SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1631/2012 Sucre, 1 de octubre de 2012 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 2010-21428-43-AAC Cochabamba En revisión la Resolución de 19 de febrero de 2010, cursante de fs. 16 a 18, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Antonio Cardozo Ortega, contra María del Carmen Ponce de Rocha y Renán Jiménez Sempértegui, Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial, de acción de amparo constitucional, presentado el 25 de enero de 2010, cursantes de fs. 9 a 11, el accionante manifestó que: I.1.1. Hechos que motivan la acción En el Juzgado Primero de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Cochabamba, se tramitó un proceso ejecutivo seguido por María Lourdes Terrazas de Leaño, contra su persona, su esposa (ahora fallecida) María Violeta Morando de Cardozo, representada por su hijo Edwin César Cardozo Ortega y José Antonio Cardozo Morando, dentro del cual planteó un incidente solicitando la nulidad de obrados, que fue rechazado, decisión contra la que interpuso apelación incidental, sin embargo, como dicho recurso no suspende el trámite del proceso principal, existe el inminente peligro que pierda su vivienda en la que habita con su familia y de la cual se ha ordenado su desapoderamiento. Refirió, que es un anciano de ochenta y un años de edad, por lo que precisa que el recurso de apelación planteada, se resuelva lo más antes posible, y al estar radicada en la Sala Civil Segunda, solicitó a los Vocales que la conforman, que en consideración a su avanzada edad y en aplicación de la Resolución de Sala Plena de 21 de noviembre de 2006, que autoriza que los trámites en los que se encuentren involucrados personas de la tercera edad, de manera excepcional, puedan ser adelantados en su sorteo y resolución; empero, en su perjuicio, incumpliendo y desobedeciendo la Resolución de Sala Plena mencionada, le rechazaron su petición disponiendo esté al orden cronológico establecido, sin mayores fundamentaciones, desconociendo sus derechos constitucionales que le asisten como persona de la tercera edad. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados El accionante consideró, que se vulneraron sus derechos al acceso a la justicia, petición, a la tutela judicial pronta, oportuna, efectiva y sin dilaciones, citando al efecto los arts. 24, 67, 68 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela, ordenando a las autoridades “recurridas”, que de manera excepcional sea procesado y resuelto el recurso de apelación incoado, anticipando su turno regular de sorteo. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Celebrada la audiencia pública el 19 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 15 y vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción El abogado del accionante, ratificó inextenso los términos de la acción de amparo constitucional y la complementó señalando, que se vulneró el derecho a una pronta, efectiva y sin dilaciones resolución del proceso, que se encuentra establecido en el art. 115 de la CPE, ya que su cliente es parte activa en el proceso ejecutivo en el que se habrían cometido una serie de vulneraciones en su tramitación, hecho ante el cual, interpuso un incidente de nulidad de obrados, porque se pretendía un mandamiento de desapoderamiento, poniendo en peligro su patrimonio y el de su familia, que fue rechazado y por ello se planteó el recurso de apelación, instancia en la cual la Sala Civil Segunda, a la fecha no la ha resuelto por la carga procesal existente y esta resolviendo causas de 2005; sin embargo, si no se resuelve de manera pronta el recurso, está en peligro su derecho patrimonial despojándole de su vivienda, circunstancia por la que al tratarse de una persona de la tercera edad, solicitó en aplicación de la Circular emitida por ése Tribunal, se adelante el sorteo que fue rechazado por los demandados, solicitando por lo expuesto, se conceda la acción de amparo constitucional. I.2.2. Informe de las autoridades demandadas Los demandados, en su informe escrito cursante de fs. 14 de obrados, leído en audiencia, manifestaron: a) El art. 74 de la Ley de Organización Judicial (LOJ1993), de cumplimiento obligatorio, dispone que las causas radicadas en las diferentes salas, serán sorteadas semanalmente en el orden cronológico que les corresponde, tomando en cuenta la fecha, mes y año de radicatoria. Es así, que la resolución de Sala Plena de 21 de noviembre de 2006, sin contrariar la citada disposición legal, “'de manera excepcional' autoriza 'se anticipe el sorteo semanal de todas aquellas causas que a juicio de los Vocales deban ser resueltas con prescindencia del orden cronológico de su radicatoria'” (sic); esta resolución, con “voto disidente del Dr. Rolando Renán Sempértegui” (sic), indudablemente no es de aplicación preferente a la norma de la LOJ1993 citada, es una simple recomendación y de ninguna manera vulnera derechos constitucionales del demandante de amparo; b) El derecho de acceso a la justicia reclamada por el accionante, no fue negada por la Sala Civil y Comercial Segunda, respetando el orden cronológico de sorteo de causas como respetan otras personas de la tercera edad y litigantes que no lo son, cuyos procesos anteriores al de Antonio Cardozo Ortega, esperan pacientemente el turno de sorteo que les corresponde; c) El proceso del accionante, radicó en la Sala el 9 de octubre de 2009, y están sorteando procesos con apelación de autos interlocutorios ingresados el mes de junio de 2008, como deben apreciar falta algún tiempo para el sorteo del proceso de referencia; y, d) Están impedidos de contrariar lo dispuesto por el art. 74 de la norma legal citada, porque de hacerlo en este caso, “ocasionaría caos judicial por la presentación de decenas, sino cientos, de demandas de amparos constitucionales” (sic), vulnerando el derecho que tienen otros litigantes, pidiendo se declare “improcedente” (sic) la acción de amparo constitucional. I.2.3. Intervención de la tercera interesada La tercera interesada, es María Lourdes Terrazas de Leaño, quien no concurrió a la audiencia pública señalada, ni presentó fundamentación alguna, no obstante su legal citación. I.2.4. Resolución La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 19 de febrero de 2010, cursante de fs. 16 a 18, de obrados que declaró “parcialmente procedente” la acción de amparo constitucional, respecto únicamente al demandado Renán Jiménez Sempértegui, disponiendo que dentro de las cuarenta y ocho horas subsiguientes a la legal notificación de los accionados, den respuesta a la petición incoada y sea por ambos Vocales, teniendo presente el análisis realizado en la Resolución pronunciada, con los siguientes fundamentos: 1) No se dio respuesta fundamentada a la petición realizada por el accionante, vulnerándose de esa manera no sólo el derecho constitucional que le asiste de realizar peticiones legales, sino también su derecho a la “seguridad jurídica” y sobre todo al debido proceso; 2) No se tuvo presente, la existencia de una Resolución de Sala Plena, por mucho que el Vocal Renán Jiménez Sempértegui, hubiere sido disidente, al ser aprobada por los demás Vocales, constituye una decisión a ser tomada en cuenta, menos se tuvo presente la protección especial que brinda la CPE, en actual vigencia, a las personas de la tercera edad, que se encuentra explicitada en los arts. 67.I y 68.II; y, 3) La decisión impugnada, fue tomada únicamente por el demandado Renán Jiménez Sempértegui, en su calidad de Presidente de la Sala Civil Segunda, no constando en forma alguna que se hubiere consultado con la Vocal María del Carmen Ponce de Rocha, a fin de que otorgue su consentimiento para dicha decisión, por lo que no tiene legitimidad pasiva para ser accionada en el presente caso. I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados y Magistradas de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo. I.4. Trámite procesal en Tribunal Constitucional Plurinacional Habiéndose remitido la presente acción tutelar al despacho del Magistrado Relator el 25 de abril de 2012; en tal conocimiento, se solicitó la suspensión del vencimiento de plazo, por solicitud de documentación complementaria, con la finalidad de obtener mayores elementos de convicción, para el respectivo análisis y la consiguiente resolución de la causa. Suspensión que fue concedida mediante Auto Constitucional 0032/2012 BIS-CA/SL de 25 de junio; en razón de que tuvo que remitir el expediente a la Comisión de Admisión y a Secretaría General, para la sustanciación de la referida solicitud; y una vez admitida la certificación a fs. 37, se solicitó la reanudación del plazo. II. CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes: II.1. Dentro del proceso ejecutivo seguido por María Lourdes Terrazas de Leaño, contra José Antonio Cardozo Ortega, y otros, persiguiendo el cobro de $us17 250.- (diecisiete mil doscientos cincuenta dólares estadounidenses), más interese legales, el ejecutado, ahora accionante, el 13 de mayo de 2009, presentó incidente de nulidad de notificación, solicitando la nulidad de obrados, que fue rechazado por Auto de 17 de julio del mismo año (fs. 16 vta.). II.2. Contra el rechazo del incidente de nulidad, el accionante planteó apelación incidental, que se radicó el 9 de octubre de 2009, en la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba, que se encuentra “en espera para resolución” (sic) (fs. 16 vta.). II.3. El accionante, por memorial de 15 de diciembre de 2009, invocando ser persona de la tercera edad por contar con ochenta y un años, y ante el inminente desapoderamiento de su vivienda, solicitó al Tribunal de alzada, se anticipe el sorteo de la apelación incidental planteada, amparándose en la Resolución de 21 de noviembre de 2006, emitida por la Sala Plena de ese Tribunal de Justicia, que autorizó se anticipe el sorteo semanal de aquellas causas que a juicio de los Vocales, deben ser resueltas con prescindencia del orden cronológico, y en las que se encuentren involucrados personas de la tercera edad (fs. 3 a 4). II.4. La solicitud de anticipo de sorteo efectuada por el accionante, mereció la providencia de 16 de diciembre de 2009, dictada por el Presidente de la Sala Civil Segunda, Renán Jiménez Sempértegui, ahora demandado, señalando: “habiendo procesos de similares condiciones en espera de su turno para resolución, de momento estese al orden cronológico establecido por este tribunal” (sic) (fs. 5). II.5. Contra esa providencia, el accionante interpuso la presente acción de amparo constitucional el 25 de enero de 2010 (fs. 9 a 11), que fue concedida parcialmente, por el Tribunal de garantías, disponiendo que los Vocales de la Sala Civil Segunda, dentro de las cuarenta y ocho horas subsiguientes a su legal notificación, den respuesta a la petición del accionante, teniendo presente el análisis realizado en la resolución constitucional (fs. 17 vta. y 18). II.6. Cursa en obrados, el reclamo efectuado por el accionante, en sentido que el ahora demandado Renán Jiménez Sempértegui, si bien emitió la Resolución, rechazó su petición y no tuvo presente el análisis efectuado en la Resolución del Tribunal de garantías, siendo la Vocal María del Carmen Ponce de Rocha de voto disidente (fs. 22, 25 y vta.). II.7. Cursa en obrados a requerimiento del Magistrado Relator, la certificación emitida por el Secretario General del Tribunal Constitucional Plurinacional, (fs. 37) en sentido de que la Resolución de Sala Plena la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba de 21 de noviembre de 2006, en la que se funda la presente acción tutelar, se encuentra a fs. 4 del expediente 00947-2012-02-AAC. III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al acceso a la justicia, petición, a la tutela judicial pronta, oportuna, efectiva y sin dilaciones, por cuanto dentro del proceso ejecutivo que se sigue en su contra, planteó incidente de nulidad de obrados, que fue rechazado por la autoridad jurisdiccional, decisión contra la que interpuso apelación incidental, instancia ante la cual, por su condición de persona de la tercera edad al contar con ochenta y un años de edad y existir una Resolución de Sala Plena de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba, que autorizó el anticipo del sorteo y resolución de causas en las que estén involucradas personas de la tercera edad, como es su caso y quien solicitó se proceda al sorteo y resolución de su recurso de apelación, ante el inminente desapoderamiento de su vivienda y de su familia, petición que fue rechazada por los Vocales demandados, sin la debida fundamentación e incumpliendo la referida Resolución de Sala Plena, cuyo cumplimiento pide a través de esta acción tutelar. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional La acción de amparo constitucional, es una acción tutelar de carácter extraordinario, cuya finalidad es la protección de los derechos fundamentales de las personas, establecida en el art. 128 de la CPE, y procede: "…contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley". A su vez, el art. 129 de la misma CPE, establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial”. III.2. Excepción al carácter subsidiario de la acción de amparo constitucional Constituyendo la subsidiaridad una de las características esenciales de la acción de amparo constitucional; sin embargo, la jurisprudencia constitucional ha establecido excepciones en consideración a la vulneración de derechos fundamentales vinculada a un inminente daño irreparable, como son las medidas de hecho, así como de las personas que requieren de una protección inmediata, abstrayéndose de las exigencias procesales, por formar parte de lo que la doctrina, instrumentos internacionales y la jurisprudencia constitucional ha denominado grupos vulnerables y que comprende a los niños, niñas, discapacitados, minorías étnicas o raciales y personas adultas de la tercera edad. Respecto a las personas adultas o mayores de la tercera edad, la Asamblea General de las Naciones Unidas entre los principios establecen: en sus incisos: 1) “El derecho a tener acceso a la alimentación, agua, vivienda, vestuario y atención de salud adecuados…”; 6) “…Poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea posible;” y, 17) “Poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotación y de malos tratos físicos o mentales”. Los derechos fundamentales y protección especial que merecen las personas de la tercera edad, están recogidos en instrumentos internacionales, concretamente: en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, arts. 2, 22, y 25 de 10 de diciembre de 1948; en el Pacto Internacional de Derechos Sociales, Económicos y Culturales, arts. 2, 7, 10, y 17, en el que se destaca el derecho que tienen los ancianos a tener “acceso a los servicios sociales y jurídicos, que les aseguren mayores niveles de autonomía, protección y cuidado especial”, así como “a poder vivir con dignidad y seguridad y verse libre de explotaciones y maltrato físico o mental”. La protección especial a la que tienen derecho las personas de la “Tercera Edad, no sólo tiene que ver con el carácter universal de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; sino también con los derechos esenciales que hacen a su dignidad humana, vinculada a sus derechos de desarrollo de su personalidad en situaciones de evidente vulnerabilidad y lesividad psicológica que pudiera detonar de los órganos del Poder del Estado en cualesquiera de sus prestaciones públicas, o bien de particulares; situaciones en las que debe concretarse el derecho de “especial estima y consideración protectora, por la conversión sensible de casi la totalidad de sus derechos fundamentales y universales, debido a su dilatada vida y experiencia dedicada con abnegación al servicio de la sociedad. Es así que, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó como Principios a favor de las personas mayores o de la tercera edad, entre otros: “Vivir con dignidad” acceso a una vida íntegra, de calidad sin discriminación de ningún tipo y respeto a la integridad psíquica y física y “Seguridad y apoyo jurídico”, protección contra toda forma de discriminación, derecho a un trato digno, apropiado y que las instituciones velen por ello y actúen cuando fuese necesario. Nuestro orden constitucional vigente, consagra, garantiza y protege los derechos y garantías fundamentales inherentes a las personas, proclamando una protección especial a los adultos mayores de la tercera edad, en el art. 67 que señala los derechos a una vejez digna, con calidad y calidez humana, dentro de los márgenes o límites legales. Dentro de este contexto, la jurisprudencia constitucional en armonía con la Constitución Política del Estado, en la SC 0989/2011-R de 22 de junio, señaló: “Siguiendo este razonamiento, la Constitución Política del Estado Plurinacional reconoce una diversidad de derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos, teniendo en cuenta que estas normas fundamentales no solamente rigen las relaciones entre iguales, sino que tiene como finalidad el proteger a los ostensiblemente más débiles -mejor conocidos en la doctrina como grupos vulnerables- por lo que el Estado, mediante ”acciones afirmativas” busca la materialización de la igualdad (que goza de un reconocimiento formal reconocida en los textos constitucionales y legales pero que en la realidad no se materializa) y la equidad, por lo que se establecen políticas que dan a determinados grupos sociales (minorías étnicas o raciales, personas discapacitadas, mujeres, menores de edad, adultos mayores) un trato preferencial en el acceso a determinados derechos generalmente de naturaleza laboral- o distribución de ciertos recursos o servicios, así como acceso a determinados bienes, con el fin de mejorarles su calidad de vida y compensarles, en algunos casos, por los perjuicios o la discriminación y exclusión de las que fueron víctimas en el pasado” (las negrillas son nuestras). En consecuencia, en el caso presente al tener el accionante de ochenta y un años de edad, y una inminente pérdida de su vivienda, que constituye su “habitad de toda la vida, sus recuerdos y donde siente su mejor vivir”, vinculados a su dignidad humana, es inaplicable la excepción de subsidiariedad. III.3. Con relación al caso concreto De los antecedentes procesales se constata, que el accionante es una persona adulta, de la tercera edad, al contar con ochenta y un años de edad, encontrándose dentro de la categoría de los denominados “grupos vulnerables”, gozando por ello de una protección especial instituida en nuestro orden constitucional como en los instrumentos internacionales, para proteger a “los ostensiblemente más débiles”, lo que si bien es evidente, no es menos cierto que conforme se ha ido desarrollando la tutela de estos grupos, respecto a los adultos de la tercera edad, esa protección debe ser entendida no solo por la consideración de “débiles”, sino que debe traducirse en el respeto a su dignidad humana, mereciendo se le dispense un “trato preferente y digno”, constituyéndose en “un derecho pero especial”, es decir “derecho a un trato preferente”, debiendo por ello, ser prioridad no solo de la sociedad sino de las autoridades en general, respetar este derecho del adulto mayor, vinculándolo al derecho de no ser discriminado por su edad, ni a ser considerado “inútil o improductivo” en la sociedad ni en su entorno familiar, pues cualquiera sea su situación o status, tiene entre otro de sus derechos, a no sufrir dilaciones en sus peticiones en las que reclama derechos concretos relativos a su vida, salud y bienestar familiar, como a una vivienda digna, más aún si la Norma Fundamental, establece en su art. 8.I el Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural, señalando entre otros el de “Suma qamaña” (“vivir bien”). En ese entendido, en la problemática planteada se evidencia que el accionante el 15 de diciembre de 2009, invocando ser persona de la tercera edad y ante el inminente desapoderamiento de su vivienda, solicitó al Tribunal de alzada, se anticipe el sorteo de la apelación planteada, amparándose en la Resolución de 21 de noviembre de 2006, emitida por la Sala Plena de la entonces Corte Superior de Justicia, que autorizó se anticipe el sorteo semanal de aquellas causas que a juicio de los Vocales, deben ser resueltas con prescindencia del orden cronológico, en las que se encuentren involucrados personas de la tercera edad, mereciendo la providencia de 16 de diciembre de 2009, dictada por el Presidente de la Sala Civil Segunda, Renán Jiménez Sempértegui, ahora demandado, señalando: “habiendo procesos de similares condiciones en espera de turno para resolución de momento estese al orden cronológico establecido por este tribunal”, lo que no es permisible, en consideración al trato preferente y a la protección especial que goza como adulto mayor de la tercera edad, más aun cuando su petición únicamente estaba dirigida al anticipo del sorteo de su apelación, por su preocupación precisamente por su edad y la demora en la resolución del recurso interpuesto, circunstancias que no fueron tomadas en cuenta por la autoridad jurisdiccional que unilateralmente rechazó la solicitud mediante un simple proveído y sin observar la circular emitida por el ahora Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba del que forma parte, incurriendo de esta manera en dilación que ocasiona perjuicio al accionante, quien como se ha referido, debió ser atendido en su petición, lo que determina se otorgue la tutela solicitada. No obstante lo señalado, luego de haber sido resuelta la presente acción de amparo constitucional por el Tribunal de garantías, concediendo la tutela disponiendo que el demandado Renán Jiménez Sempértegui, emita una resolución debidamente fundamentada, nuevamente rechazó la petición del accionante, con el voto disidente de la Vocal María del Carmen Ponce de Rocha, denotando una conducta ostensible, hecho que el Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora, debe revertir restableciendo el derecho del accionante de que su petición sea atendida con el trato preferente que amerita. Se aclara que el presente fallo constitucional es pronunciado en la fecha, en razón de haberse requerido documentación complementaria, para un mayor análisis de la problemática planteada. En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al declarar “parcialmente procedente” la acción de amparo constitucional, aunque con otros fundamentos efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado precepto constitucional. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: 1° APROBAR la Resolución de 19 de febrero de 2010, cursante de fs. 16 a 18, pronunciada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada. 2° Disponer que el demandado, Presidente de la Sala Civil Segunda, al no existir votos conformes en la Resolución de 25 de febrero de 2010, habiendo sido de voto disidente la Vocal María del Carmen Ponce de Rocha, convoque a otro similar y se emita una nueva resolución de acuerdo a los fundamentos contenidos en el presente fallo, salvo que la situación jurídica del accionante se hubiera definido por el transcurso del tiempo desde la emisión del fallo del Tribunal de garantías y el pronunciamiento de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO