Instituto Nacional de Ciencias Penales Tesis para optar por el grado de Maestro en Política Criminal La percepción ciudadana de la seguridad pública en dos zonas del Distrito Federal: Una experiencia de prevención del delito (2002-2004) Presenta: Lic. Gustavo Galicia Araujo Tutor: Mtro. Martín Gabriel Barrón Cruz México D.F., agosto del 2010 DEDICATORIA A mis cuatro amores, Eunice, Emiliano, Andrés y Regina. Por su comprensión y esperanza de contar con una mejor sociedad. A mis padres, Felipe y María de la Paz por su dedicación y enseñanzas de vida, por demostrar que vale la pena confiar en la gente. A mis hermanas Gladys, Xóchilt y Nati, a mis sobrinos, Leo y Tamara. 3 A G R AD E C I M I E N T O Agradezco enormemente el apoyo Incondicional del Dr. Sergio Zermeño, su grandeza humana y su magnánimo aporte al conocimiento y entendimiento de lo social. Al grupo de amigos que me ha ayudado a la reflexión obligada; Beto, Memo, Ivette, Ricardo, Gabriela, Raquel, Juana y Carlos Rea. A Martín Barrón, Pedro Peñaloza, Gerardo Flores, Martín Olvera y David Ordaz por la lectura y análisis en el mejoramiento del presente trabajo 4 Contenido Presentación 7 Capítulo I. Aspectos Teóricos y Metodológicos A. 15 Aspectos teóricos 1. Encuestas de Victimización 15 2. Historia de las encuestas de victimización 16 3. La seguridad pública 17 4. Nuevos enfoques en materia policial y de prevención del delito 18 5. Principales instituciones involucradas 22 6. Experiencias en América Latina 23 7. Pasos pequeños, pero seguros en México 24 B. Aspectos metodológicos 26 1. Objetivos 26 2. Beneficiarios 27 3. Alcances y limitaciones 27 Capítulo II. Resultados de la intervención sociológica 29 1. El asociativismo no siempre es para empoderar a lo social 29 2. Retiro vecinal 32 3. Representantes: entre la espada y la pared 34 4. La debilidad de la participación ciudadana 36 5. La Ley de la No Participación ciudadana 38 6. La construcción de la identidad territorial: principio de la participación vecinal 40 6.1. Colonia Ajusco, crónica de una realidad 43 Capítulo III. Resultados del diagnóstico 55 A. Principales características de las zonas de estudio 5 55 1. Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Tlalpan 55 2. La zona de Coapa 56 3. Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Coyoacán 60 3.1 Sus Origenes 60 4. La urbanización de Coyoacán 61 5. Coyoacán en la actualidad 63 B. Resultados de la encuesta de victimización 64 1. Método 64 2. Victimización 64 - Opiniones sobre la evolución de la delincuencia 67 3. Sentimiento de inseguridad 71 - Los principales problemas del país 71 - El grado de seguridad 72 - Medidas de protección 74 4.Políticas gubernamentales 76 - La policía 76 5.Opinión sobre la policía 80 6.Sistema Penal 82 7.Políticas estatales 83 Consideraciones Finales 86 Bibliografía 90 Anexos 94 6 Presentación El miedo es la materia prima de las prósperas industrias de la seguridad privada y del control social. Una demanda firme sostiene el negocio. La demanda crece tanto o más que los delitos que la generan, y los expertos aseguran que así seguirá siendo. Florece el mercado de las policías privadas y las cárceles privadas, mientras todos, quien más, quien menos, nos vamos volviendo vigilantes del prójimo y prisionero del miedo. Eduardo Galeano Este trabajo que realicé para esta tesis, fue con el objetivo de lograr la autorreflexión grupal para la acción. El acento de esta actividad persigue lograr que los agentes sociales -en este caso los ciudadanos de dos áreas del sur del Distrito Federal, de Tlalpan y Coyoacán, zona Coapa y la Colonia Ajusco, respectivamente, organizados en comités vecinales-, puedan encontrar las mejores formas organizativas y los métodos más adecuados para que sean resueltas las demandas que ellos mismos formularon, centradas en el mejoramiento de la calidad de vida de sus comunidades. Estamos hablando, entonces, de un tipo de acciones que buscan fortalecer la “cultura cívica” 1 de agregados sociales que desarrollan una identidad a través de 1 Se emplea aquí el concepto de cultura cívica siguiendo las propuestas combinadas de autores como Robert Putnam, Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy, Princeton University Press, 1993; Gabriel A. Alvmond y Sidney Werba, The Civic Culture, Princeton University Press, 1963; Michael Waltzer, “Civility and Civic Virtue in Contemporary America”, Radical Principles, Basic Books, NY, 1980. El primero de ellos nos dice: “ La ciudadanía en una comunidad cívica está marcada, primero, por la activa participación en los asuntos públicos. ‘El interés en los asuntos públicos y la devoción a las causas públicas son los signos clave de la virtud cívica’, agrega,citando a Waltzer. “Semejante referente comunitario se mantiene unido gracias a relaciones horizontales de reciprocidad y cooperación, no por relaciones verticales de autoridad y dependencia...” Putnam, p. 88. 7 la práctica de la autorreflexión grupal y por ese medio definen su entorno territorial, su peso, sus características poblacionales, el tipo y la jerarquía de sus demandas cívicas, los métodos y los pasos para lograrlas o para hacer que sean cumplidas, pretendiendo que, a través de todas esas acciones, se pueda pasar de esa mínima identidad que es el vecindario, hacia una cultural cívica más horizontal y regionalizada. La percepción de inseguridad, por parte de los ciudadanos, y el incremento de la delincuencia en la Ciudad de México en la última década, son temas que se han colocado en la agenda pública como prioritarios. Esto me hizo pensar en mi primera hipótesis: La diferencia estadísticamente significativa entre las zonas de Coapa, en la delegación Tlalpan, y la colonia Ajusco, en los Pedregales de Coyoacán, con respecto a la percepción ciudadana de la inseguridad pública y, como segunda hipótesis, que fuese posible que hubiera diferencias respecto de la relación que podría establecerse entre la percepción de la inseguridad y el tipo de victimización que se haya experimentado en el pasado. A partir de la década de los noventa, la sociedad mexicana conoció los nuevos rostros de la violencia, los cuales, en algunos de los casos, se consolidaron y se enraizaron en nuestra sociedad, como por ejemplo, el narcotráfico. Además del incremento considerable de denuncias por delitos violentos en contra de la propiedad, delitos sexuales o por violencia intrafamiliar. Se volvieron más frecuentes las denuncias por abuso policial, por asesinatos por venganza o ajuste de cuentas. Asimismo, la industria del secuestro se registra como una gran empresa, destruyendo así familias y patrimonios construidos durante largo tiempo, aunado al daño moral y psicológico provocado en las víctimas directas e indirectas. 8 La percepción ciudadana y la inseguridad en México hay que considerarlas como un problema multifactorial. Y, a partir de este planteamiento, podemos enumerar por lo menos cinco factores: 1) la severa crisis económica de 1994; 2) la serie de asesinatos de personajes públicos, a partir de 1993; 3) los escándalos de corrupción en los altos niveles de la política; 4) la poca efectividad de las acciones del gobierno para frenar la criminalidad y; 5) el problema del desempleo, entre otros. Lo antes dicho coloca a la delincuencia, la violencia y la corrupción como tema central en la agenda pública, incluso, poniéndolos prácticamente a la par o superando a problemas como el crecimiento económico y el mejoramiento de los niveles de vida. Se puede decir que, con el paso de estos años, nuestra sociedad ha sido cada vez más exigente y ha tenido una mayor capacidad de organización, la cual percibe que el gobierno es incapaz de garantizar la seguridad ciudadana y, lo que es aún peor, que la policía y los organismos de procuración de justicia se constituyen como una parte integral del problema de la inseguridad. En la primera etapa de investigación-acción (2001-2002), fue posible entrevistar a los responsables de los comités vecinales de la zona de Coapa, en la Delegación Tlalpan, y de la Colonia Ajusco, en la Delegación de Coyoacán, al sur del Distrito Federal y trabajar semanalmente con un grupo en cada una de las zonas de estudio con sus representantes. Hacia el fin de esa primera etapa, esos agentes sociales, y los sociólogos que los acompañamos, habíamos podido determinar un área territorial abarcando, en el caso de Coapa, unas 20 unidades territoriales entre colonias, barrios y unidades habitacionales en las que estaban asentadas unas 50 mil personas. 9 En el caso de la Colonia Ajusco se determinó desarrollar la experiencia en toda la colonia, la cual alberga a unas 30 mil personas. En la segunda etapa de esta investigación (2003-2004), se ocupó en el fortalecimiento y empoderamiento vecinal. En el caso de Coapa se constituyó la Asociación de Comités Vecinales de la zona de Coapa, representada por 12 comités vecinales de los 20 existentes en el área. Ajusco se tomó como un solo comité vecinal, 2 el objetivo fue que los representantes de esas unidades vecinales discutieran, ordenaran y jerarquizaran sus demandas, de manera que, en un tiempo prudente, los representantes vecinales, ya en figura de Comités, y las autoridades del gobierno central y de las delegacionales (Tlalpan y Coyoacán) trabajaran llegando a acuerdos según los distintos tipos de problemas. El encuentro entre las autoridades y los representantes vecinales fue fructífero, se lograron formar las comisiones de trabajo: a) transporte y vialidad; b) licencias y usos del suelo; c) agua potable y drenaje. Sin embargo, el tema que predominó ampliamente a lo largo del año fue, con mucho, el de la seguridad vecinal y la prevención del delito para la zona de Coapa. En el caso de Ajusco se trabajó en las comisiones de: a) espacios y jóvenes, b) tenencia de la tierra, y el de mayor importancia social, c) seguridad pública y prevención del delito. El periodo que comprende este estudio se enmarca en una perturbación política y social por la sucesión presidencial, y a nuestro equipo de análisis se le presentaba una incongruencia enorme que se venía arrastrando desde finales del año 2000, consistente en que, si bien en los grupos de estudio se lograba mantener con 10 fuerza la organización y el asociativismo, en el panorama general del DF los resultados apuntaban hacia un escenario de grandes dificultades para lograr el objetivo de activar la participación ciudadana, vía los comités vecinales. En ese momento, el candidato a la jefatura del Distrito Federal del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, se propuso basar toda su estrategia de gobierno, ni más ni menos, que en esos mismos comités vecinales que, de acuerdo a nuestra información, se encontraban en una situación de desamparo y precariedad. El tema de la participación ciudadana en el DF regresaba así, gracias a un llamado desde el liderazgo popular, y se volvían a abrir las posibilidades de darle continuidad a los planes del primer gobierno perredista en torno a esa bandera que han privilegiado todos los gobiernos del llamado tránsito a la democracia: …la primera iniciativa de ley que enviaré a la Asamblea será la de convertir los actuales comités vecinales en gobiernos ciudadanos, en gobiernos de la gente (los 1352 comités vecinales) tienen facultades limitadas, sólo se ocupan de gestiones y trámites. Por eso los transformaremos en gobiernos vecinales. Es decir vamos a crear la cuarta instancia de gobierno [...] con personalidad jurídica y presupuesto propio para aplicar programas de desarrollo social, dar mantenimiento a obras y servicios públicos [...] pintar una escuela, cuidar y mejorar las áreas verdes. Bajo su mando estará la policía preventiva, con la intención de integrar a la comunidad y hacerla más eficaz en su función de garantizar la seguridad pública a los ciudadanos [...] Se trata de no generar burocracia, que rindan cuentas, que manden obedeciendo y que sea la asamblea de ciudadanos la máxima autoridad. 3 2 El instituto Electoral del Distrito Federal considero que en la colonia Ajusco trabajaran dos comités vecinales, ya que contaba con una densidad poblacional de 30 mil habitantes. 3 Discurso de Andrés Manuel López Obrador en la toma de protesta como candidato a Jefe de Gobierno del Distrito Federal del PRD, 5 de diciembre de 1999, Revista Memoria, No. 131, enero del 2000. 11 Para lograr tal fin, López Obrador se propuso destinar una parte significativa del presupuesto de la ciudad (500 mil pesos por año para cada uno de los 1352 comités vecinales en el Programa de prevención del delito). Para apoyar esta idea se encontró el argumento de que sólo 20 centavos de cada peso del presupuesto gubernamental bajan hasta el nivel de las necesidades básicas de la ciudadanía. Y como advertíamos desde el inicio de esta segunda etapa de investigación, los responsables de este proyecto no ignoraban que los 1352 comités vecinales fueron elegidos a mediados de 1999 por menos del 7% de los votantes potenciales y que, por lo mismo, se trataba de órganos muy débiles, que en un 80% habían ya desaparecido hacia mediados del año 2000 y que los pocos que aún subsistían se encontraban reducidos y divididos. Así que, al escuchar que habría dinero, muchos comités se reagruparon con un gran oportunismo, en la mayoría de los casos, y con grandes fricciones entre sus miembros, como se podía esperar. Un eje central de nuestro trabajo lo han constituido las vicisitudes de este programa de gobierno que tuvo desde su inicio nobles fines que, de una u otra manera, se propusieron el fortalecimiento de la ciudadanía del DF. Nos interesó particularmente analizar los mecanismos por medio de los cuales la administración de López Obrador aplicaba aquel respetable monto presupuestario; qué agentes y qué metodología fueron empleados, cómo se tomaron las decisiones para adquirir el equipamiento de seguridad que cada comité vecinal decidió que era el conveniente para atacar a la delincuencia en su barrio, colonia o unidad habitacional. 12 Dimos, lógicamente, seguimiento, a profundidad, a nuestros grupos (Asociación de Comités de Coapa y al Comité Vecinal de la Colonia Ajusco) tratando de discutir de la manera más informada posible estos temas. Pero lo que más llama la atención de este trabajo, es la forma en que los miembros de estos comités vecinales fueron generando un punto de vista alternativo al propuesto por las autoridades delegacionales, y que tuvieron la madurez para defender ese punto de vista sin llegar a una confrontación con la administración y pudieron, entre tanto, cumplir con sus objetivos. El punto crucial para lo que aquí discutimos fue que, si bien la Asociación de Comités Vecinales de Coapa se dio cuenta tempranamente de que era muy difícil alterar los planes y ritmos fijados por el gobierno capitalino, en lo que sí tendrían alguna posibilidad de influir era proponiendo la separación del 5% de lo otorgado a cada comité para realizar, en forma paralela, y con mucha más calma, un diagnóstico de seguridad en su zona correspondiente. Igualmente fue interesante y relevante que las autoridades de la delegación Tlalpan accedieron a esta petición, aunque exigieron ciertas garantías, bastante comprensibles (como la realización de asambleas por unidad territorial para la aprobación del recurso). Este fue un proceso que tomó ocho meses, pero cuyos resultados fueron alentadores, máxime que la Asociación de Comités Vecinales de Coapa fue capaz de articularse para la elaboración del diagnóstico de Seguridad Pública con una ONG norteamericana especializada en asuntos de seguridad ciudadana y lucha contra la delincuencia, y con amplia experiencia en países como Colombia, el Salvador, entre otros, (Washington Office on Latin America, WOLA). En el mes de febrero del 2002 se aplicaron las encuestas de victimización a 200 hogares de la zona de Coapa y 150 más en la Colonia Ajusco, en lo que el equipo 13 de investigación del IIS-UNAM 4 participó integralmente (lo que incluyó la codificación, el manejo y la interpretación de los resultados). Gracias a las gestiones de WOLA, la Asociación entró en contacto con José María Rico, especialista en estos asuntos, radicado en Costa Rica, que se comprometió a dirigir todos los pasos del diagnóstico. Para el mes de abril de ese mismo año, la Asociación y el grupo de investigadores pudimos realizar el “Primer Seminario Vecinal de Coapa”, donde se discutió ampliamente los resultados de la encuesta realizada con las autoridades delegacionales y con el la Secretario de Seguridad Pública, así como también, con los vecinos de la zona y algunos invitados. De este seminario se logró realizar un plan de acción entre todos los asistentes. Algunos puntos del plan de acción fueron aplicados a lo largo del 2002 y 2003. Cebe mencionar, que a partir de los resultados que se fueron obteniendo con la experiencia del proyecto piloto de la Asociación de Comités Vecinales de Coapa, se fueron replicando metodológicamente en la Colonia Ajusco tratando de cuidar su características y capacidades. Los trabajos de dicha colonia se realizaron hasta finales del año 2006. 4 Dr. Sergio Zermeño coordinador del proyecto; Gustavo Galicia responsable de la intervención sociológica y de la aplicación de las encuestas e interpretación de ellas; Leticia Sánchez responsable de las bases de datos y diagnóstico de comercio. 14 Capítulo I. Aspectos Teóricos y Metodológicos A. Aspectos teóricos 1. Encuestas de Victimización Las encuestas de victimización son cuestionarios estructurados mediante los cuales se recolecta información de forma directa de las personas que han sido víctimas de la delincuencia. Parte de la metodología es aplicar la encuesta en hogares de un determinado espacio geográfico: país, región, entidad federativa, municipio, localidad, colonia, departamento, etc., y los periodos de investigación varían según el objetivo y el tipo de hecho social que se quiere investigar, en este tipo de instrumentos las aplicaciones van cada tres o seis meses, cada año o cinco años. Este tipo de estudios, al enfocarse a regiones geográficas específicas, permiten identificar los niveles delictivos y su asociación con otro tipo de fenómenos, tales como niveles de marginación, de pobreza, grupos vulnerables (mujeres y niños). Ofrecen una valiosa información sobre las características personales y perfil de la víctima, "modus operandi" del criminal, actitud de la víctima y relaciones de ésta con el delincuente, alcance del daño, tiempo y lugar de comisión, en fin, todos los datos que normalmente puede aportar la víctima, además de que se pueden incluir preguntas sobre la percepción de inseguridad, el miedo al delito y la confianza en las autoridades. La información arrojada por una encuesta de este tipo se caracteriza por ser de primera mano, ya que recoge las experiencias y percepciones de la población entrevistada, así como de quienes han padecido algún tipo de violencia. Esta información es un complemento indispensable de las estadísticas aportadas por las instancias gubernamentales, quienes informan sólo sobre los delitos que se denuncian. 15 Con las encuestas de victimización se puede obtener información no disponible en los registros oficiales, sin embargo, aunque con esta herramienta se obtiene un panorama más amplio de la situación delictiva, ello sólo es válido para algunos tipos de delitos como el robo, las lesiones y otros. Por lo que sigue quedando un buen número de ilícitos sin cuantificar debido a que ciertos delitos no se detectan, por ejemplo, los casos de homicidio ocultados en los registros de personas desaparecidas que no se conocen hasta mucho tiempo después, o los casos que sí se detectan, pero que la víctima no llega a definir como tales. 5 2. Historia de las encuestas de victimización Las encuestas de victimización, como instrumento de análisis en el apoyo al aparato judicial en el mundo, inician en los años 60 en los Estado Unidos, específicamente en 1965, desde entonces, se aplica este tipo de encuesta cada año en la Unión Americana en su modalidad de hogar por hogar y en la forma de encuesta telefónica. Comprobada la gran utilidad de las encuestas de victimización en el análisis delictivo, se arrancó el proyecto de unificar criterios y estadísticas a escala mundial organizado por las Naciones Unidas la Encuesta Internacional de Víctimas (ICVS por sus siglas en inglés). Según las Naciones Unidas, la ICVS nace como proyecto en 1987, pero es hasta 1989 cuando se concreta y aplica la primer ICVS en la cual participan quince países: Australia, Bélgica, Canadá, Inglaterra y Gales, Finlandia, Francia, Japón, Holanda, Irlanda del Norte, Noruega, Escocia, España, Suiza, Estados Unidos y Alemania Oriental. Y las ciudades de Surabaya en Indonesia y Varsovia en Polonia. 5 Ruiz Harrell, Rafael. ¿Cómo se cuentan los delitos? Diario Reforma en la sección La Ciudad y el Crimen, 11 de Enero 1998. 16 3. La seguridad pública Para el estudio de la inseguridad en México, debe tenerse en cuenta la complejidad del tema, entre otros aspectos, por que se combinan elementos de la realidad (la criminalidad, o sea, el conjunto de delitos que se cometen efectivamente en una sociedad determinada, la legislación penal y el funcionamiento de los diversos componentes del sistema penal) y de percepción (la opinión de los ciudadanos sobre la delincuencia y la intervención estatal). En nuestro país como en el resto de America Latina diversas encuesta de opinión pública indican de forma unificada que, en los últimos años, la delincuencia constituye uno de los mayores problemas para la mayoría de la población, apenas superado por el problema económico (salarios, empleos, costos de vida, etc.). Dicha realidad constituye en nuestro país: a) elevados índices de victimización, b) incremento de la criminalidad, en particular los delitos contra la vida y la integridad física de las personas, c) una mayor participación de jóvenes en dichas actividades, que además suelen actuar en bandas, d) una relación cada vez más estrecha entre la delincuencia común y la organizada, e) una “regionalización de la delincuencia, ya que algunas actividades delictivas pasan fronteras. Las encuestas como instrumentos de medición de la realidad y del sentir social demuestran y permiten el análisis del grado de inseguridad que sienten los ciudadanos en su localidad, ciudad o país. Ante esta situación, la población responde, en el plano de la acción privada, mediante la adquisición de armas o perros, la instalación de medidas de seguridad (rejas, sistemas de alarma), la contratación de guardias o la organización de vecinos. Y por otro lado, exigiendo a las autoridades correspondientes mayor severidad en su intervención: fortalecimiento de la acción policial, más rigor en las 17 sentencias judiciales, incremento de las penalidades y hasta en algunos casos la intervención de las fuerzas armadas en la lucha contra la delincuencia. 4. Nuevos enfoques en materia policial y de prevención del delito 6 Estas tendencias, preponderantemente represivas y desarticuladas, lejos de garantizar primeramente un análisis más apegado a la realidad para la búsqueda de soluciones permanentes de corto, mediano y largo plazo, agravan la situación con una direccionalidad de los actores sociales enloquecida. No ayuda en nada en la articulación ciudadana con las autoridades, no crea una plataforma social para la implementación de proyectos y mucho menos incrementa la confianza social y sí reduce la percepción ciudadana de la inseguridad. De ahí la importancia de generar el enfoque “gobierno y ciudadanía” en la implementación de una ingeniería social integral para la solución del problema delictivo, mediante la regionalización y el trabajo de comités técnicos ciudadanos y profesionalizados. En materia criminal, las soluciones más trilladas y represivas no han podido demostrar su eficiencia en la lucha contra la delincuencia. Como ejemplo, las estadísticas demuestran el incremento de la actividad delictiva y cada vez mas violenta, el constante desfase entre los objetivos formales del sistema penal y las necesidades y expectativas de los ciudadanos, la falta de credibilidad de los cuerpos policíacos y del aparato judicial, los constantes actos de corrupción por parte de autoridades, la deplorable situación de los centros penales, y la escasa afectividad de los programas de rehabilitación de los infractores condenados. Ante esta situación, han aparecido nuevos modelos y enfoques en materia delictiva, cuya aplicación y evaluación parecen indicar que son más prometedores 18 que otros modelos actuales, tales como son los casos en el sector policial, del modelo de policía comunitaria o de proximidad y, en materia de prevención, de los enfoques “situacional” (aplicado en los países anglosajones y escandinavos) y “sociopreventivo” (en Europa y Canadá). Estas tendencias implican, además, la participación de la comunidad en los campos citados, como ocurre en otros espacios sociales. A continuación presentaremos un cuadro comparativo de algunos modelos policiales aplicados en América Latina, mostrando sus principales objetivos: 6 Entre los nuevos enfoques en materia policial se encuentran: el policía comunitario; el policía de barrio; el policía de proximidad y modelos sistemáticos como el de “tolerancia cero”. 19 Modelo 7 Centro Políticas Orientadas a Problemas la Resolución de específicos Problemas Delictivos persistentes Objetivo Eliminar las causas de los problemas Justificación Método Realizar La prevención resulta mas investigacioneseficaz que la imposición de acciones prácticas y la ley especificas (base) Paso Inicial Identificar los problemas que requieren atención Policía Comunitaria Relación policíapúblico, cambios organizacionales, solucionar los problemas El apoyo es crucial para la eficacia del trabajo policial. Prevención proactiva del delito Los cambios y la desobediencia organizacionales son esenciales, establecer un al orden social, método para resolver los aumenta la problemas es fundamental confianza del para combatir la público para que apoye el trabajo de delincuencia y la desobediencia al orden la policía. social Aumentar la confianza estableciendo contactos con residentes y organizando juntas comunitarias, efectuar cambios organizativos en apoyo de los esfuerzos adoptados compromisos para resolver problemas Enviar a un oficial comunitario al vecindario para identificar los problemas que requieren atención, señalando los cambios de organización necesarios para apoyar los esfuerzos Ventanas Rotas (cultura cívica) Vecindarios en deterioro Evitar que haya delitos mas graves Cortar el problema de raíz en el vecindario Perseguir cualquier infracción/mantener el orden Identificar un vecindario en deterioro Inteligencia Policial Proceso mediante el cual se recopila, analiza y difunde información de inteligencia Basar las estrategias y acciones policiales en datos de inteligencia Las acciones sólo son eficaces cuando se sustentan en información de inteligencia Promover el ciclo de recopilación, evaluación, análisis y difusión de datos de inteligencia Desarrollar técnicas de recopilación, procesamiento y difusión de datos CompStat Patrones delictivos Disminuir las geográficos zonas de riesgo acertados en el corto delictivo plazo Al desminuir las zonas de riesgo se produce un descenso en la delincuencia Identificación computarizada de zonas de riesgo, identificación de patrullajes y de imposición de la ley. Elaborar mapas delictivos y hacer recuentros demográficos 7 Ronald V. Clarke y John E. Eck. 60 pasos para ser un analista delictivo. INACIPE, México 2008.pag.58-59 20 Se entiende por prevención situacional 8 el conjunto de medidas preventivas no penales encaminadas ha reducir los hechos en tiempo y espacio que propician la comisión de un delito (por ejemplo, mediante la instalación de cerraduras y sistemas de alarma en residencias y comercios, una mejor iluminación en las calles o la vigilancia de barrio, entre otras acciones); el postulado de base de este enfoque es que el delito resulta, en gran medida, de elecciones influenciadas por aspectos concretos e inmediatos de las situaciones en que puede encontrarse un infractor potencial. El enfoque sociopreventivo (intervenciones no penales sobre delincuentes potenciales orientadas a atenuar su propensión criminal) está basado en las clásicas teorías etiológicas del delito, según las cuales, la acción criminal se explica por la existencia de diversos factores anteriores a su perpetración (familia, escuela, empleo, frecuentación de otros delincuentes, pertenencia a bandas criminales, papel de los medios de comunicación, consumo excesivo de alcohol y otras drogas, etc.). Como en algunos de los países citados, en el presente proyecto se combinarán estos dos tipos de enfoque. En cuanto al nuevo modelo de policía comunitaria o de proximidad, 9 sus principales características son: a) un amplia y activa participación de la sociedad civil y de la comunidad en la identificación y solución de sus principales problemas (incluyendo el de la criminalidad); b) cambios importantes en la organización policial, que se traducen sobre todo en el énfasis acordado a la patrulla a pie del barrio; c) una intervención proactiva más que reactiva; y d) el establecimiento de mecanismos de asociación y cooperación entre las autoridades políticas, los servicios públicos y privados, los medios de comunicación y la comunidad en 8 Ver, en Rico, José Ma. y Chinchilla, Laura. Seguridad Ciudadana en America Latina, Siglo XXI, Buenos Aires, 2002. 9 Dicho modelo surge en estados unidos a finales de los años 70 como consecuencia del escaso éxito de los métodos tradicionales. A partir de los años 50 en este país se experimentaron cambios para profesionalizar las fuerzas del orden. 21 general. Este modelo, que está asimismo destinado a crear las condiciones adecuadas para un mejor y mayor respeto y promoción de los derechos humanos, está comenzando a ser adoptado en algunos países latinoamericanos, con las modificaciones que imponen sus propias características. Las experiencias de este nuevo modelo llevadas a cabo en otros países (Estados Unidos, Canadá, Unión Europea), 10 igualmente confrontados al problema del incremento de la criminalidad y del sentimiento de inseguridad, están dando resultados satisfactorios, pero en el marco de programas caracterizados por los siguientes rasgos esenciales: a) reconocimiento de la necesidad de una intervención combinada de todos los organismos involucrados en el tema, tanto oficiales (policía, fiscalía, procuraduría, sistema judicial), como procedentes de la sociedad civil (ONGs, pequeños comerciantes, grandes empresarios, asociaciones comunitarias); b) introducción del nuevo modelo de policía comunitaria (policía de proximidad, policía de barrio); y c) debido a lo novedoso del enfoque, la necesidad de iniciar cualquier acción, como experiencia piloto debidamente diseñada y evaluada, en una ciudad (o incluso en una o varias zonas de la misma), con la posibilidad de extender posteriormente el programa a otras ciudades y al resto del país. 5. Principales instituciones involucradas En el marco general de la problemática de la seguridad pública en nuestro país, ésta se sitúa en la desarticulación de las diversas instituciones involucradas en el tema. (cámaras de representantes, ministerios de Justicia, Poder Judicial, sistema penitenciario, etc.), así como en los organismos de la sociedad civil (cámaras de comercio, ONGs, academia, etc.). 10 Ver, Blanco S, Javiera., 5 Estrategias exitosas de prevención a la delincuencia, Fundación Paz Ciudadana. 22 En los programas orientados a la prevención y control de la delincuencia, los organismos defensores de los derechos humanos desempeñan asimismo un papel importante en la medida en que sus funciones están orientadas a velar porque las actuaciones de los organismos oficiales encargados de la lucha contra el delito se conformen según la normativa (nacional e internacional) en esta materia (protección de las garantías fundamentales, debido proceso, abuso de poder, etc.). 6. Experiencias en América Latina Prácticamente eran desconocidos algunos modelos policiales o socio-preventivos en América Latina hasta hace apenas una décadas. La profunda preocupación de los ciudadanos ante el incremento de la delincuencia, así como en los resultados de las encuestas de opinión pública, han motivado la introducción de dichos enfoques y modelos en algunos países del continente. Sin embargo, salvo raras excepciones, las experiencias llevadas a cabo, o bien no han sido debida y rigurosamente evaluadas, o bien se han enfrentado con importantes obstáculos. 11 Recientemente, diversos organismos internacionales están incursionando en el tema, así, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está realizando estudios y organizando seminarios fundamentalmente orientados al análisis de los aspectos epidemiológicos y económicos de la violencia; el Banco Mundial enfatiza asimismo en el problema de la violencia; la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) dirige sus actividades sobre todo al tema de la reforma policial; el programa latinoamericano del Woodrow Wilson Center for Scholars aborda, sobre todo mediante seminarios, los temas de la seguridad ciudadana y la reforma 11 Entre las experiencias debidamente evaluadas, merecen mencionarse la llevada a cabo en Costa Rica (Ministerio de Seguridad Pública, Proyecto piloto de seguridad comunitaria en Hatillo. Evaluación de resultados del primer año de operación, San José, Costa Rica, 1997) y la auspiciada por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (José Ma. Rico, La seguridad ciudadana en Centroamérica: aspectos teóricos y metodológicos, diagnósticos sobre la situación, e informe final de evaluación, San José, IIDH, 1999-2000). 23 policial; y el PNUD ha abordado en seminarios el problema de la seguridad y últimamente algunas universidades latinoamericanas con seminarios o diplomados por internet. 7. Pasos pequeños, pero seguros en México René Alejandro Ornelas nos comenta que la primera encuesta de victimización de la que se tenga registro en nuestro país fue aplicada por Luis Rodríguez Manzanera en la ciudad de Jalapa, Veracruz. En 1993 fue elaborado el instrumento EID93 por el INEGI en coordinación con la PGR para determinar la incidencia delictiva de ese año en seis zonas metropolitanas del país: Ciudad de México, Monterrey, Oaxaca, Cuernavaca, Veracruz, Ciudad Juárez. Cuatro años después, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) realizó una encuesta sobre victimización. En este mismo año surgió el Proyecto de Investigaciones Interinstitucional sobre Violencia Social en México (PIIVIOS) de la UNAM, con el propósito de generar información que complementara los datos oficiales. En octubre de 2000 se levantó la Encuesta de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública en el Distrito Federal, donde se realizaron 2000 cuestionarios en viviendas, mediante un muestreo polietápico. Dicha encuesta se llevó a cabo con el apoyo del Comité Nacional de Consulta y Participación de la Comunidad (CONSEGU) y la empresa Grupo de Asesores Unidos, S.C., (GAUSSC). Un año después, en octubre de 2001 se llevó a cabo el segundo levantamiento de la Encuesta de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública en el Estado de Morelos con un total de 1,189 cuestionarios en viviendas con un muestreo polietápico. Esta se desarrolló conjuntamente con el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), la empresa Grupo de Asesores Unidos, S.C. (GAUSSC) y México Unido Contra la Delincuencia. En este mismo año se 24 constituyó el Instituto Ciudadano de Estudios sobre Inseguridad (ICESI), asociación Civil que tiene como objetivo principal realizar y desarrollar investigaciones de carácter social, relacionadas con la seguridad pública, así como establecer indicadores e índices sobre conductas delictivas que afectan a la sociedad mexicana. Su primera activad fue el diseño y la coordinación de la Primera Encuesta Nacional sobre Inseguridad Pública (ENSI-1), realizada conforme a estándares internacionales y métodos estadísticos sugeridos por la Organización de las Naciones Unidas. La encuesta se levantó del 2 al 24 de marzo del 2002, el período de referencia fue todo el año 2001. Cabe destacar, que el ICESI desde el 2002 hasta el presente año, sigue aplicando la encuesta nacional año tras año, con la intención de comprender de mejor manera el fenómeno delictivo en nuestro país. Asimismo, existen algunos otros intentos por el desarrollo de esta metodología entre los que se puede mencionar a los sondeos trimestrales del periódico Reforma desde hace más de cinco años, las encuestas realizadas en años recientes por las empresas Covarrubias y Asociados, entre otras iniciativas. 25 B. Aspectos metodológicos 1. Objetivos El objetivo general del proyecto es iniciar, mediante la utilización del enfoque “solución de problemas” y como experiencia piloto, acciones encaminadas a aportar soluciones sostenibles al problema de la delincuencia y de la inseguridad en las comunidades seleccionadas de la delegación Tlalpan y de la Colonia Ajusco en Coyoacán, en el sur del Distrito Federal, con la participación conjunta y coordinada de los organismos oficiales involucrados en el tema y de la sociedad civil. Sus objetivos específicos son: 9 Identificar los principales problemas de la comunidad, en particular los relacionados con la criminalidad y el sentimiento de inseguridad, así como posibles soluciones sostenibles frente a los mismos; 9 disminuir las formas más graves de delincuencia y el sentimiento de inseguridad, frente a ellas, de los ciudadanos; 9 mejorar la imagen de la policía; 9 favorecer y promover la participación activa de la sociedad civil en la solución del problema de la delincuencia y de la inseguridad pública; 9 contribuir a la coordinación interinstitucional en materia de seguridad pública; y 9 sentar las bases para el establecimiento de políticas públicas en esta materia. 26 2. Beneficiarios Los principales beneficiarios del proyecto piloto son sobre todas las colonias, barrios y unidades habitacionales seleccionadas, en la medida en que, por una parte, a tenor de las políticas del gobierno del Distrito Federal consistentes en convertir los actuales comités vecinales en gobiernos ciudadanos, se estará contribuyendo a esta finalidad en un importante sector de la vida social organizada; y, por otra parte, al ejecutarse el proyecto en estricta observancia de las normas que caracterizan a un estado de Derecho, se estarán fortaleciendo los recientes procesos de democratización del país. Asimismo resultarán beneficiadas las instituciones gubernamentales directamente implicadas en los problemas de delincuencia e inseguridad pública (en particular la policía). 3. Alcances y limitaciones El proyecto, concebido en función de un enfoque integral de solución de problemas en forma sostenible, constituye una primera aproximación a la problemática de la inseguridad pública en la ciudad del país y a la participación en su resolución de la sociedad civil. Por esta razón, así como por el carácter complejo del tema, se ha considerado necesario adoptar la forma de experiencia piloto. Por constituir una primera experiencia en el plano nacional, el proyecto puede servir de modelo para acciones similares en otras regiones del país. Existen, sin embargo, diversas limitaciones que el proyecto deberá superar, entre ellas las siguientes: 9 El enfoque novedoso e integral sugerido, que supone, por una parte, la intervención conjunta de todos los organismos oficiales involucrados en la 27 prevención y represión de la criminalidad, los cuales han actuado tradicionalmente en forma aislada, y, por otra parte, la participación de la sociedad civil con dichas finalidades; 9 la ausencia en el país de una política integral de prevención del delito; 9 mecanismos deficientes e incompletos para la compilación y tratamiento de la información y para la planificación en la materia, indispensables para la toma racional de decisiones; y 9 el modelo propuesto no pretende modificar sustancialmente a corto plazo las tasas de criminalidad, aunque puede lograrlo en lo que respecta al sentimiento de inseguridad y a la confianza en la policía y el sistema penal; sin embargo, su aporte puede ser considerable a largo plazo para hacer disminuir la delincuencia y mejorar la calidad de vida de la población. 28 Capítulo II. Resultados de la Intervención Sociológica. 1. El asociativismo no siempre es para empoderar 12 lo social En este marco, el equipo de investigación que había venido desempeñándose en el análisis y la organización de los Consejos Zonales, integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, tomó la iniciativa de llevar a cabo un estudio a profundidad en torno a la participación de los comités vecinales y de la seguridad pública en la delegación de Tlalpan, en el sur de la Ciudad de México. Para ello contamos con la anuencia de las autoridades delegacionales (con las que se firmó un convenio de cooperación), y la Fundación Ford de México e INDESOL que generosamente aceptaron apoyarnos para llevar adelante el trabajo sobre el terreno consistente en entrevistas a profundidad, trabajo con grupos y comités, así como sesiones de auto-análisis e interpretación. En la primera etapa privilegiamos el uso de la entrevista no estructurada para el trabajo de campo. Durante las sesiones de las entrevistas abiertas buscamos generar una atmósfera que facilitara cierto tipo de respuesta de parte de los entrevistados. De éstos, pretendimos conseguir un discurso que expresa su compromiso con “formas de vida”, es decir, con valores o principios que de algún modo organizan su experiencia y que le dan sentido a las acciones que emprenden en torno a la participación ciudadana, y que emprenden los miembros que componen los comités vecinales. Paralelamente, organizamos un grupo de 12 Sergio Zermeño nos indica que cualquier tipo de asociativismo o de capital social (fortalece) a lo social; como veíamos, las ONG e identidad de redes civiles (o como hoy se la llama, “organizaciones de la sociedad civil”) pueden tener una función muy importante en el fortalecimiento social regional, pero no pocas de ellas se convierten en grupos con interés particulares, hablan en nombre de otros y se colocan en las altas esferas acumulando poder, prestigio y dinero. Se convierte desde ese momento, y desde lo alto, en aspiradoras de cualquier empoderamiento. Alonso Sierra, considera que el término “empowerment” tiene sus orígenes en el movimiento popular negro, en Estados Unidos, durante los años sesenta. “Formaba parte de sus reivindicaciones para otorgarse un poder que le era negado cuando hacia un llamamiento a la organización o a la definición de sus metas y objetivos para luchar contra la opresión y la discriminación. Se trata de autogenerar poder, para modificar su condición de oprimidos.” 29 discusión entre miembros de comités vecinales con la asesoría del equipo de investigación, siguiendo el modelo de la “intervención sociológica” 13 propuesto por Alain Touraine. Dos personas del equipo del IIS-UNAM coordinaron cada una de las sesiones de tres horas semanales (todo aquello relacionado con la agenda de temas a discutir). La intervención sociológica fue para nosotros una fuente extremadamente rica de información que nos proveyó un nuevo ángulo para comprender nuestro tema de investigación. Así, el estudio de los comités vecinales nos introdujo en el tema de la construcción de la ciudadanía y a las dificultades para articular espacios y mediaciones a partir de los cuales poder incidir en la redistribución de los recursos de que dispone una sociedad para la construcción de su futuro. En ese sentido, esta segunda parte de nuestra investigación tiene que ver con el esfuerzo que los propios integrantes de los comités vecinales hacen para distanciarse del modelo típico de liderazgo caciquil y de control corporativo de los partidos y sus camarillas políticas y para poner una frontera también con respecto a las autoridades que les permita no subsumirse en la lógica y en los intereses de éstas. En tales circunstancias, ¿cómo enfrentar con expectativas de éxito la creación de espacios de concurrencia donde los actores puedan constituirse como agentes transformadores de las relaciones sociales? Es casi un lugar común, pero no por ello falso, que las transformaciones y el crecimiento acelerado de la Ciudad de México (y de cualquier conglomerado urbano, sobre todo de estas dimensiones), han resultado poderosos disolventes para la convivencia vecinal y, por añadidura, para cualquier tipo de participación ciudadana: satisfechos los servicios básicos, los vecinos dejan de participar y a lo mucho comentan disgustados los aumentos de las tarifas. De la esfera de la vida 13 Revisar la intervención sociológica en, Toutaine Alain, El regreso del autor. Buenos Aires, EUDEBA,1987, 216p. 30 cotidiana se excluye el trabajo colectivo para hacer frente a las carencias relacionadas con esos servicios básicos, que son considerados como eso, la base mínima sobre la cual se desarrollan otras actividades que se consideran mucho más importantes: trabajar y tener lo necesario para vivir (y pagar la cuota de mantenimiento), estudiar para poder tener un mejor ingreso, cuidar a los hijos, divertirse y un conjunto de acciones más. En la vida de todos los días, es decir, en la realidad suprema, como la definieron Berger y Luckman (1967), ya no aparece en el horizonte personal o familiar el trabajo comunitario, no tiene un sentido que se engarce con el mundo simbólico de la vida cotidiana. Las entrevistas y las rondas de discusión colectiva que organizamos, lo que nos demostraron, es que las personas, por más fragmentadas que se encuentren en su espacio cotidiano, vuelven a recurrir a la colectividad cuando un peligro supremo las acecha. Al sentirse vulnerables, al sentir que su entorno es inseguro, la idea de asociarse con los más cercanos regresa con ansia. Nos narra la señora Cristina: …hubo un robo de auto partes a 11 carros en una sola noche (en mi condominio). Esto motivó a que la gente participara de forma muy especial en la asamblea vecinal... como que todo pasa así de repente, como que hay necesidad ahorita, y ahorita me integro. 14 En México, a partir del final de los ochenta, pero con una fuerza inusitada a partir del 95, las tendencias delincuenciales y las maneras innecesariamente crueles con que comenzó a ejercerse esa delincuencia, hicieron regresar al primer plano de la opinión pública y de la preocupación ciudadana el tema de la unión vecinal como medio de autodefensa comunitaria, de hecho, como veíamos, con esa idea 14 Comentario de la señora Cristina Montero en la sesión del 17 de mayo del 2001 en las instalaciones de la Rectoría de la UAM. 31 de reagrupación ganó las elecciones Cuauhtémoc Cárdenas y volvió a ganarlas el PRD con Andrés Manuel López Obrador. En lo que sigue, veremos que no todas las formas de asociativismo se empodera en el plano social. Es cierto que el crecimiento de la delincuencia coloca de nuevo al frente el tema del asociativismo, pero en la mayoría de los casos estudiados, los impulsos vecinales para organizar la defensa han ido en contra de la horizontalidad de los comités vecinales o de las formas de organización vecinal (representantes de manzana, zonales, asociación de colonos, etc.). En efecto, en las entrevistas y en las discusiones colectivas quedó de manifiesto que hay una serie de fenómenos que enrarecen este objetivo: 2. Retiro vecinal Mucha de la legitimidad de los representantes vecinales, principalmente en las zonas de clase media, depende de su capacidad para privatizar la vía pública, para cerrar las calles con casetas de vigilancia. Sin embargo, los vecinos declaran que una vez conseguido esto, en lugar de que en el interior de esa área se consoliden formas solidarias y se desarrolle una interacción que pueble nuevamente el espacio público, lo que se desarrolla es un doble encierro, “la barda, las rejas, la puerta y la vigilancia privada de la colonia me permiten una privacidad más estricta dentro mi casa: en el interior de esa doble muralla desarrollo el acto privado de ver la televisión”. Y es que, en el fondo, la reacción de quien ha sido objeto de un delito, sobre todo violento, o de quien ha estado muy cerca de él o, incluso, lo ha visto de manera cruda por la televisión, no es hacia la solidaridad o el acompañamiento con los otros habitantes del barrio, la colonia o la unidad habitacional de algún colectivo, sino hacia el encierro, hacia el retraimiento producto de la incertidumbre. Tal y como lo expresó una de las personas que fueron entrevistadas: “Cuando entraron a mi casa y se llevaron distintos objetos... también se robaron nuestra 32 tranquilidad” 15 . Pero ahí no termina todo, al pagar por el bloqueo de las calles y por todo lo que eso implica (vigilantes, enrejados, casetas), esos vecinos sienten que, a cambio, deben recibir un servicio eficiente y en ese acto mismo convierten a los encargados de promover la participación ciudadana en una especie de empleados con el razonamiento perverso de que si se interesaron por desempeñar esas tareas debe ser porque algún provecho están obteniendo (influencia política con las autoridades o con los partidos, beneficios por el manejo de fondos, autoridad con los empleados contratados, etc.), y por otro lado, siguen con el patrón cultural del paternalismo, “yo pago para que tú representante busques los mecanismos para mi protección”, esas dos condiciones terminan por dar al traste con la confianza en que descansa cualquier asociativismo. A pesar de todo, sin embargo, se ha establecido un filtro para evitar que los de la periferia, los otros, potencialmente los ejecutantes de los actos delictivos o los que generan la intranquilidad, ingresen a la colonia, al barrio, al fraccionamiento a cometer sus fechorías. Regulando el ingreso se supone que las personas que entran a la colectividad pertenecen a ella, son personas que no representan ningún riesgo. Lo relevante de esta situación es que la gente -por lo menos nuestros entrevistados-, reconoce que aún con las rejas se cometen delitos dentro de la colonia. Así pues, con el cierre de las vialidades los vecinos terminan más aislados detrás de los candados, las rejas electrificadas o los zaguanes reforzados. Construyen un refugio que de alguna manera, hay que aceptarlo (sobre todo psicológica), les da una mejor seguridad, pero desata en sus valores una falta de sociabilidad. 15 Entrevista con la señora Silvia Aldave miembro del comité vecinal de Chimalli en la zona de Coapa. 33 3. Representantes: entre la espada y la pared No nada más en los espacios de clases medias en los que se paga una cuota para obtener un servicio los vecinos tienden a despreciar a sus representantes vecinales; en infinidad de otros medios, la queja de estos ha sido que los vecinos no están interesados en participar en los asuntos comunes. En lugar de eso, optaron por amplificar la función de gestión de los comisionados demandándoles buscar una solución eficaz para los problemas relacionados con los servicios públicos. Una mala educación cívica ha empujado a que se confundan en muchos casos los espacios de participación vecinales con las tradicionales mesas de residentes o asociaciones civiles que reciben una cuota para el desempeño de sus actividades: “alguna forma de cuota deben estar recibiendo los comités del gobierno”, han asegurado algunos residentes; a lo que los miembros de los comités atajan: “siento que acostumbrados a pagar una cuota por servicios y por jardinería, como miembro del comité me dicen: ‘por qué no voy a poder tirar aquí el cascajo o la basura, y por qué no voy a pasear el perro sin correa, si por eso estoy pagando a la asociación’”, 16 o sea, hay poco espíritu de colaboración. El resultado no está siendo que los vecinos se agrupen y enfrenten los problemas de la comunidad, sino el de trasladarle toda la responsabilidad de los problemas a los comités, de manera que la función de éstos se reduce drásticamente a la canalización de las quejas y se vuelven receptáculos de la amargura y la irritación. Es decir, los vecinos se dedican a reportar deficiencias y problemas que hay en la colonia con el objetivo de que los comités inicien el trámite administrativo ante las autoridades correspondientes. Hecho el reporte, los vecinos regresan a casa y a sus actividades cotidianas esperando la solución expedita del problema. Si no se resuelve el problema (y de hecho los problemas vecinales se resuelven muy lentamente), los representantes pierden 16 Entrevista con la Sra. Martha Arredondo coordinadora del comité vecinal de Vergel y Coapa. 34 toda credibilidad. Por ello llega un momento en que los dirigentes vecinales buscan salidas desesperadas. En la mayoría de los casos, sin embargo, los resultados han sido contraproducentes. Lejos de incentivar la participación ciudadana se ha adoptado por la división en la organización vecinal. La mediación de los espacios de participación vecinales entre los habitantes de una colonia o barrio se ha reducido a la de una agencia que recibe las quejas de los vecinos. Así se lo hizo saber el coordinador de un comité a un diputado que visitaba la asociación: Sinceramente ustedes como diputados, nunca tienen la queja de la gente, las quejas son directamente de los ciudadanos que hacen a los Comités Vecinales. Nosotros somos los interceptores para ustedes hasta en la delegación, entonces, toda la gente a nosotros nos reclaman, que no han visto esto y lo otro, y que esto no nos los arreglan y todas las broncas son para nosotros y ustedes allá están, pero nosotros somos los que recibimos la bronca. 17 La conclusión es que hay un vacío de participación en los espacios de participación ciudadana como respuesta a las convocatorias de los representantes: la gente se niega a participar, los comités se debilitan y eso se hace evidente ante las autoridades que, en consecuencia, se desentienden más cómodamente de las demandas planteadas por esos entes debilitados y en ese círculo, el prestigio de los comités sigue cayendo. En el extremo, todo aquello que tiene que ver con la inversión de recursos materiales, de tiempo y dinero corre por cuenta exclusiva de los miembros del comité vecinal. Ante semejante escenario, una irritación ha invadido a muchos comités vecinales en la medida en que no han podido construir un espacio público en el que los vecinos participen, discutan, tomen decisiones colectivas y vigilen las acciones 17 Opinión del señor Odilón Romero del comité vecinal de San Lorenzo Huipulco en la reunión de la asociación vecinal de Coapa el 21 de junio del 2001. 35 que ponen en marcha las distintas instancias de gobierno. Las válvulas de escape han sido la deserción por parte de los miembros de los comités vecinales y la apatía e indolencia de los vecinos. En ocasiones, como lo veremos con detalle más adelante, este malestar no es tan manifiesto y eso ha dependido de los recursos extra, hablando en términos de capital social, con que cuenten los comités vecinales (en el barrio de Niño Jesús, Tlalpan, el comité explota a su favor el hecho de que hay una red vecinal primaria vigente. Los habitantes del barrio se conocen entre sí y se interesan por lo que sus vecinos pertenecientes al comité vecinal hacen o proponen). 4. La debilidad de la participación ciudadana Aquellos comités que no se han disuelto o que no son puro membrete y han concentrado sus acciones gestionando servicios y recursos, deben enfrentar otra situación no menos adversa: los comités vecinales conviven con otras organizaciones que realizan funciones de gestoría como las mesas de residentes o de colonos y las agrupaciones populares. Los comités tienen entonces dos opciones: o coordinan sus actividades y trabajan en cierta armonía con la mesa de colonos y las organizaciones populares, o mantienen un conflicto que perjudica el trabajo de todos. Se comprenderá que en ocasiones los miembros de los comités vecinales al sentirse debilitados por los factores ya enunciados, prefieran unir fuerzas con esas organizaciones y con sus liderazgos que, por lo regular, se encuentran claramente personalizados. Particularmente en las colonias de menores recursos podemos encontrar un líder con partido o sin partido, que por lo regular es mucho más fuerte que un comité vecinal o que la suma de varios de ellos. Bueno (confiesa una coordinadora vecinal de una zona paupérrima del Ajusco Medio ante el delegado de Tlalpan que había sido invitado a la sesión de intervención sociológica) yo como comité vecinal sí acuerdo con 36 las autoridades, pero si no me atienden y no me hacen caso, se me dificulta todo... tengo que encontrar el camino para que me atiendan... y entonces ustedes mismos avientan a uno a ser lo que uno no debe ser; o sea, si yo me uní a un grupo (una lidereza poderosa del Ajusco Medio), fue por la falta de atención de ustedes. Entonces, ¿quién es culpable ahí? Yo pienso que las autoridades porque si no están atendiendo mis peticiones y mis problemas de mi comunidad, bueno yo busco la manera de cómo se me atienda. Yo veo que un grupo X presiona y ahí se le hace caso, bueno pues yo voy a ver si me uno a ese grupo y presiono y se me hace caso... se desespera uno, lo único que uno quiere es ver soluciones... no tengo tantas demandas así como, ¡qué bruto!, pero pues a mí me gustaría que por lo menos en esos tres años se resuelva una cosa aquí y una cosa allá. 18 En resumen, la falta de fuerza de algunos representantes vecinales los empuja a aliarse a las formas verticales y caciquiles de la política que justamente trataban de ser contrarrestadas con las nuevas formas de participación ciudadana. El número de participantes o miembros de los comités se ha reducido sensiblemente recayendo o concentrándose toda la responsabilidad de la gestión de servicios en unas cuantas personas, lo cual deriva en un estilo de trabajo casi personalista, una gestoría personalizada que conduce rápidamente al intercambio clientelar aquí evidenciado. Así, se ha venido poco a poco abajo la idea original de los miembros de los comités que calculaban que un buen número de sus peticiones iba ser resuelta satisfactoriamente y que su tarea sería la de llevar puntualmente todas las demandas que aparecen en la colonia o en el barrio. Los comités legitimarían su existencia recaudando quejas y peticiones vecinales. Se supone que este proceso 18 Sesión en donde había sido invitado el delegado de Tlalpan Luis Gómez Sánchez, Casa Chata, 21- set.-2000. 37 de legitimación cerraría en círculo perfecto cuando las autoridades cumplieran con su parte. 5. La Ley de la No Participación ciudadana Esta pérdida de solidaridad y de cooperación entre vecinos que ha mantenido vacío el espacio de la participación horizontal, la vida pública y el intercambio entre iguales, no sólo se explica por una herencia de clases medias acostumbradas a disponer de una servidumbre barata y sumisa, sino también responde a los imperativos de nuestra cultura estatal: cuando los legisladores redactan la Ley de Participación Ciudadana para el Distrito Federal imaginan en realidad una serie de escaleras que liguen el universo social con las constelaciones de la administración, y definen a los comités vecinales esencialmente como los interlocutores entre el gobierno delegacional y la ciudadanía mediante la gestión administrativa para buscar soluciones a los problemas vecinales; de manera complementaria, los responsabiliza para animar la participación de los vecinos, pero de nuevo aquí, esa participación es entendida como una serie de actos para organizar las peticiones hacia el gobierno. Su función queda verticalizada desde el inicio y se mantiene la imagen del gobierno como el gran responsable de resolver los problemas (no hay en la Ley ningún mecanismo mediante el cual los comités pudieran apoyarse para iniciar la construcción de la participación ciudadana; no hay tampoco ninguna normatividad reglamentaria al respecto). Después de detallar todas las formas de enlace de la sociedad con la esfera de la política (plebiscito, referéndum, iniciativa popular, consulta y colaboración vecinal, unidades de quejas y denuncias, audiencia pública, recorridos del delegado...), los redactores establecen que esta Ley de Participación: 38 abre para los vecinos la posibilidad de colaborar con las autoridades en la realización de obras y la prestación de servicios... Concede a los habitantes el derecho a presentar quejas y denuncias relativas a las deficiencias en la prestación de servicios y la irresponsabilidad o negligencia de los servidores públicos, creando los mecanismos de recepción de ellas y la forma de atenderlas. 19 Junto a esto, a la entrada del gobierno cardenista se pensó que los problemas ahora sí serían atendidos, que bastaría con plantearlos de manera adecuada para que, una vez desaparecidas corruptelas e intereses mezquinos, la solución a las demandas se agilizara: los vecinos a un principio participaron con nosotros, con el gobierno perredista y con muchas ganas porque bueno, todo mundo decíamos: “va a haber un cambio, ya no va a ser lo mismo, ahora sí nos van a hacer caso, ahora sí vamos a lograr lo que con los gobiernos priístas nunca logramos...” y pues, a la fecha resulta que toda aquella ilusión, toda aquella participación de todos los vecinos... bueno pues ahorita está totalmente mal, a duras penas. 20 El espacio horizontal de confianza y cooperación no sólo se quebranta desde atrás (desde la herencia, debido a la cultura servilizante de las clases medias), sino también por una influencia desde arriba (por una legislación que hace de los ciudadanos gestores gravitando en el entorno de las oficinas delegacionales), y se quebranta en fin, por un impulso hacia arriba (esperando, ahora sí, del nuevo gobierno, la solución). En esta dinámica los comités son debilitados desde abajo, en la medida en que la gestión (la mirada hacia la administración), los lleva a 19 Comentario del Dr. Emilio Pradilla Cobos, en las discusiones sobre la nueva Ley de Participación en la Asamblea Legislativa del DF, septiembre,1998. 39 descuidar la activación de sus bases vecinales y éstas arremeten contra los miembros de los comités acusándolos de ausentismo, de perderse en los espacios de la influencia burocrática “nos acusan hasta de quedarnos con el dinero que se anunció para lo de la seguridad”. Alguien de la asociación de comités lo expresó con gran claridad: en la situación actual, los comités vecinales han hecho parte del trabajo que le corresponde a la delegación. Pero nuestra opinión, nuestros proyectos no han sido tomados en cuenta. Parecemos un apéndice de la delegación. 21 6. La construcción de la identidad territorial: principio de la participación vecinal En este escenario lleno de grises, de malos entendidos, de interpretaciones académicas y políticas sin sustento, lo único claro es que en las actuales condiciones la participación ciudadana es algo tan difuso como la idea de sociedad civil que parece ser su correlato y que está tan de moda en la prensa, la política y la academia ante esta crisis de las intermediaciones entre sociedad y política. Durante nuestras sesiones de autoanálisis con los comités vecinales de Tlalpan. Conforme las debilidades reseñadas anteriormente fueron quedando evidenciadas, y alguna desesperación e impotencia se apoderaron del grupo. Los representantes del Barrio del Niño Jesús, el comité con más consistencia debido a sus fuertes raíces tradicionales como apuntábamos, decidió no asistir más a las reuniones de los jueves y formar, por su parte un frente de comités de la zona centro de la delegación para compartir su problemática y presentar sus demandas de manera más contundente y organizada. 20 Comentario de la Sra. Cristina Montero en sesión de la asociación de comités vecinales en las instalaciones de la Rectoría de UAM. 21 Idem. 40 Durante dos sesiones el resto del grupo esperó el regreso de los compañeros de Niño Jesús. Lo único que llegó fueron noticias de que el experimento estaba marchando aceptablemente y que no tendrían mucho tiempo para seguir en la reflexión. El asunto estaba lleno de lógica: fuera de ese comité y de uno que venía desde las zonas más populares de la subida al Ajusco, el resto de los participantes en la intervención sociológica pertenecía a la zona de Coapa, un área urbana de asentamiento relativamente reciente (últimos treinta años), conformado predominantemente por espacios unifamiliares en acelerada batalla por cerrar sus calles y unidades habitacionales, así como condominios horizontales y verticales de ingresos medios y medios-altos. Ante la crisis del grupo, producto del proceso analítico y de la deserción de una parte de sus integrantes, los representantes de los comités vecinales de Coapa y los sociólogos que acompañábamos el ejercicio decidimos inaugurar una nueva etapa de trabajo, al iniciar el año 2001, fortaleciendo el frente de asociativismo de comités vecinales de la zona. En ese momento el grupo tomó la decisión de mudarse del centro de la Delegación de Tlalpan al centro de la zona más acotada de Coapa (en términos demográficos y territoriales todo tomaba una dimensión mucho más manejable: los miembros del grupo de autoanálisis no venían de puntos distantes de una delegación con 650 mil habitantes, sino de un radio territorial de no más de un kilómetro). Se tomó otra decisión que ayudó mucho para que los asistentes se sintieran en un espacio sumamente neutro: le fue solicitado a las autoridades de la Rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana sus instalaciones para llevar a efecto las reuniones, los jueves en la tarde, de la Asociación de Comités, a lo que el rector y su coordinador de asesores accedieron con una gran generosidad, no sólo facilitándonos un local sumamente confortable, sino teniendo preparadas en cada sesión refrescos y galletas. Todo esto tuvo lugar al inicio del año 2001, y antes de que concluyera el mes de febrero los propios comités, sobre un mapa de aquella zona ya habían delimitado lo que ellos consideraron que era un área que 41 correspondía a sus posibilidades de trabajo y que consideraron que lo que ahí tenía lugar les concernía. Los límites de aquella área fueron fijados por cuatro grandes ejes viales: la Calzada del Hueso al Norte, la avenida Canal de Miramontes al oriente, el Anillo Periférico al sur y el Viaducto Tlalpan al poniente. Una vez delimitado el territorio, la primera tarea fue extender una invitación a los integrantes de todos los comités ahí comprendidos, lo que resultó sumamente exitoso desde el momento en que se les explicó el carácter circunscrito y delimitado de los integrantes de la Asociación. 22 Al hacer el recuento resultó que la población que vivía en ese perímetro era de aproximadamente 50 mil habitantes, lo que a todo mundo le pareció un conglomerado conveniente. En total 12 comités vecinales (de un total de 20 que existen en ese perímetro), firmaron para dar nacimiento al trabajo asociado; a las reuniones comenzó a asistir un grupo de aproximadamente 20 personas (el doble en promedio de la asistencia hasta antes de la redefinición circunscrita a una territorio continuo y unificado). Desde muy temprano se tomó la decisión de que no habría presidente, ni secretario, ni coordinador por encima del resto de los miembros de los comités vecinales que asistían y que las posiciones partidistas y de elección ideológica o religiosa serían dejadas, en lo posible, al margen de los trabajos del colectivo. Un miembro de la Asociación confiesa a este respecto en un tono bastante antipolítico y bastante “antipolite”: Yo les dije a ustedes cuando inicié esto, que yo no quería ni política, ni tener partidos políticos, ni involucrarme, me parece esto lo más sabio, y me parece esto lo más sano, estamos aquí 22 La Asociación se compone de 12 comités vecinales que representan una población de entre 40 a 50 mil residentes. Hasta ahora, están participando en el proyecto los comités vecinales de San Lorenzo Huipulco, Prados Coapa 2ª sección, Prados Coapa 3ª sección, De Vergel y Coapa, Nueva Oriental Coapa, Hacienda San Juan, Chimalli, San Bartolo Chico Coapa, Misiones Tlalpan, Vergel de Coyoacán y Villa Lázaro Cárdenas. 42 frente a una situación aséptica fuera de gérmenes; ¿por qué?, porque es necesario que estemos fuera de la grilla y de la política y de diputaciones, y que los grupitos y los grupúsculos, que yo soy comerciante, que yo estoy con los bicicleteros y que el grupo de acá y el grupo de allá... ¿saben qué?, eso aquí es lo bueno que no lo hay. 23 6.1 Colonia Ajusco, crónica de una realidad La Colonia Ajusco es actualmente un asentamiento de unos 30 mil habitantes, dividido en dos unidades territoriales (norte y sur), con un peso poblacional similar una y otra. 24 La colonia tiene sus inicios en la década de los sesenta, al llevarse a cabo una gran invasión de los terrenos de los pedregales ubicados al oriente de la Ciudad Universitaria, una invasión concertada que en pocas semanas asentó a varias decenas de miles de habitantes con epicentro en la colonia vecina de Santo Domingo, expandiendo sus efectos a la Colonia Ajusco y a otras áreas colindantes. La movilidad de la población y la propiedad sobre los predios ha sido relativamente estable, ya que el 50% de la gente tiene más de 20 años viviendo en la colonia, lo que permite afirmar que se trata de la misma gente que llego desde hace más de 40 años con la gran invasión y en los años inmediatamente posteriores; a esto le sigue un 12% de sus habitantes que tiene de seis a diez años y un 12.7% que tiene viviendo de uno a cinco años en la zona; como dato interesante hay que destacar que un 10.7% de los pobladores son relativamente nuevos (menos de un año viviendo en la colonia). Otro dato reafirma la estabilidad 23 Comentario del señor Rubén García en la sesión del 5 de abril del 2001 en las instalaciones de la Rectoría de la UAM. 24 Actualmente cuenta con una población de 29,402 habitantes de los cuales 14,224 son hombres y 15,178 son mujeres (INEGI 2000). Su superficie es de 207.57 hectáreas, es decir, hay 141 habitantes por hectárea aproximadamente, con un nivel socioeconómico bajo. A partir de 1999, se crean los comités vecinales en el Distrito Federal y la colonia Ajusco queda dividida en dos comités. El comité vecinal del Ajusco norte y el comité vecinal del Ajusco sur. 43 domiciliaria de los habitantes: el 72% cuenta con casa propia, el 18.7% renta y el 9.3% cuenta con algún cuarto prestado para vivir, con ligeras variantes, pues en la zona del Ajusco sur, se encuentra el mayor numero de personas con casa propia el 76%, y en la zona del Ajusco norte se encuentra el mayor número de personas que rentan un cuarto el 22.7%. Por las condiciones extremadamente precarias en que echó a andar esta colonia popular en torno a la vivienda, al abasto de agua, de luz y, más tarde, de drenaje y pavimentación, es fácil entender que se haya caracterizado por una fuerte participación de los vecinos. Sin embargo, en la encuesta que realizamos 25 encontramos que un 69.3 % de gente nunca ha participado en una organización, lo que no contradice necesariamente lo que afirmamos antes. Hay que destacar que el mayor número de quienes han participado (11.3%), lo han hecho en grupos religiosos, en particular con los jesuitas de la Iglesia de la Resurrección; el 6.7% ha participado en organizaciones vecinales (comités vecinales, subcomités de seguridad, jefes de manzana); el 5.3% en partidos políticos (en su mayoría, en el Partido de la Revolución Democrática); el 2.7% en grupos juveniles, y sólo el 1.3% en asociaciones de padres de familia y en organizaciones gubernamentales respectivamente. Como sucede en general en el medio del DF, y de muchas otras metrópolis, el 67.3% de los ciudadanos contestó que no conocían a sus autoridades, que ni siquiera sabían quiénes eran sus representantes delegacionales y locales. Sin embargo, el 32.7% sí conoce a sus representantes y el 22.7% dice conocer a la jefa delegacional; el 18% a su diputado local; el 12.0% al comité vecinal, y sólo el 6.7% conoce a su director zonal. Por otro lado, el 98.0% de la gente encuestada no conoce al delegado de la PGJDF, el 95.3% al jefe de sector de la SSP, y el 94.0% no conoce al policía asignado en su colonia. 25 Las encuestas se aplicaron en las distintas calles de la colonia Ajusco. Se realizaron 150 encuestas personalizadas en cada uno de los años señalados. 44 Los datos anteriores hablan de una comunicación precaria entre las autoridades (representantes), y los vecinos (representados) aunque nos atrevemos a afirmar que a este respecto, la colonia en cuestión se encuentra por encima de la media del DF. Hay un mayor conocimiento de las autoridades con las que gestionan sus problemas cotidianos, en términos de infraestructura urbana (pavimentación, poda de árboles, luz, agua, uso de suelo, etc.), que con las autoridades encargadas de la seguridad pública o vecinal. Sin embargo, ahí quedó claro una vez más, que bajo el rubro seguridad y lucha contra la delincuencia se esconden manifestaciones muy diversas. El tráfico de drogas en pequeñas cantidades, por ejemplo, sin duda uno de los temas más álgidos, afectando principalmente a los jóvenes de entre 15 y 25 años, que manifiestan una agresividad exacerbada. Y es que aquella parte de la juventud iniciada en el consumo de enervantes, en su búsqueda desesperada por conseguirlos se ve empujada a cometer un amplia gama de ilícitos, desde los pequeños robos, asalto a transeúntes y robo de autopartes, hasta los más graves relacionados con el asalto a mano armada al transporte público y a camiones repartidores, robo a casas habitación, etcétera. De la misma manera, bajo el rubro general de inseguridad están implicados, muy particularmente en la Colonia Ajusco, la amplia gama de actividades relacionadas con la invasión (o el sentimiento de invasión), al territorio más íntimamente vecinal, generado por el aumento (casi irrefrenable en la opinión de muchos entrevistados), de los tianguis y los mercados sobre ruedas que proliferan a lo largo de la semana, pero que se han vuelto un dolor de cabeza para muchos vecinos en los fines de semana, cuando aprovechando la menor afluencia vehicular, el comercio informal invade literalmente la vía pública y cualquier espacio abierto, para instalar sus “changarros” comerciales. Nacidos hace treinta años como mercados semanales para regular el precio de los artículos de alimentación y luchar contra los intermediarios, los mercados sobre ruedas y los tianguis se convirtieron poco a poco, y en particular en la zona de 45 referencia, en áreas mercantiles para la venta de artículos de vestir y calzado, venta de aparatos electro-domésticos de origen cada vez menos claro, abriendo la puerta al contrabando, a la venta de artículos robados en la macro-transportación nacional, a la piratería electrónica, particularmente la musical y la del video y, de manera creciente, a la venta de auto-partes y otros artículos robados, vendidos primero de manera encubierta y luego de manera abierta conforme se debilita la regulación de las autoridades. En los últimos años, el tianguis de los domingos (tianguis de La Bola), ha tenido un crecimiento acelerado y de manera descontrolada. Paso de 3 mil oferentes a 5 mil aproximadamente. Se expandió por las distintas calles de la zona y se salió a la avenida Aztecas y a la calle de Zapotecas, ocupando lo largo de cuatro calles que van desde Ixtlizóchitl hasta Hueman, y hasta fechas muy recientes fue conducido por un liderazgo casi único. El Tianguis de La Bola acapara el 35.3% del comercio de la zona, mientras los otros mercados sobre ruedas atraen el 14.0%. Sin embargo, el 23.3% realiza compras en Aurrerá, el 7.3% en Auchan, el 2.0% en Gigante, el 1.3% en la Comercial Mexicana, y hay un 7.3% que realiza sus compras de manera mixta, es decir, en centros comerciales y en los tianguis. Según estos datos, el comercio informal se encuentra, en la Colonia Ajusco, muy por encima del peso que muestra a nivel del resto de la ciudad y del resto del país. En una agregación meramente indicativa (ya que la calidad de los datos que hemos obtenido en nuestra pequeña encuesta no autoriza tales inferencias), las grandes cadenas comercializadoras estaría atrayendo alrededor del 40% de los consumidores, mientras los datos a nivel nacional nos dirían que ese comercio estaría acaparando el 60% del comercio total. Por lo demás, únicamente el 11% los entrevistados declaró comprar sólo alimentos en los tianguis, mientras que el 27% dijo comprar ahí su ropa. Esto tiene que ver seguramente con el hecho de que las grandes cadenas comerciales logran ofrecer los productos básicos de la alimentación popular a precios muy bajos, gracias a su control sobre la producción y la transportación, de manera que 46 se da el caso, incluso, de que una pequeña tienda de abarrotes haga negocio adquiriendo arroz a diez cuadras, en el gran almacén, y vendiéndolo a la clientela de su entorno inmediato, que vive con un raquítico presupuesto día con día. El 54% de los entrevistados declaró asistir al tianguis y al mercado de sobre ruedas una vez a la semana, mientras que el 13% acudió dos veces por semana, el 7% diario, el 6% cada quince días y el 5% cada mes. En los temas relacionados con la seguridad es claro que siendo reveladoras las estadísticas sobre los tipos de delito, la comprensión del contexto en el que los ilícitos se cometen es fundamental para poder iniciar cualquier política de prevención y reordenamiento del problema. La proliferación de estos dilatados tianguis y supuestos mercados sobre ruedas, espacios que se amplían semana con semana gracias a las llamadas “colas” (nuevas áreas del comercio informal que escapan al control de una autoridad que tendría que multiplicarse para lograr una regulación adecuada), se constituye en el medio natural para llevar a los jóvenes de la colonia a la frontera entre lo legal y lo fuera de la ley. Es un invernadero para jóvenes que se ven atraídos por una oferta de artículos de consumo que los fascina y para cuya consecución son capaces de realizar actos de un riesgo extremo, máxime cuando a todo eso se liga la venta y consumo de drogas al que muchos de ellos han sido inducidos por embaucadores cada vez mejor entrenados. Junto a las destruidas condiciones familiares y las pocas oportunidades de conseguir un empleo remunerado, es el ambiente de informalidad y de ilegalidad el que termina por situar a los jóvenes ante un menú amplísimo de opciones, propicio en muchos aspectos para la comisión de actos delictivos, pero también ante un menú de posibilidades para ganarse la vida. Hay que aceptar que para ellos el panorama verdaderamente desolador sería el de unas calles anchas, vacías, sin nada que vender, que comprar, que apropiar, que intercambiar. El comercio informal y los tianguis se convierten así, en espacios abiertos a la imaginación y al tráfico de todo tipo, la condición aparentemente natural a la que 47 aspira a acceder dos de cada tres mexicanos de las grandes y medianas ciudades, los excluidos de la economía formal. En el caso de los jóvenes de entre 18 y 22 años de edad, el 84% de ellos declaró que no les causaba problemas el tianguis, mientras sólo el 10% declaró lo contrario. En contraste, sólo el 55% de los adultos de entre 33 y 47 años, declaró que el tianguis no les ocasiona problemas mientras el 42% declaró lo contrario. Es un panorama con fuerte progresión en nuestra ciudad, que trae consigo problemas de vialidad vehicular, altas dosis de contaminación y degradación ambiental, pero lo sorprendente es que siendo conscientes sus habitantes de estos flagelos, titubean para manifestarse claramente en su contra e incluso, se muestran escépticos sobre la posibilidad de un reordenamiento a fondo del fenómeno. A la pregunta: ¿le ocasionan problemas los tianguis?, la población en general respondió que no le causaban problemas en un 67% mientras sólo el 31% que sí. De la gente encuestada que expresó molestia por el tianguis, el 17% declaró que el problema más grave era la acumulación de basura, el 17% el cierre de calles, el 16% problemas viales, el 11% que genera delincuencia, el 7% el robo de luz y agua, y el 4% la venta de drogas. “No se trata ya de ir a buscar espacios en dónde ganarme la vida, comerciar, cuidar coches, vender el producto de actividades ilícitas cometidas por mí o por un conocido, pues resulta que, en este ejemplo, la calle enfrente de mi ventana ofrece las oportunidades para que yo logre algún ingreso.” “Entre la conservación de mi entorno vecinal y la posibilidad de que yo resuelva mis problemas de ingreso diario, opto por lo segundo, poco me importa el enorme espacio incontrolable que se extiende a partir de la puerta de mi domicilio.” 48 Si con esa dinámica se están desempeñando dos terceras partes de los habitantes de los barrios populares de la ciudad, podemos preguntarnos si existe alguna esperanza de reconstrucción social en esos espacios, como podrían serlo los esfuerzos llevados adelante por los comités vecinales (que se mostraron más preocupados que los habitantes en general sobre esta problemática), o por los habitantes originarios, hoy con mayor edad, que se hicieron y lucharon pensando en que el progreso de la comunidad se realizaría con base en modelos de creciente organización, con base en espacios públicos respetados y aprovechables por la colectividad. En resumen, cuando con tanta naturalidad declaramos que el primer problema de nuestra ciudad es la inseguridad y el delito, en realidad lo que estamos queriendo decir, en un medio como el que nos ocupa, es que la combinación de una masa de jóvenes (una cuarta parte de la población tiene una edad de entre 13 y 24 años), con pocas oportunidades de ganarse la vida desempeñando trabajos remunerados, se desenvuelve en la pecera de un mercado informal (en buena medida ilegal), donde se pueden comprar y vender artículos sin demostrar otra cosa que su posesión de facto; esto facilita, sin duda, el trabajo de una red de narco-vendedores, también urgidos por ganarse la vida, que en la mayoría de los casos no se diferencia mucho de los jóvenes que son enrolados en el consumo y la distribución y que empuja a todo ese conjunto a buscar recursos para poder satisfacer las necesidades de su nueva dependencia (o ya no tan nueva). A partir de estos singulares resultados (particularmente el que dos de cada tres habitantes no se sintieran afectados por el comercio informal), nos interrogamos sobre cuál podría ser el número de residentes de la zona que se beneficiaba de la febril actividad mercantil de una zona como ésa o que se beneficiaba de manera indirecta por aquellos flujos monetarios que iban y venían semanalmente en la Colonia Ajusco. Un cálculo de esta naturaleza resultó muy complicado (tomando en cuenta lo limitado que son tres meses para conocer de asuntos tan complejos), pero una característica peculiar de la zona nos ha llevado a fortalecer algunos 49 indicios de respuesta: resulta que al menos una tercera parte de los núcleos familiares de la zona posee o atiende algún tipo de negocio domiciliario: tienda de abarrotes, papelería, fotocopias o café internet, farmacias, tlapalería y pinturas, salón de belleza, antojitos en local privado o en la banqueta, servicios de mariachi (al estilo Garibaldi), taller mecánico, hojalatería, pintura y talachas diversas, refaccionarias, casas de artículos de construcción, etcétera. En esas condiciones, la presencia de vendedores y de compradores de fin de semana, y de entre semana, de esa población flotante (venida desde zonas externas a la colonia), no tiene nada de despreciable: se convierte en una clientela que no hay que ir a buscar a otras zonas de la gran urbe, sino que acude por sí misma a las calles del barrio, “a los espacios que yo domino de alguna manera y en los que me siento seguro”. Estamos, entonces, ante un panorama en el que se está degradando la calidad de la vida de los habitantes de un importante barrio (30 mil habitantes), de nuestra ciudad, pero en el que es difícil encontrar fuerzas pertenecientes a esa misma colectividad dispuesta a luchar y a reordenar esas tendencias disrruptoras. Muchos de nuestros entrevistados, particularmente los pertenecientes a los comités vecinales, declararon sentirse extremadamente preocupados por la posibilidad de que la zona pudiera convertirse en un “Tepito del Sur”, como lo llamó la revista Proceso, en un número temprano del año 2001, en su edición 1271. Esto plantea un problema y pone de manifiesto que los agentes dentro de estos colectivos que se han esforzado durante más de treinta años por mejorar el panorama urbano y la calidad de vida de la colonia, hoy se encuentran en situación de desventaja y que quienes están debilitándolos son, ni más ni menos que las necesidades de los propios habitantes del barrio. No se trata de otra cosa que de la falta de oportunidades para ganarse la vida, convertidas en 50 desorganización, desorden, delincuencia, violencia intra-familiar, consumo de estupefacientes, reprobación escolar. Ahora bien, lo que viene a complementar toda una situación de inercia casi imparable, es que las autoridades también se ven imposibilitadas para actuar en contra de esta tendencia. En primer lugar, porque para tomar medidas al respecto tendrían que recibir una protesta masiva de los ciudadanos, que no es el caso por las razones antes explicadas; pero en segundo lugar, porque la fuerza de los liderazgos y de sus huestes de vendedores vuelve extremadamente delicado el actuar sobre un medio de esta naturaleza, que se ha convertido en el síndrome mayor de las grandes ciudades de América Latina (por citar lo menos), y particularmente de las ciudades criollas donde las desigualdades sociales, la pobreza y la exclusión han alcanzado niveles indescriptibles. Baste con revisar los videos de los enfrentamientos entre policía y ambulantaje que han tenido lugar recientemente en Tacubaya, Tepito y el Centro de la Ciudad. ¿Qué queda entonces ante un panorama de esta naturaleza en la Colonia Ajusco? Tal como lo sugirieron muchos miembros de los Comités Vecinales, ante el hecho incontrovertible de la proliferación del ambulantaje, lo que procede es llevar adelante un gran esfuerzo de reordenamiento y contención. Por fortuna, las propias autoridades delegacionales coincidieron igualmente, en nuestras entrevistas, con la necesidad urgente de contención y reordenamiento. De hecho, las condiciones están dadas, a juzgar también por las declaraciones de las autoridades del gobierno central y los ensayos policíacos que echaron a andar en el 2003, para que la zona pudiera ser convertida en un ejemplo piloto de reordenamiento del comercio informal, ¿hasta dónde esto pudo ser posible? A este respecto, de nuevo los Comités Vecinales han aportado su sabiduría, manifestando su predilección hacia los dos escenarios siguientes: el primero y más ambicioso buscaría reubicar el tianguis dominical de La Bola en uno de los dos carriles de la Avenida Aztecas, procurando entonces que las vialidades 51 propiamente vecinales quedaran liberadas a la circulación, evitándose igualmente que los puestos fueran colocados, y prácticamente afianzados de las puertas y ventanas de los vecinos. Esta modalidad se practica a unas cuadras del lugar, en la otra gran vialidad, el Eje Diez Sur, que bordea por el norte a la dilatada colonia Santo Domingo Los Reyes. Esta modalidad, acompañada de un estricto control sobre su tendencia a desbordarse sobre las vialidades laterales, facilita la vigilancia y la contención del tianguis, evitando su ramificación hormiga en las referidas “colas”. La reubicación, yo lo he comentado con la directora de Vía Pública, y le hice una sugerencia, que por qué no le hacíamos como en Santo Domingo [...] hay un camellón, en eje diez, entonces una parte la ocupa el ambulante y la otra parte la hacen doble sentido, y no se afecta, entonces la colonia Ajusco se afectaría menos, porque aquí los comercios cerrados, las escuelas cerradas, [tendrían] más posibilidades de que tuviera otro aspecto la colonia. 26 El segundo escenario implica un reordenamiento a partir del tianguis tal como se encuentra en la actualidad. Se trataría de llevar adelante una estricta vigilancia sobre el crecimiento de las “colas”, los horarios de instalación y levantamiento de los puestos, la limpieza a fondo al término de las actividades por la tarde, el respeto hacia las propiedades, las banquetas y las áreas verdes, dejando acceso vehicular en todas las vialidades, con instalación de baños portátiles en lugares adecuados y regulación de las tomas de energía eléctrica. Sin duda algunas de estas medidas ya están siendo adoptadas por las actuales autoridades delegacionales, pero como todo mundo está de acuerdo, esta modalidad así como la anterior, requieren de un plan conocido y concertado por todos los actores involucrados, y por un equipo de vigilancia y orden que sea capaz de hacer cumplir los acuerdos a lo largo de las semanas, los meses, los 26 Entrevista con la señora Leonor Leal Gómez † , Miembro del comité vecinal Ajusco norte 52 años y las administraciones (sobre este último punto y la posibilidad de organizar, también de manera piloto, un equipo de policía de proximidad nos detendremos más adelante). Cómo lo solucionaría, bueno, pues en principio que en el [tianguis] existiera un orden, que existiera una identidad de la propia gente que vive aquí en la colonia, que se le diera prioridad a la misma, que se hiciera responsable a toda esa gente que de alguna manera se dedica a tener un puesto en la vía pública, con una contribución y el mantenimiento de las mismas áreas, eso sería así muy en términos generales. Yo creo que si empezáramos por ordenar, y no solamente, yo haría el planteamiento que se quitará a los que están creciendo [las colas], o sea, como bien es cierto hay que evitar el crecimiento. También hay que entrarle a un orden de lo que genera esto, por eso nosotros dentro de las propuestas que planteábamos, es que la autoridad de un ordenamiento muy pacífico, no queremos ni agresividad, nada de eso, inclusive hasta con los mismo líderes, poderlos llamar y hablar con ellos. Que se haga por ejemplo, un censo, y que ese censo nos diga cuánta gente es de aquí de la colonia realmente... y que a esa gente se le dé su lugar, que haya un orden, que se respeten, por ejemplo, las entradas y las salidas de las viviendas, que se permita el acceso libre, o sea, cuestiones de ese tipo. Si no cambia allí pues buscarle en otra área, o sea buscar otra manera, como ya nosotros tenemos, lo que decía del mercado, que está los sábados sobre el eje diez, como una manera de poder hacer un planteamiento también el de que se busque un lugar donde la vialidad tenga el acceso de poder convertir un carril en lo que es el mercado, sí y no obstruir las entradas y las salidas [de las casas], ya lo planteamos también en Avenida Aztecas, que son dos carriles muy anchos, a lo mejor especialmente los días domingos, si esto nos da espacios para que se coordinara y se plantearan en una sola avenida y 53 una se convirtiera en doble, por un solo día...[también] nosotros planteábamos un horario de las ocho de la mañana a las dieciocho horas, es el horario que tienen generalmente todos los comercio ambulantes, tianguis sobre ruedas, esos son más o memos los horarios, que sería un buen horario, para que la gente ya estuviera recogiendo, para que la gente que habita inclusive en esas zonas, pues en las tardes pudiera salir ya libremente con su familia, o sea, ese tipo de planteamientos en cuanto a lo que es el mercado, nosotros pensamos que sería bueno... bueno son planteamientos, lo que queremos es que se llegue a un orden muy tranquilo, inclusive que no salgan afectados. Lo que nos interesa es la seguridad y la tranquilidad en nuestra colonia. 27 27 Entrevista con el señor Javier Mora Castro, coordinador del comité vecinal Ajusco norte. 54 Capítulo III. Resultados del diagnóstico A. Principales características de las zonas de estudio; Ya que la hipótesis está planteada básicamente en encontrar las diferencias en la percepción ciudadana de la inseguridad pública, es necesario conocer la formación e historia de las dos zonas de estudio. Para entender el estado actual de la percepción ciudadana es necesario saber el tiempo y las características de la formación de las colonias, su nivel de vida, con qué servicios urbanos cuentan. 1. Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Tlalpan 28 La delegación de Tlalpan 29 colinda al norte con la delegación Álvaro Obregón y Coyoacán, al oriente con Xochimilco y Milpa Alta, al sur con los municipios de Huitzilac (del estado de Morelos) y Santiago Tianguistengo (del estado de México) y al poniente con Jalaltlaco (municipio del estado de México) y con la delegación Magdalena Contreras. Tlalpan cuenta con varios asentamientos humanos muy antiguos, destacando los que se fundaron en la época colonial, entre ellos el centro de la delegación y, más tarde, pueblos como San Miguel Topilejo, Santo Tomás y San Miguel Ajusco, San Andrés Totoltepec, Santa Úrsula Xitla, y áreas ejidales como la de Tepepan y Huipulco. La zona creció entre 1960 y 1970 debido a la construcción de las unidades habitacionales de Villa Olímpica, sitio donde se albergaron a los deportistas de la Olimpiada de México 68, y de la Narciso Mendoza (conocida como Villa Coapa). En la Colonia Miguel Hidalgo se inicia la primera y segunda sección y surgen las 28 Agradezco a la señora Virginia Martínez Colín, responsable del Centro de Investigaciones Históricas de Tlalpan (CENIHT), por la ayuda prestada. 29 Aunque la palabra Tlalpan se compone de dos vocablos de origen náhuatl: Tlalli (tierra) y Pan (sobre), se le agregó la palabra “firme”, ya que correspondía a un lugar ubicado en las riberas del lago de la gran Tenochtitlan, por lo que su denominación natural es "Lugar de Tierra Firme". 55 colonias Isidro Fabela (como consecuencia de una invasión de terrenos privados) y Villa Lázaro Cárdenas, comenzando además a fraccionarse los alrededores del centro de la delegación. Entre 1970 y 1980 se da la expansión espacial más fuerte jamás registrada, pues significó más del 280% respecto al incremento del área urbana alcanzada en las décadas anteriores. 2. La zona de Coapa 30 Al suroeste del Valle de México, en la zona llamada Coapa, 31 surgieron varias haciendas cuyas características fueron en gran parte determinadas por la geografía: era una región bañada por las aguas dulces del lago ChalcoXochimilco, que desde los tiempos prehispánicos descolló por su fertilidad, cruzándola los arroyos en innumerables sitios y brotando los manantiales aún de las piedras. Primitivamente, debió estar cubierta por el lago, que detuvo los estragos de la erupción del volcán del Xitle, en un sitio que marcaba el límite oriental y que es conocida como El Pedregal. En las planicies de Coapa se erguían los ahuejotes o sauces de agua, brotaban en los canales lirios y otras plantas y, bordeando los lagos, se multiplicaban los tules o juncias. La fauna era sumamente variada: peces, ranas, patos, garzas, cenzontles, halcones, conejos, tuzas, y sobre todo serpientes, a cuya abundancia debe su nombre en náhuatl la región. Con el nombre de Coapa se conocía a tres haciendas localizadas en la jurisdicción de Coyoacán. Este ha sido uno de los principales problemas al abordar el estudio socio-histórico de Coapa, pues cuando se abordan los documentos, se hace 30 Francisco Fernández, Sylvia Ligñan, Testimonio, México, D.F. Junio de 1983. Coapan se compone de los vocablos Coatl (culebra), Atl (agua) y Pan (en), lo que significa “en agua de culebras”. 31 56 referencia a dichas haciendas y no se especifica de cuál de ellas se trata. Sin embargo, posiblemente las tres haciendas vivieron la misma aventura, de ahí que no se considere necesario hacer diferencia entre una y otra, pues de hecho era una sola unidad de producción. En el siglo pasado, durante la década de los setenta, el Departamento del Distrito Federal fraccionó colonias y construyó una serie de unidades habitacionales que impactaron moderadamente la estructura urbana de la delegación. Como ya se mencionó, en 1968 una empresa paraestatal bancaria realizó la unidad habitacional Narciso Mendoza en terrenos de la Hacienda de Coapa, mientras la segunda sección, llamada Residencial Villa Coapa, se desarrolló alrededor de 1972 aunque, a diferencia de la primera, en ésta se vendían únicamente lotes con servicios, en los cuales los propietarios construían independientemente. En los años anteriores, el Estado se dedicó a entregar habitaciones ya terminadas mediante los diferentes organismos de vivienda. En 1974, el FOVISSSTE adquirió una fracción del terreno de la Ex-Hacienda Coapa, construyendo viviendas de interés social en 12 edificios (U.H. FOVISSSTE Tenorios); un año más tarde, el INFONAVIT hizo lo mismo, pero sólo en 1978 entregó los 32 edificios y las dos escuelas que constituyen la Unidad Habitacional Tenorios I y II; este mismo año, esta misma entidad estatal construyó en esta zona de Villa Coapa la Unidad de Sauzales Cebádales y el Conjunto Infonavit Cuemanco. Este fraccionamiento estatal fue completado por la iniciativa privada. Al oriente de Tlalpan, el área que actualmente se conoce como Villa Coapa, delimitada por el periférico al sur, calzada del Hueso al norte, la calle del Bordo al poniente y el Canal Nacional al oriente, fue la zona de mayor crecimiento urbano en los setenta, puesto que surgieron varios fraccionamientos para clase medias y altas, consolidándose los asentamientos que ya existían. 57 Hacienda San Juan, Potrero Acoxpa, Vergel del Sur y Chimalli se localizan al suroeste de Villa Coapa, y tienen como principal avenida a Acoxpa, Viaducto Tlalpan y Transmisiones. Son colonias que comparten el mismo tipo de antecedente urbano, ya que fueron terrenos que pertenecieron a la Hacienda de San Juan hasta 1940, año en el cual se convirtió en el Ejido de Huipulco. Las fuentes de información no explican de manera precisa las condiciones en las cuales se inició el fraccionamiento de estos terrenos; únicamente señalan que desde 1970 estas tierras se destinaron a viviendas, siendo los habitantes de estos barrios ex-ejidatarios que se concentraron en esta zona como resultado del proceso de urbanización, indicando por otro lado que parte de ellas fueron fraccionadas en esas fechas por una empresa privada, que ofreció en venta los lotes. Con respecto a los usos de estas colonias, en 1980 predominaba el habitacional, con dos variantes: el área ocupada por los ejidatarios era vivienda económica y precaria, mientras que en los sitios desarrollados por particulares existía vivienda unifamiliar que entran en el rubro de regular. Para esta fecha todavía había varios lotes baldíos. De este grupo de colonias, la única con características diferentes era Vergel del Sur, la cual desde entonces contaba con industria (fábricas textiles), servicios educativos (Internado México), habiendo además al noroeste viviendas regulares y económicas en los alrededores de la fábrica y el Internado. Con este conjunto de colonias, la zona de Villa Coapa prácticamente queda urbanizada: Vergel de Coyoacán, Vergel Coapa, Floresta Coyoacán, Gabriel Ramos Millán, Residencial Acoxpa, Residencial Miramontes, Las Hadas, Real del Sur, Nueva Oriental, Granjas Coapa 1ª sección, Villa Cuemanco, Magisterial, Rinconada Coapa 1ª y 2ª secciones, Prado Coapa 1ª, 2ª y 3ª secciones y Rancho los Colorines. 58 Según su origen, todas éstas se fundaron sobre suelo de propiedad privada, principalmente en terrenos de la Ex Hacienda de Coapa y en algunas pequeños ranchos de labor. La mayoría de ellas se fraccionaron en la década de los setenta, excepto Vergel de Coyoacán, Prado Coapa y Rinconada Coapa 1ª sección, que datan de 1969, siendo ocupadas hasta este período. También importa mencionar como antecedente que estos terrenos fueron adquiridos y subdivididos por empresas o inmobiliarias privadas, aunque cabe señalar que las fuentes de información consultadas no establecen si en todos los casos fue la misma inmobiliaria. Sólo en el caso del suelo de la Colonia Magisterial sus antecedentes son diferentes, ya que fue comprado por un grupo de profesores que se unieron y lo fraccionaron. Las colonias en donde predomina el uso habitacional regular unifamiliar con comercio complementario y terrenos baldíos son Vergel Coapa, Residencial Acoxpa, Residencial Miramontes, Villa Cuemanco, Magisterial, Prado Coapa 1ª y 3º secciones y Rancho los Colorines. Entre los fraccionamientos que no comparten las mismas condiciones de usos están el Vergel de Coyoacán (donde existen dos áreas definidas: la de habitación regular y la de equipamiento educativo de primer nivel -con la Preparatoria núm. 5 de la UNAM, fundada en 1965), Real del Sur (que era básicamente habitacional, parte con vivienda de interés social plurifamiliar y otra regular unifamiliar), Floresta Coyoacán (ocupada por habitación regular y por servicios de educación), Granjas Coapa (donde hay una mezcla de usos: desde 1973 estaban los Laboratorios Químicos, en 1976 se estableció un colegio privado y posteriormente una empresa privada construyó una unidad multifamiliar, además de ser un área de vivienda regular); Gabriel Ramos Millán (donde coexisten las casas regulares con centros deportivos, pequeños comercios, algunos servicios y todavía terrenos agropecuarios), Rinconada Coapa 1ª sección (donde la vivienda era regular y algunas económicas junto con comercio de primera necesidad y algunos 59 establos), Rinconada Coapa 2ª sección (cuyas construcciones eran regulares y compartían el espacio con industria ligera -una fábrica de conductores); Las Hadas (zona habitacional regular, pero transformada en 1979 como consecuencia de la inauguración de una gran zona comercial sobre Calzada de los Tenorios, posiblemente inicio de la actividad comercial de esta vialidad), el fraccionamiento Nueva Oriental (ocupado por vivienda regular, centro educativo y de recreación e industria ligera) y, por último, Prado Coapa 2ª sección (con uso de suelo mixto, incluyendo vivienda regular unifamiliar, instituciones educativas, centros deportivos, un núcleo comercial y pequeña industria). 3. Ubicación geográfica y antecedentes históricos de Coyoacán Coyoacán es, con relación a las 16 delegaciones políticas en que se divide el Distrito Federal, una de las que más claramente refleja la riqueza de su historia. La región estaba poblada desde antes de la era cristiana, y en su territorio ocurrieron hechos de relevancia nacional. Conserva parte del pasado en su arquitectura y sus tradiciones y, al mismo tiempo, es uno de los polos más dinámicos de la vida cultural contemporánea de nuestro país. La palabra Coyohuacan o Coyoacán proviene de las voces en náhuatl coyotl, "coyote", hua, que indica posesión, y can, referente al lugar, por lo que significa "lugar de quienes tienen o veneran coyotes". 3.1. Sus Orígenes Las fértiles tierras del área que actualmente ocupa la Delegación de Coyoacán fueron habitadas por tribus sedentarias de agricultores y alfareros pertenecientes al horizonte cultural preclásico superior. Ellos mismos edificaron la construcción más voluminosa de América en su tiempo: el gran tronco truncado de Cuicuilco. Esos "Hombres del Pedregal", como se les conoce, fueron los primeros 60 coyoacanenses, aunque, en sentido estricto, el asentamiento humano con el nombre náhuatl de Coyohuacan existió unos mil años después. Se cree que tras la erupción del volcán Xitle, poco antes de iniciarse la era cristiana, los supervivientes huyeron hacia el norte y se mezclaron con los habitantes de la ribera del gran lago. Éste, al perder embalse y retirarse las aguas, se fragmentó en cuatro cuerpos acuíferos y dejó al descubierto tierra muy fértil. Hacia el siglo VI de nuestra era se asentaron grupos toltecas, bajo el dominio de Culhuacán, entre la zona volcánica y la nueva orilla del lago. Cerca del año 1000, las tribus nahuatlacas llegaron al Valle de México. Cuando éstas se dispersan, un grupo proveniente de Chalco se instala en Coyohuacan. Tezozomoc, jefe de los tepanecas y señor de Azcapotzalco, somete la zona de la ribera desde Azcapotzalco hasta Coyoacán; hacia 1410 esta población se establece como señorío y es gobernado por Maxtla. Los tepanecas rivalizaron siempre con los mexicas por el dominio de los pueblos del altiplano hasta que estos últimos, aliados con los de Texcoco y Tlacopan, vencen definitivamente; desde ese momento, los coyohuacas quedan sojuzgados por los mexicas hasta la llegada de los españoles. Los lugareños prosperan como agricultores y son afamados escultores de la durísima piedra volcánica, con la que tallan monolitos y construyen importantes centros ceremoniales. 4. La urbanización de Coyoacán Cuando Coyoacán fue capital provisional de la Nueva España, se utilizó el trazo de las antiguas calzadas: una que unía esta población con Churubusco las actuales avenidas Héroes del 47 e Hidalgo; la otra conducía a Xoco y se le nombra Camino Real por ser el acceso principal ahora Avenida México. La ocupación española acentúa el proceso de desecación de los lagos debido a la 61 construcción de diques, la introducción de ganado y la deforestación que se lleva a cabo para edificar la nueva capital. Como consecuencia, vastos terrenos quedan disponibles para establecer haciendas y ranchos, que se conservan hasta el siglo XIX; en Coyoacán se fundan San Antonio Coapa, Xotepingo, Los Portales, San Pedro Mártir, Narvarte, San Borja, Nápoles, Guadalupe y El Altillo. El poblamiento de la villa, sus barrios y pueblos se interrumpe durante los primeros tres cuartos del siglo pasado. Es durante el porfiriato cuando se inicia la inmigración de gran cantidad de familias, asentadas temporal o definitivamente en Coyoacán. Hacia 1890 es instalada la primera colonia de carácter moderno fuera del perímetro de la Ciudad de México, nombrada Del Carmen para homenajear a Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz, quien la inaugura oficialmente. La urbanización siguió el modelo de la aristocrática colonia Juárez, que fuera fundada poco antes, tanto en el trazo similar a un tablero de ajedrez, conocido como damero, con la orientación hacia los cuatro puntos cardinales, como con respecto al nombre de sus calles: capitales de países europeos, las que van de oriente a poniente si bien algunas conservaron los nombres que tenían con anterioridad, como Cuauhtémoc, Moctezuma, Malintzin y Xicoténcatl, y de próceres de la Independencia, además del de Valentín Gómez Farías, a las transversales, es decir las calles que van de norte a sur. El desarrollo urbano actual de Coyoacán se inicia hacia 1940. Se abre la calzada de Taxqueña y más tarde la avenida Universidad para dar acceso a la recién construida Ciudad Universitaria; se entuba el río Churubusco y sobre él se construye una vía para vehículos, además de prolongarse la avenida Cuauhtémoc de la glorieta de Riviera hacia el sur. La población de Coyoacán era de 3 5,000 personas en 1935, cifra que empezó a aumentar a partir de 1940, sobre todo desde la construcción de Ciudad Universitaria. 62 Coyoacán refleja su historia en calles, plazas, templos y casas, donde el pasado convive armónicamente con el presente. Aquí han vivido y viven grandes artistas, gracias a lo cual se convierte en uno de los centros culturales más importantes de la capital. Esta situación se refuerza recientemente con la creación del Centro Nacional de las Artes, el cual concentra en una sola sede las actividades de enseñanza profesional, investigación y difusión de las principales manifestaciones artísticas. 5. Coyoacán en la actualidad La Delegación de Coyoacán se encuentra en el centro geográfico del DF. Tiene como vecinos al norte las delegaciones Benito Juárez e Iztapalapa; al este Iztapalapa y Xochimilco; al sur Tlalpan, y al oeste Álvaro Obregón. Sus límites están marcados por las avenidas Río Churubusco, Universidad, el Anillo Periférico Sur, el Boulevard de las Cataratas, la calle Bordo, así como las calzadas del Hueso, Canal Nacional y Ermita Iztapalapa. La Delegación Coyoacán tiene una extensión territorial de 60.04 kilómetros cuadrados, lo que representa 3.5% de la ciudad capital. Entre las localidades más importantes están el Centro Histórico de Coyoacán, Churubusco, Copilco Universidad, San Francisco Culhuacán, Viveros de Coyoacán y Ciudad Universitaria. En el perímetro de la Delegación se ubican 16 centros de recreación deportiva públicos, como el Estadio Azteca y el Estadio Universitario de la UNAM. La Delegación Coyoacán está conformada por nueve barrios, siete pueblos, una villa, 59 colonias y 30 unidades habitacionales. 63 B. Resultados de la encuesta de victimización 1. Método La encuesta fue diseñada y aplicada por el equipo de investigadores del IISUNAM, coordinados por Sergio Zermeño y con el asesoramiento de José María Rico. Fueron aplicadas de manera aleatoria con visitas domiciliarias a 200 hogares en 10 colonias de la zona de Coapa en la Delegación Tlalpan y 150 hogares en la zona norte y sur de la Colonia Ajusco de la Delegación Coyoacán. La primera encuesta en Coapa fue aplicada en el mes de febrero del 2002 y en el mes de agosto del mismo año en la colonia Ajusco. En las dos zonas de estudio fue aplicada la encuesta para el 2003 y 2004 en el mes de agosto respectivamente. Los resultados de las encuestas fueron vaciados en el programa SPSS versión 10.5 para la construcción de la base de datos estadísticamente hablando. 2. Victimización Como ya se ha indicado, en las encuestas de victimización y de opinión realizadas durante los años del 2002 al 2004 en la zonas seleccionadas, se contienen diversas preguntas relacionadas con la victimización que permiten una aproximación más exacta al fenómeno criminal. Sus resultados figuran en el cuadro 1, a partir del cual se pueden hacer las siguientes observaciones. Para un mejor manejo de los datos, en los cuadro se presentarán los resultados de la encuesta por zonas y año de estudio. Como se muestra en el cuadro, hay una elevada incidencia real de victimización en las dos zonas y en cada uno de los años. En el caso de Coapa las personas encuestadas dijeron haber sido víctimas el 44%, 43% y el 47% respectivamente, siendo el 2004 el año con más hechos delictivos. 64 En la caso de la Colonia Ajusco dijeron haber sufrido algún tipo de robo el último año el 44.7%,52% y el 48% respectivamente, cabe mencionar, que para el 2003, más de la mitad de la población encuestadas declaró haber sufrido algún tipo de delito. Cuadro 1 Victimización Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Víctima último año (%) Tipo de delito* (2003, 2004) Robo vehículo Robo negocio Robo en la calle Robo en taxi o microbús Robo a casa habitación Robo a cuentahabientes Violación Estafa Robo en el trabajo Homicidio Secuestro Otros ( robo de autopartes ) Lugar (%) Vivienda Colonia Cerca del trabajo Cerca de la escuela En el camión Comercio público Otros ( ) 44.0 43.0 47.0 44.7 52.0 48.0 - 23.8 27.6 19.0 16.0 9.8 9.5 3.4 12.3 23.8 29.0 21.3 48.3 46.9 13.9 2.6 10.3 2.4 4.1 7.8 5.3 5.2 13.5 3.3 1.7 3.4 1.2 0.9 1.6 3.4 1.3 2.5 1.7 4.0 0.8 0.9 4.1 12 1.3 3.4 12.3 2.6 1.3 6.9 7.4 11.5 11.5 12.0 10.0 16.0 12.7 18.5 9.5 13.5 12.0 17.0 14.7 10.5 13.0 8.0 12.0 13.0 3.3 2.5 3.0 2.5 0.7 2.0 6.0 1.5 2.0 4.7 2.0 5.3 1.5 1.5 0.7 4.0 7.0 2.0 7.0 4.7 2.0 8.0 * (2003, 2004) % calculado sobre el número total de asaltos Coapa presenta para el 2003, un 23.8% en el robo de vehículo y robo en la calle y el tercer delito más consumado en la zona fue el robo en taxi o microbús. Para el 65 2004, el robo en la calle aparece como el primer delito con el 29.%, seguido por el robo de vehículos 27.6% y el robo a negocios con el 9.5%. En Ajusco hay una constante en el delito de robo en la calle, siendo en los tres años el delito con mayor registro 21.3%, 48.3% y 46.9% respectivamente, en el 2003 se registró con el 19% el robo de vehículos y con el 10.3% el robo en el transporte público. En el 2003 repite en segundo lugar el robo de vehículos con el 16% y aparece con el doble de los delitos a comparación de los dos años anteriores el robo en casa habitación con el 13.5%. La pregunta obligada sería, ¿por qué en la zona de Coapa el delito predominante es el robo de vehículos y en la Colonia Ajusco es el robo en la calle? Una de las tantas explicaciones que pudiera darse, parte desde la visión de la composición socio-económica y de infraestructura urbana de las dos zonas, es decir, en Coapa hay una cantidad de centros educativos (Tec de Monterrey, Universidad del Valle de México, La Salle, el Colegio Madrid) y algunos centros comerciales (Pericoapa, Galerías Coapa). Dicha condición convierte la zona en un abanico de elecciones para el delito de robo de vehículos. No decimos que ésta sea la única condición, simplemente consideramos que son elementos que facilitan la consumación de hechos delictivos. Por otro lado, la Colonia Ajusco presenta una cantidad de calles llenas de comercio y con una importante población flotante que transitan de la parte alta de Tlalpan al centro Coyoacán y de la ciudad, permitiendo condiciones propicias para el robo en la calle o mejor conocido como el robo a transeúntes. Para un mejor análisis del fenómeno delictivo, hay que entender al espacio o territorio como un espacio público con elementos multifactoriales para la consumación de éstos, entre los que se combinan factores sociales, económicos y de mercado, de infraestructura urbana y cívico-cultural. Cabe mencionar que no basta con uno solo de estos elementos para que por sí mismo aumente el índice delictivo, sino que es con la conjugación de éstos. 66 Ajusco, presenta un alto registro de robos en la vivienda (10%, 16% y 12.7% respectivamente) y dentro de la colonia (12%, 17% y 14.7%), seguidos por el robo cerca al espacio de trabajo (12% y 13%) sólo para el 2002 y el 2003. En Coapa se muestra el mismo análisis y los espacios más vulnerables son la vivienda (11.5%, 11.5% y 12% respectivamente) y la colonia (18.5%, 9.5% y 13.5%) seguido también por el robo cerca del trabajo (10.5%, 13% y 8% respectivamente). Como se muestra en el cuadro, hay una constante en los espacios cercanos al entorno cotidiano de los encuestados que contestaron haber sufrido algún tipo de delito en el último año; en referencia a cada uno de las encuestas, dependerá de la zona o de las zonas para determinar las probabilidades de sufrir un evento. En un análisis superficial, pudiéramos decir que en el centro de la ciudad los delitos estarían relacionados con el comercio o en el transporte público o incluso en las áreas cercanas de trabajo. - Opiniones sobre la evolución de la delincuencia La percepción ciudadana o el sentimiento son, que la delincuencia va en aumento cada año y que no hay autoridades que frenen este fenómeno. Cabe mencionar que el sentimiento va en evolución del entorno inmediato al entorno general, aunque los eventos fueron vivenciados en el entorno inmediato, es decir, en la casa y/o en la colonia. Una explicación del sentimiento de inseguridad en el plano nacional posiblemente tenga que ver con la cobertura de los medios de comunicación en temas violentos relacionados principalmente con el narcotráfico en estados como Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua etc. Para una mejor presentación del cuadro 2 empezaremos nuestro análisis del sentimiento de inseguridad de menor a menor en cuestión de identidad territorial. 67 Cuadro 2 Opiniones sobre la evolución de la delincuencia Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Evolución (país) Aumentado Igual Disminuido NS/NR Evolución (ciudad) 32 Aumentado Igual Disminuido NS/NR Evolución (delegación) Aumentado Igual Disminuido NS/NR Evolución (zona) Aumentado Igual Disminuido NS/NR Causas aumento Desempleo Uso de drogas Consumo de alcohol Ineficiencia policial Falta de severidad de los jueces Falta de educación Pérdida de valores Pobreza Deficiencia leyes Falta de rigor en las cárceles Otras (corrupción) NS/NR 32 76.0 62.0 83 66.0 76.0 76.7 23.0 31.5 14.5 24.7 19.0 20.7 1.0 5.0 2.5 7.3 3.0 2.0 1.5 2.0 2.0 0.7 - 69.5 83.0 23.0 14.0 6.0 3.0 1.5 - - 77.0 70.0 17.0 25.3 4.0 2.7 2.0 2.0 52.0 35.5 56.0 46.7 50.0 48.0 35.5 44.5 33.5 36.0 36.0 38.0 8.0 13.0 8.0 14.0 10.0 12.0 4.5 7.0 2.5 3.3 4.0 2.0 37.5 25.5 43.0 31.3 40.0 42.7 41.0 48.0 35.5 42.7 50.0 43.3 13.5 22.5 18.5 22.7 9.0 13.3 8.0 4.0 3.0 3.3 1.0 0.7 39.5 40.0 44.5 31.3 41.0 48.0 9.0 9.0 5.5 11.3 20.0 14.7 1.5 1.0 3.0 1.3 12.5 6.5 12.5 4.0 7.0 3.3 7.0 3.5 6.0 3.5 5.0 4.5 5.0 2.5 4.5 4.5 6.5 7.0 5.0 1.3 4.0 2.0 1.3 6.0 4.0 2.0 5.3 6.0 5.3 3.3 0.5 1.0 0.5 21.5 21.5 3.0 1.5 4.5 - 1.0 4.0 12.0 1.3 2.7 8.7 Dicha apartado no fue empleado en la primera encuesta. 68 Por una cuestión de identidad con el barrio, colonia, unidad habitacional o pueblo, las personas encuestadas se sienten más seguras dentro de ellas, tal vez por conocer la zona y su gente los hace tener ese sentimiento. En el caso de Coapa, los encuestados dijeron tener un sentimiento de que todo sigue igual, es decir, que dentro de la colonia, la delincuencia no presenta algún incremento (41%,48% y 35.5% respectivamente), sin embargo, el 2004 tiene un crecimiento en la percepción de evolución delictiva. La Colonia Ajusco presenta la misma tendencia (42.7%, 50% y 43.3% respectivamente). Cuando se les preguntó que si se sentían más seguros en su delegación, el sentimiento de inseguridad fue notable. Así es como opinaron el (52%, 35.5% y 56% respectivamente) en la zona de Coapa, sin embargo, hay que considerar que hay un porcentaje alto que considera que la delincuencia sigue igual (35.5%, 44.5% y 33.5% respectivamente). Con lo que respecta a la Colonia Ajusco, el sentimiento fue casi el mismo en sentido de porcentajes (46.7%, 50% y 48% respectivamente) pues consideró que hubo un aumento en la delincuencia en la delegación. El cuadro nos muestra, en la parte de la evolución de la delincuencia en lo que se refiere a la ciudad, que la percepción de que los eventos delictivos aumentaron en ese periodo. Así opinó el 69.5% y 83% en el 2003 y 2004 respectivamente en la zona de Coapa. Ajusco presenta el registro en el mismo periodo del 77 y 70 por ciento respectivamente. Sin embargo, el sentir de que se mantiene igual se quedó rezagada. 69 Cuando se hace referencia a nivel país, el sentimiento de inseguridad aumenta, así opinó el 76% , 62% y 83% respectivamente en el caso de Coapa. Ajusco tuvo el mismo sentimiento (66%, 76% y 76.7% respectivamente). Cuando se hace el análisis de mayor a menor en sentido territorial, es decir, de nivel país a colonia o barrio se puede ver que el sentimiento de disminución de la delincuencia se encuentra en el entorno inmediato. Así opinó el (13.5%, 22.5% y 18.55 respectivamente) en la zona de Coapa, y el (22.7%, 9% y 13.3% respectivamente) en la Colonia Ajusco. Una de las causas principales que las personas encuestadas relacionan con el aumento de la delincuencia, y por mucho, es la situación del desempleo que se vive en el país, la cual está ligada directamente con la falta de oportunidades de desarrollo. Así opinaron los encuestados en Coapa (39.5%, 40%, 44.5% respectivamente) seguido por la ineficiencia policial y el uso de drogas. Con lo que respecta a la Colonia Ajusco, el desempleo es también considerado como la principal causa del aumento de la criminalidad, pero cabe destacar que la segunda causa que consideraron fue el uso de drogas con (11.3%, 20% y 14.7% respectivamente). El uso de drogas se relaciona cada vez más con los eventos delictivos, pero me atrevo a decir, que no es por el uso en sí, sino que se usa como medio para. Es decir, en la zona de Coapa el consumo de estupefacientes puede ser el mismo que el de la Colonia Ajusco, sin embargo, el espacio público, la dinámica social y cultural, el nivel educativo y ecónomico y sobre todo, el núcleo familiar, hacen una diferencia enorme en la relación drogas=delincuencia. La Colonia Ajusco presenta un alto grado de violencia intrafamiliar y por otro lado, una fuerte presencia de narcotienditas. 70 3. Sentimiento de inseguridad - Los principales problemas del país En el cuadro 3 se muestra que la inseguridad pública en considerada como el principal problema que enfrenta el país, seguido por el desempleo, la corrupción pública y la pobreza. La Colonia Ajusco es considerada una de las colonias más paupérrimas del Distrito Federal, con un nivel bajo de vida, este dato, nos hace pensar que sí hay una relación directa entre lo que los vecinos opinaron como problema principal y la situación económica que padece la colonia, incluso, aparece la pobreza como tercer problema principal. Con lo que respecta a la zona de Coapa, se considera como principal problema la inseguridad pública, seguido por las dificultades económicas -el desempleo y la pobreza-. Sin embargo, la corrupción pública aparece como un factor importante en las dos zonas, incluso, se presenta en algunos periodos como el tercer problema que enfrenta el país. Cuadro 3 Opiniones sobre los principales problemas del país Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Problema # 1 Salud Desempleo Vivienda Pobreza Inseguridad pública Costo de la vida Educación Corrupción pública Pérdida de valores Otros (todos los anteriores) NS/NR 7.0 8.0 5.5 16.0 8.0 6.0 19.5 30.5 29.0 20.7 40.0 32.7 3.5 3.5 1.0 1.3 1.0 2.7 12.5 13.5 10.0 7.3 10.0 8.7 30.5 24.5 34.0 25.3 23.0 26.0 3.0 1.0 2.5 2.0 0.7 4.0 6.5 5.0 2.7 2.0 2.7 14.0 8.5 9.0 19.3 9.0 14.7 4.5 2.5 3.0 2.7 5.0 6.0 0.5 1.5 1.0 2.0 1.0 2.7 71 - El grado de seguridad El cuadro 4 indica que las personas encuestadas se sienten más seguras en su barrio o colonia que en el resto de la delegación y sobre todo de la ciudad y el país. Estos resultados concuerdan con los obtenidos en otros países. Cuadro 4 Opiniones sobre el grado de seguridad Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 3. País Muy seguro Seguro Poco seguro Inseguro Muy inseguro NS/NR Ciudad Muy seguro Seguro Poco seguro Inseguro Muy inseguro NS/NR Delegación Muy seguro Seguro Poco seguro Inseguro Muy inseguro NS/NR Barrio Muy seguro Seguro Poco seguro Inseguro Muy inseguro NS/NR 5.0 8.5 16.0 26.0 42.5 2.0 - 1.5 25.0 25.5 29.0 13.5 5.5 6.0 22.5 23.0 29.5 17.0 2.0 1.0 2.0 8.5 6.5 25.0 16.0 43.0 41.5 21.0 33.0 1.5 1.0 1.3 16.7 13.3 43.3 20.7 4.7 - 1.0 23.0 29.0 28.0 16.0 3.0 1.3 15.3 30.7 33.3 18.7 0.7 1.3 6.0 6.0 33.0 28.7 36.0 44.7 22.0 18.0 3.0 1.3 4.0 3.0 1.5 1.3 1.0 2.0 26.0 37.0 26.5 40.7 14.0 26.7 38.5 33.0 33.5 23.3 44.0 37.3 18.0 20.5 28.0 29.3 35.0 26.7 10.0 5.5 10.0 2.7 4.0 7.3 3.5 1.0 0.5 2.7 2.0 17.5 45.5 26.5 7.0 2.5 1.0 72 12.5 7.5 2.7 7.0 6.0 52.5 47.0 54.7 36.0 33.3 22.5 23.5 20.7 35.0 34.7 10.5 14.0 21.3 16.0 18.7 1.0 7.0 0.7 5.0 7.3 1.0 1.0 1.0 - El sentimiento de seguridad está rodeado de muchos elementos, entre ellos el de conocer nuestro entorno inmediato (nuestros vecinos, nuestras calles, la escuela, al tendero, los espacios comunes, etc.) el conocer nuestro entorno nos permite movernos como peces en el agua. La información subjetiva informal sobre los delitos, lo que escuchamos en la calle, experiencias no gratas de personas cercanas a nosotros, representan situaciones desconocidas que nos provocan temor y miedo alojadas en el sentimiento de inseguridad. Los encuestados en Coapa dijeron sentirse, en general, inseguros en el ambiente del país (26%, 29% y 29.5% respectivamente); cabe mencionar que el en 2002 el 42.55 hubo un sentimiento de muy inseguro. Ajusco, con (43.3%, 28% y 33.3% respectivamente), tuvo el mismo sentimiento de inseguridad. Cuando la referencia era para la ciudad se mostró una mayor inseguridad a comparación del país. Así opinaron en Coapa (43% y 41.5% en los años del 2003 y 2004) y para Ajusco (36% y 44.7% en el mismo periodo). Con el referente delegacional, nuestros encuestados mostraron una minima seguridad, es decir, el (38.5%, 33% y 33.5% respectivamente) se sintieron poco seguros en Coapa. Y con el mismo sentimiento en Ajusco (23.35, 44% y 37.3% respectivamente), cabe destacar que el 40.7% en el año 2002 tuvo un sentimiento de seguridad con lo que respecta en su delegación. El barrio, la colonia, el pueblo o nuestra unidad habitacional es lo más cercano a nosotros en sentido territorial. Tratamos de cuidar nuestros espacios, no permitimos la entrada de extraños, es algo que nos pertenece y por lo tanto estamos en constante vigilancia y donde mostramos una mayor seguridad. Por lo 73 menos, esto demuestra nuestra presente tabla. El (45.5%, 52.5% y 47% respectivamente) dijo sentirse seguro en Coapa. Y el (54.7%, 36% y 33.3% respectivamente) en la Colonia Ajusco. Sin embargo, por las condiciones sociales de las dos zonas, los encuestados se sienten más seguros en Coapa que en la Colonia Ajusco. - Medidas de protección El sentimiento de inseguridad, en los planos nacional, ciudad, delegacional y local, se ha traducido en la adopción de ciertas medidas de protección contra la delincuencia, siendo las más radicales o extremas el encierro total de algunas colonias o barrios, que buscan así una medida alterna para la protección de sus residentes. El cuadro 5 permite conocer el tipo de medidas de seguridad adoptadas y hacer las siguientes observaciones: Cuando los sentimientos de inseguridad se incrementan, una de las primeras reacciones o acciones emprendidas desde la ciudadanía, es hacerse cargo ella misma de su seguridad, en algunas ocasiones se contrata seguridad privada, se instalan cámaras de vigilancia y en el mejor de los caso se organizan los vecinos para implementar algunas acciones que le hagan frente a los delincuentes. Dichas medidas tienen que ver en mucho con la capacidad adquisitiva y las características mismas de la colonia, un ejemplo claro es el cierre de algunas vialidades con casetas de vigilancia y plumas de acceso o incluso, un mecanismo son las entradas y salidas de las unidades habitacionales en la zona de Coapa. La instalación de rejas en esta zona es muy común, es parte ya del paisaje urbano. 74 Cuadro 5 Opiniones sobre las medidas de protección Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Medidas Adoptadas Instalar rejas Adquirir perro Instalar alarmas Contratar vigilantes Pedir ayuda policial Comprar un arma Organizarse con vecinos 62.0 41.0 8.5 53.0 61.0 32.0 37.5 74.0 40.0 40.5 66.5 59.0 19.0 73.0 45.5 29.5 32.0 37.5 18.0 3.0 54.0 39.3 59.3 11.3 4.7 25.3 9.3 41.3 36.0 54.0 6.0 12.0 51.0 46.0 31.3 47.3 10.0 6.7 21.3 6.7 28.7 Siguiendo con el comparativo de las dos zonas, Coapa presenta una mayor instalación de rejas (62%, 74% y 45.5% respectivamente) y también tiene una preferencia por contratar vigilancia privada (53%, 66.5% 37.5% respectivamente), cabe destacar, que los habitantes de esta zona, sí solicitarían la ayuda de policías, este registro, me hace pensar en una existente relación de confianza entre policías y ciudadanos. Otro dato a destacar es la compra de armas que los vecinos de Coapa realizarían para tener seguridad en sus viviendas, así opinó el 32% en el 2002 y el 19% para el 2003. Por el nivel económico que presenta Coapa, la instalación de alarmas es alta en comparación de Ajusco (8.5%, 40.5% y 32% respectivamente). Ajusco presenta, dentro sus posibilidades, medidas adoptadas tales como la adquisición de perros para la vigilancia del hogar (59.3%, 54% y 47.3% respectivamente), en menor cantidad en comparación de Coapa se instalarían rejas para protegerse de la delincuencia (39.3%, 36% y 31.3% respectivamente); como tercera medida adoptada se encuentra el apoyo o ayuda por parte de la policía, cabe mencionar que no debe ser una medida adoptada en México, sino es un derecho que cada uno de nosotros tenemos. 75 Lo alentador en este proceso fue la enorme aceptación por la organización vecinal como mecanismo importante y de gran fuerza ciudadana para el combate a la delincuencia. La organización vecinal no solamente permite tener mecanismos de control y de vigilancia, además dota de confianza a los vecinos y permite tener una coordinación interinstitucional o por lo menos entre las partes comprometidas a dar respuestas a los problemas de seguridad. 4. Políticas gubernamentales Las políticas gubernamentales relacionadas con la delincuencia, la inseguridad pública y la prevención del delito, se aplican generalmente a través de los diversos organismos que conforman el sistema penal (policía, impartición de justicia, sistema penitenciario), de ahí la importancia de su descripción y análisis crítico. El énfasis acordado a la policía se justifica por el importante papel que en los nuevos enfoques y modelos debe desempeñar esta institución. También conviene tener en cuenta la opinión de la ciudadanía con respecto a ciertas líneas que deberían regir el mencionado Sistema Nacional de Seguridad Pública. - La policía Entre las directrices de acción de la Dirección General de Seguridad Pública Delegacionales figuran: la presencia policial en las zonas de mayor índice delictivo, el fortalecimiento de la acción preventiva y del acercamiento a la ciudadanía, la coordinación entre los cuerpos de seguridad, la aplicación de ciertos dispositivos tales como el Código Águila, la acción preventiva en microbuses (un incremento de la presencia policial en paraderos y a lo largo de las rutas que recorre dicho transporte), la aplicación de la policía comunitaria (en zonas de mayor tránsito ciudadano) y la Operación Diamante (acción preventiva conjunta de las policías auxiliar y bancaria e industrial en las unidades habitacionales de mayor riesgo. 76 Uno de los datos más importante que arrojó la encuesta fue precisamente el de la denuncia y sus resultados, la presencia policial, el grado de satisfacción sobre el servicio prestado y la posible violación de los derechos humanos por los agentes policiales. También sobre los organismos que ofrecen una mayor seguridad a los ciudadanos. Todos estos datos figuran en los cuadros 6 y 7, que merecen las siguientes observaciones: Como se muestra en el presente cuadro, Coapa presenta un alto porcentaje de denuncia (14.5%, 24% y 24.5% respectivamente), en comparación con la Colonia Ajusco (15.3%, 17% y 16% respectivamente). En sentido contrario podemos ver cuál fue la cifra oscura 33 del delito, para Coapa (85.5%, 76% y 75.5%) para Ajusco (84.5%, 83% y 84% respectivamente). La pregunta sería, ¿por qué la gente de Coapa denuncia más que la de Ajusco? Y segundo, ¿por qué incremento la denuncia? Una de las respuestas estaría dirigida con el nivel educativo y económico de diferencia a las dos zonas. Cabe mencionar que no contamos con las herramientas técnicas ni metodológicas para medir el aumento de denuncias, pero se puede pensar, que la influencia que tuvieron las Coordinaciones Territoriales de Seguridad Pública y Procuración de Justicia zonales, frente a los vecinos, ayudaron considerablemente a la denuncia ciudadana. Ya que estas Coordinaciones Territoriales realizaban reuniones semanales con los vecinos de cada zona para exponer el problema y fomentar la denuncia ciudadana, en algunos casos de forma anónima. En Coapa, el delito más denunciado para el 2002 fue el robo en la calle con el 27%, y el 6.5% robo a casa habitación. Para el 2003, el robo a vehículos y robo a casa habitación con el 14.5% cada uno de los delitos. 33 Cifra oscura, es aquel delito cometido pero no denunciado ante algún autoridad. 77 Cuadro 6 Denuncias Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 ¿Denunció el hecho? Robo vehículo Robo negocio Robo en la calle Robo en taxi o microbús Robo a casa habitación Robo a cuenta-habientes Violación Estafa Robo en el trabajo Homicidio Secuestro Otros (robo autopartes, carretera) ¿Ante quién? Ante la policía Ministerio Público Juzgado Medios de comunicación Otros (subdelegación) NS/NR Resultados No se hizo nada Esclarecieron el hecho Se ha hecho una investigación Otro (ninguno) NS/NR Razones para no denunciar No se haría nada Es Peligroso (represalias) No tenía pruebas No fue nada grave No sabía cómo denunciar El lugar de denuncia esta lejos Otros (se pierde tiempo) NS/NR 14.5 24 24.5 15.3 17.0 16.0 14.5 27.6 19.0 16.0 6.0 9.5 3.4 12.3 27.0 14.5 29.0 21.3 48.3 46.9 8.5 2.6 10.3 2.4 6.5 2.5 7.8 5.3 5.2 13.5 2.0 1.7 3.4 1.2 2.0 0.9 4.5 1.0 3.4 1.3 7.5 1.5 1.7 4.0 2.0 0.5 0.9 3.5 2.5 12 1.3 3.4 3.5 7.5 2.6 1.3 6.9 7.4 2.5 3.5 1.5 2.0 1.0 2.0 12.0 18.0 21.5 11.3 13.0 12.7 1.0 0.5 1.3 0.5 0.7 2.0 1.7 1.0 1.0 84.5 2.0 0.5 10.5 13.0 15.5 2.5 4.0 2.5 2.0 5.5 5.5 0.5 84.5 2.5 0.5 8.0 4.0 3.3 - 13.0 41.7 3.0 5.6 4.5 22.2 3.0 27.8 2.8 73.5 - 14.7 17.0 13.3 3.3 6.0 3.3 6.0 5.0 2.0 2.7 5.0 3.3 0.7 0.7 0.7 2.0 5.3 3.3 78 7.0 2.5 5.0 2.5 3.5 2.0 10.0 13.3 1.0 4.0 0.7 1.0 1.3 2.0 0.7 En el 2004, se denunciaron los delitos de robo en la calle 29%, robo de vehículos 27.6% y con el 12% el secuestro, cabe subrayar, que el secuestro fue denunciado en mucho más porcentaje en comparación a los dos años anteriores. En Ajusco, el delito más denunciado en el 2002 fue el robo en la calle 21.35. Para el 2003, nuevamente el robo en la calle y con un incremento considerable 48.3%, con el 19% el robo de vehículos. En el 2003, nuevamente el robo en la calle 46.9%, robo de vehículos con 16%, robo a casa habitación 13.5%, y robo a negocios 12.3%. En el presente trabajo se realizaron tres encuestas de victimización en tres años diferentes, la observación que nos merece el presente cuadro es el siguiente, ¿por qué en la zona de Ajusco no se registró denuncia en violación y homicidio? Revisando rápidamente el cuadro de victimización nos encontramos que tampoco hubo registro de algún hecho delictivo relacionado con la violación y el homicidio. En general, las personas encuestadas denunciaron frente a un ministerio público y en un porcentaje menor ante algún policía. También es visible la no cultura de la denuncia por parte de nuestra sociedad. Los medios de comunicación no representan un vehículo para la denuncia. Por otro lado, la gente consideró en un porcentaje mayor que no se hizo nada con su denuncia. Como se menciona en párrafos anteriores, la cifra oscura es aquella que no se denuncia, y no se denuncia a partir del sentir de la gente o de experiencias muy especificas, como por ejemplo, los malos tratos por parte de los funcionarios encargados, la pérdida de tiempo, lo engorroso de los trámites, entre otras de las muchas razones que tiene la gente para no denunciar. Lo que consideraron las personas encuestadas para no denunciar es que, con su denuncia, no se haría nada, éste fue el sentir general. Sin embargo, también no se denunció porque no se contaba con las pruebas suficientes. Cabe recalcar que 79 hay un porcentaje menor de personas que consideran un peligro el denunciar, habría que poner más atención sobre el significado de este registro. 5. Opinión sobre la policía En cuanto a la presencia policial en la colonia o barrio, las personas encuestadas en Coapa opinaron que la presencia del policía era a menudo ( 27%, 36.5% y 30.5% respectivamente) de que la presencia era poca (26%, 31% y 34.5% respectivamente) y que la presencia es muy poca (16.5%, 17.5% y 21% respectivamente). En sentido estricto, debería haber una relación directa entre la presencia del policía y su efectividad, el servicio brindado por parte de la policía a los habitantes de la zona de Coapa fue considerada adecuada, así opinó el (39.5%, 40.5% y 41.5% respectivamente), poco adecuado el servicio (38%, 38% y 37.5% respectivamente). En Ajusco, la opinión sobre la presencia del policía osciló entre lo muy poco (27% y 25.3% respectivamente) y lo a menudo (37% y 30.7% respectivamente). Por otro lado, se consideró poco adecuado el servicio brindado por parte de la policía (43% y 46% respectivamente), nada adecuado (20% y 26% respectivamente). Aunque no hay una gran diferencia entre el sentimiento de Ajusco y Coapa la pregunta sería, ¿por qué hay un sentimiento negativo en cuanto al servicio brindado por parte de los policías en Ajusco? 80 Cuadro 7 Opinión sobre la policía Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Presencia en el barrio Muy a menudo A menudo Poco Muy Poco Nunca NS/NR Servicio en el barrio Muy adecuado Adecuado Poco adecuado Nada adecuado NS/NR Mejor seguridad Ejército Policía GDF Policía PFP Guardas privados Ninguno NS/NR Viola derechos humanos Siempre Casi siempre Casi nunca Nunca NS/NR 20.0 27.0 26.0 16.5 8.0 2.5 11.5 5.0 36.5 30.5 31.0 34.5 17.5 21.0 2.5 7.5 1.0 1.5 - 1.0 37.0 20.0 27.0 5.0 - 5.5 4.5 2.5 39.5 40.5 41.5 38.0 38.0 37.5 14.0 13.0 16.0 3.0 4.0 2.5 - 4.0 1.3 31.0 24.7 43.0 46.0 20.0 26.0 2.0 2.0 17.3 12.0 14.7 2.7 52.0 1.3 16.0 22.0 17.0 12.7 12.0 8.7 2.0 4.7 45.0 51.3 8.0 0.7 - 22.0 28.0 51.0 48.0 10.0 6.7 11.0 13.3 6.0 4.0 31.0 7.5 10.0 9.5 38.5 3.5 24.0 12.5 11.0 7.0 38.0 7.5 27.5 7.0 17.0 10.0 35.0 3.5 19.5 47.0 16.5 12.0 5.0 15.0 3.5 46.5 39.5 14.5 9.0 13.0 20.5 11.0 7.5 10.7 30.7 27.3 25.3 6.0 - La situación de inseguridad que todo el país vive es de dimensiones jamás registradas, un alto grado de violencia ejercida, una mejor organización de los grupos delictivos, nexos entre autoridades encargadas de la seguridad con bandas delictivas, vínculos directos entre cuerpos de policías, elementos del ejército y gobernadores, entre otros personajes públicos hace disminuir la credibilidad y su efectividad de los cuerpos encargados de nuestra seguridad. 81 El confiar en alguna institución encargada de la seguridad pública es de gran importante para cualquier sociedad, es como el parámetro para conocer si los gobernantes están realizando bien sus tareas. Sin embargo, me parece que nuestra sociedad no cree en ninguna de las instituciones encargadas de nuestra seguridad y mucho menos de que sigan realizando esa tarea, por lo menos así lo demuestran los registros de nuestras dos zonas encuestadas, así opinaron en Coapa 38.5%, 38% y 355 respectivamente) y en Ajusco (52%, 45% y 51.3% respectivamente). Sin embargo, de las instituciones encargadas de nuestra seguridad, la de mayor confianza es el ejército mexicano, así opinaron en Coapa (31%, 24% y 27.5% respectivamente), en Ajusco (17.3%, 16% y 22% respectivamente). En Coapa tienen mayor confianza en la PFP (10%, 11% y 17% respectivamente) y en Ajusco cuenta con mayor confianza la Policía de Gobierno del Distrito Federal 12%, 17% y 12.7% respectivamente). La gente encuestada considera que en la mayor parte de las detenciones o en la intervención de los policías casi siempre se violan los derechos humanos, así opinaron en Coapa (47%, 46.5% y 39.5% respectivamente) y en Ajusco (52% y 48% en los años indicados). Como se muestra en el cuadro, la gente considera en menor grado que cuando interviene la policía nunca se violentan los derechos humanos. 6. Sistema Penal Como parte importante del sistema integral de seguridad pública, se encuentra el sistema penitenciario como el de mayor importancia. Sin embargo, se puede pensar a partir de los datos arrojados que la gente no confía en las instituciones encargadas de la seguridad pública en nuestro país por que se considera que nuestro sistema penitenciario funcional muy mal. Así opinaron en Coapa (32.5%, 82 34.5% y 38.5% respectivamente) que su funcionamiento esta mal (43%, 32.5% y 37% respectivamente). En Ajusco la tendencia en la misma, la gente que opinó que funcional mal (35% y 34% en los años de registro) y que su funcionamiento es muy malo (33% y 32.7% respectivamente). Cuadro 8 Opiniones sobre el sistema penal Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Funcionamiento Bien Regular Mal Muy mal NS/NR 2.0 1.5 1.5 20.0 27.5 21.5 43.0 32.5 37.0 32.5 34.5 38.5 2.5 4.0 1.5 - 5.0 2.7 24.0 26.7 35.0 34.0 33.0 32.7 3.0 4.0 7. Políticas Estatales La gente encuestada tiene muy claro cuáles deben de ser las acciones emprendidas por parte del gobierno para hacerle frente a la delincuencia. Entre las acciones inmediatas por parte de la sociedad y las autoridades se encuentran las reactivas, las que tratan de emplear el castigo al extremo y muy pocos veces se trata de emplear acciones proactivas, aquellas que pretenden tratar al problema de fondo desde la educación o desde la familia. 83 Cuadro 9 Opiniones sobre las políticas estatales Coapa Preguntas Ajusco 2002 2003 2004 2002 2003 2004 Acciones del Gobierno Aumentar severidad de penas Construir más cárceles Crear programas de prevención Ampliar programas para rehabilitación de reos Aumentar efectivos policiales Mejorar situación económica Otras (abatir corrupción) NS/NR Grupos Armados Acuerdo Desacuerdo NS/NR Grupos vecinos armados Acuerdo Desacuerdo NS/NR Pena de muerte Sí No NS/NR Delitos con pena de muerte Homicidio Violación Secuestro Asalto en la calle Robo en la casa Abuso sexual a niños Terrorismo 35.0 36.5 33.0 2.5 1.5 0.5 16.5 13.5 10.5 3.5 3.0 1.0 - 31.0 26.0 1.0 16.0 6.7 1.3 6.0 5.5 8.5 32.5 33.5 37.5 2.0 6.5 6.5 2.0 1.0 2.5 - 8.0 4.0 33.0 50.7 7.0 9.3 4.0 2.0 19.5 28.5 27.0 78.5 68.0 70.0 2.0 3.5 3.0 - 28.0 32.7 66.0 64.0 6.0 3.3 21.5 28.0 30.5 76.5 69.0 67.0 2.0 3.0 2.5 - 31.0 32.7 64.0 65.3 5.0 2.0 58.0 44.0 58.0 40.0 50.0 40.5 2.0 6.0 1.5 - 49.0 56.0 45.0 42.7 6.0 1.3 23.0 24.0 2.0 8.0 - - 20.0 42.0 28.0 3.0 2.0 38.0 9.0 31.5 39.5 25.5 7.0 1.5 28.0 9.5 29.0 46.5 42.0 2.5 2.0 39.0 9.5 26.7 46.7 39.3 2.7 2.7 41.3 5.3 En Coapa se consideró como la principal acción el aumentar a las penas (35%, 36.5% y 33% respectivamente), seguido por mejorar la situación económica (32.5%, 33.5% y 37.5% respectivamente) y como tercera acción, crear programas de prevención (16.5%, 13.5% y 10.5% respectivamente). 84 En la Colonia Ajusco se consideró como primer acción el mejorar la situación económica (33% y 50.7% en los años de registro), en segundo lugar, el aumentar severidad de las penas (31% y 26% respectivamente) y en tercer lugar, el crear programas de prevención (16% y 6.7% en los años de registro). En general, 7 de cada 10 de los encuestados están en desacuerdo con los grupos armados en el país, para hacer justicia por sus propias manos, y en la misma proporción se está en desacuerdo en que los vecinos estén armados para buscar su seguridad. La opinión sobre la aplicación de la pena de muerte está dividida entre nuestros encuestados, por lo menos así lo muestra el presente cuadro. Los delitos que tienen que ver con agresión a la persona son los más considerados para la aplicación de la pena de muerte. En Coapa consideraron aplicarle la pena de muerte a los violadores (24%, 39.5% y 46.5% respectivamente), a los homicidas (23%, 31.5% y 29% respectivamente), abuso sexual a niños (8%, 28% y 39% respectivamente). Cabe subrayar, que en los dos últimos años el secuestro fue considerado en segundo lugar con el (25.5% y 42% respectivamente). En Ajusco, se pensó en los años de registro castigar con pena de muerte a los violadores (42% y 46.7% respectivamente), en segundo lugar, a los delitos relacionados con abusos sexual a niños (38%, y 41.3% respectivamente), y a los secuestradores en tercer lugar (28% y 39.3% respectivamente). 85 Consideraciones finales. A manera de reflexión podemos enumerar las siguientes consideraciones finales: 1. Mejorar la seguridad no es un asunto de masificación policiaca, es cuestión de organizarse, prepararse y poseer la tecnología adecuada. En estos comités se llegaba a esta conclusión mientras que Rafael Macedo de la Concha, Procurador General de la República y el Presidente Vicente Fox daban a conocer la iniciativa de una ley para la coordinación de los distintos cuerpos policiacos que no excluiría a la participación ciudadana; además la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP) recibió asesoría del equipo de Rudolph Giuliani y del alcalde de Palermo, Leoluca Orlando. 2. Así que la propuesta de la Asociación de crear una policía de proximidad tuvo que esperar, sin embargo, el subsecretario de seguridad y participación ciudadana de la (SSP) del Distrito Federal anunció, en los primeros meses del 2005, el arranque de un programa de policía de barrio con características muy cercanas al programa propuesto por la Asociación de Comités de Coapa, los cuales recibieron la noticia por parte de la SSP de que la zonas sería una de las primeras en arrancar el programa de policía de barrio. 3. Otro de los resultados obtenidos, fue el diagnóstico en torno a los usos de suelo, los giros mercantiles dedicados a la venta de alcohol y espectáculos, el comercio informal y el comercio en la vía pública. Durante año y medio, cada tres meses, se levantó un censo de comercio sobre las principales avenidas de la zona de Coapa. Los resultados del censo eran discutidos y analizados en las sesiones de cada jueves en las instalaciones de la Rectoría de la UAM y en algunas de las sesiones con las autoridades correspondientes. Cabe destacar que durante el periodo de levantamiento del censo en la zona, el comercio informal incrementó un 200% y el comercio establecido se redujo en un 30 %. El trabajo de asociativismo y el 86 compromiso de los representantes de los comités vecinales de Coapa, produjo el cierre total de 12 negocios expendedores de alcohol y uno de espectáculos, cercanos a los centros educativos de la zona; además, con los trabajo de prevención del delito se adquirieron 5 patrullas y más 200 sistemas de alarma en casa habitación; se rehabilitaron parques y centros deportivos, se gestionaron ante la delegación una serie de podas, reparación y liberación de luminarias. La Asociación de Comités Vecinales de Coapa ha sido un ejemplo de trabajo regionalizado con visión de desarrollo urbano y ordenamiento vecinal. Las réplicas que de él devienen se encuentran en otras zonas de la misma delegación Tlalpan y Coyoacán. 4. Los mercados semanales nacieron hace 30 años, su propósito era regular el precio de los productos alimenticios y luchar contra los intermediarios. Los mercados sobre ruedas y los tianguis se convirtieron poco a poco, particularmente en la zona de referencia, en áreas para comercializar artículos de vestir, calzado y aparatos electrodomésticos de origen cada vez más dudoso, pues si bien, en un principio solamente se comercializaban productos de procedencia legítima, poco a poco comenzó la venta de artículos robados en la macro-transportación nacional, la piratería electrónica –musical y de videos- y, la venta de auto-partes y otros artículos robados. Esta comercialización inicialmente se realizó de manera encubierta, y luego sin pudor alguno, pues cada vez es más débil la regulación que ejercen las autoridades. En los últimos años, el tianguis de los domingos de la colonia Ajusco (tianguis de La Bola), ha tenido un crecimiento acelerado y descontrolado, pues pasó de tres mil oferentes a cinco mil, aproximadamente. Se expandió por las distintas calles de la zona e invadió la avenida Aztecas y la calle Zapotecas, ocupando en total, cuatro calles: desde Ixtlixochitl hasta Hueman. La proliferación de estos dilatados tianguis y supuestos mercados sobre ruedas, son espacios que se amplían semana con semana gracias a las llamadas “colas” nuevas áreas del comercio informal que escapan al control de una autoridad reguladora, constituyen el medios idóneo para los jóvenes de la colonia que se encuentran atravesando la frontera de lo legal, pues les resulta atractiva la oferta 87 de sus artículos de consumo preferidos. La manera de conseguirlos puede ser ciertamente riesgosa, mucho más si a ésta se aúna la venta y consumo de drogas a la que fueron inducidos por embaucadores. Estamos entonces ante un escenario en el que se está degradando la calidad de vida de los habitantes de un importante barrio de la ciudad, en el que es difícil encontrar fuerzas, pertenecientes a esa misma colectividad, dispuestas a luchar y reordenar esas tendencias destructivas. Muchos de nuestros entrevistados, particularmente los miembros de comités vecinales, declararon sentirse extremadamente preocupados por la posibilidad de que la zona pudiera convertirse en un “Tepito del Sur”, como la llamó la revista Proceso en un número del 2002. 5. El comité vecinal, la organización OASIS y el equipo de investigadores del IISUNAM que acompañan el trabajo de asociativismo vecinal en la colonia, decidieron llevar a cabo una serie de trabajos artístico. En la primera fase, se abrieron cuatro talleres artísticos cuyo propósito era involucrar en sus actividades a todos los miembros de la familia. El taller de alebrijes estaba dirigido a la juventud y la niñez de la colonia; el taller de guitarra a los padres de familia; el de elaboración de velas aromáticas, a las amas de casa; y el de graffiiti a los jóvenes. Sin embargo, todos tenían la posibilidad de elegir el taller de su preferencia. El taller de grafitti cobra mayor relevancia debido a las condiciones de la zona, pues era necesario realizar un ejercicio que permitiera tener control sobre las pintas de paredes. El taller tenía dos objetivos: dotar a los jóvenes de técnicas que les permitieran mejorar el trazo de sus obras y enseñarles la historia y límites jurídicos del graffiti. En una segunda fase se decidió fortalecer el trabajo con amas de casa en el tema de violencia intrafamiliar. Se abrieron dos talleres más: dibujo y bisutería. Sobre todo, el trabajo se ligó con el Instituto de la Mujer de Coyoacán, pues éste ofrecía distintas pláticas sobre violencia intrafamiliar. Las pláticas se basaban en la información que proporcionó Inmujer, derivada del diagnóstico de la problemática prevaleciente en la zona. La aportación principal de Inmujer fue coordinar las actividades de un grupo de psicólogos que trabajara para las mujeres de la comunidad. 88 En la tercera fase, se logró integrar todos los trabajos y se pensó en la recuperación de un espacio público para actividades meramente vecinales. Los talleres cambiaron de sede, esta vez estarían en la calle de Ixtlixochilt, a un costado de la iglesia de la Resurrección, misma que apoyó incondicionalmente las actividades. Dicha actividad se realizaba los sábados desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde. En esta misma fase se abrió el taller de teatro apoyados por los compañeros del Circo Volador. Los trabajos tenían como base temáticas sobre la violencia y los cuidados del medio ambiente. El apoyo de los vecinos fue determinante para la prevalencia de tales espacios, ya que gracias a ellos se complementaban las actividades de los talleres. Cualquiera miembro de la comunidad llegaba y daba alguna plática, se convertía en animador de un grupo de alfabetización para adultos mayores o en promotor de talleres. Los que no participaban de estas actividades simplemente se ofrecían para colocar las carpas y sillas en el espacio. 89 Bibliografía Alonso Sierra, Xosefa. Voces de mujeres: cooperación internacional y ONG en Tijuana. Cooperación Internacional Unión Europea- América Latina. México. 2002. Azaola, Elena. El delito de ser mujer. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Plaza y Valdés. México. 1996. Baratta, A. Criminología crítica y crítica del derecho penal. Siglo XXI. México. 1999. Bergalli, R y Bustos Ramírez, J. El pensamiento criminológico II. 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Indicadores de seguridad pública en México: la construcción de un sistema de estadísticas delictivas. http://repositories.cdlib.org/cgi/viewcontent.cgi?article=1015&context=usmex Medina, Juanjo. Inseguridad ciudadana, miedo al delito y policía en España. Revista electrónica de ciencia penal y criminología. http://criminet.ugr.es/recpc/05/recpc05-03.pdf 93 ANEXOS ANEXO (a), Encuesta sobre Victimización, inseguridad y sistema penal para las zonas de Coapa y Colonia Ajusco. ANEXO (b), Formato de entrevista semi-estructurada y semi-abierta para el grupo de representantes vecinales. ANEXO (C), Guía metodológica para la elaboración del plan de acción en los espacios ciudadanos 94 PROYECTO “Participación Ciudadana y Comités Vecinales en el sur del Distrito Federal” Cuestionario sobre inseguridad, victimización y sistema penal (Zona Coapa y Colonia Ajusco) ANEXO (a) I. LOS PROBLEMAS DEL PAÍS V1. De la siguiente lista de problemas, según su opinión, ¿cuáles son, por orden de importancia, los TRES MÁS IMPORTANTES que tiene el país en este momento? Problemas Orden de importancia 01. La salud _____ 02. El desempleo _____ 03. La vivienda _____ 04. La pobreza _____ 05. La inseguridad pública _____ 06. El costo de la vida _____ 07. La educación _____ 08. La corrupción pública _____ 09. La pérdida de los valores tradicionales (ej. religión, desintegración familiar) _____ 10. Otros (especifique) _______________________ 99. NS/NR _____ II. LA DELINCUENCIA V2. ¿Considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado, disminuido o permanece igual en EL PAÍS? 1. Ha aumentado _____ 2. Permanece igual _____ 3. Ha disminuido _____ 99. NS/NR _____ V3. ¿Considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado, disminuido o permanece igual en LA CIUDAD? 1. Ha aumentado _____ 2. Permanece igual _____ 3. Ha disminuido _____ 99. NS/NR _____ V4. ¿Considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado, disminuido o permanece igual en SU DELEGACIÓN? 1. Ha aumentado _____ 95 2. Permanece igual 3. Ha disminuido 99. NS/NR _____ _____ _____ V5. Y EN LA ZONA O BARRIO EN QUE USTED RESIDE, ¿considera usted que en los últimos años la delincuencia ha aumentado, disminuido o permanece igual? 1. Ha aumentado _____ 2. Permanece igual _____ 3. Ha disminuido _____ 99. NS/NR _____ V6. Si su respuesta es que la delincuencia ha aumentado, ¿a qué atribuye usted este aumento de la delincuencia? Señale, por orden de importancia, LAS DOS CAUSAS PRINCIPALES 01. El desempleo _____ 02. El uso de drogas _____ 03. El consumo de bebidas alcohólicas _____ 04. La ineficiencia policial _____ 05. La falta de severidad de los jueces _____ 06. La falta de educación _____ 07. La pérdida de los valores tradicionales (ej. religión, desintegración familiar) _____ 08. La pobreza _____ 09. La deficiencia de las leyes _____ 10. La falta de rigor en las cárceles _____ 11. Otras razones (especifique) ______________________ 99. NS/NR _____ III. VICTIMIZACIÓN E INSEGURIDAD V7. Durante el último año, ¿alguna de las personas que viven en esta casa ha sido víctima de algún delito? 01. Si_____ 02. No_____ (pasar a la pregunta 13) 99. NS/NR_____ ¿Si ha sido víctima de un delito, señale cual? Delitos S/V 01. Robo de Vehículo 02. Robo a negocio 03. Robo en la calle (transeunte) 04. Robo relacionado con taxi 05. Robo a casa Habitación 06. Robo relacionado con cuestahabiente 07. Violación 96 _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ No. de veces _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ C/V 08. Estafa _____ _____ 09. Robo en el trabajo _____ _____ 10. Homicidio _____ _____ 11. Secuestro _____ _____ 12. Otros (especifique) ____________________________ 98. Ninguno _____ 99. NS/NR _____ _____ _____ _____ _____ V8. Si usted o alguna de las personas que viven en esta casa ha sido víctima de un delito, ¿en qué lugar o lugares ocurrieron? (marcar los lugares de los delitos mencionados con anterioridad) 1. En la vivienda _____ 2. En su colonia o vecindario _____ 3. Cerca del lugar de trabajo _____ 4. Cerca de la escuela _____ 5. En el camión _____ 6. Comercio público _____ 98. Otros (especifique) ___________________________ 99. NS/NR _____ _____ V9. ¿Denunció usted (o sus familiares) el (los) hecho(s), lo(s) hizo saber a alguna autoridad o institución? 01. Sí _____ _____ 02. No (pase a la pregunta 12) _____ V10. Si usted (o sus familiares) denunciaron el (los) hecho(s), ¿a quién o a qué institución lo hicieron? 1. En el momento, ante la policía _____ ____ 2. Ministerio Público _____ 3. Juzgado _____ 4. Institución de derechos humanos _____ 5. Medios de comunicación _____ 6. Otro (especifique) _____________________________ 99. NS/NR _____ V11. ¿Cuál fue el resultado de la denuncia? 1. Las autoridades no hicieron nada _____ 2. Las autoridades esclarecieron el hecho _____ 3. Se ha hecho una investigación _____ 4. Otro (especifique) _______________________ 99. NS/NR _____ V12. Si usted (o sus familiares) no denunciaron el (los) hecho(s), ¿por qué no lo hicieron? 1. Las autoridades no harían nada _____ _____ 2. Es peligroso (tengo miedo de represalias) _____ 3. No tenía pruebas _____ 4. No fue nada grave _____ 97 5. No sabía cómo denunciar _____ 6. El lugar para denunciar está lejos _____ 98. Otro (especifique) _____________________________ 99. NS/NR _____ V13. Hablando del LUGAR (O BARRIO) donde usted vive, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo, agresión u otro tipo de delito? 01. Me siento muy seguro _____ _____ 02. Me siento seguro _____ 03. Me siento poco seguro _____ 04. Me siento inseguro _____ 05. Me siento muy inseguro _____ 99. NS/NR _____ V14. hablando de la DELEGACIÓN, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo, agresión u otro tipo de delito? 01. Me siento muy seguro _____ _____ 02. Me siento seguro _____ 03. Me siento poco seguro _____ 04. Me siento inseguro _____ 05. Me siento muy inseguro _____ 99. NS/NR _____ V15. hablando de la CIUDAD, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo, agresión u otro tipo de delito? 01. Me siento muy seguro _____ _____ 02. Me siento seguro _____ 03. Me siento poco seguro _____ 04. Me siento inseguro _____ 05. Me siento muy inseguro _____ 99. NS/NR _____ V16. Y hablando del PAÍS en general, ¿se siente usted muy seguro, seguro, poco seguro, inseguro o muy inseguro ante la posibilidad de ser víctima de un asalto, robo, agresión u otro tipo de delito? 01. Me siento muy seguro _____ _____ 02. Me siento seguro _____ 03. Me siento poco seguro _____ 04. Me siento inseguro _____ 05. Me siento muy inseguro _____ 99. NS/NR _____ 98 V17. Entre las medidas que seguidamente se enumeran para protegerse de la delincuencia, ¿ha tomado usted algunas de ellas? ¿Cuáles? Medidas 01. Poner rejas a la casa 02. Adquirir perro para vigilar la casa 03. Poner aparatos de alarma 04. Contratar a un vigilante 05. Pedirle ayuda a la policía 06. Comprar un arma 07. Organizarse con los vecinos 08. Otras (especifique) ____________ 99. NS/NR ______________ 1 Sí __ __ __ __ __ __ __ 2 No __ __ __ __ __ __ __ 9 NS/NR __ __ __ __ __ __ __ IV. POLÍTICA CRIMINAL V18. Según su opinión, ¿cuáles deberían ser, por orden de importancia, LAS TRES ACCIONES MAS IMPORTANTES del Gobierno debería adoptar con respecto a la delincuencia? Medidas Orden 01. Aumentar la severidad de las penas _____ 02. Construir más cárceles _____ 03. Crear programas de prevención del delito _____ 04. Ampliar los programas de rehabilitación de los reos 05. Aumentar el número de policías 06. Mejorar la situación económica para prevenir el delito 07. Otras (especifique) ______________ 99. NS/NR _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ V19. En su opinión, ¿el sistema penal del país funciona bien, regular, mal o muy mal? 1. Bien _____ _____ 2. Regular _____ 3. Mal _____ 4. Muy mal _____ 99. NS/NR _____ V20. A su parecer, ¿la policía que interviene en su barrio (o en su zona) brinda un servicio muy adecuado, adecuado, poco adecuado o nada adecuado en lo referente a la lucha contra la criminalidad? 1. Muy adecuado _____ _____ 2. Adecuado _____ 3. Poco adecuado _____ 4. Nada adecuado _____ 99. NS/NR _____ V21. ¿Considera usted que la policía patrulla su barrio (o su zona) muy a menudo, a menudo, poco, muy poco o nunca? 99 1. Muy a menudo 2. A menudo 3. Poco 4. Muy poco 5. Nunca 99. NS/NR _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ V22. ¿Cree usted que para combatir la delincuencia la policía viola los derechos humanos? 1. Siempre _____ ______ 2. Casi siempre _____ 3. Casi nunca _____ 4. Nunca _____ 99. NS/NR _____ V23 De las siguientes instituciones, ¿en cuál confía usted más para su protección personal contra el crimen? 1. El ejército _____ _____ 2. La policía GDF _____ 3. La policía Federal (PFP) _____ 4. Los guardas privados _____ 5. En ninguno _____ 99. NS/NR _____ V24. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo sobre la actuación de grupos armados fuera de la ley (del tipo Escuadrones de la Muerte) que eliminan a delincuentes por su propia cuenta? 1. De acuerdo _____ _____ 2. En desacuerdo _____ 99. NS/NR _____ V25. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con que grupos de vecinos de su colonia o barrio se armen para combatir el crimen por su propia cuenta? 1. De acuerdo _____ _____ 2. En desacuerdo _____ 99. NS/NR _____ V26 ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con que se aplique la pena de muerte? 1. De acuerdo _____ _____ 2. En desacuerdo _____ 99. NS/NR _____ V27. Si usted está de acuerdo con que se aplique la pena de muerte, ¿para qué tipo de delitos debería hacerse efectiva? PUEDE ANOTAR HASTA TRES TIPOS 1. Homicidio 2. Violación 3. Secuestro 4. Asalto en la calle para robar _____ _____ _____ _____ 100 _____ _____ _____ 5. Robo en la casa _____ 6. Abuso sexual sobre niños _____ 7. Terrorismo _____ 7. Otro ___________________________________ 99. NS/NR _____ V. DATOS PERSONALES V28. Sexo: 1. Masculino 2. Femenino _____ _____ _____ V29. ¿Cuál es su edad? ________ V30. Sumando todos los ingresos, ¿cuál es el ingreso mensual aproximado de su familia? 1. 1 Salario mínimo 2. 2 a 3 Salarios mínimos 3. 4 a 5 Salarios mínimos 4. más de 5 Salarios 99. NS/NR ______ _____ _____ _____ _____ _____ V31. ¿Cuál es el último año de estudios que usted aprobó? 1. Ninguno 2. Primaria Completa 3. Primaria Incomplata 4. Secundaria Completa 5. Secundaria Incompleta 6. Preparatoria Completa 7. Preparatoria Incompleta 8. Carrera Técnica Completa 9. Carrera Técnica Incompleta 10. Universidad Completa 11. Universidad Incompleta 12. Maestría y Doctorado _____ ______ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ _____ V32. ¿Trabaja usted actualmente? 1. Sí 2. No _____ _____ V33. ¿Cuál es su ocupación? 1. Oficinista 2. Obrero 3. Comerciantes 4. Trabajadores en Servicios Públicos 5. Profesionales _____ _____ _____ _____ _____ 101 6. Ama de Casa 7. Trabajador Ambulante 8. Estudiante 9. Pensionados 99. NS/NR _____ _____ _____ _____ _____ V34. No. de personas que habitan con usted en esta casa _______________ Encuestador: _____________________________________ Colonia: ________________________________________ V35 Zona: ______ Fecha: ________________________ 102 ANEXO (b) Guión de entrevista para el proyecto “Participación Ciudadana y Comités Vecinales en el sur del Distrito Federal” Antecedente: 1) Dígame, ¿cómo fue que llegó a vivir aquí? 2) ¿Cómo era la relación entre vecinos? 3) ¿cuáles eran, los problemas más comunes de la zona? 4) ¿cómo se organizaron para enfrentar los problemas que tenían? 5) ¿quién organizaba a la gente? Actualmente: 1) ¿cómo es actualmente la relación de los vecinos? 2) ¿de que manera participa actualmente los vecinos? 3) ¿qué figuras de representación vecinal informal existen el la zona? 4) ¿cómo trabaja el comité vecinal? Siguen asistiendo todos los miembros del comité, tienen problemas internos. 5) ¿cómo es la relación entre el comité vecinal y los vecinos? 6) ¿cómo es la relación entre el comité y las autoridades delegacionales? 7) ¿cómo es la relación entre el comité vecinal y el subcomité de seguridad? 8) ¿realmente se ha incentivado la participación vecinal por medio de los comités vecinales? 9) ¿Actualmente, ¿cuáles son los problemas más comunes de la zona? Problemas de la zona: 1) ¿por qué considera que sea ese , uno de los problema? 2) ¿de que manera afecta a la colonia? 3) ¿cuántos años llevan con ese problema? 4) ¿qué han hecho los vecinos? ¿de que manera se han organizados? 5) ¿han tenido resultados? ¿qué tipo de resultados? 6) ¿han contado con el apoyo de las autoridades? 7) Este problema ha afectado la relación vecinal? 103 Seguridad pública: 1) considera insegura la zona, ¿por qué? 2) ¿usted o su familia han sido víctimas de algún delito en su colonia? 3) ¿qué calles son las más inseguras de la zona? 4) ¿hay venta de drogas en la zona? 5) ¿los vecinos se organizan para hacer frente a este problema y de que manera? 6) ¿tanto los vecinos como las autoridades han trabajado en este problema? 7) ¿este problema a influido en los jóvenes? ¿por qué? 104 ANEXO (c) Guía metodológica para la elaboración del plan de acción en los espacios ciudadanos A. Aspectos generales y previos Tener en cuenta lo siguiente: 1. El carácter de experiencia piloto, pero rigurosamente evaluada, del proyecto. 2. El reconocimiento de los resultados del diagnóstico como la base indispensable para la elaboración y aplicación de planes de acción racionales en el sector. 3. La necesidad de referir las acciones a emprender a los objetivos (generales y específicos) del proyecto. 4. La necesidad de referir tales acciones únicamente a la zona seleccionada y a los delitos que el diagnóstico ha identificado como más frecuentes y preocupantes. 5. La duración del plan de acción, que será de 12 meses. Recurso a dos tipos combinados de enfoque preventivo: situacional y social 1. Con un enfoque “situacional” se pretende actuar, en una perspectiva de corto plazo, tanto sobre la criminalidad como sobre el sentimiento de inseguridad de la población, dos facetas relacionadas aunque independientes de un mismo fenómeno. Este enfoque es más específico que el modelo “social”, ya que se dirige sobre todo a las víctimas potenciales de un delito y persigue la modificación del entorno y de ciertas situaciones propicias a la criminalidad, con la finalidad de dificultar las conductas criminales, disminuir la victimización y el sentimiento de inseguridad y aumentar las posibilidades de captura de los infractores. Como ejemplo de medidas de esta naturaleza pueden citarse la instalación de cerraduras y sistemas de alarma en residencias y comercios, una mejor iluminación de las 105 calles y la vigilancia del barrio. La policía desempeña un papel preponderante en la elaboración y aplicación de este tipo de acciones. 2. El enfoque “social” pretende incidir, en el mediano o largo plazo, sobre ciertos factores relacionados con la delincuencia. El recurso a este enfoque implica fundamentalmente, mediante acciones realizadas en el marco de diversas políticas de desarrollo social, intervenciones y programas orientados a mejorar el conjunto de las condiciones sociales y económicas que a menudo originan conductas criminales y/o favorecen su desarrollo (por ejemplo, en materia de empleo, educación, vivienda, acceso a servicios sociales, medios de comunicación, ayuda a las víctimas, asistencia a los condenados liberados, etc.). Limitación del número de acciones a emprender (unas 10) 1. Justificación: el mencionado carácter de experiencia piloto del proyecto, su duración (12 meses) y la necesidad de su evaluación rigurosa y realista. 2. Criterios para su determinación. Deberán privilegiarse las estrategias que: 9 se correspondan con los objetivos específicos del proyecto; 9 permitan resultados concretos, debidamente identificados; 9 señalen indicadores de éxito para cada acción a emprender; 9 tengan en cuenta los resultados a corto, mediano y largo plazo; 9 establezcan los recursos humanos, materiales y financieros indispensables para la adecuada aplicación de las acciones a emprender; 9 identifiquen las instituciones, grupos y personas participantes; 9 apoyen o completen actividades en curso; 9 permitan su continuidad, una vez concluido el proyecto; 9 se autofinancien o puedan utilizar los recursos locales o nacionales; 9 estén centradas en la prevención del delito más que en su represión; 106 9 se orienten hacia los jóvenes; 9 contribuyan, o bien a desarrollar la capacidad actual de los organismos de la sociedad civil involucrados en el tema, o bien a crearla; y 9 determinen un cronograma para la puesta en práctica de cada acción propuesta. Las modalidades de aplicación de tales estrategias podrán ser diferentes según los comités de la zona, aunque, con la finalidad de economizar esfuerzos y recursos, se recomienda sin embargo seleccionar acciones de interés común. 3. Una vez considerados los criterios expuestos en el punto anterior, la identificación de las posibles acciones a emprender en la zona seleccionada debería corresponder plenamente a la iniciativa y capacidad imaginativa de los participantes en el seminario y basarse en los resultados del diagnóstico realizado. Por esta razón, cualquier listado de acciones concretas podría presentar el inconveniente de suprimir -o al menos reducir- el esfuerzo creativo de tales participantes. A título únicamente indicativo y orientador, se presenta seguidamente un listado de posibles acciones. B. Listado de posibles acciones 1. Enfoque situacional 9 Adopción de medidas individuales de protección (cambios de itinerario; no frecuentar lugares peligrosos; no abrir la puerta a desconocidos; instalación de cerraduras, rejas y/o sistemas de alarma; no llevar consigo demasiado dinero; identificar y/o marcar los objetos de valor; etc.). 9 Establecimiento de medidas colectivas de protección (sistemas de comunicación e intercambio de información entre vecinos, patrullas de vecinos, etc.). 107 9 Mejoras en el alumbrado y la limpieza públicos. 9 Intervención policial (preventiva y represiva), con las siguientes actividades principales: • patrullas a pie y a las horas más indicadas en los lugares más frecuentados, las zonas residenciales, los centros comerciales, etc.; • patrullas motorizadas en toda la zona seleccionada, sobre todo en los lugares más conflictivos o criminógenos, para asegurar una mayor visibilidad y protección policiales; • establecimiento de contactos y reuniones frecuentes con residentes, comerciantes y organismos comunitarios; • visitas informativas a escuelas y otros centros educativos; • intervención en los puntos de venta y distribución de drogas; • arresto de los infractores. 2. Enfoque social 9 Constitución de un comité interinstitucional que, teniendo en cuenta las diversas y numerosas instituciones, asociaciones y personas involucradas y/o interesadas, aunara y coordinara sus esfuerzos, respondiera a cualquier problema que pudiera presentarse en el transcurso de la acción y evaluara sus resultados. 9 Organización de la comunidad en materia de seguridad. 9 Establecimiento de redes o lazos locales de cooperación ciudadana. 9 Programas de diálogo, sensibilización y educación legal, consistentes en charlas periódicas e información a la comunidad a través de los medios de comunicación, a cargo de especialistas en temas relacionados con la problemática (delincuencia, inseguridad, drogas, violencia intrafamiliar, prevención comunitaria del delito, legislación penal, sistema penal, etc.). 9 Inventario de recursos locales de prevención (grupos sociales, escuelas, iglesias, etc.). 108 9 Identificación y caracterización de grupos de riesgo locales (delincuentes potenciales). 9 Identificación y caracterización de las principales zonas de peligro en el lugar (calles, parques, paradas de autobuses, entorno de las escuelas, sitios de venta y distribución de drogas, etc.). 9 Promoción de actividades de reforzamiento de autoestima a grupos de riesgo para una mayor integración social de sus integrantes (certámenes, presentaciones, deportes, experiencias exitosas, etc.). 9 Promoción de actividades de ayuda a grupos de riesgo para la satisfacción de necesidades básicas (agencia de empleos, talleres de formación en oficios, clubes juveniles, etc.). 9 Establecimiento de redes de solidaridad con las víctimas y de programas de atención y orientación para las mismas, que debería comenzar con la identificación de los organismos que laboran en diversos campos (mujer, menores) y el estudio de la posibilidad de ampliar su mandato a ciertos temas relacionados con la problemática (delitos sexuales, violencia intrafamiliar, etc.). 9 Programas para evitar y prevenir que los ciudadanos se tomen justicia por propia mano. 9 Iniciativas tendientes a la neutralización de riesgos de acción delictiva de los jóvenes (organizaciones formales o informales, capacitación, establecimiento de espacios de encuentro entre la comunidad y la juventud). 9 Programas de apoyo a la rehabilitación social a condenados o sometidos a proceso. 9 Programas de ayuda a familias desfavorecidas o en situación de crisis. 9 Programas de prevención de la violencia familiar. 9 Programas de prevención sobre uso de armas. 9 Programas para incrementar las posibilidades de completar con éxito la formación escolar. 9 Programas de demandas de empleo en colaboración con los sectores público y privado. 9 Programas de prevención del alcoholismo y la toxicomanía. 109 9 Programas y zonas de recreo para los jóvenes. 9 Programas de recuperación de los miembros de pandillas juveniles. 9 Programas con los medios de comunicación para un mejor tratamiento de los temas de criminalidad y seguridad ciudadana. 9 Programas combinados de prevención con instituciones estatales. 9 Inicio o fortalecimiento de relaciones con instituciones estatales involucradas. 9 Reuniones periódicas con los servicios policiales. 9 Participación ciudadana en actividades preventivas de la policía (patrullas, registro de armas, desarme, charlas en centros educativos, etc.). 9 Acercamiento y coordinación entre policía, comunidad y otras instituciones públicas. 9 Evaluación comunitaria de las actividades policiales. 9 Caracterización de la presencia/ausencia en la zona de las autoridades públicas encargadas de la seguridad ciudadana. 9 Establecimiento de un banco de datos sobre delitos, autores, víctimas, grupos de riesgo, etc. 9 Respeto de la normatividad existente sobre bares, cantinas, etc. 110