UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR INTRODUCCIÓN Los asistentes a la Muestra del Ciclo del Año (representación de personas de La Aldea de San Nicolás de Tolentino) suelen quedar gratamente sorprendidos con lo que ocurre en el escenario; viven reproducciones de cómo era la vida en este pueblo grancanario a comienzos del siglo XX. La primera impresión, que luego se reafirma a medida que transcurre la recreación, es que lo que se ve allí es algo distinto, es algo singular. Llama la atención que niños, jóvenes y personas mayores participen juntos en el escenario. Además de la fidelidad y la frescura con la que cuentan lo ocurrido, la presencia de enseres, herramientas y utensilios de otra época es objeto de interés. Estas y otras cosas han sido destacadas por las personas que han disfrutado con esta forma de acercarse a la cultura popular que realizan los habitantes de La Aldea, pero sobre todas ellas destaca una: la sinceridad. Esta sinceridad, que es reconocida por los asistentes, incluso antes de ser comprendida, es fruto de un hecho: las personas que están en el escenario no representan ningún papel, no son actores, sino que están recreando su propia vida. Son las personas que dicen ser en la escena. El guardia es el guardia, el alcalde es el alcalde, el capataz es el capataz, y hasta los hijos son los hijos de las personas que están en el escenario. 1987- 2002 Las personas que recrean para el público su propia vida nos acercan, de este modo, a la cultura popular, forman parte de un grupo mucho más amplio de personas (“todo el pueblo”, como a ellos les gusta decir), que se denominan a sí mismos “el Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea de San Nicolás de Tolentino”. Ciclo del Año, Aldea 1985. Estas personas han recibido el reconocimiento a su trabajo por parte de muchas instituciones y organismos públicos. Destacan: la Medalla de Oro del Cucalambé, recibida en Cuba en el año 1993, por su contribución a la difusión de la cultura tradicional campesina cubana, y el Premio Roque Nublo de Plata, otorgado por el Cabildo Insular de Gran Canaria en el año 2000. Asimismo han sido propuestos al Premio Canarias en las modalidades de Cultura Popular y UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Patrimonio Histórico por prácticamente todos los municipios y Cabildo de Gran Canaria, Cabildo de Lanzarote, Consejería de Educación del Gobierno de Canarias e instituciones como el Museo Canario, Confederación de Asociaciones de Vecinos de Canarias (Cavecan)… etc. El nombre del proyecto ha sido reconocido en el Festival de San Fernando de Maspalomas, colocándose una placa junto a otros grandes folcloristas como Isidro Ortiz, Eloy Quintero, Fernando Díaz Cutillas, Los Alzados... Medalla de Oro del Cucalambé, Cuba 1993. 1987- 2002 Roque Nublo de Plata, 2000. Los premios recibidos ponen de manifiesto muchos de los valores que el Proyecto de Desarrollo Comunitario representa y también algunas de sus Roque Nublo de Plata, 2000. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR San Fernando de Maspalomas, 1999. aportaciones a la cultura popular canaria. Sin embargo, todos esos valores y aportaciones, con ser muy importantes, tal vez adquieran mayor relevancia si vienen acompañados por una mejor comprensión de las características y las condiciones que han hecho posible esta singular experiencia etnográfica. Ésa, y no otra, es la finalidad de este libro. San Fernando de Maspalomas, 1999. 1987- 2002 Nuestro propósito es, por una parte, satisfacer la curiosidad de todas aquellas personas que han podido disfrutar con la escenificación del Ciclo del Año y, por otra, transmitir a quienes comparten la escena el legítimo orgullo de haber hecho de su propia vida una fuente de cultura. Para alcanzar este objetivo hemos dividido el libro en siete capítulos. Sigue una secuencia de preguntas, cuyas respuestas ofrecen la oportunidad de presentar aquello que consideramos esencial para dar a conocer el Proyecto de Desarrollo Comunitario. La secuencia que hemos seguido aparece recogida en el Cuadro 1. Una vez conocida la secuencia, el lector puede hacerse su propia guía de lectura y seleccionar en cada momento el capítulo que más le interese. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Ciclo del Año, Universidad de La Laguna 1997. A lo largo de estos siete capítulos iremos despejando los interrogantes planteados y poniendo de manifiesto las características del Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea de San Nicolás de Tolentino, que ahora anticipamos de forma breve y sencilla: 1987- 2002 CAPÍTULOS PREGUNTAS RESPUESTAS ¿Quiénes somos? Los protagonistas Capítulo 2 ¿Dónde estamos? Localización: La Aldea de San Nicolás de Tolentino Capítulo 3 ¿Qué hacemos? Actividades desarrolladas Capítulo 4 ¿Cómo lo hacemos? Principios y organización Capítulo 5 ¿Qué queremos lograr? Finalidad, objetivos Capítulo 6 ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Historia Capítulo 7 ¿Cómo puedes comunicarte con nosotros? Direcciones y referencias útiles Capítulo 1 Cuadro 1 *Un proyecto amplio y diverso *Un compromiso solidario con la cultura popular *Respeto y atención a las personas y a su legado cultural El libro que presentamos ha sido construido con una secuencia que permite una aproximación progresiva a las características del proyecto y facilita su UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR comprensión, pero somos conscientes de que cada persona que lo lea puede seguir su propio camino y no tiene por qué seguir el orden que nosotros proponemos. Sea cual sea el camino elegido, estamos seguros de que el lector o la lectora encontrará la misma dosis de cariño que hemos puesto en cada uno de los capítulos, aunque no siempre podamos haber alcanzado el mismo éxito. Finalmente, deseamos dejar constancia de nuestro más profundo agradecimiento a todos los que han participado tanto en las grabaciones, como cediéndonos sus casas, enseres, fotografías…, Puesto que sería imposible hacerlo uno a uno, por la cantidad de personas y familias que nos han prestado su ayuda y nos arriesgaríamos a dejar a alguno sin nombrar. Ciclo del Año Teatro Pérez Galdós 1994. 1987- 2002 José Pablo del Rosario, Técnico de sonido. También, a todas aquellas personas que no siendo de La Aldea han dejado huella por su integración y contribución en la recuperación de nuestra cultura popular. Sirva como ejemplo el párroco Manuel Reyes Brito, al que tanto queremos, no sólo por su calidad humana sino por su colaboración en la recuperación y difusión del folclore religioso; a Pedro Sergio Rodríguez que se desvivió por la lucha canaria mientras su salud se lo permitió. No podemos olvidar tampoco a otras tantas personas de diferentes rincones de nuestro archipiélago que han creído y apoyado este proyecto y en mucho de los casos lo han hecho suyo. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Alberto Padrón, docente y compañero incansable que ha puesto todos sus trabajos y experiencia al servicio de este proyecto. A la compañera y musicóloga Carmen Nieves Luis, gran consejera y de la que hemos aprendido mucho. A Pedro Grimón, siempre dispuesto a colaborar, no sólo en la organización de las Jornadas Regionales de Folclore, sino en todo lo que el Proyecto le ha demandado. Manolo Reina, Manuel Fariña, Víctor Cabrera, Antonio Ruiz, Isidro Ortiz, Teresa Rodríguez, etc. Pedro Grimón, Fabiola Socas, Alberto Padrón A todos los inspectores, directores generales y jefes de servicio que hemos tenido la suerte de conocer porque siempre nos han dado muestras de 1987- 2002 Inauguración del Museo Vivo La Gañanía. ánimo. Queremos destacar de una manera especial al inspector Emiliano Madrid Palencia, que apostó por nosotros en los momentos difíciles, sobre todo en la época de la transición. Al técnico de educación Juan Pedro Perdomo que ha visto evolucionar desde sus inicios este proyecto, mostrándonos siempre su apoyo. A la Sra. Graciliana Martín Suárez y sus hijos Alejandro e Ignacio Del Pino, dueños de la finca y casa donde se encuentra ubicado el Museo Vivo la Gañanía y la Escuela, por permitirnos desarrollar esta experiencia educativa. A Juan Quintana (el Claca), Demetrio Díaz, Manuel González, José Bolaños por esa grabación UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR sobre la música tradicional tan hermosa que nos dejaron. A Michel Montelongo por su inestimable ayuda desinteresada en todas las grabaciones discográficas que se han hecho. Al técnico de sonido José Pablo del Rosario, por su gran profesionalidad, colaborando con nosotros como si de una ONG se tratara. Demetrio Díaz y Juan Quintana. Grabación año 2001. Y por último a un conjunto de instituciones sin las que hubiese sido imposible llegar hasta aquí. Agradecemos su colaboración al Proyecto Aider, al Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás de Tolentino, a la Consejería de Educación, Cultura y 1987- 2002 Ignacio del Pino Martín. Inauguración Museo la Gañanía. Deportes del Gobierno de Canarias por la gran sensibilidad con este trabajo, especialmente a su Dirección General de Promoción Educativa, en ocasiones al Cabildo de Gran Canaria, a La Caja de Canarias y a un sinnúmero de personas que han hecho de este Proyecto un proyecto de vida. Lidia Sánchez José Pedro Suárez y José Moya La Aldea, mayo de 2001. PROYECTO COMUNITARIO DE LA ALDEA: UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR ©Lidia Sánchez González. ©José Pedro Suárez Espino. ©José Moya Otero. Primera Edición: Canarias, Mayo 2002. Diseño y Maquetación: Víctor Valencia Martínez, licenciado en BBAA. Correcciones: Marcial González Medina y Antonio González González, licenciados en Filología Española. Edita: Proyecto Cultural de Desarrollo Comunitario La Aldea. ISBN: 84-607-4460-4 Deposito legal: GC-266-2002 Impresión: Imprenta Pérez Galdós, S.L.U. C/. Profesor Lozano, 25 (El Sebadal) 35008 Las Palmas de Gran Canaria www.ipgaldos.com A todas las personas que han hecho de la cultura popular un proyecto de vida en común UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR ÍNDICE Prólogo Introducción Capítulo 1: ¿Quiénes somos? Capítulo 2: ¿Dónde estamos? Capitulo 3: ¿Qué hacemos? Capítulo 4: ¿Cómo lo hacemos? Capítulo 5: ¿Qué queremos lograr? Capítulo 6: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Capítulo 7: ¿Cómo puedes localizarnos? UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR PRÓLOGO El siglo XX, en el que ha tenido lugar un gran desarrollo de toda clase de medios de comunicación, ha favorecido un gran cambio en la vida de los pueblos que han accedido a un mayor desarrollo económico. Ha sido también un siglo marcado por los grandes totalitarismos y las dictaduras ideológicas, grandes utopías que en gran medida han fracasado tras provocar guerras y sufrimientos, para dar paso finalmente al rebrote de las antiguas tensiones religiosas que la Humanidad nunca ha podido superar. En este contexto, el devenir de una sociedad como la canaria, absolutamente ligada a la cultura de Europa occidental en su economía y en sus sentires cristianos y democráticos, se ha visto arrastrada hacia un desarrollo que ha alterado profundamente la vida rural de nuestras gentes: un cambio sin vuelta atrás, toda vez que la economía de subsistencia pura y dura ha sido superada y no parece que pueda volver a ser como fue, sino en el peor de los casos de otra manera. El absoluto menosprecio de la cultura tradicional ha sido la tónica en los sistemas educativos del siglo XX, que se han esforzado en superar el "atraso" mirando hacia el futuro, hasta tal punto que los protagonistas de los viejos 1987- 2002 modos de vida se sintieron avergonzados de sus cosas, de su propia cultura. Yo creo que no se ha calibrado bien el drama interno que supuso, para los pueblos rurales de la España del siglo XX, esa gran renuncia cultural a la que fueron abocadas sus gentes, cuando los enfrentaron al convencimiento de que lo de siempre ya no valía. Rescatar el folclore (exteriorización de algo interno y más profundo) que ya no interesaba, se convirtió en una tarea equívoca y llena de despropósitos y manipulaciones que falseaban la realidad profunda de las cosas. Pero no voy a entrar aquí en este análisis crítico, que me basta con dejar apuntado. El llamado "Proyecto Comunitario de La Aldea", liderado en los últimos veinticinco años por Lidia Sánchez, José Pedro Suárez, al igual que el emprendido casi simultáneamente en Los Realejos de Tenerife por Carmen Nieves Luis, representa un impulso nuevo para iluminar a las nuevas generaciones sobre la extinta cultura popular de sus mayores, cuya mayor virtud radica en devolver prestigio y autoestima a los antiguos protagonistas de aquella vergonzosa renuncia, la renuncia obligada por las nuevas e inevitables circunstancias y también por una errónea y evitable suplantación de valores. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Los impulsores de este proyecto lo subtitulan "Un compromiso solidario con la cultura popular". Y para saber lo que es "cultura popular", un concepto sobre el que se ha gastado tanta tinta inútil por investigadores de gabinete, han empleado el más sano sentido común enfrentándose directamente a la realidad de las cosas. Ellos son pedagogos y sospecho que su primer objetivo en una población casi sin historia escrita, fue llevar a sus alumnos a ahondar en su pasado a través de la memoria de sus propios mayores. La riqueza cultural en estado arrinconado que comenzó a emerger fue tan impresionante, tan cautivadora, que la tarea se hizo imparable. Y esto ha tenido dos vertientes importantísimas: primero, el depurar el conocimiento de sí mismos, largo camino que ha ido enriqueciendo el proyecto hasta lo ilimitado; y segundo, la autoestima que se ha infundido a los mayores, cuyos conocimientos otrora despreciados se valoran hoy como verdaderos tesoros. Esto, en sus dos vertientes, no puede conllevar sino una gran felicidad y un sentido de la verdadera importancia de las cosas para todas las gentes de un pueblo, lo que no es poco. Tras haber grabado varios CDs y videos con la recuperación de cosas de un pasado no tan lejano, todo 1987- 2002 ello ejecutado por sus protagonistas de antaño, este libro que prologo viene a ser como un cuaderno de campo, una protocolización de los métodos, una justificación de los procedimientos. En suma, es el aparato crítico que debe acompañar a todo trabajo antropológico para que se pueda justipreciar y calibrar su verdadero alcance. Es un examen de conciencia de los promotores en el que dejan hablar a los protagonistas, para discernir claramente entre lo auténtico y lo mediatizado. Me llama la atención el punto de inflexión que supuso el abandono de los amaños y arreglismos propios de los grupos folclóricos más en uso, para llegar al convencimiento de que, más que "arreglar" lo que cantaban los viejos y hacerlos cantar en otro contexto, lo que había que hacer era aprender de ellos. Tal inflexión se explica cuando se cuenta que a principios de los años noventa mientras se grababa el romance "Desde niña fui lechera" con acompañamiento añadido, una señora les comentó que el romance era sin acompañamiento y cantado en otras circunstancias que las de un escenario para espectáculos. Aprender de los mayores. Eso fue lo que se hizo desde entonces, y ha sido algo tan sabio y tan antiguo como la máxima socrática de "conócete a ti mismo". Porque tú eres la consecuencia de esos mayores que todavía viven, y si incorporas a tu vida las suyas te UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR entenderás y sabrás quién eres, de dónde vienes, qué vale tu entorno, cuál es tu historia. Hay en Antropología un método de trabajo que consiste en abordar la "historia de vida" de personas mayores que tuvieron significación y protagonismo en un lugar. La "historia de vida" nos ofrece una dimensión psicológica y profunda del conocimiento de esas personas, del conocimiento de su tiempo y de su entorno. Pues bien: este libro es parecido a una "historia de vida" coral, la voz y el sentir de todo un pueblo. Ahí radica su gran valor cultural y su gran originalidad. Posiblemente, el modo de vida que aprenden los discípulos de Lidia y José Pedro no les sirva a ellos sino como referencia fiel y vívida de un pasado inmediato que perteneció a sus abuelos y bisabuelos, y no como modelo para el futuro. También es cierto que si se hubiera hecho esta labor con personas que vivieron en La Aldea a principios del siglo XIX nos sorprendería una cultura bastante diferente, que hubiera enseñado otras cosas a todos los que hemos venido detrás. Pero ahí queda el respeto y el testimonio fiel de un modo de vida que fue digno y útil. En parte podemos rescatar y revivir ciertas parcelas del mismo pero también tendremos que crear nuestro modo de vida, y espero que nos esforcemos para 1987- 2002 que sea con singularidad, no por la vía del mimetismo de lo foráneo y dejándonos llevar de esa llamada "globalización" que, mal asumida, puede conducirnos a que nos convirtamos en números anónimos. De todo lo rescatado, sin duda, sabremos descubrir y asumir "nuestro" sentir, una impronta en el alma que está ligada a nuestra geografía y a la historia de nuestros mayores. Lothar Siemens Hernández ©Lidia Sánchez González. ©José Pedro Suárez Espino. ©José Moya Otero. Primera Edición: Canarias, Mayo 2002. Diseño y Maquetación: Víctor Valencia Martínez, licenciado en BBAA. Correcciones: Marcial González Medina y Antonio González González, licenciados en Filología Española. Edita: Proyecto Cultural de Desarrollo Comunitario La Aldea. ISBN: 84-607-4460-4 Deposito legal: GC-266-2002 Impresión: Imprenta Pérez Galdós, S.L.U. C/. Profesor Lozano, 25 (El Sebadal) 35008 Las Palmas de Gran Canaria www.ipgaldos.com UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 1: ¿QUIÉNES SOMOS? En muchas ocasiones, y por razones muy distintas, cuando hemos tenido que responder a preguntas dirigidas a conocer a las personas que participan en el Proyecto de Desarrollo Comunitario, siempre se ha producido un cierto asombro con nuestra respuesta: los protagonistas del Proyecto son los aldeanos y las aldeanas, porque éste es el Proyecto de un pueblo. Descamisada. Arrancada del Trigo, Museo La Gañanía. 1987- 2002 Escuela de Salto del Garrote. Muestra de Cerámica. Elaboración de Tunos Pasados. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR La contestación, sin embargo, es la única posible. Cierto es que puede haber personas que dediquen más tiempo que otras al Proyecto, y puede haber personas que participen en algunas actividades y no en otras, e María Cubas. incluso quienes sólo participen durante algún tiempo y que, luego, por circunstancias diversas, tengan que dejar de participar; pero en todos esos casos sigue siendo cierta nuestra respuesta: los protagonistas de este proyecto son los habitantes de La Aldea. 1987- 2002 Para ilustrar nuestra respuesta vamos a servirnos de dos situaciones que hacen perfectamente comprensible lo que hemos afirmado. La primera sucedió en una escenificación del Ciclo del Año. Una de las muchas ocasiones en las que hemos tenido el placer de poner en escena este ciclo se acercó hasta nosotros una señora de La Aldea (Mariquita Cubas) a la que llevábamos algún tiempo sin ver. Después de saludarnos y hacer lo que en estas ocasiones se suele hacer (hablar de la salud y de la familia) se produjo el siguiente diálogo: -José Pedro -dijo-, me he enterado de que hoy estaban aquí y he venido ¿Dónde me pongo? -Bueno, me alegro de que haya podido venir, ya sabe lo que tiene que hacer. Hoy no ha podido venir su hija ¿Tiene con quién marcharse después? -Pues no, la verdad es que no tengo con quién volver a mi casa y si esto va a durar mucho no sé qué hacer. - Bien, no se preocupe que cuando termine la mandaré en un taxi. El diálogo transcurrió en un pasillo cerca de la habitación donde el resto de las personas estaban preparándose para entrar en escena. La señora de la que UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR hablamos había dedicado una gran parte de su vida a elaborar objetos de barro que luego vendía o cambiaba en La Aldea. Esta señora ahora vivía en Las Palmas de Gran Canaria y se había enterado por la prensa de que el Ciclo del Año se iba a representar en un local de la ciudad. Sabía que ese anuncio era también una llamada para ella. Daniel y María Cubas, Ciclo del Año. La protagonista de esta situación no estaba inscrita en ningún listado, no formaba parte de ningún grupo, ni de ninguna agrupación folclórica, no disponía de ningún tipo de carné. Estaba allí porque se sentía comprometida con un proyecto, con una forma de difusión de la cultura popular, y porque ella conocía perfectamente aquello que se estaba recreando: era su propia vida. 1987- 2002 La situación que acabamos de describir ilustra perfectamente una de las características del Proyecto de Desarrollo Comunitario: es un proyecto abierto. Esto significa que no tiene un número fijo de personas. Las personas que participan en cada una de las actividades organizadas por el Proyecto lo hacen porque se sienten partícipes de lo que allí, en ese momento, se está haciendo, no porque sean miembros de ningún grupo definido. El alcance de esta situación quedará mejor ilustrado en este segundo ejemplo, que se produjo cuando estábamos grabando un documental sobre el empaquetado del tomate, porque en ésta lo que le ocurrió a una persona le sucede a cientos de ellas. Recogiendo material de empaquetado, 2000. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Fue necesario reconstruir en su totalidad uno de los antiguos almacenes de La Aldea. El estado en que se encontraba el edificio no era malo, lo peor era lograr que todas las herramientas, artilugios y personas, sobre todo las personas, que trabajaron en ese almacén, pudiesen volver a ocuparlo. Darle vida al almacén era un verdadero reto. Grabación de empaquetado, 2000. Un grupo de participantes del Proyecto asumió ese compromiso y día tras día, durante varios meses, se dedicaron a localizar a todas las gentes que habían 1987- 2002 trabajado en esa actividad, como se hacía antes de llegar las máquinas. Algunas cedieron objetos del almacén que todavía conservaban, como fue el caso de la familia de los Armas, que nos dejó la mesa para el pesado de la fruta y que ¡aún conserva en ella las cuartillas donde se apuntaban los pesos! Otras ayudaron a colocar cada cosa en su sitio; muchas de esas personas contaban historias vividas durante el trabajo y todas se mostraban igualmente encantadas de participar en la grabación. Grabación de empaquetado, 2000. Para nosotros fue una experiencia inolvidable ver cómo se fueron logrando todos los objetivos que nos habíamos trazado. En una ocasión, un vecino llamado José Valencia UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Godoy, antiguo encargado y pesador, al ver las puertas abiertas del almacén donde tantos años había trabajado, y al comprobar que estábamos haciendo “seretos” y preparando las mesas de empaquetado, se quedó mirándonos y nos dijo: ¡Ustedes no están buenos de la cabeza! Al poco tiempo de estar allí y darse cuenta de José Valencia, 2000. que estaba la mesa de apuntar el pesado de los tomates, donde él había estado trabajando muchos años, se sentó y por un momento se quedó con la mirada perdida... y los ojos llenos de lágrimas. 1987- 2002 Se levantó, empezó a contarnos anécdotas y a hablarnos de cómo tenían que colocarse las mesas, ya que también hizo la función de capataz. Cuando nos dimos cuenta, nos cogió la noche trabajando con tanta o más ilusión que la de cualquiera de los que estaban allí. Los esfuerzos dieron sus frutos con la recompensa de un almacén prácticamente reconstruido. Tenía ya el visto bueno de antiguas empaquetadoras, capataces, empresarios que habían pasado a supervisar la obra, pero para más tranquilidad, nos faltaba Juan Rodríguez, una persona muy respetada por todos, gran conocedora del tema y, a la vez, muy exigente y que seguramente iba a poner alguna falta. Ya estaba todo preparado. Cierto día pasó por allí y tuvo lugar el siguiente diálogo: -¿Qué le parece como ha quedado el almacén, don Juan? -Bueno, no está mal, podría darte un aprobado, pero estoy seguro que falta una cosa. -¿Qué cosa puede faltar? -El imán que se utilizaba para recoger las tachas que se caían al suelo. -Pues, lo sentimos don Juan, pero el imán está aquí. Se quedó observando intentando encontrar alguna UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR falta más. Al final nos dijo: está completa, no hay por donde cogerlos; los felicito. La grabación se prolongó durante buena parte del día. Decenas de personas, ataviadas con ropas de trabajo, esperaban pacientemente a que las cámaras pudiesen grabar lo que estaban realizando. Al finalizar el día, el cansancio se reflejaba en el rostro de todo el mundo, pero la satisfacción por lo que habíamos hecho era evidente. Cuando la penumbra de la tarde estaba oscureciendo el almacén y nos estábamos despidiendo, ocurrió algo sorprendente: las mujeres se pusieron a cantar espontáneamente. Cantaban unos de esos hermosos cantos que las habían ayudado a soportar duras jornadas de trabajo. Grabación de empaquetado, 2000. 1987- 2002 Grabación de empaquetado, 2000. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Grabación de empaquetado, 2000. 1987- 2002 Lo ocurrido en el almacén volvía a poner de manifiesto que los verdaderos protagonistas de este proyecto son los aldeanos y las aldeanas, los hombres y mujeres que se sienten solidarios con una forma de vida y orgullosos de la cultura que ésta llegó a crear. Una vez que lo esencial ha quedado claro, que éste es un proyecto abierto a la comunidad, hemos de añadir que en éste, como en otros, se pueden encontrar algunas personas representativas, personas cuya contribución a la tarea común ha merecido el reconocimiento de sus propios compañeros. Para elaborar este capítulo sobre los protagonistas vamos a presentar a algunos de ellos, de entre los más representativos. La mayoría ya no están físicamente con nosotros. Todas las personas que están o han pasado por este proyecto son iguales en importancia, pero algunos han dejado una huella imborrable. Hablaremos de los que ya no se encuentran a nuestro lado. Éstos son los que nos vienen a la memoria porque sin ellos este proyecto hubiera sido imposible, y confiamos en que se sepa disculpar cualquier olvido involuntario, tal vez producido por la emoción de rememorar a seres humanos tan entrañables. Marcelino Rodríguez Almeida, conocido por todos nosotros como “Miguelillo”, fue una pieza clave en este trabajo. No tenía horarios, siempre estaba de UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Marcelino Rodríguez Almeida “Miguelillo”, 1996. “servicio y con las liñas enredadas”, como él nos decía: -Cualquier día Lala (su mujer) me manda la caravana de “ Lo que necesitas es amor ”, y me deja comiendo millo” picao”, porque no paro la pata en mi casa. Bartolito, Abelito y Juanita fueron los primeros que se subieron a un escenario junto al grupo folclórico que funcionaba entonces, a transmitir toda su sabiduría al público que los escuchaba atentamente. 1987- 2002 Jacinto Valencia Ramírez (Bartolito el del Hoyo) era un excelente tocador de laúd. En una de las tantas reuniones que se hacían con los jóvenes para debatir la línea a seguir del grupo folclórico, Bartolito comentó: -Si alguno no se encuentra a gusto en este barco, que aproveche y se tire por la borda, porque éste tiene ya el rumbo marcado y tiene que llegar a puerto. Jacinto Valencia Ramírez, 1990. Roque Abel Suárez (Abelito), fue siempre muy ocurrente. En una actuación en Icod el Alto, en Tenerife, donde representábamos una “descamisada”, improvisó UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Roque Abel Suárez, 1996. el siguiente cuento: -Cuando mis hijas eran pequeñas, había veces que no teníamos “conduto” (alimento para acompañar con el gofio) en la casa y yo me iba a pescar. En una ocasión me paré en la tiendilla de Rosarito y me entretuve alegando. Cristiano, cuando me di de cuenta me había pasado con los “sacasuntos” (para él, el sacasunto eran las copas de ron, porque cuando bebía más de la cuenta hablaba de cualquier asunto). Total, que no fui a pescar pero tenía que llevar algo a la casa. En esto 1987- 2002 que pasa seña Dolores con sardinillas y le compré dos o tres. Me las metí en el bolsillo. Cuando venía parriba dando tumbos a un lao y a otro, me dieron ganas a mear. Tenía un agujero en el bolsillo y en vez de sacarme el pito me saqué una sardina. Cuando yo la vi con los ojos verditos, le dije: fíjese usted tanto tiempo que llevamos juntos y nunca te había visto los ojos”. Más tarde nos enteramos de que éste era un cuento popular y él, por la gracia, se lo aplicó a sí mismo. Juanita Rodríguez Reyes fue también un personaje especial, cariñosa con todos y todas, sobre todo con los niños. A ella le dedicamos el libro de Los Juegos y Juguetes de Nuestros Mayores. También fue a Juana Rodríguez Reyes y familia. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Tenerife en dos ocasiones con nosotros y encontró la familia de donde procedía su apellido Reyes. Era muy religiosa, y de hecho una de las veces que nos quedamos en la Residencia Escolar de Icod de los Vinos, con motivo del Festival de Rescate en el año 1990, hacía levantar a las jóvenes que se quedaban con ella en la misma habitación a las 6 de la mañana a rezar. Siempre estaba de buen humor, cantando y haciendo cuentos de su juventud. Su voz quedó grabada en varios trabajos realizados. Juan Hernández murió centenario; en su juventud, en varias ocasiones, había viajado a Cuba. Cada vez que lo visitábamos nos cantaba una décima diferente o alguna anécdota de la emigración. Nos decía: -Yo soy el único que queda de mi quinta y la única razón de estar todavía con vida es para contarles a ustedes lo que sé. Por eso no se lo puedo contar todo, porque cuando se lo cuente entonces pa’ qué estoy en el mundo, por eso siempre voy dejando algo. Juan Hernández era un gran decimista e improvisador. Con motivo del memorial a Fernando Díaz Cutillas, celebrado en el Centro Insular de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, en el que participamos con un trabajo dedicado a la emigración, nos pidió poder participar. 1987- 2002 Para nosotros fue una de las tantas experiencias emotivas que tuvimos la suerte de vivir con él y los demás informantes que nos transmitieron el legado de su vida.. Juan Hernández, con 99 años, aún conservaba en sus recuerdos numerosas historias y experiencias, al contarlas parecía que las vivía. Su participación fue espontánea y, por supuesto, sin previo ensayo. En el escenario del teatro y sentado en una mesa con varias personas, ante la pregunta de qué recordaba del barco Juan Hernández. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR hundido Valbanera, nos comentó: -Yo estaba en el año 1919 con mi padre en La Habana esperando la llegada del Valbanera, porque mi padre tenía un pasaje para regresar a Canarias. Recuerdo ver llegar el barco pero, por el temporal, el práctico no lo dejó entrar y se marchó huyendo; más tarde nos enteramos de que se había hundido”. Juan Hernández ayudó a muchos emigrantes a leer y escribir sus cartas, ya que escribía y leía muy bien. Aún recordaba íntegra una carta que describía cómo era Cuba en esa época: SANTA CRUZ DE TENERIFE, PROVINCIA DE LAS CANARIAS. VILLA DE LA OROTAVA. Queridos hermanos Santiago de la Torre, le comunico ésta para decirles que hace dos años que gozamos en nuestras islas. Tenemos peleas de gallos, corrías de toros y tiros de representantes del país. También tenemos la gran lotería, quiero que le digan a los niños de Teófilo que vengan p'acá para que se practiquen en las ventas de billetes, cantando el catorce mil catorce cientos catorce y ganará un medio en cada peso. Aquí los carritos los tenemos con los caballos por adentro no por de afuera como ahí, formando la cabeza del carro como cabezas de langostas. También tenemos unos inventos esconocíos 1987- 2002 que se lo han mercao los americanos, unos monoplanos que se van aviando solos por el aire. La melicina adelanta que es una barbariá. El gobierno ha puesto que toitico el mundo tenga un mono de esos en su casa. El compadre Bartolo el otro día, esmochando unas palmas en Bainoa, se cayó de una palma abajo y favorable que se cayera. Sufrió la descomposición del hueso cayuco de la parte noroeste de la rabadilla izquierda y otra descomposición en los riñones. El médico de la línea se equivocó y lo llevamos a la mesa, no pa comerlo sino pa desaoperarlo. Tú sabes que el compadre Bartolo tenía mucho pulso, pues estaba frío y tieso. Cuando recibas estas no te acongojes porque estará muerto y enterrao. A la comadre Bibiana no se lo digas de repente porque padece de jirópica y puede reventar como un siquitraque. Te mando dos cartas una dentro de otra si no te llega la una te llega la otra. Hasta el otro mes. Juan Montesdeoca nos esperaba todas las tardes en la puerta de su casa en La Montañeta, para contarnos sus historias y vivencias, cantarnos canciones y romances. Nos hizo una descripción exacta de la vida en La Aldea a principios de siglo: -Yo me acuerdo de cuando el pinar llegaba hasta el pueblo... Mi padre usaba unos calzones hasta las rodillas y unas polainas de lana. Cuando era UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR joven decía que le llamaban el calzonú... Cuando yo era chico, me acuerdo de que los viejos bailaban el tango canario, eso fue el principio del mundo... saltaban como a comerse unos a otros...” Muchas frases que nos hicieron comprender cómo sería la vida de los aldeanos y aldeanas a comienzos del siglo XX. Juan Montesdeoca. 1987- 2002 Con Marcelino Hernández se comenzó la recuperación del “Rancho de Ánimas”. Fue un informante importante para nosotros, no sólo en la recuperación del rancho, sino también en el folclore de la emigración. En el trabajo dedicado a la cultura de la emigración participó con una canción que él nos había enseñado, “el Manzanillo”, un son cubano que estaba desaparecido en Cuba y que él aún recordaba. Marcelino Hernández. El trabajo de recuperación del rancho culminó con Fulgencio Díaz, a pesar de padecer una enfermedad incurable, cosa que él sabía. Cuando lo visitamos y le contamos que estábamos ilusionados con poder recuperarlo, se emocionó y nos prometió que aún le quedaba tiempo para enseñarnos. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Su sobrino Carmelo, ranchero mayor actualmente, lo iba a buscar todos los fines de semana a Valsequillo, donde vivía con una hija. Ensayábamos de forma intensiva. Nos pegaba hasta con el pandero en la cabeza cuando nos equivocábamos. Fulgencio fue el último cantador e improvisador del rancho antiguo. Cuando nos planteamos la grabación del disco Cultura oral y música tradicional de La Aldea y pagos cercanos, Fulgenció empeoró y tuvo que ser hospitalizado. Fulgencio Díaz. 1987- 2002 Conociendo que se iba a grabar el rancho, nos mandó a decir con su hija que él quería participar. Le planteamos ir a grabarlo a la clínica, puesto que venía una casa discográfica especializada en grabaciones de campo, cosa que él rechazó diciendo: -El rancho es de La Aldea y se graba en La Aldea. Fulgencio Díaz, Grabación 1991. Al principio ni nos lo planteamos pero, ante su insistencia, sus hijas quisieron que su padre hiciera realidad su última voluntad. Ellas consultaron al médico y UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR éste puso como condición que fuera en una ambulancia y acompañado por un sanitario. Así se hizo. Fue increíble ver cómo, cuando entró en el salón de grabación, se bajó de la camilla y estuvo todo el tiempo que duró la grabación de pie, cantando y corrigiendo a sus compañeros del rancho. A los tres meses de la grabación murió. Su voz quedó recogida. En cuanto a la transmisión de la música de parrandas no podemos olvidar a Juan García Medina, conocido como Juanito Pisaflores, del Barranco de Siberio. Enseñó Juan García. 1987- 2002 su forma peculiar de concebir la música a los niños y jóvenes. En su juventud amenizaba los bailes de taifa; una canción suya se hizo muy popular después de ser grabada en el disco dedicado a La Parranda Tradicional y dice: Aquí están los Pisaflores los del Barranco Siberio, el uno se llama Juan el otro se llama Pedro (su hermano). Ay, los pisaflores son muy queridos en todas partes, donde más queridos son: en Veneguera y Tasarte... En una ocasión, con motivo de la celebración del Congreso Internacional de Museos, escenificamos el Ciclo del Año. El Ciclo del Año, como ya se ha dicho, es una puesta en escena de la vida del pueblo de La Aldea, a través de los ciclos de la vida, donde los personajes recrean sus propias vidas: panadero, arriero, mareante, capataz, empaquetadora, monaguillo, cura, vendedora de pescado, guardia, músico de la banda, alcalde... Cuando le comentamos a Juanito que si quería participar como arriero él nos preguntó: -¿Usted cree que a la gente le va a gustar el UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR ver a un arriero? - Juanito, nosotros creemos que sí - le contestamos. Cuando se celebró el acto y salieron los arrieros y las loceras, todos los asistentes se levantaron y le dedicaron una gran ovación. Terminado el acto, Juanito comentó: -Oiga, se ve que al público le gustó. -Juanito -le dijimos- hoy es un lujo poder oír a los arrieros. No estábamos equivocados. Después de la actuación, en el Teatro Guiniguada, se fue al bar con un amigo a echarse un café y se llevó el micrófono inalámbrico puesto. Cuando lo encontramos, nos dijo: -¡Ah!,¿ este chisme había que devolverlo? Muchas personas, verdaderos personajes, participaron en la recuperación de las músicas de parrandas, así como de los cantos con los estilos propios de la zona: Juanito el de Benito, Lolo el carpintero, Ezequiel el de La Cardonera, Isidro el de Titita, Ofelio, Juanito el panadero de Tasarte, etc. Una anécdota de las grabaciones musicales: Cuando fuimos a grabar unas piezas musicales para 1987- 2002 un disco sobre la parranda tradicional a los estudios Jeiisma de Gáldar, teníamos hora a las diez de la mañana y todo estaba preparado. Íbamos a empezar, pero aquello estaba muy “desabrío” y Lolo comentó : -¿Dónde se ha visto una parranda sin echarse un pizco? Juanito y Ezequiel Ramírez comentaron: -Bueno, una copa para calentar el gaznate y después vamos primero a lo que venimos, que tiempo de echarnos algo siempre hay. Isidro, Juanito y Lolo tocadores. Los llevamos a un bar que estaba cerca y se tomaron unas copitas claras, como decían ellos. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Cuando regresamos al estudio empezó la grabación con Juanito Pisaflores. La canción elegida fue una con la que se presentaban en los famosos bailes de taifa Juanito y su hermano Pedro: “Aquí están los Pisaflores, los del Barranco Siberio...” Era Juanito tan expresivo a la hora de tocar, que el pie le servía de acompañamiento, lo que provocaba dentro del estudio un sonido parecido a un tambor. Al principio pensamos dejarlo así, pero corríamos el riesgo de que en el futuro se pudiera interpretar que esta canción estaba acompañada por un tambor, por lo que le sugerimos a Juanito que hiciera un esfuerzo para evitar acompañarse con el pie. Lo intentó en cuatro ocasiones, pero en la mayoría de los casos, cuando ya estábamos a punto de terminar, volvía a repetirlo igual. Después de meditar lo que podíamos hacer, se nos ocurrió plantearle a Juanito el que se quitara los zapatos, para que pudiera expresarse con soltura, y así no restarle expresividad ya que el piso tenía moqueta y eso evitaba el sonido producido por el acompañamiento del pie. Cuando cantó Ezequiel Ramírez nos pasó algo parecido, pero con un manojo de llaves que llevaba colgado en la cintura. No lo pudimos convencer y no se lo dejó quitar. 1987- 2002 Ezequiel Ramírez. El momento que más nos impactó fue durante la grabación de Lolo (Bernardino), un parrandero muy popular, del que sabíamos de antemano que íbamos a tener dificultades para grabarlo: decía que nunca había cantado si no tenía algunas copitas de más. Nosotros lo habíamos convencido para que cantara sin necesidad de beber. Cuando salimos del bar solamente se había tomado una copita como todos, pero durante el tiempo que duraron las primeras grabaciones, le comentó al dueño UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR del estudio que si no había algo para mojar el gaznate. Éste le sacó una botella de whisky. Cuando fuimos a buscarlo para grabar, ya no estaba en condiciones. A pesar de ello, y conociendo su calidad, lo intentamos en varios temas musicales, pero no había manera. Al final, cuando quedaba el último tema, una malagueña, nos pidió que lo dejáramos cantar. Jamás podremos olvidar aquel momento: por un instante, mientras interpretaba la canción, no pudimos contener las lágrimas. La copla que había elegido la había cantado con una expresividad y un sentimiento... iba dedicada a una hija fallecida. La grabación se realizó en el año 1996. Desde el fallecimiento de su hija no había vuelto a cantar más. Han pasado unos años y nos comentó un día, entre lágrimas, que no ha tenido valor de escuchar la canción. ¿Cómo tuviste valor, muerte, cómo te atreviste, y me arrancaste mi flor cuando comenzaba a abrirse? Para los que tuvimos la suerte de estar allí, fue una experiencia inolvidable, no sólo por la calidad humana que desprendían los parranderos, sino por sus estilos de tocar y cantar, a pesar de no haber tocado juntos, algunos, desde hacía más de cuarenta años. Aquí se cumplió el refrán que dice: “Donde hubo, siempre queda”. 1987- 2002 Uno de los personajes nombrados, Ezequiel Ramírez, de La Cardonera, fue además un excelente informante que nos desveló muchas costumbres no sólo de los bailes de taifa que se celebraban en su casa, sino también de los carnavales. Una semana antes de su muerte, habíamos estado en su casa con los niños de los talleres investigando y grabando sus manifestaciones. Cuando los niños se enteraron de que había fallecido, comprendieron la importancia que tenía lo que estaban haciendo: la recuperación de su identidad. Siguiendo con nuestros informantes, todos y todas nos recibían en sus casas con los brazos abiertos. Sin embargo queremos hacer una mención especial a Consuelito Ojeda Segura, fallecida, y a su hermana Libertita, que en la actualidad, con cerca de 100 años, mantiene la mente lúcida: siempre nos acogían con mucho cariño. Consuelito, postrada en cama desde hacía 14 años, nunca perdía el humor y las ganas de charlar con el que llegaba. Le gustaba mucho el café y también que su sobrina Angélica Suárez Ojeda se lo sirviese a todas las visitas. Angélica, de bromas, le decía que lo iba a recalentar, porque era mucha gente la que venía a verla y que ella no iba a estar haciendo café a cada momento; UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR ella , muy enfadada, decía que a las visitas se las obsequiaba con café acabado de hacer. Las dos hermanas nos ayudaron mucho a desvelar las formas de vida de antaño, nos contaban con toda su ilusión cuando iban a sembrar y a arrancar el trigo por las laderas, los cantares, las eras que existían para trillar... Consuelito y Libertita Ojeda. Muy mayor murió también Francisca Martín Sosa, Titita, que a sus noventa y nueve años solfeaba aún las canciones que su marido, el organista del pueblo, tocaba y ella había aprendido. Los familiares de Titita fueron y siguen siendo músicos conocidos en el pueblo: Rodolfo Tomás Afonso Martín (fallecido), llamado cariñosamente Ofito, y sus hermanos Isidro y Ramiro 1987- 2002 Afonso. Con ella aprendimos el misterioso lenguaje de las campanas, que servían de información en el pueblo cuando no existían otros medios de comunicación. Al celebrar su cumpleaños, nos cortaba un trozo de tarta, para que se lo diéramos a Carmita Sosa, su amiga, centenaria como ella, y le mandaba saludos con nosotros. Cuando le tocaba a Carmita Sosa, le correspondía con lo mismo. Durante el tiempo en que realizamos la grabación del disco Cultura Oral y Música Tradicional en La Aldea y Pagos Cercanos, se hizo una grabación de las campanas con la información dada por Titita. Mucha gente mayor se enfadó con nosotros por ese motivo. En el barrio de Cumpleaños de Francisca Martín. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Los Cardones sucedió lo siguiente: Cuando se oyó “doblar”, dijo una vecina a otra -¿Quién se murió? -Pues no lo sé, creo que fue un hombre, porque doblaron por un hombre. En esto que suena de nuevo -Escucha, ahora dobla por una mujer. Al momento se oye tocando a “dejar” y dicen: -Pues la que se murió está apurá porque ya la van a enterrar. -Mi niña, ¿qué es lo que pasa hoy? Más tarde tocan a “rebato o fuego”, sonido que se escuchaba cuando había una situación extrema. -¡Lo que faltaba!, Ahora dicen que hay fuego. -Vamos para abajo a ver qué es lo que pasa, porque o el cura está loco o esto no me está gustando. Las dos vecinas llegaron a la iglesia y nos echaron un pleito, que eso no se podía hacer sin avisar a los vecinos. Estos toques eran antiguos, ya no se solían hacer, pero ellas eran mayores y aún conocían el lenguaje de los sonidos de las campanas. Por supuesto, les pedimos disculpas y ellas comprendieron nuestro trabajo. 1987- 2002 Gracias a esto, las campanas, que era lo único que quedaba de la antigua ermita del siglo XVIII, destruida en los años 60, y que se habrían de estropear unos años después de nuestra grabación, quedaron recogidas fielmente y se pudo así fabricar otra con el mismo timbre. Carmita Sosa, madre de otro músico popular conocido por Domingo el de Cecilio, se acordaba de alguno de los pasajes del Auto de Reyes; nos describió cómo eran las fiestas a principios del siglo XX. Carmita Sosa. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR -... Se vestían unos de pastores, la Virgen, San José.... y el ángel les decía: a Herodes no volváis que Herodes lo que quiere es matar al niño, y no volvieron... ... Me acuerdo de pasear delante de la iglesia cuando no había todavía plaza... ... Recuerdo ver los panderos tocando en la iglesia y cantando a Cho Santiago el de Furel, ver bailando a Cho Pancho Benito en el besapié. ... Al terminar la Semana Santa se quemaba al Judas, un muñeco. Le pegaban fuego... Francisco Suárez Casas, conocido por “Pancho Palmita”, fue otra persona que nos informó sobre las Francisco Suárez. 1987- 2002 costumbres a principios del siglo XX y sobre la lucha canaria en nuestro pueblo, delante de la iglesia, cómo saltaba Cho Pancho Benito desde el campanario con el garrote y el baile del rancho de ánimas. De los pastores, las apañadas, las aventuras por los montes detrás del ganado; el más expresivo fue José Navarro. Cuando lo entrevistamos se encontraba en la Residencia de Sardina del Sur. Nos contó: -Recuerdo cómo, en la fiesta de San Nicolás, los pastores nos reuníamos y nos lanzábamos con los garrotes del campanario de la Ermita intentando atravesar una moneda. Solamente, que yo recuerde, fuimos Cho Benito y yo los únicos que nos tirábamos de la parte alta del campanario. José Navarro, Residencia Sardina. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Nos contó que en la Residencia donde se encontraba organizaron una fiesta en la que cada persona mayor tenía que hacer algo referente a la profesión que había desarrollado cuando joven. Él, como toda su vida había sido pastor, pidió un garrote y, al negárselo por su avanzada edad, 99 años, se enfadó mucho con todos los organizadores. Muchas mujeres y hombres más nos han ayudado a descubrir el pasado, sus costumbres y formas de vida, pero creemos que en estas personas están representados todos y todas las que nos puedan faltar. Siforosa y Manuel Alonso. Esperanza Ojeda. 1987- 2002 Félix Rodríguez. Antonio García. Narciso Ramírez,Isabel Montesdeoca,José Ramírez y Agapito García UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Emilia Navarro, Juana Viera y Rosario Navarro. Cristina y Zacarias Moreno y Juan Déniz. 1987- 2002 Guadalupe Saavedra. Auxiliadora Benítez y Leocadia Vega. Juana Molina. Martín García. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Eufrasia Godoy y José Vega. Ángela y Rosario Ojeda. 1987- 2002 Juan Montesdeoca. Vicenta Segura y Antonia Espino. Isabel Ruiz. Isabel Molina y Siforosa Alonso. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Nicolás Armas. Manuel Suárez. Santiago Armas. 1987- 2002 Pedro Ramírez y Julia Ojeda Afonso. José Rodríguez. Feliciana Navarro. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Ángela Suárez y Francisco Martín. Ana Almeida. Manuel Ojeda y Clorinda Ojeda. 1987- 2002 Matías Montesdeoca y familia. Carmen Ojeda. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Carmen Arencibia. Carmen Afonso. 1987- 2002 Francisca Josefa Sosa. Juana, Dolores y Marcos Sosa. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Sebastián Armas y Otilia Martín. Juana Segura. 1987- 2002 Sebastián Miranda. Juana Suárez. Venancio Díaz. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 2: ¿DÓNDE ESTAMOS? La Aldea de San Nicolás de Tolentino que da su nombre y acoge a los protagonistas de este proyecto, es un municipio de la isla de Gran Canaria. La Aldea, como familiarmente la conocen todos los canarios, se encuentra situada en el oeste de la isla, en el final de uno de los barrancos más importantes, por sus dimensiones, de las islas: la Cuenca Tejeda-La Aldea. La Aldea finales del S. XIX. Este pueblo no sólo acoge y da nombre al proyecto, sino que algunas de sus características resultan difícilmente comprensibles si no aparecen relacionadas con sus circunstancias geográficas, históricas, sociales y económicas propias. Creemos que hay especialmente tres factores que marcan la singularidad de este proyecto comunitario: 1987- 2002 -El reparto igualitario de las tierras. -La confluencia de múltiples culturas locales (cultura de barranco). -Y su doble aislamiento respecto a la isla en la que está situado y del resto de las islas. El reparto igualitario De todos los acontecimientos que han contribuido a que este municipio sea tan singular y tenga su propia historia, hay uno que llama especialmente la atención: el modo en que se produjo el reparto de tierras y agua. Téngase en cuenta que, desde el Antiguo Régimen, siglos XVI, XVII y XVIII, hasta el siglo XX, ha tenido lugar el Casa Nueva, principio S. XX. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR famoso pleito de La Aldea, una larga lucha por la propiedad de la tierra de todo un pueblo en contra de los terratenientes que usurpaban su territorio. Este famoso pleito socioagrario se soluciona en 1927, con el desplazamiento del ministro de Gracia y Justicia de entonces, Galo Ponte y Escartín, cuando el estado Ministro Galo Ponte y Escartín, 1927. compra la finca en litigio y se la vende a los colonos a razón de las parcelas cultivadas, así como los derechos del agua de la Cuenca Tejeda-La Aldea. Es a partir de este momento cuando la tierra y el agua no pueden ir por separado. Este acontecimiento histórico ha marcado en más de un sentido la cultura popular de La Aldea, sobre todo si tenemos en cuenta las consecuencias que ese episodio tuvo para generar una base igualitaria entre sus habitantes. 1987- 2002 La confluencia de culturas Como cualquier otro pueblo de la isla, ha estado bastante marcado por la emigración e inmigración. Muchos llegaron a nuestro pueblo durante los siglos que siguieron a la conquista, cosa que se manifiesta en testamentos y otros escritos custodiados en el archivo parroquial, pero también se tuvo que salir en siglos posteriores, sobre todo en épocas de sequía, hacia el continente americano, más concretamente a Cuba. Sin embargo, durante décadas, La Aldea ha sido lugar de destino para muchos canarios y canarias. Desde los pueblos más cercanos e incluso desde otras islas, han Muelle de La Aldea, principio del S. XX. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR sido muchas las personas que han buscado y buscan aquí una oportunidad para vivir. La zafra del tomate, desde comienzos del siglo XX, era una ocasión para el encuentro de muchas personas ya que, dada la duración de estas labores, era necesaria bastante mano de obra para realizar el trabajo en el Almacén de Empaquetado de Tomates principio S. XX menor tiempo posible. Este encuentro facilitaba el intercambio de costumbres y tradiciones e, incluso, fue el origen de muchas manifestaciones populares, como la canción que presentamos a continuación y en la que las mujeres aldeanas se quejaban ante las mujeres forasteras de su relación con los hombres de La Aldea. Este canto solía acompañar a las mujeres que trabajaban en el empaquetado del tomate. 1987- 2002 Almacén de Empaquetado de Tomates mediados S. XX Ya llega el mes de mayo, se marchan las forasteras, se quedan los aldeanos con sus novias verdaderas Si la zafra se termina ella vuelve para el año, se quedan las aldeanas con el mismo desengaño. Los habitantes de los pagos y pueblos cercanos a La Aldea solían dirigirse a ella para intercambiar sus productos. Los habitantes de las zonas próximas a las cumbres cambiaban sus frutos y sus artesanías por productos de la tierra o por pescado. Una vez más, La Aldea se convertía en lugar de acogida. Hay restos característicos de estos intercambios, como el que UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR hemos recogido de unas personas que viven en el barrio de El Hoyo, en el municipio de San Nicolás, con antepasados procedentes de las cumbres. Testimonio de José Ramírez Valencia, Isabel Ramírez Montesdeoca y Julia Ojeda Afonso. -Hacíamos trueque con la lana. Tejíamos mantas y las cambiábamos por papas en el campo o por pescado en la playa de Mogán. En ese tiempo, el dinero corría poco y todo era intercambiado...” La Aldea ha sido también puerta de entrada y salida de los canarios y canarias hacia otros países. Su pequeño puerto ha despedido y recibido a los “indianos”, a la vez Isabel Ramírez, José Ramírez y Julia Ojeda 1987- 2002 Muelle, Aldea principios S. XX. que ha sido la base desde la que la producción de tomates llegaba a Europa. Estos episodios de la vida aldeana también nos han dejado ricas manifestaciones culturales, especialmente en relación con los indianos. El doble aislamiento La Aldea de San Nicolás de Tolentino se halla situada en el fondo de un barranco cuyas paredes llegan a alcanzar más de 1500 metros de altura. Esta orografía hace que la comunicación con el resto de la isla nunca haya sido fácil. Por extraño y paradójico que pudiera parecer, resultaba más fácil para los pobladores de La Aldea comunicarse con la isla de Tenerife, situada justo UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR enfrente, que con el resto de la isla de Gran Canaria. Son muchas las manifestaciones culturales que tienen origen en esta peculiar situación de doble aislamiento y de proximidad a la isla de Tenerife. Lo del aislamiento siempre ha sido para el aldeano un escape para salir de los apuros. Cuenta la tradición oral de unos aldeanos que llegaron al puerto de Santa Cruz y los paró la guardia civil para detenerlos: -¿Qué gente anda por ahí? -No, nosotros no somos gente, somos unos pobres aldeanos que venimos a comprar unas camisuelas. Mujeres Lavando en la Acequia. 1987- 2002 Esto todavía se utiliza hoy en día, en los médicos, en las oficinas del paro, al coger un coche de hora, “... Es que como somos de La Aldea, para que nos dejen pasar primero...” Transporte de mediados S. XX, Pedro Suárez. Arrieros de mediados S. XX. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 3: ¿QUÉ HACEMOS? La escenificación del Ciclo del Año es una de las actividades que realiza el Proyecto de Desarrollo Comunitario de la Aldea de San Nicolás de Tolentino, pero no es la única. De hecho, la amplitud y diversidad de actividades que realizamos es otra de las características de este Proyecto. Las actividades básicas que llevamos a cabo se pueden situar en ocho campos:: -El Museo Vivo “La Gañanía” -Los Talleres de Artesanía -Los deportes autóctonos -Las Jornadas Anuales Regionales de Folclore -La recuperación de la cultura popular de La Aldea -La formación para una cultura popular. -La difusión de la cultura popular. -La participación en actos populares. El Museo Vivo “La Gañanía” A comienzos de los años noventa, las dificultades que tenían los niños y niñas de La Aldea para ver y apreciar algunos de los oficios y labores tradicionales era ya evidente. Muchos de nuestros hijos y nietos escuchaban asombrados, pero sin comprender, las historias que les contaba su abuelo arriero, o su padre 1987- 2002 pastor. Nuestros hijos e hijas, nuestros nietos y nietas, como otros muchos niños y niñas canarios, no sabían lo que era ordeñar, ni cómo se hacía el pan en el horno, ni cómo se obtenía el gofio. Ante esta situación, decidimos abrir una posibilidad para que todas esas formas de vida pudiesen ser conocidas, de este modo fue como pusimos en marcha “La Gañanía”. Alumnos en el Museo La Gañanía. El Museo de La Gañanía, no cuenta todavía con una infraestructura propia; hace muchos años que hemos estado deambulando de un sitio para otro intentando mantener esta actividad. En la actualidad, una familia nos ha cedido unas casas antiguas y un terreno que hemos adecentado para que pueda ser visitado por los niños. A fin de llevar a cabo esta actividad, contamos con la dedicación permanente de algunas personas que hacen UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR diversas tareas tradicionales: cuidar el ganado, ordeñar, hacer pan y queso. Para arreglar las instalaciones de este museo vivo, han dedicado muchas horas de su tiempo libre. Comenzamos esta actividad en una gañanía que nos prestaron. Era tanta la ilusión y las personas mayores y jóvenes que participaban en la reconstrucción, que en menos de un mes estaba lista para ser visitada. La alegría no duró mucho, porque el dueño la necesitó y tuvimos que abandonarla. Restauración de La Era, La Gañanía. Luego pasamos a un terreno que, en principio, era privado y luego lo adquirió el Ayuntamiento de La Aldea. Pertenecía, antes de esa compra, a la familia Rodríguez Quintana, que nos lo cedió sin problema. También lo limpiamos, lo adecentamos como pudimos, construimos una gañanía, un horno, un puente de madera para cruzar 1987- 2002 el barranquillo y una “era” con la ayuda del grupo de octavo curso de EGB del “colegio San Nicolás de Tolentino”, siendo su tutor Antonio Rodríguez Martín. Allí sembramos trigo por primera vez, para que los niños vieran todo el proceso. Los inicios no fueron fáciles. No sabíamos realmente cómo iba a responder el pueblo. Alumnos en el Museo La Gañanía. En una ocasión en la que José Pedro se encontraba acompañando a su madre en el Centro de Salud, ésta, disimulando, no dejaba de mirarlo para que él no se diera cuenta. Se produjo la siguiente conversación: -¿Mamá, te encuentras bien? - Sí . UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR José Pedro, pensando que estaba preocupada por su enfermedad, le daba ánimo diciéndole: -¡Ya verás que no tienes nada!. Entonces ella le responde que lo menos que le preocupaba en este momento era su enfermedad. -¿Qué es lo que tanto te preocupa, mamá?. Se queda pensativa y comenta: -Ayer oí una conversación en la que decían que te habías vuelto loco, porque los habían visto sembrando y arando con una yunta en la finca Piedra la Mesa. Arrancada del Trigo, Museo La Gañanía. 1987- 2002 Esto es un ejemplo de la reacción de la gente ante un hecho altruista, sorprendente, en tiempos en los que los avances tecnológicos marcan la pauta del desarrollo. Al año siguiente, cuando el pueblo tomó conciencia del verdadero valor educativo que suponía para generaciones venideras el dejar el mayor número de testimonios de experiencias referentes a formas de vida pasadas, la respuesta fue sorprendente para nosotros ya que, ante la llamada para sembrar, fueron tantas las personas que se acercaron hasta el museo con “sachos” (azadas), que tuvimos que prescindir de la yunta, al rendir más con las gentes. Belén Viviente, Piedra La Mesa. En ese terreno se hace actualmente el Belén Viviente. Al no estar este espacio protegido y sin ningún cuarto donde guardar los materiales para realizar las actividades (queso, pan, arar, animales) era muy grande el esfuerzo que teníamos que hacer cada vez que venían los niños a visitarnos. Agradecemos aquí la colaboración UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Asociaciones de Vecinos, Belén Viviente. 1987- 2002 Asociaciones de Vecinos, Belén Viviente. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Asociaciones de Vecinos, Belén Viviente. 1987- 2002 de Carmen Ramos Ruiz, componente del proyecto, y su hijo, que nos ofreció su casa, agua y luz para poder realizar las actividades con los niños, de forma desinteresada, al estar su casa junto al terreno utilizado. El Museo, que actualmente se encuentra ubicado en Cabo Verde, una zona cercana al casco del pueblo, tampoco es nuestro. Hemos llegado a un acuerdo con la familia heredera, doña Graciliana Martín Suárez y sus hijos, Alejandro e Ignacio, familia muy sensible a nuestra cultura, y que ha comprendido muy bien nuestras Museo La Gañanía. pretensiones totalmente altruistas y educativas, cediéndonos el terreno por un tiempo. Está abierto a todos los centros escolares de la isla, que pueden acceder UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR a él mediante una cita previa. Los alumnos que asisten al Museo comparten una jornada de trabajo con las personas que forman parte del proyecto comunitario y Actividades con Alumnos, Museo Vivo La Gañanía. 1987- 2002 Actividades con Alumnos, Museo Vivo La Gañanía. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Actividades con Alumnos, Museo Vivo La Gañanía. 1987- 2002 Actividades con Alumnos, Museo Vivo La Gañanía. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR realizan con ellos diversas actividades: -Visita a unas casas tradicionales del siglo XIX, con todos los enseres de una vivienda de esta época. -Conocer el proceso de hacer el pan en un horno tradicional. -Observar los animales domésticos útiles al agricultor: vacas de la tierra, cabras, el burro, la camella, gallinas y pavos. -Conocer los aperos tradicionales de la labranza del agricultor. -Conocer el proceso de elaboración del queso de forma tradicional. -Conocer el proceso de la obtención del gofio: descamisar, desgranar, aventar, tostar y moler el millo. Muchas son las personas, la mayoría de ellas enfermas y sin poder, que han ayudado a rehabilitar estas edificaciones tradicionales, pero la ilusión de tener algo que enseñar a los niños los ha movido a estar siempre arreglando casas y tierras ajenas, esperando que algún día tengamos algo propio. Queremos destacar aquí de una manera especial a Antonio Álamo, conocido por “El Rubio”, quien, desde 1987- 2002 que conoció el Proyecto, no ha escatimado esfuerzos para que esta experiencia esté hoy donde está. Antonio es el gran estandarte, no sólo por su colaboración en el cuidado de las vacas, a pesar de los contratiempos que ha tenido, sino también por el cariño y amor que siente hacia nuestra cultura y los niños. Antonio Álamo y Alumnos, Museo Vivo La Gañanía. Bernabé Sánchez González, conocido por Carmelo, Juanito Hernández, el de Nievitas y Rafael Moreno, son cita obligada, ya que sin ellos hubiese sido imposible este trabajo, pues se han encargado, con Antonio Álamo, del cuidado del Museo “La Gañanía”. Alfonso Guillén, Isidro Ojeda, Pedro Navarro (Ico), Juan Cruz Vega Suárez, las muchachas de los telares, como se llaman ellas mismas y otras tantas personas que han tomado la responsabilidad, UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Restauración Museo Vivo La Gañanía. 1987- 2002 Restauración Museo Vivo La Gañanía. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Restauración Museo Vivo La Gañanía. 1987- 2002 Restauración Museo Vivo La Gañanía. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Restauración Museo Vivo La Gañanía. 1987- 2002 vienen cuando hacen falta. Nunca se ha llamado a nadie a trabajar; ellos y ellas son los que han cogido el “timón de este barco”, como bien decía Bartolito el de El Hoyo. Todos y algunos más son los encargados de recibir a los niños cuando nos visitan. En este momento echamos de menos al panadero Braulio León Sosa y a su mujer Leocadia Navarro. Él nos abandonó de forma inesperada, por una enfermedad, antes del verano de 2001. La última vez que hizo el pan fue en diciembre del 2000 para el Belén Viviente; ya desde esa época se encontraba mal y allí nos dijo: -Aprovechen, porque este es el último pan que yo voy a poder hacer. Su mayor ilusión era estar al lado de niños. Siempre estaba preguntando que por qué no venían más a menudo los colegios. Hoy los panaderos tienen que estar orgullosos y agradecidos porque elevó su profesión a lo más alto. Se encontraba mal, pero no se quejaba. Hizo siempre el pan para los niños con mucha ilusión. Sus últimas palabras, antes de morir, a su hija Segunda León Navarro fueron: - Anda, para que me lleves a Los Cardones, que tengo que hacer el pan... UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Braulio León y Leocadia Navarro. Los Talleres Artesanos Las especiales condiciones geográficas, económicas y sociales de La Aldea de San Nicolás de Tolentino han favorecido la aparición de una gran cultura artesanal. Obligados a ser autónomos y casi autosuficientes, como 1987- 2002 consecuencia del doble aislamiento, la insularidad y la incomunicación, los aldeanos y aldeanas se vieron obligados a realizar sus propios utensilios, ropas, herramientas y enseres del hogar. A comienzos de siglo no era raro encontrar en muchas casas un telar o algunas piezas de artesanía, incluso objetos de palma que habían sido hechos por la propia familia. Toda esa cultura artesanal estaba seriamente amenazada a finales de los años ochenta. Algunas de estas manifestaciones de cultura popular corrían el riesgo de desaparecer con sus productores, por eso, desde el Proyecto de Desarrollo Comunitario, se inició una acción Talleres de Artesanías. decidida de recuperación y de formación a todas aquellas personas que quisieran aprenderlas. Se comenzó en la escuela, con la visita de algunos UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR artesanos dispuestos a enseñar a los niños. Nuestro primer local de ensayo del grupo de música y bailes tradicionales fue un edificio que restauramos porque estaba en ruinas, sin agua, ni luz, que perteneció a la Sección Femenina. Desde que adquirimos conciencia del estado en que se encontraban los oficios manuales tradicionales en La Aldea, y al pasar el edificio a propiedad de patrimonio del Cabildo Insular de Gran Canaria, solicitamos a esa entidad algunos cursos de artesanía propia de esta zona. Más tarde, cuando se creó la Fundación FEDAC, conocimos a la gerente Caridad Rodríguez Pérez Galdós, una técnica con unas cualidades excepcionales, muy sensibilizada con las personas que habían podido salvaguardar oficios artesanales, que en muchos de los casos estaban en peligro de desaparecer con sus Inauguración del Aula Municipal de Artesanía. 1987- 2002 creadores. Conocer a Caridad fue una suerte para el desarrollo de este proyecto. Ella siempre confió en él. Con la firma de un convenio entre la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de San Nicolás de Tolentino y la FEDAC, se han venido desarrollando durante varios años diferentes talleres : curtición, marroquinería, cerámica, telares, palma, cestería, tintes naturales, hojalata, vestimenta tradicional, juguetes tradicionales, instrumentos del rancho de ánimas… Domingo de Ramos. Uno de los más interesantes fue “el taller de palma”, ya que gracias a él se pudo rescatar en todo su esplendor una antigua costumbre: el Domingo de Ramos. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Cursos de Artesanía. 1987- 2002 Cursos de Artesanía. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Cursos de Artesanía. 1987- 2002 El curso, organizado como los anteriores a través de la FEDAC, se desarrolló de una manera especial con respecto a otros impartidos. Al querer recuperar los diferentes modelos que se hacían en La Aldea, se realizó un llamamiento por la radio local para que todas las personas que aún se acordaban de elaborar los ramos, se acercaran al curso. Fueron tantos los ramos que se hicieron, que decidieron venderlos “a la voluntad” para donar el dinero recaudado a Manos Unidas. Paralelamente a la artesanía y la música fuimos trabajando los deportes autóctonos con los niños, en el colegio. Juego del Palo. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR A raíz de una investigación llevada a cabo en el colegio de Cuermeja sobre los pastores, los niños descubrieron, en entrevistas a personas centenarias, que en La Aldea se celebraban “agarradas”, término que ellos utilizaban cuando se referían a la lucha canaria. El testimonio de Francisco Suárez Casas (Pancho Palmita) fue determinante en la recuperación de este y otros deportes autóctonos en La Aldea, como el salto del garrote: -Recuerdo ver luchar el día de San Nicolás delante de la iglesia. Se hacían hogueras por si se les cogía la noche. ...Los pastores se tiraban del campanario de la antigua ermita, a ver quién agujereaba una perra. ... Cho Pancho Benito y José Navarro, fueron los únicos que se tiraron de la parte alta del campanario”. Los niños, como homenaje a Francisco Suárez Casas, se ilusionaron y se interesaron por la lucha. Un antiguo luchador y gran estilista, Ignacio Martín Suárez, que trabaja con el ayuntamiento de soldador, venía al colegio a preparar a los niños. Él participó en un intento anterior por recuperar este deporte en La Aldea, liderado por Juan Martínez, conocido por “Juanillo el de las Manuelas”, pero que no llegó a consolidarse. 1987- 2002 A partir de ese momento, se hizo ropa de brega para luchar en el colegio. El entusiasmo de los niños llegó a tal extremo que se empezó a entrenar en el terrero de Mogán dos veces a la semana. Esta iniciativa fue posible gracias a la colaboración de algunos padres, o de nosotros mismos. Se hacían competiciones, sobre todo en la fiesta del barrio de Los Espinos. Luchada en el barrio Los Espinos. Viendo el interés mostrado por los jóvenes, como Ancor Suárez, Jonathan Sánchez, Chedey Iváñez, Armiche Moreno, Juan Miguel Almeida, Pedro Vega, Yeray Vega, Alejandro Rodríguez, etc., nos pusimos en contacto con las Federaciones de Lucha Regional, y de Gran Canaria y con la Consejería de Deportes del Cabildo Insular, solicitándoles una subvención para contratar un entrenador. Agradecer a algunos padres que apoyaron la lucha en los inicios como: Tomás Moreno y José Iváñez; al doctor Norberto Valencia y a la A.T.S. María Perera, por su enorme cariño hacia este deporte. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Norberto Valencia. Tomás Moreno y María Perera. Al año siguiente ya se empezaron a ver los frutos al incluir un equipo de categoría juvenil en la competición oficial. Crecía el grupo deportivo y la afición de padres, madres y amigos era cada vez mayor. Destacamos aquí a Pedro Sergio Rodríguez Navarro que, no teniendo hijos 1987- 2002 Pedro Rodríguez y José Lynch. en la lucha, se hizo cargo de la presidencia del Club durante el tiempo en que su salud se lo permitió. Los niños que empezaron esta experiencia crecieron y pronto tuvimos tres equipos en competición: cadetes, juveniles y sénior. Aguantamos todos estos años de forma altruista, sin cobrar entradas al terrero, sin pagar luchadores, al contrario que otros clubes. Los únicos objetivos eran el cultural y el educativo. Pero, como todo lo altruista, siempre se acaba por el desgaste físico, económico y personal que conlleva. En la competición 2001 decidimos descansar por falta de luchadores y de apoyo económico para poder pagar al entrenador. Siempre tenemos la esperanza de volver a retomar esta actividad, cuando aparezcan personas que lo demanden y reconozcan la importancia de mantener nuestra cultura. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Los niños no se conformaron con recuperar la lucha, sino que, en recuerdo del informante, realizaron una luchada delante de la iglesia, como homenaje a un luchador, Silvestre Angulo, que aunque era de Telde, trasladó su residencia a La Aldea, donde creó una empresa de exportación de tomates que continúan sus hijos en la actualidad. Con el garrote pasó lo mismo. Después de escuchar la cinta de José Navarro, también centenario, último saltador que aún quedaba vivo de los que se llegaron a tirar del campanario en las fiestas del pueblo, se entusiasmaron. Para esta actividad contamos con un pastor y gran saltador que venía de Tasarte, Bonifacio García, “Paquito”. Con él, no solamente los niños fueron enseñados a saltar, a conocer y valorar la cultura pastoril , sino también los jóvenes y adultos. Cuando aprendieron, un grupo de ellos creó una nueva asociación llamada “El Salem”, donde continuaron con esta práctica y otras relacionadas con la artesanía, sobre todo de la madera y la forja del hierro, construyendo ellos mismos sus propios garrotes. Destacamos aquí a Sebastián Álamo (Chano), proveniente de familia de herreros y que actualmente, con su fragua, hace los regatones (punta de hierro que lleva el garrote o palo en un extremo) para los garrotes que preparan otros carpinteros más jóvenes. 1987- 2002 La práctica del juego del palo se introduce también gracias a las buenas relaciones que tenía el proyecto con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que nos mandó a un estudiante de magisterio especialista en Educación Física, llamado Víctor Quintana Delgado, quien nos ayudó a introducir esta práctica en nuestro pueblo. Realmente conocer a Víctor para nosotros fue una gran suerte, ya que enseñó a los jóvenes del proyecto las técnicas de este deporte. Estuvo impartiendo talleres en la escuela de deportes y sembró la semilla para que también un grupo de jóvenes la continuara, como son Teresa Perera (Susi) y Sonia Díaz Suárez, que llegaron a federarse con la Universidad y más tarde también Bonifacio García y Alumnos de Salto del Garrote. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR algunos componentes del grupo del Salem. Pero, como en todas las actividades de este tipo, que necesitan entrenador para que no se pierdan, se requieren un soporte institucional que las mantenga y personas sensibilizadas con nuestra cultura e identidad. El marco ideal para el desarrollo de estas actividades debe ser la escuela. Nuestro papel fue introducirlas, sensibilizar y crear la necesidad. Ahora, de otros depende su mantenimiento porque al proyecto lo desbordan las actividades. Gupo el Salem. 1987- 2002 Las Jornadas Anuales de Folclore Desde los inicios de nuestra actividad, se ha ido dejando constancia tanto en soporte escrito, como sonoro u otros, de aquellos trabajos de investigación llevados a cabo por el proyecto comunitario. Con la finalidad de propiciar un marco de debate donde poder mostrar, compartir y comparar nuestros trabajos de investigación con los de otras islas y comunidades, se crearon la Jornadas Regionales de Folclore de Canarias en el año 1992. En todo su esplendor siguen vigentes, desarrollándose en el mes de diciembre. Las Jornadas han facilitado el estudio de algunas temáticas muy importantes y han hecho posible un mejor conocimiento de las singularidades de cada una de las expresiones de la cultura popular en el Archipiélago. Los temas tratados en las nueve ediciones han respondido siempre a los trabajos de investigación realizados en La Aldea desde la escuela. Ranchos de Ánimas y Pascuas El primer tema fue “Los Ranchos de Pascuas y Ánimas en Canarias” en el año 1992. La elección tenía que ver con la recuperación del rancho de ánimas de La Aldea, desaparecido en el año 1945. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Poder reunir por primera vez en La Aldea a todas las manifestaciones que aún quedaban en Canarias no era una empresa fácil, pero al final lo conseguimos. El encuentro se realizó en la iglesia, por ser este el marco y contexto donde se dan estas manifestaciones, I Jornadas Regionales de Folclore. 1987- 2002 consiguiéndose un acto muy emotivo para todo el pueblo. Los grupos participantes en esta muestra fueron: “Rancho de Ánimas” de La Aldea, “Arbejales” de Teror y “Valsequillo” por Gran Canaria, “Tiscamaníta” por Fuerteventura y “Rancho de Pascuas” de Teguise por Lanzarote. Las ponencias corrieron a cargo de: Francisco Navarro Artiles, Oriol Prunes, Benito Cabrera. Emigración Canarias-América Las II Jornadas se dedicaron a “La Emigración Canarias-América” en el año 1993. La Aldea ha sido un pueblo muy marcado por la emigración, sobre todo a Cuba, ¿qué aldeano no tiene algún descendiente en Cuba? En el año 93, después de realizar un viaje a esta isla para participar en el festival Cucalambeano, en la provincia de Las Tunas, nos dimos cuenta de la gran riqueza que conservaba Canarias con la cultura de emigración. Estas II Jornadas dieron pie a un trabajo discográfico y un libro, Música Tradicional y Cultura Oral de la Emigración, Canarias-América. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR II Jornadas Regionales de Folclore. 1987- 2002 Participaron con ponencias: Manuel Pérez Rodríguez, Talio Noda, José Manuel Espinel Cejas, Manuel Fariñas González, Jesús Alfonso Albóniga, Antonio Corujo, Manuel Lorenzo Perera, Andrés Rodríguez Berril, Manuel Hernández Cabrera y Juan José Santos. En la muestra realizada en el Centro de Cultura del pueblo de La Aldea estuvieron: Antonio Corujo, “Parranda de Teror”, “Parranda de La Aldea”, “Grupo Echentive” de La Palma y “Parranda de Lanzarote”. Carnaval tradicional en Canarias En las III Jornadas, año 1994, el tema elegido no nos planteó duda, “El Carnaval Tradicional en Canarias”. Los alumnos del colegio de Cuermeja habían realizado un trabajo de investigación y recuperación sobre este asunto en La Aldea, ya que había despertado mucha curiosidad en los niños. Aparte de las típicas mascaritas, encontraron otras manifestaciones muy singulares. Una de ellas era la de vestir a los niños como una cabra o macho, con pieles, cencerras y cuernos. Un pastor con un perro y garrote recorría el pueblo con el ganado de chiquillos disfrazados. También se encontraron con la figura del diablo, que con una cabeza de vaca, el cuerpo cubierto con una zalea y una cadena al cuello que arrastraba, se paseaba por el pueblo sembrando el pánico entre los niños. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR III Jornadas Regionales de Folclore. El pueblo de La Aldea en este año se convirtió en referente cultural, al darse cita todas las manifestaciones 1987- 2002 que aún perviven en Canarias del carnaval tradicional como: las Mascaritas de Icod el Alto , Tenerife, los Diabletes de Teguise y la Parranda de los Buches de Arrecife, Lanzarote, los Carneros del Hierro y las Mascaritas, Cabras, Machos y Diablos de La Aldea, Gran Canaria Navidad en Canarias Las IV Jornadas se dedicaron a la Navidad en Canarias en el año 1995, al recuperar parte de los textos del Auto de Reyes Magos de La Aldea. Nuevamente el tema tenía que ver con el proceso de investigación que se había realizado en la escuela. La informante centenaria Dña. Carmita Sosa describe y nos aporta fragmentos de “Auto de Reyes Magos” de La Aldea, mantenido hasta principios del siglo XX. Otra vez el marco volvió a ser la iglesia. Participaron junto con el Rancho de Ánimas de La Aldea, los Magos de Chipude con “Años Viejos y Años Nuevos Gomeros” y el Baile del Niño de Taganana, por la parranda de Tenerife. Los ponentes fueron: Máximo Moreno, María Jesús Martín, Francisco Rodríguez, Francisco Navarro Artiles, Isidro Ortiz, Carmen Nieves Luis, Victor Cabrera, Antonio Ruiz, Francisco Suárez Moreno. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR IV Jornadas Regionales de Folclore. Al año siguiente, las V Jornadas. Como eran tantas las manifestaciones que aún quedaban por conocer del 1987- 2002 folclore religioso, se dedicaron otras Actuaron como ponentes. Francisco Jorge Lorenzo Rivero, Manuel reyes Hernández, Carmen Nieves Luis, Francisco. al mismo tema. Suárez Moreno, Brito, Juana Ivi Hilario Martín V Jornadas Regionales de Folclore. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR La muestra se volvió a repetir nuevamente en la iglesia, participando: Rancho de Ánimas de La Aldea, Auto de Reyes de Bentacuria, Fuerteventura, Grupo de Castañuelas de Breña Alta, La Palma, Las Tandas de Tejina, Tenerife, con la Misa del Gallo, Baile del Niño de Ravelo de Sauzal, Tenerife. Situación de la Música Tradicional y Folclórica en Canarias. En el año 1997, en las VI Jornadas, la temática tenía VI Jornadas Regionales de Folclore. 1987- 2002 que ver con el trabajo discográfico editado sobre La parranda tradicional de La Aldea y pagos cercanos. Las ponencias corrieron a cargo de: Alberto Padrón Bolaños (Gran Canaria), Florian Corujo Tejera (Lanzarote), Marcos Sánchez (Fuerteventura), Carmen Nieves Luis (Tenerife), Fernando Suárez, coordinador de la Escuela de Folclore del Cabildo Insular de Gran Canaria. La muestra corrió a cargo de una parranda de cada una de las islas participantes, quedando patente una vez más la riqueza de nuestras músicas, no sólo en el estilo musical, sino en la interpretación. Al año siguiente, en las VII, se continuó con la misma temática, participando las isla que no lo habían hecho, como era El Hierro, La Palma, Gomera y nuevamente Gran Canaria. Participaron como ponentes: Miguel Ángel Hernández Méndez (La Gomera), Víctor Batista (Gran Canaria), Cesar Rodríguez Placeres, Director Centro de la Cultura Popular, (Tenerife), Isidro Ortiz (Gomera), Juan José Santos (La Palma), Manuel Lorenzo Perera (Tenerife), Domingo Rodríguez (Cadena Ser). En la muestra participaron representaciones de: Gran Canaria, La Gomera, Hierro y La Palma. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR VII Jornadas Regionales de Folclore. Danzas y bailes tradicionales en Canarias Las VIII Jornadas se dedicaron a las danzas y bailes tradicionales en Canarias, por la importancia de dar a conocer las danzas que aún se conservan, así como algunos bailes que todavía recuerdan nuestros mayores, y que en algun caso bailan. Los ponentes en esta ocasión fueron: Rafael Gómez de León y Jesús García Rodríguez, responsables de la revista “El Pajar” (Tenerife), Francisco Mireles (Gran 1987- 2002 Canaria), Alberto Padrón (Gran Canaria), Talio Noda Gómez (La Palma), Horacio Cabrera León (Fuerteventura), Carmen Nieves Luis (Tenerife). En la muestra participaron: Bailes de Fuerteventura, La Danza de Güimar (Tenerife), Bailes tradicionales de Tenerife, Danza de Pastores de Tijarafe (La Palma) y Parranda de Gran Canaria. VIII Jornadas Regionales de Folclore. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Las IX Jornadas se dedicaron al mismo tema: Danzas y Bailes Tradicionales en Canarias, al comprobar la gran riqueza de danzas históricas que afortunadamente aún se conservan en Canarias ligadas a la iglesia. IX Jornadas Regionales de Folclore. 1987- 2002 Una de las innovaciones con respecto a las anteriores consistió en incorporar talleres de bailes, que en algún momento contaron con la presencia de los propios informantes. Dichos bailes fueron interpretados en la muestra por los propios alumnos de estos talleres. Las ponencias corrieron a cargo de : Manuel Fariñas (Tenerife), Talio Noda (La Palma), José Moya Otero (Gran Canaria), Mario Luis Isla (Cuba). En la muestra estuvieron presente: La Palma, Lanzarote y Gran Canaria. Las X Jornadas se volvieron a dedicar al mismo tema al no haber podido contar hasta el momento con la participación del grupo de Pensionistas de Fuerteventura Norte, que nos mostró una visión aproximada en cuanto a estilo e interpretación. Con el convencimiento de que la cultura tradicional, aparte del valor cultural y social, tiene otro que para nosotros es fundamental como es el educativo ya que pensamos que la escuela es el marco ideal para dar a conocer y trabajar esta cultura rica en valores se propuso cambiar el formato de ésta. Las jornadas a partir de ahora se convertirán en Jornadas Educativas de Cultura Popular. Las ponencias corrieron a cargo de : Fabiola Socas y UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Victor Cabrera (Tenerife), Isidro Ortiz (Gomera), Jaime Llinares Llabrés, Pedro Grimón y José Moya Otero (Gran Canaria) y Natalia Aisa Barrera (Fuerteventura). En la muestra participaron: grupo de pensionistas X Jornadas Regionales de Folclore. 1987- 2002 de Fuerteventura Norte, parranda de Gran Canaria y Tenerife y alumnos del curso de bailes. La recuperación de la cultura popular de La Aldea Dentro de este campo podemos situar todas las actividades encaminadas a preservar lugares, objetos y tradiciones, que tienen un valor indudable dentro de la cultura popular de La Aldea. Con estas tareas tan gratas hemos efectuado una catalogación de los recursos amenazados de desaparición tales como construcciones, oficios, muebles, vestimentas, fotos, etc. Pero, ante todo, hemos hecho un gran esfuerzo por identificar a todas aquellas Vestimenta Tradicional. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR personas que, por su avanzada edad, puedan aportarnos una rica herencia de recuerdos, vivencias y tradiciones. Lo que más se ha trabajado y de lo que en mayor medida nos sentimos orgullosos es de haber conocido a tanta gente importante, personas mayores que tanto nos han enseñado, depositando en nosotros el inconmensurable tesoro de su cultura oral. La formación para una cultura popular Nuestros esfuerzos de recuperación de la cultura se complementan con los esfuerzos por darla a conocer en las mejores condiciones posibles. Esta formación tiene dos grandes destinatarios: los educadores y el público interesado en las manifestaciones de la cultura tradicional. Durante los últimos años se ha llevado una parte importante de la cultura popular de La Aldea a los educadores canarios, sobre todo, a través de dos vías: una, la formación realizada a través del Centro de Adultos de La Aldea y otra, los cursos, conferencias, talleres y seminarios organizados por los diferentes Centros de Profesores de las islas. Nuestros trabajos publicados y en vías de publicación están dedicados en mayor medida al campo educativo, no sólo para los niños sino también para personas adultas, ya que es desde el Centro de Adultos 1987- 2002 de La Aldea de donde parten todas las actividades. Los monitores y guías del museo son alumnos del Centro de Adultos. Publicaciones. La difusión de la cultura popular Junto a los educadores, que son un conjunto de población especialmente sensible con la cultura, el otro gran grupo lo forman las personas interesadas en el folclore en general , y en el folclore canario en particular. Para este gran público hemos desarrollado dos tipos de actuaciones: grabaciones de sonidos, voces, y músicas propios de la cultura popular de La Aldea, múltiples escenificaciones y audiciones, destacando éstas: UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR -Presentación del disco “Música Tradicional y Cultura Oral en La Aldea y Pagos más Cercanos”, en el Museo Canario. 1991. Revista Museo Canario, 1992. -Participación en el Festival Cucalambeano, en la provincia de Las Tunas, Cuba. 1993. -Edición de un disco compacto sobre “La Parranda Tradicional de La Aldea”. 1992/ 93. -Edición de un libro y un disco compacto sobre “La Cultura Oral y Musical de la Emigración, CanariasAmérica”. 1995/ 96. -Edición de un libro y casete sobre “Los Juegos y 1987- 2002 Juguetes de Nuestros Mayores”, publicado por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias y repartido en todos los centros educativos de la Comunidad Autónoma.1996. -Audiciones anuales sobre el proceso del grano, músicas rituales y bailes de taifa, a través del proyecto Aula Nova del músico y compositor Falcón Sanabria. Muestra y Publicaciones. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR -Audición dirigida a escolares sobre la Cultura Oral y Música Tradicional de La Aldea en el Museo de Antropología de Madrid. 1998. -Audición sobre la Cultura Oral y Música Tradicional de La Aldea en Nava, Asturias. 1999. -Audición sobre la Cultura Oral y Música Tradicional de La Aldea en el Festival de Música Étnica, en Alcoy, Alicante.2000. -Actuación y grabación de un disco compacto, en el Proyecto Europeo Identidades, dirigido por Manuel Luna y subvencionado por Aider, con otros grupos. 2000. 1987- 2002 Muestra en Alcoy, Alicante. En el año 1992, Elvia Pérez Nápoles, con responsabilidades en Cultura, en el Gobierno cubano, estuvo de visita en Tenerife para realizar unos cursos dirigidos a profesores. Carmen Nieves Luis, musicóloga e investigadora, conocedora del trabajo que estábamos llevando a cabo en aquel momento sobre la música tradicional canaria y la cultura de la emigración, nos puso en contacto con Elvia Pérez. Cuando le explicamos la riqueza oral y musical que los aldeanos aún conservaban gracias a la transmisión oral, téngase en cuenta que Cuba fue para los aldeanos su segunda patria, se quedó gratamente sorprendida, al observar cómo los descendientes de los UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR emigrantes aldeanos habían podido conservar y mantener testimonios, el folclore infantil, la décima como canto de trabajo, cuentos, el punto cubano. Pero lo que más le llamó la atención fue la “canción del Manzanillo”, un son desaparecido en la isla caribeña y que hasta los años 80 del siglo XX aún se bailaba al finalizar las juntas de trabajo. Elvia Pérez nos planteó que por qué no organizábamos un viaje a su país, para presentar el trabajo en el festival Cucalambeano, en la provincia de Yolanda Castellano y José Segura, Las Tunas (Cuba). 1987- 2002 las Tunas, uno de los festivales de la décima y el punto cubano más importantes de Cuba. En un principio, nos resultó un sueño inalcanzable por el costo que podía suponer, pero Elvia nos comentó que con el prestigio que ya tenía el grupo y con una invitación del gobierno cubano, estaba segura de que las autoridades municipales, del Cabildo y del Gobierno de Canarias podían hacer realidad uno de los grandes sueños de los aldeanos: conocer la tierra de la que tanto les habían hablado sus padres, a la misma vez que sería una aportación importante a la recuperación de la cultura tradicional campesina cubana. Reencuentro de Familias Canario- Cubanas. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Nos hicieron una invitación oficial para poder buscar alguna subvención en el Gobierno de Canarias. Esto fue imposible, y decidimos viajar como turistas y pagar nosotros el gasto, sabiendo de antemano lo costoso que resultaría. Con esta ilusión comenzamos a organizar el viaje, esperanzados de que en nuestras islas se comprendiera la importancia que suponía para Canarias y La Aldea el que estas personas portadoras de una riqueza cultural, no solamente sobre nuestras músicas y bailes tradicionales, sino sobre todo de la emigración, pudieran estar presentes en este festival. Para nuestra sorpresa, la única ayuda que obtuvimos fue de trescientas mil pesetas, de la Consejería de Servicios Sociales del Cabildo Insular. La falta de ayudas no impidió que pudiéramos hacer realidad la gran ilusión de nuestros mayores. Preparamos rifas, muchos de nuestros mayores vendieron algunos pájaros que poseían, organizamos fiestas de barrios, repartimos material discográfico para que lo vendieran, solicitamos un crédito... El viaje, a pesar de las dificultades económicas, fue para todos los que tuvimos la suerte de ir y el dinero para hacerlo una de las experiencias más agradables que hemos vivido. El Gobierno de Cuba cumplió a la perfección el 1987- 2002 Reencuentro de Familias Canario- Cubanas. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Reencuentro de Familias Canario- Cubanas. 1987- 2002 compromiso adquirido al facilitarnos el reencuentro con nuestros familiares en todos los pueblos por donde fuimos pasando. Durante los días que duró el festival, participaron casi todos los países de habla hispana. Las normas del acto establecían que, de entre los grupos, se elegiría uno para cerrar el festival con el país organizador. La organización nos otorgó ese honor de cerrar el festival. De antemano ya teníamos preparada una muestra en la que todo hacía referencia a la cultura de la emigración. La primera parte de ella la dedicamos a la música tradicional canaria y una pequeña selección de puntos cubanos. Ya sabíamos que cuando saliera el grupo iba a llamar la atención, no solamente por la edad de las personas que participaban, sino por la cantidad; no recordamos el número de componentes, pero sí el total de personas que viajaron: ciento veintisiete. Todo el Cornito (lugar donde se celebró el evento), se puso en pie cantando con nosotros la canción del Manzanillo, un son desaparecido en Cuba y que habían llevado los emigrantes aldeanos a finales del siglo XIX a Canarias, y que ahora, un siglo después, los descendientes de estos emigrantes lo devolvían nuevamente a Cuba. Describir con palabras los UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR momentos vividos en el festival, sería para nosotros muy difícil. EL MANZANILLO El manzanillo se baila al son, dando cintura, sin compasión. Coro: El manzanillo... Dame la ropa, que ya me voy a Manzanillo, a bailar el son. Coro: Dame la ropa... Y el manzanillo se baila al son, dando cintura, sin compasión. Dame la ropa, que ya me voy a Manzanillo, a bailar el son. Coro: Dame la mano... Yo tenía una mulatica, guambán, que me robaba el cariño, guambán, y ella me acariciaba, guambán y guambán y guambán, mientras que yo fuera un niño, guambán. El manzanillo se baila al son... 1987- 2002 Pedro Suárez. Dos años después de haber estado allí, se nos otorgó la medalla de Oro del Cucalambé, insignia que se le concede a los grupos o personas que han contribuido en la recuperación y difusión de la música tradicional campesina cubana. El director de Cultura de la provincia de Las Tunas, se desplazó a La Aldea para entregarnos la insignia. La escenificación mejor acogida y la que, sin duda, ha logrado comunicar mejor con este gran público, ha UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR sido El Ciclo del Año, representada en varias ocasiones y que se estrenó para un Congreso Internacional de Museos en el año 1995. Participación en actos populares Desde el comienzo de este proyecto, uno de los objetivos fundamentales ha sido la participación del mayor número de personas en las actividades relacionadas con la recuperación de nuestra cultura. ¿Cómo hemos logrado esa participación masiva en casi todos los actos programados? Carnaval Tradicional. 1987- 2002 Pues creemos que la clave está en buscar canales de participación en los que las propias personas sean las protagonistas de las actividades de investigación, rescate y conservación. De tal manera que el proyecto ha hecho hincapié en llenar de contenido cada uno de los hitos o elementos de los diferentes ciclos festivos, económicos, etc... que desglosamos, como ejemplos, seguidamente: La Navidad, uno de los ciclos más señeros de nuestra cultura, por estar arraigados en ella elementos como la solidaridad, la tolerancia, la paz, etc. Fue uno de los primeros en captar nuestra atención, ya que, inmersos en una sociedad de consumo, con ella teníamos la ocasión propicia para la recuperación de esos valores. A partir de la investigación del rancho de ánimas, descubrimos su significación y vimos que con otras actividades tradicionales rescatadas, o Carnaval Tradicional. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR con otras nuevas como el Belén Viviente, la Semana Santa, el Carnaval, las propias fiestas del pueblo, podíamos hacer participar a todo un pueblo y transmitir y conservar diferentes elementos propios de nuestro acervo como la trilla, la esquila, arada, el ordeño, la gastronomía tradicional, etc. En el Belén Viviente, por ejemplo, la participación de asociaciones de vecinos y personas particulares que pueden aportar algo, ha resultado un éxito. Trilla, Belén Viviente. En la actualidad, estamos inmersos en el proceso de investigación y rescate del Auto de los Reyes Magos, desde la asunción de esta tarea en las Jornadas Regionales de Investigación y Folclore, a partir de los testimonios de informantes que lo vivieron a principios 1987- 2002 del siglo XX, y la idea es que esta manifestación sea asumida por el pueblo. Nacimiento, Belén Viviente. Al día de hoy nos podemos dar por satisfechos al estar estas actividades integradas en el pueblo, a través de sus asociaciones de vecinos y colectivos culturales, con la colaboración de las autoridades municipales. Otra experiencia similar se tuvo con la Semana Santa, en la que destacaba, entre otros, la artesanía relacionada con el Domingo de Ramos. Lo mismo ha ocurrido con el día de la Cruz y El Carnaval Tradicional: este último comenzó en la escuela y hoy en día es una manifestación recuperada UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Enramada de La Cruz del Siglo. por el pueblo, y donde no hace falta organizar nada, ya que la gente participa, elabora tortillas y hace su propia fiesta. Por último, queremos mencionar las propias fiestas del pueblo y, más concretamente, La Romería de San Nicolás. En La Aldea no hay tradición de romería pero nuestro proyecto junto con las asociaciones de vecinos quiso participar en las fiestas mostrando nuestro trabajo con las rondallas. El primer año se hizo un pequeño desfile donde en su mayoría participaron niños; fue muy gratificante. En años posteriores se fue sumando cada vez más gente y, sobre todo, las asociaciones. Para dar un poco de contenido a estas fiestas que carecían de 1987- 2002 tradición se unió el acto de “bendición de los panecillos” que sí es una costumbre muy ligada a San Nicolás de Tolentino desde hace siglos, en la que a los peregrinos y devotos de San Nicolás se les obsequia con un pan bendito. Bendición de los Panecillos. En la actualidad, esta manifestación ha sido asumida como un acto importante dentro de las fiestas del pueblo, en el que la participación es masiva y desbordante. Nuestro papel en el futuro es velar para que todas estas manifestaciones iniciadas por el proyecto no se deterioren, aunque a veces esta labor resulte difícil de conseguir. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 4: ¿CÓMO LO HACEMOS? La forma en que se adopta una decisión y las razones que se aportan para que tal decisión se adopte, ejemplifican otro de los rasgos característicos del Proyecto Comunitario: la participación de todos en su construcción. De hecho, se construye en todos y cada uno de los acuerdos que se toman, por eso las personas que participan en él son conscientes de la importancia de sus decisiones, y que tienen que ver con algunos principios esenciales. Entre ellos se incluye uno primordial: el Proyecto sólo utiliza el dinero para mejorar las actividades que desarrolla. En una ocasión cuando José Pedro le propuso al pastor Isidro Ojeda Montesdeoca hacer un canto de arada en una audición, le contestó: -José Pedro, no sé si sería capaz de cantar sin la yunta delante mí, pero, como usted me lo pide y sé que subir la yunta a este escenario sería difícil, lo intentaré, porque como usted dice, lo ideal sería en un terreno, pero también aquí, si no hay otra cosa... Cuál sería su sorpresa cuando presentó a Isidro Ojeda Montesdeoca para que hiciera el canto y él hace el 1987- 2002 siguiente comentario al público presente: -Me han pedido que haga un canto de arada para ustedes, para mí es la primera vez en mi vida que lo hago sin la yunta. No sé cómo va a s a l i r, v o y a c e r r a r l o s o j o s p a r a reconcentrarme, e imaginarme que estoy en la montaña con la yunta delante mí. Mientras cantaba Isidro Ojeda, observaba el sentimiento y la frescura que le imprimía al canto. Sin lugar a dudas la espontaneidad solamente la pueden dar los que han vivido esa cultura. El público presente, la mayoría de zonas rurales, le otorgó una gran ovación. Aquellas palabras del pastor le llegaron a lo más hondo del corazón. Cuando terminó, José Pedro se dirigió a él y le comentó: -Isidro, le felicitó y le prometo que si algún día nos ganamos la lotería o tenemos algún dinero, le propondré a nuestra gente comprar una yunta para que usted pueda arar y cantar como siempre lo ha hecho, en un terreno. El Patronato de Turismo del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria convocó un concurso en la modalidad de muestras etnográficas dotado con quinientas mil UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR pesetas, en la que nosotros participamos, llevándonos el primer premio. La cuestión no podía ser más delicada, nos acababan de otorgar el primer premio y había que decidir qué hacer con el dinero. Premio Patronato de Turismo Cabildo Insular de G.C. Como en otras ocasiones de este tipo, fuimos convocando a todas las personas del proyecto a una reunión. Una vez que el salón estaba lleno, se planteó la cuestión: ¿Qué hacemos con el dinero? Tras oír varias propuestas, la que finalmente aceptamos no tardó en aparecer: había que comprar una vaca... 1987- 2002 Isidro Ojeda , Museo La Gañanía. Las vacas que íbamos a comprar con el efectivo del premio eran muy necesarias por dos razones: una, nos permitiría incorporar nuevas actividades en el museo de “La Gañanía” y otra, era esencial para que el pastor pudiera recuperar una parte de su forma de vida. La amplitud y variedad de actividades que configuran el Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea de San Nicolás es posible gracias a una singular organización y también al respeto exquisito a unos principios que todos los participantes aceptan como propios. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR La organización En consonancia con las exigencias y las formas actuales, el Proyecto de Desarrollo Comunitario tiene un reconocimiento como institución social con sus órganos formales. Pero si nos dejáramos llevar por estos datos, resultaría muy difícil comprender la organización real del proyecto, ya que guarda una estrecha relación con las experiencias, los valores y las ideas de la propia cultura popular que contribuye a desarrollar. El núcleo central de la organización es, como el ejemplo ilustra, el “consejo”, es decir, la reunión de personas que abordan juntas las decisiones más importantes. En este “consejo” pueden participar todas las personas que lo deseen. El otro gran soporte organizativo es la autoridad que se le reconoce a un núcleo de personas. Este reconocimiento viene dado por su profunda dedicación al proyecto y a su ya probado criterio. Desde sus orígenes, el proyecto ha tenido el soporte de alguna institución educativa. Cuando se originó fue la Residencia Escolar de La Aldea y en la actualidad es el Centro de Educación de Personas Adultas de La Aldea la institución que soporta su estructura básica. El apoyo aportado al proyecto por esas instituciones 1987- 2002 se corresponde perfectamente con la orientación educativa que desde el propio proyecto se le ha dado a la cultura popular. Estamos convencidos, y así lo hacemos ver en nuestras manifestaciones, de que el acervo popular, además de aportar un rico folclore, reúne un conjunto de valores y de conocimientos que pueden contribuir a mejorar nuestra convivencia. Elaboración de Morcillas. Muchos de esos valores han sido incorporados como principios al funcionamiento del grupo. De hecho, la gran cantidad de actividades que se desarrollan anualmente no se podrían realizar si no fuera porque el grupo asume estas actividades como se abordaban muchas tareas a comienzos de siglo: bajo un principio de solidaridad compartida. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Los principios En La Aldea, para referirse a esa forma singular de realizar una actividad que consiste en compartirla con alguien, sabiendo que luego ese alguien también te ayudará a ti cuando lo necesites, se utiliza la expresión “echar un techo” o “hacer una junta”. “Echar un techo” no sólo es ayudar a construir su propia casa, que era algo muy común, sino colaborar con alguien a realizar actividades que difícilmente podría hacer solo y que son esenciales para la vida. “Echar un techo” es una expresión de una cultura solidaria en la que el mutuo favor puede suplir con Junta Familiar, Mediados del S. XX 1987- 2002 acierto al trabajo remunerado. “Echar un techo” es, además de un momento de trabajo solidario, un momento festivo. El trabajo se compensa con la diversión, haciendo mucho más agradable la dura tarea. José Guillén y Familia Descamisando. Las “descamisadas” son otro buen ejemplo de una actividad compartida solidariamente. Consisten en reuniones de familiares y amigos que se realizan una vez cosechada la piña de millo, para quitarle “las camisas”. La “descamisada” era una buena oportunidad para compartir las faenas del campo y crear lazos solidarios. Las “descamisadas” son, además, un excelente momento para generar una rica cultura popular ya que el UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR trabajo monótono de limpiar la piña se ve acompañado por relatos de aventuras, romances, cantos de trabajo, etc. Así pues, además de una estructura organizativa soportada por instituciones educativas en las que el “consejo” y la autoridad son fundamentales, el Proyecto de Desarrollo Comunitario es posible gracias al respeto incuestionable a un principio de compromiso solidario con la cultura. Junto al principio del compromiso solidario con la cultura hay otro principio que resulta esencial en el funcionamiento del proyecto: la no instrumentalización Desgranando Piñas, Grabación 2000. 1987- 2002 de las personas. Esto supone, además de un respeto escrupuloso por quienes han generado la cultura que queremos preservar, una atención y un cuidado exquisito en nuestro trato con ellos. Desde el proyecto concebimos un respeto hacia la cultura popular y una atención permanente hacia las personas que han creado esa cultura. La ejemplificación de este principio con alguna situación no resultaría difícil ya que las personas comprometidas se han embarcado en actividades como arreglar casas, limpiar terrenos, facilitar contactos con familias de otros países, etc. Pero la aceptación consecuente de ese principio nos impide relatar alguna de estas situaciones. Grupo de Mujeres Lavando en la Acequia. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 5:¿QUÉ QUEREMOS LOGRAR? La vida durante las últimas décadas no ha sido fácil para las personas que alcanzaron su plena madurez personal y profesional a mediados del siglo XX. Personas que ahora tienen sesenta, setenta y hasta noventa años, que habían dejado los difíciles años de la posguerra, ahora se enfrentaban a otra difícil situación: encontrar su lugar en la nueva sociedad. Conocíamos mujeres y hombres cuya profesión había desaparecido, que veían cambiar a su Domingo Sarmiento. alrededor la vida y que no siempre entendían lo que estaba ocurriendo, pero ante todo que no lograban identificar su papel en la nueva sociedad. 1987- 2002 “Echar días p'atrás” era la expresión que solían utilizar para describir su forma de vida muchos de los que ahora han pasado a formar parte del Proyecto Comunitario de La Aldea. Esta expresión describe bien una forma de vivir sin esperanza, sin ningún afán. Cuando comenzaron a colaborar en las actividades promovidas por el proyecto, sus vidas adquirieron un nuevo sentido. Eran personas a las que se les reconocía un gran valor social: eran los protagonistas de una cultura que tenía mucho que enseñarnos. Ahora esas personas se sienten parte de una comunidad, hasta tal punto que legan su patrimonio familiar como es el caso de la familia de Juan León Martín. En el homenaje realizado en las fiestas de San Nicolás del año 2001 a tres músicos destacados de este pueblo, entre los que se encontraba él, en el momento de la entrega de la placa, una de sus hijas, “Sasa” (Nicolasa León), portando una maleta se dirige al público presente con estas palabras: -En una reunión familiar, hemos acordado entregar al Proyecto Comunitario de La Aldea esta maleta que contiene toda la herencia musical de mi padre. No sabemos lo que contiene, porque no la hemos abierto desde su fallecimiento, pero sí confiamos en que harán buen uso de su contenido. Describir el cambio de sentido que para sus vidas UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Encuentro El Charco 2001. tiene el participar en el Proyecto Comunitario nos parece que es una buena forma de anticipar la formulación de lo que aspiramos a lograr. Nuestra aspiración es sencilla: buscamos mejorar la integración social a través del compromiso solidario con la cultura popular. Entendemos que la cultura aportada por nuestros mayores tiene un gran valor social y un enorme valor educativo, entre otras razones porque es depositaria de valores, experiencias y saberes que les han ayudado a superar momentos muy difíciles. No resulta fácil imaginar en nuestros días lo que podría suponer que una persona caminara durante horas 1987- 2002 a través de barrancos profundos con la única compañía de algunos animales. El canto era el único acompañamiento, bien con letras festivas o tristes, de amor o de enemistad; era la única fuerza que hacía tolerable una situación de este tipo. Este es, a nuestro juicio, el sentido profundo de la cultura: hacer tolerable nuestra existencia, darle sentido, ayudarnos a comprender quiénes somos, dónde estamos, qué podemos hacer, etc. La cultura popular que nos han legado nuestros mayores ha servido para justificar situaciones intolerables hoy en día, pero también es verdad que les ha servido para superar esas mismas situaciones y dejarnos un mundo distinto. Cuando se lee la hermosa historia de una persona que se enfrenta a la injusta situación por la que atraviesa la propiedad del agua y crea una pequeña joya de la cultura popular como la que ahora recogemos, uno no puede por menos que pensar que el olvido en el que la hemos tenido es, al menos, tan injusto como muchos de los momentos vividos. Maximiano Matías Llarena más conocido por su sobrenombre, Guajiro Peñón Rajao. Fue un excelente poeta e improvisador de décimas; luego las escribía y en la calle las ofrecía a los vecinos, quienes le daban la voluntad, algunos una pesetilla e incluso nada, pero él las ofrecía igualmente. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Nació a finales del siglo XIX, 1885; era uno de los mayores de 14 hermanos. Trabajó en todos los oficios que le pudieran proporcionar el sustento como panadero, labrador, carbonero y por último barbero, oficio en el que trabajó más tiempo. En nuestro pueblo existe una comunidad de regantes que controla y regula las aguas de los comuneros. Entre sus normas está que cada comunero puede ir disponiendo de su agua durante el año, pero que una vez que llueve y rebosa la presa, se vuelve a repartir a cada uno lo que le corresponda según la cantidad de terreno inscrita. En La Aldea ocurrió que algunos especuladores que en ese momento regentaban esa comunidad, para no perder su agua, soltaron la presa de noche para que no rebosara con las lluvias. En el pueblo, cuando lo descubrieron, se armó un gran revuelo. Los responsables en ese momento alegaron que una anguila se había enredado en la llave y la había abierto. Maximiano Matías hizo unas décimas que luego repartió en el pueblo referentes a este acontecimiento. Este hecho le ocasionó grandes problemas, siendo denunciado y detenido por haber escrito las siguientes décimas acerca del agua de las presas: 1987- 2002 UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR 1987- 2002 Su hijo Fermín nos contó lo que pasó la noche que se llevaron a su padre preso al Juzgado de Santa María de Guía, ya con 84 años. -Aquella noche fui como todos los días a casa de mis padres, porque nunca me acostaba sin darles una vuelta a ver si estaban cenados, o si no tenían qué comer. Venía de traerle a Juan el de la Bodega 400 pesetillas sueltas que le hacían falta para el cambio, miré para abajo y vi la casa con luz y mi madre llorando en la puerta. -Madre ¿Qué pasa? -Que se llevaron a tu padre para la guardia civil. Construcción de la Presa Caidero de la Niña. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Jerónimo Matías Llarena Corrí como un loco y Melao, que estaba en la plaza, me dijo: -A tu padre se lo llevaron los guardias civiles. Entonces, llegué al cuartel y no me dejaban entrar, yo les dije que a mi padre no se lo llevaban sin contar conmigo y con el médico. Me dejaron pasar y lo llevaron a Guía. Cuando el Juez lo vio llegar dijo: -Esto es una injusticia... traer a este hombre tan mayor. El Juez le fue preguntando, a ver si las poesías se las mandó a hacer alguien o fue cosa de él. Entonces mi padre le improvisó otra poesía sobre la marcha y el juez le dijo que se podía ir ya, y no pasó nada. Entonces mi padre inventó esta otra poesía que dice así: 1987- 2002 UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR La búsqueda de esa integración social es la que delimita el concepto de desarrollo que deseamos construir: aspiramos a que los aldeanos y aldeanas constituyan una comunidad. Nuestro proyecto quiere ser un lugar de encuentro, un punto de partida, una base sólida para construir un futuro diferente. Una vez definido que el sentido último de nuestras actuaciones es facilitar la integración social a través de un compromiso solidario con la cultura, podemos añadir que ese sentido es el que orienta las acciones que ya hemos presentado, y que se concreta y articula en objetivos mucho más precisos: -Recuperar, catalogar y conservar el amplio legado de cultura popular que nos han dejado muchas generaciones de aldeanos y aldeanas. 1987- 2002 -Difundir el legado cultural heredado de modo que pueda ser adecuadamente comprendido y valorado. -Dotar a la cultura popular de un valor educativo actual para que pueda servir de base en la creación de una nueva cultura popular. -Contribuir a la mejora de la situación social y personal de todas aquellas personas que han contribuido a lograr el legado cultural actual. -Promover el intercambio de experiencias, manifestaciones, y conocimientos entre todas las personas interesadas en conservar y transmitir el patrimonio popular de Canarias. VII Memorial Nanino Díaz Cutillas. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 6: ¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ? La verdad es que llegar hasta aquí, entendiendo por tal lugar todo aquello que acabamos de describir, no ha sido nada fácil, aunque no creemos que nuestra situación sea muy diferente a la que viven otros muchos proyectos sociales o culturales. Vivimos tiempos en los que cualquier empresa que no tenga una rentabilidad económica inmediata parece condenada al sacrificio. En honor a la verdad y, sobre todo, en honor de todas aquellas personas que se han acercado a nosotros con el deseo de comprender lo que estábamos haciendo, hemos de reconocer que este Proyecto se ha ido abriendo camino lentamente y en la misma medida se iban superando los obstáculos. Esto significa que mucho de lo que ahora hemos escrito no estaba en el comienzo de nuestras acciones, sino que se ha ido construyendo como una reflexión dolorosa que nos ayuda a decidir en cada momento lo que convendría hacer. Lo que pretendemos decir es que nuestro proyecto no obedeció a un plan predefinido sino que se fue definiendo a medida que abordábamos nuevas actuaciones, de modo que su forma actual es el resultado de aciertos y errores. Tal vez un ejemplo pueda ayudar a entender lo que queremos decir: 1987- 2002 En cierta ocasión, mientras estábamos grabando algunos cantos populares se produjo una situación que pasado un cierto tiempo hemos identificado como crucial. Siguiendo la costumbre de nuestra época, estábamos musicando un romance, un hermoso romance que, una vez escuchado, nos parecía aun mucho más hermoso, que dice: Desde niña fui lechera, tan feliz y tan dichosa. Nací en aquella montaña, cerca de Villaviciosa. Por tanto querer a un hombre del mundo fui despreciada, maldigo aquellos amores, que me hicieron desgraciada. Pino y Rosario Molina. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR La tarea no resultó fácil puesto que no teníamos mucha experiencia en este tipo de trabajo y no contábamos con medios técnicos adecuados; sin embargo, nuestro empeño era más grande que nuestras dificultades, así que una y otra vez volvimos al intento. Después de haber repetido el tema varias veces y cuando parecía que al final lo habíamos logrado se produce una conversación entre José Pedro y Pino Molina Martín. Se encontraban sentados en el salón escuchando la canción y al finalizar, a Pino Molina le tocaba grabar un tema relacionado con las hogueras de San Juan, en el Toscón: -¡Qué lindo suena este romance con la música!. -¿Le gusta, Pinito? -Sí, está bonito, pero nosotros los romances nunca los cantábamos así . -¿Cómo es eso? -Quiero decir que nosotros, cuando cantábamos ese romance, nunca lo hacíamos con instrumentos, porque lo cantábamos mientras trabajábamos. Después de estas palabras había que tomar una decisión. Si continuábamos con la grabación del romance tal y como lo habíamos empezado, podíamos hacer algo hermoso, pero no estábamos respetando ni la 1987- 2002 cultura ni la forma de vida en que se originó. Si no musicábamos el romance, entonces tendríamos que dejar de seguir grabando otros temas que aún nos quedaban. Finalmente, después de un pequeño debate, optamos por no seguir grabando estos temas con música e invitamos a Pino Molina y a otros informantes a que fueran ellos los que los interpretaran para esta grabación. El romance musicado nunca más se volvió a oír. Sólo recientemente, en un acto en el que estábamos exponiendo estas mismas ideas, se volvió a escuchar. A lo largo de la pequeña historia de nuestro proyecto hemos vivido muchas situaciones como estas, momentos en los que hemos tenido que decidir el camino que convenía seguir. Algunas de esas decisiones no han sido fáciles, ya que podían obligarnos a ir contracorriente. Por ejemplo, cuando decidimos no musicar el romance sino que lo cantamos como se hacía en realidad, estábamos cambiando nuestro futuro e incluso estábamos contradiciendo lo que en ese momento aspirábamos a ser. Al decidir no musicar el romance no éramos conscientes, pero ahora sí lo somos, de que estábamos dejando de ser una agrupación folclórica. Obviamente, nuestra elección no supone que seamos ni más ni menos, ni mejores ni peores, que una UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Agrupación Folclórica La Aldea. agrupación folclórica o que otras formas de relacionarse con la cultura popular, quiere decir simplemente que íbamos a ser otra cosa diferente. Situaciones críticas de este tipo hemos vivido bastantes, aunque no siempre seamos conscientes del modo en que han marcado nuestro futuro. En cualquier caso, conviene que nuestros amables lectores y lectoras conozcan algunos de los momentos que han hecho posible nuestra realidad actual. Educar en la cultura popular En cierto modo, nuestro proyecto comienza cuando dos de nosotros, José Pedro y Lidia, decidimos incorporar la cultura popular a las actividades del centro educativo 1987- 2002 en el que trabajamos. Esto ocurrió a finales de los años setenta en la Residencia Escolar de La Aldea de San Nicolás de Tolentino. Esa cultura fue durante todo este periodo un soporte importantísimo para completar la formación básica de los jóvenes. Rondalla Residencia Escolar. La vida en una residencia escolar presenta muchas dificultades. De hecho, lograr una convivencia adecuada siempre resulta un gran reto. La vida en la Residencia Escolar de La Aldea no era muy distinta a la de otras residencias. Nuestra preocupación por lograr una convivencia adecuada estaba estrechamente relacionada con nuestra preocupación por reducir las consecuencias negativas que podría tener sobre los residentes la separación prolongada de sus entornos familiares. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR La conexión entre una y otra preocupación se nos hizo evidente: el desarraigo podía generar inquietud, insatisfacción y tensiones. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de las enormes posibilidades que ofrecía la cultura popular tanto para mejorar la convivencia como para evitar el desarraigo. Uno de nuestros mayores aciertos fue el propiciar canales de participación a los padres e involucrarlos en el proceso educativo de sus hijos. La forma fue muy sencilla: lo hicimos en el campo en el que ellos eran auténticos catedráticos, en su cultura tradicional. Los resultados llegaron rápidamente. Nuestro convencimiento era profundo, pero no estaba basado en ninguna evidencia concreta, de aquí que cada actividad que proponíamos era una Padres y Alumnos de la Residencia Escolar. 1987- 2002 oportunidad para comprobar el acierto o el error de nuestros planteamientos. Rondalla Alumnos de Tasarte. Creamos grupos para aprender a tocar algunos instrumentos, para aprender algunos juegos, etc. Descubrimos que en Tasarte, de donde procedía la mayoría de nuestros alumnos, había unos hornos de tejas; investigamos con los propios padres y encontramos la cantera de arcilla. Con ella hicimos algunas piezas de cerámica y con la ayuda de David J. Nieves, con el que nos pusimos en contacto, se hizo un taller de cerámica muy interesante. Se construyó hasta un horno para cocer la loza porque al aire libre era un poco peligroso para los niños. Todo esto nos llevó a hacer un estudio de la cerámica en La Aldea y seguir los pasos de las loceras de UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Lugarejo, como es el caso de Adolfina Cubas. Se lo notificamos al Cabildo y se le hizo un vídeo educativo.. Todas las actividades que organizamos requerían la presencia y la colaboración de algunos familiares de los alumnos y también de algunas personas que, sin ser familiares, eran las que disponían del suficiente dominio de aquellos aspectos de la cultura popular que queríamos transmitir. Fue así como entramos en contacto con las personas que luego constituirían el núcleo del Proyecto de Desarrollo Comunitario. Alumnos del Colegio de Cuermeja. Durante el tiempo que trabajamos en la Residencia Escolar tuvimos ocasión de comprobar el valor educativo de la cultura popular. Nuestra actuación fue adoptando formas diversas, incluida la forma de un proyecto de innovación e investigación educativa que más tarde y ya 1987- 2002 en el Colegio de Cuermeja se llamó “aula de música”. Aula de Música. Con esta experiencia que duró tres años, más o menos, aparte de las clases de música que se daban a todos los alumnos, sin estar aún esta asignatura reconocida en su currículo escolar, se hacían talleres de investigación del medio. De aquí salieron algunos trabajos: -Juegos y Juguetes de Nuestros Mayores, en cuya investigación participaron los niños y niñas directamente. Este trabajo fue publicado por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. -El Carnaval Tradicional. De él tenemos una anécdota muy significativa. Cuando estábamos haciendo UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR entrevistas a las personas que tenían alguna noticia sobre cómo era el carnaval antiguamente, visitamos a Don Ezequiel Ramírez, en La Cardonera. Él era en realidad, un buen informante para los bailes de taifa porque en su casa se llegaron a celebrar, pero en esta ocasión sólo nos interesaba el carnaval y le dijimos: -Háblenos sólo del carnaval, Don Ezequiel, que para lo de los bailes venimos la próxima semana. Investigación de Alumnos del Colegio de Cuermeja. Efectivamente hicimos grabación y fotos sobre la entrevista. Todo esto ocurrió un Viernes por la tarde. Cuál fue nuestra sorpresa y la de los niños que fueron a entrevistarlo cuando nos enteramos de que D. Ezequiel apareció muerto el Domingo. Fue una pérdida tremenda; los niños se sintieron muy mal y fue a partir de este momento cuando comprendieron el verdadero 1987- 2002 valor de lo que estaban haciendo, como era el descubrir el pasado y las formas de vida de nuestros antepasados, porque nada de esto estaba escrito en los libros, sino en la memoria de nuestros mayores. A partir de aquel momento, fueron los propios alumnos los que sintieron la necesidad de acelerar y añadir más días de grabaciones a nuestros mayores de los que inicialmente estaban programados en las clases de historia. Sin embargo, otro gran descubrimiento estaba por llegar, este descubrimiento se produciría en un nuevo marco institucional. Rondalla Colegio de Cuermeja. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Fuera del Colegio comenzamos trabajando con jóvenes que habían salido de nuestro centro y de otros, con la finalidad de hacer una agrupación que representara a todo el pueblo. Empezamos como cualquier otro grupo folclórico, imitando a otros ya reconocidos. Como al mismo tiempo estábamos investigando con los niños, nos dimos cuenta del gran valor cultural que teníamos en nuestro pueblo. Intentamos imitar las formas de los cantos y bailes de nuestros mayores. No contentos con nuestro trabajo, los llamamos, para que nos asesoraran. Cuando los vimos representar sus cantos y sus bailes notamos la frescura y naturalidad con que lo hacían, muy difícil de imitar. En Niños Grupo La Aldea. 1987- 2002 Niños Grupo La Aldea. ese momento, les sugerimos que lo hicieran ellos directamente. Se animaron y empezaron a ensayar en el club de pensionistas. En principio fue difícil porque algunos mayores, que se incorporaron más tarde, eran reacios a participar por pensar que iban a hacer el ridículo. Al ver el éxito de los ensayos y su aceptación, fusionamos los dos grupos, mayores y jóvenes, con la misma finalidad. La primera actuación intergeneracional fue en las Fiestas del Charco de 1990. En principio, la convivencia entre los jóvenes que estaban entonces y los mayores tuvo algunos problemas de protagonismo. El grupo de jóvenes conocidos por “Agrupación La Aldea” tenía ya cierto prestigio a nivel regional y había tenido actuaciones importantes, como el Festival de Folclore en las Fiestas Lustrales de La Palma UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR representando a Gran Canaria, el Festival de Rescate de Icod en Tenerife, con unos romances musicados y la colaboración de dos personas mayores, Carmen Ramos Ruiz y Juana Rodríguez Reyes, y el Festival de Maspalomas. Este recelo por parte de algunos jóvenes surgió a raíz de las primeras muestras realizadas, como por ejemplo “el homenaje a Nanino Díaz Cutillas”, en el Centro Insular de Cultura del Cabildo en 1991, actuación grabada por Televisión Española y emitida por el programa “Taifa y Candil”. El protagonismo de los mayores en este acto fue evidente, algo nunca realizado en Canarias. Esto dio lugar a los primeros problemas internos del grupo, y aquí destacamos de nuevo la frase de Bartolito que se menciona al principio de este libro, Grupo La Aldea. 1987- 2002 cuando nos reunimos para ver qué línea tendríamos que seguir: -Si alguno no se encuentra a gusto en este barco, que aproveche y se tire por la borda, porque este ya tiene el rumbo marcado y tiene que llegar a puerto. Como resultado de esta propuesta, unos se marcharon y otros se integraron en este gran grupo que incluyó también a los niños para mostrar el folclore infantil. A partir de este momento se toma un nuevo rumbo y la convivencia entre las tres generaciones ha sido siempre excelente. El grupo de jóvenes siempre es menos estable, van y vienen por motivos de trabajo o estudios, como es natural, pero siempre los consideramos del grupo. Ellos saben que siempre tienen las puertas abiertas. Ciclo del Año Aldea 1985. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR Quisiéramos dejar constancia de nuestro agradecimiento a aquellos jóvenes que iniciaron el grupo y que aún continúan con nosotros como: Ernesto Dámaso, María Perera y Nando Herrera, sin olvidar a los que no están por motivos personales, pero que siguen creyendo en este proyecto. Cultura popular y desarrollo comunitario La incorporación al Centro de Educación de Adultos de la Aldea de San Nicolás supuso para nosotros un nuevo reto profesional, pero también una nueva oportunidad para seguir trabajando y reflexionando sobre el valor educativo de la cultura popular. Las personas que estaban colaborando con nosotros en la Residencia Escolar, y luego en los talleres del Colegio de Cuermeja, continuaron su colaboración también en el Centro de Adultos. Esto comenzó a dar algunos frutos importantes: iniciamos las primeras grabaciones de cantos populares, los primeros talleres artesanales, las primeras escenificaciones de la cultura popular. Destacar aquí al grupo de personas mayores que fueron los promotores de este Proyecto: Rosario Molina, Miguel Almeida, Carmen González, Venancio Díaz, Cayita Navarro, Braulio León, Martín García, Lolita Rodríguez, Agapito García, Yolanda Castellano, Sebastián Álamo, José Segura , Primitiva, Juan Cruz Vega, Gorgonia Vega, Segundo Ramos, Reyes Rodríguez, 1987- 2002 Antonio García, Carmita Ruiz, Mamina Espino, Juanita Rodríguez, Lalo Sánchez, Consuelo García, Abel Suárez, Vicentita Segura, Bartolito Valencia, Juan García, Juanita Suárez, Juanita Vega. No podemos olvidarnos de los que han pasado y los que actualmente mantienen vivo este Proyecto. Muchas de estas actividades suponían una nueva línea de actuación, pero representaban sobre todo una nueva forma de pensamiento: creíamos que la participación de las personas adultas en actividades educativas nos permitía disfrutar de su legado cultural y, además, contribuía a mejorar sus propias condiciones de vida. Este nuevo pensamiento dio origen a la idea de convertir nuestra colaboración en un proyecto de desarrollo comunitario y a transformar las colaboraciones puntuales con las personas adultas en una colaboración permanente en la que ellos y no nosotros comenzaban a ser los protagonistas. Como se habrá podido comprobar a lo largo del tiempo, nuestro proyecto ha ido adoptando formas distintas, ha ido teniendo destinatarios distintos, aunque siempre se han conservado las aportaciones de las épocas anteriores. Las ideas originales han evolucionado con nosotros y se han ido adaptando a las condiciones, exigencias y posibilidades de cada momento. UN COMPROMISO SOLIDARIO CON LA CULTURA POPULAR CAPÍTULO 7: ¿CÓMO PUEDES LOCALIZARNOS? El Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea de San Nicolás de Tolentino, se localiza en el municipio grancanario que le da nombre. En ese municipio hay varias direcciones desde las que se puede establecer contacto con nosotros. - Centro de Educación de Adultos La Aldea de San Nicolás de Tolentino. Tlfno. - fax: 928 892485. Tlfno.: 928890491 -También disponemos de una dirección en internet, www.proyectolaaldea.com Las cuentas de correo electrónico. [email protected] [email protected] [email protected] Cualquier persona que desee ponerse en contacto con nosotros siempre será bien acogida; trataremos de compartir con ella nuestras experiencias y de que se sienta partícipe de nuestro proyecto.