Número de registro: 18265 Novena Época Instancia: Primera Sala

Anuncio
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
Número de registro: 18265
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XX, Agosto de 2004
Página: 213
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CIRCUITO, EL SEGUNDO
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL TERCER CIRCUITO Y EL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.
CONSIDERANDO:
TERCERO. Las ejecutorias dictadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Tercer Circuito, al resolver el toca de revisión 95/2003 y el amparo directo en revisión
283/2003, en lo que a esta contradicción de tesis interesa, establecen:
Revisión principal 95/2003
"QUINTO. Los agravios expresados por el autorizado de la recurrente, en parte son
infundados, en la otra, inatendibles y en lo restante fundados. Antes de continuar, es preciso
dejar sentado que en la demanda de amparo la quejosa reclamó de manera destacada cuatro
distintos actos, los que se hicieron consistir en: 1 ... y 4. La ejecución de las órdenes de
presentación giradas contra la quejosa por las autoridades responsables mencionadas
anteriormente, dicho acto se reclamó de manera autónoma al coordinador de la Policía
Investigadora del Estado de Jalisco (denominación correcta de quien en la demanda de
amparo se señaló como director de la Policía Investigadora). En virtud de lo anterior y, por
razones de método, se procederá a realizar la revisión de la resolución recurrida, separando
cada uno de los actos reclamados que fueron materia de dicha sentencia de amparo. ...
Partiendo de las anteriores premisas, se tiene que contrario a lo expresado en la resolución
recurrida, pese a la negativa formulada en el informe con justificación, el acto reclamado al
coordinador de la Policía Investigadora del Estado de Jalisco, sí es cierto; empero, con
fundamento en lo dispuesto por el artículo 91, fracción III, en relación con los diversos
artículos 73, fracción V y 74, fracción III, todos de la Ley de Amparo, lo procedente es
confirmar, por diversas causas, el sobreseimiento decretado, toda vez que el acto reclamado
lo constituye una orden de presentación para que la quejosa acuda a declarar ante la autoridad
ministerial, lo que en el mejor de los casos representa un acto de molestia, que no es privativo
de libertad, por ello ese interés particular no puede estar por encima del interés público, de
ahí que para efectos del amparo debe estimarse que no afecta su esfera jurídica, toda vez que
la integración de las averiguaciones previas constituye una facultad que constitucionalmente
-1-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
le confiere al Ministerio Público, misma que la sociedad está interesada en que la cumpla
cabalmente, puesto que por disposición del artículo 21 constitucional el Ministerio Público
debe avocarse a la investigación de los hechos que pudieran ser constitutivos de delito, para
lo cual tiene que practicar todas las diligencias tendientes a esclarecer los hechos; en efecto,
el artículo 21 de la Constitución General de la República faculta al Ministerio Público para
investigar los delitos, lo que implica el allegarse medios que acrediten la responsabilidad de
los inculpados en la comisión de las conductas delictivas; así, el valerse de medios para
buscar pruebas es una facultad de origen reservada al Ministerio Público, pues de no ser así,
se obstaculizaría la investigación, aunado a que limitaría esa función, con graves
consecuencias como sería la imposibilidad para acudir a los tribunales a ejercer la acción
penal; por ende, si a dicha institución, por disposición constitucional le está permitido
practicar toda clase de diligencias tendientes a acreditar la materialidad de un delito y la
responsabilidad del inculpado, entonces es inconcuso que dentro de dicha facultad se
comprende la de hacer comparecer al inculpado ante su presencia para exhortarlo a rendir, en
vía de declaración ministerial, su versión de los hechos que se le imputan; así es, la función
primordial del Ministerio Público es la de investigar, lo que se traduce en practicar
diligencias para descubrir alguna cosa, en relación con la comisión de un ilícito y del
responsable del mismo; esa es la esencia de la función del Ministerio Público quien tiene la
obligación ineludible de allegar al órgano jurisdiccional todos los medios probatorios para
acreditar la materialidad de los delitos y la responsabilidad de los inculpados, pues de lo
contrario la autoridad jurisdiccional no estaría en aptitud de resolver sobre la acción penal
ejercida, la que en esas condiciones, no podría prosperar, lo que conllevaría la
correspondiente zozobra social, pues quedarían impunes las conductas delictivas; por lo
anterior, la presentación de la inculpada que pretende hacer la autoridad responsable a la que
se atribuye el acto reclamado que nos ocupa, no viola sus garantías individuales, si se toma
en cuenta que como ciudadana mexicana, se encuentra obligada a atender tal requerimiento,
aun en el supuesto que con ello sufra una molestia, de tal suerte que, se insiste, la orden de
presentación reclamada no vulnera las garantías individuales de la quejosa, puesto que su
presentación ante la autoridad ministerial, para darle oportunidad de rendir su declaración, no
puede considerarse en modo alguno como una detención, pues con ella no se restringe la
libertad de la peticionaria de garantías, sino que únicamente se le ocasiona una molestia,
consistente en hacerla comparecer ante la representación social para hacer de su
conocimiento que existe una imputación en su contra, así como los datos que obran en apoyo
de dicha imputación, para el efecto de que de considerarlo necesario, exprese lo que a su
derecho corresponda o manifieste su voluntad de no rendir su declaración respecto de los
hechos que se le imputan, luego de lo cual, sin custodia alguna, se le permite reintegrarse a
sus actividades cotidianas, lo que no ocurre cuando se emite una orden de detención, puesto
que en dicho caso al inculpado se le aprehende mediante la fuerza pública y permanece bajo
la custodia de la autoridad; además, debe tenerse en cuenta que una orden de presentación no
puede implicar la restricción de la libertad del particular cuya comparecencia se dispone,
pues dicha situación únicamente se da con la aprehensión, la detención, la prisión preventiva
-2-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
o la pena, que constituyen sucesos distintos a la presentación; por otra parte, es menester
precisar que la actuación emitida por la autoridad ministerial, en la que ordena la
presentación de un inculpado, no contraviene lo dispuesto por el artículo 20, fracción II, de la
Constitución General de la República, toda vez que a virtud de la orden de presentación,
solamente se impele al inculpado a comparecer ante la fiscalía, pero ello no implica que se le
obligue a declarar, pues al encontrarse ante la autoridad ministerial, el presentado puede
manifestar su voluntad de abstenerse de hacerlo; además, con la orden de presentación, lejos
de coartarle algún derecho a la quejosa, la autoridad investigadora satisface sus garantías
constitucionales de audiencia y defensa, toda vez que al ordenar que la peticionaria de
garantías se apersone ante dicha autoridad, aquélla se encuentra en condiciones de conocer el
nombre de su acusador, así como el de las personas que hubieran testificado en su contra, la
naturaleza y causa de la acusación; asimismo, se le da la oportunidad de exponer lo que a su
derecho corresponda, aparte, de que le sean facilitados todos los datos que solicite para su
defensa y que consten en las actuaciones de la indagatoria, con lo que de considerarlo
conveniente, estará en posibilidad de ofrecer, por sí o por conducto de su defensor, pruebas
de descargo; así las cosas, por los motivos expuestos, resulta patente que una orden de
presentación no constituye un acto restrictivo de la libertad personal, máxime que como se
puso de manifiesto, todo ciudadano está obligado a comparecer ante la autoridad ministerial
que integra una indagatoria, sin que ello implique que se afecte su libertad, pues sostener lo
contrario, implicaría entorpecer el procedimiento, que es de orden público, además de
contravenir lo dispuesto por el artículo 21 constitucional, dado el interés de la sociedad en
que el Ministerio Público cumpla con su función investigadora a fin de que se persigan y
castiguen los delitos. Al respecto, es aplicable, en lo conducente y por analogía, la tesis de la
Sala Auxiliar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su anterior integración,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen 56, Séptima
Parte, página 36, que se transcribe a continuación: ‘MINISTERIO PÚBLICO,
FACULTADES DEL, PARA ALLEGARSE PRUEBAS. INSPECCIÓN.’ (se transcribe). No
pasa inadvertido para este órgano jurisdiccional, que el criterio plasmado en el párrafo que
precede, se opone al sustentado por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, en
la tesis ... que es del rubro y texto siguientes: ‘ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN
Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO PARA OBTENER SU DECLARACIÓN ANTE EL
MINISTERIO PÚBLICO EN RELACIÓN CON LOS HECHOS QUE SE LE ATRIBUYEN
Y QUE SON MATERIA DE INVESTIGACIÓN. ES ILEGAL.’ (se transcribe); en efecto, en
dicha tesis se sostiene que una orden de búsqueda, localización y presentación de un
indiciado para que comparezca ante la representación social a rendir su declaración
ministerial, implica una orden de detención, pues el Ministerio Público está impedido para
obtener coactivamente la comparecencia a declarar del presunto implicado en la comisión de
un delito, mientras que en la presente ejecutoria se sostiene que las órdenes de presentación
no son violatorias de las garantías constitucionales de los gobernados, pues aun cuando las
mismas les causen molestias, no restringen su libertad, de ahí que ese interés particular de
que se le incomode para que acuda forzosamente ante el Ministerio Público, no puede estar
-3-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
por encima del interés público que tiene la sociedad de que los hechos investigados en una
indagatoria no se entorpezcan o limiten la función del órgano competente en aras de lograr su
esclarecimiento, máxime, si dicha presentación del inculpado no implica obligación para
declarar, porque durante su comparecencia, aquel puede manifestar su voluntad de no
hacerlo, luego de lo cual, sin custodia alguna, se le permite reintegrarse a sus actividades
cotidianas; por tanto, al advertirse la contraposición de criterios mencionada, lo que procede
es denunciar dicha contradicción. ..." (fojas 4 a 34 del expediente en que se actúa).
Amparo directo en revisión 283/2003
"QUINTO. Los conceptos de violación expresados son infundados y uno de ellos inoperante,
como enseguida se verá. ... Resulta inoperante lo alegado en el sentido de que la declaración
que el peticionario de garantías rindió ante el Ministerio Público, resulta carente de todo valor
jurídico, pues se derivó de una ilegal orden de búsqueda, localización y presentación por
parte del representante social; lo anterior es así, si se tiene que contrario a ello, la orden de
presentación que giró la representación social no afectó su esfera jurídica, toda vez que la
integración de las averiguaciones previas constituye una facultad que constitucionalmente le
confiere al Ministerio Público, misma que la sociedad está interesada en que la cumpla
cabalmente, puesto que por disposición del artículo 21 constitucional, el Ministerio Público
debe avocarse a la investigación de los hechos que pudieran ser constitutivos de delito, para
lo cual tiene que practicar todas las diligencias tendientes a esclarecer los hechos; en efecto,
el artículo 21 de la Constitución General de la República faculta al Ministerio Público para
investigar los delitos, lo que implica el allegarse medios que acrediten la responsabilidad de
los inculpados en la comisión de las conductas delictivas; así, el valerse de medios para
buscar pruebas es una facultad de origen reservada al Ministerio Público, pues de no ser así,
se obstaculizaría la investigación, aunado a que limitaría esa función, con graves
consecuencias como sería la imposibilidad para acudir a los tribunales a ejercer la acción
penal; por ende, si a dicha institución, por disposición constitucional le está permitido
practicar toda clase de diligencias tendientes a acreditar la materialidad de un delito y la
responsabilidad del inculpado, entonces es inconcuso que dentro de dicha facultad se
comprende la de hacer comparecer al inculpado ante su presencia para exhortarlo a rendir, en
vía de declaración ministerial, su versión de los hechos que se le imputan; así es, la función
primordial del Ministerio Público es la de investigar, lo que se traduce en practicar
diligencias para descubrir alguna cosa, en relación con la comisión de un ilícito y del
responsable del mismo; esa es la esencia de la función del Ministerio Público, quien tiene la
obligación ineludible de allegar al órgano jurisdiccional todos los medios probatorios para
acreditar la materialidad de los delitos y la responsabilidad de los inculpados, pues de lo
contrario la autoridad jurisdiccional no estaría en aptitud de resolver sobre la acción penal
ejercida, la que en esas condiciones, no podría prosperar, lo que conllevaría la
correspondiente zozobra social, pues quedarían impunes las conductas delictivas; por lo
anterior, la orden de presentación que se giró contra el ahora quejoso, por el agente del
-4-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
Ministerio Público, no violó sus garantías individuales, si se toma en cuenta que como
ciudadano mexicano se encontraba obligado a atender tal requerimiento, aun en el supuesto
que con ello sufría una molestia, de tal suerte que, se insiste, la citada orden de presentación
no vulneró las garantías individuales del promovente del amparo, puesto que su presentación
ante la autoridad ministerial, en la que se le dio la oportunidad de rendir su declaración, no
puede considerarse en modo alguno como una detención, pues con ella no se restringió la
libertad del peticionario de garantías, sino que únicamente se le ocasionó una molestia,
consistente en hacerlo comparecer ante la representación social, para hacer de su
conocimiento que existía una imputación en su contra, así como los datos que obran en apoyo
de dicha imputación, para el efecto de que de considerarlo necesario, expresara lo que a su
derecho correspondiera o manifestara su voluntad de no rendir su declaración respecto de los
hechos origen (sic) del presente asunto; además, debe tenerse en cuenta que una orden de
presentación no puede implicar la restricción de la libertad del particular cuya comparecencia
se dispone, pues dicha situación únicamente se da con la aprehensión, la detención, la prisión
preventiva o la pena, que constituyen sucesos distintos a la presentación; por otra parte, es
menester precisar que la actuación emitida por la autoridad ministerial, en la que ordena la
presentación de un inculpado, no contraviene lo dispuesto por el artículo 20, fracción II, de la
Constitución General de la República, toda vez que a virtud de la orden de presentación,
solamente se impele al inculpado a comparecer ante la fiscalía, pero ello no implica que se le
obligue a declarar, pues al encontrarse ante la autoridad ministerial, el presentado puede
manifestar su voluntad de abstenerse de hacerlo; además, con la orden de presentación, lejos
de coartarle algún derecho, la autoridad investigadora satisface sus garantías constitucionales
de audiencia y defensa, toda vez que al ordenar que el peticionario de garantías se apersonara
ante dicha autoridad, aquel se encuentra en condiciones de conocer el nombre de su acusador,
así como el de las personas que hubieran testificado en su contra, la naturaleza y causa de la
acusación; asimismo, se le da la oportunidad de exponer lo que a su derecho corresponda,
aparte, de que le sean facilitados todos los datos que solicite para su defensa y que consten en
las actuaciones de la indagatoria, con lo que de considerarlo conveniente, estuvo en
posibilidad de ofrecer, por sí o por conducto de su defensor, pruebas de descargo; así las
cosas, por los motivos expuestos, resulta patente que una orden de presentación no constituye
un acto restrictivo de la libertad personal, máxime que como se puso de manifiesto, todo
ciudadano está obligado a comparecer ante la autoridad ministerial que integra una
indagatoria, sin que ello implique que se afecte su libertad, pues sostener lo contrario,
implicaría entorpecer el procedimiento que es de orden público, además de contravenir lo
dispuesto por el artículo 21 constitucional, dado el interés de la sociedad en que el Ministerio
Público cumpla con su función investigadora a fin de que se persigan y castiguen los delitos.
Al respecto, es aplicable, en lo conducente y por analogía, la tesis de la Sala Auxiliar de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su anterior integración, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen 56, Séptima Parte, página 36, que se
transcribe a continuación: ‘MINISTERIO PÚBLICO, FACULTADES DEL, PARA
ALLEGARSE PRUEBAS. INSPECCIÓN.’ (se transcribe). ... En tales condiciones, ante lo
-5-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
infundado e inoperante de los conceptos de violación expresados y sin que exista queja
deficiente que suplir, en términos del artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, lo
procedente es negar al quejoso el amparo solicitado ..." (fojas 302 a 343 del expediente en
que se actúa).
CUARTO. El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al resolver el
amparo en revisión 143/2003, sobre la materia de este asunto dijo:
Revisión principal 143/2003
"QUINTO. ... En teoría la orden de localización y presentación es un mandato escrito
expedido por autoridad competente para que la persona a la cual va dirigida sea llevada ante
su presencia con cierta finalidad legal, tal como rendir declaración sobre los hechos
investigados en una averiguación previa, sea con el carácter de probable responsable,
ofendido o testigo, en términos del artículo 44 del Código Federal de Procedimientos Penales
y para su cumplimiento es imprescindible la intervención de los elementos de la Policía
Judicial que reciben dicha orden, quedando a cargo de éstos implementar los métodos
conducentes a esa finalidad, sin trasgresión de la normatividad, considerando que en ciertos
casos sus destinatarios están implicados en hechos delictivos que deciden evadir, lo cual no
constituye una violación a la seguridad y fe de las personas, ante la justificada orden escrita
de autoridad competente en la investigación de delitos. De otro modo, el ejercicio de las
funciones públicas se vería seriamente estorbado y la credibilidad del dicho de los
funcionarios quedaría en escala inferior al de los particulares; además, en autos obran dos
declaraciones en el sentido de que se solicitó al pasivo acompañara al quejoso ante la
autoridad investigadora, accediendo éste voluntariamente, abordando un vehículo, del cual
descendió al poco tiempo para intentar abordar otro, pero decidió no hacerlo a último tiempo
e intentó huir, posiblemente eludiendo la responsabilidad que tenía en los sucesos que dieron
origen a la orden de localización y presentación, lo que motivó que ... lo sometiera con la
única finalidad de cumplir su cometido, con el conocido desenlace ... Consecuentemente,
procede confirmar, en lo impugnado, la sentencia que pronunció la Juez Tercero de Distrito
‘B’ de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, en el juicio de garantías 710/2002,
que concedió el amparo y protección de la Justicia de la Unión solicitado, contra el auto de
formal prisión de siete de abril de dos mil dos y su consecuencia legal, consistente en el
acuerdo de la misma fecha, que revocó el beneficio de la libertad provisional y ordenó la
reaprehensión de ... por ser grave el delito de homicidio simple intencional, materia de la
reclasificación, así como la ejecución de ese mandato de captura." (fojas 47 a 245 ídem).
QUINTO. Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, al resolver el
amparo en revisión 309/2002, en lo que a esta contradicción de tesis interesa, manifestó lo
siguiente:
-6-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
Amparo en revisión 309/2002
"QUINTO. Los agravios que hacen valer las recurrentes son por una parte infundados y por
otra fundados, aunque para ello sea necesario suplir su deficiencia. ... En otro aspecto cabe
destacar que de las constancias que acompañó a su informe justificado el agente del
Ministerio Público adscrito a la Dirección de Asuntos Especiales y Relevantes de la
Procuraduría General de Justicia del Estado, con sede en esta ciudad capital, se aprecia que
éste giró el oficio DAR.M3.254.2002 al jefe de grupo de la Agencia Estatal de Investigación
de la citada Procuraduría General de Justicia del Estado, para efecto de que se avocara a la
búsqueda, localización y presentación, entre otras personas, de ... todas de apellidos ... así
como de ... para ser escuchadas en declaración ministerial en relación a los hechos que se
investigan y que le son atribuidos (fojas 11 y 22). Por otra parte, el artículo 16 constitucional,
establece que nadie puede ser molestado en su persona, domicilio, familia, papeles o
posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y
motive la causa legal del procedimiento y que sólo cuando se trate de casos urgentes, de
delitos graves así calificados por la ley y ante el riesgo fundado de que el indiciado pueda
sustraerse de la acción de la justicia y siempre y cuando no se pueda ocurrir ante la autoridad
judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia, el Ministerio Público podrá ordenar su
detención, fundando y expresando los indicios que motiven su proceder. Asimismo, los
dispositivos legales 3o., fracción III, 269 y 269 bis a del Código de Procedimientos Penales
del Estado de Chiapas, señalan lo siguiente: ‘Artículo 3o.’ (se transcribe). ‘Artículo 269.’ (se
transcribe). ‘Artículo 269 bis a.’ (se transcribe). De los preceptos anteriormente mencionados
se advierte que el agente del Ministerio Público no se encuentra facultado para ordenar la
detención de una persona, sin que previamente medie la orden escrita de la autoridad judicial
correspondiente, salvo los casos que la propia ley establece, esto es, cuando exista flagrancia
delictiva o en casos de notoria urgencia, cuando no hay en el lugar la autoridad judicial, pero
fuera de estos supuestos, la ley no autoriza al representante social a ordenar la detención de
persona alguna. En ese orden de ideas, del oficio DAR.M3.254.2002 al cual se hizo
referencia en párrafos precedentes, se aprecia que el citado fiscal ordenó al jefe de grupo de
la Agencia Estatal de Investigación de la citada Procuraduría General de Justicia del Estado
la búsqueda, localización y presentación de las quejosas, ahora recurrentes, para obtener su
declaración en relación a los hechos que se les atribuyen, lo que implica una orden de
detención, pues si bien no se trata de una privación total de la libertad, sin embargo, sí trae
consigo cierta restricción de ella, máxime que para integrar una averiguación previa no es
requisito sine qua non que obre la declaración del indiciado y menos que se le constriña a
comparecer ante la autoridad investigadora a rendirla, extremo que se encuentra consagrado
como garantía constitucional en nuestra Ley Suprema, en el artículo 20, apartado A, fracción
II y último párrafo del citado precepto legal que dice: ‘Artículo 20.’ (se transcribe), por ende,
acorde con lo previsto por el invocado artículo 16 de nuestra Carta Magna, el Ministerio
Público, está impedido para obtener coactivamente la comparecencia a declarar del presunto
implicado en los hechos que investiga, aun cuando aduzca que sea para ‘hacer efectiva su
-7-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
garantía de defensa’, ya que ello es contrario al espíritu del legislador constitucional. De ahí
que contrario con lo sostenido por el Juez federal, en el caso en análisis, la diligencia de
búsqueda, localización y presentación de las quejosas no se refiere a una simple diligencia
para el esclarecimiento de los hechos, sino que se trata, como ya se dijo, de una orden de
detención, puesto que su finalidad es cierta restricción de la libertad de aquéllas,
independientemente del lapso que comprenda, o de las razones que tuvo la autoridad
investigadora de los hechos para ordenarla, por ese motivo, esa orden es violatoria de las
garantías de legalidad y seguridad jurídica que a favor de las impetrantes de garantías
consagra el artículo 16 constitucional antes invocado. ... Como corolario de lo anterior, atento
al estudio que antecede, lo que procede es modificar la sentencia recurrida y conceder a las
peticionarias de garantías, el amparo y protección de la Justicia Federal ..." (fojas 264 a 275
ídem).
Las consideraciones vertidas en la anterior ejecutoria dieron lugar al siguiente criterio
aislado:
"ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO
PARA OBTENER SU DECLARACIÓN ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO EN
RELACIÓN CON LOS HECHOS QUE SE LE ATRIBUYEN Y QUE SON MATERIA DE
INVESTIGACIÓN. ES ILEGAL. La búsqueda, localización y presentación del indiciado
para obtener su declaración ante el Ministerio Público en relación con los hechos que se le
atribuyen, implica una orden de detención, pues si bien no se trata de una privación total de la
libertad, sin embargo, sí trae consigo cierta restricción de ella, máxime que para integrar una
averiguación previa no es requisito sine qua non que obre la declaración del indiciado y
menos que se le constriña a comparecer ante la autoridad investigadora a rendirla, extremo
que se encuentra consagrado como garantía constitucional en nuestra Ley Suprema, en el
artículo 20, apartado A, fracción II y último párrafo del citado apartado; por ende, acorde a lo
previsto por el artículo 16 de nuestra Carta Magna, el Ministerio Público está impedido para
obtener coactivamente la comparecencia a declarar del presunto implicado en los hechos que
investiga, aun cuando aduzca que sea para ‘hacer efectiva su garantía de defensa’, ya que ello
es contrario al espíritu del legislador constitucional."
SEXTO. Primeramente debe analizarse si en el caso concurren los supuestos para que se
actualice la contradicción de criterios, pues sólo de esa manera habrá materia para resolver
esta denuncia.
Existe contradicción de tesis cuando se evidencia, al menos formalmente, oposición de
criterios jurídicos en los que se controvierte la misma cuestión, consiguientemente, la
procedencia de ésta dependerá de lo vertido en la parte considerativa de las sentencias, y se
estima que ello acontece cuando concurren los siguientes supuestos:
-8-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
a) Que las cuestiones jurídicas que se examinen al resolver los negocios jurídicos, sean
esencialmente iguales y se adopten criterios discrepantes;
b) Que la diferencia de criterios se presente en las consideraciones, razonamientos o
interpretaciones jurídicas de las sentencias; y,
c) Que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos.
Lo anterior, con fundamento en la siguiente tesis jurisprudencial:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."
Ahora bien, las transcripciones de las sentencias (líneas arriba efectuadas), evidencian que sí
existe la contradicción de tesis que se denuncia entre los criterios sostenidos por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito, con el sostenido por el Tercer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, pues los requisitos que prescribe la ley para que ésta se dé, se colman,
como enseguida se verá.
En efecto, al resolver los asuntos puestos a su consideración, los tribunales contendientes
examinaron la misma cuestión jurídica y adoptaron criterios discrepantes.
Los Tribunales Segundo y Tercero ambos en Materia Penal del Tercer y Primer Circuito
respectivamente, resolvieron que la orden de búsqueda, localización y presentación para que
-9-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
el inculpado se presente dentro de la averiguación previa a declarar no es violatoria de
garantías, específicamente de la contenida de la fracción II del artículo 20 constitucional,
puesto que su presentación ante la autoridad ministerial, para darle oportunidad de rendir su
declaración, no es posible considerarla en modo alguno, como una detención, pues con ella
no se restringe la libertad de la peticionaria de garantías, sino que únicamente se le ocasiona
una molestia, consistente en hacerla comparecer ante la representación social, para hacer de
su conocimiento que existe una imputación en su contra, así como para que exprese lo que a
su derecho corresponda, y con posterioridad se le permite reintegrarse a sus actividades
cotidianas, lo que no ocurre cuando se emite una orden de detención; además de que con la
orden de presentación, solamente se impele al inculpado a comparecer ante la fiscalía, pero
ello no implica que se le obligue a declarar, pues el citado puede manifestar su voluntad de
abstenerse de hacerlo.
Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Vigésimo Circuito, sostuvo
criterio diverso, pues señaló que esa orden de búsqueda, localización y presentación del
indiciado para obtener su declaración ante el Ministerio Público en relación con los hechos
que se le atribuyen, implica una orden de detención, ya que si bien no se le priva totalmente
de su libertad, lleva aparejada cierta restricción de ella. Además de que para integrar una
averiguación previa no es requisito sine qua non que obre la declaración del indiciado, lo que
finalmente constituye una garantía constitucional según se desprende del artículo 20,
apartado A, fracción II y último párrafo de la Carta Magna. Que de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 16 de la Carta Magna el Ministerio Público está impedido para
obtener coactivamente la comparecencia a declarar del indiciado.
Como se ve, los tribunales examinaron la misma cuestión jurídica, ya que coincidieron en el
estudio del tema relativo a si la orden de búsqueda, localización y presentación del indiciado
dentro de la averiguación previa, para que comparezca a declarar es violatoria de garantías.
El segundo elemento relativo a que la diferencia de criterios debe actualizarse en las
consideraciones de las sentencias, también se actualiza, ya que las transcripciones de las
resoluciones relativas, muestran que ello aconteció así, y
El último requisito igualmente se colma, porque los criterios discrepantes que asumieron los
tribunales contendientes derivaron del examen de los mismos elementos, esto es, el análisis
de los artículos 20, fracción II y 21 constitucionales.
Actualizados los presupuestos necesarios para determinar que sí existe la contradicción de
criterios, lo que procede es entrar a su estudio.
SÉPTIMO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considera que
debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio que se sustenta en esta resolución
-10-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
por las consideraciones que enseguida se expresan:
Como ya se precisó, el tema de contradicción radica en elucidar si la orden de búsqueda,
localización y presentación del inculpado para que declare dentro de la averiguación previa es
violatoria de garantías.
Para estar en posibilidad de elucidar esta controversia, es conveniente transcribir el texto del
artículo 21 constitucional.
"Artículo 21. La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial. La
investigación y persecución de los delitos incumbe al Ministerio Público, el cual se auxiliará
con una policía que estará bajo su autoridad y mando inmediato. Compete a la autoridad
administrativa la aplicación de sanciones por las infracciones de los reglamentos
gubernativos y de policía, las que únicamente consistirán en multa o arresto hasta por treinta
y seis horas; pero si el infractor no pagare la multa que se le hubiese impuesto, se permutará
ésta por el arresto correspondiente, que no excederá en ningún caso de treinta y seis horas.
"Si el infractor fuese jornalero, obrero o trabajador, no podrá ser sancionado con multa mayor
del importe de su jornal o salario de un día.
"Tratándose de trabajadores no asalariados, la multa no excederá del equivalente a un día de
su ingreso.
"Las resoluciones del Ministerio Público sobre el no ejercicio y desistimiento de la acción
penal, podrán ser impugnadas por vía jurisdiccional en los términos que establezca la ley.
"La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los
Estados y los Municipios, en las respectivas competencias que esta Constitución señala. La
actuación de las instituciones policiales se regirá por los principios de legalidad, eficiencia,
profesionalismo y honradez.
"La Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios se coordinarán, en los
términos que la ley señale, para establecer un sistema nacional de seguridad pública."
Ahora bien, la norma transcrita hace referencia a las facultades de investigador que
constitucionalmente se otorgan al Ministerio Público en la fase de la averiguación previa; en
esencia, este artículo delimita las obligaciones y prerrogativas que durante esta etapa del
proceso penal le confiere la Constitución a esta institución pública.
Ese precepto consagra el principio acusatorio en el que descansa el sistema penal mexicano,
que consiste en la obligación que constitucionalmente se impone al Ministerio Público de
-11-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
acreditar dentro de la fase del proceso penal, denominada averiguación previa, los elementos
del delito y la probable responsabilidad del imputado.
Así pues, en cualquier caso dentro del proceso penal y en la etapa de averiguación previa el
representante social debe acreditar determinados hechos para demostrar los elementos del
cuerpo del delito que se imputa al indiciado, que, concatenados entre sí, den como resultado
una presunción iuris tantum que demuestre los elementos del ilícito en cuestión y la probable
responsabilidad del inculpado.
En esas condiciones y dado que corresponde a esa institución pública el acreditamiento de la
actualización del delito, por imperativo constitucional, en todos los casos se le constriñe a
realizar "la investigación y persecución de los delitos", debiendo para ello, necesariamente
"buscar y presentar las pruebas que acrediten la responsabilidad de los inculpados".
Lo anterior se corrobora si se atiende que el artículo 19 constitucional dispone que el auto de
formal prisión deberá expresar "los datos que arroje la averiguación previa, los que deben ser
bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del
acusado". En esas condiciones, es evidente que si el auto de formal prisión requiere de datos
que deben constar o derivarse de la averiguación previa, los cuales tienen que ser de tal
naturaleza que comprueben el cuerpo del delito y que además hagan probable la
responsabilidad del acusado, es evidente que, por eso es que constitucionalmente se faculta al
Ministerio Público para que realice las indagaciones necesarias y suficientes que tengan
como consecuencia, precisamente, la existencia de datos bastantes que comprueben el cuerpo
del delito y la probable responsabilidad.
Así pues, el artículo 21, primer párrafo, como ya se dijo impone al Ministerio Público la
obligación de aportar las pruebas que acrediten la existencia de un delito, en contraposición a
ello, el inculpado goza del derecho de defensa que se le otorga para acreditar la inexistencia
del delito, desvaneciendo las pruebas aportadas por el representante social, lo cual, no
constituye una obligación sino una mera facultad potestativa, ya que en todo momento
subsiste la carga al Ministerio Público, en todos los delitos, de acreditar la actualización de
los mismos.
Con base en lo antes descrito, válidamente es posible concluir que la orden de localización,
búsqueda y presentación del inculpado para que declare dentro de la averiguación previa, si
bien no se traduce en un requisito indispensable para que esa se integre (averiguación previa),
porque el precepto 21 en cita no lo dispone de tal forma, sí constituye un elemento más de
prueba que puede tener en cuenta el Ministerio Público para efectos de la integración de la
averiguación previa correspondiente, en ejercicio de la facultad antes referida que le concede
la propia Carta Magna.
-12-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
Consiguientemente, el Ministerio Público al tener conocimiento de la existencia de un delito
y en la etapa de averiguación previa del proceso pueda llevar a cabo todas aquellas
diligencias dirigidas a la investigación del mismo y la comprobación de la responsabilidad
que exige la Constitución para estar en posibilidad de ejercer la acción constitucional, la cual
depende necesariamente del acervo probatorio que en ejercicio de sus funciones recabe el
Ministerio Público y con el cual habrán de constituirse todos los elementos integradores del
delito.
Por su parte, al inculpado corresponde justificar su inocencia a través del desvanecimiento de
los datos que integran la averiguación previa y solamente ante la comprobación por parte del
representante social de que se ha perpetrado el hecho catalogado como delito y establecido el
nexo causal entre la conducta humana y ese tipo, toca al acusado la demostración de que falta
una de las condiciones de incriminación.
Cuando acontece ello, esto es, que el Ministerio Público no prueba los elementos
constitutivos del delito y la responsabilidad del inculpado, carece de relevancia que éste (el
inculpado) ofrezca pruebas para desvanecer la imputación que obra en su contra; sin
embargo, el representante social jamás por imperativo constitucional queda relevado de la
carga probatoria por el delito que se sigue en el proceso pues, en cualquier caso, debe recabar
el acervo probatorio que acredite la existencia del delito y la presunta responsabilidad del
sujeto del ilícito.
En esa tesitura, es dable concluir que esa orden de localización, búsqueda y presentación, se
trata de una acción más por parte del Ministerio Público que forma parte de la investigación y
persecución de los delitos que exclusivamente le compete para que durante la averiguación
justifique a través de la carga probatoria que se le impone, que el hecho tipificado por la ley
como delito, ha sido perpetrado.
Debe precisarse que la orden en comento (localización, búsqueda y presentación del
inculpado dentro de la averiguación previa) no transgrede la garantía contenida en la fracción
II del apartado A del artículo 20 constitucional, porque esa citación no constriñe al citado a
declarar. El precepto citado dispone:
"Artículo 20. En todo proceso de orden penal, el inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán
las siguientes garantías:
"A. Del inculpado:
"...
"II. No podrá ser obligado a declarar. Queda prohibida y será sancionada por la ley penal,
-13-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
toda incomunicación, intimidación o tortura. La confesión rendida ante cualquier autoridad
distinta del Ministerio Público o del Juez, o ante éstos sin la asistencia de su defensor
carecerá de todo valor probatorio."
La fracción citada consagra el principio de no autoincriminación, que consiste en que el
inculpado no podrá ser obligado a declarar en su contra.
Este principio, entre otros, regula el procedimiento penal, lo que conduce a establecer que
tratándose de cualquier delito el Ministerio Público en la averiguación previa y con
posterioridad el Juez de la causa, durante el proceso respectivo, deben ajustar sus actos a las
reglas y principios que regulan el procedimiento penal a fin de no dejar en estado de
indefensión al imputado.
De lo antes narrado, se puede determinar que la orden de localización, búsqueda y
presentación del inculpado dentro de la averiguación previa, no infringe dicha garantía, pues
en momento alguno se obliga al inculpado a que declare en su contra, lo único que se
pretende con ella (orden) es colmar los extremos de la investigación a la que está obligado a
llevar a cabo constitucionalmente el Ministerio Público; contrariamente a ello, la referida
orden tiene como consecuencia otorgar al inculpado la oportunidad de declarar, es decir,
manifestar lo que a su derecho convenga dentro de la averiguación, compareciendo a
defenderse desvirtuando los hechos que se le imputan (garantía de audiencia), pero tal acto no
implica que el inculpado no pueda abstenerse de declarar o hacerlo en los términos que
estime pertinentes y que a su entender favorezca a sus intereses.
Efectivamente, debe desestimarse el anterior planteamiento, ya que en primer lugar, como ha
quedado aseverado, es inexacto que se obligue al inculpado a declarar en su contra.
Además, debe resaltarse el hecho de que la fracción II del apartado A del artículo 20
constitucional contiene el llamado derecho de "no autoincriminación" que, en relación con la
garantía de plenitud de defensa, se traduce en la facultad que tiene todo inculpado de
abstenerse de declarar, o de hacerlo en los términos que estime pertinentes, aun cuando con
ello se faltare a la verdad; sin que para el caso sea quebrantado tal principio de no
autoincriminación sí puede ser obligado el gobernado a soportar pasivamente, esto es, sin
exigirle colaboración activa, todos aquellos actos tendentes al acreditamiento de su conducta
delictiva, los cuales pueden recaer en su persona o bienes.
En síntesis, debe precisarse que el derecho de no autoincriminación, no significa que el
inculpado no tenga que soportar la investigación dirigida al acreditamiento de su
culpabilidad; sin embargo de ello no se sigue que esté imposibilitado para ejercer su derecho
de acreditar su inocencia, lo cual de modo alguno significa que tenga que declarar en su
contra.
-14-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
En acatamiento a las reglas que rigen el proceso penal, el Ministerio Público debe acreditar a
través del acervo probatorio a su alcance la actualización de la conducta delictiva, por parte
del procesado, que puede ser precisamente la declaración del inculpado, pero ello de ninguna
manera implica que el indiciado quede compelido con esa orden de declarar en su contra, ya
que, como antes se dijo, incluso puede, si así lo desea, hacer uso de su derecho constitucional
y negarse a declarar.
Además, debe precisarse que esa orden que se analiza tampoco se traduce en una orden de
detención, pues si bien es cierto que se le cita al indiciado para que comparezca dentro de la
averiguación previa a declarar, ello únicamente constituye un acto de molestia que se
contempla en el artículo 16 constitucional, el cual tiene como requisitos de validez que sea (I)
emitido por la autoridad competente y (II) que se funde la causa legal del procedimiento.
En efecto, si como ya se dijo, esa orden no es otra cosa que un elemento más del acervo
probatorio que debe allegar el Ministerio Público dentro de la averiguación previa y que tiene
como finalidad otorgar el derecho de defensa al indiciado, además de obtener su declaración
para reunir mayores elementos que, concatenados entre sí evidencien los elementos del
cuerpo del delito y la probable responsabilidad o, en su caso la falta de elementos para ejercer
la acción constitucional, es evidente que no se trata de una orden de detención, pues no tiene
como objeto privar de la libertad al inculpado, y si bien resulta cierto que momentáneamente
estará sujeto a las diligencias correspondientes a la presentación ante el Ministerio Público y
la correspondiente declaración en su caso, de ello no se sigue que se le esté coartando su
libertad, pues la naturaleza de esa orden y la actuación respectiva, tienen como consecuencia
que en cuanto se lleven a cabo, la persona citada pueda reintegrarse a sus actividades
cotidianas.
Sostener lo contrario haría nugatoria la posibilidad de que cualquier autoridad (jurisdiccional,
administrativa) solicitara la presencia de las partes en un juicio o de terceros a declarar,
porque esa citación, de concluir en forma contraria a como se hace, llevaría inmersa una
orden de detención, lo que imposibilitaría de manera exorbitante el desarrollo de los procesos
y se traduciría en una denegación de justicia, ya que difícilmente se lograría la integración de
los expedientes y el dictado de las resoluciones no contendría, en el mayor de los casos, los
elementos necesarios para acercarse lo mayormente posible a la verdad y, por ende, a la
justicia.
Lo antes precisado encuentra mayor sustento si se considera que en tal caso, el legislador no
hubiera previsto en ninguna legislación la facultad del juzgador para citar a personas a
declarar, porque todas estas órdenes, constituirían una orden de detención.
Debe precisarse que no resulta materia de esta contradicción la afirmación que realiza el
-15-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, tanto en la tesis que emitió como en las
consideraciones de la sentencia que le dieron origen, en el sentido de que la institución
pública del Ministerio Público está impedido para obtener coactivamente la comparecencia a
declarar del presunto implicado en los hechos que investiga, pues esa afirmación la realiza
únicamente ese órgano colegiado y no se advierte que los otros dos tribunales contendientes
hubieran afirmado lo contrario para estimar que sí se actualiza el supuesto de contradicción.
En consecuencia, procede declarar que debe prevalecer el criterio sostenido por esta Sala, el
que se reproduce en las siguientes tesis:
ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO
PARA DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. ES UNA
DILIGENCIA QUE INTEGRA EL MATERIAL PROBATORIO EN DICHA FASE.-El
principio acusatorio contenido en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos obliga al Ministerio Público a que antes de ejercer la acción penal, esto es,
hacer la acusación correspondiente, realice la investigación y persecución del delito, lo que se
traduce en una facultad y una obligación consistente en recabar el acervo probatorio
suficiente para demostrar el cuerpo del delito y la responsabilidad del inculpado. En esas
circunstancias, la orden de localización, búsqueda y presentación del indiciado para que
declare dentro de la averiguación previa no es otra cosa que una diligencia más para integrar
el material probatorio que el Ministerio Público debe allegar dentro de esta fase procesal,
para obtener los elementos suficientes para ejercer la acción penal.
ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO
PARA DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. NO TRANSGREDE
EL PRINCIPIO DE NO AUTOINCRIMINACIÓN CONTENIDO EN LA FRACCIÓN II
DEL APARTADO A DEL ARTÍCULO 20 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.-El citado
numeral concede al indiciado, entre otros, el derecho de no declarar si lo estima conveniente,
lo que conduce a establecer que menos aún está obligado a declarar en su contra. Luego, la
orden de localización, búsqueda y presentación del indiciado para que declare dentro de la
averiguación previa no transgrede el principio de no autoincriminación contenido en el
artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque únicamente
se cita al indiciado a que comparezca dentro de esta fase procesal para declarar, sin que tal
acto implique que no esté facultado para no hacerlo, de manera que esa citación, lejos de
violentar algún derecho, le protege el de defensa dentro del proceso, porque lo posibilita para
comparecer y manifestar lo que a su derecho convenga.
ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO
PARA DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. NO ES
RESTRICTIVA DE LA LIBERTAD, POR LO QUE NO SE TRADUCE EN UNA ORDEN
DE DETENCIÓN.-La finalidad de la orden de detención es privar de la libertad a una
-16-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 80/2003-PS.
persona, a diferencia de la orden de localización, búsqueda y presentación del indiciado para
que declare dentro de la averiguación previa, cuyo objeto no es restringir su libertad, sino
lograr su comparecencia dentro de esta fase procesal para que declare si así lo estima
conveniente, ya que incluso puede abstenerse de hacerlo, además de que una vez terminada la
diligencia para la que fue citado, puede reincorporarse a sus actividades cotidianas, por lo que
no puede considerarse que se le priva de su libertad.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.-Sí existe contradicción de tesis entre el criterio que sostienen el Segundo y
Tercer Tribunales Colegiados en Materia Penal del Tercero y Primer Circuito,
respectivamente, y el que sostiene el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito.
SEGUNDO.-Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio sustentado por esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las tesis precisadas en el
considerando último de esta resolución.
TERCERO.-Remítanse copias de las tesis jurisprudenciales que se sustentan en esta
resolución, a la Dirección General de la Coordinación de Compilación y Sistematización de
Tesis para su publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, así como a
los órganos jurisdiccionales que se mencionan en la fracción III del artículo 195 de la Ley de
Amparo.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, comuníquese a los Tribunales Colegiados
sustentantes, y en su oportunidad archívese el expediente.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo (ponente), Juan N.
Silva Meza, José Ramón Cossío Díaz y presidenta Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Ausente el Ministro Humberto Román Palacios.
Nota: La tesis de rubro: "ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN
DEL INDICIADO PARA OBTENER SU DECLARACIÓN ANTE EL MINISTERIO
PÚBLICO EN RELACIÓN CON LOS HECHOS QUE SE LE ATRIBUYEN Y QUE SON
MATERIA DE INVESTIGACIÓN. ES ILEGAL.", citada en esta ejecutoria, aparece
publicada con el número XX.3o.4 P, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XVII, enero de 2003, página 1822.
-17-
Descargar