01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 9 LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL Jose Antonio Gonzalo Angulo * Universidad de Alcalá SUMARIO 1.- INTRODUCCIÓN 2.- PLANTEAMIENTO 3.- RECOMENDACIONES DE ORDEN GENERAL 4.- RECOMENDACIONES TÉCNICAS 5.- RECOMENDACIONES INSTITUCIONALES 6.- TRANSPARENCIA CONTABLE Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 7.- RECAPITULACIÓN RESUMEN El Informe elaborado por la Comisión de Expertos nombrada por el Ministerio de Economía para considerar la situación actual de la contabilidad en España y hacer las propuestas para su mejora, ha planteado recomendaciones a diferentes niveles para la reconsideración de los diferentes componentes del sistema contable español. En esencia, la recomendación general es un acercamiento paulatino del ordenamiento contable español a las Normas Internacionales de Contabilidad del IASB, que deben ser aplicadas por los grupos cotizados desde el año 2005. La aplicación de una nueva filosofía contable tendrá efectos tanto en la valoración de los elementos de los estados financieros, en especial por la introducción del criterio del valor razonable para muchos instrumentos financieros, como en la presentación de la información y en la estructura formal de las cuentas anuales. No obstante, estos cambios son una buena ocasión para introducir ciertas modificaciones institucionales, que permitan un proceso más ágil y participativo de realizar los cambios en la normativa contable, a la vez que sigan tendiendo a la autonomía coordinada entre la fiscalidad y la contabilidad. Por lo que se refiere al buen gobierno (gobernanza) de las empresas, el Libro Blanco ofrece reflexiones y recomendaciones respecto a la transparencia informativa y a los mecanismos de refuerzo y control de la información emitida por las empresas emisoras de los valores. * El autor fue Presidente de la Comisión de Expertos para la elaboración del Informe sobre el estado de la contabilidad en España, que desarrolló sus trabajos entre marzo de 2001 y junio de 2002. Este artículo es una versión ampliada de una nota corta publicada en el Boletín AECA nº 60 (véase Gonzalo Angulo, 2002a), cuyo contenido se ha ampliado añadiendo, además, algunas consideraciones sobre el gobierno de las empresas. 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 10 “in medio, virtus” (Aristóteles) 1.- INTRODUCCIÓN La contabilidad española ha estado, desde el punto de vista histórico, condicionada por los objetivos que se marcaban para ella desde planteamientos tradicionales de protección de intereses de accionistas y acreedores, así como por el apego a las cifras históricas que le imponía su misión de elemento de rendición de cuentas de los administradores a los propietarios de las sociedades. Entre los acreedores merece especial mención la Hacienda Pública, que además se arrogaba, hasta la aparición de la Ley del Impuesto de Sociedades en vigor (1995), la regulación de los procesos de medición y valoración contable, aunque la presentación de cuentas anuales estuviese determinada por los formatos recogidos en el Plan General de Contabilidad, que hasta 1990 fueron generalmente voluntarios para las empresas, y a partir de esa fecha han sido obligatorios para las sociedades mercantiles y otros empresarios, en virtud de la adaptación de la normativa mercantil a lo previsto en las Directivas de derecho de sociedades de la Unión Europea (UE). En los términos habituales del marco conceptual (véase por ejemplo IASB, 1989, 24-38), esta concepción de la contabilidad persigue sobretodo la fiabilidad de la información, característica que está relacionada con la objetividad y la imparcialidad, y que se define señalando que la información está libre de error material, sesgo o prejuicio. Frente a estas finalidades tradicionales de la información contable, que siguen teniendo una validez incuestionable en las prácticas actuales, a la vez que son ampliamente demandadas por los interesados en las empresas, la ampliación del número y la naturaleza de los usuarios de las cifras de los estados financieros de las empresas, y en especial los que provienen del mercado de capitales (analistas bursátiles, analistas de créditos, bancos de inversión, fondos de inversión y de pensiones, etc.) ha determinado una creciente demanda de datos válidos para hacer previsiones económicas y para pronosticar el valor, cadencia y volatilidad de los flujos de tesorería, que son los elementos esenciales de las eventuales decisiones a tomar. Esta segunda concepción de la información contable persigue sobretodo la relevancia de la información, característica que se cumple cuando es útil para tomar decisiones, es decir, cuando está orlada por cualidades predictivas y confirmatorias para los usuarios. Estas demandas de información pueden no ser satisfechas, en la medida conveniente, por la aplicación de los tradicionales principios de prudencia valorativa y coste histórico, ni tampoco por las prácticas habituales de alisamiento de los beneficios empresariales, que tienden a ocluir los cambios de tendencia que los analistas van buscando a la hora de hacer sus pronósticos. Estas exigencias tienen el efecto de poner en entredicho la hegemonía de la contabilidad basada en la rendición de cuentas, así como de sus reglas y principios: así, donde la contabilidad tradicional ponga énfasis en el coste histórico, la información basada en la relevancia instará el cambio a precios de mercado (si el mercado proporciona precios fiables), y donde la contabilidad tradicional ponga énfasis en el beneficio realizado, la que persigue objetivos de utilidad invocará al beneficio total, que comprende gastos, ingresos, plusvalías y minusvalías, y no establecerá limitaciones al reparto que vayan más allá de la conservación del capital aportado. Puesto que fiabilidad y relevancia son características de las que no puede prescindir una información contable de calidad, el problema en el contexto español, al igual que en otros países europeos continentales, es buscar una senda de evolución que desemboque en una situación final donde se puedan conjugar ambas, para evitar que la información contable sea inútil a una parte importante de los usuarios. 10 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 11 En este contexto, las tendencias sobre el buen gobierno de las empresas (que aquí se va a denominar gobernanza empresarial 1) han puesto sobre todo su atención en la característica de fiabilidad de las cifras que salen de los procesos contables de las empresas, ya que intentan neutralizar la posible manipulación de las mismas por parte de los administradores responsables de su formulación. Este trabajo pretende pasar revista a las conclusiones principales del Libro Blanco para la reforma de la contabilidad en España (Ministerio de Economía, 2002), y razonar, a continuación, sobre las repercusiones que las mismas pueden suponer para la gobernanza empresarial. Para ello, tras incidir en los motivos que llevaron a la creación de una Comisión de Expertos para la redacción del Informe sobre la situación de la contabilidad en España, que contiene propuestas para la reforma, se dividen éstas a efectos de su discusión en tres apartados, que son, respectivamente, las recomendaciones de orden general, las recomendaciones técnicas y las recomendaciones institucionales. Termina el artículo con unas reflexiones sobre la reforma de la contabilidad en el seno del movimiento que tiende a una mayor transparencia económica de las sociedades cotizadas. La filosofía que impregna el trabajo es la de que la virtud está en el justo medio, y que la reacción más beneficiosa ante los retos y exigencias que plantea la evolución de la información contable es la de interiorizarlos, digerirlos y hacerlos compatibles con las viejas finalidades que venía cubriendo de forma satisfactoria. Es cierto que en este camino la información contable perderá algo de su fiabilidad para ganar mucho de relevancia, si bien el camino correcto debe pasar por discutir previamente los costes y beneficios de cada cambio, para no desequilibrar el papel que ha venido cumpliendo la información contable como mecanismo de control social y medio adecuado para dirimir intereses empresariales. 2.- PL ANTEAMIENTO El viejo aforismo recogido en la cabecera de este trabajo, que señala a la virtud como la cualidad que está en escoger un punto medio entre los extremos, puede muy bien señalar el camino a seguir cuando hay que tomar decisiones: es bueno hacer una mezcla entre los extremos representados por la tradición y la novedad, para que el avance sea mejor asimilado. Este ha sido, sin duda, el camino seguido por la Comisión de Expertos que ha elaborado el Libro Blanco sobre la reforma de la contabilidad en España, nombrada por el Ministro de Economía, cuyo informe final, elaborado tras más de un año de trabajos en los que han colaborado un centenar largo de expertos, ha sido publicado por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) en julio de 2002 con el título Informe sobre la situación actual de la contabilidad en España y líneas para su reforma. (1) El vocablo gobernanza, recogido en el Diccionario de la Real Academia Española, significa precisamente “buen gobierno”, pero hasta el momento se ha aplicado sólo al sector público. Al añadir el calificativo “empresarial”, desdeñando el barbarismo “corporativo” porque significa lo mismo y no tiene tradición en nuestro idioma, queda claro el alcance de la expresión. LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 11 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 12 Los párrafos que siguen intentan algo más importante que resumir las más de cien propuestas planteadas al Gobierno español, que pueden ser consultadas en el texto del Libro Blanco, por lo que se centran fundamentalmente en realizar una glosa de la filosofía que anima la reforma propuesta, que probablemente sea motivo de comentario y discusión, e iluminará las decisiones a tomar en el régimen de la contabilidad española durante los próximos dos años. Hay tres planos distintos de recomendaciones, que van a servir de hilo argumental a lo que sigue. En un primer plano se sitúan las recomendaciones de orden general sobre el camino a seguir en el futuro, en un segundo plano cabe hablar de las recomendaciones de orden técnico que inciden sobre la valoración y presentación de los estados financieros, y en un tercer y último plano, para completar las anteriores propuestas, será preciso hablar de las modificaciones de orden institucional, relativas los elementos que constituyen la infraestructura a partir de la cual se produce la información empresarial (marco legal, marco fiscal, órgano emisor de normas o mecanismos que aseguran el cumplimiento de las mismas). Antes de comenzar con el desarrollo pormenorizado de estos tipos de recomendaciones es preciso recordar que la estrategia de la Unión Europea (UE) para el desarrollo de la contabilidad y la información financiera de las empresas ha cambiado desde mitad de los años noventa, porque las instituciones europeas llegaron al convencimiento de que el camino seguido hasta ese momento para la armonización contable, centrado en el uso de Directivas de derecho de sociedades que los Estados miembros adoptaban, no era el camino más ágil para responder a los retos que planteaba la continua revolución de las operaciones y transacciones, ya fueran de tipo real o financiero, de las empresas, y que se necesitaban instrumentos más flexibles y capaces de evolución para enfrentarse con éxito al reflejo fiel del entorno cambiante de la actividad económica de las entidades de negocios en Europa, de forma que se pudiera conseguir la homogeneidad y la comparabilidad entre todas ellas. En la práctica, esta estrategia ya ha dado sus frutos, y el nuevo marco contable de las empresas europeas responde a un modelo dual, con todas las ventajas y, especialmente, los inconvenientes que ello supone. En el límite superior de este marco están, como punto de referencia general, los grupos cotizados en las bolsas de valores, que desde el año 2005 tendrán que utilizar las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC, si bien las aprobadas a partir de 2002 se llamarán Normas Internacionales de Información Financiera, NIIF) del International Accounting Standards Board (IASB) para elaborar y publicar su información consolidada, respetando en todo caso lo establecido en las Directivas. Los grupos no cotizados y las empresas individuales deben seguir cumpliendo las Directivas y la normativa local de cada país, aunque el Reglamento 1606/2002 2, que exige a las sociedades cotizadas la utilización de las NIC/NIIF a partir de las cuentas consolidadas que se cierren en 2005, prevé la posibilidad de que el Estado miembro les permita u obligue a aplicar las normas internacionales en lugar de las nacionales. Por último, la Unión Europea está llevando a cabo un proceso de modificación de las Directivas, para simplificarlas, por una parte, y por otra para hacerlas compatibles con las NIC/NIIF. En definitiva, las actuaciones de la Unión Europea descritas en el párrafo anterior van a producir, en todos los países miembros, el efecto de introducir un único sistema contable uniforme y basado en (2) Se trata del Reglamento (CE) n° 1606/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de julio de 2002, relativo a la aplicación de normas internacionales de contabilidad, publicado en el Diario Oficial n° L 243 de 11/09/2002 p. 0001 – 0004 y disponible en Internet: [http://europa.eu.int/comm/internal_market/en/company/account/official/directives/index.htm] 12 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 13 unas normas conocidas y respetadas (las NIC/NIIF), obligatorio al menos para las cuentas consolidadas de los grupos cotizados. Estas normas están, en buena medida, fuera del control de la propia UE y de los Estados miembros, y van a evolucionar de una forma más ágil que las Directivas o los instrumentos normalizadores de cada uno de los países. En efecto, en el Reglamento se prevén mecanismos de aceptación y sanción formal de las NIC/NIIF en la Unión Europea, que son el European Financial Reporting Advisory Group (EFRAG), conformado por representantes de asociaciones y grupos de carácter privado, cuya misión es emitir informes sobre la aceptabilidad de las NIC/NIIF, y el Comité de Reglamentación Contable (CRC), que está formado por representantes de los gobiernos de los Estados miembros, y tiene la misión de aprobar en último término las Normas para incorporarlas al derecho europeo y proceder a su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (véase Ortega, 2002). No obstante, el organismo más activo, que hasta el momento es el EFRAG, no está desarrollando una labor de filtrado de las NIC/NIIF emitidas, sino que está centrando su actividad en influir en el IASB para determinar positivamente el contenido de las Normas futuras, a partir de comentarios, estudios y creación de opinión respecto a los principales temas planteados como objeto de la regulación, de manera que se ha transformado en un grupo de presión detrás del cual están las instituciones, empresas y organismos involucrados en la elaboración, auditoría y uso de la información contable en la UE. La aparición de las NIC/NIIF en los distintos países, y su uso obligatorio por parte de las empresas más importantes, puesto que serán grupos cotizados en bolsa, creará un estado de tensión al enfrentarse con la regulación contable existente en los mismos para el resto de las empresas. De esta tensión pueden nacer, dependiendo de la voluntad de los gobiernos, iniciativas de acercamiento de la normalización contable interna a los modelos de medición, valoración y presentación contenidos en las Normas internacionales, que consigan lo que no se ha logrado en casi tres décadas de existencia de las Directivas contables, cuerpos legales que han dado como resultado un acercamiento más formal que material a la harmonización europea. Pero por otra parte, las NIC/NIIF, al ser aplicables a los grupos cotizados, tienen un papel muy importante que desempeñar en la consecución de los objetivos de la gobernanza empresarial, ya que contienen disposiciones de elaboración e informaciones que pueden condicionar el proceso de elaboración, de auditoría y de refuerzo y control del cumplimiento. Estas dimensiones se abordarán con más detalle en el apartado 6 del presente artículo, una vez se haya hecho la exposición sistemática de las propuestas del Libro Blanco, en los apartados 3 (recomendaciones generales), 4 (recomendaciones técnicas) y 5 (recomendaciones institucionales). 3.- RECOMENDACIONES DE ORDEN GENERAL La tarea de la Comisión de Expertos para la reforma de la contabilidad en España se centró en elaborar y discutir, considerando la estrategia europea descrita anteriormente, unas recomendaciones de orden general sobre el camino a seguir por las autoridades españolas en respuesta a la estrategia de la UE. En esencia, las recomendaciones generales consisten en extender la obligación de usar las NIC/NIIF a todos los grupos españoles, coticen o no, para preservar la comparabilidad de la información financiera consolidada de todas las empresas que la deben elaborar y presentar (véase Álvarez M elcón, LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 13 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 14 2002), mientras que las cuentas anuales individuales de las sociedades y resto de las entidades obligadas a presentarlas seguirán rigiéndose por el Plan General de Contabilidad, que habrá de ser debidamente modificado para incorporar la misma filosofía y conjunto de soluciones que animan las NIC/NIIF. La razón última de estas recomendaciones generales es asumir, con el menor coste posible en términos de elaboración y comprensión de la información, la existencia de hecho de dos modelos contables diferentes (que se podrían denominar, para abreviar, NIC/NIIF y PGC), que estarán vigentes cuando sea obligatoria la aplicación del Reglamento europeo citado. Si los grupos han de utilizar el mismo modelo contable, su información será comparable, y si el resto de las empresas utilizan un PGC que está lo más cerca posible de las soluciones internacionales, las escasas diferencias que puedan quedar no harán que se genere una esquizofrenia entre los profesionales que deben preparar, auditar o interpretar la información financiera de las empresas. Por otra parte, y en lo que se refiere a la información a presentar por las empresas, la recomendación general consiste en distinguir, junto con los formatos normal y abreviado que ahora están vigentes, otros dos que enriquecen las posibilidades y afectan, respectivamente, a las empresas cotizadas en bolsa (desgloses adicionales) y a las empresas pequeñas (formatos simplificados). En lo que se refiere éstas últimas empresas, la simplificación debe extenderse también a los registros contables obligatorios, e incluso se podría contemplar la posibilidad de que ciertos criterios valorativos, especialmente complejos, puedan ser obviados para hacer más fácil tanto la llevanza de los libros como la presentación de la información contable. Muy resumidamente, el objetivo fundamental es que se siga produciendo una cierta coherencia en la elaboración y publicación de la información contable por las empresas españolas, de forma que los grupos informen utilizando las mismas normas, ya coticen o no, mientras que el resto de las empresas puedan utilizar un PGC, debidamente revisado, que sea compatible con las NIIF. Con esta propuesta se intenta minimizar el efecto que puede tener, en el panorama financiero español, la introducción de un modelo extraño al mismo, mediante una estrategia de internalización de sus principales características, lo que pondrá al sistema contable español en línea de seguir la evolución de la normativa internacional, que desde ahora en adelante será una referencia obligada de todos los cambios que se vayan a producir tanto en España como en el resto de los países afectados. 4.- RECOMENDACIONES TÉCNICAS Probablemente la recomendación de orden técnico más importante es la de emprender una reforma del PGC que recoja la totalidad de los temas abordados por las Normas Internacionales de Contabilidad que no están desarrollados en el mismo, y que se prevea un mecanismo para trasladar a la normativa española las nuevas normas o las modificaciones que puedan aparecer en el futuro. Esto no quiere decir que se “copien” las soluciones adoptadas por el IASB, sino que se haga un esfuerzo para adaptar las normas a la realidad económica española, regulando adicionalmente las situaciones especiales que se puedan 14 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 15 presentar a las empresas españolas, escogiendo alguna de las opciones que contienen y prohibiendo otras (la recomendación es dejar una sola opción, si es posible, para resolver cada problema), completando el contenido de las NIC/NIIF o definiendo con más detalle alguno de los procedimientos que contienen. La adopción de las NIC/NIIF presentará, sin duda, importantes problemas, porque la filosofía que las inspira, basada en la utilidad para los usuarios y en un enfoque prospectivo, choca con la tradición española de prudencia, protección de los acreedores, información a los accionistas y precaución hacia el reparto de resultados no realizados. El equilibrio del órgano español emisor de normas, y del legislador en primera instancia, estará en poder conjugar adecuadamente las principales características de ambos enfoques. No todos los expertos están de acuerdo en la posibilidad de conjugar de una manera válida las dos filosofías enfrentadas, y por ello han surgido voces autorizadas que dudan sobre la conveniencia de algunas de las recomendaciones propuestas. El principal, pero no el único, de los disidentes es sin duda J.L Cea García (2002), quien ha documentado y razonado la posición crítica que mantiene sobre algunos aspectos de la reforma propuesta. No obstante, puede haber también algunos problemas técnicos en ciertos temas difíciles de asumir por las empresas, como la introducción del valor razonable para los instrumentos financieros, o por parte de los que interpretan la información, como la práctica desaparición de los resultados extraordinarios. En otro tipo de problemas, la labor de la Comisión en pro de las soluciones IASB será bien comprendida por profesionales y empresas, como por ejemplo la introducción de un marco conceptual para la información financiera que sustituya y complete los principios contables actuales, o en otro orden de cosas la reducción de los formatos de balance y cuenta de pérdidas y ganancias, mediante el envío de ciertos desgloses a las notas y la reformulación de los mismos (por ejemplo, se ha recomendado el formato de estado para la presentación de resultados, utilizando la opción de gastos por naturaleza que ofrece la Cuarta Directiva). Por último, en línea con las NIC/NIIF, se recomienda introducir un estado de cambios en el patrimonio neto, para todas las empresas, y un estado de flujos de tesorería, obligatorio para las empresas que presentan ahora el cuadro de financiación, que lógicamente desaparecería. La Comisión de Expertos también ha tratado en el Libro Blanco algunos documentos de información financiera y no financiera no recogidos en las NIC/NIIF, realizando algunas recomendaciones sobre su normalización, sin requerir que tales elementos informativos sean obligatorios de presentar por las empresas. Es el caso de la información social, los índices o ratios financieros y la información sobre intangibles y capital intelectual. También se realizan consideraciones críticas sobre el estado actual de la información que contiene el informe de gestión, sobre el que se recomienda su mejora para que represente una declaración comprometida de la estrategia y la política general de la empresa, y sobre la difusión de la información financiera por Internet, donde la recomendación es regular las prácticas actuales para velar por la integridad y fidelidad de la misma. En lo que se refiere a las empresas cotizadas en bolsa, la recomendación es, como se ha anticipado, la regulación más detallada de los desgloses informativos, en las materias donde la gestión empresarial puede ser más sensible y la información más vital para los usuarios, como por ejemplo la información detallada de riesgos, el gobierno corporativo, la información segmentada, la información intermedia o las cifras que componen la información prospectiva que emiten este tipo de empresas. LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 15 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 16 En ningún caso, como se ve, las propuestas constituyen novedades crudas, sino que pueden interpretarse como una evolución lógica de una situación que, por determinados motivos, se ha quedado estancada porque se han vuelto obsoletas las normas que, hace unos años, acertaron a regular la mayor parte de las situaciones y operaciones de las empresas, pero que no han tenido continuidad en el tiempo para seguir regulando los cambios en tales situaciones, de manera que más que volverlas a regular para parar el proceso hasta dentro de otros tantos años, lo interesante es montar los mecanismos para que la regulación fluya al mismo ritmo que se producen los cambios y, si fuera posible, anticipándose a ellos. 5.- RECOMENDACIONES INSTITUCIONALES Las recomendaciones anteriores podrían ser una gavilla de consejos bienintencionados pero hueros, como las normas que, eventualmente, los puedan poner en práctica, si no fueran acompañados de un conjunto de reformas de tipo institucional que completaran la visión que se tiene del sistema contable como vertebración de normas e instituciones que las producen, interpretan y refuerzan su cumplimiento. En este punto cabe hablar de cuatro importantes extremos, todos ellos relacionados con las instituciones contables, que si bien tienen una proyección legal, este aspecto no es ni el único ni el más importante que se ha querido cubrir con las recomendaciones de la Comisión, la cual más bien ha querido buscar el equilibrio y la participación en los procesos de emisión de normas y control efectivo del cumplimiento de las mismas: un solo órgano emisor de normas contables, un conjunto de mecanismos de refuerzo, ciertos cambios para situar en el lugar que le corresponde a cada tipo de norma contable y una solución para preservar la independencia y coordinación entre la contabilidad y la fiscalidad. En lo que se refiere a la existencia de un órgano único emisor de normas contables en España, en el que se coordinen, bajo la dirección del ICAC, los otros tres que en estos momentos tienen competencias contables por razón de su misión supervisora en el sector financiero, la unión solventaría los problemas de coherencia, si bien, por la especialidad de la labor de los supervisores, éstos tendrían un papel preponderante en la emisión de normas que afectaran a los sectores financieros sobre los que ejercen la supervisión prudencial. Por lo demás, el órgano emisor estaría compuesto por una docena de miembros, la mitad representantes del sector público y la otra mitad expertos nombrados a título individual, y estaría presidido por quien fuera Presidente del ICAC. Asimismo, se instituye un comité consultivo de amplia base representativa entre los grupos interesados en la información contable, y se prevé en las recomendaciones el establecimiento de grupos de trabajo, entre los que destacan algunos que tendrían carácter permanente (por ejemplo para emisión de interpretaciones o para comentar las normas de carácter internacional emanadas de la UE, del IASB, etc.). La Comisión de Expertos ha sido consciente de que esta propuesta, que supone una renuncia por parte de determinados organismos públicos a regular la contabilidad, en aras a conseguir una coordinación de los esfuerzos de normalización, es muy difícil de aplicar en la práctica, y su puesta en funcionamiento sólo puede hacerse con una decisión política que obligue a los cuatro organismos emisores de normas 16 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 17 de carácter público actual (ICAC, Banco de España, Dirección General de Seguros y Comisión Nacional del Mercado de Valores) a constituir un solo órgano emisor, con lo que perderían autonomía, pero el sistema ganaría en coherencia y fuerza, evitando las tentaciones de los regulados de ejercer una especie de “arbitraje” entre las normas, de manera que escogen en cada momento la que mejor hace a sus propósitos, con lo que la regulación pública múltiple puede convertirse en una especie de menú para que los administrados escojan la norma más favorable, de manera que la presunta autonomía de los organismos gubernamentales se convierta de hecho en la fuente legitimadora del libertinaje en la emisión de información contable (véase en detalle la posición de la Comisión de Expertos, según la expone Martínez Churiaque, 2002). También en esta recomendación se ha tratado de encontrar la virtud en el justo medio, lo que, en este caso, supone proponer una única institución emisora de normas donde puedan colaborar tanto los diferentes organismos públicos como la iniciativa privada (no hay que olvidar el papel que la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas ha desempeñado en las dos últimas décadas en la emisión de normas de aplicación voluntaria por parte de las empresas), al objeto de reforzar la legitimidad de las normas, su autoridad y garantizar la ausencia de conflictos entre los propios administradores públicos. La emisión de normas ha de ser un proceso con un nivel de efectividad alto, lo que viene garantizado por la existencia de instituciones de refuerzo y control del cumplimiento, algunas de las cuales (depósito de cuentas, auditoría obligatoria, etc.) ya se han puesto en funcionamiento de manera satisfactoria, si bien puede mejorarse su funcionamiento en cuanto al diseño de procedimientos de control de calidad. Faltan ciertas instituciones que tienen el mismo cometido, y a proponerlas dedicó sus trabajos la Comisión de Expertos. En tal sentido cabe citar la recomendación de instaurar un órgano de control del cumplimiento de las normas por parte de la CNMV, para vigilancia de la información financiera de empresas cotizadas o la ampliación de la labor de las Cortes de Arbitraje, como instituciones de jurisdicción voluntaria, a la solución de problemas derivados de la información contable. En definitiva, los esfuerzos que se hagan por reforzar el cumplimiento de las normas contables redundarán en el prestigio de las propias normas contables, y contribuirán a la credibilidad de la información emanada de las propias empresas. En lo que se refiere a la normativa mercantil, la recomendación de la Comisión de Expertos es la de guardar una relación proporcional entre el nivel de la norma que la contenga y su grado de detalle. Así, en el Código de Comercio deberían estar los principios básicos que regulan los registros, la contabilidad y la información contable de todas las empresas. En las Leyes de Sociedades se debería consagrar el derecho y el deber de informar, así como establecer las instituciones de control de la información, si bien el detalle de las reglas de contabilización y los formatos de las cuentas anuales deberían reservarse al PGC y a las disposiciones de desarrollo, incluidos los planes sectoriales, que pueden hacerse evolucionar de una manera más ágil que las leyes, y permiten acomodar de forma más rápida y cómoda las normas a las situaciones empresariales cambiantes. Por último, la Comisión de Expertos ha emitido, en lo que se refiere a la relación entre contabilidad y fiscalidad, tres recomendaciones básicas que se desarrollan extensamente en el Libro Blanco. La primera se refiere a la conveniencia de que el beneficio contable y otras magnitudes contenidas en los registros LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 17 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 18 contables puedan seguir sirviendo como punto de partida para la determinación de bases imponibles, con lo que se mantendría el equilibrio que se tiene en estos momentos para los dos impuestos más importantes que regulan la vida empresarial (IVA e impuesto sobre sociedades), para lo cual las normas contables tienen que venir establecidas por disposiciones legales. La segunda se refiere a la contabilidad del efecto impositivo, donde la Comisión estimó que el sistema de medición y registro basado en la cuenta de resultados puede seguir siendo suficiente para el reflejo de activos y pasivos por impuestos, pero debe completarse con algunas normas adicionales para reflejar las situaciones de impuestos latentes derivadas de la diferencia de valores contables y bases fiscales en el balance de situación. La tercera recomendación, también de sentido común, es que la reforma contable se haga, desde el punto de vista fiscal, con una política de no aumentar la presión fiscal de las empresas, lo que podría suceder si se someten a tributación determinadas operaciones de reflejo del cambio de valor de activos y pasivos antes de que estén realizadas vía liquidación de los citados elementos (véase a este respecto el trabajo de Corona Romero, 2002). 6.- TRANSPARENCIA CONTABLE Y GOBERNANZA EMPRESARIAL Si la nueva estrategia contable de la UE va a repercutir principalmente en la información consolidada de las empresas cotizadas en bolsas de valores, y la gobernanza es un conjunto de mecanismos a través de los cuales ciertos grupos interesados en tales empresas protegen sus rentas y su capacidad de ejercicio del poder (véase Salas, 2002, 15), la información de las empresas se constituye como un instrumento privilegiado de conocimiento e información para la toma de decisiones y el control de la actuación de las sociedades. En lo referente a la emisión y control de la información financiera, los instrumentos de la gobernanza empresarial se han concentrado en torno a tres pilares fundamentales (véase una exposición más detallada en Gonzalo, 2002b): • Pilar 1: control interno del riesgo de información financiera fraudulenta, centrado en el control de la elaboración de la información y su emisión al exterior de la sociedad. En este cometido juega un papel fundamental el Comité de Auditoría (obligatorio para las sociedades cotizadas en bolsas españolas, a tenor del art. 49 de la Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del Sistema Financiero – Ley Financiera), cuyas misiones son la supervisión del control interno, la propuesta de nombramiento del auditor y el conocimiento de los problemas que éste haya tenido al desarrollar la auditoría, además de la información a los propietarios sobre las cuestiones contables que se susciten en la junta de accionistas. • Pilar 2: auditoría externa, centrado principalmente en asegurar el necesario grado de independencia del emisor del informe de auditoría, así como que su actuación está regida por el rigor, de forma que se constituye en un verdadero guardián de la integridad y suficiencia de la información para los 18 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 19 usuarios, más que en un mero comprobador de ciertos requisitos exigidos por la legislación y las normas contables aplicables. La Ley Financiera citada ha modificado la Ley de Auditoría de 1988, en el sentido marcado por las recomendaciones de la Comisión de la Unión Europea 3, para preservar la independencia, lo que implica, entre otras cosas, la imposibilidad de llevar a cabo servicios relacionados, la rotación del socio de auditoría en las empresas de cierta dimensión y la imposición de un nuevo sistema de sanciones. • Pilar 3: disciplina de mercado, lo que implica que la información empresarial tiene que someterse a los usuarios en el mercado, los cuales evaluarán su calidad y tomarán las decisiones correspondientes. Para ayudar a realzar esta calidad pueden diseñarse mecanismos de refuerzo y control del cumplimiento, que actúan a posteriori, una vez que la información es pública. Los mecanismos más habituales son los de revisión de la información por parte de las comisiones de valores o agencias gubernativas que hagan tal función, la revisión por parte de órganos independientes de expertos y el sometimiento de los conflictos que puedan surgir, y estén basados en problemas contables, a la jurisdicción voluntaria que puede venir representada por árbitros previamente designados o Cortes de Arbitraje reconocidas. A tenor de lo expuesto en los anteriores apartados de este trabajo, la referencia normativa en cuanto a la formulación e interpretación de los estados financieros consolidados de las sociedades cotizadas (la práctica totalidad de las sociedades cotizadas españolas debe presentarlos, debidamente auditados, al registro de auditorías de la Comisión Nacional del Mercado de Valores), será únicamente el conjunto de NIC/NIIF a partir del año 2005, con lo que el regulador se encontrará en una situación donde tiene que vigilar el cumplimiento de normas que no elabora él, ni ningún otro órgano público de ámbito español. Este hecho aporta una importante novedad, que fue tenida en cuenta por la Comisión de Expertos a la hora de formular sus recomendaciones en el Libro Blanco. Para sistematizar el tratamiento que la Comisión de Expertos ha dado a problemas relativos a la gobernanza empresarial, pueden separarse los problemas de información específica de empresas cotizadas en bolsa de los relativos al refuerzo y control del cumplimiento. Por lo que afecta a la cantidad y calidad de la información, a su vez, es preciso distinguir entre las cuentas individuales y las cuentas consolidadas, aunque las principales recomendaciones son comunes a unas y otras. En concreto, la Comisión de Expertos señaló el problema de las exigencias informativas de las sociedades cotizadas en las bolsas españolas, que no suministran al mercado, porque no está contemplado hasta el momento en la Ley del Mercado de Valores, información distinta de las no cotizadas de igual dimensión. La información exigida por la CNMV concerniente a la estructura de la propiedad y a los (3) Se trata de la Recomendación de la Comisión, de 16 de mayo de 2002, sobre independencia de los auditores de cuentas en la UE: Principios fundamentales, (20022/590/CE), Diario Oficial n° L 191 de 19/07/2002, en las páginas 22 a 57. Está disponible en Internet, en la siguiente dirección: [http://europa.eu.int/comm/internal_market/en/company/audit/official/index.htm]. LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 19 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 20 hechos significativos no sustituye a una información mucho más detallada, que es norma en buena parte de las regulaciones bursátiles de los países desarrollados. Entre las carencias más importantes destacan: • La información segmentada (obligatoria al aplicar las NIC/NIIF). información sobre partes vinculadas y operaciones con las mismas (parcialmente obligatoria en las NIC/NIIF). • Regulación de la información intermedia (contemplada en las NIC/NIIF). • La información sobre riesgos (parcialmente obligatoria en las NIC/NIIF). • Información específica sobre gestión financiera y endeudamiento. • Regulación (o prohibición) de la información pro-forma y no-oficial. • Reglas sobre emisión y corrección de la información prospectiva. • Información sobre cumplimiento de reglas de la gobernanza empresarial. • La Con independencia de lo anterior, la Comisión de Expertos señaló graves deficiencias en la concepción y elaboración del informe de gestión, documento que debe servir para informar de las principales líneas estratégicas de la gestión, sin el cual no tiene sentido ninguna rendición de cuentas, y que debe superar el estadio actual de “informe sobre análisis de la gestión efectuada”, ya que en muchas ocasiones es un comentario de lo evidente, plagado de cifras contables y ratios elementales, de los que el lector saca pocas evidencias que no tuviera ya en las propias cuentas anuales. Así pues, la idea que la Comisión de Expertos trató de difundir a través de las páginas de su Informe es la insuficiencia de la información financiera de las empresas cotizadas en bolsa, lo que le llevó a plantear mayores desgloses informativos para que se pudiera asegurar la transparencia necesaria de las sociedades en los mercados. En lo que se refiere al refuerzo y control del cumplimiento de la normativa contable, todos los países de la UE se enfrentan al mismo problema señalado al comienzo de este apartado, es decir, a la supervisión del cumplimiento de la normativa emanada del IASB, y posteriormente sancionada como regulación contable interna por la Comisión, relativa a la presentación de cuentas consolidadas de los grupos cotizados. Es lógico que todos los países, a través del Committee on European Securities Regulators (CERS) de la Unión Europea, comité creado para asesorar en la aplicación del Plan de Acción de Servicios Financieros de la UE y coordinar las actuaciones de los Estados miembros dentro del mismo, se vean obligados a coordinar sus esfuerzos para poder enfrentarse en el 2005 a los problemas que supone hacer frente a una información elaborada con criterios distintos a los manejados en cada país, pero únicos para todos los Estados miembros. Por ello, el Libro Blanco contiene, en el capítulo dedicado a los mecanismos de refuerzo y control del cumplimiento de la normativa contable, un apartado especial dedicado al control institucional de los estados financieros públicos de entidades cotizadas, donde se recomienda que se establezca un procedimiento de revisión de la información consolidada de carácter público, emitida por las sociedades cotizadas. Si bien no se recomienda ninguna forma especial para este órgano de supervisión, ni se 20 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 21 desarrolla su composición y cometido específico, es evidente que está llamado a jugar un papel muy importante en la correcta aplicación de las NIC/NIIF. Los medios por los que cumplir sus cometidos, sugeridos en el propio Libro Blanco, pueden ir desde la reconvención a las sociedades en caso de incumplimiento o de interpretación incorrecta de las Normas internacionales, hasta la incoación de expedientes y la sanción correspondiente. No obstante, la Comisión de Expertos fue unánime al entender que el procedimiento más conveniente debería consistir en: 1) tras identificar el incumplimiento (por inspección sistemática o a instancia de parte), 2) solicitar a la sociedad implicada la reelaboración de las cifras contables con arreglo a los criterios correctos, para que sean difundidas posteriormente en aras del general conocimiento, o bien 3) publicar, también para general conocimiento, el hecho del incumplimiento siempre que la sociedad se hubiese negado a la reelaboración de las cifras. En definitiva, el papel que está destinado a cumplir el regulador bursátil, en el refuerzo y control del cumplimiento, es esencial, y este papel no es exclusivo de ningún país, sino una responsabilidad de todos los organismos similares de la UE, tanto más importante cuanta mayor integración se vaya produciendo en los mercados de capitales. La gobernanza empresarial, por otra parte, cumple también una misión de ariete o adelantado en lo que se refiere a las instituciones que, tarde o temprano, van a poder ser aplicadas al resto de las empresas, por lo que alguna de las instituciones que se han descrito tienen importancia por su posibilidad de ser implantadas en las propias empresas no cotizadas, siempre que den el resultado apetecido en cuanto a los resultados de las entidades cotizadas en los mercados. 7.- RECAPITUL ACIÓN La reforma sugerida por la Comisión de Expertos que ha elaborado el Libro Blanco parte de la tradición contable, y pretende conservar todos aquellos elementos del sistema contable español cuya eficacia se ha demostrado con el tiempo. Pero además intenta hacer recomendaciones para que el propio sistema evolucione, aprovechando la circunstancia de que la estrategia contable de la UE obligará a las empresas cotizadas a utilizar las NIC/NIIF a partir de 2005 para presentar su información consolidada. De esta forma, en las recomendaciones de orden general, a la vez que se aconseja que todos los grupos utilicen las mismas NIC/NIIF para formular y publicar sus cuentas, se recomienda una modificación profunda del PGC, para que recoja todas las novedades técnicas del cuerpo normativo emitido por el IASB, incluyendo su marco conceptual, para utilizarlo en las empresas individuales. En el orden técnico, la asunción de la filosofía de las normas IASB puede hacer mejorar la calidad de la información presentada por las empresas españolas, pero la Comisión ha considerado que también LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DE LA CONTABILIDAD EN ESPAÑA Y GOBERNANZA EMPRESARIAL 21 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 22 es preciso diferenciar más entre grado de relevancia de la empresa e información a facilitar por la misma. De esta forma, las empresas cotizadas tendrán que desglosar más información, mientras que las empresas más pequeñas podrán beneficiarse, si se sigue la opinión recogida en el Libro Blanco, de una simplificación de sus obligaciones contables. En el orden institucional, las recomendaciones fundamentales son establecer un único órgano de emisión de normas, complementado por un conjunto de instituciones de refuerzo y control del cumplimiento, organizar de manera diferente el reparto de la legislación contable, bajando el centro de gravedad para que coincida con el PGC como instrumento normalizador por antonomasia, y por último mantener el equilibrio que se ha conseguido entre normas contables y fiscalidad, de manera que se coordinen y ayuden entre sí. Por último, la gobernanza empresarial, como conjunto de mecanismos que tratan de preservar intereses económicos de las partes interesadas en las sociedades cotizadas, tiene una dimensión contable especial, ya que la información financiera es un mecanismo de control que sirve para dirimir conflictos en las empresas. Por ello el diseño de procedimientos para asegurar que la información se genera en las empresas en ausencia de fraude, se verifica por auditores independientes y es sometida a controles de refuerzo, constituye una parte importante del futuro de las sociedades cotizadas. El uso obligatorio de las NIC/NIIF, por parte de las sociedades cotizadas para presentar sus cuentas consolidadas, a partir del año 2005, ofrece un conjunto de posibilidades para diseñar los mecanismos de consecución de la calidad y la transparencia informativa, tanto dentro de las propias empresas (comité de auditoría y control interno), como en la contratación de auditores (independencia y regulación efectiva) y en la exigencia de una mayor información cualitativa y cuantitativa por parte de las sociedades cotizadas, que deberá ser sometida a los controles de cumplimiento por parte de las autoridades reguladoras, en coordinación con sus homólogas del resto de los países de la Unión. Por tanto, la filosofía que está en el viejo aforismo aristotélico que preside este artículo (“la virtud está en el justo medio”) debe presidir el proceso de reforma contable, mezclando adecuadamente las normas e instituciones contables tradicionalmente efectivas, con las novedades que pueden hacer mejorar a la información contable de las empresas. No obstante, el “justo medio” no es la media aritmética de lo tradicional y lo nuevo, sino la resultante del razonamiento aplicado a sopesar las ventajas e inconvenientes de cada posición, que puede quedar a veces más cerca de una de ellas que de la otra, según cual sea el producto del raciocinio. La frase del estagirita no es una forma inequívoca de determinar lo conveniente y virtuoso, sino una forma de actuar según la cual hay que tener en cuenta las opiniones de todos para llegar a la opinión común, y esto es lo que ha hecho la Comisión de Expertos que ha elaborado el Libro Blanco que aquí se glosa. El poeta Antonio Machado expresó lo mismo con un castellano más propio de los cantares a sus Campos de Castilla: “¿Tu verdad? No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.” 22 R • V • E • H Nº 7 - I/ 2 0 0 3 01_Debate.qxp 12/5/03 11:25 Página 23 BIBLIOGRAFÍA Todas las referencias a direcciones de Internet, incluidas las colocadas a pie de página, se han obtenido de accesos en el mes de enero de 2003) Álvarez Melcón, S. (2002): “La reforma contable y la contabilidad de los grupos de empresa”. Partida Doble, núm. 137, octubre, 6-17. Corona Romero, E. (2002): “ Reforma contable y fiscalidad”. Partida Doble, núm. 136, septiembre, 90-99. Cea García, J.L. (2002): “En el umbral de la reforma de la regulación contable española ante la adaptación del modelo IASB. Algunas reflexiones desde una disidencia parcial pero sustancial con el Libro Blanco de la reforma”. Estudios Financieros. Revista de Contabilidad y Tributación, núm. 236, noviembre, 153-198. Gonzalo Angulo, J.A. 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