobre ruedas
una vez a la semana, mientras que el 13% acudió dos veces por semana, el 7%
diario, el 6% cada quince días y el 5% cada mes.
En los temas relacionados con la seguridad es claro que siendo reveladoras las
estadísticas sobre los tipos de delito, la comprensión del contexto en el que los
ilícitos se cometen es fundamental para poder iniciar cualquier política de
prevención y reordenamiento del problema. La proliferación de estos dilatados
tianguis y supuestos mercados sobre ruedas, espacios que se amplían semana
con semana gracias a las llamadas “colas” (nuevas áreas del comercio informal
que escapan al control de una autoridad que tendría que multiplicarse para lograr
una regulación adecuada), se constituye en el medio natural para llevar a los
jóvenes de la colonia a la frontera entre lo legal y lo fuera de la ley. Es un
invernadero para jóvenes que se ven atraídos por una oferta de artículos de
consumo que los fascina y para cuya consecución son capaces de realizar actos
de un riesgo extremo, máxime cuando a todo eso se liga la venta y consumo de
drogas al que muchos de ellos han sido inducidos por embaucadores cada vez
mejor entrenados.
Junto a las destruidas condiciones familiares y las pocas oportunidades de
conseguir un empleo remunerado, es el ambiente de informalidad y de ilegalidad
el que termina por situar a los jóvenes ante un menú amplísimo de opciones,
propicio en muchos aspectos para la comisión de actos delictivos, pero también
ante un menú de posibilidades para ganarse la vida. Hay que aceptar que para
ellos el panorama verdaderamente desolador sería el de unas calles anchas,
vacías, sin nada que vender, que comprar, que apropiar, que intercambiar. El
comercio informal y los tianguis se convierten así, en espacios abiertos a la
imaginación y al tráfico de todo tipo, la condición aparentemente natural a la que
47
aspira a acceder dos de cada tres mexicanos de las grandes y medianas
ciudades, los excluidos de la economía formal.
En el caso de los jóvenes de entre 18 y 22 años de edad, el 84% de ellos declaró
que no les causaba problemas el tianguis, mientras sólo el 10% declaró lo
contrario. En contraste, sólo el 55% de los adultos de entre 33 y 47 años, declaró
que el tianguis no les ocasiona problemas mientras el 42% declaró lo contrario.
Es un panorama con fuerte progresión en nuestra ciudad, que trae consigo
problemas de vialidad vehicular, altas dosis de contaminación y degradación
ambiental, pero lo sorprendente es que siendo conscientes sus habitantes de
estos flagelos, titubean para manifestarse claramente en su contra e incluso, se
muestran escépticos sobre la posibilidad de un reordenamiento a fondo del
fenómeno.
A la pregunta: ¿le ocasionan problemas los tianguis?, la población en general
respondió que no le causaban problemas en un 67% mientras sólo el 31% que sí.
De la gente encuestada que expresó molestia por el tianguis, el 17% declaró que
el problema más grave era la acumulación de basura, el 17% el cierre de calles, el
16% problemas viales, el 11% que genera delincuencia, el 7% el robo de luz y
agua, y el 4% la venta de drogas.
“No se trata ya de ir a buscar espacios en dónde ganarme la vida, comerciar,
cuidar coches, vender el producto de actividades ilícitas cometidas por mí o por un
conocido, pues resulta que, en este ejemplo, la calle enfrente de mi ventana ofrece
las oportunidades para que yo logre algún ingreso.”
“Entre la conservación de mi entorno vecinal y la posibilidad de que yo resuelva
mis problemas de ingreso diario, opto por lo segundo, poco me importa el enorme
espacio incontrolable que se extiende a partir de la puerta de mi domicilio.”
48
Si con esa dinámica se están desempeñando dos terceras partes de los
habitantes de los barrios populares de la ciudad, podemos preguntarnos si existe
alguna esperanza de reconstrucción social en esos espacios, como podrían serlo
los esfuerzos llevados adelante por los comités vecinales (que se mostraron más
preocupados que los habitantes en general sobre esta problemática), o por los
habitantes originarios, hoy con mayor edad, que se hicieron y lucharon pensando
en que el progreso de la comunidad se realizaría con base en modelos de
creciente
organización,
con
base
en
espacios
públicos
respetados
y
aprovechables por la colectividad.
En resumen, cuando con tanta naturalidad declaramos que el primer problema de
nuestra ciudad es la inseguridad y el delito, en realidad lo que estamos queriendo
decir, en un medio como el que nos ocupa, es que la combinación de una masa de
jóvenes (una cuarta parte de la población tiene una edad de entre 13 y 24 años),
con
pocas
oportunidades
de
ganarse
la
vida
desempeñando
trabajos
remunerados, se desenvuelve en la pecera de un mercado informal (en buena
medida ilegal), donde se pueden comprar y vender artículos sin demostrar otra
cosa que su posesión de facto; esto facilita, sin duda, el trabajo de una red de
narco-vendedores, también urgidos por ganarse la vida, que en la mayoría de los
casos no se diferencia mucho de los jóvenes que son enrolados en el consumo y
la distribución y que empuja a todo ese conjunto a buscar recursos para poder
satisfacer las necesidades de su nueva dependencia (o ya no tan nueva).
A partir de estos singulares resultados (particularmente el que dos de cada tres
habitantes no se sintieran afectados por el comercio informal), nos interrogamos
sobre cuál podría ser el número de residentes de la zona que se beneficiaba de la
febril actividad mercantil de una zona como ésa o que se beneficiaba de manera
indirecta por aquellos flujos monetarios que iban y venían semanalmente en la
Colonia Ajusco. Un cálculo de esta naturaleza resultó muy complicado (tomando
en cuenta lo limitado que son tres meses para conocer de asuntos tan complejos),
pero una característica peculiar de la zona nos ha llevado a fortalecer algunos
49
indicios de respuesta: resulta que al menos una tercera parte de los núcleos
familiares de la zona posee o atiende algún tipo de negocio domiciliario: tienda de
abarrotes, papelería, fotocopias o café internet, farmacias, tlapalería y pinturas,
salón de belleza, antojitos en local privado o en la banqueta, servicios de mariachi
(al estilo Garibaldi), taller mecánico, hojalatería, pintura y talachas diversas,
refaccionarias, casas de artículos de construcción, etcétera.
En esas condiciones, la presencia de vendedores y de compradores de fin de
semana, y de entre semana, de esa población flotante (venida desde zonas
externas a la colonia), no tiene nada de despreciable: se convierte en una clientela
que no hay que ir a buscar a otras zonas de la gran urbe, sino que acude por sí
misma a las calles del barrio, “a los espacios que yo domino de alguna manera y
en los que me siento seguro”.
Estamos, entonces, ante un panorama en el que se está degradando la calidad de
la vida de los habitantes de un importante barrio (30 mil habitantes), de nuestra
ciudad, pero en el que es difícil encontrar fuerzas pertenecientes a esa misma
colectividad dispuesta a luchar y a reordenar esas tendencias disrruptoras.
Muchos de nuestros entrevistados, particularmente los pertenecientes a los
comités vecinales, declararon sentirse extremadamente preocupados por la
posibilidad de que la zona pudiera convertirse en un “Tepito del Sur”, como lo
llamó la revista Proceso, en un número temprano del año 2001, en su edición
1271.
Esto plantea un problema y pone de manifiesto que los agentes dentro de estos
colectivos que se han esforzado durante más de treinta años por mejorar el
panorama urbano y la calidad de vida de la colonia, hoy se encuentran en
situación de desventaja y que quienes están debilitándolos son, ni más ni menos
que las necesidades de los propios habitantes del barrio. No se trata de otra cosa
que de la falta de oportunidades para ganarse la vida, convertidas en
50
desorganización, desorden, delincuencia, violencia intra-familiar, consumo de
estupefacientes, reprobación escolar.
Ahora bien, lo que viene a complementar toda una situación de inercia casi
imparable, es que las autoridades también se ven imposibilitadas para actuar en
contra de esta tendencia. En primer lugar, porque para tomar medidas al respecto
tendrían que recibir una protesta masiva de los ciudadanos, que no es el caso por
las razones antes explicadas; pero en segundo lugar, porque la fuerza de los
liderazgos y de sus huestes de vendedores vuelve extremadamente delicado el
actuar sobre un medio de esta naturaleza, que se ha convertido en el síndrome
mayor de las grandes ciudades de América Latina (por citar lo menos), y
particularmente de las ciudades criollas donde las desigualdades sociales, la
pobreza y la exclusión han alcanzado niveles indescriptibles. Baste con revisar los
videos de los enfrentamientos entre policía y ambulantaje que han tenido lugar
recientemente en Tacubaya, Tepito y el Centro de la Ciudad.
¿Qué queda entonces ante un panorama de esta naturaleza en la Colonia Ajusco?
Tal como lo sugirieron muchos miembros de los Comités Vecinales, ante el hecho
incontrovertible de la proliferación del ambulantaje, lo que procede es llevar
adelante un gran esfuerzo de reordenamiento y contención. Por fortuna, las
propias
autoridades
delegacionales
coincidieron
igualmente,
en
nuestras
entrevistas, con la necesidad urgente de contención y reordenamiento. De hecho,
las condiciones están dadas, a juzgar también por las declaraciones de las
autoridades del gobierno central y los ensayos policíacos que echaron a andar en
el 2003, para que la zona pudiera ser convertida en un ejemplo piloto de
reordenamiento del comercio informal, ¿hasta dónde esto pudo ser posible?
A este respecto, de nuevo los Comités Vecinales han aportado su sabiduría,
manifestando su predilección hacia los dos escenarios siguientes: el primero y
más ambicioso buscaría reubicar el tianguis dominical de La Bola en uno de los
dos carriles de la Avenida Aztecas, procurando entonces que las vialidades
51
propiamente vecinales quedaran liberadas a la circulación, evitándose igualmente
que los puestos fueran colocados, y prácticamente afianzados de las puertas y
ventanas de los vecinos. Esta modalidad se practica a unas cuadras del lugar, en
la otra gran vialidad, el Eje Diez Sur, que bordea por el norte a la dilatada colonia
Santo Domingo Los Reyes. Esta modalidad, acompañada de un estricto control
sobre su tendencia a desbordarse sobre las vialidades laterales, facilita la
vigilancia y la contención del tianguis, evitando su ramificación hormiga en las
referidas “colas”.
La reubicación, yo lo he comentado con la directora de Vía Pública, y le
hice una sugerencia, que por qué no le hacíamos como en Santo
Domingo [...] hay un camellón, en eje diez, entonces una parte la ocupa
el ambulante y la otra parte la hacen doble sentido, y no se afecta,
entonces la colonia Ajusco se afectaría menos, porque aquí los
comercios
cerrados,
las
escuelas
cerradas,
[tendrían]
más
posibilidades de que tuviera otro aspecto la colonia. 26
El segundo escenario implica un reordenamiento a partir del tianguis tal como se
encuentra en la actualidad. Se trataría de llevar adelante una estricta vigilancia
sobre el crecimiento de las “colas”, los horarios de instalación y levantamiento de
los puestos, la limpieza a fondo al término de las actividades por la tarde, el
respeto hacia las propiedades, las banquetas y las áreas verdes, dejando acceso
vehicular en todas las vialidades, con instalación de baños portátiles en lugares
adecuados y regulación de las tomas de energía eléctrica.
Sin duda algunas de estas medidas ya están siendo adoptadas por las actuales
autoridades delegacionales, pero como todo mundo está
de acuerdo, esta
modalidad así como la anterior, requieren de un plan conocido y concertado por
todos los actores involucrados, y por un equipo de vigilancia y orden que sea
capaz de hacer cumplir los acuerdos a lo largo de las semanas, los meses, los
26
Entrevista con la señora Leonor Leal Gómez † , Miembro del comité vecinal Ajusco norte
52
años y las administraciones (sobre este último punto y la posibilidad de organizar,
también de manera piloto, un equipo de policía de proximidad nos detendremos
más adelante).
Cómo lo solucionaría, bueno, pues en principio que en el [tianguis]
existiera un orden, que existiera una identidad de la propia gente que
vive aquí en la colonia, que se le diera prioridad a la misma, que se
hiciera responsable a toda esa gente que de alguna manera se dedica
a tener un puesto en la vía pública, con una contribución y el
mantenimiento de las mismas áreas, eso sería así muy en términos
generales. Yo creo que si empezáramos por ordenar, y no solamente,
yo haría el planteamiento que se quitará a los que están creciendo [las
colas], o sea, como bien es cierto hay que evitar el crecimiento.
También hay que entrarle a un orden de lo que genera esto, por eso
nosotros dentro de las propuestas que planteábamos, es que la
autoridad de un ordenamiento muy pacífico, no queremos ni
agresividad, nada de eso, inclusive hasta con los mismo líderes,
poderlos llamar y hablar con ellos. Que se haga por ejemplo, un censo,
y que ese censo nos diga cuánta gente es de aquí de la colonia
realmente... y que a esa gente se le dé su lugar, que haya un orden,
que se respeten, por ejemplo, las entradas y las salidas de las
viviendas, que se permita el acceso libre, o sea, cuestiones de ese tipo.
Si no cambia
allí pues buscarle en otra área, o sea buscar otra
manera, como ya nosotros tenemos, lo que decía del mercado, que
está los sábados sobre el eje diez, como una manera de poder hacer
un planteamiento también el de que se busque un lugar donde la
vialidad tenga el acceso de poder convertir un carril en lo que es el
mercado, sí y no obstruir las entradas y las salidas [de las casas], ya lo
planteamos también en Avenida Aztecas, que son dos carriles muy
anchos, a lo mejor especialmente los días domingos, si esto nos da
espacios para que se coordinara y se plantearan en una sola avenida y
53
una se convirtiera en doble, por un solo día...[también] nosotros
planteábamos un horario de las ocho de la mañana a las dieciocho
horas,
es el horario que tienen generalmente todos los comercio
ambulantes, tianguis sobre ruedas,
esos son más o memos los
horarios, que sería un buen horario, para que la gente ya estuviera
recogiendo, para que la gente que habita inclusive en esas zonas, pues
en las tardes pudiera salir ya libremente con su familia, o sea, ese tipo
de planteamientos en cuanto a lo que es el mercado, nosotros
pensamos que sería bueno... bueno son planteamientos,
lo que
queremos es que se llegue a un orden muy tranquilo, inclusive que no
salgan afectados. Lo que nos interesa es la seguridad y la tranquilidad
en nuestra colonia. 27
27
Entrevista con el señor Javier Mora Castro, coordinador del comité vecinal Ajusco norte.
54
Capítulo III. Resultados del diagnóstico
A. Principales características de las zonas de estudio;
Ya que la hipótesis está planteada básicamente en encontrar las diferencias en la
percepción ciudadana de la inseguridad pública, es necesario conocer la
formación e historia de las dos zonas de estudio. Para entender el estado actual
de la percepción ciudadana es necesario saber el tiempo y las características de la
formación de las colonias, su nivel de vida, con qué servicios urbanos cuentan.
1. Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Tlalpan 28
La delegación de Tlalpan 29 colinda al norte con la delegación Álvaro Obregón y
Coyoacán, al oriente con Xochimilco y Milpa Alta, al sur con los municipios de
Huitzilac (del estado de Morelos) y Santiago Tianguistengo (del estado de México)
y al poniente con Jalaltlaco (municipio del estado de México) y con la delegación
Magdalena Contreras.
Tlalpan cuenta con varios asentamientos humanos muy antiguos, destacando los
que se fundaron en la época colonial, entre ellos el centro de la delegación y, más
tarde, pueblos como San Miguel Topilejo, Santo Tomás y San Miguel Ajusco, San
Andrés Totoltepec, Santa Úrsula Xitla, y áreas ejidales como la de Tepepan y
Huipulco.
La zona creció entre 1960 y 1970 debido a la construcción de las unidades
habitacionales de Villa Olímpica, sitio donde se albergaron a los deportistas de la
Olimpiada de México 68, y de la Narciso Mendoza (conocida como Villa Coapa).
En la Colonia Miguel Hidalgo se inicia la primera y segunda sección y surgen las
28
Agradezco a la señora Virginia Martínez Colín, responsable del Centro de Investigaciones
Históricas de Tlalpan (CENIHT), por la ayuda prestada.
29
Aunque la palabra Tlalpan se compone de dos vocablos de origen náhuatl: Tlalli (tierra) y Pan
(sobre), se le agregó la palabra “firme”, ya que correspondía a un lugar ubicado en las riberas del
lago de la gran Tenochtitlan, por lo que su denominación natural es "Lugar de Tierra Firme".
55
colonias Isidro Fabela (como consecuencia de una invasión de terrenos privados)
y Villa Lázaro Cárdenas, comenzando además a fraccionarse los alrededores del
centro de la delegación.
Entre 1970 y 1980 se da la expansión espacial más fuerte jamás registrada, pues
significó más del 280% respecto al incremento del área urbana alcanzada en las
décadas anteriores.
2. La zona de Coapa 30
Al suroeste del Valle de México, en la zona llamada Coapa, 31 surgieron varias
haciendas cuyas características fueron en gran parte determinadas por la
geografía: era una región bañada por las aguas dulces del lago ChalcoXochimilco, que desde los tiempos prehispánicos descolló por su fertilidad,
cruzándola los arroyos en innumerables sitios y brotando los manantiales aún de
las piedras.
Primitivamente, debió estar cubierta por el lago, que detuvo los estragos de la
erupción del volcán del Xitle, en un sitio que marcaba el límite oriental y que es
conocida como El Pedregal. En las planicies de Coapa se erguían los ahuejotes o
sauces de agua, brotaban en los canales lirios y otras plantas y, bordeando los
lagos, se multiplicaban los tules o juncias. La fauna era sumamente variada:
peces, ranas, patos, garzas, cenzontles, halcones, conejos, tuzas, y sobre todo
serpientes, a cuya abundancia debe su nombre en náhuatl la región.
Con el nombre de Coapa se conocía a tres haciendas localizadas en la jurisdicción
de Coyoacán. Este ha sido uno de los principales problemas al abordar el estudio
socio-histórico de Coapa, pues cuando se abordan los documentos, se hace
30
Francisco Fernández, Sylvia Ligñan, Testimonio, México, D.F. Junio de 1983.
Coapan se compone de los vocablos Coatl (culebra), Atl (agua) y Pan (en), lo que significa “en
agua de culebras”.
31
56
referencia a dichas haciendas y no se especifica de cuál de ellas se trata. Sin
embargo, posiblemente las tres haciendas vivieron la misma aventura, de ahí que
no se considere necesario hacer diferencia entre una y otra, pues de hecho era
una sola unidad de producción.
En el siglo pasado, durante la década de los setenta, el Departamento del Distrito
Federal fraccionó colonias y construyó una serie de unidades habitacionales que
impactaron moderadamente la estructura urbana de la delegación. Como ya se
mencionó, en 1968 una empresa paraestatal bancaria realizó la unidad
habitacional Narciso Mendoza en terrenos de la Hacienda de Coapa, mientras la
segunda sección, llamada Residencial Villa Coapa, se desarrolló alrededor de
1972 aunque, a diferencia de la primera, en ésta se vendían únicamente lotes con
servicios, en los cuales los propietarios construían independientemente. En los
años anteriores, el Estado se dedicó a entregar habitaciones ya terminadas
mediante los diferentes organismos de vivienda.
En 1974, el FOVISSSTE adquirió una fracción del terreno de la Ex-Hacienda
Coapa, construyendo viviendas de interés social en 12 edificios (U.H. FOVISSSTE
Tenorios); un año más tarde, el INFONAVIT hizo lo mismo, pero sólo en 1978
entregó los 32 edificios y las dos escuelas que constituyen la Unidad Habitacional
Tenorios I y II; este mismo año, esta misma entidad estatal construyó en esta zona
de Villa Coapa la Unidad de Sauzales Cebádales y el Conjunto Infonavit
Cuemanco.
Este fraccionamiento estatal fue completado por la iniciativa privada. Al oriente de
Tlalpan, el área que actualmente se conoce como Villa Coapa, delimitada por el
periférico al sur, calzada del Hueso al norte, la calle del Bordo al poniente y el
Canal Nacional al oriente, fue la zona de mayor crecimiento urbano en los setenta,
puesto que surgieron varios fraccionamientos para clase medias y altas,
consolidándose los asentamientos que ya existían.
57
Hacienda San Juan, Potrero Acoxpa, Vergel del Sur y Chimalli se localizan al
suroeste de Villa Coapa, y tienen como principal avenida a Acoxpa, Viaducto
Tlalpan y Transmisiones. Son colonias que comparten el mismo tipo de
antecedente urbano, ya que fueron terrenos que pertenecieron a la Hacienda de
San Juan hasta 1940, año en el cual se convirtió en el Ejido de Huipulco.
Las fuentes de información no explican de manera precisa las condiciones en las
cuales se inició el fraccionamiento de estos terrenos; únicamente señalan que
desde 1970 estas tierras se destinaron a viviendas, siendo los habitantes de estos
barrios ex-ejidatarios que se concentraron en esta zona como resultado del
proceso de urbanización, indicando por otro lado que parte de ellas fueron
fraccionadas en esas fechas por una empresa privada, que ofreció en venta los
lotes.
Con respecto a los usos de estas colonias, en 1980 predominaba el habitacional,
con dos variantes: el área ocupada por los ejidatarios era vivienda económica y
precaria, mientras que en los sitios desarrollados por particulares existía vivienda
unifamiliar que entran en el rubro de regular. Para esta fecha todavía había varios
lotes baldíos.
De este grupo de colonias, la única con características diferentes era Vergel del
Sur, la cual desde entonces contaba con industria (fábricas textiles), servicios
educativos (Internado México), habiendo además al noroeste viviendas regulares y
económicas en los alrededores de la fábrica y el Internado.
Con este conjunto de colonias, la zona de Villa Coapa prácticamente queda
urbanizada: Vergel de Coyoacán, Vergel Coapa, Floresta Coyoacán, Gabriel
Ramos Millán, Residencial Acoxpa, Residencial Miramontes, Las Hadas, Real del
Sur, Nueva Oriental, Granjas Coapa 1ª sección, Villa Cuemanco, Magisterial,
Rinconada Coapa 1ª y 2ª secciones, Prado Coapa 1ª, 2ª y 3ª secciones y Rancho
los Colorines.
58
Según su origen, todas éstas se fundaron sobre suelo de propiedad privada,
principalmente en terrenos de la Ex Hacienda de Coapa y en algunas pequeños
ranchos de labor. La mayoría de ellas se fraccionaron en la década de los setenta,
excepto Vergel de Coyoacán, Prado Coapa y Rinconada Coapa 1ª sección, que
datan de 1969, siendo ocupadas hasta este período. También importa mencionar
como antecedente que estos terrenos fueron adquiridos y subdivididos por
empresas o inmobiliarias privadas, aunque cabe señalar que las fuentes de
información consultadas no establecen si en todos los casos fue la misma
inmobiliaria.
Sólo en el caso del suelo de la Colonia Magisterial sus antecedentes son
diferentes, ya que fue comprado por un grupo de profesores que se unieron y lo
fraccionaron. Las colonias en donde predomina el uso habitacional regular
unifamiliar con comercio complementario y terrenos baldíos son Vergel Coapa,
Residencial Acoxpa, Residencial Miramontes, Villa Cuemanco, Magisterial, Prado
Coapa 1ª y 3º secciones y Rancho los Colorines.
Entre los fraccionamientos que no comparten las mismas condiciones de usos
están el Vergel de Coyoacán (donde existen dos áreas definidas: la de habitación
regular y la de equipamiento educativo de primer nivel -con la Preparatoria núm. 5
de la UNAM, fundada en 1965), Real del Sur (que era básicamente habitacional,
parte con vivienda de interés social plurifamiliar y otra regular unifamiliar), Floresta
Coyoacán (ocupada por habitación regular y por servicios de educación), Granjas
Coapa (donde hay una mezcla de usos: desde 1973 estaban los Laboratorios
Químicos, en 1976 se estableció un colegio privado y posteriormente una empresa
privada construyó una unidad multifamiliar, además de ser un área de vivienda
regular); Gabriel Ramos Millán (donde coexisten las casas regulares con centros
deportivos,
pequeños
comercios,
algunos
servicios
y
todavía
terrenos
agropecuarios), Rinconada Coapa 1ª sección (donde la vivienda era regular y
algunas económicas junto con comercio de primera necesidad y algunos
59
establos), Rinconada Coapa 2ª sección (cuyas construcciones eran regulares y
compartían el espacio con industria ligera -una fábrica de conductores); Las Hadas
(zona habitacional regular, pero transformada en 1979 como consecuencia de la
inauguración de una gran zona comercial sobre Calzada de los Tenorios,
posiblemente inicio de la actividad comercial de esta vialidad), el fraccionamiento
Nueva Oriental (ocupado por vivienda regular, centro educativo y de recreación e
industria ligera) y, por último, Prado Coapa 2ª sección (con uso de suelo mixto,
incluyendo
vivienda
regular
unifamiliar,
instituciones
educativas,
centros
deportivos, un núcleo comercial y pequeña industria).
3. Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Coyoacán
Coyoacán es, con relación a las 16 delegaciones políticas en que se divide el
Distrito Federal, una de las que más claramente refleja la riqueza de su historia. La
región estaba poblada desde antes de la era cristiana, y en su territorio ocurrieron
hechos de relevancia nacional. Conserva parte del pasado en su arquitectura y
sus tradiciones y, al mismo tiempo, es uno de los polos más dinámicos de la vida
cultural contemporánea de nuestro país.
La palabra Coyohuacan o Coyoacán proviene de las voces en náhuatl coyotl,
"coyote", hua, que indica posesión, y can, referente al lugar, por lo que significa
"lugar de quienes tienen o veneran coyotes".
3.1. Sus Orígenes
Las fértiles tierras del área que actualmente ocupa la Delegación de Coyoacán
fueron habitadas por tribus sedentarias de agricultores y alfareros pertenecientes
al horizonte cultural preclásico superior. Ellos mismos edificaron la construcción
más voluminosa de América en su tiempo: el gran tronco truncado de Cuicuilco.
Esos "Hombres del Pedregal", como se les conoce, fueron los primeros
60
coyoacanenses, aunque, en sentido estricto, el asentamiento humano con el
nombre náhuatl de Coyohuacan existió unos mil años después.
Se cree que tras la erupción del volcán Xitle, poco antes de iniciarse la era
cristiana, los supervivientes huyeron hacia el norte y se mezclaron con los
habitantes de la ribera del gran lago. Éste, al perder embalse y retirarse las aguas,
se fragmentó en cuatro cuerpos acuíferos y dejó al descubierto tierra muy fértil.
Hacia el siglo VI de nuestra era se asentaron grupos toltecas, bajo el dominio de
Culhuacán, entre la zona volcánica y la nueva orilla del lago.
Cerca del año 1000, las tribus nahuatlacas llegaron al Valle de México. Cuando
éstas se dispersan, un grupo proveniente de Chalco se instala en Coyohuacan.
Tezozomoc, jefe de los tepanecas y señor de Azcapotzalco, somete la zona de la
ribera desde Azcapotzalco hasta Coyoacán; hacia 1410 esta población se
establece como señorío y es gobernado por Maxtla. Los tepanecas rivalizaron
siempre con los mexicas por el dominio de los pueblos del altiplano hasta que
estos últimos, aliados con los de Texcoco y Tlacopan, vencen definitivamente;
desde ese momento, los coyohuacas quedan sojuzgados por los mexicas hasta la
llegada de los españoles. Los lugareños prosperan como agricultores y son
afamados escultores de la durísima piedra volcánica, con la que tallan monolitos y
construyen importantes centros ceremoniales.
4. La urbanización de Coyoacán
Cuando Coyoacán fue capital provisional de la Nueva España, se utilizó el trazo
de las antiguas calzadas: una que unía esta población con Churubusco las
actuales avenidas Héroes del 47 e Hidalgo; la otra conducía a Xoco y se le
nombra Camino Real por ser el acceso principal ahora Avenida México. La
ocupación española acentúa el proceso de desecación de los lagos debido a la
61
construcción de diques, la introducción de ganado y la deforestación que se lleva a
cabo para edificar la nueva capital.
Como consecuencia, vastos terrenos quedan disponibles para establecer
haciendas y ranchos, que se conservan hasta el siglo XIX; en Coyoacán se fundan
San Antonio Coapa, Xotepingo, Los Portales, San Pedro Mártir, Narvarte, San
Borja, Nápoles, Guadalupe y El Altillo. El poblamiento de la villa, sus barrios y
pueblos se interrumpe durante los primeros tres cuartos del siglo pasado.
Es durante el porfiriato cuando se inicia la inmigración de gran cantidad de
familias, asentadas temporal o definitivamente en Coyoacán.
Hacia 1890 es instalada la primera colonia de carácter moderno fuera del
perímetro de la Ciudad de México, nombrada Del Carmen para homenajear a
Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz, quien la inaugura oficialmente. La
urbanización siguió el modelo de la aristocrática colonia Juárez, que fuera fundada
poco antes, tanto en el trazo similar a un tablero de ajedrez, conocido como
damero, con la orientación hacia los cuatro puntos cardinales, como con respecto
al nombre de sus calles: capitales de países europeos, las que van de oriente a
poniente si bien algunas conservaron los nombres que tenían con anterioridad,
como Cuauhtémoc, Moctezuma, Malintzin y Xicoténcatl, y de próceres de la
Independencia, además del de Valentín Gómez Farías, a las transversales, es
decir las calles que van de norte a sur.
El desarrollo urbano actual de Coyoacán se inicia hacia 1940. Se abre la calzada
de Taxqueña y más tarde la avenida Universidad para dar acceso a la recién
construida Ciudad Universitaria; se entuba el río Churubusco y sobre él se
construye una vía para vehículos, además de prolongarse la avenida Cuauhtémoc
de la glorieta de Riviera hacia el sur. La población de Coyoacán era de 3 5,000
personas en 1935, cifra que empezó a aumentar a partir de 1940, sobre todo
desde la construcción de Ciudad Universitaria.
62
Coyoacán refleja su historia en calles, plazas, templos y casas, donde el pasado
convive armónicamente con el presente. Aquí han vivido y viven grandes artistas,
gracias a lo cual se convierte en uno de los centros culturales más importantes de
la capital. Esta situación se refuerza recientemente con la creación del Centro
Nacional de las Artes, el cual concentra en una sola sede las actividades de
enseñanza profesional, investigación y difusión de las principales manifestaciones
artísticas.
5. Coyoacán en la actualidad
La Delegación de Coyoacán se encuentra en el centro geográfico del DF. Tiene
como vecinos al norte las delegaciones Benito Juárez e Iztapalapa; al este
Iztapalapa y Xochimilco; al sur Tlalpan, y al oeste Álvaro Obregón. Sus límites
están marcados por las avenidas Río
Churubusco, Universidad, el Anillo
Periférico Sur, el Boulevard de las Cataratas, la calle Bordo, así como las calzadas
del Hueso, Canal Nacional y Ermita Iztapalapa. La Delegación Coyoacán tiene una
extensión territorial de 60.04 kilómetros cuadrados, lo que representa 3.5% de la
ciudad capital.
Entre las localidades más importantes están el Centro Histórico de Coyoacán,
Churubusco, Copilco Universidad, San Francisco Culhuacán, Viveros de
Coyoacán y Ciudad Universitaria.
En el perímetro de la Delegación se ubican 16 centros de recreación deportiva
públicos, como el Estadio Azteca y el Estadio Universitario de la UNAM.
La Delegación Coyoacán está conformada por nueve barrios, siete pueblos, una
villa, 59 colonias y 30 unidades habitacionales.
63
B. Resultados de la encuesta de victimización
1. Método
La encuesta fue diseñada y aplicada por el equipo de investigadores del IISUNAM, coordinados por Sergio Zermeño y con el asesoramiento de José María
Rico. Fueron aplicadas de manera aleatoria con visitas domiciliarias a 200 hogares
en 10 colonias de la zona de Coapa en la Delegación Tlalpan y 150 hogares en la
zona norte y sur de la Colonia Ajusco de la Delegación Coyoacán.
La primera encuesta en Coapa fue aplicada en el mes de febrero del 2002 y en el
mes de agosto del mismo año en la colonia Ajusco. En las dos zonas de estudio
fue aplicada la encuesta para el 2003 y 2004 en el mes de agosto
respectivamente. Los resultados de las encuestas fueron vaciados en el programa
SPSS versión 10.5 para la construcción de la base de datos estadísticamente
hablando.
2. Victimización
Como ya se ha indicado, en las encuestas de victimización y de opinión realizadas
durante los años del 2002 al 2004 en la zonas seleccionadas, se contienen
diversas preguntas relacionadas con la victimización que permiten una
aproximación más exacta al fenómeno criminal. Sus resultados figuran en el
cuadro 1, a partir del cual se pueden hacer las siguientes observaciones. Para un
mejor manejo de los datos, en los cuadro se presentarán los resultados de la
encuesta por zonas y año de estudio.
Como se muestra en el cuadro, hay una elevada incidencia real de victimización
en las dos zonas y en cada uno de los años. En el caso de Coapa las personas
encuestadas dijeron haber sido víctimas el 44%, 43% y el 47% respectivamente,
siendo el 2004 el año con más hechos delictivos.
64
En la caso de la Colonia Ajusco dijeron haber sufrido algún tipo de robo el último
año el 44.7%,52% y el 48% respectivamente, cabe mencionar, que para el 2003,
más de la mitad de la población encuestadas declaró haber sufrido algún tipo de
delito.
Cuadro 1
Victimización
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Víctima último año (%)
Tipo de delito* (2003, 2004)
Robo vehículo
Robo negocio
Robo en la calle
Robo en taxi o microbús
Robo a casa habitación
Robo a cuentahabientes
Violación
Estafa
Robo en el trabajo
Homicidio
Secuestro
Otros ( robo de autopartes )
Lugar (%)
Vivienda
Colonia
Cerca del trabajo
Cerca de la escuela
En el camión
Comercio público
Otros ( )
44.0 43.0 47.0 44.7 52.0 48.0
-
23.8 27.6
19.0 16.0
9.8 9.5
3.4 12.3
23.8 29.0 21.3 48.3 46.9
13.9 2.6
10.3 2.4
4.1 7.8 5.3 5.2 13.5
3.3 1.7
3.4 1.2
0.9
1.6 3.4 1.3
2.5 1.7 4.0
0.8 0.9
4.1
12
1.3 3.4
12.3 2.6 1.3 6.9 7.4
11.5 11.5 12.0 10.0 16.0 12.7
18.5 9.5 13.5 12.0 17.0 14.7
10.5 13.0 8.0 12.0 13.0 3.3
2.5 3.0 2.5 0.7 2.0
6.0 1.5 2.0 4.7 2.0 5.3
1.5 1.5 0.7
4.0
7.0 2.0 7.0 4.7 2.0 8.0
* (2003, 2004) % calculado sobre el número total de asaltos
Coapa presenta para el 2003, un 23.8% en el robo de vehículo y robo en la calle y
el tercer delito más consumado en la zona fue el robo en taxi o microbús. Para el
65
2004, el robo en la calle aparece como el primer delito con el 29.%, seguido por el
robo de vehículos 27.6% y el robo a negocios con el 9.5%.
En Ajusco hay una constante en el delito de robo en la calle, siendo en los tres
años el delito con mayor registro 21.3%, 48.3% y 46.9% respectivamente, en el
2003 se registró con el 19% el robo de vehículos y con el 10.3% el robo en el
transporte público. En el 2003 repite en segundo lugar el robo de vehículos con el
16% y aparece con el doble de los delitos a comparación de los dos años
anteriores el robo en casa habitación con el 13.5%.
La pregunta obligada sería, ¿por qué en la zona de Coapa el delito predominante
es el robo de vehículos y en la Colonia Ajusco es el robo en la calle? Una de las
tantas explicaciones que pudiera darse, parte desde la visión de la composición
socio-económica y de infraestructura urbana de las dos zonas, es decir, en Coapa
hay una cantidad de centros educativos (Tec de Monterrey, Universidad del Valle
de México, La Salle, el Colegio Madrid) y algunos centros comerciales (Pericoapa,
Galerías Coapa). Dicha condición convierte la zona en un abanico de elecciones
para el delito de robo de vehículos. No decimos que ésta sea la única condición,
simplemente consideramos que son elementos que facilitan la consumación de
hechos delictivos. Por otro lado, la Colonia Ajusco presenta una cantidad de calles
llenas de comercio y con una importante población flotante que transitan de la
parte alta de Tlalpan al centro Coyoacán y de la ciudad, permitiendo condiciones
propicias para el robo en la calle o mejor conocido como el robo a transeúntes.
Para un mejor análisis del fenómeno delictivo, hay que entender al espacio o
territorio como un espacio público con elementos multifactoriales para la
consumación de éstos, entre los que se combinan factores sociales, económicos y
de mercado, de infraestructura urbana y cívico-cultural.
Cabe mencionar que no basta con uno solo de estos elementos para que por sí
mismo aumente el índice delictivo, sino que es con la conjugación de éstos.
66
Ajusco, presenta un alto registro de robos en la vivienda (10%, 16% y 12.7%
respectivamente) y dentro de la colonia (12%, 17% y 14.7%), seguidos por el robo
cerca al espacio de trabajo (12% y 13%) sólo para el 2002 y el 2003.
En Coapa se muestra el mismo análisis y los espacios más vulnerables son la
vivienda (11.5%, 11.5% y 12% respectivamente) y la colonia (18.5%, 9.5% y
13.5%) seguido también por el robo cerca del trabajo (10.5%, 13% y 8%
respectivamente).
Como se muestra en el cuadro, hay una constante en los espacios cercanos al
entorno cotidiano de los encuestados que contestaron haber sufrido algún tipo de
delito en el último año; en referencia a cada uno de las encuestas, dependerá de
la zona o de las zonas para determinar las probabilidades de sufrir un evento.
En un análisis superficial, pudiéramos decir que en el centro de la ciudad los
delitos estarían relacionados con el comercio o en el transporte público o incluso
en las áreas cercanas de trabajo.
-
Opiniones sobre la evolución de la delincuencia
La percepción ciudadana o el sentimiento son, que la delincuencia va en aumento
cada año y que no hay autoridades que frenen este fenómeno. Cabe mencionar
que el sentimiento va en evolución del entorno inmediato al entorno general,
aunque los eventos fueron vivenciados en el entorno inmediato, es decir, en la
casa y/o en la colonia. Una explicación del sentimiento de inseguridad en el plano
nacional posiblemente tenga que ver con la cobertura de los medios de
comunicación en temas violentos relacionados principalmente con el narcotráfico
en estados como Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua etc.
Para una mejor presentación del cuadro 2 empezaremos nuestro análisis del
sentimiento de inseguridad de menor a menor en cuestión de identidad territorial.
67
Cuadro 2
Opiniones sobre la evolución de la delincuencia
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Evolución (país)
Aumentado
Igual
Disminuido
NS/NR
Evolución (ciudad) 32
Aumentado
Igual
Disminuido
NS/NR
Evolución (delegación)
Aumentado
Igual
Disminuido
NS/NR
Evolución (zona)
Aumentado
Igual
Disminuido
NS/NR
Causas aumento
Desempleo
Uso de drogas
Consumo de alcohol
Ineficiencia policial
Falta de severidad de los
jueces
Falta de educación
Pérdida de valores
Pobreza
Deficiencia leyes
Falta de rigor en las
cárceles
Otras (corrupción)
NS/NR
32
76.0 62.0 83 66.0 76.0 76.7
23.0 31.5 14.5 24.7 19.0 20.7
1.0 5.0 2.5 7.3 3.0 2.0
1.5
2.0 2.0 0.7
-
69.5 83.0
23.0 14.0
6.0 3.0
1.5
-
-
77.0 70.0
17.0 25.3
4.0 2.7
2.0 2.0
52.0 35.5 56.0 46.7 50.0 48.0
35.5 44.5 33.5 36.0 36.0 38.0
8.0 13.0 8.0 14.0 10.0 12.0
4.5 7.0 2.5 3.3 4.0 2.0
37.5 25.5 43.0 31.3 40.0 42.7
41.0 48.0 35.5 42.7 50.0 43.3
13.5 22.5 18.5 22.7 9.0 13.3
8.0 4.0 3.0 3.3 1.0 0.7
39.5 40.0 44.5 31.3 41.0 48.0
9.0 9.0 5.5 11.3 20.0 14.7
1.5 1.0
3.0 1.3
12.5 6.5 12.5 4.0 7.0 3.3
7.0
3.5
6.0
3.5
5.0
4.5
5.0
2.5
4.5
4.5
6.5
7.0
5.0
1.3
4.0
2.0
1.3
6.0
4.0
2.0
5.3
6.0
5.3
3.3
0.5
1.0 0.5
21.5 21.5
3.0
1.5
4.5
-
1.0
4.0
12.0
1.3
2.7
8.7
Dicha apartado no fue empleado en la primera encuesta.
68
Por una cuestión de identidad con el barrio, colonia, unidad habitacional o pueblo,
las personas encuestadas se sienten más seguras dentro de ellas, tal vez por
conocer la zona y su gente los hace tener ese sentimiento.
En el caso de Coapa, los encuestados dijeron tener un sentimiento de que todo
sigue igual, es decir, que dentro de la colonia, la delincuencia no presenta algún
incremento (41%,48% y 35.5% respectivamente), sin embargo, el 2004 tiene un
crecimiento en la percepción de evolución delictiva.
La Colonia Ajusco presenta la misma tendencia (42.7%, 50% y 43.3%
respectivamente).
Cuando se les preguntó que si se sentían más seguros en su delegación, el
sentimiento de inseguridad fue notable. Así es como opinaron el (52%, 35.5% y
56% respectivamente) en la zona de Coapa, sin embargo, hay que considerar que
hay un porcentaje alto que considera que la delincuencia sigue igual (35.5%,
44.5% y 33.5% respectivamente).
Con lo que respecta a la Colonia Ajusco, el sentimiento fue casi el mismo en
sentido de porcentajes (46.7%, 50% y 48% respectivamente) pues consideró que
hubo un aumento en la delincuencia en la delegación.
El cuadro nos muestra, en la parte de la evolución de la delincuencia en lo que se
refiere a la ciudad, que la percepción de que los eventos delictivos aumentaron en
ese periodo. Así opinó el 69.5% y 83% en el 2003 y 2004 respectivamente en la
zona de Coapa.
Ajusco presenta el registro en el mismo periodo del 77 y 70 por ciento
respectivamente. Sin embargo, el sentir de que se mantiene igual se quedó
rezagada.
69
Cuando se hace referencia a nivel país, el sentimiento de inseguridad aumenta,
así opinó el 76% , 62% y 83% respectivamente en el caso de Coapa.
Ajusco tuvo el mismo sentimiento (66%, 76% y 76.7% respectivamente).
Cuando se hace el análisis de mayor a menor en sentido territorial, es decir, de
nivel país a colonia o barrio se puede ver que el sentimiento de disminución de la
delincuencia se encuentra en el entorno inmediato. Así opinó el (13.5%, 22.5% y
18.55 respectivamente) en la zona de Coapa, y el (22.7%, 9% y 13.3%
respectivamente) en la Colonia Ajusco.
Una de las causas principales que las personas encuestadas relacionan con el
aumento de la delincuencia, y por mucho, es la situación del desempleo que se
vive en el país, la cual está ligada directamente con la falta de oportunidades de
desarrollo. Así opinaron los encuestados en Coapa
(39.5%, 40%, 44.5%
respectivamente) seguido por la ineficiencia policial y el uso de drogas.
Con lo que respecta a la Colonia Ajusco, el desempleo es también considerado
como la principal causa del aumento de la criminalidad, pero cabe destacar que la
segunda causa que consideraron fue el uso de drogas con (11.3%, 20% y 14.7%
respectivamente).
El uso de drogas se relaciona cada vez más con los eventos delictivos, pero me
atrevo a decir, que no es por el uso en sí, sino que se usa como medio para. Es
decir, en la zona de Coapa el consumo de estupefacientes puede ser el mismo
que el de la Colonia Ajusco, sin embargo, el espacio público, la dinámica social y
cultural, el nivel educativo y ecónomico y sobre todo, el núcleo familiar, hacen una
diferencia enorme en la relación drogas=delincuencia.
La Colonia Ajusco presenta un alto grado de violencia intrafamiliar y por otro lado,
una fuerte presencia de narcotienditas.
70
3. Sentimiento de inseguridad
-
Los principales problemas del país
En el cuadro 3 se muestra que la inseguridad pública en considerada como el
principal problema que enfrenta el país, seguido por el desempleo, la corrupción
pública y la pobreza.
La Colonia Ajusco es considerada una de las colonias más
paupérrimas del
Distrito Federal, con un nivel bajo de vida, este dato, nos hace pensar que sí hay
una relación directa entre lo que los vecinos opinaron como problema principal y la
situación económica que padece la colonia, incluso, aparece la pobreza como
tercer problema principal.
Con lo que respecta a la zona de Coapa, se considera como principal problema la
inseguridad pública, seguido por las dificultades económicas -el desempleo y la
pobreza-. Sin embargo, la corrupción pública aparece como un factor importante
en las dos zonas, incluso, se presenta en algunos periodos como el tercer
problema que enfrenta el país.
Cuadro 3
Opiniones sobre los principales problemas del país
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Problema # 1
Salud
Desempleo
Vivienda
Pobreza
Inseguridad pública
Costo de la vida
Educación
Corrupción pública
Pérdida de valores
Otros (todos los anteriores)
NS/NR
7.0 8.0 5.5 16.0 8.0 6.0
19.5 30.5 29.0 20.7 40.0 32.7
3.5 3.5 1.0 1.3 1.0 2.7
12.5 13.5 10.0 7.3 10.0 8.7
30.5 24.5 34.0 25.3 23.0 26.0
3.0 1.0 2.5 2.0
0.7
4.0 6.5 5.0 2.7 2.0 2.7
14.0 8.5 9.0 19.3 9.0 14.7
4.5 2.5 3.0 2.7 5.0 6.0
0.5 1.5 1.0
2.0
1.0
2.7
71
-
El grado de seguridad
El cuadro 4 indica que las personas encuestadas se sienten más seguras en su
barrio o colonia que en el resto de la delegación y sobre todo de la ciudad y el
país. Estos resultados concuerdan con los obtenidos en otros países.
Cuadro 4
Opiniones sobre el grado de seguridad
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004 3.
País
Muy seguro
Seguro
Poco seguro
Inseguro
Muy inseguro
NS/NR
Ciudad
Muy seguro
Seguro
Poco seguro
Inseguro
Muy inseguro
NS/NR
Delegación
Muy seguro
Seguro
Poco seguro
Inseguro
Muy inseguro
NS/NR
Barrio
Muy seguro
Seguro
Poco seguro
Inseguro
Muy inseguro
NS/NR
5.0
8.5
16.0
26.0
42.5
2.0
-
1.5
25.0
25.5
29.0
13.5
5.5
6.0
22.5
23.0
29.5
17.0
2.0
1.0 2.0
8.5 6.5
25.0 16.0
43.0 41.5
21.0 33.0
1.5 1.0
1.3
16.7
13.3
43.3
20.7
4.7
-
1.0
23.0
29.0
28.0
16.0
3.0
1.3
15.3
30.7
33.3
18.7
0.7
1.3
6.0 6.0
33.0 28.7
36.0 44.7
22.0 18.0
3.0 1.3
4.0 3.0 1.5 1.3 1.0 2.0
26.0 37.0 26.5 40.7 14.0 26.7
38.5 33.0 33.5 23.3 44.0 37.3
18.0 20.5 28.0 29.3 35.0 26.7
10.0 5.5 10.0 2.7 4.0 7.3
3.5 1.0 0.5 2.7 2.0
17.5
45.5
26.5
7.0
2.5
1.0
72
12.5 7.5 2.7 7.0 6.0
52.5 47.0 54.7 36.0 33.3
22.5 23.5 20.7 35.0 34.7
10.5 14.0 21.3 16.0 18.7
1.0 7.0 0.7 5.0 7.3
1.0 1.0
1.0
-
El sentimiento de seguridad está rodeado de muchos elementos, entre ellos el de
conocer nuestro entorno inmediato (nuestros vecinos, nuestras calles, la escuela,
al tendero, los espacios comunes, etc.) el conocer nuestro entorno nos permite
movernos como peces en el agua.
La información subjetiva informal sobre los delitos, lo que escuchamos en la calle,
experiencias no gratas de personas cercanas a nosotros, representan situaciones
desconocidas que nos provocan temor y miedo alojadas en el sentimiento de
inseguridad.
Los encuestados en Coapa dijeron sentirse, en general, inseguros en el ambiente
del país (26%, 29% y 29.5% respectivamente); cabe mencionar que el en 2002 el
42.55 hubo un sentimiento de muy inseguro.
Ajusco, con (43.3%, 28% y 33.3% respectivamente), tuvo el mismo sentimiento de
inseguridad.
Cuando la referencia era para la ciudad se mostró una mayor inseguridad a
comparación del país. Así opinaron en Coapa (43% y 41.5% en los años del 2003
y 2004) y para Ajusco (36% y 44.7% en el mismo periodo).
Con el referente delegacional, nuestros encuestados mostraron una minima
seguridad, es decir, el (38.5%, 33% y 33.5% respectivamente) se sintieron poco
seguros en Coapa. Y con el mismo sentimiento en Ajusco (23.35, 44% y 37.3%
respectivamente), cabe destacar que el 40.7% en el año 2002 tuvo un sentimiento
de seguridad con lo que respecta en su delegación.
El barrio, la colonia, el pueblo o nuestra unidad habitacional es lo más cercano a
nosotros en sentido territorial. Tratamos de cuidar nuestros espacios, no
permitimos la entrada de extraños, es algo que nos pertenece y por lo tanto
estamos en constante vigilancia y donde mostramos una mayor seguridad. Por lo
73
menos, esto demuestra nuestra presente tabla. El (45.5%, 52.5% y 47%
respectivamente) dijo sentirse seguro en Coapa. Y el (54.7%, 36% y 33.3%
respectivamente) en la Colonia Ajusco. Sin embargo, por las condiciones sociales
de las dos zonas, los encuestados se sienten más seguros en Coapa que en la
Colonia Ajusco.
-
Medidas de protección
El sentimiento de inseguridad, en los planos nacional, ciudad, delegacional y local,
se ha traducido en la adopción de ciertas medidas de protección contra la
delincuencia, siendo las más radicales o extremas el encierro total de algunas
colonias o barrios, que buscan así una medida alterna para la protección de sus
residentes.
El cuadro 5 permite conocer el tipo de medidas de seguridad adoptadas y hacer
las siguientes observaciones:
Cuando los sentimientos de inseguridad se incrementan, una de las primeras
reacciones o acciones emprendidas desde la ciudadanía, es hacerse cargo ella
misma de su seguridad, en algunas ocasiones se contrata seguridad privada, se
instalan cámaras de vigilancia y en el mejor de los caso se organizan los vecinos
para implementar algunas acciones que le hagan frente a los delincuentes.
Dichas medidas tienen que ver en mucho con la capacidad adquisitiva y las
características mismas de la colonia, un ejemplo claro es el cierre de algunas
vialidades con casetas de vigilancia y plumas de acceso o incluso, un mecanismo
son las entradas y salidas de las unidades habitacionales en la zona de Coapa. La
instalación de rejas en esta zona es muy común, es parte ya del paisaje urbano.
74
Cuadro 5
Opiniones sobre las medidas de protección
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Medidas Adoptadas
Instalar rejas
Adquirir perro
Instalar alarmas
Contratar vigilantes
Pedir ayuda policial
Comprar un arma
Organizarse con vecinos
62.0
41.0
8.5
53.0
61.0
32.0
37.5
74.0
40.0
40.5
66.5
59.0
19.0
73.0
45.5
29.5
32.0
37.5
18.0
3.0
54.0
39.3
59.3
11.3
4.7
25.3
9.3
41.3
36.0
54.0
6.0
12.0
51.0
46.0
31.3
47.3
10.0
6.7
21.3
6.7
28.7
Siguiendo con el comparativo de las dos zonas, Coapa presenta una mayor
instalación de rejas (62%, 74% y 45.5% respectivamente) y también tiene una
preferencia por contratar vigilancia privada (53%, 66.5% 37.5% respectivamente),
cabe destacar, que los habitantes de esta zona, sí solicitarían la ayuda de policías,
este registro, me hace pensar en una existente relación de confianza entre policías
y ciudadanos.
Otro dato a destacar es la compra de armas que los vecinos de Coapa realizarían
para tener seguridad en sus viviendas, así opinó el 32% en el 2002 y el 19% para
el 2003. Por el nivel económico que presenta Coapa, la instalación de alarmas es
alta en comparación de Ajusco (8.5%, 40.5% y 32% respectivamente).
Ajusco presenta, dentro sus posibilidades, medidas adoptadas tales como la
adquisición de perros para la vigilancia del hogar (59.3%, 54% y 47.3%
respectivamente), en menor cantidad en comparación de Coapa se instalarían
rejas para protegerse de la delincuencia (39.3%, 36% y 31.3% respectivamente);
como tercera medida adoptada se encuentra el apoyo o ayuda por parte de la
policía, cabe mencionar que no debe ser una medida adoptada en México, sino es
un derecho que cada uno de nosotros tenemos.
75
Lo alentador en este proceso fue la enorme aceptación por la organización vecinal
como mecanismo importante y de gran fuerza ciudadana para el combate a la
delincuencia. La organización vecinal no solamente permite tener mecanismos de
control y de vigilancia, además dota de confianza a los vecinos y permite tener una
coordinación interinstitucional o por lo menos entre las partes comprometidas a
dar respuestas a los problemas de seguridad.
4. Políticas gubernamentales
Las políticas gubernamentales relacionadas con la delincuencia, la inseguridad
pública y la prevención del delito, se aplican generalmente a través de los diversos
organismos que conforman el sistema penal (policía, impartición de justicia,
sistema penitenciario), de ahí la importancia de su descripción y análisis crítico. El
énfasis acordado a la policía se justifica por el importante papel que en los nuevos
enfoques y modelos debe desempeñar esta institución. También conviene tener
en cuenta la opinión de la ciudadanía con respecto a ciertas líneas que deberían
regir el mencionado Sistema Nacional de Seguridad Pública.
-
La policía
Entre las directrices de acción de la Dirección General de Seguridad Pública
Delegacionales figuran: la presencia policial en las zonas de mayor índice
delictivo, el fortalecimiento de la acción preventiva y del acercamiento a la
ciudadanía, la coordinación entre los cuerpos de seguridad, la aplicación de
ciertos dispositivos tales como el Código Águila, la acción preventiva en
microbuses (un incremento de la presencia policial en paraderos y a lo largo de las
rutas que recorre dicho transporte), la aplicación de la policía comunitaria (en
zonas de mayor tránsito ciudadano) y la Operación Diamante (acción preventiva
conjunta de las policías auxiliar y bancaria e industrial en las unidades
habitacionales de mayor riesgo.
76
Uno de los datos más importante que arrojó la encuesta fue precisamente el de la
denuncia y sus resultados, la presencia policial, el grado de satisfacción sobre el
servicio prestado y la posible violación de los derechos humanos por los agentes
policiales.
También sobre los organismos que ofrecen una mayor seguridad a los
ciudadanos. Todos estos datos figuran en los cuadros 6 y 7, que merecen las
siguientes observaciones:
Como se muestra en el presente cuadro, Coapa presenta un alto porcentaje de
denuncia (14.5%, 24% y 24.5% respectivamente), en comparación con la Colonia
Ajusco (15.3%, 17% y 16% respectivamente). En sentido contrario podemos ver
cuál fue la cifra oscura 33 del delito, para Coapa (85.5%, 76% y 75.5%) para Ajusco
(84.5%, 83% y 84% respectivamente).
La pregunta sería, ¿por qué la gente de Coapa denuncia más que la de Ajusco? Y
segundo, ¿por qué incremento la denuncia? Una de las respuestas estaría dirigida
con el nivel educativo y económico de diferencia a las dos zonas. Cabe mencionar
que no contamos con las herramientas técnicas ni metodológicas para medir el
aumento de denuncias, pero se puede pensar, que la influencia que tuvieron las
Coordinaciones Territoriales de Seguridad Pública y Procuración de Justicia
zonales, frente a los vecinos, ayudaron considerablemente
a la denuncia
ciudadana. Ya que estas Coordinaciones Territoriales realizaban reuniones
semanales con los vecinos de cada zona para exponer el problema y fomentar la
denuncia ciudadana, en algunos casos de forma anónima.
En Coapa, el delito más denunciado para el 2002 fue el robo en la calle con el
27%, y el 6.5% robo a casa habitación. Para el 2003, el robo a vehículos y robo a
casa habitación con el 14.5% cada uno de los delitos.
33
Cifra oscura, es aquel delito cometido pero no denunciado ante algún autoridad.
77
Cuadro 6
Denuncias
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
¿Denunció el hecho?
Robo vehículo
Robo negocio
Robo en la calle
Robo en taxi o microbús
Robo a casa habitación
Robo a cuenta-habientes
Violación
Estafa
Robo en el trabajo
Homicidio
Secuestro
Otros (robo autopartes,
carretera)
¿Ante quién?
Ante la policía
Ministerio Público
Juzgado
Medios de comunicación
Otros (subdelegación)
NS/NR
Resultados
No se hizo nada
Esclarecieron el hecho
Se ha hecho una investigación
Otro (ninguno)
NS/NR
Razones para no denunciar
No se haría nada
Es Peligroso (represalias)
No tenía pruebas
No fue nada grave
No sabía cómo denunciar
El lugar de denuncia esta lejos
Otros (se pierde tiempo)
NS/NR
14.5 24 24.5 15.3 17.0 16.0
14.5 27.6
19.0 16.0
6.0 9.5
3.4 12.3
27.0 14.5 29.0 21.3 48.3 46.9
8.5 2.6
10.3 2.4
6.5 2.5 7.8 5.3 5.2 13.5
2.0 1.7
3.4 1.2
2.0
0.9
4.5 1.0 3.4 1.3
7.5 1.5 1.7 4.0
2.0 0.5 0.9
3.5 2.5
12
1.3 3.4
3.5
7.5
2.6
1.3
6.9
7.4
2.5 3.5 1.5 2.0 1.0 2.0
12.0 18.0 21.5 11.3 13.0 12.7
1.0 0.5 1.3
0.5 0.7 2.0 1.7
1.0 1.0
84.5 2.0 0.5
10.5 13.0 15.5
2.5 4.0 2.5
2.0 5.5 5.5
0.5
84.5 2.5 0.5
8.0
4.0
3.3
-
13.0 41.7
3.0 5.6
4.5 22.2
3.0 27.8
2.8
73.5
-
14.7 17.0 13.3
3.3 6.0 3.3
6.0 5.0 2.0
2.7 5.0 3.3
0.7
0.7
0.7
2.0
5.3
3.3
78
7.0
2.5
5.0
2.5
3.5
2.0
10.0 13.3
1.0
4.0 0.7
1.0 1.3
2.0 0.7
En el 2004, se denunciaron los delitos de robo en la calle 29%, robo de vehículos
27.6% y con el 12% el secuestro, cabe subrayar, que el secuestro fue denunciado
en mucho más porcentaje en comparación a los dos años anteriores.
En Ajusco, el delito más denunciado en el 2002 fue el robo en la calle 21.35. Para
el 2003, nuevamente el robo en la calle y con un incremento considerable 48.3%,
con el 19% el robo de vehículos. En el 2003, nuevamente el robo en la calle
46.9%, robo de vehículos con 16%, robo a casa habitación 13.5%, y robo a
negocios 12.3%.
En el presente trabajo se realizaron tres encuestas de victimización en tres años
diferentes, la observación que nos merece el presente cuadro es el siguiente, ¿por
qué en la zona de Ajusco no se registró denuncia en violación y homicidio?
Revisando rápidamente el cuadro de victimización nos encontramos que tampoco
hubo registro de algún hecho delictivo relacionado con la violación y el homicidio.
En general, las personas encuestadas denunciaron frente a un ministerio público y
en un porcentaje menor ante algún policía. También es visible la no cultura de la
denuncia por parte de nuestra sociedad. Los medios de comunicación no
representan un vehículo para la denuncia. Por otro lado, la gente consideró en un
porcentaje mayor que no se hizo nada con su denuncia.
Como se menciona en párrafos anteriores, la cifra oscura es aquella que no se
denuncia, y no se denuncia a partir del sentir de la gente o de experiencias muy
especificas, como por ejemplo, los malos tratos por parte de los funcionarios
encargados, la pérdida de tiempo, lo engorroso de los trámites, entre otras de las
muchas razones que tiene la gente para no denunciar.
Lo que consideraron las personas encuestadas para no denunciar es que, con su
denuncia, no se haría nada, éste fue el sentir general. Sin embargo, también no se
denunció porque no se contaba con las pruebas suficientes. Cabe recalcar que
79
hay un porcentaje menor de personas que consideran un peligro el denunciar,
habría que poner más atención sobre el significado de este registro.
5. Opinión sobre la policía
En cuanto a la presencia policial en la colonia o barrio, las personas encuestadas
en Coapa opinaron que la presencia del policía era a menudo ( 27%, 36.5% y
30.5% respectivamente) de que la presencia era poca (26%, 31% y 34.5%
respectivamente) y que la presencia es muy poca (16.5%, 17.5% y 21%
respectivamente).
En sentido estricto, debería haber una relación directa entre la presencia del
policía y su efectividad, el servicio brindado por parte de la policía a los habitantes
de la zona de Coapa fue considerada adecuada, así opinó el (39.5%, 40.5% y
41.5% respectivamente),
poco adecuado el servicio (38%, 38% y 37.5%
respectivamente).
En Ajusco, la opinión sobre la presencia del policía osciló entre lo muy poco (27%
y 25.3% respectivamente) y lo a menudo (37% y 30.7% respectivamente). Por otro
lado, se consideró poco adecuado el servicio brindado por parte de la policía (43%
y 46% respectivamente), nada adecuado (20% y 26% respectivamente).
Aunque no hay una gran diferencia entre el sentimiento de Ajusco y Coapa la
pregunta sería, ¿por qué hay un sentimiento negativo en cuanto al servicio
brindado por parte de los policías en Ajusco?
80
Cuadro 7
Opinión sobre la policía
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Presencia en el barrio
Muy a menudo
A menudo
Poco
Muy Poco
Nunca
NS/NR
Servicio en el barrio
Muy adecuado
Adecuado
Poco adecuado
Nada adecuado
NS/NR
Mejor seguridad
Ejército
Policía GDF
Policía PFP
Guardas privados
Ninguno
NS/NR
Viola derechos humanos
Siempre
Casi siempre
Casi nunca
Nunca
NS/NR
20.0
27.0
26.0
16.5
8.0
2.5
11.5 5.0
36.5 30.5
31.0 34.5
17.5 21.0
2.5 7.5
1.0 1.5
-
1.0
37.0
20.0
27.0
5.0
-
5.5 4.5 2.5
39.5 40.5 41.5
38.0 38.0 37.5
14.0 13.0 16.0
3.0 4.0 2.5
-
4.0 1.3
31.0 24.7
43.0 46.0
20.0 26.0
2.0 2.0
17.3
12.0
14.7
2.7
52.0
1.3
16.0 22.0
17.0 12.7
12.0 8.7
2.0 4.7
45.0 51.3
8.0 0.7
-
22.0 28.0
51.0 48.0
10.0 6.7
11.0 13.3
6.0 4.0
31.0
7.5
10.0
9.5
38.5
3.5
24.0
12.5
11.0
7.0
38.0
7.5
27.5
7.0
17.0
10.0
35.0
3.5
19.5
47.0
16.5
12.0
5.0
15.0 3.5
46.5 39.5
14.5 9.0
13.0 20.5
11.0 7.5
10.7
30.7
27.3
25.3
6.0
-
La situación de inseguridad que todo el país vive es de dimensiones jamás
registradas, un alto grado de violencia ejercida, una mejor organización de los
grupos delictivos, nexos entre autoridades encargadas de la seguridad con bandas
delictivas, vínculos directos entre cuerpos de policías, elementos del ejército y
gobernadores, entre otros personajes públicos hace disminuir la credibilidad y su
efectividad de los cuerpos encargados de nuestra seguridad.
81
El confiar en alguna institución encargada de la seguridad pública es de gran
importante para cualquier sociedad, es como el parámetro para conocer si los
gobernantes están realizando bien sus tareas.
Sin embargo, me parece que
nuestra sociedad no cree en ninguna de las instituciones encargadas de nuestra
seguridad y mucho menos de que sigan realizando esa tarea, por lo menos así lo
demuestran los registros de nuestras dos zonas encuestadas, así opinaron en
Coapa 38.5%, 38% y 355 respectivamente) y en Ajusco (52%, 45% y 51.3%
respectivamente).
Sin embargo, de las instituciones encargadas de nuestra seguridad, la de mayor
confianza es el ejército mexicano, así opinaron en Coapa (31%, 24% y 27.5%
respectivamente), en Ajusco (17.3%, 16% y 22% respectivamente). En Coapa
tienen mayor confianza en la PFP (10%, 11% y 17% respectivamente) y en Ajusco
cuenta con mayor confianza la Policía de Gobierno del Distrito Federal 12%, 17%
y 12.7% respectivamente).
La gente encuestada considera que en la mayor parte de las detenciones o en la
intervención de los policías casi siempre se violan los derechos humanos, así
opinaron en Coapa (47%, 46.5% y 39.5% respectivamente) y en Ajusco (52% y
48% en los años indicados).
Como se muestra en el cuadro, la gente considera en menor grado que cuando
interviene la policía nunca se violentan los derechos humanos.
6. Sistema Penal
Como parte importante del sistema integral de seguridad pública, se encuentra el
sistema penitenciario como el de mayor importancia. Sin embargo, se puede
pensar a partir de los datos arrojados que la gente no confía en las instituciones
encargadas de la seguridad pública en nuestro país por que se considera que
nuestro sistema penitenciario funcional muy mal. Así opinaron en Coapa (32.5%,
82
34.5% y 38.5% respectivamente) que su funcionamiento esta mal (43%, 32.5% y
37% respectivamente).
En Ajusco la tendencia en la misma, la gente que opinó que funcional mal (35% y
34% en los años de registro) y que su funcionamiento es muy malo (33% y 32.7%
respectivamente).
Cuadro 8
Opiniones sobre el sistema penal
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Funcionamiento
Bien
Regular
Mal
Muy mal
NS/NR
2.0 1.5 1.5
20.0 27.5 21.5
43.0 32.5 37.0
32.5 34.5 38.5
2.5 4.0 1.5
-
5.0 2.7
24.0 26.7
35.0 34.0
33.0 32.7
3.0 4.0
7. Políticas Estatales
La gente encuestada tiene muy claro cuáles deben de ser las acciones
emprendidas por parte del gobierno para hacerle frente a la delincuencia. Entre las
acciones inmediatas por parte de la sociedad y las autoridades se encuentran las
reactivas, las que tratan de emplear el castigo al extremo y muy pocos veces se
trata de emplear acciones proactivas, aquellas que pretenden tratar al problema
de fondo desde la educación o desde la familia.
83
Cuadro 9
Opiniones sobre las políticas estatales
Coapa
Preguntas
Ajusco
2002 2003 2004 2002 2003 2004
Acciones del Gobierno
Aumentar severidad de penas
Construir más cárceles
Crear programas de prevención
Ampliar programas para
rehabilitación de reos
Aumentar efectivos policiales
Mejorar situación económica
Otras (abatir corrupción)
NS/NR
Grupos Armados
Acuerdo
Desacuerdo
NS/NR
Grupos vecinos armados
Acuerdo
Desacuerdo
NS/NR
Pena de muerte
Sí
No
NS/NR
Delitos con pena de muerte
Homicidio
Violación
Secuestro
Asalto en la calle
Robo en la casa
Abuso sexual a niños
Terrorismo
35.0 36.5 33.0
2.5 1.5 0.5
16.5 13.5 10.5
3.5 3.0 1.0
-
31.0 26.0
1.0
16.0 6.7
1.3
6.0 5.5 8.5
32.5 33.5 37.5
2.0 6.5 6.5
2.0 1.0 2.5
-
8.0 4.0
33.0 50.7
7.0 9.3
4.0 2.0
19.5 28.5 27.0
78.5 68.0 70.0
2.0 3.5 3.0
-
28.0 32.7
66.0 64.0
6.0 3.3
21.5 28.0 30.5
76.5 69.0 67.0
2.0 3.0 2.5
-
31.0 32.7
64.0 65.3
5.0 2.0
58.0 44.0 58.0
40.0 50.0 40.5
2.0 6.0 1.5
-
49.0 56.0
45.0 42.7
6.0 1.3
23.0
24.0
2.0
8.0
-
-
20.0
42.0
28.0
3.0
2.0
38.0
9.0
31.5
39.5
25.5
7.0
1.5
28.0
9.5
29.0
46.5
42.0
2.5
2.0
39.0
9.5
26.7
46.7
39.3
2.7
2.7
41.3
5.3
En Coapa se consideró como la principal acción el aumentar a las penas (35%,
36.5% y 33% respectivamente), seguido por mejorar la situación económica
(32.5%, 33.5% y 37.5% respectivamente) y como tercera acción, crear programas
de prevención (16.5%, 13.5% y 10.5% respectivamente).
84
En la Colonia Ajusco se consideró como primer acción el mejorar la situación
económica (33% y 50.7% en los años de registro), en segundo lugar, el aumentar
severidad de las penas (31% y 26% respectivamente) y en tercer lugar, el crear
programas de prevención (16% y 6.7% en los años de registro).
En general, 7 de cada 10 de los encuestados están en desacuerdo con los grupos
armados en el país, para hacer justicia por sus propias manos, y en la misma
proporción se está en desacuerdo en que los vecinos estén armados para buscar
su seguridad.
La opinión sobre la aplicación de la pena de muerte está dividida entre nuestros
encuestados, por lo menos así lo muestra el presente cuadro.
Los delitos que tienen que ver con agresión a la persona son los más
considerados para la aplicación de la pena de muerte. En Coapa consideraron
aplicarle la pena de muerte a los violadores (24%, 39.5% y 46.5%
respectivamente), a los homicidas (23%, 31.5% y 29% respectivamente), abuso
sexual a niños (8%, 28% y 39% respectivamente). Cabe subrayar, que en los dos
últimos años el secuestro fue considerado en segundo lugar con el (25.5% y 42%
respectivamente).
En Ajusco, se pensó en los años de registro castigar con pena de muerte a los
violadores (42% y 46.7% respectivamente), en segundo lugar, a los delitos
relacionados con abusos sexual a niños (38%, y 41.3% respectivamente), y a los
secuestradores en tercer lugar (28% y 39.3% respectivamente).
85
Consideraciones finales.
A manera de reflexión podemos enumerar las siguientes consideraciones finales:
1. Mejorar la seguridad no es un asunto de masificación policiaca, es cuestión
de organizarse, prepararse y poseer la tecnología adecuada. En estos
comités se llegaba a esta conclusión mientras que Rafael Macedo de la
Concha, Procurador General de la República y el Presidente Vicente Fox
daban a conocer la iniciativa de una ley para la coordinación de los distintos
cuerpos policiacos que no excluiría a la participación ciudadana; además la
Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP) recibió asesoría
del equipo de Rudolph Giuliani y del alcalde de Palermo, Leoluca Orlando.
2. Así que la propuesta de la Asociación de crear una policía de proximidad
tuvo que esperar, sin embargo, el subsecretario de seguridad y
participación ciudadana de la (SSP) del Distrito Federal anunció, en los
primeros meses del 2005, el arranque de un programa de policía de barrio
con características muy cercanas al programa propuesto por la Asociación
de Comités de Coapa, los cuales recibieron la noticia por parte de la SSP
de que la zonas sería una de las primeras en arrancar el programa de
policía de barrio.
3. Otro de los resultados obtenidos, fue el diagnóstico en torno a los usos de
suelo, los giros mercantiles dedicados a la venta de alcohol y espectáculos,
el comercio informal y el comercio en la vía pública. Durante año y medio,
cada tres meses, se levantó un censo de comercio sobre las principales
avenidas de la zona de Coapa. Los resultados del censo eran discutidos y
analizados en las sesiones de cada jueves en las instalaciones de la
Rectoría de la UAM y en algunas de las sesiones con las autoridades
correspondientes. Cabe destacar que durante el periodo de levantamiento
del censo en la zona, el comercio informal incrementó un 200% y el
comercio establecido se redujo en un 30 %. El trabajo de asociativismo y el
86
compromiso de los representantes de los comités vecinales de Coapa,
produjo el cierre total de 12 negocios expendedores de alcohol y uno de
espectáculos, cercanos a los centros educativos de la zona; además, con
los trabajo de prevención del delito se adquirieron 5 patrullas y más 200
sistemas de alarma en casa habitación; se rehabilitaron parques y centros
deportivos, se gestionaron ante la delegación una serie de podas,
reparación y liberación de luminarias. La Asociación de Comités Vecinales
de Coapa ha sido un ejemplo de trabajo regionalizado con visión de
desarrollo urbano y ordenamiento vecinal. Las réplicas que de él devienen
se encuentran en otras zonas de la misma delegación Tlalpan y Coyoacán.
4. Los mercados semanales nacieron hace 30 años, su propósito era regular el
precio de los productos alimenticios y luchar contra los intermediarios. Los
mercados sobre ruedas y los tianguis se convirtieron poco a poco, particularmente
en la zona de referencia, en áreas para comercializar artículos de vestir, calzado y
aparatos electrodomésticos de origen cada vez más dudoso, pues si bien, en un
principio solamente se comercializaban productos de procedencia legítima, poco a
poco comenzó la venta de artículos robados en la macro-transportación nacional,
la piratería electrónica –musical y de videos- y, la venta de auto-partes y otros
artículos robados. Esta comercialización inicialmente se realizó de manera
encubierta, y luego sin pudor alguno, pues cada vez es más débil la regulación
que ejercen las autoridades. En los últimos años, el tianguis de los domingos de la
colonia Ajusco (tianguis de La Bola), ha tenido un crecimiento acelerado y
descontrolado, pues pasó de tres mil oferentes a cinco mil, aproximadamente. Se
expandió por las distintas calles de la zona e invadió la avenida Aztecas y la calle
Zapotecas, ocupando en total, cuatro calles: desde Ixtlixochitl hasta Hueman. La
proliferación de estos dilatados tianguis y supuestos mercados sobre ruedas, son
espacios que se amplían semana con semana gracias a las llamadas “colas” nuevas áreas del comercio informal que escapan al control de una autoridad
reguladora, constituyen el medios idóneo para los jóvenes de la colonia que se
encuentran atravesando la frontera de lo legal, pues les resulta atractiva la oferta
87
de sus artículos de consumo preferidos. La manera de conseguirlos puede ser
ciertamente riesgosa, mucho más si a ésta se aúna la venta y consumo de drogas
a la que fueron inducidos por embaucadores. Estamos entonces ante un escenario
en el que se está degradando la calidad de vida de los habitantes de un
importante barrio de la ciudad, en el que es difícil encontrar fuerzas,
pertenecientes a esa misma colectividad, dispuestas a luchar y reordenar esas
tendencias destructivas. Muchos de nuestros entrevistados, particularmente los
miembros
de
comités
vecinales,
declararon
sentirse
extremadamente
preocupados por la posibilidad de que la zona pudiera convertirse en un “Tepito
del Sur”, como la llamó la revista Proceso en un número del 2002.
5. El comité vecinal, la organización OASIS y el equipo de investigadores del IISUNAM que acompañan el trabajo de asociativismo vecinal en la colonia,
decidieron llevar a cabo una serie de trabajos artístico. En la primera fase, se
abrieron cuatro talleres artísticos cuyo propósito era involucrar en sus actividades
a todos los miembros de la familia. El taller de alebrijes estaba dirigido a la
juventud y la niñez de la colonia; el taller de guitarra a los padres de familia; el de
elaboración de velas aromáticas, a las amas de casa; y el de graffiiti a los jóvenes.
Sin embargo, todos tenían la posibilidad de elegir el taller de su preferencia. El
taller de grafitti cobra mayor relevancia debido a las condiciones de la zona, pues
era necesario realizar un ejercicio que permitiera tener control sobre las pintas de
paredes. El taller tenía dos objetivos: dotar a los jóvenes de técnicas que les
permitieran mejorar el trazo de sus obras y enseñarles la historia y límites jurídicos
del graffiti. En una segunda fase se decidió fortalecer el trabajo con amas de casa
en el tema de violencia intrafamiliar. Se abrieron dos talleres más: dibujo y
bisutería. Sobre todo, el trabajo se ligó con el Instituto de la Mujer de Coyoacán,
pues éste ofrecía distintas pláticas sobre violencia intrafamiliar. Las pláticas se
basaban en la información que proporcionó Inmujer, derivada del diagnóstico de la
problemática prevaleciente en la zona. La aportación principal de Inmujer fue
coordinar las actividades de un grupo de psicólogos que trabajara para las
mujeres de la comunidad.
88
En la tercera fase, se logró integrar todos los trabajos y se pensó en la
recuperación de un espacio público para actividades meramente vecinales. Los
talleres cambiaron de sede, esta vez estarían en la calle de Ixtlixochilt, a un
costado de la iglesia de la Resurrección, misma que apoyó incondicionalmente las
actividades. Dicha actividad se realizaba los sábados desde las diez de la mañana
hasta las cinco de la tarde. En esta misma fase se abrió el taller de teatro
apoyados por los compañeros del Circo Volador. Los trabajos tenían como base
temáticas sobre la violencia y los cuidados del medio ambiente. El apoyo de los
vecinos fue determinante para la prevalencia de tales espacios, ya que gracias a
ellos se complementaban las actividades de los talleres. Cualquiera miembro de la
comunidad llegaba y daba alguna plática, se convertía en animador de un grupo
de alfabetización para adultos mayores o en promotor de talleres. Los que no
participaban de estas actividades simplemente se ofrecían para colocar las carpas
y sillas en el espacio.
89
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93
ANEXOS
ANEXO (a), Encuesta sobre Victimización, inseguridad y sistema penal para las
zonas de Coapa y Colonia Ajusco.
ANEXO (b), Formato de entrevista semi-estructurada y semi-abierta para el grupo
de representantes vecinales.
ANEXO (C), Guía metodológica para la elaboración del plan de acción en los
espacios ciudadanos
94
PROYECTO “Participación Ciudadana y Comités Vecinales en el sur del Distrito Federal”
Cuestionario sobre inseguridad, victimización y sistema penal
(Zona Coapa y Colonia Ajusco)
ANEXO (a)
I. LOS PROBLEMAS DEL PAÍS
V1. De la siguiente lista de problemas, según su opinión, ¿cuáles son, por orden de
importancia, los TRES MÁS IMPORTANTES que tiene el país en este momento?
Problemas
Orden de importancia
01. La salud
_____
02. El desempleo
_____
03. La vivienda
_____
04. La pobreza
_____
05. La inseguridad pública
_____
06. El costo de la vida
_____
07. La educación
_____
08. La corrupción pública
_____
09. La pérdida de los valores tradicionales
(ej. religión, desintegración familiar)
_____
10. Otros (especifique)
_______________________
99. NS/NR
_____
II. LA DELINCUENCIA
V2. ¿Considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado,
disminuido o permanece igual en EL PAÍS?
1. Ha aumentado
_____
2. Permanece igual
_____
3. Ha disminuido
_____
99. NS/NR
_____
V3. ¿Considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado,
disminuido o permanece igual en LA CIUDAD?
1. Ha aumentado
_____
2. Permanece igual
_____
3. Ha disminuido
_____
99. NS/NR
_____
V4. ¿Considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado,
disminuido o permanece igual en SU DELEGACIÓN?
1. Ha aumentado
_____
95
2. Permanece igual
3. Ha disminuido
99. NS/NR
_____
_____
_____
V5. Y EN LA ZONA O BARRIO EN QUE USTED RESIDE, ¿considera usted que en
los últimos años la delincuencia ha aumentado, disminuido o permanece igual?
1. Ha aumentado
_____
2. Permanece igual
_____
3. Ha disminuido
_____
99. NS/NR
_____
V6. Si su respuesta es que la delincuencia ha aumentado, ¿a qué atribuye usted este
aumento de la delincuencia? Señale, por orden de importancia, LAS DOS CAUSAS
PRINCIPALES
01. El desempleo
_____
02. El uso de drogas
_____
03. El consumo de bebidas alcohólicas
_____
04. La ineficiencia policial
_____
05. La falta de severidad de los jueces
_____
06. La falta de educación
_____
07. La pérdida de los valores tradicionales
(ej. religión, desintegración familiar)
_____
08. La pobreza
_____
09. La deficiencia de las leyes
_____
10. La falta de rigor en las cárceles
_____
11. Otras razones (especifique) ______________________
99. NS/NR
_____
III. VICTIMIZACIÓN E INSEGURIDAD
V7. Durante el último año, ¿alguna de las personas que viven en esta casa ha sido
víctima de algún delito?
01. Si_____
02. No_____ (pasar a la pregunta 13)
99. NS/NR_____
¿Si ha sido víctima de un delito, señale cual?
Delitos
S/V
01. Robo de Vehículo
02. Robo a negocio
03. Robo en la calle (transeunte)
04. Robo relacionado con taxi
05. Robo a casa Habitación
06. Robo relacionado con
cuestahabiente
07. Violación
96
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
No. de veces
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
C/V
08. Estafa
_____
_____
09. Robo en el trabajo
_____
_____
10. Homicidio
_____
_____
11. Secuestro
_____
_____
12. Otros (especifique) ____________________________
98. Ninguno
_____
99. NS/NR
_____
_____
_____
_____
_____
V8. Si usted o alguna de las personas que viven en esta casa ha sido víctima de un
delito, ¿en qué lugar o lugares ocurrieron? (marcar los lugares de los delitos
mencionados con anterioridad)
1. En la vivienda
_____
2. En su colonia o vecindario
_____
3. Cerca del lugar de trabajo
_____
4. Cerca de la escuela
_____
5. En el camión
_____
6. Comercio público
_____
98. Otros (especifique) ___________________________
99. NS/NR
_____
_____
V9. ¿Denunció usted (o sus familiares) el (los) hecho(s), lo(s) hizo saber a alguna
autoridad o institución?
01. Sí
_____
_____
02. No (pase a la pregunta 12)
_____
V10. Si usted (o sus familiares) denunciaron el (los) hecho(s), ¿a quién o a qué
institución lo hicieron?
1. En el momento, ante la policía
_____
____
2. Ministerio Público
_____
3. Juzgado
_____
4. Institución de derechos humanos
_____
5. Medios de comunicación
_____
6. Otro (especifique) _____________________________
99. NS/NR
_____
V11. ¿Cuál fue el resultado de la denuncia?
1. Las autoridades no hicieron nada
_____
2. Las autoridades esclarecieron el hecho
_____
3. Se ha hecho una investigación
_____
4. Otro (especifique)
_______________________
99. NS/NR
_____
V12. Si usted (o sus familiares) no denunciaron el (los) hecho(s), ¿por qué no lo
hicieron?
1. Las autoridades no harían nada
_____
_____
2. Es peligroso (tengo miedo de represalias)
_____
3. No tenía pruebas
_____
4. No fue nada grave
_____
97
5. No sabía cómo denunciar
_____
6. El lugar para denunciar está lejos
_____
98. Otro (especifique) _____________________________
99. NS/NR
_____
V13. Hablando del LUGAR (O BARRIO) donde usted vive, ¿se siente usted muy
seguro, seguro, poco seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser
víctima de un asalto, robo, agresión u otro tipo de delito?
01. Me siento muy seguro
_____
_____
02. Me siento seguro
_____
03. Me siento poco seguro
_____
04. Me siento inseguro
_____
05. Me siento muy inseguro
_____
99. NS/NR
_____
V14. hablando de la DELEGACIÓN, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco
seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo,
agresión u otro tipo de delito?
01. Me siento muy seguro
_____
_____
02. Me siento seguro
_____
03. Me siento poco seguro
_____
04. Me siento inseguro
_____
05. Me siento muy inseguro
_____
99. NS/NR
_____
V15. hablando de la CIUDAD, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco seguro,
inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo, agresión
u otro tipo de delito?
01. Me siento muy seguro
_____
_____
02. Me siento seguro
_____
03. Me siento poco seguro
_____
04. Me siento inseguro
_____
05. Me siento muy inseguro
_____
99. NS/NR
_____
V16. Y hablando del PAÍS en general, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco
seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo,
agresión u otro tipo de delito?
01. Me siento muy seguro
_____
_____
02. Me siento seguro
_____
03. Me siento poco seguro
_____
04. Me siento inseguro
_____
05. Me siento muy inseguro
_____
99. NS/NR
_____
98
V17. Entre las medidas que seguidamente se enumeran para protegerse de la
delincuencia, ¿ha tomado usted algunas de ellas? ¿Cuáles?
Medidas
01. Poner rejas a la casa
02. Adquirir perro para vigilar la casa
03. Poner aparatos de alarma
04. Contratar a un vigilante
05. Pedirle ayuda a la policía
06. Comprar un arma
07. Organizarse con los vecinos
08. Otras (especifique) ____________
99. NS/NR
______________
1
Sí
__
__
__
__
__
__
__
2
No
__
__
__
__
__
__
__
9
NS/NR
__
__
__
__
__
__
__
IV. POLÍTICA CRIMINAL
V18. Según su opinión, ¿cuáles deberían ser, por orden de importancia, LAS TRES
ACCIONES MAS IMPORTANTES del Gobierno debería adoptar con respecto a la
delincuencia?
Medidas
Orden
01. Aumentar la severidad de las penas
_____
02. Construir más cárceles
_____
03. Crear programas de prevención del delito
_____
04. Ampliar los programas de rehabilitación de los reos
05. Aumentar el número de policías
06. Mejorar la situación económica para prevenir el delito
07. Otras (especifique)
______________
99. NS/NR
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
V19. En su opinión, ¿el sistema penal del país funciona bien, regular, mal o muy mal?
1. Bien
_____
_____
2. Regular
_____
3. Mal
_____
4. Muy mal
_____
99. NS/NR
_____
V20. A su parecer, ¿la policía que interviene en su barrio (o en su zona) brinda un
servicio muy adecuado, adecuado, poco adecuado o nada adecuado en lo referente a
la lucha contra la criminalidad?
1. Muy adecuado
_____
_____
2. Adecuado
_____
3. Poco adecuado
_____
4. Nada adecuado
_____
99. NS/NR
_____
V21. ¿Considera usted que la policía patrulla su barrio (o su zona) muy a menudo, a
menudo, poco, muy poco o nunca?
99
1. Muy a menudo
2. A menudo
3. Poco
4. Muy poco
5. Nunca
99. NS/NR
_____
_____
_____
_____
_____
_____
_____
V22. ¿Cree usted que para combatir la delincuencia la policía viola los derechos
humanos?
1. Siempre
_____
______
2. Casi siempre
_____
3. Casi nunca
_____
4. Nunca
_____
99. NS/NR
_____
V23 De las siguientes instituciones, ¿en cuál confía usted más para su protección
personal contra el crimen?
1. El ejército
_____
_____
2. La policía GDF
_____
3. La policía Federal (PFP)
_____
4. Los guardas privados
_____
5. En ninguno
_____
99. NS/NR
_____
V24. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo sobre la actuación de grupos armados
fuera de la ley (del tipo Escuadrones de la Muerte) que eliminan a delincuentes por su
propia cuenta?
1. De acuerdo
_____
_____
2. En desacuerdo
_____
99. NS/NR
_____
V25. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con que grupos de vecinos de su
colonia o barrio se armen para combatir el crimen por su propia cuenta?
1. De acuerdo
_____
_____
2. En desacuerdo
_____
99. NS/NR
_____
V26 ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con que se aplique la pena de muerte?
1. De acuerdo
_____
_____
2. En desacuerdo
_____
99. NS/NR
_____
V27. Si usted está de acuerdo con que se aplique la pena de muerte, ¿para qué tipo
de delitos debería hacerse efectiva? PUEDE ANOTAR HASTA TRES TIPOS
1. Homicidio
2. Violación
3. Secuestro
4. Asalto en la calle para robar
_____
_____
_____
_____
100
_____
_____
_____
5. Robo en la casa
_____
6. Abuso sexual sobre niños
_____
7. Terrorismo
_____
7. Otro
___________________________________
99. NS/NR
_____
V. DATOS PERSONALES
V28. Sexo:
1. Masculino
2. Femenino
_____
_____
_____
V29. ¿Cuál es su edad? ________
V30. Sumando todos los ingresos,
¿cuál es el ingreso mensual aproximado de su familia?
1. 1 Salario mínimo
2. 2 a 3 Salarios mínimos
3. 4 a 5 Salarios mínimos
4. más de 5 Salarios
99. NS/NR
______
_____
_____
_____
_____
_____
V31. ¿Cuál es el último año de estudios que usted aprobó?
1. Ninguno
2. Primaria Completa
3. Primaria Incomplata
4. Secundaria Completa
5. Secundaria Incompleta
6. Preparatoria Completa
7. Preparatoria Incompleta
8. Carrera Técnica Completa
9. Carrera Técnica Incompleta
10. Universidad Completa
11. Universidad Incompleta
12. Maestría y Doctorado
_____
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_____
_____
_____
_____
_____
_____
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V32. ¿Trabaja usted actualmente?
1. Sí
2. No
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V33. ¿Cuál es su ocupación?
1. Oficinista
2. Obrero
3. Comerciantes
4. Trabajadores en Servicios Públicos
5. Profesionales
_____
_____
_____
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_____
101
6. Ama de Casa
7. Trabajador Ambulante
8. Estudiante
9. Pensionados
99. NS/NR
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_____
_____
V34. No. de personas que habitan con usted en esta casa
_______________
Encuestador: _____________________________________
Colonia: ________________________________________ V35 Zona: ______
Fecha: ________________________
102
ANEXO (b)
Guión de entrevista para el proyecto “Participación Ciudadana y Comités
Vecinales en el sur del Distrito Federal”
Antecedente:
1) Dígame, ¿cómo fue que llegó a vivir aquí?
2) ¿Cómo era la relación entre vecinos?
3) ¿cuáles eran, los problemas más comunes de la zona?
4) ¿cómo se organizaron para enfrentar los problemas que tenían?
5) ¿quién organizaba a la gente?
Actualmente:
1) ¿cómo es actualmente la relación de los vecinos?
2) ¿de que manera participa actualmente los vecinos?
3) ¿qué figuras de representación vecinal informal existen el la zona?
4) ¿cómo trabaja el comité vecinal? Siguen asistiendo todos los miembros del
comité, tienen problemas internos.
5) ¿cómo es la relación entre el comité vecinal y los vecinos?
6) ¿cómo es la relación entre el comité y las autoridades delegacionales?
7) ¿cómo es la relación entre el comité vecinal y el subcomité de seguridad?
8) ¿realmente se ha incentivado la participación vecinal por medio de los comités
vecinales?
9) ¿Actualmente, ¿cuáles son los problemas más comunes de la zona?
Problemas de la zona:
1) ¿por qué considera que sea ese , uno de los problema?
2) ¿de que manera afecta a la colonia?
3) ¿cuántos años llevan con ese problema?
4) ¿qué han hecho los vecinos? ¿de que manera se han organizados?
5) ¿han tenido resultados? ¿qué tipo de resultados?
6) ¿han contado con el apoyo de las autoridades?
7) Este problema ha afectado la relación vecinal?
103
Seguridad pública:
1) considera insegura la zona, ¿por qué?
2) ¿usted o su familia han sido víctimas de algún delito en su colonia?
3) ¿qué calles son las más inseguras de la zona?
4) ¿hay venta de drogas en la zona?
5) ¿los vecinos se organizan para hacer frente a este problema y de que manera?
6) ¿tanto los vecinos como las autoridades han trabajado en este problema?
7) ¿este problema a influido en los jóvenes? ¿por qué?
104
ANEXO (c)
Guía metodológica para la elaboración del plan de acción en los espacios
ciudadanos
A. Aspectos generales y previos
Tener en cuenta lo siguiente:
1. El carácter de experiencia piloto, pero rigurosamente evaluada, del proyecto.
2. El reconocimiento de los resultados del diagnóstico como la base indispensable
para la elaboración y aplicación de planes de acción racionales en el sector.
3. La necesidad de referir las acciones a emprender a los objetivos (generales y
específicos) del proyecto.
4. La necesidad de referir tales acciones únicamente a la zona seleccionada y a
los delitos que el diagnóstico ha identificado como más frecuentes y preocupantes.
5. La duración del plan de acción, que será de 12 meses.
Recurso a dos tipos combinados de enfoque preventivo: situacional y social
1. Con un enfoque “situacional” se pretende actuar, en una perspectiva de corto
plazo, tanto sobre la criminalidad como sobre el sentimiento de inseguridad de la
población, dos facetas relacionadas aunque independientes de un mismo
fenómeno. Este enfoque es más específico que el modelo “social”, ya que se
dirige sobre todo a las víctimas potenciales de un delito y persigue la modificación
del entorno y de ciertas situaciones propicias a la criminalidad, con la finalidad de
dificultar las conductas criminales, disminuir la victimización y el sentimiento de
inseguridad y aumentar las posibilidades de captura de los infractores. Como
ejemplo de medidas de esta naturaleza pueden citarse la instalación de cerraduras
y sistemas de alarma en residencias y comercios, una mejor iluminación de las
105
calles y la vigilancia del barrio. La policía desempeña un papel preponderante en
la elaboración y aplicación de este tipo de acciones.
2. El enfoque “social” pretende incidir, en el mediano o largo plazo, sobre
ciertos factores relacionados con la delincuencia. El recurso a este enfoque
implica fundamentalmente, mediante acciones realizadas en el marco de diversas
políticas de desarrollo social, intervenciones y programas orientados a mejorar el
conjunto de las condiciones sociales y económicas que a menudo originan
conductas criminales y/o favorecen su desarrollo (por ejemplo, en materia de
empleo,
educación,
vivienda,
acceso
a
servicios
sociales,
medios
de
comunicación, ayuda a las víctimas, asistencia a los condenados liberados, etc.).
Limitación del número de acciones a emprender (unas 10)
1. Justificación: el mencionado carácter de experiencia piloto del proyecto, su
duración (12 meses) y la necesidad de su evaluación rigurosa y realista.
2. Criterios para su determinación. Deberán privilegiarse las estrategias que:
9 se correspondan con los objetivos específicos del proyecto;
9 permitan resultados concretos, debidamente identificados;
9 señalen indicadores de éxito para cada acción a emprender;
9 tengan en cuenta los resultados a corto, mediano y largo plazo;
9 establezcan los recursos humanos, materiales y financieros indispensables
para la adecuada aplicación de las acciones a emprender;
9 identifiquen las instituciones, grupos y personas participantes;
9 apoyen o completen actividades en curso;
9 permitan su continuidad, una vez concluido el proyecto;
9 se autofinancien o puedan utilizar los recursos locales o nacionales;
9 estén centradas en la prevención del delito más que en su represión;
106
9 se orienten hacia los jóvenes;
9 contribuyan, o bien a desarrollar la capacidad actual de los organismos de la
sociedad civil involucrados en el tema, o bien a crearla; y
9 determinen un cronograma para la puesta en práctica de cada acción
propuesta.
Las modalidades de aplicación de tales estrategias podrán ser diferentes según
los comités de la zona, aunque, con la finalidad de economizar esfuerzos y
recursos, se recomienda sin embargo seleccionar acciones de interés común.
3. Una vez considerados los criterios expuestos en el punto anterior, la
identificación de las posibles acciones a emprender en la zona seleccionada
debería corresponder plenamente a la iniciativa y capacidad imaginativa de los
participantes en el seminario y basarse en los resultados del diagnóstico realizado.
Por esta razón, cualquier listado de acciones concretas podría presentar el
inconveniente de suprimir -o al menos reducir- el esfuerzo creativo de tales
participantes.
A título únicamente indicativo y orientador, se presenta seguidamente un
listado de posibles acciones.
B. Listado de posibles acciones
1. Enfoque situacional
9 Adopción de medidas individuales de protección (cambios de itinerario; no
frecuentar lugares peligrosos; no abrir la puerta a desconocidos; instalación de
cerraduras, rejas y/o sistemas de alarma; no llevar consigo demasiado dinero;
identificar y/o marcar los objetos de valor; etc.).
9 Establecimiento
de
medidas
colectivas
de
protección
(sistemas
de
comunicación e intercambio de información entre vecinos, patrullas de vecinos,
etc.).
107
9 Mejoras en el alumbrado y la limpieza públicos.
9 Intervención policial (preventiva y represiva), con las siguientes actividades
principales:
•
patrullas a pie y a las horas más indicadas en los lugares más
frecuentados, las zonas residenciales, los centros comerciales, etc.;
•
patrullas motorizadas en toda la zona seleccionada, sobre todo en los
lugares más conflictivos o criminógenos, para asegurar una mayor
visibilidad y protección policiales;
•
establecimiento de contactos y reuniones frecuentes con residentes,
comerciantes y organismos comunitarios;
•
visitas informativas a escuelas y otros centros educativos;
•
intervención en los puntos de venta y distribución de drogas;
•
arresto de los infractores.
2. Enfoque social
9 Constitución de un comité interinstitucional que, teniendo en cuenta las
diversas y numerosas instituciones, asociaciones y personas involucradas y/o
interesadas, aunara y coordinara sus esfuerzos, respondiera a cualquier
problema que pudiera presentarse en el transcurso de la acción y evaluara sus
resultados.
9 Organización de la comunidad en materia de seguridad.
9 Establecimiento de redes o lazos locales de cooperación ciudadana.
9 Programas de diálogo, sensibilización y educación legal, consistentes en
charlas periódicas e información a la comunidad a través de los medios de
comunicación, a cargo de especialistas en temas relacionados con la
problemática
(delincuencia,
inseguridad,
drogas,
violencia
intrafamiliar,
prevención comunitaria del delito, legislación penal, sistema penal, etc.).
9 Inventario de recursos locales de prevención (grupos sociales, escuelas,
iglesias, etc.).
108
9 Identificación y caracterización de grupos de riesgo locales (delincuentes
potenciales).
9 Identificación y caracterización de las principales zonas de peligro en el lugar
(calles, parques, paradas de autobuses, entorno de las escuelas, sitios de
venta y distribución de drogas, etc.).
9 Promoción de actividades de reforzamiento de autoestima a grupos de riesgo
para una mayor integración social de sus integrantes (certámenes,
presentaciones, deportes, experiencias exitosas, etc.).
9 Promoción de actividades de ayuda a grupos de riesgo para la satisfacción de
necesidades básicas (agencia de empleos, talleres de formación en oficios,
clubes juveniles, etc.).
9 Establecimiento de redes de solidaridad con las víctimas y de programas de
atención y orientación para las mismas, que debería comenzar con la
identificación de los organismos que laboran en diversos campos (mujer,
menores) y el estudio de la posibilidad de ampliar su mandato a ciertos temas
relacionados con la problemática (delitos sexuales, violencia intrafamiliar, etc.).
9 Programas para evitar y prevenir que los ciudadanos se tomen justicia por
propia mano.
9 Iniciativas tendientes a la neutralización de riesgos de acción delictiva de los
jóvenes (organizaciones formales o informales, capacitación, establecimiento
de espacios de encuentro entre la comunidad y la juventud).
9 Programas de apoyo a la rehabilitación social a condenados o sometidos a
proceso.
9 Programas de ayuda a familias desfavorecidas o en situación de crisis.
9 Programas de prevención de la violencia familiar.
9 Programas de prevención sobre uso de armas.
9 Programas para incrementar las posibilidades de completar con éxito la
formación escolar.
9 Programas de demandas de empleo en colaboración con los sectores público y
privado.
9 Programas de prevención del alcoholismo y la toxicomanía.
109
9 Programas y zonas de recreo para los jóvenes.
9 Programas de recuperación de los miembros de pandillas juveniles.
9 Programas con los medios de comunicación para un mejor tratamiento de los
temas de criminalidad y seguridad ciudadana.
9 Programas combinados de prevención con instituciones estatales.
9 Inicio o fortalecimiento de relaciones con instituciones estatales involucradas.
9 Reuniones periódicas con los servicios policiales.
9 Participación ciudadana en actividades preventivas de la policía (patrullas,
registro de armas, desarme, charlas en centros educativos, etc.).
9 Acercamiento y coordinación entre policía, comunidad y otras instituciones
públicas.
9 Evaluación comunitaria de las actividades policiales.
9 Caracterización de la presencia/ausencia en la zona de las autoridades
públicas encargadas de la seguridad ciudadana.
9 Establecimiento de un banco de datos sobre delitos, autores, víctimas, grupos
de riesgo, etc.
9 Respeto de la normatividad existente sobre bares, cantinas, etc.
110
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