U N I V E R S I D A D VERACRUZANA PACULTAO OE MEDiCiNA " M I G U E L ALEMÁN VALDEZ" BALÍSTICA FORENSE SU IMPORTANCIA Eh MEDICINA TESIS PROFESIONAL QUE PARA QBtENER EL TITULO DE MEDICO CIRUJANO PRESENTA iLLLzxmo c^rfücLaia UZ. VER. c?V[anzux 1985 ¡ / U N I V E R S I D A D VERACRUZANA F A C U L T A D DE M E D I C I N A " M I G U E L A L E M Á N V A L D E z " BALÍSTICA FORENSE SU IMPORTANCIA EN MEDICINA TESIS PROFESIONAL OUE PARA OBTENER EL TITULO DE MEDICO CIRUJANO PRESENTA (fyiLLLlzxmo c^fbdaía H- VE R A C R U Z . V E R . ¿zwlanzwi 1985 A mi padre: TAMIL ABDALA TLAIYE (Q.B.P.D.) En honor a su memoria, por haber sido un hombre r e c t o y honrado, además por darme todo su apoyo para terminar ni carrera. A mi madre: LUCIA MAHZUR VDA. DE AJBDALA For darme l a v i d a , o l amor y coupreii3i<5n, imprescindibles pal", e l logro de mis metaa. MD 7237 A mis hermanos: ZARIFA GUADALUPE uní ALBEHTO Quienes siempre me apoyaron en .•ais i n t e n t o s de superación. A mis f a m i l i a r e s : Los que han hecho patento de una u otra manera BU estimación por mí. A ¡ni e s p o s a COD c a r i l l o : MARGARITA ACOSTA JIMEKES T. Ad mi n i a t r i c i ó n urística A a i d i r e c t o r ce téais: DR- EVARISTO GOkZA&Z DE LA O M ' a t e r en d e d i c i ñ a Forense Agradeciendo su v a l i o s a colaboración. A UIS MAESTHOS Al H o n o r a b l e Jurado: DR. RAFAEL GARCÍA PESANTEZ. DH. REHATO PASQUEL P . DR. o.'ORGIO DÍAZ JIMÉNEZ A mis . . ¡ t i n a d o s amigos: DBA. M3ECE9M 3AVTAJUBXA un:.7.. ¡)R. ::ALVADOK F D K Z . AZ:IRI DR. VICTOK l i . ÜOtAXIS C0WE3 DR. ARTURO CRUZ MATOS DR. LEONAR'O DEL ANOFI. COBOS A «¿15 COaiFANEROS D'í CLASK. Í N D I C E Prólogo Pag. 6 Introducción y Generalidades Historia 7 Descripción de la Pólvora 7 Descripción de las Balas 8 Descripción de Armas de Puego 8 Balística 9 Balística Interior 10 Balística exterior 11 Balística Terminal 13 Distancia a la que se hace el dionr.ro 17 Orificio de Entrada 1" Orificios de Entrada Irregulares 21 Trayecto de la Bala ?1 Orificio de Salida 2? Heridas en Cróneo ?5 Defecto de Bocallave 31 Caso Clínico No. 1 33 Caso C l í n i c o No. 2 Vj Algunas Consideraciones del Manejo d e l Arma, Proyt£ t i l e s y Caequillos que haycm intervenido en L e s i o nes por P r o y e c t i l e s de Arma d" Fuego. El Arma 37 Los Casquillos 40 los Proyecl les A ' C a s u í s t i c a del H o s p i t a l General de Veracru» di» I*slo nados por P r o y e c t i l e s de Arma de Fueflo, periodo 1979 a 1934. Según Sexo y Edad 45 Según Rama de Actividad 45 Según Sitio Anatómico 46 Conclusiones 47 Bibliocrafía 49 PROLOGO Durante mi internado en e l Hospital General de Verseras V e r . , y mi s e r v i c i o s o c i . i l en e l Hospital Rural "R/D" de Acaytican Ver., ambos p e r t e n e c i e n t e s a l a S e c r e t a r í a de Salud (antes de S a l u b r i dad y A s i s t e n c i a } , he podido c o n s t a t a r l a gran cantid id de pacíen t e s lesionados por p r o y e c t i l de arma de fuego, l o s c u a l e s r e q u i e ren s e r v i c i o médico de urgencia en su mayoría. El estado de Veracruz debido a un f a c t o r s o c i a l Importante c o no es e l alcoholismo, y a l a i d i o s i n c r a c i a de sus pobladores, ee fuente de hechos d e l i c t i v o s , de l o s cuales con una gran frecuenc i a r e s u l t a n l e s i o n a d a s personas; causadas dichos l e s i o n e s con armas puncocortantes, cortocontundentes y por p r o y e c i l e í ; de ama de fuego, siendo e s t a última l a que predomina, debido al a c e : o nue recie.ute.¿ente se puedo tenor a e s t e t i n o de armas, <i.<ndo como resultado una i n c i d e n c i a a l t a de l e s i o n a d o s , con consecuencia? m£ d i c o l e g a l e s muy importantes y trascendentes para e l s e r humano y íxupo s o c i a l del oue forma p a r t e . Todo l o a n t e r i o r motivé l a presente r e v i s i ó n , ya nue me l n t e r e só saber de aue forma l a b a l í s t i c a rntá relacionada con l i mr.dloi, na y de sue forma é s t a puede ayudar a e s c l a r e c e r un hecho d e l i c tuoso. 6 I.- ICTHODüCCIOíi r GENERALIDADES HISTORIA El ser hununo en sus inicios, se dio <:uentn iut» arrojando una piedra asta podía con-zertirse en un arau», la cual servía para suministrarle alimento; posteriormente inventa lanza», arcos con flechas, basta llegar al uso de la ballesta en la que se imparte energía a la flecha mediante una cuerda mientras dura su recorrido a lo largo de una rendija. Estas rumas fueron de utilidad hasta la invención de la pólvora, la cual ce atribuye al monje franciscano Bortoldo Schwartz entre los años 1290 a 1320, aunoue se dice que los chinos conocían la pólvora dcs'le muchos años antes y que la usaron en cohetes (1). Con la invención de la pólvora se empe/.iron a hacer armur de fuego; los primeros revólveres llamados "pimenteros" trní.in 15 o más barriles de carga; estos barrilea se rotaban manualmente fr<n te a una cámara fija, lo cual los hacía lentos obviamente dentales de haberse hecho el primer tiro. En 1835, Samuel Colt perfeccione el revólvor. El revólver me él ideó tiene un barril fijo oue contieno las c.'m:r LS de c-r/»" las cuales, al jalarse hacia :*rís el m.irtil'o, giran para efec- tuar el disparo (2). DESCRIPCIÓN til LA PÓLVORA Las pólvoras se agrupan fundamentalmente en dos tipos que non: a) La pólvora negra, la conocida de más antiguo, compuesta básica mente de salitre o nitrato cte potasio (75^), de azufre (1?#) y de carbón (13?í)» su aspecto es de pequeños granos redondeados, negros y brillantes, de diámetro menor de un milímetro, variable r_e gdn ou fabricación. 7 La pólvora ne¡T°. tiene una combustión muy incompleta; deja aproxi •adamante un 57^ de productos sólidos (carbonato, sulfuro y sulfa to de potasio, azufre). b) Las pólvoras sin hu.no o piroxila3, de muy diferentes tipos, pe ro básicamente compuesta por nitroceluloaa pura gelatinada y esta bilizada con difenilaaina, alcanfor, grafito, etc.,o pólvoras bibáaioaa con nitrocelulosa y nitroglicerina gelatinada y estabilizada en forma parecida a las anteriores. Estas combustionan rápidamente produciendo muchos gaseo y dejando residuos casi nulos, siendo por ello más activas nue las primeras (1). DESCRIPCIOÍ» DE LAS BALAS La redondez de la munición consiste en una bala envuelta en — una cubierta que también contiene carga de pólvora y fulminante. La bala puede tener la naris redondeada, puntiaf^uda o achptada y puedo ser compucta o ahuecada. Lu mayoría do las balnr entun he z&as principalmente de una aleación con plomo. H1 entras iue la tna a? del plomo os una característica deseable en las balas, el bajo punto de fusión permitiría a la bala reblandecerse y deformarse dentro del barril al salir disparada. *>in eabarfD, las balao píomisas están envueltas en cubiertas metállcan de alto punto de fustán coa» el cobre, el cuprouíiuel y el acoro blondo. DEoORIPCIOh DE AKilAS DS FUEGO Las pistólas de mano pueden dividirse en dos cuteg-oríasi pistó las y revólveres. Las variedades en cada categoría M acomodan « los propósitos y preferencias personales. Básicamente las armas manuales son de barril corto y relativamente ligeras; liberan las balas a baja velocidad, es decir, a me nos de 2000 pies por segundo. Las pistólas son armas de repetición; siguiendo a la descarga de una cápsula, las pistólas ejecutaran automáticamente el desplaze de la caja, cargando una nueva 3 cápsula dentro de la car-ara y quedando lista para el orexia» disparo. los revólveres tienen rarias cápsulas en un cilindro multi-cámaras que gira en alineación con el barril antos del disparo. Los rifles están clasificados por la acción que libera la bala de la cámara disparada; de este modo tenemos rifles conocidos como de acción de proyectil cilindrico, de acción de palanca, de — acción corrediza y automáticos. Dna quinta categoría, si U16 ai 1:1 tar, es un arma automática que libera un proyectil ligero a la — gran velocidad de 3400 pies por segundo. Dentro de los barriles de todas las pistólas están unas acanaladuras en espiral conocidas como estriado. Los espacios entre — las acanaladuras 3e llaman suelos y el calibre dr la pistóla os la distancia entre dos suelos opuestos (expresado en centésimas do pulgada por ejemplo calibre .?2) (2). BALIJXICA Es ol estudio de las leyes naturales que rigen los misilos pro yectados y B U S comportamientos predeclbles. Se compone de las tres siguientes divisiones: a) Balística Interior, que se ocupa de la acción dentro del arma. b) Balística Exterior, que se ocupa de lo que sucede desde el momento en que el misil abandona el cañón basta nue tiene contucto con el blanco a aue se tira» o que se interoone en el trriyecto. c) Balística Terminal, cuyo estudio es el alofjice y efecto del — proyectil al perforar y penetrar en el blanco. La Balística Forense se refiere a la fase terminal estudiando el efecto del proyectil al perforar el tejido vivo (3). 9 BALÍSTICA INTERIOR Los fenómenos que concurren en el lanza-liento á: un proyectil por un arma <le fuego son básicamente: la ignición de uun carga ex. plosiva de proyección, la inflamación y la corbustián de ella, la producción de gases con el consecuente auuento do presión y tempe ratura, el venoimiento de la inercia de reposo del proyectil y su despiezar—ento hasta abandonar el plano de boca del arma. La carga explosiva capaz de proporcionar energía mecánica a un proyectil pora que se desplaza recibe el nombre de "carra de proyección" y en general puede estar constituida por pólvora ne^ra de combustión lenta o por la llamada pólvora 3in humo, ua moder- namente es la vínica que ee emplea; er.ta deflagración se rriJir.n en tres etapas sucesivas ya mencionadas y tue son la ignición, ln inflamación y la combustión, pero el breve tiempo que les toma — nos peralte considerar a la deflagración como instantánea. La ignición es el fenómeno balístico inioial en el interior de las armas de fuego y consiste en la comunicación del fuego, nacido por la detonación de una pequeñísima parte de explosivo 11 do iniciador y altamente sensible al cnoque, a la carga de proyc£ ción. Este fenómeno se produce al oprimir el llonuulor de un arma y este libera en su mecanismo al percutor sobre una cápsula del explosivo mencionado. La comunicación de este fuego se logrn a — través de unos pequeños orificios colocados en el fondo del oaoco o vaina que reciben el nombre de oídos y que generalmente son dos. Las pólvoras modernas que constituyen las cargas de proyección tienen la propiedad de ser sensibles al fuego y en consecuencia ac logra la Inflamación que consiste en la comunicación del fuego a la superf. iie de todos los granos de pólvora y que so realiza 10 an forna instantánea, iniciándose la producción de gasas y consecuentemente el aumento de presión; finalmente la combustión es la transformación de la pólvora en gases, conforme esta combustión raumenta, los gasos aumentan rápidamente elevando la presión y tom ptratura en la recámara del arma, produoiendo la energía mecánica capaz de lanzar al proyectil a gran velocidad fuera del arma. BALÍSTICA %XT3RI0B La balístíct. exterior estudia al movimiento del proyectil después de '¡ue abandona la boca del arma. SI camino recorrido por el proyectil dcsnuéc de su expulsión del a m a , se llnma trayectoria, y su forma deper.le de las fuerzas que actúan sobro el proveotil. Debido a su propia inercia, un sólido tiende a mantener m.-.,nitud y dirección del movimiento que oe le Imparte, da modo que recorrería una recta hasta el infinito si no estuviera oujeto a fuerzan exteriores como la pravedad, la resistencia da 3a at.ísfe ra y la rotación de la tierra. El movimiento del proyectil por lo anteriormente dicho, describe una parábola, con una rama aaconden te, un vértice o altura máxima y una rama descendente; se llama alcance a la distancia materializada por la recta quo una el *i-i gnn con el punto de caída» T.- Trayectoria y + XA.- Alcance f.- Flecha V.- Vértice a.- Pama Ascendente b.- Rama Descendente 11 En los proyectiles lansados por sorteros, la trayectoria tiene una gran flecha o elevado vértice en detrimento del alcance. ^n los proyectiles lanzados por cañones, lf. trayectoria tiene relativamente poca flecha o vértice bajo y un mayor alcance. Los proyectiles de los obuses tienen una trayeotoria intermedia entre r ios cuses anteriores: t 1.- Trayectoria de Uortero T 2.- Trayectoria de Obús T 3.- Trayectoria de cañón Siendo en general nue3tro interés por las armas de pequeños ca libres (pistólas y r.volveres) se puede decir iue estas tienen — trayectorias rajantes, que se aproximan a la recta y que su alean ce es corto, refiriéndonos por supuesto a los proyectil^ . vulo^ dos por dichas armas. (1). Cuando se habla de proyectiles de aratis de fuego nos r*fiTi .•»••' co-iun-.ciite a las balas. Las balas pesadas pierden velocidad más lenteciente, debido a una mayor íenriid,..d seccional. Esta es una ule dida de masa en proporción al área seccional atravesada. Tor tanto la energía de un proyectil menor se extingue en una distancia y tiendo má3 breves que si se tratara de un proyectil de igual — energía pero más grande (más masa menos velocidad) (3). Mediante una serie de pruebas se logró determinar la velocidad mínima necesaria que requiere un proyeotil para perforar la piel, se realizó con balas de distinto peso disparados con arma de aire compriaido, loo resultados indican que los proyectiles de poco pe. 1P so re-juicren una mayor v e l o c i d a d p a r a p e r f o r a r l a p i e l nue l a ne c e s i t n d a por i o s de grandes c a l i b r e s i b a l a s p e s a d a s ) ( 4 ) . BALÍSTICA TEBMIiUL Cuando s e impacta e l p r o y e c t i l en una o u . e r f i c i e , eapiei.a e l e s t u d i o de l a b a l í s t i c a de e f e c t o s y l o s fenómenos i u e e s t a contempla ¿i-lata ~ue dicno p r o y e c t i l queda en eatado de r e p o s o . Los elemento:; que i n t e r v i e n e n en e s t o s fenómenos son: e l p r o y e c t i l y e l medio p n a i v o ; e l nri.aero en e l medio a c t i v o que l l e ca a c r e a r u.ia s i t u a c i ó n nueva en o l segundo y l o s r e s u l t a d o s — que oe nroJuzcon s e r á n en funeión d e l peno, f o r a a , c l a s e , vtljci dad r e a t a n t e y ángulo de l l e g a d a d e l p r o y e c t i l , a s í como IOÜ pro pios d e l modio pasivo que pueden s e r Cuerpo- v i v o s o cuerpos i n e r t e s . Las h e r i d a s por p r o y e c t i l e s de armas de fuego deb*»n üer c o n s i d e r a d a s básicamente como h e r i d a s c o n t u s a s ( 1 ) . Le c a n t i d a d de ener.-ía que se d i s i p a h a c i a e l t e j i d o o s t á d i r e c t a i c n t e r e l a c i o n a d a con l a medida y v e l o c i d a d d e l p r o y e c t i l , l a nás l e t a l es l a que posee una mayor v e l o c i d a d p r o p o r c i ó n 1 t e . Teóricamente e l método más n r e c i s o p a r a p r e d e c i r l a o a p a c l dad de l e s i ó n de un m i s i l c o n s i s t e en aiodir su e n e r g í a c l n é t (tic). De acuerdo con l a fórmula Ec s MV 7/2 (a masa; V voloci- <i~\l, e l poder de l e s i ó n de un p r o y e c t i l deoend- do lti c a n t i d a d de e n e r g í a que e l m i s i l i m p a r t a a l t e j i d o que a t r a v i e s a . Ya que l a v e l o c i d a d e s t á e l e v a d a a l cuadrado en l a fórmula, r e m i t a e l f a c t o r más i m p ó r t e n t e en l a daterminrsción de e n e r g í a c i n ó t i c a . - Al d o b l a r s e l a v e l o c i d a d l a energóa se c u a d r i p l i c a , en t o n t o que a l d u p l i c a r s e l a masa l a e n e r g í a s e d u p l i c a también ( 3 ) . El c a l o r producido por e l d i e p a r o empuja l a b a l a de t a l forma que es impulsada h a c i a a d e l a n t e , e l e s t r i a d o d e l cañón l e irapar- 11 te el movimiei o rotatorio a lo largo del eje longitudinal do la bala. Esto otorga estabilidad al vuelo del proyectil e Incrementa su energía total (2). El proyectil al incidir en un cuerpo, penetrando en el, deja un orificio de entrada o heridu de penetración, un trayecto o ca mino del proyectil y una herida de salida, que puede no existir si dicho proyectil queda alojado en el cuerpo. Cuutido el disparo se hace con un arma con cartuchos de proyeje tiles múltiples (escopetas), se puede ocasionar con él varias he ridaa. Después de efectuado el disparo la bala es acompañada por: 1.- Humo, restos carbonosos y productos procedentes de ln combos tió*n de la pólvora y por los residuos de fulminato de mercurio (gotitas de mercurio} o de estifanato de ylomo (vestigios de pl£ tuo), así como reatos de grasa o aceite por limpiosa o herrumbre del arma; estos elementos forman un haz elíptico cuyo eje mayor aituado en la prolongación del e ñon, es de aproximadamonte 30 ca. para un cartucho de calibre 0.32" cargado con pólvora negra y solamente de aproximadamente 10 C A . para un cartucho de calibre 7.65 iom. cargado con pólvora uin huao. 2.- Los productos incombustos de la carga de proyección, lannados en un haz con; co repreaentondo otroa paquafioa proyeotiler» secundarios con alcance posible hasta do 60 cm. para revólver oa libre 3 jm. y cartucho de DÓlvora negra y baata 30 cu. pora Brojt ning calibre 7.65 ma. y cartucho con pólvora sin humo. 3.- En el caso de escopetas, por la borra o tapón elástico (fiel^ tro graso) que separa los balines de la carga de pólvora. Consecuente con lo anterior, un blanco interpuesto en ln línea de tiro a corta distancia queda marcado por: 14 a) Una perforación redondeada al paso de la bala. b) Tor una incrustación o depósito alrededor del orificio de en— trada, de granos de pólvora, lo cual constituye el llamado tatúa je. c) Por una mancha redondeadr. superpuesta al tatuaje y más o menos grande, de color cafe obscuro para disparos oon cartucho de pólvora negra y grisáseo para los de pólvora sin hua»; proveuien te de humos, restos carbonosos y productos de combustión. Estos residuos son apenas perceptibles con las pólvoras sin humo, densas y más marcadas con las pólvoras comprimidas, ademas la distancia del disparo interviene en el aspecto e intensidad del tatuaje. £1 tatuaje consta de tres zonas: la 11ameda zona dol fogonaro, la zona de verdadero tatuaje y la de diseainr.ción a-íplia de ¿ranos de pólvora y productos de combustión; estos últimrus sonta — son alteradas al ser lavadas, por lo tanto hay que cerciorarse si lo han sido o no. 15 _•.•?_ _ . ^ . / :0:^ CORTE TRANSVERSAL fgsKV DE \ HERIDA DE DALA D.- Diámetro o calibru. 1.- Zona del fogonaxo. 2.- Zona del verdadero tatuaje. j.- Zona de diseminación amplia. 4.- Granos de pólvora incruotrdos en dórala eórnon susceptibles de lavarse. 5.- Granos incrustados en mucosa y no lnvr.blea. 16 \--V , v CORTE TRANSVERSAL DE HERIDA DI DALA D.- Diámetro o calibro. 1.- Zona del fogonazo. 2 . - Zona del verdadero t a t u a j e . 5 . - Zona de diseminación amplia. 4 . - Granos de pólvora incruatrdos en déraia córnea r.asceptibles de l a v a r s e . 5 . - Granos incrustados en aucoaa y no lnvivble.i. 16 líííí m ^Pi^^PM CORIE TRANSVEHSAL V-£r WT^Z\'F^ DB HERIDA DE DALA D.- Diámetro o c a l i b r o . 1.- Zona del fogonazo. 2 . - Zona del verdadero t a t u a j e . 5 . - Zona de diseminación amplia. 4 . - Granos de pólvora incruDtrdos en dórala córnoa susceptibles de l a v a r s e . 5 . - Granos incrustados en ¡aucosa y no lavt.blea. 16 SI p r o y e c t i l también se acompaña por ondas aerodinámicas, nub sónicas o supersónicas cuyos e f e c t o s en l o s t e j i d o s humanos sont hinchazón de l a p i e l , desplegamiento de l o s planos subcutáneos que engendran hemorragias subdérmicas en sabanas que contribuyen a formar l a llamada e s c a r a , t r a y e c t o cónico o c i l i n d r i c o mayor que e l c a l i b r e de l a bala, e s t a s deformaciones ae atenúan d e s pués del paso d e l p r o y e c t i l . El e f e c t o explosivo de l a s balas puede s e r a c c i d e n t a l o provo_ cado, en e l primer caso, proviene de l a bala deformada en hongo o de su fragmentación al contacto con un plano óseo; r e s u l t a d o s semejantes se provocan con e l uso de l a s balas llamadas expansivas ( a q u e l l a s a l a s que se l e s ha practicado un fino agujero en l a punta y a l o largo c!e su e j e m¡iyor). DISTANCIA A LA QUll SE HACE EL DISPARO La d i s t a n c i a a Ir, que se hace e l disparo solo so aprecia en t i r o s de c e r c a , l a e x t e n s i ó n , l a intensidad d e l t a t u a j e y de l a mancha ( s i no ha sido lavada) y l a comparación de e:itos element o s con pruebas experi maritales donde se busque l a s i m i l i t u d , per miten determinar l a d i s t a n c i a a l a que fue hecho e l diap:iro que provocó una l e s i ó n determinada. Bósicrvaonte y según l a pólvora empleada en l o s cartuchos, se obtienen l a s s i g u i e n t e s c a r a c t e r í s t i c a s a d i f e r e n t e s d i s t a n c i a s : Efectos detectados D i s t a n c i a de t i r o cartucho p ó l v . neg. afecto Explosivo h a s t a 3 cm. Quemaduras de 1 a 30 cm. Mancha castaña 1 a30 cm. Intensidad máx. mancha 3 cm. Tatuaje de 3 a 60 cm 17 Dintancia de t i r o o a r t . pólv. s i n humo h a s t a 3 cm. 1 cm. g r i s de 1 a 10 cm. 3 cm de 1 a 30 cm. El -3pecto de las tonas mencionadas varía según la inclinación y distancia de tiro, lográndose determinar la distancia a que fue hecho el disparo, solamente por el límite de distancia en que se produce tatuaje. Las pístalas y revólveres,a distancias mayores de 60 cm., es muy difícil determinar aquella a la iue fue hecho el disparo. Pa ra las armas largas (fusiles y escopetan) esta distancia puede extenderse hasta 80 cm. (1). OHIFICTO DE ENTRADA El orificio de entrada presenta caracteres constantes que per ¡alten reconocerle y caracteres secundarios, nue computan los in formes necesarios para la instrucción médico-legal. Los caracteres constante? no están influenciados por la distancia de tiro; lo ml3mo sucede con el orificio de penetración y los collaretes. a) Bl orificio de penetración no es oiempre evidento, ya que rué de estar situado en la boca, oreja, bajo la axila, en el ángulo interno del ojo, bajo el pecho; su forma en circular, oblicua, o en canal, según que el tiro sea perpendicular, oblicuo o tangencial; su diámetro es variable. Cuanto más puntiarudo en el proyectil, más pequeño es; a veces es ligeramente mayor que el del proyectil; en «1 tiro a boca de jarro es mucho mayor. b) El collarete erosivo, descrito por Plédeliévre, en ol resulta do de la excoriación epidérmica alrededor del orificio de penetración. El mecanismo de esta lesión es fácil de entender. El pa so de la bala a través de la piel deprime a ésta en dedo de guan te debido a la elasticidad de la dermis, mientras quo la epider- 18 Bis, desprovista de elasticidad, se desgarra en la base del cono de depresión, con formación de una erosión epidémica concéntricamente al orificio de entrada. Bien visible con lupa, la lesión Be vuelve aparente aeia horas después de la muerte, debido a la desecación y apergamina— •lento de la dermis denudada; es la bandaleta de contusión o la zona apergaminada de los antiguos autores. La forma circular o en media lunr más o ^cnos alargada de la erosión depende naturalmente del ángulo de tiro, perpendicular u oblicuo. c) El collarcte de limpiado es un ribete negro, circular, oue se sitúa en el borde del orificio de entrada, o sea sobre el collarcte erosivo, por roce de la superficie de la bala cuya extremidad anterior transporta las escorias metálicas, la herrumbre y las suciedades recogidas al pasar a lo largo del cafión del arma, por una especie de desholllnamiento. Si hay interposición de vestidos, el limpiado se hace sobro el vestido externo, donde se encuentra el ribete negro característico. VI collarete tiene forma de media luna cuando el tiro es oblicuo, pues la otra altad está disimulada bajo el colgajo epidérmico que se superpone al orificio de penetración. d) Una infiltración hemorrágica señala la contusión de la piel; forma un manguito alrededor del trayecto de la balo (cono da — atrición) y, en la hipodermis, una tona transversal y concéntrica, constituyendo en un corte histológico la T de Piédelióvre. Cuando es visible exteriormente, la infiltración determina — una mancha equimótica circular. 19 Lo3 caracteres 3ecuud«rios del o r i f i c i o de entrada acoup.--rl.ui a los disparos tirados a corta d i s t a n c i a . A boca de jarro y a -<uema ropa (1 a 3 c a . ) , el o r i f i c i o de en trada toma un aspecto p a r t i c u l a r ; la fueren de exp.nisl^n del gas provoca una herida contusa con o r i f i c i o i r r e g u l a r , e s t r e l l a d o , y sobre todo una cavidad anfractuosa debida al despegue de los t e gumentos: es e l cuarto de mina, cuyas paredes están t api-atlas — por rentos negruzcos compueütoa de humo, a r t i c u l a s metálicas, granos de pólvora, mezclados con sangre y l i b r a s de vestidos. A boca de Jarro, la incrustación de lor< granos de pólvora y la mancaa negra no sobrepasan los límites de l a herida. Se pueden observar quemaduras de primor y se-undo gr^do, oobre todo — con los f u s i l e s de casa. \ boca de jarro contra una cavidad cerrada (cráneo, boca), un disparo produce efectos de exploción. I/> isleño ocurre con lnn nr mas potentes ( f u s i l , carabina). A distancias cortas se forma a l rededor del o r i f i c i o de er.trada una Jiancha y un t a t u a j e . La mancha negra o g r i s o "zona de difuuicción" ca unn areola nebulosa que representa e] depósito pulverulf-ato de los productos de l a combustión (humos, condensaciones), "u 'i.^iificación es, pues, muy diferente a la de los OOllaretM de roce. La coloración de l a mancha, como antes dijimos, es nefra o castaño obocurn con l a pólvora negra, amarilla gris o verdosa con lao polvo ra3 p i r o x l l a d a s . Sobreañadidos a l a precedente, los t a t u a j e s Drocrden de loo granos de pólvora no quemados, cuya fuerza de penetración ts suficiente para desgarrar l a epidermis e i n c r u s t ó m e . (11) ?0 • ORIFICIOS DE ENTRADA IRREGULARES Se producen o r i f i c i o s de entrada i r r e g u l a r e s cuando l a s balas se desvian de cu trayt-ctoria e s t a b i l i z a d a en su punta, antes ds entrar a l cuerpo. Cuando e s t o ocurre, l a herida resultante pueda tener una rara a p a r i e n c i a en forma de l e t r a D. De l a s esquinas de l a herida pueden i r r a d i a r s e abrasiones semejando un rayo o uta gulladuras. Estas heridas con forma de D representan l a proyección l a t e r a l de l a bala en l a s u p e r f i c i e corporal; mas clarament e , l a bala h i e r e a l cuerpo de l a d o . El vuelo i n e s t a b l e no a x i a l puede s e r producido ñor blancos intermedios, fuego de r e b o t e , combinaciones inapropiadas del ara»a con l a s municiones, construcción defectuosa d e l araa o e l uso de s i l e n c i a d o r e s d e s a l i n e a d o s . Si l a r b a l a se deforma antes de entrar, l a configuración de l a herida r e s u l t a n t e puede s e r g r o t e s c a , y l a configuración do l a herida semejará estrechamente l a que presente l a bala que l a haya causado. ISATS0T0 (10). DE LA BALA El trayecto de l a bala a travos del cuerpo es a veces d i f í c i l de se;;uir cr.cetamenté en e l cadáver. Esta búsqueda se impone ¡obre todo das puf a Je haber • Merto e l cadáver, antes de e x t r a e r l o s órganos. l o s elementos que s i r ven de guía pora l a r e c o n s t r u c c i ó n del t r a y e c t o son l o s o r i f i c i o s cutáneos, l a s equimosis i n t e r n a s , l a s perforaciones do órga nos, de scrosac o de aponeurosis, l o s t á ñ e l e s labradoo en c i e r t a s v i s c e r a s (hígado, c e r e b r o ) . El trayecto Duede contener, en l a s proximidades del o r i f i c i o de entrada, r e a t o s d i v e r s o s , f i b r a s de v e s t i d o s y cuando e l dis— ?1 paro ha s i d o hecho de cerc<\, p w t í a u l a s de ^ó 1 v o r a , fragmentos de b o r r a , a s í como p r o d u c t o s n i t r o s o s i d e n t i f i c a h i e s por t a c t i vos a p r o p i a d o s . El examen d e l t r a y e c t o .nuestra a veces d e s g a r r o s c o n s i d u r a b l e s debidos a l o s e f e c t o s exoloülvon d e l p r o y e c t i l . OHIFICIO D¿ SALIDA Es de i n t e r é s s e c u n d a r i o , puesto que r-.iede no e x i s t i r y sobre todo porque no posee c a r a c t e r e s p r o p i o s . Puede s e r más pequeño o más grr-.nde aue e l o r i f i c ' . o de e n t r a d a ; l a forma e s t r e l l a d a es l a ioás f r e c u e n t e : pr ¡ueñOM o r i f i c i o s con f i s u r a s r a d i a d a s de algunos m i l í m e t r o s ; e x i s t e n ta..ibién o r i f i c i o s redondeados o en h e n d i d u r a cuando e l t i r o es o b l i c u o . La ~ forma d e l o r i f i c i o de s a l i d a depende d e l ángulo de s a l i d a : un An guio nuy i n c l i n a d o produce una h e r i d a l a r g a e i m p o r t a n t e . La a u s e n c i a de c o l l a r e t e s r e p r e s e n t a e l signo más c a r a c t e r í s t i c o d e l o r i f i c i o de s a l i d a . Excepcionaliaente se puede formar a l rededo.- d e l o r i f i c i o de s a l i d a una e r o s i ó n de d i l a t a c i ó n mas ancha que un c o l l a r e t e de e n t r a d a , cuando una b a l a rechaza l a p i e l hacia el exterior; l a capa córnea se r . r i e t u a l r e d e d o r d e l orifj cío ( 1 1 ) . El o r i f i c i o de s a l i d a s e produce cuando e l l í m i t e de e l a s t i c ¿ dad de l a p i e l es excedido por l a f u e r z a a p l i c a d a c o n t r a su sup e r f i c i e por l a b a l a s a l i e n t e . La forma y dimensión de un o r i f i cio de s a l i d a o r d i n a r i o , s i n r e s i s t e n c i a , e s t á determinado por e l tamaño, c a l i b r e y v e l o c i d a d de l a bala> l a d i s t a n c i a e n t r e l a boca d e l canon y e l b l a n c o ; l a profundidad y densidad d e l t e j i d o atravesado y l a p r e s e n c i a de un blanco i n t e r m e í i o d e n t r o d e l 2? — ( cuerpo. - El mocaniaino básico en la producción de orificios de snliae oon resistencia o tolerancia es idéntico al de un orificio de mn lida ordinario, excepto por la presencia de un objeto subyacente localizado directamente opuesto a la trayectoria de la bala, La piel estirada es delimitada, comprimida y rota cuando el proyectil llega a estar en contacto con el objeto resistente. Le lesión resultante presentará una suporficle abrasada, pérdida de tejido dérmico o ambos, dependiendo dol grado de evoluoién de la lesión. £1 margen dérmico de abrasión (que normalmente es circular u oval) es agudo, discreto y rojo profundo. Le porción central de la base es ligeramente roja o blanca amarillenta, dependiendo de la profundidad de la pérdida de tejido dérmico. Entre el centro y el límite de la abrasión se encuentran varios matices de rojo. í.o hay escoriación de la piel como la que se detectaría en — una raspadura. La í.je inmediata se caracteriza por la presencia de un orifi. ció de tamaño variable, el cual está rodeado por un collar de — piel abrasada. Es fácilmente identlficable a partir de que la ba la está adn en el tejido subcutáneo y dérmico. La aproximación del orificio mostrará diferentes grado3 de pérdida de tejido, — los que dependerán del tamaño del orificio. La bala sale completamente de le piel en la fase final do evo lución del orificio de salida con resistencia. Esta fase se aubdivide en dos categorías dependiendo de la apariencia y localiza, ción del collar de abrasión. Estas diferencias se originan en el ángulo en el que la piel extendida es delimitada en el objeto to lerante. 23 En un caso clásico, se observa un coapleto collar de abrasión rodeando el orificio de salida. Bl segundo tipo, también conocido COJ» orificio de salida con resistencia parcial, se carácter! «a por un collar de abrasión Incompleto y frecuentemente localizado excéntricamente. Los intentos de alinear perfectamente la piel coaptada fracasarán, puesto que la piel se ha nenarado en el orificio y hay abrasión. La exanimación del material aupuryncente al orificio de salida mostrará la presencia do fragmentos de tejido, principalmente epidermis o cabello. Subsecuente a la perforación y separación de la epidermis, ue forma unn abrasión hacia afuora u ondulante. Cuando la base de la abrasión se (*xnjai_ na con un ualcroacópicr do disección, puede revelar protuberancias, probablemente los restos de espicas de plexos y apéndicua dérmicos. En el límite cutáneo del collar se preaentan laceraciones radiadas. Con frecuencia los orificios de salida con resistencia ae con funden con orificios de entrada donde hay ropa nesada sobro el lugar de salida, donde la herida se ha limpiado o lavado, o cuan do hay orificios do entrada de rvon distancia. En los orificioo do 3 al t da con resistencia puede haber pólvora la cual tendrá una distribución irregular y asimétrica; además hay ausencia de hollín, efecto de fuego, piel sofocada o tatuada. Así mismo, las •_ videncias de hollín y efecto de fuego están ausentes en la ropa superpuesta. Estas características la diferencian de los orificios de entrada. (8) 24 HERIDAS EJÍ CRAKEO Las heridas balísticas en el cráneo originan heridas de penetración o perforación y fraotura hundida con líneas de fractura irradiadas de la abertura. Los fragmentos óseos son llevados hacia adentro y ocasionalmente se presentar, fracturas de eversión donde el misil golpea la pared interna pero no logra salir. El canal de la herida es irregular y los fragmontos óseos y metálicos originan canales secundarios (2). Si el proyectil lleva velocidad suficiente, romperá el tejido en su trayectoria e impartirá energía cinética hacia los tejidos Circundantes. Est03 tejidos se comprimen por radiación a distancia del canal del proyectil, esta compresión la ocasiona una — fracción considerable de la velocidad total del proyectil. Esta cavidad temporal puede ser hasta 30 veces el área seccional atra vesada por el propio proyectil. Después de que se ha formado la cavidad temporal, esta pulsa temporalmente debido a la presión positiva y negativa y cesa después, quedando la cavidad pe manen te formada por el canal de lesión hecho por el proyectil propiamente dicho. Este fenómeno es de una duración extremadamente bre ve (de 5 a 10 minutos), después del cual el tejido elástioo o un tanto fluido contrae las dimensiones del canal de herida. El volumen de la cavidad temporal es proporcional a la energía cinét_l ca percúdante del proyectil. Toda la fisonomía anatómica en este canal es destruida u oprimida a los lados. Las pulsaciones de la cavidad temporal aumentan la ruptura y el doflo sufrido por — los tejidos. Las emisiones de presión negativa son probablemente 1P causa de ruptura de lo3 órganos que están henchidos de aire cuando e3tos no son perforados directamente (3). 25 1,03 estudios histopatológicos de las lesiones encefálicas — muestran la desintegración del tejido en el canal del proyectil, con hemorragia y edema seguidos por un dailo celular nervioso isquémico agudo identificado por varicosidad, tortuosidad y fragmentación del axón. 81 tejido adyacente al canal del proyectil también se desintegrará en cuestión de horas con un,-\ amplitud un tanto mayor a Tin centímetro. Durante el secundo día, se presentan áreas de desmielinlzación en la materia blanca • consecuencia de la hemorragia y comienza a formarse el edema (2). La forma de la cavidad temporal es importante ya que su radio en cualquier profundidad de la penetración puede ser usada para determinar que cantidad de energía ha sido liberada hacia el tejido en use punto. Los proyectiles más efectivos transferirán inn yor energía a las más vulnorp.bles profundidades de penetración y es así como se generan cavidades temoorulen de /Tandea dimensiones y de profundidades críticas. La forma de la cavidad temporal normalmente semeja la form-* que tendrá la cavidad permanente, ya sea cónica o cilindrica. En heridas causados por proyectiles esféricos eo fusiforme. Lan heridas fragmentarias son U3ualmente irregulares, y en lts heridas donde la desviación del proyectil se presenta en la cavidad, está interconectada por alfanas cavidades fuoiforaos. El tejido que originalmente se encontraba en el lugar de la cavidad permanente es expelido por los orificios de entrada y sa lida o se comprime contra los tejidos circundantes. Esta cavidad resulta 3 o 4 veces mayor que el propio diámetro del misil. La forma de la cavidad permanente se codifica por la densidad de — los tejidos comprendidos en la trayectoria del proyectil, la pre 26 •encia de huesos y la desviación del proyectil en «1 tejido (3)• La contusión en el sitio de entrada resulta del golpe que da el hueso al cerebro en el momento de sufrir el impacto del proyectil. Las contusiones opuestas sen el resultado del desplazamiento del cerebro por la onda de presión que precede al proyectil. También se advierten otros sitios de contusión donde el cerebro se forxa contra fisuras óseas como la base del cerebro. Bf to se conoce como fenómeno de golpe contra golpe. Comunmente las fracturas que no se conectan con la fractura primaria se localizan en la región del plato cribiforme, bóvedas orbitales, fisura esfonoidea y los platos tegaientalcs de los huesos temporales. Clínicamente estas fracturas son importantes como accesos para el aire e infección u la cavidad craneana. Además de los efectos de presión explosiva y la lesión corporal que ocasiona el proyectil, puede esperarse que el edemn y la lesión contribuyan a agravar la herida. La hemorragia se presentará y puede suponerse que llonará la cavidad temporal e incluso la aumentará. En 1974, Rybeck realizó un estudio de los efectos he.aodinimicos de las heridas hechas por proyectiles do fue^o y demostró claramente que, en contra de lu opinión ponulor d«* la ¿poen, no ocurre ospasmo, en cambio observó vasodilutación on — las heridas. La trayectoria del proyectil puede ser alterada muy sutilmente al penetrar el cráneo. Una vez dentro del cerebro, continúa en linea recta hasta chocar con la pared craneana opuesta; si el proyectil tiene suficiente energía perforará el cráneo en ese — punto; de lo contrario, puede que el cráneo lo detenga o es posi V e que rebote originando una herida acanalada durante su curso -7 lo largo de la parad, o pueda volver a entrar al cerebro forman dose otro canal. Por consiguiente, un proyectil retenido puede a lojarse lejos de la cavidad permanente presente. Ho ae recomienda realisar vigorosos intentos para la extracción de fragmentos metálicos retenidos ( estos no son aoceeibleo durante la debridaclón inicial) oor el peligro de ocasionar o in cremontar el déficit neurológico. Las balss ae consideran ei-téri. les a causa del calor de la fricción, pero llevan consigo partes de piel, cabello y fragmentos óseos. Además de la infección, existen otros problemas asociados con la retención de fragmentos metálicos. Las balas pueden trasladarse. Una bala que ue encuentre dentro del ventrículo cerebral ruede desplazarse libremente y causar obstrucción hidrocefalica. Su posición puede cambiar en el momento en que se cambie la posición de la cabeza. El efecto de gravedad en la musa de la bala puede provocar que ésta se traslade a través de la materia cerebral extendiendo la lesión neurológica. Las balaa que se encuentran dentro d< 1 sintema vascular pueden causar una embolia. Hiebert reporta el caso de unp. br.la que penetró el crínoo atrás de la oreja derecha. La aplicación de rayos X mostró la bula en el lado opuesto de la cabeza con ausencia do canal tlel pro yectil. SI proyectil había viajado dentro de la circulación —- transversal del sinus. Cuando se efectuó el disparo, el examen neurológico fue normal; se repitieron loo rayos X aplicados al cráneo y asombrosamente no aparecieron fragmentos dentro del mis mo. La fluoroscopía corporal mostró la bala en el ventrículo derecho del corazón. 28 El traslato potencial debía a n t i c i p a r s e . Tal migración ruede ligarse para llavar l a bala h a s t a lugares más a c c e s i b l e s q u i r ú r g ¿ cadente penando é s t a a t r a v é s de áreas a p a c i b l e s . Otra cocplicación de l a retención metálica, de cuerpos e x t e r nos es la formación de productos tóxicos por descomposición. — Sights y Bye efectuaron un estudio de l a s propiedades t ó x i c a s ; se compararon p i l a s de plomo templado, de plomo c u b i e r t a s con c<> bre y de plomo cubiertas con n í q u e l . Se implantaron dichas p i l a s en cerebros de gatos; e l t e j i d o c e r e b r a l se examinó una semana después y a intervalos de s e i s meses. En los cerebros que c o n t e nían las pilas de plomo, se observaron cambios ngudos en l a p r i mera y segunda semanas, e3to e s , hematomas y edemas c e r e b r a l e s aínimos. Entre los cuatro y sein meses, se había formado unu cavidad de paredes l i s a s alrededor de l a p i l a y no había s e ñ a l de flujo l i b r e , fibrosis o reacción de. vasoa sanguíneos. Las pilas cubiertas de cobre produjeron reacciones s e v e r a s . ¿n la Tirimera semana y h a s t a l a c u a r t a , e l cerebro estaba p á l i d o , blando y edematoso. En l a primera y segunda semanas, l a examinación histológica reveló una inflamación densa, exudeda con macró fagos pigmentados y agrupados. Las p i l a s habían descendido a l a bo3e del cerebro y loo canales se llenaron coi; exudación verdosa. Todas las estructuras normales fueron d e s t r u i d a s por l a n e c r o s i s y las neuronas y los vasos sanguíneos adyacentes mostraban cambios necróticos. A las 4 semanas p o r s i s t í a l a severa reacción i n flamatorla con un gran número de c é l u l a s espumosas y aumentó l a cantidad de macrófagos. En e l t e j i d o adyacente se encontraron — quistes multiloculados que contenían t e j i d o n e c r ó t i c o . A l o s 6 M • e s e s , l a apariencia externa del cerebro era normal y l a s p i l a s y algo de exudación inflamatoria estaban contenidas en q u i s t e s a u l t i l o c u l a d o s bien d e f i n i d o s . Las p i l a s c u b i e r t a s de n í o u e l produjuron l o s alamos e f e c t o s en grado medio y e l área de n e c r o s i s estaba couplet-úñente amurallada al asa. Los autores concluyeron nue l a pronta extracción de m-oyeotil e s cubiertos de cobre es n e c e s a r i a para prevenir un daflo c e r e bral progresivo.(2) 30 DEFECTO DB BOCALLAVE El defecto de bocallave puede observarse cuando la bala hiera tangencialmente produciendo sobrerosicióu de orificios de entrada y salida. En laa heridas craneanas apacentadas que muestran dentación externa, existe una perforación ¿sea alargada, la cual en uno de PUS extremos semeja el orificio de entrada común, en tanto que el extremo opuesto del defecto, tiene dentación externa anooiada con un orificio de salida. La explicación más coman pora tal laalón es que la bala avanza por penotración tangencial del hueso, •8 dividida o seccionada. Una parte de la btila avanza dentro de la bóveda craneana, en tanto que la segunda porción se desvía ha cia afuera, saliendo del hueso casi inmediatamente después de su penetración en la pared externa. Fsta segunda porción, al salir del hueso, p-aduce la dentación externa común. El resultado final es esencialmente una sobreposioión de los orificios de entra da y salida que producen la configuración do bocallave.(5) Típicamente cuando la bala penetra un hueso relativamente pía, no, pueden observarse tonto en el lugar de entrada como on el do salida, orificios dentados o cónicos en la superficie ósea. Para el cráneo, los orificios dentados se encuentran en la entrada, dentro de la misma pared y, en la snlida en la p!\red externa; no obstante, en las superficies delgadas puede no ocurrir la dentación del orificio. Puede observarse la misma configuración en el esternón, la cresta iliaca, el omóplato y la costilla. Estas observaciones permiten determinar la dirección del disparo cuando la superficie dérmica se pierde por descomposición, intervención quirúrgica o por lesión animal o de fuego (6). 31 Las lesiones craneanas de bocallave en el lugar de entrada se han descrito previamente; comunes a estas lesiones son un componente circular u oval con dentaclón interna y una poroión triangular con dentación externa. De hecho, la porción circular es el punto de inpacto Inicial o entrada y la porción triangular ee la salida. Koroalaente la lesión indica un disparo tangencial causando que el proyectil pase rozando y salga. Se pueden presentar casos raros de defectos de bocallave en orificios de solida y malinterpretarse pensando que son orificios de entrada. La interpretación de defectos de entrada, por ende puede ser difícil; estos no se limitan extrlctainente a orificios de entrada, pueden ocurrir también en orificios de salida (7). 32 ü USO fio. i Se t r a t a de i*. >»• «• de 30 años de edad, del sexo masculino originario de Villa I s l a Ver., quien ingresa al Hospital General a las 19.20 h r s . del d í a 15 de J u l i o de 1985 prerentando ltfcián por proyectil de arma do fuego cuyo o r i f i c i o de entrada esta en cara anterior de hemitórax izquierdo a l a a l t u r a de 4o. arco co¿ t a l notándose halo erosivo, con diámetro aproximado de 9 mm., -sin n o t T s r o r i f i c i o de s a l i d a , interpretándose ñor ello que el disparo fue hecho u más de 60 ca. de d i s t a n c i a ; falleciendo a — les 6 horas de cu ingreso siendo trasladado al I n s t i t u t o de Ued^ ciña Forense para l a necrocirugííi de l e y . Se adjuntan fotón. 33 A 3 C lío. 1 ^-JíT^.: Urgencias Adultos <iel H o s p i t a l Gonor;.l ár Veraoru» 34 CASO No. 2 Se t r a t a de A. P . Z. de 24 años do edad, d e l sexo m a s c u l i n o o r i g i n a r i o de T l a l l y c o y a n V e r . , q u i e n i n g r e s a a l H o s p i t a l Gener a l a l a s 21.30 h r s . d e l d í a ?5 de Agosto de 1985, p r e s e n t a n d o l e s i ó n por p r o y e c t i l de arma de fuego con o r i f i c i o de e n t r a d a en cara l a t e r a l i z q u i e r d a de m a x i l a r i n f e r i o r , n o t á n d o s e s e r do 7 ¡xa. de diámetro con h a l o de enjufiaiaientó y r i b e t e e r o p i r o s i n huella?» de t a t u a j e , i n t e r p r e t á n d o s e por e l l o que e l d i s p a r o fue realizado a más de GO cm. de d i s t a n c i a ; no se o b s e r v a o r i f i c i o de r a l i ' l a , habiendo daños en n l e z a s d e n t a l e s y r e g i ó n ó s e a d e l a & x i l n r , oue ameritaran c i r u g í a y r e h a b i l i t a c i ó n , nisfüirio a n e r c o n s i r r - r a ^ o — dentro rio l a f r a c c i ó n IV o V d e l A r t . 113 d e l código n m a l vera- cru7.ar.o r e l a t i v o a l e s i o n e s , que a l a l e t r a d i c o : de 3 me~o!> a 5 años de p r i s i ó n y m u l t a h a s t a de X 1 0 , 0 0 0 . 0 0 cuaiu'o r e s u l t e uua p e r t u r b a c i ó n de l a s f u n c i o n e s u órgano o de 5 años ele n r l i i á n y multa h a s t a de t 1 5 , 0 0 0 . 0 0 cuando produzca a l ofendido l a píráida d e f i n i t i v a de c u a l q u i e r función o r g á n i c a , o d> un a i e n b r o , o í r - un o jo o causen una enfermedad s e g u r a o p r o b a b l e m e n t e I n c u r '.ble o deformidad i n c o r r e g i b l e . Te adjun';an 35 fofos. C A S O lio. ? FU.KTE: Or. :cnciac Adultos d e l H o r p i t a l G e n e r a l de. V e r a c r u ' 36 ALGUNAS COIiblDERACIONES DEL ¿IA;»£J0 DEL AIu¿A, PROYECTILES Y CASQOTLLOS QOE HAYAN INTERVENIDO EN LESIONES POR PROYECTILES DE AHMA 3B FUEGO. EL ARMA La r e g l a fundamental a l b a i l a r un arma en e l l u g a r de l o s h e - chos es la de no moverla o t o c a r l a s i n antes haber r e g i s t r n d o su colocación sea mediante una d e t a l l a d a d e s c r i p c i ó n , un c r o q u i s , u na fotografía o, mejor todavía, combinando e s t o s r e c u r s o s . En dicho registro deberá p r e c i s a r s e su s i t u a c i ó n dentro de l a escena en que fue u t i l i z a d a , t r á t e s e de un l o c a l cerredo o de un espacio abierto. En el primer caso se r e f e r i r á con mediciones — preclciis a las paredes, puertas y ventanas. Se h a r á mención concreta de la orientación del arma y de sus p a r t e s (cacha, cañón, t t c ) . De su situación r e l a t i v a a l mobiliario e x i s t e n t e y, por — supuesto, de l a distancia y d i s p o s i c i ó n que guarda con r e l a c i ó n a la víctima si esta ha f a l l e c i d o o s i , t r a t á n d o s e de un l e s i o n a do, no se le ha movilizado. Si el arma ya hubiera sido movida, se t r a t a r á mediante i n t e rrogatorio de quien la tomó, r e c o n s t r u i r lo más precisemonte posible BU colocación. Si, por el contrario, e l arma permanece aún ciapuñada por e l — fallecido, será fundamental r e g i s t r a r l a forma on que l o s dedos están dispuestos sobre e l l a y l a fuerza que l a mantiene en 3U si, t i o , como producto de l a r i g i d e z cadavérica y de una a u t é n t i c a toma original. Deberá tenerse en mente l a p o s i b i l i d a d de que se intente siaular un s u i c i d i o . Claro e s t á que en e s t o s casos l a o_b servación del s i t i o y tipo de l o s o r i f i c i o s y l o s órganos l e s i o nados en el trayecto permiten suponer una congruencia o bien l a incongruencia de los hallazgos. También es contribuyente en es— •n casos e l detenido estudio de la3 manos del f a l l e c i d o buscan 4o escoriaciones producto del accionar del arma (cobre todo en las armas automáticas) y residuos de l a deflagración de l a polvo ra (sobre todo en revólveres) llegando h a s t a l a s pruebas de d e tección de elementos químicos r e s u l t a n t e s del disparo (prueba de Harrison). Cuando para e l acto s u i c i d a se han u t i l i z a d o armas de cañón largo, es frecuente que Junto a l arma misma se l o c a l i c e n cordones, alambres, v a r i l l a s metálicas o de madera, e t c . , que e l occiso empleó nara hacer posible e l d i s p a r o . Estos adminículos pueden dejar f i b r a s , P i n t u r a , raspónos, e t c . , en e l arma, princ.i pálmente en el g a t i l l o o en su guarda y adquieren eran v a l o r cuan do se encuentran. No es excepcional e l cadáver del s u i c i d a que tiene un solo zaoato puesto, por l a remoción previ del o t r o , pu ra hacer e l disparo con un dodo uel p i e . Las marcas y restos de f i b r a s o pinturas rueden t.mblén nrovjs n i r del impacto del arica a l caer sobre e l pioo, sea é s t e de cemento o madera, se encuentre alfombrado o pintado, o bien sobre de algún mueble. Pero l a más reveladora h u e l l a que puode h a l l a r se en un arma c- l a h u e l l a d i / ' i t a l de quien l a d i s n a r ó . Resulta por lo tanto de eran trascendencia no a l t e r a r l a o s u b s t i t u i r l a con la propia y para e l l o se debe e j e r c e r fren cuidado en su r e colección y manejo. Se l a deberá tomar por l a s ;'.reaJ rugouas o cuadriculadas du l a cacha, o por e l a r i l l o que algunas t i e n e n en el extremo de l a misma. Si se t r a t a de un arma l a r g a que t i e n e correas para su portación, es claro que l a toma puede hacerse — por e l l a s o sus agarraderas. Pueden también tomarse por l a guarda del g a t i l l o . Eo que nunca deberá hacerse es i n t r o d u c i r un l á p i z o p a l i l l o en el cañón del arma, ya que esto puede perder información vallo sa, pues en e l cañón se pueden encontrar elementos t a n Imnortan- 38 tes como san¿re, porciones de t e j i d o a orgánicos, c a b e l l o s , h i l o s de las ropas y, por supuesto, residuos de pólvora y metal producidos al disparar. Si t a l e s elementos no se encontraran y s í , — por el contrario, polvo, herrumbre y h a s t a t e l a r a ñ a s , l a conclusión sería on el sentido de que e l arma no ha sido u t i l i z a d a en un tiempo r e c i e n t e . Por las mismas razonen, no es recomendable i n t r o d u c i r algodón gasa o fragmentos de t e l a a ¡aanera de tapones de l a boca del cañón. Si lo que se quiere es preservar e l contenido del mismo para su posterior estudio, bien se podrá improvisar un capuchón — con una hoja limrla de papel. Debe destacarse también e l hecho de que a l tomar e l arma ésta puede dispararse accidentalmente, por lo cual su manejo deberá ser posterior a l a observación de l a s i t u a c i ó n que guardan los componentes del mecanismo de disparo y, en todos los casos, e v i tar maniobras bruscas y l a presencia de ayudantes o t e s t i g o s on la, dirección a que apunta l a boca del cañón. Paralelamente al i n t e r é s y v a l i d e z i d e n t i f i e a t o r i a de l a s hue lias d i g i t a l e s , hemos de mencionar a l a s manchas de sangre cuyo e3tudio nos dará claves importantísimas de i n d i v i d u a ización a l determinar ai se t r a t a de sanare humana o de animal y, si en de aquéllos, su t i p i f i c a c i ó n . De modo similar el estudio de pelos t i e n o u t i l i d a d para identificar especie, sexo y topografía de procedencia. Todos los elementos que a manera de r e s t o s o h u e l l a s se recuperen del arma deberán r e g i s t r a r s e , f o t o g r a f i a r s e s i es posible y, en su caso, colocados en un sobre, frasco o tubo de ensaye pa. ra su remisión al l a b o r a t o r i o en que se procesaran. 39 Por supuesto que deberán también rjaotarse l o s d a t o s que a l a r a a tenga grabados t a l e s como l a marca, c a l i b r e , m a t r í c u l a , serie, etc. Una ves e s t u d i u d a en su e x t e r i o r , e l arma deberá s e r descarga da ( s i no l o e s t a b a ya) t e n i e n d o en mentó l a p o s i b l e e x i s t e n c i a de h u e l l a s en l o s c a r t u c h o s y c a r g a d o r e s mismos que deberán j s n e j a r s e con precauciones* s i m i l a r e s a l a s mencionadas a n t e r i o r m e n t e . Cuando e l arma va a s e r r e m i t i d a a un l a b o r a t o r i o , o f i c i n a o almaoen d e b e r á i r con l a p l e n a seguridad a 0 que no ofrece iiti^ún p e l i g r o a l no l l e v a r en su i n t e r i o r ( p a r t i c u l a r m e n t e en l a r e c á mara) c a r t u c h o a l g u n o . Si se t r a t a de un r e v ó l v e r , l o s c a r t u c h o s y c u q u i l l o s deber á n d c T c r i b i r s e en su d i s p o s i c i ó n y e x a c t a p o s i c i ó n ilol c i l i n d r o no n»viendo a é s t e s i n o h a s t a que e s t á en moñón d e l experto el estudio final y detallado. Obviamonte deberán c o n s i g n a r s e l o s d a t o s que pudieran o a r n c t e r i z a r a un a m a , t a l e s como catado de c o n s e r v a c i ó n , c o l o r a c i ó n por p i n t u r a , cromado o pavonado, m a t e r i a l y dibujo de p l a c a s en l a cacha, i n i c i a l o s , etc. Finalmente es recomendable r e d a c t a r un informe de Ion pauon eme se s i g u i e r o n en e l e s t u d i o d e l urm.i, l a s n o s i b l ' . j com-Lunionos que se o b t u v i e r o n y l o s d a t o s de I d e n t i f i c a c i ó n jicruonnl í a quien actuó en l a i n v e s t i g a c i ó n . LOS CASQUILLOS La p r e s e n c i a de c a s q u i l l o s a d q u i e r e su máxima importancia — cuando e l arma h a d e s a p a r e c i d o , s e a porque e l a t a c a n t e l a l l e v ó c o n s i g o , o porque fue o c u l t a d a o robada por una t e r c e r a p e r s o n a . 40 2n todos los casos, s i n embargo, a l encontrarlos deberá hacer ee un cuidadoso r e g i s t r o de BU colocación y número u t i l i a a n d o , «1 igual que con e l armu, l a f o t o g r a f í a , e l diagrama y l a d e s cripción con mediciones y d e t a l l e s r e l a t i v o s . De BU situación pueden deducirse datos ton ú t i l e s como l a r e lativa colocación de víctima y v i c t i m a r i o , d i r e c c i ó n en que se hiao el diaparo y orientación del arma. Al estudiar el casquillo propiamente se anotaran sus dimensic_ nes y grabados (marca, o a l i b r e , año, e t c . ) y l a s marcas dejadas por el accionar del arma. A diferencia de lo dicho para l a toma de un <\rma, e l casquillo sí puede ser tomado introduciéndolo un p a l i l l o o c e r i l l o en su cavidad. Con ello se l o g r a r í a preserv ir l a posible e x i s t e n c i a de huellas d i g i t a l e s . Levantando así no l e introduce en un sobre para remitirlo al l a b o r a t o r i o . Es bien sabido que e l casquillo correspondiente a cartuchos para revólver es c i l i n d r i c o h a s t a l a base que t i e n e un reborde — terminal a diferencia del u t i l i z a d o en armas automáticas que pre senta un surco para su extracción. Obvio en que e s t a c a r a c t e r í s tica deberá hacerse constar. Las marcas dejadas por el e x t r a c t o r penaiten determinar e l t i p o o marca de ellas se añaden las que pudieran dejar dando asi una mayor probabilidad en e l son t.in p a r t i c u l a r e s que la pistóla utilizada, n l a recámara y el eyector dictamen. Es muy c a r a c t e r í s t i c o también que e l impacto del percutor d e je una depresión que por su colocación ( c e n t r a l o p e r i f é r i c a ) y forma y dimensiones constituye un muy ú t i l contribuyente a l a 1dentificación. 41 Por ningún a c t i v o deberá i n t r o d u c i r s e e l c a s q u i l l o problema en l a recámara de un t r u pues é s t a podría a l t e r a r l a s anrcas o riginales y añadir o t r a s que e s t a b l e c e r í a n una gran c o n f u s i ó n y basta l a imposibilidad de h a c e r un buen p e r i t a j e . Bl s e t a l de que e s t á hecho e l c a s q u i l l o ( c o b r e , l a t ó n , acero, níquel, e t o . ) es un elemento de j u i c i o más que b i e n v a l e l a pena tener en cuenta. Por ultimo mencionaremos, con r e s e r v a s por s u s v a r i a b l e s , las posibles marcas que produce en l o s c a s q u i l l o s e l rooe a l i n t r o d u clrlaa al cargador. Cuando e x i s t e n y son c o n s t a n t e s t i e n e n un — gran valor; pero su a u s e n c i a no e s d e t e r m i n a n t e . LOS PEOTBCTILES Al igual que con l a s armes y l o s c a s q u i l l o s , l o s proyectiles hallados en l a escena d e l d e l i t o deberán s e r d e s c r i t o s respecto a su s i t u a c i ó n y d i s t a n c i a s r e l a t i v a s a l o s componentes ambienta l e s y l a víctima. Se debe proceder con m e t i c u l o s i d a d en BU r e c o l e c c i ó n y embala je para no a l t e r a r l a s h u e l l a s que l e produjo su paso por e l c a ñón del arma. Cada p r o y e c t i l se c o l o c a r á en un sobre i n d i v i d u a l numerado progresivamente. Los p r o y e c t i l e s impactados en e l e s p e s o r de madera o una p a red no deberán e x t r a e r s e con desarmadores o n a v a j a s y s e r á mejor fragmentar e l material a su a l r e d e d o r o de plano e n v i a r l o en b l £ que al laboratorio que dispondrá de mejores r e c u r s o s para su e x tracción s i n a l t e r a r l o . Si e l p r o y e c t i l se encuentra fragmentado deberán c o l o c a r s e — i-Sualmente todas l a s porciones pues alguna o algunas de e l l a s — pueden ser ú t i l e s para l o s e s t u d i o s de comparación; además oue - 42 la sujia de sus pesos p a r c i a l e s pueden dar indicaciones respecto a calibre y composición. La descripción del p r o y e c t i l deberá n a cer constar su forma y dimensiones, e l m a t e r i a l que l o c o n s t i t u ye, si está encamisado o t i e n e una capa envolvente, s i preaenta deformaciones o mutilaciones. Desde luego la parte c a p i t a l del eBtudio de l o s p r o y e c t i l e s ea la concerniente a l a s marcas que deja en e l l o s e l rayado d e l cañón del arma, en l a que se toman en cuenta e l numero, anchura y profundidad de la3 entrantes y s a l i e n t e s ( l a 3 que corresponden a los campos y surcos del rayado) a s í como l a d i r e c c i ó n en que se observa la espiral del mismo (hacia l a derecha o h a c i a l n i z quierda). Este eotudio requiere l a u t i l i z a c i ó n de microscopios comparativos y una gran experiencia, por lo que de hecho queda reservado a los peritos en b a l í s t i c a . Nunca deberá intentarse i n t r o d u c i r e l p r o y e c t i l que se t i e n e en investigación dentro del cañón de un arma pues t a l maniobra «edificaría seriamente l a s impresiones mencionadas. Los defectos o picaduras del cañón d e l arma imprimen también eu huella en el proyectil y cuando e x i s t e n permiten una buena ca racterización. 43 CASUÍSTICA DE DEL LESIONADOS FUEGO, PERIODO HOSTTTAL POR G:.Í..:RAL PROYECTILES 1979 44 a 1994. ¡>E DE VJRACRU7. ARMA DE LESIONADOS POR PROYECTILES DE ARMA DE FUEGO EH EL HOSPITAL CBKERAL DE VERACRUZ, POR SEXO T EDAD PERIODO 1 9 7 9 - G-upo deJEdad 1984. Femenino Masculino Total 1 1 2 años 7 O 7 15 _ 44 años 224 11 235 45 _ 64 años 23 2 25 2 O 2 257 14 271 ~~Q~_ 4 afioe 5-14 65 y aáa TOTAL yuSOTE: Archivo C l í n i c o d e l H o s p i t a l G e n e r a l do V e r a c r u z . Cuadro Ko. 1. LESlOKES POR PROYECTILES DX AIUA DE FUEGO EN EL HOSPITAL GEXJSRAL DE VERACRUZ SEGUÍ» RAÜA DE ACTIVIDAD PERIODO 1979 N o . de Casos Raaa de A c t i v i d a d 150 Campesino Estudiante 30 Taxista 17 Aiaa de Casa 13 5 Policia3 56 Otras Total FUENTE: Archivo C l í n i c o d e l H o s p i t a l Cuadro No. 2 . 45 271 General de Veracruz. 1984, LESIONES POR PROISCTIL DE AMA DE FUEGO EN KL HOSPITAL «BUft [sitio DE VSHACRUZ SEGU* SITIO ANATÓMICO PERIODO 1 1 7 9 - 1 9 8 4 , No. d e Caaos Anatómico 38 76 56 11 77 13 Total 271 FU2NT2: Archivo C l í n i c o d e l H o s p i t a l G e n e r a l do V e r o o n w . Cuadro No. 3 - ir. CoMCL J A I Q U E S En conclusión, l a s heridas por p r o y e c t i l e s de arma de fuego ocupan un lugar preponderante como causa e t i o l ó g i c a de l e s i o n e s , f a c t o r importante de morbilidad y mortalidad cuya g é n e s i s criminológica t i e n e m ú l t i p l e s motivos interviniendo de manera destaca, da e l alcoholirmo, l a ignorancia y l a i d i o s i n c r a c i a do nuestro pueblo, a s i podemos observar en l a c a s u í s t i c a obtenida del arcnl vo del Hospital General de Veraerus, que ou ol periodo estudiado de 1979 a 1984 e x i s t i e r o n 271 l e s i o n a d o s por p r o y e c t i l e s de arma de araia >e fuego, recayendo en e l grupo de edad de 15 a 44 años e l 86.69 £ de l e s i o n a d o s ( ?35 casos) explicado ñor s e r ol grupo económicamente productivo y expuesto a l r i e s g o . En cuanto a l -— sexo podemos observar que e l masculino ocupa e l 94.8 % del t o t a l (257 caaos); observar cuadro número 1. En r e l a c i ó n a t i p o de ocupación de l o s l e s i o n a d o s , e l campes!, 0.0 ocupa e l 55-35 £ d e l t o t a l , con 150 c a s o s , mostrando como e l Bodio rur.il se ve afectado por eote t i p o de hechoo a n t i s o c i a l e s interviniendo en e l l o l o s motivos ya enunciados, iín secundo l u pjar lo ocun'J-! l o s e s t u d i a n t e s con 11.07 ^ (30 namea) y en torcor lugar loo t a x i s t a s con 6.27 % (17 c a s o s ) ; obaorvar cundro miraoro 2. En cuanto a s i t i o anatómico do l a s l e s i o n e s observamos que l a s Bxtre-nidades tanto i n f e r i o r e s como superiores ocupan e l primer Lu<jar con 28.41 .< (77 c a s o s ) , s i g u i é n d o l e muy de cerca e l tórax son ?3.05 5í (76 casos) y en t e r c e r lugar e l abdomen con 20.66 4 •7 (56 c a s o s ) , noatráadottos e s t o que l a s l e s i o n e s jton de acuerdo a s a ü e r f i o i e corporal e x p u e s t a . 4* SISMOGRAFÍA l._ Artícui* 5 Curso a o a e g r á f i e o s o b r e t e s a s b a l f s t i a o s aplicados a l a ssedieina. Autor: . . Mayor 1 . 1 - Fernando Rocha í 3 i a v a r r i Revistas Bel H o s p i t a l C e n t r a l M i l i t a r ( M é l i c o ) páginas: 1-15 Fecha; •* Mayo 1 9 7 5 . 2 . - A r t í c u l o : f a s b a l l l s t i c s o í c r a n i o e e r e b r a l g u n s h o t wounáo. Autor: .» P a r M n s o n J Revista: J íseurosurfT í t a r s Volumen: 14; numero 5 ; p á g i n a s 232 - ?3? Pecha: «. O c t . 1932. 3 , - A r t í c u l o : Wouná bailistics of guashot injuries to the head ana nsek» Autor: . - Eolt SH Revista: Arch Otolaryngül Volumen; 109j nuaero 5í páginas 313 - 314 4 . - A r t í c u l o : Minina! Telocities neeeesary for perforation of — skin by air gun pelleta ana búllete. Autor: . . BiMaio VJ Revista: 3 P o r e n s i c Sci Volumen; 27 • numero 4 í p á g i n a 894 Pecha: . . O c t , 1 9 3 2 . 5.- Artículo; E x t e r n a ! o s v e l i n g o f e n t r a ñ e s « o u n d s by b a n d ^ u n a . Autor: . . Coe J I Revista: Am J P o r e n s i c Bed P a t h o l Volt, aen; Pecha: 3í numero 3 í p á g i n a s 215 - 2 1 9 . . . Sep. 1982. 49 g._ A r t í c u l o : ScyUole l e s i o n a i n gunghot wounds of t h e s k u l l and d i r e c t i o a of fire. Autor: . . Dixon DS Revista: J F o r e n s i e Sci Volumen: 27; número 3 ; p á g i n a 5 5 5 . Fecha: . . J u l , 1 9 8 2 . 7._ A r t í c u l o : fbcit keyiiole l e s i ó n and d i r o c t i o n of f i r e i n a — gunshot wound of t h e s k u l l . Autor: . . Dixon 03 Revista: J F o r e n s i e Sci Volumen: 29; numero 1; p á g i n a s 336 - 338 Fecha: . . Enero 1 9 8 4 . 8 . - / j r t í c u l o : Shored £unshot wound of e x i t . A phenoaenon w i t b — identity crisis. Autor: . . A g u i l a r JC Revista: Am J F o r e n s i e V.96 P a t h o l Volumen: 4 ; número 3 ; p á g i n a s 199 - 204 Fecha: . . S e o . 19339 . - A r t í c u l o : E s t u d i o y manejo do armas de f u e ^ o , p- j y e c t l l r n y c a e q u i l l o s en caco3 m é d i c o - l e / v i l e s . Autor: , . Cor 15C j i a r i o Alva Rodríeuez Revisba: r¡ai".ídad M i l i t a r (Líóxico) Volumen: 36; número 3 ; p á g i n a s 79 - 8 1 Pecha: . . Mayo - J u n i o 1932. 1 0 . - A r t í c u l o : A t y p i c a l gunahot wounda of e n t r a n o e : an e m p i r i c a l study. Autor: . . 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