CENICERO Historia. Personajes ilustres Introducción: los orígenes y el término “Cenicero” El término de Cenicero, ya estuvo poblado en los milenios tercero ó segundo A. De C., tal como lo han demostrado los restos arqueológicos encontrados en los yacimientos de San Justo, Sanchisnal y las Majadas. Éstos restos corresponden a las culturas celta, íbera y romana. Cerro de San Justo con probable localización de poblado prerromano Sabemos de estos poblamientos , pero casi nada más; existiendo un gran vacío en la historia hasta el año 740 en que Alfonso I de Asturias, ayudado por su hermano Franela duque de Cantabria expulsó a los musulmanes de una serie de ciudades,"llevándose a los habitantes cristianos a las montañas y degollando a los arabes", entre estas ciudades estaban Lugo, Zamora ,Salamanca, Osma, Miranda de Ebro, Clunia y las riojanas, Brunes(Briones),Alesanco, Ábalos y Cinisaria ó Cinisario según el texto. Fragmentos cerámicos prerromanos Sobre la etimología de Cenicero, hay dos versiones la popular que dice que era un lugar en el que se reunían los pastores y al quedar las cenizas de sus hogueras, ellos lo denominaban el cenicero ó la versión que traduce Cinisaria por cenizales refiriéndose a los lugares en que se elaboraba el carbón. Después de las escaramuzas de Alfonso I, que dejó las tierras conquistadas como tierra de nadie, los musulmanes volvieron a conquistar parte de estas tierras, Cenicero entre ellas, pues Ordoño II junto a Sancho Garcés de Navarra conquistaron Viguera, Cenicero y Nájera pasando éstos a formar parte del reino de Navarra, hasta que López de Haro las perdió en Batalla ante Alfonso I "el Batallador" esposo de Doña Urraca, adueñándose entre otras plazas de Logroño, Nájera y Cenicero. Alfonso I “El Batallador” Es de suponer, que en aquellos años de contínuas guerras y estando siempre en tierras fronterizas Cenicero pasaría de Aragón, Castilla y Navarra por todas ellas. El año 923 se levanta un monasterio en Cenicero a legua y media de Nájera, lo edificó el obispo Teodomiro y puso de Abad a Jorge, monje de Hyrache. El monasterio estaba bajo la advocación de la Virgen María. Siglos XII Y XIII De los siglos siguientes hay pocas noticias escritas de Cenicero. Únicamente aparece en los años 1143,1286 y 1287 en escrituras de rentas o treguas de los monasterios de Nájera y Cañas, testigos de Cenicero: El merino García Arcoz de Cenicero, Ferrant García de Samaniego, Caballero de Cenicero y Sancho Fernández de Cenicero. Batalla de Nájera Pedro I “El Cruel” D. Enrique de Trastamara El 3 de Abril de 1.367 hubo una gran contienda entre Pedro I El Cruel y Don Enrique de Trastamara , la batalla de Nájera. Esta batalla tuvo lugar en el término de Cenicero en los terrenos de La Rad y Ribarrey. Siglos XIV y XV En el año 1.375 y debido a que "dicho lugar de Cenicero es poblado en yermo y moran en él pocas compañas en frontera de Navarra, por la cual razón no pueden nin estar los que ahí moran vedar, algunos robos y tomas y fuerza e otros maleficios que son fechos de homes mal fechores de Castiella e de Navarra".El Concejo de Nájera se compromete con el de Cenicero a cercar dicho lugar con cerca de cinco tapias de alto hasta la iglesia de San Martín y con tres tapias en la parte de contraebro, con su petril en alto y seis torreones en el perímetro de la cerca; también se comprometen a enviar 25 ó 30 hombres que moren y pueblen en este dicho lugar de Cenicero, el cual pasa a ser de Nájera y los habitantes de ambos lugares tendrán los mismos privilegios y obligaciones. Enrique IV de Castilla El año 1.465 Enrique IV donó Cenicero a Pedro Manrique de Lara, conde de Treviño y Duque de Nájera. Siglos XVI y XVII El Siglo XVI fue sin duda de gran prosperidad para Cenicero pues a mediados se empieza la construcción de la iglesia , probablemente en el mismo solar en que se encontraba la antigua de San Martín ya citada en la carta de compromiso. También durante aquellos años, en 1557 exactamente, se contruye el crucero y se inician las obras de la ermita de la Virgen del Valle. Durante estos años también se construyó la ermita de San Cristóbal. Ya en 1.553 hay noticias del Hospital, encontrándose al lado del camino de Valdemontán y se pasó a la calle de "El Molino".En 1696 se puso un cristo sobre la puerta, el cual se alumbraba el Jueves y Viernes Santo. Felipe IV Felipe IV, en el año 1.636 y en agradecimiento al ofrecimiento que le hace el Concejo del lugar de Cenicero de servirle siete mil maravedíes por cada uno de los vecinos:"Eximo saco y libro a vos el dicho lugar de Çeniceros de la jurisdición de la dicha ciudad de Naxara y os hago Villa".No sólo nombró villa a Cenicero, sino que once años más tarde, en 1647 y debido a estar muy pobre de tierras la villa, le pidieron al "merced de poder arar y sembrar hasta 8.000 fanegas en los términos de la Rad y la Verde, en las partes más cercanas a la villa y más a propósito para ello" ; se le ofrecieron por la merced cuarenta mil ducados. El ofrecimiento fue aceptado, posteriormente y debido a las reclamaciones de Huércanos y Uruñuela, éstos pueblos tomaron tal como se convino, 2.200 fanegas quedándose Cenicero 5.780 fanegas. Siglos XVIII y XIX Ya en el S. XVIII se acabó la ermita con la construcción de la sacristía por Manuel de Chavarría.A mediados de siglo, en el 1.752 el Marqués de la Ensenada mandó a los pueblos un cuestionario que debían completar para hacer el catastro; en la contestación de Cenicero aparecen entro otros estos datos: Marqués de la Ensenada Se llama Villa de Zenizero, tiene 250 vecinos(alrededor de 1.000 habitantes), en 180 casas habitables, tiene hospital que se mantiene de las rentas y la caridad; tiene 13 clérigos y 4 capellanes. Una taberna ,no hay puente ni barcas en losa ríos, ni mercado ni ferias. Tiene médico, cirujano, boticario, maestro de niños, organista etc. Carlos III Conde de Aranda En el año 1.767 el rey Carlos III concedió privilegio para celebrar mercado en la villa y en 1.771, dio permiso para realizar un canal que uniese el Najerilla desde "Los Hundidos" con el Ebro .Este permiso lo firmó el Conde de Aranda el 4 de febrero. La obra se presupuestó en 35.413 reales y los estudios del proyecto los hicieron Alejo de Aranguren de Logroño y Bernardino Ruiz de Azcárraga de Cenicero. Así se pusieron en riego 423 fanegas , el actual regadío, regida por "La Junta de regadío" presidida por el alcalde. En 1.768 se comenzó a hacer el Vía Crucis por el pueblo y terminando en el Crucero, tradición que aún existe. La Real Sociedad económica de La Rioja daba derecho a un voto en las Juntas para cada municipio y dos a los que contribuyesen con más de 90.000 cántaras de vino. En 1790 Cenicero fue el único que consiguió esta cantidad; lo que nos da una idea de la importancia que siempre ha tenido la viticultura para el pueblo. Puente de Torremontalbo después de la tragedia En 1.794 se facilitan las comunicaciones con el Norte, al construir la Real Sociedad el puente en piedra en Torremontalbo por un coste de 1.300.000 reales. En el 1797 se construyó la fuente de la Plaza del Dr. S. Martín. Fuente de la Plaza Dr. San Martín El Siglo XIX empezó con muy mal pie para Cenicero y tierras conlindantes. Una serie de años de sequías tremendas hicieron que las cosechas fueran ruinosas y el hambre y las enfermedades hicieran de las suyas. fue una auténtica epidemia de pobreza; entre 1.802 y 1.805 murieron en Cenicero 258 personas. Por si fuera poco en 1.808 llegó la ocupación francesa y aunque ésta pasó sin pena ni gloria, la verdad es que acabaron de arruinar a Cenicero con los impuestos: 400.000 reales al año, a los que había que añadir las ayudas al ejército de España y las tasas a la Real Sociedad de La Rioja. Aunque se vendieron prácticamente todas las tierras pertenecientes a los Propios y al Común; no levantándose cabeza en muchos años. Guerra de la Independencia Epidemia de Cólera: Carretadas al cementerio En el año 1.834 una horrible epidemia de cólera acabó con 274 personas. Curiosamente este mismo año tiene lugar una hazaña que descubrirá al Cenicero heroico la defensa de los Urbanos de Cenicero frente al ejército Carlista. Cenicero fue recuperándose y en 1857 tenía 1.212 habitantes. En este lustro se hizo el puente del barranco y poco después todos los puentes, alcantarillados etc. Necesarios para el paso del ferrocarril, así como la estación. Siendo su inauguración el 2 de marzo de 1.863 y la empresa que lo explotaba : la compañía del ferrocarril Tudela-Bilbao. En el año 1.873, en plena guerra carlista, éstos quemaron la estación y cortaron el puente de Torremontalbo. Puente del Barranco En aquellos años el cementerio estaba alrededor de la iglesia; quedó pequeño y también por razones sanitarias, se hizo uno nuevo, al que se entraba por el camino de Cacharrabute y que se inauguró en julio de 1.869. En los meses de septiembre a Noviembre de 1885, una nueva epidemia de cólera asoló Cenicero produciendo 39 muertos. A principios de los noventa, en 1.891 se comenzarán a impartir clases para niños en la Escuela de las monjas. El cinco de Febrero de 1.896 se inauguró la ampliación del cementerio, que ya llegaba hasta la carretera y le dio el aspecto actual con calles bordeadas de cipreses , puerta principal etc. Entrada del Cementerio En este final de siglo 1897 se coloca en la plaza llamada de Cantabrana la estatua de "La Libertad" en memoria de los héroes de 1834 y también se fundó la Sociedad Cultural Recreativa Casino "la fraternal, que todavía hoy se encuentra en plena pujanza. Estatua de la Libertad El siglo terminó con el principio de la epidemia de la filoxera, que se llevó parte de las viñas; entonces la población de Cenicero era de 2.646 habitantes. Filoxera Hoja atacada por la filoxera Siglo XX El nuevo siglo fue el de los grandes avances tecnológicos que naturalmente también llegaron a Cenicero y también otra gesta esta vez humanitaria vivieron los cenicerenses el 27 de Junio de 1903 "LA CATÁSTROFE DE TORREMONTALBO" pasando el 19 de Enero de 1904 por su generoso comportamiento en esta hecatombe de villanos a ciudadanos. En 1.907 , la Electra Cenicero instaló la electricidad en la ciudad comenzando por la iluminación urbana. En 1.916 se inauguró la oficina de telégrafos; en el 14 se había inaugurado el nuevo hospital al lado de la carretera de Logroño. Catástrofe de Torremontalbo. En el año 1.918 la epidemia de gripe produjo 81 muertos; años después en el 27 hubo una tormenta:"La nubada de los ahogados" que se saldó con 5 víctimas. Durante estos años, exactamente el 32 se abrió el "asilo de Doña Gregoria Artacho", que ha sido ampliado a final de siglo. A pesar de la guerra, la población siguió creciendo llegando a 2.864 habitantes en 1.950, a partir de aquí y debido a la importancia de la expansión industrial sobre todo en Vascongadas mucha gente emigró acabando el siglo con 2.000 habitantes. En esta mitad de siglo se produjo la traída de aguas e instalación del agua corriente en 1951 y después toda una serie de obras urbanísticas y servicios como el desvío de la carretera, autopista, polígono industrial, Campo de Fútbol, piscinas, Casa de Cultura etc. que han configurado el pueblo como es actualmente. Campo de fútbol En 1984 se conmemoró el 150 aniversario de la gesta heroica de sus hijos durante el asedio de octubre de 1834. La instalación de la Cooperativa Vinícola Santa Daría, así como varias bodegas muy importantes, han reforzado la importancia de Cenicero en este sector, dando trabajo aun buen número de habitantes. Urbanísticamente el hecho más importante de este final de siglo ha sido el desplazamiento de la población hacia el triángulo formado por las carreteras de la Estación, Logroño y Elciego, dónde viven prácticamente el 50% de los habitantes. Hacia el oeste también ha habido cierto desplazamiento con casas unifamiliares y por la edificación de la antigua alcoholera. Cenicero Ciudad Muy Humanitaria Cenicero se ganó el título de Ciudad Muy Humanitaria por un ejemplar comportamiento con motivo del accidente ferroviario del puente de Torremontalbo en 1903, dónde se registraron 43 muertos y más de 80 heridos. Este episodio, unido a su resistencia durante el asedio de los días 21 y 22 de octubre de 1834 para defender los ideales de libertad y el trono de Isabel II descubren en profundidad el alma de Cenicero y trazan con rasgos definitivos la trayectoria histórica de esta singular Ciudad de La Rioja. Por eso el gran escritor Mariano de Cavia expresó toda su admiración por esta Ciudad con las siguientes palabras: Al pasar por Cenicero Hay que quitarse el sombrero. Defensa de los Urbanos de Cenicero Frente al Ejército Carlista El 21 y 22 de Octubre de 1834 tuvo lugar el asedio a la torre de Cenicero por los carlistas. La Milicia Urbana de Cenicero, de unos 40 hombres, resistió bizarramente durante 26 horas seguidas a las tropas de Zumalacárregui, de unos 5.000 soldados. La torre de la Iglesia Placa de una calle de Madrid que refleja la gesta de 1834 Hubo escenas patéticas. Los carlistas obligaron a Doña Benita Hernáez, que tenía dos hijos encerrados en la iglesia, para que les intimidase a la rendición obteniendo a cambio perdón; doña Benita les conminó a resistir con estas palabras:" Hijos míos: me obligan a que os diga que entreguéis las armas, pero yo os aconsejo que os defendáis hasta el último aliento; y si me traen por delante con vuestras hermanas, matadnos antes que rendiros".Sus hijos conmovidos la obligaron a encerrarse con ellos. Los Urbanos de Cenicero, con solamente 1.800 cartuchos, resistieron desde las once de la mañana hasta el anochecer del día 21 en la puerta de la iglesi , con algunos agujeros como troneras. Zumalacárregui tomó el fortín por la noche, obligando a los urbanos a encerrarse en la Iglesia formando otro débil parapeto, desde dónde siguieron contestando con cartuchos y tejas durante toda la noche. Zumalacárregui hastiado de sus infructuosos resultados decide dar fuego a la iglesia quemando altares, órgano, imágenes etc. utilizando para avivar el fuego mobiliario de las casas de Cenicero. Tratando de endurecer los efectos del fuego echaron en él cuanto pimiento molido y sin moler había en el pueblo. No murió ni uno solo de los encerrados en la torre, único lugar que se salvó de las llamas gracias a un aire castellano que inclina las llamas a la parte opuesta de la torre. El balance de las fuerzas carlistas fue de unos 60 muertos y más de 80 heridos. A las once del día 22, tras 26 horas de lucha, Zumalacárregui abandona Cenicero ante el temor de la llegada de auxilio, diciendo: "Bien merecen esos valientes ser premiados, si cosa mía fuera, no echaría en olvido su heroísmo". Esta gesta heroica se celebra con admiración y asombro en toda España, traspasando fronteras. La reina otorga a estos valientes medallas de oro en forma de estrella, doce de los más distinguidos son condecorados con la cruz individual de Isabel II. Económicamente, por suscripción en varias provincias de España y del extranjero, se alivia a los urbanos , cuyas casa habían sido saqueadas por las tropas de Zumalacárregui. Fundada la Sociedad y Cofradía de Los Urbanos se celebra su fiesta el 22 de Octubre hasta 1936. En 1887 se acordó levantar un monumento a la memoria de los héroes, encargándose la ejecución de una estatua de la Libertad a don Niceto Cárcamo de Briones. El ayuntamiento donó 300 pesetas, y la Sociedad de Milicianos los fondos que tenía; el Duque de la Victoria 100 pesetas; Sagasta 250 y otras 100 el Marqués de Reinosa. El 27 de Octubre de ese mismo año se coloca en la plaza de Cantabrana hasta 1936 .En 1976, gracias al entusiasmo de un grupo de cenicerenses era reinstaurada nuevamente en esa misma plaza con un nuevo pedestal, obra de los escultores Dalmati-Narvaiza. En 1.997 se celebra el centenario de la Estatua de La Libertad. Con tal motivo se crea una comisión que se encargada de coordinar y organizar los actos que se celebraron a lo largo de todo el año en memoria de La Libertad. De todos los actos, el mas significativo fue el cambio de estatua. Estatua de La Libertad sobre el pedestal con los nombres de los urbanos En este pedestal, se encuentra una placa con los nombres de los protagonistas de esta gesta. Con motivo del Centenario de La Estatua de La Libertad, en 1997 se llevaron a cabo una serie de actos creando una Comisión encargada de organizarlos. Centenario de la Estatua de La Libertad También se hace una réplica en bronce de la estatua porque con el paso del tiempo se encuentra muy deteriorada, produciéndose un nuevo cambio y descansando la auténtica de hierro en el Vestíbulo de la Casa de Cultura "Las Monjas". Catástrofe de Torremontalbo Hacia las tres de la tarde del día 27 de Junio de 1903 un calor sofocante abrasa el ambiente en las inmediaciones de Torremontalbo. El tren correo de Bilbao a Castejón, número 160, con puntualidad ferroviaria , atravesaba la curva del puente de hierro de esta localidad ; la velocidad bamboleaba al tren que zigzagueaba en aumento desembocando en el barranco del río Najerilla, los maquinistas no pudieron evitar que el tren se estrellara en el suelo. Ésta catástrofe había sido presentida por los pueblos de alrededor y especialmente por el Conde de Hervías, Don Trinidad Manso de Zúñiga quién en numerosas ocasiones se había quejado del estado del puente. Al lugar de la catástrofe acudieron al escuchar el estruendo y los lamentos los agricultores de Cenicero, Don Trinidad, su hija y criados. Don Saturnino Hernández, vecino de Cenicero, corre con urgencia a avisar al alcalde interino de la localidad ,Don Francisco Montejo quiénes en una dolorida llamada de socorro reúnen a todo el pueblo de Cenicero con mantas, colchones, trapos y todos los enseres de primeros auxilio. Catástrofe de Torremontalbo Corre Baltasara Alonso, mujer del peón caminero que tenía su casa en la carretera de Torremontalbo, quien al límite de sus fuerzas para cuando llegaron los de Cenicero había transportado sesenta cántaros de agua para las víctimas. Caída del Puente. Cuando llegaron los primeros a socorrer el tren se bamboleaba y crujía pareciendo que se iba a desplomar otra vez de un momento a otro. Entre los retorcidos hierros se alzan gritos de dolor, llanto de impotencia y lo peor el silencio de la muerte. Una mujer salvó a su hijo de siete meses arrojándolo por la ventana antes de perder la vida, el maquinista grita "agua, agua…" antes de fallecer, otro grita pidiendo que lo saquen aunque sea perdiendo el brazo. Desastre del Puente En Cenicero solo se escucha las campanas de la torre que tocan a arrebato.¿Dónde están sus gentes?.Todos en Torremontalbo ,algunas mujeres volvían a preparar el hospital , las escuelas , otros en el lugar de la catástrofe transportando agua para aplacar la sed, vigilando equipajes para evitar el pillaje, consolando a los heridos, sacando heridos entre hierros retorcidos en fin todos en Torremontalbo con un fin común unidos. Y allí no faltó nada sobraron mantas, colchones y palabras de consuelo para los supervivientes. Todos los habitantes de Cenicero conmocionados abandonan sus quehaceres corriendo a asistir a las víctimas. Por la noche en el rescate se iluminan con antorchas y faroles por si queda gente en los amasijos de hierros. Todos ayudaron, todos sin distinción de clase. Vecinos de Cenicero en la zona de la catástrofe Las casas de Cenicero se convirtieron en un hospital infatigables los cenicerenses rescataron en menos de nueve horas sin medios adecuados, ya que hasta la media noche no llegó el tren de Logroño con el material necesario, la práctica totalidad de los heridos y a los muertos. Su valor se prolongó varios días primero enterrando en su cementerio a los 43 muertos que perecieron y luego en sus hogares curando y cuidando a los heridos sin recibir , ni admitir nada a cambio. El alcalde Señor Montejo pregona un bando rogando se pongan colgadura negras en los balcones y que no se note en la gente joven el menor átomo de alegría propios de días festivos. Don Gabriel Jiménez, párroco de Cenicero, El Conde y condesa de Hervías, Manuel Aguirre, guardia civil, Don Francisco Montejo, alcalde interino de Cenicero y todo el pueblo de Cenicero y Torremontalbo sin ninguna excepción dieron muestras de una increíble entrega. Aunque no se puede resaltar un héroe , ni alabar un comportamiento sino la unanimidad de todos , a los que hay que agradecerles la salvación de muchas vidas la historia ha resaltado uno el de Doña Concha Manso de Zúñiga, la heroína de Torremontalbo, quizás por el rango de su cuna se convirtió en el símbolo de la caridad, adquiriendo su comportamiento resonancia nacional. Los cenicerenses se entregaron de tal forma en la ayuda que hubo personas que no aparecieron por su casa en una semana. La catástrofe de Torremontalbo por desgracia no pudo compararse a ninguna de las ocurridas entonces en las vías férreas porque la cifra de heridos y muertos pasó de una centena. Por encima de la anécdota queda el espíritu de un pueblo que emociona con su comportamiento en momentos difíciles o trágicos; es este espíritu el que hace posible escribir gestas únicas en la historia y es este espíritu el que le hace acreedora del Título de Ciudad, la octava de La Rioja la última en tiempo y en habitantes pero igual de grande por su lealtad . El 19 de Enero de 1904 Cenicero villa generosa recibió el premio a su altruismo, a su tesón a la voluntad unánime de la ayuda humanitaria en una hecatombe, su majestad el Rey Don Alfonso XIII le concede el Título de Ciudad. Alfonso XIII Subsecretaria Sección 1ª Negociado 1º S. M. El Rey(q.D.g.) se ha dignado expedir por este Ministerio el Real Decreto siguiente: "Deseando dar testimonio público de Mi Real aprecio a la villa de Cenicero con motivo del humanitario proceder de sus habitantes en la catástrofe del puente de Torremontalbo ocurrida el día veintisiete de junio del año próximo pasado: . Vengo a concederle el título de Ciudad. Dado en Palacio a diez y nueve de Enero de mil novecientos cuatro.-Alfonso.-El Ministro de la Gobernación, José Sánchez Guerra». De Real orden lo digo a V.S. para su conocimiento y satisfacción de la corporación que tan dignamente preside. Dios guarde a V.S. muchos años Madrid-19 de Enero 1.904 CENICERENSES ILUSTRES Fray Juan de Montemayor Doctor Jesuita, confesor de la Reina doña Margarita. Fue general de la Orden, varón de excesiva prudencia, escribió varias obras de teología y asistió a la colocación de la primera piedra del famoso colegio de Salamanca, en unión del Obispo de Calahorra, don Francisco Mendoza. Murió en Salamanca el 19 de marzo de 1841. Colegio jesuita de Salamanca. Patio de La Clerecía Padre Esteban Cantón Escribió una obra titulada "El templo de Salomón". En ella consigna ser de Cenicero. Fue Jesuita y murió en 1649. Padre Pedro Arrubal Teólogo de ingenio y virtud. Nació en 1559. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1579. Fue profesor de teología en las universidades de Alcalá, Salamanca y Roma. Dejó escritos dos tomos de comentarios de la primera parte de Santo Tomás. Murió en Salamanca el 13 de septiembre de 1608. Universidad de Alcalá Francisco Nestares Marqués de Hinojosa, del Consejo y Cámara del tiempo de Carlos IV. Secretario de órdenes y después camarista de Castilla. Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III (1772). La casa que en la actualidad ocupa el "Bar El Puerto" pudo ser de la familia. Posible casa de la familia de Francisco Nestares Juan José de Salazar y Hontiveros Poeta de reconocido mérito. Estudió gramática en Nájera, filosofía en Burgos y teología en Valladolid, Salamanca y Alcalá. Se retiró después a Cenicero donde se ordenó de sacerdote. Fue en este pueblo beneficiario y abad en Calahorra. En Madrid publicó un tomo de poesías, con un epílogo sobre noticias históricas de La Rioja y sucesos de España hasta la época de Felipe IV. Catedral de Calahorra Francisco Martínez Insigne teólogo de la Universidad de Alcalá. Varón de gran prudencia de la que dio muestras en numerosas ocasiones. En el año 1590 la Majestad de Felipe II lo nombró Obispo de Canarias, en cuya sede estuvo nueve años, brillando en la defensa de la isla ante la invasión de flamencos y holandeses. En el año 1608 fue electo Obispo de Cartagena, cuya sede gobernó ocho años con maravillosa prudencia. De Cartagena pasó al Obispado de Jaén que gobernó dos años. Murió el 29 de noviembre de 1617 y se le dio sepultura en la catedral de Jaén. Catedral de Jaén Este ilustre prelado trajo para bien de su pueblo natal, las reliquias de Santa Daría y de los santos Crisanto y Liberato. Fue beneficiado de nuestra parroquia de San Martín, y en el año 1597, siendo obispo de Canarias, administró el sacramento de la Confirmación a los jóvenes en Cenicero. Martín García Martínez Natural de Cenicero, Obispo electo de Almería en 1632. Fueron sus padres, Juan García de Cenicero y Clara Martínez (hermana del Obispo Francisco Martínez). Falleció en Valladolid en 1632. Fue uno de los grandes benefactores del convento murciano de Agustinas Descalzas. Convento de las Agustinas en Murcia Luciano Bastida Hernáez Héroe de la gesta de la torre en 1834, hijo de Tadeo Bastida y María Benita, heroína en el asedio carlista, nació el 8 de enero de 1812. Terminó en Madrid la carrera de leyes, contando 22 años de edad cuando ocurrieron los memorable acontecimientos del 21 y 22 de octubre de 1834. Nombrado teniente fiscal de la Audiencia de Oviedo, pasó muy pronto a ocupar el mismo cargo a la Audiencia de La Coruña, donde conquistó gran renombre con motivo de la célebre causa de "el hombre lobo". Audiencia de la Coruña Audiencia de Oviedo Por ello le nombraron magistrado de la Audiencia de Madrid, siendo magistrado del Tribunal Supremo. Era Caballero de la Real y Distinguida Orden de Isabel la Católica y la de Carlos III. Por la defensa de la torre le concedió Isabel II una Cruz de Oro y el Lazo de Honor, como a sus otros compañeros de armas. Falleció en Ponferrada el 22 de noviembre de 1872, siendo trasladados sus restos años más tarde a La Coruña. En algunas ocasiones en que venía a pasar una temporada a Cenicero, lo hizo en compañía de la célebre escritora gallega Concepción Arenal, madre política de uno de sus hijos. Doctor Estanislao del Campo López Nació en Cenicero el 7 de septiembre de 1889, siendo sus padres Estanislao y Paula. Como becario de la Fundación Bastida cursó estudios de bachillerato en Logroño, medicina en la Universidad Central, donde pronto comenzó a nacer en él su afición por los estudios de fisiología.Se licenció en 1913 con premio extraordinario, obteniendo pronto el grado de Doctor. Universidad de Sevilla En 1914 se presenta a oposiciones y obtiene el número 1, que le permite elegir la vacante de la Facultad de Cádiz. Pronto marcha a París pensionado para estudiar en el Instituto Maroy. En 1917 obtiene por oposición la cátedra de fisiología en Sevilla, siendo el mejor juicio de su actuación el merecido elogio que de él hacían sus discípulos. Fue nombrado rector de la Universidad de Sevilla. Falleció en la capital hispalense en enero de 1934. Gregoria Artacho Pascual La benemérita señora Dª Gregoria, tuvo la generosidad de donar todos sus bienes para la fundación de un Asilo de ancianos desamparados en nuestra ciudad. Nació en Cenicero el 4 de julio de 1853 y era hija de don Juan Bautista Artacho Lacorzana, Caballero de la Militar Orden de San Fernando y capitán de Infantería, y de doña Feliciana Pascual Caballero, de quien heredó la casa hoy dedicada a asilo. Contrajo matrimonio con don Ezequiel Fernández, comandante de la Guardia Civil, de cuyo matrimonio no tuvieron hijos. Busto de Doña Gregoria Artacho Asilo fundado por Doña Gregoria Artacho Pascual Murió en Logroño el 13 de junio de 1932 y a los pocos días de su fallecimiento se tuvo noticia de su disposición testamentaria a través del albacea don Juan Palacios. El Asilo fue inaugurado el 23 de diciembre de 1934, con actos multitudinarios y llenos del mayor entusiasmo, según la crónica del diario "La Rioja" del día 25. El edificio se encontraba en la entonces calle del Hortal y a petición del Sr. Palacios de que se cambiase a calle de Doña Gregoria Artacho, se asintió con una grandiosa ovación. El Asilo de Nuestra Señora del Valle, fundado por doña Gregoria Artacho ha constituido siempre un orgullo para Cenicero. Se regía por un Patronato formado por el cura párroco, el alcalde, el juez y el maestro o maestra de más antigüedad. A la inauguración asistieron las primeras autoridades civiles, militares y religiosas de la provincia. Martín Bastida y Andrés Mayor Este ilustre benefactor de Cenicero nació en nuestra ciudad el 11 de noviembre de 1796, hijo de Antonio Bastida -abogado de los Reales Consejos y alcalde de Cenicero durante algún tiempo- y Nicanora Andrés. Contrajo matrimonio con Benita Araujo de Abaitua. Martín Bastida era hermano de padre de Tadeo Bastida, esposo de la heroína de la torre Doña Benita Hernáiz y por lo tanto los hijos de ésta, los defensores Felix y Luciano Bastida eran sobrinos carnales del mencionado benefactor. Murió en Madrid el 24 de abril de 1873 y en su testamento legó cuatrocientos mil reales de una inscripción nominativa de renta perpetua al 3%, para que con sus réditos se diera carrera a jóvenes estudiosos de Cenicero. Esta Fundación se regía por el Sr. Alcalde, el Sr. Cura y tres mayores contribuyentes. Mientras se mantuvo, han sido muchos los cenicerenses que consiguieron brillantes carreras gracias a la "Fundación Bastida". También dejó otras mandas, entre las que podemos destacar una de 14.000 reales para la Cofradía de los Urbanos, dedicándose parte de estos fondos para el monumento de la libertad en honor de los héroes Urbanos. En vida regaló a la Parroquia el cuadro de San Martín, que estuvo colocado en el retablo anterior al actual. La calle de las antiguas escuelas lleva su nombre. Ricardo Ruiz de Azcárraga y San Martín Nació don Ricardo en el año 1891 en Cenicero. Muy buen estudiante y sin duda influenciado por su tío, el eminente doctor San Martín, culmina brillantemente los estudios de medicina en Madrid el año 1915. Su vida profesional estuvo plagada de importantes cargos (ayudante de clínica interino, en propiedad, profesor auxiliar de la Universidad Central, encargado de la Cátedra de Patología General). En el año 1918, recordado tristemente por la fatal gripe que llevó el luto a muchos hogares riojanos, don Ricardo y otros dos colegas se desplazaron de Madrid a Cenicero para ayudar a los médicos y practicantes del pueblo y salvar muchas vidas. El Ayuntamiento le nombró "Hijo Predilecto", recogiéndose el acuerdo en el acta de la sesión del 2 de abril de 1918, como agradecimiento a sus desvelos. El 23 de abril de 1923, el Gobierno le otorga la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia con distintivo morado y negro, precisamente por la ayuda que prestó a los cenicerenses en el año de la gripe. El Colegio de Médicos de Logroño reconoció su valía y lo nombró Socio de Mérito. Desde el año 1976 la calle de la estación lleva su nombre. Fue inaugurada el 8 de mayo y ese mismo día se ponía en funcionamiento el flamante centro de higiene que lleva su nombre. El 2 de septiembre de 1979 se coloca un busto suyo en la plaza del Dr. San Martín, costeado por suscripción popular. Falleció en Madrid el 30 de julio de 1968, dejando sus bienes al pueblo de Cenicero, último rasgo a favor de sus paisanos que le honra para siempre. La donación se formalizó al fallecer su viuda doña Felisa Ferrando en 1971. Arturo Caballero Segares Nació el 30 de agosto de 1877 en Cenicero, hijo de Valentín y María. Inició los estudios de bachillerato a los 12 años, terminando la carrera universitaria de Ciencia Naturales a los 21 años en Madrid. Elaboró su tesis doctoral en el curso 1907/1908 en el Jardín Botánico de la capital, centro del que fue nombrado director en el año 1939. Jardín Botánico de Madrid Como buen botánico, gustó siempre del trabajo de campo, siendo numerosos los artículos, tratados y dibujos que presentó durante su vida profesional. Más de medio centenar de publicaciones científicas jalonan su vida. Su "Flora Analítica de España" tuvo amplia difusión y utilización por el alumnado universitario. En 1913 ganó en turno de oposición la cátedra de Fitografía y Geografía Botánica en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona. En 1921 fue propuesto y nombrado miembro numerario de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona y miembro correspondiente de la de Madrid. Falleció en el año 1950. Felipe Lagunilla San Martín No puede faltar este importante cenicerense nacido el 5 de febrero de 1861. Desde muy joven estudiaba libros y escribía sobre la agricultura a la luz de un candil. Sin cumplir los 30 años crea la razón social "La Rioja Vitícola", dedicada a la elaboración, crianza y exportación de vinos. Con la invasión de "la filoxera" a principios de siglo XX es cuando se destapó la gran personalidad del Sr. Lagunilla, emprendiendo una dura batalla contra la plaga, dedicando tanto sus esfuerzos como su dinero en combatirla. Introdujo en sus más de dos mil obradas de viñas las vides americanas, organizando unos viveros para facilitar a otros muchos viticultores la planta salvadora. Casino ‘’La Fraternal’’ al fondo de la calle Trinquete Tales desvelos no quedaron sin recompensa y el 15 de enero de 1916 el Rey Alfonso XIII le concedía el título de Comendador de la Orden del Mérito Agrícola. Fue fundador de la veterana sociedad recreativa casino "La Fraternal" en el año 1897, y atendió la corresponsalía de La Rioja durante muchos años. A punto de cumplir los 66 años falleció en Cenicero el 8 de enero de 1927. David Gangutia Segares Quinto hijo de Santiago Gangutia y Lorenza Segares, nació en Cenicero el 21 de julio de 1913. Hace el Bachiller en el Instituto Sagasta de Logroño y supera la reválida en Zaragoza con nota de sobresaliente. Tras varios cursos de Ingeniero Agrónomo, obtiene el título de Licenciado en Ciencias Exactas en la Universidad de Madrid con varias matrículas de honor en su expediente. En 1941 ingresa en el Cuerpo Facultativo de Meteorólogos en Madrid, con el número 2 de la oposición. Observatorio Meteorológico de Madrid Entre los muchos cargos desempeñados destacamos: Jefe del Observatorio Meteorológico del aeropuerto de Barajas durante 9 años. Jefe de la Oficina de Relaciones con la Organización Meteorológica Mundial durante 6 años. Profesor de Meteorología en la Escuela de Ayudantes de la Academia Militar de Ingenieros Aeronáuticos. Miembro de la Delegación Española en los Congresos Mundiales de Meteorología en los años 1956 (Dubrovnik), 1971 (Ginebra), 1973 (Viena y Ginebra). Jefe de los Centros Meteorológicos de Levante; del Duero (Valladolid); del Grove (Galicia). Destacado matemático y dotado de una memoria privilegiada. Falleció el 27 de septiembre de 1993 en Cenicero. Basilio San Martín Olaechea Nació en Cenicero el 14 de julio de 1821 y puede catalogarse como uno de los grandes médicos españoles del siglo XIX. Hijo de Agustín San Martín y María Olaechea. Su hermano Mariano ejerció muchos años como médico en Cenicero y era padre del ilustre doctor don Alejandro San Martín. Estudió medicina en el Colegio de San Carlos y sin licenciarse obtuvo un primer premio con un trabajo sobre la anestesia quirúrgica. En 1850 terminó la carrera, consiguiendo a los dos años, en reñida oposición una plaza de Médico del Real Patrimonio. En 1854 obtuvo el Doctorado. Trabajo mucho en el campo de la anestesia y en el Hospital Provincial de Madrid aplicó por primera vez en España el cloroformo junto al Dr. Bonifacio Blanco, acontecimiento que quedó como un hito en la historia de la medicina española.. Fachada de la Real Academia de Medicina Su fama fue creciendo y a propuesta del Marqués de San Gregorio fue nombrado Médico de la Real Cámara, pasando después a Decano. El 11 de junio de 1860 fue elegido académico de la Real Academia Nacional de Medicina, ocupando posteriormente la presidencia de la misma. Murió el 31 de julio de 1901. Sor Basilisa Lumbreras Nacida en Cenicero el 9 de enero de 1893, hija de Tomás Lumbreras y Eusebia Montes. En el año 1912 ingresó religiosa de la Caridad primero en Madrid y luego en Manzanares, de cuyo asilo hospital fue superiora, dedicando su vida a la noble y abnegada tarea de atender a los enfermos y necesitados. Manzanares. Plaza de San Blas En la localidad manchega de Manzanares dejó un recuerdo inolvidable, quedando patente con los actos fúnebres con motivo de su muerte en el 14 de enero de 1964, declarándose día de luto oficial en la referida localidad. La prensa la recordaba como uno de los personajes más queridos y recordados. Sor Eladia Artacho Otra religiosa Hija de la Caridad que dedicó su vida a los necesitados fue Sor Eladia Artacho Artacho, nacida en Cenicero. Llegó a desempeñar el cargo de directora del Manicomio Provincial de Cádiz, actividad que ejerció hasta el momento de su muerte. Por sus méritos consiguió la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia, y el Ayuntamiento de Cádiz la nombró Hija Predilecta de la ciudad. Falleció en la capital gaditana el 15 de julio de 1940. Miguel Olano El tenor Miguel Olano Interpretando Don Juan Miguel Olano como Calaf en Turandot Nace en Cenicero (La Rioja) España e inicia sus estudios musicales en el Conservatorio de su Región; se traslada a Madrid donde frecuenta el Conservatorio Superior. Se perfecciona en Italia con Gino Bechi y en la Academia Chigiana con Carlo Bergonzi. En 1995 es Don José (Carmen de Bizet) en el Festival de los Dos Mundos de Spoleto (Italia) y el año siguiente es Don Carlos (Don Carlos de Verdi) en el teatro Châtelet de París, así como Cavaradossi (Tosca de Puccini) en diversos teatros franceses; en el mismo año debuta el rol Des Grieux (Manon Lescaut de Puccini) en el teatro del Giglio de Lucca (Italia). En 1997 canta en el Concertgebouw de Ámsterdam el rol de Don Carlos en una ejecución trasmitida en directo por radio; dicho año entran a formar parte de su repertorio roles como Turiddu (Caballería rusticana de Mascagni), Canio (Pagliacci de Leoncavallo) y Calaf (Turandot de Puccini). Entre sus actuaciones posteriores podemos señalar: Don José en el teatro Royal Wallonie de Lieja (Bélgica), Don Juan de Alarcón (Margarita la Tornera de Chapí) en el Teatro Real de Madrid, alternándose con Plácido Domingo y Réquiem de Verdi en el Festival de Antibes (Francia). Últimamente ha actuado como Radamés (Aida de Verdi) en Maastricht (Holanda), Pinkerton (M. Butterfly de Puccini) en Canadá y por primera vez en Estados Unidos, Calaf y Don Carlo en Washington.Sus éxitos más recientes los ha conseguido en el Grand Théâtre de Ginebra, el Deustsche Oper Berlín o en San Francisco Opera, en títulos como Manon Lescaut, Tosca o Turandot. Su debut en Japón se produjo con Turandot en tournée con la Ópera Nacional de Varsovia en Tokio, Osaka y Nagasaki junto a la soprano Eva Marton. Datos Sacados de El Regadío Revista local desde 1946 PERSONAJES ILUSTRES RELACIONADOS CON CENICERO Entre los personajes ilustres de Cenicero, no podemos olvidarnos de aquellos que aunque no nacieron en Cenicero, demostraron en su vida un cariño especial por nuestro pueblo y quedaron unidos para siempre por otros lazos importantes. Alejandro San Martín y Satrústegui Nació el 17 de octubre de 1847 en Larrainzar (Navarra), hijo del médico cenicerense don Mariano San Martín y de doña Manuela Satrústegui. En 1862 y con nota de sobresaliente obtuvo el título de Bachiller en artes. La decisión de la carrera que tenía que estudiar no era difícil, pues la semilla de la medicina ya la había sembrado su padre y su tío Basilio. En el año 1867 obtuvo el título con premio extraordinario y empezó a ejercer como médico titular en Ituren (Navarra). En 1971 se traslada a Madrid. Se presenta a oposiciones en 1874 y obtiene la Cátedra de Terapéutica de la Facultad de Cádiz. Alejandro San Martín y Satrústegui En 1882 vuelve a Madrid y consigue tras brillantísima oposición la Cátedra de Patología Quirúrgica y destacó hasta tal punto como catedrático que Cajal dijo de él: "...el más capaz maestro de su generación y uno de los más poderosos cerebros que iluminaron las cátedras de San Carlos". Su fama iba en aumento, hasta tal punto de que varias veces fue llamado por la reina doña María Cristina, para celebrar consulta con los facultativos de Cámara, en las graves afecciones que sufrió de niño Alfonso XIII. Sus visitas a Cenicero eran frecuentes, ya que su padre ejercía como médico titular. En el año 1898 fue nombrado senador del Reino por la Universidad Central y en 1900 director del Hospital Clínico. En 1906 el presidente del Consejo de Ministros don Segismundo Moret le propuso a don Santiago Ramón y Cajal el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, proposición que rechazó Cajal diciendo que "el hombre más capacitado para orientar la instrucción pública en España era don Alejandro San Martín". Fue nombrado ministro, pero debido a la situación política no llegó a desempeñar el cargo ni dos meses. El 1 de junio de 1906 contrajo matrimonio con doña Julia Ruiz de Azcárraga, hermana de don Ricardo. El 10 de noviembre de 1908, a las tres de la tarde fallecía en su casa rodeado de la familia y compañeros catedráticos. A las cinco el Dr. Calleja, Decano de la Facultad, abrió el testamento ológrafo en presencia de Cajal y Ribera. El momento fue muy emocionante, pues entre otras disposiciones dejó escrito: "Quiero que mi cadáver después de haberse confirmado la muerte, sea colocado envuelto en la toga de catedrático dentro de una caja mortuoria de las más baratas y llevado en un carro fúnebre de dos caballos sin ostentación alguna ni acompañamiento expresamente convocado, a la sala de disección de la Facultad de Medicina de la Universidad Central, con el decidido objeto de que sea utilizado en las cátedras de Anatomía..." Con gran dolor pero queriendo respetar la última voluntad de don Alejandro, se acordó verificar la autopsia el día 11 en presencia de todos los alumnos. La multitud de estudiantes en San Carlos era extraordinaria. Con toda solemnidad comenzaron la autopsia los profesores Jiménez, Castro y Valcorba, junto con los alumnos Toledo y Marañón. No duró mucho tiempo la disección, pues la emoción de los doctores les impidió seguir. El entierro constituyó un acontecimiento en Madrid y fue portada de ABC y dijo la prensa que desde la muerte de Cánovas no se había conocido en Madrid un entierro con acompañamiento tan numeroso. Años mas tarde, por deseo expreso de su viuda doña Julia, los restos fueron trasladados al panteón familiar de Cenicero. San Martín fue perpetuado con monumentos, placas, bustos, etc. En Cenicero tiene dedicada una plaza en su honor (la antigua plaza de Cantabrana). Fernando Maroux Schmidt Nació en Beziers (Bélgica) el año 1861, y su relación con Cenicero se debió a que su hija Marcela se casó con don Arsenio Corral, médico titular de nuestra ciudad. Vivió con nosotros desde el año 1943 hasta su fallecimiento en octubre de 1949. Citroen Furgoneta 2CV Citroen 2 CV diseñado en 1935 Realizó los estudios de Ingeniería Industrial en París, donde trabajó en la fábrica de automóviles Citroen. Conoció a Eiffel y con él estudió los problemas de dilatación de la famosa torre parisina. Ya en España, en 1919 fabricó un motor semidiesel para barco, siendo muy comentada la prueba satisfactoria a que fue sometido en una travesía del Canal de la Mancha. De 1924 a 1930 desempeñó el cargo de director técnico de la casa Citroen en España. Además de su gran dominio de la mecánica, era un buen pintor, destacando sus bodegones, retratos y escenas costumbristas. Gonzalo Sauca No es cenicerense, pues nació en Tudela (Navarra) en el año 1888, pero se casó en nuestro pueblo con Visitación Mena, teniendo tres hijos. De joven ejerció el oficio de tonelero, pero fue en el año 1912 cuando su vida tomó otros derroteros. Era cabo del Grupo de Regulares de Melilla y en un arranque de valor en la guerra del Norte de África, arremetió contra un grupo de moros, matando de un disparo al famoso "Mizzián" (Sid Mohamed ben Mizzián), uno de los altos jefes de los "horkas". En premio a su hazaña le fueron entregados los galones de sargento. Atendiendo a un soldado herido en la Guerra Mapa de la Guerra de Marruecos (1909-1926) Su carrera militar fue muy destacada, llegando ascenso tras ascenso al grado de Coronel. El 28 de marzo de 1968 fallecía en Cenicero a los 79 años de edad. José Blanco Ruiz Este popular artista de la canción española nació en Logroño el 19 de marzo de 1911, y su relación con Cenicero viene de que trabajó como chofer para los señores de la fábrica de alcoholes de Jesús del Campo, y a que contrajo matrimonio en 1935 con la vecina de nuestro pueblo Rosa Sistiaga Frías. Sus dos hijos, Ana Mari y Pepe nacieron en Cenicero. Desempeñó el oficio de taxista y por un tiempo fue conserje abastecedor del casino "La Fraternal" de Cenicero. Retrato de Pepe Blanco Pepe Blanco cantando Caricatura con Carmen Morell A los 31 años fue presentado Pepe Blanco en Madrid por Jacinto Carceller en el Price. Su triunfo fue fulminante y a partir de entonces su escalada de éxitos fue imparable hasta convertirse en el primer cancionero de España y junto con Carmen Morell, en la pareja más famosa. Su intensa vida profesional está repleta de famosas canciones, muchas películas y giras por varios países, destacando las visitas a Méjico y Argentina. Fue un verdadero embajador de La Rioja por todo el mundo. El 16 de diciembre de 1981 fallecía en Madrid a los 70 años, siendo trasladados sus restos al cementerio de Logroño. Sus actuaciones benéficas fueron constantes, sobre todo en Logroño y Cenicero. En ambas localidades tiene dedicada una calle. Datos Sacados de El Regadío Revista local desde 1946